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Oboe

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Oboe

Tesitura

Características

Clasificación Instrumento de viento madera


Taladro cónico
Doble lengüeta

Instrumentos Oboe pícolo, oboe de amor, corno inglés, oboe


relacionados de caza, oboe bajo, oboe
contrabajo, heckelfón, fagot

 Lista de oboístas
Músicos

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El oboe (en francés: hautbois, ‘madera alta o aguda’)?12 es un instrumento musical de la


familia viento madera, de taladro cónico, cuyo sonido se emite mediante la vibración de
una lengüeta doble que hace de conducto para el soplo de aire. Su timbre se caracteriza
por una sonoridad penetrante, mordente y algo nasal, dulce y muy expresiva.3
Conocido desde la Antigüedad, el instrumento ha evolucionado en el espacio y el tiempo
con una amplia diversidad fruto de la creatividad de las civilizaciones y culturas, que han
permitido que siga usándose en la actualidad. Los oboes tradicionales
(bombarda, dulzaina, cornamusa, duduk, gaita, hichiriki y zurna) y los oboes modernos
(oboe pícolo, oboe, oboe de amor, corno inglés y oboe barítono) forman una gran familia
con múltiples facetas.4
Empleado en solo, música concertante, música de cámara, orquesta sinfónica o banda
musical, el oboe moderno representa en la orquesta al conjunto de la familia. Las obras
para oboe proceden esencialmente del repertorio barroco (Bach) y clásico (Mozart), y tras
su renacimiento, del siglo XIX (Robert Schumann) hasta nuestros días (Berio).
Según la Real Academia Española, la persona que toca el oboe se denomina oboísta.5 El
término oboe lo han utilizado también los organólogos como nombre genérico para un
instrumento de doble lengüeta de taladro cónico. Asimismo puede referirse a un tipo
de registro de órgano.6

Gran Concerto

MENÚ
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Gran Concerto sobre temas de I Vespri


Siciliani de Verdi, compuesto
por Antonio Pasculli. Interpretado
por Alex Klein, oboe, y Lisa Bergman,
piano.

Sonatina para oboe y piano

MENÚ
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Compuesto por Thomas Attwood


Walmisley, interpretado por Alex
Klein, oboe, y Lisa Bergman, piano.

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Índice

 1Descripción
o 1.1Generalidades
o 1.2Tesitura
o 1.3Lengüeta
o 1.4Materiales
 2Historia
o 2.1Antecedentes en civilizaciones antiguas
o 2.2Edad Media
o 2.3Barroco
o 2.4Clasicismo
o 2.5Romanticismo
o 2.6Siglo XX
o 2.7Oboe vienés y sistema thumbplate
 3Técnica
o 3.1La calidad del sonido
o 3.2La articulación
o 3.3Efectos sonoros
 4La familia del oboe
o 4.1La familia moderna
o 4.2La familia barroca
o 4.3La familia tradicional
 5Obras para oboe
 6Empleo fuera de la música docta
o 6.1Música tradicional y folclórica
o 6.2Jazz
o 6.3Rock y pop
o 6.4Música cinematográfica
 7Véase también
 8Referencias
o 8.1Notas
 9Bibliografía
o 9.1Bibliografía adicional
 10Enlaces externos

Descripción[editar]

Tres oboes: tradicional, barroco y moderno. Puede apreciarse la evolución y el desarrollo de las
llaves, así como la madera y la forma del taladro, la campana y la lengüeta.

Generalidades[editar]
Consta de un tubo de madera y de una lengüeta doble. El tubo es como el molde de la columna de
aire. Sobre él se hacen los orificios y se colocan las llaves. Su forma es cónica. La base del tubo, o
sea el pabellón, se ensancha y toma casi la forma de un embudo.
Louis Bleuzet, profesor de oboe del Conservatorio de París
El oboe posee unas llaves que sirven para facilitar la ejecución de cualquier pasaje musical
y ampliar su registro. Su existencia se debe a que el ser humano tiene menos dedos
que agujeros tiene el oboe, limitación física que se soluciona con este ingenioso sistema
que permite, al pulsar una llave, tres cosas: cerrar un agujero, abrirlo o alcanzar agujeros
situados lejos de nuestros dedos.
A lo largo de la Historia, el oboe ha ido evolucionando y desarrollándose en el aspecto
técnico desde los oboes tradicionales que carecían de llaves. En el Barroco encontramos
oboes denominados de dos y tres llaves; posteriormente, a finales del periodo clásico, el
oboe ya contaba con siete llaves. En el Romanticismo, el oboe de Joseph Sellner tenía
trece llaves. Y así sucesivamente hasta la actualidad. Para hacerse una idea de la
evolución sufrida, el oboe actual cuenta con un complejo mecanismo de hasta cuarenta y
cinco llaves (platos o anillos), resortes y columnas de metal, dependiendo del sistema que
se utilice.
Existen varios sistemas: el semiautomático, el automático, el sistema thumbplate78 y
el sistema de conservatorio; más una serie de llaves opcionales como la tercera llave de
octava, la llave doble del fa9 o el do 3 grave,10 facilitador del re 5,10 e incluso,
recientemente, aunque no de forma habitual, se puede hacer que el instrumento alcance el
la 2 grave,11 superando así su límite absoluto inferior. Existe otro sistema, hoy en desuso
prácticamente, basado en anillos que requieren que la yema del dedo tape por completo el
agujero, como ocurre en los clarinetes.12

El oboe está construido en tres partes: la cabeza o cuerpo superior del instrumento, donde
va colocada la mano izquierda y se introduce la caña por una pequeña abertura; la parte
mediana o cuerpo inferior del instrumento, donde se coloca la mano derecha; y el pabellón
o campana, que es la prolongación ensanchada de la parte o cuerpo inferior. Todas estas
partes o cuerpos del instrumento encajan unas con otras por medio de una especie
de espigas recubiertas de corcho (véase imagen supra).
El taladro es estrecho y cónico, y se expande de manera más o menos regular por cinco
sextos de su longitud, abriéndose luego más rápidamente para formar la campana. Esta
expansión tiene la forma de una curva suave o de una expansión de conos, dependiendo
de la fórmula adoptada por diversos fabricantes y llevada a cabo experimentalmente con el
paso del tiempo. El diámetro de abertura en el cuerpo superior, donde se introduce la
lengüeta, mide 0,47 cm y 1,58 cm al comienzo del pabellón. La longitud del oboe, incluida
la lengüeta, es de 64,77 cm, pudiendo variar esta longitud según los diferentes modelos de
oboe. La lengüeta y el tudel sobresalen de la abertura superior 6,35 cm.12
El oboe está afinado en do; por tanto, no es un instrumento transpositor y tiene
un registro entre mezzo-soprano y soprano.13 Las orquestas suelen afinar escuchando al
oboe tocar el tono de concierto: un la3 a 440 hercios (es el la que se encuentra por encima
del do central del piano, vibrando unas 440 veces por segundo o, lo que es lo mismo, a
440 Hz). La razón de afinar empleando el oboe, es que, de entre todos los instrumentos de
la orquesta, sin contar el piano, es el que posee un tono más estable, permaneciendo
constante a pesar de los cambios en la temperatura o la humedad. Además, en
comparación con muchos otros instrumentos, al dejar de tocarse durante mucho tiempo,
es el que menos se desafina.14151617
Tesitura[editar]
La tesitura del oboe está comprendida entre el si bemol2 grave y el sol5 sobreagudo. El si
bemol grave se consigue mediante una llave especial utilizada con el dedo meñique de la
mano izquierda. El sol sobreagudo está situado dos octavas y una sexta mayor por encima
de si bemol grave. Pueden alcanzarse notas más agudas, llamadas supersobreagudas,
que van desde sol5 sobreagudo al do6sobreagudo.

Esta tesitura (véase imagen supra) comprende cuatro registros, según la notación franco-
belga: el «registro grave», que se extiende del si bemol grave al sol situado en la segunda
línea del pentagrama, es decir, un intervalo de sexta (si bemol2-sol3); el «registro medio»,
que va del sol de la segunda línea del pentagrama al sol inmediatamente superior, es
decir, una 8ª por encima (sol3-sol4); el «registro agudo», que se encuentra entre el sol que
está situado encima de la quinta línea y el re situado una 5ª por encima de dicho sol (sol4-
re5); y el «registro sobreagudo», que va del re agudo al sol situado una 4ª por encima del
re (re5-sol5).
El si bemol grave es el límite absoluto. En el registro sobreagudo el sol puede ser
sobrepasado en algunos semitonos, pero estas notas resultan comprometidas para un
oboísta de fuerza media. Para tocar en este registro, al oboe se le ha añadido una
tercera llave de octava, pero incluso así resulta pesado y difícil. Los oboes más modernos,
mejor construidos que los antiguos, dan una emisión de sonido más sencilla en el extremo
agudo debido a un alargamiento del pabellón. Esto ha permitido ganar unos grados en el
registro sobreagudo, aunque los maestros clásicos evitaron escribir por encima del fa
natural sobreagudo, como puede observarse en el Cuarteto para oboe y
cuerdas de Mozart. El mejor registro del oboe está comprendido entre el la3 y el re5,
registro en el cual el oboe es un instrumento de inestimable valor para la interpretación
de melodías, siendo un símbolo de pureza e ingenuidad cuando se trata de describir
caracteres humanos.1318
Oboe actual de la firma Marigaux

El oboe es ante todo un instrumento melódico; tiene un carácter agreste, lleno de ternura, yo incluso
diría de timidez. Los sonidos del oboe son adecuados para expresar el candor, la ingenua gracia, el
dulce gozo, o el dolor de una alma en pena. Los transmite de manera admirable en los
pasajes cantabile.
Grand Traité d’Instrumentation et d’Orchestration Modernes, Héctor Berlioz19

El sonido del oboe se distingue del de los demás instrumentos por ser más gangoso y
nasal; también como acre, penetrante, áspero, cortante, ronco y aterciopelado. Éste, junto
al fagot y el corno inglés, forma un grupo muy homogéneo, que representa las cualidades
más obvias de la doble lengüeta que los distinguen de otros instrumentos. El oboe sería la
voz soprano; el fagot, el bajo, y el corno inglés, el tenor, y, aunque no se emplee mucho en
las orquestas, el oboe de amor, el contralto.20
En el oboe los sonidos armónicos se obtienen a partir de las llaves de octava y empleando
las digitaciones de las notas situadas a la doceava inferior. A diferencia del clarinete o
la flauta, que son de taladro cilíndrico, los armónicos suenan ligeramente velados debido al
ensanchamiento cónico del tubo, y esto es una ventaja, pues, por otra parte, se pueden
conseguir efectos de extrema dulzura. A diferencia de otros instrumentos de viento-
madera, el oboe tiene un sonido claro y penetrante. Ello se debe al taladro cónico, que
hace que el oboe sea rico en armónicos, tanto los pares como impares, y tenga un
espectro tonal tan amplio. Gracias a esa característica, los oboes se escuchan fácilmente
por encima de otros instrumentos en conjuntos musicales amplios. Los matemáticos
pueden explicar esto mediante fórmulas derivadas del hecho de que el frente de onda no
es plano, sino el segmento de la superficie de una esfera.2122
La belleza y pureza que emiten los sonidos del oboe dependen del sentimiento y el buen
gusto que posea el artista, aunque esto no quiere decir que se descuiden las cualidades
del sonido como tal. Por el contrario, es preciso poner la mayor atención en este punto,
pues se corre el riesgo de adoptar sonidos que luego sean difíciles de corregir. Debe
tenerse un gran cuidado al colocar la lengüeta entre los labios, pues de su posición
depende la calidad del sonido emitido. La búsqueda de una buena sonoridad es el
principal objetivo del oboísta durante toda su carrera.23
El cuidado de la embocadura en el oboe merece mayor atención que en los demás
instrumentos. El sonido del oboe, si es mal tocado, puede ser muy desagradable, agrio e
ingrato, como ocurre con los estudiantes al principio, razón de peso que puede inducir al
abandono del estudio del mismo. Pero un oboísta avanzado puede producir un timbre rico,
cálido y hermoso. En contraposición a lo anterior, Gustav Mahler, para obtener una
sonoridad más estridente, disponía los oboes y clarinetes de tal manera que sus
campanas apuntasen directamente hacia el público. Este efecto es indicado en
la partitura de su Sinfonía n.º 8 en alemán Schalltrichter auf. Por otro lado, el llamado
efecto sordina, que consigue un sonido más apagado, se logra introduciendo un pañuelo
en el pabellón del instrumento.24
Para hacer sonar el oboe, primero debe humedecerse la caña, bien sea en la boca o en un
pequeño bote de agua que se suele colocar en el atril. Luego se empuja ésta a través del
hueco del cuerpo superior todo lo que se pueda, teniendo cuidado de que el instrumento
no se quede alto de tono. Todo el peso del oboe recae sobre el pulgar derecho, que se
sitúa en el apoyadero del cuerpo medio. La parte raspada de la lengüeta se sitúa en el
labio inferior; el labio superior se cierra sobre ella, y ambos labios se doblan hacia dentro
cubriendo los dientes mientras que las comisuras de la boca se cierran sobre la lengüeta
para impedir que el aire se escape. La lengua se mueve rápidamente sobre la caña para
hacer el picado. Para realizar todo correctamente, los músculos labiales deben entrenarse
gradualmente mediante la práctica. Al principio puede provocar cansancio, y la tendencia
es la de introducir demasiada caña en la boca, produciendo un sonido alto y ruidoso.25
Al oboe se le suele usar en todo tipo de formaciones. En las orquestas, se le confía
la melodía, dialogando sobre todo con la flauta. Posee, especialmente en los soli, las
cualidades más valiosas; a su delicadeza y fuerza se unen la dulzura y flexibilidad de los
sonidos, lo que permite expresar con un acento de encantadora pureza los más delicados
sentimientos del alma, y por ello el oboe es imprescindible en la orquesta. También es
empleado en la orquesta en los tutti, unido a otros instrumentos de madera o a
las trompas, en armonías. Su más próximo afín es el fagot, con el cual armoniza
perfectamente su timbre; en el caso de simultanearse con la flauta o el clarinete se le da al
oboe la melodía dominante, aunque cuando esta melodía está en octava se le da al
clarinete o la flauta, aunque el oboe llevará un contrapunto muy importante; en los tutti se
nota al oboe más bajo que la flauta y más alto que el clarinete. Su timbre exclusivo, que se
complementa tanto con los instrumentos de cuerda como los de viento, hace que se
distinga de los demás instrumentos; el timbre característico del oboe es, en el registro
grave, áspero, serio y muy intenso, pero, a medida que se sube en el registro, se va
haciendo más fino y delicado, con una sonoridad nasal.
La gama de recursos expresivos del oboe es muy extensa, siendo algunas de sus
principales características la ingenuidad, la gracia y la elegancia, aunque lo patético no le
es extraño; el oboe es el principal instrumento para interpretar obras con sentimientos
«rústicos», por ejemplo, la Sinfonía n.º 6 «Pastoral» de Beethoven, o toda la música
del nacionalismo folclórico valenciano. También expresa el duelo, como en la «Marcha
fúnebre» de la Sinfonía n.º 3 «Heroica» de Beethoven, el espanto y la desesperación,
como en la «Carrera al abismo» de la Condenación de Fausto de Hector Berlioz, así como
sabe cantar las más delicadas frases de amor, como en Romeo y Julieta de Berlioz, en
el Concierto para violín de Brahms, en el solo del movimiento lento de Pélleas et
Mélisande de Debussy; en Pedro y el lobo de Prokofiev, donde el oboe interpreta la voz del
torpe pato o en la Sinfonía fantástica de Berlioz en la escena de los campos.24
Lengüeta[editar]

Lengüeta de oboe. Se emplean dos palas de caña, tudel (rodeado de corcho), hilo de nailon y
alambre fino.

El oboísta Albrecht Mayer preparando las cañas para su uso. Los oboístas elaboran sus propias
cañas para conseguir la respuesta sonora y tono deseados.

Artículo principal: Lengüeta


La lengüeta, también denominada caña, está formada por dos palas y un tudel, que se
unen con hilo de nailon, para luego ser raspada con una navaja de un filo. El nombre
científico de la caña que se emplea para la fabricación de las palas es Arundo donax.
Aunque las cañas pueden crecer espontáneamente desde el sudoeste de Inglaterra hasta
el centro de África, parece ser que las que reúnen las mejores condiciones, bien sea por el
clima o por la calidad de la tierra, son las del sur de Francia. La caña española puede, en
algunas ocasiones, suplir a la francesa, pero no por mucho tiempo, dado que su duración
es algo menor. Por otro lado, algunos han proclamado la calidad de las palas
de California, México, o Australia, no obstante, en conjunto, los oboístas prefieren las palas
de las regiones francesas de Fréjus y Cogolin. Según los expertos, las mejores palas
proceden del departamento francés del Var. Pese a que en la estructura celular de esta
caña están presentes ciertos metales y fibras plásticas, es posible que la superioridad de
la pala mediterránea sea debida a los métodos tradicionales de cosecha y germinación,
esta última durante las fases lunares.26
La elaboración de la lengüeta es un proceso bastante laborioso que requiere paciencia y
tiempo. En primer lugar, se procede a la plantación de la caña, que suele brotar hacia
la primavera, y se cosecha con la luna menguante de enero. Una vez cortada, se le quitan
las hojas y se seleccionan las que pueden ser buenas. La caña se almacena en los
graneros para su secado. Una vez seco, se crean tubos a partir de la caña para ser
partidos en tres trozos con la ayuda de un hendidor o divisor de cañas. Tras elegir aquellas
que tengan la epidermis con el color más luminoso y homogéneo, se procederá a cortarlas
a una longitud de 7,5 cm. El siguiente proceso, el gubiado, requiere que las cañas estén
húmedas y una máquina de gubiar cañas –eléctrica o manual– para darles una forma
ligeramente curva. Luego se emplea una máquina de modelar palas que consta de un
molde y un prensa, accionada mediante un resorte que apretará la caña con el molde y la
cortará de la forma idónea. La pala, a su vez, saldrá doblada por la mitad sin llegar a
partirse gracias a que la máquina incorpora una cuchilla que corta el esmalte de la caña.
Los pasos anteriormente mencionados suelen realizarlos empresas especializadas debido
a la complejidad del proceso y a la necesidad de material especializado, aunque existen
oboístas que prefieren realizar dicha labor ellos mismos.27
El siguiente paso es el atado de la caña, para el que se emplean hilo de nailon especial
para dicho cometido, tudeles, tubitos pequeños de metal rodeados de corcho por uno de
los dos extremos, en donde se atará la caña, y un «tudelero», mango de madera con un
palo metálico donde se inserta el tudel, que sirve de sujeción durante el raspado. Una vez
atada la caña al tudel, y apoyándola en un taco de madera, se partirá en dos con una
navaja para dar lugar a dos lengüetas, o bien se usará una guillotina de precisión
milimétrica para tal efecto. Por último, se procederá al pulido o «raspado», proceso
altamente delicado que requiere una gran experiencia y habilidad. Para ello se emplea una
navaja muy afilada para ir rebajando cada pala y dándole la forma, y una espátula (pieza
pequeña de metal o madera), que se insertará entre ambas palas. La forma general se
consigue comenzando con raspados cercanos a la punta y alargándolos uno por uno para
ir buscando la forma de «U». El raspado tendrá una longitud de 11 mm y el rebajamiento
se desarrollará de forma regular. Se podrá añadir hilo de alambre enrollado en la parte
inferior de la lengüeta a unos 3 mm del final del tudel. Éste tiene la función de mantener la
abertura constante en la lengüeta. El atado y raspado suele realizarlo el propio oboísta
dado que la lengüeta va estrechamente ligada a la producción de un sonido de uno u otro
tipo, característica muy personal del intérprete. En cualquier caso, algunas empresas
venden cañas atadas y pre-raspadas que requieren sólo unos retoques para funcionar.2829
Materiales[editar]
Madera de ébano

Llaves de un oboe realizadas en alpaca y bañadas en plata

Los primeros oboes se hacían de gramíneas (caña, bambú) usando el hueco natural del
tubo, como el hichiriki empleado en la Música gagaku japonesa. Aunque tales instrumentos
tradicionales aún se fabrican actualmente con estos materiales efímeros, Antiguamente, se
evidenció la necesidad de un material más resistente y duradero. Los constructores
buscaron maderas más Nuevas y duras, de gran densidad y con fibras finas y regulares
como el boj, pero también el cerezo salvaje, el palisandro (palo Ornamental violeta) o
el peral común. Algunos oboes barrocos estaban recubiertos de marfil.
En el siglo XIX, la adición de las llaves y la multiplicidad de agujeros hizo que se impusiera
la madera más resistente: el ébano (Diospyros ebenum), más precisamente conocido
como granadillo negro (Dalbergia melanoxylon), madera dura y densa que crece en África
Central y Madagascar, que es marrón cuando se corta, pero luego adquiere una tonalidad
negra tras pulirla o dejarla secar al sol. En la actualidad predomina el ébano todavía, pero
se utilizan además maderas exóticas como el cocotero (Cocos nucifera),
el palisandro (Dalbergia cearensis), el palo rosa (Tipuana tipu) o el cocobolo(Dalbergia
retusa), que aportan nuevas sonoridades y sensaciones a los oboístas. Algunos
fabricantes, como Marigaux, han realizado oboes en resina fenólica, ABS (acrilonitrilo
butadieno estireno) o metacrilato.303132
Posteriormente, la evolución tecnológica ha dado lugar a que incluso algunos oboes
profesionales estén hechos de un 95 % de madera de granadilla granulada con fibra de
carbono y resina epoxi (gama «Green Line» de Buffet Crampon). Esto hace que sean más
resistentes a variaciones atmosféricas tales como las de humedad o temperatura, y así
evitar roturas y mejorar la duración del instrumento, conservando las propiedades
acústicas que posee la madera natural.33
El oboe moderno cuenta con un complejo mecanismo de llaves hechas
de alpaca, aleación ternaria compuesta por zinc, cobre y níquel, y bañadas en plata u
ocasionalmente en oro.34

Historia[editar]
Antecedentes en civilizaciones antiguas[editar]

Tumba etrusca de Leopardi (detalle)

Intérprete de aulos. Anónimo. Lecitoático de figura negra con fondo blanco, hacia 480 a. C. Proviene
de la tumba n.º 22 de la necrópolis Gaggera en Selinunte, Sicilia.

El origen del instrumento conocido en la actualidad por el nombre de oboe se remonta


a 3000 a. C. Su nacimiento tuvo lugar posiblemente en las civilizaciones
de Mesopotamia, Babilonia e Isin: sumerios, babiloniosy asirios. En esta zona geográfica
apareció gran diversidad de oboes conocidos con el nombre genérico de abud.35
El hallazgo de embocaduras de lengüeta doble, y las representaciones pictóricas, nos
demuestran que unos instrumentos de la familia del oboe eran conocidos en el
antiguo Egipto hacia el año 2000 a. C. Los instrumentos de doble lengüeta,
denominados majt, alcanzaron un gran protagonismo, relegando a un segundo plano a
otros instrumentos. La lengüeta, elaborada en bambú, obtuvo una verdadera importancia.
Las dos láminas que la forman eran tratadas cuidadosamente incluso durante el
crecimiento de la planta.
El aulos, también con un carácter genérico, se difundió por toda Grecia, llegando
posteriormente a Roma con el nombre de tibia. Aristóteles, en su Arte poética, hace
alusión a este instrumento, diferenciándolo del sirinx, instrumento antecesor de la flauta de
Pan.35 También encontramos en un texto de Midas de Agrigento una distinción similar.36
El timbre del aulos era agudo y algo estridente. Su ejecución presentaba gran dificultad y,
de hecho, Aristóteles aconsejó que el aulos fuese tocado por músicos experimentados.
Aun así fue el instrumento aerófono más importante de toda Grecia, pese a que Platón lo
prohibiera en La República, por ser de dudosa afinación y sonido poco agradecido. En
Grecia la música adquirió un importante papel en la educación de los griegos; hasta los
treinta años de edad era ordenado por las leyes el estudio musical, y
en Atenas, Esparta y Tebas todo ciudadano aprendía a tocar el oboe. En Roma, bajo el
nombre de tibia, fue usado ampliamente, especialmente en funerales. En las excavaciones
de las ruinas de Pompeya se ha descubierto un juego perfectamente conservado de tibia
que puede verse en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.
Alrededor del siglo V, los instrumentos de doble lengüeta desaparecieron en favor de otros
aerófonos, volviendo a reaparecer a partir del siglo XI en Europay Oriente con gran
intensidad. Fue en China donde se conoció con el nombre de suona o guan;
en Japón, hichiriki; en la India, sahnai o nagasvaram; en Turquía, zurna; en África
Occidental, algaita.37
Edad Media[editar]

Dos chirimías tocando. Miniaturas del Códice del Escorial, hacia 1270. Cantigas de Santa María.

En la Edad Media fue la chirimía (chalumeau en francés, shawm en inglés) la que destacó
entre los instrumentos de lengüeta doble, llegando a la música del Renacimiento con
fuerza y con importantes mejoras.35

Ilustración del Syntagma Musicum de Michael Praetorius, mostrando la familia del Pommer,
antecedente del oboe moderno. Las figuras del 1 al 5 marcan las bombardas; el resto son gaitas.

Según algunos manuscritos de los siglos IX y X, la gaita y el caramillo estaban en uso


en Francia, desde los lejanos tiempos en que habían sido importados a los galos por los
conquistadores romanos. En la corte de Alfonso X el Sabiohabía gran cantidad
de trovadores y troveros, los cuales dominaban el primitivo oboe, en forma de dulzaina o
chirimía.
En el siglo XIII aparece en Francia un instrumento que mereció el nombre de oboe. Se
fabricaba en el Poitou. En el siglo XV, la villa de Cousteill (en Poitou) llegó a ser célebre
por los oboes que se hacían allí. Estos instrumentos rudimentarios los tocaban
los bufones y los juglares, junto con otros de cuerda o de viento, tales
como violas, rabels, mandoras, laúdes, fídulas, caramillos y flautas. En esta época no
existía el arte de agrupar las diferentes familias según su nombre; fue solo a partir del siglo
XVI que se comenzará realmente a agruparlos.38
Durante el Renacimiento, las chirimías de lengüeta doble eran los instrumentos de viento-
madera más comunes, construidos en diferentes tamaños. Su sonido era ronco y fuerte,
por lo que generalmente estaban considerados como instrumentos para ser tocados en el
exterior (Lully desterró de sus interpretaciones todos estos instrumentos excepto la flauta
dulce cuando entró a formar parte de la corte de Luis XIV). Esto dio lugar al desarrollo de
una familia de taladro más estrecho y lengüeta doble para uso en interiores.
Michael Praetorius (1571-1621), en su Syntagma Musicum (1615-1620), nos proporciona
la nomenclatura completa de la familia de la bombarda (Pommer en alemán), instrumento
musical antecesor del oboe que cuenta con seis agujeros, compuesta de los siguientes
miembros: la chirimía pequeña (véase, en la imagen de la izquierda, la fig. 5), poco
empleada, que medía 43 cm de longitud; la chirimía discantus (fig. 4), el primitivo oboe
moderno, con una longitud de 66 cm; el Pommer alto (fig. 3), de 97 cm; el Pommer
tenor (fig. 2), que medía 1,3 m; el Pommer bajo (fig. 1), con una longitud aproximada de
1,8 m; y, por último, el Pommer contrabajo, que medía 2,7 m de largo y contaba con cuatro
llaves.39
Barroco[editar]

Danse des nymphe (detalle), tapicería creada en 1678 en la Manufactura de los Gobelins (1687) a
partir de un dibujo de Giulio Romano (salvo el oboe barroco, más de un siglo posterior a dicho
dibujo). Está expuesto en el Hôtel de Bourvallais, sede del Ministerio de Justicia, situado en lo alto
de la escalera de honor junto con la Danse des Bergers y otra inmensa tapicería: Le Parnasse
d'après Raphaël. La Danse des Nymphes y la Danse des Bergers forman parte de una serie de ocho
tapices llamada Les sujets de la fable que cuentan los amores de Psique, Eros y Afrodita, entre otros
dioses de la mitología griega.40
Oboe barroco de dos llaves, copia Stanesby

Al principio, cuando el oboe contaba con pocas llaves, se realizaban dos agujeros en el lugar de uno
para, tapando uno en lugar de los dos, realizar la misma nota un semitono ascendente.
En 1651, Michel Philidor, virtuoso en muchos instrumentos de viento, es asignado en
la Grand Écurie du Roy en la Corte Francesa. Fue en la corte de Luis XIV, el Rey Sol,
donde las artes empezaron a tener una gran importancia, y la música ocupaba un lugar
muy importante. Jean-Baptiste Lully, nombrado compositor de la corte, alcanzó mayor
brillantez que cualquier otro de los compositores de la Historia. Si bien Lully consultaba
con Philidor cuando escribió El burgués gentilhombre, fue más importante la colaboración
que debió de haber entre Philidor y el gran virtuoso Jean Hotteterre, al cual se le atribuye
el diseño del primer oboe. Lully, llegado de Italia, encontró que el oboe y las gaitas
gozaban de un amplio uso en la corte francesa. En los últimos años de la década 1650-
1660 la comunicación entre estas dos personas daría como resultado final la creación del
oboe propiamente dicho.38 El oboe fue uno de los instrumentos más conocidos en aquella
época (Barroco, Clasicismo...) y se usó muchas veces en conciertos, operas y sobre todo
en orquestas (siendo uno de los primeros en aparecer en ellas).
Jean Hotteterre era el gaitero de la corte además de un fabricante de instrumentos. Poseía
un taller en el que hizo varias adaptaciones y experimentos sobre chirimías y gaitas. Así
llegó el elegante oboe de tres piezas, que fue tomado inmediatamente por los intérpretes
de instrumentos aerófonos de la corte francesa, y probado en el ballet de Lully L'amour
malade en 1657. De cualquier modo, la ópera Pomone (1671) de Robert Cambert se
considera como el primer uso del oboe como instrumento orquestal. En 1674, cuando
Cambert viajó a Inglaterra para supervisar la producción de la mascarada Calisto de John
Crowe y Nicholas Staggins, se llevó consigo varios oboístas franceses notables, y
el hautbois rápidamente ganó popularidad en Inglaterra. Henry Purcell compuso por
primera vez para oboe en 1681 y lo emplearía regularmente en sus obras. En 1695,
en Inglaterra se publicó el primer manual de oboe, The Sprightly Companion. Su autor se
cree que fue John Bannister el Joven. En el siglo XVIII el oboe fue aclamado y utilizado
ampliamente en toda Europa. Así las bandas de las cortes de toda Europa empezaron a
abandonar el uso de las viejas chirimías y a utilizar el nuevo haut-bois.4138
James Talbot hizo la descripción de este oboe barroco: contaba con seis orificios, tres para
cada mano. Los orificios correspondientes al tercer dedo de la mano izquierda y al primero
de la derecha eran dobles (dos agujeros pequeños juntos en vez de uno normal), o sea,
las notas fa, fa sostenido, sol, sol sostenido. Tenía un par de llaves pequeñas cerradas
para el re3 y una simple para el do3. La campana presentaba dos orificios para la afinación.
La caña no tenía ninguna virola (disco ancho colocado encima del tubo de la lengüeta, que
servía de apoyo para los labios del ejecutante), quedando suelta para que el instrumentista
pudiera tener un mayor control de la embocadura. El instrumento alcanzaba una extensión
de dos octavas cromáticas completas, del do3 al do5. James Talbot describía la espiga
articulada con la que se unían las tres secciones del instrumento. El oboe barroco carecía
de llaves de octava. Para poder tocar en este registro se debía recurrir
una digitación alternativa y al tránsito de armónico(técnica que consiste en soplar más
fuerte para cambiar a un registro superior). Podemos darnos cuenta de que los problemas
que debían lidiar los oboístas en ese periodo eran similares a los de hoy en día.42
Clasicismo[editar]
Oboísta tocando. Grabado extraído de Musicalisches Theatrum de J. Ch. Weigel. El auge de la
burguesía hace que los músicos tengan que depender cada vez menos de «sus protectores» e
interpreten más su música para los nuevos destinatarios.
Oboe del Clasicismo de siete llaves, tras las mejoras introducidas en el oboe barroco a partir de la
mitad del siglo XVIII. Copia de Sand Dalton sobre el original de Johann Friedrich Floth, hacia 1805.

Desde 1690 y durante el siglo XVIII asistimos a la denominada fase del oboe de tres y
dos llaves.4344 Los modelos de la primera mitad del siglo tenían dos llaves, conservando
aún la cola de pez para el uso ambidiestro. Después del año 1750, el oboe de dos llaves
ya requería una posición de las manos tal y como la tenemos hoy: la mano izquierda por
encima de la derecha. Estaban fabricados con madera de boj, arce, ciruelo, cedro, peral, y
más modernamente de ébano. A partir de 1730 el taladro del oboe empezó a estrecharse
con respecto de los modelos que podemos denominar plenamente barrocos.42
El instrumento tuvo un periodo de consolidación hasta el fin del Barroco y durante
el Clasicismo vio un deseo de mejora técnica, así como los primeros signos de las
emergentes características de cada país.45 En los nuevos instrumentos se redujo la
considerable longitud del tubo por debajo de los agujeros de los dedos. Tenía seis
agujeros principalmente distribuidos por dos grupos de tres, separados por un espacio más
largo y por una clavija entre ellos. En el extremo más bajo, otro agujero era controlado por
una llave permanentemente abierta, y articulada. El siguiente agujero, cerrado por una
llave, daba el semitono cromático de re sostenido3. Aunque la escala principal del tubo era
la de re mayor, los seis agujeros de los dedos eran, de alguna manera, ambiguos en su
afinación, dejando gran libertad al instrumentista en materia de entonación e inflexión.46
Otras posibilidades cromáticas se obtuvieron haciendo el tercer y cuarto agujero más
pequeños y pares en vez de individuales. El abrir uno o los dos a la vez proporcionaba una
digitación alternativa para ciertos semitonos. El do sostenido3 al principio sólo podía
obtenerse, o mediante el incierto recurso de cerrar parcialmente la gran llave, o subiendo
el do. Así se llega al oboe clásico de siete llaves. Sin embargo, la oposición frente a estas
adiciones realizadas en el oboe era fuerte y en 1823 el oboísta Wilhelm Johann Braun
(1796-1867) proclamó: «Demasiadas llaves parecen perjudicar el sonido y además están
hechas de manera imperfecta. En seguida cualquiera se da cuenta de que o una u otra no
cubren bien los agujeros. Las ventajas no superan los inconvenientes mencionados».
Incluso durante los últimos años de la vida de Beethoven muchos oboes de dos llaves
todavía se usaban.41
En cuanto a la caña que se usaba, se sabe bien poco, aunque esto es inevitable
considerando la delicadeza de su estructura y la naturaleza perecedera de su material. Lo
máximo que se ha podido recoger de algunas ilustraciones es que las cañas antiguas
eran, en comparación con las actuales, bastante anchas en cuanto a su longitud y en su
forma de cuña. Las mediciones de Talbot sugieren que había poca diferencia con las
usadas en los shawms ingleses (como se llamaba al primitivo oboe en Inglaterra).
Nada sugiere que el nuevo oboe fuera un instrumento de tono más suave que el shawm o
la chirimía, pero sobre su variedad de flexibilidad y dinámica, comentadas por Talbot y el
autor del libro The Sprightly Companion, se dice que: «era majestuoso, no inferior a una
trompeta» y que «con una buena caña y una mano hábil suena tan suave y fácil como una
flauta».47
No hay duda de que los intérpretes buscaban estas características y que fueron las que
encomendaron el verdadero oboe a los músicos en general y llevaron a su adopción
amplia y rápida.
Desde la segunda mitad del siglo XVIII hay una primera evidencia positiva, aunque escasa,
de las cañas usadas. En algunos museos hay tudeles de láminas de metal enrolladas con
restos de cañas sujetos a ellas por el año 1770. Estos restos, junto a una o dos cajas de
cañas e roximadamente la misma fecha, dan una pista de las dimensiones de la caña
completa. Medía aproximadamente 9 mm de ancho en la punta y era todavía
proporcionalmente corta. La ilustración del oboe en L'Encyclopédie de Denis
Diderot (1751-1765) muestra una caña muy peculiar, larga, construida sin estar doblada,
aparentemente para insertarla directamente en la parte de arriba del instrumento.46
Fue durante este periodo cuando el instrumento fue plenamente aceptado dentro de la
orquesta, primero doblando la sección de cuerdas; pero muy pronto pasaría a ser una de
las voces más expresivas, siendo empleado en solos por derecho propio. En música de
cámara, también pronto demostraría sus cualidades, lo que estimuló a los compositores a
escribir algunas de las mejoras obras de todos los tiempos para el instrumento. El oboe
pronto alcanzó un protagonismo claro gracias a las aportaciones de Johann Sebastian
Bach (1685-1750), Georg Friedrich Händel (1685-1759), Jean Baptiste Loeillet de
Gante (1688-1750), Georg Philipp Telemann (1681-1787), Jan Dismas Zelenka (1679-
1745), entre otros. El instrumento llega a su madurez gracias a Ludwig August
Lebrun (1752-1790), un compositor e importante oboísta de la orquesta de Mannheim,
quien le dedicó numerosos conciertos.3

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