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Alexander, J.; “Las teorías sociológicas desde la segunda guerra mundial”.

Cap. 1: Qué es la teoría.


Pareciera que el análisis de la teoría tiene como un aire demasiado filosófico.
Las teorías abstraen. Pero hay un contrapeso para esa abstracción y son las personas que las desarrollan;
por eso, para conocer las teorías hay que saber algo acerca de las personas que las desarrollaron.
Hablamos de la teoría contemporánea. Las esperanzas utópicas de la reconstrucción de posguerra fueron
vitales en esa teoría. Estas esperanzas se frustraron hacia la década del ’60. Como respuesta a esta
decepción aparece la furia, que influye sobre la teoría subsiguiente.
Pero la teoría contemporánea no solo se desarrolla en la sociedad contemporánea, sino que trata sobre la
sociedad contemporánea. Si bien hay elementos de las teorías que son atemporales, estas, al estar
producidas en un contexto, es como que están dirigidas hacia ese contexto. En la descripción de la teoría hay
que desplazarse desde las abstracciones teóricas a las concreciones empíricas, a la sociedad
norteamericana de hoy1. Todo esto debería servir para pensar los aspectos empíricos de la sociedad, desde lo
sublime a lo ridículo2.
Primero se tratará de dar una noción de qué es una teoría en general. Esta se puede definir como una
generalización separada de los particulares, una abstracción separada del caso concreto. Como ejemplo
puede pensarse en las actividades de las personas, y en las actividades de los tipos de personas. Dentro de
los tipos de personas, puede pensarse en tipos más o menos abstractos, tipos más o menos generales.
Pero se tratará de avanzar no sobre teorías particulares, sino en la teoría general. Puede haber una teoría
de la clase media, o de la clase trabajadora, pero puede también haber una teoría de las clases, como la
teoría marxista.
El papel de la teoría es crucial, es el corazón de la ciencia. En las ciencias sociales, son las teorías las que
generan las experiencias que verifican datos; las teorías son las que estructuran la realidad.
Por ejemplo: en la explicación del éxito japonés, se dice que los jóvenes otorgan un gran valor al logro; es
la socialización por el logro, lo que exige, de parte de los jóvenes, un gran esfuerzo. La socialización por el
logro no es algo que se imponga al observador. En realidad ocurre que los observadores van imbuidos de la
idea de que la socialización es clave y la reconocen en la realidad.
Otro ejemplo de Japón: sobre el crecimiento económico pueden encontrarse dos respuestas, aquella que
habla de la protección del estado o de la situación militar protegida 3 y otros que indican que se trata de los
valores que atan a obreros y capitalistas japoneses 4. Parece que esta diferencia de interpretación no puede
resolverse con solo mirar al Japón, ya que estas diferencias nacen de las teorías que portan los científicos. Si
consideramos que las personas son por naturaleza competitivas y egoístas, se enfatizarán los factores
materiales; si consideramos a la moralidad como lo central, entonces miraremos los factores ideales.
Otro ejemplo, en este caso sobre Norteamérica. La revolución económica con Reagan, que se basa en las
ideas de Milton Friedman, pero que a su vez pueden encontrarse en A. Smith o J. Locke. Keynes fue quien
dijo que las ideas son la fuerza económica más poderosa5.
La producción de las teorías es importante para la generación de ideas.
La producción de la teoría por inducción: partir de casos específicos y hacer generalizaciones graduales
basadas en elementos comunes. Se trata de una ley abarcadora. Pero una teoría, si bien no se puede
construir sin datos, no se puede construir sólo a partir de datos. Otros sostienen que la teoría precede a
cualquier intento de generalización, y que usamos elementos ateóricos para verificar la verdad o falsedad de
lo teórico. Pero las teorías sociales no se pueden verificar en forma concluyente a partir de datos, aunque la
referencia a datos es vital. Los datos pueden cuestionar una teoría, pero ese cuestionamiento tiene dos
limitaciones: a. los datos también están informados por teorías; b. el cuestionamiento a un aspecto no implica
el abandono total de la teoría.
(Un ejemplo:) nadie diría que la URSS es capitalista, aunque algunos teóricos lo han sostenido; esto
significa que el razonamiento teórico tiene gran autonomía respecto del mundo real.
Las teorías son generadas tanto por los procesos no empíricos como por la estructura del “mundo real”; los
procesos no fácticos pueden ser los dogmas universitarios, la socialización intelectual y la especulación
imaginativa del científico. (Por oposición,) el mundo real modifica los procesos teóricos, pero no los elimina.

1
Que es la sociedad que Alexander tiene enfrente.
2
Esto resulta interesante, porque una teoría totalizadora debería tener la capacidad de poder explicar desde lo sublime
hasta lo ridículo.
3
Japón, después de la derrota en la Segunda Guerra Mundial, no pudo tener un ejército, por lo que no hubo gastos
militares.
4
De forma que no hay conflicto, porque se trataría más de una solidaridad de clases, que de conflicto de clases.
5
El ejemplo está pensado en los términos del papel de las ideas.
1
La ciencia tiene un elemento no empírico, apriorístico, que depende de las tradiciones, que no están
sometidas a una evaluación estrictamente empírica.
Las tradiciones científicas están integradas por los componentes básicos de la ciencia social y esos
elementos pueden conceptualizarse de diverso modo. Esos modos diversos de conceptualizar los elementos
básicos de las ciencias sociales son el centro del debate teórico contemporáneo6.
En las ciencias sociales hay una amplia gama de elementos no empíricos. Cada generación de sociólogos
no solo indica cuáles son sus creencias acerca de cuáles son esos elementos 7, sino cuál es su orden de
importancia. Entonces, estos elementos se pueden poner en un continuo, que sería el “continuo del
pensamiento científico”8.
Las tradiciones teóricas enfatizan niveles dentro del continuo9.
Algunos teóricos sostienen que el nivel ideológico es el decisivo 10. Este elemento no empírico constituye la
sustancia de los hallazgos. Desde este punto de vista, la sociología está dividida en tres tradiciones:
conservadora, liberal y radical. Esta perspectiva resurgió en los años ’60, con los conflictos sociales. Por
ejemplo, los sociólogos críticos de la Nueva Izquierda veían a la sociología académica como una disciplina
sacerdotal.
Otros sostienen que es el modelo lo que determina. Un modelo puede ser la consideración de la sociedad
como un sistema fisiológico o mecánico; otro puede ser la consideración de la sociedad como conjunto no
articulado de instituciones. Para este nivel, la oposición es entre modelos institucionales o funcionales. Desde
este punto de vista, la elección de un modelo funcionalista o institucionalista genera compromisos ideológicos.
A la inversa ocurre si el nivel considerado prioritario es el ideológico: esta elección generaría la elección de un
modelo. La correlación que suele sostenerse es que los modelos funcionalistas son de ideología
conservadora.
Otro de los niveles considerado clave es el metodológico; las opciones serían entre técnicas cualitativas o
cuantitativas o entre estudio de casos y análisis comparado. De estas opciones metodológicas surgirían,
según quienes sostienen este punto de vista, la elección del modelo y los compromisos ideológicos11.
Una cuarta elección del nivel determinante parece resultar del debate contemporáneo. En este caso se
trata de partir de la caracterización del mundo como en conflicto o en equilibrio. La teoría del conflicto 12 indica
que si se sostiene que una sociedad es consensual, entonces se adoptarán modelos funcionales, posiciones
conservadoras y métodos empíricos y antiteóricos13.
Cada uno de estos supuestos es vital para la teorización: modelo, método, ideología y conflicto/consenso.
Cada una de estas posiciones es reduccionista: la ideología es importante, pero no se puede reducir la
teoría a la influencia de los supuestos teóricos, los modelos son importantes, pero no pueden determinar los
otros supuestos, ya que hay funcionalistas marxistas como conservadores 14. También hay funcionalistas
empiristas y funcionalistas que reconocen la importancia de lo teórico. Tampoco lo metodológico: hay teorías
cuantitativas marxistas sobre las clases y teorías cuantitativas liberales que reemplazan las clases por el
estatus. Tampoco la posición acerca del conflicto define todo: tanto Marx como Hegel consideraban la
sociedad en conflicto y nadie ubicaría a ambos en el mismo campo (ideológico).
El debate contemporáneo tiene el problema de la mezcla de niveles distintos y el de ignorar el nivel no
empírico más general: el presuposicional. Se explicará cómo, después de la segunda guerra, el centro del
debate teórico pasó a EEUU.

6
El concepto de tradición científica hace referencia a la teoría sociológica clásica, la que tiene componentes básicos que
son los que pueden conceptualizarse de distinto modo; son estos elementos lo que se debate en teoría sociológica, que
tienen permanencia aunque sean elementos de la tradición sociológica.
7
Se trata de los elementos básicos de la ciencia social
8
Este continuo está graficado en la página 15, como un segmento entre dos extremos: el medio metafísico y el medio
empírico, y como elementos intermedios aparecen, desde lo metafísico a lo empírico, los siguientes puntos: a.
Presuposiciones generales, b. Orientaciones ideológicas, c. Modelos, d. Conceptos, e. Definiciones, f. Clasificaciones, g.
Leyes, h. Proposiciones simples y complejas, i. Correlaciones, j. Supuestos metodológicos, k. Observaciones.
9
Si cada uno de los elementos componentes del continuo es un nivel, Alexander encuentra que las tradiciones
sociológicas han remarcado solo cuatro niveles dentro del continuo; esto plantea la siguiente cuestión: o los otros
elementos dentro del continuo son elementos y no son niveles o las diversas tradiciones sociológicas solo han
remarcado ciertos niveles por causas que el autor no expone; esta última alternativa me parece la más viable.
10
En el esquema de la página 15, el nivel ideológico aparece en segundo lugar.
11
Alexander explícitamente sostiene no adherir a esta postura.
12
Que adopta esta decisión de jerarquizar este nivel, nivel que no aparece explícitamente en el esquema del continuo
científico.
13
¿Técnicas cuantitativas?
14
Acá se observa que la correlación no siempre es estricta, ya que no siempre el funcionalismo implica posiciones no
radicales.
2
En el problema de la acción, la cuestión pasa por determinar si la acción es racional o no. Esta dicotomía
alude a si las personas son egoístas, racionales, o idealistas, no racionales; si son normativas y morales en
su enfoque del mundo, son no racionales, o si son instrumentales, son racionales; si al actuar quieren
aumentar la eficacia, son racionales, o si están regidos por emociones y deseos, son no racionales. Estas
oposiciones se deben a la referencia interna o externa de la acción: los racionalistas remiten a lo externo; los
no racionalistas, a lo interno.
Cada teoría toma una posición apriorística (presuposicional) respecto del problema de la acción. Y una
teoría puede tentar una posición no excluyente.

Pág. 18, 3 párrafo.

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