You are on page 1of 19

Hallado un gigantesco “mar de

plástico” en la costa de Honduras


Una fotógrafa británica capta grandes cantidades de tenedores, cucharas
y botellas entre las islas caribeñas de Roatán y Cayos Cochinos
Otros
8
Conéctate
Conéctate
Imprimir
EL PAÍS

 Twitter
 Google Plus

México 30 OCT 2017 - 05:14 CET


El mar de plástico en la costa de Honduras. CAROLINE POWER FACEBOOK
MÁS INFORMACIÓN
 Los océanos acumulan siete millones de toneladas de basura marina al año
 Marineros a la caza de basura
 Un vertedero en el fondo del mar

Un mar de cepillos de dientes, tenedores, cucharas, platos y botellas de plástico. Esa


es la imagen que ha captado la fotógrafa y activista británica Caroline Power entre
las islas de Roatán y Cayos Cochinos, en el Caribe hondureño. "Ver que se asesine y
asfixie lentamente algo que me importa tanto fue devastador", ha dicho Power al
diario británico The Telegraph.

"Esto tiene que detenerse, piensen en sus vidas diarias. ¿Cómo se llevaron a casa la
comida sobrante la última vez que comieron en un restaurante? Es probable que [el
envoltorio] fuera espuma de poliestireno, se sirviera con un tenedor de plástico y
luego la pusieran en una bolsa de plástico", ha escrito Power en Facebook. La
publicación, del pasado 16 de octubre, ha sido compartida más de 2.770 veces y ha
tenido más de 1.100 reacciones en esa red social.

La fotógrafa, que se especializa en imágenes submarinas, ha explicado que el


hallazgo se produjo durante un viaje de buceo a unos islotes que son conocidos
porque apenas rebasan el nivel del agua y permiten a las exploraciones
avistamientos "prístinos". "Observar la basura y los desechos fue descorazonador",
ha detallado la fotógrafa.

La organización ambientalista Blue Planet Society ha argumentado que la causa del


llamado "mar de plástico" es la basura arrastrada por el fronterizo río Motagua desde
Guatemala a las costas hondureñas. Ambos países han tenido roces en los últimos
tres años por la contaminación del afluente.

"El Gobierno de Honduras lamenta que a pesar de los distintos acercamientos ante el
Gobierno de Guatemala y los esfuerzos que se han venido realizando, los mismos no
han sido suficientes (...) y aún no se ven resultados concretos y palpables", ha
expresado la Secretaría hondureña de Relaciones Exteriores en un comunicado que
se divulgó el pasado 23 de octubre.

Tegucigalpa ha exigido la mitigación de los daños y una indemnización por "la


inversión que el Gobierno ha realizado". El presidente guatemalteco, Jimmy
Morales, ha dicho al diario Prensa Libre que ha platicado con su homólogo
hondureño sobre las tareas para combatir este problema, pero que "aún no están
definidas".
La contaminación marina
Por Redacción National Geographic

20 de junio de 2016

Debido a la inmensidad y profundidad de los océanos, hasta hace poco el hombre creía que
podría utilizarlos para verter basura y sustancias químicas en cantidades ilimitadas sin que
esto tuviera consecuencias importantes. Los partidarios de continuar con los vertidos en los
océanos incluso tenían un eslogan: «La solución a la contaminación es la dilución.»

En la actualidad, basta con fijarse en la zona muerta del tamaño del estado de Nueva Jersey
que se forma cada verano en el delta del río Mississippi, o en la extensión de 1.600
kilómetros de plástico en descomposición en el Pacífico Norte para darse cuenta de que esta
política de la «dilución» ha contribuido a llevar al borde del colapso lo que tiempo atrás fue
un ecosistema oceánico próspero.

Diversas formas de contaminación


Existen pruebas de que los océanos han sufrido a manos del hombre durante miles de años,
desde la época romana. Sin embargo, los estudios llevados a cabo recientemente
demuestran que la degradación, especialmente en las zonas costeras, se ha acelerado
notablemente en los últimos tres siglos a medida que han aumentado los vertidos
industriales y la escorrentía procedente de explotaciones agrarias y ciudades costeras.

La contaminación es la introducción de contaminantes nocivos que no son habituales en un


ecosistema determinado. Algunos de los contaminantes más comunes derivados de la
actividad humana son los plaguicidas, herbicidas, fertilizantes químicos, detergentes,
hidrocarburos, aguas residuales, plásticos y otros sólidos. Muchos de estos contaminantes
se acumulan en las profundidades del océano, donde son ingeridos por pequeños
organismos marinos a través de los cuales se introducen en la cadena alimentaria global.
Los científicos incluso han descubierto que los medicamentos que ingiere el hombre y que
no llegan a ser procesados completamente por su organismo acaban en el pescado que
comemos.

Muchos de los contaminantes que encontramos en los océanos son liberados en el medio
ambiente mucho antes de llegar a las costas. Los fertilizantes ricos en nitrógeno que utilizan
los productores agrícolas en zonas de interior, por ejemplo, acaban en las corrientes, ríos y
aguas subterráneas locales, y más tarde se depositan en los estuarios, bahías y deltas. Este
exceso de nutrientes puede provocar un crecimiento masivo de algas que consumen el
oxígeno del agua, generando zonas en las que no puede haber vida marina o apenas existe.
Los científicos han descubierto 400 zonas muertas con estas características por todo el
planeta.

Los residuos sólidos como bolsas, espuma y otros desechos vertidos en los océanos desde
tierra o desde barcos en el mar acaban siendo con frecuencia alimento de mamíferos
marinos, peces y aves que los confunden con comida, con consecuencias a menudo
desastrosas. Las redes de pesca abandonadas permanecen a la deriva durante años, y
muchos peces y mamíferos acaban enredados en ellas. En algunas regiones, las corrientes
oceánicas arrastran billones de objetos de plástico en descomposición y otros residuos hasta
formar remolinos gigantescos de basura. Uno de ellos, situado en el Pacífico septentrional y
conocido como el Gran Parche de Basura del Pacífico, tiene una extensión que según las
estimaciones llevadas a cabo duplica la del estado de Texas. A principios de 2010, se
descubrió otra gigantesca isla de basura en el océano Atlántico.

Contaminación acústica

La contaminación no siempre es física. En masas de agua de gran extensión, las ondas


sonoras pueden propagarse a lo largo de kilómetros sin perder intensidad. La presencia cada
vez mayor de sonidos de gran potencia o constantes procedentes de barcos, sónares,
instalaciones petrolíferas e incluso de fuentes naturales como terremotos puede alterar los
patrones de migración, comunicación, caza y reproducción de muchos animales marinos, en
especial los de mamíferos acuáticos como la ballena y el delfín.

El fin de la era de la «dilución»

El hombre comienza a percatarse de la insostenibilidad de la filosofía de la «dilución».


Muchas leyes nacionales y protocolos internacionales prohíben en la actualidad el vertido
de sustancias nocivas en los océanos, si bien su aplicación es a menudo incierta. Se están
creando santuarios marinos con el fin de mantener ecosistemas marinos prístinos.
Asimismo, se están llevando a cabo iniciativas aisladas que han logrado cierto éxito en la
restauración de estuarios y bahías.

El Ártico, afectado por la


contaminación de plástico
Por TATIANA SCHLOSSBERG 19 de abril de 2017
Volver al artículo principalComparte esta página

 Share
 Tweet
 Email

Continue reading the main storyFoto


Un foto de diversos fragmentos de plástico hallados en el océano Ártico por el
equipo de investigación de la Universidad de Cádiz y otros institutos CreditAndrés
Cózar Cabañas
Read in English

NUEVA YORK – Los océanos de todo el mundo están atiborrados con


billones de trozos de plástico –botellas, bolsas, juguetes, redes para
pescar y más, sobre todo partículas microscópicas– y ahora la basura
marina está terminando en el Ártico.

En un estudio publicado recientemente por Science Advances, un grupo


de investigación de la Universidad de Cádiz en España, junto con otras
instituciones, muestran que una corriente marítima ha llevado pedazos
de plástico desde el norte del Atlántico hacia los mares de Groenlandia y
de Barents, y los ha depositado ahí: en aguas superficiales, en banquisas
y, posiblemente, en el suelo marítimo.

Como el cambio climático ya ha provocado un deshielo de la capa del


Ártico, se ha facilitado la navegación y actividad humana en esta parte
aislada del mundo. Como resultado, la contaminación de plásticos, que
ha aumentado de manera significativa alrededor del mundo desde los
años ochenta, podría esparcirse por el Ártico de manera más rápida en
las décadas venideras, alertan los científicos.

EXPLORA NYTIMES.COM/ES

Reconozcámoslo: somos adictos a nuestros teléfonos y eso nos trae problemas físicos y
relacionales
Andrés Cózar Cabañas, el principal autor del estudio y profesor de
biología en Cádiz, dijo que los resultados lo sorprendieron y le
preocupan las posibles consecuencias.

“No entendemos por completo las consecuencias que el plástico está


teniendo o tendrá en nuestros océanos”, dijo. “Lo que sí sabemos es que
las consecuencias se sentirán a una mayor escala en un ecosistema como
este”, porque no existe otro igual en el planeta.

Continue reading the main storyFoto


Científicos a bordo de la nave de investigación Tara mueven redes en el agua para
recoger plancton y microplásticos. CreditAnna Deniaud/Tara Expeditions
Foundation
Cada año se vierten en el océano alrededor de 8 millones de toneladas de
plástico; los científicos estiman que ya hay 110 millones de toneladas.
Aunque todavía no se entienden los efectos medioambientales de la
polución de plásticos, ya están presentes en la cadena alimenticia. Se
pensaba que los desechos se acumulaban en áreas del océano,
particularmente en giros oceánicos –grandes corrientes que convergen
en medio de los cuerpos de agua–, pero los científicos estiman que solo
el 1 por ciento de la contaminación de plástico está en los giros y otras
superficies acuáticas en el océano abierto.

Un modelo de corrientes marítimas de uno de los autores del estudio


predice que los desechos plásticos se seguirán acumulando en el Ártico;
actualmente hay un tres por ciento de toda la polución de plásticos del
mundo, pero los autores del estudio sugieren que esa cantidad
aumentará.

El océano Ártico está particularmente afectado dada la circulación


termohalina, una corriente global cuyo flujo depende de las diferencias
en temperatura y salinidad. Conforme la corriente lleva agua superficial
tibia hacia el Ártico parece arrastrar con ella los desechos plásticos que
quedan atrapados por masas terrestres como Groenlandia y el casquete
polar.

“La mayoría del plástico llega desde el norte del Atlántico”, dijo Cózar
Cabañas, “y mientras más sepamos sobre lo que provoca,
tendremos mejores posibilidades” de resolver el problema.

Los océanos acumulan siete millones


de toneladas de basura marina al
año
El Mediterráneo adquiere lentamente las proporciones de residuos de los
grandes vertederos del Pacífico

Otros
1
Conéctate
Conéctate
Imprimir
JORGE COLOMA

 Twitter
 Google Plus

8 JUN 2017 - 19:49 CEST


La basura marina ocupa gran parte de la arena del Rincón de Salitrona. DANIEL
RINCÓN AAE

Alrededor de 45.000 objetos se agolpan en cada milla oceánica cuadrada, según los
datos medios que ofrece la Unesco, la Organización de Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura. Son restos de basura marina, oleajes de residuos
que no solo proliferan en la superficie, sino que también florecen bajo ella; y que
incluso germinan dentro de sus propios habitantes. En los últimos 40 años, la
cantidad de basura marina en la capa superficial de los océanos ha aumentado más
de un 100%. Hoy se celebra el Día Mundial de los Océanos, pero la visión del
panorama global marítimo genera una pregunta: ¿qué hay que celebrar exactamente?

Hoy, la Asociación Ambiente Europeo (AAE) celebró su conferencia Voces por una
Mar Sana, coincidiendo con la conmemoración de esta fecha. El director de la AAE,
Daniel Rolleri, defendió en su intervención que "el mundo sigue sin encontrar el
equilibrio entre la producción de recursos y la conservación del
medioambiente". "Arrojamos ocho millones de objetos diarios al océano, que, en
conjunto, alcanzan un peso total de siete millones de toneladas de basura anuales",
resaltó.

MÁS INFORMACIÓN

 Marineros a la caza de basura

 Un vertedero en el fondo del mar

"Pero el impacto no termina en el mar", detalló Rolleri, "sino que empieza a alcanzar
ámbitos como la economía, o la salud personal". "El zooplancton, la base de la
cadena trófica marítima, se come las microfibras de plástico que expulsamos. Y a su
vez, los peces se comen al zooplancton. Uno de cada seis peces comerciales de las
costas españolas tiene plástico en su sistema. Y aunque la situación ha mejorado,
tanto que ahora la sociedad nos presta atención, este es un fenómeno sumamente
complejo", añadió.

"España es el quinto productor de plásticos europeo, y la Unión Europea es el


segundo productor de plásticos mundial. Eso implica que nuestro país tiene una
posición de responsabilidad", explicó Elvira Jiménez, bióloga marina de
Greenpeace. "Pero a nivel nacional, consumimos 50 millones de objetos plásticos en
un día (latas, bricks), pero reciclamos 20 millones. Se recicla el 30% de los
plásticos de un solo uso, el 50% que se pierde. Y esto son datos que no tienen en
cuenta toda la basura que se arroja; solo la que queda registrada", afirmó.
"Se trata de disminuir el uso de los plásticos, no de centrarnos
en reciclar. El reciclaje no va a salvarnos de nuestros propios
errores", señala un experto

Y, volviendo al Mediterráneo, la situación no mejora. "El Mediterráneo es un mar


cerrado," relató Jiménez, "que solo se comunica con el Atlántico por el estrecho de
Gibraltar, lo que ralentiza la velocidad de sus corrientes de agua". "Y la densidad
urbana de sus ciudades costeras, junto al uso de las rutas marítimas, provoca que la
basura que arrojamos se acumule muy rápido", detalló esta experta, "tanto que ya
alcanza la densidad por metro de los grandes vertederos de basura marina, como los
que existen en el Pacífico".

Rolleri y Jiménez comparten la misma opinión: el foco no debe centrarse en nuevas


medidas y métodos de reciclaje, sino en reducir la producción de plásticos no
biodegradables, o en no utilizarlos."Se trata de disminuir el uso de los plásticos, no
de centrarnos en reciclar. El reciclaje no va a salvarnos de nuestros propios errores",
concluye Jiménez. Rolleri, por su parte, finaliza con un mensaje positivo: "Los
consumidores podemos informarnos y rebelarnos contra este tipo de producción y de
consumo a través del cambio a pequeña escala, nos podemos convertir en un agente
del cambio".
En el 2050 habrá más plástico que peces en el
mar
La advertencia es de Naciones Unidas, que lanzó una campaña para limpiar los océanos.

Las tortugas son unas de las especies más afectadas. A menudo ingieren y se enredan en
bolsas plásticas, lo que puede causarles pérdida de aletas o muerte por asfixia.
Foto:
Pierre Huguet / AFP
 Comentar
 Facebook
 Twitter
 Guardar
 Enviar
 Google+
 Linkedin
RELACIONADOS:
NACIONES UNIDAS

CONTAMINACIÓN AMBIENTAL

PLÁSTICO
PLÁSTICO RECICLADO

CONTAMINACIÓN DEL AGUA

Por: Catalina Cabrera Mantilla

16 de abril 2017 , 12:58 a.m.

El océano se ha convertido en un contenedor gigante de basura. Más de ocho millones de


toneladas de plástico llegan a este cada año, cifra que equivale a verter un camión de basura
de plástico cada minuto, de acuerdo con un reciente estudio publicado por el Programa de
las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Unep, su sigla en inglés).

Los gobiernos y varias organizaciones internacionales han empezado a tomar medidas para
contener la contaminación de las bolsas plásticas, que son el elemento principal de este
daño ecológico que amenaza a unas 600 especies de animales marinos.
Debido a la preocupación que genera la presencia de plástico en los mares, en febrero de
este año la Unep lanzó la campaña Clean Seas (mares limpios), una iniciativa global que
busca atacar las principales fuentes de basura marina para el 2022. La idea es que
tanto los gobiernos como las industrias y los consumidores se alineen para reducir la
producción y el uso excesivo de plástico.

Un estudio, adelantado en el marco de esta campaña, revela que este material está causando
graves daños, los cuales, al ser convertidos en dinero, cuestan unos US$ 8.100 millones
cada año. Los principales afectados son los ecosistemas marinos, la pesca y el turismo.

El impacto del plástico es tan grave que, según estimaciones hechas por la Unep, para el
2050 los océanos tendrán más plástico que peces y aproximadamente el 99 por ciento de las
aves marinas lo habrán ingerido en sus sistemas digestivos. De hecho, en la actualidad, se
calcula que más del 60 por ciento de todas las especies marinas tienen rastros del
material en sus intestinos.
Malas prácticas
Las bolsas plásticas son la médula del asunto, porque son usadas por un corto tiempo y,
muy a menudo, una sola vez. Lo dramático es que después de utilizadas, pueden
permanecer hasta 1.000 años en el medioambiente sin degradarse.

A la larga vida del material se suma su capacidad de flotar fácilmente en el aire y el agua:
“Las bolsas plásticas son confundidas con alimentos por los animales, especialmente
cuando llevan residuos de comida”, asegura un estudio de la Autoridad de Protección
Ambiental del Territorio del Norte de Australia (NTE EPA), que proporciona
asesoramiento y servicios de regulación para fomentar la gestión eficaz de los desechos y
las prácticas sostenibles.

Esta entidad advierte que una gran variedad de animales terrestres y marinos pueden
ahogarse hasta morir con las bolsas de plástico que consumen, ya sea por inanición al
quedar bloqueadas sus vías digestivas o por infecciones.

A pesar de que el plástico ha sido reportado desde 1970 como un problema en el


medioambiente marino, hasta hace poco fue identificado como un asunto mundial.En
el 2014, la Unep anunció su preocupación por el crecimiento de residuos plásticos en los
océanos, y varias ONG, como The Ocean Conservancy, han llevado a cabo investigaciones,
estudios y campañas para promover la concientización de los usuarios.

Los gobiernos del mundo han lanzado estrategias para limitar la venta de bolsas de plástico,
como cobrárselas a los clientes o cargar con impuestos (como ha sucedido en Europa) a
productores y tiendas que las distribuyen. Un estudio reciente de la Universidad de
Dalhousie, en Canadá, indica que en África y Asia ya hay países que las prohibieron por
completo.

Lo que resalta en este estudio es que en Suramérica las políticas de regulación de las
bolsas de plástico son limitadas. De acuerdo con la investigación, no son muchos los
países que se han ocupado en atender el problema, entre ellos Colombia, que planea reducir
el uso de bolsas de plástico en un 80 por ciento para el año 2020 y eliminar su uso para el
2025. Argentina es otro ejemplo, ya que Buenos Aires prohibió a los supermercados
emplear bolsas plásticas a partir de este año.

El estudio recomienda a los países latinoamericanos comenzar a implementar estrategias


para reducir el uso de bolsas plásticas ligeras y pequeñas en las tiendas y reemplazarlas por
bolsas reutilizables. Aunque este tipo de medidas han marcado un progreso, todavía
abundan las naciones que carecen de estrategias de implementación, sobre todo en los
países de Norteamérica y Suramérica. Hasta hoy, la mayoría de los avances, aparte de
África y Asia, han estado impulsados por Oceanía.

Los ecologistas sostienen que el océano es la sangre de nuestro planeta y que contaminarlo
despiadadamente es algo que tarde o temprano terminará afectando nuestra salud. Lo
positivo es que en estos casos es posible comenzar a dar una mano por voluntad
propia, usando bolsas biodegradables (que ya empiezan a ser fabricadas) o las
llamadas ‘bolsas verdes’, que son lavables y pueden reutilizarse hasta 100 veces. Todo
esto sin nombrar la alternativa de las bolsas de tela. Estos pueden ser un pequeño pero
efectivo paso para reducir los peligros de la vida silvestre y, en especial, de los animales
marinos.
Fauna de la Antártida, un ecosistema frágil y aislado
La pequeña fábrica que hizo temblar la lucha climática
Medellín ‘se calienta’ aún más por mucho cemento y poco verde
Playa de Versova, la limpieza más grande de la historia

Lewis Pugh, ambientalista y abogado marítimo, fue el cerebro de la limpieza de la playa de


Versova, en Bombay, India, que reunió a 200 voluntarios durante 43 semanas y que en tan
solo dos días lograron retirar unos 610.000 kilogramos de basura de la playa. Con la ayuda
de la Unep, miles de voluntarios han recogido más de dos millones de kilos de basura, entre
zapatos viejos, botellas, plásticos y otros elementos.

El vórtice de basura en el océano Pacífico


El gran parche de basura del Pacífico o la ‘isla de plástico’ es una zona del océano en la que
hay una gran concentración de desperdicios flotando en el agua. Esta colección de
desechos se acumula entre la costa este de Estados Unidos, Japón y Hawái.

Su formación se debe al vórtice de corrientes oceánicas, en el que el plástico y otros


desperdicios quedan atrapados. Los desechos acumulados no son biodegradables, por lo
que se rompen en piezas pequeñas, conocidas como microplásticos, que no se pueden ver a
simple vista y que, según estudios, ocupan un área más grande que la de la península
ibérica.
Regulación en Colombia
Hasta el año pasado, el país empezó a regular el uso de bolsas plásticas. La resolución del
Ministerio de Ambiente, que se conoció el 29 de abril, prohibió que los distribuidores,
como las tiendas y farmacias de cadena, circulen bolsas que tengan un tamaño menor a 30
× 30 centímetros, y exige que estas cuenten con la resistencia suficiente para que puedan
ser reutilizadas.

Esto significa que las bolsas pequeñas y muy delgadas ya no serán ofrecidas en los
grandes almacenes. La resolución también pide a los distribuidores promover un mensaje
de concientización orientado al uso racional de bolsas plásticas y ofrecer como alternativa
las bolsas biodegradables en los puntos de pago.

CATALINA CABRERA MANTILLA


Escuela de Periodismo Multimedia EL TIEMPO
 COMENTAR

 GUARDAR

You might also like