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Estructurales que no Hacen Parte del Sistema de Resistencia Sísmica en Edificios
Ricardo E. Barbosa C., Ph.D. 1 y José Joaquín Álvarez E., M.I. 2
Resumen: El propósito de esta nota técnica es evaluar el método usado en el reglamento NSR‐10 para calcular las
aceleraciones de piso para el diseño de elementos no estructurales y de elementos estructurales que no hacen
parte del sistema de resistencia sísmica, y a la vez proponer una modificación para un diseño seguro de estos
elementos en edificios altos y de mediana altura, acorde con otras nomas sísmicas, con resultados experimentales
en modelos de concreto reforzado y con mediciones en edificios instrumentados.
Introducción
La mayor parte del daño causado a edificios por sismos corresponde a fallas de elementos no
estructurales, incluyendo componentes arquitectónicas, mecánicas, eléctricas, hidráulicas y sanitarias,
como también muebles, equipos y contenido. Ejemplos de componentes no estructurales que son
vulnerables a daño durante sismos, cuando no son debidamente ancladas, incluyen, particiones,
fachadas, techos falsos, pisos falsos, ductos, equipos de aire acondicionado, elevadores, centros de
cómputo, equipo de hospital, estanterías y mercancía.
Fig. 1. Falla de particiones, techos falsos y artefactos de iluminación en el sismo de Northridge de 1994
Fig. 2. Caída tuberías colgadas edificio en Bucaramanga, sismo 2015 (izq) y caída torta inferior entrada a
un edificio, sismo de Northridge 1994 (der).
1
Presidente, EngSolutions, Inc., Ft. Lauderdale, Florida, USA
2
Coordinador de Ingeniería, Curaduría Urbana 4, Presidente Comisión de Estructuras, SCI, Bogotá, DC., Colombia
El costo de las componentes no estructurales de un edificio comercial (mecánicas, eléctricas, hidráulicas,
sanitarias y arquitectónicas) es una fracción importante de la inversión total de capital en la edificación.
Por otra parte, el contenido, perteneciente a los ocupantes del edificio, incluyendo muebles, equipo
médico y de oficina representa un valor significante adicional. La falla y caída de estas componentes, no
solo puede ser costosa sino también peligrosa.
Fig. 3. Caída de fachadas de edificios en Armenia sismo del Quindío 1999.
Fig. 4. Caída de vidrios de varios pisos de un edificio, sismo de Northridge 1994 (izq). Caída de equipo
pesado de aire acondicionado suspendido, aeropuerto de Santiago, luego del sismo de Chile 2010 (der).
El principal peligro asociado a la falla o caída de elementos no estructurales es que puede causar heridos
y muertos. El desprendimiento y caída de fachadas y parapetos de mampostería durante sismos han
resultado en muerte de transeúntes. Igualmente la caída de fachadas en vidrio puede ser peligrosa
2
especialmente cuando hay áreas acristaladas directamente encima de las salidas. Ejemplos de daño a
elementos no estructurales, potencialmente peligrosos que han ocurrido durante sismos, incluyen caída
de ventiladores y artefactos de iluminación, de equipo pesado de ventilación, de chimeneas; volteo de
gabinetes y bibliotecas altas y pesadas. También se compromete la seguridad cuando componentes no
estructurales caídas, bloquean escaleras y salidas de edificios.
Fig. 5. Bibliotecas colapsadas en Nueva Zelandia sismo 2010 (Izq) y escalera bloqueada por escombros
de particiones, Banco Central Managua, sismo 1972 (der).
Además de las significantes pérdidas directas correspondientes al daño de elementos no estructurales,
no anclados apropiadamente para resistir las fuerzas inerciales generadas durante el sismo, la caída de
algunos de estos elementos puede resultar en importantes pérdidas indirectas de propiedad.
Fig. 6. Unidades de Aire Acondicionado en el techo de edificios, volteadas durante sismo de Chile 2010
Fugas de agua de calentadores de agua y de unidades de aire acondicionado volteadas por el sismo
pueden resultar en importantes daños por agua, que pueden forzar el cierre temporal de edificaciones
indispensables. Similarmente, fugas de gas, causadas por calentadores de agua inadecuadamente
anclados, que al voltearse durante el sismo producen la rotura de la tubería de suministro de gas,
frecuentemente originan incendios que también resultan en costosos daños.
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Fig. 7. Daño por agua en el Hospital Talca, sismo de Chile 2010, causado por fugas de calentadores de
agua volteados. El hospital tuvo que ser cerrado por daño no estructural causado por el agua.
El diseño adecuado de los soportes de la red de rociadores contra incendio, para que resistan los efectos
inerciales del sismo, es importante no solo porque la perdida de protección pone en riesgo la vida de los
ocupantes del edificio, sino además porque ha sucedido en varios sismos, que fallas en la red resultan en
la liberación de grandes volúmenes de agua, que produce el colapso de cielos rasos y pérdidas
importantes de propiedad, resultando en uno de los tipos de daño no estructural más costosos.
Fig. 8. Daño a equipo de cómputo, eléctrico y comunicaciones, anclaje inadecuado o colapso pisos falsos
Fig. 9. Colapso de escaleras
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Similarmente, daño a equipos de cómputo, equipo eléctrico y de comunicaciones, por falla, caída o
volcamiento de estos o por colapso de pisos falsos (pedestales fallados o volteados), pueden forzar el
cierre de facilidades médicas, centros de atención a la comunidad, negocios y oficinas, mientras se
completan reparaciones adecuadas. Por otra parte el colapso de elementos estructurales que no hace
parte del sistema de resistencia sísmica como escaleras y rampas, compromete de varias maneras la
seguridad de los ocupantes.
Provisiones de Diseño Sísmico
Para el diseño apropiado de componentes no estructurales y su protección sísmica (anclaje y
arriostramiento) es necesario estimar las aceleraciones de piso, para determinar los efectos inerciales
del sismo que causan deslizamiento, volteo y caída de estos elementos. Las normas sísmicas requieren
que las fuerzas sísmicas de diseño Fp, que actúan sobre cualquier elemento no estructural, se calculen a
partir de la aceleración en el punto de soporte , expresada como una fracción de la gravedad, y del
peso del elemento Wp, como:
Donde es un factor de amplificación del elemento y Rp es un factor de modificación de respuesta. La
gran diferencia entre la norma NSR‐10 y otras normas sísmicas internacionales está en la evaluación de
las aceleraciones . Una ecuación similar aplica a elementos estructurales que no hacen parte del
sistema de resistencia sísmica.
Ejemplo de Aplicación
Fig. 10. Parámetros sísmicos, análisis fuerza horizontal equivalente y modelo matemático de estructura ejemplo
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Con el fin de comparar las aceleraciones de piso, para el diseño de elementos no estructurales, según la
norma NSR‐10 con las de la norma americana vigente ASCE7‐10, se considera un ejemplo consistente en
una estructura real de 32 niveles, correspondientes a 28 niveles de apartamentos más 4 niveles de
parqueaderos (aéreos). La estructura está localizada en una zona de amenaza sísmica intermedia. El
sistema estructural que resiste las cargas gravitacionales y las fuerzas sísmicas consiste en pórticos de
concreto reforzado con capacidad moderada de disipación de energía (DMO). El tamaño de las columnas
varia e incluye secciones de 0.60 m x 1.60 m, 0.6m x 2.00 m, 0.60 x 2.20 m, 0.70m x 1.80 m y 0.80 m x
1.40 m. El tamaño de las vigas varia e incluye secciones de 0.50 m x 0.70 m, 0.60 x 0.60 m y 0.60 x 0.70
m. La estructura esta desplantada en un perfil tipo D. La cimentación consiste en pilas pre‐excavadas de
25 m de longitud, dispuestas en grupos de 2 y 3 pilas por columna.
El modelo matemático del sistema de resistencia sísmica se presenta en la Fig. 10, junto con un resumen
de los parámetros sísmicos y resultados del análisis sísmico. Aunque el diseño original se basó en un
análisis dinámico espectral, en este ejemplo se presentan resultados de un análisis usando el método de
la fuerza horizontal equivalente, para un seguimiento más sencillo. Sin embargo, las conclusiones son
las mismas con los dos métodos de análisis.
Aceleraciones según NSR‐10
La aceleración en el punto de soporte según NSR‐10 se define en A.9.4.2.1 y está dada en términos de la
aceleración máxima en la base la aceleración espectral Sa y la altura del nivel de apoyo del elemento,
hx, por:
heq puede estimarse como 0.75 hn. A partir de los parámetros símicos presentados en la Fig. 10, se tiene
para el ejemplo, aceleración máxima en la base 0.23, altura total de la estructura hn =
109.8 m, altura equivalente heq = 82.4 m, y aceleración espectral máxima correspondiente al modo
fundamental Sa = 0.143 (T = 3.35 seg, dirección X).
Aceleraciones según ASCE7‐10
La aceleración en el punto de soporte de acuerdo a ASCE7‐10, según 13.3.1, puede escribirse en
términos de aceleración máxima en la base y la altura del nivel de apoyo hx,, como:
1 2
Según esta ecuación, originada en las Provisiones NEHRP (FEMA 1997a, b), las aceleraciones de piso,
aumentan linealmente con la altura, con la aceleración en el techo hx/hn = 1, siendo 3 veces mayor que
la aceleración en la base hx/hn = 0. (En ASCE7 el termino as remplaza 0.4 SDS). Previamente, en el UBC‐
97, que estuvo vigente en California hasta el año 2001, se usaba la ecuación 1 3 , según
la cual, la aceleración en el techo es 4 veces mayor que la aceleración en la base.
En la tabla 1, se presentan los valores de aceleraciones calculados según NSR‐10 y ASCE7‐10, para cada
piso de la estructura. Comparando estos valores se observa que la diferencia es enorme. Las
aceleraciones de piso calculadas según ASCE7‐10 llegan a ser 4 veces mayores de las correspondientes
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a las de la norma NSR‐10. Por otra parte, la variación de las aceleraciones con la altura es
completamente diferente según las dos normas. Mientras que según ASCE7‐10 las aceleraciones de piso
siempre aumentan con la altura, según NSR‐10, para el ejemplo considerado, las aceleraciones de piso
disminuyen con la altura.
Tabla 1. Aceleraciones de piso para el diseño de elementos no‐estructurales según NSR‐10 y ASCE7‐10
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Aceleraciones Medidas en Pruebas Experimentales
En el periodo de 1970 a 1990 se llevaron a cabo una serie de experimentos en el simulador sísmico de la
Universidad de Illinois, un equipo diseñado para someter modelos reducidos de estructuras a
aceleraciones horizontales en la base (Sozen y otros, 1969). Los resultados de la respuesta de
numerosos modelos de estructuras de concreto reforzado de varios pisos obtenidos en estas pruebas,
correspondientes a diferentes configuraciones y diversos sistemas de resistencia lateral, han sido usados
para proponer aceleraciones de piso máximas, para el diseño de elementos no estructurales (Lepage y
otros (2012).
Fig. 11. Configuración de las pruebas en la mesa vibratoria de la Universidad de Illinois, Urbana, IL.
La configuración típica de las pruebas en la mesa vibratoria se muestra en la figura 11. En cada prueba
se ensayaron dos o más pórticos planos conectados a la plataforma de prueba representando una
condición de base fija. El refuerzo longitudinal y transversal de vigas y columnas consistió en alambre de
acero, con cuantías dentro del rango usual en edificaciones reales. El refuerzo longitudinal se hizo
continuo en los nudos y se extendió más allá de los nudos exteriores en ‘talones’ para proveer anclaje.
Se colocó suficiente refuerzo transversal en los elementos para evitar fallas por cortante antes de falla
por flexión.
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Cada estructura fue sometida a múltiples simulaciones (corridas) aumentando la intensidad en corridas
sucesivas. Los movimientos en la base aplicados fueron selectos de registros de sismos reales. Los
resultados, incluyendo las historias de aceleración y desplazamiento medidas en cada piso, para cada
simulación se presentan en forma detallada en las referencias de la Tabla 2, en el sitio
http://nees.org/warehouse, y en forma resumida en Leepage y otros, 2012.
Fig. 12. Aceleraciones máximas en los pisos medidas en las pruebas, para cada tipo de estructura
En la figura 12 se presentan los valores de aceleración pico en cada piso, para cada una de las
simulaciones, normalizada respecto a la aceleración pico del terreno, correspondiente a la elevación del
piso normalizada respecto a la altura total de la estructura (altura del techo). El eje horizontal en la Fig.
12 representa la amplificación de la aceleración de cada piso con respecto a la aceleración en la base.
En todos los casos, las máximas amplificaciones de la aceleración ocurren en los pisos superiores.
En la figura 13 se presentan los resultados de todas las pruebas. Esta figura muestra por una parte, que
las ecuaciones de las normas UBC‐97 y ASCE7‐10 para determinar las aceleraciones de piso para el
diseño de elementos no estructurales son representativas de la envolvente de las aceleraciones de piso.
El coeficiente de 3, del UBC‐97, fue revisado en NEHRP (FEMA 1997), y se encontró que si solo se
consideraron datos correspondientes a casos con aceleraciones en la base mayores a 0.1g, un
coeficiente de 2 es más apropiado.
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Por otra parte, se observa en la misma figura, que las aceleraciones de piso calculadas según la noma
NSR‐10, para el ejemplo considerado, están muy por debajo de la gran mayoría de los valores
experimentales.
Fig. 13 Valores experimentales de aceleración máxima del piso comparada con fórmulas en normas
Aceleraciones Medidas en Edificaciones Reales
Las aceleraciones de piso medidas en siete edificaciones de concreto reforzado localizadas en el área de
Los Angeles, durante sismos reales, reportadas, por Lepage y otros 2012, y disponibles en CESMD
(http://www.strongmotioncenter.org) se usaron para compararlas con las formulas en las normas. Los
datos corresponden a aceleraciones medidas durante cuatros sismos: San Fernando 1971, Whittier
1987, Sierra Madrid 1991 y Northridge 1994. Solo se consideraron registros en los que la aceleración del
terreno excedió 0.1g. Las características de las edificaciones se presentan en la tabla 3.
En la Figura 14 se presentan las aceleraciones de piso máximas medidas, normalizadas respecto a la
aceleración pico en la base (eje X) y la altura del piso normalizada respecto a la altura del techo. Como
en el caso de las estructuras de prueba, las máximas amplificaciones ocurren siempre en el techo.
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Similarmente, la Figura 14 muestra que la ecuación de las norma ASCE7‐10 es representativa de la
envolvente de aceleraciones medidas, mientras que la ecuación del UBC‐97 está por encima de los
valores medidos. Por otra parte, las aceleraciones calculadas según la noma NSR‐10, para el ejemplo
considerado, están muy por debajo de la gran mayoría de los valores medidos.
Fig. 14 Aceleraciones de piso medidas en edificaciones existentes comparadas con fórmulas en normas
Conclusiones
Las aceleraciones de piso para el diseño de elementos no estructurales calculados según la norma NSR‐
10 para edificios altos y de mediana altura están muy por debajo de las aceleraciones requeridas en
otras normas, incluyendo la norma americana vigente ASCE7‐10. Estas aceleraciones también están por
debajo de las aceleraciones máximas de piso medidas experimentales en pruebas en mesa vibratoria, y
de las aceleraciones máximas de piso medidas durante sismos reales en edificaciones reales.
Por otra parte la variación de las aceleraciones de piso con la altura, obtenida con las formulas de la
NSR‐10, se aleja de las distribuciones consideradas en otras normas y de las distribuciones reales,
medidas experimentalmente en pruebas en mesa vibratoria, y de las observadas en estructuras
existentes. Mientras que en otras normas, consistentemente con resultados experimentales y
mediciones en edificaciones existentes siempre, independientemente del número de pisos, la
aceleración máxima de piso se amplifica con la altura, en la norma NSR‐10 la distribución está
determinada por la magnitud de la aceleración espectral Sa y por tanto depende del periodo
fundamental y de la altura del edificio. Para edificios de mediana altura y altos, en los que la ordenada
espectral está en la rama descendiente del espectro de diseño, como es el caso del ejemplo
considerado, las formulas de la NSR‐10 resultan una reducción de la aceleración con la altura del piso.
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Aunque no evaluadas en esta nota técnica, se destaca que las aceleraciones de piso calculadas de
acuerdo a la norma NSR‐98, resultan en una distribución más realista con la altura. Estas aceleraciones
siguen la distribución ‘triangular’ de fuerzas inerciales del sistema de resistencia sísmica,
correspondiente al modo fundamental de la estructura. Sin embargo, la magnitud de estas aceleraciones
de piso, para edificios altos y de mediana altura, al igual que las de la NSR‐10 resulta pequeña. La razón
es que mientras que el modo fundamental y en general los primeros modos de vibración, controlan la
respuesta máxima del sistema de resistencia sísmica en términos de desplazamientos laterales y de
fuerzas internas, las aceleraciones máximas de piso son controladas por los modos de vibración
superiores y son independientes de los factores de participación modal, del sistema de resistencia
sísmica integrado.
Es importante anotar que para edificios medianamente altos, como muestran las figuras 13 y 14, el
margen de error en la magnitud de las aceleraciones de piso calculadas con NSR‐10 puede ser muy
grande. En casos de edificios más altos y en suelos blandos, el error es aún mayor del mostrado. Esto
impide un diseño seguro de los elementos no estructurales, pues se subestima drásticamente el efecto
inercial del sismo, que es la principal causa de la falla y caída de estos elementos. Considerando el alto
riesgo asociado a la falla de estos elementos, incluyendo riesgo a la vida, riesgo de pérdidas económicas
importantes, por daño a los edificios y su contenido, y riesgo de pérdida temporal de funcionalidad, ante
un sismo fuerte, se hace prioritario hacer rápidamente modificaciones a la norma NSR‐10.
Recomendaciones
1. Se recomienda modificar la ecuación A.9.4‐2 para el cálculo de las aceleraciones para el diseño
de elementos no estructurales, adoptando la distribución usada en ASCE‐7‐10:
1 2
2. Se recomienda modificar A.9.4.8 de tal manera que los elementos no estructurales localizados
por debajo de la base sísmica se diseñen para una aceleración ax igual a As = Aa Fa I.
3. Se recomienda modificar la ecuación A.9.4‐1, para que el valor mínimo de la fuerza horizontal Fp
sea As gMp/2.
4. Se recomienda modificar las ecuaciones A.8.2‐1 y A.3.6‐3 adoptando la misma ecuación indicada
en 1.
5. Se recomienda incluir en los planos estructurarles las aceleraciones ax que se deben usar para
diseñar los soportes de las componentes mecánicas, eléctricas, hidráulicas y arquitectónicas.
Agradecimientos
Los autores agradecen a los Ingenieros Luis E. Huertas, Carlos E. Blodek y Adriana C. Hoyos por sus
observaciones, comentarios, sugerencias y aporte en la preparación de este documento.
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