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PARTES DEL TEATRO INFANTIL

EL ARGUMENTO:
La trama debe ser sencilla, adaptada a la comprensión del niño para que éste
capte fácilmente el contenido y el mensaje de la obra. Se debe preferir hechos y
personajes del mundo circundante, asimilados a las experiencias infantiles,
trasmitido con lenguaje adaptado a la edad.

LOS DECORADOS:
Deben ser sencillos de colores vivos, con armonía y de buen gusto en la elección
de formas y colores. Se deben evitar elementos que distraigan la atención del
nudo de la acción. Se estimula en mayor grado de fantasía del niño cuanto menos
sean los detalles en los decorados. La riqueza escenográfica debe estar dada por la
capacidad artística en cuanto a la mímica, entonación, voz y actitudes del actor. Lo
más importante de la escenografía es que sea funcional, que facilite y acompañe el
movimiento escénico.

EL VESTUARIO:
Es la cubierta del actor.
Los personajes deben tener elementos que los caractericen de acuerdo con su rol.
Con pocos detalles se puede ubicar al niño en la caracterización de cada
personaje, pues él con su imaginación y sus sentimientos, colabora en la
comprensión, completando lo que falta.
La maestra jardinera con elementos (túnicas, capas, gorros con oreja, bigotes,
sombreros, etc.) podrá obtener un hermoso vestuario para su espectáculo, original
y económico a la vez.

LOS PERSONAJES:
Estos pueden ser humanos, animales y fantásticos. Los niños se identifican y
proyectan a través de ellos haciendo propias escenas representadas, por tal motivo
debe cuidarse que los roles estén bien definidos y caracterizados en cuanto
mímica, vestimenta voz y desplazamiento, es preferible la aparición de pocos
personajes para facilitar la compenetración de los niños con los mismos.
LOS RECURSOS:
Los recursos a utilizar son varios, la música es fundamental a esta edad. Los trozos
musicales pueden ejecutarse con instrumentos, cintas grabadas, discos compactos,
para enfatizar secuencias, ambientar, bailar, cantar, como fondo de alguna acción
de suspensos, etc.
Además de acuerdo con el argumento, pueden utilizarse múltiples recursos
sonoros y visuales con el fin de brindar mayor realismo a la acción, tales como
efectos luminosos, sonidos de vientos, sirenas, rugidos, etc.

LA PRESENTACIÓN:
Son varios los elementos que hay que tener en cuenta para conseguir un
espectáculo discreto:
1. Conocimiento del público al que irá dirigido: debe tenerse en cuenta la edad
de los niños; la jardinera tiene la posibilidad de saber como son y como
reaccionan sus niños. Los factores que intervienen en la representación
frente al público son: la magia, la fantasía, lo verdadero, lo simple, lo
honesto, lo sencillo, lo ameno, lo fácil, lo directo, encerrado en ritmo ágil y
alegre, para que el resultado sea el momento de esparcimiento feliz.
2. Lugar: en donde se verificará la representación. Interior o exterior. Los
diferentes enfoques que ello demande.
Tanto en los recintos interiores como exteriores se aconseja que no sean
muy amplios, en caso de serlo se procurará prolongar la escenografía hacia
el público.
3. Todo referente a la obra, suponiendo que el espectáculo lleve implícita una
obra teatral: tipo, estilo, temática, objetivos y duración.

Teatro pedagógico
En cierto sentido, la pedagogía buscaría construir las más consistentes
elaboraciones teóricas y las más refinadas estrategias para “transmitir” a las
nuevas generaciones cómo es el mundo, mientras el arte posibilitaría la
configuración de mundos posibles, de mundos paralelos, de mundos que dialogan
con el primero, con ese mundo “real” o, por lo menos, referencial. La primera, la
pedagogía, buscaría entonces, aludir a lo verdadero; el segundo, a lo verosímil. Por
lo tanto, una relación entre el arte y la pedagogía propiciaría una conversación
singular, ya que sería un diálogo entre lo real y lo posible.
El teatro, como arte, tiene una finalidad estética. Su función última sería, como
planteaba Aristóteles, producir la catarsis (o liberación) de sentimientos y
emociones (1981, p. 34); o bien, como decía Brecht, constituir un espacio para la
diversión consciente (1988, pp. 4-16). Pero, a través de la historia, el teatro ha
albergado también, de manera más o menos explícita, un trasfondo pedagógico, al
ofrecer modelos de cómo deberían ser los comportamientos más adecuados,
advertir sobre las nefastas consecuencias de romper tabúes o interdicciones,
denunciar las injusticias y proclamar la necesidad de construir un mundo mejor o,
inclusive, plantear la inutilidad de toda acción y lenguaje, porque, finalmente, nos
desenvolvemos en el absurdo.
Se olvida con frecuencia que el teatro ha sido utilizado recurrentemente como un
medio eficaz para difundir ideas, defender tesis o aleccionar grupos sociales.
Durante la conquista y colonización de América, por ejemplo, el arte escénico jugó
un papel importante en el adoctrinamiento y evangelización de los indígenas. En
contraparte, las posibilidades didácticas del teatro fueron ampliamente utilizadas
para exponer las ideas socialistas, tanto por Brecht y Piscator, como por el Nuevo
Teatro colombiano y latinoamericano de los años setenta.
Sin embargo –y por encima de estos usos non sancta– lo esencial del arte escénico
es producir universos a partir de la ficción, (que se podría determinar como una
creación de la imaginación), y de la ilusión (que podemos definir, siguiendo a
Mannoni, como un “Ya lo sé, pero aun así”). Sabemos que la obra teatral –que
está hecha de palabras e imágenes– no es “real”, pero aun así nos puede dar
mayor impresión de realidad y, por consiguiente, “atrapar” (como lectores o
espectadores) aún con mayor fuerza o intensidad que los sucesos del mundo real.
El arte se convierte así en una válvula de escape para entrar y salir del mundo real
y, en ese sentido, en un mecanismo que equilibra las tensiones entre el individuo y
la sociedad, entre los sueños y la realidad; entre el día y la noche.
Ejemplo

Teatro vivencial
En el siglo XIX Konstantin Stanislavsky irrumpe en el mundo de la interpretación con una
nueva técnica: la Técnica Vivencial. Con dicha técnica, Stanislavsky investiga, profundiza,
conoce y desarrolla el universo del Naturalismo, una línea interpretativa en la que se
persigue la "verdad" del actor.

Esta forma de interpretar con la Técnica Vivencial es sin duda una de la más completas
para cualquiera de los medios de desarrollo actoral (Teatro y Cine), adaptándose a dichos
medios y a las necesidades del actor. Aporta las herramientas necesarias para un óptimo
resultado interpretativo.

Mediante la Técnica vivencial, el actor vuelca su atención en imágenes internas que lo


llevan a la emoción buscada, permitiendo que éste libere su talento y desarrolle sus
posibilidades creativas desde una interpretación auténtica. Esta corriente interna de
imágenes, alimentadas por supuesto de invenciones, confiere la vida del personaje y para
ello debemos disponer de una verdad aunque sólo sea la verdad de la imaginación.

El teatro vivencial de la vida cotidiana es la confluencia del teatro experimental, las


vivencias de la vida cotidiana del actor llevadas a la escena y luego de dramatizadas en el
escenario, debatirlas con el público, este es el objetivo.

El público es el familiar al que se le presenta el conflicto y la relación vincular.

Metodología: es un grupo operativo dedicado a trabajar las vivencias y luego


representarlas, cuando ya se estableció el texto ya sea drama, comedia, canto o cualquier
forma artística que ha decidido el grupo es el momento de representarla ante el público.

Luego de la actuación el público debatirá el contenido de lo expuesto, en este momento es


la mirada multifamiliar cuando se comienza con el debate.

La Técnica Vivencial

Existen diferentes técnicas para llevarse a cabo el proceso de la actuación pero entre las
más usadas encontramos la vivencial, descubierta por Konstantin Stanislavsky, bien
conocido por sus grandes aportaciones al mundo teatral, siendo maestro de las artes
escénicas modernas que dedicó su vida a este arte y a desarrollar un sistema de
formación dramática, abriendo la primer compañía completamente profesional en Rusia.

Stanilavsky nombró "realismo psicológico" al efecto que logró transmitir y desarrollar en


los actores al entrar al mundo de las emociones del personaje, en el que a través de éste
el espectador podía otorgar credibilidad a los actores que representaban alguna acción
dramática, convirtiéndola en una experiencia verídica, sin teatralidad artificial.

De ahí surge la técnica vivencial, en la que el actor puede representar de forma natural y
convincente cualquier personaje, buscando a través de sus recuerdos y experiencias
vividas la emoción que lo ha de hacer sentir de una u otra forma de acuerdo a la situación
presentada en escena.

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