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Como hemos señalado en otras ocasiones, el am- algunos poetas con el tema negro, es de compasión
plio y diverso mosaico cultural que exhibe la región o de solidaridad, no de identificación. En este libro
del Caribe, tiene su origen en las luchas coloniales África en mi piel, está claro el carácter contestatario
de diversos países europeos que se disputaban la que viene de esa tradición que a nivel internacional
hegemonía sobre esta tierra; lo que devino en di- representó el libro de Aimé Césaire, Cuaderno de
ferentes lenguas oficiales y expresiones de creole, un retorno al país natal.
que reflejaban ese dominio sobre el territorio cari-
beño, generando un proceso de hibridación carac- En nuestro país, a nivel de identificación con esta
terizando en todo su devenir histórico. problemática podemos mencionar algunos textos
de Juan Sánchez Lamouth, Aída Cartagena y Nor-
A diferencia de otros países de América, como Méxi- berto James. En los últimos años, Blas Jiménez em-
co, Perú, Ecuador, Bolivia y Guatemala, donde per- prendió un camino no sólo a nivel de sus textos,
viven culturas aborígenes, en el Caribe, fundamen- sino a través de intercambios con movimientos cul-
talmente, sus pobladores son originarios de Europa turales afrodescendientes que jugaron su papel al
o de África, a través de un proceso esclavizante que retomar este tema.
generó niveles de producción infrahumanas.
El libro que hoy nos presenta Rafael Nino Féliz se
Estas lenguas oficiales convivieron con una oralidad caracteriza por la limpieza expresiva, la precisión
que permitió la comunicación de los sectores más em- en el uso de las palabras, y sobre todo por su re-
pobrecidos, formando así, de esta manera, en algunas saltante carácter combativo hacia las formas inhu-
de las islas del Caribe verdaderos idiomas. manas de esclavitud e incluso a la continuidad de
esta realidad en formas más sofisticadas, pero que
A veces nos conformamos con conocer las expre- mantienen niveles de prejuicios raciales que a veces
siones de poesía relacionadas con la negritud en se ocultan a través de mecanismos diversos. El au-
Cuba, Puerto Rico y la República Dominicana. Con téntico humanismo proclama la necesidad de igua-
ejemplos donde resaltan Nicolás Guillén, Luis Palés lar a todos los seres humanos en sus derechos, sin
Matos y Manuel del Cabral, respectivamente. Sabe- importar el color de su piel, la religión que profesen
mos también que, en algunos casos, la relación de o la o ideología que prefieran.
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han hecho, ha sido todo desnaturalizado, deforma- go maldito y el quejido del dolor, los tiran en una
do, calumniado, presentando a los esclavizados y fortaleza a la orilla del mar, para esperar la llegada
a los afrodescendientes como unos seres sumisos, de un barco negrero que los llevará para siempre a
brutos, salvajes, presos de todos los vicios y enfer- tierras desconocidas.
medades, seres incapaces de crecer, de trascender,
de humanizarse, de querer y de amar. ¡Ha sido la Pasaban los días y, por fin, a estos hombres y muje-
historia de la difamación y de la desvergüenza! res, capturados en sus propias viviendas, pasando
hambre y recibiendo castigo, al llegar el barco ne-
Con trascendentes excepciones, diversos historia- grero de los comerciantes de seres humanos, los
dores han realizado propuestas para escribir la otra meten a la fuerza, a empujones y a latigazos , para
historia, visibilizando la presencia del esclavizado y realizar un viaje forzado a lo desconocido, sin sa-
de los afrodescendientes, pero todavía es un desa- ber a dónde iban.
fío. Por eso, Norberto James, un sensible y extraor-
dinario poeta cocolo, lleno de dolor escribió: Los llevan con todas las privaciones físicas y huma-
nas, fruto de la brutalidad y la crueldad de quienes
“Aún no se ha escrito
la historia de su congoja.
perdieron toda la sensibilidad humana, que sólo
Su viejo dolor unido al nuestro”. les interesan como mercancías. Lo más trágico de
esta pesadilla es que llevan el corazón hecho pe-
Cuando comenzaba a salir el sol, en una cama uni- dazos. Sin despedirse de nadie, los separaron para
da a la tierra, donde se vislumbraban siluetas con siempre del amor de sus esposas, del cariño de sus
sonrisas, bruscamente se abren las puertas y entran padres, hermanos, familiares y amigos. Y lo que
como perros rabiosos capturadores de esclavos en más les traumatiza, es haberse despegado de los
el mismo corazón de África. El terror, el miedo, la hijos, que no los verán nunca más y que sólo que-
rabia, la impotencia y el dolor se apoderaban de daran en sus recuerdos.
seres humanos que aún no han mirado para el cie-
lo. Escogen a los hombres más fuertes y jóvenes, Durante la travesía, no duermen, sólo contemplan
los amarran como animales y después de una larga a unas estrellas mudas, cómplices, que no dan res-
caminata, donde sólo se oye el sonido de un láti- puestas y su mente está sólo pensando en el dolor
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“Mira mis pies descalzos tras sus huellas infinitas de amargura En Antigua, se encuentra y se reencuentra. Como
Mira mis labios pálidos tras la espera de pan
que en vanas ilusiones se avecina
si fuera un espejo, en las calles, ve rostros y en-
Mira qué largo fardo de miseria cuentra ancestros:
cubre el pasto infinito de mis sueños”.
“Recojo en el pueblo museos intangibles
de encantados versos
Nino camina por la historia, esa que no se ha escri- la lluvia derrama sinfonía pasada
to, y cuando se encuentra con el gigante Mandela, siento en la brisa a mi abuelo negro
ve a sus ancestros, se ve él mismo y reconoce al ser en la madrugada”.
trascendente, el hombre-símbolo:
Y a pesar de su búsqueda de raíces y esencias, el poeta
“Mandela, hombre sin cercos y sin odio que lleva dentro lo sorprende muchas veces y en Bar-
repartidor de todos los colores, tejiendo
bados escribe asombrado:
la gran bandera de la paz planetaria
sin frontera que limite tus sueños “Barbados, desciende a ti
de libertad y de panes”. como un ángel que busca sus raíces
el primer paso del hombre
La identificación de Nino con sus ancestros africanos que caminó desnudo pisando
no es por un convencimiento ideológico, ni siquiera las hojas mojadas y salpicadas
de rocío en el punto preciso
por un parto filosófico. Son sus vivencias de la vida, del trayecto mitad luz y
son sus añoranzas, sus nostalgias llenas de dolor y de mitad sombra
pudor en las tierras bateyeras de Barahona: mitades que dibujaron
un solo trazo imperecedero
“Crecí y viví en el batey con mi camisita rota en este Caribe que somos”.
dame clerén o tifuá aunque sea una sola gota”.
La dignidad y la indignación caminan junto a
Más allá de los mares, los arroyos y las montañas, Nino y el poeta. A pesar de las luces y los pesares,
más allá de los paisajes y amaneceres hermosos lle- de rendirle homenaje a un corazón noble que lo
nos de magia, Nino “camina cada isla del Caribe acompaña, al mirar en Santa Lucía los amos de
buscando mi rastro”, sus ancestros. hoy, donde también ve los de ayer, dice:
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“Aunque use tus atuendos me resisto razón de soñar, sonreír y de indignarse. Para él,
a bendecir
tu mano cruel de amo
África es un dolor y una herida, pero al mismo ti-
aunque tenga que defender mis estrategias empo es un orgullo. Es su referencia existencial;
para saltar más allá de ese vacío”. por eso, cuando camina por las islas, le parece un
mismo lugar, un continente, donde encuentra a su
Y en la lucha cotidiana para sobrevivir, tiene la madre África:
gente del pueblo que fingir y ser buen actor, ante
la desigualdad, la discriminación y el racismo. En “Te encuentro en estas islas gemelas del Caribe
únicas y de culturas diversas
San Martin, pensativo, escribió: como los dioses que poblaron el mundo
mucho antes de que se convirtiera en un largo lamento”.
“Trabajas en un barco para criar a tus hijos
que en algunos casos carecen de abrigo Dagoberto Tejeda Ortiz
para trabajar tienes que lucir atuendos del blanco
para cubrir tus raíces entre tantos llantos”.
Africanízame
Africanízame en tu delgada cintura de negra bailarina
Africanízame en tu identidad que no abandonas
ni ante los dioses vendidos a fuerza de garrote y doloroso espanto
Africanízame en el arte que corre por tus venas
y toca el continente de tus sueños dormidos
que sólo despierta cuando llega el alba y las aves inician su canto libertario
Africanízame en tu túnica que envuelve tu cielo de raíces
Africanízame en tus finas manos de artista que cuando las mueves,
rasgan el aire y provocan la lluvia
Africanízame en tu blanca dentadura de diosa irrepetible
que cuando sonríes, tus labios tocan todo el horizonte
de atardeceres muertos
Africanízame en tu vientre de madre planetaria
Africanízame en tu tambor bajo el silencio roto de la noche
Portobelo Travesía
Portobelo, travesía hacia la muerte Antes del crimen estuvo la muerte
aquí donde todas las almas sufren como minúscula partícula de tragedia
sus dolores de siglos en el Archipiélago de Madeira
y trajeron los hombres amarrados y tristes
y el deseo de retorno se convirtió en salitre Más tarde las Azores
la isla de Cabo Verde corrió la misma suerte
Portabelo, travesía que destila la desembocadura del Congo fue un sólo grito de espanto y dolor
dolor en nuestros mares así fueron ocurriendo partículas de muerte en todo el trayecto
que se tiñen de rojo
hombres sin voces en los labios Al filo de la noche antes de la travesía a nuestro continente
que gritan por dentro su lúgubre resabio unos años después cayó el Cabo de Buena Esperanza
luego, todo fue antinomia del hombre
Ojos derramados como ríos que se quiebran
con la única esperanza de escapar con la vida No hubo nada bueno ni esperanza
y el retorno a su espacio que corre con la herida vea la espalda de ese abuelo que te mira y reclama
Curazao, 2008
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Barbados Kenskoff
Barbados, desciendo a ti Mira mis pies descalzos tras sus huellas infinitas de amargura
como un ángel que busca sus raíces Mira mis labios pálidos tras la espera de pan
el primer paso del hombre que en vanas ilusiones se avecina
que caminó desnudo pisando
las hojas mojadas y salpicadas Mira qué largo fardo de miseria
de rocío en el punto preciso cubre el pasto infinito de mis sueños
del trayecto mitad luz y
mitad sombra Mira a este niño que camina sin pan y sin abrigo
mitades que dibujaron mira cómo fija su mirada en tu rostro desde la llanura
un solo trazo imperecedero infinita de sus penas
en este Caribe que somos
Puerto Príncipe, Haití, 2009
Barbados, 2010
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Mandela, la inusual suma No temas, no temas, ya Rosa Parks oró por nosotros
de todos los perdones en una mirada desde la gran montaña de las almas que imploran
el ave de más alto vuelo en estas tierras del Caribe, único y diverso, que refugió el canto
que observa todas las laceraciones de nuestros antepasados en su cruel desarraigo
de las almas de todos los que sufren
No temas, que sobre el Caribe regresarán las lluvias
Mandela es la voz de mis ancestros de la inmensa alegría de todos los descalzos
en cada pedazo de tierra adolorida y el rocío de la mañana empapará tu rostro
y King, con su mirada de fuego y manos amorosas,
Mandela no se marcha visitará tu casa en las noches oscuras y encenderá la luz
él es la esperanza de la esperanza, y te dirá en esa reunión de nuestra raza:
que espera en el camino camina, camina, y dile adiós a la tenebrosa pesadilla de la noche
la brisa que toca la piel
de todos los amores República Dominicana, 2011
de la tierra que sueña
todos los brazos
y todos los colores
Raíces Slim
Quién dijo que no somos Trabajas en un barco para criar a tus hijos
una voz que crece en el rocío que en algunos casos carecen de abrigo
para trabajar tienes que lucir atuendos del blanco
quién dice que no escucha
para cubrir tus raíces entre tantos llantos
una voz que dice: “!Oh, hijo mío!”
yo canto a tu afán de vivir sonriendo al turista altivo
y con tanto trabajo te me vas muriendo
Quién dice que no llevo como tus ancestros que de tantos látigos se fueron extinguiendo
en la piel a África lejana
San Martín, 2012
un sueño de un esclavo
que no tuvo mañana
Antigua, 2012
36 Rafael Nino Féliz África en mi piel 37
La lluvia cae
Bajo un canto desgarrándome por dentro
La lluvia cae
La lluvia cae
La lluvia cae
* Poema escrito en una fiesta en Haití, meses antes del terremoto ** Poema escrito en una fiesta en Haití, meses antes del terremoto
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Desde el fondo
de su arrabal
Yo vi dos hombres subir a un árbol
de mango alto y de buen frutal
aquellos hombres llenos de hambre
cuyos estómagos lucían muy mal