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República de Colombia

Corte Suprema de Justicia


SEGUNDA INSTANCIA 32882
GLADYS INÉS GUTIÉRREZ DE NIETO

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


SALA DE CASACIÓN PENAL

Magistrado Ponente
JAVIER ZAPATA ORTIZ
Aprobado Acta No. 239

Bogotá D.C. junio veintisiete (27) de dos mil doce (2012)

VISTOS

Decide la Sala el recurso de apelación interpuesto por la


Fiscalía Delegada ante el Tribunal Superior de Bogotá, contra la
sentencia absolutoria proferida por la Sala Penal de esa Corporación
el 25 de agosto de 2009 a favor de la Doctora GLADYS INÉS
GUTIÉRREZ DE NIETO, ex juez 45 Penal Municipal, acusada por los
delitos de falsedad ideológica en documento público y peculado por
apropiación.

HECHOS

GLADYS INÉS GUTIÉRREZ DE NIETO en calidad de juez 45


Penal Municipal de Bogotá, mediante Resoluciones No. 012 y 013 de
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noviembre 18 y diciembre 1 de 2003, designó a CAMILO JAVIER


ESTRADA VILLARRAGA en el cargo de escribiente a partir del 18 de
noviembre de 2003 y hasta el 13 de enero de 2004, quien sin embargo
según el denunciante, nunca compareció al despacho a firmar el libro
de posesiones (folios 229 y 230), ni a cumplir las funciones asignadas no
obstante haber reclamado la asignación salarial respectiva, resultando
falsas las rubricas signadas en el radicador de posesiones y en la
nómina.

ACTUACIÓN PROCESAL RELEVANTE

1. Por los anteriores hechos, el 12 de mayo del 2004, la Fiscalía


41 Delegada ante el Tribunal Superior de Bogotá dispuso la apertura
de instrucción y ordenó algunas pruebas de interés.

2. El 18 de mayo de 2005, el ente acusador definió la situación


jurídica absteniéndose de imponer medida de aseguramiento 1, para
luego, el 15 de noviembre del mismo año, cerrar investigación al
considerar suficiente la prueba para calificar el sumario 2, la cual realizó
el 14 de febrero de 2006 con resolución de acusación en contra de la
doctora GLADYS GUTIÉRREZ DE NIETO como autora de los delitos
de falsedad ideológica en documento público y peculado por
apropiación al tenor de los artículos 286 y 397 del Código Penal,
ordenándole medida de aseguramiento de detención domiciliaria 3.
Señaló la Fiscalía en el pliego acusatorio, que los anteriores
delitos se configuraron cuando el 18 de noviembre y el 1º de diciembre
1
CO No. 2 Folios 1-11.
2
Ibídem Folio 22.
3
Ibídem Folios 52-69

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de 2003 tomó posesión del cargo de escribiente en el Juzgado 45


Penal Municipal el señor CAMILO JAVIER ESTRADA VILLARRAGA,
con las siguientes irregularidades:

 “CAMILO JAVIER ESTRADA VILLARRAGA nunca estuvo


presente en el momento de la posesión.
 El cargo de escribiente para el cual supuestamente se
posesionó, nunca lo ejerció.
 La firma estampada en el acta de posesión no corresponde al
señor CAMILO JAVIER ESTRADA VILLARRAGA.
 ESTRADA VILLARRAGA cobró el cheque perteneciente a su
salario como supuesto escribiente del Juzgado 45 Penal
Municipal pero al no ejercer tales funciones estaba tomando un
dinero que no le pertenecía y que hacía parte de las arcas del
Estado con colaboración de la titular del despacho GLADYS
GUTIÉRREZ DE NIETO”4.

3. El 24 de mayo siguiente, la Fiscalía Delegada ante la Corte


confirmó la referida decisión y revocó la medida de aseguramiento
impuesta a la procesada. 5

PROVIDENCIA IMPUGNADA

La Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá, mediante


sentencia del 25 de agosto de 2009 absolvió a la Doctora GLADYS
INÉS GUTIÉRREZ DE NIETO, por los delitos de falsedad ideológica

4
Folio 59 a 68 original 2
5
CO No. 1 Folios 3-22

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en documento público y peculado por apropiación al considerarla no


merecedora del juicio de reproche.

1. En relación con el delito de falsedad ideológica en


documento público señaló:

a) La incongruencia entre la adecuación típica del reato de


falsedad ideológica con la prueba aportada, pues el esfuerzo de la
fiscalía se encaminó a demostrar la adulteración de las firmas de
CAMILO JAVIER ESTRADA en las actas de posesión y en las
nóminas, según el señalamiento del perito del C.T.I. quien concluyó la
falta de uniprocedencia6, hecho que en criterio del ente instructor
envolvía el delito de falsedad ideológica cuando en realidad se trataba
de una falsedad material en documento público que nunca atribuyó.

b. Aseveró el Tribunal que el dictamen llama a duda por cuanto


en su informe, el perito al relacionar el material dubitado solamente
señaló las “Firmas obrantes en Nomina del juzgado 45 Penal Municipal, como de
CAMILO JAVIER ESTRADA, en la página uno 31/01/04, pagina uno 31/12/03 ”,

dejando sin mencionar las rubricas de las actas de posesión


contenidas en los folios 229 y 230 del libro radicador, no existiendo
certeza sobre su análisis.

c. Hace énfasis la primera instancia en la imposibilidad de


sostener la existencia del delito con la mera comparación de las firmas
patrón con las obrantes en las nóminas del 31/12/03 y 31/01/04, pues
los mismos empleados del juzgado afirmaron que en caso de no estar
6
Dictamen No. 195922 se establece la uniprocedencia manuscritural entre los patrones signados
por Camilo Javier Estrada Villarraga y los relacionados en las nóminas del Juzgado 45 Penal
Municipal y las actas de posesión.

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presente uno de ellos cuando llegaba la nómina, cualquiera la firmaba


para agilizar el pago, por tanto la inconsistencia presentada por el
perito no persuade de la falsedad atribuida.

d. Según el Tribunal, se acreditó en el juicio la cirugía por lesión


en el cuarto dedo de la mano derecha practicada a ESTRADA
VILLARRAGA el 3 de noviembre de 2002, lo cual afectó su
desenvoltura escritural como observó del seguimiento realizado a los
documentos firmados por aquel, sin embargo el perito en la audiencia,
se trató de excusar diciendo no haber visto en el amanuense
impedimento alguno para ofrecer las muestras patrón de su escritura,
evidenciándose cómo el técnico aún conociendo la existencia de la
lesión, no la consideró siquiera en la conclusión del dictamen.

e. Además, llamó la atención el Tribunal sobre un primer


informe del grafólogo donde señaló: “que a pesar que las muestras
aportadas permiten visualizar algunas diferencias o convergencias de
los componentes de forma, también el cotejo así entendido, no aporta
elementos de juicio suficientes, que permitan aislar un número de
signos suficientes a los que se puede dar el calificativo de
característicos, toda vez que la firma obrante en la nómina de
31/01/04 del señor CAMILO ESTRADA, está elaborada en letra
imprenta o desligada” 7, sin embargo, posteriormente y teniendo en
cuenta los mismos patrones o documentos, en un segundo análisis
concluye que no existe uniprocedencia entre las signaturas de
ESTRADA VILLARRAGA y las firmas obrantes en la nómina del
1/12/03 y del 31/01/04 y en el libro radicador folio 230, lo cual refleja
una falta de coherencia en la información.
7
Folio 179 c.o. 1 investigación.

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Igualmente, el concepto técnico particular realizado a instancia


de la defensa y traído a juicio con el grafólogo José Agustín Avendaño
Chávez, no resulta ser distante de la declaración del señor Estrada
Villarraga, no obstante los cuestionamientos de la fiscalía a su método
y experiencia, tal perito analizó las grafías del folio 229 del libro
radicador en tanto que el perito de la Fiscalía al parecer solo lo hizo
con el 230 sin que exista seguridad de ello por cuanto como ya se dijo
no lo relacionó dentro del material dubitado de su informe.

Concluyó el ponente: “ESTRADA VILLARRAGA es una persona


real, ha comparecido y afirmado bajo la gravedad del juramento que
él sí firmó y se muestra extrañado de las afirmaciones que se hacen,
porque no se acreditó por la fiscalía cual la razón para que no firmara
pudiendo hacerlo ya que estaba en la ciudad y la madre Amparo
Estrada estaba entregando la oficina y justamente aparece
posesionado para la fecha en que aquella salía pensionada y asistía al
juzgado para el inventario a la nueva secretaria Clara Inés Cuervo (fls
106-110 c.o. 1 invest.)”.

2. En cuanto al delito de Peculado por Apropiación:

a. Para el Tribunal no se esclareció quién fue la persona


beneficiada con el dinero, si la funcionaria o un tercero, pues la
pesquisa sólo se ocupó de establecer que nadie trabajó como
escribiente dentro de las instalaciones del Juzgado 45 Penal
Municipal.

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b. Así mismo, al existir duda en la autenticidad de la firma de


CAMILO JAVIER en las actas de posesión y en los comprobantes de
nómina para diciembre de 2003 y enero de 2004, existe la posibilidad
de que sí hubiese ejercido como empleado; luego no hay lugar a
pensar que la funcionaria o un tercero hayan tomado el dinero para
beneficiarse.

c. De otra parte, la Fiscalía no contradijo probatoriamente la


tesis de la defensa según la cual una cosa es trabajar en el Juzgado y
otra trabajar para este, si bien ESTRADA VILLARRAGA no
desempeño todas sus funciones en las instalaciones del Juzgado ello
no es suficiente para fundar el delito de peculado por apropiación,
máxime cuando existen testimonios de quienes lo vieron en el
despacho para la época de la posesión y laborar en la residencia de la
funcionaria, y documentos como el libro de ingreso de personas al
complejo judicial de Paloquemao donde aparece su registro durante el
periodo designado como escribiente, legitimando así el cobro del
cheque del salario asignado para el cargo.

IMPUGNACIÓN

La Fiscalía recurrió la decisión proferida el 25 de agosto de


2009 por la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá, la cual
absolvió a la Doctora GLADYS GUTIÉRREZ DE NIETO de los delitos
de falsedad ideológica en documento público y peculado por
apropiación.

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Se apartó del criterio del Tribunal en relación con la falsedad


material y en su lugar sostuvo que el caso trata es de una falsedad
ideológica en documento público, por cuanto en el libro radicador del
Juzgado 45 Penal Municipal se estampó una mentira consistente en
aseverar que CAMILO JAVIER ESTRADA VILLARRAGA había
comparecido el 18 de noviembre y el 1º de diciembre de 2003 ante el
referido Despacho Judicial para tomar posesión del cargo de
escribiente (folios 229 y 230 del libro radicador) , cuando realmente no asistió y
la firma suscrita en las respectivas actas no corresponde a la suya; en
consecuencia, al extender tal documento se consignó algo diferente a
la realidad.

Afirmó cómo con el dictamen grafológico del CTI se probó la


falsedad de la firma impuesta en las actas de posesión al no
pertenecer al señor Estrada Villarraga, según la siguiente conclusión:

“de acuerdo a lo expuesto en el resultado acorde a los elementos de


estudio allegados, se concluye la no uniprocedencia manuscritural entre los
aportes patrones signados por CAMILO JAVIER ESTRADA VILLARRAGA,
relacionados en cinco (5) folios y las firmas obrantes en la nómina 1/12/03,
31/01/04 y la firma obrante como de él, en el libro radicador, folio 230, acta
de posesión”. (Subraya de texto).

Aseveró el impugnante que si bien el perito involuntariamente


olvidó mencionar el libro radicador de posesiones dentro del título
“material dubitado”, sí fue utilizado para comparar las firmas de Camilo
Javier, tal como lo afirmó en la audiencia y como aparece en el cuerpo
del informe, párrafo 3 del título “RESULTADO DEL ESTUDIO”:

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“Ello hace que las incongruencias escriturales frente a las


muestras de CAMILO JAVIER ESTRADA, aportadas en diez folios y
las firmas vistas en el libro radicador, rubricas, textos y guarismos,
nos sitúan ante signos o escenarios escriturales contrarios a las
ejecuciones de duda, por ello el material nos ofrece los parámetros de
similaridad caligráfica, requerida para el desarrollo de los cotejos a
que da el pedimento”. (Subraya de texto).

En cuanto a la cirugía practicada a CAMILO JAVIER, indicó la


recurrente que tuvo lugar el 3 de noviembre de 2002 mientras las
posesiones se hicieron el 18 de noviembre y el 1 de diciembre de
2003, es decir un año después, sin embargo ello es irrelevante pues a
lo largo de la investigación se demostró su inasistencia al Juzgado el
día de las posesiones.

En lo concerniente al dictamen particular aportado por la


defensa, indicó la Fiscalía que fue anexado sin tener en cuenta las
formas propias señaladas en la norma, es decir, sin haberse objetado
el inicialmente rendido por el CTI, además el perito contratado por la
acusada no contaba con la experiencia para la toma de muestras y así
lograr un resultado sin margen de duda.

Señaló la funcionaria instructora que las declaraciones de


ESTRADA VILLARRAGA en relación con la firma del acta de posesión
el 18 de noviembre de 2003 en presencia de WILLIAM GARZÓN (oficial
mayor) se encuentran desvirtuadas, pues en el plenario se acreditó que

éste laboró en el Tribunal Superior de Bogotá desde el mes de agosto


hasta el 19 de diciembre de 2003, además, en declaración rendida
ante el Consejo Superior de la Judicatura, señaló no haber visto a

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ESTRADA VILLARRAGA en el juzgado y conocer su supuesta


vinculación en razón a unas citaciones por esta investigación.

Igualmente, ninguno de los funcionarios del Juzgado advirtió la


presencia de CAMILO JAVIER en el momento de su presunta
posesión, ni lo vieron desempeñar las funciones de escribiente para
las cuales se hace necesaria su permanencia en el Despacho Judicial,
tal como se advierte de las declaraciones rendidas por aquellos,
además el mencionado señor no tiene idea de cuáles fueron las
labores por él desarrolladas en la casa de la juez como se desprende
de la declaración que rindió.

Evidenció la ausencia en el libro de registro de ingresos a las


dependencias del Complejo Judicial de Paloquemao, de la anotación
respectiva a nombre de Camilo Estrada los días 18 y 30 de noviembre
de 2003, fechas en las cuales se suscribieron las dos actas de
posesión.

Hizo ver la suficiencia de espacio y puestos de trabajo en el


juzgado si es que se quería vincular al señor ESTRADA
VILLARRAGA, pues el Consejo Superior de la Judicatura dispuso el
traslado de uno de los oficiales mayores para prestar sus servicios en
el Tribunal Superior, de modo que la vinculación y las funciones que
éste cumpló fueron simuladas.

Cuestionó las funciones supuestamente desempeñadas por


Camilo Javier como la de “transcribir procesos y ayudar a la
estadística” pues a juicio del instructor no corresponden a aquellas que
debe realizar un escribiente.
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Consideró como no atendibles las explicaciones de la


funcionaria acusada de querer, con el supuesto nombramiento, dar
mayor eficiencia y eficacia a su gestión, pues si ese fuera el caso no
hubiese nombrado a una persona sin experiencia, ni hubiese hecho
borradores a mano para que éste los digitara en computador.

En relación con el diagnóstico médico acerca de una


enfermedad en las muñecas de la doctora GLADYS GUTIÉRREZ a
consecuencia del exceso de trabajo en computador, fue inadmitido
como prueba por haberse realizado con posterioridad a los hechos
investigados y no constituye excusa para incurrir en el delito de
falsedad en documento público y peculado por apropiación.

Indicó además que la certificación del ingeniero ORLANDO


RAMÍREZ acerca de la inundación del Juzgado 45 Penal Municipal y
el daño del computador de la funcionaria, no tiene incidencia en los
hechos investigados, pues si ésta fuera la causa para que el señor
ESTRADA VILLARRAGA desempeñara sus funciones de escribiente
en la residencia de la funcionaria, su nombramiento no se hubiese
convertido en un hecho escondido.

Finalmente, precisó la fiscalia que la falsedad ideológica en


documento público también cubre los desprendibles de nómina con los
cuales se ordenó el pago al señor ESTRADA VILLARRAGA, pues en
ellos se hizo aparecer la prestación de un servicio público no
realizado, por el cual se pagó un salario configurándose asi el punible
de Peculado por Apropiación, en cabeza de la doctora GUTIÉRREZ
DE NIETO como garante de la nómina.
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Consideró demostrada la existencia del hecho y la


responsabilidad de la acusada, por tanto solicitó de manera principal
se revoque la absolución decretada por el Tribunal Superior de Bogotá
y, en su lugar, se proceda a condenarla por los punibles referidos
consagrados en los artículos 286 y 397 del Código Penal.

De manera “subsidiaria” pide la nulidad de lo actuado a partir


de la resolución de acusación, en caso de considerarse que la
conducta investigada encuadra en el tipo penal de falsedad material
en documento público.

ARGUMENTOS DE LA NO RECURRENTE

GLADYS INÉS GUTIÉRREZ DE NIETO, solicitó se confirme la


decisión impugnada por cuanto la providencia del Tribunal Superior de
Bogotá contiene un análisis pormenorizado, serio e imparcial de los
elementos materiales probatorios vertidos al proceso.

En relación con la pretensión de nulidad solicitada por la


Fiscalía sostuvo su falta de asidero jurídico puesto que quien ha dado
lugar a un vicio no puede valerse de él para pretender su invalidación,
y en el caso concreto nulitar lo actuado desde la resolución de
acusación en aras de “enderezar” la investigación hacia el delito de
falsedad material en documento público que no imputó.

Comparte las falencias señaladas por el Tribunal al dictamen


pericial y agregó como su contenido es exiguo al omitir análisis sobre
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el estudió las grafías, los rasgos débiles, el tipo de papel y tinta,


inclinación de los trazos manuscriturales, igualmente no confrontó las
firmas dubitadas de las dos actas de posesión del libro radicador con
las de los desprendibles de nómina.

Evidenció cómo la prueba obrante en el expediente respecto de


los ingresos de ESTRADA VILLARRAGA al Complejo Judicial de
Paloquemao no fue desvirtuada.

La procesada enfatizó sobre la incidencia de la inundación del


Juzgado 45 Penal Municipal y la inutilización de su computador, pues
fue una de las causas por las cuales el escribiente realizó sus
funciones en la residencia de ella.

Si bien es cierto no se tuvo como prueba la afección de sus


muñecas por el permanente manejo del computador, fue este dolor el
que la condujo a escribir a mano los resúmenes luego digitados en
computador por el escribiente.

Señaló el conocimiento que tuvo la Fiscalía acerca del peritaje


presentado por la defensa pues fue oportunamente solicitado y
decretado del cual se le corrió traslado.

En cuanto al pago del salario al señor Estrada, afirma haberse


realizado como consecuencia del vínculo laboral con la administración,
por ende la procesada no se apoderó de ese dinero.

Así mismo, puso de presente que las pruebas deben ser


analizadas en conjunto y no de manera aislada como hizo la Fiscalía.
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Por lo anterior solicitó se despachen desfavorablemente las


pretensiones de la recurrente, y se confirme la decisión impugnada.

CONSIDERACIONES

De conformidad con lo estipulado en el numeral 3° del artículo 75


del Código de Procedimiento Penal, Ley 600 de 2000, compete a la
Sala de Casación Penal resolver los recursos de apelación
interpuestos en los procesos de conocimiento de los Tribunales
Superiores de Distrito Judicial en primera instancia, en consecuencia,
entrará a decidir el presentado por la Fiscal 41 Delegada ante el
Tribunal Superior de Bogotá.

En esta labor, la Corte se encuentra limitada en su estudio al


objeto de la impugnación y a los aspectos inescindiblemente ligados a
ella8.

1. De la Nulidad

Aunque la Fiscalía inapropiadamente solicitó de forma


“subsidiaria” se anule la calificación jurídica provisional que ella hizo
de falsedad ideológica en documento público y se “encamine” el
comportamiento dentro del tipo de falsedad material como a criterio del
Tribunal era el llamado a tipificarse, la Sala se pronunciará en primer
lugar sobre este tema, pues de configurarse tal violación de derechos

8
. Artículo 204 del Código de Procedimiento Penal, Ley 600 de 2000.

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fundamentales sería inane continuar con el estudio de los demás


requerimientos.

Si bien la situación antes planteada no fue motivada, es deber


de la Corte analizarla, toda vez que se relaciona con el error en la
calificación jurídica provisional de la conducta y sus consecuencias
dentro de la sentencia, las cuales pueden ser trascendentes si violan
el principio de congruencia, pues de advertirse una resolución de
acusación acertada en lo fáctico (imputación fáctica) pero
abiertamente desfasada en lo jurídico (imputación jurídica), la nulidad
se impone como remedio9.

Sin embargo de entrada se señala que no se configuró nulidad


alguna, por cuanto no hubo error en la calificación jurídica provisional
dada por la fiscalía a los hechos atribuidos presuntamente a la Dra
GUTIÉRREZ DE NIETO, pues corresponden al delito de falsedad
ideológica en documento público como acertadamente lo señaló la
funcionaria intructora y no al de falsedad material como lo refirió el
Tribunal, existiendo en consecuencia, correspondencia tanto fáctica
como jurídica.

Para analizar el punto veamos el artículo 286 de Código Penal:

“Falsedad ideológica en documento público. El servidor público que en


ejercicio de sus funciones, al extender documento público que pueda servir
de prueba, consigne una falsedad o calle total o parcialmente la verdad
incurrirá en prisión de cuatro (4) a ocho (8) años …” (pena antes del
aumento de la Ley 890 de 2004).
9
Sentencia del 28 de noviembre de 2007, rad. núm. 23883; en el mismo sentido,
sentencia del 23 de agosto de 2006, rad. Núm. 21494; Rad. núm. 27759 del 12 de
septiembre de 2007.

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La Jurisprudencia ha definido que quien extiende un documento


público que puede servir de prueba tiene la función certificadora de los
hechos atinentes al ejercicio de sus funciones y al hacerlo está
obligado a consignar solo la verdad, pues sobre él recae la presunción
de verdad de lo allí plasmado.

Por tanto, la verdad y la realidad histórica que ha de contener el


documento oficial debe ser íntegra, en razón a la aptitud probatoria
que el medio adquiere y con la cual ingresa al tráfico jurídico. Es así
como el servidor oficial tiene el deber de ceñirse estrictamente a la
verdad sobre la existencia jurídica de un fenómeno o suceso
incluyendo las especiales modalidades o circunstancias en que haya
tenido lugar, en cuanto generen efectos relevantes en el contexto de
las relaciones jurídicas y sociales.

En consecuencia, la falsedad ideológica en documento público


es por definición un atentado al deber de veracidad. Se incurre en ella
cuando el servidor público en ejercicio de la facultad certificadora de la
verdad, hace afirmaciones contrarias a ella, o las calla total o
parcialmente, en un documento público que puede servir de prueba.
Tales afirmaciones mentirosas directamente realizadas por quien
extiende o suscribe tal documento, lesiona, con ese solo hecho, el
bien jurídico de la fe pública.

La falsedad ideológica en documento público necesariamente


supone la autenticidad del documento, porque el atentado a la fe
pública se remite a su contenido, mientras que la falsedad material
reprocha es la elaboración de los documentos lo cual comprende toda
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forma falsaria, desde la creación total del documento falso hasta


cualquier alteración de uno verdadero.

De una forma didáctica, y para aclarar el delito de falsedad


ideológica en documento público la Corte señaló algunos
comportamientos que se inscriben en esta figura así:

“ Es el caso, por ejemplo, del notario que certifica que una


determinada persona asistió al otorgamiento de una escritura, no siendo
ello cierto; o del juez que en el acta de una diligencia deja constancia de la
presencia en ella de alguien que no concurrió; o del jefe de personal que
certifica que uno de sus empleados laboró durante determinados días, no
siendo ello verdad; o del director de prisiones que certifica que un interno
laboró durante determinados días, no habiéndolo hecho 10”.

Por lo anterior y descendiendo al caso analizado, fue correcta la


adecuación típica realizada por la Fiscalía del presunto
comportamiento delictivo realizado por la Dra GUTIÉRREZ DE NIETO
pues en su calidad de Juez, al extender un documento público habría
faltado a la verdad cuando certificó con su firma haber posesionado a
ESTRADA VILLARAGA como escribiente sin que éste hubiera
estampado su rubrica y al hacer constar en la nómina que trabajó sin
haberlo hecho supuestamente, colocando en peligro la fe pública, esto
es, el sentimiento colectivo de confianza en su autenticidad y
veracidad, lo que configuraría el delito de falsedad ideológica y no la
material.

En consecuencia, no existió error en la calificación jurídica


provisional de la conducta, y toda vez que el Tribunal en la sentencia
solo se limitó a poner de presente su punto de vista en torno a la
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Sala de Casación Penal radicado 25234 del 3 de abril de 2008

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disparidad de criterios en relación con una u otra falsedad, sin adoptar


una decisión sobre el particular, pues la absolución devino de la duda
sobre la ocurrencia de los hechos siendo así irrelevante la
denominación que se les pudiera haber dado, no se observa causal de
nulidad invalidante de lo actuado.

2. De la Falsedad Ideológica

El recurrente, se opone a la decisión absolutoria del a quo por


cuanto considera demostrado que CAMILO JAVIER ESTRADA
VILLARRAGA no firmó las dos actas de posesión, el 18 de noviembre
y el 1º de diciembre de 2003, como escribiente del Juzgado 45 penal
Municipal de Bogotá, ni concurrió a desempeñar las labores propias de
ese cargo, configurándose el delito de falsedad ideológica en
documento público en la Dra GLADYS INES GUTIÉRREZ DE NIETO
como titular de ése despacho judicial.

Esta afirmación no es compartida por la Sala, y en su lugar


apoya la tesis de la primera instancia, para lo cual analizará los
elementos que configuran el delito de falsedad ideológica en
documento público contenido en el artículo 286 del Código Penal 11.

La Corte tiene establecido como supuestos para la realización


de este tipo objetivo: (i) la calidad de servidor público, (ii) la expedición
de un documento público que pueda servir de prueba, (iii) el desarrollo

11
“…Falsedad ideológica en documento público. El servidor público que en ejercicio de sus
funciones, al extender documento público que pueda servir de prueba, consigne una falsedad o calle
total o parcialmente la verdad, incurrirá en prisión de cuatro (4) a ocho (8) años e inhabilitación para el
ejercicio de derechos y funciones públicas de cinco (5) a diez (10) años.”

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de la conducta, esto es, se consignen declaraciones mendaces, o se


calle total o parcialmente la verdad. La falsedad se considera
ideológica porque el documento no es falso en sus condiciones de
existencia y autenticidad, sino que son mentirosas las afirmaciones
que contiene.12

También ha manifestado:

“La falsedad ideológica en documentos es por definición un atentado


al deber de veracidad. Se incurre en ella cuando el servidor público, o
el particular, en ejercicio de la facultad certificadora de la verdad,
hacen afirmaciones contrarias a ella, o la callan total o parcialmente,
en un documento que puede servir de prueba. Algunas de sus
principales características son, por tanto, que es un atentado al deber
de decir la verdad, y que las afirmaciones mentirosas deben ser
directamente realizadas por el servidor público, o por el particular que
extiende o suscribe el documento. En eso consiste la falsedad.” 13

Y además:

“En tratándose de falsedad ideológica en documento público


-dijo la Sala-la determinación de los casos en los cuales el funcionario
está jurídicamente obligado a ser veraz no reviste inconvenientes,
puesto que a ellos siempre les asiste el deber de hacerlo en ejercicio
de su cargo, en virtud de la función certificadora de la verdad que el
Estado les ha confiado, y la presunción de veracidad de que se
encuentran amparados los documentos que autorizan, o en cuya
elaboración intervienen". (Sentencia de casación del 17 de agosto de
2000, radicación 13.231).

Tales elementos exigidos en la norma contentiva del delito


falsedad ideológica en documento público atribuido a la procesada,
no concurren en su totalidad como vemos enseguida:

12
En ese sentido, sentencias de Casación 11280 de mayo 19 de 1999, de Única Instancia 31357 de
23/06/2010
13
Cfr sentencia del 15 de junio de 2005 radicado 23069.

19
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SEGUNDA INSTANCIA 32882
GLADYS INÉS GUTIÉRREZ DE NIETO

i) Se encuentra acreditado el primer requisito cual es la calidad


de servidora pública de la Dra GLADYS INES GUTÉRREZ DE NIETO,
esto es, Jueza 45 Penal Municipal de Bogotá para la fecha de los
hechos, como lo certificó el acta de posesión remitida por la oficina de
Gestión Humana de la Alcaldía Mayor de Bogotá 14.

ii) En segundo lugar no existe duda sobre la expedición por parte


de la funcionaria, de las actas en donde consta la posesión de
CAMILO JAVIER ESTRADA VILLARRAGA como escribiente del
Juzgado 45 Penal Municipal, actos realizados en el ejercicio de su
cargo y de las atribuciones contempladas en los artículos 131 numeral
8º, 132, 135 y 146 de la Ley Estatutaria de la Administración de
Justicia, documentos con carácter de públicos que conllevan la
función certificadora de la verdad conferida por el Estado.

iii) En relación con el contenido de los documentos, es decir si


en ellos se consignó una verdad o una mentira, punto de discusión,
dicho de otra manera, si ante la Dra. GUTIÉRREZ DE NIETO se
posesionó CAMILO JAVIER ESTRADA VILLARAGA como lo afirman
los documentos o no fue así, sino que acudió otra persona y estampó
su firma con la anuencia de la funcionaria 15, la Corte luego de analizar
la prueba obrante en el expediente confirmará la decisión de la
primera instancia por las siguientes razones:

14
Fls 35 y 36 del c.o. 1 Investigación
15
Adujo la Fiscalía: “ posiblemente se mutó una verdad en el acta de posesión, en la medida en que el
supuesto posesionado no estuvo presente ni la firma que aparece impuesta es la suya” (Folio 10 c.o. 2
Instrucción)

20
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SEGUNDA INSTANCIA 32882
GLADYS INÉS GUTIÉRREZ DE NIETO

a) El dictamen pericial del CTI de la Fiscalía carece precisión,

claridad, rigurosidad y fundamento, por tanto no se le


puede otorgar credibilidad.

La prueba pericial es un medio de convicción a través del cual un


experto aporta al proceso elementos técnicos, científicos o artísticos
dirigidos a dilucidar la controversia, específicamente en materia penal,
a establecer si la conducta supuestamente delictiva ocurrió, las
circunstancias de modo, tiempo y lugar de su comisión, y quién o
quiénes fueron sus autores o partícipes.

En otras palabras, en el proceso de reconstrucción histórica de la


conducta punible, se pueden presentar circunstancias donde se
requieren conocimientos extrajurídicos ajenos al funcionario judicial,
motivo por el cual debe acudir al auxilio de personas versadas en esos
temas para que lo ilustren, como son los peritos.

Sin embargo, recuérdese que el medio de prueba no es


propiamente el dictamen del perito sino el procedimiento técnico
científico empleado para su examen, pues es este en definitiva el
que convencerá al juez de su acierto o desatino. Por ello se ha dicho
que cuanto interesa al juzgador tratándose de pericia documentaria,
no es la conclusión en sí sino la forma como fue adoptada.

Por esta razón la Corte ha sido cuidadosa y rígida en definir las


características y requisitos de un dictamen pericial:

“Generalmente las legislaciones exigen que la pericia contenga una


relación detallada de las operaciones practicadas y de sus resultados,

21
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SEGUNDA INSTANCIA 32882
GLADYS INÉS GUTIÉRREZ DE NIETO

explicando cuáles fueron los instrumentos, materiales y sustancias


empleados.

Exigencia lógica si se atiende a que con base en esa relación el funcionario


judicial lleva a cabo la apreciación del dictamen, dado que las conclusiones
tienen como soporte y garantía de credibilidad las labores adelantadas por
el perito para llegar a esa opinión.

Además, deben contener las conclusiones formuladas por los expertos con
arreglo a los principios de la ciencia, arte o técnica aplicada, respondiendo
ordenadamente y en forma concreta y expresa todos los puntos sometidos
a su consideración.

En síntesis, el dictamen debe contener dos partes, la descripción del


proceso cognoscitivo, y las conclusiones.

El primero comporta la clase de dictamen, las preguntas por responder, el


objeto, persona, cosa o fenómeno sometido al proceso de conocimiento,
explicar de manera clara el procedimiento técnico, artístico o científico
realizado, informando la metodología y medios utilizados, y describir los
hallazgos o comprobaciones realizadas, dejando memoria o reproducción
de ellos.

Las comprobaciones comparadas con el cuestionario extendido por el


funcionario judicial y sus respuestas, arrojan las conclusiones del dictamen.

Presentado el dictamen el funcionario judicial debe examinar la coherencia


del proceso cognoscitivo y su congruencia con las conclusiones, y todo su
conjunto con las preguntas contenidas en el cuestionario.

La conclusión debe ajustarse a las preguntas del cuestionario, sin perjuicio


de las aclaraciones y adiciones que el perito considere pertinente.

A estos parámetros generales responde la reglamentación hecha de este


medio de prueba por la ley 600 de 2000”16. (subrayas fuera de texto.)

En similar sentido el artículo 251 de la ley 600 de 2000, dispone


que el perito en cumplimiento de su función, debe examinar los
elementos materiales de prueba dentro del contexto de cada caso,
siendo su obligación recolectar, asegurar, registrar y documentar la
evidencia que resulte derivada de su actuación y dar informe de ello al
funcionario judicial, el cual debe ser claro y preciso, explicando los
16
Auto Única Instancia radicado 22019 del 16 de septiembre de 2009

22
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exámenes, experimentos e investigaciones realizadas y los


fundamentos técnicos, científicos o artísticos de las conclusiones.

Con base en las anteriores premisas y por lo sobresaliente del


asunto esta Corte repara en la inexcusable falta de técnica,
rigurosidad y fundamentación del estudio grafotécnico presentado por
la Fiscalía a través de su técnico del CTI, con el que afirmó que la
rúbrica obrante en la nómina y en las actas de posesión del 18 de
noviembre y 1º de diciembre de 2003 no corresponde a CAMILO
JAVIER ESTRADA VILLARRAGA.

La primera inconsistencia se advierte en relación con el objeto


(firmas) sometido al proceso de cotejo puesto de presente en el

dictamen grafológico de fecha octubre 13 de 2003 17 donde se señaló:

“MATERIAL DE ESTUDIO
DUBITADO
Firmas obrantes en nómina del juzgado 45 Penal Municipal de Bogota, como de
CAMILO JAVIER ESTRADA, en la página uno 31/01/04, página uno 31/12/03.

INDUBITADO
Muestras escritúrales signadas en toma de muestras por CAMILO JAVIER
ESTRADA VILLARRAGA”.

De lo anterior, se observa que el perito no relacionó para su


estudio las firmas contenidas en las actas de posesión del 18 de
noviembre y 1º de diciembre de 2003 (folios 229 y 230 del libro
radicador), situación que podría ser intrascendente y tenerse como un
olvido involuntario del grafólogo según lo señaló la Fiscalía ante la
observación del Tribunal, pero que sí realizó el cotejo, sin embargo tal
afirmación no tiene soporte objetivo porque no existe en el dictamen

17
Folio 275 c.o.1 Instrucción

23
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un estudio específico sobre cada una de las firmas obrantes en los


folios 229 y 230 del libro radicador que establezcan y den certeza a la
Sala que el perito si las tuvo bajo su lupa.

Por el contrario, se advierte es una completa confusión del


perito en cuanto a los elementos objeto de análisis, como se puede
observar en la redacción del informe obrante a folio 277 del c.o. 1 de
Instrucción, cuando menciona elementos que no concuerdan con los
entregados para su confrontación como: 10 folios de muestras
manuscriturales signadas por ESTRADA VILLARRAGA, cuando solo
fueron 5; libro radicador, respecto del cual a pesar de contener 400
folios no dice cuales son los dubitados; y “textos y guarismos” que no
se sabe de donde sacó, porque respecto de estos no existe siquiera
material de muestra, veamos:

“Ello hace que las incongruencias escriturales frente a las muestras de


CAMILO JAVIER ESTRADA VILLARRAGA aportadas en diez folios y las
firmas vistas en el libro radicador, rubricas, textos y guarismos, nos sitúan
ante signos o escenarios escriturales contrarios a las ejecuciones de duda
por ello el material nos ofrece los parámetros de similaridad caligráfica,
para el desarrollo de los cotejos a que da el pedimento… 18”

La segunda inconsistencia se advierte en relación con el


fundamento de los hallazgos o comprobaciones realizadas,
vertidos en el dictamen del CTI de la Fiscalía donde lo que se aprecia
es una transcripción de un formato técnico sin ningún análisis en
relación con el caso sometido a pericia como se observa en el acápite
denominado “RESULTADO DEL ESTUDIO”:

18
Folio 277 c.o.1

24
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“1- De las firmas cuestionadas a su análisis escriturario (no especifica una a


una ), apreciamos que entre ellas y las firmas aportadas existen diferencias
en cuanto a su morfoestructura (dónde), dinámica, proporcionalidad,
inclinación y construcción de los signos en forma de “u” (en qué parte); en
las ejecuciones se destacan incongruencias en sus estructuras
dinamográficas como son la misma proyección de los trazos (no dice cuales
ni de qué forma.), sus espacios interlineales (en qué palabras o letras),
localización topográfica de los movimientos y puntos de inicio y terminación
y al mismo tiempo la proporción entre el signo inicial y el restante cuerpo
medio o caja de renglón (en qué parte) como también en la firma elaborada
en letra de imprenta”

….

2. Luego de las anteriores apreciaciones técnicas, se procedió al cotejo


manuscritural de los aspectos dinamográficos y estructurales, relacionados
en los mismos aspectos arriba connotados, además valuando, la
proporcionalidad de los rasgos y trazos en su proyección, dirección, ritmo,
fluidez, movimientos de inflexión, flexión, los cuales caracterizan las líneas
que resaltan sobre la caja del renglón y proyección que se registra en las
firmas. (repite el párrafo anterior sin explicaciones).

Es así que establecidas las constantes grafonómica de los aportes


patrones frente a la ejecución de las firmas cuestionadas, se describen
movimientos en sus particularidades que no se corresponden como
procedentes de un mismo puño y letra, son suficientes las características y
particularidades intrínsecas, que me conducen a determinar ausencia de
las mismas en las signaturas de duda y habituales del gesto gráfico del
señor ESTRADA VILLARRAGA.

La anterior aseveración y aserto grafológico cobija también la firma que


obra a folio 230 del libro radicador (no menciona el folio 229) pues tampoco
proviene del habitual gesto gráfico del aportante Camilo Javier estrada (sic)
Villarraga.

CONCLUSION

De acuerdo a lo expuesto en el resultado acorde a los elementos de


estudio allegados, se concluye la no uniprocedencia manuscritural entre los
aportes patrones signados por CAMILO JAVIER ESTRADA VILLARRAGA
relacionados en cinco (5) folios y las firmas obrantes en la nómina 1/12/03,
31/01/2004 y la firma obrante como de él, en el libro radicador, folio 230 (no
menciona el folio 229), acta de posesión.”

Es claro que con la generalidad y vaguedad de las


afirmaciones anteriores no es posible estimar o desestimar alguna
rúbrica, pues el perito desatendió sus obligaciones como era el deber
25
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de analizar en concreto una a una las grafías dubitadas de manera


comparativa con las indubitadas especificando en relación con ellas
los rasgos fuertes, los rasgos débiles, la proporcionalidad, fluidez,
regularidad, armonía, estudio de la inclinación de los trazos
manuscriturales, puntos de inicio, de terminación, el tipo de papel,
etc.., mostrando tales proyecciones, trazos y espacios a través de
fotografías, o por otro método que hicieran evidentes e indiscutibles
las discrepancias sobresalientes demostrativas de producciones
escriturales distintas, sin embargo nada de esto fue puesto de
presente, pretendiendo así la Fiscalía se de total credibilidad a tal
documento, y con ello se revoque la absolución por el delito de
falsedad a la Dra. GUTIÉRREZ DE NIETO.

El informe pericial debe ser tan claro y contundente a la vista


de un indocto en la materia, que no permita albergar la menor duda
sobre la aseveración predicada en la conclusión, sin embargo dicha
percepción no se refleja el presente dictamen, pues en desarrollo del
procedimiento técnico científico empleado para su examen, que en
definitiva es el que convencerá al juez de su acierto o desatino, no se
detallaron una a una las incompatibilidades entre la presunta firma
falsificada y la genuina, además no existe certeza sobre el cotejo de la
firma obrante a folio 230 del radicador (posesión de Camilo el 1º de
diciembre de 2003) y con seguridad se tiene que no hubo confrontación

de la firma contenida en el folio 229 (posesión de Camilo el 18 de


noviembre de 2003) pues en ninguna parte del dictamen es mencionado.

Además, en relación con la toma de muestra manuscritural a


ESTRADA VILLARRAGA, esta se realizó a través de un formulario

26
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entregado por la Fiscalía19, en donde se le preguntó acerca de su


estado de salud en relación con el miembro con el cual escribía,
respondiendo que había sufrido lesiones como fractura y tenorrafia 20,
(hecho corroborado con la historia clínica allegada 21en donde se señaló lesión en el extensor 4º de
la mano derecha producida el 3 de noviembre de 2002, motivo por el cual fue sometido a

intervención quirúrgica), sin embargo tal situación no fue siquiera motivo de


inquietud por el perito, ni hizo observación alguna sobre el particular
en relación con la influencia que el procedimiento médico hubiera
podido tener en la rúbrica de CAMILO JAVIER ESTRADA.

Por las anteriores aseveraciones para la Sala el concepto


grafológico presentado por la Fiscalía no es metódico, claro, riguroso,
preciso y fundamentado, en consecuencia no se le puede otorgar
credibilidad.

b). No existe certeza en cuanto a que CAMILO JAVIER


ESTRADA VILLARRAGA no firmó las actas de posesión del 18 de
noviembre y 1 de diciembre de 2003.

Desestimado el dictamen pericial como principal soporte del


funcionario instructor en torno a la falsedad de las firmas estampadas
por ESTRADA VILLARRAGA en las actas de posesión, quedan los
testimonios de los empleados del juzgado quienes al unísono afirman
no haberlo visto posesionarse ni acudir al juzgado a laborar como
escribiente del juzgado 45 Penal Municipal, sin embargo estos
testimonios por si solos no alcanzan a desvirtuar la posibilidad que
haya estampado su firma en los documentos colocados en entredicho
por cuanto que:
19
Folio 287 c.o. 1.
20
Operación que consiste en la sutura de los dos extremos seccionados de un tendón.
21
Folio 280 c.o. Juicio.

27
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a) Por la época de los hechos, del 18 de noviembre de 2003 al


13 de enero de 2004, los empleados del juzgado no asistieron de
manera continua a trabajar en razón a los permisos y vacaciones con
motivo de la finalización del año, como señaló WILLIAM GARZÓN
oficial mayor, quien por descongestión fue trasladado al Tribunal de
Bogotá del 19 de agosto hasta el 19 de diciembre de 2003 sin que le
fuera nombrado reemplazo, en consecuencia trabajó solo del 22 al 31
de diciembre y de enero el día 2 22 porque del 5 al 9 de enero la juez le
concedió compensatorio; en relación con FLOR ALBA PARDO
también oficial mayor, disfrutó vacaciones desde el 9 de diciembre de
2003 por un lapso de 22 días es decir hasta el 30 del mismo mes 23; en
relación con los demás empleados del Juzgado como LUIS ANGEL
LOZADA notificador, CLARA INES CUERVO secretaria, y RUBY
MARTÍN escribiente, también disfrutaron de una semana de
compensatorio por esa época según lo afirmó WILIAM GARZÓN 24, sin
dejar de señalar que el notificador por obvias razones no permanecía
todo el tiempo en el despacho.

Las anteriores circunstancias permiten darle credibilidad al


testimonio de ESTRADA VILLARRAGA quien siempre afirmó su poca
asistencia al juzgado, su firma en las actas de posesión y su
desempeño de las labores propias del cargo 25, dicho corroborado por
la doctora NUBIA STELLA RODRÍGUEZ GRANADOS Representante
del Ministerio Público en el Juzgado 45 Penal Municipal para la época
de los hechos, quien señaló:

22
Folio 157 c.o. 1 instrucción.
23
Folio 162 c.o.1 instrucción.
24
Folio 266 c.o. 1 instrucción
25
C. O. No. 1 folio 98

28
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“Punto 6º. Sí tuve conocimiento del nombramiento de Camilo, el hijo de la


señora Amparo quien fue nombrado escribiente del Juzgado 45 Penal
Municipal”.

“Punto 7º. Sí advertí la presencia del señor Camilo en el Juzgado 45 Penal


Municipal en varias oportunidades, La primera cuando se posesionó
observé que firmaba el libro, después de lo cual entregó el libro a la jueza,
en otras oportunidades lo vi llevando expedientes para la casa y trayendo
expedientes”26.

En un nuevo cuestionario dijo:

“Punto 1º. Sí lo conozco como lo advertí en el punto 7 del primer


cuestionario ya contestado, lo vi para el mes de noviembre de 2003 cuando
fue posesionado en el Juzgado 45 Penal Municipal como escribiente y en
otra oportunidad lo vi llevando y trayendo expedientes al juzgado, lo cual
advertí en mi ejercicio como Ministerio Público.”

“Punto 2. Repito que observé al señor Camilo como empleado del Juzgado
45 Penal Municipal, siendo jueza la doctora Gladys Gutiérrez de Nieto
desde su posesión en dicho juzgado, llevando y trayendo trabajo al
juzgado.27”

Si bien la declaración anterior fue cuestionada por la Fiscalía


aduciendo que el Ministerio Público ocasionalmente asiste a los
juzgados, mientras los empleados permanecen allí, existe una prueba
objetiva que le brinda solidez como es el registro de ingreso a
Paloquemao los días 1828, 2529, y 29 de noviembre30y 4 de diciembre
del 200331 y 5 de enero de 2004 32, fechas en las que una de ellas (18
de noviembre) coincide con la primera posesión como escribiente.

En consecuencia, ante la falta de dictamen pericial de la parte


acusadora que acredite la falsedad de las rúbricas estampadas por
26
Folio 130 original juicio
27
Folio 146 original juicio
28
Folio 40 c.o.2 instrucción
29
Folio 42 ibídem
30
Folio 44 ibídem
31
Folio 46 ibídem
32
Folio 207 c.o.1 instrucción.

29
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ESTRADA VILLARRAGA en las actas de posesión y en las nóminas,


no se puede predicar certeza sobre este ilícito, duda que persiste al
oponerse los testimonios de los empleados quienes afirman nunca
haber visto a ESTRADA VILLARRAGA en el juzgado, con lo registros
de su ingreso al Complejo de Paloquemao en 5 oportunidades por la
época en que presumiblemente laboró, razones suficientes para
confirmar lo aseverado por la primera instancia.

3. Del Delito de Peculado por Apropiación

Contenido en el artículo 397 del Código Penal, indica:

“El servidor público que se apropie en provecho suyo o de un


tercero de bienes del Estado o de empresas o instituciones en que
éste tenga parte o de bienes o fondos parafiscales, o de bienes de
particulares cuya administración, tenencia o custodia se le haya
confiado por razón o con ocasión de sus funciones, incurrirá en
prisión de seis (6) a quince (15) años, multa equivalente al valor de lo
apropiado sin que supere el equivalente a cincuenta mil salarios
mínimos legales mensuales vigentes e inhabilitación para el ejercicio
de derechos y funciones públicas por el mismo término”.

3.1 Sobre este punible y los presupuestos para su configuración,


ha dicho la jurisprudencia33:

“i) El bien jurídico tutelado por el legislador es la administración


pública.

33
Sentencia de Segunda Instancia 23958 de 14/11/2007

30
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ii) El agente es calificado al determinarse que siempre lo será aquel


que ostente la calidad de servidor público.

iii) Se consuma por la apropiación ilegal de bienes del Estado que se


le han dejado en administración, tenencia o custodia al servidor
público.

iv) La administración, tenencia o custodia puede ser material o


jurídica y estar unida al servidor público por razón o con ocasión de
sus funciones. Por tanto, la relación entre el funcionario (sujeto
activo) y los bienes oficiales no necesariamente deriva de una
asignación de competencias, sino que basta que esté atada al
ejercicio de un deber funcional; “forzoso es concluir que ese vínculo
surge entre el juez y los bienes oficiales respecto de los cuales
adopta decisiones, en la medida que con este proceder también está
administrándolos”34.

v) El servidor público recepta35 en forma lícita y legal un determinado


bien a fin de entregarlo o destinarlo; sin embargo, resuelve apropiarse
de él.

vi) Deberá militar una conexión entre la disponibilidad de los bienes


públicos con el concepto de autor, en el entendido que cuando la
ejecución de actos antijurídicos contra la administración pública
requieran un despliegue múltiple de comportamientos destinados a la
apropiación de dineros públicos, no es requisito esencial, exclusivo o
determinante que el agente, servidor público o funcionario vinculado
con la administración, realice todas las acciones que supone la
consumación del reato36.”

34
Corte Suprema de Justicia, radicado 18.021 del 6-3-2003.
35
Corte Suprema de Justicia: sentencia noviembre 18 de 1980.
36
Corte Suprema de Justicia: radicado: 16.569 9 de mayo de 2003.

31
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3.2 Según la Fiscalía, el patrimonio del Estado se vio afectado


porque no existió causa jurídica para que a CAMILO JAVIER
ESTRADA, se le pagara el salario correspondiente al cargo
desempeñado como escribiente del Juzgado 45 Penal Municipal, por
cuanto nunca se posesionó ni trabajó, cuestión sobre la cual la titular
del despacho doctora GUTIÉRREZ DE NIETO tenía plena
responsabilidad, situación que acredita cuestionando las explicaciones
dadas por la funcionaria acusada de querer darle mayor eficiencia y
eficacia a su gestión, pues si ese fuera el caso no hubiese nombrado a
una persona sin experiencia que no sabe nada de derecho como el
señor Estrada Villarraga, ni hubiese hecho borradores a mano para
que éste los digitara en el computador de la casa cuando había
suficiente espacio en el juzgado para que allí laborara.

También causa extrañeza al instructor que ninguno de los


empleados del juzgado hubieran tenido conocimiento del trabajo
desarrollado por ESTRADA VILLARAGA en la casa de la juez, además
que según la Fiscalía, no tenía ni idea de las labores que realizó según
se avista en la declaración por él rendida.

Las anteriores pruebas que apuntarían a que CAMILO JAVIER


no desarrolló sus labores de escribiente en la casa de la juez, se
magnifican por lo inusitado e irregular de este proceder que no se
aviene con la práctica de funcionario alguno en ninguna circunstancia
y mucho menos por tan largo tiempo.

Pese a las anteriores afirmaciones, para la Sala no está


plenamente demostrado que ESTRADA VILLARRAGA no habría

32
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trabajado en la casa de la juez, razón por la cual surge la duda acerca


de la ocurrencia de este hecho según pasa a verificarse:

i) El testimonio de Victor Hugo Parra Peña 37, empleado del


almacén de la Dirección seccional de Administración Judicial -área de
inventarios- señaló que Camilo estuvo en varias oportunidades en
esas dependencias haciendo averiguaciones de elementos dados de
baja y no descargados del inventario del juzgado 45 Penal Municipal.
En relación con este inventario, la secretaria de la época CLARA INES
CUERVO a la pregunta de la Fiscalía de “Si durante el periodo del 18
de noviembre de 2003 al 13 de enero de 2004 se elaboró algún
inventario de muebles del Despacho” CONTESTO: No, solamente en
alguna ocasión solicitaron por escrito informar acerca de unos
elementos que hacían falta en la relación y se contestó por escrito. Yo
no, contestó la doctora”.

Las anteriores atestaciones no fueron desvirtuadas ni puestas


en duda por la Fiscal, al contrario son dignas de crédito por su
imparcialidad y claridad, evidenciando que si CAMILO JAVIER estuvo
en las dependencias del almacén haciendo averiguaciones sobre
algunos elementos faltantes en el inventario, era por la posible
existencia de un vínculo laboral con el juzgado.

ii) Copias de las hojas respectivas del libro de entradas y salidas


del complejo Judicial de Paloquemao donde consta el ingreso de
CAMILO JAVIER ESTRADA VILLARRAGA a esas dependencias los

37
Folio 48 c.o. 2 instrucción.

33
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días 18 de noviembre38, 25 de noviembre39, 29 de noviembre40 y 4 de


diciembre del 200341 y 5 de enero de 2004 42, planillas elaboradas por
miembros de la Policía, las cuales de manera objetiva y ordenada
consignan uno a uno el ingreso y salida de las oficias de los
empleados y funcionarios, especificando: número de cédula, día, mes,
año, hora de entrada, hora de salida, lugar al que se dirige, cargo,
firma etc, fechas coincidentes con el lapso de tiempo de su
nombramiento como escribiente, cargo que expresamente plasmó en
dichos controles, lo cual hace presumir que efectivamente trabajaba
para el Juzgado 45 Penal Municipal, pues si no fuera así no se
hubiera registrado en tales libros como escribiente del juzgado de
donde es titular la acusada.

iii) Otro documento que evidencia lo señalado por la defensa


son las estadísticas SIERJU que deben llevar los jueces
mensualmente donde se consiga el trabajo realizado, para el caso las
de los siguientes meses: en octubre de 2003 se dictaron 13 autos
interlocutorios y 20 sentencias43; en noviembre de 2003 se dictaron 4
autos interlocutorios y 18 sentencias además no corrieron términos los
días 4, 5, 6, y 7 por cuanto la funcionaria estuvo en escrutinios 44; en
diciembre de 2003 se dictaron 13 interlocutorios y 36
sentencias45; en enero de 2004se dictó 1 auto interlocutorio y 8
sentencias46, documentos que por su origen acreditan de manera
certera el volumen de trabajo realizado en el mes de diciembre, es
38
Folio 40 c.o.2 instrucción
39
Folio 42 ibídem
40
Folio 44 ibídem
41
Folio 46 ibídem
42
Folio 207 c.o.1 instrucción.
43
Folio 82 c.o. juicio
44
Folio 85 c.o. juicio
45
Folio 88 c.o. juicio
46
Folio 93 c.o. juicio

34
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decir más de una sentencia diaria, sin olvidar que el oficial mayor
WILLIAM GARZÓN trabajó del 19 de agosto al 19 de diciembre de
2003 en el Tribunal sin que le fuera nombrado reemplazo,
reintegrándose a sus labores a partir del lunes 22 de diciembre hasta
el miércoles 31, y del 5 al 9 de enero en compensatorio otorgado por
la juez47; similar situación se presentó con FLOR ALBA PARDO
también oficial mayor, quien disfrutó de vacaciones desde el 9 de
diciembre de 2003 por un lapso de 22 días 48, es decir hasta el 30 de
diciembre, coligiéndose que prácticamente para el mes de diciembre
de 2003 los dos sustanciadotes del Juzgado 45 laboraron solo 7 días
cada uno en diferentes momentos, haciéndose evidente que la
producción no hubiera sido posible sin la concurrencia de alguien que
le colaborara a la juez.

iv) Calificación integral de servicios a los Jueces de la República


realizada por la Sala Administrativa del Consejo Seccional de la
Judicatura donde la doctora GLADYS GUTIERREZ DE NIETO obtuvo
89 puntos e el año 2002 49; 87 puntos en el 200450; 91 puntos en el
200551; documentos que no solo permiten cuantificar la eficacia y
eficiencia en la labor judicial sino el sentido de pertenencia de la
funcionaria con mas de 20 años al servicio de la Administración de
Justicia.

v) Declaración de ESTRADA VILLARRAGA, quien contrario a lo


expuesto por la Fiscalía, narra de manera sencilla pero coherente y
acertada sus labores en la digitación de fallos: “como anteriormente dije la
47
Folio 157 c.o. 1 instrucción.
48
Folio 162 c.o.1 instrucción.
49
Folio 123 c.o. juicio
50
Folio 124 ibídem
51
Folio 126 ibídem

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GLADYS INÉS GUTIÉRREZ DE NIETO

mayoría de procesos que se sacaron fueron de inasistencia alimentaría que


consistían en que habían personas que dejaban de dar una cuota alimentaria a
determinada persona lo que sucedía era que fallaba a este hecho. O sea que
tenía que pasar este dinero, por consiguiente se anotaban las descripciones de
cada persona, el nombre del juzgado, el nombre de las personas implicadas en
los hechos, se anotaban las leyes en las cuales decían cuales eran los problemas
que iba a tener la persona que incumplía con estos hechos. Los pocos hurtos
que se digitaron fueron de personas por robo de celulares que me acuerde pues
fue uno de los hechos que eran un poco diferentes a los de inasistencia
alimentaria, debido a que los hechos los describían diferente, es decir colocaban
la descripción de las personas físicamente y lo que hacían y por lo cual estaban
procesados. Siguientemente aparecían las leyes que decían en qué faltaba la
persona que había cometido el delito”.

vi) Testimonio claro y uniforme de todos los empleados del


juzgado, en el sentido que la doctora GUTIÉRREZ DE NIETO
acostumbraba llevar expedientes para trabajar en la casa y luego traía
los fallos en disquete para imprimir en el despacho como lo menciona
CLARA CUERVO secretaria del juzgado52.

Las anteriores pruebas desestiman la certeza predicada por la


Fiscalía sobre el apoderamiento por parte de ESTRADA VILLARRAGA
con anuencia de la juez del sueldo que percibió como escribiente del
juzgado 45 Penal Municipal sin causa para ello, poniendo en duda los
hechos que conllevan a la lesión del patrimonio del Estado por parte
de la doctora GUTIÉRREZ DE NIETO.

52
Preguntado: dígale al Despacho si la doctora acostumbra llevar a diario expedientes para
trabajar en su casa. Contestó: Sí ella por lo general lleva expedientes, Algunos para leer pruebas y
algunos para fallos. Los que luego lleva en Disquetes a la oficina para imprimir.

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GLADYS INÉS GUTIÉRREZ DE NIETO

Por los anteriores hechos la Sala no compulsará copias


disciplinarias a la Dra GUTIÉRREZ DE NIETO toda vez que ya fue
condenada disciplinariamente con destitución según obra en el
expediente.

Las motivaciones ya señaladas permiten a la Corte confirmar la


decisión proferida por la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá.

Con fundamento en lo expuesto, la Sala de Casación Penal de


la Corte Suprema de Justicia, administrando justicia en nombre de la
República y por autoridad de la ley,

RESUELVE

Primero: Confirmar la sentencia emitida por la Sala Penal del


Tribunal Superior de Bogotá, el 25 de agosto de 2009, en virtud de la
cual absolvió a la ex Juez Cuarenta y Cinco Penal Municipal de esta
ciudad, GLADYS INÉS GUTIÉRREZ DE NIETO de los delitos de
peculado por apropiación y falsedad ideológica en documento público.

Segundo: Contra esta decisión no procede recurso alguno.

Notifíquese y cúmplase.

JOSÉ LEONIDAS BUSTOS MARTÍNEZ

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GLADYS INÉS GUTIÉRREZ DE NIETO

IMPEDIDO
JOSÉ LUIS BARCELÓ CAMACHO FERNANDO ALBERTO CASTRO CABALLERO

SIGIFREDO ESPINOSA PÉREZ MARÍA DEL ROSARIO GONZÁLEZ MUÑOZ

AUGUSTO J. IBAÑEZ GUZMÁN LUIS GUILLERMO SALAZAR OTERO

JULIO ENRIQUE SOCHA SALAMANCA JAVIER ZAPATA ORTIZ

NUBIA YOLANDA NOVA GARCÍA


Secretaria

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