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¡Nacer de nuevo!

Kenneth Copeland
«Jesús le respondió: «De cierto, de cierto te digo, que el que no nace de nuevo, no puede
ver el reino de Dios.»
(Juan 3:3)

Nacer de nuevo. ¿Sabes lo que Jesús tenía en mente cuando le dijo esas tres palabras a Nicodemo? Él estaba

hablando del pacto. Jesús estaba explicándole a Nicodemo lo que significaba tener un pacto con Dios.

Déjame mostrarte lo que creo estaba en la mente de Jesús. Imagínate a un pequeño bebé recién nacido de una

madre soltera. Ninguna persona sabe quién es el padre y nadie desea saberlo. Es un niño que nadie quiere; no le

pertenece a nadie.

Ahora, imagínate a una familia de la mejor clase social. Una familia que ama a Dios. El papá posee un buen

trabajo y, económicamente, la familia ha sido bendecida. Son personas dadivosas que aman a la gente, y se

enamoran de este bebé. Poco tiempo después, lo adoptan.

¿Qué sucedió? Ese bebé volvió a nacer. Recibió padres nuevos. Gracias a la adopción, ese bebé ahora es un

heredero, sin necesidad de hacer nada. Los padres no dijeron: “Miren a este bebé. Estamos tan impresionados

con lo que ha hecho por nosotros que se ha ganado nuestro amor y respeto”.

No, es sólo un bebé. No hubiera podido hacer nada para merecer una nueva vida. Movidos por el amor que

sentían en sus corazones por este bebé, esta pareja se puso de acuerdo y lo colmaron de gracia. El bebé ahora

tiene acceso a todo lo que es de ellos. Cuando le dan su leche, no la rechaza y dice: “Soy tan humilde e indigno

que sólo merezco beber agua”.

¡Claro que no! Ese bebé actúa como parte de la familia—como un miembro importante de esa familia. En los días

de Jesús, una persona con un pacto, o un niño adoptado, gozaba los mismos derechos de nacimiento que el hijo

primogénito.

A eso se refería Jesús cuando dijo: “Es necesario nacer de nuevo”. Él estaba hablando de la gracia, de una nueva

relación de favor: una nueva familia, una nueva autoridad, un nuevo poder.

Si te sientes indigno de recibir las ricas bendiciones que Dios tiene hoy para ti, piénsalo. Medita en ello, para que

en vez de preocuparte y luchar con las necesidades de la vida, puedas acercarte confiadamente al trono de

gracia de tu Padre y recibir ayuda para todas tus necesidades.

Descubre lo que en realidad significa ser hijo del Dios todopoderoso, comprado por sangre, y tener un hermano

mayor como Jesús. ¡Descubre lo que significa haber nacido de nuevo!

Lectura bíblica: Juan 3:1-8

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