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RESÚMEN I UNIDAD: INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGIA DEL TRABAJO

Los psicólogos definen la personalidad de muchas maneras diferentes, pero todas tienen
en común dos conceptos básicos: la singularidad y patrones característicos de conducta.
Definimos la personalidad como el conjunto complejo de cualidades psicológicas que
influyen los patrones característicos de conducta de un individuo en distintas situaciones, a
lo largo del tiempo.

Los modelos más antiguos que describen la personalidad implican la clasificación de las
personas en un número limitado de tipos distintos y determinan el grado en que pueden ser
descritas por distintos rasgos. Parece que existe una tendencia natural en las personas
para clasificar sus conductas y las de los demás según distintas categorías.

CLASIFICACIONES POR TIPOS

Algunos teóricos de la personalidad agrupan a los individuos dentro de diferentes


categorías, que no se traslapan, llamadas tipos de personalidad. Los tipos de personalidad
son fenómenos del todo o nada, sin importar el grado: si se asigna a una persona un tipo,
no puede pertenecer a ningún otro tipo dentro de ese sistema.

Una de las primeras teorías de tipos se originó en el siglo V a. C. con Hipócrates, el médico
griego que dotó a la medicina del juramento hipocrático. Él planteó que el cuerpo contenía
cuatro fluidos básicos o humores, cada uno asociado con un temperamento en particular,
un patrón de emociones y conductas. En el siglo II d. C., otro médico griego, Galeno asoció
los humores corporales de Hipócrates con temperamentos de la personalidad:

 Sangre. Temperamento sanguíneo: animoso y activo


 Flema. Temperamento flemático: apático y frío
 Bilis negra. Temperamento melancólico: triste y apesadumbrado
 Bilis amarilla. Temperamento colérico: irritable y excitable

En la época moderna, William Sheldon (1942) elaboró una teoría de los tipos que relacionó
la psique con el temperamento. Dividió a las personas en tres categorías, con base en su
estructura corporal: endomorfo (gordo, suave, redondo), son relajados, sociales y
aficionados a la comida; mesomorfo (muscular, rectangular, fuerte) son individuos físicos,
llenos de energía, valor y tendencias asertivas; o ectomorfo (delgado, alto, frágil) son
inteligentes, artísticos e introvertidos. Durante un tiempo, la teoría de Sheldon tuvo tanta
influencia que se tomaron fotografías en “posturas” desnudas a miles de estudiantes de
universidades estadounidenses como Yale y Wellesley a fin de permitir que los
investigadores estudiaran las relaciones entre el tipo de cuerpo y los factores de la vida.

Más recientemente, Frank Sulloway (1996) ha propuesto una teoría contemporánea de los
tipos, basada en el orden de nacimiento. ¿Es usted el primogénito (o hijo único) en su
familia, o es el hijo más pequeño? Sulloway hace predicciones del orden de nacimiento,
basadas en la idea de Darwin de que los organismos se diversifican para encontrar nichos
en los que puedan sobrevivir. Según Sulloway, los primogénitos tienen un nicho que ya está
construido: demandan de inmediato a sus padres amor y atención; buscan mantener dicho
apego inicial al identificarse y obedecer a sus padres. En contraste, los hijos que nacen
después necesitan encontrar un nicho diferente, es decir, uno en el que no siga con tanta
claridad el ejemplo de sus padres. Como consecuencia, Sulloway caracteriza a los hijos
que nacen después como “nacidos para rebelarse”, “buscan sobresalir en aquellas áreas
en que los hermanos mayores aún no han establecido su superioridad.

DESCRIPCIONES CON RASGOS

Las teorías de los tipos suponen que las personas se ajustan a categorías discontinuas y
separadas, como primogénito o hijos posteriores. En contraste, las teorías de los rasgos
proponen dimensiones continuas, como la inteligencia y la amistad. Los rasgos son
cualidades o atributos perdurables que predisponen a los individuos a comportarse de
forma regular en las situaciones. Por ejemplo, usted puede demostrar honestidad un día al
regresar una cartera perdida, y al evitar hacer trampa en un examen en otra ocasión.
Algunos teóricos de los rasgos consideran que los rasgos son predisposiciones que causan
la conducta, aunque algunos teóricos más conservadores sólo utilizan los rasgos como
dimensiones descriptivas que simplemente resumen patrones de conducta observada

MODELO DE RASGOS DE ALLPORT Gordon Allport (1937, 1961, 1966) consideró que
los rasgos son los bloques de construcción de la personalidad y la fuente de la
individualidad. Según Allport, los rasgos producen coherencia en la conducta, debido a que
conectan y unifican las reacciones de una persona ante una variedad de estímulos. Allport
identificó tres tipos de rasgos: los rasgos cardinales (las personas organizan su vida en
torno a ellos), los rasgos centrales (representan las características principales de una
persona, como la honestidad o el optimismo) y los rasgos secundarios (son características
personales específicas que ayudan a predecir la conducta de un individuo, pero que tienen
una menor utilidad para comprender su personalidad como los alimentos o vestimenta
preferidos). Allport estaba interesado en descubrir la combinación única de estos tres tipos
de rasgos que hacen de cada persona una entidad singular, y empleó el estudio de casos
para examinar estos rasgos únicos. Allport consideró que las estructuras de la personalidad,
más que las condiciones ambientales, determinan de manera crítica la conducta individual.
“El mismo fuego que derrite la mantequilla, endurece al huevo” fue una frase que él utilizó
para mostrar que los mismos estímulos pueden tener diferentes efectos en distintos
individuos.

IDENTIFICACIÓN DE DIMENSIONES UNIVERSALES DE LOS RASGOS

En 1936, una búsqueda en el diccionario realizada por Gordon Allport y su colega H. S.


Odbert arrojó más de 18,000 adjetivos en inglés, para describir las diferencias individuales.

Raymond Cattell (1979) utilizó la lista de adjetivos de Allport y Odbert como punto de
partida en su tarea de descubrir un conjunto pequeño apropiado de dimensiones básicas
de rasgos. Su investigación lo condujo a proponer que 16 factores subyacen a la
personalidad humana. Cattell llamó a estos 16 factores rasgos fundamentales debido a que
consideraba que proporcionan la fuente subyacente de las conductas abiertas que
consideramos como personalidad. Los 16 factores de Cattell comprenden conductas
opuestas importantes tales como reservado o extrovertido, confiado o suspicaz, y relajado
o tenso

Hans Eysenck (1973, 1990) derivó sólo tres amplias dimensiones a partir de datos de
pruebas de personalidad: extroversión (orientado interna o externamente), neuroticismo
(emocionalmente estable o emocionalmente inestable) y psicoticismo (amable y
considerado o agresivo y antisocial).

MODELO DE LOS CINCO FACTORES

La tendencia hacia el modelo de los cinco factores representa un intento por encontrar una
estructura entre la larga lista de rasgos que Allport y Odbert extrajeron del diccionario. Los
rasgos se agruparon en casi 200 grupos de sinónimos, que se utilizaron para formar
dimensiones bipolares de rasgos, las cuales poseen un polo alto y un polo bajo, como
responsable o irresponsable.
RASGOS Y HERENCIA

La genética conductual es el estudio del grado en que los rasgos de la personalidad y los
patrones de conducta se heredan. Para determinar los efectos de la genética sobre la
personalidad, los investigadores estudian los rasgos de la personalidad de miembros de
familias que comparten distintas proporciones de genes, y de quienes han crecido en el
mismo hogar o en hogares distintos. Los estudios de heredabilidad muestran que casi todos
los rasgos de la personalidad están influidos por factores genéticos. Se han encontrado los
mismos resultados con muchas técnicas de medición distintas, ya sea que midan rasgos
amplios, como la extroversión y el neuroticismo, o rasgos específicos como el autocontrol
o la sociabilidad

TEORÍAS PSICODINÁMICAS

Todas las teorías psicodinámicas de la personalidad tienen en común el supuesto de que


poderosas fuerzas internas moldean la personalidad y motivan la conducta. Sigmund Freud,
“el Darwin de la mente”, trata de explicar en sus teorías psicodinámicas los orígenes y el
curso del desarrollo de la personalidad, la naturaleza de la mente, los aspectos de la
personalidad anormal y la forma en que la terapia puede cambiar la personalidad.
Investigadores que estudiaron la timidez en adultos se sorprendieron al descubrir que el
tipo de persona “sin timidez” es poco común en Estados Unidos y en otros países
encuestados. La timidez puede definirse como incomodidad y/o inhibición en situaciones
interpersonales, que interfiere con el logro de las metas interpersonales o profesionales
propias. La timidez puede ser crónica y disposicional. Muchas personas tímidas también
son introvertidas; tienen una preferencia personal por actividades y ambientes solitarios.
Otros son “extrovertidos tímidos”, sociales públicamente, pero tímidos en lo privado, que
prefieren involucrarse en actividades sociales, que tienen las habilidades sociales para
hacerlo de manera efectiva, aunque dudan de agradar en realidad a los demás y de que los
respeten. Evidencias de investigaciones sugieren que alrededor del 10 por ciento de los
bebés “nacen tímidos”. Desde el nacimiento, estos niños son precavidos y reservados en
exceso cuando interactúan con personas o situaciones que no les son familiares. Una
explicación complementaria se enfoca en la crianza.

PSICOANÁLISIS FREUDIANO

Según la teoría psicoanalítica, en el centro de la personalidad existen eventos dentro de la


mente del individuo (eventos intrapsíquicos) que motivan la conducta. Con frecuencia, las
personas están conscientes de estas motivaciones; sin embargo, algunas también operan
a nivel inconsciente. Para Freud, toda la conducta es motivada. Cada acto humano tiene
una causa y un propósito que puede descubrirse a través del análisis de la asociación de
pensamientos, sueños, errores y otros indicios conductuales de pasiones internas.

IMPULSOS Y DESARROLLO PSICOSEXUAL

El entrenamiento médico de Freud como neurólogo, lo condujo a postular una base


biológica común para los patrones conductuales que observó en sus pacientes. Atribuyó la
fuente de motivación de los actos humanos a la energía psíquica que se encuentra dentro
de cada individuo. Supuso que cada persona tenía instintos o impulsos innatos, que
constituían un sistema de tensión creado por los órganos del cuerpo. Cuando estas fuentes
de energía se activan, pueden expresarse de muchas maneras diferentes. Originalmente,
Freud postuló dos impulsos básicos. Uno relacionado con la autopreservación (para cubrir
necesidades como el hambre y la sed). El otro, al que llamó Eros, el impulso relacionado
con los deseos sexuales y la preservación de la especie. Freud amplió mucho la noción de
los deseos sexuales humanos, e incluyó no sólo el deseo de la unión sexual, sino todos los
demás intentos de búsqueda de placer o de tener contacto físico con los demás.
DETERMINISMO PSÍQUICO

El concepto de fijación nos brinda el primer indicio de la creencia de Freud de que los
conflictos tempranos ayudan a determinar la conducta posterior. El determinismo psíquico
es el supuesto de que todas las acciones mentales y conductuales (síntomas) están
determinadas por experiencias tempranas. Freud consideraba que los síntomas no son
arbitrarios, sino que están relacionados de forma significativa con eventos importantes de
la vida. Esto condujo a Freud a enfatizar el inconsciente, es decir, el depósito de información
que no es accesible a la conciencia.

LA ESTRUCTURA DE LA PERSONALIDAD

En la teoría de Freud, las diferencias en la personalidad surgen de las distintas maneras en


que las personas manejan sus impulsos fundamentales. Para explicar las diferencias, Freud
describió una continua batalla entre dos partes antagonistas de la personalidad, el ello y el
superyó, moderados por un tercer aspecto del sí mismo, el yo. El ello es el almacén de los
impulsos fundamentales, opera de forma irracional, está gobernado por el principio del
placer, la búsqueda de gratificación sin regulación, en especial de placeres sexuales, físicos
y emocionales, aquí y ahora, sin preocuparse por las consecuencias. El superyó es el
almacén de los valores del individuo, como las actitudes morales aprendidas de la sociedad.
El superyó corresponde aproximadamente a la idea común de conciencia. El superyó
también comprende al yo ideal, la visión que el individuo tiene de la persona que debería
ser. El y o es el aspecto del sí mismo basado en la realidad, que arbitra en el conflicto entre
los impulsos del ello y las demandas del superyó. El yo está gobernado por el principio de
realidad, que antepone elecciones razonables a las demandas placenteras.
Los mecanismos de defensa del yo son estrategias mentales que el yo utiliza para
defenderse del conflicto cotidiano entre los impulsos del ello, que buscan ser expresados,
y las demandas del superyó de negarlos
AMPLIACIÓN DE LAS TEORÍAS PSICODINÁMICAS
Alfred Adler (1929) rechazó la importancia del Eros y del principio del placer. Adler creía
que, como niños pequeños indefensos y dependientes, todas las personas experimentan
sentimientos de inferioridad y que la vida está dominada por la búsqueda de la forma de
superar estos sentimientos. Las personas los compensan para lograr sentimientos de
adecuación y, con mayor frecuencia los sobre compensan en un intento por ser superiores.
Karen Horney se entrenó en la escuela psicoanalítica, pero rompió con la teoría freudiana
ortodoxa de diversas formas. Retó el énfasis alocéntrico de Freud sobre la importancia del
pene, hipotetizando que la envidia masculina del embarazo, la maternidad, los senos y la
leche materna es una fuerza dinámica en el inconsciente de niños y hombres. Esta “envidia
del útero” provoca que los hombres devalúen a las mujeres y la compensen en exceso por
medio de impulsos inconscientes hacia el trabajo creativo.
Carl Jung (1959) amplió de manera importante el concepto del inconsciente. Para él, el
inconsciente no está limitado a las experiencias vitales únicas del individuo, sino que está
lleno de verdades psicológicas fundamentales, compartidas por toda la raza humana, el
inconsciente colectivo. El inconsciente colectivo explica su comprensión intuitiva de mitos,
artes y símbolos primitivos, que son los arquetipos universales de la existencia.

Teorías humanistas
Los teóricos humanistas de la personalidad, como Carl Rogers, Abraham Maslow y Karen
Horney, creían que la motivación de la conducta proviene de las tendencias únicas del
individuo, tanto innatas como aprendidas, a desarrollar y cambiar en dirección positiva hacia
la meta de la autorrealización
Carl Rogers (1947, 1951, 1977) enfatizó la importancia de la consideración positiva
incondicional en la crianza de los niños. Con esto, él implica que los niños deben sentir que
siempre serán amados y aceptados, a pesar de sus errores y mal comportamiento
Las teorías humanistas son caracterológicas porque se enfocan en las cualidades innatas,
dentro de la persona, que ejercen una gran influencia sobre la dirección que tomará la
conducta. Estas teorías también son fenomenológicas porque enfatizan el marco de
referencia de un individuo y su perspectiva subjetiva de la realidad, no la perspectiva
objetiva de un observador o un terapeuta. Esta perspectiva también está orientada al
presente; las influencias pasadas únicamente son importantes en la magnitud en que han
conducido a la persona a su situación presente, y el futuro representa las metas a lograr.

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