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EFECTOS DE LA INCINERACIÓN EN LA SALUD

INTRODUCCIÓN
la incineración es una técnica de tratamiento de residuos que permite reducir su
volumen, su peso y modificar su composición debido al proceso de oxidación a
elevada temperatura a que son sometidos. Debe considerarse que la incineración
es una tecnología que puede formar parte de las tecnologías que configuran la
gestión integral de residuos y no como una tecnología alternativa y excluyente.
Los residuos peligrosos o especiales, desde su generación hasta su destino final,
es potencialmente generadora de impactos ambientales negativos. La magnitud y
la duración de los mismos dependerá del tipo de residuos y de la modalidad en que
se realicen las operaciones de manejo en cada una de las etapas.
La fracción orgánica del material reacciona con el oxígeno del aire y se transforma
en dióxido de carbono y agua que pasan a formar parte de la corriente gaseosa,
formándose un residuo sólido cuya masa y volumen es muy inferior y su
composición muy diferente a la que tenía el original. además, si se aprovecha su
poder calorífico, las reacciones de oxidación son muy exotérmicas, se obtiene
energía térmica y/o eléctrica, lo que significa una forma de valorizar, valorización
energética, un residuo cuyo destino es su deposición en un vertedero.
En la corriente de gases formada como consecuencia de la combustión aparecen
compuestos contaminantes debido a los arrastres de sólidos, a oxidaciones
incompletas y a productos formados por reacciones del oxígeno con compuestos no
hidrocarbonados. todas estas sustancias deben reducirse a unos niveles de
concentración suficientemente bajos para que las emisiones gaseosas cumplan la
legislación que le es aplicable y que cada vez impone mayores limitaciones. El
control de la contaminación de estas corrientes obliga a emplear técnicas de
depuración complejas, que generan también residuos, pudiendo aparecer corrientes
líquidas que se suman a los problemas que plantean los sólidos y los gases.
Independientemente de las mejoras ambientales que se han ido incorporando en
las últimas décadas, se sigue considerando a la incineración como una práctica de
gestión de residuos poco respetuosa con el ambiente y competidora con la
prevención y el reciclado.
Para disminuir efectivamente el riesgo para la salud y el medio ambiente asociado
al manejo de residuos peligrosos es imprescindible desarrollar planes de gestión de
residuos que a tiendan a la prevención, que contemplen tanto la disminución de la
generación residuos peligrosos, como el peligro intrínseco de los mismos y
aseguren prácticas de gestión ambientalmente adecuadas.
A nivel mundial el gran desafío que existe actualmente es disociar la producción de
residuos del crecimiento económico, a efectos de frenar el tradicional aumento de
los mismos con el avance de la economía y disminuir a su vez la presencia de
materiales peligrosos. Este proceso debe además ser compatible con las políticas
de desarrollo productivo y social necesarias para abatir la pobreza. Para esto será
imprescindible, entre otras cosas, compatibilizar las normas de residuos peligrosos
con criterios de eficiencia y competitividad productiva.
DESARROLLLO
La incineración de residuos es otra manera muy conocida y extendida para tratar
los residuos que generamos, mediante la destrucción o aprovechamiento
energético: la valorización energética.
La incineradora es una instalación dónde se produce la combustión controlada a
temperaturas muy elevadas (más de 850ºC) de la fracción rechazo (contenedor gris)
o de los rechazos de otras plantas de tratamiento, como de la planta de envases o
rechazos de los Ecoparques (material que no se puede reciclar), entre otras. Toda
la materia que entra en la planta incineradora se transforma en cenizas, escorias y
gases, obteniendo la energía de la combustión que se puede transformar en
electricidad (calentando agua y con una turbina) o en climatización (de frío o calor).
En las plantas inclinadoras no se queman todos los residuos, ya que algunos de los
materiales no alcanzan su punto de fusión o se crean algunos productos residuales
entre los que más destacan son:
Las escorias representan un 20-25% en peso de los residuos y son aquel material
que queda en el horno y no se puede ha quemado, como cerámicas, tierra, vidrios,
objetos metálicos, entre otros. La chatarra de las escorias se suele aprovechar para
reutilizar en otros sectores y las no metálicas se valorizan cuando es posible como
material de relleno. Están calificados como residuos no peligrosos.
Las cenizas materiales volátiles representan entorno a un 2 – 6% en peso de los
residuos. Estos residuos son más peligrosas y contaminantes (residuos especiales)
que los anteriores y se recogen por separado para llevarlos a un depósito de
residuos controlado. Están catalogadas como residuos peligrosos.
Las plantas incineradoras pertenecen al grupo de instalación de valorización
energética, pero también hay otros procesos de los cuales se obtiene un valor
energético, como pueden ser:
 Incineradora
 Digestión anaeróbica en plantas del tratamiento mecánico biológico o TMB
(Ecoparques)
 Combustibles derivados de residuos: material preparado y seleccionado que
sustituye a un combustible fósil.
 Vertederos o depósitos controlados: la fermentación de la materia orgánica
se obtiene el biogás.
El marco jurídico de los residuos peligrosos en Colombia, se basa principalmente
en el Decreto 4741 de 2005, que tiene por objeto prevenir la generación de residuos
o desechos peligrosos, así como regular el manejo de los residuos o desechos
generados, con el fin de proteger la salud humana y el ambiente, y a todas aquellas
personas que generen, gestionen o manejen residuos o desechos peligrosos dentro
del territorio nacional. Dicho decreto define el desecho peligroso, como “aquel
residuo o desecho que por sus características corrosivas, reactivas, explosivas,
tóxicas, inflamables, infecciosas o radiactivas puede causar riesgo o daño para la
salud humana y el ambiente.
En un entorno de crisis energética global, dependiendo de un recurso limitado como
es el petróleo, hay que preguntarse si enterrar residuos con un valor energético en
vertederos es aceptable o no. Está claro que la energía necesaria para producir los
productos (que luego son residuos) es mayor que la que se puede extraer del
material residuos con la incineración y por eso, en general, el reciclaje es la mejor
manera de recuperar la energía de estos materiales, siempre que sea viable. Pero
si los residuos están mezclados (como en caso de la fracción rechazo o contenedor
gris), después de pasar por un Ecoparque, no se pueden recuperar más materiales,
debido a que los costes energéticos de recuperación aumentan y el balance ya no
es favorable, entonces sólo se puede enviar este rechazo a incineradora o
vertedero.
CONCLUSION
La incineración es una tecnología que se basa en la oxidación de la materia
combustible del residuo utilizando una cantidad de oxígeno superior al necesario en
la reacción estequiométrica. Con su aplicación se logra disminuir la masa, el
volumen y el peligro para la salud y para el medio ambiente de los residuos. Si se
aprovecha el calor de combustión para obtener energía se logra valorizar el residuo
como combustible. También produce residuos sólidos y diferentes contaminantes
que se emiten en la corriente gaseosa o en vertidos líquidos. El principal problema
ambiental se debe al elevado flujo de gases generado en el horno que arrastra una
serie de compuestos cuyos límites máximos están fijados por la Legislación.
BIBLIOGRAFÍA
 La Grega, M. D. y otros: “Hazardous Waste Management”,McGraw-Hill,
1994.
 Corbitt, R. A.: “Standard Handbook of Enviromental Engineering”,McGraw-
Hill, 1990.
 Freeman, H.M. “Standard Handbook of Hazardous Waste Treatment a
 Decreto 4741/2005

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