La mineralización de la materia orgánica en el suelo es el resultado de un conjunto de procesos simultáneos que provocan la degradación sustancias poliméricas, y la posterior fermentación (etanólica o alcohólica, ácido-mixta, butanodiólica, entre otras) y/o respiración (aeróbica y/o anaeróbica) de los monómeros liberados.
La mineralización de la materia orgánica en el suelo es el resultado de un conjunto de procesos simultáneos que provocan la degradación sustancias poliméricas, y la posterior fermentación (etanólica o alcohólica, ácido-mixta, butanodiólica, entre otras) y/o respiración (aeróbica y/o anaeróbica) de los monómeros liberados.
La mineralización de la materia orgánica en el suelo es el resultado de un conjunto de procesos simultáneos que provocan la degradación sustancias poliméricas, y la posterior fermentación (etanólica o alcohólica, ácido-mixta, butanodiólica, entre otras) y/o respiración (aeróbica y/o anaeróbica) de los monómeros liberados.
La mineralización de la materia orgánica en el suelo es el resultado de un
conjunto de procesos simultáneos que provocan la degradación sustancias poliméricas, y la posterior fermentación (etanólica o alcohólica, ácido-mixta, butanodiólica, entre otras) y/o respiración (aeróbica y/o anaeróbica) de los monómeros liberados. Esto depende de la presencia de los microorganismos específicos responsables de cada proceso, lo que debe ser acompañado de condiciones predisponentes, como por ejemplo la disponibilidad de oxígeno, es decir que tanto los microorganismos como las condiciones están directamente relacionados con los ciclos de C y O. Bajo condiciones anaeróbicas, la producción microbiana de metano (la forma del C más reducida) es principalmente debida a procesos de respiración anaeróbica que utilizan al H2 como dador de electrones y energía y al CO2 como aceptor final de electrones. Sin embargo los microorganismos aeróbicos utilizan el metano como fuente de C y energía. La humificación es el proceso de formación del humus, principal reservorio de C en el suelo. El humus se define como una estructura polifenólica, compleja, amorfa y recalcitrante que caracteriza el status nutricional de los suelos. El proceso y los mecanismos de síntesis así como la naturaleza de sus principales precursores se encuentra actualmente en análisis y discusión. En el suelo encontramos numerosos grupos funcionales que llevan a cabo la importante tarea de mineralizar la materia orgánica, uno es el grupo funcional celulolìtico que incluye bacterias aerobias y anaerobias, mesófilas, termófilas, hongos, actinomicetes y protozoarios.
La mayor parte de la materia orgánica de un suelo es aportada por los residuos
de las plantas que contienen entre 15 a 60% de celulosa, 10 a 30% de hemicelulosa, 5 a 30% de lignina y 2 a 15% de proteína. Las sustancias solubles como los azúcares, aminoazúcares, ácidos orgánicos y aminoácidos pueden representar hasta un 10% del peso seco y son metabolizados rápidamente por los microorganismos del suelo. La materia orgánica en el suelo se encuentra en un equilibrio dinámico a través de tres procesos distintos:
INMOVILIZACIÓN: consiste en la incorporación del nutriente necesario para el
crecimiento y desarrollo de la célula bacteriana. MINERALIZACIÓN: consiste en la degradación de la materia orgánica hasta transformarla en sustancias inorgánicas. HUMIFICACIÓN: es la formación de ácidos fúlvicos y húmicos a partir de la materia orgánica que llega al suelo, se basa en un proceso de degradación y síntesis. Celulosa
La celulosa es el principal componente de la pared celular de las plantas, es el
compuesto orgánico más abundante de los residuos vegetales que llegan al suelo, generalmente está asociada a hemicelulosa y lignina. La celulosa, que habitualmente representa entre el 35 y el 50 % de la masa seca de la biomasa vegetal, es un polímero linear de celobiosa. La celulosa forma en la pared agregados de cadenas, que están estabilizadas por puentes de hidrógeno intra- e intermoleculares; a estos se los conoce como microfibrillas que tienen unos pocos nanómetros de diámetro. La celulosa en la pared presenta un estado semicristalino en el que se identifican sectores ordenados y amorfos, estos últimos más susceptibles a lo hidrólisis enzimática. Las microfibrillas suelen agregarse en estructuras mayores definidas como macrofibrillas y estas últimas en paquetes que se asocian con los otros polímeros de la pared.
La descomposición microbiológica de celulosa en el suelo no solo contribuye al
flujo de energía en los suelos y al reciclado de C, sino que además afecta la movilización de otros nutrientes como N, P y S.
La celulólisis consiste en una serie de procesos mediados por enzimas de
microorganismos que utilizan la celulosa como fuente de carbono y energía (asimilación):
1. un evento inicial de acondicionamiento que consiste en la desorganización
de sectores cristalinos; 2. otro de despolimerización extracelular que genera pooles de oligosacáridos hasta celobiosa o incluso glucosa; y 3. un último evento en el que se produce la hidrólisis de la glucosa.
La desorganización de la estructura lignocelulósica es clave para exponer la
celulosa al ataque enzimático y aumentar el área susceptible a la despolimerización. No obstante, algunos microorganismos, como los hongos causantes de pudrición parda de la madera, degradan en células (vegetales) intactas la celulosa de la capa S2 de la pared celular a través de un sistema no enzimático involucrando especies reactivas de oxígeno.
En la despolimerización enzimática de la celulosa actúan tres grupos de
enzimas: 1. endoglucanasas, endo 1,4- -D-glucano-4-glucanohidrolasas, que catalizan en forma aleatoria la hidrólisis de los enlaces glucosídicos de la cadena de celulosa; 2. exoglucanasas, celobiohidrolasas (exo 1,4- -D-glucano-4- celobiohidrolasas), que liberan celobiosa o glucosa desde el extremo no- reductor de la celulosa; y 3. β-glucosidasas, también conocidas como celobiasas que hidrolizan celobiosa y otras celodextrinas solubles a glucosa. Estas enzimas pueden ser secretadas fuera de las células microbianas o pueden permanecer inmovilizadas en estructuras globulares sobre la superficie microbiana constituyendo el celulosoma. Este sistema se encuentra principalmente en organismos anaeróbicos en los que de esta manera se incrementa la eficiencia de la celulólisis. La mayor actividad celulolítica se observó en reacciones conteniendo mezclas de enzimas del sistema celulolítico que actúan sinérgicamente, lo que es probable que ocurra en el suelo. Existe una diversidad de microorganismos de suelo y asociados al material vegetal como rastrojos agrícolas y hojarasca del mantillo del suelo forestal, que incluyen bacterias aeróbicas y anaeróbicas y hongos, que participan en la degradación de la celulosa. Estos microorganismos sintetizan enzimas que conforman sistemas con actividades características especificas. Estas enzimas difieren en las propiedades catalíticas, ya que muchas son isoenzimas en su respuesta al pH, fuerza iónica y tipo de sustrato lignocelulósico, incluyendo la relación C/N y tenor de lignina.
La mayor actividad celulolítica se da en ambientes aeróbicos, y solo un 5-10 %
se lleva a cabo bajo condiciones anaeróbicas.
Mientras que bacterias celulolíticas aeróbicas incluyen a representantes de los
géneros Cellulomonas, Cellovibrio, Cytophaga y Thermomonospora así como del género Streptomyces (phylum Actinobacteria), entre las anaeróbicas están las representadas por Acetovibrio, Bacteroides, Clostridium (phylum Firmicutes) y Ruminococcus. Entre los hongos celulolíticos, se incluyen unos de los phyla Ascomycota (los géneros Chaetomiun y Trichoderma se encuentran entre los más estudiados, a tal punto que se han caracterizado sus enzimas celulolíticas a nivel transcripcional y proteómico), Basidiomycota, Chytridiomycota, y Zygomycota (sólo ciertos miembros del género Mucor presentan significativa actividad celulolítica). Tambien se han descripto hongos anaeróbicos celulolíticos, que fueron incluidos en el phylum Neocallimastigomycota, que están asociados a la microflora del sistema digestivo de animales rumiantes. Diferentes microorganismos eucariotas pertenecientes al phylum Oomycota (Reino Straminipila) también degradan la celulosa. A pesar de los numerosos estudios sobre la degradación microbiana de lignocelulosa, existen escasos datos sobre Archaea capaces de atacar celulosa cristalina, destacándose unas hipertermófilas afines a Ignisphaera aggregans, Pyrobaculum islandicum y Thermofilum pendues. No obstante, es difícil imaginar el rol de estos microorganismos considerando que las condiciones extremas en las que desarrollan probablemente no tenga relación estrecha con el crecimiento de plantas vasculares y el aporte al suelo de lignocelulosa.
Almidón
El almidón es el polímero de reserva por excelencia de las plantas y por lo
tanto se encuentra en los residuos vegetales. Químicamente, el almidón es una mezcla de dos polímeros de la D-glucosa con enlaces glucosídicos α-(1,4). Mientras que los polimeros no ramificados se denominan amilasa, los polímeros ramificados en enlaces β (1-6) se denominan amilopectina. Muchos hongos y bacterias hidrolizan el almidón a través de la síntesis de enzimas diferentes amilasas.
Factores que afectan la dinámica de la materia orgánica en el suelo.
1. Nitrógeno: el N-inorgánico en forma de nitrato, constituye un elemento clave
para la degradación de la celulosa, ya que la microflora lo requiere para satisfacer sus necesidades plásticas (1 parte de nitrato por cada 35 partes de celulosa). Por esta causa mientras se esté produciendo la degradación no habrá nitratos disponibles en el suelo para el cultivo, porque están siendo inmovilizados por los microorganismos.
2. Temperatura: la mineralización es más lenta a temperaturas bajas, pero en
función de la diversidad de microorganismos que la producen, el rango es muy amplio.
3. Humedad y aireación: como la microflora específica puede ser aerobia o
anaerobia, el nivel hídrico del suelo condicionará la actividad de cada uno de estos grupos.
4. pH: en general la celulólisis es más activa en suelos neutros.
5. Relación carbono/nitrógeno: esta relación indica velocidad en que se
producirá el proceso de degradación. Las plantas contienen generalmente la misma cantidad de carbono (40% del peso seco), sin embargo el contenido de N varía según la especie. Cuando la cantidad de N del sustrato adicionado es alto, la microflora encuentra satisfechas sus exigencias en el elemento, se multiplica y degrada el sustrato rápidamente. Por el contrario, si el sustrato es deficiente en nitrógeno, su relación C/N es alta y el proceso de degradación se cumplirá lentamente, en este caso la microflora encargada de la descomposición asimile el N disponible inmovilizándolo. CICLO DEL NITRÓGENO
El nitrógeno es un nutriente esencial para toda forma de vida en la Tierra, uno
de los elementos más abundante en los tejidos vegetales y como consecuencia de ello, uno de los elementos más requerido por las plantas. Su deficiencia reduce marcadamente la producción agrícola en cantidad y calidad. Una importante reserva de nitrógeno es la atmósfera, en donde se encuentra en estado gaseoso constituyendo el 80% de la misma. En el suelo se encuentra principalmente en forma orgánica (proteínas, peptidoglicano, quitina, ácidos nucleicos), pero para ser aprovechado por las plantas, debe mineralizarse, este proceso lo realizan los microorganismos que actúan mediante sus sistemas enzimáticos. La secuencia de transformaciones que sufre el nitrógeno en el suelo como resultado de la actividad microbiana, constituye un ciclo que explica la dinámica de este elemento en el ecosistema, siendo los hongos y las bacterias los microorganismos del suelo que tienen mayor participación. El ciclo del nitrógeno en el suelo incluye formas orgánicas e inorgánicas (algunas volátiles), muchos de sus pasos ocurren de manera simultánea y en algunos casos en sentido opuesto.
Amonificación
Este proceso consiste en la transformación de distintas moléculas orgánicas en
amonio. No posee una microflora específica, muchos microorganismos quimioorganótrofos entre ellos bacterias, actinomicetes, hongos, protozoos y algas son capaces de efectuarla en condiciones aerobias o anaerobias. Estos microorganismos metabolizan sustratos muy variados como: urea, aminoácidos, proteínas, aminoazúcares, ácidos nucleicos, sustancias húmicas que luego de varios pasos, son transformados en NH4+. Debido a la falta de una microflora específica y a la diversidad de sustratos, la amonificación es uno de los procesos menos sensibles a los cambios del medio ambiente. Esto hace que se cumpla en diversos ecosistemas. La conversión de componentes orgánicos nitrogenados a amonio ocurre en varios pasos, mediante la acción de enzimas provenientes de microorganismos y animales del suelo. En primer lugar las enzimas extracelulares degradan los polímeros orgánicos nitrogenados, luego los monómeros resultantes atraviesan la membrana celular y son metabolizados hasta la producción de amonio, que posteriormente es liberado a la solución del suelo.
En muchos casos la producción final de amonio ocurre dentro de las células
por medio de enzimas intracelulares, por ejemplo: asparaginasa, glutaminasa, quinasa, deshidrogenasas. El grupo amino de las moléculas orgánicas es liberado por deshidrogenasas y oxidasas en un proceso llamado desaminación. Las deshidrogenasas, como la glutamato deshidrogenasa, requieren la coenzima NAD+ (nicotinamina adenín dinucleótido) como aceptor de electrones. La degradación microbiana de aminoácidos, amino azúcares y ácidosnucleicos, en muchas instancias, es realizada para satisfacer los requerimientos de energía y carbono de los microorganismos heterotróficos. Por ello, el amonio liberado como resultado de la amonificación puede considerarse como producto del catabolismo.
Destino del amonio en el suelo
El amonio generado a partir de este proceso puede seguir varios caminos:
a. ser metabolizado por los microorganismos quienes lo utilizan como fuente de
nitrógeno. b. ser incorporado por los vegetales superiores para su nutrición. c. unirse a los minerales de arcilla, pasando a formar parte del complejo de intercambio del suelo. d. ser adsorbidos fuertemente por las arcillas, no quedando disponible para las plantas. e. ser oxidado a nitrito y luego a nitrato por microorganismos nitrificadores. f. ser volatilizado (cuando el pH es alto).
Entre los microorganismos involucrados en el proceso de amonificación se
encuentran hongos como Alternaria, Aspergillus, Mucor, Penicillium, Rhizopus, etc; y bacterias como: Pseudomonas, Bacillus, Clostridium, Serratia, Micrococcus, Klebsiella, etc.
Nitrificación
La nitrificación es un proceso que consiste en la oxidación de amonio a nitrato
por la actividad de microorganismos del suelo. Este proceso, en la naturaleza, es el resultado de una acción secuencial de dos grupos separados de microorganismos. El primer paso de la nitrificación quimioautotrófica es la oxidación del amonio a nitrito, realizado por las bacterias oxidantes del amonio (nitritadoras) pertenecientes al género “Nitroso-“. Luego el nitrito es oxidado a nitrato por las bacterias oxidantes del nitrito (nitratadoras) del género “Nitro-“. La nitrificación junto con la amonificación forman parte del proceso conocido como mineralización del nitrógeno. La importancia de esta transformación se basa en que el nitrato es la principal fuente de nitrógeno asimilada por las plantas. Las bacterias que crecen quimiolitotróficamente a expensas de compuestos reducidos de nitrógeno se denominan bacterias nitrificantes y el proceso es conocido como nitrificación autótrofa.
Nitritación es la oxidación del amonio a nitrito: en la etapa inicial participa la
enzima de membrana amonio-monooxigenasa y el primer producto del proceso de la oxidación es la hidroxilamina que posteriormente es oxidada a nitrito mediante la enzima hidroxilamina-oxidoreductasa. La reacción global es la siguiente:
NH3 + 1.5O2 NO2- + H++ H2O + 65 Kcal.mol-1
El primer paso es la conversión de amonio a hidroxilamina:
NH3 + O2 + 2 H+ + 2e- NH2OH + H2O
Esta es una reacción endergónica y requiere una pequeña cantidad de energía.
Posteriormente la hidroxilamina es convertida a nitrito en una serie de pasos aún no definidos completamente. Pero se conoce la participación de la enzima hidroxilamina oxidoreductasa. Esta última reacción produce energía. NH2OH + H2O NO2- + 5H++ 4e- La oxidación del amonio produce acidificación de los suelos.
Nitratación es la oxidación de nitrito a nitrato, se realiza en un paso por la
acción de una enzima de membrana nitrito oxidoreductasa NO2- + ½ O2 NO3-+ 18 Kcal.mol-1
La nitrificación es el resultado de la actividad de bacterias aerobias estrictas,
quimiolitótrofas, no esporuladas, Gram (-), de la familia Nitrobactereaceae, que obtienen la energía para su crecimiento, de la oxidación del amonio o del nitrito, con esa energía sintetizan los hidratos de carbono a partir del CO2 de la atmósfera o de los carbonatos y bicarbonatos presentes en el suelo. Estas bacterias están ampliamente distribuidas en los suelos y en el agua, se encuentran en gran cantidad en hábitats donde se produce una intensa descomposición proteica, por ejemplo en corrientes de agua que reciben aportes de aguas residuales.
Entre las bacterias oxidantes de NH4+ podemos encontrar a: Nitrosomonas
Entre las que oxidan NO2- tenemos a: Nitrobacter winogradsky, Nitrococcus
mobilis, Nitrospira gracilis.
Factores que afectan la nitrificación:
a. Aireación del suelo: es fundamental la disponibilidad de oxígeno, debido a
que los microorganismos nitrificadores son aerobios estrictos. La humedad óptima es cercana a la capacidad de campo, con 60% de los poros llenos de agua. Por este motivo cuando se cultivan en medio líquido, in vitro, deben agitarse para facilitar la aireación b. Disponibilidad de sustrato: debe haber amonio disponible para iniciar el proceso. c. pH del suelo: la mayoría de los microorganismos intervinientes son sensibles a la acidez (óptimo 7-7.6). La nitrificación produce acidificación del hábitat debido a la formación de ácido nítrico, esto podría inhibir el proceso. Por ello, cuando se hace el cultivo in vitro es conveniente incorporar carbonato de calcio como buffer. d. Otros factores ambientales y del suelo: 1. Temperatura: se trata de bacterias mesófilas, la temperatura óptima se halla entre 24º y 30° C, son sensibles a las bajas Tº.
2. Disponibilidad de P: la escasez de este nutriente puede limitar la nitrificación.
En resumen la nitrificación autótrofa es rápida en suelos húmedos y aireados, bien drenados y de buena estructura, lenta o nula en suelos pesados.
Nitrificación Heterótrofa es llevada a cabo por un gran número de bacterias y
actinomicetes heterótrofos que son capaces de producir pequeñas cantidades de nitritos o nitratos a partir de compuestos orgánicos y de amonio. Si bien la energía liberada es escasa, la importancia de este proceso radica en que estos microorganismos pueden actuar en condiciones donde los autótrofos no pueden sobrevivir.
Destino del nitrato en el suelo, su efecto sobre el ambiente:
Una intensa nitrificación resulta muchas veces perjudicial para la población,
los iones nitrato son solubles en el agua y pueden ser llevados lejos de la zona radicular y producir la contaminación de las aguas. Esto ocurre en las zonas donde se aplican altas dosis de fertilizantes nitrogenados. Al incorporarse al organismo de las personas, los nitratos se reducen a nitritos en la sangre y se unen a la hemoglobina que pierde la capacidad de transferir oxígeno, esta enfermedad denominada metahemoglobinemia es de gran importancia en los bebés. El alto contenido de nitratos en los cursos de agua, genera la denominada eutroficación que favorece el excesivo desarrollo de algas, como consecuencia de ello disminuye la cantidad de oxígeno disuelto, generando mortandad de peces y un aumento significativo en el costo de potabilización.
Desnitrificación
Es una de las causas más importantes de la pérdida de nitrógeno por vía
biológica y consiste en una respiración anaeróbica de sustratos orgánicos o inorgánicos, con nitrato como aceptor de electrones. Esta reducción microbiana de los NO3- produce en principio compuestos intermediarios y luego compuestos gaseosos como NO, N2O y N2, que se liberan a la atmósfera.
La reacción global es:
2 NO3- + 5 H2 + 2H+ N2 + 6 H2O
Los organismos desnitrificadores generan ATP, a través del transporte de electrones por la vía del sistema de citocromos y poder reductor. La mayor parte de los microorganismos vinculados a la desnitrificación son anaerobios facultativos, dentro de estos se encuentran diversos grupos: organótrofos como Pseudomonas sp, Alcaligenes sp, Bacillus sp, Agrobacterium sp, litótrofos como Thiobacillus sp, diazótrofos como Rhizobium sp, Azospirilllum sp, etc.
La bioquímica del proceso involucra cuatro reducciones con sus
La actividad de las enzimas responsables del proceso de desnitrificación es
inhibida por el oxígeno y por ambientes de pH bajos.
Factores que afectan la desnitrificación en el medio ambiente.
a. Aireación del suelo: El proceso es anaeróbico, por lo tanto se ve favorecido
en ausencia de O2, como ocurre en suelos pobremente drenados o con alta compactación. b. Disponibilidad de NO3- : El nitrato actúa como aceptor alternativo de electrones. Una alta concentración de nitrato u otros óxidos de N son fundamentales para que puedan emplearse como oxidantes.
c. Disponibilidad de Carbono: Se ha correlacionado la disponibilidad de C con
la desnitrificación. Es necesario la presencia de un compuesto reductor, carbono orgánico para organótrofos, o un reductor inorgánico en el caso de los litótrofos como el S, SH- o NH4+.
d. Diversos factores del suelo y medio ambiente:
1. La temperatura del suelo afecta directamente el proceso de desnitrificación,
debido a que la actividad microbiana aumenta, dentro de ciertos parámetros, en forma exponencial ante aumentos en la temperatura. 2. La humedad está relacionada con la aireación, el 50% de la variación en la tasa de desnitrificación se debe a cambios en el contenido de agua del suelo. 3. El pH requerido por la mayor parte de las bacterias desnitrificadoras oscila entre 6 y 8. La desnitrificación se vuelve muy lenta a pH 5 y no ocurre en suelos con niveles de pH 4 o inferiores.
En resumen, el ciclo del N es complejo y su estudio y comprensión permitirá
realizar un mejor manejo del suelo agrícola, y del medio ambiente. La reserva de N en el suelo se encuentra como nitrógeno orgánico, la conversión de nitrógeno organico a inorgánico, mineralización, es un proceso continuo. El ciclo cierra en el proceso de fijación de N2, el nitrógeno atmosférico es en última instancia la fuente principal de N para todas las transformaciones posteriores.