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Sin una motivación positiva de querer estudiar, es muy difícil lograr una buena
concentración y buenos rendimientos escolares.
Se debe entender el estudio, como “nuestro trabajo” (tarea profesional que se debe
desarrollar de forma responsable) igual ocurrirá en el futuro cuando tengamos un puesto de
trabajo.
Una motivación positiva hacia la materia de estudio supone que, entre otras, las
siguientes ventajas:
Para conseguir éxito en tus estudios es fundamental que reflexiones sobre las razones
que te han llevado a iniciar este curso, ya que si conoces estos motivos te resultará más
fácil lograr tus objetivos.
Ej.: ¿Por qué estudio?......... ¿Qué voy a obtener aprobando este curso?..... ¿Qué tiene de
positivo?.... ¿En qué me va a ayudar?.... ¿Qué me puede aportar?.
Al igual que un médico busca un hospital bien dotado, con buenas condiciones
sanitarias; el futbolista busca que el césped esté bien cuidado… el estudio requiere unas
condiciones de tipo ambiental específicas que conseguirán que rindas al máximo.
► El lugar donde se estudia debe ser:
FIJO: Siempre a ser posible el mismo sitio, porque te ayudará a crear un hábito de estudio.
PERSONAL: Debe pertenecerte, estar decorado a tu gusto. En este punto debes tener en
cuenta, que en tu mesa de estudio y el espacio inmediato que rodea tu área de estudio no debe
haber nada que no sirva específicamente para el estudio, sobre todo elementos que puedan
tener valor sentimental (trofeos, fotos, pósters). Es posible que tengas que compartir tu
habitación, no obstante crea tu ambiente personal en un rincón, es importante que dispongas
de un mobiliario para ti.
AISLADO: que te permita concentración, para ello evita:
◘ Conversaciones, llamadas telefónicas en las horas de estudio. Si compartes
habitación arréglate para estudiar a distintas horas o acuerda guardar silencio durante el
periodo de estudio. La voz humana es la principal fuente de distracción durante el estudio.
◘ Música. Es desaconsejable para actividades que requieran una gran
concentración. Sólo podría ser conveniente para contrarrestar los ruidos inoportunos del
exterior. Pero habría de ser un fondo musical, con volumen bajo y sin pausas publicitarias.
Si no hay ruidos exteriores es preferible que estudies sin música. Por supuesto la televisión
está prohibida, ya que estimula simultáneamente la vista y el oído.
◘ Ruido exterior. Elige, si puedes, una habitación con poco ruido, alejada de la
sala de estar, TV, etc.
ORDENADO: De tal manera que cada objeto tenga destinada una posición y siempre que te
haga falta puedas localizarlo con rapidez, de esta manera ahorrarás mucho tiempo
buscando libros, apuntes y material, inútilmente. Otro punto importante, en este apartado,
es tener preparado a mano todo el material necesario para afrontar tu sesión de estudio.
Por supuesto, al finalizar, debes reintegrarlo a su sitio.
ILUMINACIÓN: Es preferible la luz natural sobre la artificial. La luz debe entrar por el lado
contrario de la mano con la que escribes para no hacer sombras. Lo mismo ocurre con la
luz artificial, debe tener las mismas características. Hay que cuidar que esté bien
distribuida, que no sea demasiado intensa ni demasiado débil, y por supuesto, que no se
proyecte directamente sobre los ojos del estudiante. Lo más adecuado es una lámpara
articulada con una bombilla de 60W y de tonalidad azul, y otra ambiental que ilumine el
resto de la habitación, para que no haya demasiado contraste.
MOBILIARIO: Lo ideal sería disponer de una mesa de estudio, una silla y un armario-
estantería para colocar libros, carpetas y útiles de escritorio. No obstante una mesa con la
amplitud necesaria para disponerse cómodamente con el material, y una silla de respaldo
recto serán suficientes para propiciar una situación activa ante el trabajo del estudio.
Tipo personal.
Dentro de estos factores nos encontramos condiciones de tipo físico y otros de orden
psíquico, íntimamente relacionados.
Seguramente a ninguno de vosotros se os ocurre poneros a estudiar cuando estáis
enfermos y con fiebre; sin embargo no ocurre lo mismo cuando tenéis el estómago lleno, o
no habéis descansado lo suficiente; es típico, por ejemplo, el estudiante que se presenta a
realizar un examen con cara de estar sonámbulo, y de haber estudiado intensamente los
últimos días sin guardar los turnos de sueño necesarios. ¿Realmente creéis que podéis
rendir en vuestro estudio después de una abundante comida, cuando lo que realmente os
apetece es una siesta?, o ¿Cuándo se os cierran los párpados porque no habéis dormido lo
suficiente?
ESTAR SANO: Es fundamental estar sano para rendir al máximo en los estudios, difícilmente
podrá uno concentrarse si tiene malestar, fiebre, dolor de cabeza, etc. En estas
circunstancias, se debe poner todo el empeño en curarse, cuando esto se haya conseguido,
tiempo habrá de estudiar.
Dentro de este apartado hay dos aspectos que tienen especial importancia como son los
sentidos de la vista y del oído. Hay bastantes alumnos que fracasan en los estudios porque
no se les ha detectado a tiempo sus deficiencias auditivas o visuales, y en algunos casos,
aunque se les haya detectado, no se les ha dado el tratamiento oportuno. Por lo tanto, es
importante acudir al especialista para hacer revisiones periódicas.
EJERCICIO FÍSICO: Ayuda a combatir los efectos nocivos que puede ocasionar el estar
tanto tiempo sentado. Algunos estudios indican que más del 50% de los estudiantes no
hacen el ejercicio físico suficiente.
Además se ha demostrado que existe una correlación entre la preparación física y las notas
académicas, es decir, que generalmente los alumnos que están preparados físicamente,
obtienen mejores notas en sus estudios que los que no lo están.
Por último, si el deporte no te entusiasma, has de saber que existen otras muchas
actividades con las que puedes hacer ejercicio físico: excursionismo, marchas, cicloturismo,
baile, danza, etc.
SUEÑO: Es posible que muchos de vosotros cuando os levantéis para acudir cada mañana
al instituto, todavía tengáis sueño. Quizá la noche anterior no habéis dormido lo suficiente,
y es probable que la causa sea que os acostasteis demasiado tarde, y si es así, hay
bastantes probabilidades de que la culpa la tenga algún programa de televisión.
Efectivamente, la televisión roba muchas horas de sueño a los estudiantes. Y sin
embargo, el sueño hace que el cuerpo esté relajado y en descanso, poniéndose a punto
para el día siguiente.
Es posible que recordéis alguna ocasión en que hayáis pasado una mala noche,
seguramente a la mañana siguiente os habéis encontrado sin ganas de hacer nada y os
costaría gran esfuerzo centraros en una tarea intelectual. Por lo tanto es muy importante
que os marquéis unos horarios fijos de sueño y descanso, ya que es una necesidad básica
del organismo humano.
Os preguntaréis, ¿cuántas horas debéis dormir?, lo cierto es que cada persona requiere
un tiempo distinto, pero el ideal para una persona de vuestra edad oscila entre 8 y 9
horas, y además es importante que se duerma si interrupciones.
Al igual que cuando hay un dinero que gastar se hace un presupuesto, cuando se dispone
de un tiempo se hace una planificación.
El presupuesto económico se hace para no gastar más de la cuenta o para comprar las
cosas necesarias. Con la planificación temporal se pretende no malgastar el tiempo para
realizar todas las cosas importantes.
Tu tiempo personal.
En el tiempo diario que debes dedicar al estudio, debes tener presente los siguientes
aspectos:
1. Planificación previa: en primer lugar, debes contar con un tiempo para la planificación
previa; es decir, que antes de cada sesión de trabajo vas a planificar lo que vas a hacer en
ella y esto requiere un tiempo que no se puede olvidar.
2. Material necesario: Cuando ya sabes lo que vas a hacer, el siguiente paso consiste en
preparar el material necesario. Tener sobre la mesa o lo más cerca posible los bolígrafos,
reglas, papel y demás útiles de escritorio, libros, apuntes, agenda, diccionario… etc., te
ayudará mucho. Ya no tendrás el pretexto de salir a buscar algo y distraerte en el trayecto.
Con ello ganarás en tiempo y no perderás concentración.
4. Descansos: También debes tener previstos los descansos, en el caso de que tú seas un
estudiante que los necesite y te sean útiles. Habrá que indicar el tiempo que se les destina
y el momento de realizarlos.
5. Imprevistos: Poder cumplir el plan a rajatabla no es fácil, puede ocurrir que tardes más
de lo que pensabas en alguna tarea, que necesites más consultas, que recibas una visita,
etc. Por eso es muy conveniente que dejes un tiempo de margen que te permita hacer
frente a los contratiempos que te surjan.
Curva de rendimiento.
Ahora hablaremos del rendimiento a la hora del estudio, ¿cuáles son los mejores
momentos?
Esta curva nos puede explicar de forma aproximada el rendimiento de muchos estudiantes.
Según esta curva, podemos distinguir:
- Una primera fase que podemos llamar de Precalentamiento. Volviendo al símil de los
deportistas, tú sabes que para emprender un ejercicio físico siempre se recomienda un
período de calentamiento; en este caso vas a comenzar un importante ejercicio sobre todo
mental, y también la mente necesita un tiempo de preparación. Este es el momento idóneo
para realizar las tareas agradables con un grado de dificultad media.
► ¿Qué parte del día es la más apropiada para estudiar: la tarde o la noche?
Esto es una decisión personal, pero en cualquier caso, si puedes:
- Elige horas que estén separadas de las comidas. No se puede rendir convenientemente
en pleno proceso digestivo.
- Procura estudiar siempre a las mismas horas. Esto te creará un hábito de trabajo
permanente te permitirá organizar mejor tu tiempo de ocio y descanso.
- Estudia en las horas que más rindas.
HORAS
De__a_
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Elabora tu propio horario semanal de estudio . Diariamente haz los deberes, estudia los temas correspondientes y lee.
Lectura.
La lectura tiene una gran importancia en vuestra labor de estudiantes, pensad, por
ejemplo, en la cantidad de horas que os pasáis delante de los libros.
Conviene que reflexionéis que la lectura no sólo es un instrumento básico para el
estudio; sino también un medio de diversión y entretenimiento, y que puede haceros pasar
muy buenos ratos.
La lectura permite, por ejemplo: escoger y seleccionar entre muchos temas como
aventuras, misterio, espionaje,…etc. Os puede llevar a imaginar y crear aquellas situaciones
que os describen los libros, llegando incluso a ser protagonistas de la historia.
- La visión: para empezar debes plantearte si necesitas unas gafas, o, si las usas, si su
graduación es la adecuada.
Los especialistas recomiendan hacer una revisión por año, pero además hay una serie de
signos que evidencian defectos en la vista. Por ejemplo: fíjate si en las letras ves contornos
borrosos, si parpadeas en exceso, si se te inflaman los párpados, si tienes frecuentes
dolores de cabeza o te cuesta mucho concentrarte.
- La fatiga ocular: aparece cuando llevas mucho tiempo leyendo y lógicamente disminuye tu
rendimiento. Para combatirla puedes hacer alguna de estas sugerencias:
- Mirar por la ventana a la lejanía
- Parpadear con frecuencia durante unos instantes.
- Mojarte los ojos con agua fresca o con una infusión de manzanilla.
- Posición del texto: Es conveniente que la parte superior del texto se encuentre más alta
que la inferior. Para ello utiliza un atril. Ten en cuenta también, que el texto no debe estar
en movimiento, por lo que no es aconsejable leer en coche, autobús, metro…etc.
- La distancia del texto: No debe ser ni demasiado corta ni excesivamente larga. Entre 25 y
35 cm. Puede ser una distancia adecuada para que te encuentres cómodo leyendo.
- El tipo de letra y papel: El tamaño de letra más adecuado es el intermedio. La letra debe
ser nítida. El papel no debe tener brillo. Las letras en negro sobre papel blanco son las que
mejor capta el ojo humano.
► Errores a corregir.
1. Movimientos del cuerpo: Hay lectores que para leer van señalando con el dedo o con un
lápiz debajo del renglón por donde van. Se trata de un movimiento mecánico innecesario
que resta velocidad. Es fácil corregirlo, basta con que sujetes el libro con las manos
mientras lees.
2. Regresiones y retrocesos: Puede ser que en tu lectura te pares y vuelvas atrás para leer
lo que ya leíste, bien para estar seguro o porque algo no entendiste. Estas cosas perjudican
tu velocidad lectora e incluso la comprensión. No debes hacerlo si no te es absolutamente
necesario.
¿Cómo corregirlo? Tapando, a medida que vas leyendo, el texto con alguna tarjeta o
cartulina.
3. La vocalización: Es una pérdida de tiempo mover los labios o la lengua ya que se lee con
los ojos.
¿Cómo saber si cometemos estos errores? Coloca un lápiz entre tus labios, si al leer se
mueve, estás cometiendo el error de mover los labios. Coloca la lengua en el paladar al leer
o come un caramelo mientras estas leyendo.
Toma de apuntes.
Es imprescindible que, antes de tomar notas, escuchar con atención lo que se está
diciendo, pensando, intentando comprender y, al final anotándolo.
Utiliza un vocabulario conocido y abreviaturas personales para tomar notas con mayor
rapidez:
p. ej. = por ejemplo N. B. = nota bene
v. = véase q = que
princ. = principal (mente) distinto
gen. = general (mente) def. = definición
+ q. = más que mat. = Matemáticas
- q = menos que leng. = Lengua
x t = por lo tanto Hª = Historia
h = hombre CC NN = Ciencias Natur.
m = mujer E. F. = Educación Física
p = página p. q. = puesto que
= mayor que cd. = cuando
= menor que car. = características
= q = igual que tb. = también
% = porcentaje nº = número
o = grado ' = minuto
N = nitrógeno '' = segundo
Por lo tanto:
1º. ESCUCHA
2º. PIENSA.
3º. ESCRIBE.
Subrayar.
Lo principal de la técnica del subrayado es que con ella pretendemos destacar y resaltar
las ideas más importantes, y para hacerlo, existen diversos procedimientos.
Se puede pensar que ir subrayando un texto hace que su lectura sea más lenta, y,
lógicamente, es cierto; pero a cambio se obtiene una mayor y mejor comprensión a la vez
que se está en forma activa ante la actividad.
Esquemas.
► Aplicación.
Además, es muy importante que, antes de realizar el esquema, elijas el tipo o modelo
que mejor se ajusta al contenido del texto.
Como ideas prácticas no olvides las siguientes:
- Es de sumo interés que el material que utilices se pueda archivar, ya que así te
organizarás mejor.
- Recuerda que se trata de expresar las ideas principales; por tanto, debes escribir el
menor número posible de palabras; procurando que cuando tengas que estudiar con tal
esquema no se vea repleto de frases y palabras, dando la impresión de estar todo el
papel ocupado por el texto. Es mejor que se vea mucho espacio en blanco, sin escribir;
es decir, que domine el papel vacío sobre el texto.
- Por último, revisa para comprobar que tu esquema contiene, efectivamente las ideas
principales y que éstas están bien organizadas por orden de importancia y/o relación.
► Tipos.
Respecto a la utilidad:
- Es un modelo muy conocido y practicado.
- Es más útil cuando hay poco contenido.
no estamentos
Cambios sociales no privilegios de clase
ciudadanos, iguales ante la ley
no trabas
Cambios económicos
no controles del Estado
REVOLUCIÓN
Libertad
FRANCESA Declaración de los Igualdad
derechos del hombre Propiedad
Seguridad
Cambios políticos
Existen otros tipos de esquemas, pero éste es el que más vas a utilizar.
El resumen.
El resumen debe contener todas las ideas esenciales del texto resumido.
Al igual que el esquema, ha de partir del subrayado y ser personal.
Las ideas deben aparecer jerarquizadas y relacionadas entre sí.
A nivel orientativo, el resumen no ha de sobrepasar la cuarta parte del texto resumido,
aunque a veces dependerá de la complejidad y concisión del texto, de su carácter técnico,
etc.
Debe ir de lo general a lo particular e incluir pocos detalles.
Resulta útil para estudiantes con predominio de memoria auditiva.
El resumen debe llevar pocos puntos y aparte, porque lo alargan demasiado.
PASOS PARA HACER UN RESUMEN
1.Leer un texto comprendiéndolo.
2.Subrayarlo siguiendo las directrices dadas en el esquema.
3.Hacer un resumen con las palabras subrayadas. (Conviene resumir de párrafo en párrafo.)
Ejemplo de texto subrayado para resumir:
EL CALENDARIO EGIPCIO
El calendario del año de 365 días es una invención de los egipcios. La razón de controlar
el tiempo estaba motivada por los ciclos de las cosechas, que dependían de las crecidas del río.
El día que Sirio aparecía en la constelación del Can Mayor, era el día del Año Nuevo. Solía
ser el 18 de julio.
A partir de ese día contaban 365 días hasta la nueva aparición del astro al año siguiente, si
bien cada cuatro años se producía un error de un día de más.
La aparición de la estrella Sirio indicaba que iban a comenzar las inundaciones...".
(De la Prehistoria a las primeras civilizaciones. Edit. Asuri-Santillana).
2) Lectura lenta, subrayando las ideas claves (hay que deslindar lo esencial de lo accesorio).
3) Esquema o resumen de las ideas más importantes, relacionándolas entre sí, formando
redes conceptuales y extrayendo sus causas, consecuencias y conclusiones.
4) Aprendizaje de los contenidos (esquemas o resúmenes), sea leyéndolos varias veces, sea
recitándolos como si se explicasen a otro, repasándolos en orden distinto o recurriendo a
imágenes extravagantes.
Reglas mnemotécnicas.
Estas son recursos que pueden ser muy útiles para recordar y que pueden resultar interesantes
cuando:
- No puedes establecer relaciones lógicas, por ejemplo: listas de palabras, números, fechas, etc.
- Si el tiempo te apremia, (pero esto último no debe ocurrirte si haces una buena planificación)
► Ejemplos.
1. Acrósticos: consiste en construir palabras a partir de las letras iniciales o sílabas de una lista
de palabras que quieras aprender o también se pueden utilizar la primera sílaba de cada
palabra de la lista.
Ej.: aprender esta lista de nombres: Bartolomé Díaz, Vasco de Gama, Colón, Ponce de León,
Magallanes, Elcano.
Lo recordarías con el siguiente acróstico: BARVASCOPONMAEL.
2. Historieta: consiste en construir una historieta con los datos que han de memorizarse.
3. Rima, versos: consiste en buscar una rima a los datos que tengo que recordar para que
resulte más fácil.
El grado de tensión debe ser adecuado para motivar el interés por realizar buenos
exámenes. Si la tensión es demasiado baja, el resultado será una apatía grande tanto para la
preparación del examen como para la realización del mismo. Por el contrario, si la tensión es
excesiva puede desbordarnos, perdiendo el control sobre nosotros mismos y la seguridad en lo
aprendido; puede llevarnos a un bloqueo que nos impida la realización correcta del ejercicio.
Como ya hemos comentado antes, los períodos de descanso son muy importantes en el
proceso de estudio; máxime cuando repasamos para un examen, pues supone alcanzar una
meta próxima para la que hemos de estar en buena forma física y mental.
La víspera del examen conviene que sea un día tranquilo, con actividades y horario
similares al resto de los días. Se debe preparar todos los útiles necesarios para el día siguiente,
evitando así apresuramientos u olvidos causados por los nervios previos al examen. Según
como se vaya de tiempo y dependiendo del estado de ánimo, convendrá repasar normalmente
o relajarse por completo. No obstante, aquí no hay reglas fijas, cada estudiante tiene su propia
forma de afrontar la situación. Lo que si se puede decir, en general, es que no es bueno
pegarse “atracones” de última hora; no son garantías de éxito.
Por último, es recomendable un buen descanso nocturno para tener la mente fresca y despierta
en el examen.
OTRAS RECOMENDACIONES.
Si la prueba es escrita:
Si la prueba es oral:
MEMORIA: FUNCIONAMIENTO
La memoria a corto plazo tiene una capacidad muy limitada, tanto en volumen de
almacenamiento como en tiempo de permanencia.La información se puede mantener en la
memoria a corto plazo mediante la repetición.
Por ejemplo, cuando nos dicen un número de teléfono y lo vamos repitiendo hasta encontrar un
papel donde apuntarlo.
Si uno presta atención a esta información y la elabora (analiza, comprende, relaciona con otras
ideas) puede pasar de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo.
1.- Atención: La atención permite seleccionar unos estímulos e ignorar otros. Es fundamental
tratar de reducir las posibles interferencias. Hay que estudiar en un lugar tranquilo, sin ruido,
que facilite la concentración. El lugar ideal es la propia habitación, con la puerta cerrada y en
silencio (sin música). La atención depende en gran medida de nuestro interés o motivación y
del control de nuestras emociones (alegrías, preocupaciones, tristezas...). Las emociones
pueden llegar a bloquear nuestra mente, distrayéndonos de lo que estamos realizando. Se
puede ejercitar la atención, aprender a captar la información principal y los detalles relevantes,
saber distinguir lo importante de lo accesorio.
Ejemplos: leer atentamente un artículo y tratar de repetirlo mentalmente con el máximo detalle
posible. Observar una foto y tratar de describirla.
2.- Motivación. Resulta más fácil memorizar aquello que nos interesa. A un niño le resultará
más fácil memorizar los nombres de los jugadores de su equipo que las capitales de los países
europeos. Por ello el estudiante debe esforzarse y tratar de ilusionarse con sus asignaturas,
buscarle su lado positivo. Si desde el principio uno decide que cierta asignatura no la soporte le
va a resultar mucho más difícil su aprendizaje.3.- Significado. Antes de comenzar a memorizar
es fundamental comprender la información, entenderla. Tratar de memorizar algo que no se
entiende exige un esfuerzo enorme y como mucho se consigue su memorización imperfecta
(con muchos errores) y a corto plazo (se pierde rápidamente).
Por ejemplo, si hay que memorizar una definición es fundamental en primer lugar entenderla;
sólo entonces se podrá memorizar correctamente.
Por ejemplo, es más fácil memorizar los meses el año en orden cronológico que salteados.Si se
estudian los huesos del esqueleto es preferible seguir un orden: por ejemplo, empezar por los
huesos de la cabeza e ir descendiendo.
Cuando se estudian los ríos de España es más fácil seguir un recorrido: por ejemplo, empezar
por los ríos que desembocan por el norte, descender por el Atlántico y terminar por el
Mediterráneo.
La información bien organizada se puede almacenar y recordar con una gran exactitud.
Por ejemplo, si en historia tenemos que estudiar la expansión del Imperio Romano deberemos
seguir un orden cronológico, asociarla con los distintos emperadores, relacionarla con otros
hechos históricos del momento (por ejemplo, nacimiento de Jesús).
5.- Repetición. Repetir la información que se está memorizando utilizando uno sus propias
palabras. El esfuerzo que se realiza al tratar de recordar la información, sus distintas partes, las
ideas principales y los detalles, y el intentar expresar esto con las propias palabras es
precisamente lo que ayuda a la memorización. Es un ejercicio intenso, mucho más que leer un
texto y tratar de repetirlo sin comprenderlo, pero mucho más provechoso. Hay que evitar una
repetición mecánica (tipo "papagayo").
En definitiva: Para memorizar bien es fundamental una buena concentración, estar motivados y
relajados, comprender el material, organizarlo y repetirlo. b) Retención Es fundamental ir
refrescando periódicamente los conocimientos aprendidos. Por bien que se haya estudiado una
lección si no se repasa periódicamente se terminará olvidando. El estudiante debe utilizar un
calendario donde anotar los distintos repasos que tendrá que ir dando a las lecciones con el
objeto de llegar a los exámenes con los conocimientos frescos. c) Recuperación El ser capaz de
recordar lo que se memorizó va a depender en gran medida de la calidad del registro. Si la
lección se estudió bien se recordará con más facilidad. Para una buena recuperación es
fundamental haber asimilado lo que se ha estudiado. Esto se consigue trabajando la
información y comprendiéndola. La recuperación es más probable que falle cuando se ha
memorizado mecánicamente. En estos casos, si uno se bloquea en un punto determinado de la
lección va a ser incapaz de recuperar el resto.
Para la recuperación puede ser útil crear pistas y en este sentido el contexto puede jugar un
importante papel:
Muchos elementos del contexto existente en el momento del estudio quedan registrados en la
memoria. Por ello, hay que tratar de que el contexto en la fase de recuperación sea lo más
similar posible al que hubo en la fase de memorización.
Llevar al examen la misma ropa que teníamos que cuando dimos el último repaso, la misma
colonia, emplear el mismo bolígrafo (uno especial), ... y muchos más.
Resulta útil crear en el momento del último repaso estudio pistas que luego repitamos en el
momento del examen.
Cuando se va a realizar un trabajo hay que empezar por definir el tema del mismo. A veces
este viene determinado por el profesor, pero otras veces es el propio alumno quien debe
proponerlo.
En este segundo caso, la elección del tema es clave ya que de el dependerá en gran medida el
éxito o fracaso del trabajo.
Si es demasiado amplio resultará muy difícil profundizar, aportar algo nuevo, por lo que puede
quedar en generalidades, careciendo del más mínimo interés. Además, la información disponible
será tan amplia que resultará difícil seleccionarla.
El tema del trabajo debe moverse en un punto intermedio, en el que el alumno pueda disponer
de información suficiente y en el que pueda profundizar algo, realizando alguna aportación
interesante.
Evitar que sea demasiado corto o demasiado extenso (conllevaría una excesiva dedicación que
probablemente no era necesaria).
Puede resultar conveniente hablar con compañeros de cursos superiores para conocer que tipos
de trabajo son los que mejor evalúa el profesor.
Para otros trabajos más amplios (tesinas, proyecto fin de carrera o tesis) la bibliografía
consultada será muchísimo más amplia. También debe buscar en Internet, en prensa y en
revistas especializadas.
De todo este material se extraerán ideas, opiniones, teorías, etc., que servirán de base para
determinar la tesis que se va a exponer, el punto de vista que se va a desarrollar.
Por ejemplo: una primera parte introductoria; luego tres apartados en los que se expondrán las
ideas principales; estos apartados se dividirán en diversos sub-apartados en los que se
profundizarán en determinados aspectos; finalmente un apartado de conclusiones.
Determinada la estructura, con las ideas y conceptos que se van a tratar en cada una de sus
partes, se pasará a la redacción, expresando con las propias palabras dichas ideas,
enriqueciéndolas con explicaciones, hipótesis, ejemplos, etc.
Es preferible desarrollar de entrada todo el trabajo aunque sea sin pulir. A continuación se le
irán dando sucesivas vueltas para perfilarlo, completarlo y, en definitiva, mejorarlo.
No se debe copiar nunca fragmentos literales de las fuentes consultadas, salvo si van recogidos
entre comillas con indicación de su autor.
No se trata de hacer un pequeño resumen del mismo, sino de destacar someramente las ideas
principales presentadas y los argumentos en los que se apoyan.
Deben ser ideas elaboradas, con cierta dosis de originalidad pero manteniendo cierta prudencia
(no se pueden presentar tesis alocadas).
Todo trabajo debe llevar en la segunda página un índice que permita conocer la estructura del
mismo, con indicación de la página en la que se encuentra cada apartado.
El estudiante puede incluir un anexo donde profundice en algunos aspectos que, bien por su
extensión o por su nivel de detalle, no convenga incluir en el cuerpo principal. Otra posibilidad
es añadir estas anotaciones como pie de página.
Por último, el estudiante incluirá al final del trabajo una bibliografía con la relación de fuentes
consultadas.
Deben ser fuentes efectivamente consultadas y no una relación amplísima de libros que resulte
evidente que no se han visto (el alumno perdería credibilidad ante el profesor).
Hay que poner gran esmero en la redacción, cuidando la construcción de las frases, la
gramática y el estilo.
También hay que cuidar la estética: uso de negritas, subrayados y cursivas, márgenes, puntos y
aparte (que los párrafos no sean interminables), encuadernación, etc.
Todos perdemos el tiempo, lo que hay que tratar es que esa pérdida de tiempo sea la menor
posible.
La pérdida de tiempo tiene su origen en que al ser el estudio una actividad que exige esfuerzo,
que cansa, el estudiante encuentra continuamente otras actividades alternativas que realizar
mucho más placenteras. De esta manera se va retrasando el momento de ponerse a estudiar.
Como la asignatura hay que aprenderla para aprobar el examen, el estudiante se verá obligado
posteriormente a recuperar el tiempo perdido, muchas veces cuando ya es demasiado tarde.
Si no se recupera el tiempo perdido se corre el riesgo de suspender el examen con lo que habrá
que volver a prepararse la asignatura en verano, mientras los compañeros disfrutan de las
vacaciones.
La perdida de tiempo conlleva que una materia que se podía haber estudiado en un par de
horas bien aprovechadas, al final haya que dedicarle 3 o 4 horas.
Consideremos una lección que se pueda preparar en un par de horas (por ejemplo, de 5 a 7 de
la tarde). De entrada el estudiante comienza a estudiar ya con retraso (6 de la tarde).
Primero lee la lección con la tele encendida con lo que no se entera de nada (a esto le dedica
una hora). Son ya las 7 de la tarde; podría ya haber terminado si hubiera aprovechado el
tiempo.
A partir de las 7 hace un descanso que se alarga hasta las 8,30. A esa hora decide continuar,
coincidiendo justamente con la hora de la cena (lo que origina el enfado de la madre). Al final,
tras discutir con la madre, decide seguir después de la cena.
Se da cuenta entonces de que ya es tarde y comienza a agobiarse por lo que decide ponerse a
trabajar en serio (de 11 a 12,30 de la noche). Está ya cansado por lo que rinde mucho menos;
además se queda sin ver la película que tanto deseaba y además se irá a dormir muy tarde, por
lo que al día siguiente estará agotado.
Estudiar bien exige concentración, es una actividad cansada, por eso a veces "estudiamos" de
una manera más relajada, menos intensa pero al mismo tiempo menos eficiente.
Esto nos permite tener la conciencia tranquila pensando que hemos dedicado bastantes horas
al examen, pero en realidad lo que hemos hecho ha sido perder el tiempo.
Al final el esfuerzo habrá que hacerlo, por lo que lo único que habremos conseguido con esta
aproximación "light" habrá sido alargar innecesariamente el tiempo de estudio.
Sin darnos cuenta la mente se va, nos evadimos, nos ponemos a pensar en otras cosas,
perdiendo totalmente la concentración.
Cada vez que nos distraigamos debemos apuntar en un papel su causa (sonó el móvil, me
llamó mi madre, fui a buscar la calculadora, quise ver la sección de deportes del telediario,
etc.).
Repasando una y otra vez lecciones que ya se dominan, mientras que aún quedan otras que
aún no se han visto.
Más vale ir al examen conociendo medianamente bien todo el temario que dominando
perfectamente algunas lecciones y sin saber nada de otras.
Estudiando datos de poco interés, con un nivel de detalle innecesario, datos que aportan muy
poco pero que suponen un derroche de tiempo y esfuerzo.
Leyendo un capítulo y volviéndolo a leer, y así repetidas veces sin hacer un mínimo esfuerzo
por profundizar (completar apuntes, entender, hacer un esquema, memorizar, repetir, etc.).
Estudiar sin guía. Se abre el libro y se comienza a memorizar desde la primera línea sin haber
leído previamente la lección para conocer de que trata, que estructura tiene; sin haberla
trabajado).
Con el desorden, sin tener el material preparado, sin tener verificado que los apuntes están
completos, sin saber cuales son los temas a los que el profesor otorga mayor importancia, sin
tener a mano el material que se va a necesitar.
Por ejemplo, en el salón de casa tratando de ver al mismo tiempo un partido de fútbol.
Es preferible parar y ver el partido, recuperando en algún otro momento el trabajo que no se
ha realizado.
El estudio exige un esfuerzo que no siempre apetece; pero como hay que realizarlo si se quiere
aprobar los exámenes más vale ponerle ilusión.
En este sentido ayuda estar convencido de la importancia del estudio, del beneficio futuro que
nos va a reportar.
Estudiar con desgana exige el doble de tiempo que cuando uno está motivado.
DESCANSO
El estudio es equiparable a una carrera de fondo, no se trata de rendir a tope unos pocos días
sino de ser capaz de mantener un buen ritmo de trabajo durante mucho tiempo.
Esto exige mantenerse en perfecto estado de salud, aspecto en el que juega un papel
fundamental el descanso.
El estudiante debe planificar su actividad de modo que tenga tiempo para estudiar, pero
también para descansar y disfrutar.
El día tiene muchas horas y se pueden hacer muchas cosas, es sólo cuestión de organización.
Uno se podría sorprender de lo que puede llegar a cundir un día si se sabe aprovechar, si se
evitan las pérdidas absurdas de tiempo.
Durante el tiempo de estudio (esas 2 o 3 horas al día) hay que establecer descansos regulares
para despejarse y tomar nuevas fuerzas para el siguiente "asalto".
Hay estudiantes que no realizan estas breves paradas pensando que así aprovechan más el
tiempo pero les ocurre justo al contrario, sin darse cuenta van acumulando cansancio
disminuyendo notablemente su nivel de rendimiento.
Estas breves pausas hay que aprovecharlas para salir del cuarto y estirar un poco las piernas.
Se puede realizar alguna actividad relajante (andar por la casa, asomarse a la ventana, charlar
con algún hermano o compañero, regar las plantas, etc.), algo que exija poco esfuerzo mental.
Hay que evitar realizar alguna actividad que a uno le guste especialmente (por ejemplo, ver
parte del partido de fútbol que retransmiten por la tele) ya que costaría mucho volver
nuevamente al trabajo.
Si durante la sesión de trabajo uno se nota muy cansado, ve que rinde poco, es preferible
parar, aunque no se hayan completado las horas diarias de estudio. Si más tarde se siente más
fresco podrá continuar con su trabajo, y si no deberá recuperar otro día las horas pérdidas. Lo
que no debe hacer es forzar la mente.
Cuando uno se encuentra muy cansado no se rinde por lo que seguir con el estudio supone
simplemente perder el tiempo (la mente apenas asimila).
Mientras no sea época de exámenes los fines de semana se podrán dedicar prioritariamente a
descansar y a otras actividades de ocio.
Sin embargo, ya próximos los exámenes el estudiante debe tener la fortaleza suficiente para
renunciar a estas actividades más placenteras y concentrase plenamente en los estudios.
Son pocos fines de semana al cabo del año, por lo que se trata de un sacrificio asumible. Ya
llegarán nuevamente sábados y domingos para disfrutar.
Esto permite desconectar y tener otros alicientes, lo que ayuda a tener la mente más "fresca"
para cuando toque trabajar.
Estas actividades han de tener la consideración de complementarias, por lo que habrá que
dedicarse a ellas con cierto nivel de relajación, evitando que se conviertan en una obligación
más del estudiante.
Estas actividades se pueden realizar tanto los fines de semana como entre semana siempre y
cuando no sean incompatibles con el cumplimiento del plan de estudio. Es sólo cuestión de
organización.
Por último, señalar que es bueno que el estudiante conozca algún ejercicio de relajación que le
puedan ayudar a rebajar la tensión, especialmente en épocas de examen.
Ejercicios de respiración
Se pueden realizar por la noche, antes de acostarse, de pie, con los músculos relajados. Hay
que cerrar los ojos, intentar dejar la mente en blanco, y realizar movimientos de inspiración y
de expiración muy lentos, manteniendo unos segundos el aire en los pulmones. Este ejercicio
dura unos 5 minutos.
Ejercicios de relajación
Se tumba uno en la cama o sobre una alfombra y cierra los ojos, realizando inspiraciones
profundas y soltando el aire lentamente, intentando dejar la mente en blanco. Se trata de ir
tensionando y relajando todos los músculos del cuerpo, uno a uno, empezando por los pies.
Estirará al máximo las puntas de lo pies, como si se fuera a poner de puntilla, manteniendo
esta posición unos 10 segundos, luego las relajará dejándola en su posición normal.
A continuación intentará apuntar con las puntas de los pies hacia arriba, tensionando al
máximo, manteniendo esta posición otros 10 segundos, luego nuevamente los dejará en su
posición normal.
A continuación pasará a las rodillas, doblando las piernas, juntando las pantorrillas con los
muslos, haciendo presión (otros 10 segundos), luego posición normal.
Luego trabajará con toda la pierna, estirándola al máximo, aguantando 10 segundos, y luego
posición normal.
Así irá ascendiendo por el cuerpo, tensando y relajando los diferentes músculos (vientre, pecho,
espaldas, brazo, mano, nuca, boca, ojos, etc.).