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Material 1
(Unidad 4)
Consideraciones
Introductorias
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la argumentación, relacionadas con la pragmática, y que según el autor ya citado
son las siguientes:
o La pragmadialéctica: Que estudia la argumentación como un tipo de
diálogo sujeto a normas. Propone un sistema de reglas explícitas para el
debate argumentativo racional.
o Argumentación y análisis de la conversación (escuela de Ginebra):
Se interesa en el análisis de las interacciones verbales, en el análisis
lingüístico de la argumentación en la conversación.
o Pragmática lingüística “integrada” en la lengua: Se desarrolla en
Francia, a partir de la década de los ochenta, es una concepción original
de la argumentación. Se redefinió la noción de argumentación a partir del
campo de la lingüística –“La argumentación de la lengua”, obra de
J. C. Anscombre y O. Ducrot, 1983-
o Pragmática sociológica y filosofía de la “acción comunicativa”: Se
nutre fundamentalmente de la obra del filósofo J. Habermas (1981)
“Teoría de la acción comunicativa” que orienta la investigación hacia el
sentido de una ética de la argumentación.
o Lógica pragmática: Cubre las preocupaciones de los lógicos de la
argumentación que tratan de construir lógicas naturales (se considera en
esta tendencia los autores siguientes: G. Vignaux, 1988, Les discours,
acteur du monde: J. B. Grize, 1990, Logique et langage; la escuela de
Neufchatel con D. Mievill y M. J. Borel)
Vamos a finalizar estas consideraciones introductorias con la lectura de una
sección del libro La argumentación, por Christian Plantin (2001) que también ha
sido la fuente de la información de esta introducción.
Los discursos en torno de la palabra. (Plantin (2001), pág. 24 – 25 y 26
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ARGUMENTACIÓN
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ideas, donde las opiniones se confrontan, encuentran objeciones y se
refutan. La multiplicación de los puntos de vista conduce a la tolerancia
lo cual no implica que se renuncie a convencer al interlocutor. Supone
un distanciamiento que permite elegir lo mejor”.
“Pero es preciso desconfiar de este aspecto angelical. La
discusión se convierte fácilmente en disputa. La argumentación es una
actividad sospechosa con sus paralogismos, sofismas, seudo-
razonamientos capciosos y falaces. Deja el campo libre a las argucias y
la mala fe. El argumentador se convierte en un razonador, un
quisquilloso, un sofista. La argumentación no es más que la máscara de
una pura relación de fuerzas: entonces, el esfuerzo consiste en poner a
punto las estrategias, en utilizar armas para ganar, en un combate al
que pone fin el hecho de mantener una argumentación capaz de dar
una vuelta de tuerca más sobre el adversario a quien se ha hecho
perder el hilo de su discurso”
He aquí un fragmento de un discurso anónimo en lengua española
sobre la argumentación, organizado, si resumimos, según cinco “sub-
discursos”:
- discurso sobre lo cognitivo,
- discurso sobre lo lingüístico,
- discurso sobre lo social,
- discurso sobre la interacción cooperativa,
- discurso sobre la interacción polémica.
Este vocabulario contiene sugerencias ricas, y podemos decidir profundizar
en ellas o no. Se dirá, por ejemplo, a propósito de la palabra razón, que no hay
que destruir lo razonable por las exigencias de lo racional, ya que un
razonamiento justo no conduce necesariamente a una decisión justa: la justeza
no implica forzosamente la justicia. Se observará que la acumulación de razones
produce sin ninguna duda una argumentación, pero que no se obtiene por lo
mismo un razonamiento.
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