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4. Variación
Un cultivo algunas bacterias difieren de la mayor parte de la población por sus características
(tamaño, pigmento, hemólisis), en la elaboración de enzimas, en la resistencia a fármacos y
en su patogenicidad. Cuando se incuba S. aureus resistente a nafcilina a una temperatura de
37°C en agar sangre, uno de cada 107 microorganismo expresan resistencia a la nafcilina;
cuando se incuba a una temperatura de 30°C en agar que contiene cloruro de sodio al 2 a 5%,
uno de cada 103 microorganismo expresa resistencia a la nafcilina.
ESTRUCTURA ANTIGÉNICA
Peptidoglucano: polímero de polisacárido que proporciona el exoesqueleto rígido de la
pared celular, es destruido por lisozimas, desencadena la producción de IL-1 y opsoninas,
son quimio atrayentes y activa el complemento.
Ácidos teicoicos: que son polímeros de fosfato de glicerol o de ribitol, se encuentran en
los pacientes con endocarditis activa debida a S. aureus.
Proteína A: se une a la porción Fc de las moléculas de IgG mientras que la porción Fab
está libre para combinarse con un antígeno específico.
Cápsula: inhibe la fagocitosis.
ENZIMAS Y TOXINAS
1. Catalasa: convierte el peróxido de hidrógeno en agua y oxígeno.
2. Coagulasa: proteína que coagula el plasma oxalado o citratado; se une a la protrombina
e inicia la polimerización de fibrina. La coagulasa deposita fibrina en la superficie de los
estafilococos, evitando la fagocitosis.
3. Otras enzimas: hialuronidasa o factor de propagación; estafilocinasa que produce
fibrinólisis; proteinasas; lipasas; y lactamasa β.
4. Exotoxinas: La toxina α es una proteína heterogénea que actúa sobre las membranas
celulares eucariotas, es una hemolisina potente. La toxina β degrada esfingomielina y por
tanto es tóxica para muchas clases de células, incluidos los eritrocitos. La toxina δ es
heterogénea y se disocia en subunidades en detergentes no iónicos, destruye membranas
y participa en las enfermedades diarreicas por S. aureus. La hemolisina γ se refiere a las
tres proteínas que interaccionan con las dos proteínas que comprenden la leucocidina de
Panton-Valentine para formar seis toxinas, que producen la lisis de los leucocitos al
causar la formación de poros en las membranas celulares que incrementan la
permeabilidad a los cationes.
5. E. Leucocidina de Panton-Valentine: tiene dos componentes, S y F, tienen una acción
sinérgica sobre la membrana de los leucocitos.
6. Toxinas exfoliativas: 2 proteínas distintas que tienen el mismo peso molecular. La toxina
A es termoestable mientras que la toxina B es termolábil; producen la descamación
generalizada de la epidermólisis estafilocócica aguda al disolver la matriz de
mucopolisacárido de la epidermis.
7. Toxina del síndrome de choque tóxico: se une a moléculas MHC II y estimula al
linfocito T para que se presente el síndrome de choque tóxico. La toxina se acompaña de
fiebre, choque y afectación multiorgánica, lo que comprende un exantema descamativo.
8. H. Enterotoxinas: A-E, G-J, K-R y U, V. Son termoestables y resistentes a la acción de
las enzimas intestinales, causan intoxicación alimentaria cuando S. aureus se desarrolla
en alimentos que contienen hidratos de carbono y proteínas. La ingestión de 25 μg de
enterotoxina B produce vómitos y diarrea.
PATOGENIA
Los estafilococos, sobre todo S. epidermidis, son miembros de la microflora normal de la
piel humana y del sistema respiratorio y digestivo. Veinte a 50% de los seres humanos son
portadores nasales de S. aureus.
La capacidad patógena de una determinada cepa de S. aureus es el efecto combinado de
factores extracelulares y toxinas junto con las propiedades invasivas de la cepa.
La intoxicación alimentaria por ejemplo es la infección estafilocócica más común que se
atribuye únicamente a la ingestión de la enterotoxina preelaborada; por otro lado está la
bacteriemia estafilocócica y los abscesos diseminados en todos los órganos.
S. aureus patógeno invasivo produce coagulasa y tiende a producir un pigmento amarillo y a
ser hemolítico. Los estafilococos no patógenos y no invasivos como S. epidermidis son
coagulasa-negativos y tienden a ser no hemolíticos. S. saprophyticus suele ser no
pigmentado, resistente a la novobiocina y no hemolítico; produce infecciones urinarias en
mujeres jóvenes.
ANATOMÍA PATOLÓGICA
El prototipo de una lesión estafilocócica es el furúnculo u otro absceso circunscrito. Grupos
de S. aureus establecidos en un folículo piloso producen necrosis del tejido (factor
dermonecrótico). Se produce coagulasa y coagula la fibrina alrededor de la lesión y dentro
de los linfáticos, lo que da por resultado la formación de una pared que limita el proceso y es
reforzada por acumulación de células inflamatorias y, más tarde, de tejido fibroso. En el
centro de la lesión, ocurre la licuefacción del tejido necrótico (intensificada por la
hipersensibilidad tardía) y el absceso “apunta” hacia la dirección de menos resistencia.
Después del drenaje del centro líquido de tejido necrótico la cavidad se llena lentamente con
tejido de granulación y después hay cicatrización.
Un ejemplo de infección estafilocócica es en la osteomielitis, el centro primario del
crecimiento de S. aureus suele ser un vaso sanguíneo terminal de la metáfisis de un hueso
largo, lo que desencadena necrosis del hueso y supuración crónica. S. aureus puede ser causa
de neumonía, meningitis, empiema, endocarditis o septicemia con formación de pus en
cualquier órgano.
Los estafilococos de baja invasividad intervienen en muchas infecciones cutáneas (p. ej.,
acné, piodermia o impétigo).
Los estafilococos también causan enfermedad mediante la elaboración de toxinas, sin una
infección invasiva manifiesta. La exfoliación ampollosa, el síndrome de epidermólisis
estafilocócica aguda, es causada por la producción de toxinas exfoliativas. El síndrome de
choque tóxico se relaciona con TSST-1.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Una infección estafilocócica circunscrita aparece como un “grano”, infección del folículo
piloso o absceso. Suele haber una reacción inflamatoria intensa, circunscrita y dolorosa que
supura del centro y que cicatriza con rapidez cuando se drena el pus.
La pared de fibrina y las células alrededor del centro del absceso tienden a evitar la
diseminación de los microorganismos y no deben destruirse mediante manipulación o
traumatismo.
La infección por S. aureus también se debe a la contaminación directa de una herida, por
ejemplo, infección de una herida posoperatoria por estafilococos o infección después de un
traumatismo (osteomielitis crónica subsiguiente a una fractura abierta, meningitis
consecutiva a una fractura del cráneo).
Si S. aureus se disemina y sobreviene bacteriemia, es posible que se presente endocarditis,
osteomielitis hematógena aguda, meningitis o infección pulmonar. Los cuadros clínicos se
parecen a los observados en otras infecciones del torrente sanguíneo.
La intoxicación alimentaria debida a enterotoxina estafilocócica se caracteriza por un periodo
de incubación breve (1 a 8 h), náusea y vómitos intensos, así como diarrea y una rápida
convalecencia. No hay fiebre.
El síndrome de choque tóxico se manifiesta por la instauración brusca de fiebre alta, vómito,
diarrea, mialgias, un exantema escarlatiniforme e hipotensión con insuficiencia cardiaca y
renal en los casos más graves.
A menudo ocurre en los primeros cinco días después del inicio de la menstruación en mujeres
jóvenes que utilizan tampones, pero también ocurre en niños o en varones con heridas
infectadas por estafilococos. El síndrome puede experimentar recidiva. S. aureus relacionado
con el síndrome de choque tóxico puede encontrarse en la vagina, en tampones, en heridas o
en otras infecciones circunscritas, o en la faringe, pero prácticamente nunca en la circulación
sanguínea.
Bibliografía
Geo Brooks, K. C. (2010). Microbiología Médica. México: McGRAW-HILL INTERAMERICANA
EDITORES.