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Una de las capacidades que se han desarrollado más tardíamente en nuestro cerebro es la
capacidad de cálculo, es que para ello primero deberá dominarse previamente la orientación
témporo – espacial, la percepción visual o auditiva, la memoria en sus diferentes componentes:
declarativa, de corto y de largo plazo, las capacidades lingüísticas (verbal o escrita), el proceso
atencional y por supuesto los componentes volitivo y de motivación; además de ello, deberá
desarrollarse todo una larga tarea de aprendizaje. Cuando se pierde la habilidad previamente
adquirida del cálculo, por lesiones estructurales de nuestro cerebro, se presenta la acalculia, un
término acuñado por Henschen.
Hay que hacer una diferencia entre los términos acalculia y discalculia. Cuando nos referimos al
término acalculia, nos estamos refiriendo específicamente a los trastornos del cálculo cuya
causa no se debe a un deficiente aprendizaje, sino a una lesión cerebral ya en la edad adulta.
ACALCULIA
La acalculia es la incapacidad de realizar operaciones aritméticas, manifestación de afasia. Se
presenta asociada con lesiones en el cerebro, se trata de un trastorno específico del
cálculo. Corresponde a un síntoma de la cortical y se caracteriza por incapacidad para efectuar
sencillos cálculos aritméticos.
BASES NEUROPSICOLÓGICAS
El cálculo, desde el punto de vista neuropsicológico es una función muy compleja : en una simple
operación aritmética interviene una gran cantidad de mecanismos neurocognitivos:
mecanismos de procesamiento verbal y/o gráfico de la información; percepción,
reconocimiento y en su caso producción de la caligrafía y ortografía numérica y algebraica;
representación número/símbolo; discriminación viso espacial (alineamiento de los dígitos y
colocación de estos adecuadamente en el espacio), memoria a corto y largo plazo, razonamiento
sintáctico y mantenimiento atencional.
Por otro lado, se ha de tener en cuenta que, si la operación de cálculo se hace mentalmente, la
información numérica y de las reglas de cálculo se ha de mantener durante un tiempo en un
almacén (o memoria) de trabajo, mientras que , si la operación se hace con apoyo gráfico, el
soporte de papel puede desempeñar las funciones de esta memoria de trabajo que ha de actuar
en operaciones aritméticas mentales.
La memoria a largo plazo, por su parte, intervendría en las funciones de cálculo de dos formas
distintas: por un lado aportando información acerca de las reglas generales de cálculo de una
operación concreta, y por otra, recordando los resultados de operaciones elementales (tablas
aritméticas), que usualmente se han aprendido en la infancia. Si falla este último mecanismo,
siempre se podría acudir a las reglas generales de la operación, a costa de aumentar el tiempo
y la posibilidad de error (p. ej.: si no se recuerda el valor tabulado de 7+4, pero se recuerda el
principio matemático de la suma, se podría realizar la operación contando de unidad en unidad,
cuatro veces desde 7.)
Para Mc Closkey et al., todas las funciones cognitivas mencionadas se agruparían en dos grandes
sistemas:
-Ejecución de los procesos matemáticos (p. ej. "llevarse" cantidades a la siguiente columna,
alineación correcta de las cantidades parciales en las multiplicaciones "por más de un dígito”, o
de los "restos" en las divisiones).
TIPOS
Posteriormente, Henschen, clasifica las acalculias en tres tipos:
2.- Acalculia espacial: Alteración de la organización espacial, donde las reglas de colocación de
los dígitos en el espacio estarían alteradas, y se puede acompañar de otras alteraciones en la
organización espacial.
INTERVENCIÓN NEUROPSICOLOGICA DE
LA ACALCULIA
Antes de iniciar la evaluación neuropsicológica de las capacidades de cálculo, debe hacerse un
examen neuropsicológica global, para descartar problemas neurocognitivos más amplios, como
demencia, afasia, alexia, agrafia, cuadros confuncionales o heminegligencia, que en caso de
existir, nos llevarían al diagnóstico de una acalculia secundaria, debida a estas alteraciones.
Una vez comprobada la supuesta integridad del sistema anterior, la exploración de las
capacidades de cálculo se debería centrar en el estudio de las anarimetias primarias, es decir del
sistema de cálculo del modelo de Mc CLoskey, Por una parte, habría que evaluar sobre papel. El
conocimiento de los símbolos matemáticos, tanto en lectura como escritura, así como la
alineación correcta de varios dígitos en operaciones matemáticas comunes (sumas, restas,
multiplicaciones y divisiones), con lo que se estaría explorando simultáneamente el
conocimiento de los símbolos matemáticos (primer subsistema del sistema de cálculo
McCloskey) y la correcta alineación de los dígitos en el espacio (del sistema numérico “viso
espacial”). Posteriormente, se pasaría a la resolución de problemas matemáticos simples, con
operaciones de un solo digito (recuerdo de resultados de tablas algebraicas) y de varios dígitos
que conlleven habilidades ejecutivas (llevar y sumar cantidades y restos), tanto mentalmente
como sobre el papel, con especial énfasis en el análisis cualitativo de los “fallos”, para evaluar
problemas en la comprensión del concepto de las operaciones matemáticas, en el recuerdo de
“hechos” aritméticos simples (p. ej. Resultados de tablas aritméticas), y en la memoria de trabajo
y capacidades ejecutivas y atencionales encargadas del manejo de operaciones simples
sucesivas para resolver otras más complejas, tanto mentalmente como sobre papel.
Todas estas tareas, dado la enorme variabilidad en eficiencia secundaria al nivel sociocultural
necesitarían ser estrictamente validados por edad y nivel de escolaridad. En la mayoría de las
baterías neuropsicológicas globales validas por nuestro medio cultural, existen tareas
encaminadas a detectar alteraciones en cálculo, aunque no baremadas y validados como sub-
tests específicos: Mini examen cognoscitivo, CAMDEX, ADAS, con lo que, mientras no se realicen
grupos control y se baremen y validen los rendimientos, no son operativos para explorar
específicamente funciones numéricas y aritméticas. Si bien existen algunos tests encaminados
a evaluar capacidades aritméticas, baremados y validados, para nuestro medio solo tenemos,
en nuestro conocimiento, las sub escalas correspondientes al WAIS, y los subtest de cálculo del
Test de Barcelona (sumas, restas, multiplicaciones y divisiones, de uno y varios dígitos,
mentalmente y sobre papel, así como problemas aritméticos complejos), que combinados con
los subtests de lectoescritura de números, en el apartado de lectura y escritura, cubre de una
manera bastante global todos los aspectos mencionados que constituirán una exploración
“ideal” de las capacidades numéricas y aritméticas de un sujeto, si bien existen algunas
carencias, como la falta de transcripción numérica de conjuntos de elementos (que en otras
baterías se realizan con fichas del “Token Test”) ,Transcripción a papel de cifras de varios dígitos
con complejidad de elementos decimales (incluyendo “ceros” en distintos lugares de las
complejidad de elementos decimales (incluyendo “ceros” en distintos lugares de las cifras),
comprensión de cual de varias cantidades es mayor y análisis estandarizado de los fallos en
operaciones aritméticas. Todo ello, en mi opinión constituye un reto para los investigadores
neurocognitivos en lengua castellana, que consistiría en desarrollar, baremar y validar un test
estandarizado para la investigación de problemas en cálculo en nuestros pacientes.
DISCALCULIA
Dificultad específica en algunas personas para el procesamiento de los números, el cálculo
números, el cálculo aritmético, reconocimiento de los números y la resolución de problemas
(adquisición normal de las habilidades matemáticas).
Los estudios sobre activación cerebral durante la realización de tareas numéricas en niños han
señalado la participación del lóbulo parietal bilateral, el lóbulo frontal, la corteza prefrontal
(asociada al control ejecutivo y a la memoria operativa), y el lóbulo temporal medial (memoria
declarativa). Según los autores: Gracia-Bafalluy & EscolanoPérez en 2014.
Atención dividida: Esta habilidad es importante ya que permite atender a dos estímulos al
mismo tiempo. Los niños con discalculia presentan problemas para responder ágilmente a un
determinado estímulo porque no son capaces de focalizar, se despistan con estímulos
irrelevantes, y se cansan fácilmente.
Memoria a corto plazo: Es la capacidad de poder retener en el cerebro una pequeña cantidad
de información durante un periodo breve de tiempo. Este déficit cerebral explica la incapacidad
para realizar tareas aritméticas. Las dificultades que encuentran a la hora de ejecutar un cálculo
o problemas matemáticos- Esta habilidad cognitiva está relacionada también con la incapacidad
para recordar números o tablas de multiplicar.
TIPOS
Aunque la sintomatología que presenta la discalculia suele ser común en los diferentes tipos de
dislexia, esta patología se suele enmarcar en cinco grandes tipos de discalculia que pasamos a
explicar a continuación:
Discalculia verbal: Este tipo de discalculia representa dificultad en nombrar y comprender los
conceptos matemáticos presentados verbalmente. Los niños son capaces de leer o escribir los
números pero no de reconocerlos cuando son pronunciados por otros.
Discalculia practognóstica: Este tipo atiende a la dificultad para traducir su conocimiento sobre
los conceptos abstracto-matemáticos a conceptos netos o reales. Estas personas son capaces de
entender conceptos matemáticos pero tienen dificultades para enumerar, comparar y
manipular las operaciones matemáticas en la práctica.
Discalculia gráfica: Es la dificultad para escribir símbolos matemáticos, los niños que padecen
este tipo de discalculia son capaces de entender los conceptos matemáticos pero no tiene la
capacidad para leerlos así como escribir o usar los símbolos matemáticos.
Discalculia ideognóstica: Es la dificultad para realizar operaciones mentales, sin usar los
números para llegar al resultado y para comprender conceptos o ideas relacionadas con las
matemáticas o la aritmética. Además el niño con discalculia ideognástica tiene dificultades para
recordar los conceptos matemáticos después de aprenderlos.
Discalculia operacional: Este tipo de discalculia se corresponde con la dificultad para ejecutar
operaciones aritméticas o cálculos matemáticos tanto verbales como escritos. Una persona con
discalculia operacional, será capaz de entender los números y las relaciones entre ellos pero su
dificultad se encuentra a la hora de manipular números y símbolos matemáticas para el proceso
de cálculo.
Paso 1: Conteo
Paso 2: Compresión y uso de signos matemáticos, capacidad de transcodificar VERBAL –
NUMERICO (Por ejemplo: cinco=5)
Paso 3: Memorizar numerales que suman un número (10) 1+9, 2+8, 3+7….)
Paso 4: Memoria de hechos aritméticos (sumas), bisección de números
Paso 5: Memoria de hechos aritméticos (sustracción) operación inversa
Paso 6: Elaboración de la base 10, conteo complejo (2 en dos; tres en tres; calculo con
numerales > 10; sumas y restas con pasos complejos
Paso 7: Memoria de hechos aritméticos (multiplicación)
Paso 8: Memoria de hechos aritméticos (división) inversión
La tecnología también ofrece juegos como “TheNumberRace" que permiten avanzar en
el sentido numérico mediante un entrenamiento en la comprensión de números
arábigos, códigos verbales y comparación de cantidades. Adiciones y sustracciones
simples Wilson, Revkin, Cohen, Cohen y Dehaene (2006). Otros juegos electrónicos
como “Calcularis” han demostrado que mejoran la representación espacial de los
números y la automatización de la ordinalidad de los mismos mediante un mejor acceso
a la línea mental de números (Kucian et al., 2011). Este tipo de juegos dirigidos a mejorar
una función del cálculo específica se han asociado con cambios cerebrales funcionales;
es decir gracias la plasticidad cerebral esta práctica lúdica repetida influye sobre la
activación cerebral de los circuitos fronto-parietales haciendo que la activación cerebral
atípica de niños con discalculia del desarrollo se vuelva más parecida a la de los niños
normales (Kucian& von Aster, 2015).
Recientemente el juego Calcularis ha sido ampliado para cubrir habilidades numéricas más
amplias. Fundamentándose en que los niños con discalculia del desarrollo tienen un marcador
biológico expresado en una hipoactivación de circuitos cerebrales específicos, particularmente
de la corteza parietal posterior, se han evaluado métodos de intervención usando estimulación
transcraneal (Luculano&Kadosh, 2014) obteniéndose resultados prometedores pero que aún se
encuentran en una fase experimental. Los padres de los niños con discalculia del desarrollo
deben involucrase en el proceso de intervención; las estrategias que se usan en la consultan
deben ser aprendidas por los padres y utilizadas en el diario vivir en actividades familiares como
ir de compras y juegos.