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¡Amarnos los unos a los otros, no es un deber, es una obligación de

todos!.
Reflexión .
Los seres humanos sabemos que todos no somos iguales, acorde a las razas, los temperamentos y caracteres humanos, pero,
todos estamos obligados a respetarnos, tolerarnos y amarnos los unos a los otros como hermanos, según el evangelio de San
Mateo, capítulo 7, versos del 1 al 5, dice, según Palabra de Jesucristo: 1 No juzguéis, para que no seáis juzgados.
2 Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.
3 ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?
4 ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?
5 ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.

En el mismo capítulo 7, versos del 12 al 14, dice también Jesús: 12 Así que, todas las cosas que queráis que los hombres
hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.
13 Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos
son los que entran por ella;
14 porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.

En Mateo 11: 28-30, les dijo Jesús: 28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para
vuestras almas;
30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.

La humanidad, en su gran mayoría, desea exterminarse los unos a otros, por la no compatibilidad de caracteres. Jesús dijo a
estos en Mateo 7:5: 5 ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo
de tu hermano.

Algunas personas se extrañan, cuando le dices a alguien: ¡Hermano o hermana!, ¿por qué?, si todos descendemos
del mismo Padre Celestial, aunque no pensemos igual, hermanos somos.

En Marcos 12 del 29 al 31, 29 Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor
nuestro Dios, el Señor uno es.
30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas
tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.
31 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento
mayor que éstos. .
Por eso, no te asombres si a tu corazón viene la orden de Dios de entregarle amor a alguien,
¡entrégaselo!, pero, que sea AMOR SINCERO.

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