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‘’ANÁLISIS DEL ARTICULO: LA CARDIOPATÍA IQUÉMICA EN PACIENTES

DIABÉTICOS Y NO DIABÉTICOS ‘’

ESTUDIANTE:
LUISA FERNANDA SÁNCHEZ VARGAS

DOCENTE:
MARIA CAROLINA CERÓN POLANCO

FUNDACIÓN UNIVERSITARIA MARÍA CANO


FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
PROGRAMA DE FISIOTERAPIA
PATOLOGÍA Y EVALUACIÓN CARDIOPULMONAR
NEIVA-HUILA
2019
En el artículo, ´´La cardiopatía isquémica en pacientes diabéticos y no diabéticos’’,
escrito por Aozi FengI, Yamilé PeñaII, Wan LiIII, publicado el 5 de abril de 2017, por
la revista Habanera de Ciencias Médicas, se aborda a la cardiopatía isquémica
como una de las enfermedades cardiovasculares más influyentes en muchos de los
países del mundo, la cual está estrechamente relacionada con la Diabetes Mellitus,
caracterizada como un factor de riesgo elevado, asociado a el desarrollo de esta
patología, que acelera el transcurso de la enfermedad, y que incide además en las
estadísticas de morbilidad y mortalidad, así como en el tratamiento y la severidad
de la misma.
Por tanto, en el artículo se buscó caracterizar la influencia de la Diabetes Mellitus
en la cardiopatía isquémica.

Pero… ¿qué es la cardiopatía isquémica?


La cardiopatía hace alusión a enfermedades del corazón e isquémica se refiere a la
obstrucción de los vasos sanguíneos (venas, arterias) que puede ser causada por
ejemplo y muy comúnmente por una aterosclerosis, es decir, que la oclusión de
muchos vasos sanguíneos puede deberse a la presencia de ateromas o depósitos
de grasa en las paredes de éstas.

Ahora, ¿Qué es la Diabetes Mellitus?

Principalmente es una enfermedad caracterizada por la presencia de altos niveles


de glucosa en sangre, debido a un defecto en la secreción, acción o captación de la
insulina, la cual es liberada por el páncreas, para que por medio de ella la glucosa
sea captada por las células y se produzca la energía necesaria para muchas de las
actividades fisiológicas del ser humano. Al no facilitar la entrada de glucosa en las
células, se disparan los niveles de la misma, creando la hiperglucemia.

Y, por supuesto, ¿por qué la diabetes se convierte en un factor de riesgo elevado


para la cardiopatía isquémica?
La principal causa por la que la DM lesiona o se convierte en un factor de riesgo alto
para el desarrollo de la cardiopatía isquémica se constituyen en el metabolismo
lipídico y la disfunción contráctil. ¿Por qué?

En primera instancia, partiremos de los estilos de vida, dentro de los cuales cabe
destacar la dieta alimenticia y el ejercicio. Nos damos cuenta, que un gran
porcentaje de las personas no cumplen con un nivel de vida que desarrolle calidad
de los dos factores mencionados. Por el contrario, desencadenan un sinfín de malos
hábitos alimenticios y una vida totalmente sedentaria.

Dentro del mismo habito mal sano de la alimentación podremos encontrar el


consumo excesivo de lípidos o grasas saturadas, que pueden despertar en el
metabolismo una triada dislipidémica aterogénica, es decir, la elevación de los
Triglicéridos, disminución de HDL, y aumento de LDL, que pueden adherirse
fácilmente a las paredes arteriales, especialmente en la capa subintima,
produciéndose un cúmulo de grasas, que obstruyen el paso de la sangre.
Y si sumado a todo ello, las personas no practican ningún deporte o realizan
actividad física constante, será mucho más complejo, ya que con él se puede ver
favorecida la salud, pues mejora el retorno venoso, el flujo sanguíneo, la volemia, y
tiene efectos que mantienen al corazón activo y contráctil. Respecto a lo contrario,
la diabetes afecta al miocardio, su capacidad contráctil, reduciendo la frecuencia
cardiaca, afectando los nervios que inervan al corazón, además de minimizar la
sensibilidad al dolor y hacer al sujeto propenso a los infartos silenciosos.

Fisiopatológicamente, la insulinorresistencia, produce consigo la hiperglicemia, y en


estadios avanzados, muchos de los lípidos y ácidos grases libres quedan circulando
en el torrente sanguíneo, ya que no son utilizados como fuente de energía, por ello,
se pueden almacenar como tejido adiposo o graso como sustrato de energía para
muchos órganos, como el hígado, y sistema muscular, sin embargo, de manera
excesiva. De ahí que, principalmente se adhieran a las paredes abdominales,
aumentando el riesgo cardiovascular y con ello otros factores como la obesidad,
hipertensión arterial, hipertrigliceremia, entre otros.

Según la OMS (2014) muchos países tienen poblaciones con presencia de niveles
variados de glucemia en ayunas, estos en personas mayores de 18 años en
adelante. En el análisis estadístico se pudo observar que Canadá y Australia se
acercan a niveles inferiores a 7.5 Mientras que Estados Unidos, Rusia, China y la
India, se encuentran entre los niveles de 7.5 a 9.9. Por otro lado, los países africanos
y Medio Oriente están en una escala mayor e igual a los 12.5, y México, Chile,
Mongolia fluctúan entre los 10 y 12.4. Por ende, en los últimos 15 años el aumento
de las enfermedades cardiovasculares tiene mayor relación con la diabetes mellitus,
así como ésta tiene un mayor impacto en la cardiopatía isquémica.
Según la Dirección Nacional de Registros Médicos y Estadísticos de Salud, Cuba
ha desarrollado un gran porcentaje respecto a la incidencia de las enfermedades
del corazón, de tipo coronarias como principal causa de morbimortalidad, asociada
específicamente a las enfermedades isquémicas que comprenden un 67%, y de las
cuales el 43% corresponden por Infarto Agudo al Miocardio. De tal manera, que los
estudios realizados en el 2011 comprendieron 15.370 muertes y en 2015 un número
de 16.774, es decir, en un quinquenio aproximadamente, de las cuales, todas fueron
desencadenadas por la cardiopatía isquémica ligada a la diabetes.

De lo anterior, las personas diabéticas al igual que las no diabéticas, no están


exentas de presenciar un infarto agudo al miocardio. De todas formas, es
indispensable implementar en ellos un tipo de prevención secundaria para evitar la
aparición de la enfermedad cardiovascular y que ésta desencadene mayores
riesgos.

Durante el análisis, se citan numerables estadísticas en cuanto a la mortalidad en


pacientes diagnosticados con diabetes, los no diagnosticados y los que contrajeron
en su momento la enfermedad cardiovascular (cardiopatía isquémica).

MORTALIDAD TOTAL

diabéticos con enfermedad coronaria

Diabéticos sin enfermedad coronaria

No Diabéticos, con enfermedad coronaria

0 2 4 6 8 10 12 14

Serie 3 Serie 2 Serie 1

Como podemos observar, el riesgo de morir por causa de enfermedad


cardiovascular ya sea por infarto agudo al miocardio o cardiopatía isquémica, es
netamente aumentado para las personas que tienen diabetes, esto entre personas
alrededor de los 45 y 65 años aproximadamente, y que pueden complicarse en
pacientes con DM tipo 2 pues suelen presentar episodios críticos de afectación a su
sistema cardiovascular. De la misma manera, los autores estudiaron diferentes
artículos en los que encontraron que muchos de los pacientes portadores con
cardiopatía isquémica o afecciones al corazón, también presenciaban diabetes en
un 14,3% y 38,8% en edades como los 45 y 78 años, lo cual aumenta su correlación.
Es decir, los pacientes diabéticos tienen el doble de incidencia de IAM y de contraer
insuficiencia cardiaca, que los que no tienen diabetes con o sin cardiopatía
isquémica previa. Y como característica de la enfermedad isquémica, se pueden
aumentar las anginas ya sea de tipo estable (se desarrolla durante la actividad
física, dura poco y se alivia con el descanso) o inestable (durante los periodos de
reposo, dura más tiempo y los síntomas son más severos) agravando la condición
de salud de los pacientes.

Afortunadamente, la DM puede controlarse para disminuirse como factor de riesgo


que aumenta la probabilidad de muerte de las personas y las encamina al curso de
la enfermedad cardiovascular. ¿Cómo podría hacerse? Mediante una prueba de
hemoglobina glicosilada HbA1c<6,5% para diabéticos tipo 2 y pre-diabéticos,
permitiendo que por medio de controles, la persona lleve una vida más saludable,
conociendo por medio de ella sus valores de glucemia en sangre pudiendo ajustar,
cambiar o renovar su plan de tratamiento, incluidos su dieta alimenticia, ejercicio,
medicamentos, etc. Además, puede realizarse 2 veces por año, generando un
control estricto de la glucemia y un compromiso completo del paciente para con su
salud y prevención de enfermedades adyacentes.

Finalmente, podemos encontrar unas técnicas no invasivas para la cardiopatía


isquémica en personas con diabetes, que según la Asociación Americana de
Diabetes deben ser evaluadas cada año sobre todo en las personas con diagnóstico
de DM tipo 2 por el alto riesgo cardiovascular que poseen. Tales son el
electrocardiograma basal, la prueba de esfuerzo, la toma de signos vitales, el
examen físico minucioso, así como la búsqueda de otros antecedentes patológicos.
Y por supuesto, la atención precoz e integral por parte del equipo médico
(cardiólogo, fisioterapeuta, anestesiólogo, enfermeros, etc.). No obstante, sería vital
que las intervenciones fueran algunas de tipo invasivo para adelantar el diagnóstico
de la cardiopatía isquémica en el diabético, pues entre más rápido sea la
intervención, su tratamiento también tendrá la misma evolución, por tanto en el
artículo, se hace énfasis en requerir un control más sistemático e invasivo respecto
de la enfermedad.
BIBLIOGRAFÍA

1. Feng A, Peña Y, Li W. La cardiopatía isquémica en pacientes diabéticos y no


diabéticos. Revista Habanera de Ciencias Médicas. 2017

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