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OBJETIVO ESPECIFICO:
Describir la importancia de los estilos de vida saludable
Sensibilización sobre la aplicación de los valores y lograr la implementación de los
estilos de vida saludable en cada persona.
Llamamos hábitos saludables a todas aquellas conductas que tenemos asumidas como
propias en nuestra vida cotidiana y que inciden positivamente en nuestro bienestar físico,
mental y social. En este tema vamos a ver precisamente aquellos hábitos que nos pueden
ayudar a gozar de un buen estado de salud. Dichos hábitos son principalmente la
alimentación, el descanso, la higiene corporal y postural y la práctica de la actividad física
correctamente planificada.
Los hábitos necesarios para llevar una vida saludable son los siguientes:
Dieta equilibrada: una alimentación saludable se rige por incluir todos los alimentos
contemplados en la pirámide nutricional, pero en las proporciones adecuadas y en la
cantidad suficiente (no más) para mantener las necesidades nutricionales del organismo
en función del consumo energético que éste realiza con la actividad diaria.
1. Evita comer excesiva carne, sobre todo si es roja, es más saludable comer pescado,
carne de pollo o pavo.
3. Evita el consumo excesivo de derivados lácteos, como el queso, yogures. Siempre que
los tomes, hazlo semidesnatados, o desnatados. Por ejemplo, es más sano un queso
fresco que un queso curado.
5. Evita los alimentos fritos. Es más sano los alimentos a la plancha, al vapor o hervidos.
8. Reduce la sal. Casi todos los alimentos que compras ya llevan sal.
9. Bebe al menos dos litros de agua al día (y mejor entre las comidas). No esperes a tener
sed para beber agua.
Hábitos tóxicos: Evite el consumo de tabaco, alcohol y las drogas ya que inciden de
forma muy negativa sobre la salud.
Ejercicio físico: las recomendaciones generales determinan unos 30 minutos diarios de
actividad física, siendo suficiente caminar a paso rápido durante este tiempo. Ello permite
quemar las calorías sobrantes y fortalecer músculos y huesos, pero también ayuda a
controlar la tensión arterial, el colesterol y los niveles de glucosa en sangre, además de
contribuir a la eliminación del estrés y ayudar a dormir mejor, adquirir un estado de
relajación y evitar cambios de humor, mejorar la autoestima y el estado de satisfacción
personal. También puede ser un buen medio para desarrollar una saludable actividad
social cuando el ejercicio se hace en compañía.
Higiene: una higiene adecuada evita muchos problemas de salud: desde infecciones a
problemas dentales o dermatológicos. El concepto de higiene no sólo se refiere al aseo
y limpieza del cuerpo, sino que afecta también al ámbito doméstico.
Actividad social: las relaciones sociales son un aspecto fundamental para la salud del
ser humano y, en consecuencia, para un envejecimiento saludable. El aislamiento social
puede llevar a un deterioro gradual e irreversible de las capacidades físicas y mentales,
incluso a la incapacidad física y la demencia.
BIBLIOGRAFIA
http://www.carneysalud.com/v_portal/apartados/apartado.asp?te=89
http://www.tuotromedico.com/temas/vida_saludable.htm
CONCLUSION
Hablar de vida saludable no solamente hace referencia a la salud o el bienestar
físico o corporal, sino también a la salud psíquica o bienestar mental, ya que
procurar un equilibrio entre salud física y salud mental hace posible que la persona
llegue a encontrarse mejor consigo misma y con el mundo que le rodea. Pero no
es tarea fácil llegar a alcanzar este equilibrio, pues el ritmo frenético de la vida
laboral y familiar en el que las personas se ven envueltas obliga a adoptar ciertos
hábitos que en nada favorecen a la consecución de una vida sana.