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Acceso a la tierra

Los territorios rurales atraviesan procesos de envejecimiento y una de las causas


principales es la emigración de los jóvenes a los centros urbanos. Las razones para
dejar el campo y la agricultura son en parte las barreras que enfrentan al insertarse
social y productivamente en sus comunidades y el acceso seguro a la tierra es el
factor clave. Este documento analiza los factores que influyen en las decisiones
estratégicas de los jóvenes rurales en torno a sus proyectos de vida, en base a seis
investigaciones en diferentes países de la región. El informe es resultado del
Concurso de Investigación sobre Jóvenes Rurales y Acceso a la Tierra promovido
por la Corporación PROCASUR y la International Land Coalition - América Latina el
Caribe (ILC - ALC) en el marco de la iniciativa sobre el mismo tema en 2014, el cual
buscaba conocer cómo impacta el acceso a la tierra en las estrategias de vida de
los jóvenes rurales. Se utiliza el enfoque de modos de vida para entender cómo las
estructuras sociales e instituciones influyen en el acceso a activos y por ende en las
decisiones estratégicas de los jóvenes. Se analiza especialmente el acceso y la
tenencia de la tierra como factor determinante y las percepciones juveniles sobre la
vida en las comunidades. El documento permite profundizar en los desafíos de los
jóvenes para desarrollar proyectos de vida en los territorios y cuestionar su presunto
desinterés por permanecer en ellos. Palabras clave: jóvenes rurales - estrategias de
vida – acceso a tierra- estructuras sociales
Uno de los principales desafíos de las estrategias de desarrollo rural en la actualidad
es el relevo generacional. Hoy por primera vez la formación de una nueva
generación de agricultores está perdiendo su naturalidad, ya que no hay seguridad
de que los jóvenes sucedan a sus padres en esta tarea (Dirven, 2003:135). Esta
situación tiene importantes repercusiones en términos de productividad y desarrollo
en los territorios rurales, ya que se está desaprovechando una generación de
jóvenes rurales con mayor educación1 , mejor manejo tecnológico y con mayor
inclinación hacia la innovación. Uno de los factores centrales para que los jóvenes
dejen sus territorios y opten por irse a algún pueblo o ciudad y dedicarse tareas no
agrícolas es la falta de acceso seguro a la tierra, principal factor productivo para
quienes buscan establecer sus modos de vidas en las áreas rurales. Las barreras
que existen para el acceso a la tierra, mantienen a los jóvenes en una situación de
semidependencia como trabajador familiar no remunerado que imposibilita poner en
marcha sus propios proyectos de vida, optando así por estrategias basadas en la
migración para obtener mejores ingresos que les permitan una mayor autonomía. 1
Sin embargo, la brecha en educación con sus pares urbanos es aún relevante. A
modo de ejemplo el porcentaje de jóvenes rurales con nivel secundario en los países
de estudio son: Guatemala, 9,4%; Nicaragua, 16,2%; Perú, 31,2%; Colombia
35,6%; Bolivia y Argentina s/d (Estudio comparativo: Juventudes rurales realidades
y tendencias, Procasur 2013). I. Introducción En sí existe una percepción negativa
hacia al trabajo agrícola, debido a su baja rentabilidad, a los altos costos de
producción, al ser una actividad de alto riesgo y de trabajo físico muy exigente. Si a
esto le agregamos la dificultad para acceder a la tierra y establecerse como
trabajador por cuenta propia, las posibilidades que brinda el sector rural agrícola es
básicamente el trabajo de jornalero, un futuro poco promisorio para esta nueva
generación de jóvenes. Ahora bien, lo que no sabemos es cuántos de los jóvenes
que actualmente trabajan en ocupaciones rurales no agrícolas preferirían trabajar
en la agricultura por cuenta propia, pero no lo pueden hacer a causa de las altas
barreras existentes (Dirven, 2003: 135). Existe una orientación en las políticas
públicas dirigidas a generar empleo rural no agrícola o becas para estudiar en
centros urbanos, sin embargo no apuntan necesariamente a reducir estas barreras.
El acceso, uso y control efectivo de este recurso por parte de los jóvenes es un
factor de empoderamiento y reconocimiento social que resulta fundamental para su
rol dentro de las familias, comunidades y organizaciones. La tierra, al igual que el
trabajo remunerado, es un factor de autonomía para la juventud y les brinda
mayores posibilidades de realizar sus proyectos de vida. El acceso a tierra brinda
seguridad y la posibilidad de diversificar sus estrategias de vida. Sin embargo el
contexto actual sobre la tenencia de la tierra, amenaza cada vez más sus
posibilidades de acceso.

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