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Introducción 9
Nuestros demonios 17
Supay en palabras e imágenes en dos cronistas indios del siglo XVII
Celia Rubina 19
Danzando como diablos: la diablada en la fiesta
de la Virgen de la Candelaria
Lilian Kanashiro 51
Mitos y figuras 75
La figura del zorro y la etiología: de los mitos huarochiranos
a los relatos populares del sur andino peruano
Celia Rubina 77
Marca Perú: el sheriff McNorman y nuestras desventajas competitivas
Lilian Kanashiro 103
Cuerpo, erotismo y mito en la pintura de Tilsa Tsuchiya
Celia Rubina 129
Puesta en escena 155
Nuestras presencias en conflicto
Lilian Kanashiro 157
Tantas veces Electra o la dramaturgia clásica revisitada
desde una cárcel de mujeres de Lima
Celia Rubina 187
Oráculos de la modernidad: mediatización de los sondeos
de preferencial electoral
Lilian Kanashiro 221
Autorrepresentación 245
La enunciación fotográfica en los autorretratos de Martín Chambi
Celia Rubina 247
Un minuto para votar: de lo políticamente correcto a la excentricidad
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Introducción
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Celia Rubina / Lilian Kanashiro
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Celia Rubina / Lilian Kanashiro
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Resumen de un mito que aparece en el tomo I del libro «Duik Múun…». Universo
mítico de los aguaruna, de Manuel García Rendueles y Aurelio Chumap Lucía, publicado
en Lima por el Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (1979,
pp. 83-101).
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Un minuto para votar: De lo políticamente
correcto a la excentricidad
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Un minuto para votar: de lo políticamente correcto a la excentricidad
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Un minuto para votar: de lo políticamente correcto a la excentricidad
Mí Sí-idem Sí-ipse
(Instancia de referencia) (Instancia de «captación») (Instancia de «mira»)
Fuente: Fontanille, 2008[2004], p. 34.
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Mí -referente
Adecuación Compostura
Sí -idem Sí -ipse
Excentricidad
Originalidad
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Sobre la espacialización, la formulación de Joseph Courtés puede ubicar a nuestro
lector: «[…] distinguiremos las especializaciones enunciva y enunciativa. Una cosa es
articular los espacios en un relato dado, para inscribir allí los hechos y gestos de los actores
del enunciado, y otra cosa la manera de presentarlos al enunciatario, de hacérselos ver
desde un punto de vista determinado. […]» (1997[1991], p. 384).
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Resulta paradójico la utilización de la figura de Pinocho que, como bien sabemos, es
la representación del niño que le creció la nariz por mentiroso.
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de construir una excentricidad que cada vez reconoce menos sus límites.
Hay que considerar, en este fenómeno, las influencias propias del medio
televisivo a nivel de producción. Los testimonios de dos candidatos que
participaron de este segmento señalaron que la producción del programa
insistía en que tenían que ser entretenidos y llamar la atención (Cassano,
2011). En todo caso, la presencia del bufón político coincide con la función
social que la televisión desarrolla; esto es, un medio de comunicación
de masas para el entretenimiento. Asimismo, podemos observar que el
objetivo informativo se diluye hasta su desaparición.
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«Espécimen humano que a veces se puede observar in vivo […], o simple tipo ideal
si no encuentra localmente un cuerpo en que encarnarse, […] es un individuo que se
caracteriza esencialmente por su sentido de adecuación: sabe ofrecer a cada instante las
marcas de una perfecta adhesión a las normas de su grupo de pertenencia. Mejor aún,
manifiesta tal soltura que uno se podría preguntar si en lugar de plegarse a los usos, no
es él más bien el que, en realidad, los inventa y el que marca la tónica, proporcionando
con sus comportamientos, con sus “buenas maneras” en el discurso y en los modales, la
ilustración en carne y hueso de “lo mejor” que son capaces de producir los ideales, o al
menos los estándares éticos y estéticos del grupo de referencia. Sin embargo, su capacidad
de hacer exactamente, y mejor que nadie, lo que hay que hacer en cada circunstancia
en su propio ambiente, no tiene propiamente por resultado colocarlo por encima de las
gentes de su mundo. Lo que lo hace sobresalir no responde al orden de la singularidad y
de la excepción individual, muy por el contrario, con el valor superlativamente ejemplar
de su normalidad» (Landowski, 2007[1997], pp. 53-54).
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• Solo un minuto.
• Solo una cámara fija.
• Solo un tipo escenográfico.
• Sin musicalización de ningún tipo.
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«El grupo dominante, como buen asimilador, no rechaza a nadie; se siente, por el
contrario generoso, acogedor, abierto al exterior. Pero al mismo tiempo, cualquier
diferencia de comportamiento algo marcado, por el cual el extranjero traiciona su
origen, constituye para él una extravagancia carente de sentido. En actitud opuesta al
antropólogo, cuyo comportamiento parte del postulado de que las conductas de los
grupos humanos […] tienen un sentido, es decir, obedecen a una lógica, el Sr. Todo el
Mundo, por su parte, da por sentada la irracionalidad (sino la perversidad intrínseca)
de aquellos que piensan y actúan en función de visiones del mundo diferentes a la suya»
(Landowski, 2007[1997], p. 20).
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A partir de un análisis de la mundanidad, se define al snob como sigue: «[…] ve en
la silueta del gentleman (o del que para el hace sus veces) un modelo que imitar, y solo
aspira a unirse a la “élite” que a sus ojos él encarna, aunque los esfuerzos que hace para
conseguirlo son demasiado evidentes para no traicionar su verdadera pertenencia, la cual
remite a otra parte […]» (Landowski, 2007[1997], pp. 54-55).
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«Esta posición se puede definir como situándose a medio camino entre las fórmulas del
tipo conjunción-asimilación, consideradas en este caso como inaplicables o inapropiadas
(porque el Otro es considerado ahora como decididamente demasiado diferente para
que su integración propiamente dicha al grupo sea siquiera imaginable) y las del tipo
disyunción-exclusión, vistas igualmente, aunque por otras razones, como inaceptables
(por tentadoras que pudieran parecer en algunos aspectos)» (Landowski, 2007[1997],
p. 31).
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El perfil del «Oso» es definido como sigue: «Ese solitario —ese loco o genio— al
que nadie más que él mismo puede indicar el camino que debe seguir, y al que, una
vez en marcha, nadie desviará de su propia trayectoria, pase lo que pase, a riesgo de
abandonar poco a poco la mayor parte de los lazos que lo unen a su esfera de pertenencia»
(Landowski, 2007[1997], p. 55).
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Conclusiones
Nos planteamos como hipótesis de trabajo que el manejo inadecuado
del lenguaje de los medios de comunicación conlleva una distorsión en
el objetivo de ofrecer apertura y oportunidades a los actores políticos en
desventaja. Nuestras reflexiones nos conducen a la conclusión de que el
emprobrecimiento y mal manejo del lenguaje audiovisual para la televisión
intensifica la desventaja del actor político.
Nuestros hallazgos sugieren que el manejo intuitivo de un guión o
texto para la televisión, en la esfera de la propaganda política, promueve
el énfasis en lo disfórico dejando la sustentación del contenido político
propositivo. En segundo lugar, observamos las consecuencias de poner
en escena un cuerpo no entrenado para modalizar la palabra, deviniendo
en la configuración de un cuerpo excéntrico. En tercer lugar, el manejo
inadecuado del lenguaje de la imagen televisiva, objeto soporte del medio,
conduce a la construcción del bufón político con el solo objetivo de
entretener, diluyendo el carácter informativo. Finalmente, encontramos
el tránsito de un régimen de admisión original (oportunidad para el actor
político) hacia un régimen de segregación (exposición para no votar por
ellos). Este conjunto de hallazgos constituyen premisas para sostener que,
la oportunidad para los candidatos con poco acceso a la televisión, no solo
debe extenderse al tiempo de exposición en el medio. Se hace necesario
proveer de recursos semióticos, en especial de los recursos del lenguaje
televisivo. Esta recomendación es aplicable no solo a segmentos como los
que acabamos de analizar, sino también extensible a la franja electoral.
La equidad supone la construcción de un régimen de admisión8
en donde coexisten las diferencias y una variedad de alternativas en lo
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«[…] la admisión, por su lado, en cuanto forma general, participará de la no disjunción,
y solo podrá ser viable como régimen de relaciones intersubjetivas entre individuos o entre
comunidades sobre la base de la reminiscencia contraria: la de haber estado disjuntos.
[…] lo que abordamos ahora puede conducir, sino al mejor de los mundos, al menos
a cierta forma de coexistencia pacífica en la medida en que, favoreciendo en principio
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Bibliografía
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Un minuto para votar: de lo políticamente correcto a la excentricidad
Palacios, Rosa María (2001). «Come pollo», pagó pato. Diario 16, 14 de
febrero. Disponible en: <http://diario16.pe/columnista/2/rosa-
maria-palacios/408/come-pollo-paga-pato> (fecha de consulta: 15
de septiembre de 2012).
Prensa Libre (2011). Un minuto para votar. Perú: América Televisión (archivo de
video). Disponible en: <http://www.youtube.com/watch?v=ujAfNizt-
pE>.
Verón, Eliseo (2001). El cuerpo de las imágenes. Bogotá: Norma.
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