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EVALUACIÓN

CODIGO: CRA1051

DPLOMATURA: ALFABETIZACION DIGITAL

APELLIDO/s Y NOMBRE/s COMPLETOS: Alvarez, Antonio Alejandro

DNI:: 33.721.842

DISTRITO: SAN PEDRO PROVINCIA DE BUENOS AIRES.


RESPUESTAS:

A.-PARTE PRÁCTICA

La alfabetización digital un reto de todos


El continuo desarrollo tecnológico que acontece en la actualidad provoca
transformaciones en diferentes contextos sociales. Principalmente el educativo, provocando la
necesidad de modificar algunas facetas de la vida, concretamente, el modo de educar y de
aprender. El artículo pretende poner de manifiesto el papel fundamental que adquiere la
alfabetización en tecnología digital

¿Qué se entiende por alfabetización digital? ¿Por qué surge este nuevo concepto de
alfabetización?

Si, por una parte, consideramos la alfabetización, en su dimensión de “funcional”,


como la preparación básica para que cada persona pueda desenvolverse como tal en su entorno;
y, por otra parte admitimos la creación de un nuevo modelo de sociedad con la significativa
presencia de las tecnologías de la información y la comunicación, tendremos necesariamente que
considerar también la necesidad de un nuevo modelo de alfabetización: la necesidad de una
alfabetización digital para la sociedad digital.

El término “digital”, en mi opinión, no es el más afortunado por su carácter restrictivo y


su referente tecnológico, pero es el que se ha acuñado en entornos anglosajones e impuesto como
más admitido. Yo sería más partidario de hablar de alfabetización múltiple o multimedia,
entendida ésta como la capacitación básica para comprender y expresarse con distintos lenguajes
y medios.

¿Qué tipo de alfabetización digital deben recibir las nuevas generaciones teniendo en
cuenta que quizás de aquí a 10 años las tecnologías serán totalmente distintas de las
actuales?

Como ya apunto en el título de uno de mis libros, la alfabetización digital es algo más
que ratones y teclas. No podemos reducir la preparación básica para vivir en la Sociedad de la
Información (alfabetización digital) a proporcionar las destrezas necesarias para el manejo de los
actuales equipos, de las actuales tecnologías. Lo que podríamos denominar alfabetización
instrumental no es más que una pequeña parte del todo, que puede variar según los equipos y
programas disponibles en cada momento concreto. Con una alfabetización crítico-reflexiva se
trasciende lo puramente tecnológico e instrumental para abordar la importancia de la información
y la comunicación en sociedad digital. Estos conocimientos básicos sobre la trascendencia social,
económica y cultural de los desarrollos tecnológicos serán válidos en 10 y 20 años, eso sí,
debidamente actualizados.

¿Qué competencias debe proporcionar la alfabetización digital?

Como ya he apuntado, la alfabetización digital no debe reducirse a una serie de destrezas básicas
de manejo de equipos y programas. Para mí, los objetivos de la alfabetización digital podrían
resumirse en:
1. Proporcionar el conocimiento de los lenguajes que conforman los documentos
multimedia interactivos y el modo en que se integran.
2. Proporcionar el conocimiento y uso de los dispositivos y técnicas más frecuentes de
procesamiento de la información.
3. Proporcionar el conocimiento y propiciar la valoración de las implicaciones sociales y
culturales de las nuevas tecnologías multimedia.

¿Quiénes son los destinatarios de la alfabetización digital?

A diferencia de lo que ocurre con la alfabetización tradicional (la lecto-escritura


verbal), que suele asociarse a las más tempranas edades, o a quienes en su día no pudieron
aprender a leer y a escribir, la alfabetización digital tiene dos grandes tipos de destinatarios. Por
una parte los niños, que la reciben como su primera alfabetización, la más propia de su tiempo; y
por otra parte, los adultos que, aunque “alfabetizados”, han de adquirir nuevos conocimientos y
destrezas relacionados con las nuevas formas de crear, gestionar, transmitir, presentar y
comprender la información. Podríamos en este caso hablar de una “re alfabetización”,
consecuencia de la necesidad cada vez más evidente de un aprendizaje continuo.

¿Cuáles son los colectivos con los que urge más trabajar para que no queden excluidos?
¿Cómo se puede abordar la alfabetización digital de estos distintos colectivos?

Aunque en el currículo oculto de los sistemas educativos se encuentra su función de


seleccionar y clasificar alumnos, y de crear elites dirigentes, yo soy más partidario de una
educación compensatoria, es decir que dé más al que menos tiene de partida, para que a la salida
de la escolaridad obligatoria podamos hablar de una igualdad de derechos y oportunidades. En
este sentido, la brecha existente entre los inforricos e infopobres en nuestra sociedad aumenta en
la medida que lo hace la alfabetización digital y el contacto con los nuevos medios de las clases
más favorecidas. Urge, por lo tanto, trabajar más con los colectivos más marginados desde un
punto de vista cultural y escolar, que suelen también ser los de menor poder adquisitivo. No es
tarea fácil la alfabetización (digital o no) de quienes menos valoran la cultura y el saber
académico, y menos con el actual modelo de escuela basado en resultados.
La alfabetización en su sentido amplio es tarea de cualquier agente educativo. En
el momento actual los tres más importantes son la familia, la escuela y los medios de
comunicación, y todos ellos contribuyen a la alfabetización digital informal de las nuevas
generaciones. Pero la alfabetización digital necesita un mayor nivel de estructuración y
sistematización, por lo que suele asumirse como tarea de las instituciones educativas, en
especial de la escuela. En mi opinión, la alfabetización digital no es más que un aspecto de
la alfabetización múltiple a la que anteriormente nos referíamos. Esta alfabetización
digital, por lo tanto, va inevitablemente unida a cualquier otro tipo de alfabetización en la
educación informal, y de esta misma forma ha de presentarse en la educación formal, en la
que debería darse preferencia a los contenidos más crítico-reflexivos, ya que los puramente
instrumentales de manejo de dispositivos y programas pueden abordarse en actividades de
educación no formal e incluso adquirirse de manera informal.
A.-PARTE TEORICA

1.- ¿Cómo se re conceptualiza la alfabetización a partir del


surgimiento de las Nuevas tecnologías de la Información y la
Comunicación.

El mejoramiento de las prácticas de enseñanza y su futura aplicación


por parte de los individuos, en el mundo del trabajo, inmersos en la
sociedad de la comunicación; como así también el compromiso de
atender las necesidades educativas de los grupos más vulnerables
lleva a plantearnos cómo se implementa y aplica la alfabetización
que permitirá el desarrollo pleno de los individuos.
Para nuestro país, como ha señalado la Lic. Marta Kisilevsky (2007)
Directora Nacional de la DINIECE: “La nueva Ley de Educación
Nacional establece entre sus objetivos garantizar una educación
integral y de calidad, con igualdad de oportunidades y posibilidades
para toda la población. Para alcanzar estas metas se requiere, entre
otros aspectos, de políticas destinadas a mejorar la formación de los
docentes, sus condiciones de trabajo y de ejercicio profesional”.
Pero estas dos definiciones son un punto de partida
extremadamente simple en relación a la dimensión actual de lo que
es alfabetizar, la escritura, la lectura y el cálculo han pasado a ser
destrezas básicas que permiten a los individuos acceder y
profundizar el conocimiento para llegar a conceptos más profundos
y diversificados de lo que es “ser” un individuo alfabetizado. Como
nos indica José L. Rodríguez Illera (2005, p.1): “La primera distinción
está referida al término mismo de "alfabetización". No sería justo
tomarlo como algo ya dado, sobre lo que hay unanimidad. Al
contrario, pocos términos hay tan complejos: frente a la vieja idea de
considerarlo sólo como aprender a leer y escribir, la terminología
inglesa de literacy (literacidad) nos muestra matices de sentido muy
importantes”.
El autor así nos destaca la falta de objetividad si tenemos a la
alfabetización como un concepto consabido por todos los individuos,
por el contrario nos señala la complejidad del término, contrastando
la idea tradicional de considerarlo como el solo hecho de aprender a
leer y a escribir y lo eleva a un nivel superior. Para él la
alfabetización es entendida como “literacy”, o sea como
cultura/prácticas escritas o letradas A partir de esto la
alfabetización puede ser pensada como una práctica, es decir una
actividad significativa del sujeto que incluso puede transformar la
realidad, las prácticas alfabetizadas de lectura van más allá de la
decodificación de un documento lingüístico, son un acto precisado
culturalmente, debido a que en el sujeto lector se producen cambios
generados por la lectura, a la vez que se apropia del texto en forma
personal. Se enfatiza así el formato propio y diferenciado de cada
práctica ya que no es lo mismo leer un libro, un periódico o una
página Web. Pensar en prácticas alfabetizadas y/o letradas, es
destacar las diferencias individuales y culturales que hay en cada
actividad, sin unificarlas bajo el rótulo de “lectura” o “escritura”.

2.- ¿Qué relación existe entre desigualdad y brecha?

Desigualdad y Brecha.
Teniendo en cuenta que el concepto de alfabetización digital está
incluido en el ámbito de alfabetización general, entendiéndose por
ésta como el conjunto de conocimientos y habilidades para el
desarrollo pleno de los individuos en los medios: social, de
formación y laboral en pos de una sociedad equitativa y plural en un
mundo cada vez más globalizado. Deberemos hacer una breve
referencia a lo que actualmente se denomina Brecha digital (S.
Moores, 1996) y la relación existente entre ésta y el acceso a las
nuevas tecnologías.
Frente a un escenario mundial de concentración de la información y
exclusión, es vital el papel que juegan las nuevas tecnologías; y las
oportunidades que ellas generan y así, ser utilizadas para reducir la
brecha no sólo entre quienes tienen acceso y quienes no lo tienen,
sino entre aquellos que interactúan con los medios y los recursos,
modificándolos e interviniendo activamente con ellos.
Los avances en las Nuevas Tecnologías son uno de los pilares que
permiten fortalecer el cumplimiento del derecho a la educación, a
través de entornos de aprendizajes formales, no formales e
informales, pudiendo ser éstos sincrónicos o asincrónicos,
sostenidos en una estructura de red, como la de Internet. Debemos
destacar que la escuela, que constituye la institución donde los
educandos deben estar, no sólo para acceder a información y
conocimientos sino para garantizar los procesos de socialización,
inclusión y formación de ciudadanía, es el espacio ideal para
comenzar los procesos de alfabetización en todas sus dimensiones y
en la actualidad la alfabetización digital, permitiendo así generar
una disminución de la brecha digital evidente y casi tangible.
Organismos como el Instituto Internacional de Planeamiento de la
Educación (4) en muchos de sus trabajos señalan, que la mayoría de
los estudios orientados a esclarecer la relación entre educación y
equidad social coinciden en centrar la atención en la educación
como una condición indispensable para el logro de una sociedad
más equitativa.
Los argumentos que permiten pensar a la educación como una
instancia previa a la equidad, como su condición de posibilidad, son
muy diversos, pero podemos mencionar dos de los más decisivos.
Por un lado se sabe que quienes no tienen acceso a la educación
carecen de las competencias necesarias que los habilitan para una
inserción laboral exitosa; y como consecuencia de ello, estos sujetos
excluidos del sistema educativo son además marginados respecto
del principal mecanismo social de distribución de la riqueza, el
mercado de trabajo, consolidando así uno de los modos de
reproducción de las desigualdades en nuestras sociedades. A esta
situación se suma aquella que sostiene que quienes no acceden a
una educación de calidad tienen limitadas las posibilidades de un
pleno ejercicio de sus derechos y de participación en la sociedad, lo
cual se traduce en un debilitamiento de su condición de ciudadanos.
Ambas perspectivas coinciden en que no es posible promover
estrategias de desarrollo e integración social fundadas sobre una
distribución inequitativa del conocimiento.
La integración de las Nuevas tecnologías en el sistema educativo
forma parte de las agendas de política educativa de la mayoría de los
países del mundo. En todos los casos se reconoce la necesidad de
mejorar la calidad educativa adaptándola a las necesidades de la
Sociedad de la Información, las nuevas demandas de la economía
global y los nuevos requerimientos del mercado laboral. Se
establece así una estrecha relación discursiva entre la integración de
las TIC y la calidad de la enseñanza, relacionada directamente con la
alfabetización informática por un lado y en un sentido más amplio,
el de la alfabetización digital, como competencia, por el otro.
Burbules y Callister (1997), describen el “sueño tecnocrático”, una
crítica a las expectativas de muchos humanos sobre la tecnología,
describiendo tres representaciones diferentes, a saber:
1- La tecnología como panacea: donde se asigna a la tecnología la
posibilidad de solucionar los inconvenientes y problemas
educativos, se le atribuye a la tecnología el poder por si misma de
mejorar la calidad de varios aspectos del sistema educativo, pero sin
reflexionar realmente que alcances tiene la

misma sobre esos procesos, esta perspectiva está habitualmente


asociada a los discursos políticos que ubican a las tecnologías como
“sujetos” del cambio social pero sin tener en cuenta los actores y
procesos sociales reales, ocultando en parte lo que verdaderamente
ocurre, por ejemplo la simple digitalización enunciada como
Sociedad de la Información o el Conocimiento.
2- La Computadora como herramienta: en este caso toda la
responsabilidad de la utilización tecnológica recae sobre el tipo de
uso que se realice por parte de los actores sociales, señalan que las
computadoras no son ni buenas ni malas, sino que depende de las
acciones realizadas por los usuarios. Podemos observar que en el
primer caso toda la responsabilidad recae sobre la tecnología, en
este caso recae sobre las personas.

3- Enfoque Post-tecnocrático: aquí se argumenta la necesidad de


salir de las dicotomías entre “bueno” y “malo”, “beneficios” y
“perjuicios”. “tecnofóbicos” y “tecnofílicos”, etc. Las dicotomías se
plantean porque las tecnologías acarrean tendencias acerca de sus
posibilidades de uso y propósitos a los cuales sirven. Como
propuesta este enfoque plantea que los usuarios debemos ser
reflexivos y críticos frente a las consecuencias inesperadas del uso
de dichas tecnologías; ya que el impacto de las mismas es
impredecible y conllevan tanto aspectos positivos como negativos.
La realidad, es que se deben generar y evaluar nuevos entornos de
enseñanza y aprendizaje que permitan aprovechar las posibilidades
que brindan las nuevas tecnologías de la información y la
comunicación para adquirir nuevas competencias, que no son
exclusivas de los ámbitos escolares formales, sino que atraviesan a
la sociedad en su conjunto.

La Brecha Generacional.
Las desigualdades de diverso tipo, como lo son las desigualdades
sociales, económicas, culturales de los individuos son consideradas
“brechas”, a modo de quiebres o fisuras entre dos aspectos. Es en
este contexto que se suma una nueva brecha en la actualidad entre
diferentes tipos de actores: la “brecha digital”.
Según la Asociación Latinoamericana de Integración (5) la brecha
digital hace referencia a la línea que divide al grupo de población
que puede acceder a los beneficios de las TIC y al grupo que no tiene
posibilidad de hacerlo.
Esta desigualdad es analizada desde distintas ópticas,
multidimensiones, pudiendo considerar la brecha digital
generacional, en la cual se analizan las diferencias de acceso y
alfabetización digital entre los individuos adultos y los más jóvenes
y niños.
Bajo el supuesto de que todos los individuos tienen las mismas
posibilidades de acceso a las nuevas tecnologías, acá reconoceremos
las diferencias conceptuales entre los individuos que han nacido
paralelamente y se han desarrollado en la era de las nuevas
tecnologías, a los cuales denominados “nativos digitales” (M.
Prensky, 2001). En cambio, a todos los individuos adultos que
nacieron antes que estas tecnologías, que en muchos casos sólo han
recibido la alfabetización básica y tradicional, han debido ser, por
distintos motivos, “realfabetizados” es decir han tenido que pasar
por la alfabetización digital para poder incluirse en un nuevo mundo
del trabajo y de relaciones sociales y de comunicación; a este grupo
de individuos los denominaremos “inmigrantes digitales”.
Cabe destacar los conceptos vertidos por Darío Villanueva (2010) en
relación a la preocupación que le genera la brecha generacional,
haciendo hincapié en la importancia de las personas y el futuro,
llevándolo a un plano más humano que tecnológico. Para el autor,
cuando se habla de la “digital divide”, del quiebre o división digital,
se hace alusión a la diferencia discriminativa e insalvable que se
puede plantear en cuanto al uso y disfrute de las nuevas tecnologías
por parte de los distintos países, sociedades o grupo sociales.
En este caso, se reconoce como un emigrado digital que no renuncia
a vivir en el nuevo contexto, resalta la capacidad de adaptación
propia y de muchos individuos, pero nos señala su interés y
preocupación ante la posible quiebra digital entre generaciones,
entendiéndola como la imposibilidad de hablar un mismo lenguaje,
o de compartir códigos comunes para el desarrollo del pensamiento,
o sea teme la pérdida de una lógica común, esencial para que se den
los procesos cognitivos entre las generaciones de individuos.
Desde los inicios de la llamada era digital, Nicolás Negroponte (6)
afirmó en "El Ser Digital" que la edad era un factor determinante
para el aprendizaje y la incorporación de las nuevas tecnologías en
todas las esferas del quehacer humano.
Según Negroponte lo único que importaba para que una persona
aprendiera a manejar un computador, era que fuera niño. No
importaba que nunca hubiera jugado en un computador o que
incluso tuviera energía eléctrica en su hogar.
Cómo entender esta afirmación, ¿qué diferencia existe entre un
adulto y un niño que permite un mejor aprendizaje de las nuevas
tecnologías? En realidad, los adultos tienen un bagaje mucho mayor
de información pero, la diferencia estriba en el nivel de las
motivaciones y en una característica propia de los niños: la
curiosidad, Cuando los niños preguntan ¿por qué? ante cualquier
cosa, responde casi a la misma lógica que tiene el hipertexto. La
mecánica de navegación a través de un documento hipertextual al ir
pasando por los distintos nodos con solo pulsar sobre palabras
destacadas o iconos, es más que nada un ejercicio de curiosidad, de
ensayo y error, de ver qué sucede cuando se pulsa algo.
La hipertextualidad, tal como lo plantea José Luis Orihuela es ir
recorriendo caminos para ir investigando un tema en "un sistema de
ideas interconectadas" a través de asociaciones temáticas, cuestión
en la cual la motivación y la curiosidad cumplen un rol fundamental.
Es por eso que pesa tanto la brecha generacional.
En muchos adultos las nuevas tecnologías generan temor o están
carentes de motivación y curiosidad, otro factor que influye es la
falta de familiaridad con el uso de las computadoras por ausencia o
escasa alfabetización digital.
En realidad, la primera brecha que debemos plantear, asociada a la
brecha digital generacional, es la brecha de acceso a las nuevas
tecnologías, una vez superada ésta, se plantea la brecha
generacional, que en algunos grupos poblacionales es relativa ya
que muchos adultos se capacitan en el uso de las nuevas tecnologías.
Existe una tendencia a que más adultos con niveles básicos de
escolaridad se incorporen a la sociedad de la información, dado que
los porcentajes son crecientes, aunque también es probable que
sean necesarios diversos estímulos a medida que se produzca la
alfabetización digital en los distintos grupos. Se calcula que son
necesarios casi tres años para lograr que una persona se acostumbre
y se apropie de las nuevas tecnologías, se deben pensar múltiples
variables pero, fundamentalmente, se necesita entender una
necesidad, decisión y voluntad de cambio.
La brecha generacional es un elemento primordial que debe ser
considerado a la hora de implementar cualquier iniciativa que
pretenda atacar o solucionar la brecha digital, tanto a nivel escolar
como en la sociedad en su conjunto.
Brecha Social y de Género.
Pero la brecha digital también se encuentra vinculada a las
desigualdades en los niveles sociales y de género. Buckingham
(2007) en este sentido nos señala la existencia de un riesgo
manifiesto de que el uso de tecnología en las escuelas profundice las
desigualdades actuales, refiriéndose a las relacionadas a la clase
social o al género. En forma reiterada, las investigaciones revelaron
que los niños de familias de clase trabajadora tienen menos
probabilidades de tener una computadora hogareña o que accedan a
esta clase de “capital cultural” (Levingstone y Bober, 2004; Roberts,
2003).
No debemos dejar de considerar, que estas desigualdades se vean
acentuadas por la desigual asignación de fondos a los distintos
establecimientos escolares y las zonas o regiones donde ellos se
encuentran establecidos.
En relación a la brecha digital y género Cecilia Castaño Collado
(2006) nos señala que la alfabetización es la clave de la inclusión
digital y de la sociedad de la información para todos, ya que se está
observando que en los países desarrollados la brecha digital se
reduce desde el punto de vista del acceso a las tecnologías pero no
ocurre así desde el punto de vista del uso.
Considera a la inclusión como el interés o habilidad por las
tecnologías y destaca que ocurre a partir de procesos de aprendizaje
social, que se dan por una compleja interacción entre la educación,
trabajo, diversión, consumo y ocio. No surge de manera natural o
por la simple difusión de las tecnologías.
Castaño Collado (2006, p.88) hace hincapié en el informe Sigris
(2004) referido a las estrategias de inclusión de género en la
sociedad de la información, nos llama la atención sobre algo
fundamental: “No hay que confundir la inclusión con la difusión. O lo
que es lo mismo: para desarrollar la sociedad de la información no
basta con poner ordenadores”, concepto que comparte con
Buckingham (2007). Creemos que es conveniente resaltar que estas
consideraciones sobre inclusión y difusión trascienden al género,
pueden realizarse reflexiones similares y extrapolarse a otros
intentos de inclusión, como lo son la social, la regional y la
económica.
La autora destaca, a partir de sus investigaciones, que la brecha
digital de género se plasma principalmente por dos tipos de
problemas, las condiciones laborales femeninas, por un lado, y
determinados problemas institucionales y culturales, por otro. Las
mujeres realizan sus actividades laborales en ámbitos menos
informatizados, como la educación, la salud, los servicios sociales; se
suma que los ingresos de las mujeres en general, son más bajos que
los de los hombres, y tienen menos tiempo, todo esto incide
directamente sobre el acceso y sobre el uso.
La brecha digital por género, es significativamente distinta en
sociedades en las que las leyes y los programas de los estados
promueven que las mujeres accedan a una amplia gama de
oportunidades, mientras que en países menos desarrollados, que las
mujeres no tengan oportunidades de acceso y educación en las
nuevas tecnologías, es un reflejo de las carencias estructurales que
colocan a un porcentaje de la población en situación de pobreza, en
muchos casos endémica.
Para Buckingham (2007), que reconoce que los medios digitales han
venido a ocupar un sitio central en la vida extraescolar de los
jóvenes, ya que ellos no se encuentran con la tecnología por primera
vez en la escuela, como ocurría hacia fines de 1980, nos señala que
los jóvenes interactúan de una manera diferente que la de los
adultos en relación a estos medios, desarrollando nuevas
habilidades y competencias.
Pero a pesar de ello no podemos caer en una postura ingenua en
relación al tema de la brecha digital, para el autor la “vieja” brecha
digital sigue siendo un factor de peso, las desigualdades permanecen
en el tiempo no solo referidas a las posibilidades de acceso a la
tecnología por parte de los jóvenes, también debemos considerar el
bagaje cultural que es necesario para su utilización.
De tal manera nos indica que existe cierta fantasía contemporánea,
un estereotipo denominado “generación digital” detrás del cual se
ocultan las dificultades y frustraciones en relación a este tema tanto
en jóvenes como en adultos, para él la brecha digital se está dando
cada vez más amplia entre la cultura de la escuela y la cultura
extraescolar, temiendo que la escuela se aleje cada vez más de los
intereses de los estudiantes, se encontraría en una propuesta lúdica
del aprendizaje una de las bases para solucionar esta brecha. Desde
ya debemos considerar que la alfabetización informacional y digital
sería otro de los soportes en relación a tratar de disminuir estás
desigualdades.
Estas dos bases mencionadas, son solo una parte del conflicto en la
brecha digital, no debemos olvidar la necesidad de que los Estados
piensen y lleven a cabo políticas sociales y económicas para bregar
en pos de una disminución de la misma.
En el caso de nuestro país, Inés Dussel (2005) en el texto
“Desigualdades sociales y desigualdades escolares en la Argentina de
hoy” analiza como el contexto político histórico y las sucesivas crisis
económicas en nuestro país han llevado a una amplia franja de la
población a tener un sentimiento de igualdad “en la desgracia” con
un amplio sentido fatalista y determinista.
Partiendo de esta “estructura de sentimientos” sostiene que pensar
en las desigualdades en el sistema educativo nos pone frente a dos
dimensiones: la afirmación de igualdad en nuestra sociedad y qué se
hace con la acción individual y colectiva. Estas dos dimensiones
deben pensarse simultáneamente para lograr los cambios
necesarios y duraderos sobre las dinámicas y comportamientos
institucionales y de los individuos.
La alfabetización digital se basa en dos líneas de acción, una
individual que depende expresamente de la necesidad de
superación de los individuos y el tener conciencia de esa necesidad.
La otra línea de acción tiene que ver con la conformación de la
Sociedad de la Información y las necesidades de las instituciones
para la inserción de cada nación en el mundo actual.
Sociedad de la Información y Brecha digital.
La Sociedad de la Información ofrece tal abundancia y posibilidades
de contenidos, basándose en el intercambio de los mismos entre los
individuos en todo el mundo; y casi siempre es vista como el
remedio a las muchas carencias que padece la humanidad.
Numerosos autores, especialmente los más conocidos promotores
de la Internet, suelen tener visiones optimistas acerca de las
capacidades igualitarias y liberadoras de la red, como es el caso de
Gates (1999) y Negroponte, (1995).
Sin embargo, las nuevas tecnologías y en particular Internet, igual
que cualquier otro instrumento para la propagación y el intercambio
de la información, no resuelve por sí sola los problemas del mundo.
De hecho, ha sido casi inevitable que reproduzca algunas de las
desigualdades más notables que existen. Mientras las naciones más
industrializadas extienden el acceso a la red y las TIC entre
porcentajes cada vez más altos de sus ciudadanos, Internet sigue
siendo ajena a casi la totalidad de las personas en los países más
pobres o incluso en zonas y/o segmentos de la población marginada,
aún en los países más desarrollados.
En el mundo digital se difuminan las fronteras convencionales, una
característica de la WEB es que no hay un centro y por lo tanto,
tampoco una periferia. Todos podemos ser el centro, aunque jamás
sepamos qué tan lejos se ubica la periferia. Las fronteras no se
encuentran en el mundo virtual, sino en el mundo real. La más
importante de estas fronteras, es la ya señalada desigualdad en el
acceso a los recursos informáticos, que no es sino la expresión de las
dificultades para extender la cultura y los medios para aprehenderla
entre las grandes mayorías en los países de menor desarrollo.
Los nuevos recursos tecnológicos constituyen una oportunidad
enorme para afianzar la presencia global de las naciones, al mismo
tiempo que se acrecientan la cultura y la creación universales; pero
para que esto realmente ocurra y se manifieste, son necesarias
políticas intencionales de largo alcance para permitir la conexión a
las redes informáticas, su utilización y tránsito por los canales de
información. Mientras tanto, nos encontramos ante dos conjuntos de
personas. El primer conjunto formado por aquellos que tienen los
medios necesarios para acceder a los nuevos recursos tecnológicos;
el segundo, mayoritario, formado por aquellos individuos que por
una u otra razón no tienen acceso a los mismos
recursos, la diferencia entre estos dos grupos de personas, es lo que
denominamos Brecha Digital.
Estar en el lado mayoritario, menos afortunado de la brecha,
significa que hay menos oportunidades para tomar parte en la nueva
economía, sustentada en la información, ya que muchos más
empleos se encuentran relacionados directa o indirectamente con
estas tecnologías. También significa que hay menos oportunidades
para participar de la educación, la capacitación, las compras, el
entretenimiento y las oportunidades de comunicación que están
disponibles en línea. En general, aquéllos que son pobres y viven en
áreas rurales están cerca de 20 veces más en riesgo de quedar
rezagados que los más prósperos residentes de las áreas urbanas

Así, la brecha digital aparece como una de las cuestiones más


críticas para el desarrollo de la Sociedad de la información. Se la
propone como una carencia crítica ante las necesidades de
desarrollo económico, social y cultural.
En la Declaración de principios de la Cumbre Mundial de la Sociedad
de la Información, se señala con énfasis:” Somos plenamente
conscientes de que las ventajas de la revolución de la tecnología de la
información están en la actualidad desigualmente distribuidas entre
los países desarrollados y en desarrollo, así como dentro de las
sociedades. Estamos plenamente comprometidos a convertir la brecha
digital en una oportunidad digital para todos, especialmente aquellos
que corren peligro de quedar rezagados y aún más marginados”
(WSIS, 2004).
El Plan de Acción de la Cumbre destaca la necesidad de establecer
indicadores y puntos de referencia más precisos, como así también,
el reconocimiento de que cualquier cambio significativo en el
equilibro entre usuarios y no usuarios se manifestará en
crecimiento económico, esto implica que la brecha tiene su raíz en
cuestiones más profundas y estructurales.
Norris (2001) intenta conceptualizar la brecha digital en términos
más analíticos, se basa en la importancia que las TIC e Internet
tienen para las naciones en desarrollo, gracias a la promesa de
mayor productividad y su potencial participativo. Dividiendo así la
cuestión en tres niveles, para él existe una brecha entre naciones, a
la que denomina brecha global; a los individuos los separa en info-
ricos e info-pobres, para indicar la brecha social; y por último,
diferencia a quienes utilizan el potencial de Internet para aumentar
su participación en el proceso político y aquellos que no,
denominando a ésta última brecha democrática. De tal manera
Norris trata de definir la brecha digital como un conjunto de
deficiencias de acceso que afectan el desarrollo potencial que podría
surgir del uso de tecnología. La brecha debe atacarse para
emparejar las diferencias, permitiéndoles a todos los posibles
usuarios aprovechar el potencial de la tecnología y de los recursos
disponibles a través de ella.
Existen otros modelos más sofisticados (8) para explicar y plantear
la brecha digital en la sociedad de la información, como es el caso
propuesto por Chen y Wellman (2003) en el que entrecruzan las
distintas brechas ubicándolas en cuatro perspectivas:
Acceso a la tecnología.

Alfabetización tecnológica.

Acceso social.

Uso social.

Se basan principalmente en considerar el uso que realmente hacen


las personas de las TIC y de Internet, en este caso, la brecha se
entiende como una serie de deficiencias existentes previamente.
Salvar la brecha para este modelo, no solo es una ruta para acceder a
la abundancia de información, sino también, como un camino
posible para ayudar a corregir o hacer desaparecer varias de las
brechas preexistentes en una sociedad dada, resultando así una
solución estructural a muchos de los problemas del mundo en
desarrollo, pero no se deben tomar en forma aislada a modo de
respuesta mágica a los problemas existentes.
La aproximación directa a la realidad del uso de las nuevas
tecnologías puede servir para realizar un análisis más adecuado y
preciso, pudiendo hacer posible una comprensión más adecuada del
conjunto de carencias que estaría detrás de la idea de una brecha
digital.

3.- ¿Qué diferencia existe entre educadores tecnófobos y


tecnófilos? Explique cada término y de un ejemplo sobre cómo
influye cada uno en su trabajo en el aula.

Los TECNOFOBOS serían aquellos para quienes el uso de


cualquier tecnología simbólico u organizativo que no usaron
desde pequeño, representa un peligro para para los valores
establecidos.

TECNOFILOS: Encuentran en cada nueva aportación tecnológica


, la mejor representa a los problemas de enseñanza y el
aprendizaje escolar.

4.- Explique qué son y qué características tienen las aulas


tecnológicas

Es necesario en esta unidad de cierre proponerles redefinir qué es


enseñar y aprender a partir de la incorporación de las NTIC que
determinan que los muros de las aulas desaparezcan: el planeta
sirve para obtener información, intercambiar lo que sabemos o bien
compartir los logros o avances.
Por otro lado, las nuevas tecnologías permiten el consolidar
procesos de Educación a Distancia, que nacido en otro contexto
histórico y tecnológico, encuentra en este el marco ideal para
constituirse en una de las armas más potentes para la distribución
del conocimiento acumulado socialmente.
Entonces abordaremos este último bloque en dos planos posibles
para desarrollar los procesos de enseñar y aprender : El espacio
presencial del aula a partir de la concepción del aula tecnológica y el
espacio virtual como complementario del primero o como
Educación a Distancia.
Primero el aula tecnológica
Comencemos por el aula tecnológica considerando esta como un
espacio equipado y diseñado para el uso integrado de distintas
tecnologías de la información y de la comunicación. En ella se
utilizan tanto los medios didácticos tradicionales , potenciados por
la moderna tecnología , la tecnología de la información, la
informática y los medios audiovisuales.
Cuando pienso en aulas tecnológicas me refiero al desarrollo de
ambientes de aprendizaje estimulantes, plagado de intercambios
resultando espacios fecundos para la construcción social del
conocimiento. Esto implica generar en la escuela ámbitos en donde
la tarea, las interacciones y los recursos pertinentes para aprender
favorezcan la exploración, la indagación, la
producción y el intercambio de saberes mediante los cuales los
alumnos se apropien del conocimiento y puedan transferirlo a
contextos ricos y variados.
En la actualidad, el acceso a la información desde diversos soportes,
el uso de tecnología para la comunicación y la expresión, requieren
pensar y diseñar un ámbito adecuado que concentre la gestión
integral de los recursos multimediales o hipermediales requeridos
para el aprendizaje.
No es la idea el proponer costosas instalaciones dentro de la escuela
que generen por su sofisticación miedo e inseguridad de ser
utilizadas. Desde los 90 distintas publicaciones especializadas en
Tecnología Educativa sostienen la necesidad de crear primero la
conciencia, luego el espacio mental y por último el lugar físico. El
aula tecnológica debe constituir un lugar real y hoy gracias a la
tecnología un espacio “virtual” puede estar lleno de oportunidades
para valerse de recursos cada vez más complejos . Muchos de los
elementos necesarios se encuentran en casi todas las aulas : libros y
todo tipo de información impresa, videos, cassettes. En algunas
faltan retroproyector, computadoras, software, TE, fotocopiadora,
fax, TV. Pero no todo es equipamiento e insumos: es decir esto sólo
no basta. En muchas escuelas están ausentes una organización en la
tarea, conciencia de trabajo, ganas de disfrutar el trabajo y permiso
para usar y tocar.
El diseño de equipamiento estará en función de los medios
didácticos que se vayan a utilizar y de la integración de los mismos.
Así el equipamiento podría pensarse en categoría que no son
excluyentes solo organizadoras en función de los distintos medios
de enseñanza que se vayan a usar :
Técnicas tradicionales de comunicación interpersonal :
Superando la tiza y la voz también se puede contar con pizarras
electrónicas (Pizarrones inteligentes) que permiten la escritura y el
borrado , visualizar el contenido de la pantalla de la PC del Profesor
como cabeza de red o el trabajo de la PC de un alumno en particular
que el profesor quiera mostrar, escribir o señalar sobre esto y la
posibilidad de imprimir todo el contenido escrito en ellas . También
podría pensarse en pequeños micrófonos inalámbricos que en una
clase grande hará que la voz llegue a todos los rincones del aula sin
esfuerzo
para hablar ni para escuchar ( suelen emplearse en algunos teóricos
de las Universidades con gran auditorio superando los viejos e
incómodos micrófonos de manos que rigidizaban el movimiento del
docente en el salón)
Técnicas audiovisuales : Estos como representaciones de la
realidad o abstracciones pueden ser incorporadas al aula ya que
pueden suministrar gran cantidad de información, favorecer las
vivencias y el acercamiento al contenido, provocar impacto emotivo,
“visualizar” de forma sencilla la idea global y representar objetos y
situaciones reales. Láminas y mapas tradicionales, acompañados con
imágenes fijas (filminas en retroproyector, diapositivas, fotos
digitales, archivos de imagen de sites) o imágenes en movimiento
(TV, DVD, video , PC)
Técnicas informáticas : La presencia de la computadora como
medio de aprendizaje, investigación y ayuda a la docencia es algo
incuestionable. Constituye una herramienta que permite el cálculo,
la simulación, la adquisición y tratamiento de datos, el diseño, la
edición, la comunicación entre los usuarios, la evaluación y el
control de los aprendizajes, la tutoría mediante sistemas expertos o
la tutoría a distania (elemento que más adelante retomaremos) . En
el aula informática uno de los papeles que tiene asignado es el de
servir de apoyo a las explicaciones del profesor.
Tecnologías de telecomunicación : Estas tecnologías incorporadas
al aula de informática a través de redes telemáticas o de TV
permitirán a los usuarios acceder a programas de formación por TV ,
videoconferencias , etc. Como ejemplo se realizan clases
transmitidas por un especialista y observadas en pantalla en otras
escuelas,un reportaje a un autor o un deportista entre alumnos de
varias escuelas y él sentado en el living de su casa.
Técnicas de edición o autoedición : Las instalaciones del aula
tecnológica deberán permitir la elaboración de documentos escritos
partiendo de los medios tecnológicos con que esté dotada : los
pizarrones inteligentes o electrónicos ya descriptas, la PC con la
impresión de textos generados o
extraídos de alguna fuente, el FAX y el CORREO ELECTRONICO como
medio de registro escrito a la distancia, la fotocopiadora para
reproducir material de interés del grupo, etc.
Sabido es que la introducción de nuevos sistemas de información y
comunicación comporta la necesidad de maneras diferentes de
trabajo y de organización en el aula . En otras palabras, surge la
necesidad de diferentes entornos informativos y comunicativos en
el aula que conllevan a nuevas maneras de entender el mundo. La
introducción de la informática, del retroproyector o del video en el
aula permite al alumno trabajar con realidades lejanas del espacio
físico, con lenguajes diferentes que conviven con el lenguaje escrito
archivado en una biblioteca . De esta forma surgen posibles
estrategias de trabajo en todos los niveles :
1.- Las que se desprenden del uso de los medios y de la comprensión
de los lenguajes (el alumno debe ser capaz de captar la información
que los medios facilitan).
2.-La necesidad de que los alumnos adquieran procedimientos de
trabajo con la información que han obtenido en distintos medios
generando archivos de documentación para la organización de una “
mediateca” en el aula.
3.- Una organización distinta del aula : con medios para utilizar
(video, PC, retroproyector, libros, prensa escrita, etc.) y lugares
destinados a la documentación adquirida, recogida o producida por
los alumnos).
Pensemos la cantidad de aprendizajes que están contenidos en el
diseño de la mediateca, en su organización, en su categorización,
clasificación y evaluación constante. Estos grupos de alumnos
unidos por tareas especificas contribuyen a romper el esquema
tradicional de la clase y dan respuesta a las propuestas de
flexibilidad en los agrupamientos, los tiempos y los espacios
escolares.
Hay líneas de trabajo que proponen formar en cada institución
educativa de cualquier nivel un centro de recursos multimediales
para el aprendizaje
que llevaría al replanteo del tipo de gestión basada en principios de
organizaciones inteligentes.
Este centro de recursos multimediales puede definirse como una
estructura sistemática de búsqueda, evaluación, selección, acopio y
organización de materiales, equipos y servicios que se pueden
ofrecer a estudiantes y docentes a fin de impulsar el aprendizaje
permanente. Así, el centro integral de recursos multimediales para
el aprendizaje puede definirse como el lugar donde estudiantes y
docentes pueden dedicarse a actividades de aprendizaje tan
diversas como lectura, escritura, discusiones, búsqueda de
información en distintos soportes, reproducción de programas,
grabaciones, filmaciones, realización de diseños y montajes,
producción de material pedagógico para ser utilizados en el aula,
desarrollo de proyectos culturales, y otros similares.
El centro debería proporcionar un ambiente social organizado para
que los miembros de la comunidad educativa :
reconstruyan su saber
mediante la ejecución de tareas vinculadas con la información
en interacción con otros (local o remota)
valiéndose de recursos multimediales.

También debería desde un enfoque pedagógico :


promover la gestación de proyectos innovadores,
potenciar las interacciones,
estimular la producción de conocimientos y
favorecer el incremento de la comunicación.

El centro de recursos multimediales encierra un enorme potencial


en tanto puede constituirse como centro promotor de cambios de
las prácticas docentes, al tiempo que puede representar un lugar de
preservación para las prácticas sociales valiosas como la
conservación del patrimonio cultural de la comunidad . En nuestro
país los planes de mejora de la calidad ya señalados en bloques
anteriores facilitaron el acopio de filmadoras VHS, digitales ,
DVD,etc. Mucho es el material que podría realizarse pero sin una
documentación u organización adecuada a estos tiempos de poco
serviría a otros grupos. Los docentes en Argentina nos falta cultivar
la costumbre de documentar las experiencias exitosas o no pero que
dan cuenta de buenas propuestas por lo tanto de instalarse en la
Institución este tipo de organización debería también incluir
materiales propios para los docentes.
Como todo lugar donde se acopia material exige una buena
organización y actividades básicas :
-coleccionar
-categorizar materiales , equipos y servicios
-evaluar
-distribuir
Es importante incluir, a la hora de decidir la organización del centro
multimedial, los procedimientos para evaluar los nuevos materiales
. Es importante revisar y excluir materiales inadecuados o de escaso
valor, anticuados o erróneos. Si los docentes generalmente los
mantienen, quizás sea por desconocimiento, falta de entrenamiento
en el manejo de nuevos recursos o por rutina. Algunos materiales a
veces son más útiles que otros en función del proyecto curricular de
la institución.
Son importantes también las tareas de difusión del material que se
incorpora al centro multimedial, organizar encuentros de
entrenamiento en el uso de medios tecnológicos y de intercambio de
experiencias construidas con el apoyo de medios.
El material multimedial conseguido o construido en el centro
implica siempre un montaje didáctico programado que requeriría
del trabajo docente previo de :
Investigación del modelo didáctico subyacente
exploración de todas sus potencialidades, y
experimentación de los contextos posibles de uso en función del
propio diseño curricular.

Por último, como dato importante , que seguro conocerán, junto con
el catálogo de volúmenes disponibles en la Biblioteca Nacional del
Maestro llega a cada institución ( o está disponible en su página web
) un ejemplar con “Material Multimedia especializado para el
Docente “ donde además del listado de recursos a disposición para
la consulta, se difunde la forma de cómo solicitar desde cualquier
punto del país la duplicación del material. Otro sitio de interés para
los docentes de todos los niveles lo constituye el portal www.educ.ar
que organizado desde el Ministerio de Educación de la Nación
aporta software y videos adaptados a las distintas franjas etáreas de
alumnos. Todo lo enunciado o recomendado más otros que cada
docente puede evaluar como aprovecharlo en el aula son una
pequeña contribución para la construcción de Centros de Recursos
Multimediales en cada establecimiento y al uso de nuevas
tecnologías como estrategia para profundizar aprendizajes más
significativos y adaptados a cómo perciben nuestros alumnos la
realidad a conocer.
Ahora las Aulas Virtuales
Se sostiene que el rol fundamental en los procesos educativos lo
ocupan las personas. Entonces, si las nuevas tecnologías :
facilitan el acceso a procesos de formación y enriquecimiento ;
rentabilizan el esfuerzo y tiempo de dedicación ;
posibilitan la inclusión de sujetos de diversos contextos (Ej.
:geográficos )
contribuyen a personalizar el proceso formativo...

...podemos decir sin temor a equivocarnos que son un aporte más


que interesante para dar respuesta a las demandas instaladas en
nuestra sociedad de educación permanente.
E. Litwin12 , especialista argentina en Tecnología Educativa y en
Educación a Distancia, señala la desconfianza presente durante años
(desde
12 LITWIN, E La buena Enseñanza en laEducación a Distancia.
PAIDOS. 1998.
los 50) en los procesos denominados “por correspondencia”
pensando que no eran propuestas de jerarquía académica o
formativa. Las sospechas acerca del medio persistieron mientras en
otras partes del mundo comenzaba a desarrollarse distintos
programas y competían los egresados de los sistemas tradicionales
en igual condiciones que los formados en estas nuevas propuestas.
Para definir el término partamos de su caracterización
fundamental que consiste en la mediatización de las relaciones entre
docentes y alumnos : se reemplaza la asistencia a clase por una
nueva propuesta donde se enseña y se aprende mediante
situaciones no convencionales en espacios y tiempos que no
comparte. A esto se acompaña una buena organización que supera
las trabas rígidas, haciendo flexible los mecanismos de inscripción,
distribución de materiales , atención y orientación de alumnos.
Litwin, en el capítulo ya citado, también señala que la educación a
distancia se aplica hoy en cursos de enseñanza de oficios,
capacitación laboral o divulgación científica, campañas de
alfabetización y estudios formales en todos los niveles y campos del
sistema educativo. Con el vertiginoso avance de este tipo de
educación se incorporaron maestrías, post-grados, dando cuenta de
las excelentes posibilidades de la modalidad para la educación
permanente. Ya no son sólo las Universidades que generan
propuestas sino que se suman asociaciones de profesionales, medios
de comunicación, entidades comerciales, ampliando la oferta de
propuestas no formales.
Este siglo XXI en nuestro país se recibe con plataformas virtuales
que permiten cursar materias generalmente de postgrados y
algunas carreras de grado.
El estudiante en una buena propuesta de educación a distancia
tiene autonomía para elegir espacios y tiempos para el estudio, pero
no se debe confundir con la figura del autodidacta que selecciona los
contenidos sin contar con una propuesta didáctica y pedagógica
para el estudio. En una propuesta de educación a distancia los
alumnos cuentan con propuestas didácticas claras. Pero después de
10 años de ser docente en carreras virtuales también sumo a que
como requisito el alumno debe tener una disciplina u orden para
llevar
adelante las materias con lectura y trabajos al día. La distancia da
libertad horaria pero hay que sumarle una autoexigencia o
disciplinamiento que no todos pueden asumir.
Podemos realizar una evolución de los soportes que dieron a la
Educación a Distancia la posibilidad de incorporar en los distintos
períodos cada vez mayor cantidad de usuarios que hicieron real
aquello de la Ecuación Permanente planteada desde los ideales de
los 70. En las década de los 60 los cursos a distancia surgieron por
medio del correo generalmente con formatos de libros y cartillas o
guías especiales . Más tarde, en los 70 fue el turno de cómo
incorporar la Televisión y la radioa . Para citar un ejemplo los
programas de alfabetización en América Latina se desarrollaron
alternando estos soportes. Los 80 llegaron con la incorporación de
audio primero y videos después que permitieron difundir
masivamente cursos o conocimientos sobre distintos aspectos de la
humanidas. Quien no recuerda en esos años los cursos de idioma en
cassette o en video para seguir al ritmo que cada uno pudiera. Y
llegamos a los 90 y se multiplicaron los desafíos para incorporar las
nuevas tecnologías : las redes satelitales, el correo electrónico,
Internet con sus foros de reunión y debates y el uso del CD ROM
como soporte de información o guía. Fueron temas de debate en
distintas propuestas de educación a distancia el lugar que se les
asignó a los soportes en el proceso de enseñar, las relaciones entre
los mismos y los tipos de procesamiento didáctico.
Podemos y debemos establecer una relación directa entre evolución
de la tecnología en general y de la tecnología educativa en particular
con la educación a distancia. Hoy se pone en permanente discusión
el diseño de los entornos virtuales de los sites WEB de cursos y
carreras a distancia tendiendo a que en definitiva estos entornos
mejoren los procesos de contención de los alumnos.
Considero que hay meta-prendizaje en todo abordaje de un curso o
carrera que se desarrolle a distancia. Por una parte resulta evidente
la mejora en el uso de la tecnología empleada por el soporte y otro
resultado más sutil consiste en la modificación de los patrones de
aprendizajes adquirido en
estadios de desarrollo anterior y en definitiva en la forma de
pensamiento. Estas modificaciones posibles son el eje de numerosas
investigaciones en nuestro país y en el mundo.
Hay un gran desafío inserto en este período: el desarrollo de los
nuevos soportes y materiales de la Educación a Distancia
incorporando nuevas tecnologías no debería seguir incorporando
enfoque ya obsoletos en el campo de ls didáctica. Los materiales que
se incluyan deberán necesariamente presentar desafíos cognitivos
profundos a los estudiantes.
¿LA DISTANCIA? Evidentemente estas nuevas posibilidades
tecnológicas quitan especificidad al término. La distancia ya no es un
término que la connota adecuadamente , la virtualidad parecería ser
una característica que la define en forma más completa. Basta con
pensar la rapidez en las comunicaciones vía Internet para encontrar
similitudes con procesos que se dan en lo presencial.
Por último, entonces, falta la obligada referencia a la figura del tutor
en los programas de educación a distancia en la orientación,
reorientación de los procesos de comprensión y de transferencia.
Los tutores son los encargados de diseñar las propuestas para la
cursada teniendo como tarea central el seguimiento del proceso de
aprendizaje de cada alumno en particular.

5.- ¿Qué son y para qué sirven los objetos de aprendizaje?

Una de las primeras dificultades cuando se inicia el trabajo con


objetos de aprendizaje es la multitud de concepciones disponible.
Las concepciones han variado desde la especificación de la
naturaleza del objeto (digital / no digital), su tamaño (mínimo,
extenso), sus características (estructura de tres componentes /
estructura libre), su condición de abierto / cerrado, entre otras.
A continuación se plantean algunas definiciones de objetos de
aprendizaje, y se propone una conceptualización que será la base en
este trabajo.
El Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE, por sus
siglas en inglés) definía un objeto de aprendizaje como ―una
entidad, digital o no digital, que puede ser utilizada, reutilizada y
referenciada durante el aprendizaje apoyado con tecnología‖ (IEEE,
2001).
Revisiones posteriores del término condujeron a la proposición de
que los objetos deberían circunscribirse al terreno de lo digital, y se
propuso definirlos como ―una pieza digital de material de
aprendizaje que direcciona a un tema claramente identificable y que
tiene el potencial de ser reutilizado en diferentes contextos‖ Mason,
Weller y Pegler (2003).
Asimismo, una definición amplia es propuesta por uno de los
principales promotores del concepto de objeto de aprendizaje:
David Wiley, quien propuso que es ―cualquier recurso digital que
puede ser reutilizado para apoyar el aprendizaje‖ (Wiley, 2000).
Haciendo énfasis en la reutilización, JORUM Project (2004)
proponen que ―un Objeto de Aprendizaje es cualquier recurso que
puede ser utilizado para facilitar la enseñanza y el aprendizaje y que
ha sido descrito utilizando metadatos‖.
De las definiciones anteriores, podemos extraer algunas
características que consideramos fundamentales: 1) facilitan la
enseñanza; 2) incluyen metadatos; 3) se utilizan en un entorno de
aprendizaje, y 4) pueden tener diferentes niveles de complejidad.
Complejidad de los objetos: modularidad o comprehensividad:
La complejidad nos remite en principio al tema de la granularidad
de los objetos. Por granularidad podemos entender el nivel del
objeto en cuanto a inclusión de información; podemos encontrar
objetos que cubren un curso completo, un tema de un curso, un
subtema, o un elemento a incluir en una pantalla, como un video,
una foto o un esquema.
Los objetos de aprendizaje concebidos originalmente planteaban
que un objeto debía incluir una cantidad mínima de información,
debido a que de esa forma era más factible la modularidad y la
reutilización; esto es, estaban pensados para tener una
granularidad muy fina. Sin embargo, la tendencia en este sentido ha
sido que existan objetos con diferente granularidad, ya que muchos
de ellos también integran información de una unidad de aprendizaje
completa.
De esta manera, podemos encontrar objetos de aprendizaje básicos,
otros que cubren un objetivo específico, o algunos más que
desarrollan un objetivo general. En la medida en que los objetos
tengan una granularidad más gruesa serán más comprehensivos en
información, y en tanto será más difícil que se piense en
recombinarlos con otros objetos, puesto que tendrán una estructura
más completa, y consecuentemente integrarán combinaciones de
información únicas en un curso, difíciles de combinar con otros
objetos. Pero sí podrían ser reutilizables.
Clasificación de los objetos de aprendizaje:
De las posturas señaladas más arriba, se desprende la propuesta de
que pueden desarrollarse bancos de objetos, tanto analíticos
(derivados de la postura objetivista) como integrales (derivados de
la postura constructivista), y considerar tanto los objetos
interactivos como los no interactivos, para su clasificación y reúso.
Los objetos que componen la taxonomía propuesta incluyen: 1)
objetos básicos no interactivos, 2) objetos interactivos analíticos-
objetivistas, y 3) objetos integrales-constructivistas. La tabla 1
muestra las tres categorías de objetos que se proponen en esta
taxonomía, y enseguida se describen.

• Básicos, no interactivos
• Analíticos
• Integrales

Objetos básicos no interactivos: Son documentos que por su


estructura no conducen a la interacción, más allá de la mera
revisión, lectura o visualización por parte del usuario. Tal es el caso
de imágenes, presentaciones, textos, videos, audios, etc.
Objetos analíticos: Son archivos creados con algún sistema como
Flash, Director, HTML, XML, algún lenguaje de programación, etc.,
que cubren algún aspecto relacionado con la enseñanza de un
objetivo específico mediante interacciones entre el alumno y el
material. Ejemplos pueden ser: explicaciones paso a paso con
ejercicios integrados (tutoriales) que incluyen explicación, ejercicios
o evaluación; simuladores para ejercicios; bancos de ejercicios;
sistemas tutoriales inteligentes, entre otros. La interactividad en
estos objetos se da en episodios en los que el material ofrece
retroalimentación del desempeño al estudiante.
Objetos integrales: Son archivos web generalmente, creados con
ayuda de algún editor de sitios como Dreamweaver o FrontPage, que
incluyen el planteamiento de un problema general, una serie de
recursos, temas a revisar, actividades sugeridas que incluyen el
planteamiento de problemas, solución de casos, solución de
preguntas, etc. Estas actividades suelen resolverse a través de la
publicación de tareas, y la interactividad en estos casos se desarrolla
con agentes como un profesor en línea (tutoría) y un grupo de
compañeros (colaboración).
6.- Explique qué es un e book, cuáles son sus partes y qué usos
puede dársele en el aula.
Características formales de un e-book:
Márgenes, tamaño y forma de la página son las partes funcionales
del libro.
Hay que saber articularlo todo para expresar visualmente la
sensación que el autor pretende transmitir mediante el tema sobre
el que escribió. ¿Hay algún aspecto de esta tarea compositiva que te
interese subrayar particularmente? ¿Por qué?
Cuando se ha tomado la decisión sobre el formato del trabajo que se
va a realizar, una de las primeras cosas que hay que establecer son
los márgenes que éste tendrá. El formato de trabajo y otros aspecto
tales como el tipo de trabajo que realizas, el público al que se dirige,
el grosor de la publicación o el soporte o papel del mismo, serán
algunos de las características a tener en cuenta a la hora de
establecer los márgenes del diseño.
Cuando se trabaja un diseño editorial, lo normal es que se tenga una
representación de la doble página (izquierda y derecha), resultando
más sencillo poder tener una idea más clara del aspecto que tendrá
esa publicación cuando esté en manos del destinatario.
Se definen los nombres de los márgenes que se encuentran en una
publicación: el margen superior o de cabeza, el margen inferior o de
pie, el margen interior o de lomo y el margen exterior o de corte.
Una vez que están definidos los cuatro márgenes obtendremos el
espacio de mancheta o mancha, es decir la zona de impresión o la
zona en la que estarán los contenidos de nuestra publicación o la
que equivale al tamaño de la página menos los márgenes.
El cuidado con los márgenes resulta fundamental a la hora de la
composición, porque las imágenes pueden ajustarse a dichos
márgenes o hacerse al corte, para enriquecer el ajuste visual.
Entre una mancha y otra se creará una zona de medianil, compuesta
por la suma de los dos márgenes interiores y que deberá estar en
función del resto de los márgenes así como del grosor que tenga la
publicación, ya que a mayor grosor más se dificultará la apertura de
las páginas y la mancheta deberá quedar fuera de la zona de pliegue.
El contenido será otro de los factores que deberemos valorar, ya que
si éste es demasiado extenso puede ser conveniente que
consideremos una zona de márgenes menor para que la publicación
no se extienda en exceso y poder generar otros blancos además de
los márgenes .Uno de los criterios que podemos aplicar para la
constitución de los márgenes de nuestra página sería la tan conocida
"regla áurea" o "sección áurea", creando unos márgenes que estén
en relación matemática con el formato de la página.
Otra proporción que normalmente se utiliza a la hora de establecer
los márgenes de los libros es darle un determinado espacio al
margen de cabecera, el 0,75 de éste se le aplica al margen interior o
de lomo, el doble del interior al exterior y el doble del margen de
cabeza al de pie.
Estas proporciones deben ser siempre tenidas en cuenta y evaluadas
junto con otros aspectos de la publicación así como de la idea que
tenga el diseñador sobre su trabajo.
Lo que si es recomendable es no utilizar los cuatro márgenes
iguales, ya que esto crea un aspecto excesivamente monótono y
carece de tensión compositiva, que es uno de los elementos que crea
interés visual en el espectador. Es recomendable tener en cuenta al
menos que normalmente los márgenes menores son los laterales y
que el margen inferior suele ser mayor que el superior.
La anchura de las columnas deberá estar en relación con el tipo y el
tamaño de éstos utilizado en la publicación. Un mayor número de
columnas es recomendable cuando la extensión del contenido es
mayor, dotando a la publicación de un cierto carácter de "urgencia o
premura"; por contra, cuando el número de columnas es menor y la
anchura de éstas mayor, estamos transmitiendo un mensaje más
calmo, serio e importante en la propia composición.
La ilustraciones y los títulos pueden ocupar anchos de una, dos, tres
o cuatro columnas, dependiendo del énfasis que queramos darle a
cada elemento. Y siempre teniendo presente que aquellos elementos
de mayor tamaño o de trazos más gruesos atraerán la atención de
forma más inmediata.
Existen diversos tipos de publicaciones: revistas, libros, boletines,
folletos, diario.
Esas publicaciones son piezas de diseño editorial; las cuales pueden
ser reproducidas, básicamente: impresas en papel o en medios
electrónicos. En otras palabras: tinta sobre papel o electricidad en
una pantalla.
Cualquiera sea el medio de reproducción, el planteo de la forma de
una publicación requiere siempre un trabajo de diseño. Ese trabajo
requerido implica el desarrollo de una retícula de diagramación; es
decir, de un sistema de ordenación.
La determinación de la retícula se plasmará finalmente en el
trazado de una maqueta que estandarice la diagramación de la
publicación.
Básicamente, esa maqueta mostrará las características tipográficas
de la publicación, las dimensiones de la página, y la posición de los
elementos variables e invariantes.
Con el auxilio de un sistema reticular debidamente estandarizado, el
diseñador se encuentra en condiciones de resolver múltiples
problemas en forma funcional, lógica y estética.
El empleo de la retícula como sistema de ordenación plasmado en la
maqueta, expresa el punto de vista desde el cual un diseñador
concibe la publicación de manera constructiva.
El sistema de ordenación exige honestidad en la aplicación de los
medios configuradores. Esto significa que requiere una puesta en
claro y un análisis pormenorizado de la tarea planteada. Impulsa el
pensar analítico, la fundamentación lógica y objetiva de la solución
de problemas, y un estilo que manifieste una actitud estética
coherente con el tipo de publicación y con su intencionalidad
comunicativa.
El tipo y las características de publicación en cuestión serán lo que
determine la dirección a tomar durante el proceso de maquetación.
La estructura de una publicación se puede descomponer en dos
partes básicas: la portada y el contenido.
a) La portada tiene dos funciones: una de carácter centrífugo y otra,
centrípeto. La centrípeta consiste en atraer la atención y despertar
el interés del destinatario. La centrífuga consiste en reflejar el nivel
intelectual del contenido. En ambas funciones se orientan
unitariamente a promover la publicación. Para eso, la portada debe
exhibir un estilo que complemente al contenido.
b) El diseño de los espacios destinados al contenido debe lograr la
estilización del contenido mismo. Esto significa que lo debe
interpretar en términos de lenguaje visual. Lo debe realzar. Es
responsabilidad del diseñador el pensar estratégicamente la forma
más adecuada para el contenedor gráfico del contenido.
La primera cosa que condiciona materialmente la composición de
una pieza de diseño editorial es el formato; es decir: el tamaño, las
dimensiones de la edición.
Este condicionamiento guarda relación con el método de impresión,
con el papel y con el encuadernado utilizado, si se trata de una
edición impresa. Pero si se trata de una edición digital, guardará
relación con el software involucrado en su armado y con la vía de
distribución. Por otra parte, en cualquier caso (edición impresa o
digital), la composición también estará condicionada por el
presupuesto disponible.
Una vez que se ha elegido el formato, hay que buscar una fórmula
para el diseño.
Los dos aspectos principales del mismo serán: la retícula de
diagramación (empleada para darle una estructura consistente a la
página) y el estilo tipográfico (para darle a la publicación una
especial cualidad tonal).
a) Empleando la retícula como base formal del trabajo, el diseñador
organiza los márgenes, las columnas de texto y los espacios
reservados para elementos especiales (fotografías, por ejemplo). Sin
embargo, esa estructura no ata al diseñador, sino que podrá ir más
allá de sus fronteras para crear formas que desafíen a la propia
estructura. Esto quiere decir que un diseñador puede romper la
estructura (por ejemplo como táctica para potenciar un
determinado recurso expresivo), pero lo que no puede hacer es
prescindir de una estructura básica.
b) El efecto tonal de la tipografía se determina para conseguir un
diseño ordenado y fluido
Han de pensarse las características del texto de modo tal que la
tipografía pueda interactuar adecuadamente con los demás recursos
expresivos presentes en la página.
La comprensión del maquetado no tiene nada que ver con una
suerte de «geometrización» rígida de la mente del diseñador. ¡Todo
lo contrario!
Una vez realizado el bocetado de la retícula, el diseñador debe
hacerse una idea de la forma en la que coordinará imagen y
tipografía en la página. Esa coordinación se ha de orientar hacia
quiebres de columnas o márgenes y hacia montajes visuales que
hagan interesante la página, dotándola de un gran atractivo visual.
Apartarse de la retícula es propio de todo diseñador audaz, pero
para poder apartarse de ella antes hay que tenerla.
De este modo el diseñador va estableciendo un original juego de
formas, el cual resulta apto para crear innumerables combinaciones.
Mediante este juego el diseñador consigue que la maqueta permita
ir modificando la apariencia de la página cada vez que sea necesario,
para comunicar distintos estados de ánimo en relación con las
variaciones del contenido. La elección de la tipografía requiere el
mismo análisis (tipo, cuerpo, interlineado, longitud de línea,
alineación, sangrado).
Las partes del e-book
Un libro tiene varias partes, y cada una de ellas cumple una
determinada función.
Estas partes son:
1.- Tapa, o cubierta exterior. Su tratamiento suele ser de estilo
artístico. Lleva la responsabilidad de causar en el lector una primera
impresión sobre el libro, y sabido es que no hay una segunda
oportunidad para una primera impresión. Sin embargo, un recurso
bastante extendido es ofrecer al lector una breve sinopsis del
contenido de la obra en la contratapa acompañada con una somera
presentación del autor.
Si la tapa lleva una sobrecubierta removible, la misma suele cumplir
una doble función: proteger la tapa y actuar como un cartel que
potencia el atractivo visual del libro.
2.- Anteportada, o primera página interior impresa. Históricamente
procede del siglo XIX cuando los libros no llevaban tapa, porque no
se encuadernaban y se los ponía en venta como fajos de papel. Es
solo una página de protección de la portada, en el dorso puede llevar
impreso el frontispicio o permanecer en blanco.
3.- Blanco o frontispicio, o lista de otros títulos del mismo autor.
Precede a la portada o suele llevarse su información a una solapa de
la cubierta exterior.
4.- Portada, o doble portada. Contiene el título del libro, el subtítulo
si lo hubiera, así como el nombre del autor y del editor.
5.- Protocolo. Es una o dos páginas formales con información sobre
licencias, reconocimientos, pie de imprenta, copyright, ISBN, etc.
6.- Dedicatoria. Es un espacio muy significativo e íntimo para el
autor. Puede ubicarse en hoja aparte o al reverso de la portada.
7.- Agradecimientos. Su extensión puede variar. Lo usual es que se
coloque al comienzo de la obra, antes del prefacio.
8.- Prefacio, o prólogo, y posfacio, o epílogo. Si no ha sido escrito por
el autor, el prólogo no forma parte del libro y, entonces, debe
colocarse antes del índice; pero si lo escribió el autor hay que
colocarlo precediendo inmediatamente al primer capítulo. El epílogo
suele ser una conclusión escrita por el autor, en consecuencia es
parte del libro y se coloca detrás del último capítulo.
9.- Páginas en blanco. Es conveniente que las páginas que no llevan
texto impreso, igualmente contengan el número de página y los
elementos ornamentales comunes a las demás páginas; por ejemplo:
una línea sobre alguno de sus márgenes.
10.- Índices. Algunos colocan el índice detrás de la portada y otros al
final del libro. Pero si el índice es muy extenso, o si son varios,
conviene entonces colocar un breve sumario al principio del libro y
el resto de índices extensos al final.
11.- Posibles unidades adicionales: lista de ilustraciones, lista de
abreviaturas, y otras páginas con información suplementaria:
apéndices, bibliografía, etc. Por regla general, los listados y tablas se
colocarán al finalizar el libro y detrás del índice general extenso (si
lo hubiera).
Si se tratara de un único listado, breve (lista de abreviaturas, por
ejemplo), podría colocarse al principio del libro detrás del índice o
sumario.
Los apéndices o anexos complementarios por regla general se
ubican a posteriori del epílogo. En ocasiones podrían ir apareciendo
al final de cada capítulo correspondiente.
12.- Páginas del texto. Contienen muchos y variados elementos:
cuerpo extenso del texo, citas, notas, ilustraciones y epígrafes,
guardas ornamentales, folios explicativos, etc.
Para la composición de estas páginas rigen los criterios que ya
hemos expuesto al tratar de la retícula de diagramación, la selección
tipográfica, etc.
13.- Colofón. Es una breve nota solitaria que se coloca en la última
página del libro, con el nombre del impresor y el lugar y fecha de
impresión.
El diseñador debe plantearse cuál es la intención y utilidad de todas
y cada una de estas partes del libro, y buscar las mejores soluciones
para cada una de ellas. No debe soslayar ninguna.
Por ejemplo, a veces se le presta poca atención a la página de
protocolo; sin embargo, esta página contiene información muy
valiosa al momento de citar la obra.
Estructura del texto
Las principales carencias de los escritos que encontramos en
Internet están relacionadas con la estructura narrativa y los
aspectos visuales del texto. En este artículo se dan algunas pautas a
seguir para escribir en la Red.
Existen varias formas de organizar nuestras ideas en un texto, las
principales son:
Estructura clásica.
Estructura inductiva.
Estructura deductive.

La estructura clásica la constituyen tres partes: introducción,


desarrollo y conclusiones.
Es la forma propia del teatro clásico (presentación, nudo y
desenlace) y de la mayoría de escritos. Se intenta generar una
tensión que va creciendo en el transcurso de la narración para
terminar explotando en el último acto.
Esta estructura no es idónea para la Red si tenemos en cuenta que el
usuario se muestra tenso durante la lectura. Añadir más fuerza a la
narración puede conseguir que el lector se impaciente y comience a
escanear en busca de respuestas. No se trata tanto de mantener al
usuario enganchado en la página, sino de satisfacerle asegurando
nuevas visitas.
Por otra parte, tenemos la estructura inductiva. El narrador
describe uno o varios casos que demuestran una teoría o una visión
de las cosas. De nuevo nos encontramos con una tensión narrativa
que intenta atar al lector. En consecuencia, este tipo tampoco se
ajusta al medio Internet. Sin embargo en la Red son muchos los
artículos, ensayos y comentarios que responden a este modelo. Esto
se debe a que algunos grupos de comunicación transponen textos de
medios impresos a digitales sin tener en cuenta posibles
incompatibilidades.
Por último está la estructura deductiva. Se parte de un enunciado
fundamental para exponerlo en el desarrollo del texto. La
información esencial se ofrece en el primer párrafo deshaciendo así
toda la tensión narrativa.
Este modelo se corresponde con el periodístico de ―pirámide
invertida‖. La cantidad de información decrece del primero al
último párrafo. La principal ventaja de este modelo es que permite
varias lecturas según el interés del usuario. Una persona muy
interesada en el tema leerá todo el texto mientras otra menos
interesada leerá sólo el primer párrafo. A usuarios diferentes
respuestas diferentes, tan grave es no informar como pasarse.
De las tres estructuras es la última la más adecuada para Internet.
Por tanto, el uso de las otras dos debe ser moderado.
Usos en el aula :
Permitiría que nuestros niños no llevasen 10 kilos en la espalda
todos los días al colegio, cuyas consecuencias en la salud de las
próximas generaciones está por estudiar pero que no creo que llevar
ese peso sea nada beneficioso para sus espaldas .
Las bibliotecas tendrán un fondo bibliográfico infinito y podrán
dedicar su espacio a tareas diferentes a las del mero
almacenamiento.
La accesibilidad a la cultura sería total, no hay barreras para
obtener un ebook, no todo el mundo vive en una gran ciudad donde
las librerías tienen amplísimos catálogos
¿Cuántos millones, sí millones, de árboles dejarían de talarse si
usásemos libros electrónicos?
¿Cuántas toneladas de CO2 dejarían de emitirse a la atmósfera y
cuanta energía se ahorraría si no hubiese que transformar la madera
en pasta de papel?
¿Cuántos productos químicos dejarían de usarse para el
blanqueado de dicha pasta y para la impresión de los libros?
En este apartado, para ser ecuánime, habría que ver cuanto
contaminan y cuanta energía se gasta en los ereaders y en los
equipos de comunicación y almacenamiento de los ebooks.
Puede llevar múltiples libros en un mismo dispositivo de tal forma
que puede elegir la lectura que mas le apetece y no solamente leer el
ejemplar de papel que transporte.
Cuando sale de viaje no necesita llevar varios libros, ahorrándose
espacio y peso.
Ahorro de espacio en casa, con el tamaño de las viviendas actuales,
no hay mucho sitio para tener una biblioteca de libros de papel pero
no hay limites para las bibliotecas digitales.
Transportar sus propios documentos, apuntes, etc.

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