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Jueves, 9 de mayo de 2002 Webmail Alertas

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[SECCIONES] Mujeres enfadadas
JOSÉ TONO MARTÍNEZ/ESCRITOR, SOCIÓLOGO Y DOCTOR EN
FILOSOFÍA Hemero
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Uno de los beneficios colaterales de todo este desgraciado período
Política iniciado por la barbarie del 11 de septiembre y continuado en la guerra
Opinión de Afganistán tiene que ver, y de manera notable, con las mujeres, con
Mundo las mujeres afganas y con las mujeres de todo el mundo. El fuego amigo
de la pasada guerra ha puesto sobre el tapete esta vieja e irresuelta
Economía
cuestión. Hasta tal punto es así que en algún momento, al principio,
Deportes cuando había que justificar la propia guerra y armar ideológicamente la
Sociedad coalición que la apoyase, fueron muchos los que por razones sin duda
Cultura oportunistas airearon el maltrato y la humillación que sufrían las mujeres
Tecnología en el régimen ya extinto de los barbudos talibanes del mulá Mohamed
Televisión Omar. Como si antes eso no pasase, como si no siguiera pasando.
Gente
Todos nos hemos sentido indignados al contemplar esas viseras de
Titulares del día
Necrológicas rejillas flotantes que son los burkas y que obligaban a pasearse a las
Efemérides mujeres como si estuvieran en verdad entre rejas, con libertad visual
Viñetas condicional. Aunque yo sospecho que alguno en su fuero interno habrá
Especiales sonreído complacido, y desde luego son muchísimos más los que pasado
el ardor del combate antitalibán habrán ya guardado en el famoso
armario esta redescubierta causa para mejor ocasión. Porque si de
[MULTIMEDIA] cruzada feminista se tratase, nuestra obligación sería la de proponer
parecidas exigencias a otros muchos regímenes que de igual modo
siguen manteniendo a la mujer con el estatuto de ciudadana de tercera
clase, en el mejor de los casos.
Imágenes
Gráficos Si bien el tema de la mujer ha sido uno de los territorios simbólicos sobre
el que han batallado las distintas facciones y tribus en Afganistán, me
temo que no debemos ser complacientes: éste no es un asunto remoto y
[PARTICIPA] propio de países exóticos, sino que es uno de los más graves, cruciales y
pendientes en nuestro propio país, porque, ¿cómo está nuestro territorio
simbólico en este sentido? Sentimos decir que muy mal, y muy mal
Foros desde siempre. Pues sin duda es éste uno de los déficits éticos más
Chat arraigados en la mentalidad machista y falocrática de nuestra cultura
greco-romana-judeo-cristiana. El caso de Nevenka Fernández, la joven
ex edil de Ponferrada y en actual juicio contra el alcalde de aquella
[CANALES] ciudad, Ismael Álvarez, ilustra nuestro estado de cosas. El
comportamiento del ya destituido fiscal jefe de Castilla y León, José Luis
García Ancos, es un ejemplo de tan notorio abuso y de prejuicio en el
ámbito de la justicia que uno se pregunta: ¿cuántas Nevenkas tenemos
sufriendo en silencio, marginadas en el trabajo o acosadas por el solo
hecho de ser mujer?

Conozco un libro excelente aún no traducido y publicado por la


historiadora norteamericana Eva C. Keuls en el que se analiza la política
y el sexo en la antigua Atenas. Lleva por título El reino del falo y fue
impreso por Harper & Row en 1985, y luego por la Universidad de
California en 1993. Siguiendo la historia, la mitología y el arte que nos
ha quedado en frisos y vasos griegos, se nos propone un repaso novedoso
a la sexualidad griega, desde la pederastia y la prostitución a la
educación de los jóvenes y el rol de la mujer y la familia. Leerlo equivale
a repensar nuestra cosmovisión, nuestra intrahistoria, pero allí se nos
narra también una de las primeras revueltas feministas contra los
aristocráticos y exclu- sivistas ciudadanos del foro. Se produjo en el
verano del año 415 a. C., durante los preparativos de una expedición
contra Sicilia, en el marco de la guerra contra Esparta. El belicoso y
apuesto Alcibiades, por otro lado acusado por su esposa Hipparete de
introducir hetairas en el hogar, convenció a los atenienses de la
necesidad de esta arriesgada y militarista operación de castigo, contra la
opinión de los más sabios y moderados de la ciudad. Una noche de ese
verano, todas los monumentos dedicados al dios Hermes, los falos que
adornaban las calles y residencias de Atenas fueron decapitados y
mutilados. El escándalo fue mayúsculo y se produjo una investigación,
llevada a cabo por los magistrados. Pues bien, para esta historiadora se
trata de la primera conspiración histórica organizada por las mujeres
contra una guerra extenuante y considerada inútil. Un acto simbólico de
castración contra el poder de los hombres, contra el elemento icónico
principal de su virilidad y dominio. Ésta es la tesis; es preciso leer el
libro para ir al fondo de las razones allí expuestas.

Pues bien, las mujeres siguen teniendo muchas razones para seguir
irritadas, en Afganistán y en nuestra sociedad. La mujer sigue siendo
denigrada, utilizada y asociada a determinadas áreas vinculadas con la
sensibilidad, la naturaleza o el placer. Cualquiera que vea una anuncio de
televisión de coches o perfumes sabe de qué estamos hablando. Aunque
a algunos le suene a viejo, el proyecto feminista de liberación sigue
vigente: no sólo nos enfrentamos al reto de modificar conductas
aprendidas, sino que, a mi juicio, la tarea pendiente supone rehacer y
repensar la enseñanza de la historia, de la cultura, de la religión
organizada y de la propia filosofía.

Y es que en este asunto ya no se trata de los parches o de las políticas de


buena voluntad que de vez en cuando nuestros legisladores y dirigentes
proponen casi diría como concesión, o como guiño al electorado
femenino. En este sentido, Inés Alberdi recordaba hace pocos meses la
figura emblemática de Clara Campoamor, abanderada del voto de la
mujer durante la II República. En cuanto al capítulo de la violencia
doméstica, uno no puede sino avergonzarse del parte casi diario de
agresiones que leemos cada mañana en el periódico. Se habla de muchos
problemas, se magnifica el de la inseguridad en las calles pero, ¿y el de
la inseguridad en la propia casa o en el trabajo? Es el colmo pensar que
en muchas casas todavía las mujeres teman que sus maridos puedan
zanjar la discusión con un guantazo. Nadie habla de esto ni nadie
pregunta en las encuestas oficiales. La nueva directiva europea contra el
acoso sexual que ha promovido la comisaria Anna Diamantopoulou es
un paso en el buen camino. Se publicará en el Boletín Oficial de las
Comunidades Europeas en junio de este año y cada país miembro tiene
hasta 2005 para adaptar su legislación a esta normativa. Esperemos no
agotar el plazo.

En cualquier caso, lo que se precisa en nuestro país es introducir, en las


legislaciones autonómicas y de Estado, la discriminación positiva a favor
de la mujer tal y como sucede en el caso de las minorías étnicas de EE
UU. Lo que se propone es que la Administración no contrate,
subvencione o haga ningún tipo de negocio con aquellas empresas e
instituciones que no demuestren igualdad de trato y de contratación entre
géneros, y paridad en el sueldo y número de hombres y mujeres en
dichas empresas. Se trata de una política activa y efectiva, y así como
hay que demostrar que uno paga impuestos para que le den un contrato,
así hay que demostrar que uno contrata mujeres al 50% y las coloca en
puestos similares a los que ocupan los hombres. Y esto debe afectar tanto
al Consejo de Ministros como a la fábrica de helados de la vecindad. Tal
vez así no tengamos que ir a solucionarles los problemas a otros sin antes
haber arreglado nuestra propia casa y tal vez así las mujeres dejen de
estar enfadadas. No sea que una noche nos levantemos y nos
encontremos con una revuelta como la de aquellas atenienses, y vaya uno
a saber contra qué la emprenden.
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