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gianeto Raye couse ann Re © detente, Fonesce Slr 207 (© éoloshstraones Nowa staan. 2077 © Fatal Paneer SA, 2017 ‘iv Andes Belo 205.08, Provera. Sntogs de Ce we planetlectorel wrponetadebesst Primero én |i 2007 Se] $78.956-360.275 3 rare de oe | 27210 Impresoen China Printed in Cina Daf de oct Mari doles Anes Vrgoe Ning parte de eta publeoi ci to ‘elo porta puede ser ‘epredcie, imacenada 0 ‘wansmitds en marero gina pe ningin med, sn permis reve pa esrta dledtor ie ariginl protege traboje del cuter diasRodory ‘dl equip eitrial Comprar lorigina es respetar Mensajeros FRANCISCA SOLAR llustraciones de Karina Letelier @pPlanetalector nessa et eee Pept eer era toi quiet dosocos@ Gye rod cht oe eee eee temas Toad me pha eerton es essa ogeaetaar peta omereee piece cots oad ation: fener a ena poisons tcev nes ts ator Se ean eee Gere alsanaeel eps apc er eric act “tes, apurodos por llegar a sus trabojos o a la siguiente ese auateeaein oa anger oeeaees A ae aes co ea eae [ee ee a rae Pei gin WSortasabaive ae {seas Oleandro Jofré levaba casi un afo come conser je cuando el bebé aperecié. Habia conseguide el puesto ‘cuando el encargadio anterior un viejo amigo de su padre, ‘tomé fa decision de jublar y posor sus iltimas dias en un asilo de ancianos del municipio, leandra ne tenia su experiencia, pero sila juventud y los ganas. E50 bostabe para una consereria, pensaba él, alto y largo como un fideo, mas sin a torpega delos que cobrepasan el prome= dio de estatura, 'No era el trabajo de sus suetos, pero of menes le Permitio, aunque no en las mejores condiciones, lograr {a ansioda independencia. La laber no era remunera ‘da en dinero, sino en viviende: quien asumiera el cargo de conser tenia el derecho a vivir en et departamento 11 Al principio no le gusté mucho la idea, pero hace tiempo que Oleandro queria ebandonar la case paterna 'y comengor un camino propia. Ademés, ol dinero para subsist lo conseguo fécimente con labores extra para a comunidad. como lustrargopatos, carrear pedidos de lavanderi, destopar caferias y cosas por el estilo. Sus necesidades eran pocas,ysu vida, rouy simple. ;Qué més podia pedir? CComengaba su turno o las 5:30 de la madrugada, de lunes c sabado, Sus domingos eran libres, pero como rno sala cosi nunca ~ prefer quedarse en su habitecién Junto a su televisor en blanco y negro, viendo agin parti- ‘do de ftbol—, terminabe abriendo y cerrando la puer- ‘principal tanto come cualquier dia de semana..0 tan poco come todes los dias, en realidad. El movimiento en et edificlo era comparable a un baile de tortugas. Todos sus residentes,vigjas y no tan viejos. pero claramente ermi- ‘tafos, apenas se relacionaban entre si. Quienes todavia ‘rabajabon gallon a horas distintas, rugéndose apenas ‘nlc recepcién. ylos ya ubilados tampoco se topaban en. ‘sus aburridos hébites. Si no fuera porque asomaban sus narices de veg en evando detrés de sus puertas, cuol- quierajuraria que ese bloque de seis departamentos no xa mas que otro montén de ladrilos abandonado en et centro de a cuded. En esa tranquilidad, Oleandro borria ta recepetén, regaba los helechos del jordin interior. organigaba la correspondencia por orden aifabeético (de puro aburri- ‘miento, ya que no resibian muchas cartes que digas). +e encargaba de los mandados que algin propietario le hhiclero, pula las menillas de bronce de ta puerta princi- pal, y barria, otra veg, la recepetén y ls escalones de lo ‘entrada hasta que daban los 6:30 dela tarde, su hora de solid. Jamés cambiabo su rutina, y si fo hac, no era ‘mas que por un por de minutos perdidos corrateando ol ‘gato obeso de dof Jurta e dando la direccién correcta ‘.aigin distraido que entraba al ecificio a pedir ayuda (et ‘centro de la ciudad podia ser una verdadera enredadera de calefones).

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