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Gloria Copeland
«Yo honro a los que me honran, y humillo a los que me
desprecian»
(1 Samuel 2:30)
Dios honra a los que le honran. Él nunca olvidará las semillas de lealtad que
Malaquías 3:17 dice que tu formarás parte de Su tesoro especial para siempre.
Medita en eso por unos instantes. Al honrar a Dios con tu vida y con tus labios,
Una vez que comienzas a tener esa clase de perspectiva eterna de las cosas,
entenderás que es una falta de madurez total el enojarse con Dios cuando las
esperamos. Descubrirás que tu lealtad debe ser primeramente hacia Dios, y que
debes buscar primero Su reino, aun cuando las cosas parezcan estar saliendo
Dios nunca olvida. Él jamás olvidará que en medio de la batalla, cuando otros se
Por lo tanto, decide en tu corazón honrar a Dios y serle fiel en todo lo que digas.
Decide de una vez por todas que nada en tu vida será más importante que honrar