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4. Los subordinados tienden a tener un mayor compromiso con los objetivos que se fijaron
ellos mismos que las impuestas a ellos por otra persona.
5. Los gerentes pueden asegurar que los objetivos de los subordinados están vinculados a los
objetivos de la organización.
Se corre el riesgo de que las metas que se fijen sean a muy corto
plazo para no correr riesgos.
Administración por objetivos
Introducción y concepto
La administración por objetivos es un sistema de planificacion y contol que parte de dos principios básicos: la
orientación a los resultados y el comportamiento y la motivación del individuo. La APO tiene como
característica distintiva que los objetivos se establecen mediante un proceso que los lleva a descender desde
lo más alto a lo más bajo. De esta manera, los objetivos generales de la organización se traducen en objetivos
específicos para cada nivel o departamento. La APO funciona en un doble sentido ascendente- descendente.
El resultado es una pirámide que une los objetivos de un nivel con otro. La APO consiste en un conjunto formal
de procedimientos a través del cual un superior y un subordinado establecen conjuntamente los objetivos. Con
la ayuda de un superior, cada miembro define su área de responsabilidad, fija sus objetivos y desarrolla
medidas de actuación. Además, si el trabajador se siente motivado es más fácil que busque nuevas
responsabilidades, pudiendo obtener los objetivos con una mayor antelación, lo que conlleva a mejoras tanto
en productividad como en rentabilidad de la organización. Los programas de APO varían de una empresa a
otra, de un departamento a otro. Algunas, por ejemplo, se centran en la planificación organizativa mientras que
otros se orientan más a la motivación individual.
Etapas o fases
FASE 1: Definición por objetivos. El superior transmite a los trabajadores las directrices establecidas
por la alta dirección y lo que cada trabajador tiene que realizar. Estas premisas son los factores clave de
resultados. A partir de esto, el subordinado desarrolla individualmente una lista de objetivos que reflejan
sus obligaciones, y que va a ser supervisada y aprobada por el supervisor a partir de un acuerdo mutuo.
Se busca un punto intermedio que comprometa a ambas partes. En esta etapa, el compromiso es algo
fundamental para una correcta actuación.
FASE 2: Desarrollo de planes de acción. Se lleva a cabo estableciendo las etapas necesarias para
realizar todas las tareas y actividades que llevarán a la obtención de objetivos. Para ello, se establecen
los recursos y el tiempo necesarios para cada acción. Lo llamativo de la APO es que los trabajadores
tienen libertar para decidir qué tienen que hacer para conseguir los objetivos, cómo y cuándo realizarlo.
FASE 3: Revisiones periódicas. Consiste en establecer un sistema de controles que supervise las
acciones y determine si llevarán a la consecución de objetivos propuestos. Estas mediciones deben ser
claras, simples, explícitas y dignas de confianza, tanto para el trabajador como para el superior. Esto no
solo sirve para controlar al trabajador sino también para modificar los objetivos y las actuaciones a
realizar.
FASE 4: Evaluación anual de resultados. Esta revisión tiene una forma similar a las anteriores, pero
en un aspecto más amplio y con un enfoque más integrado en el que se consideran todas las
contribuciones individuales. La evaluación se realiza comparando los resultados con los estándares
fijados entre un superior y un subordinado para reseñar las posibles desviaciones. Esta etapa señala las
acciones incorrectas que se han realizado. Si existen muchas incorrecciones, se tendrá que modificar, si
todo está bien se pasa a la siguiente etapa.
FASE 5: Recompensas. El sistema de evaluación recoge un conjunto de incentivos que pueden ser
económicos o no. Con esto se justifica el compromiso de los trabajadores, que observan que su esfuerzo
es gratificado.
Como sucede con otros sistemas de control y planificación, la implantación de un programa por objetivos no
está exenta de problemas como por ejemplo, se requieren habilidades gerenciales adecuadas relacionadas
con la capacidad de delegar, motivar y liderar. No obstante estos problemas se pueden resolver con
implicaciones positivas de la APO.