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RESUMEN DEL CASO

LOS HECHOS

El 4 de julio de 1991 una patrulla del ejército al mando del teniente EP Javier Bendezú Vargas,
conocido también como “Escorpio” ─apelativo que a su vez distinguió a la patrulla militar que
estuvo bajo su comando─ condujo a 15 habitantes (adultos y niños) del anexo de Rodeo Pampa
ubicado en la comunidad de Santa Bárbara (región Huancavelica) a una mina conocida como
“Misteriosa”. En dicho lugar estas personas fueron asesinadas con ráfagas de FAL, siendo sus
cuerpos dinamitados.

Posteriormente, algunos de los miembros de la patrulla “Escorpio”, procesados por estos hechos
en el fuero militar, habrían admitido la apropiación ilícita de dinero perteneciente a las víctimas,
el incendio de algunas estancias y la sustracción de ganado que fue llevado a la Base Militar de
Lircay. Se presume que el ganado fue vendido por el teniente Bendezú Vargas para distribuir 20
nuevos soles entre sus hombres. Los militares destacados en las bases de Lircay y Huancavelíca,
formaban parte del Batallón Contrasubversivo N° 43 Mariscal Andrés Avelino Cáceres. Como
parte del plan de operaciones denominado “Apolonia”, partieron las patrullas “Escorpio” y
“Ángel” de Lircay y Huancavelica, respectivamente. Los integrantes de dichas patrullas tuvieron
a su cargo la incursión en Rodeo Pampa. Una vez realizada la operación, los miembros de la
patrulla “Escorpio” permanecieron en el lugar de los hechos y los militares que conformaban la
patrulla “Ángel”, luego de apoyar la misión, retornaron a la Base Militar de Huancavelica.

La patrulla “Escorpio” comandada por el entonces teniente EP Javier Bendezú Vargas estuvo
integrada, entre otros, por el suboficial de tercera EP Duilio Chipana Tarqui (segundo al mando),
los sargentos segundos Carlos Manuel Prado Chinchay y Dennis Pacheco Zambrano y el sargento
primero reenganchado Alberto Carrera Gonzáles. La patrulla “Ángel” fue dirigida por el entonces
teniente EP Abel Gallo Coca, e integrada, entre otros, por el suboficial de segunda EP Fidel
Eusebio Huaytalla.

Por muchos años se llevaron procesos a nivel nacional sobre dichos crímenes, sin embargo
dichos procesos no se realizaron de manera eficiente, pues, los acusados fueron absuelto al poco
tiempo, fueron además juzgados por crímenes menores y demás hechos que podrían ser
considerados arbitrarios, es por hecho que dirigidas luego por diversas organizaciones en pro de
los derechos humanos, fue el caso llevado hasta La Corte Interamericana de Derechos Humanos,
en el que se llevó el proceso, cuyo resolución fue la siguiente:
PUNTOS RESOLUTIVOS

Por tanto, LA CORTE DECIDE:

1. Aceptar el reconocimiento parcial de responsabilidad internacional efectuado por el Estado,


en los términos de los párrafos 23 a 33 de esta Sentencia.

2. Desestimar la excepción preliminar relativa a la alegada falta de agotamiento de losrecursos


internos interpuesta por el Estado, en los términos de los párrafos 43 a 46 de están Sentencia.

3. Desestimar la excepción preliminar relativa a la alegada falta de competencia rationemateriae


respecto a la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas,en los
términos de los párrafos 49 a 52 de esta Sentencia.

4. El Estado violó los derechos reconocidos en los artículos 7, 5.1, 5.2, 4.1 y 3 de la Convención
Americana, en relación con el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de Yesenia Osnayo Hilario,
Miriam Osnayo Hilario, Edith Osnayo Hilario, Wilmer Hilario Carhuapoma, Alex Jorge Hilario,
Raúl Hilario Guillén, Héctor Hilario Guillén, Francisco Hilario Torres, Mercedes Carhuapoma de
la Cruz, Dionicia Quispe Mallqui, Antonia Hilario Quispe, Magdalena Hilario Quispe, Dionicia
Guillén Riveros, Ramón Hilario Morán y Elihoref Huamaní Vergara. Dichas violaciones ocurren
también en relación con el artículo 19 de la Convención Americana respecto de Yesenia, Miriam
y Edith Osnayo Hilario, Wilmer Hilario Carhuapoma, Alex Jorge Hilario, y Raúl y Héctor Hilario
Guillén, quienes eran niñas y niños al momento que inició su desaparición forzada. Finalmente,
todas las violaciones señaladas en este punto resolutivo ocurren también en relación con los
artículos artículo I.a) y II de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de
Personas, a partir del 15 de marzo de 2002, fecha de su entrada en vigor para el Perú. Todo lo
anterior, en los términos de los párrafos 157 a 195 de esta Sentencia.

5. El Estado violó los derechos a la propiedad privada y a no sufrir injerencias arbitrarias o


abusivas en su vida privada y domicilio, reconocidos en los artículos 21 y 11.2 de la Convención
Americana, en relación con el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de Francisco Hilario Torres,
Dionicia Quispe Mallqui, Antonia Hilario Quispe, Zenón Cirilo Osnayo Tunque, Yesenia Osnayo
Hilario, Miriam Osnayo Hilario, Edith Osnayo Hilario, Magdalena Hilario Quispe, Alex Jorge
Hilario, Marcelo Hilario Quispe, Mercedes Carhuapoma de la Cruz, Wilmer Hilario Carhuapoma,
Ramón Hilario Morán, Dionicia Guillén Riveros, Raúl Hilario Guillén y Héctor Hilario Guillén. Todo
ello, en los términos de los párrafos 199 a 205 de esta Sentencia.

Disidente el Juez Vio Grossi.


6. El Estado violó, en perjuicio de las víctimas desaparecidas forzosamente y sus familiares, los
derechos a las garantías judiciales y a la protección judicial consagrados en los artículos 8.1 y
25.1 de la Convención Americana, en relación con el artículo 1.1 de la misma, así como en
relación con los artículos 1, 6 y 8 de la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la
Tortura, y con el artículo I.b de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de
Personas a partir del 15 de marzo de 2002, fecha de su entrada en vigor para el Perú. Además,
el Perú violó el derecho a conocer la verdad de los familiares de las víctimas desaparecidas. Todo
ello, en los términos de los párrafos 215 a 229 y 237 a 270 de esta Sentencia. Asimismo, el Estado
violó, en perjuicio de Elihoref Huamaní Vergara y sus familiares, el artículo 7.6 de la Convención
Americana, en los términos de los párrafos 230 a 236 de esta Sentencia.

7. El Estado violó el derecho a la integridad personal establecido en el artículo 5.1 de la


Convención Americana, en relación con el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de Zósimo Hilario
Quispe, Marcelo Hilario Quispe, Gregorio Hilario Quispe, Zenón Cirilo Osnayo Tunque, Víctor
Carhuapoma de la Cruz, Abilio Hilario Quispe, Marcelina Guillen Riveros, Marino Huamaní
Vergara, Ana de la Cruz Carhuapoma, Viviano Hilario Mancha, Dolores Morán Paucar, Justiano
Guillén Ccanto, Victoria Riveros Valencia y Alejandro Huamaní Robles Todo ello, en los términos
de los párrafos 274 a 281 de esta Sentencia.

8. La Corte no cuenta con los elementos probatorios suficientes para acreditar la alegada
violación de los artículos 11 y 17 de la Convención Americana, en los términos del párrafo 193
de esta Sentencia.

9. Esta Sentencia constituye per se una forma de reparación.

10. El Estado debe llevar a cabo las investigaciones amplias, sistemáticas y minuciosas que sean
necesarias para determinar, juzgar y, en su caso, sancionar a los responsables de las violaciones
declaradas en esta Sentencia, en los términos de los párrafos 289 a 290 de la misma.

11. El Estado debe iniciar, de manera sistemática, rigurosa y seria, con los recursos

humanos y económicos adecuados, las acciones que resulten necesarias tanto para la
exhumación como la identificación de los restos humanos localizados en la mina “Misteriosa”, o
“Vallarón”, sitio que deberá proteger para su preservación, en los términos de los párrafos 294
a 299 de esta Sentencia.

12. El Estado debe entregar a los señores Zenón Cirilo Osnayo Tunque y Marcelo Hilario Quispe,
en el plazo de un año, contado a partir de la notificación de esta Sentencia, la cantidad de diez
alpacas a cada uno, o su valor equivalente en el mercado. Además, el Estado debe, a través de
sus programas habitacionales existentes, proveer a cada uno de una vivienda adecuada, dentro
del plazo de un año. Si concluido este plazo el Estado no ha entregado las viviendas referidas, el
Perú deberá proporcionar, en equidad, un monto de USD $25,000.00 (veinticinco mil dólares de
los Estados Unidos de América) a cada uno de ellos. Esta medida de reparación debe ser
implementada con la participación de las víctimas y de común acuerdo con estas. Todo ello, en
los términos de los párrafos 302 a 304 de esta

13. El Estado debe brindar gratuitamente, a través de sus instituciones de salud especializadas,
y de forma inmediata, adecuada, integral y efectiva, tratamiento médico y psicológico o
psiquiátrico, a las víctimas que así lo soliciten, previo consentimiento informado, incluyendo el
suministro gratuito de los medicamentos que eventualmente se requieran, tomando en
consideración los padecimientos de cada uno de ellos, en los términos de los párrafos 307 a 308
de esta Sentencia.

14. El Estado debe realizar, en el plazo de seis meses contado a partir de la notificación de la
presente Sentencia, las publicaciones indicadas en el párrafo 309 de la misma, en los términos
dispuestos en dicho párrafo.

15. El Estado debe pagar, dentro del plazo de un año a partir de la notificación de esta Sentencia,
las cantidades fijadas por concepto de indemnizaciones por daños materiales e inmateriales, así
como el reintegro de cosas y gastos, en los términos de los párrafos 333 a 344, 347 a 350, y 357
a 362 de esta Sentencia.

16. El Estado debe reintegrar al Fondo de Asistencia Legal de Víctimas de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos la cantidad erogada durante la tramitación del presente caso, en los
términos de los párrafos 351 a 356 y 362 de esta Sentencia.

17. El Estado debe rendir al Tribunal un informe, dentro del plazo de un año contado a partir de
la notificación de esta Sentencia, sobre las medidas adoptadas para cumplir con la misma.

18. La Corte supervisará el cumplimiento íntegro de esta Sentencia, en ejercicio de sus


atribuciones y en cumplimiento de sus deberes conforme a la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, y dará por concluido el presente caso una vez que el Estado haya dado cabal
cumplimiento a lo dispuesto en la misma.

Conclusión:

El presente caso sobre la violación a los derechos humanos cometidos por los miembros de los
grupos antisubversivos en el territorio de Santa Bárbara, ha marcado un precedente ante la falta
de efectividad con la que fueron llevados los procesos a nivel nacional, marcando así un triunfo
para la valoración de dichos derechos a nivel nacional e internacional y a la vez, le brinda a los
familiares de las víctimas, descanso en su lucha por justifica de seres queridos.

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