You are on page 1of 7

DOCENTE: JHONATAN SUSPES – FILOSOFIA

PLAN LECTOR
1 ¿Qué aprendiste con la lectura?

2 ¿De qué trata la lectura?

3 Como crees que puedes aplicar lo aprendido sobre el libro (o la lectura


correspondiente según sea el caso) en tu propia vida o para crees que lo puedes
utilizar

4 ¿Qué es la libertad y para que nos sirve según la lectura?

5 ¿Cómo dar un uso adecuado a la libertad?

6 Realiza un dibujo que represente la lectura

7 Explica ampliamente qué relación tiene la lectura con la filosofía y como aporta
al desarrollo integral de las personas.

Fecha de entrega semana del 25 al 29 de marzo

“AVENTURAS DE UN NIÑO DE LA CALLE”


Julia Mercedes Castilla

Joaquín y Armando son dos niños abandonados. Cada uno tiene su propia
historia. El destino los ha unido para sobrevivir juntos a las inclemencias de una
vida en la calle.

La amistad entre estos dos gamines se ve interrumpida por un terrible


accidente que desencadena una serie de sucesos trágicos. Sin embargo, la
vida no es tan cruel y vuelve a unirlos en una amistad que representa para ellos
su verdadero hogar.

(Acciones Narrativas)

CAPÍTULO I:
1. Armando (10) y Joaquín (11) se encuentran en el Parque Nacional de
Bogotá para conversar sobre las aventuras de sus largas jornadas en las
calles.
2. Los dos gamines iban por la calle pidiendo limosna, utilizando un
discurso repetitivo, entonces Joaquín decía: “Dotorcito, aquí mi mano
está enfermo”.
DOCENTE: JHONATAN SUSPES – FILOSOFIA

3. Los dos niños fueron echados por una sirvienta iracunda y en otra
ocasión, otra empleada les regaló un talego (bolsa) de papel con varias
cosas.
4. Pelea de los gamines con otros chiquillos más grandes de la calle,
quienes les arrebataron sus pertenencias y golpearon a Armando.
Joaquín agradece la ayuda de Pingo Pingo.

CAPÍTULO II:
1. Joaquín y Armando viajaron en un camión que repartía gaseosas, pero
en un momento determinado tuvieron que bajar definitivamente, porque se
detuvo largo rato.
2. Ambos gamines llegaron al Chapinero y buscaron emplearse lavando
carros, obteniendo unos pesos que les sirvieron para comer en un
restaurante.
3. Armando y Joaquín llegaron a un restaurante de la Calle Catorce. Allí
fueron maltratados y humillados por una empleada gorda y estuvieron a
punto de ser golpeados por el administrador del establecimiento, un tal
señor Rojas, pero una vez más Pingo Pingo los salvó.

CAPÍTULO III:
1. Los dos gamines después del incidente del restaurante y de pedir
limosna y comida fueron a parar a la Setenta y Una donde habían unas
casas casi abandonadas que tenían unos sitios donde los chiquillos
descansaban.
2. Una niña y su madre encontraron a los dos gamines dormidos junto a la
casa y dotándoles de alimento y atenciones, les ofrecieron emplearlos
en una fábrica del esposo de la señora y padre de la niña, Joaquín y
Armando estaban felices por esta noticia.

CAPÍTULO IV:
1. Joaquín y Armando llegaron a la fábrica del padre de la niña y
preguntaron por la señorita Doris, pero fueron maltratados verbalmente
por los trabajadores de las oficinas.
2. El jefe del almacén de la fábrica, el señor Contreras, los puso a trabajar
en un cuarto, ordenando cajas de varios tamaños, al final de la jornada,
terminaron extenuados.
3. Ambos chiquillos al poco tiempo se cansaron del trabajo de la fábrica, y
volvieron a las calles a sentir libres y a vivir según sus costumbres.

CAPÍTULO V:

1. Joaquín y Armando recuerdan en el día en que se conocieron en el


Parque Nacional de Bogotá y cada uno cuenta cómo se escaparon de sus
casas por causa de la extrema pobreza en la que vivían.
2. Los dos camines, con el dinero que habían obtenido de la limosna de la
calle, decidieron ir a un restaurante de mala muerte donde bebieron cerveza,
fumaron y se comieron unos platos de sancocho y unas panelitas de leche. La
mesera los recibió e intentó rápidamente echarlos de allí, pero como los
pequeños le mostraron dinero con que pagar, entonces se quedaron allí y luego
DOCENTE: JHONATAN SUSPES – FILOSOFIA

se fueron a la calle cerca de la medianoche a buscar a unos amigos de Joaquín


que vivían cerca del lugar.
3. Una vez en la calle Joaquín y Armando ebrios fueron caminando en zig-
zag en busca de unos amigos; sin embargo, en ese instante un vehículo
atropelló a Armando, el conductor nervioso ante tal situación le dio a Joaquín
un billete y huyó raudo del lugar del accidente. Joaquín no sabía que hacer con
su amigo herido.

CAPÍTULO VI:

1. Joaquín desesperado por el accidente de Armando, gritó pidiendo


ayuda, los hombres que se encontraban en el restaurante en su mayoría ebrios
no quisieron involucrarse en el asunto. La mesera llamó a la ambulancia y esta
se llevó a Armando al hospital San Juan de Dios. Joaquín tuvo que resignarse
a quedarse solo y caminar hasta el hospital, pero por el camino se quedó
dormido debajo de un árbol.
2. Al poco rato oyó un disparo muy cerca del lugar donde se encontraba, la
bala que venía de unos delincuentes había herido a un hombre que más tarde
Joaquín conocería como Aurelio, este una vez caído miró a su alrededor y vio a
Joaquín a quien le pidió ayuda, le dio un pañuelo para que se lo colocara en la
herida y luego apoyándose en el pequeño caminaron hasta la casa de Aurelio
donde una mujer los recibió sorprendida y rápidamente fue en busca de una
mujer, Marina – que era la enfermera de la zona – para que le extrajera la bala.

CAPÍTULO VII:

1. Joaquín durmió esa noche en la casa de Aurelio, a la mañana siguiente


se levantó tímido, pero dispuesto a escarparse de aquella casa, al final no
pudo. La mujer de Aurelio le ofreció un pobre desayuno y un hombre llamado
Cardozo acudió al llamado del hombre herido.
2. Joaquín conoció al tal Cardozo que era un delincuente igual que Aurelio.
Este le presentó al gamín para que lo adiestrara en el oficio del hampa.
3. Joaquín intento escapar una vez más, pero no pudo, fue al baño y no
soportó el olor nauseabundo que salía de este. Cardozo regresó y muy molesto
se llevó al muchacho a la calle para enseñarle el trabajo del hampa.

CAPÍTULO VIII:

1. Cardozo, otro compinche y Joaquín subieron a un camioneta y fueron a


cometer la primera fechoría del día que consistía en robar cosas con el 'truco
de las reparaciones' y así fue como lograron extraer un televisor de una casa,
cuyos dueños estaban ausentes y la ingenua muchacha de servicio se los
entregó.
2. Luego fueron a descargar los artículos robados en una casa donde
también comieron siendo atendidos por una mujer gorda llamada, Rosaura,
finalmente Joaquín se durmió en un catre y luego fue levantado como a la una
o dos de la madrugada para seguir delinquiendo.
DOCENTE: JHONATAN SUSPES – FILOSOFIA

CAPÍTULO IX:

1. En la madrugada del día siguiente, Joaquín fue llevado por sus captores:
Cardozo y el hombre de la cicatriz a robar en una casa ubicada en una zona de
gente adinerada, mientras el gamín viajaba en la camioneta, pensaba en el
momento preciso para fugarse. Entonces, una vez que llegaron a la zona,
Cardozo le dio ciertas instrucciones a Joaquín, este debía ingresar por una
pequeña ventana y luego abrir la puerta posterior de la casa para que Cardozo
robase todas las cosas de valor que pudiera, pero Joaquín se encomendó a
Pingo Pingo y logró escapar por otro lado, llegando a estar cerca de la
camioneta que estaba estacionada en un lugar muy cercano a la casa, allí
empezó a gatear hasta alejarse de la camioneta y luego se echó a correr y a
correr librándose de esta manera de sus captores.

CAPÍTULO X:

1. Después de la fuga, Joaquín se encontraba en la zona sur de la capital.


A la mañana siguiente, muy temprano sintió el cuerpo adolorido y buscó un
lugar donde seguir descansando, pero llegó hasta el parque nacional y en una
de las pilas de agua introdujo sus piernas, encontrando rápido alivio, luego
encontró a otros gamines como él jugando canicas, pero este no pudo jugar
con ellos porque rápidamente lo asaltó la idea de encontrar a Armando y
entonces fue al hospital de San Juan de Dios donde estaba su amigo.
2. Una vez dentro del hospital, Joaquín empezó a preguntar por su amigo
Armando, la enfermera que trabajaba en recepción le dijo que con el nombre
de una persona no era suficiente hallar a un paciente y entonces se lanzó a
buscar piso por piso y cuarto por cuarto, pero lamentablemente Joaquín no
encontró a Armando. Finalmente se vio obligado a abandonar el nosocomio y
lanzarse nuevamente a la calle, pensando en la manera de encontrar a su
amigo.

CAPÍTULO XI:

8 Después de tanto caminar y caminar, Joaquín llegó hasta una callejuela


donde encontró un viejo colchón en el cual pudo pasar la noche y logró
recuperarse del dolor que tenía en las piernas magulladas por el trajín.
9 Al despertar, Joaquín divisó muy cerca una cafetería de la cual se
percibían exquisitos olores. Este intentó pedir unos cuantos mojicones al
dueño, pero le fueron negados, así es que aprovechando un descuido
del dueño, rápidamente regresó al local se acercó a la bandeja de los
mojicones y tomó varios de ellos y huyó corriendo a la calle, el dueño
empezó a vociferar y a llamar a la policía para que lo capturasen.
Joaquín corrió y corrió pero trastabilló y cayó en medio del asfalto, los
mojicones salieron volando y cuando se recuperó un policía lo capturó y
lo llevó a la comisaría detenido.
10 Una vez en la comisaría, otro agente interrogó a Joaquín, exigiéndole
que devolviese el dinero robado en la cafetería a lo que Joaquín
respondió que sólo había tomado unos mojicones y que por favor lo
dejaran libre. El policía no le creyó, llamó a otro oficial más joven y le
DOCENTE: JHONATAN SUSPES – FILOSOFIA

ordenó que lo encerrara en una celda, Joaquín entre sollozos oró a Dios
y pensó en su amigo Armando.

CAPÍTULO XII:

1. Una vez dentro de la comisaría y ya en la celda, Joaquín descubrió que


había otras personas de varias edades. Calavera, uno de los reos le dio la
bienvenida haciéndole una revisión por todo el cuerpo y al no hallar nada en
Joaquín se enfureció. Luego, los internos fueron llamados y después de formar
recibieron su merienda, Joaquín esperó la suya, pero nunca llegó, Calavera le
hizo saber que esa comida sólo llegaba desde la calle y que en ese lugar
recibían solo una “mazamorra” (crema de habas y papas, bastante
desagradable, por cierto) y si tenían mucha hambre que se fuera a beber agua
de un tanque. En ese preciso momento el muchacho que antes había golpeado
a Armando en la calle y Calavera empezaron a pelearse, circunstancia que fue
aprovechada por Joaquín para tomarse la sopa de este.
2. En ese mismo día llegada la noche, Calavera utilizó a Joaquín como
almohada para su cabeza, durante toda la noche el gamín tuvo que dormir
sentado y la sangre ya no le circulaba por las piernas. A la mañana siguiente,
un guardia llamó a tres muchachos entre ellos a Joaquín y después que
recibieron un fuerte llamado de atención, fueron puestos en libertad, una vez
libre, Joaquín recuperó la felicidad y agradeció a Dios y a Pingo Pingo por este
detalle.

CAPÍTULO XIII:

1. Una vez que Joaquín abandonó la cárcel en la que había estado


encerrado dos días empezó caminar y a caminar sin rumbo alguno,
hasta que llegó al Parque Nacional de la Ciudad de Hierro que le
recordaba los mejores momentos de su vida al lado de su amigo
Armando.
2. Una vez en el parque se puso muy triste y lloró, en ese instante,
encontró a un niño llamado Mauricio de aproximadamente 5 años, éste
le preguntó porqué lloraba y dónde estaba su mamá, luego Mauricio le
contó que al día siguiente era su cumpleaños y que iba a ver un payaso
y una gran torta, incluso lo invitó a su fiesta. Joaquín sorprendido por la
madurez del niño le preguntó con quién había venido al parque, Mauricio
le respondió que con su abuelita porque su mamá estaba en la casa
ocupada, justamente la abuela les dio el alcance y terminó dándole una
propina a Joaquín, éste recordó cuando una niña les dio de comer y la
madre de esta les consiguió un trabajo a él y a Armando.
3. Cuando se hizo de noche en el Parque Nacional, Joaquín buscó un lugar
donde dormir, entonces llegó hasta lugar debajo de unos árboles y cerca
de la medianoche apareció Armando, ambos sorprendidos y felices a la
vez de reencontrarse tras largo tiempo empezaron a contar sus
aventuras desde el día del accidente, luego se quedaron dormidos.

CAPÍTULO XIV:
DOCENTE: JHONATAN SUSPES – FILOSOFIA

1. A la mañana siguiente Joaquín y Armando, felices y libres


nuevamente empezaron con mucha energía a lavar autos, contar
historias, pedir limosna hasta que una señora de buena apariencia
les ofrecía llevarlos a almorzar a un lugar decente. Llegaron a una
casa hogar para niños de la calle, estuvieron una semana, la idea de
recibir tres comidas al día y de ser bien tratados les fascinaba, pero
ellos extrañaban la libertad de su mundo: la calle. Así que un buen
día decidieron escaparse por la noche y ya libres una vez más
agradecieron la ayuda de Pingo Pingo.

Resumen.

Joaquín y Armando, dos niños de la calle, se encontraron en la plaza. Los dos


gamines caminaban en por la plaza central hasta encontrar algo bueno. En el
camino se apareció un doctor al que pidieron: ¡ Centavito por favor!, No hemos
comido ni un bocadillo señor. Dramatizando su historia triste. El señor saco de
su chaqueta y dijo: -repártanse entre los dos.

Buen trabajo Joaquín, hacemos tres de estos y podremos almorzar. Ganaron


treinta pesos entre sus historias. Tenían mucha hambre y fueron a una casa.
Les atendió la sirvienta de la casa, muy grosera y les dio un absoluto: NO.

Caminaron llegaron a una casa, de la cual salió una linda niña, dándoles
mucha comida. Ellos agradecieron y se marcharon muy felices. Siguieron su
rumbo hasta un terreno, en el cual saborearon la comida que la dulce niña les
había dado.

Al día siguiente fueron a trabajar limpiando y cuidando autos. Cuando les


hubieran dado unos pesitos por su trabajo, ambos corrieron a una fonda a
servirse un platillo. El mesero de la fonda los trato muy mal y los quiso echar.
Ellos desistieron y por esto los hicieron comer en la cocina. Luego de esperar
veinte minutos les trajeron la sopa y los gamines saborearon hasta él ultimo
bocado.
DOCENTE: JHONATAN SUSPES – FILOSOFIA

Más tarde hicieron unas pasadas a las personas de un restaurante, mas la


meserra les ordeno salir y llamo al señor Rojas (el gerente). El señor Rojas les
dio una buena paliza y Joaquín lo engaño y pudieron escapar. Al día siguiente
fueron a dormir a un patio donde no llegaba la lluvia, ya que llovía mucho. Al
despertar una pequeña niña los observaba con mucha tristeza y por ello los
niños pidieron alimentos y trabajo ala niña. Su madre lo acepto. Los gamines
se marcharon muy felices por la ayuda recibida, y así iniciaron el trabajo en la
fabrica, acomodando las cajas y empacando. A la hora de almuerzo
descansaron, ya que no tenían dinero. Al terminar de trabajar el tercer día,
estaban muy cansados y pidieron que les dieran los pesos que les debían. Y
nunca más volvieron a trabajar. Más tarde Joaquín y Armando tomaron un vaso
de cerveza y fumaron un cigarrillo. Al salir del restaurante, a Armando lo
atropellaron. Muy asustado Joaquín grito -¡Armando, Armando ¡, el señor bajo
del auto y les dio unos pesos y les ordenó que llamaran a una ambulancia. Y
dejo a Joaquín solo en la oscuridad de la noche, llega la ambulancia y llevaron
a Joaquín Armando se quedó muy preocupado y caminaba hacia el hospital y
en el transcurso del camino encontró a un hombre herido al cual lo ayudo con
mucho cuidado llevándolo a su casa. Este hombre era realmente un poco
extraño pues ordenó a Joaquín que lo ayudara a robar y a pertenecer a una
banda, para vengarse supuestamente de la persona que lo atropello en el
accidente. Pero Joaquín dijo que no más lo obligaron a robar yendo a una casa
muy bonita, convenciendo a la empleada para que puedan entrar y así poder
robar.

Joaquín ya quería escaparse, pero lo vigilaban mucho. En las próximas casas


el muchacho actuó profesionalmente, corrió rápidamente y escapo de sus
malos amigos. El se sentí muy feliz de haber escapado. Después se dirigió al
hospital para buscar a su amigo Armando. Pero al llegar nadie le hizo caso
pues el muchacho herido no tenía apellido. Más tarde se dirigió a un
restaurante y el dueño llamo a la policía por haber cogido unos mojicones, lo
capturaron y no lo dejaron salir.

Al amanecer de una mañana Joaquín salió de la cárcel y continuo la búsqueda


de su gran amigo. Caminó por la plaza central a la noche y fue a dormir donde
acostumbraba a hacerlo con s amigo Armando. Joaquín escucha una voz, era
la voz de Armando que ese día fue a dormir allí también. Se fueron muy
contentos.

Ala mañana siguiente una señorita se les acerco y les dijo: vengan conmigo, yo
les daré comida, amigos y una buena cama. Ellos no le tenían mucha
confianza, pero fueron. Los llevaron una casa muy grande donde había muchos
pequeños igual que ellos, se sintieron muy felices, pero solamente
permanecieron una semana allí. Se escaparon una noche y terminaron su vida
en la calle. Pero siempre JUNTOS.

You might also like