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En muestra del agradecimiento, el cubo organizó una reunión para celebrar el día de
la amistad geométrica. Entre los invitados estaban otros cuerpos con sus amigos
inseparables: las pirámides y sus triángulos, el paralelepípedo y sus rectángulos e incluso
representando a la dimensión uno, no faltaron las rectas y sus puntitos.
Al final, ya casi todos oblicuos después de tanta alegría, se juntaron 4 trazos para
formar otro cuadrado y así, llegaron otros más y formaron otro, hasta que dieron lugar a 2
nuevos cubos.
a) Mencione cuáles son las figuras y cuáles los cuerpos geométricos que aparecen
citados en la historia.
b) Señale dos entes geométricos y sus amigos inseparables. (que no aparezcan citados
en el texto).
c) Dibuje cada una de las situaciones descritas como las gracias de las rectas y los
círculos.
d) ¿Cuántos son los trazos que se tuvieron que juntar para crear dos nuevos cubos?.
Imagine y analice la situación, poniéndose en todos los casos.
El Romance de la Recta y El rayo
Veraneaba una recta en un plano, cuando conoció a un rayo simpatiquísimo y de buen
origen, ya que pertenecía a una de las mejores familias unidimensionales. Enseguida
notaron que tenían propiedades comunes. Un día, en casa de un cuadrado que había ido a
pasar allí una temporada con sus cuatro lados, se encontraron (la recta y el rayo) en un
punto. Se dieron cuenta que si se hacían secantes, podían dar vida a 4 ángulos. Había
nacido un romance. Estando acaramelados en un entorno circular de radio tan grande como
su amor fuera, se dijeron mil teoremas de amor.
Cuando el verano pasó, la recta y el rayo se hicieron novios. Entonces, empezaron los
largos paseos siempre unidos por un punto común, que recorría las aristas de un prisma
triangular. Llegó la hora de la boda, en que invitaron a todas las figuras y cuerpos
geométricos. El trapecio les hizo una acrobacia de las que presenta en el circo en que
trabaja, el octágono regular, salió de la esquina en que trabaja como PARE y para esta gran
fiesta, llegó pintado de verde con la señal SIGA…
Durante un baile organizado por los ángulos y sus respectivas bisectrices, los rectángulos se
doblaron en triángulos rectángulos, a lo que siguieron los cuadrados, formando los
triángulos rectángulos e isósceles que aparecen cuando muestran sus diagonales.