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El impulso debe efectuarse desde un punto previamente señalizado llamado tabla de batida,
la cual debe ser pisada si se quiere obtener el resultado más optimo pero no debe ser
sobrepasada de su límite anterior, lo cual significaría nulo. El atleta puede realizar una
carrera previa al impulso, cuya longitud viene determinada por las cualidades del propio
saltador y a sus medidas antropométricas. Al ajuste exacto de la distancia de carrera por
parte del atleta se le llama talonamiento. La caida del salto se realiza sobre un foso de arena
para amortiguarla. La longitud del salto se determina midiendo la distancia existente entre la
tabla de batida y la señal más próxima a ella, dejada por el saltador en la arena.
Características técnicas:
En cuanto la técnica de carrera es diferente respecto a la del velocista ya que es una carrera
talonada en la que debe realizarse un salto, la salida no se realiza desde posición baja ni
desde tacos y sale cuando el atleta lo desea. Debe ser una carrera equilibrada por tanto con
una colocación del tronco más vertical y con una elevación mayor de las rodillas con una
velocidad progresiva para alcanzar el máximo punto de relación entre impulsión y velocidad
al llegar a la tabla de batida. Las partes de la carrera son la puesta en acción, la progresión
y la preparación para la batida.
Las características de la batida son las siguientes: la duración total del apoyo de batida varía
en relación a la técnica de preparación utilizada, suele ser en buenos saltadores 0.10 y 0.13
seg., durante su ejecución varía también la altura del C.G del saltador respecto del suelo,
siendo el punto más bajo el intermedio y el más alto el final de la batida.
Las partes de la batida son la de amortiguamiento y la de impulso.
La fase aérea: Es una fase importante pero no se le debe dedicar la mayor parte del
entrenamiento. La finalidad de ésta fase es absorber las rotaciones producidas en la batida
manteniendo el equilibrio en el salto, éstas rotaciones se controlan con los movimientos
aéreos, también debemos acomodar los segmentos y la totalidad del cuerpo para lograr el
mejor rendimiento de la curva del C.G. y preparar el momento del contacto con la arena.
Final de la fase aérea. De esta forma facilitamos la ejecución de la caída posterior a esta
fase.
El despegue es la subfase en la que el C.G. recorre un 10 por 100 del total del recorrido
aéreo. En ella el saltador apenas ejecuta movimiento alguno manteniendo la posición de
impulso con el tandem de piernas y la posición de piernas antes descritas. Los segmentos
se pueden relajar instantáneamente antes de comenzar los movimientos aéreos.
El saltador debe prepararse para el contacto alineando los segmentos en una posición
cerrada, que es muy similar en todos los tipos de técnicas realizadas.
La recepción: Es la última fase el salto. En ella el saltador entra en contacto con el foso, y
las exigencias del reglamento hacen que ésta acción deba ser tan correcta como el resto
del salto para dejar la huella del contacto lo más alejada posible de la línea de batida y
recuperar el equilibrio detrás de esa señal.
Las partes de la caída son el contacto que debe hacerse con los talones y simultáneamente
ambos pies y el aterrizaje que propone llevar el cuerpo lo mas alejado de la huella de
contacto y equilibrarse sin daño.
Técnica de extensión
De manera introductoria, hemos de señalar que el periodo comprendido entre los 12 y los
14 años es uno en el que el niño tiene que aprender a dejar de jugar y a empezar a tomar
conciencia de que tiene que desarrollar y potenciar sus cualidades físicas gracias al
entrenamiento. Es un periodo que además de iniciar los cambios de la pubertad coincide
con la finalización de un ciclo escolar. En este periodo comienza a aparecer el miedo al
fracaso escolar que interfiere negativamente en los entrenamientos ya afecta a la psicología
del atleta mermando así su capacidad de entrega hacia los entrenamientos. Es importante
que al finalizar este periodo el niño este integrado en el grupo de atletas y con una conciencia
clara de equipo.
PAUTAS A SEGUIR EN ESTA EDAD:
Hay que lograr un nivel de ejecución técnica mínima en todas las especialidades.
Cuidar la coordinación general, que sufre retrasos a causa de los incrementos bruscos
de talla.
Al niño le ha de parecer que se le empieza a tratar más como a un atleta que como a un
niño.
El número de entrenamientos a la semana oscilará entre las tres y las cinco ( nosotros en
éste trabajo de campo realizaremos 4 sesiones de una hora y media).
La organización y estructura de las sesiones puede ser similar a las de las etapas anteriores,
intercaladas con estructuras similares a las de los adultos: Calentamiento, parte principal,
vuelta a la calma y estiramientos.
Los contenidos se dividen en bloques de trabajo quincenal, así, existe un bloque general o
común a todos los atletas, y uno específico que puede variar sustancialmente en cada caso
Bloque común:
Sus contenidos tendrán que ser llevados a cabo quincenalmente por todos los atletas con
independencia de cual sea su prueba.