El Tarot, como depositario de la sabiduría occidental por excelencia,
contiene información numerológica. Veamos en qué consisten los números de acuerdo a esta numerología occidental y cómo se inserta en el Tarot. •Cero:símbolo del absoluto, de la No-cosa, de la luz ilimitada, raíz de todas las cosas. Es la energía pura, por encima y más allá del pensamiento, la Superconsciencia. •El Loco:el espíritu puro, el ser entregado a la experiencia de conocer sin barreras, sin límites. El ser puro, como el niño, sin influencias externas que lo afecten. •Uno:unidad, comienzo, iniciativa, originalidad. La consciencia del YO SOY, el ser capaz de realizar su creación a través de iniciativas propias. Es liderazgo, independencia de criterio, voluntad. •El Mago:mercurial (mental), dinámico, que maneja con habilidad los elementos y dice “Hágase mi voluntad” porque se sabe creador (YO SOY) •Dos:par, dúo, duplicación, receptividad, equilibrio de opuestos. •La Sacerdotisa:la intuitiva, meditadora, conocedora de la esencia humana, la que observa la dualidad, la entiende y equilibra. •Tres:incremento, desarrollo, crecimiento, despliegue y por lo tanto, expresión. Representa el desarrollo real hacia fuera de los principios del Uno por el Dos. •La Emperatriz:la madre fértil, como la tierra, como la naturaleza toda. Que da vida a las ideas concebidas por la Sacerdotisa. La energía femenina activa y productiva. •Cuatro:orden, medida, clasificación, registro, tabulación y demás. Símbolo del orden abstracto universal. •El Emperador:el padre, la autoridad que organiza, quien pone orden y da forma. Quien protege y vigila, dirige y evalúa. El estratega y el conductor. •Cinco:mediación, adaptación, medio, actividad e ideas similares. Ley dinámica que procede del Orden Abstracto. •El Sumo Sacerdote:el puente entre Dios y los hombres, el comunicador, el guía espiritual, la institución y la educación. Mediador que administra sacramentos y comunica la tradición dentro de los límites de la libertad que le confiere su jerarquía. •Seis:equilibrio, simetría, contrapeso, belleza, armonía de los opuestos, reciprocidad, actividades complementarias, polaridad, amor. •Los Enamorados:los opuestos que se complementan a través de le entrega de cuerpo y alma. Pero también el libre albedrío, la escogencia de un camino, encrucijada. •Siete:protección, resguardo, seguridad, victoria. Dominio de la mente, autonomía. •El Carro:guerrero que avanza victorioso en medio de los obstáculos. Vence con sabiduría y conciencia de ser el protector de la ciudad, de las ideas, de su propio camino de ascenso espiritual, superando la dualidad. •Ocho vibración, flujo y reflujo de las ideas. Causa y efecto. Control y dominio. •La Fuerza: dominio interior, vencer las propias limitaciones, las pasiones y dependencias, nuestra propia sombra, representada en una fuerza animal, irracional y salvaje. •Nueve:consumación, cumplimiento, la meta, el final de un ciclo de actividad. Servicio. •El Ermitaño:maestro, guía silencioso que conduce a otros con su lámpara. Humilde y consciente de su función de servicio y entrega. La experiencia producto de los años. El guía ejemplar. •Diez:perfección y dominio. Cierre de ciclo. Retorno a la unidad. Numerológicamente los números compuestos por dos dígitos se suma para llegar a uno solo (suma teosófica), en este caso: 10=1+0=1. •La Rueda de la fortuna:el gran ciclo de la vida con sus altibajos, la evolución que se logra a través del movimiento permanente.