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Estado del arte

La fibromialgia “es una condición de dolor musculoesquelético crónico de etiología


desconocida, caracterizada por dolor generalizado acompañado de fatiga, incapacidad
funcional, alteraciones del sueño y trastornos afectivos”. (Molinari, G. et al. 2018, p. 424).
la etiología de la fibromialgia es diversa, no entrando en nosologías. Por esta razón es
llamada síndrome y no enfermedad. De la misma manera, tras sus múltiples
causalidades, se piensa también, en sus variados tratamientos.
La fibromialgia, es un síndrome de etiología desconocida que afecta de manera
significativa a una gran cantidad de personas en la actualidad, particularmente a mujeres.
Según datos extraídos del MINSAL (2016) la Fibromialgia afecta al 2-5% de la población
mundial y suele aparecer entre los 30-50 años y se diagnostica unas nueve veces más
en mujeres que en hombres. En Chile, aunque no existen estudios epidemiológicos, se
calcula que podrían estar afectados entre el 1% y el 2% de la población chilena y que
sería más frecuente en mujeres que en hombres, pudiendo manifestarse a cualquier
edad, incluso en niños y adolescentes. Las consultas particulares de reumatología por
Fibromialgia llegan a 26,75%. Según registros internos de la Corporación de Fibromialgia
de Chile, los casos inscritos entre el año 2000 y septiembre del año 2014 alcanzan un
total de 6.559 según la siguiente distribución por rango etario: 6.284 casos entre los 35
y 55 años de edad (5.795 mujeres y 489 hombres), 23 niños y niñas entre los 9 y 12
años, 52 adolescentes entre 14 y 21 años y 200 adultos jóvenes entre 22 y 34 años. Del
total de inscritos en la organización 956 son de regiones distintas a la región
Metropolitana (14.57%).
La etiología de este síndrome sigue siendo desconocida. No obstante, se han identificado
diferentes factores que se asocian al riesgo de padecer este síndrome, siendo los
principales: El sexo, ya que la gran mayoría de las personas con Fibromialgia son
mujeres, en una proporción aproximada de 9 mujeres por cada hombre; la agregación
familiar, se sugiere que puede existir algún componente genético con un mayor grado de
anomalías alélicas en genes que codifican receptores de serotonina, detectandose una
mayor frecuencia de la misma entre los familiares de primer grado; la presencia de otros
síndromes de dolor regional crónico como la cefalea crónica, dolor pélvico, colon irritable,
etc. favoreciendo la aparición de la patología; y por último la presencia de estrés
emocional significativo: el estudio de Raphael y cols realizado sobre una muestra de
11.904 personas, detectó que el riesgo de presentar ya que hay una correlación entre
estrés y conflictos afectivos y la aparición del síndrome.
Dentro de la historia clínica de la fibromialgia, se encuentran cuadros clínicos similares
en su sintomatología uno de ellos, la neurastenia, hoy en día llamada fatiga
crónica. Desde 1970 hasta 1980 se conocía como fibrositis hasta que llegó al término
fibromialgia en la actualidad. (Rodriguez de la Serna, 2017).
La cualidad del síndrome y su afectación diversa en distintas áreas del cuerpo influye en
el diario vivir del paciente tanto en su conducta como en su productividad. por lo tanto
los tratamientos psicológicos de esta condición se caracterizan por utilizar técnicas que
afronten la incapacidad. Las terapias psicológicas entonces buscan cómo afrontar el
dolor más que reducirlo. Entre ellas está la psicología positiva que intenta aumentar el
optimismo y el afecto positivo en los procesos de adaptación y autogestión del dolor
crónico.
Las terapias positivas marcan como predominantes para el manejo del dolor, del cómo
convivir con el síndrome y que estos malestares no los intensifiquen con sus
comportamientos o ideas negativas que conducen a catastroficar el dolor. Según un
estudio realizado por los autores para la aplicación de una psicología positiva en los
pacientes de fibromialgia, las personas interesadas y con buenas expectativas sobre el
tratamiento, la intervención les resultaba mejor siendo más efectiva.
En relación con la psicología positiva, dentro de los métodos específicos se pueden
encontrar la imaginería positiva, “tiene efectos sobre las creencias, las emociones y los
comportamientos: puede aumentar la probabilidad percibida de que algo ocurra,
prepararnos mejor para la acción al imaginar antes nuestros comportamientos, y
aumentar el optimismo y expectativas positivas futuras” (Molinari, G. et al. 2018, p. 426).
El objetivo de este método es tener los menores obstáculos posibles para conseguir los
objetivos propios del paciente y poder imaginar el comportamiento óptimo ante cualquier
circunstancia propensa en el síndrome.
En relación con lo anterior, los tratamientos farmacológicos y los no farmacológicos
pueden ayudar contra el malestar, pero su éxito no es garantizado para todos los
pacientes del síndrome. Sin embargo, las terapias más eficaces para combatir el síntoma
de fatiga en particular son los ejercicios constantes y la terapia cognitivo conductual. Este
síntoma es relevante dado que es el que impide la funcionalidad en la vida diaria. Unido
a esto se liga la dificultad de un tratamiento que sea eficaz para la totalidad de los
malestares adyacentes a la fibromialgia debido a la etiología
diversa y a la variabilidad de la sintomatología. Debido a esto, los tratamientos deben ser
individualizados incluso teniendo que ser una opción dentro de un diagnóstico, la división
entre los predominantes con síntomas físicos, y por el otro, con síntomas psicosociales.
A los tipos de tratamientos no farmacológicos se une la biorretroalimentación junto con
la hipnosis y los tratamientos cognitivo-conductuales, que a pesar de que han
demostrado sus beneficios, no cuentan con evidencia científica (Rodríguez de la Serna,
2017). Sus beneficios actúan en la mejora del dolor y la ansiedad.
Respecto a los tratamientos farmacológicos, se encuentra como innovación la
ozonoterapia, que consiste en la aplicación de ozono la cual produce una mejoría en la
oxigenación muscular beneficiando el estrés oxidativo, en donde incluye como objetivos
la mejora de la circulación y oxigenación corrigiendo la isquemia, disminución de los
factores que producen infección local, regular el sistema antioxidante, inducir la liberación
de hormonas y neurotransmisores: serotonina y endorfinas; inducir estados de euforia
sin efectos secundarios, aumentar la cadena respiratoria mitocondrial, entre otras. (Ortiz,
M. 2016).
También dentro de estos tratamientos existe la farmacología de tipo antidepresiva
tricíclicos, que abordan principalmente el dolor y otros síntomas asociados. Se sugieren
esta clase de medicamentos tras la preocupación según el Ministerio de Salud (2015)
chilena en relación con la ausencia laboral y baja productividad que está generando a
nivel país el padecimiento de las sintomatologías del síndrome. Dicho lo anterior, la
Guía Clínica Alemana sugiere los antidepresivos tricíclicos ISRS y IRSN (Inhibidores de
la recaptación de serotonina y noradrenalina) tales como la Amitriptilina la cual ayuda al
dolor crónico, mejoran el sueño, ayuda a controlar síndromes asociados como la vejiga
irritable, reduce la fatiga y da la sensación global de mejoría. La ciclobenzaprima
incluye además su función de relajante muscular, la pregabalina que mejora
globalmente la calidad de vida. Dentro del grupo de IRSN se encuentra la duloxetina,
milnacipram y fluoxtina, la cual la duloxetina funciona en reducir el dolor, mejorar el
estado del ánimo y la capacidad funcional, en conjunto con el milnacipram que ayuda al
dolor y la fatiga y la fluoxtina que agrega en su función la depresión. Los fármacos
especializados en la mejora del sueño y aumento de energía se encuentra el zolpidem
y la melatonina.

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Referencias:

 Molinari, G. et al. (2018). Desarrollo y estudio piloto de una intervencion basada


en imagineria positiva con apoyo online para el tratamiento de la fibromialgia.
Revista Argentina de Clinica Psicológica. XXVII (3)
 Rodriguez de la Serna, A. (2017). Evidencia vs. Experiencia. Actualizaciones en
Fibromialgia. Revista DOLOR. 32
 Ortiz, M., De Barutell, C., Domingo, F. (2016). Ozonoterapia en el tratamiento de
la fibromialgia. Revista DOLOR, 31
 Ministerio de Salud. (2016). Orientacion Tecnica de la Fibromialgia. Santiago:
Minsal.

Relevancia

Sin embargo se supone un tercer nivel de afección: un nivel psíquico, comandado por
elementos inconscientes a los cuales se las ha dificultado la simbolización, tramitación y
el ingreso al sistema consciente, por lo que su forma de manifestación privilegiada sería
en forma de dolor corporal, o sea buscaría su tramitación a través del cuerpo, por lo
tanto... . no contribuye necesariamente a la elaboración simbólica del padecer
sintomático, sino que ….
“Es un método o modo de acceder a la psicopatología del paciente y, como tal, debe
actuar en armonía o complementación con otros métodos o caminos de investigación.
Vale decir, lo psicopatológico trasciende la fenomenología porque la vida psíquica
enferma es una totalidad complejísima y que como tal se expresa de muy diferentes
maneras. Lo cual supone límites muy precisos para la fenomenología que ella no debe
sobrepasar, pero también ha de defenderse de intromisiones foráneas que amenazan
con ignorar o menospreciar su especificidad

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