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TRABAJO ELECTIVA DE CONTEXTO

PRESENTADO A

MANUEL DE JESUS CHARRIS PERTUZ

POR:

LEONEL BETANCOURT GAMARRA

ASIGNATURA

PENSADORES SOCIOLOGOS CONTEMPORANEOS

TEMA

DESARROLLO DELA SOCIOLOGIA LATINOAMERICANA Y DEL CARIBE

PROGRAMA CONTADURIA PÚBLICA

GRUPO 13

FACULTAD CIENCIAS ECONOMICAS

UNIVERSIDAD DEL ATLANTICO

BARRANQUILLA - ATLANTICO

COLOMBIA

2018-04-04
ORIGEN Y TRAYECTORIA DE LA SOCIOLOGÍA

LATINOAMERICANA

Sociología Latinoamericana

Como países sin tradición sociológica propia, los países latinoamericanos hemos
enfrentado el problema de la recepción de conocimientos generados en otras
realidades, razón por la cual, sin un esfuerzo crítico constante que permita
interpretar dichos conocimientos a la luz de nuestro propio y complejo proceso
histórico, no haremos más que repetir lo que se dice en otras latitudes y aplicarlo
automáticamente a nuestra realidad.

Del pensamiento social a la sociología latinoamericana.

En la búsqueda de lo que significa el “Ser Americano”, el problema de la


identidad se convierte en el punto de partida del pensar sobre quiénes somos y
sobre el tipo de sociedades que queríamos construir una vez concluidas las
guerras de la independencia, para así sustentar un pensamiento social propio,
como antecedente de la sociología latinoamericana, es decir una disciplina con
pretensiones científicas; González Casanova, considera que algunos de los
grandes temas de este primer pensamiento latinoamericano son la autonomía
cultural y la identidad nacional, que originalmente se propusieron contra las ideas
conservadoras de España y después como respuesta a la necesidad de un
pensamiento crítico.

La cuestión social y el indigenismo.

La cuestión social es el problema de las relaciones del hombre con los bienes de
la tierra; y recibe tratamiento temprano en América Latina como uno de los
problemas políticos importantes; en donde tienen lugar además el tema de las
clases sociales y una crítica del latifundio, es decir se puso en manifiesto la
preocupación social en donde tienen cabida las raíces del pensamiento
conservador y el racismo, sin considerar el tema indígena como parte de los
problemas nacionales, y menos aun cuando la perspectiva académica prefirió al
indio del pasado, sus ruinas y monumentos, por lo que fue quedando un
problema moral en donde el indígena estaba condenado a la extinción; sin
embargo, más adelante el indigenismo toma importancia y se empieza a integrar
gradualmente al desarrollo nacional.

Literatura y latino americanismo.

La literatura hispanoamericana es una parte de la sociología que nos enseña


que a pesar de la fragmentación y la pluralidad de los casos nacionales, existen
muchas similitudes en el tratamiento de problemas comunes, en donde se puede
decir que la existencia de una sociología latinoamericana se sustenta en una
unidad geográfica, en una historia común, en una lengua bastante extendida
como el castellano, con excepciones de Brasil, Belice y las Guyana que forman
parte de la región, y de las lenguas indígenas, además se reconoce la presencia
de una religión como la católica que ha sido mayoritaria, experiencias
compartidas, problemáticas sociales, culturales y políticas parecidas.

El expansionismo estadounidense y el pensamiento anti imperialista.

Una fuente compartida de experiencias en la construcción de América Latina fue


el expansionismo de Estados Unidos, país que ha considerado a la región como
su zona natural de influencia, una de cuyas primeras manifestaciones fue la
llamada doctrina Monroe, bajo el lema “América para los americanos”; las
intervenciones estadounidenses en la región, son fuente del pensamiento
nacionalista y antiimperialista, pues son muchos los autores latinoamericanos
que se han referido considerándolos como problemas de toda la región
latinoamericana.

Nacionalismo y populismo.

En la década de los años veinte del siglo XX, se inició un proceso de


recuperación de la historia común, de búsqueda de identidad, de un desarrollo
propio que le diera fundamentos a una teoría latinoamericana sólida; esta época
constituyó un momento de grandes cambios en la región; la irrupción de la
sociedad de masas a la vida política en economías insuficientes industrializadas
preparó en América Latina las bases del populismo, que puede ser producto de
la inmadurez política o parte de una política en formación, en donde podríamos
decir que lo más característico del populismo, común a experiencias diversas,
serían la relación líder-masa, su anti institucionalidad, la tendencia al referendo
y a otras formas más directas de participación, junto con su apelación al pueblo,
su discurso demagógico y un estilo manipulador y como característica general
se considera que entra cualquier líder o movimiento sin discriminación alguna.

Del marxismo a la sociología del desarrollo.

La creencia de la superioridad de los sistemas culturales y sociales de Europa


había entrado en decadencia, lo cual llevó a los latinoamericanos a la búsqueda
de un modelo propio no aplicando las teoría de Marx y Engels tal cual, si no que
dieran cuenta de la especificidad de la realidad propia con el intento de encontrar
en nuestra propia tierra los valores que había perdido Europa; por lo que
entonces la sociología profesional en América Latina crecía alrededor de la
temática del desarrollo y el subdesarrollo. Norberth Lechner, plantea cuatro
grandes líneas de investigación, en estas primeras etapas de la sociología
moderna latinoamericana, vinculadas a los procesos políticos y sociales vividos
por los países de la región, que son:

- La teoría de la modernización: el tránsito de una sociedad tradicional a una


moderna se estudia a través de un concepto clave: el de la modernización,
proceso que se va dando cuando las sociedades tradicionales transitan hacia la
industrialización y se convierten en sociedades modernas.

- El desarrollismo, vinculado con el pensamiento de la Comisión Económica para


América Latina (CEPAL) o pensamiento cepalino: que proponía la posibilidad de
un desarrollo capitalista autónomo, identificándose con el llamado desarrollismo
nacionalista, que entró en crisis al imponerse mundialmente un nuevo patrón de
acumulación monopólica mucho más concentrador y excluyente.

- Los estudios sobre la dependencia o la crítica dependentista: el concepto de


dependencia se convierte en el nuevo factor explicativo del subdesarrollo, que
según varios autores es una situación que, a partir de las relaciones de naciones
débiles con naciones dominantes, configura cierto tipo de estructuras internas en
los países subdesarrollados.

- La reflexión sobre el militarismo y el nuevo autoritarismo.

El impacto de la revolución cubana: demostraba de manera radical, el


agotamiento de los modelos reformistas y desarrollistas, y planteaba, por otra
vía resolver los grandes problemas de un capitalismo dependiente y excluyente,
haciendo importantes aportes a la teoría social en base a la experiencia misma
que se iba construyendo.

Estado y política en la sociología latinoamericana: los procesos de militarización


que se vivieron en la región, encontraron a la sociología latinoamericana sin una
teoría adecuada para entender las transformaciones que experimentaba el
Estado y el mismo ejercicio del poder; por lo cual la mayoría de estudios sobre
el militarismo no se deben a estudios latinoamericanos sino a estadounidenses
y europeos, a pesar de que la irrupción de las fuerzas armadas en la política fue
un hecho tan generalizado en la región.

La transición a la democracia en América Latina: en el último cuarto del siglo XX


los procesos de reforma por la vía de acuerdos entre las diferentes fuerzas
políticas devinieron el esquema por excelencia para transitar de regímenes
autoritarios a gobiernos democráticos, surgidos de elecciones libres.

El proceso de institucionalización y profesionalización de las ciencias sociales,


sin que quepa lugar

A dudas fue la Comisión Económica Para América Latina (CEPAL), creada en


1947 y bajo el liderazgo intelectual de Raúl Prebisch, la principal organización
impulsora del “desarrollo del subdesarrollo”. La misma tuvo al pensamiento del
economista salteño como la principal influencia teórico-doctrinaria, ejerciendo
una impronta altamente extendida en las ciencias sociales
Junto con otros tópicos como el cambio social y político, la estratificación y la
movilidad social, la urbanización, etc.

Latinoamericanas de la época e imponiendo el estudio sobre las condiciones


necesarias para el desarrollo de los países de América Latina.

Al mismo tiempo, fueron creadas una serie de instituciones ligadas al desarrollo


de las ciencias sociales que orbitaron en torno del trabajo de la CEPAL. Del vasto
conjunto se pueden mencionar las siguientes: el Departamento de Ciencias
Sociales de la UNESCO (bajo dirección del antropólogo brasileño Arturo
Ramos), la inter-gubernamental Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales
(FLACSO) en 1957, la cual entraría en funcionamiento a partir del año siguiente
con la puesta en marcha de la Escuela Latinoamericana de Sociología (ELAS),
a la que se agregaría el Centro Latino-Americano de Pesquisas em Ciências
Sociais (CLAPCS) con sede en Río de Janeiro en 1957, el Instituto
Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y Social (ILPES) en
1962, el Centro de Estudios Socioeconómicos (CESO) en 1965, el no-
gubernamental Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) en
1967, la Escuela de Sociología de la UCA (Chile) y el Centro para el Desarrollo
Económico y Social de América Latina (DESAL). Estas dos últimas fueron
fundadas por el jesuita Roger Vekemans y tuvieron una incidencia relevante en
la década de 1960 (Garreton en Trindade, 2007:199). Ambas contaron también
con financiamiento de la Fundación Ford (Pérez Brignoli 2008), la cual fue, junto
con la Rockefeller y la Carnegie, de las principales fundaciones que respaldaron
económicamente la institucionalización de las ciencias sociales en América
Latina durante la segunda posguerra.

Todas ellas acompañarían la renovación de ideas que tenía lugar en la región,


las cuales se expresarían especialmente en dos campos: la economía del
desarrollo y la sociología del desarrollo (Nahón et al. 2006). En cuanto a la
primera, el elemento en común de lo que se dio en conocer como el
estructuralismo latinoamericano consistía en su rechazo a la teoría ricardiana de
las ventajas comparativas y las virtudes del comercio internacional para las
economías subdesarrolladas. En síntesis, sus propulsores planteaban que la
especialización ligada a la elaboración de materias primas (mayormente para la
exportación), el escaso desarrollo industrial y de los servicios y la satisfacción de
buena parte de la demanda interna mediante la importación de

Bienes manufacturados llevaba a un deterioro en los términos del intercambio de


los bienes

Elaborados en la periferia. Además, la existencia de fuertes niveles de


proteccionismo en los países

Desarrollados y las fluctuaciones internacionales en la demanda de los bienes


Con sede en Santiago de Chile. La misma tuvo lugar a partir de estrategias
heterogéneas que articularon

Agentes e instituciones diversos: académicos y dirigentes universitarios, la


Universidad de Chile y, por medio de la intermediación del gobierno de país
trasandino, la UNESCO. Sin embargo, no fue el primer centro regional que
fomentó la Universidad de Chile, ya que en 1956 se había creado la Escuela
Latinoamericana de Economía

(ESCOLATINA) (Beigel 2009)

Periferia, llevaban a una significativa transferencia de excedentes de los países


periféricos a los Centrales (Nahón et al. 2006:336-337)

Basando su enfoque, precisamente, en la concepción establecida por Raúl


Prebisch sobre las relaciones entre centro-perifera, los estructuralistas
establecieron que una industrialización

“programada” suponía la activa intervención del Estado en la economía en tanto


“sujeto histórico” del desarrollo. Sin embargo, con el correr de la década de 1950,
los problemas por los que atravesaban varios países latinoamericanos
(inestabilidad macroeconómica, restricción externa, inflación, etc., sumado a los
problemas políticos de la rupturas de las alianzas “nacional-populares”) llevó a
los estructuralistas a flexibilizar sus posturas en relación a la inversión extranjera
y, en definitiva, a reformular sus consideraciones iníciales sobre el diagnóstico
de las economías latinoamericanas (Gabay 2008:110-111) en los siguientes
términos:

Se planteó el agotamiento de modelo “fácil” de la sustitución de importaciones y


la necesidad de pasar a una fase superior que se orientara a producir bienes
intermedios y de capital y a exportar manufacturas

Los cuellos de botella se producían por la falta de divisas para la importación de


bienes de capital, ya que sólo el sector primario proveía de dólares para dicho
proceso

Existía una estrechez de los mercados internos, que sólo era superable con la
integración económica a nivel regional

Era necesario, por último, implementar reformas estructurales para mejorar la


distribución del ingreso y de reformas agrarias en los países más atrasados de
la región

Por su parte, en el caso de la sociología del desarrollo también se establecía


como certeza la chance de que los países atrasados llegaran a los niveles de
desarrollo económico-social de los del primer mundo. En particular, la postura
adoptada por la sociología científica, articulada con la teoría de la modernización
(Nahón et al. 2006:333-334; Blanco 2007:7-11), suponía admitir una serie de
postulados, que podrían resumirse del siguiente modo:

A partir de la cual redactó para la CEPAL sus documentos “Introducción al Primer


Estudio Económico de

América Latina” (1948) y “El desarrollo económico de la América Latina y sus


principales problemas” (1949), sobre los cuales Celso Furtado dirá que son “el
manifiesto para la industrialización de América Latina” (citado en Gabay
2008:106). Sin embargo, y a pesar de lo expresado por Furtado, existen
antecedentes en varios países latinoamericanos desde la década de 1920 de
autores que abogaban por la industrialización de sus respectivas naciones
(véase Devés Valdés, 2000:287-304)

Un común rechazo a todas las formas de ensayismo y filosofía social que


llevaron a una especulación desenfrenada en el pensamiento sociológico,
imposibilitando el desarrollo de la sociología como ciencia empírica e inductiva

Una concepción de la sociedad como poseedora de una gramática que era


pasible de ser descripta y explicada por medio de la aplicación del método
científico en tanto las ciencias sociales diferirían en grado pero no en clase de
las ciencias naturales

Se planteaba, entonces, un carácter evolutivo de las sociedades occidentales, lo


cual suponía que aquellas caracterizadas como “tradicionales” llegarían en algún
momento a ser “modernas”, en la medida en que dicho esquema evolutivo
establecía este pasaje como necesario siempre que se aplicaran las políticas
adecuadas a tal fin

En última instancia, una vez develados los modos de funcionamiento de las


sociedades complejas, sería posible la planificación racional y democrática de
las modernas sociedades industriales, lo que llevaría ansiado al desarrollo
económico

Contextualización y crítica

Si hubiera que preguntarse por qué emerge en aquellos años esta serie de
planteos y argumentaciones ligados al desarrollo, ora porque es el fin deseable
al que debe aspirar la sociedad, ora para criticarlo y plantear como alternativa
“otro tipo de desarrollo”, etc., una posible explicación sería aquella que otorga el
historiador chileno Eduardo Devés Valdés. Para este autor “el pensamiento
latinoamericano desde comienzos del siglo XIX ha oscilado entre la búsqueda
de modernización o el reforzamiento de la identidad (…). Por ciclos y espirales,
diversos grupos de pensadores latinoamericanos (sea por modas, generaciones,
escuelas) han ido acentuando lo modernizador o lo identitario” (Devés Valdés,
2000:15). En este sentido, entre fines de la década de 1930 y comienzos de la
de 1940 se produce una decadencia del paradigma identitario y un resurgimiento
del modernizador, siendo la CEPAL representante de la hegemonía del nuevo
modelo de pensamiento.

Sin embargo, este planteo enfocado en un proceso “interno” de la historia de las


ideas, por un lado, no tomaría en cuenta que la creación de las instituciones
mencionadas en el apartado anterior supuso la articulación de un conjunto de
esfuerzos individuales y colectivos por otorgarle estatuto regional a una serie de
iniciativas que, sobre todo para el caso de la sociología, hasta ese momento

Al estilo de Juan Marsal, quien retoma a Mannheim para justificar su tratamiento


de una historia “interna” de las ideas en su libro La sociología en la Argentina
(1963) había sido limitado a ámbitos nacionales. De esta manera, los
emprendimientos sociológicos de Gino Germani en Argentina, Florestán
Fernandes en Brasil, Eduardo Hamuy en Chile, Lucio Mendieta y Núñez en
México, Rodolfo Rivarola en Paraguay, Isaac Gañón y Aldo Solari en Uruguay,
etc., se vieron favorecidos por las redes institucionales establecidas durante este
período, en tanto articularon concepciones respecto de la práctica disciplinar

En definitiva, la idea de desarrollo como horizonte económico para los países de


la región surgió en un complejo proceso de interacción con las condiciones de
bipolaridad del mundo emergente de la segunda guerra mundial. Fue el mismo
el que marcó las reflexiones de las disciplinas sociales (especialmente economía
y sociología) en torno a los elementos que posibilitarían el ansiado proceso de
equiparación con las potencias mundiales. Sin embargo, y a pesar de la fuerza
con que la idea de desarrollo se impuso durante un período considerable de
tiempo, con el correr de la década de 1960 comenzarían a aparecer críticas a
esta corriente de pensamiento. La sociedad intelectual que sociólogos y
economistas latinoamericanos (Blanco 2007:18), conjuntamente con la malla
institucional que comenzó a tejerse desde la CEPAL y que luego se expandiría,
dio lugar a una radicalización de las posturas de las nuevas generaciones. Entre
ellos, son destacables las figuras de Celso Furtado, Osvaldo Sunkel, Aníbal
Pinto, Fernando Enrique Cardoso, Enzo Faletto, Theotonio 11 Dos Santos,
André Gunder Frank, Aníbal Quijano, Vania Bambirra y Ruy Mauro Marini, entre
otros8 . El “dependentismo” sería la nueva corriente de pensamiento9 que
explicaría el atraso de América Latina en la década de 1960. No obstante, a
pesar de que al interior de la misma existían diferentes líneas de análisis, por lo
que no debería tomársela como un todo, estos pensadores sí compartirían
algunos elementos que los vuelven amalgamables dentro de la crítica al
desarrollismo.

PENSADORES PRESOCIOLOGICOS

Síntesis de la teoría sociológica de Comte


La teoría sociológica de Comte comienza desde los puntos externo de la Francia
moderno, la Revolución Industrial influyo mucho en la filosofía positiva que
elaboro Comte a lo largo de su vida.

Los problemas que separaban la sociedad eran la ubicación del estado y la


familia, a raíz de la Revolución Industrial. Este prototipo de ciudad en crisis se
llevo más adelante a una cierta baja vista de la sociedad en el cual Comte influyo
productos de su trabajo:

Estática social y Dinámica social son temas que profundizan al ser humano como
la base natural en la que la sociedad se ubicaba y donde terminaba su recorrido.

Etapa Teológica, Etapa Metafísica Abstracta y Etapa Positiva, son seudónimos,


estadías que influyen a la ciencia moderna en el cual se admiraba con La
Sociología de Comte.

Comte a lo largo de su juventud nunca le intereso el ambiente original que


gobernaba, donde se escondía la situación actual de Francia y los principios
básicos de la pre-sociología, Su antiguo socio el Conde Claude Henri Saint-
Simón le influyo aspecto filosóficos con lo cual elaborarían una saber que más
adelante a todos los intelectuales, aprendices de Comte confirmarían la
existencia de una masa, de un desarrollo, de cómo funciona la sociedad. Esa
ciencia se la llamo Sociología.

Síntesis de las teorías sociológica de Spencer-Marx

Las teorías sociológicas de Spencer y Marx son opiniones fuertes para la


ideología actual, El comunismo, el darwinismo, la clase obrera, Teorías del
desarrollo, La sociología en fin.

Spencer toma todas sus hipótesis con la influencia de Charles Darwin; padre de
la biología creador de la teoría de la evolución. Afirma completamente que la
sociedad es lucrativa y que desde el principio de la vida esta predestinada a
saber cómo terminara la especie humana, las hipótesis del comportamiento
animal y de los microorganismos que se ordenan en una célula son muy
importantes para Spencer. A lo largo de su vida da opiniones que hacen pensar
al ser más intelectual, comparo el comportamiento agresivo con el capitalismo y
afirmo que se industrializaría para la obediencia mediante la autonomía.

A pesar de todos sus estudios, nunca se lo respecto en el ambiente de otros


sociólogos y antropólogos, refutan completamente que olvido el espíritu humano
asemejando y olvidando la cultura propia. El día de hoy se lo recuerda con sus
estudios mediante la observación, su intervencionismo y que intento creer que la
sociedad partía de una sola hipótesis.

Marx vivió en la política y opino siempre a favor de los obreros, dice que el
capitalismo siempre arruinaría la humanidad y que su existencia perjudicaría al
proletariado, al obrero. Sus ideales fueron muy bien escuchados, el desarrollo,
el avance tecnológico y científica, la existencia de libertad de capital sobre el
obrero y el fin del trabajo enajenado que solo perjudicaría al hombre, ya que de
ahí viene su fuerza, sus ganas de progresar.

Los ideales patrióticos y de igualdad humana en la lucha de clases dieron a una


política muy bien reconocida en los EEUU (quien el autor afirma de allí el
nacimiento del Capitalismo), El comunismo.

Marx siempre hablo de mejorar la economía si se atiende la necesidad del obrero


y se olvida perjudicar al humano como si fuera objeto para la entrada de más
capital. Siempre afirmo que el producto pertenece al que arriesgo su vida para
tenerlo, el único ser puro en la sociedad para que se desarrolle, según Marx, es
la clase obrera social.

Síntesis de la teoría sociológica de Durkheim

La sociología nombra a Emile Durkheim actual responsable de la sociología


científica. En el trayecto de su vida escribió obras como el suicidio y Las reglas
del método sociológico. En el que remarcan sus hipótesis de cómo ve la
Sociología y como veía a su sociedad moderna. Reconocía atentamente los
trabajos de su maestro Augusto Comte y se enfocó en los problemas sociales y
sus puntos fuertes de unificación. Un gran personaje ya que dejo en el ambiente
sociológico la intriga de numerosos discípulos en el cual pensaban en cómo era
la sociedad.

En sus trabajos se lo puede definir como si encontró el objeto de estudio de la


Sociología, así como el pensamiento de los que lo enseñan, enumero criterios e
ideas en la estructura-funcional del desarrollo económico y social. Los hechos
sociales es un aporte de cómo el individuo puede participar en el ambiente que
la sociedad circula además de las acciones del hombre. Así como la solidaridad
social que explica la unificación social a través de los matices que el trabajo diario
dispone, se entiende las sociedades arcaicas y sociedades adelantadas. Una
tipología de cómo se fue creando la sociedad y como la ideología que abarca fue
creando el progreso económico y como en otros se fue creando fuertes vínculos
de “vecinos”. Los finales trabajos de Emile Durkheim intentan diferenciar la
Psicología y la Biología (ciencias importantes en esa época) de la Sociología,
todos sus proyectos fueron acertados más al ambiente de pensamiento
científico, tanto teórico como metodológico.

Síntesis de la teoría sociológica de Weber

La teoría sociológica de Max Weber es ideológica y literaria, Aunque sus puntos


más profundos son la absoluta racionalidad y la comprensión de una sociedad
ordenada, pura y burocrática. A lo largo de su vida tuvo una excelente formación
en derecho y economía, fanático también de la Filosofía, La historia y la
Literatura. Su comienzo fue cuando se integró al partido liberal, allí vio la política
como punto fuerte en la ideología de las personas que integran la comunidad,
más adelante se formó como docente donde empezó a crecer junto con sus
discípulo universitarios una idea racional y delicada de la sociedad. Bajo sus
conocimientos se pueden encontrar:

Concepto de acción social, respecto y análisis del Marxismo, La racionalidad y


La burocracia, Sociedades modernas, Sociedades tradicionales y la ética
protestante y el espíritu del Capitalismo.

Weber idealiza la vida como rutinaria y exacta, que el hombre está obligado a
seguir como atrapado en una jaula de hierro. La burocracia es su metáfora
favorita en su expresión de la sociedad, cuando la moral se mezcla con la
producción, la economía e ideología se crea lo “amoral”, trasciende que la
sociedad tiene un objetivo a fin, una semejanza con el capitalismo, una
observación cultural de la autonomía religiosa. Los aportes que aporto a la
sociología son el concepto de tipo ideal o tipo puro que afirma la realidad como
parte del sistema que se tiene que descifrar y analizar, el hombre tiene eficiencia,
sentimientos, espíritu y afán de desarrollarse y su masa más fuerte de ideas, la
razón.

PENSADORES SOCIOLOGICOS

En el siglo XX, la sociología se expandió en los EE.UU., incluyendo la evolución


de ambas macro sociologías, preocupada por la evolución de las sociedades, y
el micro sociología, preocupada por las interacciones sociales humanas
cotidianas. Basado en la psicología social pragmática de George Herbert Mead
(1863-1931), Herbert Blumer (1900-1987) y, más tarde, la escuela de Chicago,
los sociólogos desarrollaron el interaccionismo simbólico

En la década de 1920, György Lukács liberó History and Class Consciousness


(Historia y conciencia de clase) (1923), mientras que, póstumamente, fueron
publicadas una serie de obras de Durkheim y Weber.

Max Horkheimer (izquierda), Theodor Adorno (derecha) y Jürgen Habermas


(fondo derecha) en 1965 en Heidelberg.

En la década de 1930, Talcott Parsons (1902-1979) desarrolló la teoría de la


acción, integrando el estudio del orden social con los aspectos estructurales y
voluntaristas de los factores macro y micro, mientras colocaba en la discusión
dentro de un contexto explicativo de alto la teoría de sistemas y la cibernética.
En Austria y más tarde los EE.UU., Alfred Schütz (1899-1959) desarrolló la
fenomenología social, que más tarde se informará construccionismo social.

Durante el mismo período, ciertos miembros de la Escuela de Frankfurt, como


Theodor W. Adorno (1903-1969) y Max Horkheimer (1895-1973), desarrollaron
la teoría crítica, integrando los elementos materialistas históricos del marxismo
con las ideas de Weber, Freud y Gramsci —en teoría, aunque no siempre en
nombre— caracterizando, generalmente, la modernidad capitalista como un
alejamiento de los principios centrales de la iluminación.

Durante el período de entreguerras, la sociología se vio socavada por los


gobiernos totalitarios, por razones de control político ostensible. Después de la
Revolución Rusa, la sociología se fue poco a poco "politizado, Bolchevizando y,
finalmente, Estalinizado" hasta que prácticamente dejó de existir en la Unión
Soviética.

En China, en el año 1952, la disciplina fue prohibida, junto a la semiótica, la


lingüística comparada y la cibernética como "pseudociencias burguesas", no
tolerándoles hasta 1979

Durante el mismo período, sin embargo, la sociología también fue socavada por
las universidades conservadoras en Occidente. Esto se debió, en parte, a la
percepción del sujeto como poseedor de una tendencia inherente, a través de
sus propios objetivos, y remitir hacia el pensamiento izquierdista o liberal. Dado
que el tema fue fundado por los funcionalistas estructurales; ocupados por la
cohesión orgánica y la solidaridad social, esta visión fue algo infundada (aunque
era Parsons el que había introducido Durkheim al público estadounidense, y su
interpretación ha sido criticada por un conservadurismo latente).

En la mitad del siglo XX hubo una tendencia general -pero no universal- a que
sociología estadounidense tenga una naturaleza más científica, debido a la
importancia que presentaba en ese entonces la teoría de la acción y los otros
enfoques teóricos del sistema. Robert K. Merton lanzó su Social Theory and
Social Structure (Teoría y estructura sociales) (1949).

A finales de los años 1960, la investigación sociológica fue empleada cada vez
más como una herramienta de los gobiernos y empresas de todo el mundo. Los
sociólogos desarrollaron nuevos tipos de métodos de investigación cuantitativos
y cualitativos. Paul Lazarsfeld fundó la Universidad de Columbia Bureau of
Applied Social Research, donde ejerció una enorme influencia sobre las técnicas
y la organización de la investigación social. Sus muchas contribuciones a la
método sociológico le han valido el título de "fundador de la sociología empírica
moderna".50 Lazarsfeld hecho grandes progresos en el análisis estadístico de
encuestas, métodos de panel, análisis de la estructura latente, y el análisis
contextual.50 También es considerado uno de los fundadores de la sociología
matemática. Muchas de sus ideas han sido tan influyentes como para que en
2015 sean considerada por sí misma.

En 1959, Erving Goffman publicó La presentación de la persona en la vida


cotidiana e introdujo la teoría del análisis dramatúrgico que afirma que todas las
personas aspiran a crear una impresión específica de sí mismas en las mentes
de otras. C. Wright Mills presenta La imaginación sociológica, fomentando el
discurso humanista y un rechazo al empirismo abstraído y gran teoría. Paralelo
con el surgimiento de varios movimientos sociales en los años 1960, sobre todo
en Gran Bretaña, el giro cultural experimentó un aumento en las teorías del
conflicto enfatizando la lucha social, como el neo-marxismo y la segunda ola del
feminismo.

Ralf Dahrendorf y Ralph Miliband presentaron la pionera teoría en la lucha de


clases y los estados-nación industrializados. La sociología de la religión vio un
renacimiento en la década con nuevos debates sobre la tesis de la
secularización, la globalización y la definición misma de la práctica religiosa.
Teóricos como Lenski y Yinger formulan definiciones "funcionales" de la religión,
indagando sobre lo que la religión hace más que lo que es en términos familiares.
Así, diversas instituciones sociales nuevas y movimientos podrían ser
examinados por su papel religioso. Teóricos marxistas continuaron examinando
el consumismo y la ideología capitalista en términos análogos. Durante la década
de 1970 fue finalmente publicada la selección de Antonio Gramsci de los
Cuadernos de la cárcel [1929-1935] en inglés.

Zygmunt Bauman

En los años 1960 y 1970, los denominados post-estructuralistas y la teoría


posmodernista, basándose en el estructuralismo y la fenomenología tanto como
la ciencia social clásica, provocaron un impacto considerable en los marcos de
la investigación sociológica. [cita requerida] Con frecuencia se entiende
simplemente como un estilo cultural "después de Modernismo caracterizado por
la intertextualidad, el pastiche y la ironía, los análisis sociológicos de la
posmodernidad han presentado una era distinta en relación con (1) el disolución
de metanarrativas (sobre todo en la obra de Lyotard), y (2) el fetichismo de la
mercancía y el "reflejo" de la identidad con el consumo en la sociedad capitalista
tardía (Debord; Baudrillard; Jameson). El posmodernismo se ha asociado
también con el rechazo de las concepciones de la iluminación del sujeto humano,
corriente seguida por pensadores como Michel Foucault, Claude Lévi-Strauss y,
en menor medida, en el intento de Louis Althusser de conciliar el marxismo con
el anti humanismo. La mayoría de los teóricos asociados con el movimiento
negaron activamente la etiqueta, prefiriendo aceptar la postmodernidad como un
fenómeno histórico en lugar de un método de análisis, en todos los caso. Sin
embargo, las piezas posmodernos conscientemente siguen apareciendo dentro
de las ciencias sociales y políticas en general.
En la década de 1980, los teóricos fuera de Francia tendían a centrarse en la
globalización, la comunicación y la reflexión en términos de una 'segunda' fase
de la modernidad, en lugar de una clara nueva era en sí. Jürgen Habermas
estableció la acción comunicativa como una reacción a los retos postmodernos
en el discurso de la modernidad, informado tanto por la teoría crítica y el
pragmatismo americano. Su sociólogo alemán compañero, Ulrich Beck, presenta
el libro la sociedad del riesgo (1992) como una explicación de la manera en que
el Estado-nación moderno se ha vuelto organizado. En Gran Bretaña, Anthony
Giddens propuso reconciliar dicotomías teóricas recurrentes a través de la teoría
de la estructuración. Durante la década de 1990, Giddens trabajo desarrollado
en los desafíos de "alta modernidad", así como la política de una nueva "tercera
vía" que influiría enormemente en el Nuevo Laborismo en el Reino Unido y de la
administración Clinton en los EE.UU. El líder sociólogo polaco Zygmunt Bauman,
escribió extensivamente en los conceptos de modernidad y posmodernidad, en
particular con respecto al Holocausto y al consumismo como fenómenos
históricos. Mientras que Pierre Bourdieu ganó elogios de la crítica significativa
por su continuo trabajo en el capital cultural, ciertos sociólogos franceses, sobre
todo Jean Baudrillard y Michel Maffesoli, fueron criticados por percibir ofuscación
y relativismo.

Diagrama de Red social

Los teóricos de sistemas funcionalistas como Niklas Luhmann mantuvieron


fuerzas dominantes en la sociología hasta el final del siglo. En 1994, Robert K.
Merton ganó la Medalla Nacional de Ciencia por sus contribuciones a la
sociología de la ciencia. La tradición positivista es popular hoy en día, sobre todo
en los Estados Unidos. Los dos revistas de disciplina estadounidense más
extensamente citadas la American Journal of Sociology (Revista norteamericana
de Sociología) y la American Sociological Review (Revisión sociológica
americana), publicaron principalmente la investigación en la tradición positivista,
con ASR exhibiendo la mayor diversidad (British Journal of Sociology, por otra
parte, publica principalmente artículos no positivistas). El siglo XX fue testigo de
la mejora de las metodologías cuantitativas empleadas en sociología. El
desarrollo de los estudios longitudinales que siguen la misma población a lo largo
de años o décadas permitió a los investigadores estudiar los fenómenos a largo
plazo y el aumento de la capacidad de los investigadores para inferir causalidad.
El aumento en el tamaño de los conjuntos de datos producidos por los nuevos
métodos de estudio fue seguido por la invención de nuevas técnicas estadísticas
para el análisis de estos datos. El análisis de este tipo se realiza generalmente
con paquetes de software estadísticos como SAS, Stata o SPSS.

El análisis de redes sociales es un ejemplo de un nuevo paradigma en la tradición


positivista. La influencia del análisis de redes sociales está generalizada en
muchos sub-campos sociológicos como la sociología económica (véase la obra
de J. Clyde Mitchell, Harrison White, o Mark Granovetter, por ejemplo), el
comportamiento organizacional, la sociología histórica, la sociología política o la
sociología de la educación. También hay un renacimiento de menor importancia
de una sociología más independiente y empírico en el espíritu de C. Wright Mills,
y sus estudios de la élite del poder en los Estados Unidos de América, de acuerdo
con Stanley Aronowitz.

INSTAURACION DE CATEDRA

El 10 de diciembre de 1882, Don Salvador Camacho Roldán dictó la primera


cátedra de Sociología en la Universidad Nacional de Colombia, instaurando
posiblemente el primer momento de la enseñanza de esta disciplina en el país.
Tiempo después en 1959, con la fundación simultánea de los programas de
Sociología en las universidades Nacional, Javeriana y Pontificia Bolivariana, se
pondría en marcha un proceso de institucionalización de la Sociología en
Colombia. En el caso de la Universidad Nacional, laica y pública, la iniciativa
corrió por cuenta de Orlando Fals Borda y Camilo Torres, dos personajes que
estuvieron inspirados tanto por convicciones religiosas, como por aproximación
no confesional del análisis y la comprensión de los fenómenos sociales. Dados
los momentáneos cierres de los programas de las otras universidades, y por la
trayectoria académica del Departamento, el programa de Sociología de la
Universidad Nacional se perfiló como el programa con mayor recorrido de esta
disciplina en el país.

En pocos años lograron consolidar un esquema que permitía articular la


docencia, la investigación y la extensión. En cuanto al tema de docencia,
diseñaron un programa inspirado en el paradigma estructural-funcionalista,
aseguraron la secuencia anual de jornadas de egresados, fundaron el Posgrado
“Programa en Estudios del Desarrollo” (PLEDES), y gestionaron los recursos con
la ayuda de la UNESCO, la fundación Rockefeller y la Ford para la construcción
del edificio que hoy sirve de sede al Departamento, al igual que a varias
dependencias de la Facultad. En materia de investigación, aportaron junto con
colegas nacionales y extranjeros una considerable producción de trabajos sobre
diferentes problemáticas nacionales. En lo referente a extensión, desarrollaron
una estrategia editorial pronta y efectiva que estableció fuertes nexos con el
Gobierno a través del Ministerio de Agricultura y de la Acción Comunal.

Hacia 1970, una propuesta curricular presentada por Darío Mesa, reivindicó el
carácter multi-paradigmático de la Sociología, suprimiendo así la hegemonía del
estructural-funcionalismo norteamericano ejercida hasta entonces. Junto a
cursos sobre Parsons y Merton, los estudiantes tendrían que estudiar autores
como Durkheim, Weber y Marx. Desde entonces el énfasis en la teoría es una
de las características que identifica nuestro programa.

Hacia los años 90 se incluyó en el programa la enseñanza de teorías


contemporáneas, además se ha logrado fomentar el carácter interdisciplinar del
programa y se actualmente se busca el fortalecimiento de el componente
metodológico, para así lograr lecturas nuevas sobre la realidad contemporánea
colombiana.

Para el siglo XXI, el ideario original se mantuviera ileso pues ninguna de las
modificaciones formales se atrevió a cambiarlo. En la primera década del
presente siglo, la doble dinámica desarrollada durante el decenio precedente,
centró la puesta en torno a las nuevas corrientes teóricas emergentes a escala
mundial y con la diversificación de funciones demandada a escala nacional por
el Estado y por el mercado, ha seguido afianzándose durante el último
quinquenio.

En 2010 el Consejo Nacional de Acreditación (CNA) del Ministerio Nacional de


Educación concedió al Programa de Sociología de la Universidad Nacional de
Colombia, la acreditación en alta calidad por sus 50 años de trabajo académico,
sus 12 grupos de investigación, sus 191 publicaciones nacionales e
internacionales, su núcleo docente con 12 profesores con formación doctoral y 8
de maestría, sus semilleros, su estructura curricular flexible orientada hacia una
educación holística e interdisciplinar que se evidencia en el alto grado de cursos
electivos y los esfuerzos por contribuir a las demandas sociales. Esta
acreditación se halla consignada en el Sistema Nacional de Información de la
Educación Superior.

SURGIMIENTO DE CARRERAS DE SOCIOLOGIA

A sus más de 80 años, 83 para ser precisos, falleció el 12 de agosto de 2008


Bogotá, como consecuencia de un problema hepático, Orlando Fals Borda, un
barranquillero que es considerado el padre de la sociología en Colombia y
fundador de la primera Facultad de Sociología de América latina en la
Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá y quien fuera su primer decano,
papel que asumió hasta 1966.

El, además, fue uno de los fundadores y representante más destacado de la


Investigación Acción Participativa (IAP), método de investigación cualitativa que
pretende no sólo conocer las necesidades sociales de una comunidad, sino
también agrupar esfuerzos para transformar la realidad con base en las
necesidades sociales.

Orlando Fals Borda se destacó por estimular la investigación con la publicación


de la serie Monografías sociológicas; por constituir la Asociación Colombiana de
Sociología y la escuela de graduados «Programa Latinoamericano para el
Desarrollo” (Pledes), para activar especialistas en la «sociología comprometida»
con las transformaciones socioculturales de América Latina.

Fals Boda realizó sus estudios secundarios en Barranquilla, y luego viajó a


Estados Unidos y estudió literatura inglesa e historia, en la Universidad de
Dubuque, donde se graduó en 1947, adelantó, también, estudios de maestría en
la Universidad de Minnesota en 1953 y obtuvo el grado de Ph. D. en Sociología
de la Universidad de la Florida en 1955.

Entre los cargos que desempeñó a lo largo de su vida se cuentan: director


general del Ministerio de Agricultura, director de investigaciones en el Instituto
de las Naciones Unidas para el desarrollo social, director de la Fundación de
investigación y acción social en Bogotá, fundador y miembro directivo de la
revista “Alternativa”, miembro de la Academia boyacense de historia, miembro
de la Fundación para el análisis de la realidad colombiana (Fundarco) y
presidente honorario del Polo Democrático Alternativo.

Su obra

Se ha considerado que el recorrido fundamental de la obra de Fals Borda está


dado en la conjunción de la indagación sociológica con el compromiso político
en beneficio de los «sectores populares» y que en su «praxis» se postula la
«investigación-acción participativa». Obra que, se considera, activa
innovaciones metodológicas en la práctica sociológica y es consultada en las
universidades, tanto del tercer mundo como de Norteamérica y Europa.

Algunos de sus trabajos más destacados fueron: “Campesinos de los Andes”, “El
hombre y la tierra en Boyacá”, “Revoluciones inconclusas en América Latina”,
“Ciencia propia y colonialismo intelectual”, “Historia de la cuestión agraria en
Colombia” y “La violencia en Colombia”.

Antes de la creación del Programa de Sociología en la Universidad del Atlántico


hubo una serie de iniciativas y acciones que buscaban dar espacio a la
enseñanza de temas relacionados con las Ciencias Sociales y Humanas. Todas
con el fin de impulsar o posicionar estas ciencias dentro de los contenidos
curriculares de las escuelas y de fomentar entre los estudiantes el interés por
analizar críticamente la realidad social, además de potenciar la investigación.

Respecto a lo anterior, Adolfo González Henríquez sostiene que las primeras


expresiones de institucionalización de las Ciencias Sociales y de los espacios
para la investigación se perciben a través de los egresados de la Escuela Normal
Superior, los cuales conformaron el grupo de intelectuales notables que
posteriormente asumieron un liderazgo académico e impulsaron disciplinas
como la antropología. Entre estos intelectuales hay que destacar la labor de
Aquiles Escalante, quien dictó los primeros cursos formales de sociología en
Barranquilla a comienzo de los 50 en el Colegio de Barraquilla para señoritas.

En 1955 se dictaron los primeros cursos de sociología para economistas en la


Universidad del Atlántico, a cargo del Aquiles Escalante, quien fue sucedido por
los sociólogos Lácides Cortés y Abel Ávila. Posteriormente surgieron las
primeras experiencias de planeación universitaria en Colombia, con la creación
de la Oficina de Planeación de la Universidad del Atlántico-OPUNIA y la Oficina
de Planeación Regional Universitaria de la Costa Atlántica-OPRUCA.

La crisis en la universidad pública en los años 60, producto de la lucha de un


movimiento estudiantil de gran magnitud en contra de las propuestas estatales
de modernización, impidió que la sociología como disciplina tuviera espacio en
el sector oficial. En consecuencia, la universidad privada asumió este proyecto,
dando lugar en Barranquilla a dos facultades: una en la Universidad Autónoma
del Caribe en 1969 y otra en la Universidad Simón Bolívar en 1972. Ambas
facultades duraron 27 años, sin embargo, el mayor problema que presentaron
fue apoyarse en ideas relacionadas con el mercado y establecer una rivalidad
que no permitía un entorno académico y una producción intelectual positiva,
hechos que gradualmente llevaron a ambos programas a desaparecer.

Después de la desaparición de las facultades arriba mencionadas, se da el


resurgimiento de la sociología en Barranquilla con el impulso del sector privado.
La Universidad del Norte empezó a publicar artículos, ensayos e investigaciones
científicas, en gran parte, con contenido sociológico, que permitieron analizar de
manera cualitativa y cuantitativa el nivel de la producción científica y la
recuperación de espacios perdidos por esta disciplina. Estas publicaciones se
llevaban a cabo en revistas, entre las que cabe destacar Huellas y
Correspondencia Filosófica (1917-1966) de Julio Enrique Blanco y Luis López de
Mesa, respectivamente. Por otro lado, cabe destacar la publicación de revistas
no institucionales como: Amauta, dirigida por Cristóbal Arteta Ripoll y
Chichamaya dirigida por la socióloga y politóloga Rafaela Vos Obeso.

A pesar de lo anterior, este esfuerzo del sector privado tenía como limitación el
no considerar la creación de un programa de sociología. A partir de ese
momento se piensa en la universidad pública como centro intelectual orientado
hacia las necesidades socioculturales de la región. En efecto, fue en la
Universidad del Atlántico donde un grupo de sociólogos realizaron los primeros
documentos que proponían la unidad académica, generando cooperación
interinstitucional con la Universidad Nacional para la creación de una Facultad
de Ciencias Humanas en la Universidad del Atlántico.

La creación de la Facultad de Ciencias Humanas se dio a partir de la resolución


rectoral No 000280 del 28 de Junio de 1991. Esto permitió conformar una
comisión académica integrada por personas de diferentes áreas de las Ciencias
Sociales y Humanas en la Universidad del Atlántico. Este grupo evaluó la
posibilidad de la creación de una facultad que llenara el vacío existente en
Barranquilla y la Región Caribe en áreas como la Historia, Filosofía, Geografía y
otras disciplinas de las ciencias humanas.

La facultad fue creada mediante el acuerdo No 007 de mayo de 1993, en


concordancia con la ley 30 de 1992 (arts.19 y 20), la cual reconoce como
universidades a las instituciones de educación superior que asuman la
investigación como esencia de su misión e implementen las ciencias humanas
y las ciencias básicas en sendas estructuras organizativas; este proyecto ya
había tomado forma dos años antes cuando, en la Estrategia General de
Desarrollo 1991-1995 (acuerdo 005 de 3 de abril de 1992), la Universidad del
Atlántico se comprometió en crear las facultades de Ciencias Humanas y de
Ciencias Básicas.

Previa autorización del consejo superior se designó un decano (e) mediante


resolución No 00654 del 28 de abril de 1994 y la adscripción de su planta docente
en la resolución No 000899 del 10 de Junio de 1994.

En este punto, es conveniente describir el desarrollo del programa de sociología


en la Universidad del Atlántico, que nace luego de admitir la conveniencia de los
estudios sociales mediante la creación en 1993 de la Facultad de Ciencias
Humanas. Para entonces, dicha facultad estaba constituida por tres unidades
académicas: El departamento de Historia y Humanidades, el Departamento de
Idiomas y el Instituto de Filosofía Julio Enrique Blanco, pero dejaba abierta la
posibilidad de crear nuevos departamentos que aportaran funcionalidad a los
estudios sociales de la Facultad.

En este contexto, mediante la Resolución del Consejo Académico No 010 del 13


de agosto de 1996, se creó el Departamento de Sociología de la Universidad del
Atlántico y, luego mediante el Acuerdo Académico Nº 007 de Agosto 28 de 1999
se creó el programa de Sociología. Como resultado de una propuesta de la
Comisión Institucional conformada por los sociólogos Fernando Piñeres Royero,
Hernando Parra, Adolfo González Enríquez, bajo la asesoría de Jairo Solano
Alonso, en el primer semestre del año 2001, empieza a funcionar el Programa
de Sociología, con código SNIES 9686 y Código ICFES
120243010000800111100 del 9 de Febrero del 2000. En el informe de la
Comisión Institucional, los sociólogos planteaban que mediante la

Conformación del programa de sociología en la universidad más importante de


la Costa Caribe “se cubren las necesidades sentidas de la sociedad y nuestra
institución”. Argumentaban también que “un programa de formación en
sociología en el ámbito de pregrado es necesario para desarrollar una mirada
científica sobre las relaciones sociales en el Caribe colombiano y espacios
científicos en la Universidad del Atlántico”.
BIBLIOGRAFIA
http://www.filosofia.net/materiales/rec/sxx.htm

http://www.elsevier.es/es-revista-revista-mexicana-ciencias-politicas-sociales-
92-articulo-el-analisis-comparativo-algunos-aportes-S0185191814708190

https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_la_sociolog%C3%ADa#Siglo_XX:_La_
teor%C3%ADa_cr%C3%ADtica,_el_posmodernismo,_y_la_reactivaci%C3%B3
n_positivista

https://books.google.com.co/books?id=BAwZO1b8UsAC&pg=PA175&lpg=PA1
75&dq=INSTAURACION+DE+CATEDRA+SOCIOLOGICA&source=bl&ots=mP
x-flBxjE&sig=ziAkaS2wW1eE5q4yd4IvcA22EWE&hl=es-
419&sa=X&ved=0ahUKEwiDzLuS6KTaAhUJ7qwKHW2FCo0Q6AEIKTAA#v=o
nepage&q&f=false

http://www.humanas.unal.edu.co/sociologia/acerca-del-departamento/historia/

https://www.uniatlantico.edu.co/uatlantico/docencia/sociolog

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