Professional Documents
Culture Documents
INTEGRANTES :
1
“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”
I. INTRODUCCION
2
“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”
I. INTRODUCCION
Hoy, todos los usuarios del agua estamos en la encrucijada: Escasez y Deterioro de la calidad de
las fuentes, lo cual es un círculo vicioso pues todo lo que se descargue al entorno
inexorablemente irá al subsuelo, a los ríos o al océano.
En ese sentido, es necesario tener un conocimiento básico del ciclo hidrológico, que determina
el estado actual del recurso hídrico, así como la presión por la demanda del mismo, teniendo en
cuenta su distribución espacial y temporal, que permita establecer lineamientos a seguir para
su protección, y que sirva de base a los usuarios del recurso y planificadores, para considerar su
uso y disponibilidad en proyectos actuales y futuros.
El agua dulce es indispensable para todas las formas de vida, y necesaria en grandes cantidades
para casi todas las actividades humanas. El clima, el agua dulce y los sistemas biofísicos y
socioeconómicos están intrincadamente interconectados, por lo que un cambio en uno de ellos
induce un cambio en otro distinto. El cambio climático antropógeno agrava la presión que están
experimentando ya las naciones ante el problema de la utilización sostenible del agua potable.
Los problemas que habrá que resolver en relación con el agua potable son: exceso de agua,
escasez de agua, y exceso de polución. Cada uno de esos problemas puede ser amplificado por
el cambio climático. Los problemas relacionados con el agua dulce desempeñan un papel crucial
en el conjunto de las vulnerabilidades regionales y sectoriales clave. Por ello, la relación entre el
cambio climático y los recursos de agua dulce suscita una preocupación y un interés de primer
orden.
Hasta la fecha, los problemas relacionados con los recursos hídricos no han sido adecuadamente
abordados en los análisis del cambio climático, ni en la formulación de políticas sobre el clima.
En la mayoría de los casos, no se han tenido en cuenta tampoco adecuadamente los problemas
que plantea el cambio climático en relación con los análisis, la gestión o la formulación de
políticas relativas a los recursos hídricos. Son muchos los dinamizantes no climáticos que afectan
a los recursos de agua dulce en todas las escalas, y en particular a escala mundial (UN, 2003).
Los recursos hídricos, tanto en términos de cantidad como de calidad, están gravemente
afectados por las actividades humanas, en particular: agricultura y cambios de uso del suelo,
construcción y gestión de embalses, emisiones de sustancias poluyentes, y tratamiento de aguas
de desecho. El uso de agua está vinculado principalmente a la evolución de la población, al
consumo alimentario (incluidos los tipos de dieta), a las políticas económicas (incluidas las de
determinación del precio del agua), a la tecnología, al nivel de vida7 y a la valoración de los
ecosistemas de agua dulce por la sociedad. Para evaluar la relación entre el cambio climático y
el agua dulce es necesario considerar cómo afecta y afectará al agua dulce a la evolución de esos
originantes no climáticos.
3
“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”
Es la sucesión de cambios que sufre el agua en la hidrosfera y que obedece a las leyes físicas. El
ciclo no tiene principio ni fin y es un proceso continuo. Es el aspecto mas importante de la
hidrología. De su conocimiento depende la correcta aplicación de las técnicas hidrológicas en la
solución de los problemas de ingeniería hidráulica
Para una mejor compresión de los fenómenos del ciclo hidrológico se asume que este comienza
con la evaporación de las superficies libres de agua que asciende hasta cierta altura de la
atmosfera donde se condensa para formar las nubes, las mismas que darán origen a la
precipitación; una pate de esta cae al océano pero la mayor cantidad cae sobre superficie
terrestre, donde sigue diferentes caminos, una parte es interceptada por la vegetación, otra se
convierte en flujo superficial para formar los ríos y quebradas que van a desembarcar a lagos y
océanos, y otra se infiltra en el suelo donde puede percolar profundamente para recargar el
agua subterránea.
Del análisis del ciclo hidrológico, los científicos han estimado que cerca del 96,5% del agua del
planeta se encuentran en océanos y el 3.5% en la tierra. De esta última parte, el 1.7% se
encuentra en los hielos polares, 1.70% en manantiales y acuíferos y solamente el 0.1% como
agua superficial y agua atmosférica.
El agua en la Tierra, puede ser almacenada en cualquier uno de los reservorios siguientes:
Atmósfera, Océanos, Lagos, Ríos, Suelos, Glaciares, Campos de Nieve, y las Aguas Subterráneas.
El agua en nuestra atmosfera, se mueve desde un depósito o reservorio a otro, a través de los
diferentes procesos entre los cuales tenemos: Evaporación, Condensación, Precipitación,
4
“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”
Los océanos, suministran la mayor parte del agua como producto de la evaporación. De esta
agua evaporada, sólo el 91% es devuelto a las cuencas oceánicas por medio de la precipitación.
El 9% restante se transporta a las zonas continentales donde los factores climatológicos inducen
la formación de la precipitación.
El agua que transita continuamente entre los diferentes depósitos de la atmósfera, genera un
ciclo. Este ciclo, se produce a través de los procesos de evaporación, condensación,
precipitación, sedimentación, la escorrentía, el flujo de la infiltración, la sublimación, la
transpiración, la fusión y las aguas subterráneas.
5
“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”
El ciclo hidrológico puede considerarse como un sistema cuyos componentes en la forma más
simplificada son precipitación, la escorrentía superficial, la evaporación, el flujo subterráneo de
agua y otras partes del ciclo hidrológico de interés. Si aplicamos el concepto al ciclo hidrológico,
es decir, considerándolo como un sistema, este se puede definir como un espacio con sus límites
de frontera que tiene entradas de agua que trabajan dentro de él y produce salidas de agua.
Esquemáticamente se representa así:
2.3.1. PRECIPITACIÓN
Se denomina precipitación, a toda agua meteórica que cae en la superficie de la tierra, tanto en forma líquida
(llovizna, lluvia, etc.) y sólida (nieve, granizo, etc.) y las precipitaciones ocultas (rocío, la helada blanca, etc.).
Ellas son provocadas por un cambio de la temperatura o de la presión. La precipitación
constituye la única entrada principal al sistema hidrológico continental.
6
“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”
- Precipitación Convectiva. Resultan de una subida rápida de las masas del aire en la
atmósfera. Se asocian a los cúmulos y cumulonimbus, desarrollo vertical significativo, y
son generados así por el proceso de Bergeron. La precipitación que resulta de este
proceso es generalmente tempestuosa, de corta duración (menos de una hora), de
intensidad fuerte y de poca extensión espacia.
- Precipitación Orográfica. Como su nombre indica (del griego oros = montaña), este tipo
de precipitación se relaciona con la presencia de una barrera topográfica. La
característica de la precipitación orográfica depende de la altitud, de la pendiente y de
su orientación, pero también de la distancia que separa el origen de la masa del aire
caliente del lugar del levantamiento. En general, presentan una intensidad y una
frecuencia regular.
- Precipitación Frontal o del tipo ciclónico. Se asocian a las superficies de contacto entre
la temperatura de la masa de aire, el gradiente térmico vertical, la humedad y de los
diversos índices del recorrido, que uno nombra Frentes. Los frentes fríos crean
precipitaciones cortas e intensas. Los Frentes calientes generan precipitaciones de larga
duración, pero no muy intensas.
2.3.2. EVAPORACIÓN
Se define como el proceso mediante el cual se convierte el agua líquida en un estado gaseoso.
La evaporación puede ocurrir solamente cuando el agua está disponible. También se requiere
que la humedad de la atmósfera ser menor que la superficie de evaporación (a 100% de
humedad relativa no hay evaporación más).
7
“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”
2.3.3. CONDENSACIÓN
2.3.4. TRANSPIRACIÓN
8
“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”
2.3.5. INTERCEPCIÓN
Es la porción de lluvia que no es infiltrada, interceptada o evaporada y que fluye sobre las
laderas. En realidad, la escorrentía superficial, la infiltración y la humedad del suelo son
interactivas entre sí, por tal motivo se debe tener cuidado en seleccionar el modelo adecuado
para cada caso.
9
“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”
10
“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”
11
“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que clima es el resultado de la interacción de
diversos factores y entre ellos los principales son la atmósfera, la hidrósfera y el Sol.
Ahora tomemos el clima y vamos a analizarlo y veremos como el ciclo del agua afecta al su
funcionamiento. Partiremos de la base que el clima lo podemos dividir en dos
factores: temperatura y precipitación. Vamos a analizar ambos por separado.
12
“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”
A escala hemisférica, no hay una tendencia clara con respecto a las masas terrestres
extratropicales del Hemisferio Sur. Hasta el momento, la atribución de las variaciones de la
precipitación mundial es incierta, puesto que la precipitación está fuertemente influida por las
pautas de variabilidad natural en gran escala.
Si consideramos la precipitación de forma global esta está en equilibrio con la evaporación. Por
lo que, si una aumenta, debemos considerar que la otra también aumenta. Lo que puede ocurrir
es que en ocasiones este equilibrio se altere y ocurran ciclos de sequías.
La criósfera (constituida por la nieve, el hielo y el suelo congelado) almacena en tierra firme
cerca del 75% del agua dulce del planeta. En el sistema climático, tanto la criósfera como su
evolución están vinculados de manera compleja al balance de energía en la superficie, al ciclo
hídrico y a la variación del nivel del mar. Más de la sexta parte de la población mundial vive en
cuencas fluviales alimentadas por glaciares o por el deshielo. En la Figura aparecen
representadas las tendencias de la criósfera, que revelan importantes disminuciones del
almacenamiento de hielo en muchos de sus componentes.
13
“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”
14
“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”
El promedio mundial del nivel del mar ha ido aumentando y, con un alto grado de confianza, la
rapidez de ese aumento se ha incrementado entre mediados del siglo XIX y mediados del siglo
XX. El aumento del nivel del mar podría afectar a las regiones costeras, aunque su atribución no
está todavía clara. El aumento mundial experimentado desde 1975 por los valores extremos del
nivel del agua está relacionado tanto con el aumento medio del nivel del mar como con la
variabilidad climática interdecenal en gran escala.
3.1.4. EVAPOTRANSPIRACION
15
“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”
Según informes la evapotranspiración real aumentó durante la segunda mitad del siglo XX en la
mayoría de las regiones secas de Estados Unidos de América y Rusia, debido a una mayor
disponibilidad de humedad en superficie, vinculada al aumento de la precipitación y a una mayor
demanda de humedad atmosférica por efecto del aumento de temperatura. Basándose en
observaciones de precipitación, temperatura y radiación solar en superficie con cielo despejado,
y en un modelo integral de la superficie terrestre, concluyeron que la evapotranspiración
mundial terrestre se ajusta estrechamente a las variaciones de la precipitación terrestre.
Afectan también a la evapotranspiración real los efectos directos del aumento de CO2
atmosférico sobre la fisiología de las plantas.
Son pocas las regiones que disponen de registros históricos de mediciones in situ del contenido
de humedad del suelo, y en muchos casos su duración es muy corta. Sobre un conjunto de más
de 600 estaciones situadas en una amplia diversidad de climas, advirtieron que el contenido de
humedad del suelo en superficie (el primer metro) exhibía una tendencia creciente a largo plazo
durante los veranos en estaciones con registros más dilatados, ubicadas principalmente en la
antigua Unión Soviética, China, y centro de Estados Unidos de América. Los registros más largos
disponibles, referentes a Ucrania, evidencian aumentos generales de la humedad del suelo en
superficie, aunque menos pronunciados en los últimos decenios.
A escala mundial hay evidencia de la existencia de una pauta, a grandes rasgos coherente, de
variación de la escorrentía anual: algunas regiones experimentarían un aumento de la
escorrentía (por ejemplo, en latitudes altas y en buena parte de Estados Unidos de América),
mientras que otras (partes del África occidental, la Europa meridional y las regiones más
australes de América del Sur) acusarían una disminución. En muchas partes del mundo, las
variaciones interanuales del flujo están también influidas por las pautas climáticas de gran escala
a ellas asociadas; por ejemplo, ENOA, ONA, o PNA.11 En cierto estudio se aventuraba un
aumento de un 4% en la escorrentía total mundial por cada 1ºC de aumento de la temperatura
durante el siglo XX.
16
“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”
El flujo de agua dulce a los océanos modifica la salinidad de éstos y, en consecuencia, la densidad
del agua del mar. Así, los cambios del ciclo hidrológico pueden modificar la circulación oceánica
originada por la densidad (“circulación termohalina”) e influir, por consiguiente, a su vez sobre
el clima. Un ejemplo reseñable de ello es la circulación de renuevo meridional (CRM) en el norte
del Océano Atlántico. Esta circulación produce un impacto importante sobre la temperatura en
superficie, sobre la precipitación y sobre el nivel del mar en regiones circundantes del Atlántico
Norte y más alejadas. Los cambios observados en la salinidad de los océanos durante los últimos
decenios sugieren cambios en el aporte de agua dulce. Casi todos los modelos de circulación
general atmósfera-océano arrojan un debilitamiento de la CRM durante el siglo XXI, pero
ninguno de ellos presenta una transición abrupta a un estado diferente.
Desde las fechas del TIE, se han realizado numerosos estudios sobre las tendencias de los
caudales fluviales durante el siglo XX, desde la escala de cuenca hasta la escala mundial. En
algunos se han detectado tendencias apreciables respecto a ciertos indicadores del caudal
fluvial, y en otros se han evidenciado vínculos estadísticamente significativos con las tendencias
de la temperatura o de la precipitación; sin embargo, no se ha tenido noticia de ninguna
tendencia homogénea a nivel mundial. Son muchos, con todo, los estudios que no han
identificado tendencias o que no han conseguido disociar los efectos de las variaciones de
temperatura y precipitación de los efectos de la intervención humana en las cuencas
hidrográficas (por ejemplo, cambios de uso de la tierra, o construcción de embalses). En algunas
regiones, la variación interanual del caudal fluvial está también muy influida por las pautas de la
circulación atmosférica y otros sistemas de variabilidad que operan a escalas decenales y
multidecenales.
17
“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”
Durante los últimos decenios se ha podido observar un calentamiento de los lagos y ríos
vinculado al clima. En consecuencia, los ecosistemas de agua dulce han experimentado cambios
que se manifiestan en términos de proporción relativa de sus especies, abundancia de
organismos, productividad, y desplazamientos fenológicos (en particular, una migración más
temprana de sus peces). Debido al calentamiento, numerosos lagos han experimentado también
una estratificación prolongada, con disminuciones de la concentración de nutrientes en su capa
superficial y un agotamiento prolongado del oxígeno en capas más profundas. Debido a la
presencia de importantes impactos antropógenos no relacionados con el cambio climático, no
hay evidencia de tendencias coherentes relacionadas con el clima en otros parámetros de
calidad del agua (por ejemplo, salinidad, patógenos o nutrientes) en lagos, ríos o aguas
subterráneas.
Crecidas
Los procesos de crecida están influidos por diversos procesos climáticos y no climáticos que
originan crecidas fluviales, crecidas repentinas, inundaciones urbanas, inundaciones de la red
de alcantarillado, crecidas por desbordamiento de lagos glaciales y crecidas costeras. Son
procesos causantes de crecidas la precipitación intensa y/o prolongada, el deshielo de nieve, la
rotura de presas, o la menor capacidad de transporte por la presencia de obstáculos de hielo,
por deslizamientos de tierra o a causa de crecidas ocasionadas por tormentas. Las crecidas
dependen de la intensidad, volumen, fechas, fase (lluvia o nieve) de la precipitación, así como
del estado previo de los ríos y de sus cuencas de drenaje (por ejemplo, presencia de nieve y
hielo, carácter y estado del suelo (helado o no, saturado o no), de la humedad, de la tasa y fechas
del deshielo de la nieve o del hielo, de la urbanización, y de la existencia de diques, presas o
embalses.
En los últimos diez años (1996-2005) se ha duplicado en todo el mundo el número de grandes
crecidas catastróficas por decenio respecto del acaecido entre 1950 y 1980, mientras que sus
pérdidas económicas se han multiplicado por cinco. En la tendencia creciente de los daños
causados por crecidas han predominado los factores socioeconómicos, como el crecimiento
económico, el aumento de población y de riqueza concentrados en áreas vulnerables, y los
cambios de uso del suelo. El desastre natural más frecuente en numerosas regiones han sido las
crecidas, que han afectado en promedio a 140 millones de personas cada año.
Los daños producidos por las crecidas han aumentado más rápidamente que la población o que
el crecimiento económico, por lo que habrá que tener en cuenta otros factores, entre ellos el
cambio climático (Mills, 2005). La evidencia observacional apunta claramente a una aceleración
continua del ciclo hídrico. La frecuencia de los episodios de precipitación intensa ha aumentado,
lo cual concuerda con el calentamiento y con los aumentos observados del vapor de agua
atmosférico.
Sequías
18
“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”
La disminución de la precipitación sobre tierra firme y el aumento de las temperaturas, que han
incrementado la evapotranspiración y reducido la humedad del suelo, son factores importantes
que han contribuido a la aparición de sequías en un mayor número de regiones.
Los gestores de recursos hídricos han hecho frente a una demanda de recursos hídricos variable.
Hasta la fecha, han supuesto por lo general que la base de recursos naturales es razonablemente
constante a medio plazo y que, por ello, la experiencia hidrológica pasada constituye una buena
indicación de las condiciones futuras. El cambio climático pone en tela de juicio estos supuestos
convencionales, y podría alterar la fiabilidad de los sistemas de gestión hídrica. Las respuestas
de los gestores al cambio climático abarcan el desarrollo de nuevas metodologías de evaluación
y diseño de sistemas, así como métodos no estructurales basados en mecanismos.
19
“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”
climático, pueden reducir las repercusiones de ese cambio. Este tipo de adaptación está muy
extendido en el sector hídrico, aunque con diversos grados de efectividad en la lucha contra el
cambio climático. En América Latina se han implantado algunas prácticas de adaptación
autónoma, entre ellas la gestión de transvases entre cuencas y la optimización del uso de agua.
En África, las comunidades y los agricultores locales han desarrollados esquemas de adaptación
para prever las lluvias, utilizando la experiencia acumulada. Los agricultores del Sahel utilizan
también sistemas tradicionales de recuperación de agua para complementar el riego.
Se hará necesaria una adaptación a los cambios de disponibilidad y calidad del agua, no sólo
desde los organismos de gestión del agua, sino también desde los propios usuarios de los
recursos hídricos. Éstos abarcarán la industria, los agricultores (particularmente los de regadío)
y los consumidores. Pero, aunque se ha acumulado mucha experiencia en la adaptación a los
cambios de la demanda y de la legislación, no es mucho lo que se sabe sobre la manera en que
esas organizaciones e individuos conseguirán adaptarse a la evolución del clima.
La gestión integrada de los recursos hídricos debería ser un instrumento para explorar medidas
de adaptación al cambio climático, pero, por el momento, se encuentra en sus comienzos.
Algunas estrategias eficaces de gestión integrada del agua consisten en: averiguar los puntos de
vista de la sociedad, reformular los procesos de planificación, coordinar la gestión de la tierra y
de los recursos hídricos, reconocer los vínculos entre la cantidad y la calidad del agua, hacer un
uso conjunto de las aguas superficiales y subterráneas, proteger y restaurar los sistemas
naturales, y tener presente el cambio climático. Además, las estrategias integradas consideran
de forma explícita los obstáculos al flujo de información. No siempre es necesario un
planteamiento totalmente integrado, sino que el grado de integración adecuado dependerá de
hasta qué punto facilita la actuación efectiva en respuesta a necesidades específicas. En
particular, un planteamiento integrado de la gestión del agua podría contribuir a resolver
conflictos entre usuarios que compiten por ella. En diversos lugares del oeste de Estados Unidos,
los gestores hídricos y diversos grupos de interés han estado experimentando métodos para
promover una toma de decisiones basada en el consenso. Estas actuaciones incluyen iniciativas
locales de acopio de agua e iniciativas estatales o federales para incorporar a las partes
interesadas en los procesos de planificación. Estas iniciativas podrían facilitar las negociaciones
entre grupos de interés en situación de competencia, a fin de lograr una resolución de los
problemas mutuamente satisfactoria que considere una amplia diversidad de factores. En
20
“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”
cuencas de gran tamaño, como la del río Colorado, tales factores abarcan diversas escalas
temporales y espaciales.
21
“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”
SITUACION EN ELPERÚ
Perú dispone de una gran cantidad de recursos hídricos, con 106 cuencas y una disponibilidad
per cápita de 68.321 metros cúbicos (m3) en 2006, muy por encima de la media para
Sudamérica, Además, el Perú concentra el 71% de los glaciares tropicales de los Andes Centrales.
Los Andes dividen al Perú en tres cuencas de drenaje naturales: cuenca del Pacífico (279,689
km2, cuenca del Atlántico 956 751 km2, y cuenca del Lago Titicaca 48,775km2. Según datos de
INRENA, la cuenca seca del Pacífico, con 37,4 km3 disponibles al año, representa el 1,8% de los
recursos hídricos renovable de Perú. Sus 53 ríos, que fluyen hacia el oeste desde los Andes,
suministran la mayor parte del agua estos impactos modifican la tasa de escorrentía superficial
y la recarga de los acuíferos. Las aguas subterráneas son una fuente crítica de agua potable para
casi la mitad de la población mundial, además de suplir necesidades de irrigación en la
agricultura. Por otro lado, éstas son también importantes para el sostenimiento de corrientes,
lagos, humedales y otros ecosistemas asociados.
Sequía meteorológica:
Se dice que se está en sequía meteorológica cuando se produce una escasez continuada de las
precipitaciones. Además, este tipo de sequía también puede implicar temperaturas más altas,
vientos de fuerte intensidad, humedad relativa baja, incremento de la evapotranspiración,
menor cobertura de nubes y mayor insolación; todo ello puede traducirse finalmente en
reducciones en las tasas de infiltración, menor escorrentía, reducción en la percolación profunda
y menor recarga de las aguas subterráneas.
La adaptación mejora las resiliencias de las poblaciones haciéndolas menos vulnerables a las
consecuencias del cambio climático. Entre las medidas prioritarias de adaptación se encuentran
la protección y gestión de los recursos hídricos ya que la escasez de agua afecta directamente a
la seguridad humana y puede generar desestabilización y conflictos. Dentro de la adaptación, la
seguridad hídrica es una de las prioridades marcadas por los países más vulnerables al impacto
del cambio climático, Los tipos de acciones son muy variados y van desde la construcción de
presas a la utilización de energías renovables en las plantas desalinizadoras.
22
“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”
La Autoridad Nacional del Agua (ANA) y el Proyecto para la Adaptación y la Resiliencia (PARA-
Agua) suscribieron un Acuerdo de Entendimiento orientado a apoyar el funcionamiento de los
Consejos de Recursos Hídricos de Cuenca del país. El Acuerdo de Entendimiento reconoce el
interés mutuo de lograr una mejor gestión de los recursos hídricos y apoyar la implementación
de intervenciones de adaptación al cambio climático en cuencas hidrográficas priorizadas del
Perú.
23