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División de la música
y su poder
Aquel que escribe de música debe saber exponer en primer lugar las par-
tes en que los estudiosos han subdividido tal materia. Estas son tres: la pri-
mera está formada por la música del universo (mundana);la segunda, por la
(tibiae) y de los demás instrumentos con los que se puede obtener una
melodía.
La música del universo, que hay que estudiar sobre todo en los cielos, es
(machina coeli),tan veloz? A pesar de que tal sonido no llegue a nuestro oído
otros más abajo, girando todos ellos con un impulso tan bien combinado que
Por ello no puede ser ajeno a este movimiento rotatorio de los cielos el
taciones y la variedad de los frutos, pero, al mismo tiempo, hace del año una
unidad. Por tanto, si se pudiese eliminar con una orden de la mente uno de
los elementos origen de tanta variedad, todo perecería y, por decirlo así, no
silencio y en los sonidos agudos hay un límite a la tensión para que las cuer-
das demasiado tensas no se rompan por la excesiva altura del sonido, siendo
reconocer que en la música del universo no puede existir nada tan excesivo
capaz de ocultar las demás partes con su exceso. Y por el contrario, cada
componente, sea cual sea, da sus propios frutos o ayuda a los demás a dar-
el otoño lo madura. Las estaciones dan sus propios frutos o dan a las demás
su contribución para que los den. De esto trataremos más adelante con
mayor amplitud.
nancia? Además, ¿qué podría asociar entre sí las partes del alma, la cual
con lo racional? Y también: ¿qué podría mezclar los elementos del cuerpo y
combinar sus partes con una relación ordenada (coaptio)? Pero de esto
Hay que considerar que todo arte (ars), al igual que toda disciplina, tiene
por naturaleza propia mayor dignidad que cualquier otro oficio ( artíficium)
mucho más elevado y noble conocer lo que hace alguien que hacer nosotros
mismos lo que algún otro conoce, ya que la habilidad manual sirve como un
esclavo, mientras que la razón ordena como una señora, y si la mano no eje-
cutase lo que la razón decide, habría un inútil caos. ¡Cuánto más digna es, por
hacer sólo con la obra y los gestos! Existe en ello una superioridad se-
operativa alguna, mientras que no podría existir obra manual si las manos no
gloria y el mérito de la razón por el hecho de que todos aquellos que realizan
realizados.
dican a los instrumentos y que agotan su labor en ello, corno los citaristas y
carecer de toda especulación. El segundo grupo que tiene que ver con la
música es el de los poetas, los cuales son llevados al canto más por un ins-
tinto natural que por la razón y la especulación: por ello tampoco esta se-
es el que alcanza una capacidad de juicio para valorar los ritmos, las melo-