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Universidad Central de Venezuela

Facultad de Humanidades y Educación


Escuela de Idiomas Modernos
Cátedra: Lingüística II

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Un trabajo verdaderamente bueno. Les felicito. Muy
bueno el contenido, la redacción, la metodología y la
ortotipografía. Trabajos como este me ponen feliz.

FORMA Y SUBSTANCIA
Morales Ana.
C.I 27222723
Morales Francisco.
C.I 256262395
García Yohana.
C.I 27624271
Isturiz Joana.
C.I 26672501
Marzo, 2019
Caracas, Venezuela.
ÍNDICE

pp.

INTRODUCCIÓN………………………………………........ 1.

LA LENGUA COMO FORMA Y NO SUBSTANCIA…………………… 3.

REALIZACIÓN SUBSTANCIAL…………………………………………… 5.

LA SUBSTANCIA EN LA LENGUA HABLADA Y EN LA LENGUA


ESCRITA............................................................................................................ 8.

ARBIETRARIEDAD DE LA REALIZACIÓN
SUBSTANCIAL……………………………………………………………….. 10.

PRIORIDAD DE LA SUBSTANCIA FÓNICA……………………………… 12.

CONCLUSIÓN………………………………………………............................. 14.

BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………... 15.

ii
INTRODUCCIÓN

Saussure presenta la dicotomía de lengua y habla, comprendiendo por lengua al


sistema compuesto por un conjunto de competencias que permiten ejecutar la facultad
natural del lenguaje, nuestra capacidad innata de comunicación. La lengua forma parte del
aspecto social, es un sistema que es asimilado por el hablante. Mientras que el habla es vista
como el uso individual de dicho sistema, sin que las modificaciones hechas por el hablante
afecten directamente la forma de este.
La lengua presenta un conjunto de signos lingüísticos, una entidad que presenta
dos caras, se trata de la unión entre el significado (concepto) y significante (imagen
acústica).
De acuerdo a lo expuesto por Saussure en su curso de lingüística general (1916),
la lengua constituye la capacidad que poseen los seres humanos para expresar
pensamientos y sentimientos a través de signos. Dentro de la lengua existen dos
términos esenciales para poder conocer mejor su funcionamiento: forma y substancia.
El término forma y substancia puede ser abordado desde distintos puntos de
vista, en el siguiente trabajo se llevará a cabo el análisis de dichos puntos que se
amoldan al uso de la lengua.
Para Saussure la lengua se encuentra compuesta de dos elementos: las ideas y
el pensamiento. En lo referente al pensamiento y las ideas, podemos establecer que
estos términos funcionan como un ente psíquico y amorfo los cuales no podrían ser
distinguidos sin la existencia de los signos. Por lo tanto, se expone que la función de la
lengua es la de servir de intermediaria entre el pensamiento y el sonido, esta unión
implica ciertas divisiones que permiten a la lengua la elaboración de sus unidades entre
masas amorfas. Lo que importa en una palabra no es el sonido como tal, sino la
diferenciación fónica que permite la distinción entre dos significantes.
Cuando las ideas y pensamientos se unen al sonido, tenemos lo que se conoce
como la materialización de la forma. Este concepto de forma puede definirse entonces
como la estructura que compone una lengua y a la que Saussure le da más importancia
por encima del resto de los elementos que intervengan en el proceso de la lengua.
Mientras que aquello que se encarga de conformar dichas estructuras, se le conoce
como la substancia y, si bien no puede ser separada de la forma ya que sin una no podría
existir la otra, los cambios que esta sufra no alteraran el funcionamiento del sistema.
Por otro lado, si se altera la forma, la lengua se alteraría, el sistema podría verse
afectado. Existen pues, diversas variaciones en cuanto a la forma y substancia

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considerándose el contexto y sistema en el que operan las distintas lenguas, las cuales
serán analizadas a profundidad en el siguiente documento.
Aunque existen varias acepciones acerca de los términos de forma y substancia
de diversos autores, bien sea porque se oponen a lo expuesto por Saussure en su curso
de lingüística, o porque están en favor.
Un claro ejemplo es el de Louis Hjelmslev, padre de la Glosemática, quien
define aquello que Saussure llama substancia (realidad semántica y fónica) como
sentido; la forma saussureana (configuración, división) la define como la substancia y
la forma la conceptualiza como la red relacional que define las unidades. Sin embargo,
la existencia de estas diferenciaciones solo sirve para llegar a un punto en común y esto
es que es que la lengua necesita adaptarse a una forma y que la substancia puede estar
sujeta a modificaciones sin generar ningún tipo de problemas en la estructura.
En el siguiente trabajo de investigación, se expondrán más a fondo los
conceptos de forma y substancia según Ferdinand Saussure, y cómo estos se configuran
para dar sentido a la lengua y su estudio.

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LA LENGUA COMO FORMA Y NO SUBSTANCIA

El signo lingüístico es el resultado de la unión arbitraria entre el gran conjunto


disforme e infinito de pensamientos y la cantidad ilimitada de sonidos. Todo signo
lingüístico vincula sonidos e ideas, siendo estos los accionantes en el correcto ejercicio
de la lengua. El pensamiento, reposa en nuestro cerebro de forma enmarañada y
desordenada, se trata de un ente indisciplinado que encuentra límite y precisión en la
substancia fónica, en los sonidos.
La lengua bautiza, da nombre y distinción a lo que antes no era diferente de lo
demás. Las ideas son para Saussure F. (1916), una nebulosa, una masa indistinta que
requiere de su relación con el sonido para deslindarse.
“La substancia fónica no es más fija ni más rígida; no es un molde a cuya
forma el pensamiento deba acomodarse necesariamente, sino una materia plástica
que se divide a su vez en partes distintas para suministrar los significantes que el
pensamiento necesita.” (Saussure, 1916-pág.136)
Más que dar una expresión fónica a las ideas, la lengua sirve de intermediaria
entre ellas y los sonidos, actúa de mediadora entre estos dos términos de modo tal que
su relación derive en unidades que se determinen mutuamente. Se podría decir pues,
que no es que el pensamiento se materialice, ni que el sonido es el que se espiritualiza,
como explica Saussure en su curso de lingüística general(1916), sino que la relación
pensamiento-sonido implica divisiones, configuración: elementos principales en su
concepción de forma, y esenciales en el funcionamiento de la lengua como sistema.
al establecerse entre estas dos masas uniformes. Esta relación (pensamiento- Commented [M1]: No son masas uniformes. Según
sonido) la define Saussure como una forma pura, necesaria, indispensable para el Saussure, son masas amorfas.
correcto funcionamiento del sistema.
Para visualizar la importancia de tal unión, se presenta que: la palabra perro no
diría absolutamente nada si a esta serie de fonemas no se le hubiese atribuido una idea,
un significado como lo es “mamífero, cuadrúpedo, canino, doméstico (…)”. Es
imposible deshacerse de este vínculo, esta asociación que se da de manera simultanea.
El separar el sonido del pensamiento y, a su vez, el pensamiento del sonido, constituiría
una abstracción, un producto sin sentido, una expresión fonológica pura, o solo una
expresión psicológica o psíquica.
Los fonemas /p/, /e/, /r̄/ y /o/ no tienen sentido alguno al presentarse por sí solos,
no son más que una serie de sonidos indeterminados a los cuales se hace imposible
asociar y limitar a un único significado; al igual que la idea de un “mamífero,

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cuadrúpedo, canino, doméstico (…)”, no se puede diferenciar de la idea de un
“mamífero, felino, cuadrúpedo, doméstico (…)” (gato) ya que no existen barreras, ni
diferencias que separen una idea de las demás sin la necesaria unión entre el
pensamiento y los sonidos. Sin la ayuda de los signos lingüísticos (expresión resultante
de esta asociación) sería inasequible distinguir dos ideas de manera clara.
Los sonidos indefinidos no se diferencian entre sí más que los pensamientos no
expresados. Entonces, se puede decir que la combinación de estas dos órdenes
(pensamiento y sonido) “(…) produce una forma, y no una sustancia” (Saussure, 1916-
p.137).
A su vez, la lengua es forma y no substancia, por ser un gran sistema de
relaciones. Se presenta entonces, una convergencia en el concepto de forma entre
Hjelmslev, quien en su teoría de la Glosemática define a este término como una red
relacional que define las unidades, y Saussure quién además de encontrar una forma
pura en el vínculo pensamiento-sonido también lo hace en el hecho de que las unidades
son principalmente relacionales y la verdadera importancia se encuentra en la
diferencia que muestran respecto a las demás. Por ejemplo, el fonema /r/ es lo que /m/
no es, en tanto /cama/ no significa lo mismo que /cara/, debido a las diferencias fónicas
que presentan. Esto tiene que ver con la lengua como sistema de oposiciones, concepto
directamente relacionado a la definición de valor lingüístico, el cual se caracteriza por
ser negativo (/a/ es lo que /b/ no es).
Las unidades de la lengua deben ser determinadas teniendo como base las reglas
conforme a las cuales pueden unirse. Dentro del sistema de la lengua, los signos
existen, siempre y cuando se diferencien uno de otros y se relacionen de acuerdo a leyes
de funcionamiento bien especificadas. Por su naturaleza arbitraria, el signo lingüístico
solo gana importancia dentro de los límites impuestos por el sistema.
La distinción entre forma y substancia puede ser vista desde que la forma es lo
constante, mientras que la substancia pertenece a lo variable. De este modo, se puede
decir que al producir una expresión, se está creando una variable conforme a las reglas
establecidas por lo constante. La palabra perro, por ejemplo, es una expresión que se
entiende debido a que se conocen los fonemas que la componen y que, se puede
reproducir porque, simultáneamente, se conocen las reglas a la cuales está sujeta. La
lengua constituye un marco, que soporta y delimita las unidades de la misma.

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REALIZACIÓN SUBSTANCIAL

“(…) La lengua no puede ser otra cosa que un sistema de valores puros, basta
considerar los dos elementos que entran en juego en su funcionamiento: las ideas y los
sonidos.” (Ferdinand Saussure, 1916 - pág. 191).
Se ha planteado que las ideas y los sonidos constituyen la estructura
fundamental de la lengua, los sonidos son esenciales para la inclusión de un significado,
entonces se puede decir que el pensamiento no es más que un infinito campo de ideas
que pueden tomar cualquier forma, así pues, una idea conduce a otra formando ramas
significativas que pueden relacionarse o no con la primera idea, con esto se puede
constatar, que la substancia fónica no funciona como un molde, sino, un punto de inicio.
Se podrá llamar a la lengua el dominio de las articulaciones. La lengua es forma
y no substancia, puesto que se trata de un conjunto de signos que se asocian en la
medida que se relacionan y se oponen.
Si bien la substancia desde la perspectiva de Saussure es dejada en segundo
plano, la dicotomía forma y substancia constituye una parte esencial en el estudio de la
lengua. Ésta, es presentada como un término que lleva a la lingüística a rozarse con el
estudio psicológico, semiótico, filosófico, entre otros, debido a la relatividad de su
significación. Saussure la define como una realidad semántica o fónica, independiente
de toda realización lingüística. La substancia se puede explicar estableciéndola una
masa uniforme, inaccesible al conocimiento. Un ente que tiene como principal función
llenar la forma, es decir, la lengua depende fuertemente de esta para obtener sentido.
Entonces, se puede afirmar que la forma se define como la estructura que configura la
lengua y la substancia son todos aquellos elementos que forman parte de esta estructura
sin ser realmente parte de ella. Por ejemplo, en un juego de ajedrez se observa que la
forma se encuentra en el sistema propio del ajedrez sin el cual el juego no existiría y
no fuera lo que es, y que es necesario aprender para jugarlo, en cuanto a la substancia
del ajedrez, es todo aquello relacionado a él pero que no es imprescindible, si se cambia
su substancia, este sería siendo el mismo.
La manifestación de la substancia no altera la estructura de la lengua. En las
diferentes lenguas alrededor del mundo, la substancia se ha articulado de diferentes
maneras. Cada uno de los sistemas ha establecido forma, ha dado límites a esta masa
inmensa.
Je ne sais pas (francés)
yo no sé /paso/;

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I don’t know (inglés)
yo no sé;
Ich weiß nicht (alemán)
yo sé no;

저는 몰라요 (coreano)

yo es no lo sé.
Son cadenas que tienen algo en común. Su significado, se podría decir, que es
idéntico. Pero, en su forma, presentan diferencias notables que limitan y definen su
significado dentro del sistema de su lengua. Por ejemplo, en cuanto a la expresión en
francés Je ne sais pas, está determinado en su forma que la palabra pas es necesaria
para la correcta expresión de la negación. Y en la estructura del inglés, el sujeto debe
estar presente en esta negación: I don’t know. Sin embargo, dentro de estos ejemplos
se puede observar una realización substancial: el habla.
La substancia constituye todo lo relacionado con la lengua pero que no
pertenece al sistema de esta. Se puede afirmar que la dicción y elocución del hablante
de una lengua, pertenece a esta definición, por lo que un hablante culto, se asegurará
de pronunciar cada palabra de la expresión Je ne sais pas al hablar, pero por otro lado,
un hablante inculto, no tendrá cuidado en decir Je sais pas. Esto no afecta la estructura
de la lengua, teniendo en cuenta que el habla es individual, “dependiente de la voluntad
de los hablantes” (Saussure, 1916-pág. 46).
La lengua muestra interdependencia con el habla, la cual la materializa como
un conjunto de reglas basadas en las propiedades de sus elementos. La lengua
presenta múltiples variaciones en cuanto a su realización substancial dentro del
sistema. Cada grupo social configura su lengua según el contexto sociocultural en el
que se desenvuelve, en esto nos referimos a que los significantes pueden sufrir
modificaciones; ya sea porque los objetos desaparecen o porque surge la necesidad de
agregar nombres a las nuevas ideologías, inventos, entre otras. Lo importante de esto
es conocer que la lengua va evolucionando y de ahí, lo arbitrario del signo, ya que no
existe razón alguna para unir un significante a un significado. Commented [M2]: justificado

Es posible encontrarse con diferencias substanciales en la realización de la


lengua. En inglés, la palabra gift significa regalo, mientras que en alemán gift tiene un
significado completamente distinto: significa veneno. La substancia del contenido

6
varía según el sistema (la lengua) al que pertenece el significante vinculado a este
significado.

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LA SUBSTANCIA EN LA LENGUA HABLADA Y EN LA
LENGUA ESCRITA

Con el uso de balbuceos que poco a poco evolucionaron y finalmente crearon


un sonido concreto y determinado el cuál se volvió razonable al unirse con un
pensamiento, se crea un primer signo. El ser humano tiene la capacidad de comunicarse
desde sus primeros años de vida, la cual mejora a través de las experiencias sociales a
las cuales se somete el individuo. Aparece entonces, una nueva manera de dar a conocer
ideas a través de grafías limitadas por reglas de funcionamiento, costumbre que se
mantuvo gracias a la instrucción de padres, educadores y el cuerpo social en general.
A través de los años se ha demostrado que la lengua hablada surgió antes que
la escrita y es usada por el ser humano en su cotidianidad por ser necesaria para una
comunicación directa y precisa. Se entiende por “habla” una serie de sonidos que al
unirse forman palabras con sentido completo, el acto de hablar solo puede ser empleado
correctamente si va de la mano de la lengua, ya que esta es necesaria para lograr
expresar el mensaje y que sea entendido por el receptor, pues “la lengua es necesaria
para que el habla sea inteligible y produzca todos sus efectos; pero el habla es necesaria
para que la lengua se establezca” (Saussure, 1916-pág. 46)
“Los signos de la lengua son, por decirlo así, tangibles; la escritura puede
fijarlos en imágenes convencionales (…)” (Saussure, 1916-pág.42), tomando lo que él
llama como “imágenes convencionales” lo que se conoce como “código lingüístico”,
se conoce como lengua escrita aquella forma de representación de la lengua que se usa
para expresar pensamientos, que se emplea por medio de grafías las cuales se conocen
comúnmente como letras (exceptuando el braille ya que es un sistema de escritura que
se basa en relieves). La lengua escrita nació como un simple conjunto de imágenes,
para después, a través de convenciones sociales, sistematizarse y reglamentarse. El uso
correcto de la lengua escrita requiere el dominio de los signos de puntuación, la
ortografía, la acentuación y la adecuada redacción, teniendo en cuenta la coherencia y
cohesión.
El ser humano no expresa sus ideas, emociones o pensamientos de una manera
unificada, al contrario, ya que cada individuo posee una personalidad distinta a la del
resto, en cambio, hacen el uso de las formas de comunicación de manera diferente,
distintiva, con base en su perspectiva, personalidad o nivel de instrucción. El individuo
se expresará según lo que sea más conveniente y más sujeto a su identidad.

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Con el simple hecho de que cada persona tenga su estilo de redacción, de
expresarse: ya sea en la forma de hablar, un acento característico o incluso una lengua
diferente, se crea una variable en el entendimiento. Por eso, a pesar de que la lengua es
forma, la manera en la que se emplea es individual y hay diferentes maneras de usarla,
esto es llamado “substancia”.
Para entender mejor veamos una de las definiciones de Ferdinand Saussure del
habla:
“(…) Un acto individual de voluntad y de inteligencia, en el cual conviene
distinguir: 1° las combinaciones por las que el sujeto hablante utiliza el código de la
lengua con miras a expresar su pensamiento personal; 2° el mecanismo psicofísico
que le permita exteriorizar esas combinaciones.” (Saussure, 1916- pág.41)
Esto constituye la relación entre la utilización del habla y la exteriorización de
nuestros sentimientos por medio de ella, como la elocución, dicción o tono de voz
puede cambiar la manera en la que el receptor perciba el mensaje.
Por ejemplo, cuando la madre ordena a su hijo a entrar a la casa en un tono de
voz muy alto, el niño (receptor) puede asumir el estado de ánimo del emisor, en este
caso ella podría encontrarse de mal humor. Por otro lado, si el emisor (la madre) habla
muy rápido y alterada, la significación cambia, el niño puede pensar que ocurrió un
accidente o que algo está mal. Por último.
De la misma manera ocurre con un acento que pueda tener una persona de
determinada región. Un ejemplo de esto se puede ver en la diferencia de pronunciación
la palabra water (agua en inglés) dicha por un hablante del inglés propio de América
/ˈwɑː.t̬ɚ/ y un hablante de la lengua inglesa proveniente de Inglaterra /ˈwɔː.tər/. La
mayoría de los estadounidenses no pronunciarían la “/t/” con tanta fuerza mientras que
los británicos no pronuncian la “/r/” al final de una palabra. A pesar de ser el mismo
signo con la misma significación, posee variaciones en su substancia fónica.
“Esta posibilidad de fijar las cosas relativas a la lengua es la que hace que un
diccionario y una gramática puedan ser su representación fiel, pues la lengua es el
depósito de las imágenes acústicas y la escritura la forma tangible de esas imágenes.”
(Saussure, 1916-pág.43).
En el caso de la escritura, a pesar de ser más limitada por las reglas de
ortografía, se puede observar substancia en ella. Por ejemplo: en la tipografía o
caligrafía, estas dos cualidades traen consigo sentido, intención y muchas veces la
personalidad del escritor (estilo). El escritor puede elegir como estructurar su texto para
lograr sus intenciones, muchas veces para generar emociones o incitar al pensamiento
y reflexión en los lectores.

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ARBIETRARIEDAD DE LA REALIZACIÓN
SUBSTANCIAL

El lenguaje como facultad humana se compone de la lengua; el sistema de


códigos con los que se maneja un grupo social para lograr la comunicación, de
naturaleza pasiva y arbitraria porque su origen e implementación ocurrieron por
convención, y el habla; la realización individual de la lengua. En otras palabras, la
lengua se manifiesta gracias al uso del habla.
Al referirse sobre la dualidad que el signo posee, distribuida entre significado y
significante, entendemos que una de ellas, el significante, posee un número finito de
posibilidades porque dicha imagen acústica está delimitada por una combinación
reglamentaria de sonidos y letras comunes a un contexto histórico, geográfico y social.
Es decir, es un código necesariamente colectivo para el intercambio de información en
la vida social. A esta red sistemática de significantes la ubicamos como la forma, pues
configura una base amplia que marca las pautas. Gramaticales, por ejemplo.
Por otro lado, el significado, ese contenido intelectual atribuido por cada
individuo y que difícilmente será compartido por otro, posee un número infinito de
posibilidades, una incalculable cantidad de asociaciones pragmáticas.
Es así entonces como se entiende que no existe prioridad natural alguna entre
significado y significante porque ninguna se impone sobre la otra, develando su
cualidad arbitraria. La arbitrariedad se refiere a que si la sucesión lineal de letras en el
espacio que forman la palabra “aterrizaje” y la sucesión de sonidos pronunciados en el
tiempo [ a te ři 'θa xe ], evocan intelectualmente la acción de un objeto descendiendo
controladamente desde arriba hacia abajo (es decir, un significado particular) no existe
una razón de haber asociado ese conjunto de letras y sonidos con la abstracción
psíquica, sino que simplemente, por el devenir del tiempo, la praxis y la cultura, se le
asignó a dicha combinación un uso convencional.
“(...) Lo arbitrario del signo nos hace comprender mejor por qué el hecho social es
el único que puede crear un sistema lingüístico. La colectividad es necesaria para
establecer valores cuya única razón de ser está en el uso y en el consenso
generales.” (Saussure, 1916. pág-132)

Si se quisiera hacer una relación entre la palabra “aterrizaje” y cualquier otra,


se podría optar por lo sintagmático y asociar bajo el criterio del significante. Se estaría
hablando de la forma, de modo que “aterrizaje” podrá asemejarse con “aprendizaje”

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por la presencia de un mismo sufijo “zaje” en común. Por otro lado, si la relación
deseada es bajo el criterio paradigmático, pensamos en la substancia que el contenido
intelectual del significado puede proveer y por lo tanto “aterrizaje” podrá asociarse con
“ascenso”, “avión”, “aeropuerto”, “viaje”, o cualquier concepto asociado con el inicial
por motivaciones emocionales y culturales. Finalmente individuales.
"(...) Está fuera de toda duda que los cambios fonéticos puedan afectar al sistema
gramática. Ante todo, un paradigma puede sufrir una reconfiguración esencial."
(Jakobson. Roman. Ensayos de Lingüística General, 1963-pág 203)

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PRIORIDAD DE LA SUBSTANCIA FÓNICA.

Saussure plantea en su curso de lingüística general la precedencia histórica del


habla:
“¿Cómo se le ocurriría a nadie asociar una idea con una imagen verbal, si no se
empezara por sorprender tal asociación en un acto de habla?”(Saussure, 1916-pág. 45).
El habla, precede a la escritura y al sistema de la lengua, este último teniendo junto con
el habla una estrecha relación donde estos dos términos se determinan mutuamente.
La lengua existe en la colectividad, se trata de un conjunto de convenciones
sociales que permiten la realización de la facultad del lenguaje, existe como sistema,
se expresa correctamente solo en las masas, existiendo internamente en el cerebro de
cada individuo. Ésta tiene principios de clasificación.
El habla, definida como una substancia necesita de una forma (la lengua) para
lograr la completa comprensión entre los individuos que la practican, se precisa para
lograr una correcta comunicación. Un signo sería indescifrable y carente de sentido al
ser expresado dentro de la colectividad sin antes haber formado parte de una
convención social (generalmente dada de manera diacrónica) que haya vinculado su
significado con su significante y por ende, haber entrado en el sistema de la lengua.
Sin embargo, la lengua, aunque se presente como independiente del individuo,
y los cambios, modificaciones o errores en los que incurren sus hablantes no le afectan
como realidad sistemática, precisa de la existencia del habla para lograr establecerse
en el cuerpo social.
El sistema se establece en cada individuo a través del habla, la cual se presenta
como principal medio para la adquisición de la lengua. Después de todo, el humano
adquiere por primera vez el conocimiento relacionado a su lengua materna debido a la
exposición a la substancia fónica que constituye su sistema y “que no llega a
depositarse en nuestro cerebro más que al cabo de innumerables
experiencias”(Saussure, 1916-pág.46). El aprendizaje de la lengua materna se da por
la necesidad de comunicación propia del ser humano, quien posee la facultad innata
del lenguaje y que requiere del conocimiento de las reglas y convenciones propias de
la lengua donde se desenvolverá para así ser capaz de producir signos que expresen sus
ideas, limitados por el sistema al que pertenecen. Este aprendizaje es principalmente
conductual (siguiendo un esquema de ensayo y error, teniendo en cuenta el estímulo
necesario para alentar la correcta expresión de los sonidos que compone la lengua),
teniendo como prioridad la substancia fónica, que ya de por sí trae consigo una carga
estructural.

12
La evolución del sistema requiere de las variaciones que plantea el hablante,
cuando esta modificación en la substancia fónica se vuelve parte de la cotidianidad de
los hablantes, se transforma en un hábito lingüístico, transforma a la lengua y logra su
evolución. Sin embargo, esto no puede darse de forma espontánea y se necesita de la
constante interacción de los hablantes con esta nueva modificación a través del tiempo.
El clasicismo alejandrino, al que tanto se opone Saussure, anteponía la lengua
escrita de los antiguos filósofos y autores sobre la oralidad, sobre el habla que se
practicaba más allá del pequeño grupo de estudiosos y más allá de las paredes de las
instituciones que condenaban al habla común llamándola una lengua corrupta, que
distorsionaba el trabajo de los académicos, lo correcto. Esta serie de reglas y
prescripciones privaron a la lengua de evolucionar cuando tenía que hacerlo, cuando
debía adaptarse a las nuevas necesidades humanas que tienen como base los cambios
históricos y culturales. Y fracasaron porque, ciertamente la lengua necesita del hablante
común para poder establecerse como una estructura. Como una forma que regirá la
práctica, que estará allí, inmutable ante los cambios individuales de su substancia.
En la mayor parte de Latinoamérica, en la perspectiva de la oralidad y el habla,
las diferencias fónicas que distinguen al fonema /b/ de /v/ son nulos, casi inexistentes.
Esto mismo se presenta cuando se habla de los fonemas /s/ y /z/. Esto no quiere decir
que, en su forma, el fonema /b/ deje de ser bilabial y oclusivo, y que /v/ no constituya
un fonema labiodental, fricativo. Tampoco, que no haya diferencias de significado
entre los significantes baca (Estructura situada en la parte superior de un coche donde
se coloca equipaje) y vaca (mamífero artiodáctilo de la familia de los bóvidos). Sin
embargo, en el habla, estas diferencias en su clasificación no afectan la comprensión
del receptor que recibe el mensaje.
A pesar de las diferencias en la forma del signo, en su clasificación dentro del
sistema, la substancia fónica será priorizada. Un vendedor en una tienda de zapatos en
España entenderá tanto que se le pida un sapato (/s/ alveolar, fricativa) como que se le
pida un zapato (/z/ interdental, fricativa).

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CONCLUSIÓN

Saussure establece la nomenclatura y las estrategias apropiadas para estudiar


el fenómeno del lenguaje desde una nueva perspectiva que para el momento que en
los postulados de la escuela estructuralista significaba una vuelta de 360 grados. El
Curso de Lingüística General estableció las nuevas pautas para el estudio de la vida
del signo desde la visión de la generalidad social de los individuos hablantes de una
lengua y no con exclusividad de lo estrictamente formal que, reconoce Saussure,
mantiene una cierta inferioridad epistemológica respecto del habla, que es a su vez,
totalmente inofensiva para su estructura sistémica tomando en cuenta que aunque
desde el habla sí se puede cambiar la lengua, tomaría décadas para que un cambio
formal fuera realmente aprehendido y codificado.
Como buen estructuralista, Saussure desmiembra el fenómeno del lenguaje a
través de un esquema de dualidades opuestas que son, por su carácter sistémico,
interdependientes. Dualidades como lengua-habla, significante-significado, relaciones
paradigmáticas-sintagmáticas pueden asociarse respectivamente con la dualidad
forma-substancia para develar que el habla como manifestación efímera de la
substancia humana, y la lengua, perpetuadora de sociedades, se configuran por
elementos lingüísticos que tienen una relación con el todo pero no significan nada de
manera independiente. Commented [M3]: justificado.

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BIBLIOGRAFÍA

 Saussure F. (1916). Curso de lingüística general.


 Jakobson Roman. (1963). Ensayos de lingüística general.
 Universidade de Santiago de Compostela. (1989). Revisión de la dicotomía
'forma-sustancia' en la lingüística estructural. Coruña, España.
 Glosemática, https://lengua.laguia2000.com/historia-de-la-
linguistica/glosematica. Febrero, 2019.
 Dicotomías de Saussure,
https://es.wikipedia.org/wiki/Dicotom%C3%ADas_de_Saussure. Marzo,
2019.

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