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INDICE

Resumen .............................................................................................................................................. 3
I. Introduccion ..................................................................................................................................... 1
Ii. Objetivos De La Investigacion ....................................................................................................... 3
2.1. Objetivo General .......................................................................................................................... 3
2.2. Objetivos Especificos ................................................................................................................... 3
Iii. Justificacion ................................................................................................................................... 3
Iv. Hipotesis ........................................................................................................................................ 3
V. Marco Teorico ................................................................................................................................ 4
5.1. Definición..................................................................................................................................... 4
5.2. Preparación De Anticuerpos Monoclonales ................................................................................. 4
5.3. Producción De Anticuerpos Monoclonales Humanos ................................................................. 5
5.4. Aplicaciones Clínicas ................................................................................................................... 6
5.5. Producción De Anticuerpos Monoclonales Por Medio De La Técnica De Hibridación. ............. 9
5.5.1. Producción De Anticuerpos Específicos. ................................................................................ 12
5.6. Ventajas De Los Anticuerpos Monoclonales ............................................................................. 13
5.7. Tipos De Anticuerpos Monoclonales ......................................................................................... 14
Vi. Conclusiones ............................................................................................................................... 16
Vii. Referencias Bibliográficas ......................................................................................................... 17
Anexos .............................................................................................................................................. 18
RESUMEN

Los anticuerpos monoclonales son glucoproteínas especializadas que hacen parte del
sistema inmune, producidas por las células B, con la capacidad de re- conocer moléculas
específicas (antígenos). Los anti- cuerpos monoclonales son herramientas esenciales en el
ámbito clínico y biotecnológico, y han probado ser útiles en el diagnóstico y tratamiento de
enfermedades infecciosas, inmunológicas y neoplásicas, así como también en el estudio de
las interacciones patógeno-hospedero y la marcación, detección y cuantificación de
diversas moléculas.

Actualmente, la incorporación de las técnicas de biología molecular e ingeniería genética y


proteica han permitido ampliar el horizonte de la generación de anticuerpos monoclonales y
sus usos, y se han encontrado técnicas como la hibridación, la quimerización, la
humanización y la producción de anticuerpos monoclonales totalmente humanos.

Es una de las áreas de mayor crecimiento en la industria biotecnológica y farmacéutica; en


el mercado se encuentran cerca de 29 anticuerpos monoclonales aprobados por la Food and
Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos para uso en humanos.
I. INTRODUCCION

Una técnica que ha revolucionado la inmunología es la que permite producir una cantidad
sin límite de anticuerpos específicos por un antígeno determinado, estos son los anticuerpos
monoclonales. Estos han surgido de la necesidad que tenían los investigadores de estudiar
la estructura de los anticuerpos.

En un comienzo utilizaban anticuerpos presentes en la sangre de individuos inmunizados


porque la sangre tiene diferentes anticuerpos cada uno derivado de una copia de células B y
cada uno con una estructura y una especificidad para un antígeno. Sin embargo los
anticuerpos son tan similares que Michael Heidelberg y colegas han podido purificar las
muestras sanguíneas para empezar las investigaciones.

Los inmunólogos han podido desde entonces estudiar los rasgos estructurales de las
moléculas de los anticuerpos. Sin embargo no pudieron analizar en detalle los anticuerpos
(p. ej. conocer las secuencias de aminoácidos) la producción en masa de los anticuerpos
monoclonales. Georges Kohler y Cesar Milstein, en 1975, elaboraron las técnicas para la
producción de estos anticuerpos. El paso clave sucedió cuando las investigaciones
mostraron que pacientes o animales con mieloma múltiple, un tumor monoclonal de células
plasmáticas secretoras de anticuerpos, tenían altas concentraciones de anticuerpos
bioquímicamente idénticos o porciones de estos anticuerpos en su orina o sangre. Era
entonces una fuente de anticuerpos de una especificidad.

El organismo debe producir cientos de miles, o aun millones de moléculas adaptables con
sitios de reconocimiento diferentes. Esta molécula adaptadora se conoce como anticuerpo.

En un principio se creía que los anticuerpos derivaban de una molécula plástica maestra que
podía moldearse hasta adquirir la forma adecuada, con el antígeno como patrón, en la
actualidad se sabe que los anticuerpos son formados antes de siquiera ver al antígeno, y que
son seleccionados por él. El sistema funciona de la siguiente manera: cada linfocito de un
subtipo denominado linfocitos B, es programado para formar uno y sólo un anticuerpo, y
coloca ese anticuerpo sobre su superficie externa para actuar como receptor.

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Cuando un antígeno penetra en el organismo, es confrontado con un número deslumbrante
de linfocitos, cada uno con un anticuerpo diferente, con un sitio individual de
reconocimiento. El antígeno sólo se une a los receptores con los que se acopla en forma
adecuada. Los linfocitos cuyos receptores están ligados a antígeno reciben una señal
desencadenante y se desarrollan a células plasmáticas formadoras de anticuerpos, y dado que
los linfocitos están programados para formar un único anticuerpo, el secretado por las
células plasmáticas será idéntico al que actuó originalmente como receptor del linfocitos, es
decir, se unirá bien al antígeno. De esta manera, el antígeno selecciona los anticuerpos que
lo reconocen en forma eficaz.

No es posible tener muchos linfocitos productores de cada tipo de anticuerpo; no existe


espacio suficiente para acomodarlos en el organismo. Para compensar esto los que linfocitos
han sido estimulados por el contacto con el antígeno sufren ondas sucesivas de proliferación
para un gran clon de células plasmáticas capaces de producir anticuerpos del tipo para el que
fue programado el linfocito original: sistema de selección clonal, el cual es importante en el
desarrollo de una respuesta de anticuerpos significativa.

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II. OBJETIVOS DE LA INVESTIGACION

2.1. OBJETIVO GENERAL

Determinar la obtención de los Anticuerpos Monoclonales por medio de la técnica de


hibridación y sus aplicaciones clínicas.

2.2. OBJETIVOS ESPECIFICOS

 Identificar la Preparación de Anticuerpos Monoclonales


 Determinar la Producción de Anticuerpos Monoclonales Humanos
 Identificar sus Aplicaciones Clínicas
 Describir la producción de anticuerpos monoclonales por medio de la técnica de
hibridación.

III. JUSTIFICACION

Para comprender qué son los anticuerpos monoclonales y cómo actúan es importante
conocer algunas nociones básicas sobre el funcionamiento del sistema inmunitario y en
concreto de los anticuerpos, unas células especializadas que el organismo utiliza para atacar
a microorganismo y en general a cualquier agente extraño (antígeno). Son muchos los
anticuerpos que configuran el sistema de defensa del organismo, y todos tienen la
característica de ser muy específicos, ya que cada uno de ellos ataca a un único antígeno.
Además, ese ataque refuerza la resistencia del organismo ante futuras infecciones.

IV. HIPOTESIS

La obtención de anticuerpos monoclonales se produce usando tecnología del hibridoma.


Este método provee de un abastecimiento homogéneo ilimitado del anticuerpo las
especificidades deseadas.

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V. MARCO TEORICO

5.1. Definición

Un anticuerpo monoclonal es un anticuerpo producido por un solo clon de linfocitos B.1


Los anticuerpos monoclonales (en acrónimo mAB, de la frase en inglés con idéntico
significado que en español: monoclonal antibody), son anticuerpos idénticos porque son
producidos por un solo tipo de célula del sistema inmune, es decir, todos los clones
proceden de una sola célula madre. Es posible producir anticuerpos monoclonales que se
unan específicamente con cualquier molécula con carácter antigénico. Este fenómeno es de
gran utilidad en bioquímica, biología molecular y medicina.

5.2. Preparación de Anticuerpos Monoclonales

La técnica de producción de anticuerpos monoclonales está basada en el hecho que cada


linfocito B produce anticuerpos de una especificidad. Entonces, cada tumor monoclonal
derivado de un linfocito B, llamado un mieloma produce un solo anticuerpo. Estos tumores
ocurren espontáneamente en hombres y mujeres pero también puede ser inducido
experimentalmente. Ratones inmunizados con un antígeno portador de por lo ejemplo dos
epitopes, a y b, desarrollan células esplénicas productoras de anti-a y anti-b que aparecen
como anticuerpos en el suero. Se realiza una esplenectomía y las células individuales se
fusionan en polietilenglinol con linfocitos B tumorales en división constante seleccionados
por presentar una deficiencia de enzimas de purina y a menudo por su incapacidad para
secretar Ig. Las células resultante se distribuyen en placas con microcubetas con medio
HAT (hipoxantina, aminopterina, timidina) que elimina los acompañantes de perfusión, a
una concentración celular tan elevada que en promedio cada cubeta contiene menos de una
célula de hibridoma. Dado que cada hibridoma es el producto de una única célula
formadora de anticuerpo y una célula tumoral, tendrá la capacidad de la primera para
secretar una única especie de anticuerpo y la inmortalidad de la segunda que le permitirá
proliferar en forma continua, con una progiene proveedora de un suministro sin fin de
anticuerpo con una única especificidad, el anticuerpo monoclonal. Esta técnica permite

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también la formación de anticuerpos monoclonales contra mezclas complejas de antígenos
multiópticos.

Para ser utilizados en seres humanos la solución ideal es la producción de monoclonales


totalmente humanos. Los acompañantes de fusión del mieloma humano no han encontrado
aceptación dado que tienden a presentar bajas eficiencias de fusión, crecimiento escaso, y
secreción de Ig que diluye el monoclonal deseado. Puede emplearse un heterohibridoma no
secretante obtenido por fusión de mieloma de ratón con linfocitos B humanos como
acompañante de fusión productivo para linfocitos T humanos productores de anticuerpos.
Otros investigadores han utilizado los acompañantes murinos y los heterohibridomas, los
cuales forman clones con facilidad y son muy productivos. Existe cierta inestabilidad por
pérdida de cromosomas y en apariencia se mantiene la producción de anticuerpo por
translocación de los genes humanos a los cromosomas murinos. La frecuencia de fusión es
aún mayor si se emplean líneas EBV transformadas en lugar de linfocitos B.

5.3. Producción de Anticuerpos Monoclonales Humanos

Los monoclonales de ratón inyectados en sujetos humanos con fines terapéuticos resultan
muy inmunogénicos y los anticuerpos anti-ratón humanos así formados representan un
problema que acelera la depuración del monoclonal de la sangre. En determinadas
circunstancias se supone que un monoclonal de ratón captado por una célula tumoral podría
ser procesado y transformarse en el blanco ligado al CMH de linfocitos T citotóxicos o
favorecer la respuesta contra un antígeno débilmente inmunogénico. Sin embargo, se tiende
a eliminar las porciones extrañas del anticuerpo monoclonal y reemplazarlos por Ig
humanas por DNA recombinante. Las construcciones quiméricas, en las que los dominios
murinos Vh y Vl son acoplados a genes humanos Ch y Cl son mucho menos
inmunogénicos en humanos aunque presenten cierta tendencia a provocar respuestas anti-
idiotipo; esto puede ser evitado por medio de anticuerpos quiméricos que cargan diferentes
idiotipos en inyecciones subsecuentes. Esto no representa un ejercicio trivial, y aún atrae el
objetivo de fusionar linfocitos B humanos para crear hibridomas, teniendo en cuenta no
sólo la importante reducción de la inmunogenicidad, sino además el hecho de que en una

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misma especie pueden formarse anticuerpos contra sutiles diferencias. A pesar de las
dificultades que existen para encontrar componentes adecuados para la fusión, se han
establecido numerosos monoclonales humanos. Los linfocitos B de la sangre periférica, por
lo general no se consideran una buena fuente de células formadoras de anticuerpo lo cual
representa una restricción adicional.

Muchos monoclonales humanos están listos para ser utilizados en clínica, pueden citarse el
IgG anti-RhD para la prevención de la enfermedad hemolítica del recién nacido por
incompatibilidad Rh, y monoclonales muy poderosos para la protección contra varicela
zoster, citomegalovirus, estreptococos grupo B y endotoxinas lipopolisacáridas de bacterias
gramnegativas.

5.4. Aplicaciones Clínicas

a) En transplantes, regeneración de tejidos y enfermedades autoinmunes

En el tratamientos de la glomerulonefritis, investigadores del laboratorio farmacéutico


Alexion y de la Universidad de Yale, han utilizado la inhibición de la unión del
componente C5 del complemento por anticuerpos monoclonales.(3) Ellos trataron una rata
con un anticuerpo monoclonal específico para el componente C5 del complemento,
inhibiendo así su unión y su futura activación a C5a y C5b-9, ambos potentes activadores
proinflamatorios. El Dr. Yi Wang principal autor del artículo, añade que una terapia
continua durante 6 meses con estos anticuerpos anti-C5 permitió mejorar la
glomerulonefritis y aumento así la supervivencia. Estos resultados también se pueden
aplicar a enfermedades como el lupus eritematoso sistémico pero en este caso generando
anticuerpos monoclonales humanos para poder ensayar esta técnica sobre los pacientes
humanos.

Los anticuerpos monoclonales pueden estimular la regeneración de neuronas en animales.


El Dr. Barbara S. Bregman de la Universidad de Georgetown y sus colegas del Instituto de
Investigación del Cerebro en Zurich, han mostrado que un anticuerpo monoclonal, IN-1,
neutraliza la proteína inhibidora del crecimiento neuronal de células con mielina de ratones

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con lesiones a nivel de la médula espinal. Esta neutralización llevó a una regeneración de
las neuronas y una recuperación parcial de las funciones límbicas. La ventaja de las
aplicaciones de los anticuerpos monoclonales en la regeneración del sistema nervioso
central es que permite llegar a unos beneficios clínicos en vez de solo reducir los daños
causado por lesiones.

La globulina antilinfocito, que contiene anticuerpos que reaccionan con los antígenos
leucocitarios CD45, es un agente efectivo en la prevención de rechazo después de un
transplante de órgano. El Dr. Andrew Y. Lazarovitsy y colegas, reportaron que ratones
sometidos a un transplante de riñón y tratados después con dos inyecciones de la proteína
CD45RB, sobrevivieron y mantuvieron un funcionamiento normal de sus riñones.Otro
grupo de ratones en el cual el tratamiento había sido retardo a 4 días, las inyecciones de
CD45RB permitieron prevenir el rechazo agudo del órgano implantado.. El Dr. Lazarovits
añadió que los anticuerpos monoclonales bajo investigación tienen la ventaja de atacar solo
las células inmunes encargadas del rechazo de órganos.

b) En el SIDA

En enfermedades como el SIDA se está explotando la viabilidad de los anticuerpos


monoclonales. Un estudio por ejemplo, reveló que los anticuerpos monoclonales
recombinantes pueden ofrecer alguna protección contra el HIV. Se trata de que un solo
anticuerpo monoclonal humano recombinado (mAb) que procura protección completa
contra el HIV en un modelo animal. El IgG1 b12, el cual confiere inmunidad pasiva está
siendo desarrollado por los investigadores de la Script Research Institute en La Jolla,
California, para la inmunofilaxia y inmunoterapia de infección de HIV-1 en los humanos.
El mAb IgG1 b12, que fue presentado por el Dr. Paul W. H. I. Parren en la XI Conferencia
Internacional sobre el SIDA, a mayor concentración procura mayor protección y completa
protección fue otorgada cuando la dosis de este anticuerpo subía a 100 microgramos por
ratón inyectado. Y otra conclusión era que el anticuerpo podría ser administrado hasta 8
horas después de la infección y todavía dar completa protección cuando era administrado a
dosis adecuadas. El Dr. Warren cree que la habilidad del IgG1 b12 de neutralizar varios

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especímenes del HIV-1 tiene implicaciones importantes en la elaboración de una vacuna
contra el SIDA.

Un equipo de investigadores de Italia y Alemania han identificado un nuevo marcador que


puede independientemente predecir el riesgo de progresión al SIDA de ciertos individuos
infectado por el HIV. El Doctor Lacobelli denomina el marcador 90K porque es un
anticuerpo monoclonal asociado a un tumor de antígeno que pesa 90 Kilodaltons. El Dr. y
su equipo de investigadores estudiaron durante 32.5 meses 488 pacientes que se inyectaban
drogas por vía endovenosas y que eran HIV-seropositivos. Los resultados mostraron que
los pacientes con una alta concentración 90K en el suero desarrollaban el SIDA más
rápidamente independientemente de sus recuentos de CD4. Pero los pacientes con altos
recuentos de CD4 (más de 500) y el 90K alto (30 U/ml) doblaban sus posibilidades de
desarrollar el SIDA si se comparaban a pacientes con 90K más bajos.

d) En el Cáncer

Los anticuerpos monoclonales hacen parte integrante de las investigaciones oncológicas.


En el tratamiento del cáncer de las mamas, un nuevo examen usa los anticuerpos
monoclonales marcados radioactivamente para identificar los tumores. Eso puede llevar a
mejorar el diagnóstico y el tratamiento. El equipo de investigadores ha mejorado una
técnica vieja que usaba un anticuerpo monoclonal llamado alpha-M2. Al marcar
radioactivamente una porción de la cadena peptídica del anticuerpo alpha-M2, los
investigadores inyectaron la preparación a 26 pacientes diagnosticadas con cáncer de la
mama. Ellos lograron así calcar lesiones malignas de mama. El anticuerpo alpha-M2
permitió identificar 14 de los 15 tumores primarios, todas las 8 recurrencias locales y todos
los 6 nódulos linfáticos metastáticos supraclaviculares de los pacientes. Estos anticuerpos
radioactivos aún que se excreten rápido, llegan a localizar los tumores por lo menos 30
minutos después de inyectar a los pacientes.

En otro estudio, los investigadores usan los factores de crecimiento tumorales como terapia
contra el cáncer de mama. En la fase II de un estudio del Dr. José Baselga en el Memorial
Sloane Kettering Cáncer Center, los resultados mostraron que al atacar un receptor

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específico de un factor de crecimiento tumoral de mujeres con cáncer de mama
metastático, puede conllevar a la regresión del tumor. En estas investigaciones se usó
anticuerpos monoclonales humanos recombinados (HER2), que tienen una alta afinidad
para un receptor glicoproteico transmembranal llamado p185HER. Las 43 mujeres en el
estudio tenían cáncer de mama metastático con un HER2 sobreexpresado. Después de 10
semanas de terapia con los anticuerpos monoclonales específicos para HER2, se logró la
curación completa de una paciente, y la parcial de 4 más. La respuesta general al
tratamiento era de 11.6%. Según el Dr. Baselga la terapia fue bien tolerada por los
pacientes, y es un tratamiento viable porque contrario a la mayoría de los tratamientos
contra el cáncer, la terapia con anticuerpos monoclonales no es tóxica.

5.5. Producción de anticuerpos monoclonales por medio de la técnica de hibridación.

La producción de anticuerpos monoclonales se estableció con la tecnología creada en 1975


por Georges Köhler y César Milstein, que consistía en la generación de una línea celular
estable, secretora de un isotipo determinado de inmunoglobulina contra un antígeno
específico, fruto de la fusión de dos células diferentes por medios físicos y químicos
(polietilen- glicol-centrifugación) (figura 1).

Figura 1: Producción de anticuerpos monoclonales por medio de la técnica de hibridación.

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La primera célula involucrada es un linfocito B de un animal previamente inmunizado con
el antígeno de interés, que aporta la memoria inmune y la capacidad de producir
anticuerpos contra el antígeno específico. La segunda es una célula tumoral de mieloma no
secretora de anticuerpos, deficiente en la enzima hipoxantina-guanina-fosforribosil
transferasa (HGPRT), útil en el proceso de selección posterior de los hibridomas, que
aporta su capacidad de división ilimitada (inmortalidad). De esta unión surge un tipo de
célula inmortal con la capacidad virtual- mente ilimitada de producción de anticuerpos
monoclonales, llamada hibridoma.

Dos características de la hibridación de estas células somáticas son de extremo valor: 1) es


uno de los métodos básicos de producción de anticuerpos monoclonales contra un
determinante antigénico conocido, y 2) se puede utilizar para identificar antígenos
desconocidos presentes en una mezcla, puesto que cada hibridoma es específico para un
solo determinante antigénico.

En la actualidad se han incorporado técnicas de biología molecular e ingeniería genética


que han ampliado el horizonte de la generación del anti- cuerpos monoclonales y sus usos.
Desde que se introdujo el primer anticuerpo monoclonal producido por la tecnología del
hibridoma para uso clínico, en pacientes con rechazo primario de trasplantes, se observó
que estos anticuerpos monoclonales, por ser de origen de ratón, generaban intensas
respuestas de hiperreactividad en los pacientes. Consecuente con ello, se han desarrollado
diferentes técnicas para minimizar los componentes generadores de esta respuesta.
Igualmente, han permitido el desarrollo de métodos in vitro de generación de anticuerpos
monoclonales en bacterias mediante transgénesis con las secuencias de interés.

En 1985 se crearon los primeros anticuerpos quiméricos humanos a partir de ratones, con la
tecnología del ADN recombinante, en la cual los genes que codifican la región variable de
las Ig de ratón se unen con genes que codifican la región constante humana para, luego, ser
insertados en células de mieloma, donde producirán nuevas moléculas de anticuerpo que
tendrán una parte humana pero que tienen la unión específica del antígeno (Fab) generada
en ratones (1, 5) (figura 2).

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Figura 2: Anticuerpo quimérico en el que se conserva la región variable de ratón

Una de las limitaciones presentadas con la quimerización de anticuerpos monoclonales de


ratón es la baja frecuencia de transformantes que produzcan el anticuerpo quimérico.

Aunque los anticuerpos monoclonales quiméricos son menos inmunogénicos que los
anticuerpos monoclonales de ratón, se han observado respuestas importantes de tipo
anticuerpo-antiquiméricos en el 40% de los productos que se han usado en humano A.

En 1986 se incorporó la técnica de humanización de anticuerpos con el objetivo de


minimizar los componentes del anticuerpo de ratón, generadores de la respuesta inmune. La
construcción de anticuerpos monoclonales humanizados se da gracias a la ingeniería de
proteínas. En este proceso se transfieren los CDR provenientes de las Ig de ratón a
estructuras de las regiones variables de cadenas pesa- das o ligeras de una Ig proveniente de
una especie diferente, en este caso, la humana.

Sin embargo, algunos estudios han reportado que esta transferencia puede generar una
afinidad variable hacia el antígeno; estos tipos de anticuerpos los han hecho diferentes
grupos de investigación y se han obtenido anticuerpos que mantienen la afinidad antigénica
y anticuerpos que la han disminuido. Este proceso debe llevar consigo la conservación de la
afinidad nativa para lo cual se ha implementa- do el modelo molecular de las regiones
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receptoras y donantes. Aunque la humanización de anticuerpos monoclonales ha
minimizado la respuesta anti-anticuerpo humanizado, se han reportado respuestas
exageradas con el 9% de los productos que se han usado.

5.5.1. Producción de anticuerpos específicos.

5.5.1.1. Técnica de hibridación de células somáticas o hibridomas (kohler y milstein).

La obtención de Ac monoclonales sigue el siguiente esquema:

1) Inmunización de ratones con Ag soluble disuelto en adyuvante incompleto de Freund por


vía intraperitoneal o intramuscular, administrando finalmente una dosis de recuerdo de Ag
no emulsionado por vía intravenosa, 3 días antes de la fusión.

2) Fusión: se realiza 3 días después de la dosis de recuerdo del Ag, momento de máxima
presencia de blastos en el bazo. Como agente fusionante se usa el polietilenglicol (PEG).

3) Selección de los híbridos linfocito-mieloma en medio HAT.

4) Cultivo de hibridomas en un medio que favorezca la división celular y la producción y


secreción de Ac (RPMI 1640). El cultivo se realiza en placa de 96 pocillos a 37ºC, en
estufa con un 5% de CO2.

5) Monitorización de la producción de Ac: la detección de Ac específicos en el medio de


cultivo donde crecen los hibridomas es el punto más importante. Las técnicas deben ser de
alta sensibilidad, capaces de detectar mgr/ml y rápidas para descartar cultivos inútiles. El
método más utilizado es el ELISA.

6) Clonado: los cultivos que dan reacción positiva específica deben ser clonados lo más
rápidamente posible para lograr el establecimiento de clones productores de Ac. El método
más utilizado es la dilución en medio líquido o método de la dilución límite. Consiste en
realizar diluciones de la población original para obtener cultivos que contengan una sola
célula capaz de originar el clon correspondiente.

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7) Producción de Ac monoclonales en grandes cantidades. Se puede realizar:

“In vivo”: se inocula intraperitonealmente en ratones histocompatibles con la línea celular


y se obtiene el líquido ascítico del animal en el que se pueden obtener concentraciones de
Ac de mgr/ml.

“In vitro”: realizar cultivos celulares de los híbridos a gran escala, obteniéndose
concentraciones de mgr/ml en los sobrenadantes.

5.6. Ventajas de los anticuerpos monoclonales

5.6.1.- Homogeneidad

Al provenir de un único clon de células B, los anticuerpos monoclonales son idénticos entre
sí, lo que los convierte en unos reactivos homogéneos que confieren consistencia a los
ensayos.

5.6.2.- Especificidad

Como ya hemos comentado, los anticuerpos monoclonales reconocen un único epítopo de


un antígeno determinado, por lo que son altamente específicos frente a la diana de interés.
Debido a esta alta especificidad, la utilización de anticuerpos monoclonales reduce al
máximo la probabilidad de reacciones cruzadas, disminuyendo así el ruido de fondo y los
resultados falsos positivos.

5.6. 3.- Cantidad

Una vez obtenidos los hibridomas, estos son una fuente inagotable de anticuerpos
monoclonales que permite obtenerlos a gran escala, de manera ilimitada y a un coste
razonable, mediante su cultivo in vitro.

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5.6. 4.- Reproducibilidad

Al producirse a partir de un único clon de células B, la calidad de los anticuerpos que se


produzcan en distintos lotes será siempre la misma, ya que los anticuerpos monoclonales de
todos los lotes serán idénticos.

La reproducibilidad de los anticuerpos monoclonales es una característica especialmente


importante a la hora de estandarizar procedimientos experimentales y de obtener resultados
consistentes.

5.6. 5.- Escalabilidad

Debido a que la producción se realiza a partir de una línea celular inmortal y estabilizada, el
proceso de producción de los anticuerpos monoclonales es altamente escalable hasta
niveles industriales.

5.7. Tipos de anticuerpos monoclonales

Según su origen, podemos distinguir entre 4 tipos de Anticuerpos Monoclonales, los cuales
se diferenciar principalmente en su composición y diferente antigenicidad que presentan en
el organismo.

Murinos:

Anticuerpos procedentes del ratón.

Eficacia terapéutica disminuida (sistema inmune los identifica como extraños y reacciona
para destruirlo.

Quiméricos:

Obtenidos mediante la humanización de los AcMo obtenidos del ratón por Ingeniería
Genética (regiones variables proceden de ratón que reconocen el antígeno específico y las
regiones contantes de los anticuerpos son humanas).

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Evitan el rechazo del Sistema Inmune al ser introducidos en el organismo.

Producen anticuerpos anti-quiméricos.

Humanizados:

El 90% del anticuerpo es de origen humano, por lo que reduce aún más la inmunogenicidad
de los anticuerpos.

El 10% restante corresponde a las regiones CDR o hipervariables que son las únicas en este
caso que proceden del ratón.

Humanos:

La totalidad del anticuerpo es de origen humano.

El rechazo del Sistema Inmune es prácticamente inexistente.

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VI. CONCLUSIONES

La tecnología de los anticuerpos monoclonales puede ayudar a desarrollar varios campos de


la medicina. La posibilidad de generar anticuerpos específicos para una gran variedad de
enfermedades es de suma importancia. La especificidad de los anticuerpos monoclonales
puede parecer como una característica limitante de su aplicabilidad clínica en los casos de
mutaciones de bacterias que de esta manera se protegen del ataque de los anticuerpos. Sin
embargo, en el futuro se podrá saber la secuencia de aminoácidos de un anticuerpo en las
regiones que se unen al antígeno generar un mecanismo que permite que sea presente varias
mutaciones que podrían contrarrestar las mutaciones de los agentes nocivos.

La capacidad en un hibridoma establecido de producir los anticuerpos permanece


indefinidamente y siempre es posible reconstituir la línea a partir de los clones congelados,
con lo que la disponibilidad del anticuerpo producido así como la reproductibilidad del
ensayo realizado con el mismo es permanente.

El desarrollo de esta técnica ha permitido ir introduciendo diferentes variedades


metodológicas tales como el uso de linfocitos esplénicos estimulados por inmunización in
vitro; la obtención de anticuerpos monoclonales humanos (via fusión de linfocitos humanos
con mieloma murino); producción, a partir de monoclonales, de anticuerpos bifuncionales
sintetizados químicamente (p.e. por agregación o por reasociación química) o por medio de
la fusión, bien entre un hibridoma y un linfocito procedente de una inmunización, bien
entre dos hibridomas; y aplicación de tecnologías de DNA recombinante sobre hibridomas.

Los anticuerpos monoclonales han sustituido a los sueros policlonales para las
investigaciones llevadas a cabo en las que se requiere ensayos de alta afinidad, sensibilidad,
y precisión, o bien donde se necesita trabajar en condiciones que permitan aumentar la
detectabilidad de una técnica.

En definitiva, un gran número de posibilidades que convierten a este técnica en una


herramienta de gran utilidad en el campo científico y con un amplio horizonte aún por
descubrir.

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VII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 EMEA. Comité de medicamentos de uso humano. Informe europeo público de


evaluación (EPAR). Rituximab, denominación común inter- nacional (DCI)
MABTHERA EMEA© 2005. EMEA/H/C/165. Disponible en:
http://www.emea.eu.int/humandocs/PDFs/EPAR/ Mabthera/025998es1.pdf
 https://www.sanitas.es/sanitas/seguros/es/particulares/biblioteca-de-
salud/cancer/anticuerpos-monoclonales.html
 https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0213485310002914
 https://www.news-medical.net/life-sciences/Monoclonal-Antibodies-(Spanish).aspx
 https://www.news-medical.net/life-sciences/Monoclonal-Antibodies-(Spanish).aspx

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ANEXOS

18
Anexo 1
Técnica De Hibridación.

19
Anexo 2

20

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