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CAPÍTULO 21

CONJUNTIVITIS INFECCIOSAS
Ignacio Jiménez-Alfaro Morote, José Luis Bueno Palacín, Ignacio Gadea Gironés

1. INTRODUCCIÓN 1.2. Clasificación

1.1. Concepto Las conjuntivitis infecciosas pueden ser clasificadas


desde distintos puntos de vista: según etiología (bacterianas,
El término conjuntivitis infecciosa hace referencia a la víricas, fúngicas y parasitarias), según el tipo de secreción
afección inflamatoria de la mucosa conjuntival originada por (serosas, mucosas, mucopurulentas y purulentas), según el
una agresión microbiológica. Son procesos comunes y fre- tipo de reacción tisular (papilares y foliculares), o según evo-
cuentes, y de distribución universal (1), con variaciones lución (hiperagudas, agudas y crónicas). Este último, basado
según localización geográfica, clima y edad del paciente. La en la duración y severidad de la infección, suele ser el méto-
severidad del cuadro clínico va a depender de la virulencia do de clasificación más habitualmente empleado.
del microorganismo y del status inmunológico del paciente.
Independientemente del agente etiológico causal, la con-
juntiva reacciona a este tipo de agresiones con una respuesta 1.3. Manifestaciones clínicas
bastante similar y uniforme, denominada síndrome inflama-
torio conjuntival, común también a otros tipos de agresiones 1.3.1. Síntomas
conjuntivales (alérgicas, tóxicas, químicas,…). Debido a ello,
muchas veces la etiología no puede precisarse a partir única- Los síntomas más típicos y frecuentes son sensación de
mente de los datos de la exploración clínica, si bien la apari- arenilla o cuerpo extraño, escozor o picor, lagrimeo y en
ción de determinados hallazgos clínicos orienta en numero- ocasiones fotofobia, y son debidos a la estimulación de las
sas ocasiones hacia una causa determinada. terminaciones nerviosas. En general existe una sensación
En el presente capítulo describiremos primeramente las acusada de disconfort, pero no dolor ocular, y cuando éste
características generales de las conjuntivitis infecciosas, aparece es debido habitualmente a patología corneal asocia-
detallando a continuación las características específicas de da. La disminución de agudeza visual tampoco es un sínto-
los cuadros de etiología bacteriana y vírica. Excluiremos de ma propio de las conjuntivitis, si bien los pacientes pueden
esta descripción las conjuntivitis micóticas y parasitarias, referir visión borrosa debido al lagrimeo y al acúmulo de
dada su escasa frecuencia de presentación. secreciones, sobre todo si éstas son espesas.

1.3.2. Signos

Los signos clínicos de las conjuntivitis son expresión de


los fenómenos vasculares, infiltrativos y proliferativos origi-
nados por la liberación en la conjuntiva de sustancias vaso-
activas y flogógenas. Estos signos son fundamentalmente
cuatro: la hiperemia conjuntival, el edema conjuntival, la
presencia de secreciones y la reacción tisular.
— La hiperemia o inyección conjuntival consiste en
una dilatación de los vasos conjuntivales superficiales, más
acentuada en los fondos de saco conjuntivales (fig. 1). Se
trata de una hiperemia de color rojo vivo, que se desplaza
con los movimientos de la conjuntiva, y que desaparece o
se atenúa con la instilación de colirios vasoconstrictores
Figura 1: Hiperemia conjuntival. tópicos.
218 Superficie ocular

— La quémosis o edema de la conjuntiva es debida al numerosas en los fondos de saco inferiores (fig. 2). A diferencia
aumento de permeabilidad vascular. El trasudado así origi- de la papilas, son avasculares, aunque rodeadas de un fino entra-
nado causa una tumefacción traslúcida de la conjuntiva, que mado vascular. La conjuntivitis folicular suele ser originada por
es máxima a nivel de la conjuntiva bulbar dada su menor infección vírica o por Chlamydia sp. También pueden aparecer
adherencia al globo ocular. folículos en cuadros de hipersensibilidad a medicaciones tópi-
— Las secreciones tienen su origen en el exudado filtra- cas. Las papilas son estructuras formadas por un infiltrado celu-
do a través del epitelio conjuntival a partir de los vasos dila- lar inflamatorio dispuesto en torno a un eje vascular central.
tados, al que se añaden a nivel de la superficie conjuntival Aparecen como estructuras carnosas y prominentes, especial-
detritus y restos epiteliales, lagrimas, células inflamatorias y mente en la conjuntiva tarsal superior, a la que confieren un
secreciones de las glándulas conjuntivales. El tipo de secre- aspecto de fino empedrado. Representan una reacción más ines-
ción nos orienta habitualmente el diagnóstico etiológico: pecífica que la reacción folicular, apareciendo en la mayoría de
• Serosa: es una secreción acuosa, espesa y pegajosa, com- las conjuntivitis bacterianas. Otras causas de formación de papi-
puesta por exudado seroso inflamatorio y lagrimas secretadas las son la queratoconjuntivitis vernal, la queratoconjuntivitis
por vía refleja. Es típica de las infecciones víricas, si bien puede límbica superior, y el porte de lentes de contacto.
aparecer al principio de cualquier inflamación conjuntival. Otros signos clínicos de las conjuntivitis infecciosas, de
• Mucopurulenta: propia de las conjuntivitis bacterianas aparición menos frecuente, son las hemorragias subconjunti-
leves y moderadas, está compuesta por moco, lagrimas y vales, que pueden aparecer en las conjuntivitis víricas (adeno-
detritus celulares. Es de color blanco-amarillento. virus, picornavirus, virus ECHO o Coxackie) y en las origina-
• Purulenta: de color amarillo o amarillo-verdoso, es das por S.pneumoniae y Haemophilus sp., y las flicténulas,
indicativa de infección bacteriana severa. Su presencia obli- pequeñas vesículas localizadas a nivel del limbo que poste-
ga siempre a descartar un posible etiología gonocócica o por riormente se transforman en nódulos que acaban ulcerándose,
Pseudomonas sp., dada su gravedad. y que representan fenómenos de hipersensibilidad retardada a
Cuando las secreciones son ricas en fibrina y proteínas antígenos microbianos, generalmente estafilocócicos.
pueden dar lugar a la formación de pseudomembranas y
membranas. Las pseudomembranas se originan por conden-
sación y coagulación del exudado sobre el epitelio conjunti- 1.3.3. Hallazgos asociados
val, permaneciendo éste intacto, por lo que se pueden des-
prender con facilidad. Aparecen en las conjuntivitis En otras ocasiones el cuadro clínico cursa con determi-
causadas por adenovirus, Herpes simplex, Chlamydia tra- nados hallazgos clínicos asociados que pueden ayudar a
chomatis, Neisseria sp., Streptococcus pyogenes, Strepto- orientar el diagnóstico etiológico:
coccus pneumoniae y Pseudomonas sp., fundamentalmente. • A nivel de los párpados podemos encontrar edema pal-
Las membranas verdaderas engloban el epitelio y lo infil- pebral (puede aparecer en cualquier conjuntivitis, pero espe-
tran, por lo que al desprenderlas queda un lecho sangrante, cialmente en las de etiología vírica), ptosis palpebral (quera-
con el estroma descubierto. Las membranas son típicas de toconjuntivitis epidémica), o lesiones que orienten el
Corynebacterium diphtheriae o bacilo de Löeffler, aunque diagnóstico como vesículas herpéticas, lesiones umbilicadas
también pueden aparecer en infecciones causadas por Neis- por Molluscum contagiosum, blefaritis estafilocócica o ble-
seria gonorrhoeae o por estreptococos beta-hemolíticos. faritis angular (Moraxella lacunata o bacilo de Axenfeld).
— La reacción tisular puede ser de dos tipos: folicular o • En la cornea podemos encontrar queratitis punctatas
papilar. Los folículos constituyen una hiperplasia del tejido lin- (conjuntivitis bacterianas, especialmente estafilocócicas),
foide del estroma conjuntival. Clínicamente aparecen como for- úlceras marginales (conjuntivitis estafilocócicas), infiltrados
maciones pequeñas, elevadas, redondeadas y traslucidas, más subepiteliales (adenovirus), o neovascularización y cicatri-
zación superficial (pannus).
• Pueden aparecer adenopatias preauriculares en las
infecciones causadas por virus, Neisseria sp y Chlamydia sp.

2. CONJUNTIVITIS BACTERIANA

En numerosas ocasiones es posible aislar de la conjunti-


va de individuos sanos un significante número de bacterias
sin que exista signo alguno de infección. Para originar un
cuadro infeccioso a nivel de la conjuntiva, las bacterias
deben superar los siguientes mecanismos de defensa:
• Los párpados y los epitelios corneal y conjuntival actú-
an como barreras mecánicas frente a la infección.
• La acción de barrido de los párpados, la constante pro-
ducción de lágrimas, y las secreciones mucosas de la super-
Figura 2: Reacción folicular. ficie ocular inhiben la adhesión bacteriana.
Capítulo 21. Conjuntivitis infecciosas 219

• En la secreción lagrimal es posible encontrar sustan- ción conjuntival, secreción mucopurulenta y reacción papilar.
cias con actividad intrínseca antibacteriana no específica Los gérmenes causales más frecuentes son Staphylococcus
(lisozima, lactoferrina, β-lisina), así como prácticamente aureus, S. epidermidis, S. pneumoniae, y Haemophilus
todos los componentes del sistema del complemento y inmu- influenzae. En general dan lugar a cuadros autolimitados que
noglobulinas, si bien únicamente la inmunoglobulina A se curan sin complicaciones en un plazo de 1-2 semanas. No
halla presente en cantidades significativas. obstante, algunos gérmenes pueden colonizar los anejos ocu-
• La flora saprófita habitual de la superficie ocular (nor- lares y dar origen a cuadros crónicos (blefaroconjuntivitis cró-
malmente Staphylococcus epidermidis y difteroides) inhibe nica por S. aureus, blefaritis angular crónica por M. lacunata).
habitualmente la colonización de la conjuntiva por microor- S. aureus es el germen más frecuentemente encontrado
ganismos más virulentos. en este tipo de conjuntivitis. Su virulencia está relacionada
con su capacidad de producir enzimas y toxinas capaces de
producir daño tisular. S. epidermidis forma parte de la flora
2.1. Conjuntivitis bacteriana hiperaguda (purulenta) microbiana habitual del ojo, y en ocasiones puede originar
cuadros clínicos muy similares a los originados por S.
La conjuntivitis hiperaguda es un cuadro originado típi- aureus, S. pneumoniae y H. influenzae son los gérmenes
camente por Neisseria gonorrhoeae. La conjuntivitis gono- encontrados con más frecuencia en niños (2). Las conjunti-
cócica es una enfermedad oculogenital causada por autoino- vitis causadas por H. influenzae suelen cursar con petequias
culación desde la región urogenital. Es por tanto más y pequeñas hemorragias subconjuntivales. Algunos pacien-
frecuente en adultos jóvenes sexualmente activos, y todo tes, especialmente niños menores de 3 años, pueden desa-
paciente con un cuadro clínico de conjuntivitis purulenta rrollar una celulitis preseptal u orbitaria a partir de una infec-
debe ser interrogado acerca de posibles signos de uretritis o ción conjuntival por H. influenzae. Este mismo germen
prostatitis. Igualmente debe considerarse la posibilidad de puede ocasionar en recién nacidos un cuadro meníngeo de
coinfección con Chlamydia sp, dada la transmisión sexual de fatales consecuencias.
ambos padecimientos. La infección gonocócica origina una
conjuntivitis de aparición brusca e inicialmente unilateral, si
bien sin el tratamiento adecuado se afecta el segundo ojo en 2.3. Conjuntivitis bacteriana crónica (catarral)
el 40% de los casos. Clínicamente cursan con intenso edema
palpebral de coloración violácea, inyección conjuntival y Son cuadros de duración superior a las 4 semanas, de
quémosis severa, secreción purulenta amarillo-verdosa o evolución prolongada, interrumpida en ocasiones por reagu-
verdosa espesa y copiosa, pseudomembranas, reacción papi- dizaciones, en los que predominan los síntomas (escozor,
lar y adenopatia preauricular palpable y dolorosa. Hasta en quemazón, sensación de cuerpo extraño) sobre los signos
un 40-60% de los casos aparece afectación corneal, ya que (escasa inflamación conjuntival, discreta hiperemia, secre-
las Neisseria sp. son gérmenes capaces de penetrar en un ciones escasas). Dado que la cronicidad de la infección guar-
epitelio corneal intacto. La afectación corneal más frecuente da relación con la colonización de los anejos oculares (3), es
consiste en infiltrados estromales anteriores perilímbicos obligado realizar un cuidadoso examen de los párpados, pes-
que pueden dar lugar a fenómenos de necrosis y perforación. tañas y vías lagrimales.
Con mucha menos frecuencia, la conjuntivitis hiperagu- El germen causal más frecuente es S. aureus, que da lugar
da puede estar causada por Neisseria meningitidis. La con- a una blefaroconjuntivitis crónica caracterizada por la pre-
juntivitis causada por N.meningitidis es similar a la gonocó- sencia de costras en la base de las pestañas, y que puede ori-
cica, pero la afectación corneal es menos severa y frecuente. ginar orzuelos, dermatitis eczematoide, blefaroconjuntivitis
Generalmente afecta a pacientes más jóvenes, y siempre angular (antes causada con mayor frecuencia por M. lacuna-
debe alertar sobre la posibilidad de desarrollar una meningi- ta), conjuntivitis papilar, queratitis puctata inferior (causadas
tis o una septicemia. por acción directa de las toxinas estafilocócicas) y flicténulas
También la Pseudomonas aeruginosa. puede originar y úlceras marginales (causadas por reacción inmunológica a
una conjuntivitis hiperaguda purulenta con posibilidad de dichas toxinas). Otros gérmenes capaces de causar conjunti-
compromiso corneal, especialmente en portadores de lentes vitis bacterianas crónicas son S. epidermidis, M. lacunata
de contacto. La infección puede propagarse por botes de (causante de blefaritis angular crónica, que típicamente cursa
colirio y contenedores de lentes de contacto no estériles, y con maceración de la piel de la región cantal interna y exter-
puede tener un curso fulminante, produciéndose la perfora- na), Proteus mirabilis, Serratia marcescens y Branhamella
ción corneal en 24 horas. catarrhalis. Algunas medicaciones tópicas, especialmente
los aminoglucósidos, y algunos cosméticos oculares, pueden
originar cuadros conjuntivales crónicos que plantean en oca-
2.2. Conjuntivitis bacteriana aguda (simple, catarral siones problemas de diagnóstico diferencial. Otras causas de
aguda, o mucopurulenta) irritación crónica de la conjuntiva que deben ser diferencia-
das de las conjuntivitis bacterianas crónicas son canaliculitis
Las conjuntivitis bacterianas agudas son cuadros frecuen- crónica, dacriocistitis crónica, neoplasias conjuntivales,
tes, habitualmente bilaterales (con una separación de 1-2 días seborrea, queratoconjuntivitis sicca, queratoconjuntivitis lím-
entre la afectación de uno y otro ojo), que cursan con inyec- bica superior y conjuntivitis alérgicas.
220 Superficie ocular

Dentro de las conjuntivitis crónicas se encuadra también (McCallan): I, hiperplasia de folículos linfoides en tarso
el síndrome oculoglandular de Parinaud, conjuntivitis habi- superior; II, hipertrofia papilar en tarso superior, folículos
tualmente unilateral caracterizada por granulomas conjunti- limbares maduros, infiltrado corneal subepitelial y pannus;
vales y linfadenitis regional, generalmente preuricular. Su III, coexistencia de folículos y fenómenos cicatriciales; y IV,
causa más frecuente es la enfermedad por arañazo de gato, cicatrización evidente.
causada por una rickettsia, la Bartonella henselae. Otras
causas de síndrome oculoglandular de Parinaud son infec-
ciones bacterianas (tuberculosis, sífilis, tularemia, linfogra- 3. CONJUNTIVITIS VÍRICA
nuloma venéreo, fiebre botonosa), infecciones víricas
(mononucleosis, parotiditis) o infecciones fúngicas (esporo- En las infecciones conjuntivales causadas por virus se
tricosis, coccidiomicosis). puede encontrar un patrón de signos clínicos comunes carac-
terizados fundamentalmente por la aparición de una conjun-
tivitis folicular, que, aunque muy frecuente, no es exclusiva
2.4. Conjuntivitis por Chlamydia sp. de ellas. Los folículos se ven como formaciones nodulares
elevadas, de color blanquecino o amarillento, y que suelen
C. trachomatis es el germen responsable de la conjunti- estar rodeadas de vasos sanguíneos dilatados. Se correspon-
vitis de inclusión del recién nacido y del adulto, y del traco- den con formaciones linfoides a nivel de la conjuntiva, y por
ma. Clásicamente se ha responsabilizado a los serotipos A, lo general no se ven hasta los dos años de edad por la inma-
B y C del tracoma, y a los serotipos D a K de las conjuntivi- durez del tejido linfoide propia del periodo neonatal. No es
tis de inclusión, si bien hoy existe tendencia a admitir que el raro encontrar folículos en la conjuntiva de los niños sin sig-
que se produzca uno u otro cuadro está más relacionado con nos añadidos de inflamación, pudiéndose interpretar ese
la cronicidad por reinfección y falta de tratamiento, inde- hallazgo como parte de una hiperplasia linfoide frecuente en
pendientemente de la cepa o serotipo. Los serotipos L1, L2 estas edades, y también presente, por ejemplo, al nivel de las
y L3 se relacionan con el linfogranuloma venéreo. amígdalas. En personas adultas, sin embargo, el hallazgo de
La conjuntivitis de inclusión del adulto está producida una reacción folicular en la conjuntiva no es un signo normal.
por el contagio con C. trachomatis desde el tracto urogenital En la mayoría de las conjuntivitis víricas no podemos
hacia el ojo. El reservorio para la infección es el cérvix, hablar de afectación aislada del ojo, sino de una infección
donde produce cervicitis, o la uretra, donde es causa de ure- generalizada. De hecho, en numerosas ocasiones se han ais-
tritis no gonocócica. Se trata por tanto de una enfermedad de lado virus de distintos líquidos y tejidos corporales. Además,
transmisión sexual que aparece en adultos jóvenes por con- la fase de recuperación del cuadro infeccioso se suele acom-
tacto directo y tras un periodo de incubación de 4-12 días, pañar de aumento de títulos séricos de anticuerpos para los
debiendo sospecharse ante toda conjuntivitis mucopurulenta virus implicados (6). Por tanto no debe resultarnos raro que
que no cede con tratamiento en un sujeto sexualmente acti- en muchas ocasiones estos cuadros conjuntivales se acom-
vo (4). Clínicamente cursa como una conjuntivitis folicular pañen de síntomas generales y fiebre, habiéndose descrito en
aguda o subaguda con secreción mucopurulenta viscosa y algún caso complicaciones y secuelas graves a nivel general.
adenopatía preauricular indolora. Los casos tratados inade- Por otra parte, en cualquier infección vírica de vías respira-
cuadamente pueden dar lugar a una conjuntivitis folicular torias altas se puede producir también una infección conjun-
crónica con afectación corneal (queratitis punctata, infiltra- tival concomitante. En este capítulo estudiaremos únicamen-
dos numulares subepiteliales, y micropannus), afectándose te los virus que dan lugar a conjuntivitis específicas.
preferentemente la mitad superior de la cornea. Puede haber
síntomas asociados de infección genital o urinaria, infección
del tracto respiratorio, otitis media o artritis. En individuos 3.1. Conjuntivitis por adenovirus
genéticamente predispuestos, la infección urogenital por C.
trachomatis puede ser desencadenante de cuadros de uveitis Los adenovirus son responsables de la mayor parte de las
o artritis reactiva, o ambos simultáneamente (Síndrome de conjuntivitis foliculares agudas. Detectados por primera vez
Reiter) (5). en 1953, los adenovirus se dividen en seis subgéneros (A, B,
El tracoma se encuentra entre las primeras causas de C, D, E y F), de los que se han descubierto hasta 41 seroti-
ceguera en los países en vías de desarrollo, con climas cáli- pos distintos. La mayoría de los adenovirus causantes de
dos, bajo nivel de vida e higiene pobre. Se trata de una con- conjuntivitis folicular aguda son del subgénero D, y los que
juntivitis folicular crónica caracterizada por afectación cica- con mayor frecuencia se aíslan como causantes de brotes
tricial de la conjuntiva tarsal superior (líneas transversales de epidémicos son los serotipos 8, 19 y 37. Por lo general estos
Arlt), folículos limbares (que dan lugar, al romperse, a las brotes tienen un claro componente estacional (7). Son extre-
fosetas de Herbert), y alteraciones corneales (queratitis epi- madamente contagiosos, y este contagio se realiza por vía
telial, infiltrados y pannus), con afectación preferentemente respiratoria y por contacto. En varias ocasiones se les ha
de la mitad superior de la cornea. Posteriormente pueden relacionado con el baño en piscinas con agua tratadas defi-
aparecer secuelas cicatriciales tardías: entropión, triquiasis, cientemente (8). Los adenovirus presentan un periodo de
simbléfaron, ojo seco, y opacificación y ulceración corneal. incubación variable de entre 5 y 12 días. Los cuadros clíni-
Clásicamente se distinguen cuatro estadios evolutivos cos que pueden originar son tres:
Capítulo 21. Conjuntivitis infecciosas 221

3.1.1. Queratoconjuntivitis epidémica

Se suele presentar como una conjuntivitis folicular aguda


que, por lo general, no va acompañada de síntomas generales,
aunque a veces puede cursar con febrícula o discretas altera-
ciones intestinales. Clásicamente tiene un inicio unilateral,
pudiendo bilateralizarse en unos días, y suele tener una dura-
ción variable entre dos y tres semanas. El cuadro clínico cursa
con sensación de cuerpo extraño, hiperemia conjuntival y
secreción serosa o seromucosa. Suele presentar un edema pal-
pebral, que en casos graves puede ser tan importante que nos
obligue a hacer un diagnóstico diferencial con una celulitis
preseptal u orbitaria (9). La fotofobia es común y a veces el
paciente refiere dolor. Es muy típica la aparición de una ade-
nopatía preauricular o submandibular habitualmente dolorosa, Figura 3: Infiltrados corneales subepiteliales en infección por
y no es raro que aparezca alguna petequia conjuntival. adenovirus.
La afectación corneal, presente hasta en el 80% de los
casos, suele suceder en tres fases. Inicialmente aparece una
queratitis epitelial punteada difusa en los primeros 4-5 días. cuentemente aislados son 3, 4 y 7 (14). La duración del cua-
Posteriormente da lugar a una queratitis epitelial focal consti- dro es variable, entre 4-5 días y 2 semanas, y por lo general
tuida por lesiones que presentan una pequeña ulceración cen- se suele resolver sin secuelas.
tral que tiñe con fluoresceína y un discreto levantamiento de
los bordes. Finalmente, en una tercera fase, aparecen infiltra-
dos subepiteliales (fig. 3) que pueden afectar a la visión, 3.1.3. Queratoconjuntivitis hemorrágica
haciendo que ésta disminuya o aumentando la sensación de
halos alrededor de los focos luminosos. Estos infiltrados sue- Habitualmente causadas por picornavirus, están descritos
len desaparecer al cabo de semanas o meses, aunque a veces brotes en los que se han identificado adenovirus como gér-
perduran por años. En ellos no se encuentran virus, y están menes responsables, principalmente los tipos 9 y 17 (15).
compuestos principalmente por linfocitos como respuesta
inmunológica a antígenos víricos. En algunos casos aislados se
ha descrito una afectación corneal en forma de dendritas simi- 3.2. Conjuntivitis por picornavirus
lares a las que podemos ver en una queratitis herpética (10).
En casos graves de la enfermedad se producen pseudo- Originan un cuadro de conjuntivitis hemorrágica aguda
membranas que cubren la conjuntiva tarsal superior e infe- que se suele presentar de forma epidémica principalmente en
rior. Se distinguen de las membranas verdaderas en que se Africa y Asia, aunque también se han descrito casos en Amé-
pueden retirar con facilidad, aunque no es extraño que al rea- rica (16). Los agentes responsables de esta enfermedad son
lizar esta maniobra se produzcan pequeños sangrados con- dos picornavirus, el Enterovirus 70 y el Coxackie A24. El
juntivales. A veces se ha descrito la formación de un sim- cuadro clínico es indistinguible se trate de uno u otro germen.
bléfaron conjuntival (11). También se ha descrito la La infección suele presentarse de forma súbita, con sen-
presencia de una reacción uveal, en ocasiones intensa, que sación de cuerpo extraño, edema palpebral, conjuntivitis
obliga a tratar el cuadro con ciclopléjicos y corticoides. folicular discreta, y a veces también discreta queratopatía
Aunque la mayoría de las veces la conjuntivitis se supe- epitelial. Lo más típico y característico de esta enfermedad
ra sin dejar secuelas importantes, están descritos periodos de es la aparición de hemorragias conjuntivales. En principio
irritación conjuntival que pueden durar meses tras haber son petequiales pero acaban confluyendo dando lugar a
padecido una conjuntivitis adenovírica (12), así como una hemorragias conjuntivales extensas y bilaterales que persis-
conjuntivitis folicular crónica por adenovirus (13). ten después de la desaparición de los síntomas y tardan tiem-
po en reabsorberse. La inflamación conjuntival suele ceder
en menos de una semana, y no suele dejar secuelas oculares.
3.1.2. Fiebre faringoconjuntival Aunque predomina la sintomatología conjuntival, a veces
se acompaña de síntomas abdominales y/o respiratorios. En
Se trata de un síndrome caracterizado por fiebre, faringi- algunos casos de conjuntivitis producidas por Enterovirus 70
tis y conjuntivitis. Suele comenzar con los síntomas ocula- de han descritos complicaciones neurológicas (17).
res, siguiendo después discreto dolor de garganta y fiebre.
La conjuntivitis es típicamente folicular, de comienzo unila-
teral, con afectación del otro ojo varios días después. La 3.3. Conjuntivitis por virus del herpes simple
secreción normalmente es serosa, y la adenopatía preauricu-
lar frecuente. La afectación corneal, habitualmente leve, es La mayoría de las conjuntivitis por el virus del herpes
mucho menos frecuente. Los tipos de adenovirus más fre- simple (VHS) están causadas por el tipo I. No obstante tam-
222 Superficie ocular

bién se aisla el tipo II, fundamentalmente en neonatos que se linfoadenopatías y fiebre. Durante este cuadro puede apare-
contagian en el canal del parto, pero también en adultos cer una conjuntivitis folicular, a veces con quémosis y hemo-
como enfermedad de transmisión sexual. La infección por rragias conjuntivales, que se acompaña frecuentemente de
un tipo u otro no suele presentar diferencias clínicas. edema palpebral y, en ocasiones, también de adenopatía pre-
El VHS se mantiene de forma latente en el organismo auricular. Asimismo está descrita la afectación corneal en
provocando recurrencias tras el primer episodio clínico. Tra- forma de queratitis intersticial o numular (22).
dicionalmente se ha supuesto que la conjuntivitis folicular
típica solo ocurre en casos de primoinfección, lo cual ocurri-
ría mayoritariamente en edades tempranas, mientras que las 3.6. Conjuntivitis por Molluscum contagiosum
recidivas originarían principalmente afectación corneal. Hoy
se acepta que existen casos de recurrencias con conjuntivitis El virus del Molluscum contagiosum es un poxvirus que
folicular sin alteración corneal ni palpebral. De hecho, la con- infecta con frecuencia el borde palpebral. Su contagio se
juntivitis herpética debe siempre estar presente en el diag- produce por contacto, y da lugar a la aparición de una lesión
nóstico diferencial de la conjuntivitis folicular, lo que con- característica en el borde palpebral que suele ser nodular,
traindicaría el tratamiento con corticoides tópicos (18,19). variable en tamaño, redondeada y umbilicada por la apari-
El cuadro típico de la conjuntivitis por VHS es el de una ción de un pequeño cráter en el centro. Desde el punto de
conjuntivitis folicular con secreción seromucosa y adenopa- vista conjuntival se puede producir una reacción folicular
tía preauricular, habitualmente unilateral, aunque hay des- crónica. En los casos de larga evolución puede acabar afec-
critos casos bilaterales. Se puede acompañar de típicas vesí- tándose la córnea en forma de epiteliopatía fina o incluso de
culas herpéticas en los párpados, y a veces de lesiones micropannus superior. El tratamiento de esta afección es
corneales que pueden ir desde una simple epiteliopatía hasta quirúrgico, cediendo el cuadro tras la excisión de los nódu-
una queratitis dendrítica típica. En casos más severos pueden los palpebrales (23).
aparecer pseudomembranas. Puede aparecer también sinto-
matología general, preferentemente fiebre y alteraciones
gastrointestinales o respiratorias (20). Habitualmente tiene 4. CONJUNTIVITIS NEONATAL
una duración entre 2-3 semanas, y remite espontáneamente.
Denominamos oftalmia neonatorum o conjuntivitis
neonatal a toda conjuntivitis que aparece en el recién naci-
3.4. Conjuntivitis por virus de la varicela-zóster do durante el primer mes de vida. Es importante llegar a un
diagnóstico precoz y correcto, no sólo porque el daño ocu-
La conjuntivitis por virus de la varicela-zóster (VVZ) no lar puede ser severo, sino también porque en ocasiones es
suele representar un problema diagnóstico, ya que el cuadro el reflejo de una infección generalizada y potencialmente
conjuntival va siempre asociado a un cuadro de varicela o zós- peligrosa.
ter fácilmente diagnosticable desde el punto de vista clínico. La etiología de estas conjuntivitis neonatales pueden ser
Durante la varicela, cuadro que representa la primoinfec- variada. El neonato se ve expuesto a innumerables gérmenes
ción por el VVZ, pueden presentarse las típicas vesículas durante su nacimiento al pasar por el canal del parto. Ade-
herpéticas tanto en conjuntiva bulbar como tarsal. Estas vesí- más los traumatismos conjuntivales o corneales durante el
culas aparecen rodeadas de hiperemia circundante, y, a parto pueden facilitar la infección por gérmenes externos.
veces, con ulceración focal y hemorragias. En ocasiones hay Por último, la profilaxis química que se suele realizar con
afectación de la córnea en forma de lesiones epiteliales. nitrato de plata o antibióticos puede ser también el origen de
La recidiva conlleva siempre una afectación de la zona una conjuntivitis de origen químico.
de inervación del trigémino, muy llamativa por el cuadro de
dolor e hiperestesia de la zona afectada, así como la apari-
ción de la típica erupción vesicular y las posteriores costras 4.1. Conjuntivitis química
residuales en la piel. En estas recidivas la conjuntiva se suele
afectar en forma de conjuntivitis mucopurulenta papilar o La causa más frecuente de conjuntivitis en el periodo
folicular, observándose en ocasiones vesículas que pueden neonatal es la química-irritativa secundaria al tratamiento
dar lugar a lesiones cicatriciales. También en estas recidivas profiláctico de la conjuntivitis gonocócica que antes se rea-
la afectación corneal es más frecuente, siendo la epiteliopa- lizaba con nitrato de plata (profilaxis de Credé) y hoy con
tía punteada y las úlceras dendríticas las formas más comu- eritromicina tópica. Por lo general se trata de una conjunti-
nes de presentación (21). vitis leve, de aparición temprana, a las pocas horas del
parto, que se acompaña de discreta hiperemia conjuntival y
secreción escasa, y se suele resolver espontáneamente en
3.5. Conjuntivitis por virus de Epstein-Barr 1-2 días sin secuelas (24). Se han descrito casos más gra-
ves relacionados con concentraciones de nitrato de plata
La primoinfección por el virus de Epstein-Barr (VEB) se excesivas, con aparición de membranas conjuntivales y
suele traducir siempre en una mononucleosis infecciosa, secuelas cicatriciales (fibrosis conjuntival y opacidades
cuadro general caracterizado por la presencia de faringitis, corneales).
Capítulo 21. Conjuntivitis infecciosas 223

4.2. Conjuntivitis por Chlamydia trachomatis Los gérmenes aislados con más frecuencia en este tipos
de conjuntivitis suelen ser Staphilococcus sp., Streptococcus
Conocida como conjuntivitis de inclusión del recién sp., Haemophilus sp. y Escherichia coli, pero por su grave-
nacido, es la conjuntivitis neonatal infecciosa más frecuente dad cabe destacar la infección por Pseudomona aureugino-
(25). El reservorio de C. trachomatis, es el cervix, y el recien sa que, aunque poco frecuente, puede ser muy grave, habién-
nacido se infecta durante el paso por el canal del parto. La dose descrito casos de evolución muy rápida con perforación
conjuntivitis de inclusión es el resultado de la contaminación ocular, endoftalmitis y muerte (29).
del ojo por la secreción genital. Así mismo la infección por N. meningitidis puede provo-
Suele tener un periodo de incubación de una o dos sema- car también una conjuntivitis hiperpurulenta, que puede
nas, tras el cual comienza una conjuntivitis en principio derivar en una meningococemia generalizada o en una
moderada, pero que se acentúa con el paso de los días con meningitis. Ambas pueden ser mortales si no se reconoce al
gran inflamación conjuntival, reacción papilar (el neonato germen con prontitud y se trata adecuadamente (30).
no tiene aún desarrollado el tejido linfoide para poder pre-
sentar folículos), y secreción purulenta. Puede afectar uno o
los dos ojos, y no es rara la formación de pseudomembranas. 4.5. Conjuntivitis herpéticas
La infección es normalmente autolimitada y cede por sí sola
sin tratamiento en 3-4 semanas. No obstante, en ocasiones Se han descrito infecciones neonatales tanto por VHS-1
pueden presentarse complicaciones como cicatrización con- como por VHS-2, siendo mucho más frecuentes las segun-
juntival, opacificación corneal por cicatrización subepitelial, das. El contagio por VHS-1 suele producirse por contacto
vascularización superficial con formación de micropannus, y con lesiones activas en el ámbito familiar durante el periodo
pequeños abcesos corneales marginales (26). A veces puede perinatal, mientras que el contagio por VHS-2 se produce
acompañarse de infección de vías respiratorias altas, como durante el paso por el canal del parto.
rinitis, o de infecciones genitales, como vaginitis. En casos El tiempo de aparición de la conjuntivitis tras el parto
graves se ha descrito el desarrollo de una neumonía por el puede variar de unos días a 2-3 semanas. Suele cursar con
germen (27). edema palpebral, hiperemia conjuntival moderada y secre-
ción que no suele ser purulenta. Casi la mitad de los afecta-
dos pueden presentar las típicas vesículas herpéticas en el
4.3. Conjuntivitis gonocócica párpado o en otras localizaciones. En casos severos pode-
mos encontrar pseudomembranas y afectación corneal. En
La conjuntivitis gonocócica constituyó un importante ocasiones la conjuntivitis puede asociarse con lesiones
problema de salud pública antes de la instauración rutinaria intraoculares, como cataratas o retinitis, o incluso con
de la profilaxis con nitrato de plata. Hoy día su incidencia en infección diseminada por VHS, circunstancias en la que
países desarrollados es muy baja. estaría indicado tratar la infección por vía general además
N. gonorrhoeae provoca un cuadro de conjuntivitis hipe- de tópica (31).
raguda habitualmente bilateral y de comienzo precoz, por lo
general 2-3 días tras el nacimiento, que cursa con gran
edema palpebral, quémosis muy severa, y secreción puru- 5. DIAGNÓSTICO MICROBIOLÓGICO
lenta y abundante. La formación de membranas conjuntiva-
les es frecuente. Dado que N. gonorrhoeae es capaz de pene- La búsqueda de un diagnóstico etiológico de las conjun-
trar en la córnea incluso con epitelio intacto, el cuadro tivitis agudas leves o de moderada gravedad no suele reali-
evoluciona hacia la afectación corneal con rapidez, pudien- zarse de forma habitual, y no existe un acuerdo unánime
do desembocar en perforación ocular si no se instaura trata- sobre el impacto que tiene la obtención de un diagnóstico
miento de forma inmediata (28). etiológico cuando se sospecha una conjuntivitis aguda bac-
teriana en estas situaciones; más bien, en gran parte de las
ocasiones, son tratadas empíricamente. No obstante, la bús-
4.4. Otras conjuntivitis bacterianas queda de la etiología infecciosa de la conjuntivitis aguda
sería deseable por diversas razones:
Además de los gérmenes ya descritos, cualquier bacteria 1. La inflamación conjuntival con secreciones puede
puede ser causante de una infección conjuntival en el recién ser el resultado de muchas situaciones no infecciosas, par-
nacido. Los signos clínicos pueden ser similares sea cual sea ticularmente respuestas alérgicas e irritativas a lentes de
la etiología, por lo que es importante la realización de culti- contacto blandas y duras, soluciones esterilizantes para
vos y raspados conjuntivales de cara al diagnóstico. Es cono- lentes de contacto (particularmente las que contienen
cido que muchos gérmenes que se pueden considerar pato- merthiolate o thimerosal), medicaciones tópicas (timolol,
lógicos se pueden encontrar de manera transitoria en la atropina, antivirales), cosméticos, alérgenos ambientales,
conjuntiva del neonato, sin que ello signifique una infección látex, o radiación ultravioleta, o bien reacciones conjunti-
activa. Por tanto el estudio del raspado conjuntival puede ser vales a enfermedades sistémicas (síndrome de Reiter, con-
fundamental a la hora de identificar el germen causante y juntivitis leñosa, penfigoide, enfermedad injerto contra
poder establecer un tratamiento efectivo de manera precoz. huésped, etc.).
224 Superficie ocular

5.1. Obtención de la muestra

Se deben obtener muestras de ambos ojos con una torun-


da de alginato previamente humedecida en caldo de cultivo
o suero salino. La muestra se introduce en el medio de trans-
porte adecuado y debe ser remitida al laboratorio con rapi-
dez. En el caso de que exista la sospecha de conjuntivitis por
C. trachomatis, la muestra debe ser recogida con hisopo
seco, porque siendo un patógeno intracelular, es deseable el
arrastre de células epiteliales. Lamentablemente, diferentes
patógenos oculares requieren unos medios de transporte
diferentes, y las muestras recogidas con un solo hisopo son
insuficientes para procesar para diferentes patógenos. Por
ello, la sospecha diagnóstica es muy importante para evitar
la incomodidad al paciente. Por ejemplo, ante un paciente
Figura 4: Examen microscópico directo con objetivo de inmersión con conjuntivitis aguda grave, en el que no se posea ningu-
(x1000) de una tinción de Gram característica de conjuntivitis bac-
teriana. En ella pueden observarse abundantes leucocitos polinu-
na sospecha diagnóstica y se solicite toda la batería diagnós-
cleares y bacterias grampositivas. tica al laboratorio de microbiología sería necesario:
1. Un hisopo que para la realización de exámenes direc-
tos que, ante la posibilidad de conjuntivitis de inclusión
2. El fracaso en el reconocimiento y diagnóstico de las debería recogerse sin humedecer.
conjuntivitis causadas por adenovirus puede ser la causa de 2. Un hisopo introducido en medio de trasporte para el
brotes epidémicos de queratoconjuntivitis. cultivo bacteriológico ordinario (Stuart, por ejemplo), que
3. El diagnóstico de C. trachomatis como agente etioló- puede ser recogido con hisopo humedecido.
gico de una conjuntivitis puede ser la única pista para la 3. Una muestra para diagnóstico de Chlamydia sp. en el
detección de una infección del tracto genital, muchas veces medio de transporte adecuado, diferente si se va a realizar
asintomática, transmisible, y no exenta de complicaciones cultivo o diagnóstico molecular, recogida con hisopo seco.
tardías. 4. Una muestra en un medio de transporte virológico,
4. El retraso en el diagnóstico de una conjuntivitis de diferente si se va a hacer cultivo o diagnóstico molecular,
inclusión y la utilización de tratamientos inadecuados puede recogida con hisopo que puede ser humedecido.
ser la causa de persistencia clamidial . 5. En el caso de incluir otros procedimientos, molecula-
5. La existencia de tratamientos adecuados para la res, detección de antígenos, etc., se requerirán muestras y
conjuntivitis de inclusión, la conjuntivitis herpética y, medios de transportes adicionales.
posiblemente para la conjuntivitis por adenovirus , junto a Si añadimos que debe tomarse muestras de ambos ojos,
la posibilidad de complicaciones de estas infecciones jus- es evidente que el disconfort ocasionado al enfermo sería
tificarían los esfuerzos para la consecución de un diagnós- intolerable.
tico etiológico. En los casos de sospecha de oftalmia neonatorum es
6. La presencia de conjuntivitis unilateral crónica en la imprescindible la toma de muestra para cultivo bacteriológi-
que no se consigue un diagnóstico etiológico debería alertar co, investigación de C. trachomatis y de VHS.
al oftalmólogo de la posibilidad de que se trate de un carci-
noma de las glándulas de meibomio.
Al margen de las razones explicadas, existe una cierta 5.2. Procedimientos microbiológicos
unanimidad en indicar el diagnóstico de laboratorio en las
siguientes situaciones: oftalmia neonatorum, conjuntivitis 5.2.1. Examen microscópico directo
hiperaguda, conjuntivitis crónicas o recurrentes, falta de res-
puesta al tratamiento, y aparición de complicaciones graves El examen microscópico directo mediante tinción de
(celulitis, ulcera corneal). Giemsa y/o de Gram (fig. 4), siendo subjetiva y no excesi-

Tabla 1. Hallazgos más frecuentes en el examen microscópico directo según la etiología de la conjuntivitis
Bacterias Clamídeas Adenovirus VHS

Polinucleares +++ + - +
Presencia de bacterias + - - -
Mononucleares +/- + +++ ++
Inclusiones nucleares - - + +
Inclusión citoplasmática - + - -
Células multinucleadas - - - +
Capítulo 21. Conjuntivitis infecciosas 225

vamente sensible, aporta datos que permiten, en ocasiones,


un diagnóstico presuntivo de la etiología de la conjuntivitis
en un tiempo inferior a una hora (tabla 1). Además permite
diferenciar la conjuntivitis infecciosa de la conjuntivitis alér-
gica o primaveral en la que se observan abundantes eosinó-
filos o, incluso, células cebadas.

5.2.2. Diagnóstico por cultivo

Ya ha sido comentado que, salvo en el caso de los neo-


natos, en la conjuntivitis aguda bacteriana no complicada no
suele ser imprescindible el diagnóstico etiológico y muchas
veces son tratadas de forma empírica. De todas formas, en
esta situación el diagnóstico convencional por cultivo es el
método de referencia, es sensible y relativamente rápido, y Figura 5: Efecto citopático característico de la infección por ade-
además permite la realización de estudios de sensibilidad a novirus en una monocapa de fibroblastos diploides humanos
observada a 100 aumentos. Es característico el aumento del tama-
los antibióticos. ño celular y el despegamiento de las células formando racimos.
En el caso de las conjuntivitis víricas o en las conjuntivi-
tis de inclusión, la situación no es la misma:
1. Se requiere un laboratorio con experiencia en la utili- 5.2.4. Detección de anticuerpos
zación de cultivos celulares.
2. Las clamídeas y los virus son organismos muy lábiles, El estudio paralelo de sueros obtenidos en la fase aguda y
por lo que para mantener su viabilidad es necesaria la utili- convaleciente de la infección podría ser de ayuda para el diag-
zación de medios de transporte especiales y que el transpor- nóstico retrospectivo de las conjuntivitis víricas epidémicas,
te sea rápido y en las condiciones adecuadas. pero ello no se requiere habitualmente dada la naturaleza auto-
3. El mantenimiento de los cultivos celulares suele ser limitada de la infección y la ausencia de tratamiento específico.
caro y laborioso, y el cultivo de determinados virus puede
ser relativamente lento; aunque están desarrolladas modifi-
caciones (cultivo en «shell-vial») que permiten la recupera- 5.2.5. Detección de ácidos nucleicos. Técnicas de biología
ción de adenovirus en una plazo de 24-48 horas . molecular
De todas maneras, la utilización de cultivos celulares
para el diagnóstico de las conjuntivitis víricas (fig. 5) o de La introducción de los métodos de amplificación y detec-
las conjuntivitis causadas por C. trachomatis (fig. 6) sigue ción de ácidos nucleicos al diagnóstico microbiológico ha
siendo el «gold standard», ya que posee la máxima especifi- aportado rapidez y una enorme mejora en la sensibilidad
cidad, y permite la recuperación de los microbios para estu- diagnóstica, si bien a costa de una pérdida de especificidad,
dios ulteriores. Además, el cultivo de una muestra en mono- debida muchas veces a la contaminación de las muestras por
capas celulares permite la recuperación de muchas especies
de virus, algunas de ellas no esperadas, con lo que se aumen-
ta el espectro diagnóstico.

5.2.3. Detección de antígenos microbianos

La utilización de técnicas inmunológicas para la detec-


ción de antígenos microbianos aporta rapidez diagnóstica y,
además, solventa la dificultad de mantener la viabilidad de
los microbios, indispensable para los cultivos, mediante
métodos de transporte complicados. Son muchas las técnicas
desarrolladas, algunas tan rápidas y cómodas que permiten el
diagnóstico en sólo 10 minutos. Por otra parte son técnicas
que poseen, según las series, sensibilidad y especificidad
variables y que dependen de factores difícilmente controla-
Figura 6: Conjuntivitis de inclusión. Cultivo de un exudado con-
bles. Como en el caso de la detección de ácidos nucleicos, juntival en una monocapa de células LLC-MK2 y teñido a las 48
que veremos más adelante, y a diferencia del diagnóstico por horas mediante la tinción de Giemsa. Puede observarse el enorme
cultivo, no se realiza un diagnóstico abierto a diferentes posi- cuerpo de inclusión citoplasmático, que desplaza al núcleo, carac-
bilidades, sino que sólo pueden ser diagnosticados aquellos terístico de Chlamydia trachomatis. Imagen obtenida con objetivo
patógenos para los que se ha diseñado la prueba concreta. de inmersión (x1000).
226 Superficie ocular

ADN microbiano. Las técnicas basadas en la detección de las edades, con una evidente mayor comodidad de adminis-
ácidos nucleicos tienen el inconveniente, como en las de tración. Probablemente debería ser considerado una elección
detección de antígenos, de que debe realizarse una prueba de de primera línea.
detección por cada patógeno sospechado, sólo pueden diag- En ocasiones es interesante asociar al tratamiento antibióti-
nosticarse aquellos patógenos que son investigados, y su co un antiinflamatorio no esteroideo tópico con objeto de actuar
coste, ya de por sí elevado, se eleva considerablemente cuan- sobre la inflamación conjuntival y aliviar la sintomatología.
do se aumenta el espectro diagnóstico.
Hay descritas diversas técnicas, la mayoría basadas en la
PCR (reacción en cadena de la polimerasa), para el diagnós- 6.1. Conjuntivitis bacteriana en la edad adulta
tico de adenovirus, virus Herpes simplex y Chlamydia sp.
Salvo contadas excepciones, son técnicas no comercializa- En el caso de la conjuntivitis aguda bacteriana del adul-
das, lo que no permite hacer estudios multicéntricos compa- to, el tratamiento está dirigido fundamentalmente frente a S.
rando su sensibilidad y especificidad. Veamos sus caracte- aureus, pero debe incluirse también S. pneumoniae y H.
rísticas según el patógeno investigado: influenzae. Tampoco en esta situación las quinolonas tópicas
1. Adenovirus : En general, la PCR es más sensible que han demostrado ser superiores a los colirios de aminoglucó-
las técnicas de detección de antígeno para el diagnóstico de sidos. Si la conjuntivitis está asociada con blefaritis puede
las infecciones conjuntivales por adenovirus, y comparables asociarse una pomada con mupirocina o bacitracina, aplica-
al cultivo. Algunas ventajas: permite la tipificación del ade- da en las pestañas y en la conjuntiva, con lo que se mejora la
novirus detectado si se desea, aunque con un coste muy actividad antiestafilocócica.
superior, y no necesita del mantenimiento de cultivos celula- Los colirios con rifamicina y el gel con ácido fusídico
res. La técnica es más rápida que el cultivo convencional, son también buenas alternativas a los aminoglucósidos y a
pero semejante al cultivo en «shell-vial». las quinolonas, obteniéndose tasas de erradicación y cura-
2. Virus Herpes simplex: Se dispone de menos estudios ción comparables, incluso cuando coexiste blefaritis.
comparativos, ya que el cultivo del virus Herpes simplex es
rápido (1-3 días) y su identificación no requiere más pruebas
que el reconocimiento del efecto citopático. De todas formas 6.2. Conjuntivitis bacteriana en la edad pediátrica
su potencialidad diagnóstica está fuera de toda duda.
3. C.trachomatis Es quizá frente a este patógeno donde El tratamiento para los niños con conjuntivitis bacteriana
son más útiles las técnicas de amplificación y detección de debe incluir cobertura para H. influenzae, S. pneumoniae y S.
ácidos nucleicos. La conjuntivitis de inclusión es una enfer- aureus, y, en general, la medicación general no es mejor que
medad de baja prevalencia y son pocos los laboratorios que la administración tópica de antibióticos. Los colirios de clo-
mantienen el cultivo celular para el diagnóstico de Chlamy- ranfenicol, con muy buena cobertura para estos patógenos, ya
dia sp.; además, las pruebas inmunológicas para la detección no están disponibles, y los aminoglucósidos a una concentra-
de antígenos en el exudado conjuntival poseen una sensibili- ción del 0,3% son menos eficaces para S. pneumoniae; aun-
dad muy variada según las series. A todo lo anterior hay que que en general se muestran eficaces. Las quinolonas no han
añadir que existe una técnica de PCR comercializada y par- demostrado ser mejores que los aminoglucósidos para el tra-
cialmente automatizada que aporta unos resultados de sensi- tamiento de las conjuntivitis bacterianas de los niños y, como
bilidad y especificidad comparables a los del cultivo, y con se ha comentado con anterioridad, el ácido fusídico es tan efi-
una mayor comodidad. caz como la tobramicina y mucho más cómodo de adminis-
trar. La eritromicina es ineficaz frente a H. influenzae y no
debería utilizarse como tratamiento empírico inicial.
6. TRATAMIENTO La povidona yodada a una concentración de 1,25% tam-
bién ha demostrado ser muy eficaz para el tratamiento de las
La mayoría de las conjuntivitis agudas bacteriana leves y conjuntivitis agudas bacteriana y con mayor eficacia frente a
la mayoría de las conjuntivitis víricas son enfermedades C. trachomatis que otros tratamientos tópicos, aunque no sea
benignas, autolimitadas y que probablemente no requieran ésta última una indicación para su utilización.
tratamiento específico. Es frecuente que microbios informa- La conjuntivitis neonatal causada por C. trachomatis
dos por el laboratorio de microbiología como resistentes a un debe ser tratada por vía general con eritromicina, a una dosis
fármaco por vía general respondan a un tratamiento tópico de 50 mg/Kg/día repartida cada 6 horas durante 10-14 días.
con este fármaco debido a las altas concentraciones que se Las terapias tópicas no son eficaces.
alcanzan en la conjuntiva durante la administración tópica.
En general, los colirios con gentamicina, netilmicina o
tobramicina administrados cada 2-4 horas durante 7 días sue- 6.3. Conjuntivitis gonocócica
len ser eficaces. Los colirios con fluoroquinolonas son alterna-
tivas eficaces para las conjuntivitis graves y para las queratitis. La conjuntivitis gonocócica es una urgencia médica y una
El ácido fusídico en gotas viscosas, administrado cada 12 infección sistémica, y necesita de la administración parente-
horas, ha demostrado ser tan eficaz como las gotas de tobra- ral de una cefalosporina de tercera generación (ceftriaxona o
micina, administradas cada 2-4 horas, en pacientes de todas cefotaxima) y de frecuentes lavados de la conjuntiva con
Capítulo 21. Conjuntivitis infecciosas 227

suero salino para eliminar las toxinas. Los antibióticos tópi- 2. Krohn MA, Hillier SL, Bell TA, et al. The bacterial etiology of
cos (eritromicina, gentamicina, bacitracina) por sí solos son conjunctivitis in early infancy. Am J Epidemiol 1993; 138:
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ineficaces para tratar la infección, pero pueden asociarse al
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mujeres embarazadas puede sustituirse por eritromicina Br J Ophthalmol 1983; 67: 1-7.
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do ser tan eficaz como la pauta clásica de doxiciclina para el 10. Chodosh J, Miller D, Stroop WG, et al. Adenovirus epithelial
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Todavía hay bastante polémica sobre la eficacia relativa conjunctivitis in southern Florida. Am J Ophthalmol 1983; 95:
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nitrato de plata es extraordinariamente eficaz frente a N. cal studies of neurological complications of acute hemorrhagic
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frente a la infección por C. trachomatis. Además, presenta 5
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veces más reacciones adversas que la pomada de eritromici- rence to that caused by herpes simplex virus type I. Br J Opht-
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va para la prevención de esta enfermedad, pero para preve- 19. Darougar S, Hunter PA, Viswalingam M, et al. Acute follicu-
nir la colonización nasofaríngea por C. trachomatis, en lar conjunctivitis and keratoconjunctivitis due to herpes sim-
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