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Praxis Educativa (Arg)

ISSN: 0328-9702
iceii@fchst.unlpam.edu.ar
Universidad Nacional de La Pampa
Argentina

Pruzzo, Vilma
Las prácticas: una concepción epistemológica, ética, política y didáctica de la formación docente
Praxis Educativa (Arg), vol. XIV, núm. 14, marzo-febrero, 2010, pp. 100-110
Universidad Nacional de La Pampa
La Pampa, Argentina

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Vilma PRUZZO

Las prácticas: una concepción epistemológica,


ética, política y didáctica de la formación
docente

Vilma PRUZZO*

Resumen Practices: an epistemological, ethical,


political and didactic conception in the
La inclusión de las Prácticas en los pro- teacher training
fesorados universitarios ha dado lugar a
intensas polémicas sobre la perspectiva Abstract
“dependiente-aplicacionista” de la Prác- To include practices in the teacher train-
tica que no compartimos: primero debe ing of our University has been a contro-
aprenderse la Teoría, luego (en el último versial topic with a vision mainly “de-
año) se hacen las Prácticas para transferir pending on application” regarding the
la teoría. El objetivo de este trabajo es pre- practice field: first, students must learn
sentar un modelo de Formación Docente theory, then (in the last year), practices
Articulada (FODA) seguido por Investi- must be done to transfer all that amount
gación Acción en las dos últimas décadas of theory to the practice. The aim of this
y que incorpora las Prácticas como eje paper is to present the model of ATT
epistemológico, ético, político y didác- (Articulated Teacher Training) studied
tico de la transformación. ¿Qué apren- through Action Research in the last two
den los estudiantes en la Práctica, que es decades, which includes the practices as
la realidad situada del aula? En las inte- an epistemological, ethical, political and
racciones aprenden a emplear el razona- didactic core of change. What do students
miento práctico ante una realidad con- learn in these practices? Which is the sit-
flictiva, que exige sopesar posibilidades, uated reality of the classroom? In these
deliberar, emitir juicio y tomar decisiones interactions they learn to use the prac-
responsables. Además aprenden, tal como tical reasoning in front of real problems
señala Arendt, a vivir juntos, los unos y which challenge them to consider pos-
los otros de los diversos, y construir en el sibilities, to discuss, to give their opin-
“entre” su formación para el ejercicio de ions and to take decisions. They also learn
Detalle obra “Entrada al aquí y al allá”
una democracia crítica, la formación po- –as Arendt states– to live together, ones
Rosario Fernández lítica, que no es más que el aprendizaje and others with diversity, to “build” to-
de la participación genuina en la lucha gether; basic political training that guides
contra la injusticia. youth towards peace defense and against
injustice.

Palabras clave: Formación docente, prác-


tica, teoría, deliberación, responsabilidad Key words: Teacher training, practice, the-
moral. ory, deliberation, moral responsibility.

E l Siglo XXI se nos presenta enmarcado en un paisaje de fasci-


nación tecnológica, con reglas de libre mercado globalizadas,
marcos políticos de democracias débiles y la desoladora presencia
de la más contundente desigualdad e injusticia social. Entre los
intersticios de la opulencia emergen bolsones de pobreza, sufri-
* Dra. En Ciencias de la Educación.
Universidad Nacional de La Plata. miento, hambrunas, violencia, desempleo, desprotección de la sa-
Profesora Consulta de la Universidad lud, hacinamiento, migajas de educación… Y en este panorama,
Nacional de La Pampa. Investigadora
Categoría I. Directora del Instituto de formamos en nuestras universidades a los profesionales que han
Ciencias de la Educación para la In- de convivir con esta forma globalizada de la injusticia. Algunos se
vestigación Interdisciplinaria.
Oliver 125 (6300) Santa Rosa,
paralizan en posturas de impotencia y resignación consintiendo
La Pampa con la imposibilidad de la mejora, de ahí, la necesidad imperiosa
Te (02954) 429530 de que nuestras Casas asuman la responsabilidad histórica de ase-
vilma@cpenet.com.ar gurar una formación crítica que brinde herramientas intelectuales
para la resistencia discursiva en la búsqueda de la justicia social y

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para mantener la esperanza inteligente y la uto- que nuestra propuesta no se limita a incluir una
pía situada, sólo posibles si se construyen como materia más en el Plan de Estudios: implica un
herramientas plurales, colectivas, cooperativas, e cambio epistemológico, ético, político y didáctico
impracticables para el hombre aislado. de la Formación Docente a partir de una firme
Por eso, la importancia de la convocatoria del articulación de teoría y práctica.
sociólogo Bourdieu a los intelectuales, a fin de
mantener la fuerza de la utopía, hoy “desacre-
Una historia para nuestra perspectiva
ditada, maltratada y ridiculizada en nombre del
realismo económico” (Bourdieu, 2002: 29) epistemológica de la Formación Docente

“…contra el fatalismo de los banqueros que Cuando la Facultad de Agronomía de la Uni-


quieren hacernos creer que el mundo no puede versidad Nacional de La Pampa me convocó en
ser distinto a lo que es, es decir, plenamente con- 1990 para participar en la transformación curri-
forme a sus intereses y a sus voluntades, los intelec- cular de la carrera, los ingenieros ya habían per-
tuales y todos los que realmente se preocupan por cibido la distancia comunicativa que los separa-
el bienestar de la humanidad deben restaurar un ba de los agricultores; el desconocimiento de los
pensamiento utopista elaborado científicamente graduados de cuestiones básicas del manejo de
y compatible en sus fines con las tendencias obje- herramientas, maquinarias, y tecnología agrope-
tivas. Deben trabajar colectivamente en análisis cuaria; la enorme carga de teoría que no podían
capaces de fundar proyectos y acciones realistas, usar en situaciones problemáticas de la produc-
estrechamente ajustadas a los procesos objetivos ción, del medio ambiente, del desarrollo sustenta-
del orden que buscan transformar” (Bourdieu, ble, en fin, de la realidad concreta de su provincia
2002: 34. La negrilla me pertenece). y su país. Se nos hacía evidente la distancia entre
la teoría universitaria y la práctica agropecuaria
Pero la condición que enuncia Bourdieu en- y a la vez se nos esclarecía el camino del cambio:
marca ese pensamiento utopista en la producción la articulación de todas las materias a través de
científica orientada a fundar proyectos y acciones las “Prácticas Agronómicas 1, 2, 3 y 4” que, por
realistas… Es decir, pensamiento y acción, teo- primera vez en el país, aparecían explícitamente
ría y práctica, en el marco social de una realidad en el diseño curricular de la carrera y cuya im-
situada, ni imaginada, ni especulativa. Sin em- plementación curricular fue seguida por Investi-
bargo, en las aulas universitarias del profesora- gación Acción (Pruzzo, 1999). Las Prácticas su-
do, teoría y práctica se han distanciado y no ha ponían la inclusión de los alumnos en el campo
dejado de campear la impronta positivista con de la universidad desde 1º Año para resolver si-
su fe en las verdades universales y su descon- tuaciones problemáticas planteadas por los Pro-
fianza respecto al saber sobre la práctica. Mien- fesores de las asignaturas teóricas y conducidas
tras tanto, el Consejo Federal de Educación ha por un Docente Coordinador.
propuesto la inclusión de las Prácticas desde pri- Hoy se nos presenta la misma problemática
mer año de todos Profesorados (universitarios referida a la formación del profesorado aunque
y no universitarios) lo que ha dado lugar a una ya hemos transitado el derrotero imaginado por
intensa polémica. El argumento más escuchado Bourdieu (2002): alentar “el pensamiento uto-
en oposición a esta postura se centra en que los pista fundado científicamente para orientar ac-
estudiantes de 1º Año no han aprendido toda- ciones realistas” en la transformación curricu-
vía los cuerpos de saber teórico y por lo tanto lar, con lo que hoy podemos fundamentar una
nada pueden hacer en las aulas del secundario perspectiva epistemológica para la inclusión de
más que vivir el desconcierto ante la realidad. El las Prácticas.
objetivo de este trabajo es presentar nuestro mo- Tanto la Agronomía como la Educación na-
delo de Formación Docente (FODA) que hemos cieron como prácticas sociales necesarias para la
seguido por Investigación Activa durante las dos supervivencia humana. Cuando el hombre des-
últimas décadas y en este contexto discutir la in- cubrió la posibilidad de reproducir plantas por
clusión de las Prácticas desde 1ª Año de los Profe- la siembra de semillas y asegurar un alimento
sorados (Pruzzo,1990, 1994, 1996, 1997a, 1997b, estable, conquistó su sedentarización y cons-
1997c, 1998a, 1998b, 1998c, 1998i, 1998j, 1999, truyó saber teórico. La práctica y la teorización
2000, 2001a, 2001b, 2001c, 2002a, 2003, 2004a, se entrelazan enriqueciéndose mutuamente: la
2005, 2008, 2009a, 2009b, 2010). Cabe señalar práctica analizada permite la aparición de nue-

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vas ideas que transforman la


práctica agraria. A la vez, nue-
vas prácticas modifican las ideas
(teorías) en una espiral dialécti-
ca. Con el tiempo y por el sostén
del lenguaje ese conocimiento
se sistematiza y se preserva de
generación en generación por
una práctica social fundamen-
tal para el mantenimiento de la
especie: la educación y más es-
pecíficamente la enseñanza. La
agronomía y la educación co-
mienzan siendo prácticas so-
ciales sobre las que se constru-
yen cuerpos de saber teórico. Y
tanto en uno como en otro caso,
el que teoriza está muy vincula-
do a la práctica. El contexto de
“Entrada al aquí y al allá”,
producción del saber, a la vez, Rosario Fernández
no se distanciaba del contexto
de reproducción. En nuestro caso, Sócrates, Pla- nes una temprana oportunidad para aprender a
tón, Aristóteles, por ejemplo, teorizaban sobre la pensar como los profesores, analizar problemas,
educación y practicaban la educación mientras hacer conjeturas, deliberar sobre las acciones de
enseñaban a sus discípulos. Con el tiempo, se co- los alumnos, asignar sentidos y significados a esas
mienzan a distanciar teoría de práctica hasta que acciones, poner límites o brindar ayuda… todo
en la actualidad encontramos una práctica muy lo que se aprende de un profesor mientras ense-
devaluada y una teoría cada vez más asida a los ña y que no se puede aprender de un libro ya que
esterilizados ámbitos académicos. ese profesor se enfrenta a diario con la incerti-
En una perspectiva epistemológica de la en- dumbre: aquello que la ciencia no puede atrapar
señanza, Bruner (1969) señala: en su discurso informativo. Y nuestros alumnos
también deben aprender a convivir con la incer-
No hay nada más básico en una disciplina que
tidumbre que nos puede enfrentar con las más
su modo de pensar. No hay nada más importante
bellas manifestaciones del amor o con los más
en su enseñanza que proporcionar al joven una
fuertes estallidos de violencia.
temprana oportunidad para aprender ese modo
Por lo tanto, nuestra perspectiva epistemoló-
de pensar… Desde el primer momento el joven
gica de la FD reivindica un aprendizaje que siga
estudiante debe tener oportunidad de solucionar
las pautas de la producción científica del saber
problemas, hacer conjeturas, probar, comprobar,
pedagógico: Práctica y Teoría articuladas, desde
cuestionar, tal y como ello se lleva a cabo en el
el inicio de la formación.
fondo de la disciplina… Es más fácil aprender
Históricamente esta perspectiva encuentra
física comportándose como un físico que hacien-
anclaje curricular en la Formación Docente de
do cualquier otra cosa (por ejemplo, usando li-
principios del Siglo XX con una organización que
bros de texto que hablan acerca de las conclusio-
incluyó a los estudiantes normalistas desde su
nes en un campo de indagación) (Bruner, 1969:
primer año del secundario, a los trece años, en
205).
las aulas de las escuelas primarias. La duración
Por eso nuestra investigación, tanto en la Fa- de los estudios de magisterio, en ese entonces,
cultad de Agronomía, UNLPam (Pruzzo,1999) abarcaba cuatro años, en cada uno de los cua-
como en la Facultad de Ciencias Humanas, UNL- les se disponía de un espacio para las Prácticas.
Pam. (con publicaciones desde 1990 a 2010) pusi- Los alumnos se incorporaban en las clases de los
mos a prueba nuestra concepción de la enseñanza maestros del Departamento de Aplicación de la
de base epistemológica, que en nuestra formación Escuela Normal acompañando al docente e in-
de profesores implica proporcionar a los jóve- cluso ocupándose de las clases cuando aquél no

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concurría. Este sistema se transforma a media- a abordar los significados que guardan en nues-
dos del siglo, cuando se alarga la carrera a cin- tra perspectiva epistemológica de la Formación
co años y se separa en dos ciclos (Pruzzo, 2000). Docente.
En ese momento las Prácticas sólo se realizan a Desde la Filosofía de la Educación, Carr
partir del cuarto año, inaugurando su distancia- (1996) ha planteado la vigencia de tres perspec-
miento de la formación teórica, que alcanzaría tivas existentes sobre esta controvertida relación.
su punto culminante a partir de la década del se- Para una de ellas, por ejemplo, las teorías son
tenta cuando las Prácticas o Residencias se limi- los conocimientos entendidos como conjunto
tan sensiblemente al último año de una carrera de ideas abstractas, generalizaciones universa-
de siete años y medio –si se suman bachillerato les, al margen del contexto; mientras las prácti-
pedagógico y magisterio de nivel superior–. Sin cas se desenvuelven en realidades concretas, en
ninguna investigación científica que avalara el contextos específicos y en casos particulares. Las
cambio y sin ningún tipo de evaluación racional conciben por lo tanto como dos mundos distan-
de seguimiento que justificara su mantenimien- tes, en los que la práctica es todo lo que no es
to, el sistema de formación docente se destruyó. la teoría, o viceversa. A este punto de vista, lo
Políticamente el Estado logra con estos cambios denomina Carr, la perspectiva de la “oposición”
interrumpir la graduación de maestros durante porque los principios universales como cons-
varios años descomprimiendo el mercado labo- trucciones teóricas ocupan un lugar opuesto al
ral, modelo que retomaría el neoconservaduris- de las realidades particulares del mundo de la
mo de los noventa cuando cerró durante cinco vida. Frente a esta concepción de la “oposición“,
años la formación docente de nivel primario. surgen las perspectivas de la “dependencia” que
En la última década de ese siglo se inicia un perciben la práctica subordinada a la teoría, o
período de revaloración de la Práctica que co- viceversa. El autor plantea la necesidad de una
mienza a incluirse desde 1º o 2 º año en las ca- reconstrucción conceptual que permita aclarar
rreras del Profesorado del Nivel Terciario. Esta parte de la ambigüedad que rodea sus significa-
inclusión, sin embargo, encontró limitaciones en dos, como punto inicial para analizar las posibi-
su implementación, especialmente, porque no se lidades de las mejoras educativas en contextos
comprometió el Estado en la apertura de las es- reales. Esa reconstrucción conceptual enfoca la
cuelas primarias y secundarias para que alber- superación de ambas concepciones sobre la re-
gara a los estudiantes del profesorado. Así, las lación teoría y práctica: la de la oposición y la de
Prácticas no se pudieron desarrollar en escue- la dependencia e implicaría la tercer orientación
las o se transformaron en espacios conseguidos sobre el particular.
por esfuerzos personales, sin efectiva coordina- En este sentido, Kemmis (1990) desde la pers-
ción entre las instituciones. En la actualidad, el pectiva de una ciencia social y educativa crítica,
Estado parece asumir como prioridad esa arti- señala:
culación entre instituciones para tornar posible
“Existe un cuerpo de opinión en la teoría históri-
el encuentro de los estudiantes del profesorado
ca y social y en la teoría literaria, que sugiere que
con la realidad de su futuro ejercicio profesional
las cuestiones permanentes de teoría y práctica ya
y respaldar las Prácticas desde el primer año de
hace tiempo que se resolvieron. Según este pun-
la formación. En este marco, la Facultad de Cien-
to de vista, el poder de la teoría es siempre una
cias Humanas de la UNLPam, ha incluido en su
forma de poder que revela sus relaciones con los
Diseño Curricular de los Profesorados, el Campo
atrincherados intereses del capital y del estado,
de la Práctica desde el primer año de las carreras
una forma de poder ejercido ‘por encima’ de los
de Formación Docente atendido por equipos in-
maestros y por encima de sus estudiantes. De esta
terdisciplinarios.
manera, la teoría se convierte en una manifesta-
ción de ideología, una forma de legitimación de
Las controvertidas relaciones entre los intereses del estado y del capital, incluso peor
Teoría y Práctica todavía, la teoría no es más que el guante de ter-
ciopelo que enmascara el puño de hierro de una
Las nuevas discusiones curriculares han reac- policía estatal que somete la enseñanza a los inte-
tualizado las controvertidas relaciones entre Teo- reses del estado… este punto de vista a mi enten-
ría y Práctica. Aunque en apariencias estos con- der, no es demasiado crítico, deja de reconocer los
ceptos aparecen sin fisuras hermenéuticas, voy recursos considerables que la teoría puede procu-

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“Gemelos 1”, dibujo


Santiago Rodríguez

rar, no sólo para desenmascarar los intereses que largos períodos y se aplican en forma inequívoca
operan, sino para fortalecer y apoyar la educa- a todos los miembros de una amplia clase de ca-
ción como fuente de movimiento social, así como sos ocurrentes o recurrentes” (Schwab, 1974:2).
de orden social” (Kemmis, 1990: 8). Esas afirmaciones teóricas, universales y exten-
sivas, según aquella perspectiva, habilitarían la
El autor reivindica el aporte de la teoría aun comprensión de los casos particulares y por eso,
reconociendo muchas de sus limitaciones, por- deberían enseñarse primero para que luego, esos
que puede brindar a los actores sociales, recur- saberes universales, se pudieran “aplicar” a los
sos para desenmascarar los intereses del poder y casos específicos de la realidad profesional. De
fortalecer las instituciones de la sociedad como ahí que los planes de estudio del profesorado en
fuente de movimiento social y de orden social. La nuestras universidades, presentan en los prime-
acción de los hombres para enfrentar la realidad ros años materias teóricas generales y luego la
de miserias y despojos, puede ser iluminada des- Residencia o Práctica en el último año de la for-
de la teoría, pero nunca suplantada por la teoría. mación, concebida como espacio para aplicar la
Y esa misma práctica social de resistencia puede teoría aprendida. No se ha planteado como pro-
alterar las teorías en una articulación dialéctica blemática universitaria, si en la práctica se pue-
y solidaria entre teoría y práctica. Y así se abren de aprender algo más que no sea la aplicación
las posibilidades de la reconstrucción conceptual del saber teórico.
de la relación entre teoría y práctica, como rela- La concepción “dependiente aplicacionista”
ción solidaria y de mutuo impacto que supera las de la relación teoría-práctica, muestra los resi-
perspectivas de la oposición y de la dependencia: duos del positivismo pero también la subsistencia
no pertenecen a mundos opuestos, ninguna es de la idea de que el rol del profesor es asegurar el
anterior a la otra, ambas se construyen y recons- dominio de un ámbito de saber (Física, Química,
truyen en relación solidaria. Historia, Letras…) que será usado mucho tiempo
Sin embargo en el ámbito del profesorado después para enseñar a otros. En esta perspectiva
universitario sigue primando la concepción de- aséptica de la formación docente, ese saber uni-
pendiente-aplicacionista, según la cual, prime- versal podrá ser distribuido universalmente en
ro se deben dominar los saberes teóricos para igualdad de condiciones a todos los sujetos, sin
que, mucho después se puedan “aplicar” en la discriminar a nadie porque todos tendrán igual-
Práctica. dad de oportunidades. Se desconocen, en esta
Schwab (1974) señalaba, hace medio siglo, perspectiva ingenua, la diversidad, los obstáculos
que los diseñadores curriculares “… estiman que que la realidad plantea a esa universalización del
las afirmaciones teóricas son valederas durante saber, las condiciones de violencia, drogadicción

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y degradación humana que inundan nuestras au- nico. La acción responsable lo es… porque con su
las producto de la injusticia social, la pobreza, las práctica “influye” en la situación y en el “otro”…
desigualdades, las discriminaciones y que explo- En la deliberación el educador tiene que apren-
tan en las escuelas ante la mirada impotente de der a incidir, incluso en su propia capacidad de
nuestros graduados aun cuando dominen el saber influencia. Porque donde se influye es en las con-
de la Física, la Historia, la Geografía…. diciones que permiten que el otro, libremente,
Nuestra investigación ha organizado la pro- aprenda. Un objeto de la deliberación, será en-
puesta de la FODA para que nuestros Profesores tonces crear espacios de seguridad en los que el
puedan brindar, más allá de los saberes discipli- individuo haga lo que tiene que hacer para im-
nares legitimados por la cultura, las herramientas plicarse en su proceso de aprendizaje” (Bárcena,
intelectuales para ejercer una ciudadanía com- 2005:174).
prometida con el sostenimiento de la democra-
Por eso, nuestros estudiantes universitarios
cia, que respete las diferencias y articule las resis-
deben aprender conjuntamente con los saberes
tencias para luchar contra todo tipo de injusticia.
teóricos, el razonamiento práctico deliberativo
Esto implica un cambio en la Formación, funda-
–propio de las situaciones prácticas– que per-
do en una perspectiva epistemológica, ética, po-
mite tomar decisiones seleccionando responsa-
lítica y didáctica.
blemente entre las opciones que, incluso, pueden
ser ofrecidas desde las construcciones teóricas de
La Práctica en el ámbito de los valores la investigación.
Esta perspectiva implica un nuevo aprendiza-
La enseñanza de cualquier asignatura debería je docente: tenemos que aceptar la existencia de la
seguir una perspectiva epistemológica, tal como incertidumbre y ante ella, están las posibilidades
lo hemos planteado recordando las palabras de abiertas para el pensamiento reflexivo que per-
Bruner (1969). En este sentido, se aprendería me- mite la deliberación sobre las opciones posibles
jor historia comportándose como un historiador y sobre sus consecuencias, a fin de tomar deci-
que se ha nutrido de distintas concepciones teó- siones y emitir juicios.
ricas, ha indagado documentos, y ha abrevado Por eso señalamos que la práctica implica un
en las más distintas fuentes. Resulta un planteo contexto hermenéutico abierto a la interpreta-
investigativo del aprendizaje como resolución de ción, aunque la modernidad haya hecho lo posi-
problemas, más que como recitación de verda- ble por eliminar la incertidumbre y exterminar
des hechas. Y en este sentido, se aprende mejor la la ambivalencia. En su proyecto, el pensamiento
docencia, comportándose como un docente, ob- científico usurpó a la práctica su carácter herme-
servando, planteándose hipótesis, recurriendo a néutico pero también su carácter experiencial.
la teoría y especialmente reflexionando sobre la “La incertidumbre provoca irritación pues
práctica de enseñanza. en lo ambivalente, el sujeto tiene que leer las si-
En este sentido, las situaciones prácticas van tuaciones interpretándolas hermenéuticamente,
más allá de la aplicación de saberes teóricos: im- tiene que elegir y decidirse” (Bárcena, 2005: 12).
plican, por ejemplo, la toma de decisiones y de- El pensamiento de la modernidad ha excluido
liberaciones éticas vinculadas a las consecuencias la posibilidad de interpretación –de asignación
de la acción. La deliberación se torna en el eje del de sentidos y significados, de elecciones, valora-
razonamiento práctico y se aprende a deliberar o ciones y juicios morales– del ámbito de la cien-
a actuar con responsabilidad moral, en la práctica cia; también se liberó de la “experiencia” (sujeta
social y nunca “desde” los libros, aunque pueda a condiciones existenciales variables) y la trans-
nutrirse “con” los libros. formó en “experimento”, con variables definidas
que se pudieran controlar y medir.
“…la acción ética es fundamentalmente una ac- En síntesis, toda práctica implica interrelacio-
ción responsable porque a través de ella respon- nes humanas caracterizadas por ser imprevisibles
demos no sólo ante las propias intenciones o con- con lo que aumenta el marco de incertidumbre y
vicciones, sino ante la consecuencia de los actos, ambigüedad. Para el pensamiento científico de la
cargando con la responsabilidad de las mismas modernidad era inadmisible aceptar esta incerti-
de antemano. Es una acción deliberada, decidi- dumbre considerando la necesidad de mantener
da y comprometida. La acción responsable devie- estables las variables intervinientes en la práctica
ne, entonces, eficaz en un sentido distinto al téc- social investigada, con definiciones precisas de

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las variables y sin lugar a interpretaciones “sub- de lo incierto, de lo situado y de lo contextualiza-


jetivas”. do en tiempo espacio. Nuestros estudiantes de-
En nuestra perspectiva, la ciencia pedagógi- ben aprender, entonces, a construir ese saber de
ca acepta el contexto hermenéutico de la educa- lo singular que les permitirá leer en forma di-
ción, sin necesidad de la estricta definición de ferente cada situación de enseñanza y aprender,
variables dependientes, independientes, intervi- en fin, a actuar en el contexto hermenéutico de
nientes, pero con la rigurosidad y responsable la acción docente, siempre abierto a la interpre-
vigilancia epistemológica desde la investigación tación de lo que sucede en la enseñanza y en el
acción. aprendizaje.
Ya he señalado que la práctica a que nos re-
ferimos en este trabajo no es cualquier “hacer”, o
La Práctica como ámbito político
cualquier actividad realizada por el hombre. Hay
que pensar una práctica como “la acción infor- En sus escritos Arendt (1996) argumenta en
mada que emana de ciertas convicciones con- forma recurrente su interés por el fenómeno de
cretas a la luz de determinadas circunstancias la natalidad en la transformación del mundo de
y cuestiones particulares” (Carr y Kemis, 1988: la vida. Por eso sostiene que a través de la edu-
96-97). cación se introduce a los nuevos en este mundo
En la perspectiva de Carr (1990) la acción in- viejo, preexistente a su nacimiento y que ha sido
formada, no sólo está comandada por las teorías creado por los vivos y por los muertos, pero que
del practicante ante situaciones particulares sino, se renueva sin cesar por los nacimientos.
además, por intencionalidades y convicciones guia-
das por principios éticos que a la vez, sirven para
distinguir la buena práctica, de la indiferente o de
la mala. Pero, agrega que, esas intencionalidades
y convicciones, surgen ante los casos y contextos
particulares que se le plantean al sujeto.
En esta perspectiva ética de la práctica1 que
retoma la tradición aristotélica, cobran fuerza
instituyente los valores que la alientan. Porque
toda acción ética implica la deliberación para es-
tablecer una diferencia entre lo mejor y lo peor
que puede provocar la acción, en esa situación
particular. Como vemos, se enfatiza la caren-
cia de universalidad de los criterios con los que
se resuelven los problemas de la práctica y que
implica un contundente distanciamiento con el
paradigma científico positivista. De ahí nuestra
implicancia con la investigación acción que re-
conoce el ámbito de los valores en que transcurre
la práctica social y educativa y que convoca a la
responsabilidad moral.
“El pensamiento sobre lo mejor y lo peor es un
pensamiento acerca del bien, materialmente cir-
cunscripto a un espacio y a un tiempo dados, no
en su pura abstracción y universalidad de modo
que la reflexión sobre la acción, es una reflexión
que reclama comprensión ética” (Bárcena, 2005:
174).
Por eso, Carr (1988) considera que la práctica
es, finalmente, una acción moralmente informada
o moralmente comprometida con determinados
valores y que se realiza en situaciones particula- “Payasos”, dibujo
res. Implica, por lo tanto un saber de lo singular, Santiago Rodríguez

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“La educación es el punto en que decidimos si una sociedad en la que tendrán que ejercer y de-
amamos el mundo lo bastante como para asu- fender sus derechos en marcos plurales. De esta
mir una responsabilidad por él y así salvarlo de manera, la principal tarea que le corresponde a
la ruina que, de no ser por la renovación, de no la enseñanza es política: la tarea de brindar una
ser por la llegada de los nuevos, sería inevitable. formación que les permita a nuestros estudiantes
También mediante la educación decidimos si participar y analizar los asuntos de la comunidad,
amamos a nuestros hijos lo suficiente como para pues detrás de cada joven que no aprende, que es
no arrojarlos de nuestro mundo y librarlos a sus violento, distraído, apático se esconde el fantasma
propios recursos, ni quitarles de las manos la de una formación individualista y se ocultan los
oportunidad de emprender algo nuevo,… como problemas derivados de las condiciones de vida
para prepararlos con tiempo para la tarea de re- que afectan a los grupos humanos a los que ellos
novar un mundo común” (Arendt, 1994: 208). mismos pertenecen. No es problema de una per-
sona, es problema de la comunidad que gracias a
En este sentido, nos impone a los docentes
los nuevos podría probar formas alternativas de
la dura responsabilidad de formar nuestros es-
resistencia y cambio. Por eso la pobreza interesa,
tudiantes con herramientas que los prepare para
la drogadicción preocupa, la carencia de justicia
la tarea de renovar el mundo. Pero aún más, nos
social nos interpela y el “no aprendizaje” en las
interpela ante las tendencias libertarias en edu-
escuelas, nos agobia. ¿Cómo comprender este do-
cación, que tras un discurso progresista deja a los
lor de nuestras comunidades, si no es convivien-
nuevos, liberados a sus propios recursos, arroján-
do en los espacios públicos donde esa realidad se
dolos de nuestro mundo adulto. Y en el fenómeno
vive cotidianamente?
de la natalidad encuentra la esperanza de que los
nuevos ayuden a construir un mundo común… “La manera de hacer frente a estos problemas
más humano, más justo, más digno. Nos inclui- no depende de reacciones individuales sino de
mos, de este modo, en el ámbito de la responsabi- aprender a pensar y actuar colaborativamente,
lidad moral en un contexto político que le acerca ‘los unos con los otros de los diversos’. Es una for-
a los “nuevos” el mundo de bienes lingüísticos y mación política en el sentido que le da Arendt
simbólicos, las herramientas de la cultura, con (1997: 45-46) a esta palabra: ‘…la política tra-
las que pueden incidir en la construcción de una ta del estar juntos, los unos con los otros de los
sociedad más justa y solidaria. diversos… La política surge en el entre y se esta-
En el marco de estas ideas, “entendemos la blece como relación’” (Pruzzo, 2010: 13).
formación docente (FD) como acción de carácter Por eso, la necesidad de alentar las relaciones
político que alienta la conformación de un espa- de reciprocidad adentro del aula universitaria y
cio abierto al aprendizaje de la participación, la también afuera, en las aulas del secundario, pro-
cooperación, la solidaridad y la discusión pública, piciando actividades que posibiliten el “entre to-
argumentativamente fundada. Si los Profesores dos”, porque la política implica aprender a estar
se piensan como intelectuales transformativos se- juntos en situaciones que desarrollen el espíritu
gún la visión de Giroux (1990), deben ser forma- de comunalidad que no ignora el conflicto pero
dos en instancias plurales donde las personas se lo aborda discursiva y argumentativamente.
asocien libremente motivadas por su cuidado de Si provocamos las capacidades de controver-
lo común: el mundo de la vida” (Pruzzo, 2010). sia con uno mismo, a las que denominamos pen-
De esta manera, se le da a “la noción de lo sar, y de controversia con los otros, a las que de-
político un giro más igualitario y democrático nominamos debate (Marchart, 2009), asistidos
(es decir menos elitista) al insistir en la urgencia siempre por la comprensión de teorías y contex-
de crear una cultura de la comunalidad, incorpo- tos, estaremos vinculando la formación académi-
rando lo político en la vida cotidiana de las per- ca con la formación profesional. Y esta formación
sonas” (Marchart, 2009: 62). tiene que posibilitar la inserción de los alumnos
Mientras el seductor discurso del capitalis- en la realidad social para que puedan compren-
mo busca “orientaciones” para que nuestros es- der y hacer frente a los problemas e injusticias de
tudiantes puedan insertarse en el mercado ocu- la vida diaria (Torres Santomé, 2001).
pacional, nuestra tarea de formadores críticos se Nos cabe, a la vez, la responsabilidad de evitar
dirigirá, más que a la inclusión de los jóvenes en que el enfrentamiento de nuestros jóvenes con la
el utópico mercado de un futuro desconocido, a dureza de la realidad provoque angustia parali-
su desempeño cívico y a la actividad creadora, en zante, desesperanza inmovilizadora y solipsismo

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intelectual. Por eso Torres Santomé (2000, 2001) ca y ético-política centrada en cuestiones noda-
nos invita a recurrir a la historia para sostener les de la enseñanza: la evaluación recursiva en la
un “currículum optimista” que recupere las lu- base de la enseñanza; el diseño de los instrumen-
chas de los sectores más desfavorecidos en sus tos de la cultura para facilitar la apropiación del
conquistas progresivas. Porque más allá de las saber; el enfoque investigativo del aprendizaje;
miserias enfrentadas, se han logrado reivindi- las relaciones de reciprocidad en el aula; los for-
caciones sociales y en sus narrativas podremos matos de la participación genuina, la argumen-
mostrar a los “nuevos” la posibilidad y la espe- tación permanente y la discusión esclarecedo-
ranza. La cohesión de las fuerzas oprimidas ha ra (Pruzzo, 1996, 2002d, 2004c, 2005, 2009º). La
logrado, en oportunidades, desbaratar el poder reflexión, como actividad intelectual implica un
de los poderosos como en el caso de las luchas de largo aprendizaje que se puede realizar solamen-
los obreros, o de las mujeres, o de los grupos ho- te cuando hemos hecho u observado la acción, y
mosexuales. Un currículum optimista nos com- no cuando nos las han contado. Se aprende en la
promete a incluirlos como temáticas de análisis, práctica en la que los agentes sociales, actúan e
discusión y crítica. interactúan y pueden juzgar sus acciones desde
Mantendremos vivas de esta forma, las posi- la memoria reflexiva.
bilidades para movilizar a nuestros jóvenes ha- En síntesis, la característica de nuestra inves-
cia la utopía, tal como la imaginaba Bourdieu tigación activa es la de haber cohesionado equi-
(2002). pos interdisciplinarios de docentes de la univer-
Voy a usar palabras de Freire (1974) para sidad y de la escuela secundaria, como una forma
plantear finalmente dos preguntas: de asegurar el aprendizaje de los alumnos del se-
¿Qué somos en esta profesión si no podemos cundario, favorecer la profesionalización docente
proteger los sueños para el futuro? ¿Qué somos, y asegurar para los estudiantes del profesorado
si cansados de las luchas nos sentamos abatidos, un espectro ampliado de aprendizajes, amalga-
sin pensar que la desesperanza es esperanza que mando Teoría y Práctica en su formación (Pruz-
perdió su rumbo? zo, 2002).

La perspectiva didáctica en el cambio A manera de síntesis: la salida de la


de la formación docente caverna
He señalado que la incorporación de espacios En el cierre de este trabajo voy a desarrollar
de Práctica no garantiza por sí misma la trans- una bella metáfora, rescatada por Bárcena (2004)
formación de la formación, porque necesitamos a partir del Mito de la caverna de Platón (2003).
un cambio que vaya más allá de la inclusión de El autor nos presenta a un grupo de esclavos, en-
materias o espacios curriculares. Siguiendo las cadenados en el fondo de una caverna de manera
palabras del maestro, (Stenhouse,1990) la trans- de no poder volver sus cabezas y permanecer de
formación será posible desde el corazón y la com- espaldas a la salida, mirando el fondo de la ca-
prensión de los docentes, capaces de reflexionar verna. Atrás de ellos, hay una hoguera encendida
sobre su propia práctica de enseñar: el cambio es y hombres que pasan frente a ella portando los
didáctico, a través de una enseñanza que puede objetos más diversos. Los hombres encadenados
ser reflexionada y transformada desde una pro- sólo pueden ver sobre la pared, las sombras que
fesionalidad crítica, fundada en la investigación. proyectan los hombres y los objetos y aprenden
Y la reflexión se aprende a través de una toma a convivir con ellas. Cuando uno de los esclavos
de conciencia sobre la acción y sus consecuen- logra escapar, se enfrenta a la insólita iluminación
cias. Reflexionar sobre lo que hemos hecho im- del exterior que hiere sus ojos, paralizándolo por
plica una mirada retrospectiva, reflexionar sobre el miedo. Ciego aunque vidente, no puede en-
la acción es volver a pensarla desde una memoria tender ese mundo nuevo y desconocido, que va
reflexiva (Bárcena, 2005). Hemos comprobado descubriendo poco a poco en la majestuosidad
que no mejora la calidad de la enseñanza con las del paisaje, el follaje de las plantas, la tranquili-
soluciones que dieron los expertos a partir de la dad del agua cristalina y el estallido de colores
década del noventa. Pero a la vez, hemos seguido provocados por el sol. Descubre el mundo, más
por investigación, el impacto positivo en el apren- allá de las sombras conocidas. Cuando vuelve a
dizaje, de una enseñanza de base epistemológi- comunicar a los esclavos su descubrimiento, ellos

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Las prácticas: una concepción epistemológica, ética…

prefieren seguir encadenados asidos a la seguri- CARR, W. y KEMMIS, S. (1988). Teoría Crítica de la en-
señanza. Barcelona, Martínez Roca.
dad de lo cotidiano.
Platón (2003) nos presenta la caverna como CARR, W. (1990). Hacia una ciencia crítica de la Educación.
Barcelona, Laertes.
el lugar en el que sólo se perciben las apariencias
de las cosas y Bárcena (2005) recupera la metá- CARR, W. (1996). Una teoría para la educación. Hacia una
investigación educativa crítica. Madrid, Morata.
fora para la práctica de la enseñanza:
DEWEY, J. (1989). Cómo pensamos. Barcelona, Paidós.
“Cavernas hay muchas y su dilema es que aun- ELLIOT, J. (1990). La investigación Acción en Educación.
que en ellas podemos vivir, los víveres y alimen- Madrid, Morata.
tos están en el exterior, donde el individuo hace FREIRE, P. (1974). La educación como práctica de la liber-
de verdad su experiencia y donde cualquier cosa tad. Buenos Aires, Siglo XXI Editores.
puede ocurrirles. La cultura es una de esas ca- GADAMER, H.G. (1977). Verdad y Método. Fundamentos
vernas. Y por eso las cavernas se han llegado a de una hermenéutica filosófica. Salamanca, España,
convertir en centros de enseñanza y aprendizaje. Ediciones Sígueme.
Lo que hay dentro de la caverna, aquello que se GIROUX, H. (1992). Teoría y resistencia en educación: una
pedagogía para la oposición. México, Siglo XXI.
dice y que se explica remite a lo que está afuera,
pero no es la misma clase de práctica, ni la mis- HABERMAS, J. (1986). Conocimiento e interés. Madrid,
Taurus.
ma experiencia. Los adultos, tras haber realizado
su propia experiencia, la transmiten a los jóvenes KEMMIS, S. (1990). “Introducción”, en CARR, W. Hacia una
ciencia crítica de la Educación. Barcelona, Laertes.
para evitarles que tengan que recopilar la infor-
PLATÓN (2003). La República. Madrid, Editorial Gredos.
mación necesaria para vivir, proporcionando una
guarida, un espacio de seguridad protector… No PRUZZO, V. (2010). “La formación docente como acción
política”, en Revista de Educación. Facultad de Huma-
es posible transmitir a otro el acontecimiento de nidades. Universidad Nacional de Mar del Plata. Año I,
la propia experiencia, sino solamente su huella, Nº 1. Mar del Plata: 43-54.
apenas un murmullo” (Bárcena, 2005: 139). PRUZZO, V. (2009a). “Los retos a la Didáctica General: sin
didáctica no hay didácticas”, en III Jornadas Cuyanas
La metáfora es clara: nuestra universidad
de Didáctica, prácticas y residencias en la formación
puede elegir transformarse en la guarida segu- docente. Facultad de Filosofía y Letras, Universidad
ra para nuestros estudiantes del profesorado, o Nacional de Cuyo.
puede asumir la responsabilidad de ayudar a los PRUZZO, V. (2009b). “Las Prácticas: dimensión política de
nuevos a introducirse en la realidad y en ese acon- la Formación Docente”, en V Jornadas de Formación
tecimiento único, hacer su propia experiencia y Docente. Conferencia central, Universidad Nacional de
Catamarca.
aprender, desde la teoría y desde la práctica, a
PRUZZO, V. (2008). “El lugar de la Práctica en la Forma-
ser docentes.
ción Docente”, en Jornadas de Trabajo. La Formación
Docente en la UNSL: estado de situación y perspectivas.
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