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África en mi piel 3

Palabras del autor


Lo que inició como un propósito de conocer nues-
tras islas hermanas del Caribe, por muchísimas ra-
zones, se convirtió en un canto a nuestros abuelos
esclavos. Se sembró en el fértil corazón de un poeta
amarrado a sus raíces y a su historia.

Muchas páginas acariciadas con las manos y con


los ojos, en búsqueda de aquellos textos escritos,
productos de investigaciones realizadas por in-
telectuales y estudiosos pensadores de la Historia
y la Sociología del desarraigo, templaron mi com-
©Rafael Nino Féliz promiso de escribir esta obra.
“África en mi piel”
Este texto es un intento de plasmar, a través de la
Diseño: Vladimir Mateo ficción y el arte, la realidad social y humana más
Ilustración portada: Nadal Walcot
conmovedora de la historia de la humanidad: la es-
Impreso en los talleres gráficos de la
EDITORIAL GENTE clavitud. Buscar en el Caribe a los millones de es-
Reservados todos los derechos ©2017 clavos, hombres y mujeres antes libres, arrancados
4 Rafael Nino Féliz África en mi piel 5

de su tierra natural en África, es la forma justa de


buscarnos a nosotros mismos, en lo que realmente
somos en el trayecto étnico e histórico de un pasa-
do que se lleva en el alma y se siente en la piel.

Pensar en los puertos en los que se realizaba la


venta de seres humanos en el mercado, personas
que tenían alma, contrario a lo que el poder políti- Prólogo
co y colonial predicaba en la época, y que fueron
capturados en su tierra, debe conmover profun-
damente nuestros corazones a pesar de los siglos
transcurridos.
U na vez más, recibo la distinción de escribir
unas palabras en uno de los libros del poeta
Rafael Nino Féliz. Su trayectoria lírica, a través de
una sencillez expresiva nunca deja de tener algún
Es más doloroso, aún, saber que la esclavitud y el
contenido de carácter social o político, reivindi-
colonialismo todavía existen bajo nuevas y sutiles
cando una tradición que forma parte de los ele-
estrategias y vestimentas. Y hasta el desarrollo de la
mentos centrales de la poesía desde la antigüedad.
ciencia ha sido puesto al servicio de estas innobles
causas. Sin embargo, la lucha de los seres humanos Cambian las formas, como es lógico, pero los con-
por la igualdad nunca se detendrá. tenidos relativos a la condición humana están pre-
Rafael Nino Féliz sentes en una buena parte de las obras poéticas que
conocemos. En este libro, más que una idea de cla-
se social o política propiamente dicha, se desliza a
través de un viaje por las islas del Caribe y las hue-
llas de la mayoría de sus pobladores provenientes
del continente africano trasladados a la fuerza des-
de sus tierras originarias y convertidos en esclavos.
6 Rafael Nino Féliz África en mi piel 7

Como hemos señalado en otras ocasiones, el am- algunos poetas con el tema negro, es de compasión
plio y diverso mosaico cultural que exhibe la región o de solidaridad, no de identificación. En este libro
del Caribe, tiene su origen en las luchas coloniales África en mi piel, está claro el carácter contestatario
de diversos países europeos que se disputaban la que viene de esa tradición que a nivel internacional
hegemonía sobre esta tierra; lo que devino en di- representó el libro de Aimé Césaire, Cuaderno de
ferentes lenguas oficiales y expresiones de creole, un retorno al país natal.
que reflejaban ese dominio sobre el territorio cari-
beño, generando un proceso de hibridación carac- En nuestro país, a nivel de identificación con esta
terizando en todo su devenir histórico. problemática podemos mencionar algunos textos
de Juan Sánchez Lamouth, Aída Cartagena y Nor-
A diferencia de otros países de América, como Méxi- berto James. En los últimos años, Blas Jiménez em-
co, Perú, Ecuador, Bolivia y Guatemala, donde per- prendió un camino no sólo a nivel de sus textos,
viven culturas aborígenes, en el Caribe, fundamen- sino a través de intercambios con movimientos cul-
talmente, sus pobladores son originarios de Europa turales afrodescendientes que jugaron su papel al
o de África, a través de un proceso esclavizante que retomar este tema.
generó niveles de producción infrahumanas.
El libro que hoy nos presenta Rafael Nino Féliz se
Estas lenguas oficiales convivieron con una oralidad caracteriza por la limpieza expresiva, la precisión
que permitió la comunicación de los sectores más em- en el uso de las palabras, y sobre todo por su re-
pobrecidos, formando así, de esta manera, en algunas saltante carácter combativo hacia las formas inhu-
de las islas del Caribe verdaderos idiomas. manas de esclavitud e incluso a la continuidad de
esta realidad en formas más sofisticadas, pero que
A veces nos conformamos con conocer las expre- mantienen niveles de prejuicios raciales que a veces
siones de poesía relacionadas con la negritud en se ocultan a través de mecanismos diversos. El au-
Cuba, Puerto Rico y la República Dominicana. Con téntico humanismo proclama la necesidad de igua-
ejemplos donde resaltan Nicolás Guillén, Luis Palés lar a todos los seres humanos en sus derechos, sin
Matos y Manuel del Cabral, respectivamente. Sabe- importar el color de su piel, la religión que profesen
mos también que, en algunos casos, la relación de o la o ideología que prefieran.
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El autor, aunque convierte sus palabras en látigos,


para fustigar el horroroso pasado esclavizante,
lanza en sus versos una apuesta al futuro emanci-
pador cuando dice:
“No temas, que sobre el Caribe regresarán las lluvias
de la inmensa alegría de todos los descalzos
y el rocío de la mañana empapará tu rostro
y King, con su mirada de fuego y manos amorosas,
visitará tu casa en las noches oscuras y encenderá la luz
Raices y esencias del autor
de la esperanza, y te dirá en esa reunión de nuestra raza:
camina, camina, y dile adiós a la tenebrosa pesadilla de la noche.” La historia oficial es unilateral. Tiene una sola vi-
sión y una sola canción. Sólo está la “verdad” de
Mateo Morrison las élites. En nuestro caso, es europeizante y neo-
colonizada. Es la historia del vencedor, del blanco,
del amo como protagonista y hacedor. En ella, el
indígena palidece y el esclavo no existe. Es una his-
toria deformada, es una historia al revés.

En esta historia consagraron el “día de la raza”, don-


de, según ellos, se encontraron los “indios” y los “es-
pañoles”, eliminando, para la definición de lo que
hoy somos los dominicanos, a los negros esclaviza-
dos. Es también una historia discriminatoria y una
historia racista.

Durante años han pretendido invisibilizar la pre-


sencia africana, el protagonismo histórico del es-
clavizado, desvalorizando sus aportes a la historia,
a la cultura y al desarrollo del país. Y cuando lo
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han hecho, ha sido todo desnaturalizado, deforma- go maldito y el quejido del dolor, los tiran en una
do, calumniado, presentando a los esclavizados y fortaleza a la orilla del mar, para esperar la llegada
a los afrodescendientes como unos seres sumisos, de un barco negrero que los llevará para siempre a
brutos, salvajes, presos de todos los vicios y enfer- tierras desconocidas.
medades, seres incapaces de crecer, de trascender,
de humanizarse, de querer y de amar. ¡Ha sido la Pasaban los días y, por fin, a estos hombres y muje-
historia de la difamación y de la desvergüenza! res, capturados en sus propias viviendas, pasando
hambre y recibiendo castigo, al llegar el barco ne-
Con trascendentes excepciones, diversos historia- grero de los comerciantes de seres humanos, los
dores han realizado propuestas para escribir la otra meten a la fuerza, a empujones y a latigazos , para
historia, visibilizando la presencia del esclavizado y realizar un viaje forzado a lo desconocido, sin sa-
de los afrodescendientes, pero todavía es un desa- ber a dónde iban.
fío. Por eso, Norberto James, un sensible y extraor-
dinario poeta cocolo, lleno de dolor escribió: Los llevan con todas las privaciones físicas y huma-
nas, fruto de la brutalidad y la crueldad de quienes
“Aún no se ha escrito
la historia de su congoja.
perdieron toda la sensibilidad humana, que sólo
Su viejo dolor unido al nuestro”. les interesan como mercancías. Lo más trágico de
esta pesadilla es que llevan el corazón hecho pe-
Cuando comenzaba a salir el sol, en una cama uni- dazos. Sin despedirse de nadie, los separaron para
da a la tierra, donde se vislumbraban siluetas con siempre del amor de sus esposas, del cariño de sus
sonrisas, bruscamente se abren las puertas y entran padres, hermanos, familiares y amigos. Y lo que
como perros rabiosos capturadores de esclavos en más les traumatiza, es haberse despegado de los
el mismo corazón de África. El terror, el miedo, la hijos, que no los verán nunca más y que sólo que-
rabia, la impotencia y el dolor se apoderaban de daran en sus recuerdos.
seres humanos que aún no han mirado para el cie-
lo. Escogen a los hombres más fuertes y jóvenes, Durante la travesía, no duermen, sólo contemplan
los amarran como animales y después de una larga a unas estrellas mudas, cómplices, que no dan res-
caminata, donde sólo se oye el sonido de un láti- puestas y su mente está sólo pensando en el dolor
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de sus seres queridos, de su tierrita abandonada, de Esta historia, la de la separación, la humillación


sus cosechas, de un perrito que los acompañaba a y el dolor, está por escribirse. Sólo algunos poetas
todas partes. “irreverentes” y “atrevidos” han “profanado” a la
historia oficial, a las élites soberbias, borrachas de
Y cuando llegaron a nuestras costas, los amarraron;
crueldad, a las ideologías discriminadoras, racistas
muertos de hambre los condujeron por la Puerta de
y a las visiones deshumanizadas.
San Diego, por las Atarazanas, para llegar a la Ne-
greta, donde cayeron muertos del sueño. Al desper- Porque ahora se trata del olvido, de la invisibiliza-
tarse, sin saber dónde estaban, hombres-bestias los cion, de la “pureza”, de la impunidad, de la pérdida
observan con curiosidad, mientras les daban mucha de los orígenes, de la desaparición del orgullo y la
comida para que se reanimen, recuperen las fuerzas, vivencia de la vergüenza. Nino Féliz, el poeta que
se escondan los pellejos y se reanimen rostros faméli- nació en el Cachón, Barahona, que no ha renuncia-
cos maltratados por el hambre y por el sol. do a sus ancestros, no importan el saco, la corbata y
Lo más trágico vino después, cuando los llevaron al los títulos académicos, ni los puestos desempeñados,
mercado para su venta. piensa en África y la concibe como una “diosa irre-
petible”, única, pidiendo con orgullo y satisfacción:
La degradación llegaba al límite, cuando los exa-
minan por todos los lados, les abrían la boca para “Africanízame en tu identidad que no abandonas
ni ante los dioses vendidos a fuerza de garrote y doloroso espanto”.
evaluar sus dentaduras, y de esta manera, fijar el
precio de la venta, como si estuviera vendiendo
Nino recorre el Caribe, a pesar de tantos nombres
animales. La humillación se agigantaba cuando
distintos, de divisiones artificiales, salvadas por vi-
llega la fijación del precio y afloraban las burlas
por groseros prejuicios en forma de chistes. Ahí sas. Han cambiado cosas, pero en el fondo se ha
mismo dejaban de ser seres humanos para conver- modificado muy poca cosa. La explotación se ha
tirse en burda mercancía, en esclavizados, donde maquillado con formas y declaraciones; el hambre
los amos tenían todo el derecho de hacer con ellos y la miseria siguen siendo las mismas. En Haití, los
lo que les diera la gana, sin miedo a sanciones y versos se quedan paralizados. Y oye, cuando un ros-
con garantías de impunidad. tro sin sonrisas, que es él mismo, se queja:
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“Mira mis pies descalzos tras sus huellas infinitas de amargura En Antigua, se encuentra y se reencuentra. Como
Mira mis labios pálidos tras la espera de pan
que en vanas ilusiones se avecina
si fuera un espejo, en las calles, ve rostros y en-
Mira qué largo fardo de miseria cuentra ancestros:
cubre el pasto infinito de mis sueños”.
“Recojo en el pueblo museos intangibles
de encantados versos
Nino camina por la historia, esa que no se ha escri- la lluvia derrama sinfonía pasada
to, y cuando se encuentra con el gigante Mandela, siento en la brisa a mi abuelo negro
ve a sus ancestros, se ve él mismo y reconoce al ser en la madrugada”.
trascendente, el hombre-símbolo:
Y a pesar de su búsqueda de raíces y esencias, el poeta
“Mandela, hombre sin cercos y sin odio que lleva dentro lo sorprende muchas veces y en Bar-
repartidor de todos los colores, tejiendo
bados escribe asombrado:
la gran bandera de la paz planetaria
sin frontera que limite tus sueños “Barbados, desciende a ti
de libertad y de panes”. como un ángel que busca sus raíces
el primer paso del hombre
La identificación de Nino con sus ancestros africanos que caminó desnudo pisando
no es por un convencimiento ideológico, ni siquiera las hojas mojadas y salpicadas
de rocío en el punto preciso
por un parto filosófico. Son sus vivencias de la vida, del trayecto mitad luz y
son sus añoranzas, sus nostalgias llenas de dolor y de mitad sombra
pudor en las tierras bateyeras de Barahona: mitades que dibujaron
un solo trazo imperecedero
“Crecí y viví en el batey con mi camisita rota en este Caribe que somos”.
dame clerén o tifuá aunque sea una sola gota”.
La dignidad y la indignación caminan junto a
Más allá de los mares, los arroyos y las montañas, Nino y el poeta. A pesar de las luces y los pesares,
más allá de los paisajes y amaneceres hermosos lle- de rendirle homenaje a un corazón noble que lo
nos de magia, Nino “camina cada isla del Caribe acompaña, al mirar en Santa Lucía los amos de
buscando mi rastro”, sus ancestros. hoy, donde también ve los de ayer, dice:
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“Aunque use tus atuendos me resisto razón de soñar, sonreír y de indignarse. Para él,
a bendecir
tu mano cruel de amo
África es un dolor y una herida, pero al mismo ti-
aunque tenga que defender mis estrategias empo es un orgullo. Es su referencia existencial;
para saltar más allá de ese vacío”. por eso, cuando camina por las islas, le parece un
mismo lugar, un continente, donde encuentra a su
Y en la lucha cotidiana para sobrevivir, tiene la madre África:
gente del pueblo que fingir y ser buen actor, ante
la desigualdad, la discriminación y el racismo. En “Te encuentro en estas islas gemelas del Caribe
únicas y de culturas diversas
San Martin, pensativo, escribió: como los dioses que poblaron el mundo
mucho antes de que se convirtiera en un largo lamento”.
“Trabajas en un barco para criar a tus hijos
que en algunos casos carecen de abrigo Dagoberto Tejeda Ortiz
para trabajar tienes que lucir atuendos del blanco
para cubrir tus raíces entre tantos llantos”.

En St. Croix, a pesar de los mares y las flores, a


pesar de mulatas que son envidia de los dioses,
sólo piensa en África:
“África, mira tú tambor
que ha crecido a ritmo
de culturas diversas
me amarro a la sinfonía
de tu magia de danza,
selva y ríos
cantos de aves bañadas de rocío
el tambor desgrana la melodía
de tu canto milenario”.

África no sólo es ancestros, raíces, nostalgias, ron


y mulatas. Para Nino es la esencia de su vida, su
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Africanízame
Africanízame en tu delgada cintura de negra bailarina
Africanízame en tu identidad que no abandonas
ni ante los dioses vendidos a fuerza de garrote y doloroso espanto
Africanízame en el arte que corre por tus venas
y toca el continente de tus sueños dormidos
que sólo despierta cuando llega el alba y las aves inician su canto libertario
Africanízame en tu túnica que envuelve tu cielo de raíces
Africanízame en tus finas manos de artista que cuando las mueves,
rasgan el aire y provocan la lluvia
Africanízame en tu blanca dentadura de diosa irrepetible
que cuando sonríes, tus labios tocan todo el horizonte
de atardeceres muertos
Africanízame en tu vientre de madre planetaria
Africanízame en tu tambor bajo el silencio roto de la noche

Rep ública Dominicana, 2010


20 Rafael Nino Féliz África en mi piel 21

Portobelo Travesía
Portobelo, travesía hacia la muerte Antes del crimen estuvo la muerte
aquí donde todas las almas sufren como minúscula partícula de tragedia
sus dolores de siglos en el Archipiélago de Madeira
y trajeron los hombres amarrados y tristes
y el deseo de retorno se convirtió en salitre Más tarde las Azores
la isla de Cabo Verde corrió la misma suerte
Portabelo, travesía que destila la desembocadura del Congo fue un sólo grito de espanto y dolor
dolor en nuestros mares así fueron ocurriendo partículas de muerte en todo el trayecto
que se tiñen de rojo
hombres sin voces en los labios Al filo de la noche antes de la travesía a nuestro continente
que gritan por dentro su lúgubre resabio unos años después cayó el Cabo de Buena Esperanza
luego, todo fue antinomia del hombre
Ojos derramados como ríos que se quiebran
con la única esperanza de escapar con la vida No hubo nada bueno ni esperanza
y el retorno a su espacio que corre con la herida vea la espalda de ese abuelo que te mira y reclama

Hombres encadenados en venta en el mercado República Dominicana, 2011


y el dolor se me queja con los ojos cerrados

República Dominicana, 2012


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Códe noir África en mi piel


Dejad que mis pies caminen por la senda En cada mirada que gira sobre este universo irrenunciable
dejad que mi cofradía mi identidad refugie tu presencia me desnuda por dentro
dejad que mis pasos transiten bajo lunas llenas te encuentro en cada paso del camino
dejad que mis pies deshagan sus penas en las manos encallecidas del obrero
que puebla de frutos el mercado
República Dominicana, 2011
Te encuentro en el paso mulato y cadencioso de la mujer
que camina por las calles prodigando sonrisas infinitas
te encuentro en la pulpa de coco de estos labios que sonríen
al paso de la vida derramada en cada esquina
y en la sonrisa llana de la gente

Ten encuentro en estas islas gemelas del Caribe


únicas y de culturas diversas
como los dioses que poblaron el mundo
mucho antes de que se convirtiera en un largo lamento

Te encuentro en los restos de golpes sobre el hombre


te encuentro en este cuerpo que me abraza
hecho de mestizaje y esperanza franca
te encuentro en este bello cuerpo
pedazo de noche bajo la luna llena de mis ansias
te encuentro bajo el cuerpo de esta bella negra
que carga mi infancia

República Dominicana, 2011


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Látigos sobre la piel Dueños y amos


Rastros de pasos oceánicos Súbeme alto en tu cima firme
pesado metal en cuerpos indefensos para mirar a un pueblo sin pan
impiedad del madero sobre los hombros y amárrame a este ser
de estos seres que aún viven en el dolor que tan profundo gime
a pesar de los siglos de los siglos
Plantaciones y garrotes y ver a este descalzo que tú oprimes
piel deshecha
aventura de un viaje Puerto Príncipe, Haití, 2009
la mirada sobre las olas
la distancia como huellas
una historia de sangre y tormentos
y la resistencia del cimarronaje campo adentro

Curazao, 2008
26 Rafael Nino Féliz África en mi piel 27

Barbados Kenskoff
Barbados, desciendo a ti Mira mis pies descalzos tras sus huellas infinitas de amargura
como un ángel que busca sus raíces Mira mis labios pálidos tras la espera de pan
el primer paso del hombre que en vanas ilusiones se avecina
que caminó desnudo pisando
las hojas mojadas y salpicadas Mira qué largo fardo de miseria
de rocío en el punto preciso cubre el pasto infinito de mis sueños
del trayecto mitad luz y
mitad sombra Mira a este niño que camina sin pan y sin abrigo
mitades que dibujaron mira cómo fija su mirada en tu rostro desde la llanura
un solo trazo imperecedero infinita de sus penas
en este Caribe que somos
Puerto Príncipe, Haití, 2009
Barbados, 2010
28 Rafael Nino Féliz África en mi piel 29

Kurá Holanda Bajando al puerto


Entro al museo y allí todo es silencio frío África, mira tu tambor
y el paso breve de la prisa produce espasmos que ha crecido a ritmo
en mis sentidos de afroantillano de culturas diversas
me amarro a la sinfonía
de tu magia de danza,
En silencio mi voz crece por dentro
selva y ríos
emitiendo ráfagas de truenos centelleantes
cantos de aves bañadas de rocío
ahora el museo me muestra la horca y el martirio
el tambor desgrana la melodía
ahora él me envuelve en sus fríos destellos de tu canto milenario
de luciérnagas muertas
St. Croix, 2012
Curazao, 2008
30 Rafael Nino Féliz África en mi piel 31

Mandela Don´t be afraid


Mandela, hombre sin cercos y sin odio No temas, hijo, por las tantas piedras en el camino
repartidor de todos los colores, tejiendo que ya a mi paso, quité algunas para alivianar tu pesada carga
la gran bandera de la paz planetaria
sin frontera que limite tus sueños No temas, que las llagas de mi cuerpo y de mis manos, que sufrí
de libertad y de panes por nuestra raza, te aminorarán las penas en el trayecto

Mandela, la inusual suma No temas, no temas, ya Rosa Parks oró por nosotros
de todos los perdones en una mirada desde la gran montaña de las almas que imploran
el ave de más alto vuelo en estas tierras del Caribe, único y diverso, que refugió el canto
que observa todas las laceraciones de nuestros antepasados en su cruel desarraigo
de las almas de todos los que sufren
No temas, que sobre el Caribe regresarán las lluvias
Mandela es la voz de mis ancestros de la inmensa alegría de todos los descalzos
en cada pedazo de tierra adolorida y el rocío de la mañana empapará tu rostro
y King, con su mirada de fuego y manos amorosas,
Mandela no se marcha visitará tu casa en las noches oscuras y encenderá la luz
él es la esperanza de la esperanza, y te dirá en esa reunión de nuestra raza:
que espera en el camino camina, camina, y dile adiós a la tenebrosa pesadilla de la noche
la brisa que toca la piel
de todos los amores República Dominicana, 2011
de la tierra que sueña
todos los brazos
y todos los colores

República Dominicana, 2013


32 Rafael Nino Féliz África en mi piel 33

Raíces Slim
Quién dijo que no somos Trabajas en un barco para criar a tus hijos
una voz que crece en el rocío que en algunos casos carecen de abrigo
para trabajar tienes que lucir atuendos del blanco
quién dice que no escucha
para cubrir tus raíces entre tantos llantos
una voz que dice: “!Oh, hijo mío!”
yo canto a tu afán de vivir sonriendo al turista altivo
y con tanto trabajo te me vas muriendo
Quién dice que no llevo como tus ancestros que de tantos látigos se fueron extinguiendo
en la piel a África lejana
San Martín, 2012
un sueño de un esclavo
que no tuvo mañana

Quién niega que nací en el Batey Central


recuerdo de un esclavo, mi identidad total
quién dice que no llevo la dulce caña
la vida que se quiebra en el cañaveral
quién dice: Papa Bon”
al que todos recuerdan en este matorral
más allá de la vida, suma de muchas cosas
bajo este manantial
quién dice que no soy la suma de este todo:
sangre, raíz, e historia en mi vida ancestral
este hombre que muere en su lucha barrial

República Dominicana, 2014


34 Rafael Nino Féliz África en mi piel 35

Atuendos Tocando altares


Aunque use tus atuendos me resisto Toco tus palabras y me empapan de versos
a bendecir de un trinar profundo desde mis ancestros
tu mano cruel de amo raíces que fueron medular encanto
aunque tenga que defender mis estrategias tu voz de poeta antillano reclamando nexos
para saltar más allá de este vacío de ayeres vivos y presentes muertos
prefiero decir en mi dolor inmenso
Hágase tu voluntad, Dios mío!” Recojo en el pueblo museos intangibles
de encantados versos
Santa Lucía, 2012 la lluvia derrama sinfonía pasada
siento en la brisa a mi abuelo negro
en la madrugada

Aquí los nativos sudaron su lucha


el colono cruel falla sus intentos
de imponer a fuerza sus presencia intrusa

Te observo serena cuando nos miramos


y junto contigo sonetos cantamos
a pesar del tiempo aún se reflejan
las acciones crueles, herencia del amo

Antigua, 2012
36 Rafael Nino Féliz África en mi piel 37

Barco gris Tocando mis raíces


Te recojo bajo el tambor de la tarde Como una porción de tierra
que descifra abismos hechos de eternidades salpicada de mares, camino cada isla
mis abuelos acorralados del Caribe buscando mi rastro
los recojo bajo el férreo cerco de sus amos
los recojo en su mirada clavada en el crepúsculo Me cortejan mis ancestros, su bronca mirada
teñido de sangre y horizonte de espanto mañanero, sus amaneceres
los recojo en el camino sin retorno, quebrados en sus cansadas pupilas
los recojo en el barco gris que se aleja, y se aleja, que gotean todavía la infinita amargura
los recojo frente a un Dios que se muere de pena del desarraigo cruel que nubló nuestros cielos

República Dominicana, 2011 Antigua, 2012


38 Rafael Nino Féliz África en mi piel 39

Look for Piel crepúsculo


Hay cosas en la vida que tú pierdes De dónde, mandingas, yorubas me arden
que la vida resiste su abandono en la piel que brota África en la tarde
hay cosas que tú pierdes en la vida historia, semillas…. piel crepúsculo que en mis ojos brilla
que al alma le quedan como adorno
República Dominicana, 2011
República Dominicana, 2011
40 Rafael Nino Féliz África en mi piel 41

Laceración Sombra de esclavitud


Me mira desde la profundidad de su pena Tráfico negrero, el amo los lleva a la alta mar
la tierra empieza a ser nostalgia, más tarde a la caña del cañaveral
futuro incierto, laceración del alma sus pupilas fijas en la tierra atrás
más tarde el verdugo como capataz
Cristales que se quiebran por dentro
como briznas, sólo briznas en silencio República Dominicana 2011
despierto y escribo un poema
mi etnia me llora por dentro

Santa Lucía, 2012


42 Rafael Nino Féliz África en mi piel 43

Sol y gramíneas África en tu voz


Gramíneas y sol me reciben con su dura carga Miro tu rostro surcado
los cañaverales señalan ya su senda amarga con tu piel color de África lejana,
la dulce caña en su marcha larga y entonces eternizas mi mirada
atrás los mares con su gran nostalgia bajo tu horizonte de raíces
el hombre cercado bajo la hemorragia en tu etnia cambiante
que trasciende los mares
Dame las razones de este mal tan cruel
este hombre buscaba en tierra natal República Dominicana, 2011
bajo la alegría un mundo de miel

Me lo esclavizaron y a cambio le dieron


la cicuta bebida con sabor a hiel

Republica Dominicana, 2011


44 Rafael Nino Féliz África en mi piel 45

Bajo las calderas La lluvia cae


Las calderas quemaban el instinto La lluvia cae
de los sobrevivientes en las plantaciones Bajo el canto desplomado de tus labios
y atrás su África lejana buscada en todos los rincones
La lluvia cae
Bajo el asiento vacío de mis recuerdos
Entrañables sueños de regreso
que giraban en su mejor retorno La lluvia cae
pero las cadenas eran duras y fuertes Bajo la mirada indiferente de las élites
y el garrote les trajo la muerte
La lluvia cae
Bajo la mirada triste de los dioses
Los abuelos se iban mezclando
entre pardas sonrisas del abuelo negro La lluvia cae
y los ojos de vidrio del abuelo blanco, Bajo el canto de África en mi garganta
que con ganas morenas subía
a lo más alto del sexo de su sinfonía La lluvia cae
Bajo los sueños aparejados sin camino
República Dominicana, 2011
La lluvia cae
Bajo las entrañas quemándose de hambre

La lluvia cae
Bajo un canto desgarrándome por dentro

La lluvia cae
La lluvia cae
La lluvia cae

República Dominicana, 2012


46 Rafael Nino Féliz África en mi piel 47

Mira mi piel Canción de zafra


Él mira mi piel y me contempla Mueve cintura pa`lante, mueve cintura pá´atrá
yo me miro y me contemplo, siento y descubro quién soy si no aporta a la cultura es porque no sabe na

El sazón que tiene adentro es el mismo del batey


Yo no sé si él se mira por dentro No todas las cañas dulces se las lleva el catarey
y si sabe quién es
Si es qué es… Unas se van al ingenio traspasando los alambres
otras las comen los hombres porque están muertos de hambre
De todas maneras, es muy tarde Este batey va conmigo y no se separa nunca
para averiguar prejuicios agotados Cuánto sufren estos bueyes cuando les ponen las yuntas
República Dominicana, 2011 Crecí y viví en el batey con mi camisita rota
dame clerén o tafiá aunque sea una sola gota

Mueve cintura pa´lante, mueve cintura pa´atrá


que me llamen a Candelo pa tomarme mi tafiá

Me dicen que la sonrisa es una cosa de allá


yo digo que no es así
porque a mí me da lo mismo cuando tomo mi tafiá

Mueve cintura pa´lante, mueve cintura pa´atrá


si no aporta a la cultura es porque no sabe na

República Dominicana, 2011


48 Rafael Nino Féliz África en mi piel 49

Gotas de lluvia* Preludio**


Las gotas de lluvia me provocan al caer como hilos cristalinos Translúcidos filamentos cristalinos de lluvia
en esta mesa en que comparto el vino en este amado Caribe que pido por tu vida
entre cuerpos que alegremente danzan un cuerpo danzante como ala se desplaza
como un ave bajo el cielo gris despavorida buscando su destino como si buscara el martirio en su casa
en que el látigo artero cruelmente marca la espalda
En cada gota de lluvia se lavan en el Caribe de aquellos seres que luchan indefensos y sin espada
las penas del primer esclavo
y su firme vocación de libertad Puerto Príncipe, Haití, 2009
y fija mirada de soldado bravo

Puerto Príncipe, Haití, 2009

* Poema escrito en una fiesta en Haití, meses antes del terremoto ** Poema escrito en una fiesta en Haití, meses antes del terremoto
50 Rafael Nino Féliz África en mi piel 51

La mirada de mis abuelos Black lives matter


La mirada de mis abuelos Yo también canto desde este pedazo de tierra adolorida
como queriendo romper el cielo yo también canto desde esta isla a donde fueron traídos
querían volver todos a sus hogares mis abuelos amarrados como esclavos sin una gota de razón
y las cadenas como collares que explicara este tormento cruel sobre la espalda y el alma
de esos hombres sin amparo donde ni la gracia de Dios
Querían tocar otra vez su tierra pudo entrar entre los largos quejidos de ese infierno
pero eran presos como en la guerra
fueron capturados como animales Yo también sangro en estas islas del Caribe cuando miro 
los esclavistas ponen bozales a través de los videos como en la nación más poderosa
de la tierra asesinan por negros a mis hermanos
Los palanques refugian el alma entera Nadie me pida callar en esta mañana tormentosa 
buscando el punto de la frontera como muerte producida por el odio de este crimen 
buena estrategia, el cimarronaje que ya nadie comprende y que tiene sabor a espanto y amargura
de África a América, qué largo viaje! nadie me diga que el blanco policía tiene derecho a quitar 
la vida de un hermano que sueña, canta, vive y ama
Y el esclavista manos salvajes
para la vida, el cimarronaje Que les devuelvan en oración a todos esos muertos injustamente
explique usted las clases sociales por el único hecho de quedar presos en el recogimiento eterno de la noche.
Nadie tiene derecho a matar a una paloma negra entre tantas negras y blancas 
República Dominicana, 2017 que se abrazan bajo la esperanza de ver otro día con amanecer distinto
de hermanos que sueñan y se besan

República Dominicana, 16 de julio 2016


52 Rafael Nino Féliz

Desde el fondo
de su arrabal
Yo vi dos hombres subir a un árbol
de mango alto y de buen frutal
aquellos hombres llenos de hambre
cuyos estómagos lucían muy mal

La tierra fértil de aquel lugar


a pocas manos se fue a parar
pero en el árbol los hombres suben
porque era un parque municipal
muertos de hambre suben los hombres
desde el fondo de su arrabal

Uno me dijo: “tome algunos mangos


para que usted los pueda saborear”,
y tan grande vi su bondad
cuando los mangos quiso donar
“ya no estoy solo - dije al amigo-
tengo el oficio del buen amar”

República Dominicana, 2017

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