You are on page 1of 15

Resistencia a cortante de muros de

concreto reforzado para diseño


sísmico de vivienda de baja altura
Por Julián Carrillo y Sergio M. Alcocer

Traducción autorizada por el American Concrete Institute del artículo “Shear strength of reinforced concrete walls for seismic design of
low-rise housing” publicado por el ACI Structural Journal de Mayo-Junio de 2013. Traducción de Julián Carrillo y Fabián Echeverri.

En la última década, la construcción de viviendas de baja altura hecha con muros y losas de concreto reforzado (CR) en Lati-
noamérica ha incrementado considerablemente. Estas estructuras tipo caja comúnmente tienen gran resistencia y rigidez lateral
y, por tanto, exhiben bajos desplazamientos laterales y demandas de cortante. El bajo nivel de respuesta sísmica ha motivado a
los diseñadores a utilizar concretos con resistencia a compresión de 15 a 20 MPa, así como muros de 100 mm de espesor con
cuantías de refuerzo en el alma menores que la mínima estipulada por la mayoría de los reglamentos de diseño. Considerando
estas características particulares de los muros, los requerimientos de diseño en los reglamentos vigentes no son directamente
aplicables. Además, una implementación a ciegas de los actuales requerimientos puede originar un costo excesivo injustificado
de una unidad de vivienda, sobre todo por la cuantía de refuerzo requerida en el alma. Para mejorar los métodos de diseño en
este tipo de construcción, se han desarrollado y calibrado, a partir de resultados de ensayos, un modelo de comportamiento y
ecuaciones capaces de estimar la resistencia pico a cortante de los muros de viviendas de baja altura. El programa experimental
incluyó ensayos cuasiestáticos y en mesa vibratoria de muros con diferente relación de aspecto (hw /lw ) y muros con aberturas.
Las variables estudiadas fueron el tipo de concreto, la cuantía de refuerzo en el alma y el tipo de refuerzo a cortante en el alma.
Un análisis estadístico de los cocientes entre las fuerzas cortantes medida y calculada demostró que el modelo propuesto es una
herramienta de diseño adecuada que puede ser adoptada para diseño y evaluación de guías y reglamentos.
Palabras clave: muros de concreto, concreto ligero; vivienda de baja altura; ensayo en mesa vibratoria; resistencia a cortante;
malla electrosoldada.

El miembro del ACI Julián Carrillo es Profesor e Investi- INTRODUCCIÓN


gador Asociado en el Departamento de Ingeniería Civil de la
Universidad Militar Nueva Granada (UMNG), Bogotá, Co- Para superar la demanda de vivienda en varios países de
lombia. Es miembro de los Comités ACI 314, Diseño Simpli- Latinoamérica, la vivienda de concreto se ha convertido en la
ficado de Edificios de Concreto; 369, Reparación Sísmica elección preferida debido a la velocidad de construcción y
y Rehabilitación; y 374, Diseño Sísmico por Desempeño de disponibilidad de materiales en la mayor parte de esos paí-
Edificios de Concreto. Sus intereses de investigación incluyen ses. El sistema de construcción es altamente desarrollado, ya
el diseño y comportamiento de las estructuras de concreto re- que utiliza formaletas industriales, una secuencia precisa de
forzado bajo excitaciones sísmicas. armado–fundición–retiro de formaletas, y un suministro oportu-
no de concreto premezclado. Una porción significativa de las
casas en concreto son de uno a dos pisos de altura y han sido
Sergio M. Alcocer, FACI, es Profesor Investigador en el construidas con muros de concreto reforzado (CR); las losas
Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma pueden ser macizas, fundidas monolíticamente con los muros,
de México (UNAM), y Coordinador de Innovación y Desarro- o hechas de paneles prefabricados. Debido a la rigidez y
llo en la UNAM. Es el Expresidente más reciente del Comité resistencia lateral de las estructuras con muros de concreto, la
ACI 374, Diseño Sísmico por Desempeño de Edificios de Con- respuesta sísmica en términos de fuerzas y desplazamientos es
creto, y es miembro de los Comités ACI 318, Reglamento de relativamente baja. Por lo tanto, los muros son hechos de con-
Edificios en Concreto Estructural; y 369, Reparación Sísmica y creto con resistencia a compresión entre 15 y 20 MPa (2175
Rehabilitación. Sus intereses de investigación incluyen el dise- y 2900 psi) y son muros delgados (100 mm [4 pulg]). Ade-
ño, comportamiento, reparación y reforzamiento de estructuras más, en zonas donde las demandas sísmicas son tan bajas
de concreto reforzado y pre-esforzado. que el diseño estructural es controlado por cargas verticales,
por viento, o por efectos de temperatura sobre el concreto,

10
resultados de ensayos dinámicos y cuasiestáticos (Carrillo y la forma funcional de las ecuaciones de predicción. Las ten-
Alcocer, 2012; Sánchez, 2010; Flores et al., 2007) han reve- dencias existentes entre los residuales y las variables de diseño
lado que la cuantía mínima de refuerzo a cortante en el alma fueron utilizadas para mejorar la forma de las ecuaciones.
estipulada por ACI 318-11 (Comité ACI 318, 2011) parece
ser excesiva para controlar la falla por tensión diagonal. Por IMPORTANCIA DE LA INVESTIGACIÓN
tanto, se utilizan con frecuencia cuantías de refuerzo menores
que la mínima estipulada en ACI 318. Adicionalmente, para Si se consideran las características particulares de los muros
acelerar la construcción, se usa comúnmente malla electrosol- de CR usados en las viviendas de baja altura en Latinoaméri-
dada como refuerzo a cortante en el alma. Sin embargo, la ca, la mayoría de modelos disponibles y reglamentos de cons-
idoneidad de esta práctica de diseño y construcción es aún trucción no son directamente aplicables para el diseño. En este
insuficiente. estudio, se presenta y analiza un grupo de ecuaciones semi-
empíricas de diseño capaces de estimar la resistencia a cor-
Un estudio experimental y analítico se llevó a cabo con el tante de muros para vivienda de baja altura. Se encontró que
objetivo de comprender mejor el comportamiento sísmico de las ecuaciones de diseño propuestas proveen una herramienta
muros en viviendas de concreto, y de desarrollar una guía para robusta para profesionales y desarrolladores de reglamentos
análisis y diseño de viviendas de baja altura. El programa ex- de diseño para promover viviendas de concreto económicas
perimental incluyó ensayos cuasiestáticos y en mesa vibratoria y seguras ante acciones sísmicas, así como para evaluar la
de 39 muros. Las variables estudiadas fueron la relación de idoneidad de los procedimientos de diseño vigentes.
aspecto (hw/lw), muros sólidos y muros con aberturas, tipo de
concreto, cuantía de refuerzo en el alma y tipo de refuerzo a PROGRAMA EXPERIMENTAL
cortante en el alma.
En el programa experimental se ensayaron 39 muros ais-
Basado en las tendencias observadas de los resultados ex- lados en voladizo. Las variables de estudio fueron aquellas
perimentales, se propone un modelo para estimar la resistencia obtenidas de la práctica actual de diseño y construcción de
pico a cortante de los muros de concreto para viviendas típicas viviendas de concreto en Latinoamérica (Tabla 1). La geome-
de baja altura. Los resultados y modelos de diseño de estudios tría típica de algunos de los muros ensayados a escala real se
anteriores, observaciones de los ensayos y fundamentos del muestra en la Fig. 1. En la Tabla 2 se presentan los intervalos
comportamiento estructural del CR fueron utilizados para selec- de las propiedades mecánicas medidas en los materiales de
cionar las variables más representativas en la configuración de los 39 especímenes.

Variable Descripción
Relación de aspecto hw/lw ≈ 0.5, 1.0, 2.0, y también muros con aberturas (puerta y ventana). Espesor del muro a es-
(hw/lw) cala real (tw) y altura libre (hw) fueron 100 mm (4 pulg) y 2.4 m (94.5 pulg), respectivamente. Por
lo tanto, para alcanzar hw/lw se varió la longitud del muro.
Tipo de concreto Peso normal (N), peso ligero (L) y autocompactable (A). La resistencia nominal a compresión del
concreto, fc’, fue 15 MPa (2175 psi).
Cuantía de refuerzo a 100% ρmin (0.25%), 50% ρmin (0.125%), 0% ρmin = sin refuerzo (para referencia). Cuantía mínima de
cortante en el alma (ver- refuerzo a cortante en el alma (ρmin) es la estipulada en ACI 318-11. El refuerzo se ubicó en una
tical, ρv , y horizontal, ρh) sola capa en la mitad del espesor del muro.
Tipo de refuerzo a cor- Barras corrugadas de acero (B) y malla electrosoldada fabricada con alambres de calibre peque-
tante en el alma ño (W). Esfuerzo nominal de fluencia de las barras y los alambres de refuerzo, fy, fue 412 MPa
(60 ksi) (de bajo carbono) y 491 MPa (71 ksi) (para los alambres estirados en frio).
Elementos de borde El espesor de los elementos de borde fue igual al espesor del alma del muro (sección transversal
prismática). El refuerzo longitudinal de los elementos de borde fue diseñado y detallado para pre-
venir fallas por flexión y anclaje antes de alcanzar la falla típica por cortante observada en muros
de CR para vivienda de baja altura.
Esfuerzo de compresión σv = 0.25 MPa (36.3 psi) fue aplicado en la parte superior del muro y se mantuvo constante du-
axial, σv rante los ensayos. Este valor corresponde a un esfuerzo axial promedio bajo cargas de servicio en
los muros del primer piso de la casa prototipo de dos niveles.
Tipo de ensayo Cuasiestático (monótono y cíclico reversible) y dinámico (mesa vibratoria).
Tabla 1 – Variables estudiadas.

Resistencia a cortante de muros de concreto reforzado para diseño sísmico de vivienda de baja altura 11
Fig. 1 – Geometría típica de los muros ensayados a escala real (Nota: 100 mm = 39.4 pulg).

Tipo Peso normal, N Peso ligero, L Autocompactable , A


Resistencia a compresión, fc,
16.0 – 24.7 10.8 – 26.0 22.0 – 27.1
MPa
Concreto

Módulo de elasticidad, Ec, MPa 8430 – 14750 6700 – 10790 8900 – 11780
Resistencia a tensión, ft, MPa 1.55 – 2.20 1.14 – 1.76 1.58 – 1.98
Resistencia a flexión, fr, MPa 2.32 – 3.75 1.43 – 3.29 2.27 – 2.48
Peso específico seco, g, kN/m 3
18.8 – 20.3 15.2 – 18.3 18.9
Borde: barras Refuerzo a cortante en el Refuerzo a cortante en el alma:
Acero de refuerzo

Ubicación en el muro
corrugadas alma: barras corrugadas, B malla electrosoldada, m
Tipo Templado Templado Estirado en frio
Esfuerzo de fluencia, fy, MPa 411 – 456 435 – 447 605 – 630
Esfuerzo último, fsu, MPa 656 – 721 659 – 672 687 – 700
Elongación, % 9.1 – 16.0 10.1 – 11.0 1.4 – 1.9
Tabla 2 – Propiedades mecánicas medidas de los materiales.

Nota: 1 MPa = 145 psi; 1 kN/m3 = 6.37 lb/ft3.

Para evaluar el comportamiento observado de los muros, se definieron tres modos de falla: 1) falla por tensión diagonal (TD)
cuando se observó agrietamiento inclinado del concreto, fluencia de la mayor parte del refuerzo a cortante en el alma, y no
se observa aplastamiento del concreto; 2) falla por compresión diagonal (CD) cuando ocurrió fluencia de algunas barras o
alambres de acero y notable aplastamiento y desprendimiento del concreto; y, 3) modo de falla combinado (TD-CD) cuando se
observó fluencia de la mayor parte del refuerzo a cortante en el alma y, simultáneamente, notable aplastamiento del concreto.
Debido a que la mayoría de los componentes de deformación indicaron que el deslizamiento en la base del muro fue insignifi-
cante (Carrillo y Alcocer, 2012), el deslizamiento (DZ) en la base del muro no fue incluido en este estudio. En las Tablas 3 y 4 se
presentan las principales características y la resistencia pico a cortante medida, Vmax, de los 39 especímenes, respectivamente.

12
creto, fc, MPa

en el alma, fy ,
Tipo de refuer-

Elementos de
zo a cortante
Tipo de con-

borde, r, %
Cuantía de

rh = rv , %
refuerzo,
hw , mm
Tipo de

lw , mm
ensayo

hw / lw
tw , mm
Muro

MPa
MCN0M 101 2412 2403 1.00 N, 18.8 --- 0 0.66
Cuasiestático: monótono

MCN50M 102 2415 2402 1.00 N, 18.8 B, 447 0.14 0.67


MCN100M 101 2417 2402 1.00 N, 18.8 B, 447 0.28 0.98
MCL0M 101 2428 2398 1.00 L, 16.3 --- 0 0.66
MCL50M 102 2427 2397 1.00 L, 16.3 B, 447 0.14 0.68
MCL100M 101 2425 2398 1.00 L, 16.3 B, 447 0.28 0.98
MCA0M 102 2425 2398 1.00 A, 19.4 --- 0 0.66
MCA100M 102 2424 2397 1.00 A, 19.4 B, 447 0.28 0.97
MCN50C 102 2431 2399 1.00 N, 17.5 B, 447 0.14 0.68
MCN100C 101 2432 2397 1.00 N, 17.5 B, 447 0.28 0.98
MCA50C 102 2424 2403 1.00 A, 22.0 B, 447 0.14 0.67
MCA100C 103 2426 2401 1.00 A, 22.0 B, 447 0.28 0.96
MCL50C 101 2426 2398 1.00 L, 10.8 B, 447 0.14 0.68
MCL100C 101 2424 2399 1.00 L, 10.8 B, 447 0.28 0.98
MRN100C 100 2433 2400 0.44 N, 16.2 B, 447 0.28 0.22
MEN100C 100 2435 1240 1.94 N, 16.2 B, 447 0.28 1.50
MRN50C 100 2425 2400 0.44 N, 16.2 B, 447 0.14 0.22
Cuasiestático: cíclico reversible

MEN50C 100 2421 1240 1.94 N, 16.2 B, 447 0.14 1.04


MRL100C 101 2423 5413 0.44 L, 5.2 B, 447 0.28 0.32
MRN50mC 103 2401 5396 0.44 N, 20.0 m, 605 0.12 0.22
MCN50mC 103 2396 2398 1.00 N, 20.0 m, 605 0.12 0.72
MEN50mC 101 2399 1239 1.94 N, 20.0 m, 605 0.12 0.96
MRL50mC 106 2419 5415 0.44 L, 5.2 m, 605 0.12 0.21
MCL50mC 100 2423 2403 1.00 L, 26.0 m, 605 0.12 0.74
MEL50mC 100 2435 1221 1.94 L, 26.0 m, 605 0.12 0.82*
MVN100C 110 2397 3826 †
N, 16.0 B, 447 0.26 0.82*
MVN50mC 110 2397 3826 †
N, 16.0 m, 605 0.11 0.74
MCN50C-2 100 2400 2398 1.00 N, 20.0 B, 447 0.14 0.71
MCA50C-2 104 2404 2402 1.00 A, 27.1 B, 447 0.14 0.71
MCL50C-2 100 2426 2441 1.00 L, 26.0 B, 447 0.14 0.73
MCL100C-2 98 2432 2407 1.00 L, 5.2 B, 447 0.29 1.01
MCNB50mC 102 2404 2401 1.00 N, 8.9 m, 605 0.12 0.73
MRNB50mC 100 2401 5400 0.44 N, 8.9 m, 605 0.13 0.22
MCN50mD 83 1923 1916 1.00 N, 24.7 m, 630 0.11 0.78
Mesa vibratoria

MCN100D 84 1924 1921 1.00 N, 24.7 B, 435 0.26 1.02


Dinámico:

MCL50mD 82 1917 1917 1.00 L, 21.0 m, 630 0.11 0.79


MCL100D 82 1918 1912 1.00 L, 21.0 B, 435 0.27 1.06
MVN50mD 83 1924 3042 †
N, 24.7 m, 630 0.11 0.87*
MVN100D 84 1926 3042 †
N, 24.7 B, 435 0.26 0.87*
Tabla 3 – Características principales de los especímenes.
Nota: r = As / tw d, * Valor medio para segmentos de muro generados por las aberturas, † Muro con aberturas.
Tabla 4 – Respuesta medida de los especímenes.

Resistencia a cortante de muros de concreto reforzado para diseño sísmico de vivienda de baja altura 13
Vp / Vm (p es predicción, m es medido)

Vmax = Vm ,
Modo de
Tipo de
ensayo

y Alcocer
Cap. 21

Whittaker
Muro

Cap. 11

Sánchez
falla

Gulec y
estudio
kN

Flores
et al.
Este

ACI
ACI
MCN0M TD 197 --- --- --- --- --- ---
Cuasiestático: monótono

MCN50M TD 408 --- --- --- --- --- ---


MCN100M CD-TD 617 --- --- --- --- --- ---
MCL0M TD 229 --- --- --- --- --- ---
MCL50M TD 390 --- --- --- --- --- ---
MCL100M CD-TD 377 --- --- --- --- --- ---
MCA0M TD 275 --- --- --- --- --- ---
MCA100M TD-CD 509 --- --- --- --- --- ---
MCN50C TD 352 0.90 1.16 1.01 0.81 0.89 1.18
MCN100C CD-TD 453 0.92 1.23 1.05 0.87 0.87 1.17
MCA50C TD 382 0.88 1.13 0.99 0.78 0.85 1.16
MCA100C TD-CD 475 0.98 1.26 1.08 0.89 0.87 1.21
MCL50C TD 261 1.05 1.35 1.18 0.94 * 1.36
MCL100C CD 336 0.97 1.96 1.57 1.48 * 1.35
MRN100C CD-DZ 766 1.05 1.83 1.83 * * *
MEN100C CD-TD 208 0.98 1.15 1.16 0.96 0.85 1.06
Cuasiestático: cíclico reversible

MRN50C TD 670 1.06 1.32 1.16 0.92 1.13 1.47


MEN50C TD 157 0.95 1.03 1.14 0.90 0.89 1.12
MRL100C DZ 800 0.89 0.57 0.57 * * *
MRN50mC TD 776 1.01 1.28 1.12 0.92 1.07 1.46
MCN50mC TD 329 1.02 1.34 1.17 0.97 1.04 1.41
MEN50mC TD 154 1.05 1.15 1.28 1.06 0.96 1.31
MRL50mC TD 568 0.97 1.23 1.07 0.92 * 1.35
MCL50mC TD 400 0.90 1.18 1.03 0.85 0.90 1.25
MEL50mC TD 172 0.99 1.09 1.22 1.00 0.88 1.24
MVN100C TD-CD 383 0.91 1.12 1.02 0.85 * 1.08
MVN50mC TD 252 1.02 1.25 1.20 0.99 * 1.34
MCN50C-2 TD 329 0.99 1.28 1.12 0.89 1.04 1.31
MCA50C-2 TD 321 1.15 1.49 1.31 1.03 1.16 1.54
MCL50C-2 TD 375 0.96 1.24 1.09 0.86 0.98 1.28
MCL100C-2 CD 336 0.87 1.33 1.06 1.00 * 0.91
MCNB50mC TD 237 1.12 1.46 1.28 1.08 * 1.52
MRNB50mC TD 612 0.99 1.26 1.10 0.94 * 1.41
MCN50mD TD 234 0.95 1.25 1.09 0.91 0.90 1.30
Mesa vibratoria

MCN100D TD-CD 274 1.09 1.41 1.21 0.99 0.94 1.35


Dinámico:

MCL50mD TD 240 0.87 1.14 1.00 0.83 0.85 1.19


MCL100D TD-CD 250 1.13 1.46 1.25 1.03 0.99 1.38
MVN50mD TD 184 0.95 1.15 1.11 0.92 * 1.26
MVN100D TD-CD 226 1.04 1.27 1.17 0.96 * 1.25
Promedio 0.99 1.27 1.15 0.95 0.95 1.28
Coeficiente de variación, CV (%) 7.7 18.2 17.1 13.1 10.0 10.8
Sobre-predicción, Sp (%) 19.4 93.5 80.6 10.3 15.8 96.6

Tabla 4 – Respuesta medida de los especímenes.


Notas: * Modo de falla, valor de fc o valor de la relación de aspecto no está incluido en el modelo.

14
Modelo de resistencia a cortante coeficientes que definen la contribución relativa del concreto
a la resistencia por tensión diagonal y por compresión diago-
Varios modelos han sido propuestos para estimar la resisten- nal, respectivamente. Los factores ηh,v , α1 y α2 dependen de
cia a cortante de muros de concreto. No obstante, tomando la deriva y pueden ser usados para calcular la resistencia en
en cuenta las particularidades de los muros de CR para vivien- cualquier nivel de deformación. En este artículo, los factores
da de baja altura descritas anteriormente, la mayoría de esas ηh,v , α1 y α2 se refieren únicamente a la deriva asociada a la
ecuaciones pueden no ser directamente aplicables para dise- resistencia pico.
ño. En general, las principales limitaciones son: 1) las ecua-
ciones se han desarrollado considerando un gran intervalo de Enfoques para calcular la contribución del
los parámetros que controlan el comportamiento del muro; en refuerzo a cortante en el alma
cambio, para vivienda típica de baja altura, los parámetros
En la literatura se han reportado varios modelos para estimar
varían dentro de un intervalo más reducido; 2) el comporta-
la contribución del refuerzo en el alma a la resistencia pico
miento de muros reforzados con malla electrosoldada es tí-
a cortante. Los modelos propuestos por Barda et al. (1977),
picamente excluido; en este tipo de muros, la capacidad de
Hernández y Zermeño (1980), Wood (1990), Leiva y Mon-
desplazamiento puede estar limitada por la baja capacidad
taño (2001), Flores et al. (2007), Gulec y Whittaker (2009),
de alargamiento del alambre de refuerzo estirado en frío; y,
Sánchez y Alcocer (2010), ASCE-43 (2005) y ACI 318-11 se
3) las ecuaciones han sido calibradas a partir de resultados
muestran gráficamente en la Fig. 2.
observados únicamente de ensayos cuasiestáticos, es decir,
cuando han sido excluidos los efectos de la velocidad de apli-
De acuerdo con una revisión de la literatura, los principales
cación de carga, la fatiga de bajo número de ciclos, los pa-
parámetros que afectan la contribución de refuerzo en el alma
rámetros acumulados (Carrillo y Alcocer, 2013), así como el
son hw/lw, la cuantía de refuerzo en el alma, el esfuerzo de
efecto dinámico del esfuerzo vertical axial sobre la resistencia
fluencia del refuerzo en el alma, y la geometría de la sección
a cortante del muro. Además, en algunos modelos, el formato
transversal del muro. En la Fig. 2 se manifiesta claramente la
no es fácilmente práctico ni aplicable para propósitos de dise-
falta de una tendencia consistente de la contribución de los
ño y evaluación basado en reglamentos.
refuerzos horizontal y vertical en el alma a la resistencia pico
a cortante.
Para calcular la resistencia pico a cortante de muros de con-
creto, Vmax, la mayoría de los reglamentos y las metodologías
Los modelos de Barda et al. (1977) y ASCE-43 (2005)
de diseño siguen el formato definido en la Ec. (1). En el parén-
están propuestos para muros con elementos de borde. En el
tesis de la Ec. (1), el primer término representa la resistencia a
desarrollo del modelo propuesto por Hernández y Zermeño
tensión diagonal. El segundo término está relacionado con la
(1980), 75% de los especímenes de muro también tenían ele-
contribución del refuerzo a cortante en el alma a la resistencia.
mentos de borde. De acuerdo con Barda et al., para muros
El término del lado derecho es un límite superior de la resisten-
con hw/lw < 1 y con elementos de borde, el refuerzo horizontal
cia a cortante para prevenir falla por compresión diagonal.
llega a ser menos efectivo comparado con el refuerzo vertical,
Por tanto, de acuerdo con la Ec. (1), la resistencia a cortante
particularmente, para muros con hw/lw < 0.5 (Fig. 2(e)). Para
de un muro de CR está conformada por la contribución del
muros con M/Vlw < 1 (M/Vlw es el cociente entre el momen-
concreto, Vc, más la contribución del refuerzo a cortante en el
to flector y la fuerza cortante multiplicada por la longitud del
alma, Vs.
muro), el modelo de Hernández y Zermeño es comparable con
el modelo propuesto inicialmente por Barda et al.; es decir,
(1) solo se considera la contribución del refuerzo horizontal en
el alma para la resistencia al cortante. Con ajustes menores,
donde fc’ es la resistencia a compresión del concreto, ρh,v ASCE-43 extiende el modelo de Barda et al. a muros con hw/
es la cuantía de refuerzo horizontal y/o vertical a cortante en lw < 2 (Fig. 2(d)). El modelo propuesto por Wood (1990) se
el alma, fyh,v es el esfuerzo de fluencia del refuerzo horizontal basa en una analogía de cortante por fricción (Fig. 2(h)), y por
y/o vertical a cortante en el alma, ηh,v representa la eficiencia tanto, la contribución del acero de refuerzo se calcula usando
de ρh,v , Aw es el área de la sección del muro de concreto todo el refuerzo vertical de la sección transversal del muro.
utilizada para calcular la resistencia a cortante y, α1 y α2 son

Resistencia a cortante de muros de concreto reforzado para diseño sísmico de vivienda de baja altura 15
Fig. 2 – Contribución del refuerzo del muro a la resistencia pico a cortante.

En el modelo propuesto por Gulec y Whittaker (2009), la refuerzo vertical en el alma a la resistencia a cortante de muros
contribución del refuerzo en el alma a la resistencia a cortan- con cocientes M/Vlw que varían entre 0.3 y 1.0; esta observa-
te del muro se limita al refuerzo vertical (Fig. 2(g)). Gulec y ción es especialmente válida para muros con M/Vlw ≥ 0.5. En
Whittaker identificaron que cuando los muros son reforzados los modelos propuestos por Sánchez y Alcocer (2010), Flores
con cuantías menores que la cuantía mínima estipulada en at al. (2007) y, Leiva y Montaño (2001), los cuales fueron ca-
ACI 318, el refuerzo horizontal en el alma tiene un efecto librados usando resultados experimentales, la contribución del
más pronunciado sobre la resistencia pico a cortante. Ade- refuerzo en el alma a la resistencia pico a cortante del muro
más, su modelo asume que para el desplazamiento asociado también está asociada a la cuantía de refuerzo horizontal en
a la resistencia pico a cortante, las deformaciones del acero el alma (Figs. 2 (b) y (c)). En esos tres modelos, la contribución
en el alma están cerca a la fluencia. Sin embargo, en sus del refuerzo horizontal en el alma a la resistencia a cortante
resultados, para muros con hw/lw = 1.0, la contribución del es, para la mayoría de casos, menor que la contribución cal-
refuerzo vertical en el alma es igual a 25% para muros con culada en ACI 318-11.
sección transversal rectangular e igual a 40% para muros con
elementos de borde. Los resultados de los ensayos aquí reportados se apartan le-
vemente del enfoque de ACI 318 para calcular la contribución
Varios estudios experimentales han validado la idoneidad del acero de refuerzo en el alma a la resistencia pico a cortan-
del enfoque de diseño incluido en el Capítulo 21 de ACI te del muro. El enfoque considera que no todo el refuerzo está
318 para calcular la contribución del acero de refuerzo en el en fluencia cuando se alcanza la resistencia pico a cortante.
alma (Fig. 2(a)). Por ejemplo, Hidalgo et al. (2002) reportaron Por tanto, se introduce el concepto de un factor de eficiencia
sobre el efecto favorable de utilizar refuerzo horizontal en el para reflejar la cantidad de refuerzo del muro en fluencia.
alma para promover un comportamiento más dúctil. Además, Dicho factor depende principalmente de la deriva, así como
Hidalgo et al., observaron una contribución insignificante del del tipo y la cantidad de refuerzo en el alma. Los factores de

16
eficiencia para el refuerzo del muro (refuerzo del alma y de
los elementos de borde) medidos durante los ensayos en mesa
vibratoria de muros de CR de baja altura se presentan en la
Fig. 3. El factor de eficiencia es calculado como el cociente
entre la deformación promedio del acero medida en la resis-
tencia pico a cortante y la deformación de fluencia del acero
medida a partir del ensayo de probetas (ε’/εy). En ACI 318 se
supone implícitamente que el factor de eficiencia del refuerzo
horizontal del muro es constante e igual a 1.0 para cualquier
nivel de deriva, para todas las cuantías de refuerzo, y para
todos los intervalos de relaciones de aspecto del muro. En
resumen, en ACI 318 se supone que todo el refuerzo del alma
alcanzará la fluencia en la resistencia pico a cortante. A partir
de la Fig. 3, es fácilmente evidente que durante los ensayos en
mesa vibratoria, la fluencia del refuerzo en el alma se alcanzó
solo en las barras o alambres horizontales. Por tanto, en estos
ensayos, la contribución del acero en el alma a la resistencia
a cortante del muro estuvo asociada fundamentalmente con el
refuerzo horizontal. En cuanto al valor medio del factor de efi-
ciencia (ε’/εy), se observa en las Figs. 3(a) y (b) que la fluencia
de todo el acero de refuerzo horizontal en el alma nunca se
midió; por lo tanto, el factor de eficiencia fue siempre menor
que 1.0. Al comparar las Figs. 3(a) y (b), es claro que los va-
lores del factor de eficiencia dependen principalmente del tipo Fig. 3 – Eficiencia del refuerzo del muro a la resistencia pico a cortante medida durante los ensayos en mesa
de refuerzo, y dependen en menor proporción de hw/lw. Esto vibratoria: (a) refuerzo horizontal a cortante en el alma por medio de barras corrugadas, (b) refuerzo horizontal
último contradice la hipótesis de ACI 318 en lo referente a la a cortante en el alma por medio de malla electrosoldada, (c) refuerzo vertical a cortante en el alma, (d)
falta de dependencia de la contribución del refuerzo horizon- refuerzo longitudinal de los elementos de borde.
tal en el alma, de hw/lw. Sin embargo, los resultados medidos
contrastan con lo postulado en ACI 318 en lo referente a la Las deformaciones medidas en el refuerzo vertical en el alma
contribución que es independiente del tipo de refuerzo en el durante los ensayos en mesa vibratoria aquí reportados, estu-
alma (Fig. 3(c)). vieron asociadas principalmente con la distribución uniforme
de las grietas inclinadas. Como fue reportado por Benjamin
y Williams (1957), y Barda et al. (1977), la contribución a
la resistencia del muro (es decir, su eficiencia) depende de la
relación hw/lw. Por ejemplo, a medida que la relación hw/lw
disminuye, la deformación del refuerzo vertical aumenta por-
que el ángulo de inclinación de las grietas se hace más plano
(es decir, las grietas exhiben menor inclinación). Por tanto, a
medida que el ángulo entre las barras/alambres verticales y
las grietas inclinadas está cerca de 90°, el refuerzo vertical
en el alma es más efectivo para producir un patrón de grietas
distribuido y para reducir el ancho de las grietas. De esta
forma, como se especifica en ACI 318, se debe colocar una
cuantía mínima de refuerzo vertical en el alma, la cual debe
depender de la cuantía de acero horizontal en el alma y hw/lw.
Como se muestra en la Fig. 3(c), la contribución del refuerzo
vertical en el alma a la resistencia no parece depender del tipo
de refuerzo en el alma utilizado en el programa experimental.

Las deformaciones del refuerzo longitudinal de los elementos


de borde estuvieron dentro del intervalo de comportamiento
elástico (Fig. 3(d)). Las deformaciones estuvieron asociadas
principalmente a demandas de flexión. La pequeña magnitud
de las deformaciones del acero es consistente con el criterio
de diseño por el cual los especímenes ensayados se dimensio-
naron y detallaron intencionalmente para alcanzar una falla
por cortante, tal como la observada en muros de CR para
vivienda de baja altura.

Resistencia a cortante de muros de concreto reforzado para diseño sísmico de vivienda de baja altura 17
Forma funcional de la ecuación para estimar la
eficiencia hh se hace más pequeño. Análogamente, Wood
resistencia pico a cortante, Vmax
(1990) observó que la tasa de aumento de resistencia pico
Para estimar la resistencia pico a cortante de muros de CR uti- a cortante atribuible al refuerzo en el alma en muros de baja
lizados en vivienda típica de baja altura, se propone la Ec. (2). altura parece estar sobreestimado por la ecuación propuesta
por ACI 318 para diseño sísmico de muros de concreto. La
(2) declaración de Wood apoya el hecho que el factor de efi-
ciencia del refuerzo horizontal no es constante. La cuantías de
Similar a la Ec. (1), el primer término en el paréntesis en refuerzo horizontal en el alma de los especímenes estudiados
la Ec. (2) está asociado con la falla por tensión diagonal. por Wood (1990) y por Sánchez y Alcocer (2010) variaron
La tensión diagonal es considerada un modo de falla más entre 0.1 y 1.9%, y 0.12% y 1.4%, respectivamente. En cam-
deseable en comparación con fallas por compresión diago- bio, en los ensayos reportados en este estudio, los muros en-
nal y deslizamiento. Continuando con la discusión presenta- sayados bajo cargas dinámicas (con cuantías de refuerzo de
da anteriormente, la contribución del acero a la resistencia es 0.11% y 0.28%) no exhibieron una reducción en el factor hh
asignada al refuerzo horizontal en el alma. El factor de modi- cuando la cuantía de refuerzo horizontal aumentó. El factor hh
ficación para concreto ligero, λ, especificado en ACI 318 no se mantuvo casi constante para estas dos cuantías de refuerzo
fue considerado en la Ec. (2) porque los resultados medidos ensayadas (Fig. 4(a)).
demostraron que no es necesario la aplicación de este factor
para el concreto ligero con las características aquí estudiadas
(Tabla 2). Por simplicidad, la Ec. (2) fue calibrada con base en
el área bruta de muro de concreto delimitada por el espesor y
la longitud del muro (Aw = tw × lw).

Eficiencia del refuerzo horizontal a cortante en el alma –


Como se muestra en las Figs. 3(a) y (b), en la mayoría de los
casos, el factor de eficiencia del refuerzo horizontal en el alma
a la resistencia pico a cortante fue menor que 1.0. Por tanto,
el factor hh es incluido en la Ec. (2) para caracterizar mejor la
contribución del refuerzo horizontal en el alma a la resistencia
pico a cortante. Se estudiaron las tendencias de los resultados
experimentales; a partir de este análisis se concluyó que las
variables principales que afectan ηh son la distribución de las
deformaciones del acero a lo largo de las diagonales en el
alma, la cuantía de refuerzo en el alma, y el tipo de refuerzo
en el alma.

El análisis de los datos de ensayo indicó que la distribución


de la deformación del acero en el refuerzo horizontal no es
uniforme a lo largo de la altura del muro. La deformación del
acero depende del ancho de las grietas inclinadas, las cuales
son mínimas cerca de la base y en el extremo superior del
muro. En la mayoría de los casos, el refuerzo horizontal que
cruza las grietas en esas zonas permanece elástico. Entonces,
la fluencia se concentra usualmente en las barras/alambres
localizados en la parte media del muro (alrededor de la mi-
tad de la altura y la mitad de la longitud). De manera similar, Fig. 4 – Eficiencia y comportamiento del refuerzo horizontal en el alma para la resistencia pico a cortante: (a)
si se dibuja una distribución de la deformación del refuerzo variación del factor de eficiencia durante los ensayos en mesa vibratoria, y (b) comportamiento típico esfuerzo-
horizontal a lo largo de la diagonal del muro, la deformación deformación de las barras de refuerzo y alambres de mallas electrosoldada usadas en este estudio (Nota: 1
MPa = 145 psi).
pico se observaría en la mitad de la longitud a lo largo de
la diagonal. Este fenómeno se observó en especímenes en-
A pesar de las diferencias significativas entre el comporta-
sayados bajo excitaciones de mesa vibratoria, y también se
miento esfuerzo-deformación de barras corrugadas y alambres
ha observado en muros ensayados bajo cargas cuasiestáticas
de malla electrosoldada utilizadas en este estudio, las metodo-
(Leiva y Montaño, 2001; Flores et al., 2007; y Sánchez y
logías de diseño vigentes no consideran explícitamente el efec-
Alcocer, 2010).
to del tipo de refuerzo horizontal en el alma en la resistencia
pico a cortante. La “fluencia” está claramente definida para
En cuanto al efecto de la cuantía de refuerzo sobre hh, Sán-
el refuerzo elaborado con acero de bajo carbono, donde no
chez y Alcocer (2010) detectaron que a medida que la cuan-
se observa un incremento de la resistencia a tensión hasta
tía de refuerzo horizontal en el alma aumenta, el factor de
que se desarrolla una zona plana de fluencia bien definida

18
(Fig. 4(b)). En cambio, el alambre de refuerzo estirado en frío ηh= 0.8 Para barras corrugadas (3a)
usado en este estudio no exhibe un punto específico de fluen-
cia, y por tanto, el término correcto para alambres de malla ηh= 0.7 Para malla electrosoldada (3b)
electrosoldada es “plastificación”. Debido a que el acero de
refuerzo mínimo en el alma tiene por objeto mantener la carga De acuerdo con la Ec. (3), cuando se alcanza la resistencia
de agrietamiento inclinado (es decir, agrietamiento por tensión pico a cortante del muro, el refuerzo horizontal en el alma
diagonal), los reglamentos de diseño permiten una reducción alcanzaría, en promedio, deformaciones correspondientes al
de la cuantía de acero de refuerzo en proporción al aumento 80% de la deformación de fluencia si se usan barras corruga-
del esfuerzo de fluencia en comparación con el esfuerzo del das. En cambio, si se usa malla electrosoldada, el refuerzo al-
acero Grado 60. Este efecto es considerado en ACI 318 y en canzaría una deformación promedio equivalente al 70% de la
las Normas para Diseño de Estructuras de Mampostería de la deformación de fluencia. Este fenómeno se aparta del enfoque
Ciudad de México (NTC-M, 2004). Sin embargo, el concep- típico de ACI 318-11, en cual se supone que todo el refuerzo
to de la reducción de la cuantía de acero es aplicable cuando horizontal alcanza la fluencia en la resistencia pico a cortante
el refuerzo de mayor esfuerzo de fluencia exhibe capacidad del muro. En la Fig. 4(a) también se incluyen las tendencias
mínima de alargamiento que garantice un comportamiento de ηh en otros modelos y de los resultados medidos durante
dúctil mínimo. ensayos en mesa vibratoria.

En la malla electrosoldada usada en este estudio, el tramo El modelo propuesto por Sánchez y Alcocer (2010) sigue las
de carga comprendido entre la aparición de la “fluencia” y la tendencias observadas de datos de muros con ρh fyh variando
capacidad máxima de deformación (en la fractura) fue mucho entre 0.3 y 8.5 MPa (0.04 y 1.23 ksi). Los modelos propues-
menor que la de las barras corrugadas de acero (Fig. 4(b) y tos por Leiva y Montaño (2001), y Flores et al. (2007) usan
Tabla 2). El comportamiento de este tipo de material se carac- un valor constante de ηh igual a 0.7 y 0.75, respectivamente.
terizó por la fractura del alambre con un ligero incremento de Como se esperaba, son evidentes las diferencias importantes
la deformación. Como se observó durante el ensayo de los en los factores de eficiencia del refuerzo horizontal en el alma
muros, la malla electrosoldada se fracturó súbitamente, lo que en muros de concreto y de mampostería. En la Fig. 4(a) se
condujo a un modo de falla frágil e indeseable. Basado en observa que para muros de mampostería reforzados horizon-
esta observación, para diseño sísmico de muros cuyo refuer- talmente, el factor ηh disminuye con la cuantía de acero de
zo a cortante en el alma es malla electrosoldada similar a la refuerzo en el alma. Este fenómeno se observó en ensayos
usada en este estudio, la reducción de la cuantía de refuerzo de muros de mampostería bajo cargas cuasiestáticas (NTC-M,
en proporción al aumento del esfuerzo de fluencia no se debe 2004).
permitir por los reglamentos. Adicionalmente, los factores de
seguridad para los niveles de deriva permitidos deben ser más Requisitos para refuerzo vertical en el alma – Como se
altos que los utilizados para los muros reforzados con barras mencionó anteriormente, las deformaciones medidas en el re-
corrugadas de bajo carbono. fuerzo vertical en el alma durante los ensayos estuvieron aso-
ciadas principalmente con la distribución uniforme de las grie-
Como se puede observar en las Figs. 3 (a) y (b), el factor tas inclinadas en el panel del muro; es decir, muchas grietas
de eficiencia del refuerzo horizontal en el alma, medido en menores en lugar de una única o muy pocas grietas mayores.
muros reforzados con barras corrugadas y con la cuantía mí- Por tanto, se debe colocar una cantidad mínima de acero
nima de acero estipulada en el reglamento, fue 86%. El factor vertical en el alma. A medida que hw/lw disminuye–es decir, el
de eficiencia medido en muros con malla electrosoldada y muro llega a ser más alargado–se espera que la contribución
con la mitad de la cuantía mínima especificada en ACI 318 relativa de las barras verticales a la resistencia sea mayor en
fue 78%. A partir de las observaciones de los ensayos y los comparación con la del refuerzo horizontal (Fig. 5(b)).
resultados experimentales, se propone la Ec. (3) para calcular
el factor de eficiencia ηh. El factor ηh se considera constante
dentro del intervalo de la cuantía de acero usada en viviendas
de bajo costo. Se proponen dos valores de ηh; el valor más
alto para cuando se utilizan barras corrugadas de acero para
refuerzo en el alma. Cuando se usa malla electrosoldada, con
las características mostradas en la Tabla 2, se requiere un va-
lor más bajo. Los valores propuestos son menores que aquellos
medidos durante los ensayos y se muestran en la Fig. 4(a) con
la etiqueta “Este estudio”. En la Fig. 4(a) también se muestran
los valores medidos para barras corrugadas y malla electrosol-
dada usando etiquetas cuadradas y con forma de diamante,
respectivamente. Los valores de hh se deben usar cuando ρh fyh
≤ 1.25 MPa (0.18 ksi); este límite superior corresponde al valor
más alto de los especímenes ensayados bajo cargas dinámicas
y cuasiestáticas en este programa experimental (Tabla 3).

Resistencia a cortante de muros de concreto reforzado para diseño sísmico de vivienda de baja altura 19
(1980) recomendaron proporcionar cuantías de refuerzo en el
alma similares en ambas direcciones. Se propuso una relación
de 1:0.67 entre las mayores y menores cuantías de refuerzo
en el alma. Los requisitos para la cuantía de refuerzo vertical
en el alma de acuerdo con Barda et al. (1977), Hernández y
Zermeño (1980), y los resultados medidos durante los ensayos
en mesa vibratoria de muros de baja altura de CR también se
muestran en la Fig. 5(b). Al comparar los resultados medidos
con los requisitos del Capítulo 21, se observan dos problemas
relevantes: (1) la tendencia de los datos no valida el cambio
brusco de ρv en hw/lw = 2, y (2) a medida que hw/lw disminuye,
la eficiencia relativa entre el refuerzo vertical y horizontal (es
decir, εv/εh) aumenta; sin embargo, en todos los casos, la mag-
nitud de la eficiencia relativa es mucho menor que la obtenida
usando el criterio de ACI 318. Con base en las tendencias
observadas y los datos de los experimentos reportados aquí,
se propone la Ec. (5) para calcular la cuantía de refuerzo
vertical en el alma de los muros de CR para vivienda de baja
altura [etiqueta “Este estudio” en Fig. 5(c)]. Se reconoce que
la Ec. (5) proporciona una estimación conservadora para ρv.

(5)

En la Ec. (5), cuando ρmin = 0.0025, y la constante numérica


2 es reemplazada por 2.5, los resultados obtenidos de las
Ecs. (4) y (5) son similares. Además, cuando ρh = ρmin, entonces
ρv = ρmin; de otra manera, ρv disminuye gradualmente con hw/lw
Fig. 5 – Requisitos para refuerzo vertical en el alma: (a) muros ordinarios, (b) muros sismo-resistentes, y (c) hasta una cuantía de refuerzo igual a rmin.
tendencias observadas de los resultados medidos durante los ensayos en mesa vibratoria y modelo propuesto
para diseño sísmico. Contribución del concreto a la resistencia a cortante por
tensión diagonal – La contribución del concreto a la resis-
En el Capítulo 11 de ACI 318-11, aplicable para diseño de tencia a cortante incluye la resistencia por tensión diagonal
muros ordinarios, se requiere refuerzo horizontal y vertical en el del muro. Típicamente, dicha resistencia se calcula de la raíz
alma. Para restringir efectivamente las grietas inclinadas, este cuadrada de la resistencia del concreto. En la Ec. (2), α1 es
refuerzo debe estar uniformemente distribuido en el alma. Ade- una constante que modifica la raíz cuadrada de la resisten-
más, la cuantía de refuerzo vertical en el alma no deberá ser cia especificada a compresión del concreto. Este coeficiente
menor que la calculada utilizando la Ec. (4). Las cuantías cal- depende principalmente de la geometría del muro y las con-
culadas para el refuerzo vertical usando la Ec. (4) se muestran diciones de borde (es decir, el cociente M/Vlw), así como del
en la Fig. 5(a) para diferentes valores del refuerzo horizontal esfuerzo vertical axial que actúa sobre la sección transversal
expresado como fracción de la cuantía mínima ((ρh = X ρmin; del muro (σv). Es ampliamente aceptado el hecho de que la re-
donde X = 1, 1.5, 2, 2.5, 3 y 4). sistencia a cortante de muros robustos (cocientes M/Vlw bajos)
es mayor que la de los muros esbeltos con propiedades de los
materiales similares. Recientemente se ha propuesto que la re-
(4)
sistencia a cortante por tensión diagonal también dependa de
la ductilidad o de la deriva del muro (Leiva y Montaño, 2001;
Sánchez y Alcocer, 2010). Como se indicó, el modelo aquí
Para diseño sísmico de muros especiales, el Capítulo 21 de
propuesto es aplicable a derivas asociadas con la resistencia
ACI 318 especifica que para muros con hw/lw < 2, la cuantía
pico.
de refuerzo vertical en el alma (ρv) no debe ser menor que la
cuantía de refuerzo horizontal en el alma (ρh). También indica
Análisis basados en elementos finitos indicaron que el es-
que no es necesario proporcionar una cuantía ρv más alta que
fuerzo vertical axial promedio para cargas de servicio de los
la cuantía ρh requerida por la fuerza cortante de diseño (Fig.
muros de primer piso es igual a 0.25 MPa (36.3 psi). Bajo
5(b)). Para prevenir una falla rápida por cortante después de
acciones sísmicas reales, las aceleraciones verticales y/o el
la fluencia del refuerzo en el alma, Hernández y Zermeño
acoplamiento entre muros pueden aumentar o disminuir dicho

20
esfuerzo. Una reducción en el esfuerzo de compresión axial,
o más aún, si se genera esfuerzo de tensión axial, provocará
una disminución en la resistencia a cortante. Evidentemente,
este efecto no se observó durante los ensayos cuasiestáticos
porque no había ninguna fuerza inercial desarrollada y, por
tanto, el esfuerzo vertical axial siempre contribuyó a la resis-
tencia a cortante del muro. Debido a la limitada información
disponible, se siguió un enfoque conservador, pero sencillo.
Se supuso que la contribución del esfuerzo vertical axial a la
resistencia a cortante era poco importante, por lo que σv se fijó
igual a cero. Esta hipótesis, aunque conservadora para zonas
de amenaza sísmica media y baja, se considera razonable
para estas estructuras tipo caja ubicadas en zonas de amena-
za sísmica alta, donde las aceleraciones verticales pueden ser Fig. 6 – Contribución del concreto a la resistencia pico a cortante medida durante los ensayos cíclicos: (a) modo
cercanas o superiores a 1 g (9.81 m/s2). de falla por tensión diagonal, (b) modo de falla por compresión diagonal (Nota: 1 MPa = 145 psi).

Para estimar el coeficiente α1 a partir de los resultados medi- La estimación de la contribución del concreto obtenida de
dos, se calculó el cociente υc /√fc para los especímenes ensa- los ensayos puede ser comparada con la obtenida a partir de
yados bajo regímenes de carga en mesa vibratoria y cuasies- modelos propuestos en la literatura. En Flores et al. (2007), la
tática cíclica-reversible. Se incluyeron solo los muros sólidos contribución del concreto es independiente de hw/lw. Para este
donde ocurrió un modo de falla por tensión diagonal (TD) o caso, la contribución calculada del concreto fue conservadora
modo de falla mixto (TD-CD) (Tabla 3). Los muros con aberturas en la mayoría de los especímenes (es decir, la contribución
no fueron incluidos porque ellos no pueden ser asociados a un predicha fue menor o igual que la contribución estimada del
único cociente M/Vlw. La contribución del concreto a la resis- concreto). En cambio, la contribución del concreto calculada
tencia a cortante por tensión diagonal fue estimada usando la usando ACI 318, Capítulo 21, fué mayor que la contribu-
Ec. (6). ción derivada de los resultados ensayos de muros con M/Vlw
< 1.5, lo que indica que las predicciones de ACI 318 son
poco conservadoras para diseño sísmico de muros bajos para
(6) vivienda de bajo costo. En el modelo propuesto por Sánchez
y Alcocer (2010), la contribución predicha fue siempre mayor
donde Vmax es la fuerza cortante pico medida durante los en- que la contribución medida. En el modelo propuesto por Gulec
sayos y Vs es la contribución del refuerzo horizontal a cortante y Whittaker (2009) se encontró que la contribución predicha
en el alma calculada usando el factor de eficiencia definido en es conservadora para muros con M/Vlw ≈ 0.5; sin embargo, se
la Ec. (3). En los cálculos se usaron las dimensiones medidas puede argumentar que fue bastante conservadora para muros
de los muros construidos y las propiedades mecánicas medi- con M/Vlw > 0.75. A partir de los resultados experimentales,
das de los materiales (Tabla 3). La contribución del concreto se propone la Ec. (7) para estimar α1 (“Este estudio” en Fig.
estimada por la Ec. (6) para los especímenes ensayados se 6(a)).
muestra en la Fig. 6(a). La línea etiquetada como “Este estudio”
es el mejor ajuste de los puntos calculados. En la Fig. 6(a)
también se muestran otros modelos propuestos. (MPa) (7)

Se encontró que la Ec. (7) es aplicable a todos los tipos de


concreto ensayados. Debido a que la Ec. (7) se derivó usando
los datos de los experimentos en mesa vibratoria, también se
incluyen los efectos de la velocidad de aplicación de carga,
la fatiga de bajo número de ciclos, y el efecto dinámico del
esfuerzo vertical axial sobre la resistencia a cortante del muro.

Límite superior para resistencia a cortante de diseño –


Los muros de CR sometidos a grandes demandas de cortante
plástico pueden exhibir un modo de falla caracterizado por
aplastamiento y desprendimiento del concreto en el alma. Este
modo de falla puede ocurrir después de la fluencia del refuer-
zo en el alma, de manera que un comportamiento mixto de
tensión y compresión diagonal puede ocurrir. Además, una fa-
lla por compresión puede ocurrir sin plastificación significativa
del acero en el alma. Este es particularmente el caso cuando

Resistencia a cortante de muros de concreto reforzado para diseño sísmico de vivienda de baja altura 21
se utiliza concreto de baja resistencia y/o grandes cuantías COMPARACIÓN DE PREDICCIONES CON
de acero. Las fallas por compresión diagonal se caracterizan RESULTADOS EXPERIMENTALES
por un deterioro repentino y rápido de resistencia y rigidez,
así como por un estrangulamiento pronunciado de la respuesta Para evaluar la idoneidad de las metodologías disponibles y
histerética. Entonces, es recomendable evitar este tipo de falla, las ecuaciones del modelo propuesto para estimar la resistencia
y por tanto, limitar la magnitud del esfuerzo cortante plástico. pico a cortante de muros de CR para viviendas de bajo costo,
En la Ec. (2), el factor α2 es fundamental para establecer dicho se calcularon los cocientes entre fuerzas cortantes predichas y
límite superior. De modo similar a α1, el factor α2 se derivó de medidas (Vp/Vm). La evaluación incluyó las ecuaciones disponi-
los resultados medidos; es decir, el cociente υmax/√fc se deri- bles que son aplicables para diseño de muros para viviendas
vó de los resultados de los especímenes ensayados en mesa de baja altura con las características discutidas anteriormente.
vibratoria y bajo cargas cuasiestáticas cíclico-reversibles. Se Los datos experimentales fueron tomados de las series de en-
incluyeron solo los muros sólidos donde ocurrió modo de falla sayos en mesa vibratoria y cuasiestáticos cíclico-reversibles. En
por compresión diagonal (CD) o modo de falla mixto (CD- todos los casos, se utilizaron las dimensiones medidas de los
TD y CD-DZ) (Tabla 3). La máxima contribución del concreto muros construidos y las propiedades mecánicas medidas en
requerida para evitar falla por compresión diagonal de muros los materiales, para calcular las resistencias nominales a cor-
con cuantía de refuerzo en el alma menor o igual a 0.25%, se tante; es decir, se tomaron factores de reducción de resistencia
calculó utilizando la Ec. (8). igual a 1.0. La predicción de resistencia pico a cortante se
asoció al modo de falla observado durante el ensayo. Para
muros donde se observó un modo de falla mixto, la resistencia
(8) pico a cortante predicha corresponde al valor más bajo de las
resistencias pico a cortante predichas para tensión diagonal
y compresión diagonal. Los resultados de los cocientes Vp /Vm
El factor calculado α2 se presenta en la Fig. 6(b). La línea de también se presentan en la Tabla 4. Cuando el cociente Vp /Vm
mejor ajuste de los resultados estimados mostró esencialmente es menor que 1.0, la predicción es conservadora.
pendiente nula. Dado que uno de los objetivos del modelo de
resistencia a cortante propuesto fue la sencillez, se seleccionó Para entender mejor la idoneidad del modelo propuesto,
un valor fijo del factor α2 (línea con etiqueta “Este estudio” en se realizó un análisis estadístico de los cocientes Vp /Vm; se
Fig. 6(b)). En esta gráfica también se muestran otros modelos. calcularon el promedio, desviación estándar, coeficiente de
A partir de una comparación de los datos experimentales con variación (CV), valores extremos y sobre-predicciones (Sp). Las
los valores predichos, es evidente que los modelos disponibles sobre-predicciones fueron obtenidas como el cociente (en por-
tienden a sobrestimar la resistencia a compresión diagonal de centaje) entre el número de datos donde el cociente Vp /Vm fue
muros de CR para vivienda típica de bajo costo. Este es parti- mayor que 1.05 y el número total de datos. Una holgura igual
cularmente el caso de ACI 318; sin embargo tal hallazgo ya al 5% fue incluida para calcular Sp. Para facilitar la visualiza-
fue reportado en la literatura. De hecho, Oesterle et al. (1984) ción del análisis estadístico, se utilizaron diagramas modifica-
encontraron que el límite de ACI 318 no excluye el aplasta- dos de caja y bigotes (box and whisker charts en inglés) (Fig.
miento del concreto como un posible modo de falla de muros 7). Se muestra el valor medio (círculo relleno), la desviación
sometidos a bajos esfuerzos axiales y grandes deformaciones estándar (la altura total de la caja representa dos veces la des-
inelásticas causadas por reversiones de carga. Oesterle et al. viación estándar) y los valores extremos (línea horizontal corta).
(1984) argumentaron que, de acuerdo con la teoría de plasti- Las sobre-predicciones también son incluidas en la gráfica.
cidad, la resistencia a compresión del concreto disminuye en
función de las deformaciones del concreto perpendiculares al
campo principal de compresión (Nielsen et al., 1978). Tam-
bién se debe reconocer que el límite de ACI 318 fué calibrado
a partir de ensayos de muros construidos con concreto con
resistencias a compresión y cuantías de refuerzo en el alma
mayores que las utilizadas en este estudio. Con base en las
tendencias observadas de los resultados experimentales, se
propone la Ec. (9) para estimar α2 (“Este estudio” en Fig. 6(b)).

(MPa) (9)

De modo similar a ACI 318, el límite de la contribución del


concreto a la resistencia a cortante por compresión diagonal
es independiente de M/Vlw. Tal como el factor α1, el tipo de
concreto no tuvo un efecto significativo sobre α2. En la Ec. (9)
también se incluyen los efectos de la velocidad de aplicación
de carga, la fatiga de bajo número de ciclos, y las acciones
dinámicas sobre la respuesta. Fig. 7 – Evaluación de la predicción de las ecuaciones de diseño disponibles y propuestas.

22
Para calificar la precisión de los modelos utilizados para RESULTADOS Y DISCUSIÓN
predecir las resistencias a cortante, es importante definir las Resumen de las ecuaciones de resistencia a
características con que un modelo robusto debe cumplir. En cortante propuestas
primer lugar, el valor medio del cociente Vp /Vm debe ser igual
Se ha propuesto un conjunto de ecuaciones semi-empíricas
a 1.0, o menor que 1.0, pero no muy lejano. La variación;
de resistencia a cortante (Ecs. (2), (3), (5), (7) y (9)) para el
es decir, la altura de las cajas, debe ser pequeña; un valor
diseño de viviendas de baja altura. Las ecuaciones fueron ca-
típico supuesto fue 20% o menos. Los valores extremos deben
libradas a partir de ensayos que incluyeron características de
ser muy pocos y estar tan cerca como sea posible de los ex-
los muros típicos de vivienda de baja altura en Latinoamérica.
tremos de las cajas de variación. Finalmente, el porcentaje de
Las variables de diseño más importantes incluidas en las ecua-
las sobre-predicciones debe ser comparable a la variación de
ciones son el cociente M/Vlw , fc’, Aw , ρh , fyh , la eficiencia del
los resultados. Como se muestra en la Fig. 7, las resistencias
refuerzo horizontal en el alma, y el tipo de refuerzo en el alma
pico a cortante calculadas usando los modelos disponibles en
(barras corrugadas y malla electrosoldada).
la literatura muestran una correlación muy pobre con las resis-
tencias medidas durante los ensayos. En efecto, los valores
Limitaciones de las ecuaciones de resistencia a
medios son mayores (y en varios casos, mucho mayores) que
cortante propuestas
1.0, la variación es grande (ver los casos para los Capítulos
11 y 21 de ACI 318, por ejemplo), los valores extremos están Las ecuaciones son aplicables a muros con las característi-
demasiado distantes del valor medio (ver los resultados asocia- cas encontradas en viviendas de concreto de uno y dos pisos.
dos al Capítulo 21 de ACI 318), y el nivel de sobre-predicción Las ecuaciones propuestas predicen mejor la resistencia pico
es alta (ver los resultados asociados al modelo de Sánchez y a cortante de muros con cocientes M/Vlw menores o iguales
Alcocer, 2010). A partir del análisis de los resultados presen- a 2.0, sección transversal prismática, respuesta gobernada
tados en la Fig. 7, se presentan las siguientes observaciones: por deformaciones de cortante, resistencia a compresión del
concreto que varía entre 15 y 25 MPa (2175 y 2900 psi),
1. La predicción de resistencia pico es conservadora cuan- esfuerzo axial menor que 0.03 fc’, cuantía de refuerzo en el
do se usa el modelo de cortante propuesto en este artículo (es alma menor o igual a 0.25%, refuerzo en el alma del muro con
decir, Ecs. (2), (3), (5), (7) y (9)). barras corrugadas o malla electrosoldada, y con las mismas
2. Las predicciones basadas en los modelos de Flores et al. cuantías de refuerzo horizontal y vertical en el alma.
(2007), y Gulec y Whittaker (2009) también son conservado-
ras. Sin embargo, para el modelo de Flores et al., el cociente Alcance y evaluación de las ecuaciones
Vp/Vm fue menor (mayor subestimación) y el CV fue mayor que propuestas
los obtenidos a partir del modelo aquí propuesto. El conjunto de ecuaciones de resistencia a cortante propues-
3. De manera similar a los resultados reportados por Gu- tas ha sido desarrollado para ser incluido en reglamentos de
lec y Whittaker (2009), la estimación de la resistencia pico diseño y en guías de evaluación. Las variables consideradas
a cortante de muro usando las ecuaciones del Capítulo 11 en el programa de ensayo fueron obtenidas del diseño y la
de ACI 318 fue mucho mejor que la estimación usando las práctica de construcción de vivienda de baja altura de concre-
ecuaciones del Capítulo 21. Sin embargo, en ambos casos, to en Latinoamérica. También fueron tomadas en cuenta otras
las sobre-predicciones de la resistencia pico a cortante son características encontradas en vivienda de baja altura, tales
notablemente altas. como concretos de peso normal (19 ≤ γ ≤ 21 kN/m3), peso li-
4. Las ecuaciones de Sánchez y Alcocer (2010) conducen a gero (15 ≤ γ ≤ 19 kN/m3 y autocompactable (19 ≤ γ ≤ 21 kN/
una estimación de resistencia pico a cortante del muro similar m3), y muros con aberturas (puerta y ventana). Las ecuaciones
a la del Capítulo 21 de ACI 318. propuestas fueron calibradas con base en los resultados obser-
vados en los ensayos dinámicos y cuasiestáticos. Los ensayos
en mesa vibratoria incluyen efectos dinámicos observados en
estructuras reales sometidas a cargas sísmicas reales, en otras
palabras, efectos de la velocidad de aplicación de carga,
fatiga de bajo número de ciclos y parámetros acumulados (Ca-
rrillo y Alcocer, 2013).

El análisis estadístico de los cocientes de resistencia a cor-


tante predicha y medida, Vp/Vm, proporcionó evidencia clara
que las ecuaciones propuestas conducen a predecir resisten-
cias pico a cortante que son muy similares a las medidas.
El análisis estadístico también demostró que la dispersión fue
menor que la observada cuando se utilizan otras ecuaciones
disponibles en la literatura.

Resistencia a cortante de muros de concreto reforzado para diseño sísmico de vivienda de baja altura 23
CONCLUSIONES REFERENCIAS

Basados en los resultados de los ensayos, se obtienen las ACI, Comité 318, 2011, “Requisitos de Reglamento para Concreto
siguientes conclusiones: Estructural (ACI-318S-11) y Comentario,” American Concrete Institu-
te, Farmington Hills, MI.
ASCE, 2005, “Seismic Design Criteria for Structures, Systems, and
1. Se desarrolló un conjunto de ecuaciones semi-empíricas
Components in Nuclear Facilities (ASCE-43),” American Society of
para estimar la resistencia a cortante de muros de CR para Civil Engineers, Reston, VA, Canada.
construcción de baja altura. Estas ecuaciones están basadas Barda, F.; Hanson, J.; y Corley, W., 1977, “Shear Strength of Low-
en un número limitado de datos, pero en la ausencia de más Rise Walls with Boundary Elements,” Reinforced Concrete Structures
datos, estas ecuaciones son un indicativo del desempeño de in Seismic Zones, SP-53, American Concrete Institute, Farmington
muros similares a los ensayados y estudiados en el programa Hills, MI, pp. 149-202.
de investigación que aquí se presenta. Las ecuaciones pro- Benjamin, J., y Williams, H., 1957, “The Behavior of One-story
puestas se pueden mejorar cuando se disponga de más datos. Reinforced Concrete Shear Walls,” Structural Division - ASCE, V. 83,
El formato de las ecuaciones es similar al aceptado en la ma- No. ST3, pp. 1-49.
Carrillo, J.; y Alcocer, S., 2013, “Experimental Investigation on
yoría de los reglamentos de diseño. Las ecuaciones compren-
Dynamic and Quasi-Static Behavior of Low-Rise Reinforced Concrete
den las contribuciones del concreto y el acero en el alma a la Walls,” Earthquake Engineering and Structural Dynamics, V. 42, pp.
resistencia. Se estableció un límite en la demanda de cortante 635-652.
plástico para evitar la falla por compresión diagonal. Carrillo, J.; y Alcocer, S., 2012, “Seismic Performance of Concrete
2. La contribución del concreto a la resistencia a cortante Walls for Housing Subjected to Shaking Table Excitations,” Enginee-
corresponde a la resistencia del muro por tensión diagonal. El ring Structures, V. 41, pp. 98-107.
término de la resistencia por tensión diagonal depende de la Flores L., Alcocer S., Carrillo J., Sánchez A., Uribe R. y Ponce
resistencia del concreto y del cociente M/Vlw. El factor α1 que A. (2007). “Ensaye de muros de concreto con diferente relación de
multiplica √fc en la ecuación del esfuerzo cortante, fue calibra- aspecto y bajas cuantías de refuerzo, para uso en vivienda,” XVI Con-
greso Nacional de Ingeniería Sísmica, Ixtapa-Zihuatanejo, Guerrero,
do a partir de los resultados de ensayo.
México, Tema XI, Artículo 2.
3. Se encontró que la contribución del acero en el alma a Gulec, C., y Whittaker, A., 2009, “Performance-based Assessment
la resistencia es dependiente de la eficiencia del refuerzo ho- and Design of Squat Reinforced Concrete Shear Walls,” Reporte No.
rizontal. Se propuso un factor de eficiencia como una medida MCEER-09-0010, Multidisciplinary Center for Earthquake Enginee-
de la cantidad de fluencia del refuerzo horizontal a cortante en ring Research, Buffalo, NY, 291 pp.
el alma. El factor de eficiencia depende del tipo de refuerzo Hernández, O., y Zermeño, M., 1980, “Strength and Behavior of
usado; se propone un factor de eficiencia de 0.8 para barras Structural Walls with Shear Failure,” Proceedings, 7th World Confe-
corrugadas y 0.7 para malla electrosoldada. rence on Earthquake Engineering, V.4, pp. 121-124.
4. Idealmente, la resistencia de diseño del muro debe ser Hidalgo, P.; Ledezma, C; y Jordán, R., 2002, “Seismic Behavior of
Squat Reinforced Concrete Walls,” Earthquake Spectra, V. 18, No. 2,
controlada por la resistencia por tensión diagonal del concreto
pp. 287-308.
más la contribución del acero de refuerzo en el alma. Por tan- Leiva, G., y Montaño, E., 2001, “Resistencia al Corte de Muros de
to, la magnitud de la demanda de cortante plástico debe tener Hormigón Armado,” Ingeniería Sísmica, No. 64, pp. 1-18.
un valor máximo. Un factor numérico α2 fue calibrado a partir Nielsen, M.; Braestrup, M.; y Bach, F., 1978, artículo P15/78, “Ra-
de los resultados de ensayo para establecer dicho límite. Se tional Analysis of Shear in Reinforced Concrete Beams,” Proceedings,
encontró que ese factor es constante e independiente de otras IABSE Conference, Zurich, Switzerland, 16 pp.
variables; se propuso un valor de 0.4 para α2. NTC-M, 2004, “Normas Técnicas Complementarias para Diseño
y Construcción de Estructuras de Mampostería,” Gaceta Oficial del
Distrito Federal, México, 48 pp.
Oesterle, R.; Aristizabal-Ochoa, J; Shiu, K; y Corley, W., 1984,
AGRADECIMIENTOS “Web Crushing of Reinforced Concrete Structural Walls,” ACI Structu-
ral Journal, V. 81, No. 3, pp. 231-241.
Los autores desean expresar su gratitud y aprecio sincero al Sánchez A. (2010). “Comportamiento Sísmico de Viviendas
Grupo CEMEX por financiar este trabajo de investigación, y al Construidas con Muros de Concreto,” Informe Técnico, Instituto de
personal y estudiantes del Laboratorio de la Mesa Vibratoria Ingeniería, UNAM, México, D.F., 485 pp.
del Instituto de Ingeniería de la UNAM por su gran apoyo Sánchez, A., y Alcocer, S., 2010, “Shear Strength of Squat Reinfor-
durante los ensayos. Los puntos de vista presentados en este ced Concrete Walls Subjected to Earthquake Loading – Trends and
artículo son exclusivamente de los autores y no necesariamente Models,” Engineering Structures, V. 32, No. 8, pp. 2466-2476.
reflejan el punto de vista del patrocinador. Wood, S., 1990, “Shear Strength of Low-Rise Reinforced Concrete
Walls,” ACI Structural Journal, V. 87, No. 1, pp. 99-107.

24

View publication stats

You might also like