You are on page 1of 7

EL DIOS QUE QUERÍA SER PSICÓLOGO

PROLOGO

E: Hola, mi nombre es Erik y me gustaría postularme para ser el psicólogo de su

institución. Sé que hay otros candidatos para el puesto, pero debe saber que no hay punto de

comparación; simples mundanos no están a la altura de una deidad como yo. Aunque

bueno, es comprensible que piensen que tienen oportunidad contra mí, no hace mucho yo

era una simple criatura mortal como ellos, estaba encerrado en un caparazón humano,

cohibido de todo mi esplendor… pero ya no más.

??: Me gustaría saber más sobre usted, ¿por qué dice ser un dios?

E: Me parece bien, le contaré acerca de mí. Al terminar, estoy seguro de que no le cabrá

duda para darme el puesto… Primero que nada, debo decirle que siempre me ha gustado la

psicología, y aunque no pude estudiar la carrera, siempre quise hacerlo; he leído

innumerables libros de teóricos que han intentado explicar el comportamiento humano, por

lo que, con base en dichas teorías, he intentado entender el por qué la gente que ha estado

en mi vida siempre me ha tratado como a un idiota, cuando son ellos los que se comportan

como tal. Los primeros idiotas son mis padres, los cuales creían que podían educarme como

a un perro; los muy ingenuos intentaron aplicarme el conductismo ¿Puede creerlo?

¡Conductismo! Por supuesto que ellos no sabían que así se llamaba lo que estaban

haciendo, pero como sabrá, es la forma de enseñanza que la sociedad ha inculcado en la

mayoría de personas. Creían que les obedecía para evitar los castigos, y de vez en cuando

me ofrecían regalos por “portarme bien”… era indignante, lo que les faltaba era traer una

campana y pretender que me pusiera a salivar. Y bueno, así fue durante toda mi infancia y
parte de la adolescencia; lo que no sabían era que yo aprendía de otra forma, visualizaba el

comportamiento de los demás y eso me bastaba para saber lo que debía hacer o no para

pasar desapercibido, porque ese era mi fin, no ser notado, hacerlos creer que era un niño

“normal” y bien portado. ¿Por qué quería hacer eso? Pues porque tenía la necesidad de que

me dejaran en paz, de no tener que soportarlos con sus sermones baratos, ya que esto me

desequilibraba y me irritaba en sobremanera, por lo que decidí hacerles creer que su crianza

era perfecta para poder quitármelos de encima, al menos parcialmente. A pesar de esto, de

vez en cuando seguían molestándome… De hecho, una vez mi padre me molió a palos solo

porque di mi opinión respecto a la religión; manifesté no estar de acuerdo con esos dogmas,

que era absurdo creer en esas cosas… y bueno, él era extremadamente conservador, un

godo en toda regla, por lo que me golpeó hasta el cansancio, y no exagero, sus jadeos al

final de la paliza eran la evidencia de que literalmente estaba exhausto de tanto golpearme.

-¿Ahora qué opinas de la religión?-Me preguntó entre jadeos con los brazos a los costados

y mi sangre corriendo entre sus dedos. Entre llanto y dolor solo pude asentir, él se dio la

vuelta y siguió viviendo su vida de fanático “abnegado”, como si lo que acababa de hacer

nunca hubiera sucedido. A partir de ese momento no volví a expresar mi opinión sobre algo

a alguien; durante mucho tiempo creí que todos reaccionarían así como mi padre lo hizo si

llegaba a decir algo con lo que no estuvieran de acuerdo. Sé que es una idea irracional, pero

entiéndame, cuando ocurrió eso solo era un pequeño niño humano de 7 años, no quería

recibir más palizas.

??: Bueno, por lo que puedo ver, su infancia no fue fácil. ¿En qué aspectos considera

que esto afectó su vida?


E: Bueno, a muy temprana edad me di cuenta que no recibiría el afecto que necesitaba por

parte de mi familia, y si no me lo daban ellos, ¿quién lo haría? ¡Se supone que era su

maldita responsabilidad quererme y hacerme sentir bien!... por eso nunca esperé nada de

nadie ni tampoco me mostré abiertamente con nadie… Evité cualquier situación que

evocara alguna emoción difícil de controlar y que me pusiera en evidencia, me costaba,

pero lo intentaba con todas mis fuerzas. Tiendo a ser desconfiado por naturaleza, prejuzgo a

la gente con facilidad, no necesito conocerlos para saber que serán una basura como lo

fueron mis padres. Como ya de seguro habrá notado, no admiro a nadie a parte de mi

mismo, por lo que soy incapaz de seguir algún dogma, religión, secta o ideología barata que

quiera decirme como vivir mi vida.

??: Tengo curiosidad sobre algo, Erik. ¿Cómo se define a usted mismo?

E: Eso es todo lo que se necesitaba, preguntarme. Esos odiosos “terapeutas” de pacotilla

querían evaluar mi personalidad usando test y pruebas absurdas. Soy más complejo que

eso, ya se habrá dado cuenta, un dios el cual no puede ser medido si no lo desea. Pero usted

me cae bien, es amable, por lo que yo seré amable con usted. Respondiendo a su pregunta,

me describiría como una persona autosuficiente, ya que siempre luché por no depender de

nadie, quise aprender lo más posible por mi cuenta para no necesitar ayuda, para que nadie

me dijera cómo debía hacer las cosas. Por lo general me perturbaban situaciones que me

sacaban de mi zona de confort, es decir, mi estabilidad no era muy alta. Siempre admiré a

esos científicos completamente racionales, pero nunca pude ser así, mis emociones solían

ser muy fuertes y me costaba ocultarlas a los demás, pero lo conseguía, nadie sabía en lo

que estaba pensando o qué estaba sintiendo… realmente nadie me entendía. A veces,

bueno, en realidad muy seguido, suelo pensar que es mi culpa el no poder encajar como
todos… Pero son tonterías, soy un dios entre los mortales, es obvio que no podía encajar

entre ellos, solo que por mucho tiempo no supe el por qué. Pero ahora que lo sé, quiero que

todos lo sepan, que reconozcan lo que soy, una deidad por encima de ellos, superior a

cualquier humano que haya pisado este planeta, un ser que evolucionó fuera de los límites

de la comprensión mundana… quiero que me adoren, un dios necesita ser adorado, necesita

ser querido…

??: Erik. ¿Por qué dices ser un dios? ¿Y por qué te convertiste en uno?

E: Antes de serlo, tenía un vacío existencial, llegué a no tener ningún motivo para querer

seguir viviendo. Me refugié en diversas cosas: drogas, alcohol, videojuegos, masturbación

compulsiva… ninguna funcionó, no había nada que llenara ese vacío. Incluso en ocasiones

intenté suicidarme, dar fin a todo… y más loco aún, una vez intenté hablar con mis padres,

contarles a aquellas personas que se supone debían ser mi superyó, quienes me debían guiar

y decir qué hacer… Pero no, ya todo estaba perdido entre ellos y yo, no entendieron ni una

palabra de lo que les dije, solo pusieron su habitual cara de superioridad moral y siguieron

su rutina, mi padre viendo las noticias en televisión y mi madre limpiando la casa. Maldita

mujer sumisa, siempre diciendo “Eras un buen muchacho, te criamos tan bien, no sé por

qué resultaste así… Cuarenta años y aún aquí en casa… ¿Qué harás cuándo no estemos?

¿Qué pensaran los vecinos? Tu padre debe estar muy molesto.” La detesto con todo mí ser.

Bueno, como le decía, no tenía por qué vivir, hasta que un día leyendo a Nietzsche me di

cuenta de algo, ¡Yo era el superhombre del que él hablaba!, alguien distinto al resto, el cual

superaba todos los estándares humanos. Por eso es que nadie me entendía, porque era muy

distinto a ellos.
??: Una última cosa, ¿por qué quieres trabajar aquí?

E: Bueno, siendo un dios, ¿quién mejor para ser la persona encargada de entender a sus

internos? Sé que son un centro de atención mental reconocido, por lo que creo que deberían

tener personal de calidad.

??: Uhm, entiendo.

E: ¿No estará pensando en decirme que no, cierto? Debe saber que soy alguien con un bajo

umbral de tolerancia a la frustración, reacciono realmente mal ante ella, es algo que heredé

de mi padre. No lo tomaré nada bien si no me dan el puesto.

??: Ya que menciona a su padre, ¿Qué piensan ellos de que por fin salga a buscar

empleo?

E: No lo sé, es una decisión que tomé luego de matarlos, supongo que estarían orgullosos…

Debí habérselos dicho antes.

??: ¿Por qué los mató?

E: Es algo que debía hacer si quería trascender completamente. Era una parte de mi pasado

humano de la que debía deshacerme.

??: ¿Por qué los mató?

E: Ya le dije, debía hacerlo…

??: ¿Por qué los mató?

E: ¿No entiende? ¡Tenía que hacerlo!


??: ¿Por qué los mató?

E: ¡Maldita sea! ¡Los odiaba con todo mí ser! ¡Ya no los aguantaba más! ¿¡Por qué no me

amaban!?

??: ¡Porque nunca quisieron tenerte!

----------------------------------------------------------------------------------------------------

-¿Siempre es así?- Preguntó el recién llegado doctor Friedmann a su compañero luego de

observar a través de cámaras la lamentable escena de Erik McDougal.

-¿Hablar solo? Últimamente suele hacerlo.- respondió el enfermero.- Los psicólogos que

han venido antes que usted no han podido tratarlo, ni siquiera evaluarlo, les ha resultado

imposible. Creo que por eso Erik ha empezado a inventar un psicólogo en su cabeza con el

que si puede hablar. Desde que empezó a hacerlo ha arrojado información valiosa para el

estudio del caso que antes no se había podido conseguir, distintos rasgos secundarios y

centrales se han podido identificar, llegando a la conclusión que su complejo de

superioridad y todo el cuento de ser un dios, en verdad oculta una autoestima

extremadamente baja.

-Ya veo… ¿y hace cuánto está aquí?- Preguntó el doctor Friedmann.

-Hace dos años.- respondió el enfermero.- Una semana luego de haber matado a sus padres

el mismo llegó a este centro.

-¿Para internarse?

-No, para solicitar trabajo.


CAPÍTULO 1

Ideas:

 Semana antes de la muerte de los padres.

1. Punto de vista de Erik

2. Punto de vista de los padres

 Día de la muerte de los padre

You might also like