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1855
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CONFERENCIAS
SOBRE LA PASION

DE N U E S T R O S E Ñ O R JESUCRISTO.

Uta » . » v *
CONFERENCIAS
SOBRE IA PASION

DE NUESTRO S E Ñ O R JESUCRISTO

EX LA O I 8 Í I I C I D E S . P E D R O , E S B O M A ,

POR El. M. R. P. VENTURA DE RAUI.ICA,

SUCESORES DE D , V.

MÉJICO : I. M. AN0RADE, PORTAL

1833.
f t ,
PROLOGO DEL AUTOR.

m
mi „ Cuando se estudian atentamente las herejías, se ve al
momento que lodas ellas 110 son en realidad otra cosa que
la negación mas ó menos espitóla de la divinidad ó de la
humanidad santa de Jesucristo. Aun aquellas mismas que
respetan, al parecer, estos dos dogmas tan importantes, y
que se limitan á negar algunos'puntos de la doctrina del
Salvador, algunos de sus sacramentos, ó la Infalibilidad
de su Iglesia, lo primero que hacen es dudar del poder
divino de Jesucristo, y combatir su divinidad. Así el Hijo
de Dios hecho hombre por la salvación del género humano,
cuando espiraba en la cruz, fué objeto de los ultraj es de
los dos criminales colocados á sus dos lados : Et qui cru-
cifixi erant cum en, corwiciabantur ei; (Marc.) al pre-
sente, sentado á la diestra de su Padre y en posesion de
su reino, sufro todavía las blasfemias de te herejes de
dos escuelas opuestas : la una que niega que sea verdade-
ramente hombre, y la otra que nieaa que sea verdadera-
mente Dios.

Mas un Dios que no fuera verdaderamente hombre, que


no tuviera realmente en sí todas las condiciones de la h u -
manidad , no hubiera podido sufrir ni- satisfacer por los
hombres. De la misma manera, un hombre que no fuera
verdaderamente Dios, no hubiera podido haíér que" sif-sa-
tisfaccion y sus sufrimientos fuesen dignos de la justicia de
Dios. Dios solo no podia sufrir; el hoffcbre solo no podía
satisfacer. Jesucristo pues ha consumado la obra de la re-
dención del mundo, solo porque es Hombre-Dios. Como
Dios, lia communicado á los sufrimientos del hombre un
valor infinito; como hombre, ha sido la víctima humana ¡
que debia ofrecerse en sacrificio á la divinidad Por consi-

o a ¿STftOO l)i
V I PRÓLOGO ra!. ÍCTOB. VII

guíente, si Jesucristo no se vistió de nuestra misma huma- Edad humana, su existencia histórica y real; Jesucristo, á
nidad, todo lo que ha hecho por nuestra salvación nos es su modo de ver, no es otra cosa que un ente alegórico,
absolutamente estraño; y si no es realmente Dios, su sa- un miio fenomenal: no es olra cosa que la espresion tem-
crificio no tiene eficacia alguna para nosotros. poral dé la humanidad que, por su fuerza oculta y progre-
En esle supuesto no hay ya redención, no hay gracia; siva, hace salir de tiempo en tiempo de su seno nuevos
no hay perdón ni salvación. En este supuesto tampoco hay rayos de inteligencia, y produce un nuevo foco de ideas,
religión, porque todo elcdificto de la religión se funda en de principios y de acciones' en las que estos principios so
el dogma de la caida del hombre, y en el de la rehabili- realizan. De todos estos fenómenos esparcidos en el mundo,
tación, qne es la obra de un mediador Dios y hombre al componen los hombres un todo alegórico que personifican
mismo tiempo. Si esta rehabilitación del hombro no es mas en un solo ser, y esto ser ideal es Jesucristo.
que una quimera, su caida no es mas que una fábula, y En cuanto á Dios como Dios, escitados por su ciego or-
entonces será necesario rechazar, como otras tantas im- gullo en negar su potencia creadora, después de hal>er
posturas, la tradición primitiva, la narración inspirada de rehusado reconocerle como Redentor, algunos llevan la
Moisés v í a revelación cristiana, unánimes en proclamar blasfemia basta sostener que Dios es todo, y que lodo es
esta misma verdad. En esta hipótesis no existe la revela- Diosj ellos pretenden que los seres existentes 110 son otra
ción divina; la fe, la ley y el culto no son otra cosa que cosa que modificaciones pasajeras ó aparentes del Ser in-
palabras vanas, el Cristianismo se desploma Iodo entero, finito, de la razón divina; de este modo des|x>jau al hombr•'.
supuesto que 110 existe ya religión alguna, no existe un absolutamente de su existencia. Otros, en su soberbio
orden espiritual y divino, no existen penas ni recompensas delirio, proclaman que lodo es la razón humana, que
eternas; supuesto que el alma se rechice á la nada, y que el hombre es todo, y que todo es el hombro. Ellos sostie-
aun Dios mismo deja de existir. De modo q u e , el que nen que los demás seres no son otra cosa que modifica-
niega la divinidad ó la humanidad de Jesucristo, se ve ar- ciones del espíritu humano, de la razón humana, y de esle
rastrado de error en error, h a s ® la destrucción de toda modo niegan absolutamente la existencia de Dios. Así pues,
verdad, y acaba por precipitarse en la sima espantosa del en la Suiza protestante, donde Servet y Gentil osaron com-
ateísmo. batir por primera vez, á los ojos mismos de Calvino, la
En efecto, ¿ qué espectáculo es el que nos ofrece hoy el divinidad de Jesucristo, la prensa ha publicado últimamente
verdadero protestantismo? Él rechaza, como un error, la un periódico en el que la existencia de Dios .se niega de la
Divinidad y la humanidad de Jesucristo; y esle error c a - manera mas absoluta: « La idea de un Ser superior al
pital, origen infernal de todas las herejías, lo vemos apa- hombre, se dice en él, es insufrible ai hombre; es nece-
recer con otros errores sinnúmero que él produce; y sobre sario pues destruirla por todos los medios posibles. » Es
los restos de todas las verdades, lo vemos ostentar su verdad que en Alemania la secta de los Luteranos devotos,
orguliosa apostasía con un esceso de audacia y de impu- los evangelistas de corazon y los pietistas procuran opo-
dencia desconocidas á los siglos pasados. Porque el ver- nerse al desarrollo progresivo, al resultado lógico y nece-
dadero protestantismo se ha quitado hoy la máscara con sario do los principios 1 leí luteranismo, y pretenden ate-
q u e , en su nacimiento, pretendía ocultar su vergonzosa nerse á la¿> confesiones 5 á los símbolos del siglo X V I ;
deformidad, y se ha presentado como el enemigo personal pero, esceptuando estos, la inmensa mayoría de los pro-
de Jesucristo. I.os racionalistas puros niegan abiertamente testantes instruidos, de los doctores y alumnos de las
su divinidad, y con ella sus milagros, su doctrina y su universidades que pertenecen á la herejía.) profesan el
iglesia. Los humanitarios llegan liastanegarsu individua- racionalismo. Ya no hay para ellos barreras sagradas;
, tlll
cutre los verdaderos protestantes y nosotros los católicos,
ellos riiesan con una audaz licencia la divinidad o la ta -
h a venido á ser en nuestros ilias lo q u e f u é en los primeros
inanidad de Jesucristo, y por una consecuencu. m e ^ t a b e
siglos de la Iglesia entre los cristianos y los filósofos del
rechazan todo símbolo divino á que la inteligencia debe
paganismo. Y a no se trata hoy de defender tal ó cual
orncterse, y toda ley divina á q u e el cora,on ¡ é b e o b e -
dogma cristiano contra u n e r r o r opuesto; se trata de sos-
d " ¿ n uña p a l a b r a , ellos no admiten nmgun culto reh-
tener el edificio entero del Cristianismo, combatido fuerte-
°ioso,' v profesan abiertamente el panteísmo, o el puro
mente en su base por todas las fuerzas reunidas del filoso-
mntrilllmo. Este delirio de la razón humana e s un
fismo. Hoy se hace necesario defender la realidad de las
S o no menos incomprensible q u e t o d o s los místenos
d o s naturalezas en Jesucristo, dogma fundamental sobre
d la sabiduría divina; y lo mas sensible e s q u e es a s al, -
el q u e descansa toda la Religión cristiana, y contra el que
raciones del espíritu ofrecen una
los sofistas de iodos los países dirigen sus ataques con una
absurdos v de ¿ c o h e r e n c i a s q u e aspiran a la destrucción
combinación espantosa. I.a guerra q u e prosiguen con una
de toda moralidad y de toda organización socia
increíble perseverancia se dirige n a d a menos q u e á la des-
Aun nos daríamos por dichosos s i esos viles sectario» de trucción total de la religión, y esta es tal vez la última
S a t a n á s , el primero y el mas furioso enemigo d e Jesu- p r u e b a q u e tenia q u e sufrir en la tierra la verdad de Dios
cristo ocultasen sus blasfemias en el fondo de sus c o r a - antes de volverse á los cielos gloriosa y triunfante.
zones Pero ¡ a v ! sus escuelas, s u s a c a d e m i a s y s u s templos Pero el mejor medio de defender á Jesucristo es el de
resuenan diariamente con s u , impías declamaciones; sus hacerle conocer; porque la verdad no necesita mas q u e ser
S T s u s periódicos están llenos d e ellas; su preténdala conocida, p a r a ser ereida, y para ser amada. Solo en el
t e o l o p , lo mismo que su filos«, su literatura y su e n - Evangelio es donde Jesucristo se encuentra representado
señanza política están c o r r o m p í . a d i e a J m e n ^ Con un tal como es en realidad. Este libro misterioso es como el
ardor injuriable, y q u e seria « " V ^ ^ Z S * reflejo divino de la augusta persona del Salvador; es el
sernos q u e e s o b r a del infierno, convinan lodossusesíuerzos espejo q u e reproduce con la m a y o r pureza su imágen ado-
p a r a propagar estas doctrinas disolventes en os países r a b l e ; es el cuadro en q u e los rasgos majestuosos del
mismos donde reina el Catolicismo ellos s e M " * * Hombre-Dios están dibujados con los colores mas vivos y
clarar á Dio« en la persona d e su Cristo y de su Mesías, mas espresivos, y donde está retratado con la mayor fideli-
^ ^ a ü n f & J y encarnizada; ellos « M » dad y la mayor perfección.
todas sus fuerzas para arrancar del corazon de o,. a tela- Eii primer lugar el Evangelio, al presentar el doble c a -
nos la fe en el Redentor, para despojar al h o m b r e d e l rácter de la sencillez y del sublime, e s la espresion exacta
cioso patrimonio d e s ú s creencias, p a r a privarle d c l p a n d e de Jesucristo que reúne en sí la humanidad y la divinidad.
la palabra de Dios, y reducirle, como al hijo p r o d i g o ^ Asi como Jesucristo es el Verbo de Dios oculto en la humilde
Evangelio, á nutrirse con m a n j a r e s impuros, flaqueza de la c a r n e , el Evangelio es la sabiduría de Dios
tarse con las valías opiniones de los h o m b r e s . -Todos esos oculta en l a sencillez de la letra. Así como la unión de las
protestantes se agitan e n lodos sentidos precipita a dos naturalezas h u m a n a y divina en la persona del Verbo
los pueblos en el abismo de la duda de la M H r i M d « no pudo ejecutarse sino por la virtud del Altísimo, por
de la indiferencia, p a r a destruir en la tierra e n l o d e la opcrrfRon del Espíritu S a n t o , q u e descendió y rodeó
la v e r d a d , v quitar a los desventurados humanos todo con su sombra el seno virginal de María, del mismo modo
la unión q u e ofrece el Evangelio d e la sabiduría mas s u -
apovo, todo auxilio sobrenatural, y hasta los dulces c o n -
blime con una sencillez, q u e toca cuasi en los límitesjdel
suelos d e la esperanza. .
Ved aquí porque el estado de la controversia religiosa
E s t i l o humilde, solo pudo ser obra del espíritu de Dios, que de desacreditar todas las virtudes v de debilitar ó destruir
inspiraba á los evangelistas. Los hombres, abandonados á la religión en el corazon de los pueblos. Pues bien, este
sus propias luces, 110 han conocido ni podrán conocer jamás hombre, tan tristemente célebre en los anales de la impie-
el estilo del Evangelio, deese libro que lleva en sí mismo dad, no pudo, á pesar do su escepticismo y sus preocupa-
las pruebas de su Verdad, de su autenticidad y de su inspi- ciones irreligiosas, sustraerse á la luz brillante que brota
ración divina; v así como al leer la Eneida es imposible de cada página del Evangelio. Así pues, enuno de aquellos
dejar de convenir (pie es obra de 1111 gran poeta, es todavía intervalos lucidos en que acostumbraba tributar homenaje
mas imposible dejar de confesar, al leer el Evangelio, que á las mismas virtudes, á las mismas verdades que combatía
el mismo Dios es el que ha dictado ese libro tan admirable. incesante con una horrible sangre fría, Juan Jacobo Rous-
Además, ¿con qué colores está represen lado en esle libro seau dejó caer do su pluma y escapar de su corazon, en
divino aquel que forma el objeto de él ? La verdad, la rea- favor del Evangelio y de Jesucristo que es su héroe, este
lidad de las dos naturalezas de Jesucristo resalta en cada magnífico testimonio, esta elocuente apología, general-
una de sus acciones; ella se manifiesta con la mayor evi- mente conocida, pero que no estará demás reproducir.
dencia en todas las circunstancias de su encarnación, de « Yo os lo confieso, dice, la majestad de la Escritura
su nacimiento, de su vida y de su muerte. A cada página,- me admira, la santidad del Evangelio habla á mi corazon.
ó mas bien á cada versículo do la historia evangélica, apa- Ved los libros de los filósofos con toda su pompa ; ; cuán
rece siempre Jesús, el hombre que lleva el peso de.todas pequeños son al lado de este! ¿ E s posible que un librò tan
las enfermedades humanas y que sufro todas las miserias sublime v tan sencillo á la vez sea obra de los hombres?
y todas las penas del hombre, y al mismo tiempo se ve en ¿ Es posible que aquel cuya historia forma lio sea mas que
él el Dios que ejecuta todas las obras de un Dios, que re- un hombre? ¿Es esc e! es'tilo de un entusiasta ó de un ambi-
vela en todos sus actos la sabiduría, él poder, la indepen- cioso secta rio? ¡Quédulzura,qué pureza en sus costumbres,
dencia, la majestad y la gloria de Dios. De mudo que, sin qué ¿ r a d a en sus instrucciones; qué elevación en sus
otra demostración, la sola lectura del Evangelio hecha con máximas, qué sabiduría tan profunda en sus discursos,
reflexion basta para comencemos de que el héroe del qué presencia de ánimo, qué delicadeza v qué precisión en
Evangelio es un personaje estraordinario que 110 pertenece sus respuestas, y qué imperio sobre las pasiones ! ¿Dónde
mas que á sí mismo, un personaje que no solo no ha tenido está el hombre, dónde está el sabio que sepa obrar, sufrir
igual, sino que ningún otro puede comparársele, ni aun y morir sin debilidad y sin ostentación ? Cuando Platon
remontamente; en una palabra, mi personaje verdadera- pinta á su justo imaginario cubierto de todo el oprobio del
mente hombre y al mismo tiempo verdaderamente Dios. crimen y digno de todas las recompensas de la virtud,
Oigamos sobre este particular á¡ uno de los mas pode- pinta exactamente á Jesucristo, y la semejanza es tan
rosos genios'del siglo último, JuanJacuboRousseau. Nacido grande que todos los Padres la han conocido, y no es po-
en el seno de la herejía, la intemperancia de su imagina- sible dejar de conocerla.
cion, el orgullo de su corazon, la inconstancia de su ca- » ¡ Cuanta preocupación, cuánta ceguedad no es necesario
rácter, la misantropía de su geuio y el cinismo de su vida tener, para atreverse á comparar el hijo de Sofronisco al
le. precipitaron en el abismo de la incredulidad. Por el Hijo de Màfia ! ; Cuánta distancia hay del uno al otro ! Só-
prestigio de su elocuencia y por los sofismas d e í u racio- crates, muriendo sin dolor y sin ignominia, sostiene fácil-
cinio, dividió con Voltaire el cetro de la literatura, y tuvo mente su papel hasta el fin, v si esta muerte fácil no hu-
como él la funesta gloria de sembrar todos los errores, de biera honrado su vida, se dudaría si Sócrates, con todo
zaherir todas las verdades, de legitimar todos los vicios, su espíritu, fué otra cosa que un sofista. Él inventó, según
se dice, la moral ; pero otros ánles que él la habían ya atención, dos cosas son evidentes, dos verdades se de-
puesto en práctica; él 110 hizo mas que decir lo que ellos muestrau : la primera que los hechos que en él se refieren,
habían hecho, él no hizo mas que enseñar sus ejemplos. • la moral que en él se contiene, y su estilo mismo, re-
Ai istides | a b i a sido justo ántes que Sócrates dijese lo que velan una superioridad tan evidente, y se separan tanto
era la j uslicia. Leónidas había muerto por su país ánles que del modo de pensar y de escribir de los hombres, que 110
Sócrates hubiera formado un deber del amor á la patria, es posible admitir queeste código notable sea una invención
Esparta era sobria ántes que Sócrates hubiera elogiado la humana. De donde se sigue, que todo cuanto en él se re-
sobriedad; ántes que hubiera alabado la virtud, la Grecia fiere ha sucedido realmente del mismo modo que se dice;
abundaba en hombres virtuosos. Pero, ¿de dónde habia to- que su narración es sincera, verdadera y auténtica, y que
mado Jesús éntrelos suyos esa moral elevada y pura, cuyas de su sencillez misma nace la prueba mas incontestable d e
lecciones y cuyos ejemplos no ha dado nadie mas que él ? su verdad. La segunda es que el personaje, que forma el
Del seno del mas furioso fanatismo salió la mas alta sabi- objeto de esta historia estraordínaria, se muestra en ella
duría, y la sencillez de las virtudes mas heróicas honró al infinitamente superior al hombre. E11 una p a l a b r a , el
mas \ i f d e todos los pueblos. La muerte de Sócrates, filo- Evangelio prueba de una manera invencible que Jesu-
sofando tranquilamente con sus amigos, es la mas dulce cristo vivió verdaderamente, que habló, que obró, que
que se puede desear; la de Jesús, espirando en los tor- murió como este libro lo atestigua, v que el personaje que
mentos, injuriado, escarnecido y maldecido de todo un así viv ió, habló, obró y sufrió ese género de muerte, es á
pueblo, es la mas horrible que se puede temer. Sócrates, un tiempo mismo verdadero hombre y verdadero Dios.
tomando la copa emponzoñada, bendice al que se la pre- Por lo demás, el Evangelio es por sí solo una demostra-
senta lloroso. Jesús, en medio de un horroroso suplicio, ción rigorosa, imponente é irrefragable de la humanidad y
pide por sus verdugos encarnizados. Sí, si la vida y la de la divinidad de Jesucristo.
muerte de Sócrates son propias de un sábio, la vida y la Pero la parte del Evangelio que habla al espíritu y al
muerte de Jesús son propias de un Dios. corazon con mas elocuencia, es la que nos presenta la
» ¿Y deberemos decir que la historia del Evangelio es narración de los sufrimientos y de la muerte de nuestro
inventada por capricho ? Amigo mió, no es así como se in- Redentor. ¡Qué magnificencia cu sus cuadros! El lujo del
venta, y las acciones de Sócrates, de que nadie duda, son hombre, tímido ante la imágen de su pasión, se muestra al
menos auténticas que las de Jesucristo. En realidad, esto mismo tiempo cierto de su triunfo. El habla en su oracion
es lniir de la dificultad sin resolverla. Seria todavía mas el lenguaje de los mas pequeños de entre los justos, y
incomprensible suponer que muchos hombres se pusieron abre á los mas l'uerles el sendero de la virtud mas sublime.
de acuerdo para componer este libro, (el E\ angelio) que El se horroriza de la muerte, y la acepta con ardor. E!
admitir que uno solo haya dado malcría para él. I-os a u - cae á tierra bajo el peso de su tristeza y de su dolor, como
tores judíos no. hubieran encontrado jamás un hombre el mas débil de lodos los hombres, v al mismo tiempo
semejante ni una moral parecida; y el Evangelio tiene derriba á sus pies con una sola palabra un cuerpo de
unos caracteres tan grandes, tau maravillosos y lan i n i - soldados, una turba de viles emisarios que intentan apode-
mitables, que el inventor de ese libro seria un jjersonaje rarse de él, y con una señal, en que se manifiesta todo el
todavía mas graflde que su héroe. » ( E n t i l e , tomo JI1, poder de Dios, cura la oreja de Maleo desprendida por
libro IV.) la espada. Él es amarrado como un vil esclav o, y sin em-
bargo manda como señor á sus enemigos; v de este modo
Así poes, á los ojos de Rousseau, como á los de cual-
asegura la libertad á sus discípulos. Él es presentado ante
quiera otra persona imparcial que lea el Evangelio con
todo consuelo y do todo socorro; mas, ; o prodigio! él con-
los tribunales como un criminal sin defensa, y en ellos obra
mueve el cielo, hace temblar la tierra, oscurece el sol,
v habla como juez inaccesible al temor. El guarda un si-
desgarra el velo del templo, hiende las rocas, obliga al
lencio que parece ser la confesion de su criminalidad, y
pueblo á darse golpes de pecho, y cubre á sus verdugos de
hace triunfar al mismo tiempo su inocencia. El es con-
confusion. Todos finalmente reconocen, lanzando gritos
denado como culpable, y obliga á sus mismos jueces a
de consternación y v ertiendo lágrimas do arrepentimiento,
darle publicamente el título de justo. Victima de las pa-
que Jesús es verdaderamente el Hijo de Dios. De modo que
siones de los hombres, confunde lodos sus proyectos ha-
la pasión de Jesucristo, que es la página mas humillante
ciéndolos servir á sus propios designios. El sufre los tor-
de su historia, es también ta mas magnifica y la mas glo-
mentos mas crueles, las ignominias mas atroces, y llena
riosa. Jesús se muestra en ella débil y poderoso á un tiempo
de consternación á sus propios verdugos; él penetra sus
mismo; él es mirado como insensato y admirado como sa-
pensamientos mas ocultos, él suspende,', dirige á su arbitrio
bio; él se deja ver paciente y terrible, humillado y sublime
sus manos crueles. Él se somete como un esclavo á una
preso y libre, esclavo y señor, acusado y juez,"subdito y
vergonzosa flagelación, y hace proclamar solemnemente
soberano; él recorté toda la escala de los sufrimientos y
su soberanía. Él sufre la sentencia de Pilatos, y llena de
del dolor, de la ignominia y deljuenosprecio, él desciende
consternación ueste juez inicuo. El consiente en ser cla-
hasta el grado mas ínfimo á que puede llegar el hombre,
vado en una eouz, v hace fijar en el infame patíbulo sus
y al misino tiempo se ve rodeado <le las pruebas mas
verdaderos títulos de -Mesías y de Salvador del mundo.
brillantes que pindén imaginarse de la sabiduría, del poder,
Profundamente humillado bajo la inexorable justicia de
de la libertad y de la gloria de Dios.
<u P a d r e , se. hace el dispensador de su misericordia. Dios
le castiga ¿bino á un culpable ante sus ojos, y Jesús le habla Todas estas circunstancias tan contradictorias y tan
con toda la seguridad qué da la santidad, con toda la con- opuestas, relativas á un mismo personaje y referidas por
fianza que puede inspirar el corazon de un hijo. El se hace cuatro escritores diferentes, no pueden ser obra de su
obediente basta la muerte, v conserva íntegras su sobera- invención. Unos hechos tan estraordinarios, tan nuevos y
nía v su independencia. Él se entrega como una victima tan superiores al poder humano, no pueden ser inven-
en las manos de los que la inmolan, y ora en cualidad de tados por el espíritu humano. El hombre no hubiera podido
pontífice, intercediendo como mediador. Al mismo tiempo jamás concebir la ¡dea de representar al mismo individuo
bajo un aspecto tan vario, con colores tan diversos y con
que se queja de su abandono, promete el Paraíso al ladrón rasgos humanamente imposibles de encontrar, de conciliar
arrepentido. Él muere al parecer en virtud de la sentencia ni de comprender.
pronunciada contra él, y no muere sino por su propia vo- ^ Por consiguiente, la historia de la pasión de Vuestro
luntad , porque él misino ha preparado la hora y el mo- Señor es la esprcsion sincera y fiel de unos hechos suce-
mento. Así pues, sujeto á la muerte, se muestra sm em- didos realmente. Jesucristo padeció, y murió como los
bargo el dueño y el arbitro de su vida; parece un insigne evangelistas lo atestiguan, j l a s , las circunstancias que
cri'¡Orinal que expía sus delitos en los horrarte del suplicio, refieren los escritores sagrados respecto á la pasión y á la
y sin embargo se reconoce en él el pontífice que consuma muerte de su divino Maestro, demuestran, mucho mas que
su sacrificio' En esaoraciori inefable, eu que solicita tos su V ida e n t e r a , que él es verdadero Dios y verdadero
primeros frutos de su sangre para los mismos que la vier- Hombre. Así pues, en nuestros días en que los misioneros
ten, hace ver que no le quitan la vida, sino que el la da del infierno se esfuerzan en destruir entro los cristianos la
voluntariamente por un esfuerzo de su amor. La muerte creencia eu los dogmas de la humanidad y de la divinidad
le hiere en un océano de oprobios y de tormentos, lejos de
de Jesucristo, es mas conveniente que nunca, es un deber al sacerdote encargado en predicar la cuaresma del a ñ o
rigoroso publicar en alta voz y esphear por « e n t e siguiente en la célebre Basílica de S. Pedro, en el Vaticano.
misterios las obras, la doctrina y la vida del Salvado , Entonces fuimos invitados á reemplazarle en tan honorífica
telefcomo s e e n c u e r a n en el Evangelio. Es importante misión. Ejercitados en el ministerio de la palabra santa
oTreferirelgrandey s u b l i m e m i ^ . o d e s — desdo el principio de nuestra carrera eclesiástica, no nos
v de su muerte, en la que apareció como el i n a d e b í e habíamos sin embargo inclinado á este género de predica-
último de los hombres, y en la que probo su divinidad ción, cuyo uso se ha introducido en Italia en la época de la
cuaresma, y por esta razón no habíamos tratado jamás de
de una manera tan brillante. .
componer un curso de sermones tal, como pudiera desearse,
I a pasíon de Jesucristo nos manifiesta también evidente
para la santa cuaresma, principalmente como podia exi-
metóeel poder de Dios, que obra un — U y
girlos el auditorio de S. Pedro. Además, poco habituados á
triunfa de todo por un medio tan nuevo y tan vil en apa
este ejercicio cotidiano, dudábamos con razón si nuestras
rienda. Ella atestigua su liberalidad, supuesto que ha dado
fuerzas físicas serian bastantes para un trabajo tan penoso.
l u propio hijo al mundo; ella atestigua su misericordia
Aceptar semejante misión á una edad ya madura era á
supuesto que entrega á la muerte este hijo querido para
nuestros ojos una temeridad y una imprudencia. Nosotros
comunicar la vida á sus enemigos; ella es la F ^ a d e su
hicimos presentes estas razones para 110 admitir el honor
justicia, qué no perdona ni aun a este hijo « ^ N f e
que se nos ofrecía. Mas como se nos concedió la libertad
el momento que lo \ e cubierto con los d ^ j o s de pecado
de tomar el reposo que juzgásemos necesario, y del que
ella es un homenaje tributado á su sabiduría, que hace
no tuvimos necesidad con la ayuda de Dios; como se nos
servil los oprobios y los padecimientos del M e n t e r p ^
hizo á un mismo tiempo arbitros del tiempo que había de
inspirara! hombre una ideamas alta de Dios para ha cei le
durar cada sermón, se acallaron nuestros escrúpulos, y
adorar, servir y amar de una manera mas digna, t i n a -
debimos resignarnos á aceptar una invitación tanto mas
mente, este grande y profundo misterio ^ f e m ^ ,
honrosa, cuanto mas alta era su procedencia. Entouces fué
mas q¿e otro alguno, el valor y la inmortalidad del a toa,
cuando nos dedicámos á realizar el plan que habíamos con-
supuesto que Dios hizo tanto para rescatarla; e l h w o o ' a
cebido de un curso de sermones sobre la pasión del Señor,
malicia del pecado, su puesto que para alcanzare! p e ^ n l u e
y conseguímos', según nos lo permitió el poco tiempo que se
necesario que un Dios padeciese y se entregase a la muerte.
nos concedía para un trabajo tan estenso y tan importante,
Él supone igualmente la eternidad de las penas supuesto
componer treinta y dos Conferencias ( H o m i l í a s ) sobre
que un misterio tan grande no se hubiera obrado segura-
psta grande obra del poder, de la sabiduría, y del amor de
mente para libraral hombre de penastemporalesy pasajeia..
Dios por la salvación del hombre.
Por esta razón protestaba S. Pablo altamente que no La pasión que se lee en la misa del domingo de Ramos
q u e r i a m a s ateneo que Jerusalen, ni mas escuela que ei comienza por la conjuración de los príncipes de los sacer-
Calvario, n i mas cátedra que. la cruz, ni mas maest, o q u e dotes contra el Salvador, á quien decidieron entonces h a -
Jesucristo crucificado ni mas libro que su costado abier o cer morir; la del martes santo principia en la comida que
ni mas ciencia ni mas filosofía que la que se enc.erra en ta Jesús tuvo en Betania en casa de Simón el leproso, donde
historia de la Pasión y muerte deJesucnsto: £Ulal aroi- la Magdalena escitó las murmuraciones de Judas al derra-
Irahis sum me scire Ínter vos m» Jesum Chiistum, et mar los perfumes á los piés del Salvador; y la del miérco-
hunc crucifixión. (I- Cor. 2). , les santo en la traición de este indigno discípulo, y en la
Estas mismas ideas nos ocupaban cuando en el mes <je última cena en que fué instituido el Sacramento de la En-
Agosto de mil ochocientos cuarenta sorprendió la muere*.
sus designios la voluntad rebelde, el odio feroz y la noto-
caristia. Nosotros liemos creído deber seguir la pasión s e -
ria injusticia cié sus enemigos; cómo hizo s e n ir á sus de-
gun S. Juan, que se reza el viernes santo; y hemos comen-
signios sus injustas pasiones; cómo hizo de ellos otros
zado nuestras homilías en el momento en que Jesús se
tantos instrumentos ciegos de su voluntad suprema, otros
dirige al huerto de las Olivas ; ya porque aquel es pro-
tantos ministros de su sacerdocio y su sacrificio; cómo
piamente el primer acto de este drama sangriento, ya tam-
ordenó todos los acontecimientos por medio de una rela-
bién porque nos hemos ocupado antes, ó porque tendremos
ción íntima y secreta, y los hizo contribuir con una econo-
ocasión de ocuparnos en otro lugar de las circunstancias
mía admirable á la belleza y á la perfección de un lodo;
que precedieron á aquel momento, como por ejemplo la
de modo que resultase evidentemente la prueba mas clara
Institución déla Eucaristía; y finalmente, porque si
y mas inconcusa de su poder infinito y de su sabiduría;
hubiéramos tomado nuestra narración de muy airas, nos
en una palabra, de su divinidad. Se ha tratado con mucha
hubiera sido difícil reducirla á las proporciones de una
frecuencia el asumo de la pasión del Salvador de una m a -
cuaresma.
nera puramente humana. Ese método, empleado sin duda
El lector encontrará en estas homilías la historia com-
para despertar en los corazones de los lectores ó del audi-
pleta de la pasión de nuestro Salvador, desde que pasó el
torio sentimientos de una estéril compasion por Jesús, debe
torrente Cedrón hasta su muerte, sin que falte en ellas cir-
infaliblemente debilitar la grandeza del asunto á los ojos
cunstancia alguna d é l a s que se encuentran esparcidas en
del espíritu; él oscurece y eclipsa la acción lo mismo que
los cuatro evangelistas; circunstancias que hemos procu-
la persona divina que la ejecuta; él no permite que la pa-
rado reunir de tal modo que no resulte de ellas, por decirlo
sión de nuestro Señor sea reconocida por lo que es en sí,
así, irías que uua sola narración.
es decir el gran misterio de sus profundas humillaciones y
Nosotros hemos evitado las discusiones que podrían sus- de sus tormentos inauditos, y la prueba mas brillante al
citarse en ciertos pasajes en que los evangelistas parece mismo tiempo de su magnificencia, de su grandeza y de sn
que no están de acuerdo entre sí, y hemos tratado de conci- gloria. Por lo mismo, bajo este último punto de vista es
liar esas contradicciones aparentes dándoles, según la au- necesario presentar á los fieles el cumplimiento de los mis-
toridad de los Padres ó de los Intérpretes, la explicación terios del Dios que rescató al género humano, si se quiere
que líos ha parecido mas plausible, y mas conforme a las afirmarlos mas y mas en la fe de este divino Redentor,
circunstancias ó al encadenamiento de los hechos, y sobre que en este siglo de incredulidad es el blanco de los ata-
todo mas edificante y mas propia para escitar la piedad de ques mas insidiosos y mas violentos.
los fieles.
Para hacer comprender mejor la economía de la sabidu-
El lector encontrará también en estas homilías, ademas ría de Dios en los padecimientos y en los oprobios con que
del sentido literal, la interpretación alegórica de esta su- permitió que su Hijo adorable fuese abrumado, hemos pro-
blime historia, e s decir, descubrirá los misterios mas gran- curado presentar, cuando lo liemos creído necesario, los
des y mas importantes del Cristianismo qoeel Dios de amor hechos y las profecías del antiguo Testamento en que se
infinito se dignó cumplir en el corto período de la pasión describieron con anticipación los dolores del Hombre-Dios
de Jesucristo^ y que ocultó bajo las circunstancias nías sen- con todos sus |>ormcuores y todas sus circunstancias. Este
cillas v mas insignificantes en apariencia. Hemos procu- estudio deberá bastar para convencer á l o s mas incrédulos
rado especialmente hacer resaltar las misiones sublimes que el mismo Dios fué el que, en su sabiduría y por el esceso
de que se encargó el Redentor, las funciones que ejerció, y de su amor, permitió y dispuso con una admirable provi-
los deberes que cumplió en aquel último y misterioso pe- dencia absoluta aquella horrible serie de crímenes, de in-
ríodo de su v i d a ; hemos manifestado cómo hizo servir a
justicias V de infamias de parle de los hombres; para h a -
literal, místico y moral de la pasión y muerte de Nuestro
cerles tocar como con la mano que lodas las ignominias y Señor.' También liemos procurado esplicar en ellas la
lodos los tormentos de Jesucristo, lejos de degradarle, no Teología del misterio de la Encarnación del Verbo y de
hacen otra cosa que aumentare! esplendor de su grandeza la Redención del mundo, y unir á ella la demostración y
y de su divinidad. la confirmación de los principales dogmas católicos, el elo-
" Finalmente, el lector encontrará en estas homilías, con gio do todas las virtudes cristianas, la censura de todos
mas ó menos desarrollo, las lecciones mas importâmes de los vicios, y finalmente la manifestación de la verdad, de
la moral cristiana Como ellas resultan naturalmente de ta la santidad, de la grandeza y de la gloria de toda la Reli-
reunion de hechos v do misterios que espheamos, adquie- gión. Y en efecto, la historia de la Pasión se presta á este
ren por lo mismo una fuerza particular que las imprime plan de una manera admirable; ella encierra en sí todas
mas profundamente en el espíritu y en el corazon, v nos estas cosas, y esta es la razón porque la hemos titulado :
hace sentir la necesidad de ponerlas en práctica. ¿ \ que El tesoro escondido.
lecciones mas persuasivas ni mas eficaces que las que da, Pero, abandonados á nuestros propios conocimientos;
con sus acciones mas que con sus palabras, un Dios Salva- no hubiéramos podido descubrir las riquezas inmensas que
dor que se inmola por nosotros? ¡Oh! ¡cómo Jesucristo, la sabiduría de Dios ocultó en el misterio de las humilla-
reducido á la desnudez de los esclavos, nos predica el ciones y de los padecimientos desuDivíuo Hijo. Los Padres
desprendimiento de los bienes terrenos! ¡Cómo Jesucristo, de la Iglesia, á quienes Dios concedió la gracia especial
con la cabeza ceñida con una corona de espinas, nos ins- de penetrar en la profundidad de los misterios de la S a -
pira la santidad de los pensamientos! ¡Cómo Jesucristo, grada Escritura, han sido nuestros guias. Por mejor decir
ensangrentado con una cruel flagelación, nos ensena a nos hemos apropiado sus pensamientos; hemos espucsto
mortificar nuestra carne! ¡Cómo nos enseña la humildad sus propias reflexiones, y su doctrina es la que constituye
con los oprobios de que se ve cubierto; la paciencia, con el fondo-do la nuestra.
su religiosa resignación en los tormentos, el perdón de las También nos hemos valido de la obra de M. Duguet,
ofensas con la súplica inefable que dirige á su Padre en que consagró veinte volúmenes á la esplicaeion del mis-
favor de sus verdugos! ¡Cómo nos manda la templanza, ^ t e r i o do la Pasión. Mas 110 hemos tomado cosa alguna de
aceptando sin m u r m u r a r l a hiél y vinagre que le ofrecen. él con respecto á la parle histórica, que hemos estractado
¡ Cómo nos enseña á amar la obediencia, al dejarse crucifi- de los diversos testos de los evangelistas reunidos, y que
car para satisfacer á la justicia do su Padre! ¡ Cómo final- hemos traducido según el espíritu, mas bien que según la
mente nos inspira la caridad con nuestro prójimo, mu- letra, para hacer conocer mejor la importancia y el enca-
riendo por nuestra salvación ! denamiento de la narración. Respecto á taparte moral, he-
Nosotros liemos procurado particularmente, cuantas mos tomado nuestras lecciones de la Sagrada Escritura,
veces se lia presentado la ocasion, hacer ver las propor- de los Padres de la Iglesia y del conocimiento que el
ciones inmensas de la caridad de Jesús para con el hom- ejercicio del ministerio, por espacio de veinte y dos años,
bre, á fin de inspirar al hombre el amor á Jesús ; porque nos ha hecho adquirir de los vicios del siglo, de las mise-
110 hay cosa alguna mas eficaz para obrar la conversion rias del corazon humano y de los medios de remediarlas.
del hombre, que escitarle al amor de Dios. Lo que nos ha costado bastante trabajo, ha sido reunir
En resumen, nuestra intención, al componer estas ho- en cada homilía, bajo un solo puuto de vista, las diversas
milías, ha sido la de dar al público cristiano, en cuanto circunstancias del pasaje histórico que esplicamos en ella,
nuestras fuerzas lo han permitido, un amplio comentario y referirlas lodas á un solo título y á un solo testo de la
Escritura. Nosotros liemos adoptado esle sistema para dar espíritus y nuestros corazones, con su fuerza divina, os
á cada homilía la unidad, de que se cuida muy poco g e - siempre nuevo, y lo que derrama constantemente torrentes
neralmente, v que sin embargo añade lanto valor y tanlo de luz y de gracia sobre nuestras almas, á fin de hacerlas
fructificar para la vida eterna, no pasa ni se envejece j a -
¡ulerés á los discursos del pulpito. Sin esto, nuestras expli-
más : Semper est novum quod seniper inmwat men-
caciones hubieran parecido un simple comentario, una
tes ; nec unquam -vetus quod fructificare non cessai.
simple interpretación de la Escritura Sagrada y no hubie- (Semi. IV. ¡11 Vigil. Natis .) En estas condiciones se en-
ran reunido las condiciones esenciales de la homilía. cuentra precisamente la pasión y la muerte del Redentor,
En cuanto al estilo, liemos procurado que sea sencillo, supuesto que su memoria vive siempre en el augusto
fácil claro, sin pretensión y sin presunción; nosotros lie- sacrificio de la misa, y que es siempre eficaz en los sacra-
mos confiado mucho mas en la gravedad y la importancia mentos que toman toda su virtud de la sangre preciosa de
de las materias que en el artificio estudiado, la elección Jesucristo. Así pues, Sto. Tomás nos enseña que podemos
afectada y la combinación de las palabras. aplicarnos continuamente, por la fe, los frutos de la pasión
Bebemos prevenir á nuestros lectores que, respecto a tas del Salvador, y sacar de ella las gracias mas abundantes,
citas d é l a Escritura, no hemos indicado el capitulo de los no solo por las luces que derrama en nuestra inteligencia,
smo por los castos y liemos sentimientos que escita en
testos cuando este pertenece á la pasión de Jesucristo; sino
nuestro corazon : Per Jidem applicatiti• nobis passio
qne hemos citado solamente el Evangelista, por la p a n -
Christi ad percipiendum fructum, non solum quantum
dad con que cada uno puede encontrarlo. En cuanto a los ad intellectum, sed etiam quantum ad afíectimi.
demás testos tomados de la Escritura, hemos indicado ge- (3. p. q. 49. a. 11.)
neralmente el capítulo.
Solo nos resta suplicar á los fieles cristianos, que lean La segunda cosa que es necesario no olvidar en la me-
estas homilías, que 110 busquen en ellas mi vano a míenlo ditación de la pasión do Jesucristo, es que el Señor, como
á su curiosidad, sino mas bien 1111 alimento solido a su observa Sto. Tomás, al mismo tiempo que ;lia padecido
piedad, y que las mediten con reflexión en vez de leerlas por todos los hombres, ha tenido presentes á cada uno
con una rapidez sin fruto; ¡tan grande es la importancia • «o nosotros en particular. Nos lia aplicado á cada uno
del asunto que tratamos en ellas! • . todo el fruto de su sangre, con tanta abundancia y de una
Pero, para sacar mas fruto de estas lecturas ó conside- manera tan perfecta, como si no hubiera sufrido ni.hubiera
raciones. es necesario tener siempre presente dos cosas. muerto mas que por cada uno en particular; de la misma
La primera, que la pasión de Nuestro Señor no es solo manera que si cada hombre recibiese solo los frutos de sus
un hecho que se cumplió diez v ocho siglos ha, sino un sufrimientos y de su muerte y todos los demás permane-
hecho siempre presente, y que todos los cristianos, dice ciesen est raños á ellos : Quid interest si Christus aliis
S. León, deben mirar como tal : Ut nos non tam priete- prcestitit eum, quai tibi swií pricstita, ita integra surtí
rítam mam presenlem videeimur inspicere. .Serui. Vil, a/que perfecta, quasi nulli ahi ex his aliquid jnerìt
de NativO En efecto, el Apóstol nos advierte que Jesucristo prceslitum? (3. p. q. I. a. 3.) Ved aquí porque, continlia
Sto. Tomás, debemos mirar los padecimientos > la muerte
es el línicó ser que abraza todos los siglos y todos los tiem-
de Jesucristo como si el Hombre-Dios los hubiera sufrido
pos, lo pasado, lo presente y lo futuro • Clinslus hen,
por cada uno de nosotros esclusivamente, á causa de la
et hodil ipse et in swcula. (ITebr. 13.) \ en este su- caridad con que nos ha comprendido á todos, y que le h a
puesto sus obras v sus misterios son siempre nuevos, como hecho sufrir los tormentos y la muerte por cado uno en
si severilicasen diariamente á nuestra vista. Porque, como
dicrS. Bernardo, lo que renueva coniinuamente nuestros
XXIV PRÓLOGO DF.L iljion.

particular; cada uno pues debe atribuírselos á sí misino, CONFERENCIAS


v manifestar por ello su amor v su reconocimiento al Bios
reparador : El ideo propter unioiiem chariíatis eontm,
S0DIIK
quod omnibus est impensum, unusquisque debet sibi
adscribe,re. (3. p . q . 1, a. 3.) Así escomo obraba el após-
tol S. Pablo. Él so representaba continuamente á Jesucristo LA PASION DE «DESTRO S1M1Ì JESLCRISTO.
dando su vida por él en particular ; y esclamaba : Yo vivo
de la fe v en la fe del Hijo de Dios : yo no pienso que él
sufrió v murió por los demás. Yo pienso y considero que
este Dios Salvador me amó á mí mismo, y que se entrego
á la muerte por mí : Infide vivojilii Dei, qui dilexit ine,
et traditili semetipsum pro me. (Galat. 2.)
Dichoso el Cristiano que considera frecuentemente bajo CONFERENCIA PRIMERA.
este punto de vista la pasión de Jesucristo. Esta piadosa
meditación, dice S. Buenaventura, le librara de todo, le Jcsns s o « U r i g c a l h u e r t o He l a s O l i v o « .
atraerá toda clase de bienes, y le proporcionará las rique-
zas de la gracia de Dios en esta vida, y la prenda inmortal
de su gloria en la otra : Devota meditatio mssionis Jesu
Cfl t/iciaurux luut, Hi eli ti cor
á maíis te servatiti bonasingida tibi dabit, in pnesenti lum.
Dei gratin te ditabit, in futuro sua gloria te dotabit. lentie - d à Iti teioro. alll « Ì M p b i e n
(Stimili. Diviu. Arnpr. p. 1 e., I.) tu coi'oion.

e. ai.;

Cual es, señores, en el ó,'den de la salvación, ese tesoro de que


* e v a n S * l i o de hoy, tesoro tan precioso, q,,e si llega '& B m
nuestros pensamientos, cautiva al instante mismo todas nuestras
l í f c c i o t ó 10/ « thsaurus tám, iU ra, e, cerium, Es>
S. l a b i o , e l misterio de los sufrimientos y d e los oprobios de J e s u -
, D i O S , y f M f f m a a i o ' p l misteriosublime y
a f t r " a e n C C r r a d 0 ™ o s m í « l a s « 1 ' * ™ ^ s u sabt-
S nn,r„P y de
? y ^ v e l a d o á Moisés muchos
™ , T S r r f W e ' Í"S¡"ro 81 s " u ! ° « m o nos
eldeSC0 d c
S t ? ' W B e l p a r de él, y la resolución de
m n t e r a él todos os tesoros dc Egipto : me nwjores
'hv.t.as cestw,^ thesauro Xgyptiomn mproperím, ChríM.
fS C
v r r ; ' ™iSf¡°' " u e esrandalizo á lüs obstinados
n, 1 l! r " e 105 G e , l t Í l e S ' e s s ¡ " ^ S o el que h a re-

el ™ , i ° U " , ' Í W S 0 ' d ' 1 U C h a s ' " i s f c c h 0 á l a Í u s l i ™ de Dios,


qoe 1 a conquistado la salvación del hombre, el que ha abierto
' • D E R. IH. ^
el
XXIV PRÓLOGO DF.L iljion.

particular; cada uno pues debe atribuírselos á sí misino, CONFERENCIAS


v manifestar por ello su amor v su reconocimiento al Bios
reparador : Et ideo propter unioiiem cháriíatis eorttm,
S0DIIK
quod omnibus est impensum, unwquisque debet sibi
adscriben. (3. p . q . 1, a. 3.) Así escomo obraba el após-
tol S. Pablo. Él so representaba continuamente á Jesucristo LA PASION DE MJESTItO SEÀOlì JESLCRISTO.
dando su vida por él en particular ; y esclamaba : Yo vivo
de la fe y en la fe del Hijo de Dios : yo no pienso que él
sufrió v murió por los demás. Yo pienso y considero que
este Dios Salvador me amó á mí mismo, y que se entrego
á la muerte por mí : Infide vivofilii Dei, qui dilexttme,
et iradidit semetipswn pro me. (Galat. 2.)
Dichoso el cristiano que considera frecuentemente bajo CONFERENCIA PRIMERA.
este punto de vista la pasión de Jesucristo. Esta piadosa
meditación, dice S. Buenaventura, le librara de todo, le
Jesus s o « U r i g c a l I n t e r i » He l a s O l i v a s .
atraerá toda clase de bienes, y le proporcionará las rique-
zas de la gracia de Dios en esta vida, y la prenda inmortal
de su gloria en la otra : Devola meditatio mssionis Jesu
Cfl t/iciaurux luut, ibi eli ti evi-
á maíis le servatiti bonasingula tibi dabil, in pncsenti tuum.
Dei gratin te ililabit, in futuro sua gloria le dotahit. i>ont!e -sia Ui teioro, alll c i t i f t i n t i i n
(Stimili. Diviu. Arnpr. p. I c., I . ) tucoi'OHm.
C. 21..'

Cual es, señores, en ct ó,'den de la salvación, ese tesoro de que


* e v a n S e l i o ^ hoy, tesoro lan precioso, que si llega '& L r
nuestros pensamientos, cautiva al instante mismo todas nuestras
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S. labio, el misterio de los sufrimientos y de los oprobios de Jesu-

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S t ? ' Wtfclpar de él, y la resolución de
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que ha conquistado la salvación del hombre, el que lia abierto
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el
O JESI7S s e i i t a i o k »1. B U E Í T O D E LAS O L I V A S . J K S L S SE n l B I G E AL H H E I 1 T 0 H E US OLIVAS. 3

ciclo, Santificado la t i e r r a y desarmado al infierno. Este misterio es Mas, Si debemos meditar en lodo tiempo sobre las ignominias y
el q u e ha producido u n a religión mas santa, un culto mas-espiritual sufrimientos de Jesucristo, con mucha mas razón, observa el mismo
y una virtud mas pura, porque es mas interior; de el han procedido Santo, conviene entregarnos á esta meditación e n los días en que
linos sacramentos mas eficaces, unas «recias mas abundantes, unas vamos á e n t r a r ; en este tiempo para el que los apóstoles, inspirados
ceremonias massul.limcs y unas leyes m a s perfectas; él es quien ha por el Espíritu Santo, establecieron en la Iglesia el a y u n o s o -
sustituido a la antigua alianza, fundada en un temor servil, la tierna lemne i , á fin de que podamos unirnos en espíritu á la cruz de.
adopción de los hombres como lujos de l)ios; este misterio es la Jesucristo, en tanto que crucificamos nuestra carne por la penitencia
manifestación brillante de todas las v e r d a d « , j la censura de todos y que n o s ocupamos en participar d e sus dolores, en la época que
los errores; todos los vicios encuentran en el su condenación, todas n o s renueva la memoria de todo cnanto sufrió por nosottos ¡2).
las virtudes su principio y lodos los méritos su recompensa; él es, Ved aquí porqué, señores, encargado y o d e la honrosa misión de
en una palabra, el f u n d a m e n t o de la fe, el sosten de la esperanza y anunciaros desde esta cátedra la palabra divina en esta cuaresma,
el motivo m a s poderoso del amor de Dios. n o trataré de otra materia que de aquella q u e formaba el principal
asumo de l a predicación de S. Pablo, es decir, de la pasión y muerte
¡Recibe pues, o preciosa Pasión de mí Salvador, el tributo de mis
de Jesucristo crucificado. P a r a esto no h a r é otra cosa q u e d e s e n -
alabanzas y de mi reconocimiento! Y o t e adoro y te bendigo, porque
volver sucesivamente la historia de la pasión del Salvador, presen-
de ti procede la instrucción de los ignorantes, la ciencia de los d o c -
' ndola con s u sencillez tan profundamente admirable, y ial como
tores, la eficacia de la predicación y la intrepidez de los mártires.
resulta del relato de los cuatro evangelistas.
T ú reanimas á los que sucumben á l a fatiga, lú fortificas á los d é -
Nosotros consideraremos h o y ó lems dirigMndoseoDiuerlo de los
biles, tú purificas á los que están m a n c h a d o s , tú enriqueces a los
Olives, j veremos lo que significa el cántico que el Salvador dijo,
pobres: t ú vnelves la libertad á los cautivos, la salud a los enfermos
el hymno dicto, y su salida de Jerusalen, njrrssus est Jesvs, y el
y la Vida á los muertos; tú eres u n a poderosa a r m a d o r a para los
torrente Cedrón que atravesó, tnm tormiem Cedrón, y el m o n t e
hombres asaltados por l a tentación; tú formas el consuelo de los
de las Olivas adonde se dirigió, in monten 0/ivanm, y finalmente
afligidos y la esperanza d e aijuellos que no esperan y a ; en li es en
el lugar llamado Gethsemaní y el huerto d o n d e se detuvo con sus
quien encuentran los pecadores s\ perdón, las almas cobardes la
discípulos : Invtllam, epue dicílvr Gethsemani, ubi eral Aortas :
fortaleza y las tibias el f e r v o r ; por ti consiguen los santos la p e r -
m qnem introirit ipse ct discipuli ejus.; De este modo descubrire-
fección, los justos la perseverancia y los elegidos s u c o r o n a ; y esta
mos un rico tesoro de misterios, de instrucciones y de ejemplos,
es la razón porque, principiando |ior San Pablo, tu has sido siempre,
oculto en las palabras m a s sencillas y m a s naturales.'; Dichosos nos-
y eres a u n las delicias y la gloria de las almas verdaderamente
otros si lijando en él nuestro espíritu, fijamos también nuestro co-
"cristianas y de los corazones consagrados á Jesucristo.
raran ! Ubi: est Ihesttunts twus, ib/ al et cor tvum. ¡ Dichosos si nos
Asi, pues, la pasión del Salvador debe ser el primer estudio, el
familiarizamos con la pasión del Señor d u r a n t e esta vida! pues que,
estudio continuo de todo cristinuo. Y es m u y j u s t o , dice S. Buena-
según S. Ambrosio, es el medio de obtener en la otra la participación
ventura, que nosotros n o dejemos de meditar en los padecimientos
de su gloria ¡3). Fundándose S. León en estas palabras del Apóstol •
que nuestro Salvador n o tuvo dificultad en sufrir por nosotros ¡l). Sl
« P a r t i e i p a m o s de las penas del Salvador y sufrimos con él reina-
Con tanta mas razón cuanto que entre todas las obras de Dios, dice
remos también con él, » n o teme a f i r m a r que la posesion de la
S. I.eon, no h a y ninguna que consuele tanto como la pasión de
eterna bienaventuranza que nos está prometida, l a tiene asegurada
nuestro Salvador el corazon fiel que hace de ella el objeto de sus
meditaciones (2). l ) n m ü t w m n o s l r a m f r a s e ó l e s vel m a s i m e d i e s e . < i g U n t . ¡o q u i l . u s i s a n c l i s
a..»«oles, p e r d o e t r i n a m S p i r i l u . S a n e t i , m a j o r a n a o r d i t a t e j e j t r a i a .
( 1 ) S o n d e b e ! n o s w d e r e e o g i l a r e , ipiod i p s u m D o m i n u m rain Ueduil tolerare.
( ! ) D I , per e o m m u B e ransortium e r a i s CUrisli. e l b m n o s a l i q u i d , i n eo quoj
(,W«/. ril. Christ. c.14). p r o p t e r nos gessil. «gerejllus. ( . i r , ™ . I X . De </mdtog.)
( 2 ) Q u i d a m e n . , Í n t e r o y e r a D c i , e o n l e m p l a l i o n e m m e o t i s noslite o b l e e t a t sicut ( 3 ¡ Q u í e o u s o r l i o P a s s i o n i s S É t u r , e o n s o r i i o p a r a d i s i d o o a l u r . (Serm. III.)

Pasiio Salvaloris? ( J e r a . I I - ' P«"-)


JESUS SE DIRIGE Al. HUERTO DE LAS OLIVAS. 5

d e a n a manera infalible el cristiano que se asocia á la pasión de el nombre del P a d r e , del Hijo y del Espíritu Santo. Así ser..
Jesucristo : i).
Mas, ¿ q u é podré yo decir acerca de u n misterio tan profundó, ••RIllER.l PARTE.
inaccesible á los ángeles, impenetrable i los demonios y absoluta-
m e n t e incomprensible á l a razón h u m a n a ? ¡ A h ! Este misterio,diré, Cuando se acabó la cena, aquella grande y solemne cena en la
con S. León, por lo mismo que es superior i todas las palabras y á que, por la inefable institución de la Eucaristía, la sabiduría infinita,
todas las ¡deas, nos suministrará en abundancia ideas y palabras. el Dios d e a m o r había fijado para siempre su permanencia en el
Llenándonos de admiración nos h a r á elocuentes, y encontraremos mundo y entre los hombres, en el momento mismo en que los hom-
siempre una materia inagotable en u n asunto en que, por mucho bres formaban el inicuo plan d e arrancarle para siempre det m u n d o ,
' que. se diga, no se puede j a m á s decir lo suficiente (2). et Salvador, según refieren los evangelistas, á n l e s d e salir del cená-
Y supuesto q u e en la escuelade vuestra religión, o Dios mió, así culo recitó un cántico con sus discípulos : El hymno dicto. Y bien,
c imo no se comprende sino por la fe, tampoco se puede aprovechar cuál fué esie cántico, y p a r a qué lo recitó el Salvador?
sino p o r la oracion, d e vos es de quien imploramos la luz necesaria Pablo de Burgos, f u n d a d o en los libros litúrgicos d e la sinagoga,
para descubrir el esplendor d e vuestra divinidad en medio de las dicc á propèsilo de este himno ó cántico q u e recitó entouces el Sal-
mas profunda» humillaciones de vuestra humanidad s a n t a ( 3 ) ; á vador, q u e fueron los siete salmos cuyas letras iniciales componen
vos que habéis cumplido este sublime misterio es á quien pedimos en hebreo la palabra uklvia, salmos que los Hebreos acostumbra-
humildemente la inteligencia y el amor, á fin de aplicarnos su fruto. ban cantar al fin de cada cena, y especialmente de aquella en q u e
Y vos, angosta María, madre de Dios y m a d r e tierna nuestra, comían el cordero pascual. Así pues, al recitar este himno después
aleanzadnos esas preciosas gracias, á fin de que una obra que tantas de la última cena, e n la q u e el cordero de Dios f u é inmolado bajo
UDa forma mística, y ofrecido despues y dado por alimento á los dis-
lágrimas costó á vuestro corazon, no sea infructuosa para nuestras
cípulos en la comunion eucaristica, quiso el Salvador, como asegura
almas. Vos también, glorioso príncipe de los apóstoles, San Pedro,
S. Juan Crisostomo, enseñarnos con su ejemplo q u e si despues do
haced, yo os lo suplico, q u e j u n t o á la piedra fundamental de vuestra
tomar el alimento corporal, debemos tributar humildes y fervientes
fe, q u e es también la mia, en este templo augusto, depositario de
aceíones de gracias al Dios de bondad, que se digna reparar las
vuestros sagrados huesos, refiera yo con fruto las glorias supremas, fuerzas de nuestro cuerpo por medio d e los alimentos q u e nos pro-
es decir, la pasión de nuestro divino Maestro de quien vos mismo porciona su Providencia, estamos todavía mas obligados á ello des-
hablasteis coa un amor tan ardiente : Chridi pantana, et poste- pués d e baber asistido al banquete espiritual eo que Dios d a por
riores glorias. (I. Hete, t . ) Haced que los misterios que voy á espli- alimento a nuestras almas el cuerpo y la sangre de su divino Hijo.
car se graben profundamente en nuestras almas y en nuestros cora- De ahí nació entre los primeros cristianos el uso, que se conserva
zones, V q u e los espresemos con las acciones de nuestra vida, á fin de todavía en las comunidades religiosas, de dar gracias á Dios e n co-
q u e ellos formen nuestra fuerza en la h o r a d e la muerte y sean la mún despues de cada comida ; de ahí procede también que la Igle-
prenda de nuestra cterua felicidad. Bendecid el curso de esta predi- sia termina el sacrificio de la misa con la oracion llamada post-comu-
cación que yo abro bajo vuestros auspicios para gloria de Jesucristo, nion, á la cual se sigue la recitación de sesta y noua. En efecto,
para santificación de sus fieles y edificación do su Iglesia : en esas oraciones y esos salmos corresponden admirablemente al himno
que los apóstoles cantaron con Jesucristo despues de Iwber asistido
á la primera misa celebrada en el cenáculo, y de haber recibido la
I ) ApOSlolus a i l : S i compatimnr ct congloriricaliimuv. Certa atipie secura (»1
comunion eucaristica.
expíetajin promisíce beatitudiuis, ubi est participado Dominica! Passionis. (£».-•
cif.%
(?) Ipsa materia, e t eo qitod cst ineffaliilti"; fanJi tribuí! f a o t l l a t e m ; uec pot.-.t El venerable Beda d a otra interpretación admirable al himno
clcfieerequod d i c a t u r , d u m uutiqiiam polesi satis e í s e q n o d d i r i t u r . {Stim. 11. dr q u e Jesucristo recitó en estas circunstancias. Nuestro Señor, dice,
preludiando su pasión con un cántico sagrado, quiso manifestarnos
(3) In luminc tito viitcbimus l u m e n . {!":. 3 5 . )
el deseo vehemente de su tierno eorazon, la amorosa impaciencia, \s¡ pues, Jesucristo que sale de Jerusalen acompañado de sus após-
el gozo y el ardor con que iba á padecer y á morir, á fin de enseñar- toles, es Jesucristo que repudia y que rechaza el mondo, es Jesucristo
nos que nosotros debemos también estar prontos á abrazar os s u - q u e nos enseña que para ser del numero de sus discípulos, para
frimientos, á mortificar nuestras pasiones y á sacrificarnos por Jesu- formar parte de su sociedad, de su familia y de su verdadera Iglesia,
cristo con un eorazon diligente, con uua verdadera y santa alegría. según el espíritu, no es bastante escuchar y profesar su doctrina, no
Después de haber cantado este himno, sale el Salvador d e J c r u - basta participar alguna vez de sus santos misterios, recitar en su
salcn con sus apóstoles ¡i). Yo m e pregunto á mí mismo con q u é honor algunas aiabauzas estériles, ni dirigirle algunas débiles o r a -
objeto han referido los evangelistas esta particularidad que, bajo ciones: sino que es necesario separarse del m u n d o , sino en realidad,
el punto de vista histórico, podría parecer supérflua. Efectivamente, al menos por el desvío del eorazon; q u e es necesario renunciar á la
¿no era fácil comprender sin esta advertencia, que para ir al monte •corrupción del mundo, íi las máximas del mundo, á la opiuion del
de las Olivas, situado fuera de Jerusalcn, era necesario salir de esta mundo, á esas costumbres, á esas modas, á esas comodidades, ¡i
ciudad? Mas no, no es ociosa, no cssupcrOua esta particularidad esas leyes del mundo que están en Oposición con el Evangelio. El
que recuerda y figura un profundo misterio. Jesucristo forma con espíritu del mundo ha sido anatematizado por Jesucristo'; lia sido
sus apóstoles la verdadera Iglesia. l u e g o esta salida de Jesucristo y escluido de.su oracion, desu misericordia y de su amor. ; Desgracia-
desús apóstoles de la ciudad de Jerusalcn, para ir á dar principio á dos de nosotros si vivimos según este espíriui I Nosotros seremos
su pasión, nos representa d e una manera sensible la verdadera IgJe - condenados también por causa del mundo, y pereceremos con el
sia, la verdadera Religión, que por los sufrimientos y la muerte de. mundo.
Jesucristo, abandona desde este momento á los judíos á su Ceguedad Los evangelistas refieren también q u e después de haber salido
voluntaria, y va á ilustrar á los gentiles, que se. aleja de Jcrnsaleii Jesús de .Terusalen, pasó el torrente. Cedrón. Esta particularidad
para trasladar su silla á Roma. Jesucristo que era todo d e los judíos, misma encierra un sentido misterioso, Este torrente es aquel d e
es desde este momento todo n u e s t r o . ; O infortunada Jerosaleti I ¡O quien David había dicho lleno de un espíritu profético : El beberá al
dichosa R o m a ! ¡O misterio de justa severidad para con los judíos, y pasar el agua del torrente; V por esta causa elevará gloriosamente
de misericordiosa predilección para con nosotros I Mas, no solamente su cabeza {tj. Es decir q u e aquel era el torrente d e los dolores y de
nos presenta el Salvador en su salida de Jcrusalen la figura de uu las afrentas con que el Redentor debia ser jnumladojiasta el esceso
misterio profundo, sino que también nos ofrece una enseñanza m u y durante su paso por esla tierra, pero q u e debia convertirse después
provechosa. para el en u n rio de delicias, en un motivo d e triunfo y de gloria,
tiste torrente se llama Cedrón, palabra hebrea, dice S. Gerónimo,
P a r a comprenderla bien es necesario recordar que en aquel mismo
q u e significa negruzco, oscuro. Asi pues, Jesucristo descendiendo
momento estaban reunidos en consejo los príncipes de los sacerdotes
hacia el torrente de la oscuridad y de las tinieblas, es'Jesucristo pe-
para acordar los medios d e apoderarse de Jesús, que Juilas se o c u -
netrando en la sombría noche, cu el horror profondo de los negros
paba en reunir soldados y asesinos p a r a l a ejecución de esteproyecto,
pensamientos, del odio cruel, de las odiosas mentiras, de las atroces
y que todas las pasiones se agitaban p a r a hacer condenar á muerte
calumnias, de las injusticias, de las traiciones, de la perfidia y de
al Salvador de los hombres. Por consiguiente. Jerusalcn era en esta
1-. hipocresía, para ser al fin la victima de sus enemigos; es J e s u -
ocasiou la verdadera figura del mundo, donde todas las pasiones, y
cristo caminando en medio de la horrorosa oscuridad de las penas,
principalmente las de los grandes, y de los falsos sabios, llenos del
de los innumerables tormentos, de los insultos y de los ultrajes mul-
espíritu y de las máximas del siglo, están en agitación continua, y
tiplicados hasta el esceso que, según el lenguaje de los profetas, se-
trabajan sin descaí,so p a t a u r d i r intrigas y tramar conspiraciones
mejantes á un torrente furioso y cargado de impuro cieno, debían
contra Jesucristo, contra su culto, su doctrina y su religión, contra
abrirse paso á través de su sagrado cuerpo, y desbordando sobre su
la libertad de su Iglesia y contra la virtud de sus fieles discípulos.

(I i IX- tórrenle ¡n via líüiel: propli-iea iviltavit capul. \Pí. 109.)


(1) El liymno dicto, egressus clim disdpulis suis.
alma, y cubriéndola por todas partes, abismarla en u n océano de Tampoco carece d e misterio el cuidado que tienen los evange-
amarguras, de afrentas y de dolores ¡1). listas d e decirnos que Jesucristo se dirige al monte de las Olivas, in
Además, el arroyo Cedrón corre por el fondo d e un valle que por montan OUmmnt. E n esta circunstancia se encuentran figurados
la parte de oriente, separa la ciudad de .Tcrusalen del monte de las los frutos saludables q u e uosotros debíamos recojer uu dia de la
Olivas. En este valle se elevaba un espeso bosque, que la supersti- Pasión, cuvos primeros dolores quiso él Inaugurar en la pendiente
ción de los judíos degenerados, según reiicre-S. Gerónimo, había de aquel monte misterioso. La oliva es el sirobojo de la paz, y Jesu-
consagrado á Moloch. Este pueblo habia llegado entonces á un es- cristo dirigiéndose al monte de las Olivas es, dice Orígenes, la figura
ceso tal de estúpida impiedad y de demencia cruel, q u e los padreo simbólica de Jesús que va á terminar, al precio de su sangre, la an-
acudiau en tropel á este bosque á sacrificar sus pequeños hijos á un tigua guerra que reinaba entre la tierra y el cielo, y á estipular u n
ídolo infame, haciéndolos quemar vivos en su honor. Y para no en- tratado solemne de paz entre Dios y el hombre. La oliva, por el
ternecerse i»or los gritos de las inocentes victimas, tenían cuidado aceite que produce, es el símbolo d e la misericordia, y Jesucristo
de ahogar sus voces, durante este bárbaro sacrificio, con el ruido de caminando hacia el monte de las Olivas, contiuúa oL mismo Padre,
tambores y de otros instrumentos estrepitosos. Ellos, en fin, arro- es Jesucristo que sube á la montaña de la misericordia y que eleva
j a b a n sus cenizas á las aguas del torrente, que, como nota Cornetio su inefable a m o r al punto m a s culminante, á la mas alta potencia y
á Lápidc, fue llamado por esta causa Cedrón, es dccir, negro y os- al mas incomprensible esccso, ofreciéndose á la muerte por nosotros.
curo, por los restos de los cadáveres que se arrojaban en él enne- Jesucristo es la verdadera oliva, que se eleva soberbia y magestuosa
grecidos por el fuego (2). para regocijar el campo de la Iglesia (iJ. De este modo Jesús d i r i -
Aquel era, pues, el lugar mas impío y mas impuro de todo el uní- giéndose al monte de las Olivas es, según S. Pablo, la oliva fértil y
verso; era como la silla y la metrópoli del imperio de Lucifer en la fructífera que por la abertura de sus venas y la efusión de su s a n -
tierra, donde este ángel apóstata recibía del pueblo mismo de Dios, gre, ingiere en su propio tronco, une é incorpora a si las olivas sal-
y á vista del templo del Señor, honores divinos y un culto abomina- vajes y estériles, que son nuestras almas, a ü n de hacerlas fructi-
ble en que la atrocidad se juutaba al sacrilegio. ficar con su propia virtud, con la savia celestial de su gracia y de
Todas estas circunstancies nos esplican de una manera admirable su amor. Finalmente, el monte de las Olivas adonde Jesús se dirije
por qué nuestro Señor quiso principiar su pasión cerca de este tor- á ocullarsede las miradas de todos y sufrir allí los primeros dolores,
rente y de este mismo valle; p o r q u é escogió, con preferenciaá otro las primeras afrentas, la primera agonía y . por decirlo asi, la pri-
alguno, un lugar t a n ' i n f a m e para ofrecerse solemnemente á la mera muerte interior del alma, es el mismo monte desde donde m u y
muerte. La causa de esto fué, dice el intérprete que acabamos de pronto, vencedor de la muerte, se elevará á los ciclos cargado de
citar, que el Salvador quiso acometer al demonio en el centro mismo trofeos. Por este primer viaje, esclama S . Ambrosio, nos muestra el
de su sacrilego imperio. Asi pues, Jesucristo, pasando el arroyo Salvador el camino que debemos seguir para ser restituidos al cielo
Cedrón y trasladándose á la orilla opuesta, es el Redentor q u e ca- d e donde fuimos desterrados (2); es decir, que necesitamos recibir
mina al encuentro de Lucifer para humillarle, para confundirle, y confesar la doctrina de Jesucristo, fortificarnos con la cena euca-
para desarmarle y abatir su poder por medio de su agonía y de sus r i s t í a , huir de la corrupción de Jcrusalen, ó en otros términos, r e -
sufrimientos; semejante á un guerrero generoso y magnánimo q u e n u n c i a r á toda sociedad, á todo contacto con el mundo, atravesar
desciende el primero á la arena y sale al encuentro de su enemigo, el negro torrente de las tribulaciones, de los sacrificios, de las hu-
seguro de vencerle y de triunfar de él ¡3). millaciones y de todas las penas inseparables de una vida verdade-
ramente cristiana, y entrar con Jesucristo en el lugar del recogi-
(1) Quuniam iütraverunt aqurc »«que ad animam mcam. (Ps. 6 8 . ) Magna « t miento, de la soledad y de la oraclon; que debemos en una palabra
velut m.iit contiilio tua. [Tfirén. 2.)
(2) Cedrón, ntger, obscuras, á c a d a v e r u m c o m b u - l o r i i m fulígine. fin 2G. Matth.)
( 1 ) Ego quasi «liras speciosa in camnfc. (ftcclt. 2 4 . )
(3) Magnanimilahs lioc di.iit e s e m p l u m , u t a r e n a m , cum diabolo p u g n a t u r u í ,
(2) Vide quibus iliucribus ad Paiadisum reducamur. {lib. 4 . in tus.)"- J^
primus capessat. quasr cerlus dií \ ¡ d o r i a el triumpho. ( L o e . cit.)
ofrecernos a Dios al pie del moni* de las Olivas, y participar allí d e de un milagro, porque su hora no habia llegado todavía (l). Mas,
su agonía, por su amor. Ved aquí el medio único, ved aqni el único hoy que h a llegado al fin esa hora por la que tanto ha suspirado,
c a m i n o ; aprendámoslo bien para triunfar de la muerte y del pecado esa hora lan afortunada para nosotros, esa hora que él mismo habia
y entrar en el cielo que es el lugar adonde conduce. determinado en los consejos eternos de su Padre (21. Jesus sale e s -
M a s , ; . por q u é el Salvador, que quería orar en la pendiente de la pontáneamente al encuentro de la violencia q u e se le quiere hacer ;
montaña, y sufrir allí los dolores de una agonía cruel, se dirigió á y se retira á Gethsemani porque sabe q u e es un lugar muy c o n o -
Gethsemani y entró en el huerto q u e había en aquel lugar ? ¿V por cido de J u d a s , y que su infiel discípulo le encontrará allí con mas
qué refieren ¡os evangelistas con tanto cuidado estos circunstancias facilidad : Seiebat áuteú Judas loeum.
t a n minuciosas f r ? Dcberémos creer que Jesús trataba de sus- Los fariseos temían además que si se apoderaban de Jesus d u -
traerse á las pesquisas de aquella turba de hombres impíos, que rante la fiesta, estallase alguna sublevación en el pueblo, que se
con J u d a s á su cabeza debia aproximarse muy pronto para apode- mostraba tan afecto á su persona (3). Este temor, como observa
rarse de su persona? Todo lo contrario; p o r q u e , como advierte S. Leon, no procedía de celo. ¿Qué importaba en efecto, á los sa-
S. Lucas, era aquel un lugar adonde naturalmente deffian irle á cerdotes de aquella época q u e la fiesta se profanase, ron algunos es-
buscar, pues q u e todas las noches» despucs de la cena, acostum- cesos, supuesto q u e ningún interés tomaban en el culto ni en el
braba Jesús retirarse á aquel sitio para orar a l l í : Seeundam con- amor de Dios? Mas, ellos temían que á favor del desorden se les e s -
metudinem. S. Juan es todavía mas explícito, pues afirma que el Capase de las manos el preso (4 ). Pues bien, dirigiéndose el Salvador
pérfido J u d a s tenia un conocimiento perfecto del lugar, en razón á á Gethsemani, lugar a p a r t a d o , solitario y pacífico, extramuros de
que el Salvador se retiraba á él -frecuentemente! para orar, acompa- Jerusalcn, evitó Indo movimiento popular ; tomó á su cargo el cui-
ñado de sus discípulos y del mismo traidor (2). Asi pues, dice S. Ci- dado de. disipar los temores d e sus enemigos, quitó todos los obstá-
rilo, al retirarse el Salvador á este huerto solo trató de ahorrar al culos que podían oponerse á su captura y salió al encuentro dtílas
infame Judas el trabajo de buscarle Inútilmente en olra p a n e (3¡. maquinaciones q u e se tramaban contra él. Eu su generoso designio
De esta manera hizo ver á sus discípulos, y nos probó á nosotros de cumplir desde esle instante, de u n a manera secreta y oculta, su
mismos, añade S. Juan Crisósiomo, que él caminó á la muerte vo- sacrificio en el interior d e su eorazon, aun antes de que su cuerpo
luntariamente y sin violencia (4). fuese entre-gado para ser inmolado, la sagrada víctima se traslada
espontáneamente al lugar donde debe ser arrebatada, y se coloca
En efecto, él habia dicho en términos claros y expresos que nadie
bajo el cochillo homicida que la h a d e sacrificar. El verdadero Abel
hubiera podido quitarle la vida si él mismo no lo hubiera consen-
se dirige voluntariamente al medio d e la campiña donde otro Cain
tido, añadiendo que si eonsentia en dar su vida, era para volverlo á
pueda fácilmente apoderarse d e él para inmolarle ó su odio cruel ( s ) .
tomar muy pronto (3¡. Si hubiera esperado á que hubiesen venido
Además, no siendo la pasión d e Jesucristo un suplicio, sino UD
á apoderarse violentamente, de él en público, hubiera oscurecido en
sacrificio, y el mas grande, el mas augusto y el m a s meritorio de
cierto modo esta brillante y solemne verdad de la espontaneidad de
todos los sacrificios, no era conveniente que la santa víctima desti-
su muerte. Además, cuantas veces quisieron prenderle los Jud.os
nada á un sacrificio tan santo fuese aprehendida en u n lugar pro-
antes del tiempo que él mismo habia fijado, se. evadió de sus pes-
fano. Por consiguiente, el Salvador, dice Orígenes, no debia ser
quisas por medio de la f u g a , o s e hizo invisible á sus ojos por medio
aprehendido en medio del dia, en las plazas, ni en las calles póbli-

( 1 ) l a villum qurc d i c í l u r ' n n h s n M i i i , ubi « 1 líortus, ¡n quera ¡ a i r o n a .


( I ) Quia noudilm s c a t t a ! hora e j u s . (Joan. T.)
( í S Seiebat autem Juilas loemn, q»ia fiequenla- Jesús c o n t e n e r á ! iltuc c o a <to- ('• • P a t i r v i n i ! iiora. (Ifcil. 17.)
cipulis suis. (Joan. 18.) (31 Non io die lesto, n e Forte lutmiltus G e r e t i n populo, (ftjatth. 26.)
¡ 3 ) 1 1 « agebal, ul a Iradilore cilrn negotium invemretur. (tnJom., (4) Seditioncm iu pneeipoa solemoitate metuebani, n o u ul popului nou pecca-
' (4) Oslendens discipulis, quia voleas ad morlem venit. (/loiail. S i . tu Joan.) Te! : sed n e Cbrislus evaderci. {Set-m. de Pass.)
(5) Ostendciis qnoniam volens ad morlem venti.
(5) S e m o tollil animan, moatn á m e ; sed e S o ean. pono, ul ¡ l e m a suman,

(Juan. 10.)
cas, ni en medio de la cena, sino d o t a n t e la noche y en el huerto de y del castigo; en Gethsemani,sobre las espinas mismas de la amar-
l a s Olivas, es decir, á la hora de las preces y cu el lugar donde el gura y del dolor brotan flores y frutos de méritos, de bendiciones,
Hijo de Dios acostumbraba á ir para tener sus coloquios con Dios su degracias y de virtudes. Allí, en fin, nace la muerte a la sombra del
padre, y que por lo mismo se habia transformado en un verdadero árbol de la vida; aquí, en medio de un aparato de muerte, renace
santuario, en un verdadero templo de Dios. la esperanza de la resurrección y de la vida.
S. Cirilo nos descubre en este pasaje otro misterio m a s amable Este es, pues, el misterioso huerto de )aIglesia, adonde la esposa
a u n y mas tierno. Recordad, exclama este Padre, que Adán preva- de los cantares instaba vivamente á su amado q u e descendiese f l:. O
ricó en un huerto. Pues bien, en un huerto es también donde entra amable Jesús, esposo querido de nuestras olmas, apresuraos á venir
hoy Jesucristo, á fin d e que sus padecimientos principien en un lu- á este huerto tan lleno de delicias para nosotros, y sembrado para
gar semejante á aquel en q u e habia tenido principio el pecado (1 . vos de tontos dolores I Mas, que necesidad hay de redoblar nuestras
Jesucristo es pues en esta ocasión nuestro mediador que se adelanta súplicas para obligar al esposo sagrado á emprender este viaje?
p a r a desarmar al celestial querubín colocado por la justicia divina á l ' n a fuerza secreta, la fuerza de su caridad le impulsa á ello, le a r -
la puerta del verdadero paraíso, pora romper cnlre sus manos la rastra y le trasporta con un poder irresistible. Ved en efecto, cómo
espada centellante con q u e impide la entrada á los infortunados camina con un paso rápido, con la frente serena, el eorazon dilatado
mortales, y p a r a obtener á los desgraciados hijos de un padre pre- y el rostro radiante de alegría.
\árícador su vuelta al lugar de delicias de donde habian sido d e s - Cristianos, no perdamos esle instante precioso. Apresurémonos á
terrados. V para colmo d e ventura ese lugar, del q u e el paraíso ter- seguir á Jesús al huerto, donde su eorazon nos abre todos los tesoros
restre solo fué una figura imperfecta, nos ofrece, no goces materiales que pueden santificar y atraer al nuestro : CW «¡f thesuurus luus;
y perecederos, sino bienes celestiales y eternos. E n una palabra, illi est el cor tutu». Me esplicaré. No perdamos en la.molicic, ui en
concluye el célebre Alcuiuo, Jesús entrando en Gethsemani es el las enojosas vanidades del siglo, unos dias que solo se nos han con-
nuevo Adán q u e va á espiar en un huerto con su obediencia la r e - cedido pora que sigamos c imitemos á Jesucristo. Detengámonos en
belión de que se hizo culpable el primer Adán en otro huerto ;2;. la consideración de estas palabras tan sencillas, pero q u e encierran
¡Oh nuevo huerto! ¡ o nuevo paraíso! ¡Cuan diferente es t u aspecto un sentido lan misterioso : Jesús entró ene! huerto consvs discí-
del de el antiguo Edén! Alli el primer Adán disfrutó del reposo, de pulos (2 i. El divino Redentor se dirige al huerto acompaüado de sus
los goces, de las delicias y d e las dulzuras de la v i d a ; aquí el se- discípulos; él mismo dirige sus pasos, él los instruye Con sus pala-
gundo Adán solo esperimenta combates, aflicciones, tristezas, amar- bras, los edifica con su ejemplo, los consuela y los sostiene con el
guras, angustias y agonía. Allí corrían rios de un agua clara y espectáculo de sus penas; él los santifica ofreciéndose por ellos; él
limpia; aquí solo se percibe un torrente humeante d e la sangre que los asocia á s u s preces d e una manera especial, les aplica eficazmente
brota d é l a s venas del Redentor. AHI un ángel apóstata f u é el insti- el fruto de su sacrificio y de aquella sangre preciosa que vierte en
gador á la rebelión y al pecado; aquí un ángel fiel viene á sostener presencia de ellos, y finalmente, con la virtud de su poder se hace
la obediencia y el sacrificio. Allí 1a Majestad de Dios recibe un u l - su escudo y su amparo contra la rabia de los Judíos. Jesucristo, en
traje, y aquí recibe una satisfacción. Allí se cometió el pecado, aquí una palabra, hace hoy á sus discípulos los espectadores y los c o m -
se reparó. En el Paraíso terrenal, la humanidad fué precipitada ha- pañeros de sus sufrimientos sobre el mismo monte de las Olivos,
cia su perdición; en el huerto de las Olivas se le hace volver á entrar adonde bien pronto los llamará para que sean los compañeros y los
en el camino de la salvación eterna. E n el Edén, del seno de las flo- espectadores tic su gloriosa ascensión. Todo esto, dice S; Ambrosio,
res y de los frutos no salió otra cosa que las espinas de la maldición es la imágen sensible d e la Iglesia; lo es la figura de lo que Jesu-
cristo hace por loshijos de su Iglesia, y de que pide pora ellos; esla
( t ) In paradiso, onuiis u i s t i t i s noslrte prineipium f u i t ¡ in h o t l o Christi queque
Passio incboata est. ( / n Joan.). ( I ) Venial nüeetus meus i n loritim s u u m . (Can'.'..)
{2J Ubi e r a t h o r l u s ; ut pceeatum, quod in borto commisstim fuero!, iit bottu tie- ( í ) in quetn iiilroivíi ipse el discipuli cjns.
berel. ( / « Caten.)
es la historia de. las promesas que él haee y de las recompensas que Este lugar, nos dicen, s e llamaba Getl(semani (1), palabra h e b r e a ,
reserva á los v e r d a d e r o s fieles. ¡ A y ! Si, lo q u e Dios no p e r m i t a , tu- que significa el valle del Aceite ó el molino de Aceitunas. Y ¿qué
viésemos nosotros la terrible desgracia de vernos separados del importaba al m u n d o cristiano s a b e r el n o m b r e d e este l u g a r , si n o
cuerpo de esta Iglesia por el cisma ó por la herejía, o d e q u e el pe- hubiera encerrado en este n o m b r e un misterio'? P a r a c o m p r e n d e r
cado nos hiciese estraños á s u espíritu, apresurémonos á entrar en esto misterio, procuremos recordar la historia de aquella pobre
el seno de esla sociedad d i v i u a . Coicamente en ella es donde h a b i t a v i u d a de quien se habla en el libro c u a r t o de los Reyes. Reducida á
Jesucristo. Apresurémonos á c o n f u n d i r n o s por medio de una sania la última indigencia y á la imposibilidad absoluta d e p a g a r las deu-
unión con los apostoles y los discípulos, con todas las a l m a s piado- das que su marido había dejado al morir, s e veia a m e n a z a d a de ver
sas y fieles que caminan en pos del S a l v a d o r . Apresurémonos, a h o r a á u n acreedor i n h u m a n o arrebatarle sus h i j o s y conducirlos á la es-
q u e tenemos tiempo, á u n i r n o s á esa d i c h o s a sociedad, fuera de la clavitud (2;. El profeta Eliseo, compadecido de la s u e r t e de esta
q u e seriamos escluidos p a r a siempre del eterno gozo cuya posesion m a d r e desolada, se presenta en su c a s a , y multiplica m i l a g r o s a -
ella sola p u e d e a s e g u r a r n o s . mente el poco aceite que te q u e d a b a , de tal modo que ella p u e d e
P a r a esto, escuchemos con un espíritu h u m i l d e y un corazon fiel el satisfacer á todos sus acreedores con el producto de la p a r t e que
sublime v ultimo precepto que Jesucristo n o s d a de recibir su le y vende, y reservar lo bastante p a r a subsistir ella y sus hijos (3).
o b s e r v a r su s a n i a l e y ; p r o c u r e m o s fortificarnos con frecuencia en f'ues bien, e s t a historia es u n a figura y u n a profecía del misterio d e
l a s a g r a d a mesa de la Eucaristía; d i r i j a m o s f r e c u e n t e m e n t e a Dios (icthsemaní, c u y a espticacion nos d a ella m i s m a . En efecto, la
el himno del reconocimiento y del a m o r ; h u y a m o s del a i r e inficio- viuda de Samaría representa á la h u m a n i d a d c u t e r a , á quien la
n a d o de J e r n s a l e n , a l e j é m o n o s de las asambleas profanas, de los muerte espiritual d e A d á n , su cabeza y su esposo, había reducido
espectáculos corruptores y de la sociedad de los impíos; bebamos á la última indigencia. Ella 110 tenia con q u e p a g a r la deuda c o n -
de las negras aguas del a r r o y o C e d r ó n , a f e c t a n d o con una piadosa traída con el principe de las tinieblas, y veia sos propios hijos im-
resignación las tribulaciones y la p e n i t e n c i a ; atravesemos este t o r - puestos i ser e t e r n a m e n t e esclavos desgraciados del demonio. E n -
r e n t e , sufriendo con fortaleza y c o n s t a n c i a los desprecios del m u n d o tonces Jesucristo, v e r d a d e r o Elíseo, pues q u e la p a l a b r a Elíseo si-
por Cl amor de J e s u c r i s t o ; r e t i r é m o n o s f r e c u e n t e m e n t e con el a! gnifica Dios Salvador, se movió á compasion por esta desgraciada
h u e r t o , es decir, al silencio de la meditación y de la oracion Y n o f a m i l i a ; b a j ó á la t i e r r a , habitó con la pobre h u m a n i d a d , y der-
nos aterremos si nos vemos envueltos en l a oscura noche de la h u - r a m ó y multiplicó en ella el aceite de su misericordia y de su s a n -
m i l l a d o , , ; procuremos que la a m a r g u r a del t o r r e n t e d e la m o r t i f i - g r e . P o r medio de este precioso licor hemos reunido nosotros, m o r -
cación n o nos h a g a d e s m a y a r ; que las persecuciones de la moderna tales i n f o r t u n a d o s , la s u m a necesaria para p a g a r todas nuestras
S i n a g o g a d e los m u n d a n o s no nos h a g a n retroceder. Miremos sin d e u d a s , para librarnos de la esclavitud del demonio, p a r a vivir la
terror la subida escarpada y difícil que presenta la m o n t a n a d é l a vida de la gracia y revestirnos d e la i n m o r t a l i d a d . Y como J e s u -
s a n t i d a d . T o d o se puede, todo se vence, c u a n d o se camina en pos cristo ha cumplido esta obra de su a m o r infinito por medio de su
de Jesucristo. Reunidos en el monte de las Olivas con el Salvador pasión, eligió p a r a d a r principio á ella el h u e r t o de Getbsemaní, ó
agonizando, participaremos de la unción de su gracia, y sostenidos el valle del Aceite, á fin de que el n o m b r e mismo del l u g a r nos
por su propia fuerza, nos volveremos á encontrar m a s t a r d e sobre instruyese del misterio que o b r a b a en el.
esta misma m o n t a ñ a , p a r a participar del gozo de su gloriosa aseen- Esla es la causa por qué habia anunciado David que el Mesías o
el ungido del Señor seria cubierto del óleo misterioso de la alegría,
sion. ó causa de la v e r d a d de su enseñanza, de la dulzura q u e él mostra-
S E f c l > O A I' 1BTH.
(1) In villam <¡U.T dicilur Geliisemani.
Solo nos resta indagar los motivos p o r q u é los evangelistas han (2) Ecce crédilor vemi, ul tollat filios rocas ad scrvicmlum sibi.
querido conservarnos el n o m b r e del l u g a r a f o r t u n a d o d o n d e el Sal- {3/ Vende olcum, el redde rredilori tuo; lu aulem. ti fiiii luí "rivité de reliquo.
i , i r . n , s . 4.)
vador f u é á consagrar á la oracion tos últimos instantes de su vida.
tia en sus sufrimientos, de la justicia que baria brillar en sus j u i - aceite milagroso, y de este mismo modo es como Jesucristo, que
cios, d e su a m o r á la virtud y su odio al vicio ¡4). Mas, Jesucristo desea colmarnos de sns gracias, mucho mas que nosotros mismos
no tenia necesidad de esta unción como llijo de Dios; e l l a recibe deseamos recibirlas, pide continuamente á su Iglesia nuevas almas
núes como h i j o del hombre, como cabeza y representante de la h u - para derramar en ellas el óleo de su misericordia, y la Iglesia se es-
manidad, para derramarla sobre todos ios hombres. En el huerto fuerza en buscar estos vasos preciosos. Con este objeto e m ¡a sus
de Gethscmaní, d i c c S . Agustín, fué donde Jesucristo principa, a misioneros á los países idólatras y herejes, y aun en los mismos
comunicarnos este oleo divino. Alü fué donde se hizo verdadera- países católicos nos elije en este, santo tiempo de cuaresma para que
mente nuestro Cristo ó nuestro ungido; allí f u é donde derramo seamos sus predicadores y os exhortemos, en sn nombre, á vosotros,
sobre nosotros á manos llenas el óleo de su misericordia para h a - amados fieles, á q u e abráis vuestros corazones para que el verda-
cernos renacer á la alegría, y el oleo de su virtud para d a m o s la dero Eliseo pueda llenarlos de los dones de su amor ¡ i ) . El óleo del
fuerza suficiente para pelear, á ejemplo suyo, con el demonio, y profeta no cesó de. correr basta tauto q u e la viuda no tuvo vaso al-
vencerle. ¿ P o r ventura no se sabe que con el ó l e o e s c o u l o que los guno que presentarle (2). Lo mismo sucede á la bondad de D i o s :
luchadores hacen sus miembros mas agües, mas flexibles y mas vi- jamás es ella la que nos f a l t a ; los corazones de los hombres son los
gorosos ? Por consiguiente, queriendo Jesús hacernos patente este, que rehusan aprovecharse de ella. ] Ay 1 Temblemos por nosotros;
tierno mislerio de su amor, ¿.podía elegir una figura mas conveniente porque el Señor, como él mismo nos ha amenazado, irritado justa-
ni mas exacta q u e la del vallé del Aceite material, que representa mente de haber esperado en vano por largo tiempo á nuestro cora-
de una manera tan perfecta la unción d e su óleo espiritual y d i - zón para derramar en él sn gracia, detendrá el curso d e este raudal
vino? (2) precioso. Lo mismo que las vírgenes necias del Evangelio, deseare-
mos á la hora d e la muerte proporcionarnos el óleo de su misericor-
. Además, en este huerto era donde se estraia el óleo del fruto de
dia; m a s no encontraremos entonces quien nos lo quiera dar.
ta oliva, y en él f u é también, dice el intérprete, donde Jesucristo
Así pues, hoy que este manantial precioso de la misericordia de
principio á derramar de sus divinos miembros la sangre que nos
Dios se abre para derramarse sobre nosotros, renunciemos á nues-
rescata, que nos fortifica con su uueion, y que es para nosotros un
tros vicios, purifiquemos nuestros corazones de los gustos profanos
bálsamo de. inmortalidad (s). 'jjp-:
con las lágrimas de la penitencia, y recojamos en ellos la gracia
Mas, así como el aceite multiplicado por Eliseo no se vertía sir.o
que corre tan abundantemente d e la pasión de Jesucristo, á fin de
en los vasos q u e le crao presentados por la viuda, del mismo modo
que, si somos cu este momento vasos de cólera para Dios, en el
la sangre de Jesucristo no se recoje sino por las almas que la fgles a
momento de ser rotos por la muerte (.1), nos hagamos vasos de elec-
le presenta después de haberlas purificado; y estas almas son las
ción, vasos de houor y de gloria, dignos de las complacencias, del
q u e escuchan las palabras de la Iglesia, profesan su fe y participan
amor y d e la eterna sociedad del Señor. Asi sea.
de sus sacramentos. Porque en efecto, S. Pablo h a d i c h o : Yo os
he desposado á este único esposo que es Jesucristo, p a r a presenta- ( 1 ) Dilata os tonal, e l imple!»» illud.
ros á él como una virgen sin mancha (4). (2) R e s p o o d j l : Non babeo vas. Sletitqtie olcnm.

Eliseo pedía sin cesar á la viuda otros vasos p a r a llenarlos d e su 13) Vasa ¡raí apta in iulerilum. (Rom. y . )

(1) Propter verilalem, a n a n s u r l u d i n e m , el j u s t i t i a m . . . . »ilevUti ¡ « d i t o , el


odisli ¡mquitatem : p r o p l e r t ó unvil le Deus oleo Iceliliie. (Ps. 4i.)
( 2 ) l o montero Oliveli, io m o n t a » eblismalis iinraxil Jesús, itg euira nos imsil
oleo l e l i l í , quo í p * i D e o únelos eral. M e o a.ilera nos u n i i l , quia contra diabo-
lum luctatores efTccit. (In Joonn.)
(3} Sicut ex o l i j i s exprimebatur oleura^ila ibi a agonía expresáis est s a n á i s
Cbrisli, quo quasi oleo rofirimur, u n g i m n r . p a s c i n i u r . ( / n Ma'tti.).
( 4 ¡ DBpondi enim vos uní viro vircinem eaitatn evliibere Cbrislo. 'Jt. Cor. I!.)
consuetos, lleno a h o r a d e t e r r o r , d e c l a r a tener necesidad él m i s m o
d e a p o y o , d e consuelo y d e f u e r z a !
Sin e m b a r g o , este e s t a d o del a l m a s a n t a del R e d e n t o r h a b i a sido
CONFERENCIA SEGUNDA. a n u n c i a d ó d i e z siglos a n t e s , ó m as b i e n h a b i a sido hislóricamentc des-
crito en e s t e p a s a j e d e los S a l m o s : Mi corazon está t u r b a d o d e n t r o d e
m í , y los t e r r o r e s d e la m u e r t e h a n caído s o b r e m í . El temor y el
(.as pasiones.
horror m e h a n cercado por todas p a r t e s ; y o estoy s u m e r g i d o en las
tinieblas ¡I). P u e s b i e n , si el m i s m o Dios había predieho t o d a s estas
Dfi11« per omitía fralilnu similari, circunstancias con t a n t a i n d i v i d u a l i d a d , es claro q u e él las h a b i a
u[ míícricors fien!. querido y d e c r e t a d o ; ellas d e b e n p u e s t e n e r su razón en las p r o f u n -
Él itcLiií BIT eit ("JO semejante S SUS didades d e la sabiduría y del a m o r d e Dios. E s t a razón n o s la ha
herinitnaí^para que luise uiiseri(ordi,iw>
descubierto S a n P a b l o ' d i c í é u d o n o s q u e h a b i é n d o s e h e c h o h o m b r e
coa ellos.
ÍHebr.2.) el H i j o de Dios p a r a rescatar al h o m b r e , d e b i ó e s p e r i m e a t a r t o d a s
las e n f e r m e d a d e s del h o m b r e , y h a c e r s e en todo semejante á s u s
h e r m a n o s , para p o d e r d e este m o d o c u m p l i r la o b r a d e su m i s e r i -
¿ Q u é significa, s e ñ o r e s , la e s t r a ñ a m e t a m o r f o s i s , el cambio i m - cordia para con n o s o t r o s : DebaU per m:ma jralri'ms similari, ut.
previsto q u e , scguu los evangelistas, se verificó en la p e r s o n a del misericors fierel. Bajo el p u n t o d e vista q u e n o s presentan e s t a s l u -
R e d e n t o r á su e n t r a d a cu el h u e r t o de. las O l i v a s ? Pocos instantes minosas p a l a b r a s del Ápóolol, es c o m o d e b e m o s considerar los s e n -
h á , en s.u a d m i r a b l e d i s c u r s o d e s p u é s 3 e la c e n a , m a n i f e s t a b a u n a timientos de t e m o r , d e tristeza y de a n g u s t i a d e q u e estuvo poseído
dulce s e r e n i d a d , y espresaba un vivo deseo d - ir á la m u e r t e p o r n u e s t r o Señor en el h u e r t o de las Olivas ; y al ver la libertad con
n o s o l r o s , e x h o r t a b a íi s u s discípulos á la p a c i e n c i a , á l a calma y á q u e los escita en su i n t e r i o r , et órden con q u e los sostiene y la ver-
la paz, y los a n i m a b a á morir con gozo por é l ; y v e d a q u í q u e d e d a d q u e nos revela en ellos, lejos d e e n c o n t r a r un motivo d e escán-
repente, sin q u e n i n g ú n a c o n t e c i m i e n t o n u e v o b a y a s o b r e v e n i d o , dalo, veremos p o r el c o n t r a r i o u n motivo d e consuelo y d e e d i f i c a -
se m a n i f i e s t a á s u s discípulos a b r u m a d o d e tristeza, consternado, c i ó n . P o r q u e en efecto, nosotros q u e d a r e m o s convencidos de q u e
tiroido, t e m b l a n d o y poseído d e u n a b a t i m i e n t o p r o f u n d o [ I ) . Y no estos s e n t i m i e n t o s n o son indignos de u n R e d e n t o r Divino, sino q u e
solo deja a d i v i n a r s u s a n g u s t i a s por 1a i n m o b í l i d a d d e s u s m i r a d a s , p o r el contrario este Dios R e d e n t o r h a d e b i d o m o s t r a r s e s e m e j a n t e
l a palidez d e su r o s t r o , la hinchazón d e s u pecho, el desorden d e s u en todo á nosotros, p a r a h a c e r n o s e s p e r i m e n t a r su misericordiosa
semblante, el t e m b l o r d e t o d o su c u e r p o , sino q u e él m i s m o las d e - bondad : Dcbuil per omnia fralribvs similari, ul misericors
clara á s u s apóstoles, él se las confiesa diciéndoles c o n u n a voz débil ñeret.
y s o l l o z a n t e : Hijos mios, y o m e siento p r ó x i m o á m o r i r bajo el peso PUDIERA PARTE.
de I» tristeza q u e m e a b r u m a . ¡Ay! si vosotros m e a m a i s , p e r m a n e -
ced aquí y velad c o n m i g o (">!." ¡Gran D i o s ! ¡así la alegría del cíelo se Al dirigirse J e s ú s al h u e r t o d e G e t h s e n r a n í , h a d a d o su p r i m e r
entristece s o b r e la t i e r r a ; aquel q u e causa la alegría d e los ángeles paso hacia el Calvario. ¡Ay! r.a h o r a del sacrificio se a p r o x i m a ; ya
está afligido cutre los h o m b r e s , el valor t i e m b l a , l a fuerza vacila, se l e v a n t a la h o g u e r a , el fuego se enciende, la víctima se a d e l a n t a
la virtud está e n f e r m a , el autor d e , l a vida s e estremece, á vista de h á c i a el a l t a r , sobre el cual d e b e s e r i n h u m a n a m e n t e d e g o l l a d a .
la m u e r t e , y el q u e p r o m e t í a á los d e m á s s u f u e r z a , su a p o y o y sus Mas, q u é c a m i n o t e n d r á Jesús q u e recorrer p a r a llegar á é l ! El c a -

( 1 ; Et assumpto Petro et duobits riliisZebedcei ccepit pavere, tcedere, contrista" ( i ; Cor mrum CQDIürklInrn est; fornido monis cecidit stiperme; timoret tre-
11 míesius esié. mor vcneruM super me, et contexerimt me teneka>. >/'.* • 34.)
(2) Trislis est anima mea iisqne ad mortem. Sustineté hic, et vigilale mecum.
(J/««te 26. Mire. 1.1.)
v afligido, fueron y pueden ser llamadas, con toda propiedad, ver-
minará de suplicio en suplicio y d e padecimiento en padecimiento.
dadera!? pasiones del alma (i).
Todos sus pasos serán marcados con oprobios; todos los instantes
En segundo lugar es igualmente cierto que esas pasiones y esos
(pie le restan aun de vida serán colmados de amargura, de aflicción
sentimientos nos obraron solamente en el apetito sensitivo, sino
y de dolor. El camino desde Gethsemani al Calvario será u n a larga
también en el alma Divina del Redento?; supuesto que él mismo
serie de ultrajes, de insultos, de tormentos y de martirios los mas
dice que su alma está triste. Además, él las esperiincuta también
atroces; los preludios de la inmolación del Salvador serán tan acer-
en su voluntad, al menos en cnanto á la parte inferior, supuesto que
bos y tan crueles como la inmolación misma. Pues bien, á vista de
él mismo a ñ a d e : llágase tu voluntad, Padre mió, y no la m í a :
tantos males que se presentan tan terribles y de una manera tan
•Yo» mea voluntas, sed luafat. Esto significa claramente, como
minuciosa y tan viva en la imagiuacion del Redentor, la repugnan-
observa el intérprete, que hubo en su voluntad humana una tristeza
cia y el terror agitan su apetito sensitivo, un sentimiento de horror
y un temor nalural de 1a muerte, y que él hizo u n verdadero acto
se apodera de su humanidad s a n t a ; y se ve poseido por las angus-
ile voluntad al pedir (pie se le librase de ella (2).
tias y por los temores m a s terribles : Debuitper omitía fralribus
similari, ut iniserkors Jierel. I »¡mámente, no puede dudarse, añade S. León, que esas pasio-
n s fuesen en Jesucristo pasiones reales, verdaderas pasiones h u -
Mas, ¿és verosímil, se nos dirá, q u e Jesucristo esperimentase á
manas. Porque el Salvador esperimeutó nuestra melancolía entris-
vista d e la muerte una tristeza tan grande, una repugnancia tan
teciéndose, del mismo modo q u e sintió nuestra confusión al sufrir
violenta y un terror tal, q u e muchos cristianos no lo hau esperi-
los menosprecios, y nuestra dolor cuando f u é clavado en lacruz¡3).
mentado en semejantes circunstancias? Esos sentimientos, que p o -
De otro modo, su semejanza con nosotros no hubiera sido exacta y
drían perdonarse á un hombre vulgar, ¿110 son humillantes para un
perfecta como debia s e r : Debuit per omnia fralribus similari.
sábio? ¿Nóson indignos absolutamentede un Redentor Divino q u e se
Guardémonos sin embargo de deducir de todo esto que Jesu-
ofrece él mismo á la muerte por la gloria de Dios y la salvación del
cristo, al abandonarse realmente á la tristeza de nuestra humani-
mundo? Si Jesucristo 110 pudo evitar esas pasiones, 0 alejarlas de
dad, se afligiese d e la misma manera que nosotros. La perfección d e
sí, no es Dios. Y si es verdaderamente Dios, no puede comprenderse
su semejanza con nosotros exigía siu duda una conformidad entera
q u e , habicudo podido evitar en si esos movimientos, los sufriese; y
con nuestra naturaleza, m a s no se sigue de aquí que debiese partici-
no es menos incomprensible q u e pudieudo eximirse de ellos, se so-
par de nnestro pecado, ni de sus consecuencias. Del mismo modo
metiese á unas angustias que, desgarrando su corazon, rebajan su
que el li ijo de Dios se haliia vestido verdaderamente de la carne de
dignidad y empañan su gloria. Tal es la dificultad q u e presentan
Adán con exclusión del pecado, del mismo modo habla aceptado
ciertos hombres temerarios, ó mas bien insensatos, q u e osan metiir
realmente nuestras pasiones, pero n o e l desorden de ellas. Ycd aquí
con la estrecha capacidad del pensamiento humano la altura y la
porqué estas mismas pasiones, tan humillantes para nosotros en su
profundidad d e la caridad divina. Mas, si se considera á la luz del
principio, en sus efectos y en su fin, fueron, respecto a estas tres cir-
Evangelio y de la tradición el misterio de la tristeza y del horror
cunstancias, una gloria para Jesucristo en su humillación misma
que el Salvador experimentó en el huerto de las Olivas á vista d e la
m u e r t e , se reconocerá q u e esos rasgos de semejanza que Jesucristo Las pasiones son humillantes e n nosotros en su principio, porque
tuvo con nosotros, nos eran útiles y necesarios, y q u e fueron asi - nacen en nosotros sin nuestro consentimiento. Llegamos á percibir
mismo dignos de un Redentor Divino, resuelto á darnos todas las una cosa que no es agradable ó molesta, que es favorable ó con- .
pruebas posibles d e su misericordia : Dfbuil per omnia fratriuus (L) PiopniMimedictinturpssLsionesauiwieatYeetionesappelitiis seusilivi, CJIIÍC in
similari, ut misericors fieret. Guiados por esta luz vamos á pene- Cliristo fueriinl. {a. p. q. 15. „.4.)
trar en las profundidades de este misterio. (5) Voluiitate eijd sua trislatus esl, et voluii á morte iilierari (la 26. Mnnh.)
(.'!j l(i noslra esl bumililatc coatemptus; in noslra est nia-stiludiuSeunlrisínuis;
En primer lugar es indudable, según Sto. T o m á s , q u e l a s afeccio- i:i nosliü est dotore crueifiias. (Serm. Vil. de Pulí.)
nes del apetito sensitivo por las que Jesús apareció agitado, aterrado (4; Chrisli passiones el posteriores glorias. (Pe". 1.)
Iraria á nuestro bien moral ó material, y no está en nuestro poder hombres, debió participar verdaderamente de todas las enfermeda-
' impedir q u e independientemente de nuestra voluntad, y muchas ve- des del hombre : Debntt per nmnia Jratribvs similari. Mas, él per-
ces también contra nuestra voluntad, el amor ó el odio, la alegría ó maneció siempre, dice S. Agustín, dueño de sus sentimientos y no
la tristeza, el atractivo ó )£ repugnancia, el deseo ó el temor se des- los dejó desarrollarse en él sino porque quiso, cuando quiso y como
pierten en nuestro interior. Asi pues, esos sentimientos q u e esperi- quiso, porque era Dios. El se turbó y se entristeció como hombre,
mentamos en nosotros, y q u e sufrimos en cierto modo, no se desi- pero con la misma libertad y ta misma independencia con q u e se h a -
gnan cou el nombre d e acciones, sino con el d e pasiones. bía revestido de la naturaleza h u m a n a , con que d a b a su vida por el
Mas, esias pasiones, en cuanto á su principio no fueron involun- hombre. El espanto, lo mismo que la muerte, no se acercó á él sino
tarias en Jesucristo; ellas fueron un efecto de su elección, y por temblando, por decirlo así, y cuando él mismo le dió orden para que
consiguiente 110 fueron humillantes para él. En efecto, los evange- se acercase (t).
listas no dicen que Jesús temió, que se afligió ni q u e s^ entristeció. Pero si el alma de Jesús, se m e podrá decir, gozaba de la visión
Ellos se valen de estas espresiones: Jesús principió á temer, á ser clara de Dios, cuyo efecto es alejar todas las penas y d e r r a m a r en
abrumado por el tédio y á entristecerse. ¡ l j . Esto significa clara- nosotros torrentes inagotables de delicias, ¿cómo pudo el Salvador
mente, según Corneüo á Lapide,que el Salvador se turbó libremente experimentar un dolor tan inteuso y una tristeza tan viva, q u e era
y por su propia voluntad, y no á pesar suyo ni por un efecto nece- capaz d e causarle ta muerte ¡2) ? Aquí no hay nada q u e deba s o r -
sario de la previsión de sus penas ¡2;. S. Ambrosio había dicho t a m - prendernos, responde S. Agustín. La flaqueza de Jesús al lado de su
bién que en tanto q u e nosotros sufrimos nuestras pasiones por una virtud divina, la indecible tristeza que esjterimentó al lado de un
triste necesidad de nuestra naturaleza corrompida, Jesucristo se s u - gozo infinito, fué un efecto milagroso de su poder siu límites Í3}.
jetó á ellas por la fuerza d e su voluntad (3). Con la misma libertad y el mismo poder con que impidió que su
Y en electo, el alma santa del Salvador f u é adulta desde el ins- bienaventuranza reflejase sobre su cuerpo, ó fin de poder s u f r i r y
tante mismo d e su concepción. Ella vio siempre d e la manera mas morir físicamente, impidió también que su gozo Divino irradíase so-
clara y distinta en la persona divina del Yerbo, á la que estaba hi- bre su alma, á fin de poder sentir como nosotros ta aflicción y los
postátieamente unida, todos los tormentos, todos los sufrimientos, dolores morales. Estas pasiones, pues, fueron tan gloriosas para él
todos los horrores de su pasión y de su muerte. Sin embargo, los cu sus principios, como humillantes son para nosotros. Fueron siu
sentimientos que esta vista terrible y e»ta aprehensión funesta hu- duda pasiones naturales ai hombre, supuesto q u e Jesucristo era ver-
bieran dehido escitar naturalmente en su apetito sensitivo, la tris- dadero h o m b r e ; sin embargo, ellas fueron, dice San Pedro Damian,
teza y el tédio, el espanto y el horror, n o se apoderan de su alma superiores á ia naturaleza humana. La flaqueza es la que próduce
sino en el dia de hoy, porque solo en este dia es cuando él consiente nuestras pasiones; el poder fué el q u e produjo las de Jesucristo.
q u e se eleven en su interior, por lo menos, en el grado de intensidad Ellas reinan generalmente sobre nuestros corazones; ellas obede-
que se advierte en su agonía. Asi como una sola vez, cu el Tabor, cían siempre á Jesús. Ellas previenen en nosotros la r a z ó n ; ellas la
permite que el gozo beatífico que esperimentaba su alma en la visión seguian en Jesucristo. Ellas nacen dentro d e nosotros independien-
de Dios resplandeciese en todo su cuerpo; del mismo modo una sola temente de nuestra voluntad; ellas no se elevan dentro de Jesu-
vez, en el huerto de las Oüvas, permite que su sensibilidad fuese cristo, sino cuando él lo m a n d a . Ninguna cosa en él es efecto de la
asaltada por la tristeza, el horror y el temor, á vista de los ultrajes necesidad; todo es efeeto del poder y de. la libertad : el hambre y la
y de los tormentos q u e le esperaban. P a r a asemejarse á los demás sed fueron en él males voluntarios, lo mismo q u e la tristeza y el

( 1 ) l í o s motus ¡la e u m voluit ,nscepit animo hiiraino, sieul cuni voluil íacltls
( 1 ) O r p i l pavere, tíédere et mo'stus esse.
est bomo. Qna ¡»téstate morluus est, eadem e.t polrelale t u r b a n » . {Ve Trínii:lií.
í 2)Ca'(iit, id est, u l t r o e t sponte s u a : voluntarte et libere, non coacte, non i n -
1 4 ; eria Joann. 6 0 . )
vite. ( / « MatlU.)
( 2 ) Tristis est anima mea usqne ad nioilem.
( 3 ) Habemus nos b u j u s m o d i affectus e s humana: condilionis necessitale; Cbristi
(3) Ejus i n í r m i t a s fuit e s potestate. ( C a n l r . Paust.)
Domini infirmitas íuit e * volúntate.
terror (1;. jOh! ¡cuan augusto, euán admirable y magnifico es todo con una especie de.4*/<uü¡l:. Estas palabras mismas del S a l v a d o r :
cuanto hay en Jesucristo! ¡Cuánto orden, cuánta armonía y cuánta Mínima está triste hasta la muerte, significan claramente . El te-
perfección reina en esta hipóstasis Divinal Las inefables prerogati- mor de los tormentos y de las ignominias q u e me aguardan m e
vasde la Divinidad no impiden las ilaquezas de la humanidad, ni las llena de tristeza; mi terror es tau vivo, y ha penetrado y q u e b r a n -
miserias del hombre degradan la majestad ni la grandeza d e Dios. tado mi alma de tal m o d o . q u e s i d e ella.dcsbor(lase sobre mi cuerpo,
¡O amable Jesús! ¡Cuán digno sois, en vuestras mismas humillacio- seria suficiente para hacerme morir. Yo espeiimcnto una melancolía
nes, de nuestro cuito, de nuestra admiración y de nuestro amor (2)! y un abatimiento semejantes á los que csperimcnla un hombre que
1
I.as pasiones son humillantes para nosotros, no solo en sus p r i n - lucha con la muerte. Yo siento q u e mis fuerzas me abandonan, q u e
cipios, sino también en sus efectos. ¡Cuan desgraciados somos los mi vida y mi alma se separan de mí, y m e parece q u e m e muero por
mortales! No es bastante que las pasiones se antepongan cu nosotros lo violencia sola de mi dolor. Estos palabras del galiaüoi : Mi alma
á la razón, es necesario también q u e la ofu-quen, ellas no se con- está triste basta la muerte, tienen, según S. Hilario, esiadignifica-
tentan con ajar nuestra voluntad, sino que llegan también á debili- ción. T->1 es el terror q u e esperimento en el fondo (le mi corazón
tarla ; no solamente turban ellas el corazon, sino que muchas veces que, si la presencia de mi virtud divina 110 viniera al socorro de mi
le tiranizan, le arrastran al mal y no le dejan mas libertad que la ¡laqueza humana, no podria Sobrevivir á él, sino que debería n e c e -
que es necesaria para que se haga culpable. ] Cuántos criminales sariamente morir (2). Y sin embar go, ¡o grandeza di- alma de J e s ú s !
designios nos inspira el deseo de las riquezas, d e los placeres y de Todo está perfectamente ordenado en e l autor del orden. Sufrimien-
las dignidades, y el temor de la pobreza, de los sufrimientos y de la tos Cscesivos en la parte sensitiva é inferior, y libertad perfecta y
deshonra! ¡Cuántos crímenes 110 nosaconsejan nuestras pasiones! absoluta en la parte superior y racional. Su tristeza es profunda y su
¡Cuántas bajezas y cuántas infamias no nos hacen cometer! ¡Cuántos resolución es firme. Este dolor tan agudo y tan p e n d r a n t e no
vicios no produce el respeto humano, por ejemplo; y cuántas vir- turba en manera alguna su razón; no disminuye su fortaleza; no
tudes no a h o g a , cspccialmcnte en el corazon de las mujeres y de los perjudica su p o d e r ; ni quebranta en manera alguna su propósito
jóvenes! .\'o hay duda q u e muchas veces nuestras pasiones son na- generoso de caminar ú la muerte por nosotros. Muy pronto íe oi-
turales y legítimas, como por ejemplo, el amor de la vida y el temor remos, en la súplica sublime que dirige á Dios su Padre, tener h o r -
de la m u e r t e ; pero muchas veces también se ha visto que este amor ror á la muerte y desearla, palpitar de temor á vista de ella y a c e p -
de la vida y este temor d e la muerte h a impelido el alma fuera de si tarla gozoso ¡3), (Nosotros le veremos retroceder ante la imagen de
misma. ¡Cuántos apóstolesse han hecho desertores y perjuros bajo el la muerte y salir al encuentro á los que vienen á dársela i . ¡ O di-
imperio de esta pasión! ¡Cuántos mártires se han hecho apóstatas! chosas pasiones de mi Salvador! La razón les da su \ ebeinencia, y
¡Cuántas vírgenes se han olvidado déla virtud! ¡Cuántas esposas han la razón les asigna sus limites, de modo que 110 se dirigen á ningún
despreciado sus deberes! ¡Cuantos cristianoshan caido en la infide- finque no sea s a n t o , sublime y divino. ¡O pasiones puras que lejos
lidad ! S o sucedió así con las pasiones d e Jesucristo; dóciles y su de humillar al mediador de los hombres, no hacen otra cosa que
misas en sus principios, fueron también mócenles, puras y santas honrarle manifestando su divinidad,'al mismo tiempo q u e reveían
en sus efectos. su perfecta semejanza con el hombre 1 üebuit per omiiia fratribus

Observad, os ruego, el relato q u e los evangelistas nos hacen de la


slmriari.
tristeza y del pavor d e Jesús en el huerlo de las Olivas. Todas las Finalmente, las pasiones son humillantes para nosotros, no solo
palabras de que se valen, observa el interprete, esprcsai: el dolor en sus principios y eu sus efectos, sino también en su objeto y e n su

( ! ) SiOfiila veiba l i a t e ü t eiupiiasim doloris. Un 26 Mutlh.)


(1) Slipra n a t u r a m f u e r u n l . (¡iiia non pnecedebant in r o volunlatem. Niliil enim ( 2 ) T j isiis est anima mea. ele. id esl : Tanta est anima; mc;e iristitia, ni, nisi
coactum in Christo, sed omnia voluntaria f u e r u n l . Vuíens eitiin esurivil, limuil, eirtus divina jierseverarel, me perdueerel tuque ad mollero". ( / « 20 J / ' f A . )
it islams cst. (/>e Fiite, libv. 3 . ) ;3i Tiatiser.: me calis iste. VcrumUimeo non mea voluntas, s e ! lúa Cal.

( ? ) Gloriamur iu Clnisto J c s u . ( P h i l i p . 3.)


( '0 Singue, eauiiis hiñe.
Y. DE R. III. 2
íiu. fiuestros temores y nuestras esperanzas, nuestra tristeza y nues-
que habiendo concebido el Salvador, en la inmensidad de. su amor
tra alegría, nuestra repugnancia y nuestros deseos tienen general-
y eu la plenitud de su libertad, el designio de revestirse de nuestra
mente u n objeto frivolo. Nosotros nos inquietamos muchas veces
mortalidad para salvar á los hombres, f u é necesario que se hiciese
por males puramente quiméricos, ó por bienes que no tienen reali-
en iodo semejante á ellos: porque solo de este modo es como
dad alguna, y que con frecuencia son fouestos. Nosotros tememos
podia darles una prueba sensible de su misericordia : Debuil per
la pobreza, que nos causa una humillación saludable; la tribulación,
omma fratrilws simiUari, vt miserieon fierel.
que nos conduce al aislamiento; la humillación, que nos cura del
P a r o comprender esto, recordemos, dice S. Agustín, q u e el pe-
orgullo; las enfermedades, q u e evitan en nosotros et pecado; y la
cado de Adán era de tal naturaleza que solo el hombre que lo había
muerte, que nos asegura uua vida inmortal . I . Por el contrario,
cometido podia espiarlo; pero que al mismo tiempo,solo un Diosera
amamos y buscamos las riquezas, que corrompen nuestro corazon;
el que podia satisfacer dignamente á Dios por este mismo pecado ( i ) .
ios placeres, q u e nos debilitan; la gloria, que nos embriaga y la
L a v c r d a d de la Redención depende por consiguientede la verdad de la
prosperidad, que nos pierde. Muchas veces también solo se dirigen
Encarnación. Si el Verbo de Dios no tomó verdaderamente la n a t u r a -
las pasiones á un objeto culpable. Efectivamente muchas personas
leza del hombre, esta naturaleza desgraciada 110 oró ni sufrió ni satis-
no temen otra cosa q u e la virtud, no aman otra cosa q u e el vicio, ni
fizo en él; ella es estraña á la acción reparadora del Divino Mediador;
se proponen o l r o t l n , en s u s afecciones, que arrebatar el bien, em-
ella 110 tiene parte alguna en su sacrificio; ella no ha sido rescatada.
pañar el honor y destruir la vida de sus semejantes.
Si el Verbo eterno no vistió la naturaleza h u m a n a sino en apa-
¡Mas, ¿ q u é objeto tuvieron las pasiones humanas en Jesucristo? riencia, su redención, lo mismo que su naturaleza, es una cosa ilu-
S . Pablo nos lo enseña con estas palabras: Jesús, dice, tuvo siempre soria. Sin embargo, esclama S. León, nosotros hemossido verdade-
un fin sublime, puro y digno de un Dios; j a m á s tuvo otro móvil q u e ramente rescatados; porque, de nuestro mismo redil fué escogida la
la misericordia y el a m o r : Debuil per omniafralribyssiiiiillari. víctima que se inmoló en el Calvario. Esa carne inmaculada engen-
Santo T o m á s , de acuerdo con los santos Padres, afirma (pie las drada por una Madre virgen, y clavada después en la cruz por la
pasiones de nuestro Salvador tuvieron tres fines principales: el pri- impiedad de los judíos, nos pertenece, y es verdaderamente nuestra.
mero, satisfacer á Dios por los pecados del mundo; el seguudo, pro- Jesucristo en su pasión h a defendido nuestra misma cansa, porque
porcionarnos u n remedio contra nuestras pasiones; y el tercero, reunía en si, y representaba bajo una forma real la naturaleza de
probamos !a verdad de su humanidad. Yo tendré ocasión de desen- todos los hombres, á escepcion del pecado ;2).
volver cumplidamente los dos primeros motivos en el curso de estas El Yerbo de Dios era al mismo tiempo verdadero hombre. Esta es
conferencias. Eu este (lia m e limitaré únicamente al primero, y pro- -una verdad consoladora, y tanto mas importante cuanto que es el
curaré haceros comprender cuán importante es para nosotros este fundamento de todo el Cristianismo. Así es que el Salvador la
motivo, y enán digno es de la bondad de nuestro divino M a e s t r o : , quiso hacer d e una evidencia incontestable, mostrándose á vista
11 miserieorsjterel. de la muerte, accesible á la tristeza, al tedio y al temor. Tal es al
Notad, en primer lugar, estas palabras de S. P a b l o : Jesucristo, menos la común opinion d é l o s padres. Oigamos á a l g u n o s de ellos.
dice, dfiiKÍ hacerse semejante en todo á los hombres, con los cuales Antes (le morir podia Jesús, si tal hubiera sido su voluntad, dice
quiso tener á Adán por p a d r e . Esto quiere decir que no f u é solo por S. Agustín, haber alejado de sí la tristeza; pero quiso pasar por esla
simpatía ó por afecto por lo q u e quiso tener con nosotros u n ^ perfecta prueba para mostrarnos que tenia en sí la naturaleza flaca del
semejanza y tomar nuestras pasiones, como lo haría un hijo de un
(I Peeratnm Ada; toMum erat ut illnd 11011 delieret soliere nUi homo; sed con
rey que, arrastrado por su inclinación á un esclavo, adoptase su len- JHHset ni,i Qcus.
guaje. y sus modales y se hiciese semejante á él. Por el contrario, (2) Nostrum esl qund peperit materna Yirginitas; aostrMB est qnod hebraica
la palabra ilebuil, debió, implica una especie de necesidad. Significa rmeifixit impielas. Per etim agebatur omuii.ni cansa, ñi rpio erat omnium natura
sme culpa. (Je™. VIH, « MU.)
( ! ) Ilüc trepidaverunt timore ubi non erat linior. (Pi. 13.)
hombre, de la que es propio afligirse bajo el peso de la tribulación \ ccsidad de la naturaleza, sino por un esceso de misericordia i).
b a j o el golpe d e la muerte ( i ;. Y bien, ¿cómo nos convenceríamos, prosigue S. Ambrosio, de que
S. Juan Crisòstomi es todavía mas explícito. P a r a condenar de Jesucristo es nuestro Redentor, y de que sufrió por nosotros, si h u -
antemano la impiedad de los herejes fantástico*, q u e sostenían que biera rehusado asemejarse á nosotros, y hubiera desdeñado nuestros
Jesucristo solo habia tenido un cuerpo aparente y fantástico, nuestro sentimientos como indignos de él (2;? Desde el instante en que él ¿e
Redentor se som. tío á sufrir todos los males de nuestra condieion; sometió al terror y á la tristeza, que son propias del hombre enfermo,
él esperimento el hambre, la sed y la fatiga; él sufrió á la hora de la cuantos menos motivos tenia para temer y afligirse por si mismo,
muerte nuestra repugnancia y nuestras angustias. En una palabra, tanto m a s ciertos estamos d e q u e se afligió y temió por nosotros (2).
él padeció absolutamente eomo un hombre p a r a convencernos de Si no supiéramos que Jesucristo es Rijo de Dios no podríamos cono-
que babiü tomado una verdadera humanidad (2). cer si la idea de los tormentos de que estamos amenazados fué la que
Observad también que el Salvador no dijo : Yo estoy afligido; le hizo sufrir aquella tristeza mortal que descubrió con tanta con-
sino : Mi alma está afVnjkU : palabras admirables y llenas de sabi- fianza á sus discípulos; mas como sabemos que es Hijo de Dios y
duría, en opinion de S. Ambrosio. E n efecto, valiéndose Jesus de este verdadero Dios y feliz por consiguiente en si mismo, podemos de-
lenguaje, nos h a revelado por una parte, que habia en él, ademas del ducir, al verle triste y lloroso, que él no se aflige sino por nosotros,
alma, el <jo ó la persona del Verbo, á la que su alma y su cuerpo es- y que sus lágrimas no corren sino por nosotros (4). Como verdadero
taban sustancialmcnte unidos, y esta es la razón porque dijo mi cristiano no me ruborizo yo de la tristeza de Jesucristo, así como
cima; y que por consiguiente la tristeza estaba en la naturaleza hu- tampoco me ruborizo de su cruz; y o publico que mi Salvador se afli-
mana y no en la naturaleza divina. Por otra parte nos ha hecho ver gió, lo mismo que digo que fué crucificado, sin que mi confianza
que al hacerse hombre, no solo tomó un cuerpo, sino también un se aminore por eso, porque su aíl ecion y su cruz me prueban igual-
a ima humana, e n ' u n a palabra, q u e vistió una humanidad perfecta mente que el misterio de la Encamación no fué una apariencia Sino
como la nuestra (3). una verdad, y que el motivo principal que le impulsó á o b r a r fué
el amor que me tenia (•>).
Ycd aquí finalmente como se espresa S. Hilario: Jesucristo se ma-
Mas, el motivo de miser&rdií», que hizo temblar al Salvador á
nifestó triste, horrorizado y afligido; él vertió lágrimas, no para re-
vista de la muerte, es de tanta importancia respecto á la dignidad
cibir alguu consuelo d e parto de los hombres, sino para revelar á
del mismo Salvador y respecto á nuestra fe y á nuestra esperanza,
los hombres un grand misterio. Al espe¡¡mentar esas flaquezas, esas
que exige de nosotros una esplicacion mas estensa.
afecciones puramente humanas, quiso convencernos de la realidad
Observemos á este propósito con S. Agustín que el temor de la
de su humanidad (4).
m u e r t e nos es efecto de una vana opiuion o de una preocupación
Deduzcamos de todo esto, añade S. Agustín, q u e al someterse
funesta; sino que es un sentimiento natural al hombre, y (file ha te-
Jesucristo á estas pruebas de nuestras enfermedades, lo mismo que
nida por autor al mismo Dios (Oj. Si la muerte fuera en sí una cosa
al revestirse de nuestra carne, no h a sido obligado por una ue-
agradable ó indiferente, la gloria de los mártires seria quimérica,
pues que no habrían hecho á Dios otro sacrificio que el de un vano
( 1 ) Morilurus potuil niiqiie sin«- irisiiiia e s s e ; scJ portaba! inlinuítaiem contro
qui ¡lisiante tiibulotione r« morie contristantur. (In P¡. 30. ) (1) Tíos h u m a n » infirmiialis áffecius, sicíit ipsanj p r a e m ac mnrtcu,.nnn c o a -
( 2 ) l'i ne pbantasma pnljirclur, perinitlil c a m e n i suam ferre.-naliiraU-s defectos : dilionis necessilate. ¿«1 iniseraiinni. volúntale susccjiil. ; / « ¿ ¡ . 8 7 . )
c¿T.ire, ü l i r e . laborare, anxfori. Humana suslinet, ul veram cameni si: h a b u k - e (2) Quoinodo dólebat meo vulnere, si mcum pon gen-bal aflerium? (ln Ps. 61.
demonstre!. '{Borní. m Maiih) (3¡ Eigo pro me doliiit, qni pro se uiliit habuíl quod d o l c r i t . ( / « l.uc.)
( 3 ) Tristi* es!, non ipse, non d:\ina subslantia, sed auiroa : siiscepit e u i i n . a n j - (4) ¡ a d í o mea: iuCrmitaiis a í f i . i t u r ; suscepit trlstiliáw m . a m . (¡n Lúe.)
mam rn-am sic«! et corpus m e u m . (Iùt>. 10. in Lue.) (5J Conndenter trístitiani nomino, níiía crucera pra;iii«>: noque enim specii-m
(4) ChiìsSus uou sibi flevii, seil nobis : ut assumpli hominià vcriUitem if-'e iocáníatioms sum|is¡t, sed verilatem. (I6iit.)
«I noque alilctns h u m a n » consuetudinis proteslarelur. (De Trìnìt. 10.) (6) Moriem TiOnvt non Opiúío, Sed n s l r i w . '.Serlu. C¡. \ MI, /te J'crl. A¡> )
t e r r o r ( l ) . Pero n o es así; por el contrario, el enemigo m a s formidable,
instinto que nos recuerda que fuimos destinados en u n principio á
que los m á r t i r e s tuvieron que vencer al confesar la fe, f u é el amol-
la inmortalidad. Porque a u n c u a n d o el pecado nos h a y a despojado
de la vida. Este a m o r vivia siempre en el f o n d o d e sus corazones,
de este glorioso privilegio, no dejamos por eso de aspirar á é l , así
a u n a n t e l a perspectiva de u n a felicidad e t e r n a , en cuya posesion
como el h i j o desheredado pierde sus derechos á la sucesión p a t e r n a ,
iban á e n t r a r al d a r la vida por Jesucristo. T r i u n f a n d o de este a m o r
pero n o el deseo de obtenerla.- D e modo que si se esceptúan los casos
por a m o r de J e s u c r i s t o f u e como tautos cristianos merecieron la glo-
en que el hombre es impulsado al suicidio por algún desarreglo de
ria del martirio; y por no haberlo sabido ó no haberlo querido v e n -
sus facultades intelectuales ó por u n a f r i a desesperación, n o puede
cer f u é por lo q u e o t r o s cayeron en u n a m a l h a d a d a apostasía.
arrancarse e n t e r a m e n t e de s u c o r a z o n , dice Sto. Tomás, el deseo de
Si el deseo de l a m u e r t e es un sentimiento común á todas las a l m a s vivir, y por consiguiente la m u e r t e es siempre para él u n objeto
santas y p e r f e c t a s , todas ellas sin e m b a r g o esperimentan al acercarse n a t u r a l de horror ( i .
u n horror i n s t i n t i v o y secreto. E n tanto que esclaman con S. P a b l o : Esto supuesto, Jesucristo esperímentó u n terror mortal en presen-
/ Desgraciado de mí que soy hombre! ¡Citándome veré libre de este cia de la muerte, para convencernos, dice S . J u a n Crisóstomo, por
cuerpo de muerte ( 2 ) ! una voz secreta de la naturaleza parece que este sentimiento n a t u r a l al hombre, que había tomado realmente
protesta contra e s t e generoso deseo, y repite con el mismo a p ó s t o l : nuestra mortalitad, y que era, como uosotros, hijo de aquel Adán
1 'ono quisiera sin embargo ser de pojado de mi cuerpo', yo desea- cuyo pecado se disponía á expiar (2).
ría que ¡o que hoy en él de corruptible fuese absorbido por la vida L o s mártires podían con toda seguridad desplegar su fortaleza,
ó por la gloria celestial, y con la inmortalidad viniese á cubrirme insultar á los t i r a n o s y manifestar un gozo sincero y una c a l m a per-
como una vestidura nuera, sin que tuviera necesidad de despo- fecta en medio de los suplicios m a s atroces; eilos podían m i r a r con
jarme de la antigua (3;. Esto equivale á decir, según observa S a n intrepidez los crueles a p a r a t o s de la muerte; nadie podia d u d a r que
J u a n Crisóstomo, q u e los santos desean sin d u d a u n a vida m e j o r ellos e r a n verdaderos hombres. Mas, si á vista de u n a muerte afren-
que los u n a á Jesucristo, pero que n o desean la m u e r t e por sí m i s m a . tosa, precedida de los t o r m e n t o s y d e los oprobios de u n a pasión n o
Si ellos la i n v o c a n , es por el deseo que tienen de verse libres d é l a m e n o s dolorosa, n o hubiera manifestado Jesucristo n i n g u n a s e ñ a l
corrupción y de l a concupiscencia que se ocultan en su cuerpo y q u e de dolor, de tristeza ni de espanto, los herejes hubieran a b u s a d o de
son obra del p e c a d o ; pero n o odian el cuerpo que es obra dé Dios. esta circunstancia. Ellos hubieran pretendido que su h u m a n i d a d n o
Ellos quieren despojarse de lo que les es estrafio, m a s i o quieren era semejante á la n u e s t r a ; que ella e r a aérea ó aparente, espiritual
que se les a r r e b a t e lo que les es propio ( 4 y . S i es un deber p a r a nos- <> celestial, y por lo mismo impasible. P o r q u e si, á pesar de todas las
otros aceptar la m u e r t e con resignación, como una p e n a que Dios h a pruebas q u e el Salvador dio de la realidad de su carne, se enetien-
impuesto con j u s t i c i a al h o m b r e p a r a que expíe su p e c a d o , si es un : ran todavía herejes que se han atrevido á negarla; h a s t a qué punto
acto de c a r i d a d s u b l i m e desearla, á fin de unirse c u a n t o a n t e s á i••» hubieran, llevado su temeridad si Jesucristo se hubiera mostrado
Jesucristo para s i e m p r e ; sin e m b a r g o , esperimentar el horror á ».•»pasible ó indiferente á vista de la muerte?
ella es un s e n t i m i e n t o natural y legítimo; y el efecto de un noble Esta reflexión eslíe S . Juan Crisóstomo, el cual se espresa en estos
términos : Si la malicia del demonio se atrevió á n e g a r la verdad de
la naturaleza h u m a n a de Jesucristo por el órgauo de Mareion, de
(1) Si nulla esset raortis, ¿Ut parva molestia, non wscl tam magna Ittártyrum
Yalcnte, de Manes y de tantos otros novadores impíos; si él procuró
g b r i a . QTrttcl. 153 ¡ri Joami.)
(2) Infelix e§o h o m o ! Qui me liberahit de corpore morlis liujus! {Rom. 7.) t a m b i é n destruir por su base todo el misterio de la Redención, á
(3) Nolumus e x p o l i a n , sed supervestiri, ulabsorbealur quod moríale est á vito. pesar de que los sufrimientos esperimentados por Jesucristo, su
II. Cor. 5 . ) muerte y su sepultura d e m u e s t r a n q u e es hombre; ¿qué estragos tan
(4) Non camern volumus deponen.', sed coiruptionem ; non corpus, sed mor-
( l ! Natiiraüter *¡tam perpetuo r e u u u e r c vrllemus ; et amissio vice corporalis
tero: ?íam corpus t>! o p u s D é i ; corrWptio el íucrs s u n t á peccato iuveclte. Ail igi -
ííütuniütor est horribilîs luimaníe uaturte. (3. /». </. -iü- « . 6.)
tur Paulas : iil quud a l i m u m est exuerc Vóto, non quod proprium. (Serta. X X X I I I ,
(2) M-:! ,e:U riviisal, ¡d qùtfd est humamuii oítciidens. ( / « í f a l r f i . 36>/
tle fiesur.)
terribles no hubiera hecho en el mundo este funesto frenesí, si el miento y <¡e su terror, hubieran ponderado su intrepidez y su valor,
Salvador no se hubiera dignado demostramos con unas pruebas tan y nos lo hubierau presentado bajo u n aspecto mas conforme, según
multiplicadas y tan palpables la realidad de su humanidad ¡t)? ¡os juicios ¡-.tímanos, á su alta dignidad. Pero no fué este el método
E n vista de esto se comprenderá fácilmente por quéJesus, dejando que usaron bis evangelistas. Con un espirito superior á todos los
á los demás apóstoles a la entrada de Gcthsemani, entra en el huerto pensamientos humanos, han dicho de Jesucristo lo que ningún d i s -
acompañado solo de Pedro, Santiago y J u a n , y p o r q u é solo á pre- cípulo se hubiera atrevido á decir de su m a t s t r o . E< claro pues, que
sencia de estos se turba, se entristece y se amedrenta. Recordemos estos santos historiadores esperaban el fruto de la historia que refe-
en efecto, q u e los tres discípulos que el Salvador elige para que sean rían para gloria d e su maestro, no del artificio d e la retórica y de la
testigos de sús angustias en el huerto de Gcthsemani,'s¿m l o s m i s m t s poesía, sino de la fuerza d e la fe y de la verdad : es claro q u e ellos
q u e habia elegido para testigos d e su gloria en el Tabor. Jesús, ob- escribían bajo la inspiración de Dios,y no bajo la inspiración tle los
serva Trafilado, elige-por testigos de su agonía los mismos apóstoles intereses y de los cálculos h u m a n o s : es claro que el Espíritu Santo
qrn- lo habían sido de su Transfiguración, para que pudiesen protestar ilustraba su espíritu y guiaba su p a l m a ; en una palabra, q u e i-I au-
ante el mundo entero que habían visto con sus propios ojos á <stc tor del Evangelio es el mismo Dios que forma el objeto y es el héroe
divino Redentor radíame d e luz., y cubierto de sangre, rodeado de del Evangelio.
los homenajes de Moisés y de Elias, y en la actitud de un hombre q u e ¡Gracias os sean dados, ó santos Evangelistas, porhabernos trazado
implora la piedad de sus semejantes, para probar deeste modo q u e la historia del Hombre-Dios y referido sus dolores con un candor y
aquel á quien habiau oído proclamar Hijo amado de Dios por boca u n a S'ncillez que n a d a tienen de humano I La revelación de las fla-
de Dios mismo, era también verdadero hombre [ i ) . quezas del Salvador nos era tan necesaria como la de sus glorias;
Se admiran algunos del cuidado minucioso que los evangelistas, las unas y las otras sirven igualmente p a r a consolidar nuestra fe.
discípulos de Jesús, tuvieron en referir todas estas particularidades ; Gracias os sean dadas, porque no os detuvo lo idea de que este r e -
tan humillantes á primera vista, y capaces de eclipsar la gloria d e lato pudo ser 1111 escóndalo para el orgullo de los incrédulos; y p o r -
su Divino Maestro, y de rebajar la idea q u e su a m o r y su celohabian q u e solo pensasteis en la instrucción de los humildes, y en la edi-
procurado hacertíos formar de él. Se pregunta con sorpresa por q u é ficación de los fieles! ¡ Gruecias os sean dadas en fin, por habernos
ellos bao representado á Jesucristo con unos disposiciones menos hablado do la tristeza del Salvador y de su cruz, y por no haberos
perfectas en apariencia, q u e las que muchos cristianos lian manifes- ruborizado de su flaqueza ni de su suplicio I ¿V cómo podíais bábfcros
tado cuando se han visto luchando con la muerte. Mas toda admi- ruborizado de ello 1 Rajo esta ignominia aparente de nuestro Salva-
ración debe cesar en vista de lo q u e acabamos de decir. Porque en dor, habéis descubierto, por el contrario, el sublime misterio desti-
estos rasgos debemos reconocer la ingenuidad de los evangelistas, nado á permanecer oculto eternamente al orgullo; el seerelo pro-
lo mismo que la verdad Y la divinidad del EV angclio. EL efecto, esos fundo de la sabiduría y del amor de Dios, que quiso salvar el mundo
historiadores, q u e no toman la pluma sino para eusalzar á sus h é - por los oprobios dé su cruz. Esta importante lección 110será perdida
roes, aun á espeusas de la verdad, no hubieran pintado al Redentor para nosotras. ¡Nosotros: participamos también de vuestros inten-
del mundo a b r u m a d o bajo el peso d e su tristeza y de su aflicción, ciones y de vuestros sentimientos con las disposiciones de una i'e
como el mas débil de los hombres. Lejos de hablar d e su a b a t i - humilde como la v u e s t r a ; nosotros colocamos, á ejemplo vuestro,
toda nuestra esperanza y toda nnestra gloria en las h u m i l l a c i ó n « de
(1) Si mnligniim-os diaboli, peí Marcioneiny per Talenlineni Manichwiim e l Jesucristo, y nos confesamos altamente convencidos de que un Di -
alio! pturcs. doctrina! «eononlianí, q u a n t u m in ipso fuil, folliil subvflrtere, t a - Redentor debia mostrarse en todo enfermo y flaco como nosotros,
tüelsi el passioues el mors , I sejiuleltriirn m - t a m e n l : si niliit horum conligisset
para hacernos conocer y cspcrimeiitar su misericordia : Debl'il pr
ttoiine mullo ampiius d i a M u s titee dngmata disseminaret ? ( / " Vntlh, 20.)
omitía fratribus simillnri, ul miserieors fierét.
( 2 ) III.JS lies lanluni as-umii. qui ¡¡loria*ejus in m o n t e T h a b o r s p e e l a l o r e s e j l i -
terant; tu qui gloriosa sitlei-ani, rideien! etiani Irislia, el adiliseerenl quoil venís
et-al h o m o i u itoc quod iiist.-.iur. (In Manh.)
LAS PASIONES. LAS PASIONES. 35

otra parte, continúa el mismo a u t o r , Absalon , indigno hijo de


s i » r .\ B i p u n í : David y rebelde á su rey, fué la figura del pueblo judío, á quien el
Señor, en la Sagrada Escritura, habia llamado su hijo, y que se
Ya liemos visto al principio de esta conferencia la precisión y cla- reveló contra Jesucristo, su verdadero maestro y señor ; i ¡ .
ridad con que David había anunciado en los salmos el misterio d e Pero del mismo modo q u e David, después de la persecución de
la tristeza del Salvador en el huerto. Ahora añadimos que el mismo Absalon, subió al trono y se afirmó en é l : así Jesucristo, despues d e
David, historiador fiel d e Jesucristo, mas bien que su profeta, no la persecución de los Judíos, estableció su remo sobre bases e t e r n a s :
solo anuncio este misterio, sino que también presentó la figura de él ¿7 negniejusnoneril Jiuis.
t u su persona. La Sagrada Escritura nos refiere q u e , saliendo de Y para q u e nada falte tí la semejanza entre la figura y el original,
Jerusalen el santo r e y , perseguido por Absalon su hijo ingrato y debemos añadir que Achitophel, autor y cómplice de la rebelión de
degenerado, caminaba á pié, con la frente encorvada por el dolor, Absalon, y Judas, q u e habia animado la traición d e los Judíos, caye-
sin llevar mas acompañamiento que las personas de su casa y el pe- ron los dos en la desesperación, y perecieron de la misma manera,
queño número de- sútiditos q u e le habían permanecido fieles. Todos estrangulándose con suspropias manos. V finalmente, un acero ven-
le seguían derramando abundantes lágrimas.' i ' . gador puso fin á los crímenes de Absalon dándole la muerte, así
También nos dice la Escritura q u e al salir de Jerusalen el santo como la espada de los romanos destruyó al pueblo judíodispersando
rey se dirigió hacia el arroyo Cedrón. Después de haber atravesado por el mundo sus desgraciados restos.
este torrente, subió al monte de las Olivas, con los pies desnudos y Mas,si David se mostró inconsolable en la muerte de Absalon no
la cabeza descubierta, y se detuvo allí llorando para adorar á Dios fué tanto, á mi parecer, por haber perdido su hijo anmdo, como
y ofrecerle su humilde súplica (2). Pues bien, dice A. Lapide f u n - porque, ilustrado por una luz profética, descubrió en el triste fin de
dado e n la opiuion de los antiguos Padres, es imposible no ver e n Absalon la terrible figura del fin todavía m a s triste del pueblo j u -
este c u a d r o el retrato anticipado de Jesucristo, q u e perseguido tam- dío, que debía ser heredero de su castigo lo mismo que de su c r i -
bién por nuevos Absalones, por los Judíos, sus hijos ingratos y re- men. Por otra parte el dolor que David manifestó en esta ocasion
beldes, abandona á Jerusalen con u n aire de tristeza p r o f u n d a ; él f u é también una figura de. la tristeza mortal q u e Jesucristo esperi-
no va acompañado mas que de su pequeña familia, es decir, de los mentó en (rethsémanf por la pérdida de su pueblo predilecto y la de
apóstoles, que participan de su aflicción; él atraviesa el mismo tor- los cristianos que liabian de seguir su ejemplo.
rente Cedrón, y va también á retirarse al monte de. las Olivas, para Así pues, ¡desgraciados do vosotros, Absalones sensuales, ingra-
orar allí en actitud de la mayor humildad y del m a s vivo dolor tos y rebeldes, para quienes la sania tristeza de la piedad, las prác-
Groeio, intérprete protestante, y por lo mismo n a d a sospechoso ticas severas del Evangelio y el espíritu de sumisión y d e obediencia
de misticismo, añade que Achitophel, el amigo antiguo y el c o n s e - á la voluntad de vuestro Padre celestial, son cosas desconocidas I
jero de David, á quien hizo traición despues para hacerse conse- ¡ Desgraciados d e vosotros, los que solo peusais en aseguraros en el
jero y g u i a de Absolon, fue la figura de J u d a s . En efecto, este p é r - •muida una posicion cómoda y brillante, y en pasar alegremente
fido discípulo hizo también traición á Jesús, cuyo amigo había vuestros días en medio de los regalos y de los goces d e la vida 1
sido, y sirvió de guia á los Judíos para que pudiesen apoderarse de Porque llegará u n dia en que vuestra loca alegría y vuestras risas
la persona del Salvador, como lo había aconsejado él mismo. P o r insensatas se convertirán para vosotros en un malivo de llantos
eternos y de eternos dolores (2).
( I ) E g r e s s u s e i t r e s , e t u n i v e r s a d o m u s eji-s ;.i-Jil»us s u i s o m n e s q u e fleta»! Mas por el contrario, los compañeros que habi.in permanecido
m e e magna. (II. 15.)
T i a i i s g m i i e b a l u r t o r r e n t e m C e d r ó n : a s t t n d e l i a l o l i v u m o l i v a r a n , llens, et (11 D a v i d t v p n s C l i r i s l i ; sieut p e r G d u s Aeliilopliel Juila-, i l a A l i i a l o m u s , i n g r a -

a p e i t o e a p i t e , et u u d i s pedilius, a d o r a t u r u s D o m i n n n t , Ins el r e b e l l i s l i t i n s poputi j n d a i e i imaginen» gessit. ( / « Joomt.)

( a ) D a v i d e u n i s u i s Iransgressus t o r r e n t e m C e d r ó n , fuit t v p u s O l n i . eúinJcm ( í : Y.T vohi- rpii l i d c t i s n u n c ! Q u i a flebitis, ( l . u c . ü . )

t o r r e n t e m t r a n s g r e d a - m i s . [ f o M a l i h . 2G.¡
fieles á David, y que le habian seguido en su fuga y en su destierro,
¡Oh! cuan terrible será encontrarse entonces á la izquierda, entre
dividieron después con él las comodidades del t r o n o ; y fueron por
los réprobos en compañía del demonio! ¡ V cuan dulce será estar á la
consiguiente una figura d é l o s apostóles y de todos los verdaderos
derecha con Jesucristo y entre los escogidos! Ay!' Supuesto que
cristianos que, después d e haber estado asociados ¡i la tristeza v a l
todavía es tiempo, hagamos un esfuerzo para asegurar desde hoy el
dolor de Jesucristo, participarán de su gloria y de su felicidad.
pnesto q u e desearemos ocupar en esc gran tiia. Reunámonos para
¡Dichos»« pues las almas fieles, que ominadas de un ceJo sincero esto en torno de Jesucristo; deseemos humillarnos, sufrir y mol li-
por su salvación eterna v de un amor ferviente por Jesucristo, pío- ficarnos por él, y tendremos seguramente la dicha d e reinar con
curan asociarse á sus a m a r g u r a s ! Si, almas cristianas, vosotras se- éi ( i ) . De este modo reconoceremos por nuestra propia experiencia
réis dichosas si cifráis vuestras delicias en la sociedad, si os erigirí ais que las humillaciones y las miserias humanas, cuya prueba había
lejos del mundo, en el silencio de la oracion, en medio de las l á g r i - querido sufrir Jesucristo, fueron la condicion necesaria para que
mas y de las mortificaciones de la penitencia; porque vuestra t r i s - participásemos de su misericordia en esta vida y de su gloria ei la
teza, vuestra palidez, vuestro recogimiento, vuestra h u m i l d ; 1 . olra : Delmit per mate fratribus simiUari, ni misericors Jieret.
vuestra modestia, vuestra reserva, vuestra delicadeza de conciencia, Así sea.
vuestra vida de sacrificio y de oracion, todas estas cosas de q u e el
mundo se i-urla porque no conoce su valor ni su recompensa, serán ( 1 ) Si.... eompatimur ul el congloiificemnr. {Rom. 8.)

convertidas un dia para vosotras en una alegría perfecta, en o - ;t


gloria inmortal, que los mundanos podrán envidiaros, pero que j
m á s os podrán arrebatar (I).
El lugar mismo en que Jesucristo se t u r b a y se entristece es
presagio tanto mas feliz p: ra vosotras, cuanto m a s funesto es p a r a
los pecadores. E n efecto, el valle d e Gethsemaní, atravesado por las
aguas del arroyo Cedrón, es precisamente el valle de Jusafat, corr.o
afirma el venerable Bcda (2.. ¡ En i ste lugar pues, <5 donde e m b r i a -
gadas de gozo y circuí.dadas de luz, veréis un dia, ó almas prede -
tinadas, á los Absalones modernos, á los mundanos, muy diferentes
de lo que. son hoy I Al presente están entregados á la sensual id tu!,
al orgullo y á la avaricia; ellos se muestran intratables, desdeñosi s,
crueles y sin pudor. Al presente, viles calumniadores de vuestras
acciones, censores injustos de vuestra piedad, son los autores f u -
nestos de vuestra desgracia. Mas entonces los veréis humilladc-,
degradados, postrados á vuestros pies, con el signo d e 1a r e p r o k : -
cion en la frente, el sello d e la ignominia en el semblante y la deses-
peración en el corazón, esperar d e vuestros labios la sentencia qt.c
ha de decidir de su desgraciada suerte por toda la eternidad (3).

( 1 ) Tristilia vestra eonverlelur in gaudium ; el gauctiiim ve-stram n e m o tollei a


v'obis (Jo_anh. '20.)
(2) Inter mieuia urltiset motilem Oiivetum esl vallis Josapliat, iiiterluituique á -
tórrenle Cedrón,
(.1) Slabunt justi in oiagna constantia adversus eos t p i i s e angustiavenitit
5.) JuJicatHes duodeeim tribus Israel. ; . t f « n i . 13.)
LA OBACIOK O LL LLUSOTO CMS RKUCKMI A JBSUCBISTO. 39

en el a m o r de Dios, y de cseilarnos á consumar con él la obra de


nuestra salvación.

CONFERENCIA TERCERA- PB1HKB.I IMBIH,

Despues q u e el Salvador, en el Huerto de las'Olivas, hizo cono-


u , Oración en el I l u e r l o i on relación ó J e w n rlslo cer á sus discípulos, como dijimos ayer, el dolor q u e ¡uundaba su
alma, v les recomendó la calma, la vigilancia y la oracion, S. Ma-
teo y S. Marcos nos dicen que se alejó un poco d e Pedro, de S a n -
Mpiticl" imjMUrm H'>, 'I coa'umm- tiago y de Juan ; i ) . Por una parte, dice Orígenes, se alejó á fin d e
tercm
quedar solo para o r a r ; porque la soledad conviene especialmente al
P'ioii'Q'U' les o;os en lesas, aulor ' coosnmador
corazon afligido y id alma desconsolada, que procura encontrar el
<k la Ir.
irciBE M i . 2.i consuelo en el recogimiento y la oracion; m a s por otra parte, se
alejó [Mico, á fin d e q u e los apóstoles pudiesen ser testigos de su
aptitud y oír los acentos de su oracion p a r a poder anunciar un dia
tos grandes misterios q u e le habían de ver obrar para la salvación
Mientras que la sabiduría del hombre no corauuiea sus lecciones del mundo, S. I.ucas se vale á este propósito de u n a espresion m u y
sino por medio de la palabra. Jesucristo, la sabiduría de Dios, nos notable. Él dice q u e Jesús se arrancó de sus discípulos y se alejó de
ha instruido también con sus obras. "Va ocho siglos antes, había ellos á la distancia de un tiro de piedra 2) No hay en la Escritura
anunciado Isaías que los hombres serian instruidos en la escuela del Sagrada, dice S. Gerónimo, una sola palabra ni una sola letra que
Mesías, no solamente escuchándole, sino también viéndole (1). lista no h a ; a sido colocada con intención y por un justo motivo ¡3;. P o r
es la razón porque el apostol S . Pablo nos exhorta á que nos a c o r - consiguiente, al decir el Evangelista, 110 que Jesús se alejó, sino que
demos siempre de las instrucciones salidas de la boca de nuestro si- arrancó de la compañía d e sus discípulos, espresion q u e en cierra
Divino Maestro, y principalmente á q u é tengamos los ojos conti- una idea de. benevolencia, de adhesión y de afecto, nos h a dado á
nuamente fijos e j sus ejemplos; asegurándonos al mismo tiempo entender claramente que Jesús se alejó d e s ú s amados discípulos con
(pie estas miradas de piedad, de religión y d e amor nos harán pro- pena y como por fuerza, y q u e este sentimiento procedía, no de q u e
gresar mucho cu la ciencia de la fe, y nos ayudarán á consumar la él tuviese necesidad de su compañía ni de sus consuelos, sino de
obra importante d e nuestra salvación : Asgieietlles i» (tuetorem Ji- que ellos mismos necesitaban de su presencia y de su apoyo. ¡O a m a -
dei, el consummalorem Jesum. ble J e s ú s ! Luego es verdad que. si nosotros permanecemos eu e s -
¡Nuestro misericordioso Salvador ejerció principalmente este di- tado de gracia, si nos mostramos vuestros verdaderos discípulos,
vino precepto en el principio d e su sagrada Pasión. En efecto, ¿ hay vos encontráis vuestras delicias cu permanecer con nosotros! Luego
cosa alguna que, á primera vista, nos p a r v e a menos digna de un es cierto que, no sin u u disgusto amargo, os separais de nosotros
Dios Redentor que la oración que hace en el huerto 1Y sin embargo, cuando nuestra tibieza, nuestra ingratitud y nuestros pecados os
en esta oracion, en la que parece que rechaza la muerte como el mas obligan á alejaros de nosotros 1 l ' e r o , ¡o misterio de misericordia
débil de los hombres, se muestra claramente verdadero Hijo de inefable 1 Aun en este caso, Jesús no se aleja sino á una distancia
Dios y Redentor del mundo. corla, y de tal modo q u e podamos verle y ser vistos de él, oirte y
No liaremos pues otra cosa en el dia de h o y que fijar con una pia-
dosa atención nuestras miradas en Jesús cuando o r a ; este seré el
( I ) P r ^ g r e s s u s p u s i l l l i m . l . V t w / i . ) CUM p r o g r e s á i s * ! p a u l t i m . { M u r e . )
modo de confirmarnos cu nuestra fe, de abrasar nuestros corazones
(21 ¡:( ¡ p í e a v u l s n s esl abe.i's q i l ü b l u m jaeltis esl b p i d i s . {Inc. 22.)
{Si V ' p i r Hilera m S l T i p l u r i í y ' i u er.tisa esl. {Ja 18. >/ v.)
(I; niCTimlo culi luí vidente! praxeplraem uium. $0.)
M LA OKAC.OK H TT H B ¿ N O e o s H U C M C Á
debemos adorar y suplicar á la majestad infinita de Dios. Él !¡.i
ser oídos. Él permanece á muy poca distancia a fin de poder, echan-
querido instruirnos, con su ejemplo, de la necesidad que tiene el
donos una m L a amorosa, convertirnos y volver í ocupar su lugar
hombre, cuando ofrece á Dios el homenaje de su adoración y <¡s
en medio de nosotros. . .. sus preces, de asociar todas las partes del cuerpo á los sentimientos
Notad también esta bella y misteriosa expresión . S okjó a ta de sil alma, á fin de que todo el hombre sea el q u e pida y adore.
d i s t o , « i de m Uro de piedra ( • ) . Cualquier persona lo mismo el Previendo que los herejes se atreverían un tlia á poner en duda 11
niño que el hombre, puede arrojar una piedra a una disten ,a m a s importancia de los actos exteriores del culto, quiso enseñarnos i I
ó menos larga, según el grado de $ fuerza. Luego al decir el - mismo que las genuflexiones, las inclinaciones, la elevación ó ia
gelista que Jesús no se atojé sino á la distancia de un Uro de piedra, unión de las manos, los golpes d e pecho, la señal de la cruz, < ti
h a querido advertirnos que cuando nuestra cobardía, nuestra i n - una palabra, todas las ceremonias de la Iglesia, est ¡11 muy lejos (!<•
sensibilidad, nuestro sueño y nuestras faltas obligan a Jesús a al - ser cosas indiferentes; que, si ellas no alcanzan la gracia por si m i s -
iarse de nosotros, lo hace de manera q u e con u n ligero esfuerzo d , mas, concurren sin embargo á alcanzarla, supuesto que humillan
nuestra parte, un poco de violencia sobre nuestras pasiones, «na el espíritu, invitan al recogimiento y aumentan la devocion.
intención recta, ó una suplica ferviente podemos todos y cada uno Mas no perdamos d e vista á nuestro Salvador que, al aplicar á
de nosotros lanzar hacia él »»estrocorazón, cuya dureza e ha he- la tierra su frente, su boca y sus brazos extendidos, convierte, t n
cho semejante a una piedra. Cualquier brazo es bastante fucile bendición la antigua maldición con q u e eslaba herida la tierra, la
para esto! toda voluntad puede.llegar sin trabajo hasta nuestro Sa - abraza, la estrecha eontra su corazon y le da el beso de paz que la
l a d o r Jesús, todo deseo sincero puede llegar á herir amorosamente reconcilia con el cielo; la riega con sus lágrimas, la humedece con
su corazon y obligarle a abrirse á la misericordia. Esta es la causa un sudor sangriento y se prepara para consumar la obra de nuestra
por que la Escritura Sagrada nos dice : Arroja tus cuidados y tus salvación. En efecto, levantando lentamente la cabeza, fijando en el
afecciones en el seno de Dios, y él recibirá tu corazon cu el suyo, ciclo sus ojos bañados en lágrimas, y extendiendo los brazos en
derramara en él la unción de su gracia, él lo ablandara, el conver- forma d e cruz, exclama con una voz sonora aunque triste, con un
tirá la piedra en carne, él lo alimentará y l e d a i á la vida ,2). tono firme pero humilde y respetuoso : Padre mió. Padre mió, vos
Después que el Salvador se alejé un poco de sus discípulos se que todo lo podéis, ¡ a y ! haced que este cáliz de mi pasión se alcj-
puso de rodillas, añaden los Evangelistas; inclino humildemente de mí, porque está demasiado lleno d e vuestro furor. Si es posible,
su cuerpo, bajo su frente (»5 y se prosternó devotamente con el ros- si vos lo queréis, os pido la gracia de que m e dispenséis de bebcrlti.
tro contra la tierra (4). ¡O espectáculo capaz de enternecer los c o r a - Sin embargo yo me someto enteramente á todo cuanto dispongáis.
zones mas d u r o s ! ¡Ved ahí arro, Hilado a aquel cuyo nombre no pue- Hágase vuestra voluntad y no la mía ( i .
den oír pronunciar los habitantes del cielo, los de la tierra ni los Mas, ¡ o Dios rnio I ¡ qué oracion es e s t a ! ¡ Es este el resultado délos
del infierno, sin caer al momento de rodillas ¡5)1 ¡ El hijo de Dios ardientes deseos, de los vehementes trasportes que han hecho sus-
adora V pide á su eterno Padre como el último de los h o m b r e s . pirar á Jesús toda su vida por él cáliz d e sus p e n a s ! ¡Ahora q u e
¡ Ah ! Ésto consiste en que, al mismo tiempo que. ha querido tribu- ese cáliz se le presenta, procura alejarle de sí, vuelve la cabeza y
tar á Dios su Padre, por medio d e esta humilde aptitud, por este pide con instancias á su Padre que le libre de él I ¿ No es él quien
acto de adoración, un culto perfecto y digno de él, h a querido ense- decía pocos dias liá á s u s discípulos : Yo debo ser bautizado con un
ñarnos también la humildad, el recogimiento.y el respeto con que bautismo de sangre? ¡ O h ! ¡si supieseis el ardor que me devora y
cuánto me parece que tarda el tiia en q u e debo beber de él hasta
( 1 ) Q u a n t u m j a c t a s « l IspMi!. l a s heces! ¡Si vosotros pudierais ver como palpita de impaciencia mí
( 2 ) J a e t a «>i«-r D o m i n u m c u t a m I o n ¡ el ¡ p e te e n u t r i e l . ( / » . . t>4- corazon, con cuanta ansia desea volar al encuentro de la lanza q u e
( 3 ) p i n e i d i l iu l a t i e r a s u a m . ( J / « " ' " • )
( i ) P r ó c i d i t s u p e r Ierran!. [More.). ( I ) P a t e r , omilia lüii p o s s i l i i l i á s u n l . { . V a r e . ) '
( 3 ) ! n n o n , « J e s u o m m e getmlle,-lat.tr e o t e t i . t m , l e r r e s l t t u m e l m l e r n o n t t n . .

¡PhUipp. 2.)
4'¿ LA ORACION ES ÍL HUERTO COÍI RELACION Á JESUOBISTO.

debe atravesarlo ¡ i j ! ¡Y bieo, cómo se concilla este deseo ardiente obligado á someterse á él, supuesto que el que debia beber de este
q u e Jesús experimenta de derramar su sangre por nosotros, con la cáliz amargo era el mismo que lo había preparado (i).
repugnancia q u e manifiesta aliora á d e r r a m a r l a ! Es necesario finalmente recordar que esta repugnancia de Jesús,
•O súplica llena de terribles misterios! Si el padre eterno no escu- está oposícion de su voluntad h u m a n a á su voluntad Divina, había
cha á su Hijo,;, qué v á á ser de Jesús? V si lo escucha, J pobreá de sido ordenada y dispuesta, según Sto. Tomás, por su misma voluu-
nosotros I ¿qué suerte será la nuestra ? ¿ Dcberémos decir que Jesús tad Divina, supuesto que la voluntad h u m a n a en Jesucristo estaba
sicnte. que sus fuerzas le fallan, q u e su v alor le abandona, q u e s u sometida enteramente á la voltmlad Divina [2).
a m o r vacila y q u e la salvación del mundo está en peligro. No, ¿Por q u é pues, quiso el Salvador experimentar esta repugnancia
hermanos m í o s ; todo lo coutrario. Mientras q u e esta oración p a - <;ue rebaja al parecer la escelencia de su sacrificio-, y por qué nos la
rece que debe escandalizar nuestra fe, ella la confirma; mientras quiso dar á conocer ? Por motivos dignos de la sabiduría de Dios y
que ella pone e n duda, al parecer, nueslra salvación, la lleva a d e - de su a m o r á los hombres.
bido efecto: Aspicieutes i» atictormfidrt, et consmmatm-m Je- S. Gerónimo dice en primer lugar que al dirigir Jesús esta sú-
stim. plica ,4 Dios, rechazó el cáliz de su pasión, no porque tuviese horror
Seria u n e r r o r muy grave, dice S. T.eon, creer que Jesucristo de beber su heces amargas, supuesto q u e solo había venido a l
h a y a querido p o r n n solo tostante rechazar la muerte, por medio de mundo para s u f r i r ; sino porque este cáliz le era ofrecido por las
manos de los Judíos, qué tenían una patria común con él, que des-
esta suplica: porque no solo la había aceptado y a desde el instante
cendían d e su mismo origen, que no podían presentárselo sino para
de su encarnación, sino que babia consagrado también su perpetua
la ruina de ellos mismos, y finalmente porque debia beberlo en ,Te-
memoria en la institución d e la Eucaristía, y por medio d e este
rusalen, ciudad infortunada c u y a entera destrucción debia causar
sacramento Uabia comunicado y a anticipadamente su fruto a sus
esta circunstancia Í3).
discípulos 2).
Vea aqui p o r q u é , según observa el venemble Reda, 110 dice el
Esta razón ticue mucha fuerza, porque, según el modo de argu
Salvador simplemente, pase el cáliz; s t a o j i j f t este Mis; es decir,
mentar d e S . Hilario, el cáliz, que Jesucristo distribuyo entre sus
esta pasión que le era presentada por ios Judíos, y que 110 podían
discípulos d u r a n t e la cena, era el cáliz mismo de su pasión; él
hacérsela sufrir sin hacerse ellos mismos culpables del mas horro-
contenía la sangre misma que iba á ser derramada muy pronto p a r a
roso crimen, digno de los mas terribles .castigos ¡J).
la remisión de nuestros pecados, y suponía por cons.gu.ente la i n -
Asi pues, por esta exclamación : pase de mi es/e cáliz, no tanto
molación de la victima. El Salvador pues no podía retractarse, de lo
se muestra Jesús horrorizado por si mismo, cuanto penetrado de
que habla hecho. .
compasión por su antiguo pueblo escogido; es, dice Tcofilacto,
Él no podía negarse 3 ser víctima, supuesto que y a se había i n -
como si hubiera exclamado: ; Cadenas, azotes, espinas, cruz, t o r -
molado él mismo como víctima de una manera mística, t i uo
mentos, blasfemias, oprobios, muerte, de donde venís á mil ¡O Je-
podia negarse á derramar su sangre, supuesto que había y a dis-
rusftlen ! ¡ O pueblo mió muy amado 1 Yo consiento en morir por tu
puesto d e ella p a r a nuestro provecho cu el sacramento de ta Euca-
salvación, pero que no sean t u s manos las q u e derramen mí san-
ristía 3'. A esto a ñ a d e S . Aguslin que Jesucristo como llijo de Dios
había pronunciado, d e acuerdo con su eterno Padre, el decreto de ( 1 ) A u e t o r eaiieis l i u j u s e s t i p s e tpii ],¡l,ii. ¡Truel, m Joan,. 112.)
su pasión y muerte. Esta es la razón por q u e estaba eu cierto modo ( 2 ) Hou i p s n m q u o d v o l u n t a s liunlaua in Cllrislo a l i u d v o t e b a l q u a m e j u s v o l u n -
tas d i e i u o , p r o e c d e b a l ex ipsa v o l ú n t a t e d i v i n a , e u j u s beneplácito n a t u r a b u n u u i a
( 1 ) B a p i i s m o h a l i e o b a p t i z a n : e t q u o n i o d o e o a i e t o r u t q u e d u r o perCcialitr. niolibus piopriis m o v e b a t u r . p. r¡, 4 0 . )
(1.1,C- 12.) . ( 3 ) N o n ( ¡ m o r e p a t i e u d i . ipiia h o c v e n e r a t u ! p o t e r e t u r ; sed p r o p t e r l e p r o b a -

( 2 ) S o n c s t e x i s f u n a u d u m q u o d D o n ú n u s J e s n s p a s s i o n e m el m o r t e r o voluerii lionem p o p u l i J u d i e n r u m , et e v e r s i o n e m m i s e r R J e r u s a l e n i . ( / « M a l t h . )

de, ÜLarc, c u j u s ' j a r o d i s á p u l i s s a c r a m e n t a t r a d i d e r a t . (.Verm. V.) ( I ) X011 d i e i t : T r a n s f e r a m e ealieem ; s e d s i g n a n l e r , e a t i e e m i s l n i n , lioe esl p o -

( » i S u m q o i d p a l i i | » e n o l e t o l ? A l q u i s u p e r i n s í u n d - n d u n , i n r e m i s s i o w m pec- p u l i J U d x u r u m , q u i e i c u s a t i o n e m liabere n o n potes 1. 1" H'jrc.)

c a t o n i m c o v p o r i s sni s a u g u i n e i n e o n s e e r a v e r a l . ( f o n . S I . i n i l a U k . )
••re. 1.a m u i r t e m e e s muy a m a d a , ó Padìffl mio, mas vos sabéis
cuanto amo también á aquellos que han de perecer por habérmela Por mejor decir, esta misma repugnancia á la muerte, q u e es una
dado f i ) . prueba de su humanidad, lo es al mismo tiempo de su Dh inidad. En
efecto, Jesucristo es hombre, mas según la calificación que él mismo
l'ero el Salvador se propuso en su oración uu objeto mucho m a s
se dio po: boda del Profeta, es un hombre s i n g u l a r , un hombre
interesante para noso'ros. Va vimos en la conferencia de aver cuan
único en su peregrinación sobre la tierra ( l ) . pues que es el único
importante nos era que Jesucristo nos convenciese de la verdad de
hijo de Adán que participa de su naturaleza sin haber heredado su
su humanidad, mostrándose sujeto ó la tristeza y al miedo, s e n t i -
falta. Es pues estraño á la muerte, lo mismo que al pecado del q u e
mientos propios del hombre ; pero no era menos interesante q u e nos
ella es castigo. La inmortalidad le pertenece. Pues b i e n , si á vista
convenciese también de la certeza de su Divinidad. El dogma q u e
de la muerte hubiera guardado silencio y la hubiera aceptado sin
nos enseña que Jesucristo es Dios y hombre al mismo tiempo y que
manifestar repugnancia alguna, hubiera parecido que abdicaba sus
tiene dos naturalezas en una sola persona, es el principio de nues-
derechos naturales á esta inmortalidad que le era debida por un
tra fe v de nuestra salvación, es el fundamento de todo el Cristia-
doble titulo, es decir, como Hijo d e Dios, y como hijo del hombre
nismo* En efecto, como hemos dicho y a , si Jesucristo no es verda-
exento aun de la sombra misma del pecado q u e es la causa de la
dero hombre, si no pertenece realmente á nuestra humanidad, su
muerte. El hubiera dado á entender que aceptaba la muerte como
redención nos es estrena é indiferente; y si no es verdadero Dios,
una pena merecida en justicia. Él hubiera manifestado que 110 solo
si no tiene la misma Divinidad que su Padre, su redención es esté-
era hijo de Adán según la naturaleza, sino que participaba también
ril é ineficaz. Pues bien, su oraciou, que es una manifestación inefa-
de su falta. Aquel que jamás conoció el pecado, seria confundido al
ble lie la bondad de su corazón, es al mismo tiempo una revelación
momento con los pecadores. Esta repugnancia á la muerte , q u e m a n i -
clara de la union de las dos naturalezas, divina y h u m a n a , en una
fiista al principio de su oracion : Pase de mi este cáliz-, es u n a pro-
sola persona. Esta es la razón por q u e debemos reconocer en J e s u -
t sta clara de que no es tributario d e la m u e r t g , porque nada tiene
cristo, que dirige e s » súplica, no solo el Dios de. misericordia q u e
de común con los pecadores justamente condenados á morir. Mas,
se apiada de los Indios, sino también el Dios de sabiduría, que es-
cuando añade Hágase vuestra voluntad, declara q u e solo la acepta
tablece y consuma la fe de los cristianos : JspMentes in awtorm
por someterse al decreto de su Padre. Él declara que sin este decreto
Mei, et cOnsuhimalorem Jesitm. En efecto, Jesus dice por una
q u e él mismo formuló de acuerdo con su P a d r e , y al cual lia s u s -
parle : Pase ite mí oste cáliz, y por otra añade : llágase vuestra
riilo por su voluntad, nodelija ni podia morir. Él declara, dicc
voluntad. V ved aquí claramente, exclama S. Ambrosio, dos vo-
Sto. Tomás, que ama su propia vida, y que debe amarla necesaria-
luntades distintas en Jesucristo, y por consiguiente dos naturaleza,
mente, porque es sonta, pura y Divina; y en lin que, como dice el
unidas sin alterarse ni confundirse. La palabra transeat es el grito
Profeta, solo se decide á abandonar en manos de sus enemigos una
d é l a flaqueza y de la repugnancia; él prueba que en Jesucristo la
vida tan preciosa y tan a m a d a , por obedecer la voiunlad de su
Divinidad no h a quitado A la humanidad el sentimiento ni la apre-
P o d r e , que es la misma voluntad del Verbo, y por su a m o r a r -
hensión del dolor. 1.a palabra fiat es por el contrario la expresión
diente á los hombres (i).
d a la fuerza y del precepto ; ella prueba que la humanidad en Je-
Asi pues, prosigue S. Juan Crisóstomo, Jesucristo en esta o r a -
sucristo no ha quitado á la naturaleza Divina su inmutabilidad ¡:¡
cion manifiesta lo que él es, y asegura todos sus derechos y todos
su impasibilidad. La voluntad q u e rehusa revela el verdadero hom-
sus privilegios. En el momento mismo en que se sujeta á la muerte,
bre; la voluntad que acepta y que manda nos manllicsta el verda-
revela su Inmortalidad. E11 tanto que se somete á la condicion del
dero Dios :2).
hombre., conserva su dignidad de Hijo de Dios. El tributa a su
( 1 : S i n g u l a r i l e r s n m e g o d o u e e I r a n s e a m . (Ps. 140.)
( 1 ) Postulai m i s e r i c o r d i a p r i o r i s p o p u l i , n e a b ilio liibat c a l i t e m p r ó p i n a t u m .
(In Slaiik.) ( 2 ; C h r i s l n s v i l a m s u a m m á x i m e dileelain p r o p t e r donora c L a r i l a l i . ; .MIÍI. s e -
c i m d u m i l l u d -. D e d i diiectam a n i m a m m e a m in m a m i s i n i m i e o r a m . ( 3 . / • . •/. ¡C
( 2 ) Q u a s i h o m o m o r i e r a l-eeusans, q u a s i D e u s s e n l e n l i a m « u n s e r v a o s . (.'•-
«r/,6)
22. /.Vie.)
P a d r e celestial el culto q u e le es debido, porque no inclina su q u e representa, es decir, al hombre pecador. Él habla, como uno de
frente por necesidad, sino que obedece por amor. El no tiembla en nosotros, porque habla por nosotros (I).
su presencia como uu Til esclavo, sino que le habla con la seguridad V para que no nos quede duda alguna sobre este particular, ob-
y la familiaridad d e un hijo. ¡Ay 1 muy bien conoce la grandeza del servemos q u e á los acentos de la miseria y de la flaqueza propias
Padre celestial el que de ese modo se dirige á él. Él sabe lo q u e debe del hombre p e c a d o r , une los acentos de la resignación y de la
decirle y lo q u e puede serle agradable. La humilidad y la confianza f u e r z a , que solo convienen al hombre regenerado, rescatado y per-
de la oraeion anuncian la nobleza del q u e la h a c e , y publican su feccionado en la persona y por la persona de su Redentor, q u e es
grandeza y su Divinidad ; I )•• Dios. Hacícndo Jesucristo que á la repugnancia que manifiesta a
Jesucristo pues, en esta inefable oraeion manifiesta que es Dios y beber el cáliz, precedan estas palabras : Si es posible, manifiesta
hombre á un tiempo mismo; en ella prueba también q u e es Redentor que esta repugnancia de la naturaleza h u m a n a está, desde un prin-
del mundo. Para reparar el género humano no era bástanle q u e cipio , subordinada al decreto d e Dios, y q u e ni uu solo instantehíi
Jesucristo fuese verdadero hombre , sino q u e era necesario también estado en oposieion con él; q u e es un sentimiento que le había s a -
que represenlase en sí la humanidad caída., q u e sufriese y muriese crificado a u n ántes q u e naciese en é l , y por lo mismo es p u r o ,
como hombre pecador, sin haber contraído la mancha del pecado. santo y legitimo. Cuando á la manifestación de esta repugnancia
Él debió ser no solamente verdadero Dios, sino también un Dios añade estas p a l a b r a s : Sin emburgt. Láyase vuestra volmlad, y
q u e elevase hasta el infinito el mérito de los sufrimientos y de la no la mía, nos hace ver que esta misma oraeion, que parecía reve-
muerte del hombre. Pues b i e n , este es el misterio que nos descu- lar la flaqueza y el miedo, revela verdaderamente el carácter de una
bre también la oración del Salvador. sumisión completa, de una resignación absoluta y d e una obediencia
perfecta. Sin embargo, no es esta, dice el venerable Reda, una ora-
E n efecto , al oirle repetir, con uua voz débil é interrumpida pol-
eion contradictoria ni incoherente; sino una oraeion cílvas partes se
los sollozos, estas p a l j b r a s : Paire MÍO, si es posible, p-ise <le mi,
armonizan de una manera admirable. Ella es simple y a b s o l u t a ,
dispensadme de beber este cáliz de amargura, ¿cómo seria posible
tal como debe ser en la iraca de un Redentor Divino q u e , por una
reconocer en él el H ijo único de Dios, igual cu todo á su P a d r e , y
parte, representa en si todos los pecadores, y q u e , acordándose por
de la misma naturaleza que él? i N o se cree oir por el contrario,
otra parte q u e solo los representa para salvarlos, los eleva á todos
observa S. Agustín, el lenguaje del h i j o del h o m b r e , m a s del
á la santidad y á la perfección de Dios, y forma de ellos una ofrenda
hombre débil, tímido y e n f e r m o , que gime bajo el peso del pe-
digna d e su grandeza, d e su majestad y de su a m o r ; 2 ; .
cado !3;1 ¿.-Noson esos acentos los mismos que hubiéramos hecho
Puede interpretarse también de otro modo esta oraeion. Tomada
oír nosotros, pobres pecadores ( S j ? Luego supuesto que él ora
á la letra, significa lo siguiente : o Si es posible, P a d r e mió, que los
como nosotros, supuesto que usa un lenguaje q u e se asemeja ai
hombres se salven por otro medio, I a y ! haced que yo me libre de
del pecado, uo nos es posible d u d a r que tomó realmente una
las humillaciones profundas y de los tormentos atroces q u e me
carne semejante á la carne de pecado :'-(;.
a g u a r d a n . » Pero, ¿no sabia el Hijo del hombre, podrá decirse, q u e
Mas, it pesar de que J e s ú s , añade S. ton, usa el lenguaje de
el decreto que le condenaba á uua muerte vergonzosa y cruel, aun-
nuestra naturaleza desgraciada, tímida y frágil, 110 lo habla como
que libre en su principio, era irrevocable en cuanto á su ejecución 1
nosotros; él lo habla, 110 como un lenguaje p r o p i o , siuo como un
¿Por qué pues dice : Si es posible, cuando sabia que no b era 1 ¡Ahí
lenguaje que ha tomado de nosotros, y que conviene al ser humilde
No es por si p o r quien lia habladode esta posibilidad, sino por n o s -
otros ; es para hacernos comprender lo q u e j a m á s eomprendere-
I I) Sponte Filies Palris ulirdi.it, non quasicondilione serví sed magnnm liono-
rem Palri evl,ibera, el i ilii dignilalem servaos. (Homil. 7. ¡n Ephr. ad Ephcs.) (1) Nosíne ulilnr roce ualiira ; eausam acil frágiliialis, el Irepidatienis nosü'a".
i.í) In carue. iníirolitalis agnoseebalttr vos peccaloris. [In Pi.li.) (Se„„. ¡.VI.)
(;t) linde eranl illa voces ubi e.\ nribisassumpl»? (- Rcniiniseens propler ipiod alisios es!, ríanla!: Non sien! ego velo, sed sieul
(4) Quia suseepil simililu-Jiuem earois peeeali, sos'epit similíludinem vocis pec- lo. (In Han. 11.)
caii. (UU.)
mos demasiado : la malicia del pecado. Él habla d i c h o : Padre mió, designio primitivo de su b o n d a d , á la triste necesidad de morir. De
si es posible, haced que yo ño sufra una muerte tan ignominiosa y modo que esta palabra transeal, pase, es un rapto de su amor; una
tan otros, y á pesar de una súplica ton tierna, la condición de esta exclamación de su corazónquese afiijeá vístadela funesta condicion
muerte para la salvación del género humano permaneció en su s e - a quenos vemos reducidos, m a s b i e n q u e elefectodel térro,-que l e i n s -
vera inmutabilidad. Esto nos demuestra claramente, que era im- plran las llegas de que m u y pronto vá á verse cubierto éi mismo ( l ,
posible que los hombres se salvasen de otro modo que por las penas Pero después de haber manifestado este sentimiento de indigna-
y las humillaciones del Mesías, por sn pasión y su muerte de ción contra la mano pérfida q u e dió la muerte al primer hombre, y
cruz. Asi pues, la g r a n d e / a del remedio revela la profundidad del c u e l a toda su posteridad; después de haber hecho conocer la dife-
mal. Y es necesario d e l S t i r de aqui q u e los pecados de. los hombres rencia q u e existe entre, el Dijo de D i o s , autor misericordioso de la
son u n mal horrible á los ojos de Dios, y q u e irritan hasta el v <ta, y el demonio, autor infame de la muerte, recuerda lo que
estremo su j u s t i c i a , supuesto que se necesitó nada menos q u e los él es, y para lo q u e ha venido al mundo. Esta es la causa por q u e
oprobios sangrientos y los padecimientos mortales del Dijo d e Dios en el momento mismo en q u e p a r c e e mirar la muerte con repugnan-
para poder expiar estos pecados y satisfacer esta justicia. Es nece- c i a , la acepta con alegría; cuando parece que hnye de su vista
sario deducir de aquí que la malicia del pecado es inmensa á los corre á su encuentro; cuando parece que la t e m e / a c e l e r a el mo-
ojos d e Dios, supuesto que de ella resultó, en cierto m o d o , para mento en q u e debe s u f r i r l a , y exclama : Hágase vuestra voluntad
Jesucristo la imposibilidad de verse libre de tenias penas, supuesto y M la mía. ¡ Ay! esto consiste eu que él ve que al someterse a la
q u e el pecado le obligó á beber este cáliz a m a r g o , desde el mo- muerte q u e le esta reservada nos provee de armas para combatir
mento en que él se. hizo generosamente nuestro Cristo, nuestro para vencer y destruir la nuestra; asegurándonos al mismo tiempo
R e d e n t o r : Oportuit Cltrislm pali. Una satisfacción infinita su-" el privilegio de resucitar u n día con é l , y manifestándonos por lo
pone una ofenfe infinita. Por consiguiente, supuesto q u e esta satis- mismo que es nuestro verdadero Redentor (2;.
facción infinita f u é rigurosamente exigida, es necesario decir con ¡Cuánta dignidad pues, cuánta grandeza brilla en esta oracion tan
Sto. Tomás q u e del pecado del hombre, con respecto á Dios contra sencilla y tan humilde! ¡Cuántas eosasse encierran en ella! ¡Cuántos
quien se cometió, es u n a ofensa infinita. misterios nos descubre! ¡ Cuántas verdades nos revela ! Jesús dice al
principio.- Pase de mi este cáliz; y ved aqui la naturaleza humana
Finalmente, la muerte no es obra de Dios. Ella entró en el
q u e s u f r e ; ved aquí la flaqueza q u e se intimida á vista d e la muerte •
mundo en consecuencia del pecado, por los artificios y por la
ved aquí el esclavo que rehusa los tormentos; ved aquí el culpable
envidia del d e m o n i o , á quien Jesucristo llama por lo misino el
que- huye del castigo: ved aquí el pecador, ved aqu i el hombre. Pero
asesino del hombre desde el principio del mundo (1
JCSUS a ñ a d e : Hágase rucstm voluntad, yno ta mía; ved aquícomo
A d e m á s , si el Salvador hubiera aceptado la muerte sin temor ni
desaparece el primer Adán y como se manifiesta el nuevo en todo su
repugnancia, hubiera dado motivo p a r a suponer que la aprobaba
esplendor; ved aquí el lenguaje de la flaqueza reemplazado por el
y la miraba como la condición natural de! h o m b r e : error gravísimo,
sublime acento de la fuerza, de la santidad y del d e b e r : ved aquí la
enseñado después por los pelagianos.
victima que se ofrece voluntariamente á Dios; ved aquí el sacrificio
¿ Q u é hizo pues"! L a rechazó ( 2 ) , y por esta repulsa, dice h.
augusto que p r i n c i p i a b a ! aquí el mcdiadorcompasivo qucintercede; '
Ambrosio, protestó contra la novedad, contra el escándalo de la
ved aquí el Redentor, ved aquí á Dios ¡3;.
m u e r t e que no es obra s u y a , y condenó al demonio que es su
¡ O sabiduría profunda, ó magnificencia sublime de los acciones de.
autor X . Él manifestó al mismo tiempo sn dolor al ver que el pe-
cado y el demonio habían sujetado á todos los hombres, contra el (1)potes, Domine, „»„ uu, s r f m r a I l l t a c r „ . „ o n , u a m ^ ¿ j ^ „ „ ^
inlinmlalem; flnia pos! Ad.-e lapsum lati iransiln nobis essel ex loe «cculo reee-
(1) DiaMus homicida eral ab iailio. (Jftnti. 8.) dendom, ni morí neecssí sil. (Uü.)
(2) TraOseal a me cali* isle. . .. (2)Reminiseensprcplerquod missosesl,clama!: Non.siculegosolo, sedsiciitlo.
(3) Deus molleo, non feeil; el Meofclidit Cluislus f » l ipse. non leen, i - • (3) Reminiseens popler <piod missusesl, clama!: Non sicul ego solo, sed sieul lu
)0. tu Lite ) V. DE It. IIJ. 3
50 LA OH ACION EN KL HUERTO CON" RELACION Á JESUCRISTO.
J e s ú s n u e s t r o D i v i n o M a e s t r o ! E n la h u m i l d a d m i s m a d e su a c t i t u d ,
sí m i s m o ; él p i d e en fin a g o t a r solo el cáliz d e s u s sufrimientos d e
en la sencillez d e s u s palabras, en la expresión de s u d u l z u r a y en la tal modo que. no q u e d e en él u n a sola gola p a r a n o s o t r o s : Trmseat
manifestación m i s m a d e su dolor, n o s h a c e ver d e u n a m a n e r a c u a s i o me cal,x iste. Mas, al m a n i f e s t a r con t a n l a p r o n t i t u d su entera
sensible los m i s t e r i o s d e su persona, el c a r á c t e r d e su misión, el c o n f o r m i d a d á la voluntad d i v i n a . Verumtamen, non sicut ern vole,
o b j t ; o de ~u v e n i d a , la espontaneidad d e su sacriflcio y l a vehemencia sed sicut tu, declara a b i e r t a m e n t e , dice S . A g u s t í n , q u e es imposible
(le su a m o r . V e d a q u í pues c o m o esta n o e h e s o m b r í a y funesta brilla q u e el h o m b r e se c u r e sin el remedio a m a r g o d e los s u f r i m i e n t o s
con la claridad d e l dia m a s p u r o : V a r sicut dtes Mmnimbdnr. y q u e resucite s i n a c e r c a r á s u s labios el cáliz d e las humillaciones
Ved aquí c o m o n o s p e r m i t e v e r . puestas, por decirlo asi, en acción, y de la m u e r t e ¡f¡.

las ver d e s f u n d a m e n t a l e s d e nuestra Religión s a n t a . i O vosotros los q u e os q u e j á i s d e veros en la tribulación v en las


C o n t e m p l a , o c r i s t i a n o , á tu S a l v a d o r q u e o r a ; c o n s i d é r a l e cou lagrimas, acordaos d e q u e J e s u c r i s t o n o s h u b i e r a d i s p e n s a d o , con
u n a dulce c o m p l a c e n c i a en esa actitud t a n h u m i l l a n t e para él, y l a n su o r a c i ó n , de todo s u f r i m i e n t o , si pudiésemos salvarnos sin s u f r i r !
f e c u n d a . n m i s t e r i o s o s resultados par t i . D e ese m o d o sentirás reani- P o r q u e , ¿ q u é es lo q u e h u b i e r a podido n e g a r el P a d r e E t e r n o á s u
m a r a tu f e , r e n a c e r t u e s p e r a n z a é i n f l a m a r s e tu c a r i d a d , y volverás D i j o después d e u n a oracion tan h u m i l d e y t a n f e r v i e n t e ? M a s al
á a d q u i r i r el v alor q u e necesitas p a r a aplicarte á la o b r a de tu santifi- someterse J e s ú s á s u v o l u n t a d n o solo aceptó las tribulaciones p a r a
cación v de t u s a l v a c i ó n . nosotros, sino q u e los a t r a j o t o d a s e n c i e n o m o d o s o b r e nuestras
cabezas. Es n e c e s a r i o , p u e s , c o n v e n c e r s e , dice S . Pablo, d e que.
Sin e m b a r g o , p a r a c o n s u m a r esta g r a n d e o b r a , necesitamos, n o s o o
ellas son n e c e s a r i a s ; q u e e n t r a n en el plan y en el o r d e n d e n u e s t r a
c o n t e m p l a r ¿ J e s u c r i s t o , sino t a m b i é n i m i t a r l e y d i v i d i r con el el cáliz
salvación, con la q u e están e s t r e c h a m e n t e l i g a d a s , y q u e este es el
d e sus h u m i l l a c i o n e s y d e s ú s padecimientos. Esto es lo que n o s ha en-
único c a m i n o , el c a m i n o s e g u r o p a r a e n t r a r en el reino d e Dios (2¡.
señad» t a m b i é n n u e s t r o S a l v a d o r p o r m e d i o d c s u oración r.scurlia(<to.
F> d o c t r i n a d e S . P a b l o , q u e el cuerpo real d e Jesucristo r e p r e - ¡ A y ! r,as riquezas, ios placeres, los honores y las prosperidades
s e n t a b a también s u c u e r p o místico, es decir, la I g l e s i a . 1 ucs b i e n , del m u n d o e m b r i a g a n el espíritu, e n e r v a n el c o r a z o n , c o r r o m p e n
a p o v a n d o s e S . H i l a r i o e n esta doctrina d e l A p r é t o l , sostiene q n c c u a n d o al h o m b r e y le conducen á su perdición ; m a s la humillación, la
J e s ú s pidió á su P a d r e q u e alejase d e él este cáliz se e n c o n t r a b a miseria, el dolor, la a d v e r s i d a d , el a i s l a m i e n t o del m u n d o v el
desprecio de sí mismo le curan y a s e g u r a n su salvación.
poseído d e t e m o r , n o por s u s t o r m e n t o s , sino por los nuestros. Su
i n t e n c i ó n , p u e s , l u é p c d i r q u e se le d i s p e n s a s e d e b e b e r e l cáliz a m a r g o Almas frágiles, q u e en m e d i o d e las a n g u s t i a s d e la vida m u r m u -
d e los s u f r i m i e n t o s , no á él c o m o c a b e z a , sino á él en s u s m i c n b r o s , ráis c o n t r a la providencia d e Dios, a c u s á n d o l a do m u y severa con
no ti .1 en su h u m a n i d a d , sino en la nuestra ; no á él en su persono, vosotras, sabed pues q u e el Dios q u e os p r u e b a , n o es t a n t o el Dios
que castiga en s u i n d i g n a c i ó n , c o m o el Dios q u e cura en su b o n d a d ,
sino a su I g l e s i a , á quien r e p r e s e n t a b a ( í ) .
y que al haceros pasar p o r el crisol d e las tribulaciones, solo pro-
¡ O corazou t i e r n o y c o m p a s i v o d e J e s ú s ! E n t o d o el discurso d e s n
cura purificaros, y d e n i n g u n a m a n e r a causar vuestra desgracia
vida había c i f r a d o s u s delicias en e n j u g a r t o d a s las lagrimas, en
e n d u l z a r t o d o s l o s padecimientos y en l i b r a r á los hombres d e tollos No nos engañemos, f u é necesario q u e J e s ú s sufriese, como n o s
s u s males. A h o r a q u e la m u e r t e s e le a p r o x i m a , sufre todos ios t o r - to a s e g u r a el mismo, p a r a e n t r a r en la gloria q u e le pertenecía p o r
mentos á q u e n o s h a b í a m o s de ver e s p u e s t o s n o s o t r o s mismos, se su n a t u r a l e z a 3 ) ; con m u c h a m a s razón d e b e m o s nosotros s u f r i r
p a r a gozar d e u n a felicidad q u e n o nos p e r t e n e c e sino p o r gracia.
aflige d e n u e s t r o d o l o y pide q u e , s i es jMsible, todas las tribulaciones,
todas las i g n o m i n i a s y todos los t o r m e n t o s p a s e n d e su c u e r p o m í s -
( ! ) S a n a n non potes, nisi a m a i u n i triliulationís ealieem biberis : U f e ' u l vivas •
tico á su cuerpo r e a l ; p i d e q u e s e a n a c u m u l a d o s sobre él solo, > se
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"'° í*»«» »™.bawil
vean libres de ellos s u s fieles, sus escogidos, á quienes m i r a como a
(S) P e r mollas tribnlaüones oporlet nos iotroire in regoum Dei. Ucr. 14 1 ¿ 5 -
pieitntes IQ anctorem lidei, et coiisummaturem J e s u n i . '
(1) Tolos igilor s u p r a eos (].ii p » s . i r i eran! melus » s i : alque a<leo p r o lis oral
(3) Oportuit Cbrístum pati, et ¡ta i , u n i r é io gloriara stiam. (Z«e. 2 . )
qni passuri post se e r a n ! , . l i c e o s : Transe»! á m e calis iste. ( Í W > 31 " " -II
52 I * ORACION EN El. HUERTO CON M U C I O S X JESUCRISTO. LA ORACION EN EL HUERTO CON RELACION I JESUCRISTO. 51

C u a n d o Jesucristo, sin e m b a r g o d e s e r Hijo de D i o s ; c u a n d o M a r í a , se a p o d e r ó d e s u corazon a m a n t e ; l . j Qué t o r m e n t o p a r a u u p a d r e


siu e m b a r g o de s e r M a d r e d e D i o s ; c u a n d o los apóstoles, los m a r - tierno ver á s u s h i j o s ingratos r e d o b l a r el f u r o r y los u l t r a j e s contra
tires. todos los s a n t o s y elegidos d e Dios, á p e s a r d e s e r s u s a m i g o s , él en proporcion d e su t e r n u r a p a r a con ellos! ¡ ()ué p r u e b a tan t e r -
se h a n salvado p o r m e d i o d e las humillaciones y d e los s u f r a n , e n - r i b l e p a r a su corazon verlos correr á su perdición al revelarse c o n -
tes ; podría s u c e d e r q u e a l n u n o d e nosotros se salvase p o r o t r o m e - t r a él, y verse obligado, á p e s a r del grito d e la n a t u r a l e z a q u e s o
d i o ' Si nosotros s u s p i r a m o s s i n c e r a m e n t e p o r n u e s t r a p a t r i a , no eleva en favor d e ellos, á e s c u c h a r la voz de la j u s t i c i a , á a b a n d o -
a b a n d o n e m o s el camino real d e l a c r u z : esté es el único q u e « i n - narlos á su s u e r t e f u n e s t a , y á s e r él m i s m o el testigo y la causa
d u c e al cielo. Jesucristo, dice S . A g u s t í n , ha sido c o m o n n medico inocente d e su p e r d i c i ó n !
compasivo, q u e sin e m b a r g o d e estar lleno d e s a l u d , ha g u s t a d o T a l f u é el suplicio que. d e s g a r r o el a l m a d e D a v i d . Absalou su
p r i m e r o la a m a r g a b e b i d a , á fin d e a n i m a r con s u e j e m p l o al e n - h i j o , h a b l a degollado i n h u m a n a m e n t e con s u s propios m a n o s á su
f e r m o p a r a q u e la t o m e . N o s o t r o s a l e g a m o s el protesto de q u e no h e r m a n o A m o n . T o d a v í a cubierto de s a n g r e , t o m a las a r m a s este
t e n e m o s deseo n i f u e r z a p a r a beber el cáliz d e los s u f r i m i e n t o s q u e h i j o b á r b a r o c o n t r a su propio p a d r e , q u e no solo le h a b í a i n d u l t a d o
Dios n o s envía (i ; m a s u n á m o n o s á J e s ú s con el a m o r y con a in- de la pena d e m u e r t e , sino q u e le h a b i a concecido el m a s generoso
tención ; e s t e n d a m o s como él la m a n o con valor p a r a recibir el cáliz p e r d ó n . A pesar d e esto, D a v i d en la víspera d e u n a b a t a l l a , de la
de a m a r g u r a q u e nuestro P a d r e c o m u u nos presenta, y bebamos de q u e dependía su corona, y tal vez su v i d a , olvidó q u e era rey, y
él c o n u n a paciencia c r i s t i a n a , con u n a piadosa r e s i g n a c i ó n , excla- solo s e acordó d e q u e e r a p a d r e . Así p u e s , en l a s instrucciones'que
m a n d o t a m b i é n c o n é l : Bógase vuestra voluntad, Dios mo, y no dio á los generales d e su ejército, les d i j o : ¡ A y I salvad por piedad á
la mía. Y p a r a e l e v a r n u e s t r o valor á esa a l t u r a , t e n g a m o s l a m i i n f o r t u n a d o Absalon ¡2). O J o a b , ¿ h a s oido c u á l e s m i deseo y m i
vista fija en J e s u c r i s t o . Él o r a , él se entristece, él s u f r e por n o s - v o l u n t a d ? Q u e Absalon sea d e s a r m a d o y humillado, pero q u e viva.
otros, Y de este modo nos dice en voz alta q u e nosotros debemos El es ingrato y rebelde sin d u d a a l g u u a ; p e r o es mi hijo : yo q u i e r o
t a m b i é n o r a r , afligirnos y sufrir c o n m u c h a m a s razón, t i i l u s t r a q u e se salve, yo lo q u i e r o : Servóte mihi puerum Absulom.
nuestra fe con sus p a l a b r a s , al mismo tiempo q u e n o s alienta y n o s L a batalla s e d i ó , el ejército real t r i u n f ó , m a s Absalou f u e a t r a -
sostiene con su e j e m p l o : ¿ s p f c i w t e in metorem fidei, el consum- vesado c o n u n a l a n z a . ¡Oh 1 ¡Quién podría espresar el dolor d e David
rnatorem Jesum. al Oir está n o t i c i a ! El t o r r e n t e Cedrón, y el m o n t e d e las Olivas,
c o m o d i j e en el d i a d e a y e r , se a d m i r a r o n d e verle p a s a r c o n los

« B e m D A PAUTE. piés d e s n u d o s , la c a b e z a c u b i e r t a d e c e n i z a , la tristeza en el rostro,


l a palidez en l a f r e n t e , l a s l á g r i m a s en los o j o s y la a n g u s t i a en el
corazon. E s t e n o es u n r e y victorioso y t r i u n f a n t e ; s u a s p e c t o e s el
El profeta D a v i d n o s ha revelado u n m o t i v o t o d a v í a m a s tierno y
d e u n rey vencido, f u g i t i v o ó prisionero. L a s orillas del t o r r e n t e y
m a s s u b l i m e d e la r e p u g n a n c i a q u e el R e d e n t o r del m u n d o m a n i -
el eco de la m o n t a ñ a repiten t r i s t e m e n t e , en vez d e ios cánticos d e
festó a la m u e r t e en el h u e r t o d e las Olivas. A s a b e r , q u e el estaña
v i e t o r i a , l o s gemiilos lastimeros d e este p a d r e desolado, q u e exclama
d o m i n a d o p o r el p e n s a m i e n t o del valor infinito d e la s a n g r e q u e iba
á c a d a paso : « ¡ O victoria f u n e s t a p a r a el corazon d e u n p a d r e , p u e s
á d e r r a m a r por l a salvación de los h o m b r e s en el d i s c u r s o d e su
q u e l e privas d e su h i j o 1 A b s a l o u , hijo m i ó , hijo m i ó A b s a l o u ,
pasión, y del poco f r u t o q u e m u c h o s d e ellos h a b í a n d e sacar d e su
¿ d ó n d e estás ? ¿ P o r q u é no p u e d o y o dar mi s a n g r e para volverte la
m u e r t e : Qua: ulilitas in sanguine meo ( P s a l . 2 « ; ?
vida ? ó al m e n o s , ¿ p o r q u é n o h e podido yo morir a n t e s q u e tu ó a l
L a m u e r t e e t e r n o , l a r u i n a i r r e p a r a b l e d e t u n t a s a l m a s c o m o iba
mismo tiempo q u e tú (3) ?
á r e s c a t a r i n ú t i l m e n t e con su s a n g r e , f u é , d i c e S a n Ambrosio, a
causa d e l a s a n g u s t i a s , d e la tristeza y del t e m o r d e la m u e r t e . q u e
(1; Tristabatur, quia nee malos perire \ olebat. (/« Lac.)
(2) Sérvale mihi puerum Absalom. ( / / . . j$.)
( , ) Ne dicat: So» possum, non feroí " o í bit* : prior biüil medicas Jesús, »' (3) Absalom, lili mi, q U ¡ s »aihi del ut c-o moriar pro te, fili mi Absalom i'
bihérc non dubilarel legrotus. ¡Xerm. L i x i v i a Je Timp•)
54 LA OHACIOH ES EL HUERTO CON RELACION Á JESUCRISTO.

¿No o b s e r v á i s , h e r m a n o s mios, en esle acontecimiento m e m o r a b l e u u h o r r i b l e escándalo ver q u e n o s o t r o s p e r m a n e c e m o s t a n i n d i f e r e n -


d e la E s c r i t u r a S a g r a d a , la historia m a s bien q u e la profecía d e la tes y tan insensibles á nuestra perdición ? ¡ A y ! ¡ Es m u y cierto p o r
escena dolorosa quC el S a l v a d o r nos p r e s e n t a en el H u e r t o ? Los lu- desgracia que la m a y o r parte d e los cristianos, <iun en esta m e t r ó -
g a r e s d o n d e lloró D a v i d s o n los mismos d o n d e Jesucristo se e n t r i s - poli del Cristianismo, t o t a l m e n t e o c u p a d o s d e lo presente c o m o si no
tece y se ve. poseído por el d o l o r : L a s m i s m a s c a v e r n a s repiten los corrieran n i n g ú n riesgo p a r a el p o r v e n i r ; d e d i c a d o s al regalo d e s ú s
misinos ecos. David se l a m e n t a b a solo d e h a b e r perdido u n hijo á c u e r p o s y olvidados e n t e r a m e n t e d e s u s a l m a s , i n q u i e t o s p o r l a s
quien toda su solicitud y t o d a su previsión n o habian podido salvar cosas de la tierra sin p e n s a r siquiera en el ciclo, vi ven como si la v ida
d e la m u e r t e t e m p o r a l ; y J e s u c r i s t o llora, gime y tiembla por los p r e s e n t e no debiera concluir, ó como si la e t e r n i d a d n o hubiera d e
cristianos, sus hijos r e g e n e r a d o s , a u n q u e endurecidos, á q u i e n e s t o d a principiar j a m á s ! ¿ Y q u é resulta d e a q u i ? R e s u l t a , d i c e l a Ese: ¡tura
su sangre y todo su a m o r n o p o d r í a n s a l v a r d e la m u e r t e e t e r n a . S a g r a d a , que, s o r p r e n d i d o s p o r la m u e r t e en m e d i o de s u s placeres

Si, el S a l v a d o r prevee en este dia q u e muchos de nosotros, v e r d a - y d e s u s vicios, eu un m o m e n t o son precipitados en el fuego d e i o -

d e r o s Absaloncs, teñidos a u n con el b a u t i s m o d e s a n g r e de n u e s t r o r a d o r del infierno, y e n c e r r a d o s para s i e m p r e en el a b i s m o d e la

. h e r m a n o i n m o l a d o p o r nosotros y p a r a nosotros, se r e b e l a r á n c o n t r a condenación [ . Victimas insensatas d e las p r e o c u p a c i o n e s del siglo,

la a u t o r i d a d v la ley d e Dios, n u e s t r o c o m ú n P a d r e ; y q u e desde d e ¡as a s e c h a n z a s del d e m o n i o y del delirio d u l a s pasiones, ¿ p o r q u é

e n t o n c e s el titulo d e h i j o s d e Dios, y d e h e r m a n o s d e Jesucristo os obstiuais en p e r e c e r ? ¡ A y ! • abrid los ojos y v e d la s u e r t e f u n e s t a

santificados y redimidos c o n s n s a n g r e , h a c i é n d o n o s m a s ingratos, q u e os a g u a r d a . P e n s a d en q n e teneis u u a m u e r t e q u e s u f r i r , u n

n o s h a r á t a m b i é n m a s c u l p a b l e s ; y q u e por consiguiente, su s a n - juicio q u e temer y u n a e l e r n i d a d q u e e n c o n t r a r ! A h o r a q u e teneis

g r e , en la q u e no h a b r e m o s q u e r i d o s « ' lavados p a r a m e r e c e r la re- t i e m p o , aprovechaos del m é r i t o infinito d e la o r a e i o n , d e los penas

c o m p e n s a , solo servirá p a r a r e d o b l a r el c a s t i g o , p a r a convertir el y d e l o s d o l o r e s d e J e s u c r i s t o . R e f o r m a d v u e s t r a vida c o n f o r m á n d o l a

remedio en ponzoña y t r a s t o r n a r en tesoros d e cólera las riquezas á la d e vuestro S a l v a d o r , d e tal modo q u e p o d á i s fijar v u e s t r a s m i -

de su misericordia : Qm Militas in sanguino meo? r a d a s eu él sin r u b o r y sin r e m o r d i m i e n t o s . P e n e t r é m o n o s todos d e


estos sentimientos y t o m e m o s todos á la vez esta resolución, á fin d e
Si él llora, n o es por los m u l t i p l i c a d o s t o r m e n t o s q u e debe s u f r i r
q u e , después d e h a b e r a d o r a d o , servido é i m i t a d o á J t s u c r i s l o en la
p o r n u e s t r a s a l v a c i ó n ; p o r el c o n t r a r i o , él quisiera p o d e r s u f r i r to-
t i e r r a , t é n g a n l o s todos la dicha d e c o n t e m p l a r l e y d e bendecirle
davía m a s por u n objeto t a n a m a d o para su corazon : Qms nuht
para s i e m p r e eu el cielo, c o m o el a u t o r d e nuestra fe, el a p o y o d e
det ut moriur pro le? La cansa d e su llanto es q u e nuestra malicia,
n u e s t r a esperanza y el c o n s u m a d o r d e n u e s t r a salvación e t e r n a :
n u e s t r a p e r v e r s i d a d d e b o h a c e r inútil s u pasión p a r a m u c h o s d e
.-I spic ¡entes in aucloremftdei, el eonsummalorem Jesum.
nosotros, y q u e á pesar d e todos s u s oprobios y s u s t o r m e n t o s , nos-
otros n o s o b s t i n a r e m o s eu p e r e c e r . f l ) Tliirunli» bonisdics suos, el in ptmeload inferna deseenilimt. (Job.)
Asi p u e s , c u a n d o Jesucristo c a e en t i e r r a en el H u e r t o , c u a n d o
e x t i e n d e s u s b r a z o s c o m o p a r a f i g u r a r d e a n t e m a n o su posicion en
la c r u z , c u a n d o se e n t r i s t e c e , c u a n d o se l l e n a de a n g u s t i a y se c u b r e
d e u n s u d o r d e s a n g r e , es porque e n t o n c e s se coloca entre el infierno
y nosotros, es q u e n o s i n t e r c e p t a el camino p a r a q u e no corramos a
precipitarnos en él, es q u e p r o c u r a a p a g a r s u s llamas e t e r n a s , es,
finalmente que, c o n s u s l á g r i m a s y s u s súplicas, h i j a s m a s bien d e su
a m o r q u e de su dolor, n o s g r i t a desde lejos p a r a obligarnos á que
n o s d e t e n g a m o s y a b a n d o n e m o s el c a m i n o funesto d e la perdición.

M a s , en presencia d e u n espectáculo tan tierno, á vista de este


misterio d e misericordia y de b o n d a d , q u e n o s m u e s t r a un Dios llo-
r a n d o , solo al p e n s a r q u e llegará un dia en q u e n o s p e r d a m o s , ¿no es
LA VIGILANCIA y LA OBACIOX. J ;

Incion, la carne es siempre débil y e n f e r m a : VigilM el orote. Des-


pués, j u n t a n d o el ejemplo al precepto, se puso él mismo á velar y á

CONFERENCIA CUARTA. orar por largo rato á vista de sus discípulos.


Interrumpamos también nosotros en el día de hoy, como el mismo
Salvador lo hizo pura d a m o s esta importante y saludable lección, la
I,4( T t a I I » D C ¡ » y l a o r a c i ó n . oración que le vimos principiar ayer. Expliquemos 1a lección y el
ejemplo q u e Jesús, en un momento tan doloroso para él, nos dio
acerca de la vigilancia y la oración. Veamos como están espresadas
1'ígilafe el ó r e l e , e l non Í n í r e í w in f í n f a -
líonetn, iplrilus quidem promptüí al, caro é inculcadas en ella la necesidad, lo importancia y los condiciones de
ttutan infirmn. esta primera práctica de la Religión, y cncontíarémos cu ella un
Velad y orad, para que no eolreis eu lenla- motivo ámplío de instrucción y d e edificación p a r a nosotros.
e i o n ; J...Min.. el (¿pirita esta pronto, pero la
carne es d f t o l .
(Mallü.20.) í'RIUICK.l P A U T E .

Va Vimos q u e habiendo llegado el Salvador á Gelhscmani, mandó


La raavor miseria del hombre no consiste e u ser débil, sino en á ocho de sus discípulos que se detuviesen á la entrada de este lu-
creerse fuerte, en estar demasiado pagado de sí mismo y llenarse de g a r , y llama ndo aparte á Pedro, Santiago y J u a n , penetró con ellos
solos en el interior del huerlo plantado de olivas, q u e se cneoní raba
orgullo íi pesar del triste espeetáculode su debilidad. A cada instante
en aquel lugar ( i ) . V bien, ¿por que dividió Jesús sus discípulos en
vemos que se renueva en el mundo lo que David refiere d e sí llo-
dos secciones? Los apóstoles, hermanos mios, con Jesucristo á su
rando : esto es, que el hombre es siempre desgraciadamente derri-
cabeza componían la Iglesia q u e existía entonces, y eran la imágen
bado y vencido cuando confia demasiado en sus fuerzas. Muchas
tlela Iglesia futura. P o r consiguiente al dividir Jesucristo los após-
veces cree poder sostenerse contra todos los ataques de la t e n t a - toles en dos porciones, la una que descansa, sédete hic, * la otra
ción ( 1 ) ; mas cuando en su loca presunción pensaba tocar el cielo, q u e camina con él, assúmít sccum, manifiesto, dicen los Padres y
se encuentra precipitado en las puertas mismas del infierno ;2,. Efec- los intérpretes, las dos clases distiutas q u e debían compone! su Igle-
tivamente, el q u e se apoya e n sus propias fuerzas como si fuera sia; la una formada de aquellos que contemplan en 'el reposo y la
Dios, no tarda en sufrir la triste experiencia d e la flaqueza h u m a n a ; otra d e aquellos q u e progresan t r a b a j a n d o ; la una de simples fieles
m a s por el contrario el q u e teme, el q u e desconfia d e si mismo, el que obedecen y la otra d e pastores que gobiernan; aquella que
que vela y ora, porque, tiene m u y presente q u e no es mas que un contiene los débiles y esta que contiene los perfectos; la primera
hombre, adquiere la fuerza de un Dios (3). aumentada con los réprobos, (pie componen el mavor n ú m e r o y la
Ved aquí por q u e la última lección que, pocas horas antes de mo- Segunda q u e contiene únicamente los escogidos, q u e forman la m i -
noría, supuesto- que él mismo ha dicho q u e s o « muchos los llama-
rir, nos dirigió el Salvador eu las personas d e s ú s discípulos, que
dos, !J pocos los escogidos 1(2;.
nos representaban en el huerto de las Oiivas; el último precepto que
nos dio, y q u e nos dejó como su testamento, como la última expre-
sión d e su solicitud y de su amor, fué q u e velemos y oremos sin Eu cuanto á los apóstoles q u e el Salvador introdujo consigo en el
cesar, si no queremos ser el juguete miserable de las tentaciones. Huerto, no fueron mas q u e tres, porque este número misterioso de
Porque, añade, aun cuando el espíritu está pronto y lleno de reso- •as tres Divinos Personas es el mas perfecto de todos. Si eligió á

( 1 ) Vco.it J e s ú s c u r a illis in . ¡ l i a r a d i c i t u r C e l h s e m a n i : el d i v i l diseipttlis


sins : S é d e l e i t i e ( M a u h . ) - el a s s u r a i . P e l r u n , e ! J a e o b u m et J o a o n e r a S K O m
(.Vare.)

(2) Mullí sutil voeali, pauei vero eleeli. ( t t a u l , , 2 0 . )


P e d r o , S a n t i a g o y J u a u , f u é en p r i m e r l u g a r , diec Orígenes, p o r q u e c r i b a , como se h a c e c o n el t r i g o c u a n d o s e le quiere s e p a r a r d e l a
estos t r e s discípulos eran las columnas principales d e la Iglesia n a - cizaña ( 1 : ; es decir q u e q u e r í a , s e g ú n ¡a esplicaciou d e Eutimio, h a -
ciente ; p o r q u e eran los m a s firmes d e todos, los m a s fervientes y los cerles c a e r y perder la fe ,2). Aquella noche pues debía s e r p a r a
m a s perfectos, y por lo mismo los m e n o s susceptibles d e escandali- todos ellos, por su fe en Jesucristo, u n a noche d e peligros v de c o n -
zarse de la tristeza, del p a v o r y d e la a g o n í a q u e debía esperiinentnr t r a t i e m p o s . Ellos d e b í a n verse espuestos á huir y á dispersarse c o m o
su Divino Maestro. P o d e m o s a ñ a d i r á esto q u e su elección recayó u n r e b a ñ o tímido q u e s e vé p r i v a d o d e su p a s t o r . Su v alor debia s e r
sobre ellos p o r q u e r e p r e s e n t a b a n las notabilidades, y por decirlo así, p j e s t o á u n a p r u e b a dilicil. Su fe habia de t e n e r q u e sostener r u d o s
l a alta aristocracia d e la Iglesia; e s t o e s , P e d r o r e p r e s e n t a b a los a ' a q u c s , por lo q u e h a b i a n d e ver q u e succdia á su M a e s t r o . J e s ú s
prelados, J u a n los doctores y S a n t i a g o los m á r t i r e s . F i n a l m e n t e , él se lo habia a n u n c i a d o c l a r a m e n t e ¡3). Mas las p a l a b r a s del Salvador,
los eligió p o r q u e , d e s p u é s ele haber sido ellos los ilustres testigos d e q u e espresaban e n t o n c e s el peligro d e la situación en que. se h a l l a b a n
los s u f r i m i e n t o s y d e las glorias d e J e s u c r i s t o , d e b í a n a n u n c i a r l a s los discípulos €D J e r u s a l e n , piutíibíin tíimliicn m u y <il vivo c! p c l i T O
en los i d i o m a s m a s g e n e r a l e s entonces, y en l a s c i u d a d e s m a s c é l e - d e la n u e s t r a en m e d i o del m u n d o . Con m u c h a razón, dice S . Ge-
b r e s d e la t i e r r a ; á s a b e r , P e d r o en R o m a en idioma latino, J u a n en rónimo, se c o m p a r a n u e s t r a vida en este p a s a j e á la noche; p o r q u e
Efcso en griego, y S a n t i a g o en Jerusalcn en hebreo. a s í c o m o d u r a n t e la oscuridad d e la noche es c u a n d o se a b a n d o n a n
principalmente los h o m b r e s al v ergonzoso vicio d e la embriaguez, del
O b s e r v e m o s sin e m b a r g o , respecto al a s u n t o de q u e t r a t a m o s ,
m i s m o modo c u a n d o el espíritu s e h a l l a oscurecido y s u m e r g i d o en
q u e Jesucristo, s e g ú n n o t a S. L u c a s , m a n d ó velar y orar p a r a n o
las tinieblas, es c u a n d o el escándalo y la tentación s e muestran con
ser vencidos por la t e n t a c i ó n , á todos los apóstoles, lo m i s m o á los
m a s frecuencia (1;. t)c m o d o q u e estas p a l a b r a s d e Jesucristo se di-
q u e dejó á la p u e r t a q u e á los t r e s q u e e n t r a r o n c o n él en el H u e r t o .
rigen t a m b i é n á todos nosotros, s u p u e s t o q u e de nosotros todos
Él quiso e n s e ñ a r n o s de este m o d o q u e ta oracion y la vigilancia son
p u e d e decirse q u e en la n o c h e f u n e s t a d e este m u n d o d e b e m o s s u -
u n a necesidad, u n a p r á c t i c a , un deber c o m ú n en todos tiempos y en
p o n e r q u e s u f r i r e m o s el escándalo y la t e n t a c i ó n , p o r c u a n t o segui-
todas c i r c u n s t a n c i a s , n n r e m e d i o universal para lodos los q u e perte-
mos la fe d e J e s u c r i s t o ( 5 ) .
necen á la Iglesia, sea cualquiera su e d a d , su sexo ó su c o n d í c i o n ;
¿Cuál es en efecto, esclama S . L e ó n , l a o b r a d e virtud evangélica
q u e n o es m e n o s n e c e s a r i a al j u s t o p a r a p e r s e v e r a r , que. al pecador
q u e n o sea c o n t r a r i a d a ? ¿Cuál es la fe q u e no sea c o m b a t i d a ? ¿ C u á l
para convertirse; al h o m b r e perfecto p a r a sostenerse, q n e al débil
e s el cristiano q u e 110 tenga enemigos poderosos q u e vencer ? ¿ Cuál es
p a r a fortificarse; q u e ella e s la f u e n t e del celo d e los apóstoles, d e la
cu fin la victoria q u e se o b t i e n e sin resistencia ? M i e n t r a s q u e vivi-
s a b i d u r í a d e los doctores, d e la p r u d e n c i a d e los prelados, d e la
m o s eu la tierra n o s vemos rodeados d e a s e c h a n z a s p o r todos lados,
f u e r z a d e las almas a c o m e t i d a s por la tentación y del fervor de las
y espuestos á l u c h a s p o r p e t u a s en todas p a r t e s Y>¡.
a l m a s p e r s i s t e n t e s ; q u e ella es finalmente el escudo d e l a s vírgenes,
U n a virtud q u e gozase d e u n sufragio constante y u n i v e r s a l ; u n a
l a a r m a d u r a d e los m á r t i r e s y l a c o r o n a d e ios elegidos. M a s e n t r e -
virtud q u e no e n c o n t r a s e o b s t á c u l o a l g u n o , q u e n o escitasc la e n v i -
m o s , con respecto á e s t a s dos p r á c t i c a s , en a l g u n o s pormenores, y
dia, q u e no provocase l a c e n s u r a u¡ sufriese la coutradieeion, seria
descendamos á las aplicaciones particulares.
(1)Sataü expetivit VOS nt Cribare! sicut trilieum. (Luc.lt.)
E n todo tiempo, h a c i a d i c h o n u e s t r o S a l v a d o r en el Evangelio,
(2) txcutietur lides quam in me I, .betis. (In )I„uh.)
d e b e el h o m b r e v e l a r , p o r q u e e n todo tiempo p u e d e ser asaltado por
(3; Otones vos seaud-.lom paticmitii in me in i,ta nocle. Seriplum es! ením :
la tentación y s u c u m b i r t ) . H a y sin e m b a r g o ciertas ocasiones en Perentiam pastorem, eldispeivéatur oves gregis. (Jlallíi.)
q u e la tentación está m a s p r ó x i m a y es m a s violenta, y entonces es (41 Signaotcr addit in isla nuele : quia, quomudo qui iuebriantur, nocie iue-
necesario e s t a r vigilante c o n t r a si mismo m a s q u e n u n c a . Tal era la brkiDIur : sic qui K a a J á h a paliuntur, in noele el leoebrii subíiíluul. (la ilallU.)
posieion d e los apóstoles en aquella noche terrible. S a t a n á s , como el (5) Omues vos seandabim patiemiui in me in ista nocle.
(G; Nulla sunt siue tentatiuiium experiinenlis opera virlulis. Vulia sitie proba-
S a l v a d o r lo h a b l a d i c h o , t o d o lo tenia dispuesto p a r a pasarlos por la
Iiontbus lides. Sulinm siue boste eei uunem. Nulla sioe coogressmne victoria. Vita
bate ttostra iu medio pratliorum est.
( ! ) Vigilale ¡laqueomni tempere. (lile. 21.)
00 M T1GH.AKCIA. V L A ÚDACION'.

uua virtud sospechosa. Eu efecto S a n Pablo asegura que todos los un verdugo ¡i;. E n una palabra, concluye S. Beruado, 110 solo está
qtieaspiraná vivir según las lev es ile una piedad sincera, y á caminar espuesta esta vida continuamente á los peligros y á las tentaciones,
por las pisadas de Jesucristo, encuentran oposiciones de toda espe- sino que ella es en sí misma un peligro incesante y una tentación
cie, q u e degeneran en persecuciones verdaderas ( i ) . Y en esto no continua (2).
hizo el Apóstol m a s q u e repetir en otros términos la predicción del ¿Y sin embargo, vemos acaso muchos cristianos q u e teman estos
Salvador, de q u e todos sus fieles se v e n a n espuestos al escáudalo y peligros, ó que al menos se guarden de ellos ? Llenos, por lo general,
¿t' , á la tentación tarantela noche de la vida presente ; j ) . d e uua loca presunción, no cuentan m a s q u e con sus propias fuer-
T.a Iglesia, al menos en nuestras comarcas, goza d e una paz pro- zas y miran con ojos compasivos y con una sonrisa burlona las
f u n d a . Mas esta paz, dice S . Ambrosio, tiene también sus persecu- precauciones de la virtud y la timidez de la humildad. En vano los
ciones y sus contradicciones. Hay •también en nuestra época u n a ministros de Jesucristo les advierten en su nombre q u e vivan p r e -
turba de mártires ignorados, q u e se ven obligados diariamente á parados contra los peligros que les rodean; en vano les dicen q u e
confesar la fe de. Jesucristo en medio de las m a s r u d a s pruebas, y ninguno puede evitarlos todos en medio de las tinieblas de este
los verdaderos fieles sufren tantas especies diferentes de martirios, mundo : Omnes vos seandalum paliemini in isla nocle. Ellos p a -
i. cuantas especies hay de persecuciones en el mundo (3). ¡ Cuántas ve- rece que dan con sus acciones la misma respuesta que Pedro dió á
ces los lenguas envenenadas presentan como crímenes las acciones Jesucristo d e viva v o z : 1 Y' bien! ¿qué necesidad tenemos de tantas
mas santas! ¡ Cuántas veces vemos que la gracia m a s edificante solo precauciones"? ¿ _ \ o s e puede ser u n cscelentecristiano sin huir del
escita el desden ó la envidia, y que. la inocencia m a s pura no puede mundo ni ser tan meticuloso? Nosotros creemos q u e otros sucum-
bácerse perdonar su recato y su delicadeza (4)! b e n ; pero en cuanto á nosotros, estamos resueltos á no c e d e r ; la
El que consigue librarse del desprecio ó de la persecución d e les tentación y el escándalo serán impotentes para hacernos vacilar :
grandes, no puede sustraerse ó la envidia d e sus iguales ni á la opo- ¿'I siomnes scandalisati fucrint, egomnquam.sennduli:alor. Mas
sicion de sus semejautes. Y no d e j a n d e verse algunos padres que se volvamos al huerto de las Olivas; escuchemos las instrucciones q u e
burlan ellos mismos de la religión de sus hijos, ó algunos esposos Jesús nos da en la persona de Pedro, y veamos como reprende la
q u e insultan la modestia cristiana y la piedad de sus esposas ( ¡ ) . ciega confianza q u e tenemos e n nuestras propias fuerzas.
Muchos que habían resistido á los mas rudos ataques, se dejau se- P a r a reprimir Jesús la necia y orguilosa presunción de su discí-
ducir por los atractivos de una vida regalada y ociosa. ¡Cuántos pulo, le responde: ¿Pedro, qué es lo que estás diciendo? ¡Tú te jactas
cristianos han perdido en estas persecuciones ocultos del vicio las de ser m a s fuerte que. todos los demás I ¡ Pues bien! yo sov el'que te
coronas q u e habían conquistado en las persecuciones públicas d e lo anuncio, tú caerás mas desgraciadamente que los demás; y antes
los tiranos (0) I Porque, como advierte S. Agustín, la lengua de un que el gallo haya hecho oír su canto en medio de la noche, tu m e
vil adulador os mucha! veces m a s mortífera q u e la mano cruel de habrás negado tres veces [3).
Esta predicción del Salvador no era absoluta, sino solo condicio-
( l ì P.l o m n e s q u i p i e v o l u n t v i v e r e in C h r i s l o J e s u , p e r s e c u t i o n e m p a l i e n l u r . n a l . Por consiguiente, Pedro podía y debia impedir su cumplimiento
( I I . Thhmlh. 3.)
por la vigilancia y la oracion, como eu otro tiempo conjuraron los
{2} O m n e s v o s s e a n d a l u m p a l i e m i n i in m e in isla n o c l e .
Ninivitas con su penitencia la amenazadora profecía d e Joñas.
( 3 ) l u p a c e ¡ d u r e s p e r s e c u t o r e s esse e c e p e r u n t . Q u a n t i q u o l i d i e i n occulto Chiisli
m a r l y r e s s u n t ; el J e s u m D o m i n i m i c o n f i t e n t u r ! U l i n u l u e p e r s e e u l i o n e s , ila t i
El príncipe de los apostóles, dice Eutimlo, debia entonces estar
m u l t a m a l t y r i a . (In PJ. US.) mas preparado contra si mismo, implorar el auxilio divino, y decir
( 4 ) Q u o l i e s b e n e f a e l a c r i m i n i d a n t u r ! Quoties v i r t u s o p p r o b i o d u e i t u r 1 y u o l i e s
( I ) P l u s p e r s e q u i t u r l i n g u a a d u l a l o r i s q n a m m a n u s m t e r í e e t o r i s . (In. Ps. 69.)
ipsa ingrata e s l g r a l i a . (Itid.)
¡ 2 ) T o t l e n l a l i o n i b u s plena esl vila u o s l r a , u t uou ¡ m m e r i i o lola vita l e u l a l i o
( ó ) P a t e r littem filii f r e c u e n l e r i r r i d e t . V i r e o n j n g i s s u « m e n l e n t l e u l a t o p p r o -
deb-.-at a p p e l l a r i . (Scrm. V. in Ps, 9 0 ) .
briis. (In M a t t l i . )
( 3 ) A m e n d i c o l i b i : p r i ú s q u a m g a l l u s eonlet t e r m e n e g a b i s . ( J / o K / i . )
( 6 ) T e n t a n t olia q u o s bella n o n f r e g e r u n l . M u l t i , i n p e r s f e u l i o n c p u b l i c a c o r o n a -
li, occulta h a e p e r s e e u t i o u e c e c i d e r u u l . (Il/id.)
á J e s ú s : S e ñ o r , sed v o s mi a p o y o ; y si vos m e sosteneis, n o os que embargaba sus miembros era, d i c c S . Gerónimo, u n a i m á g e n
n e g a r é n i u n a sola vez ( l ¡ . d e la flaqueza d e su e s p í r i t u , p r ó x i m o á caer [ t ¡ . Y Orígenes a ñ a d e
P e d r o n o h u b i e r a (laqueado si, menos presuntuoso, h u b i e r a puesto q u e si los ojos del cuerpo e s t a b a n en ellos g r a b a d o s p o r el s u e ñ o , los
su confianza en el a u x i l i o d i v i n o ; s u p u e s t o q u e está escrito que, del de su a l m a lo estaban todavía m a s ¡ 2 | .
m i s m o m o d o q u e u n a a l t a m o n t a ñ a desalia las olas y las t e m p e s - ¡Qué dolor p a r a el S a l v a d o r , q u é golpe tan r u d o para su corazon
t a d e s , asi el h o m b r e q u e se vuelve á Dios y confia en él, n o es c o n - desconsolado, el d e verse asi a b a n d o n a d o d e sus a m a d o s discípulos,
m o v i d o por el soplo d e l a s tentaciones (2). y e n t r e g a d o á su tristeza y á su a f l i c c i ó n ! Y sin e m b a r g o él s u f r e
M a s P e d r o , p o r c l e ó n t r a r i o , piensa q u e se basta á si m i s m o ; el todavía con c a l m a esta señal d e fría i n d i f e r e n c i a . Si él los despierta,
s e cree b a s t a n t e f u e r t e c o n su fe, con su a m o r y con su v a l o r , y ü e n e es m a s p o r el interés de su fe, q u e p a r a b u s c a r en ellos u n ali vio á
el atrevimiento d e r e s p o n d e r al Dios p r o f e t a : N o s e r á como vos lo s u s propias p e n a s . P o r q u e en efecto, él se contenta con decirles en u n
decís. Aun c u a n d o m e f u e r a necesario m o r i r con vos, n i u g u n a ten- t o n o lleno d e d u l z u r a y de a f a b i l i d a d : ¿Estáis d o r m i d o s ? ¡con q u e n o
tación, u i u g u n a f u e r z a s e r á b a s t a n t e p a r a s e p a r a r m e d e vos ( 3 ) . habéis p o d i d o v e l a r u n a h o r a sola p o r vosotros m i s m o s , m i e n t r a s q u e
E s v e r d a d , dice S . G e r ó n i m o , q u e la viveza d e su fe y la v e h e - y o oro V s u f r o por vosotros (3) 1 D e s p u é s dirigiéndose m a s especial-
m e n c i a de su a m o r á J e s u c r i s t o i n s p i r a r o n á P e d r o esta respuesta ¡4}. m e n t e A P e d r o , p o r q u e , c o m o dice S . H i l a r i o , él h a b i a m a n i f e s t a d o
Mas el apóstol p i n t a á e s t a fe y á este a m o r u n s e n t i m i e n t o tal d e m a s presunción q u e los d e m á s , y se h a b i a j a c t a d o d e q u e n i n g u n a
c o n f i a n z a en s u s p r o p i a s f u e r z a s , q u e cree n o tener necesidad de cosa le escandalizaría ni podría separarle j a m á s d e J e s ú s (4), le dice :
n i n g ú n auxilio e s t r a ñ o p a r a sostenerse. Asi p u e s , a ñ a d e g r a c i o s a - ¡Y tú t a m b i é n d u e r m e s , P e d r o ! ¿Y e s e s t e el a m o r q u e m e tienes? ¡Ay!
m e n t e S . G e r ó n i m o , v e d aquí u n a v e sin precaución, q u e t r a t a d e ¡ ei q u e se j a c t a b a d e ofrecerme el sacrificio d e su vida no p u e d e s a -
r e m o n t a r su vuelo sin t e n e r las alas del auxilio divino, y c u y a caida crificarme ni u n a s o l a h o r a d e sueño 1 E n s e g u i d a l e s dirige á todos
s e r á t a n l a m e n t a b l e , c u a n t o temeraria es s u t e n t a t i v a (S). Y es tal u n a instrucción g r a v e , en la q u e , en m e d i o d e la a m a r g u r a y d e la
el contagio del o r g u l l o , q u e los d e m á s apóstoles á imitación d e su r e c o n v e n c i ó n , se d e j a n ver su b o n d a d y su s a b i d u r í a ; en la q u e t o d o
c a b e z a se atreven á u s a r el mismo lenguaje ¡6). Sin acordarse, del es g r a n d e y c o n f o r m e á las necesidades d e t o d o s ; en la q u e p i n t a en
precepto d e velar y o r a r que J e s u c r i s t o " ^ h a b í a impuesto, todos pocas p a l a b r a s la fragilidad d e la c a r n e , la necesidad d e p r e v e n i r s e
s e d u e r m e n t r a n q u i l a m e n t e y se a b a n d o n a n al r e p o s o , y aquellos contra la tentación y la imposibilidad d e v e n c e r l a s i n l a vigilancia y
h o m b r e s q u e a c a b a b a n d e a s e g u r a r á su Divino Maestro q u e estaban la o r a c i o n . Velad, l e s d i c e , velad y o r a d , p a r a q u e n o entreis en t e n -
dispuestos á morir p o r é l , no p u e d e n , dice S . J u a n Crisóstomo, velar t a c i ó n ; p o r q u e , si el espíritu eslá pronto, la carne es débil ¡5).
con él n i un solo i n s t a n t e ( " . . A d e m á s , c u a n d o j e s ú s s e acerca á I n s t r u c c i ó n t a n sólida y tan i m p o r t a n t e q u e el S a l v a d o r procura
ellos p a r a d e s p e r t a r l o s , los e n c u e n t r a s u m e r g i d o s cu un sueño tan dirigir á todos ios cristianos d e todos estados y d e lodas e d a d e s ; y
p r o f u n d o , q u e le m i r a n sorprendidos sin conocerle, y 1c o y e n sin q u e por lo m i s m o m e r e c e ser m e d i t a d a .
c o m p r e n d e r l e n i s a b e r q u e r e s p o n d e r l e ¡8;. M a s esta somnolencia E s desde luego evidente, o b s e r v a el v e n e r a b l e lleda, q u e por l a
p a l a b r a velad, no quiere Jesucristo r e c o m e n d a r á los apóstoles esa
vigilancia q u e c o m b a t e el sueño del c u e r p o ; sino u n a vigilancia espi-
( I : T a n máxime d e p r e c a d opus íoissei, et dicere: Auxiliare nolús. (la Mallli.)
(2) Qui eonliilunt in Domino, sicut mous Sion. (Ps. 124.)
(1) Languescelmnl Apostolorum ueuli, negatione vieina. ( / n ' ü f a f l f e )
(3) Elianui oportuerit ole meri teeum, ueu le negabo. ( M a t l h , )
(2) Polo quod ooa tanlum corporuoi oeuti. quanlum animarum eranl gravan.
(4) Ex ardore lidei peomittebat, et arde.uli aífectu erga Domiuum. ( / « l l a l l i ' . )
(In Hanh.)
(5) Ecce avis siuepeoms i n allum volare nititur. (!n More. 14.)
(3) Sic non poluistis una liora vigilare mecnm ? (Manfi.)
(6) Simiüter autein et M i n e s discipnli dixernnl. (Jfallli. 2G.)
(4) Petruni pne ómnibus argtiit, qui non se scandalizaoduin l'ucrat glonatus.
(7) Qui moi i simul enm Cliristo elegcranl, ñeque eum eo vigilare potueninl.
(In ílatlh.)
(Homif. inSIallh.) (5) vigilale et orate. Spiritus qnidem píomptus est. caro auteni infirma.
(8) Et ¡ g a n a b a n ! quid respoode-entei; eranlenimoculieorum gravad. (.Vare.)
(Hauh.)
ritual que sacude el entorpecimiento del alma y la libra d e caer en el la n u t r e y la fuerza que la sostiene ( i ) . Asi es que u u o de los artificios
s u e ñ o de la infidelidad ¡t)j esa vigilancia de la que había dicho en de que se vale el demonio m u y c o m u n m e n t e , a ñ a d e S. P e d r o Crisó-
otro tiempo en su Evangelio : Dichoso el siervo á quien el Señor á logo, e s el de s e p a r a r al cristiano de la oracion donde recibe las f u e r -
su venida encontrare vigilante y. fiel. zas q u e necesita. P o r este medio está s e g u r o d e e n g a ñ a r l e y de hacerle
Pues bien, p a r a comprender la necesidad de esta vigilancia, oi- su esclavo, supuesto que el a b a n d o n o de la oracion asegura el triuufo
g a m o s la doctrina p r o f u n d a del apóstol Santiago. L a tentación, dice, d é l a tentación ¡2).
n o principia en nosotros sino por la distracción, q u e es como el sueño Ved aquí por que al precepto de la vigilancia j u n t a Jesucristo el de.
del a l m a . L a oscuridad del espíritu p r e p a r a siempre el camino la oracion, y h a c e depender de esta doble práctica n u e s t r a victoria
á la flaqueza del corazon. C u a n d o el entendimiento está d i - sobre el espirito t e n t a d o r . E s necesario, pues, según el consejo de S .
sipado, distraído, adormecido, l a seducción desplega su fuerza Ambrosio, (pie esta voz divina, esta advertencia, este- precepto, estas
y a r r a s t r a la voluntad, y entonces la concupiscencia triunfa y pro- solemnes é Importantes p a l a b r a s de nuestro S a l v a d o r : Velad <j orad
dnce el pecado (2). E s pues a b s o l u t a m e n t e necesario que vele- para que no entréis en la tentación, no dejen de r e s o n a r u n solo ins-
m o s con mucho cuidado sobre todos los pensamientos de nuestro tante en los oidos de todos los fieles (s).
espíritu y sobre todos los movimientos de nuestro corazon. V admiremos a q u í con S. Cirilo la belleza de esta espresion del
S a l v a d o r : Para que no entreis en tentación. E n efecto, n u e s t r a e n -
Sin embargo la vigilancia sobre s í mismo de n a d a sirve sin la ora-
trada en la tentación, y la e n t r a d a de la tentación en nosotros son
cion. L a fe es seguramente u n g r a n d o n ; m a s , como dice S . Agustín,
dos cosas m u y diferentes. L a tentación que entra en nosotros, es la
no debemos confiar en ella h a s t a el punto de creernos capaces de todo
tentación que sufrimos; m a s el h o m b r e que entra en la tentación, es
con su solo auxilio (S).A1 h o m b r e q u e n o está asistido de la gracia, le
el h o m b r e que la consiente y se complace eir ella, e s el h o m b r e que
sucede lo que le sucedió al mismo P e d r o cuando hizo el j u r a m e n t o
s u c u m b e á ella (4).
d e m o r i r por Jesús, s i n h a b e r implorado á n t e s su auxilio (4¡. P o r q u e
Nosotros, frágiles criaturas, podemos pedir y debemos p r o c u r a r
demasiado débil por sí misma la voluntad del h o m b r e , a ñ a d e Sto.
que la tentación n o e n t r e e n nosotros, ó en otros términos, q u e
T o m á s , n a d a puede en el orden de la salvación sin el auxilio de la
n o n o s veamos espuestos é e l l a ; esta clase de lucha es m u y t r a b a -
v i r t u d divina (5).
j o s a y la vicloriaes m u y i n c i e r t a ; pero n o siempre lo podremos ob-
Este auxilio no lo alcanzamos sino por medio de la oración. L a
t e n e r . S . Gerónimo observa á este propósito que el Señor no dijo :
fuerza nos viene d e lo alto; la verdadera fortaleza es e s t r a ñ a á nos-
Orad p a r a que n o seáis tentados, p o r q u e en p r i m e r l u g a r es imposi-
otros. El hombre en el mero hecho de serlo, es débil, y supuesto que
ble al h o m b r e evitar todos los escándalos y eludir lotlas las t e n t a -
es d é b i l , tiene necesidad de la oracion (I).
ciones (-5); y por otra p a r t e no e s u n m a l s u f r i r la tentación; de
V e r d a d e r a m e n t e la oracion es p a r a el a l m a , dice en otro l u g a r S . otro m o d o Jesucristo no la hubiera p e r m i t i d o en si mismo, ni h u -
A g u s t í n , lo q u e los alimentos son p a r a el cuerpo. Ella es el jugo que biera consentido en pasar, como dice S . P a b l o , por todas las p r u e b a s
de este genero : Tentalus per omnia. L o que Jesucristo dijo f u é :
(1) S o n á somuo doraulionis probibet. eujus tempus non eral, immmente
periculo; sed á sorono inCdelilalis el torpore meulis. (In Ha re.) ( t ) Sieut e s eantalilius eseis alilur caro, ila orauone interior homo mitrilur.
(2) l'ousquisque leulalur á eoncupiscenlia sua abslraelus, el illeelus. Coneupis- (De Sa/iit. Moni!, c. 2 8 . )
ccntia parit pccacuui. {Jae. l . J (2) Inimiei est isla subreptio : deripere parat qttos non palitur oralionibus com-
(3) De üde non ila gtorinndum esl, ut quasi aliquid possimus. muniri. I» lenlalionem cadit, tpii ad oralionem non vadit. (Serm. XLI/I.)
(1) Quid esl homo sitie gralia, isisi quod íuil P e ü u s quando promissit, non (3) Seuiper debet vos illa, in aures fidelium insonare : Vigitate el órale, ae in-
addito auxilio Dei, se pro Domino ulorilurum ? ( S c r m . XXIV, de Temp.) Irelisin lenlalionem. [De J'oc. sen,. 2 9 . )
(5) Voluntas humana non esl per se ipsam effitas ad impletida qtite vult, nisi (4) Illudest iogredi lenlalionem, eumaliquis lenlalione ohruitur. (tCa/cchi 5 . )
per virtuiem divinara. (3 .p. f . 21. o . 1.) £5) Nun a i l : Orale ut non tcntcmiiii,qnia impossibile esl humanara animan! non
\0) Es. qno homo, es hoc infirmus; ex quo inlitmus, ex hoc oraus. (4«S""- lentari. (In Malljd 20.)
Trae,. 107. in loo,,,,.)
6 6
LA VIGILANCIA v LA ORACION.
Velad y orad,para que no sucumbáis á la tentación que vendrá á
s o r p r e n d e r o s . I.o c u a l p u e d e i n t e r p r e t a r s e d e este m o d o : c< S o d e - Sin e m b a r g o , o b s e r v a en este l u g a r S t o . T o m á s , J e s ú s no se c o n -
p e n d e de vosotros e v i t a r la tentación á l a q u e v a i s á veros espues- tentó con d a r n o s u u a instrucción t a n sólida como i n t e r e s a n t e acerca
t o s . Esta n o c h e v e n d r á ella á s o r p r e n d e r o s y á asaltaros á pesar d e la o r a c i o n : sino q n c quiso t a m b i é n g r a b a r l a en nosotros c o n su
v u e s t r o ; m a s v o s o t r o s podéis resistirla y t r i u n f a r d e ella, si á la vi- ejemplo (1). Con este o b j e t o , a ñ a d e O r í g e n e s , llevó el S a l v a d o r
g i l a n c i a d d espíritu j u u t a i s l a o r a c i o n , q u e e s c l g r í t o d e l e o r a z o n ( l ) . » cousígo al H u e r t o á s u s discípulos, principalmente á P e d r o , el mas
p r e s u n t u o s o d e todos. El espectáculo del H i j o d e Dios o r a n d o d e
P e r o p r o c u r e m o s c o m p r e n d e r a s i m i s m o lo q u e significan estas
rodillas debia n a t u r a l m e n t e a b r i r s u s ojos y e n s e ñ a r l e s el lugar
o t r a s p a l a b r a s del S a l v a d o r : El espíritu está pronto, mus la carne
d o n d e se h a l l a la fuerza del h o m b r e , y q u e esta n o s e obtiene sino
es débil. El espíritu p r o n t o , según dicen los S a n t o s P a d r e s , es el
por m e d i o d e la oracion, y p o r consiguiente, á p r e s u m i r menos y
a l m a q u e eslá en g r a c i a d e Dios, y á quien esta gracia d i s p o n e al
t e n e r menos confianza 01 sí mismos y m a s diligencia en la oracion (2).
bien por la luz q u e d e r r a m a en ello, los deseos q u e la inspira, las
¡O s u b l i m e ejemplo! ¡cuán poilerosoy e f i c a z d e b e s c r p a r a n o s o l r o s l
f u e r z a s q u e le d a y el favor q u e le c o m u n i c a . E n c u a n t o á la carne
y ¡ q u é ! ¿ S e r á n o s nosotros, e s c l a m a S . L o r e n z o J n s t i n i a n o , seremos
débil, significa la c o n c u p i s c e n c i a q u e se oculta cu n u e s t r o cuerpo,
n o s o t r o s p o r v e n t u r a m a s f u e r t e s q u e el H o m b r e - D i o s y m a s c o n s -
los movimientos del a m o r propio, los deseos p r o f a n o s y las i n c l i n a -
tantes q u e el Dios S a l v a d o r ? S e g u r a m e n t e q u e ñ o . P u e s bien, si
ciones c o r r o m p i d a s , c u y o origen es la c a r n e , y q u e , según S . Pablo,
d u r a n t e la l u c h a q u e el sostiene c o m o h o m b r e , b u s c a en la oracion
se oponen en n o s o t r o s á las inspiraciones d e la razón y al i n í t u j o d e
el consuelo y la fortaleza, ¿ c ó m o p o d r e m o s n o s o t r o s lisonjearnos d e
la g r a c i a . De m o d o q u e d e u t r o d e nosotr os el espíritu se halla en u n
e n c o n t r a r sin la oracion la f u e r z a necesaria p a r a s u f r i r n u e s t r o s m a -
e s t a d o d e l u c h a c o n t i n u a con la c a r n e , y los dos se h a c e n u n a g u e r r a
les, y el remedio para c u r a r n u e s t r a s h e r i d a s ;s : ?
a m u e r t e (2 . J e s u c r i s t o pues quiso a d v e r t i r n o s con estas p a l a b r a s ,
Escuchad finalmente ta instrucción q u e nos d a el e j e m p l o de. J e -
dice S. G e r ó n i m o , q u e las buenas disposiciones del corazón, q u e son
sucristo, y veamos como c o m p r e n d e su oracion t o d a s las condiciones
o b r a d e la gracia, n o d e s t r u y e n en uosotros el peso de la c o n c u p i s -
q u e d e b e n a c o m p a ñ a r la n u e s t r a .
cencia ni l a s e n f e r m e d a d e s d e la n a t u r a l e z a c o r r o m p i d a . Con m u c h a
Jesucristo h a b i a dicho en su Evangelio q u e p a r a q u e nuestra o r a -
frecuencia u n a o c a s i o n i m p r e v i s t a , u n a tentación q u e no s e ha p r o -
cion sea a g r a d a b l e á su E t e r n o P a d r e , debe h a c e r s e en secreto (4).
curado rechazar con la debida prontitud, pueden hacer desvanecer
Esto q u i e r e decir q u e p a r a o r a r , es necesario b u s c a r la s o l e d a d , 110
en u n i n s t a n t e e s t a s b u e n a s disposiciones, y en este supuesto es ne-
solo del cuerpo, sino t a m b i é n del e o r a z o u ; q u e es necesario a l e j a r s e
cesario q u e el a r d o r d e nuestra fe no nos i n s p i r e la confianza t e m e -
á u n m i s m o t i e m p o del t u m u l t o d e los h o m b r e s y d e la m u r m u r a -
raria d e p o d e r , s e g ú n n u e s t r a v o l u n t a d , á n u e s t r o arbitrio y con
ción d e las pasiones. P u e s b i e n , del m i s m o m o d o q u e el a l m a h u -
n u e s t r a s solas f u e r z a s , llevar á efecto sus o b r a s . Nosotros debemos
milde, p u r a y d e s p r e n d i d a d e las cosas v a n a s , está en cierto m o d o
Sin d u d a a l g u n a c o n f i a r en los sentimientos d e n u e s t r a fe, pero d e
sola y r e c o g i d a , a u n en m e d i o del r u i d o del m u n d o , asi t a m b i é n el
tal m a n e r a q u e 110 d e j e m o s d e t e m b l a r p o r l a f r a g i l i d a d d e nuestra
a l m a a g i t a d a p o r los v a n o s cuidados del interés y d e la ambición ó
c a r n e . La oracion p u e s debe ser n u e s t r a ocupación c o n t i n u a (3).
p o r los deseos vergonzosos d e la voluptuosidad, se h a l l a eu la d i s i -
P o r q u e d e b e m o s e s i a r convencidos, e s c l a m a S . A g u s t i u , d e q u e no
pación y en el seno d e u n a sociedad f u n e s t a , a u n c u a u d o esté sola y
existe la vida c r i s t i a n a sin la o r a c i ó n , y q u e solo aquel q u e sabe orar
es el q u e s a b e vivir ¡ 4 ) .
(1) Voluitad Patixm oialionem dirigere, ut noiiis orandi esemptum darcl. ( 3 .
31.0.)
(1) vigilale el orate, ne iotretis iu teulalionem. (2) Ad hoc adduxii eos, máxime Piílrum, magna de se confitenlem, ul videaut
(2; Caroconeiipiscit adeersus spiritom : Í!i£c>iliiiu\icemadversanlur.(Co/ii/5.! ulii esl posse liomiuis. (Trac!. 3X. w Matlh:)
(3.) lloe iiiilein est contra temerarios qui. quixl credideriut, putaot se posse cou- (3) Numquid tu CLrisln foriior aut Salvatore conslaulior ? lile, in agonerous-
seqm naque, quantum de artlorc .nenlis contidinnis, lantum de earais fragilitate lilutns, a d oralionis solalium declina v i l : tu, afosque imploralioiiis mrdiramiüe,
tinieamus. {In og. tlauh.) Irilmlationurn vulnera perferre prasumis. (De Christ. agón. 6 . )
(•!; Veré novil recle vivere qui retío novit orare. (//01a. i. ex 50.) (4) Tu aulem cum oraveris, ora l'atrem tnuni in aba-oiidito. (Matlh. 5.)
silenciosa, ltevolviendo eu su corazon p e n s a m i e n t o s inútiles ó deseos E n s e g u n d o lugar nos inculca la necesidad d e la h u m i l d a d en l a
culpables, en el m o m e n t o m i s m o en q u e su l e n g u a articula m a q u i - o r a c i o n , por la actitud d e su p e r s o n a . Miradle : él cae d e r o d i l l a s ;
n a l m e n t c algunas oraciones, lejos de e n c o n t r a r á D i o s en su templo, esto n o b a s t a , él se p r o s t e r n o con el rostro j u n t o á la tierra, según lo
n i a u n siquiera puede e n c o n t r a r s e á si m i s m a . ¡ Oh 1 ¡ c u á n t o s c r i s t i a - h a b i a a n u n c i a d o J e r e m í a s en estos t é r m i n o s : « Él h u m i l l a r á s u
n o s , dice el venerable B e d a , asisten d e este m o d o en n u e s t r o s t e m - frente, en el polvo, y a g u a r d a r á así el r e s u l t a d o d e su oracion ( i ) . »
plos al t r e m e n d o sacrificio! Es verdad q u e s u s o j o s s e dirigen al E s decir, observa S. B u e n a v e n t u r a , q u e , pareciendo olvidar s u c u a -
a l t a r , m a s s u a l m a v a g a b u n d a a n d a e r r a n t e f u e r a del t e m p l o ; s u lidad d e H i j o d e Dios, t o m a la actitud del último d e los h o m b r e s ,
b e c a articula a l g u n a s oraciones en las q u e ni el corazon n i el espíritu de! publicano del templo, d e esos pecadores q u e ni a u n se atreven á
t o m a n p a r t e , y q u e p o r lo mismo p e r m a n e c e n siu f r u t o y sin resultado. levantar sus ojos al cielo, en fuerza d e la eoufusion q u e e s p e r i m e n -
E n este pasaje, o b s e r v a S . 4 u a n Crisóstomo, ha q u e r i d o Jesucristo t a n á vista d e s u s jiecados (2). A d e m á s , por esta humillación esterior
h a c e r n o s conocer todavía m a s c o n su ejemplo la necesidad del d e su persona, m a n i f i e s t a , dice el venerable Beda, los sentimientos
doble cuidado del c u e r p o y del espíritu q u e n o s h a b l a r e c o m e n d a d o interiores d e h u m i l d a d d e q u e está p e n e t r a d o su e s p í r i t u , y n o s
con sus p a l a b r a s . Nosotros l e vemos e f e c t i v a m e n t e alejarse, p a r a hace ver q u e en presencia d e s u P o d r e s u corazon es tan h u m i l d e
o r a r , d e los m u r o s d e la t u m u l t u o s a J c r u s a l e n , retirarse á la soledad como lo manifiesta su esterior (3j.
d e u n bosque, al fondo d e u n valle, s e p a r a r s e d e sus discípulos y Así pues J e s ú s n o s e n s e ñ a , en la oracion, el a l m a y el c u e r p o d e -
c o n c e n t r a r s e en sí m i s m o en un recogimiento p r o f u n d o ( t ) . b e n asociarse p a r a obtener el p e r d ó n , asi como s e asocian p a r a co-
L a h u m i l d a d es l a s e g u n d a condicion q u e se e s i j e p a r a la oracion. m e t e r el p e c a d o ; q u e , p a r a invocar á Dios, n u e s t r o c u e r p o y princi-
La d i v i n a misericordia a p a r t a s u s o j o s d e los espíritus orgullosos, p a l m e n t e nuestro espíritu d e b e n h u m i l l a r s e ; finalmente q u e n u e s t r a
dice S . A g u s t í n ; ella n o s e d i g n a e c h a r u n a m i r a d a d e b o n d a d sino oracion d e b e ser m a s h u m i l d e a u n q u e el espíritu y el cuerpo, y q u e ,
sobre el a l m a h u m i l d e y p e n e t r a d a del conocimiento d e s u n a d a (2). h a b l a n d o con el P r o f e t a , d e b e p r o s t e r n a r s e en la presencia d e
Esto consiste e u q u e la oracion n o es otra cosa q u e el g r i t o d e u n a Dios (4). Espresion fuerte y enérgica, pero m u y n a t u r a l , p o r q u e
g r a n d e m i s e r i a , q u e i m p l o r a u n g r a n socorro y u n a g r a n d e pie- conviene al pecador j u s t a m e n t e h u m i l l a d o a n t e el Dios q u e ha o f e n -
d a d [->', y solos aquellos q u e s e reconocen pobres, ¡ ó Dios m i ó ! y q u e dido.
h a c e n a n t e vos la e o n f e s i o n d e s u indigencia, son enriquecidos con M a s c u a n d o el inocente J e s ú s , c u a n d o el H i j o d e Dios, c u a n d o
la a b u n d a n c i a d e vuestros dones ¡4). P u e s b i e n , el S a l v a d o r nos (la Dios m i s m o s e m u e s t r a á n o s o t r o s o r a n d o á su E t e r n o P a d r e con
t a m b i é n el e j e m p l o d e e s t a p r o f u n d a h u m i l d a d , t a n necesaria en la t a n t a h u m i l d a d y t a n t o respeto, ¿ no es u u horrible e s c á n d a l o ver á
o r a c i o n . E n p r i m e r l u g a r p o r el sitio mismo q u e escoge. E n otras esos h o m b r e s levantados del polvo, llenos d e vicios, á esas misera-
c i r c u n s t a n c i a s , c u a n d o o r a b a en el m o n t e , o b s e r v a B e m y , su objeto bles m u j e r e s c a r g a d a s d e p e c a d o s (5), á esos j ó v e n e s vanos y diso-
e r a e n s e ñ a r n o s q u e la oracion d e b e tener por fin principal los bienes lutos, á esas j ó v e n e s q u e hacen alarde d e p u d o r , e n t r a r d e s c a r a d a -
y los intereses del c i c l o ; en el día d e h o y , y e n d o á o r a r al valle d e m e n t e en n u e s t r a s iglesias, p e r m a n e c e r en pié ante, la m a j e s t a d
G e t h s e m a n i , n o s e n s e ñ a q u e la h u m i l d a d d e b e s e r l a c o m p a ñ í a i n - i n f i n i t a d e Dios, y asistir á s u s terribles misterios sin b a j a r j a m á s la
separable d e la oracion (5).
care. Cnm viro in valle oravit, nos inslruxil til iu oratione semper Bumililatem
( I ) Eruditas nos quietémetlianquitlilalcm in oratiouiliusappeleie: Forman! nolvii servare aladeamos. (In Caten, in Maltlh)
Iradens, ut siteiitiuin el soliludinem in oralionibus quteramus. {Caten, in llatth.) (1) Pone! in polvero os snuin. si lorie sil spes. (Tltren. 3.)
¡2) Ad inopirm el egenum inclina! aurem, id esl ad humilem el indigeñlem m i - (2) Obtitus se Deum csse videlur, el oral til liomo, el ut homúnculos de populo.
sericordia. (}led. Vit. Cltrisl. c. Ti.)
£3) l'rocidens mil iu l'aeiemsuam, et bumitilaleüi mentis liabilu eüraisosteadit.
(3) Cura oí amus omnes meodici l)ei sumas.
(Itl liare.)
¡4) lili soli, qui cognoscuut se pauperes, et coaiileutur libi pauperlstem suam,
ditabuntur a le. (In Pt. g s . ) (4) Proslernimus preces ante faeiem tiiam. (Dan. 9.)
(5) Muüercuias oneralaspeccalis. (II, Tint. 3.)
(5) Cnm orasii in monte docuit nos in orationepro cceleslibus Dominum suppli-
vista, sin inclinar la trente, ni doblar la rodilla? j A y l eso no es d i - Finalmente Jesús no se contenta con orar una sola vez, sino q u e
rigir una súplica á Dios, eso es hacerle un i n s u l t o ; eso no es honrar lo hace hasta tres veces, repitiendo siempre las mismas palabras ; i ) ;
á l a Majestad Divina, es ultrajarla en su misma presencia, en su y S. Lucas añade.qué redoblé sus oraciones é Insistid en ellas largo
propia casa, cu su templo mismo; eso no es solicitar el perdón para r a t o : Pro/Mus orabo.t. La intención del Salvador, dice S. Gregorio
ios pecados cometidos, si no cometer otros nuevos. Asi pues, esas á estepropósito, es enseñarnos q u e no debemos desmayar si nuestra
visitas hechas á nuestras iglesias, lejos d e alcanzarnos la misericor- petición no es oida prontamente, sino que debemos por el contrario
dia de Dios, provocan su justicia; lejos de merecernos sus gracias, perseverar en la oracion con una coustaneia cada vez mayor ¡2).
Porque, como observa igualmente S. Juan Crisiistomo, uuestra i n -
llamau sobre nosotros sus castigos. Sin embargo, ¡desgraciados, des-
sistencia acaba por alcanzar lo que podría negarse á nuestra i n d i g -
graciados d e aquellos q u e , soberbios delante de los hombres, no s a -
nidad. La f e , la h u m i l d a d , el respeto y la confianza preparan las
ben humillarse ni aun en la presencia misma de Dios! Llegara u n
gracias, mas la perseverancia es la única que nos las alcanza. El
tiempo en que esos espíritus orgullosos, d e s p r e c i a d o s sacrilegos d e
corazon de Dios se mueve por la humildad, pero solo se vence por
la Majestad Divina, se verán humillados y cubiertos d e una horrible una santa importunidad. Esta es una verdad q u e Jesucristo nos
confusión y de un oprobio eterno ; l). había y a revelado {3).
En tercer lugar, Jesús, sin embargo de humillarse así, principia
sil oración con esta invocación : tr ¡ Padre mió I ¡ Padre mió I Abba, Así como la pobre esclava, sirviéndome de la comparación del
Polar mi! » Es decir q u e aunque ora con la humildad de u n p e c a - Profeta, tiene las miradas fijas en su buena señora, d e quien elia
espera pacientemente y en silencio su alimento, así nosotros d e b e -
dor, no por eso olvida la confianza ni el amor q u e debe inspirarle su
mos tener siempre fijos los ojos en nuestro Dios y Señor, y dirigir
cualidad de Hijo de Dios, d e H i j o m u y amado d e s u Eterno Padre (2).
á é l nuestra esperanza y nuestra oracion, hasta tanto que se digne
V de este modo nos enseña que, así como el ave no puede heuilir los
tener piedad de nosotros 11).
aires sí no está sostenida por sus dos alas á la vez, así la oración no
puede elevarse hasta Dios, si al dirigirla el hombre, no reúne a la Si, esa mirada de respeto y de confianza, d e humildad y de
humildad de pecar la confianza de hijo de Dios. I.a humildad es en amor, espresion sincera de la confusion y del dolor que nos causa
nuestra miseria y del deseo q u e tenemos de ser consolados; esa
ella la base, y la confianza es el sosten. Esta es la razón por que
mirada que, sin la mediación de los labios, h a r á que se oiga en el
Santiago nos "dice que no debe dudarse por instante q u e se alcan-
corazon de Jesús el grito de. nuestro corazón, recibirá muy pronto
zará de nn padre tan bueno lo que se le b a y a pedido (3); y por esto
una respuesta. El corazon d e Jesús, tan lleno de amor, no resiste
mismo nosasegura el Salvador q u e la fe y la confianza son la condi-
por mucho tiempo al espectáculo de nuestra humildad y de nues-
ción esencial paro obteuer de una manera cierta los favores q u e pi- 1ro dolor. ¡Vuestra oracion le apiada, le enternece y le hace descen-
damos al Padre celestial (4). Y esto se comprende fácilmente, p o r - der hasta la compasión. Él nos volverá mirada por mirada, amor
que en efecto, del mismo modo que si la confianza no estuviera por amor, y , según la promesa solemne q u e él nos ha hecho, e n -
acompañada de. la humildad, 110 seria otra cosa que presunción, así contrarcmos lo que buscamos, alcanzaremos lo que pedimos, y la
también la humildad q u e no estuviera sostenida por la confianza 110 puerta de los cielos, á la que hayamos llamado con una santa insis-
seria otra cosa q u e envilecimiento. Es necesario pues presentar á tencia, nos será abierta (s).
Dios u n espíritu profundamente bnmillado q u e se crea indigno de
todo, pero es necesario presentarle al mismo tiempo un corazon
( 1 ) Oravit leí-tic, curadera sermouem diecus. (Matllt.)
lleno do tierna coniiauza que lo espere todo d e su bondad. (2J Habes p e r s e v e r a n t e documenlum : ni si primo non exaudiaris, a b oralicoe
non delicias (/" P.Í.FL,Mamit.)
( 1 ) Q u i eontemnont m e , eranl ignobites. ( I . H'g- 2 . ) (3} Volt ü e u s rogar!, et quadam imporlnnilate vine!.
(2) Mauifeslaus devolioncm quasi dilectos et complaceos. (CrimUm*-« "«"''•> ( 4 ) Sieut oeuli aneilla? iu manibus domiux- su¡e, ila oculi noslri ad D o m i ü u m ,
(3) Postule! aulém in fide, btesilaos. (Jac. 1 . ) doñee miserealurnoslri. 122.:

( * ) Urania q u i c u m q u c orantes pcletis, e n d i t e quia aeeipietís, et evement volas ( 5 ) I'etite, etaccipielis;(juerite, el iuveuielis; púlsale,et|aperieturvobís. {[Siqílli,)

(.Vare. 11.)
SHtl VDl PAUTE. la ambición y la codicia, para asegurar a nuestro cuerpo algunos
Ms de una felicidad efímera, nos fatigamos de día y v elamos de
Una de las causas q u e afligen tan profundamente al Señor en el S S n 1 b a r g
' r ° ' ' " í , n t ° S d i S g U s t o s ^ . m e n t a m o s , cuántos
huerto d e Gethsemani, e s , dice S . Gerónimo, la previsión que tieue 1 un, Ilaciones devoramos en silencio, cuántos desprecios sufrimos,
de la caída de sus discípulos (x). y sin embargo ¡ó ingratitud, ó frial- cuantos sudores derramamos y á cuántos sacrificios penosos nos ve-
dad de los apóstoles 1 esclama S. Ambrosio. Ellos duermen profun- mosobbgados a condenarnos! Y sin embargo jamás llegamos á en-
damente su sueño, y no tienen cuidado alguno de orar por sí mis- contrar algunos instantes para aplicarlos á la oración, á fio de ase-
mos, en tanto que su Divino Maestro ora por ellos, y por ellos se gurarnos una vida inmortal, una felicidad eterna (1)
baila poseído de. la tristeza y del dolor (2). ; C o s a sorprendente! Es verdad que el sueño de ios aposteles es raas bien el resultado
Jesucristo llevaba entonces á efecto aquel esceso de infinita miseri- d e a flaqueza que el de la desobediencia; y que procede m a s bien
cordia, del que estos m i s m o s discípulos le habían oido hablar en el de la enfermedad de la naturaleza quedel desarreglo de la voluntad
Tabor con Moisés y Elias, y sin embargo no fijan en ello la a t e n - Mas estas escusas no tienen valor alguno cuaudo el alma está en
ción. La víctima se prepara por sí misma para el altar en que debe peligro, cuando la salvación eterna se halla comprometida. ; u ' si-
se hubiera tratado de un peligro imprevisto que hubiera a , n e n a -
ser inmolada por ellos, y e.llos no piensan siquiera en ella. El sacri-
*ado sus v i d a s , los apóstoles hubieran triunfado seguramente
ficio principia, y ellos 110 se inquietan ni se alteran, como si este
de esla flaqueza que les parecía invencible. Si ellos se hubieran
sacrificio no tuviera relación alguna con ellos. Jesús obra su
visto sorprendidos por los j u d í o s , se hubieran reanimado h u -
reconciliación y su salvación, y ellos no toman interés alguno en
bieran pedido socorro y el amor de la vida hubiera disi-
ella. El momenlo de la tentación que les h a sido anunciada se pado en ellos aquella somnolencia que Ies parecía invencible. l o
aproxima, y ellos no se preparan para resistirla. Estos mismos mismo „os sucede á nosotros. Si tuviéramos un verdadero interés,
apóstoles, observa Teofilacto, q u e pasaban toda la noche echando por nuestra salvación eterna, luciéramos por el alma al menos tanto
inútilmente sus redes al m a r cuando se trataba de adquirir el ali- como lucernos por el cuerpo. Ved euáuta actividad, cuántos r e c u r -
mento del cuerpo, no p u e d e n velar una hora ni pueden orar ahora sos desplegamos cuando nuestros placeres son contrariados o n u e s -
que tienen necesidad d e auxilio y d e fuerza para su alma '3). tros intereses se hallan amenazados. Todo lo vencemos, de iodo
triunfamos, n a d a nos es imposible cuando se trata de. los bienes
¿Mas por q u é a d m i r a r n o s de la ceguedad de los apóstoles ? ¿ > ó es
del mundo o de las ventajas del cuerpo. L a indolencia, el enfado, el
su frialdad una imagen fiel de la nuestra ? líodeados de peligros por
disgusto y el sueño no se apoderan d e nosotros sino cuando se trata
todos lados, amenazados p o r enemigos numerosos, dominados por
de las cosas de Dios y de la salvación de nuestra alma. No tenemos
toda clase de pasiones, asaltados por todas las miserias de la n a t u -
dificultad en disipar los años en negocios inútiles, en juegos, en
raleza culpable, descuidamos nosotros también, dice S. Bernardo, vanas diversiones ó en partidas de recreo, y no queremos" inver-
nuestros intereses espirituales y nos dormimos en una loca seguridad, tir un dia, una hora ni un momento en el gran negocio de la e t e r -
como si gozásemos de los privilegios de la naturaleza inocente (.i¡. nidad.
P a r a agradar al m u n d o , para contentar la carne, para alimentar
Pero Jesucristo no deja á los discípulos tranquilos en su sueño.
(1) TiífwhalurDoimnus propler scandalum iliscipiilormo. (/n 2G Sloldt.) Tres veces va á visitarlos, y tres veces los hace salir de este sueño
(2) Dormiuul, el nHCHinl dulcir pro quihtis doleliat Chrislus. (Lió. 10. funesto, precursor de una caída mas funesta todavía, Pues bien, la
22 l.uc.) bondad de Dios tiene con nosotros la misma conducto. Él no per-
(3) Per lolam noeleni vigiiai corpori, qui nuinnc per horam v igilare non poleít. mite q u e nos durmamos tranquilamente en la tibieza y en el pecado.
(¡n 14 Ulirc.)
(4) IVos rniseri el miserabiles, lol insurgeulibus iniuiicis, perniciosa negligenlia
dormilarnns; pigri ad spiriluaiia exercilia, perinde bac si jaui pax sil alqne secu- (1¡ Per lolaui nociera vigila! corpori, qui auiute per horam vigilare non
rilas. (Serm. 11, de S. And.) poics,. . -i" : ' '
V. DE 11, III. ' ¡
Él n o s v¡sita con Frecuencia por m e d i o d e las d e s g r a c i a s , las h u m i - presente, n i m i e d o del p o r v e n i r , y firmes é i n m o b l e s en n u e s t r a e s -
llaciones v las e n f e r m e d a d e s ; el detiene el curso d e n u e s t r a s p r o s -
peranza, iremos á reposar p a r a s i e m p r e y á d o r m i m o s gozosos en el
peridades', c o n t r a r i a nuestros designios, hurla n u e s t r a s intrigas y
seno d e Dios, q u e n o s a d m i t k á á los goces d e s u s bienes eternos.
d e r r a m a la a m a r g u r a en n u e s t r o s placeres, n o s reconviene, p o r
m e d i o de los r e m o r d i m i e n t o s ocultos d e la conciencia, nos ame-
d r e n t a con la certeza d e la m u e r t e , la s e v e r i d a d d e s u s juicios y el
h o r r o r d e s ú s castigos; y d e este m o d o nos e s t i m u l a i q u e velemos
y o r e m o s : Vigilóle et órale. Mas nosotros, h o m b r e s . d e intereses y
d e placeres, s e m e j a n t e s a los apóstoles, q u e d e s p e r t a d o s p o r J e s u -
cristo, vuelven á caer en s u s u e ñ o , nosotros no saendimos u n i n s -
t a n t e el entorpecimiento de n u e s t r a a l m « , sino p a r a a b a n d o n a r n o s
á u n letargo m a s p r o f u n d o , q u e n o s hace olvidar e n t e r a m e n t e n u e s -
tros intereses espirituales (I).
¡ A y ! llegará sin e m b a r g o el m o m e n t o , en q u e el p e c a d o r , q u e h a
d o r m i d o su sueño d u r a n t e su v i d a e n t e r a , despertará al fln; este
m o m e n t o terrible es el d e la m u e r t e . ; Oh ! ¡ q u é confusion r e i n a r á
entonces en su espíritu I ¡ q u e agonía d e s g a r r a r á su corazón I ; c ó m o
se a b r i r á n s u s ojos sorprendidos I ; c ó m o c a m b i a r á todo de aspeelo
al su a l r e d e d o r ! ¡ cómo se a g i t a r á todo su s e r p a r a asir el tiempo
q u e se le e s c a p a , ó p a r a o b t e n e r la g r a c i a q u e le falta y e n c o n t r a r
l a esperanza q u e le a b a n d o n a [ 2 ; !

Salgarnos p u e s , h e r m a n o s mios, d e este s u e ñ o f u n e s t o en q u e


estamos s u m e r g i d o s : l't quklsoporcdeprímeris? J o a n n . 1. P r e -
v e n g a m o s e s e despertamiento t e r r i b l e d e la m u e r t e q u e n o s descu-
b r i r á t o d a la « t e n s i ó n d e n u e s t r o s deberes, p e r o q u e n o s constituirá
en la imposibilidad de cumplirlos, q u e éstenderá a n t e n u e s t r o s ojos
el sombrío c u a d r o d e n u e s t r a v i d a , p e r o q u e n o nos d e j a r á tiempo
n i f u e r z a p a r a corregirla.
Seamos dóciles á la voz t i e r n a d e Dios, q u e n o s l l a m a a h o r a á la
resurrección del perdón : Surge, et invoca Deum tmm. ¡IbW.) A
fin d e q u e p o d a m o s librarnos d e oir la voz terrible d e este mismo
D i o s q u e nos m a n d a r á resucitar p a r a el castigo. C a m i n é m o s á a u -
m e n t a r el n ú m e r o d e esos dichosos y Heles siervos q u e v e l a n , oran
y t r a b a j a n en el g r a n negocio d e la salvación |3). Si, como ellos,
s o m o s v i g i l a n t e s d u r a n t e la vida, n o s e n c o n t r a r e m o s en el m o m e n t o
d e la m u e r t e sin r e m o r d i m i e n t o s d e lo pasado, sin turbación en el

(1) Dormieronl somnum sunm viri iliviliarum. i' 1 -. 75.)


(2) Evigilabunt, etAiliil invenertml. ( 0 « t . 12 e! 75.)
(3) Beati servi itli, quoscum vencí it Dominus iiiveiteril vigilantes.
á glorificar á D i o s : Accede! homo mi cor allUm, et exaltohilvr
Deus.
En efecto, n o solo n o s reveló Jesucristo en esta oracion los miste-

CONFERENCIA QUINTA. rios d e su p e r s o n a ; no solo n o s d e m o s t r ó c l a r a m e n t e , c o m o ya hemos


visto, q u e el era v e r d a d e r o h o m b r e , v e r d a d e r o Dios y S a l v a d o r del
m u n d o ; sino q u e , t o m a n d o á su cargo n u e s t r o s intereses d e u n a m a -
I,n O r a c i ó n e n e l I l l i c r l o c o n r o l a c l o o a l Hombre. n e r a especial, n o s p r e p a r ó en ella, c o m o veremos hoy, u n a e n s e -
ñanza q u e o r d e n a nuestros afectos, u n auxilio q u e n o s a n i m a en
n u e s t r o s t e m o r e s , y u n apoyo q u e a u m e n t a n u e s t r a fuerza y nues-
Acctdtl homo ad cor irltam, el tzttllabilur
tro valor. P r o c u r e m o s pues descubrir estas r i q u e z a s n u e v a s q u e la
Deui.
misericordia d e n u e s t r o S e ñ o r ha encerrado en su o r a c i o n , á fin d e
El lumbre se elevará A la altura de su eororou.
; liles será glorificado. q u e , a p r o p i á n d o n o s l a s , p o d a m o s elevar nuestro corazon hasta Dios,
:l'¡alm.G3.i
y p o r este medio, sea Dios glorificado en nosotros y por n o s o t r o s :
Aceedet homo ad cor altvm; et exultabitur Deus.

Increíble parece á p r i m e r a a isla q u e volviendo Jesucristo s e g u n d a


PISIMERA PARTE.
\ tercera vez al H u e r t o p a r o o r a r , n o hiciese m a s q u e r e p e t i r s u
primera oracion c o n las misuias p a l a b r a s q u e a n t e s (1,1. P o r - Es necesario n o c o n f u n d i r n u e s t r o s vicios cor. n u e s t r a s pasiones,
que, ¿esposible que la sabiduría ¡ a c a m a d a , ai o r a r s e g u n d a y n i n u e s t r o s pecados con n u e s t r a s e n f e r m e d a d e s . Miestras pasiones
tercera vez á s u P a d r e E l e r n o , n o e n c o n t r a s e n a d a n u e v o q u e de- 110 son pecados, a u n c u a n d o sean el origen d e todos los pecados.
cirle en un m o m e n t o t a n s o l e m n e y t a n misterioso en q u e iba a in- Í H a y en ellas a l g o d e i n o c e n t e y d e legitimo, y al m i s m o tiempo
m o l a r s e por la salvación del m u n d o ? ¿ Es posible q u e no pudiese m u - algo de m a l o y d e i n j u s t o . La r e p u g n a n c i a al dolor, á 1a pobreza y
d a r las p a l a b r a s d e s u oracion, n i a ñ a d i r o t r o s p e n s a m i e n t o s m a s a la d e s h o n r a , y el h o r r o r ¡i la m u e r t e , son sentimientos n a t u r a l e s
elevados, otros sentimientos m a s sublimes y m a s d i g n o s del Dios á q u e hacen a p a r e c e r n u e s t r a flaqueza, sin h a c e r n o s viciosos. P o r el
quien se d i r i g e n , y d e la alta misión q u e e n t o n c e s c u m p l i a ? c o n t r a r i o el a m o r d e los placeres y de. la vida, el deseo de las rique-
; A h í dice S . A g u s t í n , Jesús d e f e n d í a e n t o n c e s nuestra causa y zas y d e la g l o r i a , • c u á n t o s d e b e r e s no nos hacen o l v i d a r 1 ¡ C u á n t a s
n o ' l a s u y a . S o h a b l a b a e n t o n c e s c o m o H i j o d e Dios, sino c o m o leyes no se i n f r i n g e n por seguirlos I ; C u á n t a s intrigas no se t r a m a n I
; C u á n t a s i n j u s t i a s y c u á n t o s p e c a d o s no se c o m e t e n 1 El corazon h u -
l i e d e n t o r d é l o s h o m b r e s ; y como esta o r a c i o n e r a l a única q u e
m a n o desciende e n t o n c e s á t o d a s las b a j e z a s y se s u m e r g e en las
convertía á los h o m b r e s , y él no la hacia sino por ellos, poco le i m -
p r o f u n d i d a d e s del d e s o r d e n . E s necesario pues aplicarse, n o á a b o -
p o r t a b a q u e s u s p a l a b r a s ocultasen é h i c i e s e n o l v i d a r su D i v i n i d a d ,
lir estos pasiones, sino á r e p r i m i r l a s ; no á destruirlas, sino á o r -
el solo t r a t a b a de h a c e r n o s p a r t i c i p a n t e s d e su misericordia, a u n a
d e n a r l a s ; á fin d e q u e el corazón n o traspase los limites del d e b e r ;
espensas d e s u M a j e s t a d (2).
q u e n o s e a d h i e r a á lo q u e r e p u g n a á la justicia y á la s a n t i d a d ,
M a s , este o s c u r e c i m i e n t o d e su g r a n d e z a solo f u é a p a r e n t e y m o - sino q u e por el c o n t r a r i o se eleve del a b i s m o d e la miseria á la al-
m e n t á n e o , pues,, en r e a l i d a d , por esta oracion t a n sencilla y t a n t u r a d e Dios (1).
h u m i l d e , el corazón h u m a n o , s e g ú n la profecía d e D a v i d , recibió
u n nuevo vigor, se elevó sobre Ios-flaquezas y las miserias d e la hu- Así p u e s , dos s e n t i m i e n t o s diversos, dice O r í g e n e s , son los quo

m a n i d a d , y esta gloria del h o m b r e c o n t r i b u y ó admirablemente dominan al h o m b r e c r i s t i a n o en los s u f r i m i e n t o s , en las h u m i l l a -


ciones y en la m u e r t e . E n p r i m e r l u g a r , él esperimenta la r e p u -

(1) Ilertitn secundo abiit et orav it, enmdera sermoutm tlicens. (Mullí'-)
(2) Oceullus Deus deoruin voces e d e t a l magis e v á a r i t a l e riostra q n a c i e s roa- ( I ) Acedei h o m o a d e o r a l l u m , et esallabilur Deus.

jeslnle sua (Traci. 109. i" Joan".)


gnancia, porque es hombre, revestido de uua carneflaca,y este sen-
timiento le es común con todas sus flaquezas ; mas en segundo tras. Yo era. dice S. Agustiu, erais vosotros, e r a n todos los rniem-
b r o s q u e compouen el cuerpo de la Igicsia, éramos nosotros todos los
lugar, porque es cristiano, se siente inclinado á aceptar estos males
que por boca de nuestra cabeza pedíamos con instancia 110 beber la
ron una piadosa resignación, en el caso de que Dios se sirva man-
copa de los sufrimientos. Jesus no hizo otra cosa q u e espresar la
dárselos ó permitirlos (1 ).
miseria de n u e s t r a enfermedad de que se había revestido ( 1
lista doctrina t a n bella, que está de acuerdo con la naturaleza y
Al prorumpir en este acento d e dolor, se coloco e n iugar nuestro.
la razón, y que arregla todos nuestros sentimientos, está contenida
Mas, si él se hubiese concretado á estas palabras, se nos hubiera
evidentemente, dice el venerable B e d a d e acuerdo con S, Gregorio,
asemejado demasiado ; él no hubiera dejado ver m a s q u e la h u m a -
cu l a oracion del Salvador. Jesus habló el lenguaje de nuestra e n -
n i d a d , y h u b i e r a sido impotente p a r a salearnos. C u a n d o a ñ a d e :
fermedad, al mismo tiempo que el de su virtud ; él nos enseñó q u e ,
llágase vuestra voluntad, y no la mia, nos llama á q u e nos colo-
si nos vemos a b r u m a d o s por las tribulaciones ó l a tristeza, p o d e - quemos en so lugar. Después de h a b e r s e b a j a d o h a s t a nosotros, eu
mos pedir que este cáliz de a m a r g u r a se aleje, de nosotros, porque cuanto Ic era posible, nos tiende una m a n o amiga p a r a elevarnos
somos débiles ; pero q u e debemos al mismo t i e m p o , en cualidad de hasta él (2). Después de h a b e r hablado nuestro lenguaje, nos cuseña
cristianos, estar prontos á someternos á la voluntad de nuestro á hablar el suyo, y mientras que ejerce las altas funciones de nuestro
Criador, a un c u a n d o esté en oposicion con la nuestra (2]. intercesor p a r a con s u P a d r e , 110 olvida que es también nuestro
E n efecto, c u a n d o Jesus esclama : ¡ Pariré mio, pase de mi este Maestro [3;.
cáliz! espresa la repugnancia que el h o m b r e espcrimcuta n a t u r a l -
Esta oracion sublime es pues un ejemplo, u u a lección que Jesus
mente en presencia de los sufrimientos y de la m u e r t e . Mas cuando nos da p a r a a r r e g t a r nuestros sentimientos ; pero también es u n con-
a ñ a d e : llórase vuestra voluntad y no la mia, nos muestra la vo- suelo q u e nos ofrece en nuestras aflicciones y c i r n u c s t r o s terrores.
luntad de Dios como la única j u s t a y s a n t a , y nos la señala como el P a r a c o m p r e n d e r bien esto, es necesario observar que desgraciada-
limite contra el que el océano de nuestros deseos y de nuestros t e - mente n o todos los cristianos llevan la perfección hasta el p u n t o de-
mores debe q u e b r a n t a r el orgullo de sus i r r i t a d a s olas. gloriarse de la pobreza y de los oprobios como los apostóles, de
Él espresó pues los sentimientos d e n u e s t r a h u m a n i d a d ; pero suspirar por los padecimientos como los mártires, ni de sentir eu
contenidos en los limites del deber, y s u b o r d i n a d o s á la voluntad los brazos m i s m o s de la m u e r t e , u n s a u t o gozo, como el que h a n
de Dios ; él habló el lenguaje de nuestra flaqueza, pero unido al de esperimentado los santos. La m a y o r p a r t e de los fieles, aun e n t r e
su virtud. Él nos enseñó, dice S. J u a n Crisòstomo, que la v o l u n t a d los m a s e x a c t o s observadores de la ley de Dios, se sienten flaqnear
'.ajo su y u g o , y sufren con t r a b a j o sus p r u e b a s . L a paciencia en las
D i v i u a d c b e e n t o d a s las cosas hacer callar la n u e s t r a ; que ella debe
adversidades está unida siempre al deseo d e v e r cuanto á n t e s el tér-
triunfar de todas la repugnancias ; que ella debe f o r z a m o s , á despe-
mino d e ellas. Su resignación a la muerte va ordinariamente acom-
cho de los vanos g e m i d o s de la naturaleza, á someternos á la severi-
p a ñ a d a de u n miedo y u n temor que la h a c e dudosa é imperfecta.
dad de los juicios de Dios, y á aceptar las tribulaciones, las ignomi-
Ved aquí pues, dice S . Agustín, u n nuevo secreto amoroso q u e
nias, las cruces y la m u e r t e , a u n cuando estemos adornados de la
Jesucristo encerró en su oracion. Al manifestar v o l u n t a r i a m e n t e
santidad y de l a i n o c e n c i a , y nos parezca que no las merecemos (3).
u n a flaqueza semejante á la que tienen la m a y o r p a r t e de los niietn-
Estas p a l a b r a s : Pase de mi este cáliz, no son s u y a s , sino núes-
( I ) Proprium est hominis fidelis : primum qnidem ootle pati, quia carnali*
Lomo e s t . si aoiem Heos sic voluerit, acqoiescere, quia Cdelis est. (li Molili.) (1) Sed quid nisi infirmitalem nostrani porlabut ? L'ode erat ¡Ha vox ? Meuibro-
¡ (2! Iolirmilatis io se vocem sompsit, ut, cum hoc imoiioel qued fieri notuious, rom ipsios erat, non capitis. Divil de me, de ¡lio : coi-pos suuni gerebat, id est
Ecclesia m. (in Pt. 21.)
sic per infirmitatem petamos ut Iranseat, quateauB per foi litujiuem parad sintiis
ut voluntas Conditoris nostri, edam contea uostram volontatem, fiat. (:lturai. Uh. (2) Aeesict homo ad cor alluni.

12. e. 3 . ) (3) Non est dedignatus loqui veiitis nostris, ut nos toqueremur verbi, snis.
(la Pjat. 30.) Ila se Palei ejfhiliere voloit pi-ccatorem, ut Dieminerit se ooslrom
(3) Esemplo suo docet, eliam abbonente et reoiteute natura, Deuni esse se-
esse d'<etomm. (T'utl. ] 0 ¡ . iá Jornia.)
qoendum. Iltornii, s i . in MaHh.)
H) LA ORACION EN EL HUERTO

bros do su Iglesia, quiso consolarlos y fortificarlos. Quiso darles á


entender que, aunque débiles en los sufrimientos y tímidos ante la « o debemos pues entristecernos, ni encontrarnos lan débiles y
muerte, no deben por eso creerse pecadores reprobados por Dios, tan tímidos en presencia del dolor y de la muerte. A la manera que
ni desesperar de su salvación eterna i r . Él quiso también, añade un padre, lleno de amor á sus tiernos hijos, diciendo algunas veces
S. León, usar en esta oracion el lenguaje de nuestra débil n a t u r a - hasta ellos, repite las palabras á medio formar que su lengua co-
leza para hacerse el defensor d e nuestra miseria y de nuestro t e - mienza á pronunciar, y a p a r e n t a balbucear con ellos, como pora
mor (2). convencerles de q u e su ignorancia y su niñez no les hacen perder
¡O misterio de bondad, rasgo afectuoso de la misericordia del Dios nada de su ternura ni de su a m o r ; así Jesucristo, manifes-
Salvador! El que en cualidad de Hijo de Dios podía, dice S. A m - tando á su Padre nuestra repugnancia y nuestros temores, nos
brosio, disponer de doce legiones d e ángeles para rechazar lejos de h a demostrado q u e estas flaquezas no nos perjudican i los ojos de
sí la pasión v la muerte, quiso mas bien salir al encuentro de ella Dios, ni nos hacen indignos de su misericordia y bondad : que ellas
con toda la tlmülez del hombre. Quiso mas bien mostrarse miseri- no son un defecto, supuesto que él mismo quiso esperimeutarlas;
cordioso q u e invencible; quiso mas bien cuidar de nuestro con- que por el mismo hecho d e sujelarse á ellas, las había declarado
suelo, que de su gloria; quiso mas bien asemejarse á sus ovejas, inocentes; (pie al manifestarlas con sus palabras, las habia santifi-
q u e a b a n d o n a r l a s : quiso m a s bien ser mirado como la mas débil cado. Podemos pues solicitar c insistir en que se nos dispense de
de ellas, que verlas turbarse y desesperarse por la flaqueza y por el beber el cáliz del dolor. Jesucristo no puede, condenar una súplica
temor i3';. Cuando él e n c i m o en el seno de una Virgen, podia to- que él mismo hizo. Porque si al vestirse de nuestra carne, la divi-
m a r indudablemente la naturaleza de los ángeles, pero no lo hizo; nizó, justificó igualmente esta súplica al dirigirla á Dios su P a d r e ;
él se vistió de la naturaleza h u m a n a (4), y descendió hasta el Ínfimo y estas p a l a b r a s : Alijad de mí este cáliz de amargura, se purifi-
grado de la escala de las criaturas inteligentes, que es el hombre, caron de lal modo al pasar por su boca divina, y salieron de ella
porque después de él se encuentro el bruto. Asi es que, cuando oró tan santas que nosotros podemos repetirlas sin temor de ofender la
cu el Huerto, no se valió, como podia hacerlo, del lenguaje sublime virtud mas pcrfccla.
de las almas heroicas; sino q u e prefirió el lenguaje tímido de las ¡Sea pues esto un motivo de consuelo p a r a nosotros! Aun cuando
almas débiles, y descendió hasta la última grada de la escala de las nuestra resignación en las penas de la vida seo tan débil que d e g e -
almas j u s t a s ; porque mas abajo no hay mas que el pecado. Lo nere muchas veces cuasi en impaciencia; aun cuando nuestra in-
mismo que los cristianos mas tímidos, se turbó voluntariamente á sensibilidad no siempre pueda abstenerse, de quejas y de m u r m u -
vista de la muerte, y de este modo, observa S. Agustín, consoló á raciones ; aun cuando nuestros sacrificios ofrecidos con una mano
los que se hallan poseídos de una tristeza y de una turbación invo- trémula, regados con nuestras lágrimas y cumplidos entre la exigen-
luntaria en medio d e los sufrimientos y d e las angustias del último cia del deber y la rebelión de la naturaleza, sean del número de
combate (-5). aquellos en que parece que la víctima se resiste bajo la mano que la
i n m o l a , sin embargo Jesucristo los ha unido al suyo, por mas
(1) lufirmos ¡n siio corpore, b o c rsl in sua Ecelesia, voluntaria similitudinc que sean de poco v a l o r ; él los h a ofrecido en sí mismo á su
rnfirmilalissuieestcunsotalus; ul si q u i c o r u m , mni-teiniminenle, t u r b a n t u r s p i r i l n ,
P a d r e ; él ha realzado el mérito de la resignación q u e los acompaña ;
tpsum mliiraruur, tice, Itoc ¡pao, se repróbalos repúlanles, pejore desesperaliouis,
tnorlesorbeanlur. (Ja Joma. traer. 60. ¡
él los ha hccho dignos de la aceptación d i v i n a ; y elevando de este
(2) Nostne ulitur voce naturio; oausam ágil inCrmitalisel Irepidaliouis a o s l n e .
modo ei hombre hasta Dios, ha hecho que Dios se glorifique y se com-
{Serm.ln.) plazca en el hombre.
' 3 ) Ctii polerant plitsquam duodeeint Angélica? servire legiones, maluit nosfrnm Pero no solamente somos ignorantes y tímidos, no solo tenemos
sttseipere tormidinci» (¡uani suant ovcrrvre potestalero. (J}¡>. 10. bt Luc.) necesidad de instrucción y de fortaleza; sino que necesitamos tam-
(i) N u s q a a m Angelos appreliendil, s e l semen A b r a h í e . (Hebr. 2.) bién un auxilio para aumentar nuestras fuerzas y nuestro valor.
( o ) Quando lurbalur qui non íurbaltir nisi volens, ettm consolalus est qui
Porque tal es la condición h u m a n a , dice S. León, que el hombre
Inrbatur et nolens. (Jj.c. cit.)
no puede elevar su corazon, si Dios no baja ci suyo hasta é l ; el
4.
hombre 110 puede subir háéia Dios, si Dios no desciende hasta él ; el primer hombre tenia en los bellos dias de su inocencia : él nos
y solo á ese precio infinito es como podemos volver á colocarnos en dejó las cicatrices de nuestras autiguas Hagas, para que pudiésemos
el lugar de donde caímos. El hombre no hubiera podido jamás s o l - recordar que habíamos sido heridos mortalmente. Él no nos eximió
ver de la impiedad á la justicia, de la miseria á la eterna felicidad, de los primeros movimientos de las paciones, pero nos alcanzo la
si el Justo por escelencia 110 hubiera descendido personalmente gracia de someterlas al deber, de rechazar sus a salios, de contener
bástalos impíos, si Aquel que es esencialmente dichoso no se h u - su violencia y de abreviar su duración, con la coudicion única de
biera inclinado tiernamente hasta los desgraciados (1). Este es el que nos uuiésemos á él é implorásemos sus auxilios. i)e aquí se si-
gran beneficio que nos hizo la oracion del Salvador. Aunque esta gue evidentemente, continúa S. León, que la misericordia de Dios,
oracion es humilde y sumisa, es eficaz, y de un valor infinito. Por personificada en Jesucristo, curó las pasiones de nuestra mortalidad
ella nos ha enseñado Jesús el modo de contener nuestras pasiones al esperimcntarlas el mismo, y que la virtud de Dios curo nuestra
en sus justos límites, y nos ha dado fuerza para ello; ella nos flaqueza dignándose revestirse de ella (1).
ha mostrado la voluntad de Dios, como la ley suprema ante la q u e S.-Agustín, admirado de la tristeza y de la repuguaucia que Jesús
todas las frentes deben inclinarse, todo orgullo humillarse y toda manifiesta en su oración, esclama dirigiéndose a é l : « ¿ Q u é es esto,
repugnancia sacrificarse; y al mismo tiempo nos h a alcanzado los Diosmio ? ¿cómo rae raandais en vuestro Evangelio que no m e a b a u -
auxilios y las gracia 1 ' necesarias para poder conformar á ella la doue al desaliento ni al temor, cuando veo que vuestra misma alma
nuestra. se t u r b a y se abate (2 ? ¿Cómo podrá mi flaqueza soportar el peso
En efecto, S. Pablo nos enseña que al someterse Jesús v o l u n t a - de la tribulación, cuando veo que vuestra inisma constancia retro-
riamente á nuestras tentaciones y sufrir nuestras enfermedades, ad- cede quebrantada ante ella (3) ? ¿Puedo yo esperar que conservaré
quirió, en cuanto hombre, el derecho particular, el poder especial un carácter firme y sólido, cuaudo vos mismo, que sois la piedra
de socorrerá los que, como él, se ven afligidos por las tentaciones ; angular de todo el edificio cristiano, manifestáis sucumbir ( 4 ) ? «
!n quopassus est ipseet tentatus, polens est et, his qui iéñtantur En seguida el Santo Doctor pone en boca de Jesucristo una r e s -
auxilian. (Hebr; 2.) Esto supuesto, dice S. León, el Salvador no puesta formulada en estos términos: « Débil mortal, estas palabras:
tomo de las pasiones humanas mas que lo que hay en ellas de natural Pase de mi este cáliz, son la espresion de tu flaqueza, salida por el
y de inocente, para prevenir y corregiren nosotros lo queellas tienen órgano de. mi boca; y porque esta palabra de tu flaqueza ha pasado
de culpable y de injusto. De modo q u e al esperimcntarlas en sí, las por mis labios, has adquirido el derecho de pronunciar estas otras:
curó en nosotros, y al participar de ellas, se hizo él mismo su reme- Hágase la voluntad de Dios, que son la espresion de mi fuerza. Al
dio; y del mismo modo que al hacerse esclavo nos alcanzó el título revestirme pues de tu miseria, te he provisto de fuerzas para que
de señores, al tomar la forma de pecador nos alcanzó el mérito puedas andar y correr; al tomar, como lo he hecho, ese espanto q u e
de justos; sus penas nos alcanzaron la alegría, sus humillaciones la te hace temblar, he trasladado á ti mi virtud, á lin de que te resig-
gloria, y su muerte la vida eterna. Así es que tomando nuestros nes, te eleves sobre ti mismo y puedas triunfar (ó).» S. León su-
temores y nuestra repugnancia al dolor, nos hizo participantes de pone igualmente que Jesucristo responde en estos mismos términos
su virtud y de su fortaleza, y aparentando imitar nuestra flaqueza
y nuestra inconstancia, nos alcanzó la gracia de vencerlas (2). Es (1) Passiones morlaliiaiis n o s i r » ob Loe misericordia subiil, ut sanare!; o!» iioc
verdad que no nos restituyó á aquel estado de sanidad perfecta que virlus recepit, ut viucerct. (ó'crm. / , / / . )
(2) Q u u i n o i o uuu t u r b a n jubes animam m e a m , si lurburi video animara

(1) Hnmilitas divinatis nosJra proveclio est. Nos Unió redimimur prclio. Q u i s (uam ?
enim H|> impietatead justitiam, a miseria ad beatitudincBí <jssel reversos, nisi J u s t a s (3) Qnomodo sufferam quod grave tanta formitas senlit?
ad impíos, e t B e a t u s inclinaretur ad miseros? ( S e r m . J.) (4) Quomodo fuudanieiitum q'i»ram, si Petra sucura¡>il ? ( T r a c I . 52 in Joan.)
(2,; Vurbisquamdam fuioiidioem proíitenlibus, u o s t n t iufiimiiatis efféctus p a r t i - (¡ü) Audisti in me vocem iníirniitalis t u » ? Audi in te voc*m fortitudiúis m e « .
cipando curabat. In nobis Dominus nosiro pavore Irepidabat, ut ¡nconslánliam Vires sugiero ut c u r r a s , translero in me quo trepidas et subsleino quo transeas
nostram sna virlute sulidarct. (Scrm. ¡AL) om.I)
S L i . i ORACION E S e l nrEP.ro
CON RELACION AL IIOAIURE. 8 J

al cristiano que tiene horror á los s u f r i m i e n t o s : « ¡ V a l o r ! ¡o hombre,


lugar á los apostóles, despues á los mártires, á los primeros fieles
valor! Yo mismo he esperimentado tus temores, ó fin de que pu-
y en seguida de ellos á todos los santos y á todos los verdadero!
dieses estar seguro de vencer con mi fuerza | i ¡ . » Finalmente S. Hi-
cristianos, establecer el reinado absoluto de la voluntad de Dios sobre
larlo afirma que Jesucristo intercedió por todos aquellos q u e , des-
los ruinas de todos los intereses y de todas las pasiones terrenas, y
pués de él y por su causa, gemirían bajo el peso de ios aflicciones, y
sacrificar al cumplimiento de esta divina voluntad la fortuna, c"l
que el sentido de la súplica que dirigía á su P a d r e era este.: « Y o os
honor, las delicias y la vida misma. Y así como la reproducción'de
pido. Podre mió, que todos mis discípulos beban la copa de amar-
todos los seres, la vegetación de la naturaleza en el mundo material
g u r a , como yo la bebo, sin perder el valor, sin cerrar sus corazones
es todovia b o y el efecto omuipotcnte, el eco prolongado del primer
á la esperanza, sin dejarse abatir por el dolor ni tener miedo á la
fíat, q u e Dios pronunció en el principio de la creación; del mismo
muerte (2}. »
modo la reproducción sucesiva, la propagación no interrumpida de
Pero muy pocos cristianos comprenden la virtud y la eficacia de todas las virtudes en el mundo espiritual es el producto, el eco
estos p a l a b r a s : ; P a d r e mío!« ¡Sí es absolutamente necesario que.yo repetido del segundo fiot, que el Hijo de Dios pronunció en el Huerto
beba el cáliz amargo q u e se me presenta, hágase, vuestra voluntad!;? al principio d é l a Redención.
listo consiste en que ellos la consideran como la espresiou de la con- Por consiguiente, estas sublimes palabras de la cabeza de la
formidad que Jesucristo tuvo deSpnes de u n a larga y penosa lucha Iglesia, son, dice S. León, la salvación d e todo el cuerpo. Estas p a -
dentro de sí mismo, siendo por el contrario la manifestación libre de labras fecundas, así por el ejemplo q u e ofrecen, como por la eficacia
su voluntad que fortifica maravillosamente la nuestra. Asi como el q u e encierran, han sido y serán siempre el origen de la intrepidez
Verbo Eterno, al vestirse, como nosotros, de la carne del pecado, de aquellos que practican lo virtud y la piedad á despee!» de los
conservó su justicia; del mismo modo, al usar el lenguaje d e nuestra sarcasmos y de las persecuciones de los múndauos, lo mismo q u e
flaqueza, conservo su omnipotencia. Asi como el cuerpo del hombre, de aquellon que confiesan la fe á presencia d e los tiranos. De ellas
unido en Jesucristo á la persona del Verbo, se hizo capaz de un procede la fuerza maravillosa que destruye los odios, inspira el
mérito infinito, del mismo modo la voz de la súplica h u m a n a , al perdón de las ofensas, eleva al hombre flaco á la altura de Dios, y le
pasar por su boca divina, adquirió una eficacia infinita. Jesús cs- da el valor suficiente para bendecir al Señor en la tribulación, p a r a
clamando: «Hágase la voluntad d i v i í á , » no es un hombre tímido regocijarse en medio de los sufrimientos, para gloriarse de las
que se resigna, sino un Dios que mar.dacomo señor. El que asi habla ignominias, y saltar de gozo en los brazos misinos de la muerte,
l i t a s palabras poderosas produjeron el celo de losapóslolcs, la cons-
es el mismo Verbo Eterno, que con un solo fial crió el universo, y
tancia de los mártires y la paciencia de las victimas de 1a persecución.
este nuevo f u i l no es menos poderoso ni menos fecundo que el de la
Ellas han formado el consuelo de los afligidos, el valor de las almas
creación. El primero hizo salir del cáos el cielo, la tierra y todos los
tímidas, el fervor de los confesores, la generosidad d e los corazones
árboles cargados de frutos. El segundo crió un cielo nuevo, el cielo
penitentes, y lian sido el escudo de las vírgenes. Estas palabras en
de las almas elevado, una tierra nueva, la tierra de las almas fin han alcanzado la conversión d é l o s pecadores, la perseverancia
débiles, é hizo salir, del seno de la corrupción y de los abismos d e de los justos, la instrucción, la hermosura y la santidad de toda la
pecado, los frutos de todas las virtudes cristianas (3). Esto es tan Iglesia. E n una palabra, ellas han hecho nacer en la fierra todas las
cierto, que despues que Jesucristo pronunció en el Huerto estas ma- gracias del cielo. El mundo no hubiera sido testigo de todos estos
ravillosas palabras: o ¡Hágase la voluntad de Dios!» se. vió en primer prodigios, si Jesucristo no hubiera orado de este modo cu todos y por
todos <t). " 1
( 1 ) E g o d e l u o f u i I r é p i d i l s ; l u d e m e o e s t o s c e u r u s . ( S e r m . I I I Je /'oír.)
( 2 ; P r o Iris r o g a l ipii p a s s u r i posl se c r . ' i n t ; id t i l : Q n o r n o d o á rué b i b i l u r , ita
el» b i s b i b a l n r : s i o e spei d i t i i d e u l i a , s i n c sensu d o l o r i s , s i u e m e l u m o l l i s (Canon
31 ¡nSIallk.) ;i) Mee vos capilis sains est lolius oorporis. H « v „ , omnes lideles insumí,
(3) Faciam cielos n o v o s el Ierran novan,. (Is. 6 5 . ) Sed n o v a crfalura. onmes confeso«,„ccendit, omnes marte,-es corona«-». N™ q„i, m i r f odia,
(Cala!. 6.) qws lenlauonum lurbines, quis possel perseeuloram superare lerrores, nisi
¡Cuáu bellas y consoladoras son l a s p a l a b r a s d e e s t c g r a n Pontífice! impaciencia, con u n a rabia, y un odio interior y secreto contra Dios
J e s ú s oró en t o d o s y p o r t o d o s : In ómnibus el pro ómnibus. El no y contra si mismos, que los a r r a s t r a d la locura ó al suicidio. E u
se limitó á u n a oración general y c o m ú n ; y c o m p r e n d i ó en su petición efecto, en los países d o n d e domina ¡a h e r e j í a , y eu aquellos en q u e
a iodos los c r i s t i a n o s $n p a r t i c u l a r ; y n o s o t r o s t a m b i é n estuvimos la d u d a de todas las verdades religiosas ha destronado la fe, el n u m e -
presentes en s u p e n s a m i e n t o ; lodos sin escepcion. ro d e ios desgraciados privados d e razón es tan g r a n d e , q u e los e s t a -
blecimientos roas vastos no son capaces d e c o n t e n e r l o s ; los suicidios
¿Qué s u e r t e seria la n u e s t r a , m o r t a l e s i n f o r t u n a d o s , sin esta o r a -
se multiplican d e u n a m a n e r a t a n e s p a n t o s a q u e se v e n , no solo
ción? Y a l i e m o s visto que ai decir J e s ú s a su E t e r n o P a d r e : « Si es
h o m b r e s , sino t a m b i é n m u j e r e s y niños a t e u t a r con A . s u propia
p o s i b l e , » m a n i f e s t ó c l a r a m e n t e q u é el h o m b r e d e g r a d a d o no puede
vida con u n a h o r r i b l e s a n g r e f r i a . ¡ E s p u e s cierto, c o m o lo h a b í a n
evitar el a m a r g o cáliz de. los sufrimientos. Si cslo h u b i e r a estado en
p r o c l a m a d o los estoicos, q u e el suicidio, ese horroroso esceso c o n t r a
el orden d e l a s cosas posibles, el S a l v a d o r h u b i e r a querido hebcrlo n a t u r a l e z a , se hace en cierto m o d o un deber triste, u n a necesidad
t o d o él solo, v su a m o r nos h u b i e r a l i b r a d o á todos d e beberlo. Y f u n e s t a p a r a el h o m b r e sin religión, p o r q u e ese h o m b r e carece d e
b i e n , ¿ q u é h u b i e r a sido d e nosotros b a j o el peso d e las tribulaciones la fuerza necesaria p a r a soportar u n a existencia m a s a m a r g a q u e la
d e la v i d a , d e q u e n o p o d e m o s e v a d i r n o s , ni t e n e m o s la f u e r z a muerte!
suficiente p a r a s o p o r t a r l a s ? ¿ Qué hizo pues n u e s t r o R e d e n t o r ? El
t o m ó sobre sí nuestra e n f e r m e d a d , diec S . H i l a r i o , p a r a l i b r a r n o s d e Observad t a m b i é n , con respecto á los católicos, esos h o m b r e s en
ella, y con su oraeion crucificó en sí m i s m o , p o r decirlo asi, t o d o quienes no reina y a la fe ni la piedad. Yedlos cuasi reducidos á la
aquello q u e n o s hace frágiles}' t í m i d o s , y convirtió eu trofeos d e v i c - triste condición d e los incrédulos y d e tos herejes. P o r consiguiente
t o r i a esos d e s p o j o s d e n u e s t r a n a t u r a l e z a p o b r e y t r é m u l a ,1). el menor o b s t á c u l o q u e se opone á s u s projectos d e ambición, a s u
¡ Q u é e s p r e s i o n e s t a n a d m i r a b l e s ! ¡ q u é d o c t r i n a t a n magnifica h a m b r e d e deleites ó á su sed de riquezas, los i r r i t a ; la menor a d v e r -
y tau p r o f u n d a ! Así es en e f e c t o ; la paciencia d e los cristianos s dad los d e s a l i e n t a ; la pérdida m a s leve los a b r u m a ; la m a s pequeña
humillación los a b a t e ; cualquier dolor los d e s e s p e r a ; y la adversidad
en las p e n a s p r o c e d e d é l a v i r t u d d e los s u f r i m i e n t o s de J e s u c r i s t o ;
los h a c e , ó e n c u e n t r a y a débiles hasta la b a j e z a , impacientes hasta
n u e s t r o v a l o r nace d e su t i m i d e z ; n u e s t r a resignación, de s u t r i s -
el f u r o r , ó melancólicos hasta la m u e r t e .
teza ; n u e s t r a c o n f o r m i d a d en participar d e su cáliz, d e su r e p u -
g n a n c i a ; n u e s t r a fuerza, d e su flaqueza; nuestra perseverancia, M a s , considerad por otra p a r t e los v e r d a d e r o s católicos, q u e t i e -
d e su o r a e i o n ¡2 . n e n viva en el fondo d e s u s corazones la fe d e Jesucristo s u f r i e n d o .
V e d eu e f e c t o los incrédulos y los disidentes. S e p a r a d o s del cuerpo Su lengua repite c o n t i n u a m e n t e estas sublimes p a l a b r a s : « ¡ l l á g a s e
d e la I g l e s i a , y p o r lo m i s m o d e J e s u c r i s t o q u e es su cabeza, no p a r - la voluntad ile D i o s ! » Y la miseria, la c a l u m n i a , la humillación y el
ticipan d e los " f r u t o s d e esta poderosa oraeion. P o r consiguiente, á dolor los e n c u e n t r a n siempre, siuo gozosos v t r a n q u i l o s , al m e n o s
p e s a r d e su filosofía, á p e s a r d e su interpretación d e la E s c r i t u r a , á resignados, h u m i l d e s y pacientes. Ellos n o abren la boca sino p a r a
p e s a r d e s u f e v a g a é incierta en Jesucristo, j, de q u é m o d o s o p o r t a n bendecir al Señor. Ellos 110 se a c u e r d a n d o las i n j u r i a s sino p a r a p e r -
las molestias d e la v i d a , los dolores d e las e n f e r m e d a d e s , l a s v aria- donarlas. Ellos n o piensan cu las penas q u e s u f r e n s i n o p a r a h a c a -
eiones d e la f o r t u n a , la pérdida d e las p e r s o n a s m a s a m a d a s , la in- d e ellas u n sacrificio á Dios. ¡ A h ! ¡quién podría p i n t a r el maravilloso
justicia d e l a s persecuciones ó el peso d e la d e s h o n r a 1 Ay'. ¡ Con u n a p o d e r d e estas bellas p a l a b r a s d e resignación á la voluntad d e Dios I
¡Quién podría decir las llagas q u e cicatrizan, la fuerza que c o m u n i -

C i t ó l o s in ómnibus, el pro ómnibus diceret Patri : K a "Ionios loa? c a n , el valor q u e i n s p i r a n , las p e n a s q u e e n d u l z a n y las vidas q u e
conservan 1
(Serm. I, XI.)
(!) 0 « in se eorporis noslri inürmitalem assumpsil, ¡ r o n q u e seenm T e n g a m o s pues confianza nosotros, hijos d e la v e r d a d e r a Iglesia,
universa qnibtis ¡uGrmabamur atfríil. Kt ideo transiré al» eo ralis non poluit, en esla oración o m n i p o t e n t e d e n u e s t r o S a l v a d o r ; S a n León e s q u í e n
uisi biberel ¡liuin, qoia nos pati, nisi e* ejus passionenon possumus. {Can. 31 n o s e x h o r t a á ello. R e p i t a m o s f r e c u e n t e m e n t e con Jesucristo, y n o
in llaúk.) dejemos j a m á s d e pedir q u e la voluntad d e Dios, n u e s t r o criador y
( 2 ; Pali nisi éx ejus passione non possumus.
S 8 LA ORACION E S EL I1UERTO
felicidad de los brutos, y que, á pesar de pertenecer al cuerpo de la
nuestro padre, se cumpla en nosotros y por nosotros: Fiat voluntas Iglesia, se hacen prácticamente cismáticos, supuesto q u e se se),aran
" amos de esta oracion un arma de defensa para n„cs , de su espíritu: nosotros vemos, repito, á esos hombres temblar,
voluntad vacilante, cuando la tentación venga.4«isaltamo , •un palidecer, turbarse y helarse de espanto al solo recuerdo de la
escudo de paciencia, cuando la adversidad nos hiera o I» t i i b u - muerte, y d e ahí su empeño en alejar de sí el pensamiento de ella,
como si olvidándola pudieran retardarla un solo momento. V si
' 8 C ¡ Qué X?fln™imcn te de la fuerza de estas palabras para librarnos alguno de ellos recibe, al parecer, la última hora con cierta especie
del temor de la muerte"? E n , r e todos los santos, « ^ « p i ^ - de indiferencia, esto no es ni puede ser por un esceso de valor, sino
palmente ahora de S . Pablo. Ningún hombre en el m u n ^ o h » porque la razón le h a abandonado, o porque se ba entregado á u n a
espresado el deseo de vivir con tanta írecunencia como S. Pab ha desesperación profunda, tanto mas diabólica é incurable, cuanto
solicitado la gracia de morir. Va hemos o,do m a s fría es y mas tranquila en apariencia. Tai es el soberbio y
deseo de mi corazon es ver romperse los lazos de m, cuerpo. p a r a | a culpable desprecio de Dios y de sí mismo á que el impío se dcj'a
unirme con Jesucristo: C^iodimlvl.» «•» cum thnst*. ¿Que llevar cuando llega al fondo del abismo: /mpim, cum inprMulum
fenómeno tan estraño es este .> p r e g u n t a S . Agustín. Pablo desea la ecnent, cóntemnit. (Prov. 18.)
muerte, v Jesús la teme; Pablo la llama, y Jesús la aleja de si ( - ,
Otra cosa muy diferente sucede á los almas verdaderamente
• Y qué! ; e ! discípuloes masintrépido que el Maestro, l.encel esclavo cristianas, que, mirando con un noble desprecio el m u n d o v s u s
m a s valor que su Señor, la oveja mas que el Pastor, y el hombre es decepciones, la carne y sus placeres, no solicitan mas q u e el cielo,
m a s fuerte que. Dios? Si, esto es y debe ser asi. l Y s a b e s por que no aborrecen mas que el pecado, no tienen olio amor que el de la
• \ h ! el discípulo eslá gozoso, precisamente porque su Maestro se virtud, Otro anhelo q u e el d e la gracia, ni otro celo que el de la
afligió; el esclavo eslá en seguridad p o r q u é su Señor t e m i ó ; la amistad y la posesión d e Dios. Nosotros vemos esas almas, ; y c o n
oveja está animosa porque el Pastor t e m b l ó ; y el hombre raorta cuanta edificación, con cuánta ternura y con cuánto gozo de nuestro
siente en sí energía y fuerza, porque el Hombre-Dios espenmento el corazon! nosotros vemos esas almas cuando somos llamados á
espanto y la flaqueza. levarles los consuelos de la Religión en su último momento; nosotros
vcmos
Al vestí,-se de nuestra carne el Verbo Divino, dice S. Ambrosio, tranquilas á vista de la muerte, mirarla sin a t e r -
tomó todos sus sentimientos, y al crucificar la una crucifico también rarse, esperarla con ánimo firme, con frente serena, y recibirla
con la sonrisa en los labios y con una piadosa v tranquila restena-
IOS otros. Así como nos mereció la gracia al crucificar en su persona
Cion.
misma la carne del pecado, así también nos adquirió la fuerza al
crucificar todos los sentimientos d e nuestra flaqueza. De ah, nace ¿Y qué es lo que puede proporcionar A esas almas privilegiadas
que el temor de la muerte, ese sentimiento c o m ú n á todos los Hom- en ese terrible momeuto tanta paz y tanta confianza ? ¿De. dóude les
bres, no t u r b e á los verdaderos cristiános(s). Y en efecto, ¿que es lo viene esa elevación de corazon y esos sentimientos tan sublimes v
q u e pasa hov á nuestra vista ? Nosotros vemos q u e los que solo son ton superioresá los sentimientos comunes de la humanidad? , A h !
cristianos en el nombre, católicos por casualidad, eclesiásticos por Esto consiste en que esos cristianos son el verdadero pueblo escogido y
interés, ó religiosos p o r vanidad, que no tienen pensamientos q u e amado de Dios, en el que este Dios se complace en hacer brillar su
no sean terrenos, que no trabajan sino para satisfacer su ambición, poder. Esto consiste en que ellos son los miembros vivos v gloriosos
ó que, sumergidos en los placeres sensuales, parece q u e aspiran a la del cuerpo adorable de Jesucristo, unidos á él como á su cabeza,
por la profesión sincera de la fe, por la posesión de. la gracia santifi-
(11 D i m m liancvocvm B r i o l « « ¡ S « l > r a s i d ' ° prascmissimK o r a l i o o b M a o -
cante y por el-ardor de la caridad divina. Con este fin les comunica
l u r ; u t . c u , „ a d v a s i t a i temalioms v i o l e o l « i u c m b i t , » p e f a t o l l t o o r e f o n m d i m » ,
el mismo, según la promesa q u e hizo por el profeta rev, ese valor
a«ipi¡fQt l0U'raiitiampas8¡0DÍs.(í«,m. i. VI.)
sobrehumano, al hacerles participantes de los efectos maravillosos
Í P l'aiilui oplat m o r i r á . ChrUUis linii'l. ( / « h . 2 1 0
(3) Commuais alltcws « I moriera liracre, q « n > S o s o p i t Cl.iislos, ul c r u c r -
figeret, ticnt c r o c í f t u t et carnein. ( / « 39.;
de su oración (1). En efecto, esas almas cristianas, en los piadosos ley divina, esta voluntad de Dios, la única santa, la única perfecta,
trasportes de su fe, repiten continuamente esta misma súplica: inmulabley eterna, porque nuestro Salvador, qttees también nuestro
o ; Hágase la voluntad de Dios! » Y estas divinas palabras son, lo Dios, nos ia ha impuesto como el objeto de nuestras afecciones, el
mismo p a r a ellas q u e pura nuestro Redentor, un alimento tan termino de nuestras operaciones y la regla de nuestra vida.
delicado como confortativo: .Ifowáw««. «st «t fmiam voluntalem Mas, o sania y adorable ley de mi Dios, ¿ e n q u é has venido á pa-
palrismei. Joan. 4.J rar actualmente, j a y ! entre los cristianos? ¿Quién es el que, en nues-
¡O grande y sublime oraciou! I.a unidad del cuerpo de la Iglesia tros dias, piensa eu ella, la ama y la observa ? ¿Quién es el que forma
se bace en ella sensible por la unidad de cabeza. Ella comprende á un escrúpulo, ó mas bien, quién es el q u e no se jacta y se gloria de
los justos de todos los grados, ella espresa los sentimientos de los v wlarla ? ¿ V por q u é ? Por un pedazo de pan, por un puñado de ce-
debites, lo mismo q u e el heroísmo de los f u e r t e s ; ella représenla bada, como se q u e j a el mismo Dios por boca de su p r o f e t a : Propter
todas las miserias y promete todos los socorros. E n ella la amargura pugilhim hordeiel fragmen pañis dereliqueruni me ¡Ezech. 13.1 .-
encuentra una d u l z u r a , la flaqueza un sosten v la aflicción un c o n - es decir por satisfacer una ambición que nos pone en ridiculo entre,
sue'o. Todas las pasiones eslán cruciiieadas en ella, y todas las vir- los hombres, al mismo tiempo que nos hace culpables a n t e Dios; por
tudes recompensadas. Ella es la fuente de la paciencia durante, la alimentar un odio q u e nos produce á nosotros mismos disgustos mas
vida, y de la resignación, de la confianza y d e la paz á la hora de la graves que el mal q u e causa á la persona que es su objeto; por acu-
muerte. Ella sola basta p a r a convencernos de una manera sensible mular riquezas q u e muy pronto vendrá la muerte á arrancarnos de
de que el que cu este dia oró ai parecer como el último de los hombres, las manos; por satisfacer los culpables deseos de una carne desti-
es verdaderamente Dios; ella es indudablemente el cumplimiento n a d a á ser bien pronto presa de la corrupción, y á no ser mas q u e
del oráculo del p r o f e t a , supuesto que por su medio se ele<¿a el hom- n n cadáver informe, q u e exbale por todas partes ta infección; final-
b r e á una gran altura de alma, de sentimientos y d e virtudes, y por mente p o r intereses efímeros, por pasatiempos innobles y por place-
consiguientcDios es conocido y glorificado d e una manera admirable: res que pasan en un instante. V p o r esto es por lo que se viola la
Aecedei homo ad coraUum, el ej:altabitm Dais. ley de Dios; por esto es por lo q u e se olvida, se ofende y se ultraja
al mismo Dios: Propter pugillum hordei el fragmen pañis itcreli-
querunt me.
SUBIMll I M B « .
Hay m a s ; por el mas pequeño estímulo del interés, de la ambición
o de las pasiones, por cualquier exigencia de la vanidad, del lujo, , ó
1.aley divina no es otra cosa que la voluntad de Dios manifestada d e eso que se llama las conveniencias del mundo, no solo los jóve-
para que sirva d e regla al hombre. Luego euaudo .Tcsus pronunció nes de imaginación ardiente, y las jóvenes de eorazon impresionable,
en el huerto de Gethsemani, con u n tono tan sumiso, y tan lleno sino los hombres mas graves, y aun las mujeres de edad m a d u r a ,
de autoridad al misno tiempo, con t a n t a humildad y con tanto 110 perdonan gaslo a l g u n o , se esponen á todos los peligros, sufren
imperio á la vez estas sublimes p a l a b r a s : Padre mió, bógase vuestra toda clase de Iluminaciones y se condenan á todos los sacrificios.
voluntad : Pater, fíat voluntas tm, no solo hizo, como Redentor, Mas, cuando Dios manda tpie se ejecute su voluntad, q u e se observe
una oración Instructiva, consoladora y dicaz, q u e dirige, nuestro su ley, entonces es cuando, ante esta ley, ante esta ley suprema del
sentimientos, escusa nuestra repugnancia)' f o r t i f i c a u « # t r a flaqueza Dios por esceleneia, del Rey de los reyes, so presentan objeciones
en el tiempo de la tribulación y á la hora de la muerte; sino q u e , para exajerar su severidad, protestos para eludir su obligación, y
como legislador, promulgó segunda vez la ley divina, y nos intimó escusas, y a d e debilidad, ya de impotencia, para justificar su trans-
de nuevo á todos la obligación de cumplirla. Estamos pues obligados gresión. Quiero ir todavía mas lejos. Los padres, los amigos, los
á tener siempre presente en el espíritu y grabada en el eorazon esta estraños, y sobre todo las personas que se distinguen por su rango
y por su autoridad, nos encuentran siempre prontos á servirles, bajos
( I ) Mirabilis Ileus m s a i i r . l U s u i s ; i|wi dal.il v i r t o t c m et forliliidinem p'.ebis para adularlos y solícitos para complacerles y obedecer sus órdenes,
suie. (Ps. 6".)
s u s deseos v tata s u s caprichos. Solo coa Oíos es con quien n o s
t r a s almas p o r m e d i o d e la exacta o b s e r v a n c i a d e s u ley d i v i n a :
m a n i f e s t e m o s rebeldes y pertinaces. U n i c a m e n t e d e su v o l u n t a d es
Ocus vult ornes /tomines salvas fieri (I. T i m o t h . 2 . : .
de la q u e no n o s c u i d a m o s . A ñ a d i r é m a s a u n : Si prevemos q u e la
S í , g r a n Dios, vos sois nuestro principio y n u e s t r o fin, n u e s t r o
violación d e la lev de Dios, en otros t é r m i n o s , el pecado, ha d e can-
Criador y nuestro S o b e r a n o , nuestro P a d r e y n u e s t r o D i o s ; n o s o t r o s
s a r la ruina d e nuestra f o r t u n a , así como c a u s a la d e n u e s t r a a l m a ;
q u e r e m o s p o r consiguiente q u e vuestra v o l u n t a d , en la q u e vuestra
si conocemos q u e nos ha d e i m p r i m i r el sello de l a infamia a n t e los
gloria está asociada á n u e s t r a salvación e t e r n a , se c u m p l a s i e m p r e cu
h o m b r e s , asi como nos a t r a e el odio d e D i o s ; q u e n o s h a d e perder
nosotros en el cielo y en la t i e r r a : Fiat voluntas lúa sieui in cato
p a r a el tiempo, asi como nos p i e r d e p a r a la e t e r n i d a d ; ¡ o h ! e n t o n -
" "' •• Nosotros q u e r e m o s p e r m a n e c e r s i e m p r e sumisos siem-
ces e n c o n t r a m o s en nosotros mismos f u e r z a s suficientes p a r a a b s t e -
p r e fieles a esta v o l u n t a d ; ella es n u e s t r a ley s u p r e m a . H a c e d q u e
n e r n o s de é l , p a r a reprimir las m a s violentas i n c l i n a c i o n e s , p a r a
r e m e s i e m p r e en n u e s t r o espíritu y en n u e s t r o c o r a z ó n . Mas ¡ a v 1
contener las pasiones mas furiosas. Es decir, q u e solo violamos la ley
¿ q u e podemos nosotros sin v u e s t r o auxilio ? Aplicadnos pues el f r u t o
de Dios c u a n d o esta transgresión no o f e n d e m a s q u e á Dios, n o n o s
de vuestra o r a e i o n e n el H u e r t o . Coucedednos l a gracia n e c e s a r i a
a t r a e otra desgracia q u e la desgracia d e D i o s n i otros castigos q u e
p a r a h a c e r callar a n t e v u e s t r a ley s a n t a toda m u r m u r a c i ó n de
los castigos d e D i o s ; y d e est e m o d o , c o m o observa u n P a d r e d e la
n u e s t r a p a r t e , para a h o g a r n u e s t r a r e p u g n a n c i a , p a r a vencer n u e s -
iglesia, al delito d e ofender á Dios, a ñ a d i m o s el de no o f e n d e r m a s
t r a flaqueza, p a r a d o m a r n u e s t r a resistencia, p a r a r e p r i m i r nues-
q u e á Dios s o l o , d e preferirlo t o d o á Dios, d e colocar á Dios e n
tros deseos c u l p a b l e s , p a r a m a n d a r la c a r n e , p a r a v e n c e r l o s respe-
u n g r a d o inferior á todo, y d e l a n z a r n u e s t r o desprecio sobre Dios,
tos h u m a u o s , p a r a d e s p r e c i a r t o d a s las v e n t a j a s temporales, p a r a
en ía c o m p a r a c i ó n q u e h a c e m o s entre l a c r i a t u r a y el Criador ( l , .
i n m o l a r todo a m o r p r o f a n o , p a r a s u p o r t a r todas las penas y estar
¡Desgraciados de nosotros, h e r m a n o s mios 1 El din t e r r i b l e v e n d r á , dispuestos á todos los Sacrificios. H a c e d cu fin q u e el c u m p l i m i e n t o
v m a s pronto tal vez d e lo q u e creemos, en q u e , sorprendida por la exacto d e vuestra v o l u n t a d , d e s p u é s de h a b e r sido la regla d e nues-
m u e r t e , d e b e r á nuestra a l m a p r e s e n t a r s e en el t r i b u n a l d e ese Dios tra vida, sea n u e s t r a f u e r z a , n u e s t r o consuelo y nuestra esperanza
d e majestad v de g r a n d e z a , sin q u e n i n g ú n pariente la a s i s t a , s m en la h o r a d e la m u e r t e , y q u e , p o r haber c u m p l i d o vuestra volun-
q u e n i n g ú n a b o g a d o la d e f i e n d a . N i n g u n o d e nosotros p o d r a e v a - tad en la tierra con u n a obediencia perfecta, p o d a m o s cumplirla p a r a
dirse d e e s t a terrible c o m p a r e c e n c i a : Oimies nos manifestar, apor- s i e m p r e p o r u u e s t r o h o n o r perfecto en el cielo. , l s t sea.
te! ante tribunal Christi (11. C o r . 5.). Y b i e n , ¡cuál s e r á e n t o n c e s
n u e s t r a confusion, n u e s t r o espanto y n u e s t r o dolor, c u a n d o ese Dios,
con la ley en la m a n o , n o s pida e n e u t a del olvido á q u e la h e m o s
c o n d e n a d o y de l a i m p u d e n c i a d e s e n f r e n a d a con q u e la hemos v i o -
l a d o ! ¡Cuál será el castigo q u e p o r ello d e b e r e m o s e s p e r a r ! P r e v e n -
g a m o s esta t e r r i b l e d e s g r a c i é . J u r e m o s h o y delante d e esos altares,
c u m p l i r en a d e l a n t e en t o d o y p o r todo la v o l u n t a d d e Dios. J u r é -
moslo d e l a n t e d e ese mismo Jesucristo q u e n o s ha d a d o el precepto
d e c u m p l i r l a , q u e n o s h a d a d o el e j e m p l o , y n o s ha asegurado la
posibilidad d e hacerlo, p o r m e d i o del a u x i l i o d i v i n o q u e n o s lia al -
c a n z a d o cou su oración. ¿ Y cuál es esta v o l u n t a d d i v i n a ? ¿ C u á l es el
deseo q u e ese Dios d e a m o r nos m a n i f i e s t a ? Hat est voluntas Da,
sanctificatio m i r a . Es q u e t e n g a m o s todos u n a vida c r i s t i a n a , p u r a
y s a n t o , y q u e todos sin escepcion a s e g u r e m o s la salvación d e uues-

( I ) 1>|IÍ solus in c o m p S g i o n e omnitim libi viiis f u i t .


principal porque el misterio de Jacob ha merecido ser tan aplaudido
cu la Escritura Sagrada es porque sirvió p a r a figurar un misterio tan
grande de Jesucricto. Mas, j o admirable armonía de los Libros S a n -

CONFERENCIA SEXTA.
tos! Si el combate de Jacob debe su dignidad ai de Jesucristo, la
lucha de Jesucristo tiene su esplicacion en la de Jacob. Nosotros ve-
mos en la figura una reunión de circunstancias que Moisés espresó,
(•ti A g o n i « . pero que S. Lucas pasó en silencio en el original. Pues bien, como
debemos hablar hoy de la lucha ó agonía d e Jesucristo, es absoluta-
mente necesario esponcr circunstanciadamente la historia de la lu-
m
In >•" '" " ""?'";
,1 inraluit et : cha de Jacob, que fué su predicción y su figura. Esto es precisa-
rogati! eunt. mente l o q u e yo m e propongo hacer en este d i a . Mi objeto es esplicar
Por su lorUlera prevalecí Mrnif» ™ el Evangelio, con el Génesis en la mano, y por medio d e la luz que
y ventili, ! lei torlateeijo : Ilo'» V a a p M refleja de un hecho evidenlemente misterioso y profético del antiguo
al ángel. Testamento, disipar las tinieblas de uno de los mas importantes mis-
|0sM S U . 5. 1.)
terios del nuevo. El asunto, como veis, es muy importante, y merece
. de vuestra parte la mayor atención.
F u é u n a lucha e s t a ñ a . úuica y singular la del p a t r i a n » J a c o b
covo e l u d o ha hecho el profeta e n csias pocas palabras, donde nos PRIMEltA PARTE.
manifiesta un frágil mortal desplegando una fuerza maravillosa
contra el ángel Gabriel, ese ángel q u e representa y cuyo nombre nos La palabra agonía se deriva del griego, y significa propiamente.
recuerda la virtud misma de Dios. En presencia del ángel s e m o M « l u c h a ó combate, o y porque en los últimos instantes d e la vida
Jacob animoso, y prevaleció contra el mismo Dios : Et parece q u e el alma está en lucha con la enfermedad que la obliga á
angehm, et confórtalas est. Y sin embargo el no tuvo otro poder n . abandonar el cuerpo, se dice del hombre que se halla en su última
otras armas que la humildad, la humillación, las lagrimas y la ora- hora o que está en la agonía, o ó de otro modo q u e está en lucha
clon : Flmt et rogavil evm. con la muerte. Pues bien, en el pasaje relativo á la última oracion
del Salvador en el Huerto, la palabra agonía se lia usado en el sentido
Mas, no es posible leer estas palabras del profeta Osea r e l a m a a
primitivo de < lucha ó combate. » Efectivamente, donde el testo la-
Jacob, sin recordar al mismo tiempo estas otras palabras q u e
tino dice que Jcsns entró en a g o n í a : factus in agonía, el testo origi-
Evangelistas S. Mateo y S. Lucas han escrito de Jesucristo : « Sepa-
ual griego diec que estaba en l u c h a : Cuín cssel in agone: es decir,
rándose Jesus de nuevo, oró por tercera vez, y un argel se le apa-
que el Señor, en el Huerto, semejante á un atleta animoso, tuvo q u e
reció del cielo para confortarle. Habiendo entrado entonces en la luchar y c o m b a t i r ; y su agonía no f u é el esfuerzo del hombre débil
agonía, continuó orando : Iterum abili; el oravxt terho ¡Matti..,. que se muere, sino la lucha del hombre fuerte que pelea con valor.
Apparuit aulem Mi Angelus úe ecelo confortan., eum. El factus m Mas, ¿ d e q u é n a t u r a l e z a fué este combate »¿Quiénes fueron los com-
agonia, prolixius orabal (Lue.). » batientes? ¿Con qué a r m a s pelearon? El Evangelio calla en este par-
; \ h ! dice S. Isidoro, siguiendo e n esto la opinion d e San Agustín, ticular. De modo que la agonía del Salvador en Gethsemaní, el
supuesto que estos dos hechos se refieren cuasi con las mismas pala- mayor de los misterios de su Pasión, parece que es también el mas
bras, no puede.dudarse que el uno sea la predicción de olro! no oscuro y el m a s impenetrable.
puede dudarse q u e la lucha del patriarca en los llanos de Betel fuese
la imágen profética, la historia anticipada de la lucha o agonía de Cierlos escritores mas piadosos que ilustrados lian creído dar una
nuestro Señor en el huerto "de Getlisemauí ( 0 - Asi pues la causa esplicacion plausible á este misterio, diciendo q u e el Salvador en el
Huerto tuvo tan viva en su imaginación la representación de las he-
(1) Io hoc priucipaliter saerameiiü Dominici imago figurala est.
ridas atroces que habían d e desgarrar su sagrada carne, y los opro- la carne, ni jamás hubo en él desacuerdo ni contradicción alguna
bios que su augusta persona había de sufrir, (jue su humanidad, entre las dos naturalezas (I}.
abaudonada entonces á su flaqueza, quedó inundada de horror por P o r el contrario, esta misma oracion que principia con estas pala-
esta vista y lleno de abatimiento, q u e después de sucumbir Jesús b r a s , .. si es posible » indica de parte de la voluntad humana del
bajo el peso de tanta angustia y de lanto horror, suplicó encareci- Salvador una sumisión completa y absoluta á la voluntad divina, en
damente á su Padre que le librase del terrible cáliz que contenía tan- el momento mismo en que parece que se opone á ella, y la r e p u g -
t a s penas y tontas ignominias, y que la necesidad en que estaba de nancia de la carne f u é sacrificada aun ántes de nacer.
lieherlo por razón de un decreto inexorable y el contraste violento Pues bien, esta sumisión absoluta, que puso las dos voluntades
que se elevó en él entre la voluntad h u m a n a q u e rehusaba, y la v o - en perfecta armonía y subyugó la sensibilidad misma de la carne,
luntad divina que aceptaba, le redujeron á la agonía y á un sudor previno desde entonces é hizo imposible todo lucha interior, todo
de sangre, hasta tal punto que tuvo necesidad de q u e un ángel vi- esfuerzo violento. P o r otra parte, unas palabras tan humildes, tan
niese á confortarle. pacíficas y tan admirablemente mesuradas, y tales como convenían
listas interpretaciones, estos conjeturas son, no solo erróneas, sino al alma santa de Jesucristo y á la persona del Yerbo, á la que es-
injuriosos también á la a u g u s t a dignidad del Dios líedeutor, á la taba unida, alejan la ¡dea de que el Salvador sostuviese un combate
csCelencia de su sacrificio y ¡í 1a grandeza de su amor p a r a con nos- en sí mismo y que fuese presa de la agonía por obedecer un decreto
otros. fcin primer lugar, desde el motílenlo en que el Savador, apenas de su P a d r e ; tanto mas cuanto que de acuerdo con su mismo P a -
nacido en Bclcn, se ofreció á su Padre como víctima, según la esprc- dre habia formulado y suscrito este decreto, porque, no perdamos
sion de S. Pablo, por la salvación del mundo, no hubo un solo i n s - de vista, dicc San Agustín, que el autor del cáliz de la Pasión es el
tante de su vida en que la luz d e su sabiduría infinita 110 se represen- mismo Dios que lo bebe (2¡.
lase en su espíritu los tormentos y los oprobios de su pasión, de una ¡ Lejos de nosotros pues u n a s suposiciones tan absurdas y tan i n -
manera tau clara como los vio en el Huerto. La prueba de esto es que juriosas á nuestro Divino Salvador 1 unas suposiciones q u e no solo
y a los habia anunciado muchas veces á sus apóstoles con todas sus mancillan su dignidad de autor y consumador generoso de nuestra
circunstancias. V sin e m b a r g o , lejosde esperimenlar repugnancia ú salvación, sino que le presentan como un hombre común, como
horror, lejos de entrar en agonía por este pensamiento, habió siempre Calvino osó llamarle, un hombre débil, fluctuando entre la obedien-
de él con todos los trasportes del deseo, con la satisfacción mas ver- cia y el temor, entre el tedio d e vivir y el miedo de m o r i r ; que le
dadera de corazón. presentan finalmente como un justo, c u y a flaqueza puede escu-
sarsc y llorarse, pero que la obediencia no podría proponerse p o r
No puede sostenerse tampoco sin favorecer 1a herejía de Nestorio
modelo.
q u e , en eslas circunstancias, la humanidad santa de Jesucristo, fué
i Cuál es pues el misterioso secreto de esta lucha ? Esta lucha tiene
abandonada á su flaqueza. Porque es de fe que no hubo un solo mo-
uno relación evidente, con nosotros; todos nosotros estamos com-
mento en que la humanidad de Jesucristo careciera del auxilio de la
prendidos en ella. Porque al ver al Hijo de Dios prosternado, con
persona del Yerbo, en la q u e subsistía.
el rostro c o n t r a í a tierra, temblando, llorando, y entre las a n g u s -
fin tercer lugar, y a liemos notado muchas veces con Santo Tomás
tias de la agonía, pareccria que olvidado de los hombres y de todo
q u e la humanidad sagrada d e Jesucristo estaba sometida á la Divi-
cuauto le rodea, solo se ocupa de sí mismo y de la idea terrible q u e
n i d a d , de tal manera que la Divinidad era precisamente quien la in-
llena su Imaginación, los tormentos y los oprobios que le esperan.
clinaba á todas sus voliciones y determinaba todos sus movimientos
humanos. Luego cuando su voluntad humana parece querer una (1) In Chrislo non fuil contrariólas carnis ad spirilum sicut in noliis et hoc
cosa contraria á su voluntad divina, esc movimiento de la voluntad ipsum quod voluntas humana airad volebat quam ejns voluntas divina, procodcbal
ex ipsa volúntate divina, enjus beneplácito natura humana molibus propriis move-
humana bahía sido determinado espresamente por !a voluntad d i -
b a l u r . ( 3 . p. q . 1S.).
vina. Por consiguiente, j a m á s hubo en Jesuscrislo esta oposicion
( 2 ) Auclor ealicis esl ipse Domious q n i b i b i l .
que nosotros esperimentamos tan frecuentemente entre el espíritu y
Y . DE R . m . 5
Mas c u a n d o se le r e i n t e r r u m p i r m u c h a s veces su oracion, a d e l a n - dad de e l l a ; m a s esta piedad que ella solicitaba para sí m i s m a 110
t a r s e cou g r a v e d a d m a j e s t u o s a hacia sus apostóles, sacarles de su era otra que la gracia de ver á su hija s a n a : V e s « , fili David,
s u e n o y exhortarles á velar y á t o m a r p a r t e en su oracion, n o deja miserere mei. Filia mea mate a dmnonio texalvr. ( M a t t h . 15.)
d u d a r y a , < " c e el venerable B e d a , que esta oracion y esta lucha Observad t a m b i é n q u e , teniendo Jacob consigo c u a t r o m u j e r e s ,
f u e r o n "mas bien por sus discípulos y por n o s o t r o s , q u e por él ( I ) . d e quienes habia tenido sus once hijos, parece que debía h a b e r dicho
Mas, ¿de qué m o d o combatió el Salvador por nosotros dentro de o tas m a d r e s » y no « l a m a d r e Esto consiste en que en estas p a -
sí mismo 1 E s t e misterio, lo repito, se e n c u e n t r a esplicado en la labras, « l a m a d r e con sus hijos, es necesario r e c o u o c e r u u a s p a l a -
lucha de J a c o b , figura de la de Jesús. En efecto, nosotros leemos en b r a s misteriosas. ¡ A y ! [comprended bien, h e r m a n o s m i o s , la g r a n -
el Génesis que volviendo Jacob d e Mesopotamia, y temiendo por sí deza d e los misterios q u e , b a j o las narraciones m a s sencillas y f a m i -
y por su familia el odio i n v e t e r a d o d e s u h e r m a n o Esaú, q u e venia liares, s e hallan e n c e r r a d o s en la Escritura S a g r a d a ! J a c o b ño tuvo
hacía él con fuerzas considerables, pasó con sus once hijos un t o r - á la vista solo « l a s m a d r e s » y sus hijos presentes entonces, sino
también o l a m a d r e » y sus hijos nnsentes, es decir, la Sinagoga y
r e n t e que atravesaba su c a m i n o . Dividió su comitiva en dos partes,
los Judíos, que debían descender de él y de su raza. V cuando él
y se separó de ella p a r a encomendarla á Dios q u e se la había
insiste con Dios á fin de obtener su bendición, no l a implora p a r a si
d a d o ( 2 : . Pues bien, la historia de Gethsemani está figurada en este
niismo, supuesto que Dios se la habia prometido personalmente en
p a s a j e con todas sus circunstancias. Jesucristo, verdadero J a c o b ,
m u c h a s ocasiones, sino que pide r e n d i d a m e n t e que esta bendición
perseguido p a r a ser condenado á muerte por los Judíos, tan bien
se cstíenda á loda su descendencia, á todos los J u d í o s que nacerían
simbolizados en la p e r s o n a de E s a ú , pasó el t o r r e n t e Cedrón con
u n dia de él.
sns hijos, con sus apóstoles, reducidos al n ú m e r o de once por la
defección de J u d a s . Él los dividió en dos secciones; d e j ó ocho de ¡ P u e s b i e n ! L a oracion de Jacob f u é el símbolo a d m i r a b l e d e la de
ellos á la e n t r a d a del H u e r t o , y penetró con los otros tres en el i n t e - Jesús en el Huerto, y nos da su esplicacion. E s v e r d a d que el Sal-
rior, y separándose de todos, s e retiró aparte p a r a o r a r por aquella vador al c s c l a m a r : « P a s e de m í este cáliz > imploró ai parecer un
f a m i l i a a m a d a que sil Divino P a d r e le h a b i a d a d o : <?BOS Hedisti f a v o r p e r s o n a l ; m a s en el fondo, dice S . Hilario, oró por si m i s m o
mihi (Joan. 1 7 . ¡ E s decir, q u e f u e á orar por l a Iglesia naciente, en sus relaciones con la m a d r e y los h i j o s ; es decir, por l a Iglesia y
cuyo tipo fiel f u é la familia de J a c o b ; porque así como todo el pue- por los fieles. E n efecto, él n o pidió ser eximido de la pasión ; lo
blo judio descendió de los doce hijos de J a c o b , de ios doce apóstoles que hizo f u é solicitar de su P a d r e q u e le dejase á él solo todo el h o r -
salió todo el pueblo cristiano. ror y toda la a m a r g u r a , y que se nos trasmitiese á nosotros ios
cristianos que componemos su familia toda la gloria y lodo el m é -
Jacob oró en estos t é r m i n o s : o L i b r a d m e , S e ñ o r , de las m a n o s
rito q u e él habia de adquirir por sus s u f r i m i e n t o s (1 . Él 110 rehusó
de mi hermano E s a ú . » Mas a ñ a d i ó al m o m e n t o : <•: P o r q u e lié aquí
p a r a sí la copa d e l a justicia d i v i n a , por el contrario, la reclamó
que s e acerca y a t a l vez p a r a degollar á la m a d r e y á sus hijos ¡1)».
con todo su a r d o r : Fiat, fiat. Él pidió q u e al d e r r a m a r s e sobre su
y por consiguiente es claro que J a c o b , al h a b l a r de sí mismo, re-
cabeza este cáliz n o s viésemos nosotros libres de él, y que p u d i é s e -
fiere todo su pensamiento á su f a m i l i a ; que por ella es por quien
m o s participar de su herencia sin pasar por las terribles pruebas d e
en realidad tiembla y s e entristece, y que p a r a ella sola implora la
s u s t o r m e n t o s , que h a b r í a m o s merecido lodos personalmente (2).
divina protección que parece invoear p a r a sí m i s m o . Así f u é como,
El pidió ser t r a t a d o , sin e m b a r g o de ser la s a n t i d a d infinita, con el
según el Evangelio, pidió l a C a u a n e a á Jesucristo que tuviese p i e -
m i s m o rigor que si f u e s e el h o m b r e del pecado, y q u e nosotros, a u n -
(I) Demonstrat; qoia el pro iilis oraverit, quos el ipsos sedulo mouel, oralionum que c a r g a d o s de t o d o s los pecados y d i g n o s de todos los castigos,
suarum vigilando et orando esistere participes.
(1) Qood ñulem ul a se iranseat loga!, non ul ipse praílereatur rogat; sedul in
(S) Jacob eum undeeim filiis traosivit vaduoi; divisil populom i|ui secura eral,
allerum id quód á se Iransil, accidal.
in duas turmas, el raansil solos. (Gen. 3i.) (2) Teller qnideni eos non pulí, sed ul coheredes suam glorian] sine passioois
(3¡ Efue me de m a n t a íralris mei Esau, ne forte venteos percuda! oiatreo suíe dificúltale mereaolur.
eum Gliís.
LA AGONIA. 101
fuésemos tratados con las mismas consideraciones y el mismo amor
p a n t o Jacob. De pronto se abraza cuerpo á cuerpo con el ángel, le
q u e s i fuésemos la inocencia misma y la santidad de Dios (l). E n
oprime entre sus brazos, y lucha con él hasta el a m a n e c e r : Kt ecce
una palabra, él no pidió la pasión sino p a r a sí solo: Fiat volun-
luetabatur cum eo usque mane; intimándole que no le dejará sin
tas lúa.
que haya obtenido d e él la promesa d e q u e el pueblo j u d í o seria
E n cuanto á la bendición de su Podre, no la reclamó para sí, q u e conservado á pesar de! deicidio de que habia de hacerse culpable, y
como hijo de Dios es bendito eternamente; él pidió que esta bendi- que además seria bendecido un dia después de haber recibido su
ción que le era y a debida por naturaleza, fuese por gracia y en vir- p e r d ó n ; Jacob declara en ' una palabra q u e combatirá hasta que
tud del mérito de sus sufrimientos comunicado á nosotros. Vuestra obtenga, en su persona misma, la bendición del ángel para sn pos-
bendición, parece q u e decía, es cierta para m í . Padre mío; nadie teridad y p a r a su pueblo : Aon ilmittam le nisi benedkeris mihi.
puede, disputármela. Mas esto no m e basta. Yo pido que ella sea
Ved aquí pues la historia anticipada y la csplicacion de la lucha
derramada sobre todos los q u e han de nacer de mi amor, y que un
de Gethsemaní. Según la opinion de los Santos Padres y de los
decreto terrible condena á la maldición eterna. Yo soy su iiador, su
intérpretes, este mismo ángel Gabriel, q u e se apareció ó Jacob m u -
mediador y su víctima. Vos mismo, Padre mió, al formarme un
chos siglos áutes, se apareció tambicn á Jesús en Gethsemaní. Esta
cuerpo, para que sustituya á las antiguas ofrendas, m e habéis en-
« virtud de Dios » anunció al Salvador que los rigores de la justicia
cargado este misterio : Hostiam et oblationem noluisti, corpus au-
divina contrariaban los designios de su misericordia p a r a con los
tem aplusti mihi (Hebr. 10).
hijos de los hombres. Convertir en bendiciones los anatemas y las
Vos mismo me habéis dado por hijos esos p o r quienes ruego. Yo maldiciones que los hombres habían merecido y que los condenaban
quiero pues que ellos s e coloquen en mi lugar, asi como yo me he á todos al suplicio de los ángeles rebeldes; permitir que los privile-
colocado en el s u y o ; q u e ellos participen de mis privilegios y de gios del Santo de los santos fuesen trasmitidos á los pecadores, y
mis gracias, como yo m e lie vestido de su carne de pecado ; y q u e q u e las penas y las ignominias de los pecadores fuesen acumuladas
después de haber sido hasta aquí vuestros enemigos, puedan en sobre la cabeza del Santo de los s a n t o s ; consentir en que la inocen-
adelante invocaros, encontrar en vos un padre lleno d e bondad y cia fuese castigada y el crimen quedara i m p u n e ; todo esto era, le
ser amados de vos como tiernos h i j o s : El ubi sum ego, iltic et mi- dijo él, un esccso tal de b o n d a d , q u e el Redentor no podría o b t e -
nister meus erit íJoann. 12). Tales son los sentimientos q u e la o r a - nerlo sino á fuerza de ardientes súplicas y por medio de la m a s p e -
cion de Jacob nos hace encontrar en la de Jesucristo. Pero p e n e - nosa lucha.
tremos m a s adelante e n la historia misteriosa de este santo Este, anuncio capaz, no de abatir, sino de fortificar el a m o r de
patriarca. Jesús á nosotros, f u é el único consuelo q u e el ángel le ofreció (I).
Mientras que Jacob oraba con tanto desinterés y tanto fervor por Esto hizo decir al venerable Beda que este consuelo no sirvió para
su posteridad, por toda la nación judío, se le apareció un ángel en disminuir el dolor y el abatimiento d e Jesús, sino para aumen-
figura h u m a n o , p u r a disputarle el éxito de su petición. tarlos (2).
En efecto, este ángel garantizó de nuevo su bendición á Jacob, No es esto decir, como veis, q u e el Hijo de Dios tuviese, necesi-
m a s á él solo; y en cnanto á su posteridad, en cuanto á la sinagoga dad de u n ángel p a r a conocer la severidad de los juicios de su P a -
de los Judíos, le. reveló la imposibilidad que habia de bendecirla, dre. ; sino que, como dice S. Hilario, del mismo modo que él se afli-
supuesto que por el contrario debía ser u n dia maldecida y e n t r e - gió y oró por el género humano á la manera de los hombres, así
g a d a á la destrucción p o r haber negado y condenado á muerte al también quiso recibir esta manifestación de u n a manera h u m a n a
Mesías. p a r a convencemos cada vez m a s de q u e era verdaderamente h o m -
A esta revelación de la suerte futura de su pueblo se hiela de es-

( 1 ) Apparuil Angelus d e cedo.conforlaúseuni.


( 1 ) Non reputaos iilis delicia ipsorum. ü t cfficeremur juslilia Dei in ¡lio. ( / / .
• (2) Confortatus tali conforlalione, cpiíe dolorc n o n minuil, sed magis auxil.
Corinth. 3 . « s.)
( / i I.uc. 2 2 . )
bre ( i ) . A esto a ñ a d e el venerable Beda que para darnos una
•inflexible á las dos primeras súplicas de Jesús, parece que le repe-
prueba m a s irrefragable de que e n Jesucristo hay dos naturalezas,''
tía : Separa t u causa de la de los pecadores. Déjame que derrame
dicc el Evangelio que los ángeles le sirvieron y confortaron; que lé
libremente mi cólera sobre la posteridad proscripta de u n padre
sirvieron como Dios, y le confortaron como hombre (2).
culpable: DimiUe me. Mas el Salvador principia por tercera vez la
Sin e m b a r g o , al oir esta manifestación, se despiertan mas vivos misma oracion, y lucha con la justicia de Dios, ¡usistiendo m a s lar-
los temores y los cuidados de Jesús por nuestra p é r d i d a ; su a m o r gamente y con mas fuerza en su d e m a n d a . Porque, como nos lo h a
se hace mas ardiente, sus fuerzas toman un desarrollo nuevo • él enseñado S. Pablo, á la oracion del mas ferviente a m o r u n e las sú-
entra en lucha con la justicia de Dios, él insiste en su oracion con plicas de la humildad mas p r o f u n d a ; á las lágrimas que corren de
mayor energía de espíritu y m a y o r vehemencia de afecto. V obser- sus ojos mezcla las lágrimas de su corazón, y á los acentos de su
vad q u e esta intepreiaeion por sí sola derrama mucha claridad sobre palabra j u n t a la voz mucho mas sonora de su sangre i / M r . 5), y
el testo del Evangelio, pues que la agonía o la lucha del Señor v parece que e s c l a m a : No, no, justicia eterna, yo no dejaré d e llorar
la doble intensidad de su oracion se notaron después de la apari- n i d e luchar con vos, hasta tanto q u e los pecadores, á quienes r e -
ción del ángel, como una consecuencia del consuelo q u e le llevó • presento, sean colocados en mi l u g a r ; basta tanto q u e ellos sean
Afípmai Angelus conforta»* eum ¡ el, faetíts i» agonía, pról&ius perdonados y benditos en mí y conmigo: Xm dimütum te, nisi
orabat. benedixeris mihi.
Ya hemos descubierto el verdadero motivo, el carácter natural Para vencer la resistencia de Jacob, l e hiere Gabriel en u n cos-
de la lucha de nuestro Señor en el Huerto. ¡ O h ! ; cuán noble, cuan tado ; le entorpece el músculo que u n e el muslo á los lomos y donde
sublime y cuán digno es de un Dios mediador! Esta agonía, esla reside la fuerza de los a t l e t a s ; él 1c paraliza, le debilita y le derriba
lucha se verificó, no entre las dos voluntades de su Persona, sino en tierra. Mas, ¡ quién lo creyera! J a c o b , así debilitado, t o m a n u e -
entre dos atributos de su Naturaleza Divina, entre la juslicia v la vas fuerzas; estrecha mas d e cerca á su adversario celestial, y
misericordia: aquella representada p o r el Padre, v esta personifi- obtiene al fin lo q u e pretendía : la bendición divina que habla pe-
cada en el Hijo. Esta agonía, Vlicc San Ambrosio, no es el resultado dido para su pueblo : Et benedixit ei. En otros términos, él obtiene
de una estarna flaqueza, sino el efecto del m a s tierno amor. No es la promesa de que los mismos pérfidos judíos serian conservados
el temor de su Pasión quien le empeña en esta lucha, sino el deseo milagrosamente: q u e tendrían también parte un día en la sangre
m a s ardiente de aplicarnos su f r u t o , y de hacernos triunfar con su del Mesías, indignamente derramada por sus padres, y que hechos
propia victoria (/a Psal.). Pero procuremos descubrir mejor auu la finalmente cristianos, serian santificados y salvados: SMvus fiat
realidad y el cumplimiento de esle profundo misterio, á la claridad omnis Israel (Rom. l l ¡ .
de la figura q u e es al mismo tiempo su profecía. ¿Mas, quién es, p r e g u n t a s . Isidoro, este hombre misterioso que
El ángel, oprimido entre los brazos d e Jacob, le pide por favor 1c adquiere mas vigor al ser debilitado; este h o m b r e á un tiempo mismo
deje i r : Alt: Vimitle me. Esta era como u n a coiifesion de su der- vencido y vencedor, humillado y bendecido ¡1)? Este es, responde
rota. Pero Jacob le responde: En vano lo esperas. Mientras no m e el mismo Padre, este es el tipo, el símbolo de Jesucristo, que, por la
hayas dado la seguridad de q u e la bendición que me es personal se enfermedad de su carnc y por la humillación de su persona en el
« t e n d e r a también sobre mi pueblo, y q u e él alcanzará su salvación Huerto, prevaleció contra ct mismo Dios (2).
a l mismo tiempo que su perdón, no saldrás d e entre mis b r a z o s : E n efecto, él ha sido también, según la espresion del Profeta, co-
annUtam te, nisi benedixeris riiihi. locado bajo el peso de la justicia de Dios, y en cierto modo herido,
Esto mismo sucede en Getliscmauí. La justicia de Dios, severa é

( O Sicut pro nobis ral c o n t r i s t ó o s , ¡la el pro n o b i i est conferíalos. (CU. 10


x ( I ) Quis est isle d a u d o s elbeneilielos?
de Trwti.)
(S¡ In passione visus est Clnislos in corpons so¡ ¡nfinnilalc pix-valuisse Deo
( 2 ) In docnmeotiim ulriusqoc n a t u r a , e l e¡ Angeli mmistrasse, el e o n , eoofor-
Usse d m m l u r . (la lúe.) (la Cenes.)
1 0 4
14 AGONIA.
abatido, humillado, quebrantado y oprimido ( t ¡ . Siendo él el Hijo
amado de Dios, santo é inocente, h a sido tratado como uno de nos- deis pues exigir m a s de mí? Y o h e pagado mucho mas de lo que d e -
otros, como un hombre pecador y odioso, que, p a r a hallar g r a c i a , bió, supuesto q u e por faltos q u e solo son un mal finito, he dado una
tiene necesidad de luchar y d e descender al grado de suplicante. satisfacción infinita. El cuerpo de mis iniquidades se h a destruido;
Mas, como su eondicion de Hijo d e Dios es inseparable de su h u m a - así pues inclinaos hácia mí para sellar mi reconciliación, elevad la
n i d a d , y como esta está unida á la persona del Verbo, y todas sus m a n o y bendecidme (1). o
acciones son por lo mismo de un valor y de un precio infinito, se f i n a l m e n t e el ángel m u d a el nombre de Jacob, su vencedor en
hace fuerte contra Dios eu la flaqueza misma á q u e se ve reducido esta lucha, en el d e Israel, que significa un « hombre fuerte contra
como h o m b r e ; hace brillar, en su propia humillación, toda la altura Dios mismo; » y le añade esta p r o m e s a : » S u p u e s t o que has quedado
de su dignidad, y obtiene para nosotros la bendición de su P a d r e , y vencedor del mismo Dios, mucho m a s fuerte serás contra los hom-
la adopción divina que solicita con tanta iusistencia y con tantos es- bres. o Además, la enfermedad de su pierna, de. que quedó cojo p a r a
fuerzos : Exaudilus esl. pro suu reverentia (Hebr. 5;. toda su vida, atestigua la verdad d e su lucha, y se hace como el trofeo
¡ Oh! ¡ cuan grande es y cuan precioso el misterio q u e se cumple y la insignia de su victoria. Pues bien, lodo esto se ve igualmente en
p a r a nosotros en la agonía de Jesucristo! Gracias á este combate, Jesucristo. Su humillación tan profunda, que le hace tomar la n a t u -
nosotros nos colocamos desde este momento en el lugar de nuestro raleza de esclavo (2 , su perseverancia en la Oración, su obediencia
Salvador, que permanece en el n u e s t r o . El peso enorme de nuestras tan perfecta que le. hace aceptar la m u e r t e , y la muerte de cruz (3),
culpas se acumula sobre la cabeza inocente del Redentor, y á n o s - le hacen triunfar de la justicia. Esta es la causa p o r q u é le h a dado
otros, que somos rescatados, se nos h a devuelto su justicia y su Dios un nombre nuevo, que aventaja á todos los demás nombres en
santidad. ¡Vosotros todos somos en este instante incorporados á él y gloria, en majestad y cu grandeza; un nombre glorioso ante el qne
asociados al sacrificio q u e acaba d e comenzar, d e tal manera que el cielo, la tierra y los infiernos se i n c l i n a n , y toda rodilla se dobla.
todo el dolor y todo el oprobio caen sobre é l , y á nosotros se nos Sus heridas mismas, cuyas cicatrices conservará aun en el cielo,
reserva todo el fruto y todo el mérito. Desde este instante su Pasión pruebas incontestables d e sus humillaciones y de sus dolores, atesti-
será la nuestra, por cuanto él sufrirá en nuestro n o m b r e ; la h u m a - guarán la lucha penosa que él h a sostenido, y s e r á n al mismo tiempo
nidad e n t e r a , toda la especie h u m a n a , según la doctrina de S. P a - como el trofeo moguifico de la victoria q u e h a alcanzado en nuestro
blo, sufrirá e n el y con é l , y todos, elevados á una potencia y á una favor (4). De modo que al ver las heridas de la humanidad de J e -
dignidad infinita por la persona q u e nos representa, nos hacemos sucristo, .toda lengua se verá obligada á reconocer y confesar que es
capaces de satisfacer completamente á la jusücia infinita. De modo el verdadero Hijo de Dios, igual ó su P a d r e en la gloria lo misino q u e
que después de la consumación d e su sacrificio en el Calvario, cada cu la naturaleza: Et omitís lingua cmfiteatér guia Dominus Jesús
uno de los que hayan sido regenerados en él por el bautismo, y q u e Cltrislus in gloria esl Dei Patris (Ibid.).
renazcan de é l , podrá decir á Dios con j u s t a razón y con plena con- Mas, ¿cómo h a podido el Dios Podre mostrar este inexorable rigor
fianza : « Justicia eterno, vos no tenéis y a nada q u e "exigir de m í ; yo con un Hijo que es igual á él? ¿Cómo lia podido exigir de él que, p a r a
os he satisfecho y a plenamente. Y o soy el mismo que h a sido entre- desarmorsu cólera,descienda á unas humillaciones tan grandesy tan
gado en la persona de m i Redentor; yo mismo soy el que h a sido contrarias á su dignidad?
acusado, escarnecido, escupido, azotado, coronado de espinas y cu- ¡A.v! hermanos mios, este Divino Hijo tiene en sí, es v e r d a d , la
bierto de heridas. Yo soy en fin el que, en cualidad de hombre viejo, santidad infinita de Dios; m a s está cubierto al mismo tiempo de los
de hombre de pecado, h a sido clavado e n la cruz con Jesucristo? Po-
(1) y o s seimus quia velus h o m o nosler erueilixus esl, ti! d e s t a l l a r eorpus pec-
caU. (Rom. 6.)
( 2 ) lluiuiliasilscuielipsuni, formara seivi a c c i p i e n i . ( P h i l t & 2.)
( ! ) Vidimus cura pereussum a Deo e l humilialum. Toluii Deus conlerereeum
íolirmilate. ( 3 ) Faelus obedierts usque a d m o i l e m , moriera aulem. erucis. (lint.)
(•i) Propler quod donavil illi Domen, qnod esl super omue uomeii: u l in nomine
J e s u omoc genuUeelalur, eteleslium, lerreslrium el ¡ulcruonim. ( l l i d . )
despojos del pecado, está cargado con la responsabilidad del pecado
Esto solo basta para hacerle en cierto modo odioso á su Padre, que le nnir á vuestros propios ojos el mal del pecado, y que exagerais al
enjcndra de su sustancia y que bacc de él el objeto de sus delicias mismo tiempo la severidad de Ja pena eterna que os amenaza, m i -
eternas. Esto solo basta para que su padre aparte al parecer sus ojos rándola como escesiva é incompatible con la idea de un Dios infini-
de el, se haga insensible á sus lágrimas y desoiaa sus súplicas. Esto mente bueno y misericordioso (1 ; ¡ a h ! comprended ahora por la
solo basta en fin, dice San Pablo, lleno de admiración ai ver que un lucha que Jesucristo lia sostenido en Gethsemauí para obtener el
Dios, n¡jo tan elevado y tan puro, objeto de tanto amor, no pueda perdón y ia reconciliación de los pecadores, cuánto aborrece Dios el
hallar gracia ante un Padre, Dios como él, para quesea envuelto en pecado y con cuánta severidad lo castiga. Comprended que si Dios
los castigos que nosotros hemos merecido, y entregado en lugar lia tratado con tanto rigor á Jesucristo, santuario de la gracia y de la
nuestro á todos los horrores de una muerte la mas cruel T • Diosno inocencia; si no ha perdonado á sn propio Hijo, que solo llevaba la
ha perdonado aun á su propio H i j o ! ¡ Cuánto se encierra en estas pa- forma estertor del pecado, mucho menos os perdonará á vosotros,
1
labras !
enemigos suyos, vasos vergonzosos de infamia, cargados de desór-
denes y de toda clase de pecados. Comprended bien la advertencia
¡O malicia del pecado! , 0 rigor do la justicia de Dios! ¡Ni el diluvio
solemne que os hace S. Pablo, á saber, que no hay gracia, indulgen-
con que Dios cubrió la tierra, porque quería mejor verla privada de
cía ni salvación para los que no observan el Evangelio de nuestro
habitantes que poblada de vicios, ni el fuego que redujo á cenizas la
Señor Jesucristo, y que si la muerte viene á sorprenderlos cu estado
Pentapolis con sus infames habitantes, ni el castigo pronto y terrible
de pecado, Dios sin tener consideración á su número ni á su condi-
que ios ángeles sufrieron por un solo pecado, ni aun el ardor devo-
ción, los destina inexorablemente á una condenación eterna (2;.
rante de los fuegos eternos del infierno, nos dan una idea tan viva y
Sin embargo no nos engañemos acerca de esto. La santidad, la
tan fiel de la justicia de Dios, de su odio y de sus venganzas contra
justicia y la misericordia se encuentran en el Padre lo mismo que
el pecado, como la que nos da la lucha que Jesucristo sostiene y las
en el Hijo. En tanto que el uno rehusa al parecer lo que el otro pide
humillaciones que sufre por la reconciliación de los pecadores! ü
con tantas instancias, hay entre los dos la misma voluntad y los
vosotros los que juzgáis el pecado con tanta indulgencia, que lo m i -
mismos intereses, así como hay la misma naturaleza. El mismo
ráis mas bien como un efecto de la fragilidad de la naturaleza, que
Hijo de Dios, en cuanto Dios no quiere perdonar á los hombres, sin
de la malicia de la voluntad, que veis en él una sorpresa hecha á la
que hayan satisfecho rigorosamente á la justicia de Dios, y estaría
razón, roas bien que un monstruoso aborto de los desórdenes del
igualmente pronto á castigarlos, si una víctima divina, y por consi-
corazón, un olvido mas bien que una ofensa de Dios; vosotros los
guiente la úuica digna de Dios, no se le ofreciera en espiacion por
que ascgurais que, siendo infinita la misericordia de Dios, disimu-
ellos y para ellos. El Hijo de Dios mismo es esta víctima divina. Él
lará y perdonará vuestros pecados : Misericordia Bomini mama
se vistió espresamente de la naturaleza humana para poder c u m -
est, muttitiidinis peccatorum meorum miserebilur (Eccli. s). Vos-
plir, eu nuestra mortalidad, lo que la severidad de sus propios jui-
otros que formáis de Dios la idea de un ser débil é imbécil seme-
cios teuia derecho á exigir de los hombres. Así pues Jesucristo,
jante al dios de Epicv.ro, que cierra los ojos sobre todos los desarre-
tengamos esto presente, se humilla, derrama lágrimas y súplicas
glos que una vergonzosa pasión se perdona á sí misma, de un ser
ante su propia Divinidad, que le es común con su Padre; él tiembla
poco cuidadoso de recompensar á quien le honra y de castigar á
y se aterra en presencia de la justicia divina, que es la suya, él mis-
quien le ultraja; vosotros que pensáis, como el mismo Dios se queja
mo quiere que ella sea satisfecha ántes que los hombres puedan o b -
por el profeta, que la santidad infinita juzga el pecado con la indi-
tener lo que pide para ellos. ¡ O misterio que conserva á Jesucristo
ferencia estúpida del hombre que lo comete Miimasti inioue
toda la dignidad y toda la grandeza de Dios, aun en las humíllacio-
qu.a ero stmi/is lm(Vs. « ) , vosotros en fin que procuráis dismi-
nesmismasdel último de los hombres! ¡O misterio por quien l a j u s -

: (1) Oiiil.-iiii.il culpam el exagera! [Kwiain. {Tertult.)


« 7 ™ K ii0
' S m pcpercil
' i , á l
" r 0 m h a
" " ' " ' b u s tradidil iliaco. {2} Qui non oliediuul Evangelio Domiui ucilri Jesu C b r i í ü peonas dabunt in in-
teritu .-eternas, (ti. Tlicsl. 1.)
ticia obtiene u n a satisfacción i n f i n i t a , v la b o n d a d d a pruebas d e á quien u n s a n t o t e m b l o r agita en presencia d e este m i s m o Dios, y
u n a infinita m i s e r i c o r d i a ! E n la agonía d e G e t b s e m a n í , en este q u e a b a t i d o b a j o el peso de la t r i b u l a c i ó n , a n o n a d a d o á vista d e l a s
misterio d e rigor y d e a m o r es d o n d e , s e g ú n la b e l l a i m a g e n del h e r i d a s d e sus p r o p i o s pecados, a r r a s t r a su f r e n t e p o r el polvo, es
P r o f e t a , la v e r d a d d e los decretos d i v i n o s , la paz y la reconciliación el vencedor q u e t r i u n f a d e l a justicia d e Dios como obligándole á
d e los h o m b r e s , la justicia q u e condena sin apelación y la m i s e r i - a b r i r los tesoros d e su misericordia ( i ) .
cordia q u e p e r d o n a con a m o r se e n c u e n t r a n , s e c o n f u n d e n en u n ¡ Cosa a d m i r a b l e ! D i o s es infinito, inmenso, a b s o l u t o , o m n i p o -
m i s m o a b r a z o y e n u n m i s m o beso, y t r i u n f a n u n i d a s : Misericordia t e n t e ; n a d a r e s i s t e á su p o d e r ; todo cede á su p a l a b r a ; todo d e s a -
et veri/as obviaverunt sibi; justiliaetpaxosculataisunt. (Ps. 8 1 . ) p a r e c e á u n siguo d e su v o l u n t a d . Y sin e m b a r g o existe u n m e d i o
¡ O m i s t e r i o ! ¡ O abismo p r o f u n d o d e la s a b i d u r í a , d e la o m n i p o t e n - d e vencer á u n Dios t a n elevado en p o d e r y en m a j e s t a d , y este
cia, y d e la b o n d a d d e l l i o s t | O r a z o n h u m a n a , h u m i l l a n t e ! ¡ S a b i d u - m e d i o es la h u m i l d a d d e e s p í r i t u , la contrición d e eorazon y la s ú -
ría creada, c o n f ú n d e t e y a n o n á d a t e a n t e esla o b r a m a e s t r a d e la p l i c a f e r v i e n t e . Es imposible q u e Dios n o acoja estas d e m o s t r a c i o n e s ,
virtud d e D i o s ! Sí, misterio s u b l i m e , yo m e iuclino, y o m e a n o n a d o , q u e no c e d a y se r i n d a á ellas. El p o d e r d e Dios t r i u n f a d e t o d o ; m a s
yo m e c o n f u n d o a n t e tí, y en mi confusion te a d m i r o y te a d o r o . l a h u m i l d e y fervorosa oracion t r i u n f a d e Dios mismo ; ella detiene
Uuíos á m í , inteligencias celestiales; unios á m í , almas c r i s t i a n a s ; su b r a z o , y a p a g a el r a y o en s u s m a n o s , ella le d e s a r m a , le a p a c i g u a ,
r i n d a m o s n u e s t r o h o m e n a j e á este misterio p r o f u n d o d é n u e s t r a hace d e él u n a m i g o y le coloca c u a s i b a j o su d e p e n d e n c i a (21.
Religión, y gloriémonos en n u e s t r a f e , b a s a d a sobre u n misterio El r e y profeta liabia y a dicho en o t r o l u g a r q u e el h o m b r e n o
q u e Dios solo p u e d e c o m p r e n d e r , y q u e Dios solo h a podido c u m p l i r . p u e d e esperar su auxilio sino d e Dios, pero q u e este auxilio divino
está colocado á u n a a l t u r a , á u n a distancia i n f i n i t a m e n t e g r a n d e d e
S E t l VU V P A U T E . s u e r t e q u e el h o m b r e , p o r m u c h o s esfuerzos q u e h a g a p a r a elevarse
y estender s u s m a n o s , n o p u e d e alcanzarlo : Quoniam tu es, Domine,
E n la l u c h a d e J a c o b c o n t r a el áugel y en la d e n u e s t r a h u m a n i - spes mea : altissimum posuisli refuijium luum. (1's. 90.: El v e r -
d a d con Dios, ¿ n o parece q u e Dios y el ángel debian h a b e r q u e d a d o d a d e r o J a c o b sin e m b a r g o n o s h a m o s t r a d o hoy l a v e r d a d e r a escala
v e n c e d o r e s ? Sin e m b a r g o , y a h e m o s visto q u e n o f u é así. E n J a - q u e hace j u n t a r el ciclo con l a t i e r r a ; él n o s h a hecho conocer q u e
c o b el h o m b r e t r i u n f a d e u n á n g e l ; en Jesucristo la h u m a n i d a d la h u m i l d a d , la contrición y la oracion hacen desaparecer la d i s t a n -
e n t e r a ha t r i u u f a d o en cierto m o d o d e Dios ( t ) . M a s ¿ c u á l es e s t e cia q u e separa el h o m b r e d e Dios, q u e ellas hacen q u e Dios d e s c i e n -
secreto d e la f u e r z a prodigiosa q u e aseguró á J a c o b la victoria sobre d a b a s t a el h o m b r e , y elevan al h o m b r e hasta Dios, d e t a l modo
el á n g e l ? El p r o f e t a Osea n o s lo b a r e v e l a d o ; este secreto f u é l a h u - q u e concluyen p o r c o m p r e n d e r s e , p o r a m a r s e y poseerse m ù t u a -
m i l d a d , las l á g r i m a s y la oracion : Flevil et supplex hit iili. Por m e n t e . T a l es el g r a n secreto q u e Jesucristo n o s ha enseñado con s u s
o l r a parte S. P a b l o nos h a descubierto el secreto d o la f u e r z a q u e p a l a b r a s y sus ejemplos. El p u b l i c a u o del templo, Zaqueo, l a M a g -
hizo á Jesucristo, a u n q u e en la e n f e r m e d a d d e n u e s t r a c a r n e , v e n - dalena, l'cdro y t a n t o s otros penitentes ilustres, los generosos c o n f e -
cedor d e Dios m i s m o en su g l o r i a ; esta f u é r z a l a e n c o n t r ó en la h u - sores de la f e y todos los cristianos fervientes lo h a b í a n a p r e n d i d o
m i l l a c i ó n , en la o r a c i o n , en las lágrimas y en l a s súplicas : Cum t a m b i é n , dice Cornelio A Làpide, y este es el m e d i o p o r d o n d e p u -
clamare et luc-ryrnis pro sita reverentia. dieron vencer la justicia d e Dios, a p a c i g u a r l a c u a n d o su indignación
E n el misterio pues q u e hemos esplicado eu el d í a d e h o y se e n - llegaba á su c o l m o , c o n v e r t i r l a en compasiva b o n d a d y o b t e n e r d e
cierra u n a p r o f u n d a y preciosa e n s e ñ a n z a ; vedla a q u í . E n l a s l u - ella l o d o c u a n t o quisieron : el p e r d ó n , la gracia, la s a n t i d a d , la s a l v a -
chas de h o m b r e á h o m b r e , el q u e tiembla a n t e s u a d v e r s a r i o , el q u e ción e t e r n a y el p o d e r d e o b r a r todos los prodigios d e la virtud (3).
sale h e r i d o , el q u e es d e r r i b a d o en tierra y c u y a s a n g r e b a corrido,
( i ; Flevil, rogavi!, poleos fuit.
ese se r e p u t a v e n c i d o ; m a s en las luchas del h o m b r e con Dios, a q u e j (2) Cor eootritum et homiiiatum Deus non despicies. (Ps. 50.)
(3) Hoeareanom «incendi, et quidvis obtinendi consilium uoruot et usurpaut
(1) Viitute rúa superávit Deuiu el poleos fuit. viri sancii, qui in Deo faciunt virtotem, (In 2ti. Manli.)
110 t i AGONÍA. LA AGONÍA. 111
S . Gregorio h a b í a d i c h o t a m b i é n : El m u s l o es el símbolo del a g o n i z a r p o r vosotros m i s m o s , c o m o la E s c r i t u r a os e x h o r t a á h a -
a m o r propio, d e la c o n f i a n z a en las propias f u e r z a s y d e la concupis- cerlo ( I ) ; debeis pelear hasta la m u e r t e p o r l a justicia y p o r el cielo,
cencia. P u e s b i e n , es neeesario q u e este nervio, h e r i d o , lastimado y s u p u e s t o q u e habéis s u f r i d o t a n r u d a s p r u e b a s p o r el m u n d o , el i n -
h u m i l l a d o por l a m a n o d e Dios, p i e r d a s u f u e r z a b a j o su impresión, fierno y el p e c a d o . Un sacrificio temporal, p o r p e n o s o q u e s e a , es
p o r q u e el h o m b r e n o p u e d e elevarse h a s t a el a m o r d e Dios, si n o s i e m p r e p e q u e ñ o ; y no es n a d a en c o m p a r a c i ó n d e la e t e r n a felicidad
p r i n c i p i a p o r debilitar d e n t r o d e sí el a m o r del siglo, y h u m i l l a r su q u e d e b e p r o p o r c i o n a r o s . Con m u c h a m a s razón debeis p r o c u r a r po-
a m o r propio ( l ) . ner en práctica los medios q u e os h e p r o p u e s t o ; el r e s u l t a d o es t a n t o
I A n i m o pues, o c r i s t i a n o s , á quienes la m u l t i t u d , la malicia y l a m a s s e g u r o c u a n t o m a s fácil es l a ejecución.
v e r g ü e n z a d e v u e s t r a s f a l t a s a b a t e y d e s e s p e r a 1 Venid á los pies d e El h o m b r e q u e se h u m i l l a , q u e ora y gime está cierto d e s u salva-
Jesucristo, q u e l u c h a p o r vosotros, q u e p o r vosotros está poseído d e c i ó n . ¡ Cuántos pecadores y c u á n t o s incrédulos despucs d e caer d e
angustia y d e a g o n í a . H u m i l l a o s , llorad, o r a d c o n él y c o n el m i s m o rodillas se l e v a n t a n justos y fieles! Dios exige poco d e nosotros,
fervor que 61. Confesad q u e vosotros solos h a b é i s c o m e t i d o el c r i m e n p o r q u e s a b e q u e no p o d e m o s d a r m u c h o , m a s sin e m b a r g o quiere
d e ofenderle, y q u e solo vosotros mereccis s e r c a s t i g a d o s ; y p o r los a l g u n a cosa, y esto p e q u e ñ a cosa es la h u m i l d a d y la o r a c i ó n . Si
m é r i t o s del misterio d e e s t e (lia i m p l o r a d en alta voz la misericordia vosotros a l c a n z a i s sobre vosotros m i s m o s esta p r i m e r a victoria, este
y el p e r d ó n q u e este m i s t e r i o os ha a l c a n z a d o . F o r m a d en favor v u e s - Dios d e clemencia y de misericordia estenderá s o b r e vosotros sus
t r o u n a asociación d e oraciones con otros h e r m a n o s ; invocad la b r a z o s misericordiosos para s a e a r o s del abismo d e la corrupción en
mediación d é l o s s a n t o s , d e ios á n g c l e s y d e M a r í a s u a m a b l e r e i n a ; q u e habéis caido. D a d pues el p r i m e r p a s o ; su misericordia h a r á lo
h a c e d novenarios, c o n s a g r á o s á las p r á c t i c a s d e devoción, f o r t a l é - demás, y vosotros adquiriréis sucesivamente la f u e r z a n e c e s a r i a para
ceos con reliquias y c o n escapularios. Vosotros m i r á i s t a l vez estos d o m a r todos v u e s t r o s vicios, todos vuestros h á b i t o s culpables y todas
medios c o m o n e c e d a d e s , y estos objetos c o m o cosas supersticiosas, v u e s t r a s p a s i o n e s . El ángel h a b í a d i c h o á J a c o b : Si tu h a s prevale-
buenas á lo m a s p a r a l a s m u j e r e s y p a r a los i m b é c i l e s ; m a s t o d o cido c o n t r a Dios, con m u c h a m a s facilidad t r i u n f a r á s d e los h o m b r e s ,
esto pertenece en el f o n d o á la roas alta filosofía. E s t a s p r á c t i c a s , al í v osotros t a m b i é n , d i c e s a n G e r ó n i m o , si por m e d i o d e u n a oracion
m i s m o tiempo q u e son a c t o s d e f e , d e esperanza y d e religión, son h u m i l d e conseguís aplacar á Dios, con m u c h a m a s razón podréis
t a m b i é n aetos d e s i n c e r a h u m i l d a d . P o r ellas principiaréis á debili- t r i u n f a r p o r ella d e vuestras pasiones, d e v u e s t r o s e n e m i g o s , y del
t a r el nervio d e v u e s t r o m u s l o , receptáculo f u n e s t o del a m o r propio. m a y o r d e todos ellos q u e sois vosotros m i s m o s ¡2). ¡ A h ! H a g a m o s
Por ellas volveréis á la simplicidad evangélica d e los n i ñ o s , os liaréis todos l a m i s m a esperieneio d e este g r a n secreto d e la vida c r i s t i a n a ,
pequeños, y esta p r i m e r a victoria, o b t e n i d a s o b r e el orgullo q u e os y cogeremos todos el m i s m o f r u t o , de m o d o q u e p o d r á decirse d e
p i e r d e , os a l c a n z a r á la g r a c i a q u e os s a l v a . Si se os dijese que era c a d a u n o d e n o s o t r o s : P o r su fortaleza prevaleció c o n t r a el á n g e l ;
necesario r e n u n c i a r á v u e s t r a s r i q u e z a s , d a r al m u n d o u n eterno v e n c i ó y f u é fortalecido despucs d e h a b e r Horado y o r a d o is),
á Dios y e n c e r r a r o s en u n claustro : q u e e r a necesario e s t e n u a r o s c o n Así sea.
a y u n o s , d e s g a r r a r v u e s t r o c u e r p o é inmolarle con la p e n i t e n c i a como
(1) Adonizare pro anima toa ¡ el ustpip ad morlcm certa pvo justicia. {Eccli• -í.)
u n a víctima viviente, d e b e r í a i s sin d u d a h a c e r l o Í2). Se t r a t a d e
(2) Si per oraliuucm dominamur Deo; multo magis de ómnibus afíectus et hos-
vuestra a l m a , y s u p u e s t o q u e habéis s u f r i d o t a n t o p a r a perderla cor-
tibus pratvalevimus.
r i e n d o p o r los c a m i n o s d e las pasiones, no d e b e r é i s doleros d e sufrir (3) in forliludioe sua diieelus est cuín Angelo, el invaluíl, et coaforlatus esl;
p a r a s a l v a r l a ; J e s u c r i s t o h a s u f r i d o p o r vosotros los dolores d e la llevit et rogavit cum.
a g o n í a , y p a r e c e q u e vosotros no debéis t e n e r dificultad a l g u n a cu

(1) Fémur, id esl, amorproprius. fiducia sunnunvirlufunt el coucupiscentia qua


vigel m feniore, Dei virlule tóela decrescit; quia ueccáse est ut, debilitato amoie
SKeiiii, homo eonvaleieal ad amorem Dei. (Moral,)
(2) Si rem grandem divissel libi propbcta, lacere dehuisses. (IV. Hcg. 3.)
d e sus cenizas mezcladas con a g u a se f o r m a b a u n a especie d e a g u a
bendita, con la q u e se h a c i a p o r siete veces u n a especie d e aspersión
del t a b e r n á c u l o y del pueblo q u e se ponia alrededor d e él. Así es co-

CONFERENCIA SÉPTIMA. m o del cuerpo a d o r a b l e d e Jesucristo, consumido por el fuego d e l a


c a r i d a d diviua, se f o r m ó esc b a ñ o s a l u d a b l e que, p o r m e d i o d e los
siete s a c r a m e n t o s , esparce s u s a g u a s purificantes sobre la Iglesia,
El s u d o r de Sangro. v e r d a d e r o t a b e r n á c u l o dg Dios entre los h o m b r e s , y sobre todo el
p u e b l o fiel. H a y sin e m b a r g o la diferencia d e q u e el rito h e b r e o n o

Si tonquií taurorum, tt einií vital® osper- p r o d u c í a m a s que u n a purificación legal p a r a el c u e r p o : Sanguis et


í u i , inquínalo* sanclifical od tmunialiontfn einis viíultc sunelijieat inquínalos ad emundationcm earnis, mien-
cornil; íwan/o mogis sanguis C/irilliemun- t r a s q u e el rito cristiano, ennoblecido p o r la c a r n e crucificada y p o r
dabU conícitntiom mitran ab optrilus mor-
luis ad serriendum Deo vivenli? la s a n g r e d e Jesucristo, p u r i f i c a las a l m a s d e las m a n c h a s del vicio,
y las b a c e d i g n a s d e ofrecer u n v e r d a d e r o culto al Altísimo, d e serle
Si la sangre de les loros, y la aspersión 'leí
agua mewlíja cea la ceoiia ,le una bewria, a g r a d a b l e s , y d e h a c e r l e vivir en nosotros y nosotros en é l : Sanguis
saulifkao á los inmundos, porioiaiijo so carne; Christi emundat conscienciam noslram ab operibus muríais adser-
¿ cuánto ma; la sanme deCrislo pe'rjucará nuestra
eooeicocia de las obras muertas, para hacemos viendum Deo vivenli.
Iribotar oo coito verdadero al Dio* vivo? L o s mismos doctores j u d í o s n o s h a n t r a n s m i t i d o u n a particulari-
(tlclr.3.)
d a d d e l a m a s alta i m p o r t a n c i a , r e l a t i v a m e n t e á la inmolación d e la
ii t e r n e r a r o j a . » Ellos dicen q u e se ofrecía á Dios este sacrificio al
pie d e l m o n t e d e las Olivos, en el h u e r t o d e ü e t h s c m a n í . N o p u e d e
E s t a s bellas p a l a b r a s del Apóstol p r u e b a n c l a r a m e n t e q u e el a n t i -
d u d a r s e q u e esle sacrificio e r a la figura del q u e Jesucristo ofreció á
guo sacrificio j u d a i c o d e la « t e r n e r a roja i era misterioso y profético,
su P a d r e en el m i s m o l u g a r , d e r r a m a n d o u n s u d o r misterioso do
y r e p r e s e n t a b a el g r a n d e , el i n e f a b l e , el precioso sacrificio d e J e s u -
s a n g r e , c i n m o l á n d o s e á s í mismo p o r nuestra salvación en m e d i o d e
cristo.
l a s llamas d e su caridad d i v i n a . E s t a s e g u n d a circunstancia d e la
L a victima e r a u n a t e r n e r a , y su sexo significaba, s e g ú n los s a n - agonía del Salvador es la q u e vamos á meditar en el dia d e h o y .
tos P a d r e s , la e n f e r m e d a d - d e la carne de q u e el V e r b o E t e r n o se Nosotros debemos p e n e t r a r el misterio p r o f u n d o q u e se cumplió en
b a b i a vestido, s u p u e s t o q u e la h e m b r a es el simbolo de la flaqueza este s u d o r s a n g r i e n t o , el misterio d e la purificación del h o m b r e por
c o m o el hombre, lo es d e la f u e r z a . P o r esta razón lia d i c h o s a n P a - la abolicion del pecado y p o r el a u m e n t o d e la g r a c i a , á fin d e q u e
b l o que Jesucristo f u é crucificado y m u e r t o según la flaqueza d e la c o n c i b a m o s el deseo d e a p r o v e c h a r n o s d e él p a r a gloria d e Dios y
c a r n e , y q u e resucitó por el p o d e r d e D i o s : Crucifwus est ex in- salvación d e n u e s t r a s a l m a s : Et sanguis Christi emundabit cons~
firunlale.vivücxvirtutcDei. : II. Coriulh.) cicnlíam nostram ab operibus mortnis ad serviendum Deo vi-
L a t e r n e r a debia ser r o j i z a , p e r o sin taclia, y sin h a b e r l l e v a d o venli.
j a m a s el y u g o ; estas particularidades eran el e m b l e m a d e la h u m a - l'MIUERA PARTE.
n i d a d de nuestro S a l v a d o r , h u m a n i d a d sin t a c h a , c o m o q u e f u é
e x e n t a a u n d e la s o m b r a m i s m a del p e c a d o , y libre, a b s o l u t a m e n t e El S a l v a d o r b a b i a d i c h o en cierta ocasion á s u s apóstoles : Un b a u -
del y u g o d e Lucifer q u e pesa sobre todos los h o m b r e s desde s u n a - tismo d e u n género a b o l u t a m e n t e n u e v o , u n b a u t i s m o d e s a n g r e m e
cimiento, p o r q u e son pecadores, m a s toda enrojecida, t o d a c u b i e r t a está reservado, y ¡ c u á n vivo é impaciente es el deseo q u e tengo d e
de. l a s a n g r e q u e d e r r a m ó p o r nosotros. Así es q u e la esposa d e los recibirlo (3)1 Esta profecía se cumplió literalmente en el h u e r t o d e
Cantares dice h a b l a n d o d e Jesucristo : Dilectus meus candidus et
( I ; Paptismo babeo itaplizari, et quomodo coarctor usque dum perfieiotur.
rubicundas. ( C a n t . 3.1 (Loe. 12.)
L a becerra, d e s p u e s d e i n m o l a d a , era c o n s u m i d a p o r el fuego, y
l a s Olivas. E n e f e c t o , según refiere s a n L u c a s , despues d e la agonia q u e d i g a n ciertos a u t o r e s , s u d a r s a n g r e p o r t o d a s las p a r t e s del
q u e h a b i a s u f r i d o , u n s u d o r d e s a u g r e m a n ó d e su s a g r a d o c u e r p o , c u e r p o es u n f e n ó m e n o c o n t r a la n a t u r a l e z a ; i ¡ .
y con u n a a b u n d a n c i a tal q u e , no solo el m i s m o J e s ú s f u é t o d o b a - ¿ C u á l e s f u e r o n pues los m o t i v o s y los misterios d e este s u d o r
ñ a d o y c o m o b a u t i z a d o en su propia s a n g r e , sino q u e l a tierra f u é m i l a g r o s a m e n t e s a n g r i e n t o ? Yo los voy á i n d i c a r , con la a y u d a d e
r e g a r d a eu l o r u o d e é l ( l ) . las luces d e la Escritura y d e los s a n i o s P a d r e s .
V b i e n , ¿ c u á l f u é la c a u s a , cuál f u é el fin d e este e x t r a o r d i n a r i o ) ' E n t r e los sacrificios q u e el m i s m o Dios h a b i a p r e s c r i t o en la ley
maravilloso s u d o r ? Algunos a u t o r e s p i e n s a n q u e f u é u n efecto d e la a n t i g u a , el holocausto o c u p a b a el p r i m e r l u g a r . S e inmolaba u n a
a n s i e d a d v i o l c u t a q u e e | S e ñ o r e s p e r i m e n t ó á vista d e s u s tormentos. víctima m u y p u r a , q u e e r a o f r e c i d a y c o n s u m i d a toda e n t e r a en honor
S u s p r o f u n d a s a n g u s t i a s , su espantoso t e r r o r , d i c e n , c o n t r a t a n todas d e D i o s , eu reconocimiento d e su m a j e s t a d s u p r e m a y del alto
l a s venas y el corazon m i s m o , y d e tal m o d o l a s h a c i a n incapaces d o m i n i o q u e ejerce s o b r e ia vida y la m u e r t e d e todos los seres. P o r
d e contener l a s a n g r e , q u e ella se abría paso al t r a v é s d e los poros, esta razón se l l a m a b a el sacrificio p o r escelencla; este era el m a s
y m a n a b a p o r t o d a s las p a r t e s d e u n c u e r p o t a n delicado c o m o p u r o . a g r a d a b l e á Dios y c u y o olor le e r a el m a s suave ¡2).
M a s esta esplicacion d e u n o d e los m a s e s t u p e n d o s milagros, q u e Ved aqui pues el p r i m e r m o t i v o del s u d o r d e s a n g r e q u e J e s ú s
el S a l v a d o r o b r ó en sí m i s m o , es e v i d e n t e m e n t e errónea, p o r q u e es esperimentó en G c t h s e m a n í ; este f u é el deseo, dice S a u l o T o m á s ,
c o n t r a r i a á l a d i g n i d a d de la p e r s o n a del R e d e n t o r , á la generosidad d e ofrecer á su E t e r n o P a d r e en n u e s t r o n o m b r e u n holocausto
d e s u s s e n t i m i e n t o s y á la escelcncia d e s u sacrificio. E n efecto, n o perfecto, en el q u e la víctima toda e n t e r a f u é c o n s u m i d a parlas
solo 110 h u b o j a m á s cu Jesucrislo, c o m o l o h e d e m o s t r a d o e n el d i a l l a m a s d e la c a r i d a d d i v i n a , eu vez d e s c r í o p o r el fuego material (3).
d e a y e r , l u c h a a l g u n a i n t e r i o r e n t r e el espíritu y la c a r n e , e n t r e la E f e c t i v a m e n t e n u e s t r o S a K o d o r h a b i a a n u u c i a d o m u c h a s veces
v o l u n t a d di v i n a y la v o l u n t a d h u m a n a ; sino (pie n i a u n esperimentó q u e u n dia d a r í a su vida v o l u n t a r i a m e n t e , p a r a volverla á lomar
d e u n a m a n e r a m a r c a d a r e p u g n a n c i a a l g u n a á s u f r i r ; no puede pues m u y p r o n t o . H a b i a declarado t a m b i é n p o r boca d e D a v i d q u e su
a d m i t i r s e eu él u n a r e p u g n a n c i a b a s t a n t e f u e r t e y b a s t a n t e p r o f u n d a sacrificio seria v o l u n t a r i o , y q u e e s t a c i r c u n s t a n c i a f o r m a r í a toda su
p a r a e s t r a e r l e l a s a n g r e d e las v e n a s . A d e m á s , s i el R e d e n t o r n o se escelcncia y todo su m é r i t o . ¡Ps. o 3 . ¡ Sin e m b a r g o , ¿ c ó m o podía
h u b i e r a s o m e t i d o á beber el cáliz a m a r g o d e s u s p e n a s sino d e s p u e s cumplirse estesaerlficio d e u u a m a u e r a s a n g r i e n t a sin q u e la injusticia
d e h a b e r e s t a d o en a g o n í a hasta d e r r a m a r s a n g r e , sino se h u b i e r a y la violencia tomasen parte en él ? Y t o m a n d o p a r t e en él la v i o l e n -
r e s i g n a d o á e l l o sino con u n a obediencia f o r z a d a y v i o l e n t a , si h u - cia y la injusticia, ¿ c o m ó podía s e r m i r a d o como e n t e r a m e n t e p u r o y
b i e r a m a n i f e s t a d o u n a v o l u n t a d c o n t r a r i a á la de su P a d r e , si él no v o l u n t a r i o ? P u e s b i e n , estas d o s condiciones q u e parece q u e se
h u b i e r a s u c u m b i d o sino á u n a necesidad inevitable, n o seria v e r d a d cscluyen m u t u a m e n t e , se e n c o n t r a r o n a d m i r a b l e m e n t e u n i d a s en el
lo q u e dice s a n P a b l o , q u e J e s u c r i s t o , c o n s i d e r a n d o con u n gozo h u e r t o d e las Olivas, d o n d e se ofreció u n sacrificio s a n g r i e n t o sin el
s a n t o el f r u t o d e su m u e r t e , desprecio la vergüenza y el dolor y voló concurso d e la violencia. Allí n o h u b o t o r m e n t o s n i g o l p e s ; n i n g u n a
a p r e s u r a d a m e n t e al e n c u e n t r o de su c r u z 2). <Vo seria cierta esta h e r i d a , n i n g u n a causa esterior obliga á la s a n g r e á salir d e l a s v e n a s .
otra r e f l e x i ó n d e s a n P a b l o ; á s a b e r , q u e nosotros hemos sido s a n - H i la traición d e J u d a s , n i la injusticia d e Pilatos, ni el odio d e los
tificados y r e s c a t a d o s por el a r d o r y la generosidad con q u e el H i j o J u d í o s , n i la c r u e l d a d d e los Gentiles tuvieron en ello p a i t e a l g u n a ;
d e Dios s e o f r e c i ó por nosotros á s u P a d r c ( 3 ) . ;:V), n o ! esclama el ellas p e r m a n e c i e r o n c o m p l e t a m e n t e e s t r a ñ a s .
v e n e r a b l e B e d a c o n la generalidad d e los P a d r e s d e la Iglesia, esta N i n g ú n crimen d e s h o n r a , ni a u n en a p a r i e n c i a , u n sacrificio t a n
efusión d e s a n g r e del Redentor no f u é el r e s u l t a d o d e la debilidad del g r a n d e . N i n g u n a i n f a m i a m a n c h a u n a acciou tan p u r a . N i n g ú n
h o m b r e , f u é u n prodigio d e la omnipotencia d e D i o s ; p u e s , por m a s
(1) >"cmo sudorem liunc infirmitati depulel: guia contra naturam esl sudare
sanguíneo). (In Luc. 22.)
(2) Holocausto»! olilalio suavissimi odoris Domino. (Levil. .i.)
( I ) E l faclus esl sudor ejus sicul gnu® sanguinís decurrenlis in Icrram. (3) Loco materialis ignisfuit, in Uolocaustu Cluisli, igniscliarilalis(3./'. f . 46.
(~) Qaí|,roposilesil,¡53udiosusliiiuilcrueeni, couhisione contempla. (Hcbr. 12.) a n . 4.)
Í3) In ipra volúntate sanetifieati sumus. (Hebr. 10.)
nosotros y en nuestro nombre áDios su padre como una victima de
sentimiento perverso viene á ofuscar á nuestros ojos la generosidad
una suavidad infinita ( i ) .
con que Jesucristo se inmola. Ninguna boca profana insulta aquí su
Ved aquí pues como la humanidad entera ofrece á Dios, en la
a m o r como sucedió cu el Calvario, y no puede atribuirse á la violen-
persona de Jesucristo y por Jesucristo, un holocausto deuiia escelen -
cia ni á la fuerza lo que es un efecto de su bondad infinita. Aquí,
cia y de un mérito infinito, porque divina es la víctima que se
Jesucristo, verdadero pontífice, no tiene nccesidadni de ministros ni
inmola, y divino es el sacerdote que la presenta. De este modo recibe
d e servidores para cumplir su sacrificio, pues él se basta á sí mismo.
Dios de parte de los hombres, en este misterioso instante, u n culto
Porque siendo á la vez sacerdote, altar y víctima de su sacrificio, abre
perfecto y digno d e él, y la Esencia infinita es honrada cuanto puede
él mismo por su propia voluntad sus venas sagradas, y deja salir
serlo.
libremente la sangre y la vida, de manera que solo su omnipotencia
El sacrificio de la «ternera roja» no solo tenia por objeto honrar
es capaz d e detener la m u e r t e : Trislis est anima mea usque ad
á Dios, sino también purificar á los h o m b r e s : Ad emundationcm
mortem.
carnis. Era pues á un tiempo mismo un holocausto de adoracion y
Este es pues un sacrificio completo por la entera destrucción de la
de culto, y un sacrificio propiciatorio y expiatorio para la remisión
v i c t i m a ; es asimismo el m a s augusto de los sacrificios, porque el
de los pecados. S. Pablo observa que, para que los pecados fuesen'
' cuchillo que degüella esta víctima es su obediencia, el altar sobre
perdouados, se exigía siempre la efusión de. la sangre de la víctima
q u e se ofrece es su santidad, y el fuego que la consume no es otra
y esta es, añade, la segunda razón por q u e el Salvador derramó la
cosa que su amor. Así.como la tierra mejor es l a q u e produce e n
suya en Gethscmaní, por medio de un sudor abundantísimo: él qui-
abundancia flores y frutos sin ser hendida por la reja del arado y
so purificarnos de todos nuestros pecados (2).
siu tener necesidad de cultivo a l g u n o ; así como la fuente mas pura
es la que derrama por sí misma el agua clara, sin necesidad del t r a - A decir verdad, Jesús nos babia y a dejado adivinar sus generosas
b a j o del h o m b r e ; así como la uva mas esquisita es aquella de q u e intenciones y revelado este misterio de bondad y de misericordia
destila un dulce licor aun ántes de ser pisada en el lagar; asi también por la humilde actitud q u e tomó desde el principio de su oracion.
la parte mas noble del sacrificio de Jesucristo en su Pasión es al p a - Al inclinarse profundamente con el rostro en la tierra, nos dió á
recer la que se cumplió en el Huerto. Allí su cuerpo adorable, sin entender evidentemente, dice A Lapide, que había consentido en
haber sido labrado aun por los azotes, sin haber sido herido por los llevar la inmensa carga de nuestros pecados, y que en este momento
elavos, ni por la lanza, sin haber sido prensado sobro la cruz, d e r - se veía obligado á cncorbarse hasta la tierra, como abatido y cuasi
r a m a espontáneamente su divina sangre para el alimento, el consuelo aplastado bajo este enorme peso. P o r otra parte, continúa el mismo
y la salvación del hombre. ¡ O amable Redentor 1 Vos parece q u e intérprete, Jesucristo en esta actitud es nuestro amable Redentor
decíais entonces: « Mi sangre es exigida, es necesaria; el cielo y la que, por nosotros, se presenta a n t e su Padre como un culpable
tierra, Dios y los hombres tienen sed de esta sangre. ¡Pues bien 1 arrepentido que viene á someterse al castigo que h a merecido, y que
Vcdla ahí, yo la derramo por los q u e la reclaman. » ¡ O puro y s u - parece que le dice al mismo t i e m p o : Vedme aquí. Padre mió, yo rae
blime holocausto, que hace abolir y olvidar todos los holocaustos entrego á vos por los hombres; yo m e cfrczco á sufrir solo toda la
antiguos que solo babia prescrito y aceptado Dios en otro tiempo, pena en que ellos han incurrido. Desde este momenlo entrego mi
proque eran la figura simbólica deeste ¡l) I ¡O puro y sublime holo- cuerpo para que sea desgarrado p o r los azotes; mi cabeza para q u e
causto! ¡Cómo desde el fondo del valle de Gethscmaní hace subir su sea ceñida con una dolorosa corona; yo presento mis manos y mis
suave perfume hasla el trono del E t e r n o ! ¡Cómo serena su s e m - piés á los clavos, y todo mi cuerpo á la cruz. No azotéis, P a d r e mío,
blante irritado! ¡ Cómo forma las delicias de su corazon (2j! m a s q u e á mi solo, no coronéis de espinas, ni clavéis en la cruz mas

S. Pablo esclama q u e cu este holocausto se ofreció Jesucristo por


(1) Christus tradidit semetipsum pro noiiis oblationem et hostiam Deo in odo-
rem suavítatis. (Epttes. 5.)
(1) Hostias el olilationes noluiui, Corpus anteo»aptasti roilii. (fleAr. 10.) (2) Torgationem peceatorum faeiens. (Ephei. 1.)
(2) Holoeaustum, oblalio suavissimi odoris lloraioo.
E l SUDOR DK SANGRE. 119
US F.L SUDOR DE SAtiGRE.
que á mi solo; p e r d o n a d á los h o m b r e s y volvedles vuestra a m i s t a d . malicia cuasi i n f i n i t a , de parte del h o m b r e que lo comete, pues que
M a s . ¡ p o r qué j u n t a Jesús á esta súplica u n a contrición p r o f u n d a el h o m b r e que se abandona al pecado lo sigue eon tal avidez, y su
y u n s u d o r d e s a n g r e ? P a r a c o m p r e n d e r esto, observemos (pie, según corazon se e n c u e n t r a de tal m o d o dispuesto, que quisiera poder vivir
'las p a l a b r a s del m i s m o S a l v a d o r en el E v a n g e l i o , el pecado se f o r m a siempre á fin de poder siempre p e c a r ; de m o d o que si lo v i d a del
e n el corazon ántcs d e q u e s e c o n s u m a por l a acción estertor ( l ) . pecador no tuviera f i n , su pecado tampoco tendría término V . Y
P o r m e j o r d e c i r , no consiste, h a b l a n d o con p r o p i e d a d , observa el supuesto que a q u e l á quien la m u e r t e sorprende en el pecado p e r -
Doctor angélico, en la m a t e r i a l i d a d del acto, sino en la d e t e r m i n a - manece en esta horrible disposición d e q u e r e r constantemente la
ción de la v o l u n t a d ('2'. P o r e s t a razón continua el mismo S a n t o , culpa, a u n en el tiempo mismo e n q u e s u f r e y maldice la p e n a , se
ántcs de (pie el pecador ofrezca á Dios el sacrificio de s u cuerpo p o r sigue que los condenados deberán s u f r i r p a r a siempre supuesto que
medio de la satisfacción, d e b e ofrecerle por la contrición el sacrificio conservan siempre la voluntad de obrar m a l , y así como su pecado
de su c o r a z ó n ; p o r q u e el d o l o r voluntario del p e c a d o con q u e se h a es eterno, eterno d e b e s e r t a m b i é n su eastlgo ( 2 ) . Pues bien, supuesto
m a n c h a d o es la p r i m e r a c o u d i c i o n indispensable al p e c a d o r p a r a q u e que el pecado tiene u n a malicia infinita, y que es una ofensa infinita
p u e d a obtener su perdón y reconciliarse eon Dios, y ella es la q u e contra Dios, se debería, para alcanzar el p e r d ó n , concebir u n dolor
constituye esencialmente la penitencia v c r d a d c r a ( s ! . Y e d a q u i pues, infinito de él. ¿Mas, cuál es el h o m b r e que comprende todo el mal q u e
prosigue Sto. T o m á s , la c a u s a p r i m e r a del dolor interior que Jesús h a hecho á Dios y á s í mismo al cometer el peeado¡3) ? . . . ¿ Y quién
sintió e n t o n c e s ; él quiso c o n c e b i r y esperimentar la contrición por puede detestarlo cou la viva contrición con que merece ser detes-
t o d o s los pecados del género h u m a n o , s u p u e s t o q u e . s e babia e n c a r - tado?
gado de e s p i a r l o s ( 4 ¡ , y el s u d o r de sangre q u e se esparció eu a b u n - ¡ A h ! El dolor de D a v i d , de P e d r o , de l a M a g d a l e n a , y de o t r a
dancia s o b r e todo s u c u e r p o s a g r a d o , f u é , dice S . Bernardo, el t e r - m u l t i t u d de s a n t o s modelos de contrición sincera, de verdadera
rible efecto de esta p r o f u n d a c o n t r i c i ó n que destrozaba s u corazon {5¡. penitencia, estuvo m u y lejos de l l e g a r á la altura de la malicia del
pecado. P o r consiguiente así como las adoracionesde un Hombre-Dios
¡Cuánta magnificencia h a y e n esta interpretación del sudor s a n -
son las únicas que podían t r i b u t a r á Dios el e u l l o q u e l e e s d e b i d o , así
griento de Jesús, y cuón d i g n a e s d e s u augusto misterio! Ella orde-
como los su frumentos d e u n H o m b r e - D i o s son los únicos que podian
na de u n a m a n e r a a d m i r a b l e los misterios de P a s i ó n , y n o s h a c e
satisfacer por el eastlgo del pecado, del mismo m o d o también la c o n -
conocer toda su economía. P r o c u r e m o s sin e m b a r g o ampliarla algo
trición de u n Hombre-Dios es la única que podia detestar y llorar
m a s . El pecado, observa Sto. T o m á s , tiene a l g o de infinito, si se
d i g n a m e n t e la malicia del pecado.
considera con relación á la m a j e s t a d infinita d e Dios, contra la cual
Eslo es precisamente lo q u e hizo Jesucristo en G e t h s e m a n í . El
se subleva ¡f>;. El p e c a d o e n c i e r r a t a m b i é n , a ñ a d e S . Gregorio, u n a
Salvador, como lo hice ver en el dia de a y e r , h a b i a obtenido, por el
mérito de su lucha misteriosa y de su sublime agonía, la gracia, q u e
( ! ) D e corde exetrnt cogilationes prava:, foroicaliones, horaicidia, ele-
solicitaba con t a n t o amor, de colocarse en nuestro puesto y de repre-
(3lattüi 7 . )
¡2) Pecratum oihil aliud t i l q u a m aclus Immanus malus, id est, voluntarias,sive s e n t a r en sí mismo la universalidad d e los pecadores pasados y f u -
sitqoasiá volúntate clicilus, sive sit quasi á volúntale imperalus. ( 1 . 2 . q. 71. a. 6.) t u r o s h a s t a el fin del m u n d o , sin escepcion a l g u n a . Él habia obtenido
(3) Pcenilenlia est dolor volunlarius pro peeeato quod dolet eommisisse. q u e d a r por fiador de todas sus culpas, y satisfacer completamente
( / « 4. Dist. 17. 2 . arl. 1.) Impo&swHe esl quod peeealnrir alieui rerniltalnr por ellas á la justicia de Dios. P u e s bien, p a r a cumplir esla grande
sine pcenilenlia; el displicenlia peecali reqnirilur ad ruüonem vera: pusuIeuUíe; expiación, principió por esperimentar en s u tierno corazon un dolor
(3. p. ? . 86. i.) perfecto de todos estos pecados, á u t e s de q u e su cuerpo t a n p u r o
(4) Doloris interinris causa íuit primo ipiidem ornnia pcccalageueriíliumaui pro
quibus satisfaciebal. ( 3 . p . (/. 46. a . 6 . )
(5) Ñeque euim corpus extriusece tanto lalique sirdore dilHocnJ, si cor inlrinsr- (1) Velleot siue fiue vieere, ut possenl siue fine peecare.
eus nullius doloris molestia frangoretur. (Trac, de Pos. Dom, c. 27.) (2) Ideo sine Gne pomas luent quia voluutatem habuereiit sine fine peccandi.
(6) Pecealomquamdaminliiiilalcmhalieltv inlinitale S k i » Majeslaüs. ( 3 . / ' . ? . (3) Relíela quis iuteliigit? (P*. 18.)
J.o.2.)
s u f r i e s e el eosligo d e ellos; p a r a cumplir esta expiación detestó la todos los h o m b r e s j u n t o s h a n t e n i d o , y q u e debian t e n e r ; v a p o r q u e
c u l p a , c o n toda la a m a r g u r a d e la contrición mas v i v a , á n t e s d e s u f r i r se afiigio p o r los pecados d e t o d o s , y y a t a m b i é n p o r q u e ' s u d o l o r
l a pena con la m u e r t e m a s ignominiosa y m a s c r u e l ; y el a m a r g o nacía del conocimiento claro q u e tenia d e la m a j e s t a d , d e la g r a n d e z a
dolor q u e esperimentó v o l u n t a r i a m e n t e fué, s e g ú n el piadoso L u i s y d e la b o n d a d infinita de D i o s a quien el pecado u l t r a j a \ d e s u
d e Blois, t a n p r o f u n d o y t a n intenso, c o m o si los pecados d e todos i n m e n s o a m o r por los h o m b r o s , á quienes este mismo pecado p r e c i -
los h o m b r e s h u b i e r a n sido s u y o s propios, y los h u b i e r a el solo p i t a en sn e t e r n a ruina ¡I ¡.
cometido todos ( i ) . 1. Quién p o d r á pues, n o digo m e d i r ó espresar la intensidad del
F.s decir q u e J e s u c r i s t o n o s b a b i a sustituido, y q u e h a b i e n d o t o m a - d o l o r q u e , según la espresion d e Isaías, molió el corazon de J e s ú s á
d o sobre sí la responsabilidad d e todas n u e s t r a s d e u d a s y d e todos vista d e sus pecados, Attrilm estpropler scelcra «ostra (Is. 5 3 t
n u e s t r o s deberes, q u i s o , como pontífice fiel, p a g a r las u n a s y s i n f o r m a r d e él la m a s p e q u e ñ a i d e a ? A este propósito, observa el
Doctor angélico q u e , d e b i e n d o satisfacer por los pecados d e todos
c u m p l i r los otros d e u n a m a n e r a perfecta. Parece q u e se olvido p o r
los h o m b r e s , se vió poseído p o r la tristeza mas p r o f u n d a q u e p u e d e
u n i n s t a n t e d e su s a n t i d a d , d e su inocencia infinita y d e su s e m e -
i m a g i n a r s e ¡2), y su dolor f u é m a s f u e r t e q u e todos cuantos dolores
j a n z a c o n su P a d r e , v q u e no llevó á su presencia m a s q u e el ves-
p o d e m o s s u f r i r en la vida p r e s e n t e (3). E11 efecto, ved aqui c o m o
tido del p e c a d o ; él s e presentó con las condiciones d e v e r d a d e r a
h a b l a el m i s m o Salvador p o r boca d e s u s p r o f e t a s : « O vosotros todos
penitencia q u e d e b e r í a m o s tener nosotros, y esperimentó lodos los
los q u e pasais cerca d e m i , espectadores insensibles é indiferentes,
sentimientos q u e d e b e r í a m o s esperimentar nosotros á vista d e n u e s -
deteneos un i n s t a n t e y ved si h a y en el m u n d o u n d o l o r q u e p u e d a
t r o s pecados, si n u e s t r a inteligencia estuviera esclarecida por l a s i g u a l a r s e á m i d o l o r : O vos omites qui transitis per vitan, atlendi-
m i s m a s luces q u e l a s u y a , si como él conociésemos toda l a g r a n d e z a te et válete si est dolor sieut dolor meas. ( T h r c n . 12.) Y o h e sido
y toda la m a j e s t a d d e Dios, si como él conociésemos toda la m a l i c i a s a c i a d o d e t o d a s las a m a r g u r a s posibles; se m e h a o b l i g a d o á beber
y t o d a la d e f o r m i d a d del pccado y los horrorosos castigos q u e le hasta el esceso u n licor e m p o n z o ñ a d o (4). Todas las i n i q u i d a d e s d e
están reservados. los h o m b r e s , s e m e j a n t e s á torrentes h i n c h a d o s p o r a g u a s cenagosas,
E n efecto, si p u d i é s e m o s tener de estas cosas el conocimiento q u e h a n venido á descargar d e n l r o de m i ¡ 5 ) , ellas h a n t u r b a d o mU-ora-
t e n i a el R e d e n t o r , si el terror d e la juslicia divina p r o d u j e s e en zon, y todas r e u n i d a s h a n f o r m a d o en él como u n océano i n m e n s o
n o s o t r o s l a i m p r e s i ó n q u e debiera producir, 110 h a y d u d a q u e n u e s - d e dolores, cuyos abismos borrascosos m e h a n sumergido y t r a b a d o
en cierto modo ¡Gj.»
t r o s e m b l a n t e se c u b r i r í a de c o n f u s i o n ; u n terrible e s p a n t o , una
c o n s t e r n a c i ó n p r o f u n d a abatiría nuestro e s p í r i t u ; el dolor mas
a g u d o y m a s i n t e n s o destrozaría nuestro c o r a z o n ; un frió glacial, un Así pues c u a n d o los evangelistas diccn q u e Jesucristo sintió en el

t e m b l o r c o n v u l s i v o abitaría nuestros miembros, u n terror m o r t a l Huerto u n p a v o r indecible, u n a p r o f u n d a m e l a n c o l í a , u n t e m b l o r

s e a p o d e r a r í a d e n u e s t r a s p e r s o n a s ; nosotros sentiríamos t a m b i é n
(I) Passio i-l dolor a Clirislo loerunl assurapia voloolaríe projter liiiem líbera-
a b r i r s e n u e s t r a s v e n a s , y no solo sudaríamos s a n g r e c o m o J e s ú s , Uonis kominom á peocalo; el ideo laolan, qimitilatem doloris Msompsil ,pKe est
sino q u e m o r i r í a m o s d e angustia en el acto, p o r q u e nuestra flaqueza propon,ooau magnitud™. fruclusquiinde sequebatur, Doluil pro pe,calis omnium.
seria i m p o t e n t e p a r a resistir u n desbordamiento tal d e dolores. qu, dolor io Cbrislo «ce,sil omne,,, dolorem cujosque eomriti : lom ,,uia e.v
majon sapK-ona e! cluritate procos,¡1, lom qoia pro omnibospeccatissimol doloil.
P u e s b i e n , Jesucristo, dice Sto. Tomás, esperimentó en sí r e u n i - CS.p. 40. o. 6.)
d o s á la vez t o d o s estos sentimientos de a m a r g o dolor, y d e terrible (S) Usalisfoeercl pro pecralis omnium hooiinum. aeeepil tristitiammaxinuun.
e s p a n t o , q u e d e b e r í a n a g i t a r el corazon de todos y d e cada u n o d e (3) Dolor interior in Ulirislo foit máximos ínter dolores praseotis vite.
los pecadores si viesen sus faltas con la claridad q u e Dios las ve. El (Ii.p.q. K. a. 6.)
( i ) Replevil me amaiitodinibns, ¡nebriabit mealisinliiio. (Tiran. 3.)
sintió pues e n su corazon, mas fuertemente a u n , la contrición q u e
(5) Toirenles iuiqiiiiatis eonlnrbaverunt me. (Ps. 17.)
(6) Magua est velut mare conlrilio loa. (proa. 2.) Veoi in altiiudioem marii
(I) Omnia m.radi peecata in se «cepera!, Bolomque pro illis ollro sibi dolo-
et tempestas demersil me. (Ps. 68.)
m cordis assumpsil hac si ea ipse palrasset. (De Pan. Vom.) V. DE R. III, -
horrible, un inmenso espanto y u n a a n s i e d a d c a p a z p o r sí sola y c o n s e g u i r n u e s t r a r e c o n c i l i a c i ó n c o n D i o s f i l . Y d e e s t e m o d o .se
d e c a u s a r l e l a m u e r t e , Capit pavere, ittderé et mttslm «*.... c u m p l e el d i v i n o o r á c u l o d e q u e : L a s a n g r e q u e J e s u c r i s t o d e r r a m ó
Tristisest anima mea usque ad mortem,usan «mas espresiones que e n el h u e r t o d e l a s O l i v a s p u r i f i c a n u e s t r a c o n c i e n c i a d e las o b r a s
lejos d e ser exageradas, se quedan muy inferiores a la verdad, m u e r t a s del pecado ¡2).
supuesto q u e no existen palabras para pintar u n d o l o r sin h - L u e g o c u a n d o el a l m a d e J e s u c r i s t o e s t á e n a g o n í a , c u a n d o s u c o -
r a z o n e s t a a b i s m a d o e n la t r i s t e z a , c u a n d o t o d o s u c u e r p o a d o r a b l e

e s e s t r a f l o e n v i s t a d e e s t o q u e el c o r a z o n t i e r n o d e J e s ú s , c o m o está s u m e r g i d o y c o m o b a ñ a d o en s u p r o p i a s a n g r e , no debemos

D a v i d lo h a b i a a n u n c i a d o , s e d e r r i t i e s e y s e l i q u i d a s e e n G e t h s c m a n i , m i r a r e n él, dice S. P a b l o , s i n o u n a v í c t i m a d i v i n a q u e expia v b o r -


l a el p e c a d o c o n s u s p a d e c i m i e u t o s v o l u n t a r i o s ( S ) .
c o m o la n i e v e á los r a y o s d e l s o l , o e o m o la c e r a al c a l o r d e l f u e g o ( i ) ?
• U e b c causar admiración que u n a contrición tan profunda, que u n F i n a l m e n t e , c u a n d o el f u e g o h a b i a c o n s u m i d o ' l a v í c t i m a s e m e z -
dolor tan intenso abriese s u corazon y sus venas, y que, abiertos c l a b a n l a s c e n i z a s y la s a n g r e d e la n o v i l l a r o j a c o n a g u a , v se
t a m b i é n p o r f u e r z a los poros d e s u delicada piel, dejasen salir la f o r m a b a u n a especie d e a g u a lustral ó b e n d i t a , eon la q u e se a s -

s a n g r e e n g o t a s t a n a b u n d a n t e s , q u e corriesen e n p e q u e ñ o s hilos p e r j a b a s i e t e v e c e s el p u e b l o . D e m o d o q u e e s t e h o l o c a u s t o o f r e c i d o

h a s t a l l e g a r á r e g a r l a t i e r r a ( 2 ) ? (. D e b e c a u s a r a d m i r a c i ó n q u e e s p e - e n h o n o r d e D i o s y p o r la e x p i a c i ó n d e l p e c a d o e r a al m i s m o t i e m p o
u n sacrificio i m p e t r a t o r i o q u e obtenía u n a especie d e sacrifieacion le-
r i m e n t a r u n desfallecimiento t a n estraordinario y tan csces.vo, q u e
gal (4 . Bajo este a s p e c t o , f u é t a m b i é n la figura del sacrificio d e
sin u n n u e v o m i l a g r o h u b i e r a sido b a s t a n t e p a r a causarle la m u e r -
Gethsemaoí, e n e l q u e el R e d e n t o r uos alcanzó todas las gra-
t e ? Tristis est anima mea usi/ue ad mortem.
cias q u e por m e d i o d e los s a c r a m e n t o s v i e n e n á e m b e l l e c e r nues-
V e d a q u í p u e s el p r o f u n d o m i s t e r i o de. e s t e m i l a g r o s o s u d o r de tras almas y hacerlas d i g n a s d e servir á Dios v de vivir u n i d a s á
s a n g r e . E s t e . e s el g r a n a c t o d e c o n t r i c i ó n q u e el H i j o d e D i o s h i z o fijos(s)!
p o r los p e c a d o s d e t o d o s los h o m b r e s , y q u e a c o m p a ñ o eon sus
l á g r i m a s , m a s con u n a s l á g r i m a s tan c s t r a o r d i n a r i a s c o m o el do or J e s u c r i s t o , d i c e en otro l u g a r S . P a b l o , a m ó á su Iglesia hasla

q u e las p r o d u j o , es decir, c o n l á g r i m a s d e s a n g r e . ¡ O dolor ; O la- al punto d e entregarse él m i s m o p o r ella; y de esta manera


f o r m o u n a Iglesia d o t a d a d e belleza y d e gloria. Ella e r a i n m u n d a
grimas! i C u á n t o s tormentos causaisá Jesucristo, pero cuantos c o n -
y el l a h i z o a p a r e c e r s a n t a y p u r a ; ella e r a odiosa y d i g n a de
s u e l o s d e r r a m á i s s o b r e n o s o t r o s I P o r q u e el R e d e n t o r s e c o n t r i s t o p o r
menospeeio, y él l a h i z o a m a b l e p o r i o s a t r a c t i v o s c o n q u e la
n o s o t r o s . A ttrilus est propter seélera nostra, nosotros estamos segu-
a d o r n ó («).
r o s al p r e s e n t e de poder obtener la g r a c i a necesaria p a r a a r r e p e n -
t i m o s d e n u e s t r a s faltas. Sin este csceso d e a m o r , h u b i é r a m o s per- P u e s b i e n , c o u el s u d o r d e s u s á n g r e o s c o n lo q u e c u m p l i ó el S a l -

m a n e c i d o e n d u r e c i d o s y s u m e r g i d o s o b s t i n a d a m e n t e en n u e s t r o s pe- vador principalmente este admirable misterio, supuesto que este

c a d o s v h u b i é r a m o s p u e s t o e l c o l m o á e l l o s c o n l a d e s e s p e r a c i ó n y la s u d o r se manifestó en seguida d e su agonía y d e su oracion, c u a n d o

i m p e n i t e n c i a . ¡ A b ! ¡ E l d o l o r q u e h a q u e b r a n t a d o el c o r a z o n d e J e s ú s Jesús habia solicitado con tantos esfuerzos, con tantas l á g r i m a s y

h a a b l a n d a d o el n u e s t r o , y su s u d o r d e s a n g r e h a p r e p a r a d o el c u r s o
á n u e s t r a s l á g r i m a s . E s t a c o n t r i c i ó n d e l S a l v a d o r e s la f u e n t e d é l a (1) lpse exliihuilquod suflicens íuit ad omnium peccatorum delelionem ( 3 „ ,
1
l.a.4.)
nuestra De e l l a e s d e d o n d e el a r r e p e n t i m i e n t o , el l l a n t o y los
g e m i d o s d e l p e c a d o r r e c i b e n su o r i g e n , s u m é r i t o y « p o r q u e (2) Sangra! ChrisH emuudai coMciouliam noalran, ab operibns morluis.
(3) Ad dem-uctionem peccati per hostiam snam apparuit. ( f f e í e . 9 . )
el p r e c i o i n f i n i t o d e l a c o n t r i c i ó n t a n v i v a y t a n p r o f u n d a d e l Hi o
(1) Sanguis vilulte áspenos sancliüeat mquiuatre.
d e ^ f i o s h a d a d o á 1a n u e s t r a el p o d e r d e b o r r a r e n n o s o t r o s el p e c a d o
(5) Emuudat eonseiemiam nostram ad serviendum Deo viventi.
(0! Clrristus dilesit Ecclesiam, el tradidit semelipsum pro ea, ut u h i b e r e l sibi
gloriosam Ecclesiam, non habenlem maculan, aul rugara : ied ut sit i r a c a el i r a .
( , ) EITusus sum velo! aqua. f a c t u m o « cor meo», tanquam « r a «quesee,«, macúlala. [Ephes. ó . )

iactus os, sudor cjus sicut g u l t s sauguiub decurrcnlis iu .erran,.


t a n t o s gemidos q u e todo el m é r i t o d e s u P a s i ó n s e n o s aplicase á q u e p o l v o , a u n q u e tierra herida por la maldición y el a n a t e m a ,
n o s o t r o s : Elfaclus in agonía prolixius orabal. a b r i r e m o s n u e s t r o seno á los beneficios d e este rocío divino, y s e -
Así p u e s , observa el venerable B c d a , p o r este s u d o r s a n g r i e n t o r e m o s benditos y salvos ( I ) .
q u e m a n a del c u e r p o real d e J e s ú s , símbolo d e su cuerpo místico, La aspersión de la v e r d a d e r a a g u a lustral se estableció para n o s -
n o s d a u n a p r u e b a sensible d e q u e su oracion lia sido o í d a , y d e q u e otros sobre esla t i e r r a ; nosotros p o d e m o s disponer d e la s a n g r e d e
n o s o t r o s , representados en su persona, principiamos t a m b i é n a s e r la v e r d a d e r a víctima d i v i n a , como habla S . P e d r o . Con tal q u e así
lo q u e r a m o s , podemos s e r l a v a d o s y p u r i f i c a d o s s i e t e vecesen los siete
purificados p o r su s a n g r e ( I ) .
s a c r a m e n t o s d e la Iglesia, q u e se ofrecen á todos indistintamente ¡2).
• O tierno y afectuoso misterio I abade S . B e r n a r d o . L a s lagrimas
¡ Desgraciados pues de nosotros sino p a r t i c i p a m o s d e este s a n t o
q u é corrieron d e los o j o s del R e d e n t o r n o b a s t a r o n á su a m o r ; él
riego 1 L a ley q u e p r e s c r i b í a el rito da la aspersión a n t i g u a concluía
quiso q u e todos s u s m i e m b r o s se t r a s t o r n a s e n en cierto modo en
c o n estas terribles p a l a b r a s : a T o d o aquel q u e n o f u e r e purificado
otros t a n t o s o j o s , v q u e toda su s a n g r e se convirtiese en l a g r i m a s ;
p o r este rito, s e r á escluido d e la c o m u n i o n del p u e b l o , perecerá :
él quiso verter l á g r i m a s d e s a n g r e y asociar su cuerpo a esta m a n i -
Sigáis hoc riló, nonfneril expíalas, peribil anima iUius de medio
festación patética d e d o l o r , á fin de purificar y embellecer en t o d a s
Eeeleske. » E s t a s p a l a b r a s eran p r o f é t i c a s , ellas no s e cumplen á la
sus p a r t e s á la Iglesia s u esposa % i Purificación p r e c i o s a , observa
letra sino aplicándolas á l a aspersión d e la s a n g r e d e J e s u c r i s t o ;
S A u g u s t o , q u e principió á hacer brillar en t o d o el c u e r p o de l a
p o r q u e nadie se justifica sino el que se lava en esta divina s a n g r e .
Iglesia, e n t r e t o d a s las v i r t u d e s , la paciencia d e las a l m a s a l h g i d a s
El q u e no se aplica s u s m é r i t o s , el q u e no lava sus m a n c h a s en esta
y la c o n s t a n c i a de los m á r t i r e s (3) I
s a n g r e preciosa, se ve escluido d u r a n t e sil vida d e l a c o m u o i o n y d e l
" E s t a escrito t a m b i é n q u e la s a n g r e q u e salió d e t o d a s l a s p a r l e s
espíritu d e la I g l e s i a , y d e s p u e s d e su m u e r t e será d e s t e r r a d o p a r a
del c u e r p o a d o r a b l e del S e ñ o r , d e s p u c s d e h a b e r b a ñ a d o su c a r u e
s i e m p r e d e la asamblea d e los santos : Si r/uís lux ritu non fueril
s a g r a d a , corrió h a s t a h u m e d e c e r el suelo : Sicul galla! sanguims
expíalas, peribil anima illius de medio Ecclesiie. ( N ú r a . 19.)
dcmrrentis in Ierran. P u e s b i e n , p o r este h e c h o n o s quiso d a r a
D e t e n g á m o n o s a q u í un m o m e n t o . C o n t e m p l e m o s d e n u e v o á
e n t e n d e r q u e desde este i n s t a n t e p e r t e n e c í a su s a n g r e a la t i e r r a , a
J e s ú s q u e p o s t r a d o en tierra d e s p u c s d e h a b e r l a v a d o , según la
fin d e q u e , s e g ú n la profecía, todos los pecadores q u e vivieran en la
profecía d e J a c o b , la r o p a d e su c u e r p o , es decir, n u e s t r a h u m a n i d a d
« e r r a p u d i e s e n e m b r i a g a r s e con este s a g r a d o l i c o r : Jl'bent omnes
en el v i n o misterioso, y su vestido en la s a n g r e d e la vid e s c o -
prrcalorcs ierra: [Ps. 7 7). Quiso a d v e r t i r n o s t a m b i é n q u e la t i e r r a ,
gida (3), riega t o d a v í a con su propia s a n g r e toda la t i e r r a q u e está á
u n a vez e m p a p a d a cu este s a g r a d o licor, no se secara j a m a s , y q u e
su a l r e d e d o r . R e c o n o z c a m o s en esla circunstancia la f u e n t e m i s t e -
la s a n g r e del v e r d a d e r o Abel, d e r r a m a d a , 110 y a p o r la m a n o cruel
riosa del Salvador, q u e se eleva en el centro d e su Iglesia, a d o n d e
de C a i n , sino p o r l a c a r i d a d m i s m a del Redentor m a s poderosa q u e
según o t r a p r o f e c í a , d e b e r á n venir todas las n a c i o n e s á sacar con
el odio y la envidia d e sus e n e m i g o s , no cesará j a m á s d e elevar
gozo las a g u a s d e la salvación e t e r n a (4). Reconozcamos aquí al R e -
desde esta t i e r r a , q u e l i a sido regada con ella, gritos poderosos h a -
d e n t o r , q u e r e s c a t a al h o m b r e a u n m a s allá d e lo q u e es necesario
cia el ciclo; q u e sin e m b a r g o estos g r i t o s no l l a m a r á n el castigo n i
p o r u n a r e d e n c i ó n infinita c o m o s u santidad (5), y q u e , según la
Ja v e n g a n z a , sino la misericordia y el p e r d ó n , y q u e nosotros, a u n -

(1) Cbrisli sangois deflosi! in lerram, ul significarelur terrenos homines Cbrisli


; i ) P e r irrigalam ejus sanguine (errara, n o t ó declaralum esl qood elTeclnnl so* sanguine irrigando;. (Tlievpfi.)
preeis oblinerel o l nos soo sanguin» purgare!.(/» 5», t t o . ) (2) E! sangois Cbrisli emundobil nos oh operibus morlois ad serviendom Ileo
(2) Non solfa oculis, sed qnasi ómnibus membris Jesús flevrssev.deUir; u l t o t u i n TÍTCUIÍ.

sooin Corpus, qood esl Eeclesia, lolius corporis laervmis porgareior. i f l o o » / . 3. (3) Lavahil in vioo slolam soam, e ! in saogoioe uvie pailium suum.
(Cenes. 49.)
" ° ( í ) Sodore ssogoinis Donónos s i g n i f i c a d de lolo corpore, quod esl Ecclesia, (4J Ilaurielis aqoas in gandió de fonlihns Salvatoris. (Ts. 12.)
manalora marlyria. (5) Copiosa apud eum redemplio. (Ps. 129.)
espresion d e San l ' a b l o , ha hecho s u p e r a b u n d a r la misericordia y la pecador hace u n j u e g o d e s u s malas a c c i o n e s : JSt quasi per risum
g r a c i a d o n d e el d e s b o r d a m i e n t o y la corrupción del p e c a d o lo liabia uptrulur scelus. ,1'rov. 10.) E n vez d e c o n f u n d i r s e , en vez d e r u b o -
i n u n d a d o t o d o (1). R e c o n o z c a m o s en fin á n u e s t r o tierno P a d r e rizarse del m a l q u e c o m e t e , f o r m a u n a vanagloria sacrilega d e las
q u e a r r a s t r a d o , como dice S . J u a n , p o r el eseeso d e su a m o r , h a cosas m a s vergonzosas y m a s i n f a m e s : Latantur cum male fece-
querido lavar en su s a n g r e las m a n c h a s con q u e el p e c a d o h a b í a rinl;el eiuUant inrebuspessimis. ( P r o v . 2.) En fuerza d e e n t r e -
afeado n u e s t r a s almas (2J, p a r a m e r e c e r n o s la dicha d e f o r m a r p a r t e g a r s e al p e c a d o y d e s u m e r g i r s e eu é l ; en fuerza d e a m a r l o y d e
u n dia d e esos cristianos a f o r t u n a d o s d e quienes s e ha d i c h o : « V e d h a b i t u a r s e á él, f o r m a d e él el pecador c o m o u n a s e g u n d a n a t u r a -
aquí las almas v e r d a d e r a m e n t e g r a n d e s y heroicos, q u e desprecia- l e z a , y cae. en u n a horrible c e g u e d a d acerca d e la malicia q u e e n -
r o n la vida y las caricias e n g a ñ o s a s del m u n d o , y conquistaron el cierra. ¡Almas v e r d a d e r a m e n t e d i g n a s d e c o m p a s i o n ! P o r q u e si los
precio del r e i n o e t e r n o , p o r q u e supieron- purificar s u s conciencias pecadores son los m a s d e s g r a c i a d o s d e e n t r e los h o m b r e s , los q u e
en la s a n g r e del cordero ( 3 ) . A p r e s u r é m o n o s pues nosotros t a m b i é n m u l t i p l i c a n s u s c u l p a s con u n a licencia t a n d e s e n f r e n a d a , q u e 110 s e
á r e c u r r i r ó los s a c r a m e n t o s ; este e s el b a ñ o s a g r a d o d o n d e d e b e m o s r u b o r i z a n d e ellas, (pie n o e s p e r í m e n t a n r e m o r d i m i e n t o s ni s i e n t e n
ir á m o j a r el vestido i m p u r o q u e a f e a n u e s t r a s a l m a s , seguros d e su peso en la conciencia, son los m a s d e s g r a c i a d o s d e e n t r e los p e -
q n e la s a n g r e divina n o s lavará d e t o d o s n u e s t r o s pecados. c a d o r e s . D e t o d a s las e n f e r m e d a d e s , la m a s g r a v e y l a m a s deses-
p e r a d a es aquella q u e no se siente. P u e s b i e n , la contrición p r o -
f u n d a d e Jesucristo en el H u e r t o y su s u d o r d e s a n g r e nos d e s c u -
SWil XD V PARTE.
b r e n la malicia, el escándalo y el peligro d e esta t e r r i b l e insensibi-

El misterio del s u d o r d e s a n g r e f u é , como hemos dicho, u n a lidad, d e esta infernal indiferencia d e los pecadores. P o r q u e al c a r -

p r u e b a de la inmensa c o n t r i c i ó n q u e los p e c a d o s d e los hombres g a r Jesucristo c o n los pecados d e todos los h o m b r e s , t o m ó s o b r e s í

escitaron en el R e d e n t o r . la responsabilidad d e la p e n a , p e r o no la malicia d e la c u l p a . Él


t o m ó la superficie, las m i s e r i a s del p e c a d o , pero n o su i n j u s t i c i a n i su
Al s u f r i r este p r o f u n d o d o l o r , y al d e r r a m a r estos l á g r i m a s a m a r -
n a t u r a l e z a ; todo cubierto en apariencia d e los d e s p o j o s del c u l p a b l e
g a s p o r los pecados d e o t r o s , q u i s o el S a l v a d o r , c o m o observa S t o .
E s a ú , conservó sin e m b a r g o la voz p u r a , d u l c e é inocente del a m a b l e
T o m á s , d a r n o s u n e j e m p l o l u m i n o s o d e lo q u e nosotros debemos
J a c o b . P o r q u e a u n q u e t o d o s n u e s t r o s pecados s e a c u m u l a r o n sobre
h a c e r p o r n u e s t r o s p e c a d o s ; él f u é el modelo d e la v e r d a d e r a p e n i -
su a d o r a b l e c u e r p o , no p u d i e r o n sin e m b a r g o p e n e t r a r en su c o r a -
tencia (4).
z o n i n m a c u l a d o , 110 p u d i e r o n p e r v e r t i r s u v o l u n t a d , ni m a n c l f a r s u
M a s , ; o c e g u e d a d , o e s c á n d a l o ! El m u n d o , y a u n el m u n d o cris-
inocencia, ni hacerle u n solo i n s t a n t e criminal ó culpable. V sin e m -
t i a n o está lleno d e p e c a d o r e s ; y quiénes son los q u e m i r a n el pecado
b a r g o estos pecados, q u e n o son s u y o s , a u n q u e los expia c o m o tales,
como el m a y o r d e todos los m a l e s ? ; . Quienes son los q u e lo miran c o n
estos pecados e s t a m o s q u e él a b o m i n a y d e t e s t a a u n en el acto m i s -
h o r r o r , y haccn u n a p e n i t e n c i a sincera (51? t e j o s d e m i r a r el p e -
m o d e c a r g a r l o s sobre sí p o r nuestro a m o r ; le c u b r e n d e t a n t a c o n -
c a d o como un veneno q u e i n f i l t r a l a m u e r t e en el a l m a : anima qurr.
f u s i ó n , le i n s p i r a n u n h o r r o r tan g r a n d e y escitan en él un d o l o r
peccmeril ipsa morielur, se c o m e t e con la m i s m a indiferencia y la
t a n vivo q u e tiembla a n t e la justicia d e Dios a u n q u e n o la h a p r o -
m i s m a facilidad c o n q u e se b e b e el agua q u e refrigera la vida : l l i -
v o c a d o , cae en u n desfallecimiento m o r t a l , s u s o j o s se convierten en
bunt iniqvitatem quasi aquam. ( J o b . 15). M a s n o es esto todo. El
d o s a r r o y o s d e l á g r i m a s y su s a n g r e se a b r e paso al t r a v é s d e sus
miembros.
(1) Ubi abuudavit delielum, superabundavit et gralia. [fíam. 3.)
M a s , siendo así q u e los pecados a j e n o s p r o d u c e n en J e s u s u n a
(2) Dilevit nos, et lavit nos á pceeatis aostris in sangniue suo. [Apoc. 7 . )
impresión t a n dolorosa, ¿ p o r q u é e s t r a ñ a obcecación somos nosotros
(3) Isti sunl qui eontempseruul vilam mundi. et perveuerunt ad pnemiáregia, et
t a n indiferentes á n u e s t r a s p r o p i a s f a l t a s ? Es cierto q u e s u t e r r o r y
lavernut stolas suas et dealvabenuil eas i n sauguine Aguí.
(4) Christus dedil máximum ponilenl'uc exemplum, dum non pro pectato propno, su c o n t r i c i ó n n o s a s e g u r a n el p e r d ó n ; pero no n o s d i s p e n s a n d e l a
sed pro alieno voluil p<enam subiré. (3. p . q . 4 6 . ) penitencia n i n o s p r o m e t e n la i m p u n i d a d . Nosotros no e s t a m o s
(5) Nullus est qui agat pcenitentiam de peccato suo dieens : Quid feei ?
realmente seguros de nuestro perdón por la contrición y las lágrimas una rápida enfermedad nos llevará á la tumba aun ántcs de que
sangrientas de Jesucristo, sino en tanto q u e nos asociamos á ellas hayamos pensado en morir. Todo lo habrémos perdido entonces
por medio de un arrepentimiento sincero. Mas si continuamos en p a r a siempre, y seremos presa de esas llamas devoradoras de las
pasar tranquilamente nuestra vida en el pecado, si nos obstinamos q u e ningún poder será bastante á librarnos, de las que ninguna
en cometerlo como por diversión, y en vanagloriarnos de él; si i la gracia podrá eximirnos, ni aun la saDgre misma de Jesucristo nos
audacia de abandonarnos al pecado sin pasión, sin recato y sin re- sacará de ellas ( l ) .
mordimientos, añadimos el furor diabólico de revolcamos en su fan- De este modo corremos á nuestra perdición, no precisamente
go impuro y de hacernos, con todas las potencias d e nuestra alma, porque cometemos el pecado, sino porque no nos detenemos j a m á s
con todos los miembros de nuestro cuerpo y hasta en el meollo de en la carrera del pecado, porque no tenemos dolor sincero del p e -
nuestros huesos, hombres do pecado; si continuamos profanando cado ni hacemos una verdadera penitencia.
con nuestros vicios, nuestros escándalos, nuestros sacrilegios y
1 Ah! Prevcngamos^uua desgracia tan grande por una pronta vuelta
nuestras irreverencias en el santo templo, esa s a n g r e divina con
sobre nosotros mismos. Dios no prolonga la vida al hombre q u e h a
q u e hemos sido bañados en el bautismo, ¡ oh I entonces, csclama
tenido la desgracia de ofenderle sino para que haga penitencia de sus
S. Pablo, la sangre del Testamento, la sangre de la alianza, de la
culpas. Guardémonos pues de abusar, para cometer nuevos pecados,
reconciliación y del perdón, la sangre preciosa y sagrada de Jesu-
del tiempo precioso que él concede á nuestro arrepentimiento. "Re-
cristo que habrémos hollado indignamente como una cosa vil y
curramos al mérito infinito de la sangre del Redentor que corre
profana, lejos de implorar la piedad en nuestro favor, d a r á gritos
todavía abundantemente p a r a nosotros de una manera mística en
d e venganza contra nosotros y atraerá sobre nuestras cabezas los
el sacramento de la penitencia y cu el de la Eucaristía. Apliqué-
m a s terribles castigos ( l ) . Desgraciados de aquellos de entre n o s -
monos sus frutos. Oremos, insistamos para que esta sangre divina
otros sobre quienes se cumpla esta terrible profecía : « Porque h a s
ablande nuestro corazón y lo penetre de un dolor profundo, que nos
odiado la sangre que debía santiiiearte y.causar t u salvación, esta
asegure el perdón. Entonces esta preciosa sangre, que habíamos
sangre te perseguirá y caerá sobre ti como u n castigo : Cum san-
profanado anteriormente, pero q u e obtiene al presente nuestros
gninem oderis, sanguis persequelvr. a (Ezeeh. 35.) Ella os perse-
homenajes y nuestras adoraciones, se derramará sobre nosotros;
guirá durante la v i d a , para llenárosla de a m a r g u r a ; ella os perse-
ella b o r r a r á d e nuestra alma las obras de muerte, las obras d e
guirá en la m u e r t e , p a r a atraer sobre vosotros la desesperación;
pecado q u e la desfiguran; ella líos volverá la vida con los a d o r n o s
ella OS perseguirá en el tribunal de Dios, p a r a llamar la condena-
preciosos de la gracia santificante, de tal modo que después de h a -
ción sobre vuestras cabezas; ella os perseguirá aun en los abismos
ber servido fielmente á Dios en la tierra, iremos á vivir eternamente
eternos del infierno, para avivar el fuego, p a r a hacer vuestros r e -
con él en el cielo [2j. Asi sea,
mordimientos mas punzantes y vuestro suplicio mas atroz.
( 1 ) lo ioferoo nnil.1 es! redemplio.
¡ A y ! Esta sangre se levanta tal vez contra nosotros sin que nos-
(2) t i sanguis Clirisli eoiondavit coDscienlinm nostiam a b operibos mortuis, ad'
otros nos apercibamos de ello, y tal vez también somos nosotros serviendum Deo vivenii.
de esas plantas de que habla el Evangelio, estériles para la virtud
y fecundas para el escándalo y el desorden. Va el hacha falal de la
justicia de Dios está próxima á caer sobre la raíz, y á precipitarnos
de un golpe en el abismo sobre el que estamos suspendidos (2). Po-
cos dias m a s , algunos instantes mas tal vez, y u u golpe imprevisto,

( ! ) QUanlo magisputalis deteriora mereri suplicia, qui sangoinem Testamento,


iu qoo sancliGcalus esl pollotum duxerit? (Hele. 10.)
( 2 ) J a m seeuris ad ratlicem posila es!. ( S l a a h . 3 . )
t a m e n t o , del m i s m o m o d o J u d a s f n é el ser m a s perverso y m a s d e -
testable del n u e v o . Si Cain m a l ó c o n su propia m a n o al m a s p u r o
d e los h i j o s d e los h o m b r e s , J u d a s , c o n u n beso i n a s cruel y m a s
CONFERENCIA O C T A V A . acerado q u e el a r m a m a s mortífera, dió la m u e r t e al H i j o s a n t í s i m o
d e Dios. Y sin e m b a r g o , ¿ c ó m o recibió J e s ú s al pérfido discípulo ?
¿Cómo trató á este i n f a m e , marcado c o n el sello d e la traición, c u a n d o
j u d o s e n el Hticrlo.
f n é al H u e r t o á c o n s u m a r c a r a á c a r a su traición ? T a l s e r á el a s u n t o
d e esta conferencia.
líominalor, Domine Dew, miterieort
el fiemens. palien*wufíff mitfralio- ¡ O rasgo a d m i r a b l e y patético d e la P a s i ó n d e n u e s t r o S a l v a d o r I
fiií ae veraz, qui ruslodis milerieor- J e s n s nos h a r e t r a t a d o en él todo su c o r a z o n ; en él n o s h a m a n i f e s -
dinin in millia, qui auferí mquilalcm
t a d o t o d a la solicitud y t o d a la t e r n u r a d e su a m o r p a r a con los
el salera alqw yeeeala.
pecadores. E s t u d i e m o s a t e n t a m e n t e este c u a d r o d i v i n o , y en t a n t o
Rey de 1 « Reyes, Señor Dios, Dios carita-
tivo. paciente y rico en misericordia. Dios q u e J u d a s a b u s a , p a r a su m a l , d e la inefable b o n d a d del S a l v a d o r
de verdad ; vos sois quien liareis misericor- d e los h o m b r e s , a p r e s u r é m o n o s á a p r o v e c h a r n o s d e ella p a r a nues-
dia hasta mil generaciones, y quien borráis
t r a s a l v a c i ó n ; d e este modo p o d r e m o s reconocer t a m b i é n y p u b l i c a r ,
la iniquidad, el crimen y el pecado.
c o m o Moisés, la g r a n d e z a y la misericordia d e Dios q u e b o r r a
lEvod. Si)
n u e s t r a s faltas y n o s envía el p e r d ó n .

P o r m u í a d m i r a b l e q u e D i o s se m a n i f i e s t e en sus s a n t o s , n o res- PIUHEn t PARTE.

plandecen t a n t o su b o n d a d , s u g r a n d e z a y s u omnipotencia en el
corazou fiel q u e le c o n s a g r a s u a m o r y sus adoraciones, c o m o en N o p u e d e escusarse v e r d a d e r a m e n t e la c o n d u c t a d e los apóstoles
el corazon rebelde q u e le o l v i d a y q n e le u l t r a j a ; y las maravillas en G c t h s e m a n i . E n efecto, m i e n t r a s q u e su Divino Maestro c u m p l i a
q u e o b r a cu favor d e l a s a l m a s j u s t a s n o n o s h a c e n conocer tan los m a s g r a n d e s misterios, m i e n t r a s q u e intercedía en su favor y
bieu al Señor como las q u e o b r a con los pecadores. Asi pues sostenía p o r ellos u n a lucha terrible, ellos n o teuian el valor de v e -
c u a n d o Moisés c o m p r e n d i ó c l a r a m e n t e en el m o n t e Sinai la pacien- l a r u n a h o r a , n i sabían o r a r por sí m i s m o s . A l g u n a s veces n o puedo
cia con q u e D i o s sufre al c u l p a b l e , el a t a n c o n q u e le b u s c a , l a lon- p e r s u a d i r m e q u e el S a l v a d o r les h a b l a s e i r ó n i c a m e n t e c u a n d o d e s -
g a n i m i d a d con q u e le espera y la generosidad c o n q u e le p e r d o n a , p e r t á n d o l o s p o r tercera y ñ l t i m a v e z , les dijo : « D o r m i d y a y des-
entonces le pareció Dios m a s g r a n d e , m a s poderoso, m a s magnifico, cansad ; ved aquí q u e se acerca la h o r a ; y el hijo del h o m b r e va á
V -ti p u e d e decirse así, m a s Dios. F.n e f e c t o , en m e d i o del a r r o b a - s e r e n t r e g a d o en m o n o s d e los p e c a d o r e s ( l ) . » N o , lo repito, y o n o
m i e n t o y del éxtasis f u é c u a n d o s e le oyó esclamar como f u e r a de p u e d o creer q u e J e s ú s quisiese echarles en c a r a , c o n u n a s p a l a b r a s
sí • S e ñ o r , v o s sois v e r d a d e r a m e n t e el Dios y el d o m i n a d o r uni- t a n punzantes, s u i n g r a t i t u d y s u c o b a r d í a . E s t e t o n o d e sarcasmo
v e r s a l • vos sois el Dios d e la v e r d a d , d e la clemencia, d e la pacien- n o p u d o convenir á Jesucristo en el m o m e n t o s u p r e m o en q u e ,
cia y de la b o n d a d , p e r o d e u n a b o n d a d i n f i n i t a , i P o r q u e y o veo al e m b r i a g a d o , p o r decirlo así, p o r el deseo a r d i e n t e d e inmolarse por
p r e s e n t e c ó m o s u f r i s todos los c r í m e n e s , c ó m o b o r r á i s todas las cul- n o s o t r o s , n o debia m a n i f e s t a r o t r a cosa q u e su p a c i e n c i a , su b o n d a d
pas v con c u á n t a a b u n d a n c i a derramáis sobre t o d o s los h o m b r e s y su d u l z u r a . Y o diría pues, c o n Orígenes y B e d a , q u e eslas p a l a -
bras : D o r m i d ya y d e s c a n s a d , » s o n p a l a b r a s d e misericordia y d e
los tesoros d e vuestra misericordia 1 Dominalor, Domine Dms, "•<-
serieore el ciemens, paliem el miike miseraiionis ae vcrax;qut
(1) Kl venit tedio ad diseqmlos sitos, et sil illis: Dormite jam et requiescite:
custoilis miserieordiam in millia, qui aufers iniquilalem et melera ecce appropinqttavil h o r a ; elfilitisbomiuis Iradolurin manos peecatoruiu. (Mallh,
alque peecatn. el iVare.)
P u e s bieu, a s í c o m o Cain f u é el m a y o r criminal del a n t i g u o i e s -
consuelo ; q u e son c o m o u n a consecuencia ele los g r a n d e s misterios del t r a i d o r discípulo, la e m p l e a en h a c e r p r e n d e r é insultar al Dios
q u e el S a l v a d o r liabla o b r a d o , m i s t e r i o s h a s t a e n t o n c e s d e t e r r o r del templo ( I j .
p a r a los h o m b r e s , y en a d e l a n t e d e confianza y d e misericordia,
E s t a t u r b a sacrilega e s t a b a e n g r o s a d a p o r u n g r a n n ú m e r o d e
s u p u e s t a la intervención del d i v i n o m e d i a d o r . Esto es lo q u e h a b i a
príncipes de los sacerdotes, d e doctores d e la ley, d e senadores y
h e c h o decir á D a v i d q u e las almas líeles al S e ñ o r s e d o r m i r í a n u n
d e m a g i s t r a d o s del pueblo. Movidos p o r el b á r b a r o placer d e s e r
dia y descansarían cu paz en el seno d e Dios ¡l). Es claro p u e s q u e
testigos oculares d e la c a p t u r a d e J e s ú s d e X a z a r e t , n o se r u b o r i z a -
al dirigir el S a l v a d o r á los apóstoles estas p a l a b r a s del profeta r e y :
b a n d e mezclarse á la vil soldadesca, n i d e descender d e la d i g u i d a d
o Dormid y a y d e s c a n s a d , » quiso u s a r l a s en el m i s m o sentido, y
de jueces al p u e s t o Infame d e v e r d u g o s . A q u e l l o s , q u e n o habían
significar que h a b i a llegado la h o r a en q u e la profecía se cumpliese.
podido concurrir p e r s o n a l m e n t e á este acto d e i n i q u i d a d , tuvieron
E s como si les h u b i e r a d i c h o : a Ahora q u e el sacrificio q u e voy á
g r a n c u i d a d o d e hacerse representar en él por s u s c r i a d o s y sus s a -
ofrecer p o r v osotros ha sido a c e p t a d o , q u e mi s a n g r e està á vuestra
télites. I'or esta causa u n a g r a n t u r b a d e a r q u e r o s , d e empleados
disposición y q u e os h e a s e g u r a d o el p e r d ó n y la protección del
s u b a l t e r n o s y d e esclavos, enviados espresamente por los príncipes
ciclo, podéis reposar t r a n q u i l a m e n t e en el seno d e la misericordia
d e los sacerdotes, p o r los a n c i a n o s del p u e b l o y p o r los doctores d e
d i v i n a , como el n i ñ o q u e d u e r m e un sueño t r a n q u i l o cu los brazos
la ley se habia r e u n i d o á la fuerza a r m a d a (2), p a r a q u e p u d i e r a d e -
d e su m a d r e . >< De modo q u e lejos d e s e r estas p a l a b r a s u n a r e c o n -
cirse con verdad q u e toda la n a c i ó n , p o r s u s r e p r e s e n t a n t e s , c o n -
vención, son u n a p r o m e s a d e la m a s t i e r n a c a r i d a d .
t r i b u y ó á la c a p t u r a del Mesías d e J a c o b .
Además, podia Jesus m a n i f e s t a r algún d i s g u s t o á s u s apóstoles A d e m á s d e las e s p a d a s y palos de q u e iban a r m a d o s lodos a q u e -
c u a n d o p e r m a n e c e sereno a n t e la perfidia d e los J u d í o s y la traición llos h o m b r e s , llevaban l a m b l c n consigo liuternas y a n t o r c h a s en
d e J u d a s : c u a n d o recibe al t r a i d o r como á un a m i g o q u e v u e l a á s u g r a n n ú m e r o (3), p a r a i m p e d i r s i n d u d a q u e á f a v o r d e la n o c h e
socorro, y no c o m o á u n cruel perseguidor ansioso d e i n m o l a r l e ? pudiese J e s ú s s u s t r a e r s e á sus pesquisas, i n t e r n á n d o s e en la e s p e -
l ' e r o prosigamos. s u r a del b o s q u e . Con este orden c a m i n a n en silencio. J u d a s á s u
El Salvador nos habia y a dicho q u e los a m a d o r e s del m u n d o cabeza los m a n d a y les s i r v e d e g u i a (4). Esto e r a m u y j u s t o , es-
m u e s t r a n m a s diligencia y actividad para cometer el m a l y p a r a c l a m a á este propósito S. L e ó n , porque la presidencia debía c o n -
perderse q u e los partidarios d e la v i r t u d p a r a hacer el bien y salvar cederse á aquel q u e c u t r e toda la t u r b a gozaba del privilegio d e la
sus almas Los discípulos fieles se e n t r e g a n al s u e ñ o , m a s el dis- perfidia, y q u e t e n i a sobre todos ellos l a i n f a m e primacía de la m a l -
cípulo q u e le e n t r e g a n o d u e r m e . Él se h a l l a m u y o c u p a d o en r e u - d a d ¡5j. Y S . Cipriauo a ñ a d e q u e n o siendo esta t u r b a u n a tropa d e
nir soldados, en a s e g u r a r los p u e s t o s y o r g a n i z a r el espionaje, y soldados, sino u n a c u a d r i l l a d e m a l h e c h o r e s , era n a t u r a l q u e J u -
d e s p u é s de h a b e r l o dispuesto todo con u n a astucia diabólica y u n a d a s , c o m o el m a s insigne de t o d o s los malhechores, fuese su j e f e ,
horrible s a n g r e f r í a , se dirige á la h o r a c o n v e n i d a h á c i a el h u e r t o su guia y su e n s e ñ a ¡6;.
Gethsemani, a c o m p a ñ a d o d e u n a t u r b a d e h o m b r e s a r m a d o s , y Contemplad sin e m b a r g o p o r otra p a r l e lo q u e s u c e d e en este
s e p r e s e n t a , dice S . L e o n , 110 y a c o m o o t r a s veces cubierto con la m o m e n t o en el H u e r t o . La escena h a c a m b i a d o d e r e p e u t e . El h o m -
piel d e o v e j a , siuo con todo el estertor d e u n lobo furioso y cruel (3j. b r e tímido y a b a t i d o b a j o el peso d e u n a p r o f u n d a tristeza y d e u n a
Estos soldados c o m p o n í a n l a cohorte q u e el g o b e r n a d o r r o m a n o
a c o s t u m b r a b a p o n e r á disposición del g r a n sacerdote p a r a la g u a r - (!) JoJasergo eum aecepissel cohortem. (Joan.)
(i) Ctim turba mulla, missi á principibus sacerdolom el senioribos populi,
dia del templo, y este pontífice a p ó s t a t a , poniéndola á l a s ó r d e n e s
(Malla.) et seribis. (3¡are.)
(1) Iu pace, ¡o ¡dipstim dorniíam et rcqiiieseam. (Pi.) {3) Cum giadiis et fustibns. (1tatlh.)
(4) Judas anlecedebat eos. (Cae.)
(2) Filii liujos secúti piudeoliores liliis lucís io generatione sua sunt.
(5) Turba dueein sequilur, qui privilegio perfidia; obtiuuerat iu facinore princi-
(£<"•) patum. (Serm. FU. Je Pan.)
(3) Non oviaa pelle veíalas, sed lupino furore manifestili. {Sem. L. (l¡) Judas signífer iustructa uialignitate priecedit, (De Pan. Dom.)
de Pan.)
aeonía mortal ha desaparecido e n Jesucristo; al presente solo se ve Mas, sin embargo de manifestar su amor, con el designio d e m o -
en él el Dios Salvador, satisfecho d e haber prevalecido por nosotros ver el corazon de estos malvados, no deja por eso de manifestar la
contra el Dios juez, de haber desarmado su justicia y asegurado independencia y el poder de su Divinidad, á fin de confirmarnos en
nuestra participación en su sacrificio y nuestro derecho á su bendi- la f e ; y al Dios, que hablando como hombre pedia poco liá que se l e
ción e t e r n a ; él camina generoso é intrépido como cabeza y mo- perdonase, sucede el hombre que. habla y obra como Dios, que
delo de los mártires, á consumar la obra de nuestra salvación. confunde á sus enemigos y se hace obedecer d e eilos.
Asi pues, mientras que sus crueles enemigos vienen á apoderarse I Cuánto no seria en efecto la consternación de estos criminales al
de su persona, él que conoce perfectamente la trama urdida contra verse sorprendidos por Jesus, cuando pensaban poder sorprenderle
su vida, y los tormén tasque se le p r e p a r a n , los previeney se adelanta fácilmente, y tener la cruel satisfacción de aterrarle con la llegada
á su encuentro con la confianza de u n hombre q u e sale á recibir a repentina de tantos hombres armados! El Hijo de Dios desconcertó
sus fieles amigos que vienen á socorrerle ( t i . Al pasar j u n t o á sus su culpable designio; él se presento á ellos, y les dice con una voz
discípulos les d i c e : Levantaos, v a m o s ; el traidor está y a cerca (2). mezclada de dulzura y de majestad : a ¿ A quién buscáis ? . . No es
Apenas habia hablado cuando J u d a s se presenta con su turba c r i - esto decir, observa Tcofllacto, que Jesus, la sabiduría incarnada,
minal. ¡ O impío sacrilegio! Los ángeles y los santos no se acercan á no supiese á quien buscaban, sino que de este modo quiso manifes-
Jesucristo sino para servirle y adorarle, y J u d a s no se acerca sino tarnos que, aunque estaba en su presencia, no fue conocido d e
para entregarle! ¿ Y qué h a r á J e s u s 2 ¿ S e h a r á invisible á esta horda ellos ¡1).
sacrilega"? ¡So* este Salvador lleno de bondad no huye, no se oculta Mas, si estos malvados no le conocen, nosotros le reconocemos,
sino cuando el pueblo, en el csceso d e u n santo entusiasmo, quiere por este rasgo, por el Dios de la sabiduría que se burla d e los desig-
elevarle al t r o n o ; m a s cuando se t r a t a d e ser elevado por nuestro nios perversos de los hombres. Jesus, nuevo Eliseo, dice S. J u a n
amor á la cruz, él mismo sale al encuentro d e los q u e le llevan los Crisòstomo, hirió con ceguedad á esta insolente soldadesca que h a -
tormentos. ¡ Cuán bello es, esclamo á este propósitoS. Gerónimo, ver bia venido á apoderarse de él ¡2]. Del mismo modo q u e los e n v i a -
dos del rey de Siria no reconocieron á Eliseo, aun cuando estaban
al Redentor presentarse espontáneamente á sus perseguidores y á
en su presencio, y se dirigieron á él mismo poro preguntarle donde
sns verdugos, cuando está seguro d e poder ofrecerse é inmolarse
estoba Eliseo, así estos enviados del príncipe de los tinieblas se e n -
por nosotros! Cuán bello es oirie decir á s u s discípulos:»Levantaos,
cuentran en presencia del Salvador sin conocerle, y preguntan al
v a m o s ! » á fin d e q u e pudiesen atestiguar un dia el deseo, la calma,
mismo Jesus donde está Jesus para apoderarse de él.' ¡Luego tantas
la confianza y el gozo de corazon con que el Dijo de Dios se habia luces no le descubren, tantos ojos no le distinguen, tantas personas
ofrecido á la muerte por los hombres (3). Vedle; J u d a s se aproximo, como habían estado en su compañía no le reconocen! Concluyamos
y .Tesus solé á su encuentro. F.l m i r a la traición con horror, pero de aqui, añade S. Juan Crisòstomo, que-Tesus va voluntariamente
quisiera trocar y convertir al traidor, y por lo mismo le recibe con á la muerte por nosotros ; q u e sin su consentimiento no hubieran
la frente serena y el semblante afable. La dulzura reposa e n sus podido sus verdugos hacerse dueños d e su persona, y que se les
labios, sus palabras están llenas d e bondad, su continente es a m a - hubiera hecho invisible sino se hubiera dignado descubrirse á
ble ; es la imagen viva de la misericordia d e Dios, pues que esta m i - ellos (3).
sericordia, según el profeta r e y , no deja de correr en busca del peca-
dor ó d e salirle al encuentro, ofreciéndole la reconciliación y el perdón ; Y de qué sirvió al infame haber dado á lossoldados csta'consigna :
en el tiempo mismo en que el pecador la desprecia y la insulta (4). « Aquel á quien yo besare, ese es, preudcdle y conducidle c o n c u i -

( t ) Sed „Stendere voleus q u i a , cum p r a s e n s esset, a b eis videri noi, poterai.


; i ) Sciens Jesús oninia qiitc ventura e r a n t sopor eum, proecssiL (Joan.)
(In Joan,)
( 2 ) Stirgite, e.-imus liinc.; ccoc a p p l o p i n q u a ' i l qui me tradet. (Slollh.)
( 2 ) III medio eorum exislens. exea-tas ¡I oculoseonint. (Bom. 8 2 . i» J o « » . )
( 3 ) Postquam oi-asit lerlio securas d e Passione sua pecgil ad diseipulos, dieens :
( 3 ) lloc Dutem fecil Jesus ostendens quod non solum comprelieodere eum non
Surgite, eamus -. ut eoulideniiam et g a u d i u m passuri sideant. {laMallh.)
possent, sed DCC videro, itisi ipso eouseüliat. (Loc. ci/.)
( i ) Et misericordia tua sultsequetur m e . (Ps.)
gustáis las dulzuras de su gracia en la mesa euearística; vosotros
dado p a r a q u e n o se os escape ( i ) ? » ¿De que sirvió á J u d a s h a b e r
n o distinguís el sonido d e su voz en la predicación evangélica; vos-
elegido como señal, p a r a e n t r e g a r á s u Maestro, el beso, que es lo
otros no esperimentais el a m o r d e sus m i r a d a s en sus celestiales inspi-
m a s sagrado que h a y en la amistad? Jesucristo no q u i e r e ser r e -
raciones. Su presencia os rodea por todas p a r t e s , y vosotros no s a -
conocido por esta señal criminal, y por lo mismo la hace i n ú t i l .
béis tributarle u n h o m e n a j e , dirigirle u n a súplica, pedirle su amis-
Judas, el vil delator, J u d a s en presencia del mismo Salvador, 110
t a d ni h a b l a r l e de la vuestra. Él es vuestro Itcdentor, vuestro h e r -
e n c u e n t r a al q u e h a convenido en e n t r e g a r por medio de u n b e s o ;
m a n o afectuoso, vuestro amigo fiel, el tierno esposo de vuestras al-
J u d a s que se h a jactado, que h a prometido manifestarle á los d e -
m a s , y es para vosotros como sino e x i s t i e r a ; él es como uu Dios e s -
m á s , no le reconoce él mismo, y responde también á Jesús de N a -
t r a ñ o q u e u u m u r o d e división separa de vosotros y q u e s e oculta á
zaret, que él busca á Jesús de ¡Xazaret.
vuestros ojos b a j o las s o m b r a s de un doble misterio : el misterio d e
Mas, ¿ c ó m o es posible q u e J u d a s , á un paso de distancia de s u su grandeza y el de su justicia ¡i;. Apresuraos pues, i n f o r t u n a d o s , á
Maestro, no le reconociese por su dulce v o z , por su talle esbelto, conocerle mientras que es todavía tiempo; no agitardeisel d i a f u n e s t o
por su bella figura, por su s e m b l a n t e apacible y su actitud divina ? en que os dirá á su vez que no os conoce, y en q u e os cerrará irre-
Esto no debe sorprendernos. Orígenes escribe q u e una antigua t r a - misiblemente la e n t r a d a de su paraíso (2;. P o r q u e desgraciado de
dición conservada c u t r e los cristiauos de la J u d c a y llegada hasta él aquel q u e h a y a apartado su vista p a r a n o verle, porque será privado
c o n t a b a que : A la m a n e r a que el m a n á del desierto ofrecía u n sabor p a r a siempre de contemplar s u rostro divino en el ciclo (8).
diverso según las disposiciones y el g u s t o de cada uno, Jesucristo,
Mas en t a n t o que J u d a s n o p u e d e reconocer á Jesús, los otros dis-
v e r d a d e r o m a n á b a j a d o del cielo, como se llama él mismo, se tras-
cípulos q u e le ven distintamente se preparan para vengarle. Así
f o r m a b a de diversas m a n e r a s a n t e aquellos que le r o d e a b a n , de
pues, o almas humildes y modeslas, a l m a s sencillas y p u r a s , almas
m o d o q u e cada uno le reconocía m a s ó menos, ó n o le conocía
a m a n t e s y fieles, Jesús os renueva en el prodigio q u e obra la conso-
absolutamente, según las disposiciones de su propio corazón :•>'.
ladora p r o m e s a q u e os había hecho e n otro tiempo de p a l a b r a , q u e
P u e s bien, J u d a s , al principio confidente de Jesús, se habia vuelto solas vosotras sois las que veis á Jesucristo; porque vosotras le
t r a i d o r ; de discípulo del Salvador se bahía convertido en su e n e m i g o ; reconocéis en sus misterios, vosotras le admiráis presente en su Igle-
él viene i visitarle en este m o m e n t o con la hipocresía en la f r e n t e , sia, es decir, vosotras le escucháis en su doctrina, vosotras gustáis
la mentira en los labios y la perfidia en el c o r a z o n ; por consiguiente sus delicias en sus sacramentos, y conversáis familiarmente con él
n o ie reconoce. Cou este milagro ha querido el Salvador darnos u n a en la oracion. Vosotras solas sois las q u e le tenels siempre p r e s e n t e
i m p o r t a n t e lección. Ella se dirige principalmente á vosotros, n u e - en vuestro espíritu y mucho m a s en vuestro curazon, y solas v o s -
vos J u d a s , herederos de su espíritu de odio, de hipocresía y de a v a - otras sois las q u e , después de haberle c o n o c í d o y a m a d o al través de
ricia; á vosotros q u e , esclavos de la v a n i d a d , estáis todavía d o m i - las santas oscuridades de la fe, gozaréis sin obstáculos de su vista
nados por el orgullo y devorados por el veneno de la envidia; á vos- despucs de la m u e r t e (4¡. Y lo mismo d u r a n t e la vida que en v u e s -
otros á quienes el placer embriaga y la voluptuosidad corrompe. t r a ultima h o r a , le encontraréis siempre pródigo de gracias, siempre
Ciegos p o r las tinieblas q u e a c u m u l a n en torno v u e s t r o t a n t a s p a - verdadero y lleno de m i s e r i c o r d i a : Misericon et clcmens,patiens et
siones y t a n t o s vicios, no veis ni podeis ver á Jesucristo. Vosotros miillte mtserationis ac verax.
n o le reconocéis ni a u n en el acto mismo en q u e os j a c t a i s de ser del
Este mismo acontecimiento nos descubre también otro misterio
n ú m e r o d e sus discípulos y de creer en él, Vosotros n o sentís la m a -
de justicia con respecto á los J u d í o s . El acto de b u s c a r á Jesús
jestad de su presencia en n u e s t r o s templos s a g r a d o s ; vosotros n o
mientras que está en presencia de ellos es el presagio del inmenso
(1) Quemeuinque oseulalus lucro, ipse e s l ; teuete eotn. ( J f a l l í , . ) el docite (1) Peeeata veslra diviserunt iuler me et vos. (Zí. 59.)
eaute. (Marc.) (-2) Beseío vos. (Malih.)
(2) Veuil leadilio usque ad me : quod unicuique, proul fueral dignus, appare- (3¡ Abseondi íaeiem meam al, eii. (Ezecl,. 339.)
b a t : sieul nianna habebat saporcm ad oninem usum convenieiucm. (Trac,. 35 ,a ( í ) Beati mundo corde, qooniam ipsi Iíeum videbuot. ( M a u h . )
Utatll,.)
castigo que atraerá sobre toda su posteridad el crimen enorme de en vano la verdadera iglesia, pueblos enteros de idólatras en la
que se hacen culpables al presente. Y a hay en efecto diez, y ocho India, en la China, en el Africa, en las dos Américas y en la Ocea-
siglos que Jesús vive entre los cristianos esparcidos por todo el nía la encuentran sin buscarla; en tanto que Jesús Nazareno se hace
m u n d o , y ellos no le perciben. Ellos no pueden dar un paso en el invisible á los ojos soberbios del hereje que pretende verle, se des-
mundo sin encontrarle, y sin embargo 110 le ven. Ellos no pueden cubre p o r sí mismo al humilde idólatra que no le conoce ni pregunta
comer el cordero sin tenerle á la vista, y no le reconocen. Ellos no por él. Así es como se verifica esta predicción : o Yo he sido e n -
pueden leer uua sola página de la Escritura sin oir su voz, y no la contrado por los que no m e buscaban, y m e he hecho ver de los que
distinguen. Si les gritáis: ¿ Q u é buscáis, desgraciados? Ellos os r e s - no preguntaban por mí (1).
ponden todavía h o y q u e esperan continuamente al Mesías, que b u s - Cristianos desgraciados, á quienes el error ciega y la presunción
can á Jesús de S a z a r e t . El Mesías sin embargo vino; Jesús está al degrada, ¡ayl buscad á Jesús y á su Iglesia con la rectitud de c o -
lado de ellos; m a s , repudiado por sus padres y detestado por ellos razón y la humildad de espíritu, con q u e los buscan esos Gentiles
mismos, los deja en su ceguedad ( l ) . afortunados, y los encontraréis como ellos. Buscad á Jesús en
Y" si preguntáis igualmente á los herejes y en particular á los tanto que os concede dias para ello, en tanto que está cerca de vos-
protestantes : « ¿ Q u é queréis? ¿ q u é buscáis después de trescientos otros, que os llama y os espera ¡2], y no os espongais á buscarle á la
años, con la lectura con tinua d e la Biblia ? ¿ Para q u é tantos e x á m e - hora de la muerte, cuando, sorprendidos en vuestro pecado de or-
nes y tantas investigaciones, tantos esfuerzos y tantos viajes, tantos gullo y de rebelión, no podréis verle ni encontrarle ¡3). ¿Mas, q u é
estudios y tantas d i s p u t a s ? » Ellos os responden al momento que digo ? Vosotros le veréis, vosotros le encontraréis, mas no será en-
buscan la verdadera Religión, la verdadera Iglesia de Jesucristo. Y' tonces esc P a d r e tierno, ese Dios elemente, ese Redeutor misericor-
sin embargo esta Religión y esta Iglesia existen m o y cerca de ellos; dioso que quiere salvaros; será u n Dios de majestad, u n juez se-
á saber la Iglesia Católica, la Religiou Católica. Ellos la encuentran vero q u e os llenará de espanto y pronunciará contra vosotros una
aun en el seno mismo d e sus familias, en la persoua de sus padres sentencia de condenación. E s t a vista será formidable; y la manera
que en g r a n número abraza el Catolicismo, y sin embargo no la terrible con que Jesucristo se manifestó á los Judíos en el Huerto no
distinguen, y buscan siempre y vuelven á buscar continuamente á fué m a s que el preludio y la figuro.
Jesús de Nazaret. Cuando á esta pregunta de Jesús : a \ quién b u s c á i s , » respon-
Esto consiste en q u e animados de los mismos sentimientos q u e el dieron los Judíos que buscaban á Jesús de Nazaret, el Salvador aña-
discípulo infiel, buscan á Jesús con el espíritu lleno d e orgullo y el dió : .. Y'osoy. » Esta palabra estaba sin d u d a llena de dulzura y
corazon henchido d e odio, de injusticia, de aversión y de una fe de modestia; m a s Jesús, según la profecía, le habia comunicado
corrompida; y como la verdadera fe d e Jesucristo no se encuentra la virtud de Dios (4). Todos los que la oyeron fueron heridos por
en el camino del orgullo y de la obstinación, estos desgraciados cris- ello como por un rayo, y d e repente toda aquella t u r b a de hombres
tianos, imitadores d e los gentiles de otros tiempos, sufren su mismo armados, y el mismo J u d a s con ellos, helados de espanto, caen los
castigo. De modo q u e puede aplicárselos lo q u e S. Pablo decia de unos sobre los otros y son derribados en tierra.
los Gentiles: « Ellos persiguen la verdad sin descauso, y ella se les ¡ O p a l o b r a ! ; 0 prodigio! ¿Por q u é caen todos esos hombres en un
escapa siempre, y cuando se glorían de haber encontrado la verda- momento ? Esto sucede, dice S. Augustin, por el poder de Jesús,
dera sabiduría, no han encontrado otra cosa que la duda, el error
y la locura (2). ( 1 ) Invenios sum a non qnrereulihus m e ; palam apparui Iris qui rae non intero-
gabanl. {Rom. 1 0 . )
¡ O misterio p r o f u n d o ! En tanto que las sectas disidentes buscan
(2) Qurerilc Dominum,' dum inveniri potest: invócale e u m , dura prope est.
£l) Ul videules non e i d e a n t , e l audientes non audiant noque iotelliganl. (7 5 .35.)
</«.«.) (S) Qiuerelis me e l non invenieiis, el ¡n peccato vestro moiiemioi. (Joan. 7.)
( 2 ) Seroper discordes el n u n q u a m a d s d c n l i a r a verüatispervenienlcs. (lTrm. 2.) (4) Dabit vocí sua: vocem virtulis. (Ps. G7.)
Sapicnliam quátilisl. c t s t u l t i laeli s u n t . ( / Cor. 1.)
q u e p u e d e h a c e r t o d o e u a o t o quiere. ( I ) . Esto sucede poique á n g e l e s q u e él podia h a c e r b a j a r del cielo para q u e le d e f e n d i e s e n .
Dios está oculto cu el c u e r p o d e este h o m b r e . ¿ D ó n d e está a b o r a E s e socorro h u b i e r a d a d o i m p o r t a n c i a al p o d e r de sus e n e m i g o s ,
el a p a r a t o f o r m i d a b l e d e t a n t a s a r m a s ? ¿ D ó n d e está el odio y hubiera hecho d u d a r del s u y o . Al derribarlos con u n a sola p a l a b r a ,
f u r i b u n d o d e t a n t o s v e r d u g o s ? U n a sola p a l a b r a pronunciada se m u e s t r a t o d a v í a m a s f o r m i d a b l e . De ese m o d o resplandecen
p o r un h o m b r e sin defensa los hiere, los vence y los d e r r i b a en m a s su m a j e s t a d , su p o d e r y su d i v i n i d a d ; esa es u n a p r u e b a i n -
t i e r r a (2). c o n t e s t a b l e d e q u e él se basta á si m i s m o , q u e es fuerte p o r su p r o -
E s t o es, a ñ a d e S. Cirilo, lo q u e h a c e este espectáculo magnífico y pia f u e r z a , q u e p u e d e q u i t a r la vida á esos m a l v a d o s , supuesto q u e
d i g n o d e fijar l a a d m i r a c i ó n d e nuestra fe. ¡ C u t a bello es en efecto les q u i t a el p o d e r d e o b r a r ; esa en fin la p r u e b a d e q u e Jesús es el
ver u n a cohorte d e mil soldados r e u n i d a á u n n ú m e r o igual d e h o m - Dios preconizado p o r los p r o f e t a s , q u e c u a n d o le place, p u e d e c o n -
bres a r m a d o s , todos tímidos y t e m b l a n d o , y d e r r i b a d o s por u u a f u n d i r con u n soplo la i m p i e d a d , y aniquilar el i m p i o ( i ) .
sola p a l a b r a d e J e s u c r i s t o I ¡ C u á n bello es c o n t e m p l a r al q u e , lleno
Mas ; a y ! n o p u e d e contemplarse esa t u r b a d e j u d í o s y d e r o m a n e s
poco há d e e s p a n t o y d e tristeza a n t e s u s discípulos, s e hace de.
derribados p o r la p a l a b r a del R e d e n t o r , sin p e n s a r en la m u l t i t u d
p r o n t o tan t e r r i b l e á s u s e n e m i g o s ! ¡ C u á n bello es reconocer p o r este
d e pecadores q u e en ese m i s m o valle q u e d a r á n m u d o s d e e s p a n t o al
rasgo la omnipotencia d e Dios q u e se m a n i f i e s t a en Jesucristo en el
oir á Jesucristo repetirles desde su t r i b u n a l esta p a l a b r a : - ; Yo s o y !
m o m e n t o en q u e p r e s e n t a s u s m a n o s á las c a d e n a s c o m o el ú l t i m o
Sí, y o s o y , d i r á en ese g r a n d i a , c u a n d o se m a n i f i e s t e al m u n d o
d e los h o m b r e s (3j I
c o n todo el e s p l e n d o r d e su glorio, con t o d o el a p a r a t o d e su justicia
M a s , ¡ o g r a n d e z a del misterio cristiano I Esta p a l a b r a : a Y o s o y : V d e su m a j e s t a d ; y o s o y . ¿ M e conoces a h o r a , filósofo orgulloso, q u e
Kgo sutil,» q u e resonó en o t r o tiempo t a n t e r r i b l e sobre el S i n a í , h a r e h u s a s creer mi religión ? ¿ Me conoces t ú , h e r e j e obstinado, q u e
tenido a h o r a en G e t h s e m a n í u n eco t o d a v í a m a s terrible. Esta p a l a - niegas la v e r d a d de mi d o c t r i n a ? ¿ M c e o n o e e s , i n s e n s a t o cismático,
b r a , q u e conquistó al egipcio, c o n f u n d e a h o r a al j u d í o , y n o s r e v e l a q u e d e s g a r r a s el seno d e mi Iglesia? ¿ Y t ú l a m b i e n , católico s a c r i -
c l a r a m e n t e q u e el q u e l a pronuncia es el m i s m o Dios o m n i p o t e n t e . A lego, m e c o n o c e s ? ¿ V o s o t r o s t o d o s , voluptuosos, a v a r o s , soberbios,
esta p a l a b r a caen todos p o r t i e r r a ; solo J e s ú s p e r m a n e c e en pié. Así h i p ó c r i t a s , vengativos, que h a b é i s v i o l a d o mi f e , p r o f a n a d o mis s a -
se r e p r e s e n t a d e u n a m a n e r a sensible la deferencia q u e h a y e n t r e c r a m e n t o s , d e s h o n r a d o mi templo, ridiculizado mis m i n i s t r o s y
el C r i a d o r y la c r i a t u r a . Solo J e s ú s es, solo J e s ú s existe p o r su propia hollado mi s a n g r e , m e conocéis a h o r a ? Y o soy aquel cuya justicia
v i r t u d ; todo lo d e m á s solo tiene u n a existencia p r e c a r i a , u n a vida h a b é i s provocado con l a n t a f r e c u e n c i a y con t a n t a a u d a c i a , c u y a
p r e s t a d a , y p o r esta razón t o d o lo d e m á s existe como sino existiera. paciencia h a b é i s f a t i g a d o y cuyo a m o r h a b é i s despreciado : KIJO
» Y o soy el q u e s o y . » Y en efecto todo t i e m b l a en su presencia; el sum. Reconocedme, y e s p e r i m e n t a d en mí vuestro Dios y vuestro
universo se d e s p l o m a , se d e s h a c e y se a n i q u i l a . J e s ú s solo es g r a n d e , j u e z , y a q u e n o h a b é i s q u e r i d o a m a r m e corno á vuestro Dios y
J e s ú s solo r e i n a y m a n d a . J e s u solo es Dios. vuestro Redentor.
Cesad de h a b l a r m e , esclania S . A m b r o s i o , d e esas legiones d e Desgraciados pecadores, esclaman S. Augustin y S . L e ó n , ¡ c ó m o
podremos entonces resistir la m i r a d a s e v e r a y e l s e m b l a n t e irritado del
(1} Quare ceeideluní, üisi quia liue volui, qni potoi quidquid volui? ( T r a c l , Dios d e las v e n g a n z a s , s u p u e s t o q u e los J u d í o s en el h u e r t o d e las
118. in Joan.) Olivas sintieron q u e sus fuerzas les a b a n d o n a b a n en presencia del
(2) Ubi mine militum eoliors, et mioistiis priacipum et pbarisaMram ? Ubi Dios d e las misericordias 1 ¡ Q u é c o n s t e r n a c i ó n , q u é terror p r o f u n d o
terror el mouilioocs armonio!? Nempe ooa vos torbam odiis terocem, aroiisque n o produciré en nuestros corazones esta p a l a b r a , p r o n u n c i a d a c o n
terríbilem, sineullo telo pereolit, repulit, stravit. (liad.)
u n t o n o a m e n a z a d o r por la m a j e s t a d del Dios q u e v e n d r á á j u z g a r
(3) lovasit eos illieo tirnor, et prostrali et exánimes jaeoere solo; et armatam
al m u u d o , s u p u e s t o q u e causó l a n t o t e r r o r c u a n d o f u é p r o n u n c i a d a
cobortem vos uuius liomiuis t e r r o i t , et láteos io liomanitate omnipotcntia.
F.t qni se discipulis pavidum, eoram p e r s e c u t o r i a s terribilem se eshiliuit. ( l a p o r el Dios compasivo q u e iba á s e r j u z g a d o ! ¡ C u á n t e r r i b l e s e r á
Joan.)
( ! ) El spirítus labiorum suorum ioterficiet impium. ( h . n . )
Jesús cuando venga á reinar, si se muestra tan terrible ahora que s u l t o á la ingratitud y á la perfidia. S. Pablo dice que la pasión de
va á morir (1)1 los riquezas ha hccho perder la religión y la fe á un gran número de
Sin embargo, uo e r a aquel aun el tiempo de justicia y de su ven- cristianos í l ) . J u d a s fué una prueba terrible de. esta verdad. L a
ganza, era por el eoutrario el dia de su clemencia y de su miseri- avaricia le habia hecho perder la fe. El cesó de creer que Jesucristo
cordia, y por esta razón con la misma voz omnipotente que habia era Dios, y por esta causa, dice Teofilacto, se lisonjeaba el pérfido
paralizado y derribado á los Judíos, les mando que se levanten, y de engañar á su Maestro con el beso de la amistad, ocultarle así la
les vuelve el movimiento y la libertad. perversidad de su corazon, y pasar todavía por su amigo y su d i s -
Mas 1 ¡ a y 1 que terrible misterio se nos revela en este hecho! El mis- cípulo, cuando era el enemigo que le vendia. Con este pensamiento
terio del hombre llegado al endurecimiento en el pecado. ¡Corazon se acerca al Salvador con una benevolencia afectada y una calma
de roca! La misericordia divina no puede ablandarte ni los benefi- hipócrita. Maestro, le dice, yo os saludo. ¡ P é r f i d o ! le llama su
cios atraerle; los castigos no le d o m a n ; la dulzura le hace inso- Maestro en el momento en que va á entregarle como A un vil es-
lente ; la severidad le hace perverso, él se envanece en la prosperi- clavo por u n a s cuantas monedas d e plata. I.e llama su Maestro
d a d ; se desespera cu la desgracia, se vuelve sordo, ciego, insensi- cuando, apóstata cobarde, h a abandonado su divina escuela p a r a
ble á todo lo qne p u e d e moverle y convertirle; los mas grandes secundar las inspiraciones y cumplir la obra del infierno.
prodigios no hacen otra cosa que condenar las tinieblas que le c u - El Mesías habia anunciado por su profeta que la boca del hombre
bren y afirmarle en su endurecimiento. de pecado, del hombre eminentemente h i p ó c r i t a , se abriría p a r a
urdir la perfidia ¡ Y bieu I dice S. Gerónimo, ved aquí como J u d a s se.
Ved á los Judíos e n el Huerto. Derribados mortalmente por una
presenta e n este momento á Jesús. Él no le saluda, él 110 le habla
palabra de Jesucristo, se ven vueltos á la vida. Este fué un prodigio
sino para entregarle. La profecía se cumplió en él {2).
evidente que cada u n o de ellos esperimentó en sí mismo, y lo vio en
¿Y qué hace Jesucristo? ¿ q u é l e responde? Jesús vetoda la negrura
los demás, y de q u e fué á un tiempo mismo parte y testigo, y sm
d e ese eorazon abominable, de esa naturaleza infernal, él mide toda
embargo este prodigio tan estraordinarío del poder y d e la bondad
la profundidad de su malicia, y sin embargo en vez de una mirada
del Sal vador no produjo en ellos la mas leve impresión. Los sacer-
q n e le c o n f o n d a , de una amenaza que le aniquile, echa sobre Judas
dotes y los fariseos fueron los primeros en querer oscurecerlo, y su
u n a mirada lleiia de a m o r y le dirige una palabra de dulzura que
ejemplo movió á los otros á no hacer aprecio de él ó atribuirlo á un
pueda convertirle, a J u d a s , le dice, amigo mió, ¿ tú aquí ? ¿ y á qué
vértigo n a t u r a l . L a prontitud misma con q u e fueron levantados
has venido? »
del suelo acabó de obcecarlos, y , si ingratos, ciegos, pérfidos eran
| Amigo m i ó ! . . . Qué titulo para un monstruo q u e lia dicho pocos
cuando cayeron, d i c e S. Augustin, se encontraron al levantarse to-
instantes h á : a ¿ Qué quereisdarme y yo le entregaré vivo en vuestras
davía mas pérfidos, m a s ciegos y mas ingratos (Si.
manos?» ¡Amigo m i ó ! . . . ¡ A y ! ¿ quién hubiera esperado una palabra
Mas el q u e en e s t a circunstancia solemne se mostró mas ingrato,
tan llena d e dulzura y de amor de parte de u n Dios ultrajado, de un
mas pérfido y mas terco qne todos fué, dice S. J u a u Crisóstomo. el
Salvador entregado? La traición está conocida; la traición está d e s -
traidor discípulo. Derribado en tierra con todos los otros, levanta-
cubierta; J u d a s se adelanta para poner el sello con la mas negra
do como ellos á u n a señal de su Divino Maestro, no solo abusa del
perfidia, y Jesús le do todavía el nombre de amigo. ¿ Será cierto, o
doble milagro o b r a d o en favor de todos, no solo no vuelve en sí
Dios de b o n d a d , que Judas podia todavía tener derecho á vuestra
mismo y se convierte, sino que llev ando mas lejos que los otros la
amistad con tal que desistiese de su crimen? Sin duda alguna. El
perversidad y el descaro, añade la impiedad, la hipocresía y el i n -
Salvador quiso manifestarnos claramente por su conducta que a u n -
( I ) Quid j a m p o l e n ! majeslas judicalura, eujus laulum polos humililas judr-
canda ? ( l e o . Serm. V. de Pass.) Q u i d regoaturus poleril, cpn morilurus hoc ( 1 ) Quam quídam appelentes, erraverun! á 6de. ( / . Thimol.)
p u l u i t ? ( ^ f t g . T r á c . 11®. mjoan.) ( 2 ) Veoi! J u d a s ad Dominum, u ! eum irada!. Eeee os pcccatoris el dolosi.
( i ) O iusvnsali J u d a ¡ ¡ ! Inlcrrogaslis, el eccidislis; levati estis, el iograli esus. (In Ps.)
(Serm .CXXI. de Ternp.)
que el pecador haya descendido hasta la perfidia y el endureci- ¿ Cómo osas venir á derramar el veneno d e la perfidia en esa boca
miento, no deben sus ministros desesperar de su conversión ni el divina de donde proceden la gracia y la verdad, y convertir en sisno
pecador mismo de su perdón hasta el último instante. ¡ O misericor- de traición el beso, esta espresion de amor, esta prenda de amistad
dia de mi Dios I ¡Cómo se descubre aqui vuestra t e r n u r a l Del mismo esle sello de fidelidad ; i ) ?
modo que. una tierna madre cuando ve de repente que su tierno hijo ¡Dulce Salvador mío. esclama igualmente S. Bernardo, Dios de
está próximo á caer, c o r r e , vuela para detenerle en el borde del infinita bondad! V qué, ¿ n o os contentáis con llamar amigo al trai-
precipicio, asi Jesús, cuando ve á su infortunadodiseipulo próximo dor que os entrega, sino que aplicais también amorosamente vuestra
á consumar su reprobación con su pecado y á precipitarse en los i n - boca divina que no conoce ia doblez á esta boca del infierno, de
fiernos, empica con él todo el poder de la caridad para ablandar su donde no sale otra cosa que la malignidad y la perfidia? ¡ A h ! Vos
corazon endurecido, y volverle ó la g r a c i a , á la salvación y á la tocáis lodos los resortes para mover el covazon de vuestro infiel dis-
vida ( l ) . cípulo, y para volverle, al camino de la salvación haciéndole conocer
Y en efecto, ¿qué palabras pudieran emplearse m a s propias para todo el horror de su perfidia (2¡.
convencer á J u d a s del horror de su traición, y d e la bondad del que Mas. ¿podemos nosotros decir á J u d a s una cosa mas sensible que
va á entregar, y para volver a l traidor al camino del arrepenti- estas dulces palabras que Jesús le dirige: o Judas, tú entregas al
miento, q u e estas d e Jesucristo : > Amigo, ¿á qué has venido? • Hijo del Hombre con un b e s o ? » Porque, observad en primer lugar
Porque esto era decirle: Judas, ¿ piensas tú que ignoro el horrible d e - q u e él le llama por su nombre, y le prueba de este modo, según
signio q u e te h a t r a i d o aqui? ¿Piensas que no sé el bando criminalá S. J u a n Crisóstomo, que, lejos de estar irritado contra é l , le llora
que te has afiliado, el papel infame á que has descendido, la misión vivamente y quisiera verle volver en sí y salvarse. No hay efectiva-
cruel de que te has encargado y el abismo d e bajeza y de perfidia cu mente una señal de aféelo y de interés como la d e hablar á alguno
q u e has caído? llamándole por su nombre. E n segundo lugar, Jesús no dice á Ju-
¡ Quién lo creyera! Estas palabras tan dulces, pronunciadas por das : o Tú entregas al Dijo de Dios, por no aterrarle con la ¡dea de su
Jesús con un acento particular de enérgica solicitud y de tierno poder y de su justicia; sino que le d i c e : « Tú entregas al Tlijo del
amor, estas palabras capaces de romper el corazon mas duro y der- 1 tombre, » á fin de atraerle mejor por el recuerdo de su dulzura v de
retirlo en lágrimas, no hacen impresión alguna eñ el de J u d a s ni su bondad (3], Sí, observa igualmente S. Ambrosio, por estas pala-
cambian su resolución; él se acerca á Jesús para imprimir en su bras salidas del fondo de su corazon, y sacadas de ios tesoros d e su
frente el beso homicida... Detente, detente, le gritan en este acto bondad divina, Jesús da á entender á J u d a s que conoce su traición,
los Padres de la Iglesia. O Judas, le dice en primer lugar S. Agustín, mas al mismo tiempo le ofrece de nuevo el perdón (<;. Ved aquí por
¿qué infame sacrilegio es el tuyo? T ú haces q u e el signo de la paz que, añade S. Bernardo, no muestra el Cordero divino repugnancia
sirva para romper el Sacramento mismo de. la p a z ; tú empleas una alguna á dejar q u e se aproxime esta bestia feroz, ni su boca' inma-
prenda de amor para hacer una profunda h e r i d a , y b a j o el símbolo culada repele el contacto d e los labios impuros d e J u d a s (5). Él no se
de la amistad das la muerte ¡2). J u d a s , le grita á su vez S. Ambrosio,
(I) Venenuni infundís oseulo; i)uo gralia eliarilatis ¡nfundilur. ijood paeis tosi-
¿ cómo osas acercar tus lábios impuros á u n rostro sagrado, en el q u e gue est, <[üo lides saneta signatur. (laPas. 39.)
apenas osó .María imprimir con el mayor respeto sus castos besos? (2; Os, iu ,i„odolus¡nveuius non est, ori quod obnudavítroalitiaduleitet applí-
CU15II, el ,11001 eommovisti; et dieens : An,iee, liorrore seelerissui cor impii ferire
voluisti. (Seno, de Pass.)
(1) Amanlis affeetn rompí!. (Theapl,. in Joan.) Studeus sua longaoimilalí
illum turrari. (Ambros. ¡a iuc.) El lioc benigna lis soal fui!, ul omnia ilia (3) Propriom nomen ponil : quod eral rnagis dolentis el revoeantis, ooam
exbibcret (ju® praví eordis pertinaciam emollire possent. (RcrnarJ. Serta. proioeati ad ¡rain. (Caten, ¡a Lúe.)
de Pass.) (4) Coosiliom proditionis aperilur, el adhuc peonitentia non ne»atnr f;„
t s , 39.) °
(2) O sigoum sacrilegnm ubi, per paeis siguum, paeis rumpilur saeramenlum 1
O Juda, pro pignore amoris, vulnus iulligis: paeis argumento, toortem immitis. (5) Aeeedenlem ad oseulum sanatissimi ori. trncern besliatnadvérsate non est
(.Ve™. XV, de Temp.) (Serm. de Pass. Dom.)
V. DE R, III. 7
a p a r t a , ct n o m u e s t r a u u rostro severo, él n o retira su f r e n t e , sino
ñ o r Dios, Dios caritativo, paciente y rico d e misericordia, Dios d e
q u e sale al encuentro del p é r f i d o , se a r r o j a á é l , le a b r a z a y recibe
v e r d a d ; vos sois el q u e hacéis misericordia hasta la milésima g e n e r a -
su beso.
ción , y el q u e h o r r á i s la i n i q u i d a d , el crimen y el pecado i »
D e t e n g á m o n o s aquí un i n s t a n t e á considerar á J e s ú s enlazando
sus brazos con los del t r a i d o r discípulo. Venid á c o n t e m p l a r c o n -
SBSl Vat PARTE.
m i g o esta escena d e t e r n u r a y d e a m o r , vosotros impíos, herejes, ó
pecadores, á quienes los m u c h o s e s t r a v í o s d e v u e s t r o e s p í r i l u , la El misterio d e la perfidia d e J u d a s f u é figurado y a n u n c i a d o en la
perversidad d e vuestro c o r a z ó n , los escándalos d e v u e s t r a v i d a , E s c r i t u r a S a g r a d a desde el principio del m u n d o . Caín q u e bajo el
vuestras costumbres v o l u p t u o s o s , v u e s t r o s odios crueles y vuestros m a n t o d e la m a s a s t u t a hipocresía, oculto la perversidad de su a l m a :
fogosas pasioues h a n desmoralizado y d e s a n i m a d o h a s t a el p u n t o de queI e n g a ñ a aJ i n o c e n t e Abel s u h e r m a n o con la miel d e sus p a l a b r a s
h a c e r o s desesperar d e v u e s t r o p e r d ó n y d e vuestra s a l v a c i ó n , y de
haceros m i r a r c o m o inevitable vuestra c o n d e n a c i ó n e t e r n a ; ¡ a h ! U T , T l s caricias; q u c
- á e s t w s i e haber,e asreu™lo
f i j a d vuestros m i r a d a s en este c u a d r o único q u e n o s ha t r a s m i t i d o a m i s t a d , le m v i t a á salir al c a m p o c o m o p o r recreo, y le hiere v le
el pinrel d e los ev angelistas. Ved á J e s ú s estrechando á J u d a s e n t r e sacrifica a s u e n v i d i a , á su odio y á su c r e d u l i d a d , fué s e ¿ u n
su amorozos b r a z o s , la s a n t i d a d c o n f u n d i d a con el pecado, Dios con S . G e r ó n i m o , el tipo profético d e J u d a s . Y en efecto, el discípulo
SC
el h o m b r e , la b o n d a d y el a m o r con la perfidia y el o d i o ; esto es la . ¡"'esen(a á e
' c a m p o ríe G e t h s e m a n í con la s i m u l a -
espresion s e n s i b l e , la p i n t u r a viviente d e lo misericordia de Dios, ción en el rostro y el odio en el c o r a z o n : él trata de e n g a ñ a r l e con u n
c u y o seno está s i e m p r e p r o n t o á r e c i b i r o s , c u y o corazon está s i e m - enémioosTo'18'"""" pérfl<,
° 6 e S 0 > -v lc
™ d e sus
p r e abierto p a r a a b r i g a r o s , y q u e e s t á siempre dispuesto á volveros J u d a s prosigue S . L e ó n , i e j e m p l o d e Caín m a t ó t a m b i é n al ver-
su amistad y ó sellarla c o n el beso d e la reconciliación. Cobrad
d a d e r o Abel, pues el beso c o n q u e le designó á los J u d í o s fué el p r i -
á n i m o , elevad vuestras m i r a d a s al cielo y abrid v u e s t r o corazón á la
m e r golpe, y el m a s cruel d e todos, q u e q u i t ó la vida á J e s ú s (2).
c o n f i a n z a y al a m o r . C u a n d o J u d a s s e b a y a r e t i r a d o , arrojáos en
M a s , ¡ a v . dice Orígenes, la r a z a d e este Iraidor d e s g r a c i a m e n t e n o
l u g a r s u y o en los brazos d e J e s ú s , s e g u r o s de q u e ese testimonio d e
se ex ingiuo en él. T o d o s los h e r e j e s q u e p r e t e n d e n t e n e r á J e s ú s
afecto, q u e n o fué r e h u s a d o ó u n J u d o s , tampoeo lo s e r á á n i n g ú n
p o r M a e s t r o , y corrompen su E s c r i t u r a , alteran su d o c t r i n o é insul-
pecador por culpable q u e s e a . J u d a s , a u n q u e s o b e r b i o , cruel y obs-
t a n su Iglesia, son otros t a n t o s J u d a s ( 3 ) . T o d o s los molos s a c e r d o t e s
tinado en su crimen, n o f u é r e c h a z a d o , sino p o r el c o n t r a r i o acogido
en los brazos d e J e s ú s ; v o s o t r o s tampoco seréis r e c h a z a d o s c u a n d o ar.rr a l al,ar m a * * y ****** *
os presentéis á él c o n u n c o r a z o n c o n t r i t o y h u m i l l a d o . d a , l e el beso d e paz y alimentarse d e su c a r n e , pero q u e se a c e r c a n

E n c u a n t o á m í , p o b r e p e c a d o r , os confieso q u e el beso q u e J e s ú s con u n corazon i n m u n d o , enemigo d e la cruz y de la s a n t i d a d cris-

concede á J u d a s m e h a b l a d e la misericordia d i v i n a m u c h o m a s q u e t i a n a , son i g u a l m e n t e otros t a n t o s J u d a s ; p o r q u e p r o f a n a n el m a s

la m i r a d a a m o r o s a q u e a r r o j a s o b r e P e d r o , m a s q u e el p e r d ó n q u e »auto de os misterios, y trafican con la s a n g r e divina d e Jesucristo,

otorga á la M a g d a l e n a , m a s q u e l a alianza d i v i n a p r o m e t i d a á Z a - so n,l?'P°r,UaVilin,tó-T™wenpcrtenccenálarazodeJudas


T >nCn 81 , e m
q u e o , y m a s a u n q u e el p a r a í s o abierto al m a l h e c h o r . E n esta cir- Í T hra H 1 1 ' P , n N o pretesto d e oir la

c u n s t a n c i a veo á esta divina misericordia c o n f i r m a r la v e r d a d d e las p a l a b r a d e Dios, y d e asistir á las d i v i n a s lecciones d e Jesucristo,

consoladoras p r o m e s a s q u e h a h e c h o á los pecadores a r r e p e n t i d o s ; Aje M f c , y q u e p o r la inmodestia d e s ú s m i r a d a s , p o r la i n d e -

y o la veo desplegar toda la g r a n d e z a d e su clemencia infinita y toda cencia d e s u p o s t u r a , y d e sus m a n e r a s , son el escándalo d e muchos
( ! ) Dal J „ d „ s i g n ™ ,„ra rencno d0|i s¡c C i0
1a t e r n u r a d e s u i n m e n s a c a r i d a d : y c o n f u n d i d o de a d m i r a c i ó n y
'Toíum el reprobaium. ( / „ Hall/,.}
li eno d e e m o c i o n , n o s é h a c e r o t r a cosa q u e llorar la t e r n u r a , a f i r -
m a r m e en mi e s p e r a n z a , herir mi pecho con la c o n t r i c i ó n , y escla- </«iwf""" '""1'"°"h om
"il,BS « a t o prabnii: ( J ™ . r.

m a r en los t r a n s p o r t e s d e m i r e c o n o c i m i e n t o : a | O R e y d e reyes, Se- (3) Omnes hierelici ¿ « o j u d a s , Jesu dieunl : Rabí,i. ( u o m . S3. ¡,, j t a M . )
cristianos para quienes hacen inútil el precio de la Redención. Son abrazar de este modo á ese Hijo divino: Osculamini ftlium. Porque
finalmente Judas esos viles hipócritas que, durante el tiempo p a s - en cambio d e nuestros piadosos besos él nos d a r á , como nos lo ha
cual, se acercan al tribunal de la penitencia, y despues se sientan prometido, riquezas de misericordia y de a m o r ; él mismo vendrá í
en la mesa eucaristica como si quisiesen reconciliarse, con Jesucristo, estrecharnos entre sus brazos, y á prodigarnos sus caricias á la hora
abrazarle y hacerse sus amigos Deles, mientras que su corazón no se de la muerte en los últimos sacramentos, y-de este modo acabaremos
h a mudado; mientras q u e están prontos á volver á la vida d e escán- nuestra vida en el beso del Señor. Dichoso beso para nosotros, escla-
dalo y de pecado que solo interrumpen por algunos instantes; mien- m a r é yo con S. Bernardo, afortunado beso, prueba admirable de las
tras que en estos actos estertores d e religión no se proponen otra complacencias divinas, admirable beso, que 110 solo aproxima u n
cosa que engañar al publico, á sus padres, ó á sus superiores, y con- rostro á otro rostro, una boca á otra boca, sino q u e une el Cria-
jurar el anatema d e la Iglesia; mientras q u e solo dan al Señor un dor á la c r i a i u r a , el hombre, á Dios, en el tiempo y en la e t e r -
beso impío, pues salen del santo tribunal sin tener un pecado de me- nidad ¡1). J s t se«.
nos y cargados con dos sacrilegios mas. En una palabra, son traido-
res y fementidos como J u d a s todos los hipócritas q u e afectan en sus ( 1 ) Félix oseulom ac slopeoda dignilatemirabile, in ijoo non os ori i m p r i m i l u r ,
discursos por la verdad, la virtud y la religión, u n celo y un amor sed D e u s h o o ú n i ouitor. ( S c r m . 1!. til Cant.)
que no tienen en el corazon.
Pero ¡cuán lamentable es la suerte de todos estos traidores! Al
acercase á Jesús con semejantes disposiciones, reciben un abrazo
que no los convierte, un saludo que no los sanlilica y un beso que
no los salva. ; A y ! esta bondad y esta misericordia de Jesucristo pro-
ducen para ellos lo mismo que para Judas una justicia mas severa y
un castigo mas terrible. No seamos nosotros del número d e esos pér-
fidos á quienes la traición y la mala fe conducen á la ¡mpcuilencia y
á la condenación. Escuchemos por el contrario á David que en el
salmo segundo, según el testo hebreo, nos invita á abrazar d e v o t a -
mente al h i j o : Osculamini Jilium. Porque este hijo no es otro que
aquel de, quien dijo I s a í a s : o l i n niño nos ha nacido; im hijo nos ha
sido dado ; i ) . « Este, es aquel hermano tan a m a b l e , aquel esposo
amoroso de nuestras almas, cuya compañía buscaba y cuyos besos
ansiaba la esposa sagrada de los Cantares ¡2). Este hijo es J e s u -
cristo, y la manera de saludarle sin ultrajarle, de darle el beso sin
hacerle traición, de. estrecharle en nuestros brazos sin aprisionarle;
el modo de manifestarle el amor q u e espera d e nosotros y que nos
promete, es, dice S. Bernardo, servirle, con un afecto verdadero, y ob-
servar con obras sanias la doctrina q u e nos trajo del cielo, al mismo
tiempo que la profesamos con nuestras palabras (3j. No cesemos de

( l ) P u e r natos est nobis, Clios dalos est nobis.


¡2) Qois mihi est te fralrem m c o m et i n v e n i a m t e , et deoseoler t e ? Osculetor
rae oscolo oiis soi. (Cant. 1. et. 8 . )
( 3 ) Oseolora gratiosum est, guando joeonda inspiraliooc t r a h i m o r ad beoe
ogenduui. (üb. Sentent.)
la malicia de los hombres, f u é el misterio de su caridad d i v i n a : Obla-
tas est, quia ipse voluit; verdad esencial que brilla con un resplan-
dor especial en el misterio de la prisión de Jesús en el huerto de las
CONFERENCIA NOVENA. Olivas. Guardémonos pues, dice S. Ambrosio, al ver á Jesús en
poder de sus verdugos, de acusar su propia flaqueza, ó la fuerza y
la violencia d e los hombres (l). No, no, la traición de J u d a s , la s a -
L a P r i s i ó n d i ; «IPMift-
crilega audacia de los Judíos no son mas que instrumentos ciegos
de. los designios de su sabiduría y d e su amor ardiente. No es la
Obtalví ett, quia ipse toUil fuerza de las armas sino el misterio de la salvación del mundo lo
El se ofreéiü, porque quiso. q u e encadena al Salvador y le entrega á sns enemigos (2). Consi-
!l!. 33.) deremos pues hoy bajo este punto de vista el tierno misterio de la
prisión de Jesús en Gcthsemauí, á fin de q u e tomemos la resolución
de hacernos cautivos voluntarios de aquel que voluntariamente se
Lo que forma la mayor gloria de Sansou, uo es el haber sido el hizo cautivo por nosotros: Obtatus est, quia ipse voluit.
mas fuerte de todos los hombres, sino haber sido un personaje pro-
fético y haber figurado en si uno délos misterios mas importantes I'RIHCIU IMKTK.
de Jesucristo.
Este celebre Nazareno, á quien el odio de los Filisteos liabia Al derribar el Salvador con una sola palabra é la infame solda-
puesto muchas veces asechauzas inútiles, acabé por ser aprisio- desca amotinada para apoderarse de su persona, no lo hizo porque
n a d o ; mas eslo 110 se verificó sino cuando el esceso de su amor á pensara escaparse de las manos de sus viles perseguidores, solo
una esposa infiel le hizo cortar el cabello en el q u e residía todo el quiso manifestarnos, dice S. Agustín, que sin su voluntad n a d a
secreto de su fuerza. podian sobre él. Esta prueba no le basta y h a querido añadir á ella
Pues bien, ¿ puede verse una figura mas marcada de Jesucristo? otras mas palpables y m a s luminosas para convencernos cada vez
El verdadero Nazareno, después de haber desconcertado siempre los mas de su Divinidad y de la libertad d e su sacrificio (3).
designios de los Judíos q u e querían prenderle, y hecho inútiles t o - Ved en primer lugar el tono de autoridad con q u e manda que de-
dos sus esfuerzos, no c a e en poder de sus enemigos sino cuando, en jen libres á sus ornados discípulos, y les garantiza la vida. Él se
el esceso de su caridad y p o r la sinagoga, frecuentemente designada vuelve con un aire de soberano hácia los criados insolentes y c r u e -
por los profetas con el nombre de esposa infiel, consiste en que la les á quienes el mismo poder q u e los había derribado acaba de le-
gloria d e su cabeza sea disminuida. Esto significa que los verdade- vantar, y añade : Ya os lo h e d i c h o ; yo soy Jesús de Nazaret. Si
ros Filisteos no ¡prevalecen Sobre el verdadero Sansón sino cuando pues es á mí á quien buscáis, os permito q u e os apodercis de la per-
este permite q u e su h u m a n i d a d santa deje de ser protegida visible- sona del Maestro, mas no toquéis á los discípulos (4).
m e n t e por la divinidad á la q u e está unida personalmente, y que Y bien, ¿qué simple mortal, a ñ a d e s . Agustin, hubiera osado j a -
sea sometida á la flaqueza común de los hombres. De modo que el más,en tales circunstancias hablar así á unos soldados q u e babian
Mesías, como lo había anunciado claramente el profeta, no fué in- venido á prenderle? ¿ N o hubiera temido por el contrario hacer nacer
molado sino porque él mismo se ofreció voluntariamente : Oblatas
est, quia ipse voluit. ( 1 ) Cum tegimus l e u e i i j e s u m , eaveamus n e p u l e m u s e u u i leneri i a v i l u m , e l
quasi iDfirnrau. [In Lic.)
Estas breves y sencillas pálabras d e Isaías encierran la circuns- ( 2 ) Domiuum umnium mvsteria non a r m a temieran!. ( I b i J . )
tancia mas importante d e la pasión y muerte del R e d e n t o r . Porque ( 3 ) Osiemlii quod ndvevius e u m nifiil caluisseiu ni,i quod ipse voluisser. (Tract.
sil sacrificio no h a sido eficaz pora nosotros ni nos ha rescatado, sino 112. íii Joan.)
porque fué voluntario, y porque su muerte, niasbien que el esceso de ( 4 ) Dixi vobis qnia ego s u m . Si ergo m e quauilis, sinile hos abire. (Joan. !S.)
en ellos con un lenguaje tal, una Idea que tal vez no tenían, la de q u e es llevado á la muerte porque así lo permite, lo consiente y lo
apoderarse también de los discípulos, o dar una orden que no hu- quiere : Obialusest, quia ipse voluit.
bieran obedecido ? Mas el Hijo de Dios, cuya palabra produjo el ¡ Cuán patético es esle rasgo de amor del Redentor I Olvidado de
cielo y la tierra, sabe cuanto es el poder y la fuerza d e sus manda- sí mismo, no piensa mas que en poner á sus discípulos en seguri-
tos. Esta es la causa por que habla como un rey á sus vasallos, como d a d . Prouto á aceptar para sí la prisión y la muerte, se apresura á
un señor á sus criados, como u n Dios á sus criaturas, sin temer de asegurar á sus amigos la libertad y la vida ; mas en la conduela que
modo alguno ser desobedecido. El habla como Dios que ejerce su observa hoy con respecto á los apóstoles que le acompañan, lia dado,
imperio lo mismo s o b r e las voluntades mas rebeldes q u e sobre las dice S. Cirilo, una garantía de lo que hará un día por todos los fie-
mas dóciles ; sus mismos enemigos se ven obligados por una fuerza les cuya figura eran los apóstoles. Porque si él mostró en estas c i r - .
invencible á dejar ir á s u s discípulos, porque su Divino Maestro no cunstaneias t a n t a solicitud por salvar u n número tan pequeño de
quiere q u e perezcan : In¡micos jubet et hoc faciunt; sinunt scili- los suyos, ¿ cómo es posible que 110 quiera proteger siempre la innu-
cel, eos abire, quos Jesus non vult perire. merable multitud de los cristianos | t } ? ¡Dichosos pues los q u e le
En efecto, ¿ puede csplicarse d e otra manera q u e los Judíos pren- perteneccB por la docilidad de su fe y el fervor de su caridad ! Él,
dan á Jesus como cabeza de una nueva sociedad, q u e miraban como como lo anunció por boca de su profeta, los rodea, ios cubre, como
herética, y q u e dejen en libertad a sus discípulos depositarios de su con un escudo, con su protección divina y con su tierno amor. Él
doctrina, y que no dejarían de propagarla aun después de la muerte los loma en sus brazos amorosos v los estrecha en su seno como una
de su Maestro '.' ¿ Cómo comprender q u e se apoderen de u n preten- madre afectuosa hace con su tierno hijo. Ninguna fuerza creada
dido reo de estado, y no inquieten á sus cómpliccs ? Cómo compren- puede entonces arrancarles de este asilo d e seguridad q u e ellos en-
der q u e unos lobos devorados por el hambre se precipiten sobre el cuentran en las manos d e su Salvador, y ni la malicia de los hom-
pastor, y dejen libres á todas las ovejas, sin tocar ni á una sola? bres durante la vida, ni los horrores de la muerte osan acercarse á
Además, ¿quéresistencia podían oponer once hombres á aquella ellos para causarles mal alguno ¡2).
multitud armada que los tenia y a cercados y les habia quitado los El Señor obliga á sus enemigos, no solo á obedecer sus órdenes,
medios de fugarse? Si p u e s nadie osa tocar á uno solo de los a p ó s - sino también á oir sus reconvenciones. Dirigiéndose á los principes
toles, no es, dice S. J u a n Crisòstomo, por efecto de la benevolencia de los sacerdotes v á los magistrados del pueblo q u e se hallaban pre-
de los soldados, sino por la virtud divina de su augusto prisionero sentes les dice : o ¡ Y qué I ¿soy yo un vil asesino para que vengáis
que imprimió á este nuevo precepto : « Déjales ir, » la misma fuerza armados de espadas y de palos p a r a prenderme? » Con estas pala-
que bahía dado á esta palabra : » Yo soy. » Así pues el mismo po- bras quería decirles, seguii S. G e r ó n i m o : . ; Cuán insensatos sois
der divino que habia abatido á los Judíos á los piés del Maestro, en venir con u n aparalo tan formidable á prender u n hombre sin
los contiene para que no puedan hacer mal alguuo á los discípu- defensa, que se poiie él mismo voluntariamente en vuestros m a -
los (1). nos \3) ! » Después añade Jesus : o Diariamente h e estado en medio
Por medio de esta órden, que sus enemigos siguen con una obe- de vosotros, enseñando públicamente mi doctrina en el templo. ¿ Poi-
diencia tan pronta y tan perfecta, aleja Jesus la idea de que b a y a q u é no me prendisteis entonces q u e podíais hacerlo con t a m a facili-
podido caer en manos d e los Judíos por la fuerza. Él demuestra a d a d ? o Es como sí les hubiera dicho, según la espiicacion de S.
los mas incrédulos la facilidad con que podía impedir q u e se apode- Cirilo : « Yo he enseñado en el templo donde vosotros obráis como
rasen de su persona, supuesto q u e no tiene mas que hablar para que
( I ) F n l à n d a m esl imagiuem omnium.eos tennisse. Qui !ani paueorum, tali
sus discípulos conserven su libertad, y demuestra al mismo tiempo
lempore, cuirun b a b o i t , quomodo iouumerabiles lideles non protege!? (til. n
¡a Joan.)

( 1 ) A d m i r a n qui posse! c u r non eomprebenderint e d a m cum J e s o , sol v e r b e - (35 Et uon tanget iüos lonoentum malhue ( r e / ; , lormentum mortis. (Sap, 3 . )
raverint discípulos. Quid a g o eos conliuuil ? Hoc quippe non fui! eorum p r o p o - (3) Quasi dieeret : Stoltum est cum gladiis'querele qui se uliru vesfris mamitas
tradii. (In Valili.)
sito, sed illius polcntue quie eos egera! r e t r o r s u m . ( H o m i l . 8 á . in Joan.)
señores y donde t e u e i s á vuestras órdenes una guardia numerosa. respetar á sus discípulos, contiene igualmente sil furor y detiene s u s
Yo os he enseñado doctrinas que os eran odiosas. Muchas veces he brazos estendidos contra el Maestro. Así como Jesús no qniso
arrojado de él los vendedores cuyos fraudes y engaños aprobabais. ser conocido de ellos sino cuando se dignó darse á conocer, del
Vosotros bramabais de rabia, pero ninguno de vosotros se atrevió á mismo modo en este momento no permite q u e ninguno de ellos
poner las manos sobre mi. Esto debería convenceros de que solo le toque sino cuando sea su voluntad. Así como hizo que el beso
tenéis la pérfida intención de dañarme, pero que os falla el poder de la traición fuese inútil para designarle, así ahora hace q u e la
para hacerlo. Sabed pues q u e lo q u e no pudisteis hacer entonces, fuerza y el odio sean impotentes para prenderle. Así como no quiso
porque yo no quise, no lo podríais tampoco ahora si yo no lo permi- que el reconocimiento de su persona dependiese de. la perfidia de su
tiese , si yo no os entregase espontáneamente mi persona y me discípulo, así tampoco quiere que el instante de su prisión dependa
complaciese cu hacer q u e vuestro odio impotente sirva al c u m p l i - del furor de los soldados, sino que. lo retarda según su voluntad.
miento de mi designio, ( t ) » Finalmente el Salvador concluye con De este modo demuestra todavía m a s claramente que supuesto
estas graves y misteriosas palabras : « Hacedlo ahora ; esta hora es que hace inmobles á sus enemigos poi espacio de una h o r a ,
la vuestra, esta es la hora del poder de las tinieblas. ¡2¡ » pudiera dejarles en este estado para siempre; q u e no podrían
¡Oh 11 QuéhoiTiblc revelación, esclama Orígenes, es la que hizo el prenderle sí él mismo no consintiese; en una palabra, demues-
Salvador á aquellos seres perversos, cuando asi les habló ! El les tra q u e es Dios, y como tal, el dueño de su vida, el arbitro de
descubre que obraban sin saberlo bajo la inspiración del poder de su libertad y el sacerdote v oluntario de su sacrificio: ObliUvs est, quia
los tinieblas, es decir, que eran impulsados por el demonio, que ipse voluit.
ellos obedecían al demonio, que eran ministros ciegos y ejecutores de Mas, cuando Jesús dice : o Esta es vuestra h o r a ; esta es la hora
sus deseos injustos y crueles ¡3). E n efecto esto f u é como si les del poder de las tinieblas; » d a á los Judíos el permiso pora acer-
hubiera dicho : Esla es la hora en que podéis prevalecer contra mí, c a r s e y para apoderarse de él, y declara q u e desde aquel momento
porque es la hora en q u e h e permitido al demonio que. ejerza sobre seabandona á merced de su crueldad y de su furor. Ved aquí por
m i persona el mismo poder que le di en otro tiempo sobre Job, que que los arqueros y los soldados, todos bajan sus armas, preparan
f u é mi figura. Vosotros pues sois ministros del infierno, sois demo- las cuerdas y se disponen para amarrarle. Mas como los satélites
nios visibles. Animados contra mi de un odio igual al de Lucifer, los de los grandes y d e los poderosos se señalan ordinariamente por su
mismos tinieblas os eiegan, el mismo furor os posee; y ¡ved aquí, audaeio, un cierto Maleo, esclavo vil del gran sacerdote, se adelanta
desgraciados, lo q u e os agrada, y d e lo que os gloriáis como de un el primero p a r a apoderarse del Salvador. A vista de esto no
triunfo ! Haré est hora vestra et potestas tenebrarmi!. pueden los apóstoles contener su celo. Señor, dicen á Jesús, ¿ 110 nos
Mas, ¡qué es esto ¡ L a soldadesca está p r o n t a ; el traidor ha dado permitís que llagamos uso de nuestras espadas? Domine, si percu-
la señal ; Jesucristo se h a dado á conocer ; los sacerdotes b r a m a n , timus qladió? ;Luc.) Pedro, mas animoso y mas ardiente que los
están impacientes por tcncile cutre sus manos ; y sin embargo esos otros, sin esperar la respuesta del Señor, y mas veloz que la palabra,
espíritus soberbios, impudentes y audaces permanecen inmobles y se arroja sobre el insolente criado, y quiere hcndirle la cabeza con
escuchan en silencio unas reconvenciones t a n amargas. Y' ninguno su espada; mas, p o r una disposición secreta de Jesús, el golpe se
hay q u e ose interrumpirle, ninguno que se atreva á respirar, nin- tuerce, y en vez de abrirle lo cabeza, le corta la oreja derecha (1 ¡.
guno que imponga silencio ni haga ejecutar contra él el m a n d a - ¡Oh I ¡ cuán imprudente es el celo del príncipe de. los apóstoles I ¡Quién
miento de prisión. ¡ Ayl Esto consiste en q u e la misma virtud divina puede calcular las consecuencias de la lucha desigual que se empeña
que los h a derribado, que los h a levantado y los h a obligado á entre los soldados y los apóstoles! Sin embargo, no temáis; apenas
principia, cuando el Salvador pone fin á ella, basta, basta, dice
(Iycjrit. Ahí. in Col. ¡n Lue.
{2) Iltee újl hora veslra, oí poteslas lenebrarum. { M a t t h . )
(3) Uieil eiiaai, ipiod htec potestà* est tenebria data, id est diabolo, et Judiéis ( 1 ) Simón Petras ednxit gladium ; et peretlliens servtim priaeipis saeerdotum,
iosurgeudi i» Cristalli. (In Haliti.) antputavit aurieulam ejtis dexteram. (Juan.)
á sus discípulos, no opongáis mas resistencia : Sinile vsque huc. Jesús sufre al presente por los Judíos), 110 debían ser rechazadas
(Lue.) En seguida dirige á Pedro vivas reconvenciones, y bajándose, p o r la fuerza material, que nos espone á parecer por la espada,
coje la oreja ensagrentada de Maleo, la coloca en su lugar y la cura sino que debia emplearse contra ellas la fuerza del alma, la dul-
milagrosamente. zura, la humildad, la paciencia y la oracion. Él quiso enseñar-
Seguramente los Evangelistas no han referido estas circunstancias nos <pie en una guerra espiritual 110 son las armas visibles las que
sin una razón elevada, y este relato, tan sencillo en apariencia, oculta conviene emplear, porque si con ellas podemos vencer, podemos
en el fondo misterios importantes. también ser vencidos; sino las armas invisibles y espirituales, de
E n primer lugar, ¡cuán bello es, dice S. Gerónimo, ver á Pedro que habla San Pablo : el escudo de la fe, el casco de la esperanza y
manifestar en todas partes el ardorde su fe mas que todos los otros I la coraza de. la caridad, que harán siempre triunfar la Iglesia en la
Y aunque en estas circunstancias probase que no comprendía el tierra y asegurarán á los mártires una corona d e victoria en el cielo V .
gran misterio de la muerte del Salvador, 110 se engaño siu embargo Sin embargo, el Salvador insiste, y continúa diciendo á P e d r o :
en su amor á ci. Su corazon no resistió al dolor de ver cargar d e « ¿Cómo puedes t ú creer q u e yo rehuse el cáliz q u e m i Padre m e
ligaduras y arrastrar á la muerte al que había reconocido y confe- ofrece por mano de estos verdugos ? » Esto era decirle: Pues qué,
sado por verdadero Hijo de Dios (1 ¡. ¿Pero sabéis vosotros, prosigue ¿ lie orado tanto, h e luchado tanto para beber sola la amargura del
S. Ambrosio, por q u é es Pedro y no otro d e los apóstoles, quien cáliz de mis dolores y aplicar todo el fruto á los hombres, y ahora
corta la oreja á Maleo? Porque solo á Pedro es á quien h a dado q u e estoy próximo á llegar al fin de mis combates, ahora que este
Jesucristo, cou el poder d e atar y desatar, el derecho de cortar con cáliz se me.presenta, quieres tú q u e yo retire la mano y que 110 le
la espada espiritual del anatema la oreja espiritual de los que no b e b a ? Sabe, o Pedro, continúa el Salvador con un acento de. m a -
escuchan ó escuchan mal la doctrina de la Iglesia (2). jestuosa firmeza, sabe, Pedro, que si yo no quisiera hacer uso de
La reconvención misma que Jesus le hace no es menos misteriosa mi poder, sino apelar á una defensa esterior, no tendría mas q u e
ni menos sublime. De estas palabras : » Baja t u arma ; vuelve esa hacer u n a señal, y el cielo y la tierra se conmoverían para volar á m i
espada á la vaina ; porque todos los que se sirvan de la espada, p e - socorro; en vez de doce apóstoles, podría yo disponer de m a s de
recerán.por la espada, o resulta claramente, dice el Emiseno, que doce legiones de ángeles, y esterminar en un instante á mis enemi-
el Señor no opuso resistencia alguna porque no quiso, no porque gos ; j ¡ . Mas entonces estaría y o en contradicción conmigo mismo,
tuviese imposibilidad de hacerlo. Además no es menos evidenteque porque yo soy quien h a enviado los profetas, yo quien les h a inspi-
aunque se trataba entonces de una defensa legítima, se negó Jesus á rado cuando han anunciado mis oprobios, mis tormentos y mí
usar d e las a r m a s » . muerte. ¿Luego, cómo puedo yo impedir el cumplimiento de lo que
Mas, ¿ q u é quiere decir esto? ¿ Quiso por ventura el Salvador al lie hecho anunciar en las Escrituras, y q u e he establecido yo mismo?
espresarse así, prohibir á los príncipes y á sus soldados el uso de Asi pues, yo soy quien detiene el auxilio celestial que mi Padre es-
los armas en una guerra justa y en el caso de una defensa legitima, tarla pronto á concederme. Mi amor á los hombres encadena su
como lo cree equivocadamente Tertuliano ? No sin duda ; mas él juslicia, mi resignación calma la impaciencia de los ángeles, y la
quiso advertirnos, responde S. Cirilo, q u e las persecuciones de los q u e se apodera d e todas las criaturas á vista de los ultrajes que r e -
tiranos contra los cristianos (covo preludio y cuyo símbolo es la q u e cibe el Criador. ¡ Ob! ¡ Qué declaración tau preciosa! Nosotros sabía-
mos, Señor, que no es por necesidad, sino por amor, por lo que os
( I ) [11 o m n i b u s loéis ¡itlIIÍIU< 1 l i s liiiei iiivcnilur POLLILI; ci licet e r r e ! in entregáis á la muerte por nosotros; m a s es muy consolador, es
seni», n o u e n a t affect» : notensilluni m o r i (¡ueni eoufessus es! I'iliuoi Dei. muy dulce á nuestro corazon oírlo repetir con lauta frecuencia, y
(Jo 3/arc.)
( 1 ) D o e e m u r h o c laclo q u ü n a n i pielale /.elus i n Clirislum p r o c e d a ! . A r m a e n i m
(o Q , i a r e P e t r u s ? Q u i a i p s e ligandi a l q u e s o l c e n d i a d e p t u s est p o t e s t a t e m . E t
n o s l r a n o n c a n t a b a s u n t , s e d , u t ail A p o s l o i o s , s p i t i l u a i i a . ( / « Joan.)
i d e o tollil gladio s p i r i t u a l i a u r e m m a l e intelligeulis. (J't Lue.)
(2) An p u l a s q o i a non p o s s n m r o g a r e l ' o t r e m m e o m ; et exhibe-bit niilii p l u s -
( 3 ) Q u o d se non d e f e n d i t , n o u esl i m p o l e n l i i e , sed v o l o o t a l i s , sed ñ e q u e jos
q u a m d u o d e c i m legiones A n g e l o r o m ? ( S l a l l h . )
Domious armi» voluit delendi. ( f a Manli.)
reconocer por u n a s p r u e b a s t a n ¿tíldenles q u e vuestra caridad, m a s Maleo, nos da á entender que los herejes mismos, si se convirtiesen
q u e la perfidia de los h o m b r e s , os ata h o y las m a u o s y os carga de sinceramente, t e n d r í a n la inteligencia verdadera de los Libros S a n -
c a d e n a s : Oblatas est, (¡uia ipse voluit. tos,, y se salvarían (1).
Mas ¿la a m p u t a c i ó n de la oreja de Maleo y s u curación carecen ¡ C l i n dichosos somos nosotros los católicos en t e n e r la inteligen-
acaso de misterio? N o , dicen los Padres. Recordemos en primer cia perfecta y c o m p r e n d e r en su v e r d a d e r o senlido la palabra de
lugar q u e en m u c h o s lugares de l a E s c r i t u r a la oreja del cuerpo se Dios e n c e r r a d a en los L i b r o s Santos 1 M a s no olvidemos q u e esta
toma m e t a f ó r i c a m e n t e por la inteligencia, la docilidad y la obedien- ventura n o s será inútil siuo p r o c u r a m o s c o n f o r m a r nuestras obras
cia del espíritu á la palabra de D i o s ; y en este sentido está escrito: á esta celestial doctrina, á esta p a l a b r a de Dios que profesamos sin-
e El pueblo gentil me h a obedecido en el entendimiento d e s u oreja», ceramente en nuestro e s p í r i t u , y c u y a pureza publica n u e s t r a
(Ps. t ; ¡ y Jesucristo en el Evangelio repite con frecuencia estas boca.
p a l a b r a s : « El que tiene orejas p a r a oir, que me oiga.» (Matth. 11, P e r o podrá d e c i r s e : ¿ n o podia el Salvador h a b e r curado á Maleo
E s t o s u p u e s t o , ¿sabéis p o r q u é , observan Orígenes y S . Cirilo, en cas- con u n a sola palabra ó con u n solo s i g n o ? Sin d u d a a l g u n a , s u -
tigo del insulto hecho á Jesucristo s u f r i ó el criado del g r a n s a c e r - puesto que á u n a p a l a b r a s u y a salió el universo de la n a d a . Sin e m -
d o t e la amputación de la oreja derecha, en t a n t o que la Izquierda b a r g o quiso que e s t a curación fuese o b r a de sus m a n o s p a r a m a n i -
fué preservada ? E s t o significa lo q u e sucedió r e a l m e n t e ; es decir, f e s t a r , diee S . Ambrosio, que el Dios que en este dia no c u r a m a s
que el pueblo j u d i o , por h a b e r n e g a d o y condenado á muerte al Me- q u e u n solo m i e m b r o del cuerpo h u m a n o , es el mismo Dios q u e le
sías, f u é castigado con la pérdida de la oreja derecha; es decir, que formó en otro tiempo todo entero del limo de la tierra, y que el que
perdió el senlido fácil, v e r d a d e r o y espiritual de la Escritura Sa- al presente rescata al h o m b r e , es el mismo que le crió en otro
g r a d a . El no la c u t i c n d e y a sino con la oreja izquierda, él n o com- tiempo (2). P o r esta razón, prosigue S . A m b r o s i o , se vió entonces
p r e n d e ya las p r o m e s a s ni los misterios sino en n n sentido falso, al lodo, de que el h o m b r e está formado, reconocer á su artífice pri-
material y h u m a n o ; él n o percibe m a s que la s o m b r a y la corteza, mitivo, y obedecer á s u Criador. V en efecto, añade S . Lcon, a p é -
sin descubrir en m a n e r a a l g u n a la s u s t a n c i a y la verdad [ 1). n a s acerca Jesucristo s u m a n o poderosa á la oreja de Maleo, c u a n d o
Jesús vuelve ú colocar m i l a g r o s a m e n t e e n s u lugar la oreja ensan- la c a r n e , todavía palpitante, siente al m o m e n t o que la fuerza divina
g r e n t a d a de Maleo, y con esto nos da á e n t e n d e r , dice S . Agustio, del que la formó la p r i m e r a vez la v u e l v e á formar al presente, y
que llegará u n din en q u e , en su misericordiosa b o n d a d , volverá á dócil vuelve á t o m a r al i n s t a n t e su p r i m e r a figura (3¡.
los J u d í o s la v e r d a d e r a inteligencia d e l a Escritura, y les d a r á u n Sin e m b a r g o , por este milagro n o manifestó Jesucristo tan solo
corazón dócil y s u m i s o á su palabra ; i ) . su omnipotencia, sino también su d u l z u r a , su paciencia y su c a r i -
S . Ambrosio piensa q u e esta amputación de l a oreja derecha es d a d . Esta es la causa por que no cesan los P a d r e s de m e d i t a r en él,
el e m b l e m a de la s o r d e r a espiritual con que están heridos los here- y hacerle el objeto, en su a d m i r a c i ó n , de sus elogios y de s u a m o r .
jes en castigo de h a b e r r e n e g a d o d c Jesucristo al renegar de su i g l e - En primer l u g a r al o b r a r nuestro Redentor este a d m i r a b l e p r o -
sia. P o r q u e la e s p e r t a d a p r u e b a q u e ellos 110 enlieudeu la Escri- digio con u n vil criado que se h a b í a a d e l a n d a t o p a r a insultarle, m a -
t u r a sino en un s e n t i d o ridículo y e r r ó n e o ; que la desfiguran d e u n a nifestó, según S . J u a n Crisóstomo, la bondad de su corazon. Él
m a n e r a atroz y q u e hacen de ella n n horrible sacrilegio, empleando, q u i s o enseñarnos que 110 debemos llegar nuestros beneficios ni n u e s -
p a r a a p o y a r los e r r o r e s que les pierden, el código de la v e r d a d que tro a m o r á persona a l g u n a , ni a u n á las q u e nos hacen mal y nos
deberla edificarlos y salvarlos. Mas Jesucristo, por la curación de
(1) Sed Dnmimis refundí audilum, demonstraos el ipsos (llterelieos), si eonver-
tantur posse saltari. (In Lúe.)
( ! ) Quo, « u IJIIO quedara, signiiiratur : Judteorum popolos deslero el faoili
audilu ..„liniros. ¡Cj-rW. m Joan.) S a i » legem modo cura siui.lro aodilu audiuut. (2) Jubete potnit, sed nialuii operan, ut agnoseanius ipsum csse qni de limo
Untbram liabenlestradilionis do lege, non vetilalcm. {Ori¡. in Uatth.) terne corporismentira forraavit. ¡ ü b . 10. in Lac.)
(2) Iteíormal Cbrislus quod i p l o r m a v c r a t . Sec larda caro sequitur ejus
í ¡ ; Quid .inris pro Domino » p í l l a l a rl i Domino sanala >i 3 iiilical! Ñisi (Jodiéis.)
tmpetium, enjus eral ipsa li^mentum (Serm. f . De Pass.)
auditum, amputan, veleri m u s í a l e , reversurum?
persiguen (l). ¡ O ternura de nuestro Salvador! esclama S. Ambrosio, los brazos y por la cintura al dulce Nazareno, q u e volunriamente
él no quiere que ninguno sea victima hoy por su c a u s a ; él no p e r - presenta sus manos á las ligaduras ; i ) . Al mismo tiempo los guar-
mite que ninguno de s u s perseguidores sea herido por su defensa. dias, los sacerdotes y los doctores q u e asistían á esta ejecución con
Por esta señal reconozco al que vino para ser herido y para curar á la boca abierta, braman de rabia, como u n león hambriento ruge a l
todos los hombres con la sangre de sus heridas (2). divisar su presa. Ellos saltan, ellos se regocijan como ios vencedores
¿Puede imaginarse una cosa mas tierna ni mas patética, dice S. dueños y a del botín q u e deben repartir entre s í ; y aplaudiéndose
Cipriano, una cosa q u e nos pinte mejor el corazon t a n noble de de- los unos á los otros con un gozo feroz, e s d a m a n : o Ya llego el dia
sús, que verle curar amorosamente por si mismo al primero que tan deseado; al fin se uos ha concedido devorar una vida que nos
atenta contra su persona (3) 1 Yed aquí, añade San Ambrosio, como h a sido tan funesta y podemos hacer de ella el delicioso alimento de
cumplió el Señor la lev que él habia dado á todos d e hacer el bien á nuestro odio (2). o
los mismos que nos odian. El c u r a las heridas de los criminales q u e ¡ Hombre ciegos é insensatos!; Almas pérfidas y crueles! les grita
vienen á a r r a s t r a r á la muerte al que es s a u t o y justo por escelen- S. Ambrosio, asi e a r g a i s d e cadenas al Dios autor de la vida y de
cia (-1). la libertad, á aquel á cuyos piés deberíais arrojaros suplicándole q u e
Mas, ¡ o furor maldito de esos monstruos endurecidos, prosigue os librase, de las ligaduras de vuestras iniquidades (s¡! ¡'Deteuéos por
S. Bernardo, o corazones mas duros que las rocas, pues que uo se f a v o r ; pensad en lo que hacéis y temblad! Porque no se encadena
ablandan por la majestad de un milagro ton grande, ni por las impunemente á la sabiduría i n c a r n a d a : 110 se aprisiona i m p u n e -
muestras de u n a caridad tan estraordinaria (ó)! Yed aquí que ellos mente al que es la justicia incorruptible.
se preparan para prenderleyqueejecutan esta cruel y sacrilega prisión Mas, ¿ por qué apostrofar á los Judíos ? Jesucristo, observa S.
con todas las circunstancias descritas por los profetas ¡ti). En primer Ambrosio, no se hace su prisionero sino porque estaba y a dispuesto
lugar ellos le rodean, semejantes á perros rabiosos que acosan de á serlo, ni es cargado de cadenas sino porque así lo h a querido. El
cerca á una tímida oveja, ó á toros furiosos que persiguen á una no- Salvador, añade S. Agustín, habia ya probado por una serie d e
villaeobarde ;"). A l a manera q u e un torrente, engrosado por las llu- prodigios sorprendentes q u e nadie hubiera podido apoderarse de su
vias, rompe todos los diques y se precipita sobre loscampos vecinos, persona si él no lo hubiera permitido y que si en esta ocasion no lo
así su furor, tanto mas violento cuanto mas largo tiempo habia e s - hubiera consentido, como en otras varias, los Judíos se hubieran
tado comprimido, se desencadena contra él [8). En seguida le echan retirado en silencio s i n realizar el proyecto cruel que les había con-
sogas al cuello como a una bestia feroz, y amarran fuertemente por ducido al Huerto. Mas tampoco Jesucristo hubiera cumplido el
amoroso sacrificio para el q u e vino al m u n d o (4). S. Pablo hablan-
(1) Discímus mjusuoludinem Christi : Crndiensnos qnod i n p e r s e r u l o r c s n c s l r o s do de si mismo, y cuyas palabras debemos aplicarnos cada cual, ha-
«portel esse nos benéfico,. {HomiL 8 2 . \n Joan.) bia dicho á u t e s : « Jesús m e amó, y por mi amor se entregó en p o -
( 2 ) Noloit peiseeotorem offenJi vulnere, qoi voluit s a o v u l n e r e omnes sanare. der d e sus enemigos ¡5). »
(U!,. 3. Offtáor.)
( 3 ) Quid potest clementius. quid beuiguíus dici? Sanatur ii Cbristo qui saivit iu
f l ) Funesextenderunt in laqueuin mibi. (Ps. 1 3 9 . )
Clin.luni. j / f c Bou. Patito!.)
( 2 ) Sicut exultan! vietores ca^ta pr.-eda, q u a n d o dividunt spolia. (Is. 9.) Vocero
(4) lili Justo moriera i n f e r e b a n t ; persecnlorinu vulvera ipse sanabat, (/a
dedei u n t , sieot in die solemni. F r e m u c r u n ! dentibus suis, et d i x e r u n t : Devorabi-
Ltic.)
mns. En istadics q o a m expcctavimos. (Jer. 2 . )
(5) Ma(edictus f u r o r eorom, qui pertinax : quera nee majeslas miraeuti nec
( 3 ) Oh o mentes el perüdi 1 ligaverunt Deum, á quo solví potoit velle debueiout.
pietas Itcuéticii coníriogere potoit. (Sena, DePau.)
(In I.nc.)
( 6 ) Cohors ergo, il tribunas, et ministri Judjeorom eoraprebeuderout Jesura,
(4) Si nunquam s e a b eis permitteret eomprehendi, non qoidem isli facerent
et ligoveiunt i n m . (Joan.)
propter qnod v e n e r a n ; sed nec ipse faceret propter quod venerat. (7Yací. 2
{ ' ) CircuflidederunI me vinili miilti, tauri pignesobsederunt me. [Ps. 9 1 . ) ¡11 Joan.)
(8) Quasi rupto muro i r r o e r u n t super m e , et ad meas miserias devoloti sunt.
(5) Dilexit m e , et tradiditsemetipsooi p r o me. (Galal. 2.)
(Jai. 30.)
Comprendamos pues esle misterio. El verdadero Sansón no pudo el demonio, obcecado por su propio orgullo, no descubrió la liber-
ser preso sino cuando quiso serlo; él se hizo traición en cierto modo tad de lo inocencia ni la santidad infinita q u e distinguía á Jesús de
á si mismo, no pudicndo resistir ;í su amor por estos hombres in- todos los demás hombres; él creyó que habiéndose vestido el nuevo
gratos é injustos que debia librar con sus propias ligaduras, asi como Adán de la naturaleza humana, habia contraído también su mancha
debía glorificarlos con s u s oprobios, consolarlos con sus dolores y original. En esta inteligencia tra'.ó de perseguirle como á uuo de los
resucitarlos con su m u e r t e . Y en efecto, ¡ o desgracia del pecador I esclavos que el pecado habió sometido a su imperio. Esta es la razón
el estado de pecado, dice el Espíritu Santo, es para el a l m a un por que se atrevió á aprisionar por mono de los Judíos á aquel que
estado de triste cautiverio y d e vergonzosa esclavitud : Qui nada le debia; y este acto de injusticia q u e ejerció contra el nuevo
facit peccatum, servas esl peccati. Y esta esclavitud es tan dura A d á n , cabeza de un pueblo de santos, le hizo perder los derechos
que el alma manchada por el pecado no solo está en la servi- funestos que le habia hecho adquirir la culpable temeridad del p r i -
dumbre y en la dependencia, sino que también está cargada de mer Adán, cabeza de un pueblo de réprobos.
cadenas que tienen encorvada su frente hácia la t i e r r a , y la ¡ O sublime c incomparable misterio de bondad I esclama San C i -
impiden elevar sus m i r a d a s al cielo; degradada por el pecado rilo ; si el velo que le cubre se hubiera descorrido entonces, se hu-
se halla como envuelta en las ligaduras q u e no la permiten mover- biera visto verificarse el cambio precioso que, Jesús habia solicitado
se ; de modo que no p u e d e dar un poso en el camino de la salva- por su agonía, de tomar lo q u e nos pertenecía, y merecernos lo q u e
ción, y se halla reservada para la muerte eterna bajo el imperio del era eselusivameutesuyo. Entonces se hubiera visto que en tanto que
demonio (1). unas manos sacrilegas cargaban á Jesús de cadenas, otra m a n o mise-
I'ucs bien, Jesucristo, como hemos visto y a , habla obtenido d e ricordiosa é invisible rompía las nuestras; que en tanto que el d e m o -
su Padre, por sus súplicas y su agonía, la gracia de ser t r a t a d o como nio se apoderaba de la persona del Salvador por mano de los Judíos,
uno de nosotros y de ocupar nuestro lugar, á fin d e q u e nosotros nosolros nos emancipábamos de la esclavitud del demonio [1).
pudiésemos colocarnos en el suyo, y participar de sus méritos y de S. Pablo habia dicho todavía con m a s fuerza : o Porque el flijo de
sus privilegios. En este supuesto él debió verse, cargado con los c a - Dios f u é atado como un vil asesino por u n a t u r b a insolente y feroz,
denas humillantes de nuestros pecados. Mas como es la santidad y la es precisamente por lo q u e nosotros hemos sido emancipados de la
inocencia infinita, estos horribles lazos no pudieron envolver su a l - vergonzosa servidumbre de la corrupción y del pecado, y hemos
ma, y por consiguiente f u é necesario que ios. sufriese su cuerpo; y sido investidos solemnemente con el derecho que nos hace partici-
para obtener q u e nuestra alma se viese libre de ellos, debió sujetar pantes de la gloria y la libertad de los hijos de Dios. | Cuan preciosa
su cuerpo al poder de las tinieblas. ¡ A h ! esclama S. L e ó n ; segura- i s y enán dulce esta libertad q u e Dios nos h a dado 2 ; ! E n ella se
mente el Salvador no hubiera sido preso por los Judíos si él no lo cumplió esta profecía solemne de David : « El Señor, que h a criado
hubiera querido. Mas el peso de las cadenas invisibles con que el es- el cielo y la tierra, ha acudidoá nuestro socorro; al modo que una
píritu infernal retenia n u r s t r a s desventuradas almas era tan enorme, m a n o compasiva libra al pájaro que imprudentemente h a caído en
la fuerza de aquellos lazos era tal q u e ninguno de nosotros podía li- el lazo del cazador, así este Dios de bondad h a roto las cadenas q u e
brarse de ellos, ni hacerse hijo de Dios, siendo como era esclavo del nos tenían atadas, y nuestra alma se lia salvado d e l a r e d i n f c r n a l d e
demonio, si el mismo Hijo de Dios no hubiera consentido en cargar Satanás [3). »
su cuerpo inmaculado de cadenos visibles, y ser tratado como p r i -
sionero de los hombres ( 2 ; . En estas circunstancias, añade S. León, ( 1 ) Milites vincula Domino ¡ m m i l l u n l , qui ad uostram natnram desceüdil,
ui a peccatorum e l diaboli vinculis nos eriperel. (San Cyril. Alctuad. in
Joan.)
( 1 ) Funes peccatorum circumplexi suril m e . (Ps. 118.) Pneoccnpaveruul rae
laquei m o n i , . ( P i . 1 7 . ) ( 2 ) Qua libértate Ciirislus nos liberavit. (Gedal. i.)

(2) Si leocri nollet, nou n l i q n e teneretur. Si q u i s h o m i n u m possot salvari, nisi (3) Anima noslra, sicul passer, erepla esl d e loqueo venanlium. Laqurus eonlri-
l i a non sinerel eomprehernli. Talibns vinculis t e n c b a t n r a d s t r i c l i , n i , ni si p e r bañe tus esl. et líos liberad s u m u s : Adjnloriuni noslruui in nomine Domiui qui fecil
opem, non possemus absolví. ( t . Je Pan.) ca-Ium el t e r r a m . ( P j . , 1 2 3 . )
Recibid p u e s , o S e ñ o r , el t r i b u t o d e mi reconocimiento y d e m i s órdenes y los pecados q u e llenan d e a d m i r a c i ó n y d e h o r r o r á los
a l a b a n z a s , s u p u e s t o q u e os h a b é i s d i g n a d o r o m p e r y llevar v o s pecadores mismos, q u e escandalizan á los mismos escandalosos, y
m i s m o en mi l u g a r las c a d e n a s d e mi esclavitud. Esta libertad es salen d e los límites ordinarios d e la perversidad h u m a n a , son el r e -
p a r a mi d e m u c h o precio, es u n reflejo de la g l o r i a ; p o r q u e al s a l - s u l t a d o del impulso f o r m i d a b l e , d e la i n f e r n a l e n e r g í a del demonio
v a r m e del i n f i e r n o m e a s e g u r a la rica y preciosa herencia del cielo. q u e r e i n a cu el corazon d e los p e c a d o r e s .
¡ O s a n t a s é inestimables c a d e n a s de mi R e d e n t o r ! Quién m e diera E s o s padres desnaturalizados q u e , n o c o n t e n t o s con s e r ellos mis-
b e s a r l a s c o n a m o r y respeto I ¡Quién m e diera p o d e r p o n e r l a s en mi m o s i m p í o s y libertinos, toman al parecer todos los medios p a r a
cuello, y g l o r i a r m e e o m o S . P a b l o d e s e r el prisionero d e Jesucristo 1 i n o c u l a r á s u s propios hijos en la impiedad y el libertinaje d e e o r a -
D e este modo p o d r í a decirse d e m í q u e el a m o r m e h a c i a cautivo d e z o n ; esos amigos e n g a ñ o s o s , esos pérfidos c o m p a ñ e r o s , esos i n f a -
mi S a l v a d o r , del m i s m o modo q u e mi S a l v a d o r ha querido hacerse m e s confidentes en q u i e n e s la malicia iguala á la corrupción, y q u e
cautivo p o r mi a m o r : Oblatas esl, quüt ipse vohilt. p r o c u r a n , sin s a b e r p o r q u é , iniciar en los i m p u r o s misterios d e la
voluptuosidad á las vírgenes i n o c e n t e s , y á los jóvenes q u e c o n s e r -

ÜWÜMII PAUTE. v a n a u n la sencillez d e la v i r t u d ; esos a u t o r e s d e libros impíos y d e


poesías obscenas q u e pierden con s u s escritos a u n á aquellos q u e
No p u e d e a d m i r a r s e d e m a s i a d o la generosidad, el a n h e l o y la n o p u e d e n perder con s u s d i s c u r s o s ; esos f u n e s t o s a u t o r e s d e pin-
caridad con q u e el S a l v a d o r p r e s e n t ó v o l u n t a r i a m e n t e s u s m a n o s á t u r a s eseandolpsas y d e e s t a t u a s indecentes, q u e llegan á insinuar el
las cadenas de s u s e n e m i g o s ; m a s tampoco p o d r á d e t e s t a r s e lo b a s - vicio r e p r e s e n t á n d o l o en acción, q u e parecen domiuados p o r u n a
t a n t e la a u d a c i a i m p í a y la i n f a m e c r u e l d a d d e los J udíos y de J u d a s espceic d e f u r o r q u e les a r r a s t r a á a c o m e t e r pecados inmortales,
en p a r t i c u l a r , q u e 110 s e detienen en e n c a d e n a r á J e s ú s , d e s p u e s d e pecados q u e les sobreviven, y con los q v e i n f e s t a n n o solo la g e n e r a -
h a b e r l e visto o b r a r t a n t o s prodigios. Sin e m b a r g o , esto n o d e b e clon presente, sino t a m b i é n las generacioces f u t u r a s ; esos i n c r é d u -
s o r p r e n d e r n o s . J u d a s y los J u d í o s , q u e ligan el cuerpo del S a l v a d o r , los, q u e despues d e h a b e r a b j u r a d o toda creencia y toda religión,
e s t á n ellos mismos e n v u e l t o s con l i g a d u r a s m a s terribles. P o r q u e el desplegan u n celo infernal p o r a r r a n e a r del corazon d e los pueblos
E v a n g e l i s t a dice de J u d a s q u e despues d e su c o m u n i ó n sacrilega e n - t o d o sentimiento d e fe y de p i e d a d , y destruir en ellos todos los prin-
t r ó S a t a n á s en s u a l m a y t o m ó posesión de ella ( l ) , y el m i s m o J e s u - cipios d e r e l i g i ó n ; todos esos seres perversos, d e quienes n o p u e d e
cristo h a b l a dicho á los J u d í o s pocos m o m e n t o s á n t e s , q u e al a p o - decirse q u e sean a r r a s t r a d o s p o r el p l a c e r ó por la pasión, sino por
d e r a r s e d e él, o b r a b a n como satélites del p o d e r d e las tinieblas q u e u n celo a r d i e n t e d e p r o p a g a r y d e eternizar el pecado, n o o b r a n
r e i n a b a en ellos. El c r i m e n d e q u e se h a c e n culpables J u d a s y los t a n t o por sí m i s m o s , c u a n t o p o r instigación del espíritu i n f e r n a l ;
J u d í o s al a p o d e r a r s e de J e s ú s , sin e m b a r g o d e q u e es t a n infame en ellos son los v e r d a d e r o s ministros, los verdaderos apóstoles y los
si m i s m o , 110 d e b e s o r p r e n d e r n o s , s u p u e s t o q u e ellos mismos son v e r d a d e r o s esclavos d e S a t a n á s ; y según las p a l a b r a s del m i s m o J e -
esclavos del d e m o n i o y o b r a n b a j o s u s inspiraciones y s u s p r e - sucristo, el d e m o n i o es su p a d r e , y ved a q u í p o r q u e ellos c u m p l e n
ceptos. los deseos y e j e c u t a n las obras del d e m o n i o (1).

1.0 q u e es necesario deducir de esto, a m a d o s h e r m a n o s , es q u e ; M a s , cuán triste es la rccompc.Dss q u e reciben d e su docilidad

Dios h a b i i a v e r d a d e r a m e n t e p o r su gracia en el a l m a j u s t a , m i e n - sacrilega y d e su i n f a m e ministerio! ¡ O h ! ¡Cómo sus c a d e n a s se h a -

t r a s q u e el d e m o n i o reina p o r su malicia en el a l m a m a n c h a d a p o r cen c a d a vez m a s pesadas! ¡ Como con el trascurso d e los años se hace

el p e c a d o . P o r c o n s i g u e n t c , asi c o m o las virtudes sublimes d e los s u esclavitud m a s d u r a y m a s i r r e m e d i a b l e ! Ella comienza en el

s a n t o s , q u e salen d e los límites ordinarios d e la m o r a l i d a d h u m a n a , tiempo, y n o concluirá j a m á s , porque tendrá por duración la eter-

se d e b e n á las comunicaciones inefables, y al poderoso auxilio d e nidad e n t e r a . E s o s son los corazones perversos d e q u i e n e s dice la

Dios q u e fija su m o r a d a en el corazon del h o m b r e j u s t o , a s i l o s d c s - E s c r i t u r a q u e su conversión es m u y difícil : Perversi dificile córri-

(1) Vos es palie iliabolo e s l i s ; desideria ejus vultis perficere. (Juan. 8.)
0 ) Pusl aeceplani iiuccellaiu introivil in cuín Salarias. (Juan. 13.)
guntvr. Sin e m b a r g o , el número de esos hombres tan profunda- pecado, que otros veces les causaba horror, se les h a hecho con el
mente corrompidos n o es ton grande. Mucho m a s numerosa es la tiempo una costumbre indiferente. L a costumbre, dice á este p r o -
multitud de pecadores de costumbre, cuya malicia 110 es tan pro- pósito S . Bernardo, se h a convertido en naturaleza, y la naturaleza
funda, pero q u e iio p o r eso dejan de estar bajo la d u r a esclavitud se h a hecho para el pecador una necesidad de pecar. ¡ Horrible necesi-
del demonio, y c u y a conversión presenta por consiguiente grandes d a d , q u e produce cuasi laímposibilidad de corregirse ! ¡Fatal impo-
dificultades. sibilidad cpie degenera en una fria desesperación de la salvación !
¡ A h ! ; D e s v e n t u r a d o s cristianos! ¿ De qué les servirá que clRcdcn- ¡llorrorosadesesperaeion, que consuma el terrible misterio d e l a c o n -
tor se b a y a dejado l i g a r por ellos, y que h a y a roto una vez las cade- denaeion eterna ! De este modo los pecadores de costumbre conti-
nas de sus pecados, si ellos continúan en forjar otras nuevas con sus nuarán llevando siempre las mismas cadenas-, de temporales que
propias manos"? P o r q u e nuestras obras de tinieblas, nuestros hábitos son, ellos las liarán eternas. Ligados a! presente por el pecado, ellos
criminales son v e r d a d e r a s cadenas preparadas p o r el infierno, y l i - y todos sus facultades, permanecerán para siempre encadenados
gaduras pesadas con las que atamos nuestra alma para hacerla es- por el castigo que llorarán eternamente, que los abrumará eterna-
clava del mas cruel d e los tiranos ;1¡; ¡ y cuán difícil es evadirse de mente, sin encontrar jamás alivio alguno i 11. En tanto que el alma
estos hierros cuando se h a principiado á llevarlos! del justo unida á Dios por la cadena de oro de la caridad, llevando á
¡"Veden efecto ese pobre pecador cuyas recaídas se han multipli- Dios eu su corozon, y permaneciendo ella misma e n el seno de Dios,
cado con tanta frecuencia, y q u e ha visto encanecer sus cabellos en se despierta en Dios á la hora de la muerte para reposar siempre con
una funesta esclavitud I Pues bien, ya sea por la necesitad íntima Dios; por el contrario el alma del pecador que lia vivido en la escla-
que el alma tiene d e Dios, ó por el temor de perdese ó el deseo de vitud del demonio unida á él por la cadena del pecado, q u e tieue al
salvarse; ya sea por l a voz amorosa de la gracia q u e no cesa de de- demonio en su corazon, y que ello misma liabila en él, se despierta á
jarse oír á. lo lejos d e ! pecador que h u y e d e ella, a l mas pequeño la hora d e la muerte entre sus brazos para ir á participar eterna-
golpe con que se siente herido cu su fortuna, en su persona 0 en su mente d e su. sociedad en medio d e un fuego devorado!". ; Teman
familia; al m a s p e q u e ñ o terror que le causa u n a muerte repentina; pues los justos perder la dulce y preciosa libertad q u e han a d q u i -
al acercarse una solemnldud cualquiera, ese pecador forma propósitos rido ; y giman los pecadores al v e r la horrible esclavitud á q u e los
de conversión. Mas, ¡ a y l apenas los h a formado cuando los aban- h a reducido el demonio !
dono ; y 1 por q u é ? p o r q u e asi como la cadena q u e llevan los esclavos Mas, ¿ n o queda y a esperanza a l g u n a ? ; . \ o h a y m e d i o á l g u n o p a r a
por muchos años p e n e t r a algunas > eces la carne y aun hasta los romper las cadenas tan degradantes, y salir de una esclavitud tan
mismos huesos, asi e n los pecadores envejecidos cu el s e n icio del vergonzosa? ! Ah Ï ¡ Desventurados pecadores, vuestro estado m e
demonio, la cadena i n f e r n a l , como S. Agustín dice de sí mismo, se causa compasion ! Mas, ¿qué queréis q u e os diga? Vosotros os h a -
insinúa hasta en la v o l u n t a d , q u e por lo mismo se endurece en ellos béis internado e n él demosiado.
al igual del hierro, y b a j o un peso tal que ellos no hacen otra cosa Escuchad sin embargo lo que no habéis querido oir eu otro t i e m -
que suspirar, y las m a s veces en v a n o : Suspiraban ligalus, non po, á saber, q u e 110 es lo mismo llevar al tribunal d e la penitencia
aliena caleña, sedferea volúntate. Esos desgraciados quisieran, y a n solo pecado, que diez pecados ; no es lo mismo confesar después
110 pueden; se l e v a n t a n , y vuelven á c a e r ; se arrepienten, y come- de haber cometido una folta, que poner un intervalo d e muchos
ten nuevos pecados; se agitan en el f a n g o , y j a m á s salen de é l ; años entre el pecado y la penitencia. Escuchad : si el mol es grave,
oyen la voz de la g r a c i a , y obedecen los instintos vergonzosos de la ¿ quién es la causa ? ¿ por q u é os internais tanto en los caminos del
naturaleza. Ellos 110 quisieran haber comenzado, y j a m á s se resuel- desorden, á pesar de los av ¡sos d e la gracia y los remordimientos d e
ven i acabar. Ellos se echan en cara sus vicios, y j a m á s se corrijen. la conciencia? Al presente sieuto decíroslo con S. Agustín ; pero di-
Ellos gimen b a j o el p e s o de sus cadeuas, pero nunca las rompen. El
( 1 ) Ligatis manibus, e l pedibus m i l l i t e e u m in lem-bras esteriores; ibi c r i t l l e t u s
c ! Stridor denlium. (Matlli. 2 2 . )
(1) Vinculis Itnebrarum co:rpçdili. (Sap. II.)
simular el peligro no seria mejorar vuestra situación. El hombre
habituado á cometer el mal, el hombre agobiado bajo el peso f o r -
midable de los hábitos criminales, difícilmente se levanta. Sin e m -
bargo no desmayéis; tened confianza. Vuestra conversión es difícil
CONFERENCIA DÉCIMA.
no lo niego; pero no es imposible. El mérito infinito de la prisión
que el Salvador quiso sufrir por vosotros permanece en toda su vir-
t u d . Vosotros 110 leneis que hacer m a s q u e aplicároslo; esto po - El « r l b n n a l d e t a i t a s .
dréis conseguirlo por medio d e la oraeion, d e las lecturas piadosas
y de las prácticas de devocion, con el uso de los sacramentos, la Principe* ejm quañ lema rugiente*.
huida de las ocasiones, y una separación pronta de todas las perso- Jadieei ejus tupi ru/irré. Injtiitr euerunl
contra l/gem. Aeuiml autan iniquut con-
nas y d e todos los lugares donde principió vuestra esclavitud. Con- futionem.
fieso que esto n o es f á c i l ; pero es indispensable. ¿ No os someteís á
Sus principes como leones rujíenles. Sus
la prueba misma del fuego y del hierro para prolongar algunos días lucres como lobos nocturnos. Otiraron injusta-
la salud de vuestro cuerpo ? ¿ Y q u é es el sacrificio de los falsos a m i - mente coolro 1« let. Mas el malvado no cooo-
ció la vergüenza.
gos, de las sociedades disolutas y de las intrigas homicidas, cuando
ISofllon.3.)
se trata de salvar el alma por toda la eternidad ? Creed además que
lo q u e os es imposible con las solas fuerzas de la naturaleza, se os
liara fácil con los auxilios de la gracia. T.o q u e el h o m b r e no puede, Uno de los juicios mas inicuos de q u e se hace meuciou en la Es-
lo puede Dios. Sí, vosotros veréis caer á vuestros piés los pedazos critura es la sentencia impía cuya inocenle víctima fué Nabolth.
de vuestras cadenas; vosotros recobraréis la verdadera independen- Para despojarle de su viña, única heredad que le habían legado sus
cia del espíritu, la verdadera libertad del corazon, y pasando al ascendientes, y transferir su propiedad á Acab q u e deseaba eou a n -
presentede la esclavitud del demonio á la libertad de los hijos d e sia unirla á sus dominios, ¿ qué hace la iojusta Jczabel? Digna con-
Dios m libértate»! gloria- fih'orm fía', daréis un día gracias e n el sorte de un esposo tan infame, abusa del nombre y del sello real
ciclo á la bondad d e nuestro Salvador, q u e nos ha conquistado esta para reunir un tribunal cstraordinario, compuesto de los hombres
libertad por el misterio do su cautividad. Asi sea. m a s malvados de entre los grandes y los ancianos del pueblo. Por
su ó r d e n e s presentado en él el d e s v e n t u r a d o K a b o t t h . Dos falsos
testigos á quienes ella misma llama abortos del infierno, hijos de
Belial, le acusan de haber blasfemado de Dios é insultado al m o -
narca, y en virtud de esta deposición hace eüa condenar á la m u e r t e
m a s injusta al hombre m a s religioso, al subdito m a s fiel que habia
eu Israel; después, para enriquecerse con sus despojos y hacerse
dueña de su heredad, le hace quitar la vida (III, llei/. 21."
Esta f u é sin duda una semencia funesta, pronunciada por un
tribunal ¡ m a m e y desapiadado. Y sin embargo, este tribunal no era
otra cosa que la figura profétlca de aquel que la verdadera Jenabe!,
es decir, la sinagoga, debia formar p a r a satisfacer á Caifás, verda-
dero Acab, con el objeto de hacer acusar por falsos testigos y con-
denar por jueces inicuos al verdadero Kabotth, .Jesucristo, á quien
se queria despojar de su viña, es decir, de la casa de Israel, de q u e
el mismo Jesucristo se proclama heredero lesílimo eu la parábola
V. DE R. III, " 8
simular el peligro no seria mejorar vuestra situación. El hombre
habituado á cometer el mal, el hombre agobiado bajo el peso f o r -
midable de los hábitos criminales, difícilmente se levanta. Sin e m -
bargo no desmayéis; tened confianza. Vuestra conversión es difícil
CONFERENCIA DÉCIMA.
no lo niego; pero no es imposible. El mérito infinito de la prisión
que el Salvador quiso sufrir por vosotros permanece en toda su vir-
t u d . Vosotros 110 teneis que hacer m a s q u e aplicároslo; esto po - El « r l b n n a l d e C a l f ó s .
dréis conseguirlo por medio de. la oracion, d e las lecturas piadosas
y de las prácticas de devocion, con el uso de los sacramentos, la Principa ejus ,/uaei lema rugiente*.
huida de las ocasiones, y una separación pronta de todas las perso- Jv/tieel ejus tupi reí],ere. Injuite egerunt
ecntra l/gem. Keubñt autem iniquu* con-
nas y d e todos los lugares donde principió vuestra esclavitud. Con- futionem.
fieso que esto n o es f á c i l ; pero es indispensable. ¿ No os someteis á
Sus principes ,-onio leones rugientes. Sus
la prueba misma del fuego y del hierro para prolongar algunos dias lucres como lobos nocturnos. Obraron injusta-
mente contra la ley. Mas el malvado no cono-
la salud de vuestro cuerpo ? ¿V" qué es el sacrificio de los falsos a m i -
ció la vergüenza.
gos, de las sociedades disolutas y de las intrigas homicidas, cuando
IS0FLL0D.3.)
se trata de salvar el alma por toda la eternidad ? Creed además que
lo q u e os es imposible con las solas fuerzas de la naturaleza, se os
h á r a fácil con los auxilios de la gracia. T.o q u e el hombre, no puede, Uno de los juicios mas inicuos de q u e se hace meuciou en la Es-
lo puede Dios. Sí, vosotros veréis caer á vuestros pies los pedazos critura es la sentencia impía cuya inocente víctima fué Nabotth.
de vuestras cadenas; vosotros recobraréis la verdadera independen- Para despojarle de su viña, única heredad que le habían legado sus
cia del espíritu, la verdadera libertad del eórazon, y pasando al ascendientes, y transferir su propiedad á Aeab q u e deseaba eou a n -
presentede la esclavitud del demonio á la libertad de los hijos d e sia unirlaá sus dominios, ¿ q u é hace la injusta Jczabel? Digna con-
Dios m libértate»! gloria- filiortm Da', daréis un día gracias e n el sorte de un esposo tan infame, abusa del nombre y del sello real
ciclo á la bondad d e nuestro Salvador, q u e nos ha conquistado esta para reunir un tribunal cstraordinario, compuesto de los hombres
libertad por el misterio de su cautividad. Asi sea. m a s malvados de entre los grandes y los ancianos del pueblo. Por
su ó r d e n e s presentado en él el desventurado Nabottb. Dos falsos
testigos á quienes ella misma llama abortos del infierno, hijos de
Belíal, le acusan de haber blasfemado de Dios é insultado al m o -
narca, y en virtud de esta deposicíon hace eüa condenar á la muerte
m a s injusta al hombre m a s religioso, al súbdito m a s fiel que habia
en Israel; después, para enriquecerse con sus despojos y hacerse
dueña de su heredad, le hace quitar la vida (III, llet/. 21."
Esta f u é sin duda una sentencia funesta, pronunciada por un
tribunal ¡ m a m e y desapiadado. Y sin embargo, este tribunal no era
otra cosa que la figura profétlca de aquel que la verdadera .lezabel,
es decir, la sinagoga, debía formar p a r a satisfacer á Caifas, verda-
dero Acab, con el objeto de hacer acusar por falsos testigos y con-
denar por jueces inicuos al verdadero Nabotth, -Jesucristo, á quien
se queria despojar de su viña, es decir, de la casa de Israel, de q u e
el mismo Jesucristo se proclama heredero lesítlmo eu la parábola
V. DE R. III, " 8
de los viñadores avaros y crueles. Esta es la razón p o r q u e esc tri-
mildad sincera, según el p e n s a m i e n t o d e S . P a b l o , pertenece el ver-
b u n a l s a n g u i n a r i o q u e se h a b í a r e u n i d o en el palacio d e Caifas,
d a d e r o valor, supuesto q u e c u a n t o m a s desconfía el h o m b r e de sí
a d o n d e debernos s e g u i r boy la pisadas del S a l v a d o r q u e s e b a i l a
m i s m o y se a p o y a en Dios, m a s f u e r t e se h a c e con la f u e r z a misma
en m a n o s d e s u s p é r f i d o s enemigos, n o p u e d e m i r a r s e como u n a d e D i o s : Cuín infirmar, tune potenssmn ( t i l . Cor. 12.)
asamblea d e j u e c e s , sino m a s b i e n , s e g ú n lo h a b í a designado el
A q u í , según o b s e r v a S . G e r ó n i m o , s e c u m p l e á la letra todo
p r o f e t a muchos siglos a n t e s , como u n a t u r b a d e l e o n e s r u g i e n t e s ,
c u a n t o Jesucristo h a b í a a n u n c i a d o d e s í m i s m o p o r boca del p r o -
ó d e lobos acosados p o r el h a m b r e , impacientes p o r d e v o r a r el c o r -
feta. T o d o s m i s confidentes, habia dicho, m e h a n a b a n d o n a d o ; mi
dero divino y saciarse d e su s a n g r e : Principes ejus guasi leones a m i s t a d les ha h e c h o ruborizarse, ellos h a n rechazado mi sociedad
rugientes. índices ejus tupi mpere. la deposición de los como la d e u n h o m b r e a b o m i n a b l e ; amigos, p a r i e n t e s , todos a q u e -
testigos n o p r e s e n t a ni a u n u n a sombra d e v e r d a d ; la sentencia de llos con q u i e n e s vivía m e lian d e j a d o solo en medio d e mi i n f o r t u -
los jueces n o d e j a ver n i n g u n a apariencia d e e q u i d a d ; y jueces y n i o (I). Por esta r a z ó n , a ñ a d e Sto. T o m á s , t u v o el R e d e n t o r q u e
testigos, todos son i g u a l m e n t e inicuos, y n o se r u b o r i z a n d e la i n - s u f r i r también de p a r t e d e s u s a m i g o s , p o r la cobardía con q u e le
f a m i a q u e recae s o b r e s u s testimonios y su s e n t c n t i a : Injuste ege- a b a n d o n a r o n (2).
runt contra, tegem. üescivit autem iniguus eonfusionm. Pues
M a s n o j u z g u e m o s á los apóstoles c o n d e m a s i a d a s e v e r i d a d , y
b i e n , este es el c u m p l i m i e n t o d e la profecía q u e d e b e m o s c o n s i g n a r
procuremos c o m p a d e c e r n o s d e s u flaqueza. Sí su valor se h a debili-
h o j en el t r i b u n a l d e Caifas, p o r el c a r á c t e r d e ios jueces q u e le
t a d o , no es sino c u a n d o h a n vislo á los m a g i s t r a d o s y a los p r í n c i -
componen y p o r el d e los testigos q u e en él se a d m i t e n , como asi-
pes de los s a c e r d o t e s venir en p e r s o n a á apoderarse" del S e ñ o r , y
m i s m o p o r las f a l s a s acusaciones q u e s e reciben c o n t r a el S a l v a d o r .
desplegar loda la r a b i a y toda la ferocidad d e las b e s t i a s salvajes :
E s t e espectáculo n o s i n s p i r a r á h o r r o r á la injusticia e n o r m e con q u e índices ejus tupi. Principes ejusleoncs rugientes.
f u é Iratado J e s ú s , y n o s g u a r d a r e m o s d e ser i n j u s t o s con los cristia-
n o s nuestros h e r m a n o s . Sin e m b a r g o esta m i s m a c i r c u n s t a n c i a , tan sensible á p r i m e r a
vista y tan h u m i l l a n t e para el S a l v a d o r del m u n d o , es u n a n u e v a
p r u e b a d e su gloria, d e su g r a n d e z a y d e su m a j e s t a d . El aisla-
¡'HIHKllt PARTE. miento en q u e s u s m a s caros amigos le d e j a n , la ausencia d e todo
o t r o ser q u e s u f r a p o r él ó con é l , d e m u e s t r a c l a r a m e n t e , según
¡ Quién lo h u b i e r a creido j a m á s ! A p é n a s los discípulos vieron á su S . G e r ó n i m o , q u e n i n g u n o podría c o m p a r á r s e l e en la n a t u r a l e z a ,
Diviuo Maestro c a r g a d o de l i g a d u r a s , c u a n d o al m o m e n t o e m p r e n - p u e s q u e n i n g u n o s e asoció á su sacrificio, q u e él es la única víc-
dieron todos la f u g a . Como si él h u b i e r a sido u n criminal c u y o con- t i m a capaz d e reconciliar á todo el m u n d o , q u e él se b a s t a á sí
lacto h u b i e r a p o d i d o c o m p r o m e t e r á s u s a m i g o s y conocidos, n o m i s m o , p o r q u e es Dios, y q u e en este s u p u e s t o , así como él solo
quisieron asociarse m a s a su destino, y le a b a u d o n a r o n c o b a r d e - h a b í a orado p o r todos, él solo t a m b i é n d e b i a e n t r e g a r s e á la m u e r t e
p o r lodos ¡a). El m i s m o S a l v a d o r h a b i a a n u n c i a d o de a n t e m a n o t o -
m e n t e : Tune disciputí omnes, relicto eo, fugenint, (Matth.)
d a s s u s deposiciones por estas p a l a b r a s d e Isaías : Y o m e someteré
Ved aquí p u e s á l o s apóstoles, cuidos en el espacio de d o s h o r a s
solo a los tormentos de mí pasión, p o r q u e n o h a y en el m u n d o h o m -
en d o s e s e e s o s c o n t r a r i o s . A n t e s d e la tentación c r e y e r o n poder
b r e a l g u n o q u e sea digno d e s u f r i r c o n m i g o (4).
p a s a r sin los a u x i l i o s d e Dios, y o m i t i e r o n la o r a e i o n ; en el m o -
m e n t o d e la t e n t a c i ó n , creyeron q u e todo e s t a b a p e r d i d o , y s u c u m -
bieron, P r e s u n t u o s o s al principio, s e hicieron al fin Incrédulos. De- (1) Tune implen,in quud dieilur Psalmo i . X X X V I ! : L o , , . , f e c i s l ¡ u o , o s m w
a m e : pos,,™,ni mejbotnio.tiouem sihi. Hoogasli á m e amieum el prn-¡m,,m, el
m a s i a d o c o n f i a d o s d e s d e luego en sí m i s m o s , a c a b a r o n p o r d e s c o n - notos meos á miseria. ( / „ « o « / , . )
fiar del m i s m o D i o s . Así el p r i m e r esceso les h a b l a ya dispuesto
(2) l'assns „ 1 g m s i u s ¡o sois omieis eum deserenlibns. (la i. Din. 1 5 , 4 . )
p a r a el s e g u n d o , p o r q u e existe u n a relación s e c r e t a e n t r e la p r e - (3¡ Oslondilur qoed sieul solus oravil pro ómnibus, solos palitur pro universis
sunción y la c o b a r d í a , e n t r e la t e m e r i d a d y la h u i d a , e u t r e las p r o - (la ilalil:.)
m e s a s p o m p o s a s y el olvido total d e las o b l i g a c i o n e s . Solo á la hu- (i) Tórrala,- ealeavi solus, el de genlibus non esl vir mccum.
A pesar d e esto los soldados y los demás crueles sicarios procuran
no olvidar la advertencia infame q u e les habla hecho Judas, de q u e d e ellos había osado resistirles á mano armada. Si ellos no lo hicie-
velasen cuidadosamente cuando se apoderasen de Jesús, á fin d e ron, fué porque el Salvador les intimó esta Orden d i v i n a : Dejad ir
en libertad á todos los mios que veis ahí. Estas palabras fueron el
que no se les escapase : Táñete ewm, et ducile cauts ¡Matth. t-t.)
verdadero escudo q u e sirvió de defensa á los apóstoles, así como
Ellos no cesan de amarrar con nuevas ligaduras y de cargar con
fueron también la única fuerza que les arrancó al furor de aquellos
dobles cadenas al Dios de la l i b e r t a d ; ellos forman á sus costados
lobos crueles reunidos para devorar las ovejas lo mismo que el
u n cerco mas f u e r t e ; ellos le fuerzan ¡i caminar, ó mas bien 1c a r -
pastor, y saciarse igualmente de su sangre.
rastran violentamente al través de las calles; ellos le presentan á
la indecente curiosidad de los espectadores como u n insigne m a l - Además, sí este joven discípulo se hubiese encontrado cubierto
hechor, cuya fuga pudiera comprometer la existencia d e la religión con sus vestidos ordinarios, no hubiera podido escapar de las manos
y la seguridad del estado. Eu vez. de esa gravedad, de esa calma de aquellos que y a le habían cogido, y sus vestidos hubieran sido
que sienta ton bien á los magistrados, cuando tratan de hacer cons- sus c a d e n a s ; mas en el estado de desnudez en que se hallaba, e n -
tituir á un culpable en las prisiones públicas, esos indignos minis- vuelto solo en un manto de que podia deshacerse siu trabajo, con-
tros no desplegan aquí o t r a cosa que una rabia inhumana, seme- siguió poner eu seguridad su vida. Figura admirablemente espre-
jantes á esos animales crueles que arrastran su presa al fondo de siva de los disposiciones que debemos tener nosotros si queremos
los bosques p a r a saciar el hambre que los devora : Principes ejus seguir á Jesucristo de cerca, en esta vida de tentaciones, de ase-
quasi icones. Judiéis ejus tupi vespere. chanzas y de peligros, en la que el demonio, representado cu los
Judíos del Huerto, da vueltas sin cesar en toruo nuestro, como un
El tumulto cansado por aquella soldadesca tan numerosa, y los
león rugiente p a r a devorarnos: Tanquam/eorut/ienscircuiquierens
gritos salvajes que lanzan aquellos nuevos Filisteos, mil veces m a s
quera devoret. (I. P e t r . 5.) Sí, csclama S. Gregorio; para poder luchar
culpables q u e los de otros tiempos, la alegría que manifiestan por la
con vcntajacontrael demonio.es indispensable nos desprendamos de
prison del verdadero Sansón, despiertan á los habitantes pacíficos;
todo lo que pueda perjudicarnos; es decir que debemos estar sepa-
y las calles se llenan do gentes ansiosas de reconocer al culpable. Los
rados de todos los bienes del mundo, y prontos á sacrificar y á aban-
unos le prodigan insultos y losotros se compadecen de su suerte; unos
donar aun á aquellos mismos euvo uso nos está permitido, siempre
le creen víctima de la calumnia y otros en finsuponeuquelasinagoga
q u e se trate de asegurar la salvación del alma (1).
le habrá sorpendido en la perpetración de algún gran crimen, su-
Entre tanto, el Salvador preso fué llevado al palacio de Anas,
puesto que ha procedido á su prisión con una ostentación tan con-
que había sido gran pontífice. Este era un hombre soberbio, avaro,
siderable de fuerza.
voluptuoso y cruel, y por lo tonto enemigo encarnizodo de la doc-
Entre las turbas de curiosos qúe habían acudido á este triste e s - triua, de la vida y d e la persona de Jesucristo. Esta presentación
pectáculo, los bárbaros reconocen á uno de los discípulos secretos fué hceha por instigación de los sacerdotes m a s jóvenes. Estos q u e -
de. Jesús. Este era un joven que seguia á su Maestro; u n sencillo rían proporcionar á aquel anciano la b á r b a r a satisfacción de ver
manto cubrió su desnudez. Al momento se arrojan sobre él y le agobiado b a j o las cadenas un personaje tan importante como Jesús
cercan por todos lados para prenderle- Mas el joven se despoja sú- que era desde mucho tiempo el objeto de un odio implacable para
bitamente d e su vestidura; él la deja entre sus manos y consigue el pontífice. P e r o boy otra razón indicada por Tcofilacto; y es que
evadirse. F^te e p i s o d i o ® solo se encuentra en S. Marcos, encierra envejecido Anas eu la malicia y cargado de años, podría imaginar
ciertamente un misterio. En primer lugar este cmpeíio furioso de algún delito secreto, y sugerir algún medio plausible para que el
los Judíos en apoderarse d e un discípulo secreto, que acababan de Nazareno apareciese digno de muerte '2),
descubrir entre las turbas, prueba evidentemente, dice A Lapide,
(1) Quid sunt terrena omina nisi qmedam corporis impedimenta? Qui
q u e h ubieran tenido mucho mas placereu apoderarsede los doce após-
ergo contra diabolnm ad certamen p r o p e r a t , vestimenta a b j i c i a l , ne snecumbat.
toles, discípulos públicos del Salvador, cuando les encontraron con
( 2 ) Suspicanles h u n c , cumastulior essel, excogitar« aliquidposset adversos Jesum
él en el huerto de Gethsemaní, con tonta mas razón cuaulo que uuo diguom morte, {Teopli. in Joan.)
1?4 E t TBIBCNAI. B E CAIFAS.
EL TRIBUNAL OE CAIFÁS. I
Nosotros ignoramos el recurso de que se valió el pontifico Anas ¡
habia va pronunciado públicamente la sentencia de su muerte, aun
m a s lo que sabemos es q u e este hombre, despues de haber satisfecho
ántes de haber oido las acusaciones presentadas contra su persona.
su odio salvaje con el espectáculo de las humillaciones y de los
El gran consejo se habia reunido en la casa d e este hombre tan
insultos del augusto preso, hizo estrechar todavía mas sus cadenas,
profundamente perverso, y se habia declarado eu sesión perma-
y en este estado le envió á Caifas, digno yerno de tal suegro, liste
nente. Todos los sacerdotes, todos los doctores de. la ley y todos los
q u e habia sido elevado para aquel año á la dignidad de gran s a c e r -
ancianos del pueblo esperaban allí con ansiedad el resultado d e la
dote, se encontraba también autorizado para juzgar sin apelación
espedicion de Judas : Ubi omnes sacerdotes et scriba' et seniores
los crimines contra la religión : Et misil eum A n u a s tiyutum ad
comeneranl. [Matth. Mare.j Pues bien, esta reunión era digna de
Caipham pontifican.
figurar al lado de Caifás su jefe, compuesta como está de los mismos
Aquí conviene hacer nolar con S. Gerónimo que, en virtud de la hombres q u e habían decretado en union con él la muerte del
institución divina sancionada por la ley de Moisés, la soberanía del Redentor en el último consejo de que hemos hablado. Así pues esta
sacerdocio era entre los hebreos una dignidad vitalicia, y al mismo horrible asamblea es indudablemente aquella de quien el Salvador
tiempo hereditaria entre los descendientes d e A a r o n . Mas en tiempo habia dicho eu persona de David : Lúa asamblea de malvados m e
de Jesucristo, la ambición y la avaricia de los jefes de las familias h a arrastrado hasta et centro de ella. J-os hombres pecadores se han
sacerdotales, á pesar de querer adquirir la reputación de ser obser- citado á ella, esperando la ocasion favorable para perderme : Con-
vadores escrupulosos d e la ley de Moisés, habían hecho del soberano silium mulignunlium obsertit me. ( P s . 21.) Me etcpeclavenmtpee-
sacerdocio una dignidad temporal limitada al espacio de un año y al calores ut perderent me. (Ps. 118.) Esta asamblea por consiguiente
mismo tiempo la habían hecho electiva, ó por mejor decir, venal; no se compone de jueces Íntegros, ella no encierra otra cosa que
porque el prefecto romano la conferia ordinariamente al q u e mas crueles verdugos que ocultan u n bárbaro furor bajo la toga de
ofrecía, y S. Gerónimo asegura, según el historiador Joscfo, cuyo magistrados. Luego Jesucristo no es uu acusado que va á sufrir la
testimonio 110 puede ser sospechoso, que Caifás se habia elevado á prueba del juicio d e los hombres, sino un cordero que va á ser d e -
esta dignidad suprema del sacerdocio, sirviéndose prccisaraeute de vorado por los dientes de lobos hambrientos : Judiees ejus lupi 1'es-
su oro c o m o de escala para subir á ella. pere. Principes ejus leones rugientes.
¿i)ebc sorprendernos en vista de esto, añade el sábio Aleuino, que Ellos quieren sin embargo disimular su rabia sanguinaria bajo la
este pontífice d e iniquidad pronuncíase una sentencia iuícua'! ¿No se máscara de la hipocresía, ellos procuran, dice S. Juan Crisòstomo,
sabe que e n t r e los eclesiásticos, Simón está muy cerca d e J u d a s , vestir su intriga de ciertas f o r m a s judiciales, y d a r al asesinato
que la traición es la compañera ordinaria d e la simonía y que aque- jurídico del inocente las apariencias de la legalidad. (1 ) Solícitos por
llos á quienes el oro abre la puerta d e los cargos eclesiásticos no se reeojer las acusaciones mas inicuas y prestar oídos á las m a s atroces
mantienen eu ellos sino á favor de la injusticia y del sacrilegio? calumnias, maudan por todas partes emisarios y satélites para b u s -
El Evangelista S. Juan añade á estas reflexiones el peso de una car testimonios ; ordenan asimismo, en la imposibilidad en que se
observación de la m a s alta importancia. Este Caifas, dice, es el encuentran de hallarlos verdaderos y fieles, que se presenten á su
mismo que h a b i a declarado poco tiempo ántes en la asamblea gene- tribunal hombres sobornados y testigos falsos. Tan cierto es que
ral de la n a c i ó n , celebrada en su palacio con ocasion de la resurrec- p a r a estos magistrados sin probidad y sin pudor, todos los caminos
ción de L á z a r o , que el bien público reclamaba imperiosamente la son bueuos, todos los medios son legítimos con tal q u e puedan man-
muerte de J e s ú s de N a z a r e t : Erat autem Caipkas qui consilium dar al suplicio á Jesus de Nazaret : Principes autem saeerdotum, et
dederat Judceis qui expedit m n hominem inori pro populo. omne concilium queerebant falsata testimmium contra Jesum, al
,Joau. 18.; P u e s bien, esta observación tan grave encierra un sen- eum, morti traderent, (Marc.)
tido p r o f u n d o , supuesto que el evangelista la hace con la intención
bien m a r c a d a de no d e j a r perder de vista q u e Jesucristo fué ( 1 ) Nonnulla m o r e judiciario q u o r u m , ut aliilu judicii atque lignra insidias
conducido, p a r a ser j u z g a d o , á presencia de un magistrado que pneleaanl. {Hnm. S ì . in Mitili.)
170 E L TRIBUNAL IJB CAIFAS. EL TRMUXAI. DE CAIFAS. 177

De aquí debemos deducir que cuando la autoridad hace pesar de ¡Ps. i o . ; Y sin embargo, ¡qué secreto place rno esperimentamos al
uua manera evidente el yugo de la opresión sobre el débil inocente, ver á vuestros mismos enemigos, á pesar de su número y de su as-
cuando la calumnia espera recompensas, en vez de los castigos que tuta malicia, hurlados en su criminal esperanza! Ellos han exami-
debía temer, el número de los calumniadores y de todos aquellos nado y bau escudriñado vuestra vida inmaculada, y se h a n visto
q u e venden su conciencia se multiplica infinitamente. Ved aquí forzados á reconocer su impotencia p a r a encontrar en ella, ni aun en
porque, dice á este propósito San Juan Crisóstomo, una t u r b a de apariencia, un solo hecho ó una sola palabra q u e pueda vituperar la
falsos testigos se presentó á este tribunal de sangre, atraída por crítica ó reprobar la mas severa censura. (1)
1a seguridad de su impunidad y por la esperanza de halagar Dos deposiciones sin embargo parece q u e debían esceptnar.se de
los deseos del Sanhedrln ( l ) . Asi se cumplió la predicción del entre tantas imputaciones calumniosas presentadas contra el S a l v a -
profeta, 0 saber : Que nna nube d e testigos corrompidos se d o r ; estas son las de dos testigos falsos q u e declararon haberle oido
elevaría contra el Mesías, pero q u e sus cargos, lejos de probar decir : « Yo puedo destruir el templo de Dios y reedificarlo en tres
su culpabilidad no harían otra cosa q u e poner e n claro su mentira días. » Tres años antes habia pronunciado Jesus efectivamente este
y su iniquidad, y presentar su perversidad en contradicción consigo discurso al acercarse la Pascua, Y sin embargo los evangelistas mi-
misma : Svrrexemnt ¡n me lestes iniqui; et mentita est iniquitas ran también esta deposición como un falso testimonio : Notissime
sibi. (Ps. 26.) venerimi dm falsi testes diccntes : Ble dixit : Possum desinare
E n efecto, según el relato de los evangelistas, entre tantos calum- templan/ Dei, et post tridnum reedificare itlúd. ¿Cómo pues, pre-
niadores no se encontró ni uno solo q u e hiciese pesar sobre el R e - gunta S. Geronimo, pueden reputarse cerno testigos falsos dos hom-
dentor una acusación de importancia. Lejos de eso, sus deposiciones bres q u e dicen la verdad ? A esto responde el mismo santo doctor,
eran evidentemente frivolas y despreciables, ó bien se destruían m u - que el falso testimonio consiste, no solo en afirmar tm hecho que no
tuamente por una evidente contradicción; esto tuvo por resultado h a sucedido, sino también en dar á las palabras u n sentido diferente
necesario hacer quo desechasen todos los cargos acumulados contra de aquel en que h a n sido dichas. Esto es precisamente lo que lucie-
Jesús, cargos reconocidos como insuficientes para poder entablar, con ron aquellos viles acusadores. En primer lugar es cierto q u e Jesus
alguna apariencia d e justicia, una acusación c r i m i n a l : Et non in- había hablado d e la destrucción de un templo ; mas, como los evan-
venermt, cum multifalsi testesaceessissent. (Matth.) Slvlli tnim gelistas han tenido cuidado de a d v e r t i r , él hizo alusión al tempio
falsum testimonial,i dieebant adversvs eum, et convenienlia testi- vivo de su sagrado cuerpo, y de ninguna manera tuvo ¡Mención de
monia non erant. ¡Marc.) designar el templo material q u e edificó Salomon, y reedificó flero-
¡O triunfo magnífico de la Inocencia de Jesús I eselama en este lugar clcj. En segundo lugar, aquellos testigos, al referir las palabras de!
Orígenes. E n medio de tan numerosas deposiciones no encuentra la Salvador, las habían alterado, le hablan añadido algunas espresio-
calumnia ni aun una sombra ni u n a apariencia de q u e pueda preva- nes, habian mudado algunas otros, y de esla manera habían dado,
lerse contra él (2). i lo que era una calumnia manifiesta, la apariencia de una a c u s a -
ción inspirada por la verdad. Jesus habia dicho : «Romped las liga-
¡ Ah 1 ya sabíamos, Señor, que vuestra justicia no podia aparecer
duras de este templo, v los testigos alteraron esta espresion y le h i -
injusta, y que vuestra santidad infinita debía mostrarse siempre sin
cieron dccir : oY o destruiré ci templo de Dios. » Nótese bien, pro-
tacha. Va sabíamos, porque el Profeta nos lo habia asegurado, q u e
signe S. Juan Crisóstomo, q u e Jesucristo, á fiu de no dejar duda
las pesquisas mas minuciosas para encontrar en vuestras acciones
alguna acerca d e que sus palabras hacían relación ó su c u e r p o , no
un solo pecado ó el mas leve defecto, no darían otro resultado q u e
se sirve, de las palabras destruir y edificar, sino que emplea las f r a -
esfuerzos vanos : Qureretur peceatum Ulitis, et non invcnielur.

(1) Mendaces aeeedunl mulli, volentes graliam tribuereCaipliaillocipsum desi-


t i ) Quod maximam lueem exhibe! Jesus : qui sic irrepreliensibilifer dixit, el
derami. (Barn. SS. in Matth.)
t e c a UI imitimi Verisimililiidioem inveuirent iu co repi etiemionis mali mullí e !
( 2 ) Xec color itiveuiebatur qui posset contra Jcsum odjuvare mendacia. (Hom.
obstinali. (Bum. S 5 . in Matth.)
35. in Slatti,.)
ses romper las ligaduras (desalar) y resucitar, las cuales significan voces, que habían hecho resonar cu los aires su Hosanna, lanzasen
evidentemente un cuerpo a n i m a d o , uu templo vivo y alegórico. F i - cinco dias después gritos de muerte contra el mismo Salvador, y
nalmente, para dar mas claridad á sus espresiones, 110 dice : « Yo que aun en el tiempo mismo en que estaba elevado en la cruz, ese
romperé las ligaduras d e este templo, » sino por el contrario: pueblo estraviado viniese á echarle en cara con uu insulto irónico la
« Romped vosotros m i s m o s las ligaduras; » giro de frase que hace pretensión audaz que habla manifestado de querer destruir el templo
resaltar mas claramente la alusión q u e hacia á su cuerpo real, que de D i o s : Valí! qui destruís lemplum. Dei!
pudo recibir la muerte de u n a mano estraña, pero que á él no le era [Infernal astucia de aquellos asesinos disfrazados de jueces I No
permitido volver sus p r o p i a s manos contra sí mismo ( i ) . era aquel un tribunal donde se sentabau magistrados; era verdade-
Además esta acusación e r a , no solamente una calumnia m a n i - ramente, como estaba anunciado, u n a conjuraciou abierta, urdida
fiesta, sino también una necedad ridicula. Porque, aun admitiendo por profetas del infierno; cada pensamiento fué un proyecto de p r o -
que el Salvador hubiera tenido realmente la intención que sus a c u - f u n d a malicia, cada palabra u n insulto, cada acto u n atentado con-
sadores le atribuían, d e esto no resultaba cargo alguno contra el tra la inocencia y contra la verdad.
acusado, supuesto que q u e r e r destruir el templo para hacerlo rena- Sin e m b a r g o , esta acusación, mas (pie suficiente á los ojos de los
cer á los tres dias de cutre s u s ruinas, mucho mas grandioso y mag- Judíos para hacer pronunciar contra el verdadero Jeremías una sen-
nífico , esto no hubiera s i d o un acto de bandalismo, sino mas bien tencia de muerte, n o e r a bastante para decidir al procurador romano
una pasión noble por la gloría de este, monumento; es indudable á dar su aprobación á esta inicua sentencia. Y sin esta sanción la
por consiguiente q u e una acusación semejante no se hubieran a t r e - sentencia de Caifás no podia ejecutarse. Pílalos, educado en la idola-
vido á presentar delante deotrosjuec.es. tría, no podia participar del fanatismo de los Judíos por el templo
' Además los Judíos e r a n celosos hasta el fanatismo por la existen- del verdadero Dios; por consiguiente él podia á lo mas censurar,
cia y por la gloria d e su célebre templo, y era bastante hablar mal como temerarias ó como la espresion do una vana jactancia, unas
de aquel edificio sagrado p a r a atraerse, el odio del pueblo y ser repu- palabras que no leniau para él ningún sentido plausible, y q u e ade-
tado digno de muerte. Así es que Jeremías f u é condenado á perder m á s no habían sido puestas eu ejecución; no podia pues darles el
la vida por haber a n u n c i a d o que Dios destruiría un dia el templo, y valor suficiente para q u e constituyesen un crimen capital. Más tarde
convertida su area en un horroroso desierto ¡ í ) ; así es que mucho veremos en efecto q u e los Judíos mismos 110 se atrevieron á presen-
tiempo despues fué a p e d r e a d o S. Esteban por haber renovado la tar esta acusación en su tribunal.
misma profecía (Act. G). Esta misma acusación presentada contra Si este testimonio provocó entre ellos una alegría fantástica fué
Jesucristo era por consiguiente en manos de sus enemigos un r e - principalmente por el efecto q u e podia producir y q u e produjo r e a l -
sorte poderoso para sublevar coutra él Jas pasiones populares. Ved mente en ei pueblo; pero 110 quedaron plenamente satisfechos de
aqui por que una deposición de esta especie, que eu ninguno otro tri- él. Desesperando pues aquellos verdugos de poder f u n d a r sobre las
bunal .hubiera sido a d m i t i d a enjuicio como p r u e b a , encontró favor deposiciones de. los testigos ni aun una apariencia de culpabilidad
en el de Caifás. Este pontífice no solo la e s c u c h a , sino que la acoge contra Jesús, quisieron encontrarla e n sus mismas respuestas. Con
al momento como una p r u e b a legal, le da u n a grande importancia, este fin tan criminal, olvidando Caifás el respeto debido á la alta
la hace propagarse y divulgarse en el pueblo por los emisarios que dignidad de que estaba revestido en cualidad d e gran pontífice y de
manda por todas partes. Con estos.odiosos manejos consiguió al fin presidente del sagrado consejo, se levanta en medio de la asamblea,
que esle mismo pueblo, q u e poco ántes veneraba á Jesús como á un y descendiendo al oficio de juez instructor, se aproxima al acusado
profeta, le detestase después como á un sacrilego; que las mismas y ledice con voz insolente: ¿Qué haces? ¿ Por qué no hablas? ¿No o j es
los cargos graves que esos testigos hacen peáar sobre ti? Miserable,
supuesto q u e te obstinas en callar, es q u e n a d a tienes que responder:
( 1 ) Vos, i a q u ¡ t , 5 0 l f i l e , n o n i>go; q u i a i l l i r i l i i i l m l u t nobismelipsis ¡iiferamus Surgcns summus sacerdos in médium inlerrogavit Jesum, dicens :

(«) Jw. 26.


180 E t TRIBUNAL DE CAIFAS.
EL TRIBUNAL DE CAIFÚS. |
Pión, respondes quidqvam ad eagua isti advcrsum te testificantur? elon; se le forma un crimen de haber anunciado con anticipación
(Marc. M a t a . que la vida le seria quitada por los mismos que le preparan la muerte
Nada era m a s fácil para ci Salvador q u e destruir la acusación p r e - en este momento. Mas si la infernal perfidia de estos inicuos perso-
sentada contra él de haber querido destruir el templo. Para confundir najes les da el triste mérito d e ser los ciegos ministros, los ejecuto-
á sus dos acusadores no tenia mas q u e repetir sus mismas palabras, res sacrilegos de la profecía solida d e su boca, su orgullo los hace
cuyo seutido habían alterado aquellos criminales. Sin embargo él indignos por otra parte d e comprender el grande y consolador mis-
110 quiso hacerlo; él no opuso una sola palabra á la provocación terio q u e en ella se encierra. T.uego si Jesús hubiera esplicado el ver-
insolente con que Caifás creyó h a b e r herido su amor propio, y se dadero sentido de aquellas p a l a b r a s , hubiera hecho una revelación
encerró en su tranquilo y majestuoso silencio : Ule autem taeebat, absolutamente perdida, y esta es la razón porque colla. Él confia á
et nihil respondit. (Marc.) sus apóstoles la misión de. predicar á los espíritus humildes y á los
Y en efecto, ¿para quehabia de responder? dice Teofllacto. ¿La sa- hombres de. corazon sincero el complemento de la segunda parte de su
biduría de Dios, que sondea los corazoues, no conocia acaso pérfidos profecía, es decir, el gran prodigio d e su resurrección. Él deja á los
designios ? ¿No sabia que, estando ellos obstinados, como lo estaban, Judíos el cuidado de c u m p l i r , á su voluntad, la primera p a r t e ; él
en no abrir los ojos á la luz. de. las obras de su misericordia, mucho quiere q u e , con la muerte que se disponen á darle, rompan ellos
menos.habían d e prestar oidos á sus palabras (l)? Por otra parte, mismos las ligaduras d e su templo viviente, separando de su cuerpo
esta asamblea, añade S. Juan Crisòstomo, no tenía de tribunal m a s su almo divina, que era como el pontífice de é l ; esperando este mo -
q u e la forma ; no era en realidad m a s que una reunion tenebrosa de mentó, objeto de los deseos d e su corazon, la verdad eterna oscure-
asesinos, ávidos de la sangre d e J e s u s , v para manifestarles que. los cida por falsos testimonios, el Verbo, la palabra interior de Dios,
habia conocido, no se dignó responderles; su silencio era una elo- sometida á los juicios engañososde los hombres, calla como una víc-
cuente reconvención (2). tima q u e espera q u e la meuo tpie debe inmolarla descargue el golpe
En otra conferencia e s p i t a r e m o s el misterio profundo del silencio de expiación ¡i).
que Jesucristo guarda ante los tribunales. Hoy nos contentaremos M a s , ¿ q u é hace Caifas y sus consejeros á visto de este silencio,
con hacer conocer, con S. Cipriano, la majestad y la grandeza q u e verdadero triunfo para el Salvador? Ay! ;L : na especie de vértigo i n -
resplandece en el noble silencio q u e J e s u s opone á los q u e le i m p u - fernal se apodera de ellos; y lejos de haber podido comprender el
taban haber maquinado la destrucción del templo. Es necesario re- grande é inefable misterio de q u e ellos mismos van á serlos minis-
cordar á este fin, que al pronunciar Jesus tres años ántes estas nota- tros, ni aun aprecian las apariencias. Y ¡ cosa sorprendente! es nece-
bles palabras : Uomped.las ligaduras d e este t e m p l o , y yo lo resuci- sario confesarlo : Pilotos, á pesar de s e r pagano, aquel hombre que
taré en tres dias, habla anunciado con palabras terminantes la per- noTiabio sido ilustrado por la fe, ul habia nacido bajo el imperio de
fidia de los Judíos que le habían d e condenar á muerte, y su propio la ley, como lo veremos en otro lugar, Pilatos se sorprendió del ma-
poder divino, en virtud del cual h a b i a de resucitar al tercero d i a . jestuoso silencio que Jesús guardó también en su presencia, él sintió
El tiempo en que debia cumplirse esta doble profecía, bahía llegado aumentarse su admiración y su respeto, y redobló sus esfuerzos y su
ya. ; O misterio sublime I Las m i s m a s palabras q u e el Señor había celo por librarle del suplicio. Y los Jndios, adoradores del verdadero
pronunciado cuando celebró la primera Pascua de su vida pública, Dios, ese pueblo privilegiado que habia recibido una ley de justicia
se reproducen en la última. Se desentierra como un recuerdo acusa- y de verdad, lejos de conocer q u e el silencio del Salvador hacia b r i -
dor la predicción que él habia hecho d e su muerte y de su resurrec- llar su inocencia mucho mas que si les hubiese respondido, toman
de él ocasion para odiarle mas y para llenarle de oprobios, y su fu-
(I i Ipse verosciebaleorum p n e r o r d i a , q u e d qui non crediderant operibus, mullo
ror se a u m e n t a , y sus persecuciones no cesan sino después do su
minus sermonibtts crederenf. Un Hank.)
(2) Elcnim solum figura judicii ibi e r a ! ; ¡u veníate autem lalrouum ¡ncursus
sicut iii spelunca; el ideo Domioussilet ( H o m . 8 5 . In Ma/di.) (1) Fabit tesiimoniis Veritas premilor; Sermo Dei judiealur, el ad victiman
laceus redueilur, (De Pan.)
muerte • Bárbaros! Ellos hablan depuesto todo sentimiento de hu- su nacimiento. Sin fortuna, y lo que es todavía peor, sin mérito se
manidad'. Mas furiosos aun que esos animales feroces que s a c a n su levantan de las clases mas oscuras y usurpan un lugar entre los
crueldad a favor de la noche, á la infamia y á la iniquidad, con que grandes del pueblo, no apoyándose en el brazo de la justicia sino
ellos se cubren, añaden el crimen de caminar con su frente elevada asiéndose al favor ó á la intriga. Tan soberbios y altaneros al pre-
v no ruborizarse de su injusticia ni de su infamia : Prinopes ejm sente como viles y aduladores fueron eu otro tiempo, parece que
leones rugientes. Mices ejus tupi t-espere. Injuste egerunt contra quieren indemnizarse sobre el público y sobre sus desgraciados su-
leqem, Xescivil autem. iniquus eonfusionem. balternos del largo noviciado de humillaciones y d e bajezas q u e su-
¡Ved aquí el horroroso abismo en que cae el hombre cuando las frieron bajo el dominio d e s ú s superiores, y procuran esplotar su
pasiones le hacen perder de vista á Dios y á la Religión I flaqueza, sorprender su confianza y burlar su credulidad. ¿No es
eiertoque se ven en nuestros dias muchos ramos de la administra-
SEGUXDA PARTE. ción convertidos en verdaderos feudos de una inmensa renta, y h e -
chos el privilegio esclusivo de cierta clase de hombres y de familias ?
• Ojalá, hermanos mios, el tribunal de Caifás hubiera sido a r r a s - Los Barones del monopolio ejercen en él la dominación mas dura, y
trado p a r a siempre en ia destrucción de Jerusalen cuyo escándalo despues hacen pesar la responsabilidad de su conducta sobre algún
fué, v hubiese permanecido enterrado para siempre bajo sus rumas superior imbécil, á quién atribuyen la causa de todas las faltas q u e
Mas" • av " en nuestros dias principalmente parece que ese tribunal señalan su administración, de todos los actos arbitrarios que come-
infame renace de sus cenizas, y es demasiado cierto por desgracia ten, de todos los gastos que- hacen y de todas las injusticias, las ve-
que se multiplica en una proporción espantosa cutre las naciones jaciones y los abusos de poder de que se hacen culpables. Se ha le-
cristianas, con menosprecio de la fe y de la ley de Jesucristo. ¿No vantado un grito conlra la antigua aristocracia; se ha ajado la a n -
estamos viendo en efecto diariamente una n u b e de hombres, a quie- tigua nobleza, nacida en siglos de fe. Yo no négaré los abusos que
nes no recomienda m e d i o ni virtud a l g u n a , lanzarse sobre los era- se le han echado en c a r a ; pero uo temo asegurar que esos abusos
pieos públicos por los mas vergonzosos caminos? Esas almas bajas, fueron mucho m a s tolerables que los q u e comete la aristocracia
que han abdicado todo instinto d e conciencia y que j a m a s han p e - nueva, nacida en estesiglo de incredulidad y de indiferencia, quiero
netrado en el santuario de la ciencia, no solicitan los cargos públi- decir la aristocracia de los empleados y de los industriales. ¿ No es
cos sino por la autoridad d e que disfrutan, por los honores inheren- cierto que esta nueva aristocracia adolece de todos los vicios de la
tes á ellos, por los adelantos d e fortuna que proporcionan y por la im- antigua, sin poseer ninguna de los virtudes que eran como su com-
punidad que aseguran. Poco les importan los deberes «pie impoMn peqgpcion expiatoria? ¿No es cierto que ella manifiesta, como la anti-
ni la responsabilidad que llevan consigo. A imitación de Caitas y de gua, toda la insolencia del orgullo, sin distinguirse igualmente por
los sacerdotes, verdaderos satélites de sus crímenes mas bien que rasgos magnánimos de c a r i d a d ; q u e , como ella ostenta el desarre-
ministros de su sacerdocio, los hombres á quienes aludo, llegan a glo de las costumbres, sin tener la misma nobleza de pensamientos;
los empleos públicos por los caminos de la corrupción y de la i n - que ella ejerce el mismo despotismo, sin manifestar la misma gene-
triga, y nosotros tenemos el dolor de no verlos sostenerse en ellos rosidad; que ella se entrega á todas las locuras del capricho, sin po-
sino p o r medio de la injusticia: Qui per avaritiam «ccedU, per in- seer la misma elevación en los sentimientos y en los modales? La
justitiam sernalur. aristocracia de otros tiempos estaba compuesta de un pequeño n ú -
mero de familias; la de hoy so ha multiplicado de tal modo que la
Si esceptuamos esos hombres estraordinarios cuya reputación, en
mitad del género humano parece q u e se ocupa en nuestros dias en
todos tiempos y en todos lugares, los pone á salv o, podemos decir
gobernar á la otra milad, sin poder conseguirlo. La antigua aristo-
con verdad que u n a t u r b a de almas vulgares invaden hoy los c a r -
cracia constituía la fuerza de los Estados; la nueva es el azote y la
gos sociales raí los países q u e mas se vanaglorian de sus costumbres
desgracia de la patria. Ella es quien de dia en dia hace mas onerosos
y de su civilización. La mayor parte de. esos dichosos advenedizos,
los impuestos por el tnodo con q u e los aplica; ella es quien hace m a s
ni aun pueden paliar In bajeza d e sus sentimientos con el prestigio de
odioso el gobierno á quién sirve; ella es e n fin quien hace mas d e s - Desechando por lo mismo el dogma de la inmortalidad del alma, no
graciado el pueblo cargado con la obligación de sostenerla. tenian la santa esperanza ni el temor saludable de la vida f u t u r a , y
La aristocracia d e los títulos tenia la vanidad por herencia; pero se ocupaban únicamente en crearse p e r i o d o s ios medios imagina-
el carácter distintivo de. la aristocracia de fortuna es la crueldad. bles una felicidad material en este mundo. Pues bien, los mismos
Ved lo q u e sucede en las oficiuas de la administración, cuando lla- efectos suponen la presencia y la acción de los mismos principios y
m a á la puerta el desgraciado ó el inocente que ni tiene protectores de las mismas causas. El libertinaje que levanto Insolentemente la
que invocar, ni presentes que ofrecer, ni recompensas que prometer cabeza, la avaricia que no conoce ya freno, ese furor monstruoso de
p a r a lo futuro. ¿Se encuentra acaso alguno q u e se digne animarle querer hacer su fortuna con los despojos de s u s semejantes, todos
con una sonrisa? N o . Si él suplica, todos se, tapan los oidos; si d i - esos vicios, esparcidos en los clases todas de la sociedad actual, prue-
rige alguna esclainacion, no se hace justicia á su demanda. Yilcs ban que los cristianos modernos han desterrado de su memoria la
satélites, colocados en el umbral del templo d e la fortuna y del Religión y sus leyes sanias, Dios y sus terribles juicios, la muertey su
santuario de la justicia, prohiben la entrada á los que. no lienen saludable terror, la eternidod y sus terribles suplicios; d e modo q u e
mas recomendación q u e la de la inocencia, del mérito y d e la vir- en todas los moradas de esos hombres fríamente egoístas v crueles
t u d , y conceden favores y gracias mas difíciles de pedir que de o b - podría grabarse esta inscripción afrentosa: Aquí habitan unos hom-
teucr. Y en este supuesto, ¿quién podrá numerar las injusticias co- bres que no viven ya á los ojos de Dios : .Yon proposuerunt Deum
metidas diariamente, las recompensas negadas 0 suspendidas, los ante conspectum suvm. (Psal.) Todo este trastorno de la sociedad
méritos olvidados y ios inocentes oprimidos? ¿Quién podrá numerar es una prueba evidente de. q u e la caridad se resfria en razón á la
las lágrimas que por esta causa se vierten? Y sin embargo, ¡contem- disminución de la fe, y que el espíritu del interés individual está
plad los autores f u n e s t o s de. tantas desgracias I Ellos apénas se dig- tan triunfante eu el m u n d o porque el conocimiento y el omor de lo
nan echar u n a mirada desdeñosa sobre las víctimas de su Insacia- verdad se han estinguido insensiblemente en él : Quomam dimi-
ble codicia y de su egoísmo cruel, ó fijan sobre ellos una mirada d e nuta: sunt verilales á filiishominum. Psal.
indiferencia, mientras q u e por su parte hacen callar sus remordi- No parece sino q u e en nuestro siglo, el vapor, esa potencia nueva
mientos al ruido de los festines. Tan-descarados como injustos, os- lia llevado, en su rápido curso, In Religión lejos de nosotros; no p a -
tentan á los ojos del público escandalizado el insultante espectáculo rece sino q u e el hierro, destinado en adelante á facilitarlas c o m u n i -
de una opulencia, fruto vergonzoso de su rapacidad, y de la fortuna caciones de los pueblos entre sí por caminos nuevos, lia hecho olvi-
que han levantado s o b r e la miseria ajena. d a r el camino que conduce al cielo. E n medio de todos las invencio-
¿Qué pensáis vosotros, hermanos mios, de esos hombres que pue- nes, en medio de todos esos admirables descubrimientos q u e se han
blan sin embargo todos los países de la Europa civilizada y cristia- hecho para proporcionar el bienestar del hombre en este mundo,
na ? ¿No creéis q u e , con todos los principios de moral y de religión, nada se ha hecho para acelerar el progreso de la v i r t u d ; y mientras
han abjurado también todos los instintos de humanidad? Sin duda que los cristianos afluyen en los teatros, el Señor ve sus templos
alguna; el león q u e destroza, el lobo que devora el rebaño sin de- cada dia m a s desiertos. Y sin embargo no es el lujo ni los teatros, no
fensa, tiene mas p u d o r y menos crueldad que esos hombres de cora- es la elegancia cu los modales ni los círculos brillantes lo que forma
zon de bronce que son la vergüenza del siglo X I X . ; O f.aifás, que la verdadera civilización de un pueblo. El humilde labrador de las
turba de imitadores y d e discípulos cuentos todavía entre nosotros I campiñas que, instruido en sus deberes d e cristiano, los cumple con
Principes cjus leonis rugientes. Mices ejus tupi vespere. fidelidad; que lleno de piedad para con Dios, se conserva casto en sí
mismo y se muestra justo con su prójimo; que acoge al huérfano y
Mas, ¿dónde está la causa de esta plaga que consume el cuerpo
alivia las miserias de la viuda; q u e practica la caridad co.n el pobre
social y que amenaza estender cada dia m a s su horrible gangrena?
y la hospitalidad con el estranjero.... Un h o m b r e tal, á pesar de su
Es necesario decirlo; Caifas, lo mismo que los sacerdotes y los a n -
esterior tosco, es mil veces mas civilizado que el rico habitante de las
cianos de los Judios, n o estaban tan corrompidos, ni eran tan avaros
ciudades que, b a j o formas halagüeñas y distinguidas, oculta un eo-
y tan crueles sino p o r q u e pertenecían á la secta de los Saduceos.
razón c o r r o m p i d o y u n refinado egoísmo. E l conocimiento y la
práctica d e la v e r d a d e r a Religión es lo q u e f o r m a la civilización ver-
d a d e r a . Convenimos en q u e esta fiebre q u e d e v o r a á t a n t o s países n o
h a llegado t o d a v í a á su apogeo en n u e s t r a bella R o m a , q u e la idola-
CONFERENCIA UNDÉCIMA.
t r í a del oro 110 es todavía en ella, como en otros p a í s e s , el culto d o -
m i n a n t e , y u n a especie d e religión d e Estado. Pero si el m a l no es en
ella tan p r o f u n d o , ¿ n ó p u e d e llegar á serlo? La Bofetada.

Redoblad pues vuestra vigilancia, padres d e familia, m a e s t r o s d e


la j u v e n t u d , depositarios d e la a u t o r i d a d , redoblad v u e s t r a influen- Recaílítate am iui talem sutlmust tí
peccatoriAus adversa* semelipsum raalra-
cia y v u e s t r o celo p a r a p r o p a g a r en todas las clases del E s t a d o el
dietimum. ut ne fatiytmini, animis veslris
conocimiento, el a m o r y la práctica d e la verdadera Religión. E v i - deficientes.
tad á la m o d e r n a J e r u s a l e n , con v u e s t r o s esfuerzos en prevenirlos, Pensil en aquel que sufrió um gran con-
el e s c á n d a l o , el oprobio y todos los males q u e cansaron la ruina d e tradicción por lurte de los peccndo!«, para
qoe oo os desaniméis oi caigáis en el abati-
la a n t i g u a capital del p u e b l o d e Dios. Salvadla, en u n a p a l a b r a , d e
miento.
la desgracia d e tener por m a g i s t r a d o s y p o r a d m i n i s t r a d o r e s á esos (Hcbr. 12.)
h o m b r e s c r u e l e s c u y o corazon está s i e m p r e abierto á la injusticia y
s i e m p r e c e r r a d o á la compasion, y cuya f r e n t e j a m á s se r u b o r i z a :
Principes ejus leones rugientes. Mices ejus tupi eespere. T o d o s los perseguidores d e la verdad h a n sido siempre tan a r t i f i -
ciosos é hipócritas como i n j u s t o s y crueles. Ved á A c a b . Ese m o -
n a r c a impío aborrece d e m u e r t e al inocente y a n i m o s o Miqueas,
porque este p r o f e t a le echa en cara s u s vicios y le a m e n a z a c o n los
castigos d e Dios (1). Sin e m b a r g o , él hace c o m p a r e c e r u n dia a n t e
su inicuo t r i b u n a l , c o m p u e s t o d e cuatrocientos p r o f e t a s falsos, a n i -
m a d o s t o d o s p o r el espíritu del d e m o n i o , al piadoso » t i q u e a s , único
p r o f e t a inspirado p o r Dios. Él le ruega y le c o n j u r a q u e le d e s c u -
b r a c l a r a m e n t e la v o l u n t a d del cielo (2), m i e n t r a s q u e en el fondo
d e su corazon solo le p r e g u n t a con el fin d e e n c o n t r a r en s u s r e s -
p u e s t a s u n a ocasion ó u n pretcsto p a r a hacerle morir. E u efecto,
a p é n a s el p r o f e t a h a b l a , c u a n d o su discurso lleno de modestia y d e
s i n c e r i d a d , es m i r a d o como u n audaz i n s u l t o ; u n o d e los satélites
del rey, s e g u r o d e q u e a g r a d a r á en ello á esta m a j e s t a d i n d i g n a , im-
p r i m e en el rostro del p r o f e t a u n a insolente bofetada, y el rey y s u
consejo a c a b a n por c o n d e n a r á Miqueas á la pena d e m u e r t e .
L a p a l a b r a Miqueas significa : o Que es igual á Dios,.ó H i j o d e
Dios, n ¿ Y c ó m o no r e c o n o c e r , dicen los P a d r e s y los intérpretes, en
este hecho acaecido en el t r i b u n a l d e Acab, la historia a u t i c i p a d a ,

(1) Ego odí euro, ijuia non pioplielat mihi bonum sed maloni. ( / / / .
Jteg. 2 2 . )
(2) Adjuro te, ut non loepiaris milii nisi cjiiod veruni es! in nomine
Doniioi.
tonces el a s t u t o C a i f á s ? Principia á i n t e r r o g a r á J e s ú s sobre los dis-
la profecía c l a r a y t e r m i n a n t e d e lo q u e sucedió al v e r d a d e r o Mi-
cípulos d e q u e s e había rodeado y sobre la naturaleza y el o b j e t o d e
q u e a s , al H i j o d e Dios, igual á su P a d r e , c u a n d o se presentó a n t e el
su d o c t r i n a ( t ¡ . El i n f a m e pontífice se lisonjeaba, dice S. J u a n Cri-
t r i b u n a l d e Caifas? Este pontífice i n d i g n o , lo mismo q u e s u t r i b u -
sóstomo, de poder descubrir por este m e d i o alguna cosa c e n s u r a b l e
n a l c o m p u e s t o d e h o m b r e s i n f a m e s , cuya p i n t u r a hice a y e r , p r o f e -
en su d o c t r i n a , supuesto q u e no h a b l a podido e n c o n t r a r l a en s u
s a b a t a m b i é n u n odio p r o f u n d o á J e s ú s , p o r q u e este divino S a l v a d o r
p e r s o n a , y esperaba hacerle p a s a r p o r un c i u d a d a n o sedicioso, j e f e d e
n o cesaba d e c e n s u r a r su v i d a escandalosa y d e a n u n c i a r los c a s t i -
sociedades secretas, é i n n o v a d o r peligroso en m a t e r i a d e religión (2).
gos p r ó x i m o s á estallar sobre él. Sin e m b a r g o , por u n a artificiosa
Si Jesucristo nuestro R e d e n t o r no hubiera sido al mismo t i e m p o
malicia, le escita ú h a b l a r no p a r a q u e se j u s t i f i q u e , sino á fin d e
n u e s t r o M a e s t r o , h u b i e r a e l u d i d o t a m b i é n esta capciosa p r e g u n t a
q u e s u s p a l a b r a s s u m i s t r e u u n m o t i v o d e acusación c o n t r a él. M a s
d e Caifás, g u a r d a n d o el m i s m o silencio y m a n i f e s t a n d o el m i s m o
a p é n a s a b r e la boca, c u a n d o u n a b o f e t a d a sacrilega m a r c h i t a su
desprecio. Pero i m p o r t a b a á toda la Iglesia, q u e h a b í a venido á
rostro s a g r a d o , y jueces y p o n t í f i c e se a p r e s u r a n á c o n d e n a r l e .
f u n d a r , s a b e r q u e él n o era a u t o r d e u n a d o c t r i n a oculta, que
i O u l t r a j e s a n g r i e n t o h e c h o á la m a j e s t a d de Dios a n t e el t r i b u n a l b u s c a las tinieblas y a b o r r e c e la luz; y en este s u p u e s t o , p e n -
d e los h o m b r e s I É l n o s r e c u e r d a , dice S . P a b l o , q u e solo por n o s - s a n d o m a s bien en i n s t r u i r á los cristianos f u t u r o s q u e en s a -
otros sufre. J e s u c r i s t o u n a contradicción t a n g r a n d e y u n a a f r e n t a tisfacer la insidiosa curiosidad d e los J u d í o s presentes, responde
t a n c r u e l m e n t e ignominiosa. Él nos e n s e ñ a q u e no d e b e m o s e n t r e - con u n a voz g r a v e y m a j e s t u o s a : e Yo h e h a b l a d o s i e m p r e p ú -
g a r n o s al r e s e n t i m i e n t o ni al rencor c u a n d o recibimos u n a injuria blicamente á todo el m u n d o ; y o h e e n s e ñ a d o en la sinagoga
por p a r t e d e los h o m b r e s , sino q u e p o r el contrario d e b e m o s s u f r i r l o y cu el templo, y las d o c t r i n a s q u e h e esplicado p r i v a d a m e n t e n o
c o n p a c i e n c i a , en vista d é l o q u e el H i j o d e Dios, t a n s a n t o y t a n son d i f e r e n t e s d e las q u e h e a n u n c i a d o en público. Por consiguiente,
i n o c e n t e , s u f r i ó p o r nosotros : llecogihite e.um qui talem sustinuil en vez d e p r e g u n t a r m e á mí p r e g u n t a d m a s bien á a l g u n o s d e los
á peecatoribus adversas semetipsum conlrudictioneui, utvic fati- que m e lian o i d o : ellos saben p e r f e c t a m e n t e y p u e d e n decir lo q u e les
gemini, animis veslris deficientes. h e e n s e ñ a d o (3). » ¡O respuesta a d m i r a b l e 1 El q u e con un t o n o tan
A n i m a d o s d e estos sentimientos, d e b e m o s meditar h o y todas las i m p o n e n t e a s e g u r a haber h a b l a d o públicamente al m u n d o , se a n u n -
c i r c u n s t a n c i a s d e la i n j u r i o s a b o f e t a d a , d e la a f r e n t a cruel q u e r e - cia e v i d e n t e m e n t e y se r e v e l a c o m o el v e r d a d e r o Maestro y el v e r -
cibió n u e s t r o S a l v a d o r , y e x a m i n a r el misterio q u e en ella se e n - d a d e r o legislador del m u n d o .
cierra, l a s instrucciones q u e n o s d a y las gracias q u e puede a l - P o r otro porte, no p u e d e i m a g i n a r s e , dice S. A g u s t í n , u n a cosa
canzarnos. m a s d u l c e , m a s sensata n i m a s j u s t a q u e esta respuesta t o m a d a en su
I'IIIUIÍHA PAUTE. s e n t i d o literal;' t¡. F.I S a l v a d o r hizo alusión p r i n c i p a l m e n t e á los emi-
sarios q u e los mismos s a c e r d o t e s h a b i a n e n v i a d o un d i a con la
Y a h e m o s visto q u e á p e s a r de todos los medios d e seducción, á
p e s a r d e la a u t o r i d a d s u p r e m a de q u e e s t a b a n investidos los m a g i s - ( t ) l'ontifex ergo inlerrogavi! Jesum de discipuiis ejus el de doctrina ejus.
trados y los pontífices q o e se h a b i a n erigido en j u e c e s del Mesías, (Joan,)
con todos s u s e s f u e r z o s y á pesar de h a b e r m e n d i g a d o y escuchado (2¡ Quia Clrristo hulla crimina inferió potera!. interrogo! de iliscipiitis; voleos
un g r a n n ú m e r o d e falsas suposiciones, no h a b i a n podido e n c o n t r a r otim quasi sediliosora arguere, conciliatoria facienlem, uinaque dogmata infereule ui.
(Uom. S2. in Joan.)
u n solo t e s t i m o n i o q u e pudiese h a c e r l e a l g u n a reconvención d i g n a
(3) Reo palam locutus sum mundo. Kgo semper docui i u sinagoga el itt icmplo,
d e a p r e c i o . H e m o s visto t a m b i é n q u e a q u e l l o s j u e c e s inicuos h a b i a n
in quo omiits Judrei conveniunl. El ¡o oeeullo loonlus snm niliit. Quid me i n t e r -
puesto al p r e s o en el caso d e justificarse d e l a s i m p u t a c i o n e s presen- rogas.» Interroga cosqui audieruul quid lóculussum ipsis. Ecce hi sciunl quid
t a d a s c o n t r a é l , con la intención b á r b a r a de sacar d e sus respuestas iliveriiu ego. (Joan.)
u n m o t i v o d e acusación q u e en v a n o h a b i a n esperado e n t r a r en las {4} Quid isla responsione verius, aut mansuelius, aul jiTslius. (Truel. 113. in
deposiciones de. los t e s t i g o s ; pero q u e el S e ñ o r h a b í a c o n f u n d i d o s u s Joan.)
c u l p a b l e s designios g u a r d a n d o u n p r o f u n d o silencio. ¿Qué hace e n -
comisión d e prenderle mientras que enseñaba en el templo, y que cubrieron el rostro con las alas al ver á este ministro de iniquidad
se babiau becbo sus admiradores y sus discípulos despucs de haberle ultrajar de una manera tan cruel y tan bárbara al Dios de majes-
oido. (Joan.) Él dice q u e nada era mas fácil que saber de boca de tad ¡l).
ellos lo q u e él habia enseñado, y que el camino mas sencillo y mas ¿ Por qué, o ángeles del cielo, no destruísteis á este criminal 1
legítimo en un juicio semejante era el de dirigirse á ellos, m a s bien Cielos, ¿por q u é no le aniquilasteis? V t ú , tierra insensible, ¿por qué
que á él. Porque, ¿ s e ha oido decir jamás que cuando se trata de no abriste tus abismos para que el infierno le tragase vivo ? ¡ Ay 1
doctrinas peligrosas ó sospechas se principie por interrogar á los diee San Agustín, si Jesucristo hubiera querido castigar este ultraje
que las han propagado, sin preguntar ántes á los que las han oido ? sacrilego, ¿ qué dificil hubiera sido esto á aquel cuyo poder crió el
Además, a í a d e de 3. J u a n Crisóstomo, por esta respuesta, que. mundo ? Pero, en estas circunstancias prefirió enseñarnos con su
os uua apelación al testimonio no sospechoso de sus enemigos dis- ejemplo la paciencia, con la q u e se triunfa del mundo (2;.
puestos á tenderle asechanzas y á perderle, demuestra el Salvador Asi pues en vez d e dirigir reconvenciones estériles al autor infame
que lienc una convicción íntima de no haber enseñado m a s q u e lo de un insulto tan atroz, ocupémonos en pensar, con lodo el e n t u -
verdadero y lo justo ( l ) . siasmo de nuestro espíritu y toda la ternura d e nuestro corazón, e n
Mas los criados de librea, insolentes por su naturaleza, lo son la santidad, en la grandeza y en la majestad del Dios hecho h o m -
hasta el esceso á la sombra de la protección de los grandes. Ved bre que sufrió esle oprobio : Beeor/ilate eum tjui talan suslimiil it
a p i pues que u n lacayo del soberano pontífice, aquel mismo Maleo, peccalóritms adversas semetipsmii contradictionem. V si somos
cuya oreja habia curado Jesús milagrosamente en el Huerto, se ade- sus verdaderos discípulos aprendamos á conformar nuestra con-
lanta hasta el medio d e la sala donde Jesús estaba en pié, y , tan ducta á la suya (3).
cruel verdugo, como vil y b a j o adulador, dice el abad Ruperto ¡2!, i Hay en efecto, dice S. E f r e n , una cosa m a s capaz de estremecer-
levanta su mano sacrilego, y eou la Intención de agradar al p o n t í - nos q u e la actitud d e Jesús'? ¿ No es un milagro sorprendente ver al
fice hiere violentamente el sagrado rostro de Jesús. En vez d e mi- Redentor, indignamente maltratado, mostrar tanta paciencia a n t e
rar esta brutal acción como una ofensa hecha á la dignidad del tri- la audacia sacrilega de su verdugo 1 ; Un vil y despreciable criado
bunal, todo el Sanhedrin la a p l a u d e ; de modo que animado el in- es el autor de esta a f r e n t a , y el Señor del universo el que
solente criado por estas señales de aprobación, añadiendo el insulto la recibe! ¡El esclavo se muestra agitado por un furor infer-
á l a brutalidad, dice al Salvador: «Temerario, ¿es asi como t e a t r e - nal, y Jesús, á pesar del fuego q u e ¡mima su rostro, permanece se-
ves á responder al pontífice supremo (3;? reno y conserva toda la bondad divina d e su corazon! ¡ Ultrajado por
una bofetada, la mayor de todas las injurias, responde con la mas
¡ O indignidad! ¡ O aírenla I esclama en este lugar S. Juan Crisós-
admirable moderación y la prudencia mas perfecta ( 4 ) !
tomo. ¿Puéde imaginarse u n ultraje mas sangriento ni un insulto mas
atroz ;.|) ? El rey de la gloria es maltratado por el mas vil de los es- Ciertamente Jesús hubiera podido interpelar á Caifas, y llenar de
clavos ; el hijo de Dios es vilipendiado por un hombre, desecho d e reconvenciones á este señor inhumano, cuyo odio manifiesto habia
los otros hombres. ¡ Ay! añade S. F.fren, la tierra tembló, los cielos animado la insolencia de su criado; él hubiera podido decirle con
se licuaron de espanto, los ángeles se estremecieron de horror y se mucha mas razón que S. Pablo al gran sacerdote Amuiías : « Dios

( ! ) Contremueninl ceeli, expaveruot Angeli et lacios suas alis contexo-


(1} Id est : Iuterroga mímicos meos, qni iusidianlur milii. SunI htec v e r l a
ruut, eum daiet minister iniquilalis alapam Domino majestad.*. (Serrn. ,ie
conlidenlis in eorum qua.- diela f u e r a n ! , veritale. H¿ec enim est verilalis
Pan.)
inalterabílis demonstrado : cum mímicos quis vocal teste. (.Bomil. 8 2 . la
(2) Quid per polenliam non potnissel per rpiam factus est m u n d o s ; nisipatien-
Joan.)
liom doeere voluisset, q u a v í n c i t u r m n n d u s ? (7'ract. 1 3 3 . in Joan.)
( 2 ) Fortis percusor et malus adulatur. (lié. 13. in Joan.)
(3) 1*1 non latigemini, desfieieiites animis vestris. (tlcl/r. 1 2 . )
( 3 ) H.-ec euiu divisset, uuus assistens m i n i s t r o " i m dedil alapam J e s u , d i e e n s :
( i ) FalrnS CKSUS á servo, rationaliiliter p r u d e n t e r q u e respoodit. {Serrn, lie
Sic respondes poulifiei?^oa«.)
Pan.)
( ! ) Quid huic contumelia- polesl adtequari ? ( J t a n . 8 6 . in >Uaah.)
te herirá por si mismo, muralla blanqueada, que sufres y apruebas
que yo sea cobardemente herido en tu presencia.» Mas n o ; conser- acusación, haciendo creer que habia faltado á la dignidad sacerdo-
vando Jesús hasta el fin, observa S. Cipriano, el respecto al sacer- tal. (Jans.) Debió pues rechazar la acusación que se hacia pesar so-
docio en la persona de aquel que estaba revestido de él, á pesar del bre él, quejarse con dulzura del tormento cruel q u e se le hacía su-
abuso indigno y escandaloso q u e de él hacia, se vuelve hacia el frir y pedir una prueba del crimen que se le imputaba, á fin de que
hombre q u e le ha herido, y sin manifestar ningún enfado ni altera- la imposibilidad que habia de aducir esta prueba, hiciese brillar su
ción, se contenta con decirle modestamente : o Si he dicho alguna inocencia á los ojos de todos, y pusiese en evidencia la injusticia de
cosa que no deba decir, muéstrame en que he hablado m a l : y sus enemigos. Estus respuestas, estas palabras admirables encierran
y si nada h e dicho qne 110 sea justo y razonable, ¿ p o r qué m e hie-
también unasabiduría profunda. SupucstoqueJesussehabiacoloeado
res ( 1 ) ?
en lugar nuestro, era proprio de su caridad infinita consentir en ser
Pero, podrá preguntarse con S. Agustin, ¿por qué el Salvador, que castigado como nosotros habíamos merecido s e r l o ; pero convenía
siempre apoyó su doctrina con su ejemplo, no observó aquí lo que también ó la sublime dignidad, á la escelencia de su ministerio y á
habia aconsejado que se hiciese en semejantes circunstancias ? ¿Por la humanidad misma, q u e su vida resplandeciese pura de toda
qué no presento la otra mejilla al que le habia dado la bofetada, y m a n c h a , y que ni su inocencia ni su santidad Infinita estuviesen un
sufrió silencioso el insulto q u e acababa de recibir; 2) ? | Ay I responde solo instante dudosas é inciertas, á fin de que fuese evidente á todos
e t m i s m o S. Aüustln, no solo cumplió el Salvador á la letra el con- q u e el pecado por que fué castigado era nuestro, y no suyo, y q u e
sejo divino q u e habia dado, sino q u e hizo todavía mas. Porque en el si sufrió como uno de nosotros, sufrió ton solo por nuestro amor.
palacio mismo del infame Caifás, como vamos á ver muy pronto, Efectivamente, dice S. Cirilo, el Salvador no quiere sufrir una
prescutó con una paciencia admirable, no una vez sino mil, sus dos afrenta tan grande delante de los hombres, sino porque habia de
mejillas á las manos crueles d e una soldadesca insolente, y mas ser mas grande aun la vergüenza que nosotros debíamos esperlmcn-
tarde, 110 solo fué manchado su roslro con bofetadas denigrantes y tar cu vista de nuestros pecados al presentarnos delante de Dios. La
con impuras salivas, sino que ofrecio todo su cuerpo inmaculado bofetada ignominiosa que Jesús recibe de los pecadores es por con-
para que fuese desgarrado por los azotes y clavado en la cruz. siguiente á un tiempo mismo expiatoria y consoladora; ella es, por
Si en esta primera ocasion, no presentó la otra mejilla sin pro- decirlo así, el salvo-conducto concedido á los pobres pecadores para
ferir una palabra, obró asi por muchas razones, todas igualmente que pudiesen comparecer en presencia de Dios sin temor y sin
dignas de su sabiduría y de su tierno a m o r para con nosotros. E n afrenta, Porque en el momento mismo en que el Hijo de Dios reci-
primer lugar Jesús fué acusado, apercibido y castigado por el infa- bió como uno de nosotros y aceptó por nuestro amor con tanta resig-
me Jfalco cu presencia del primer tribunal de la nación, porque h a - nación un insulto tan injusto y tan atroz, su Padre, en vista del
bia faltado al respeto al gran sacerdote. Pues bien si él hubiera d i - mérito infinito de una expiación tan grande, borró generosamente
simulado y g u a r d a d o silencio anle esta grave acusación i si después de nuestra frente la marca de la ignominia que habíamos contraído
de haber sido herido en la mejilla una vez. hubiera presentado la por nuestras culpas, y nos socó de la vergüenza que debia hacernos
otra para recibir un segundo ultraje, hubiera podido creerse, dice ruborizar y helar d e espanto en su presencia. Así pues, al t o m a r el
un intérprete, que se reconocía culpable, y que confesaba de una Redentor para sí solo la deshonra que nos pertenecía, nos mereció
manera tácita haber merecido tal castigo. (/I. Lap.) No convenía, su propia seguridad y su propia confianza delante de Dios, así como
añade otro intérprete que el Señor permaneciese b a j o el peso de esta por su muerte nos mereció su misma vida ( i ) .
Luego supuesto q u e el recuerdo de nuestros pecados y la con-
i 1) iíespóndil ei Jesús : Si male loculus sum, Jeslimonium perhibe de malo. Si ciencia d e nuestra ingratitud y de nuestra indignidad nos cubren de
aulem bene, rilrinoc¡*)is?(./0an.)
(2) llic dieel aliquis : Cur non fecit quod ipse prxeepit? Perculienli,
scdicc!, non sic responderé, sed masillan! debuil alleram pnebere, (Trac!, 13 (I) Dedeeorali peeealo fuimus ; (jiiain iiolam injusltini Chrisli detersit drdecns.
in Joan.) IN'am stoin sua mors uiurlcm nostrom de>tru*it, ¡ta prjevaiicaliouis noslra-dedeos
alapa Clirialo ¡nllicfa delevil. (Ltb. II. in Josn.)
V. DE R. III. 9
c o n f u s i ó n ; s u p u e s t o q u e al l e v a n t a r n o s p a r a ir en busca de Dios,
ofensas y del a m o r d é l o s enemigos no n o s obliga á a b a n d o n a r nues-
sentimos debilitarse n u e s t r a s rodillas y estremecerse nuestro co- tra inocencia b a j o el peso d e la c a l u m n i a , n i á c o n d e n a r n o s á u n
razón • a p u e s t o que nuestra l e n g u a vacila y t a r t a m u d e a , y q u e el silencio t a n absoluto, q u e no p o d a m o s p r o t e s t a r c o n t r a la inicua
r u b o r se cstiende sobre nuestra f r e n t e , hasta el p u n t o d e q u e no osa- persecución q u e n o s o p r i m e : y q u e si ella quiere q u e hablemos con
m o s l e v a n t a r los ojos h á c i a él, n i dirigirle la p a l a b r a ; d e b e m o s l i - s a b i d u r í a y con d i g n i d a d c u a n d o nos vemos inculpados ó castigados
b r a r n o s en n u e s t r a imaginación el u l t r a j e i n f a m a n t e , el msulto i n j u s t a m e n t e , ella n o s a u t o r i z a al m i s m o tiempo á pedir, á e j e m p l o
cruel q u e .Tcsus esperimeuto por parte d e ios pecadores, p a r a bren d e J e s ú s , la p r u e b a y la razón d e los crímenes q u e se n o s i m p u t a n ,
d e los pecadores m i s m o s ; este s e r a un medio aproposito para no de los indignos t r a t a m i e n t o s q u e se nos hacen sufrir, y á p o d e r d e -
d e j a r abatirse n u e s t r a confianza n i nuestro a n i m o : RecogUate eum cir i g u a l m e n t e ; « Si he h a b l a d o mol, m a n i f e s t a d en q u é : y si h e h a -
gni lele,,' suMnnit i peecatoribus advenus semelipniM contra,!,c- b l a d o bien por q u é m e h e r í s ? • V, compadecido d e n u e s t r a m i s e r i a
tionem. V dirigiendo el corazon á Dios debemos decirle e n t o n c e s y d e nuestra flaqueza, ha q u e r i d o endulzar asi la severidad d e la
c o n el p r o f e t a : S e ñ o r , m i bajeza y mi infamia m e haccu indigno ley q u e o r d e n a el p e r d ó n d e las ofensas, y facilitarnos su o b s e r v a n -
cia : Ut non fatigemini, animis i:eslris deficientes.
d e q u e ceheis sobre m í u n a sola m i r a d a d e m i s e r i c o r d i a ; pero m i r a d
el rostro s a g r a d o d e vuestro H i j o J e s ú s ; ved cu él la señal d e la
Sin e m b a r g o c u a n d o J e s ú s se quejó d e la a f r e n t a q u e se le h a c í a ,
cruel bofetada q u e recibió por m í ; y por el mérito d e su igno-
y pidió la razón d e ella, habió, es v e r d a d , con u n a a d m i r a b l e fir-
minia, torrad la mia¡, y v o l v e d m e vuestra c o n f i a n z a , vuestra meza, pero t a m b i é n con m u c h a s e r e n i d a d ; él manifestó u n a dignidad
protección y vuestro a m o r ( l ) . m a j e s t u o s a , p e r o al m i s m o t i e m p o u n a g r a w d u l z u r a . Con esta c o n -
d u c t a n o s enseñó q u e nuestra p a c i e n c i a , á pesar d e ser noble, m a -
jestuosa y m a g n á n i m a , no d e b e d e j a r por eso d e ser h u m i l d e y
SEGIADA l'IBTR sincera lo m i s m o c u a n d o p e r d o n a m o s , q u e c u a n d o somos el blanco
de la i n j u s t i c i a . Él nos'enscñó á d e f e n d e r nuestra inocencia por las
vias legitimas, á protejer nuestra virtud c o u las ú n i c a s a r m a s q u e
Al m a n i f e s t a r s e el S a l v a d o r sensible al insulto q u e habia recibido
le c o n v i e n e n , y á rechazar l a calumnia y la m e n t i r a , no c o n
en la ocasion solemne d e q u e a c a b a m o s d e h a b l a r , y al p r e g u n t a r
la cólera y la a m a r g u r a , sino c o u la paz en el corazón y la
j u r í d i c a m e n t e el motivo, obró c o m o n u e s t r o M a e s t r o v nuestro m o -
verdad en los l a b i o s ; á 110 o t o r g a r la razón á n u e s t r o s e n e m i -
delo ; poi que, d e ese m o d o n o s dio á e n t e n d e r q u e los p r i m e r o s m o -
g o s con el espectáculo d e n u e s t r a impaciencia y de nuestro
vimientos de impaciencia o d e cólera, q u e el h o m b r e siente e u a u d o
f u r o r ; á n o volver a m e n a z a s por a m e n a z a s , odio p o r o d i o n i ofensa
recibe u n a injustic ia ó u n a a f r e n t a , no son pecados, s u p u e s t o q u e
por o f e n s a ; y , c o m o él mismo n o s dice por S. Pablo : N o debemos
preceden á la reflexión y al juicio d e la razón. Él n o s hizo c o m p r e n - d e j a r n o s vencer p o r el mal, volviendo mal por n i a l , sino p o r el con-
der q u e al sentir el calor subirse al rostro, e n c e n d e r s e la s a n g r e y trario d e b e m o s t r i u n f a r del m a l por el bien, volviendo bien p o r
agitarse el e s p í r i t u ; al e s p e r i m e n t a r u n a r e p u g n a n c i a , u n a a n t i p a t í a mal ( 1 ) .
interior en el acto d e e n c o n t r a r a u n enemigo personal, d e o i r l e h a -
b l a r , ó d e escuchar s u n o m b r e , sobre todo si la h e r i d a está todavía Un efecto, ¿ c o n q u é derecho, d i c e S . Atanasio, n o s a t r e v e r e m o s ,
e n s a n g r e n t a d a y la ofensa e s r e c i e n t e ; todos estos sentimientos q u e siendo pecadores c o m o somos, á q u e j a r n o s , á e n t r e g a r n o s á los
se elevan en nosotros sin nuestra participación, c o m o m o v i m i e n t o s a r r e b a t o s d e la cólera y á a l i m e n t a r proyectos d e v e n g a n z a , si s u -
d e la n a t u r a l e z a irascible, independientes d e l a v o l u n t a d , n o n o s h a c e n f r i m o s a l g u n a injusticia d e p a r l e de n u e s t r o s h e r m a n o s , cuando v e -
culpables á los ojos de Dios, y que. por el coutrario p u e d e n s e r u n mos al H i j o d e Dios, q u e es la inocencia m i s m a , s u f r i r con t a n t a
motivo d e mérito, si los a b o g a m o s en nuestro i n t e r i o r y los reprimi- paciencia p o r n u e s t r o a m o r el atroz insulto q u e le hicieron los liom-
mos con p r o n t i t u d . Él n o s h a e n s e ñ a d o q u e la ley del perdón de. las
(1) Noli vinel á molo, ¡ed lince ili liono malum. (Rom. 13.)

(1) Protector noster ospice Deus; et respice in faciem Clnisli luí. (Pi. 83.)
196 LA BOFETADA.
qne sea necesario hacerlo con cierta afectación esterior, y que n o es
b r e s (2) ? ¡ A h í No seamos tan celosos del aprecio de nuestros seme-
suficiente tener con los que nos h a n ofendido u n t r a t o a m a b l e en
j a n t e s ni tan susceptibles respecto al h o n o r , supuesto que Jesucristo
apariencia, si se conserva en el corazon el odio contra ellos (I). E s
consintió ser u l t r a j a d o por ú u s o t r o s ; imitemos por el contrario su
decir q u e Jesús condenó con su ejemplo n o solo esas discordias p ú -
dulzura y s u paciencia en sufrir las injusticias q u e esperimentamos
blicas, esas enemistades manifiestas, esos odios brutales que estallan
de p a r t e de. aquellos que tienen con nosotros la m i s m a naturaleza
siempre en injurias sensibles, en riñas violentas, en traiciones horri-
de h o m b r e s , l a m i s m a condicion d e esclavos y la triste cualidad de
bles, en asesimatos crueles, y que la civilización moderna ha dester-
pecadores(2).
rado á los habitantes de los arrabales y á las clases d e g r a d a d a s d e la
Si Jesucristo n o p r e s e n t ó la o t r a mejilla al que le abofeteó, como
s o c i e d a d ; sino q u e también condenó esos odios, que yo liamaria
les habla dicho q u e debia hacerse, nos d a claramente á entender por
dulces y cultos, esas enemistades e m b o z a d a s , esos rencores secretos
su conducta, dice S . A g u s t í n , q u e este precepto ó este consejo del
que n o ponen en la m a n o del ofendido u n a r m a p a r a d e r r a m a r la
Ev angelio debe t o m a r s e , lo mismo q u e otros muchos, m a s bien se-
s a n g r e y quitar c r u e l m e n t e la vida á su agresor, pero que aguzan
g ú n el espíritu, q u e según la l e t r a ; que el Salvador exige p a r a el
s u espíritu y su lengua pora hacerles d e s g a r r a r la reputación y el
cumplimiento de este precepto sublime m a s bien las disposiciones
h o n o r , tesoros mucho m a s apreciables que la vida m i s m a : y des-
del corazón, que la ostentación material d e las o b r a s ; que la acción
g r a c i a d a m e n t e esa especie de enemistades se e n c u e n t r a n en las
de presentar la o t r a mejilla puede omitirse, y q u e lo que nos i m -
clases elevadas y a n n e n t r e los mismos q u e ostentan educación y
p o r t a en este precepto e s p e r d o n a r al q u e nos injuria y nos ofende,
afectan p i e d a d .
aun cuando s e p a m o s que está p r o n t o á renovar contra nosotros las
¿ N o es cierto en efecto q u e si nuestro p r ó j i m o tiene la desgracia de
ofensas y las i n j u r i a s . Porque, p u e d e suceder, y sucede e f e c t i v a -
ofendernos, a u n q u e s e a u n a sola vez, p o r u n solo a c t o q u c l a c a l u m n i a
mente con m u c h a frecuencia, q u e m i e n t r a s que s e mauifiesta e s t e -
inventa con frecuencia, ó que la maledicencia exagero, aun c u a n d o
r i o r m e n t c calma y paciencia al recibir las injurias, se alimente en el
sea por b r o m a ó por diversión, y aun por ignorancia ó por d i s t r a c -
corazón el resentimiento y el odio ( S ) ; y ¿entonces qué significa á
ción ; n o es cierto, repito, que se nos h a c e h o r r i b l e m e n t e antipático,
los ojos de Dios esa m á s c a r a de resignación'!
molesto y odioso 1 Seguimos observando con él los m i r a m i e n t o s d e -
Muy diferente es la conducta del Salvador. P o r u n a p a r t e respon- bidos ; no osamos p r o n u n c i a r en su presencia p a l a b r a s ofensivas ;
dió con v e r d a d sin manifestar resentimiento, y por o t r a se resignó pero en su ausencia no dejamos de r e b a j a r s u mérito, de desacredi-
con la m a y o r t r a n q u i l i d a d á d e j a r s e abofetear o t r a vez y á sufrir t a r sus talentos, de suscitar d u d a s acerca de su p u d o r , de s u hones-
otros insultos m a s b á r b a r o s a u n . ( A u g . loe. elt.) Asi pues Jesucristo tidad y de su religión, de censurar su c o n d u c t o y de c a l u m n i a r sus
c o n f i r m a en este d i a con su ejemplo el g r a n precepto que nos habia intenciones; no cesamos de paralizar su industria, de d e s a m i n a r s u
d a d o ántes con estas p a l a b r a s : S a b e d que mi P a d r e celestial u o os clicntcla, d e detener la m a r c h a de sus negocios y de sus inte-
p e r d o n a r á , sino que p o r el c o n t r a r i a os castigará del m o d o m a s se- reses ; n o cesamos de haccrlc sospechoso á sus amigos, de i n -
vero, si vosotros n o perdonáis con toda la sinceridad del corazon á troducir la desconfianza en sus superiores y de escitar contra él
vuestro h e r m a n o q u e os ha ofendido, [ilatth. 18.) el odio de sus parientes. ¿ Y qué importa que sigamos visitando
El nos enseñó q u e basta p e r d o n a r e n el f o n d o del corazon, siu á la persona que nos ha ofendido, que le prodiguemos saludos
é invitaciones, que te colmemos de atenciones y de cumplimientos,
(1) Si etiim ¡lie, eum i)„ns essel loleravil pro le al, liomiue peecatore eolapliis si después le desgarramos en secreto ? En nuestro pecho se abriga el
ctedi; !u indignará quod aliquis lilii eoavieiutu dita!; el uttionem paras. ( 0 '
odio, la envidia y la v e n g a n z a , y t a n t o m a s odiosas, que c u a n t o
Pa¡j. Dom.)
al pecado de e n c u b r i r una enemistad positiva añadimos el crímem
(2) (MJ.)
(3) Nilril prodesl ni alteram maxillam visiíiiUtér horno prrebeal iralus: lieri de la hipocresía y de la traición. Esa falsa generosidad, esas a t e n -
eirnu potes! nt quis atieran! ma.villatnvisibililer ptíebeat, el ¡ralos sil. (Trac!, i 15.
<1 Joan.) (1) >~¡hil prodesl ore dimitiere, siincordeetini odio hobeamus. (Haym.)
ciones afectadas, á las que nos sometemos mas bien por un principio
de educación que por espíritu de religión, mas bien por no ofender
la vista delicada del mundo q u e por obedecer la ley de Dios, no

CONFERENCIA DUODÉCIMA.
bastan para obtener el perdón del padre celestial, que l o b a prome-
tido, no á las reconciliaciones aparentes, sino al olvido sincero de las
ofensas y al verdadero afecto del corazón.
No somos culpables, repito, al esperimentar repugnancia respecto I . u S e m e n c i a «le m i i e r l e e n el I r i b i m a l <le C a i t o * .
al que nos lia ofendido; pero pecamos en alimentar esta r e p u g n a n -
cia, en secundarla y en manifestarla en nuestros pensamientos, en
nuestras acciones y en nuestras palabras; pecamos en a b a n d o n a r - lo Judicium ego in litmí mundum eeni,
Mí <;ui non Eídeití ridtanl. et qui Kidint
nos a las imprecaciones, á las maldiciones y a los injurias contra el eieci fian!.
agresor, y este pecado es diametrnímente opuesto al espíritu del To he ven¡ilo ú esle mundo pera el inicio .
Cristianismo, supuesto que el cristiano, seguu la bella espresion d e fi lío de floe aquellos que no ven vean, y los
Tertuliano, es el hombre que 110 tiene enemigos, el hombre que ol- qoe veo, queden ciegos.
(Join. S U . 3a.)
vida y p e r d o n a : Chrístianus nullins esl hostis.
Habiendo recibido el ilustre mártir S. Cristóforo en una plaza
pública una bofetada de mano de un miserable, echó al momento
Este juicio, que el Salvador del mundo ha venido á ejercer en el
mano á la espada y se precipitó sobre él. Va iba á atraversarle,
m u n d o , es un juicio de misericordia y de rigor, de bondad y de
cuando se acordó de la bofetada q u e Jesús recibió con t a n t a pacien-
castigo á n n tiempo m i s m o : In jvdicitim veni in hunc mundum;
cia. Al momento se serenó, perdonó á su agresor v le dejó ir. E n
de misericordia y d e compasión p a r a los ciegos, á fin de que abran
vano el pueblo gritaba a u n a v o z : « Matadle, matedle, muera el
los ojos á la l u z ; de rigor y d e castigo para los que ven, á fin de q u e
insolente, muera el infame agresor- »Cristóforo respondió con una
queden ciegos hasta el punto de no poder distinguir cosa alguna :
santa generosidad: « Vo lo haría sino fuera cristiano : Facerem, si
Vt qui non vident videanl, et qui vidcnl cacifiant.
non essem ehristiams. •
Los ciegos q u e debían ser iluminados con la luz divina en este
Así pues, cuando la pasión nos domina, cuando los pérfidos ami- misterioso juicio eran los gentiles. Despucs de haber reconocido
gos nos aconsejan, cuando el a m o r propio nos escita a tomar v e n - su ceguedad espiritual y de haberla confesado humildemente, d e -
ganza de las injurias recibidas, debemos responder con la misma bían recurrir al médico celestial q u e era el único q u e podía curarles,
nobleza : No, yo no puedo, yo no debo, y no quiero hacerlo : vo en seguida conocer á Jesucristo y creer en él, y finalmente dárnosle
soy cristiano. á eonocer y hacernos creer en él. P o r ci contrario, los que veian, y
De este modo rechazarémos el insulto sangriento que el l)ios de en este juicio debían quedar realmente ciegos, eran los Judíos que
majestad recibió de la m a n o sacrilega de un v il pecador, v nos tenían cu sus manos la ley y los profetas para ver y conocer en
avergonzaremos de no poder sufrir cosa alguna de parte de los'hom- ellos al Mesías; pero que. en castigo de su presunción y de su or-
bres siendo como somos pecadores, y hombres de la n a d a ; de este gullo, no solo no le reconocerían sino q u e le rechazarían y le h a -
modo nos sentiremos fortificados, y de tal modo superiores a nos- rían m o r i r ; de modo que ellos y sus descendientes permanecerían
otros mismos, que podremos cumplir la ley del perdón v obtener la en una ceguedad profunda con relación al misterio de la Redención
recompensa: Recogitale eum qui tatcm suslimilapeecahribus y de la salvación eterna.
o.dncrsussemetipmm cmlmdictiomn, vt ne JaligemM, animis Tal es la esplicacion dada por el mismo Jesucristo. E n efecto,
veslns deficientes. \sí sea. pensando los Judíos q u e estas terribles palabras se dirigían á ellos,
le dijeron : o ¿ D e quiénes habíais? ¿Seremos nosotros por ventura
esos que ven y que se quedarán ciegos, como d e c í s ? » Xumquid et
ciones afectadas, á las q u e nos sometemos m a s bien por u n principio
d e educación q u e por espíritu d e religión, m a s bien p o r no ofender
la vista delicada del m u n d o q u e p o r obedecer la ley d e Dios, n o

CONFERENCIA DUODÉCIMA.
bastan para obtejier el perdón del p a d r e celestial, q u e l o b a p r o m e -
tido, n o á las reconciliaciones a p a r e n t e s , sino al olvido s i n c e r o d e las
ofensas y al v e r d a d e r o afecto del corazón.
No somos culpables, repito, al e s p e r i m e n t a r repugnancia respecto I . u S e m e n c i a «lo m i i c r l e e n el Iribimol de Caito*.
al q u e n o s lia o f e n d i d o ; p e r o pecamos en a l i m e n t a r esta r e p u g n a n -
cia, en s e c u n d a r l a y en m a n i f e s t a r l a en nuestros p e n s a m i e n t o s , en
In Judicium ego in fiune mundum eeni,
n u e s t r a s acciones y en n u e s t r a s p a l a b r a s ; p e c a m o s en a b a n d o n a r -
Hl qui non tídelll ridtanl. et qui Kidint
n o s a las imprecaciones, á las maldiciones y á las i n j u r i a s c o n t r a el eieci fianl.
agresor, y este pecado es d i a i n c t r n í m c n t e opuesto al espíritu del Vi. lio venido ú esíe mundo pero el inicio .
Cristianismo, supuesto q u e el cristiano, s e g u u la bella espresion d e ñ fin deflueaquellos une no ven vean, y los
T e r t u l i a n o , es el h o m b r e q u e 110 tiene e n e m i g o s , el h o m b r e q u e o l - 'pie veo, queden cienos.
(Join. S U . 5a.¡
vida y p e r d o n a : Chrístianus nullius esl hostis.

H a b i e n d o recibido el ilustre m á r t i r S . Cristóforo en u n a plaza


pública u n a b o f e t a d a d e m a n o d e u n miserable, e c h ó al m o m e n t o
E s t e juicio, q u e el S a l v a d o r del m u n d o ha v e n i d o á ejercer en el
m a n o á la e s p a d a y se precipitó sobre él. Ya iba á a t r a v e s a r l e ,
m u n d o , es u n juicio d e misericordia y d e rigor, d e bondad y d e
c u a n d o se a c o r d ó d e la b o f e t a d a q u e J e s ú s recibió con t a n t a pacien-
castigo á u n tiempo m i s m o : In judicium vmi i » huno mundiim ;
cia. Al m o m e n t o se serenó, perdonó á su agresor v le. d e j ó ir. E n
d e misericordia y d e compasión p a r a los ciegos, á fin d e q u e a b r a n
v a n o el p u e b l o g r i t a b a a u n a v o z : « Matadle, m a t e d l e , m u e r a el
l o s ojos á la l u z ; d e rigor y d e castigo p a r a los q u e v e n , á fin d e q u e
insolente, m u e r a el i n f a m e a g r e s o r - »Cristóforo respondió con u n a
q u e d e n ciegos h a s t a el p u n t o de n o poder distinguir cosa a l g u n a :
santa g e n e r o s i d a d : « Yo lo h a r í a sino lucra cristiano : Facerem, si
Vt qui non vident videant, et qui vidcnl catci fianl.
non essem ehristiams. •
Los ciegos q u e debían ser i l u m i n a d o s con la luz divina en este
Asi p n e s , c u a n d o la pasión n o s d o m i n a , c u a n d o los pérfidos ami- misterioso juicio eran los g e n t i l e s . Despncs d e h a b e r reconocido
gos n o s a c o n s e j a n , c u a n d o el a m o r propio n o s escita a t o m a r v e n - su ceguedad espiritual y d e h a b e r l a confesado h u m i l d e m e n t e , d e -
ganza d e las i n j u r i a s recibidas, d e b e m o s r e s p o n d e r con la misma bían r e c u r r i r al médico eelestial q u e era el único q u e podia c u r a r l e s ,
nobleza : No, y o no puedo, y o no debo, y no q u i e r o hacerlo : vo en s e g u i d a conocer á Jesucristo y c r e e r en él, y finalmente d á r n o s l e
soy c r i s t i a n o .
á eonocer y h a c e r n o s creer en él. P o r ci contrario, los q u e v e i a n , y
De este modo rechazarémos el i n s u l t o s a n g r i e n t o q u e el Dios d e en este juicio debían quedar r e a l m e n t e ciegos, e r a n los J u d í o s q u e
m a j e s t a d recibió d e la m a n o s a c r i l e g a d e u n v il p e c a d o r , v n o s t e n i a n en s u s m a n o s la ley y los p r o f e t a s p a r a v e r y conocer en
a v e r g o n z a r e m o s d e n o p o d e r s u f r i r cosa a l g u n a d e p a r l e d e los'hom- ellos al M e s í a s ; pero que. en castigo d e su p r e s u n c i ó n y d e su or-
bres siendo c o m o somos pecadores, y hombres d e la n a d a ; d e este gullo, no solo n o le reconocerían sino q u e le rechazarían y le h a -
m o d o n o s s e n t i r e m o s fortificados, y d e tal m o d o superiores a nos- rían m o r i r ; d e m o d o q u e ellos y s u s descendientes p e r m a n e c e r í a n
otros mismos, q u e p o d r e m o s c u m p l i r la ley del perdón v o b t e n e r la en u n a ceguedad p r o f u n d a c o n relación al misterio d e la Redención
r e c o m p e n s a : Recogitale « m ? « i takm sustimil á meatoribus y d e la salvación e t e r n a .
o.dnersussemetipsmn cmtmdicliomn, •al ne JaligemM, animis T a l es l a esplicacion d a d a p o r el m i s m o Jesucristo. E n efecto,
veslns deficientes. \sí s e a . p e n s a n d o los J u d í o s q u e estas terribles palabras se d i r i g i a n á ellos,
le dijeron : a ¿ D e quiénes h a b í a i s ? ¿ S e r e m o s n o s o t r o s por v e n t u r a
esos q u e ven y q u e se q u e d a r á n ciegos, como d e c í s ? » Kvmgmd et
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" SBKTEXCIA DE a i ' E B T E .
EN EL TBIBUXAL DE C A I f A S . 201
nos cgti sumus? Y el Salvador les responde a f i r m a t i v a m e n t e , a ñ a -
d i e n d o estas p a l a b r a s todavía m a s terribles : « Si fueseis ciegos y el d e m o n i o f u é el primero q u e se atrevió á h a c e r p o r d o s veces esta
conocieseis vuestra c e g u e d a d , n o seríais c u l p a b l e s ; m a s c o m o sois p r e g u n t a á J e s ú s , y precisamente en los m i s m o s t é r m i n o s : « Díme
ciegos y eu vuestro o r g u l l o p r e t e n d e i s ver m e j o r q u e los d e m á s , si tú eres el Hijo d e Dios. » El d e m o n i o es el q u e m u e v e á los h o m -
vuestro p e c a d o permanecerá s i e m p r e en vosotros, y c o n el p e c a d o b r e s a n i m a d o s d e su espíritu y hechos s u s h i j o s á d u d a r d e la d i v i -
subsislirá t a m b i é n v u e s t r o c a s t i g o : ' Si caei essetis, non hukrelis n i d a d d e J e s u c r i s t o . El d e m o n i o es el q u e h a inventado ésta b l a s f e -
peeeatum : nunc vero dicitis : Quia videmus. Pcccalum vestnm m i a . Asi pues c u a n d o Caifas repite la m i s m a p r e g u n t a n o h a c e
manet. m a s q u e i m i t a r al demonio su v e r d a d e r o p a d r e . [Tracl. 35 in
Matth.)
P u e s bien, esta terrible profecía d e la ceguedad en la nación j u -
día debía caer, este terrible j u i c i o d e castigo se cumplió s o l e m n e - P o r m e j o r decir Caifás, a ñ a d e el venerable Beda, s o b r e p u j a al de-
m e n t e en el tribunal d e Caifás. Allí, á pesar de q u e el S a l v a d o r r e - m o n i o en malicia, p o r q u e si él insiste p a r a o b t e n e r d c la boca m i s m a
vela y proclama en voz alta q u e él es el H i j o d e Dios, la sinagoga, del S a l v a d o r la confesión d e esta v e r d a d , es solo con el á n i m o d e
en n o m b r e d e toda la n a c i ó n , s e obstina en no reconocerle; ella le c a l u m n i a r l e y p e r d e r l e . P o r q u e si J e s ú s se e n c e r r a b a en u n a n e g a -
n i e g a , ella le c o n d e n a ; y á m e d i d a q u e J e s ú s liace brillar s u luz d i - ción a b s o l u t a , C a i f á s le h u b i e r a convencido al m o m e n t o d e m e n t i r a ,
Viua en los o j o s d e los J u d í o s , s e a u m e n t a su c e g u e d a d . s u p u e s t o q u e el S a l v a d o r h a b í a dicho m u c h a s veces q u e él era el
Mesías y el Hijo d e Dios. Y si él respondía a f i r m a t i v a m e n t e , el g r a n
Consideremos pues en este dia con u n santo terror esle misterio
s a c e r d o t e le d e c l a r a b a al m o m e n t o c u l p a b l e d e p r o f a n a c i ó n c o n t r a
d é l a iniquidad d e los h o m b r e s y d e la justicia d e Dios, á fin d e q u e
la religión y d e usurpación d c la d i v i n i d a d . T.a p r e g u u t a p u e s , o b -
instruidos c o n el ejemplo de los J u d í o s evilemos el p e c a d o d e la obs-
serva Teolilaeto, era insidiosa, y d e c u a l q u i e r m a n e r a q u e el S a l -
tinación y del e n d u r e c i m i e n t o , p a r a p o d e r e v i t a r t a m b i é n el terrible
v a d o r h u b i e r a contestado ó ella, h u b i e r a puesto en m a n o s de sus
castigo q u e les está p r e p a r a d o .
v e r d u g o s et cuchillo p a r a i n m o l a r l e . P o r consiguiente Caifás no
busca la v e r d a d p a r a c r e e r , sino u n p r e t e s t o p a r a c o n d e n a r . ¡ H o m -
I'RIHIÍIM P.IKTE,
b r e i m p í o ! íil i n v o c a el santo n o m b r e d e Dios p a r a hacer morir a l
m i s m o H i j o d e Dios (I}.
El silencio misterioso en q u e h a b í a p e r m a n e c i d o c o n s t a n t e m e n t e
M a s estos culpables designios, q u e u n a p r o f u n d a hipocresía, c u -
el S a l v a d o r y q u e h a b í a hecho t r i u n f a r su inocencia y su divinidad
b i e r t a c o n el m a n t o d e la religión, o c u l t a b a á los ojos d e los h o m -
m u c h o m a s q u e si h u b i e r a h a b l a d o l a r g a m e n t e , h a b í a reducido á
bres, no p o d í a n escapar á la vista del H i j o d e Dios, q u e p e n e t r a el
la desesperación á s u s jueces inicuos, p o r q u e les q u i t a b a todo p r o -
f o n d o d e los corazones. E n efecto, Jesús responde á esta p r e g u n t a ,
testo y todo motivo p a r a c o n d e n a r l e . ¿ Qué h a c e e n t o n c e s Caifás p a r a
sugerida p o r el infierno, en estos t é r m i n o s : o Si os digo q u e y o
voucer un silencio t a n estraordíuarío y q u e t a n l a inquietud le c a u -
s o y , sé m u y bien q u e n o m e c r e e r é i s ; si por el c o n t r a r i o os p r e -
s a b a ? El i m a g i n a c o n j u r a r á Jesucristo p o r c u a n t o había d e m a s
g u n t o sobre los verdaderos earactéres del Mesías, sé d e cierto q n e
santo y dc m a s terrible en la religión j u d í a , por el a u g u s t o n o m b r e
no m e d a r é i s respuesta a l g u n a ; d c c u a l q u i e r m o d o q u e sea, v o s -
d e Dios, persuadido d c q u e el S a l v a d o r , á causa de su p r o f u n d a re-
otros estáis resueltos á c o n d e n a r m e ( 2 ) . »
igion y d c s u piedad sincera, y p o r respeto á u n n o m b r e tan s a n t o ,
¡ O p a l a b r a s d i v i n a s ! ¿Qué es 1o que en ellas d e b e m o s a d m i r a r ? ¿ Es
h a b í a d e d a r u n a respuesta. . V a m o s , le dice, y a es tiempo d e a c a -
la s a b i d u r í a q u e d e s c u b r e los p e n s a m i e n t o s m a s secretos ? ¿ Es la
b a r . i o te c o n j u r o en el n o m b r e del Dios vivo v eterno q u e
d u l z u r a q u e se abstiene d c t o d a r e c o n v e n c i ó n , y q u e omite t o d a r e -
nos digas c l a r a m e n t e si eres el Mesías, el Hijo b e n d i t o d c Dios ¡ t ) . o
flexión severa contra u n o s h o m b r e s cuyos i n f e r n a l e s designios a c a b a
i O h o m b r e del demonio I e s c l a m a en este lugar O r i g i n e s ; p i r q u e

(1) Inlerrogabat quidem non nt addiscens eredal, sed ol domnel. ( A liare.)


(!) Adjuro le per Ilcnm vivutn, utdirau nobis, si tu es Chrislus Ciius Dei (2: Si «ubis divero, non eredetis mibi; si aulem interrogavero, non responde-
benedictus. (Slallli. .Uo„)
bitis mibi. ñeque dimitíais. (L«c.)
d e d e s e n m a s c a r a r ? P o r q u e es c o m o si J e s ú s h u b i e r a dicho al g r a n rían conocer. J e s u s a ñ a d e pues con u n t o n o m a j e s t u o s o y se-
sacerdote : « T ú m e c o n j u r a s , o C a i f a s , p a r a q u e t e d i g a si soy el vero : o Sin e m b a r g o , yo os declaro q u e llegará u n d i a , en q u e vos-
H i j o d e Dios, el Mesías; tú afectas u n deseo sincero d e conocer esta olros, q u e os a r r o g á i s el derecho de j u z g a r al H i j o del h o m b r e , seréis
i m p o r t a n t e v e r d a d . Mas j o , q u e leo tu eorazon, sé q u e si t e revelo j u z g a d o s por él m i s m o : vosotros le veréis entonces descender s o b r e
la v e r d a d , h a s resuelto no creerla, sino combatirla y f o r m a r m e d e las n u b e s del cielo á la diestra de Dios ( 1 ).
ello un c r i m e n . ¡ D e s g r a c i a d o I Al h a c e r intervenir el santo n o m b r e
] P a l a b r a s terribles! [ F u n e s t a revelación 1 N o , c ú t a l e s c i r c u n s -
d e Dios, le h a c e s el u l t r a j e m a s s a n g r i e n t o , p o r q u e quieres hacerle
t a n c i a s n o p u e d e ser este el l e n g u a j e d e u n simple m o r t a l . Sola la
cómplice d e tu perfidia en la m u e r t e d e su H i j o . »
sabiduría i n c r e a d a podia t r a s l a d a r el pensamiento y el espíritu d e
¡ C u a n sabia y c u a n preciosa es la declaración q u c e l S a l v a d o r h a c e los q u e le e s c u c h a b a n , del t r i b u n a l d e ios h o m b r e s al t r i b u n a l de
preceder á su r e s p u e s t a ! Nosotros vemos c l a r a m e n t e p o r este p r e - Dios, unir la revelación d e su divinidad al r e c u e r d o del juicio u n i -
á m b u l o q u e si responde n o es p o r q u e espere ser creído, n i p o r q u e la versal q u e es la p r u e b a d e ella, olvidarse d e si m i s m a , p e n s a r en la
perfidia d e Caifas le h a y a envuelto en s u s redes. P o r q u e á u t e s d e salvación e t e r n a d e los h o m b r e s q u e m e d i t a n s u m u e r t e y c o n m o -
responder ha descubierto ya los lazos q u e se le tienden, y h e c h o ver verlos con p a l a b r a s f u l m i n a n t e s á fin d e convertirlos ó d e hacerlos
q u e conoce t o d o c u a n t o Caifas q u e r í a en v a n o o c u l t a r , f.uego si res- incscusables. En efecto, es c o m o si J e s u s les h u b i e r a dicho : o Que
ponde, no es p o r q u e obedece á u n a interpelación c u y a malicia y su condicion era independiente d e sus crímenes, de s u s p r e o c u p a -
cuya hipocresía conoce, sino al respeto q u e se d e b e al santo n o m b r e ciones y d e s u s e r r o r e s ; q u e él n o d e j a b a d e s e r l l i j o d e Dios, por-
de Dios, a u n c u a n d o esté en los labios del impío q u e le p r o f a n a . Si q u e ellos se obstinasen en n o reconocerle p o r t a l ; q u e si él c o m p a -
responde n o es p o r q u e h a y a sido s o r p r e n d i d o por la simulación del recía a n t e ellos c o m o su víctima, ellos, á su vez, comparecerían u n
pontífice, sino p o r q u e quiere h o n r a r el velo a u g u s t o del n o m b r e di- d i a a n t e su t r i b u n a l c o m o culpables ; q u e si el se bailaba al p r e s e n t e
v i n o q u e la e n c u b r e . F i n a l m e n t e , si responde dicieudo q u i é n es, no e n t r e s u s reanos para ser t r a t a d o como consentía serlo, ellos mismos
es p o r q u e se d e j e a r r a n c a r i m p r u d e n t e m e n t e u n a v e r d a d q u e sus c a e r á n e n t r e s u s m a n o s para darle c u e n t a d e su injusticia, d e s u
jueces son i n d i g n o s d e creer, d e t e r m i n a d o s como están á hacer d e obstinación y d e s u incredulidad ; q u e b a y u n a diferencia infinita
ella el m a s deplorable u s o ; sino p o r q u e cree deber esta revelación e n t r e el juicio á q u e él se presenta libremente en esta d i a , y aquel a
á si m i s m o , á su Iglesia y á nosotros. ; Ayl ¿ Q u é h u b i e r a sido d e q u e sus perseguidores s e v e r á n u n dia obligados a c o m p a r e c e r ; entre
n u e s t r a fe si en u n a s circunstancias t a n solemnes h u b i e r a Jesucristo Caifas y el rey d e la gloria, é n t r e l a asamblea délos impíosy el consejo
g u a r d a d o silencio acerca d e su d i v i n i d a d , ó si solo la h u b i e r a c o n - d e los ángeles, entre a l g u n o s falsos testigosy l a i n m e n s a m u l t i t u d d e
fesado con p a l a b r a s a m b i g u a s ? P o r m e j o r decir, si el S a l v a d o r h u - los santos q u e p r o n u n c i a r á n con él su j u s t a condenación; que ellos
biera rehusado hacer esta revelación legal y j u r í d i c a al consejo s u - m i s m o s , t a n orgullosos h o y , t a n insolentes y tan crueles, s e r á n
premo, presidido por el g r a n sacerdote, es decir, á la a u t o r i d a d e n t o n c e s c o n f u n d i d o s , h u m i l l a d o s y a n o n a d a d o s p o r la desespera-
legítima y competente, la perfidia d e los J u d í o s que. n o quisieron ción, y r e d u c i d o s á servir d e pedestal á aquel á quien a b r u m a n en
creerla, h u b i e r a sido en cierta m a n e r a escusable, y la fe d e los g e n - este m o m e n t o con su d e s p r e c i o ; finalmente, q u e ellos volverán á
tiles h u b i e r a e s t a d o s é r i a m e n t e c o m p r o m e t i d a . Por esta razón J e s u - ver lodo r a d i a n t e d e esplendor, d e gloria y d e m a j e s t a d al q u e ven
cristo responde á las dos p r e g u n t a s q u e le hace el s u m o sacerdote : ai p r e s e n t e caido en el último g r a d o del envilecimiento, y q u e s u -
« Si, VOS lo habéis d i c h o ; y o soy v e r d a d e r a m e n t e el H i j o d e Dios, el puesto q u e n o quieren reconocerle por su tierno S a l v a d o r , esperi-
Mesías : . Tu dixisti. Ktjo sum. (Matth. Marc:) m e n t a r á n entonces en él un j u e z irrevocable. » A,dodo videbilis ti-
lium. hominìs sedenlem à dexlm virMis Dei el vmentem m nu-
Mas no era propio d e la d i g n i d a d del Hijo d e Dios r e s p o n d e r
bibus cali.
simplemente como un esclavo, c o m o u n discípulo, ó c o m o u n a c u -
sado a quien se i n t e r r o g a ; él d e b i a h a b l a r como Señor q u e m a n d a ,
como Maestro q u e e u s e ñ a y c o m o j u e z q u e c o n d e n a , y h a c e r cono- (I) I n W M dicovobis : AmodoÌÈIèbitU Filium hombro sedeutem ó d e . l r i i

c i d a aquellos hombres inicuos ciertas verdades q u e no que- virlulis Dei, el venienlem io nobibus cicli. (.Val/4.)
; Qué diferencia tan notable hay entre la terrible revelación que el creerle; y la magnífica revelación q u e Jesucristo le hace solo sirve
Salvador hace h o y de su divinidad á la soberbia sinagoga, y la para hacer al pontífice mas obstinado, mas perverso y mas ciego:
que hace en el templo al humilde ciego d e nacimiento! Jesús se Et qui vident, circiftmU.
acerca a este con un aire de bondad familiar y le d i c e : y Buen Efectivameute, lejos de aprovecharse de esta sublime revelación
hombre, ¿ quieres creer en el Hijo de Dios ? V el ciego dc nacimiento le para su salvación, abusa dc ella para atraer el odio sobre el Salva-
responde:« ¿ Y quién es el Hijo do Dios? ¿Dónde está. Señor ? Porque dor, y acelerar su propia perdición. Y, ! o diabólica maldad 1 ! o in-
vedme aquí pronto á creer en él y á adorarle. » Entonces Jesús le fernal hipocresía! Caifás aguardaba precisamente que esla respuesta
dice sonriéndose y con una voz amorosa: o Tú le has visto, hom- saliese de la boca del Salvador; y para obtenerla habia hecho in-
bre dichoso. Hélc a q u í ante tus ojos; el Dijo de Dios soy yo que te tervenir el nombre de Dios. Al oiría pues, esperimenta u n pérfido
hablo ( t ¡ . - V con estas palabras le abre Jesús los ojos del espíritu gozo en el fondo de su corazon. Porque siendo la cualidad de M e -
dc una mauera mas admirable aun q u e aquella con que le habia sías inseparable, según las profecías, de la dignidad de. rey, Caifás
abierto los del cuerpo; él hace descender sobre su inteligencia un creyó q u e desde el instante en que el Nazareno se proclamase el
rayo celestial, y esta luz le descubre la verdad disina que Jesús aca- Mesías, podría dedneir de aquí que aspiraba á hacerse r e y , y q u e
baba de revelarle con s u s palabras. Él le comunica la certeza y la por consiguiente teudria derecho á acusarle, como le acusó en efecto
convicción perfecta, y con ellas la f e y el a m o r divino. Entonces el ante Pilatos dc aspirar á la solieran ía ¡ i ) . El eomponc su rostro con
ciego de nacimiento esclama fuera de s í : « Señor yo creo en vos. s todo el estertor de la tristeza, mientras que se regocija en su i n t e r i o r ;
y prosternándose á sus piés le a d o r a C r e d o Domine. El procitlens él hace el papel de pontífice zeloso por el honor de su Dios m e n o s -
ailoravil eum. preciado. siendo así que solo trataba dc saciar su odio. Para produ-
Así pues Jesucristo se manifiesta al ciego d e nacimiento y á Caifás cir Caifás una impresión mas profunda en el pueblo, y hacer mas
como Hijo de Dios, y Dios en sí m i s m o ; m a s al primero como un vivo con demostraciones estertores, dice S. I.eon [de l'ass.), el hor-
Salvador, y al segundo como un juez. A aquel se revela para el ror que espresa en sus palabras, se abandona á movimientos v i ó -
perdón, y á esle p a r a la venganza; para el uno tiene palabras de lenlos y á todos ios arrebatos d c un hombre q u e estu viera poseído
amor, y para el otro las tiene de indignación; al primero promete su de un dolor vehemente. Él desgarra con furor sus vestiduras y las
misericordia, y al segundo amenaza con su formidable justicia. insignias del sacerdocio, como lo hacían los Judíos, según S. Geró-
i Por q u é pues esta diferencia ? Porque el profeta habia a n u n - nimo, cuando oian blasfemar de Dios, y dando un gran grito escla-
ciado q u e el Mesías se manifestaría amoroso á los hombres para ma : ¡ Qué blasfemia h a pronunciado! ¡El miserable ha blasfemado!
salva r í o s : pero que se fiaría impenetrable á los soberbios y los deja- ¡Vosotros todos los q u e estáis presentes habéis oido la blasfemia!
rá perecer ¡2). Pues bien, el ciego de nacimiento bufea para e n - ¿Qué necesidad tenemos y a de buscar pruebas ni de examinar tes-
contrar, pregunta para saber y cree para adorar, y ved cuánta es tigos para condenarle (2j?
su ventura. El encuentra, él sabe, él adora; y por uu milagro, Desgraciado Caifas, dice S . León, que no comprendió en su c e -
mayor aun que el q u e le habia vuelto la vista del cuerpo, consigue guedad el misterio terrible que cumplía entonces por aquel acto de
también ht vista del a l m a : Qui non videbat, nidet. Caifás, por el sacrilego frenesí, por aquella pantomima de dolor. Al desgarrar él
contrario, no pregunta sino para sorprender, no escucha sino p a r a mismo sus vestiduras, y pisar las insignias del sacerdocio, se d e -
engañar, no indaga sino para condenar, y de ahí nace que al mismo gradó con sus propias manos, hizo dimisión voluntaria del honor y
tiempo que Jesús le instruye, le abandona á su ignorancia. Además de la dignidad de gran sacerdote, y , criminal y verdugo á un mis-
Caifás tiene delante de sí al Hijo dc Dios sin conocerle y le oye sin mo tiempo, ejecutó en su persona esta ignominiosa sentencia ¡:¡).

( 1 ) H n n c invenimos dieenletn se Christlim e l regem esse.


( 1 ) E t vidisü e u m , ct qui loquitur tecina ipse esl. (2) T u n e Princeps sacerdotum scidit vestimenta s n a , dieens : Blaspbeniavit.
v-í Quoniam tu populum humilem salvum íacies; et oculos superborum b u m i - Quid üdhue cgcmns leslibus ? Hrcc n u u e audislis btaspliemiam. (Malili.)
líabis. (Ps 17.) ( 8 ) Nesciens quid bac significare! insania, saccrdotali se honore priva vil. Ipsc
En electo, observad que Jesucristo no prometió á Pedro fundar i Admirable historia d é l a pasión del Redentor ! ; Qué d e verdades
soble él su Iglesia ni entregarle las llaves del reino del cielo, sino encierra, y cuántos misterios se cumplen en ella !
cuando Pedro reconoció su divinidad y la confesó en estos términos: Notad sin embargo un nuevo rasgo de la malicia infernal de
« Vos sois el verdadero Hijo de Dios vivo (!}. » Pues bien, así como Caifas. Después de todo le que ha hecho y lo que ha dicho, no pro-
á la fe en la divinidad de Jesucristo q u e habia sido revelada por nuncia la sentencia por si mismo ; sino que finge querer recoger los
Dios á Pedro, y á la confeslon que hizo de ella públicamente, fué á votos de sus concolegas. El se vuelve háeia los miembros que com-
lo que debió el ser elevado al soberano sacerdocio de la Iglesia cris- ponían el consejo, y les dice : ¿ Qué os parece '? Quid vobis videlur?
tiana, así también la negación d e este mismo dogma y la obstina- ¡ O modestia hipócrita! ; Aparentar querer oir los votos d e los
ción en rechazarlo públicamente según las sugestiones de S a t a - senadores, después que les h a declarado les h a impuesto el
nás, hicieron perder ó Caifás el pontificado supremo de la sinagoga. suyo propio! ¡Fingir que quiere asegurarse si ellos piensan q u e
el Nazareno es digno d e muerte, cuando él mismo le ha conde-
Por otra parte, ¿ n o era justo que Caifás fuese despojadodc su sa-
nado ya anticipadamente ! ¡ O astucia infernal ! Después de haber
cerdocio, desde el instante mismo en que habia negado la divinidad
desgarrado él mismo sus vestiduras, con todas las señales del m a s
d e Jesucristo, oculta bajo el velo de la humanidad, y habia osado
profundo horror : después de haber llenado, con u n acto tal, á to-
acusar de blasfemia al pontífice eterno, de quien emana todo s a -
dos los presentes de un religioso terror; despuesdehaber calificado
cerdocio"? ¿No era justo que fuese depuesto al momento por su s u -
dchorrible blasfemia la respuesta del Salvador; después de haber de -
perior, cuyo origen y eovo poder divino habia negado, y qoe él mis •
clarado que no habia necesidad de nuevas pruebas ni de nuevos tes-
m o fuese en su propia persona el ejecutor de un castigo tan grande 1
timonios para lanzar contra él una sentencia de m u e r t e ; ¿no es una
Observad también, dice San Hilario, que él desgarra sus vestiduras
irrisión amarga preguntar á los senadoressu parecer? ¿Era esto por-
en el momento mismo en que Jesucristo se declara hijo de Dios y
q u e los ministros podían tener acaso un parecer diferente del de el
Mesías, en presencia d e toda la nación, representada en las personas
gran sacerdote, siendo así que su autoridad estaba reputada como
de sus jefes. Así pues apénas Jesucristo se descubre de una manera
infalible entre los Judíos? Por otra parte, (lice S. Juan Crisòstomo,
legal y solemne por lo que es realmente en sí, cuando rodas las som-
¿ qué libertad de sufragio podían dejar á los jueces subalternos esos
bras que estaban destinadas á figurarle desaparecen; y el sacerdo-
gritos, ese f u r o r , y la escena de escándalo, en uno palabra, que su
cio de Aaron cesa tan pronto como se eslablece el sacerdocio de
jefe habia sabido representar tan bien ?
Jesucristo ,• la ley desaparece a n t e el Evangelio, y ante el esplendor de
una tan grande majestad, el velo de las Escrituras figurado en las Así pues la respuesta del gran consejo es tal como debia esperarse
vestiduras sacerdotales se rompe súbitamente (2). Caifás, pontífice de unos viles aduladores, q u e rivalizaban con Caifás en odio contra
judio, añade S. Ocronimo, desgarra sus vestiduras; mas el soldado Jesus, que partieiban de su furor y que, de concierto con él, habian
gentil no dasgarra en el Calvario la túnica de Jesús, sino que la acordado pocos dios antes la muerte ilei Salvador. Todos se levan-
conserva intacta. Todo esto significa que el sacerdocio d e J e s u - taron de sus asientos, y esclamaron á una voz : Si, nosotros creemos
cristo, cuyo emblema son las vestiduras, permanecerá p e r p e t u a - también que merece la muerte ( T .
mente en medio de nosotros que somos los Gentiles, y que por el ¿ Cómo, verdugos, condenáis así, sin m a s exámen, á la pena d e
conlrarioél fue destruido y abolido para siempre entre los Judíos (3). muerte al autor mismo de la vida ? ; Cosa incomprensible I Pílalos,
aunque (ientil, no querrá como veremos después condenar al Naza-
s e i p o l i a l . el propriis m a n i b a s pontificaba indumeuta discerpens. ij'^i sibi est sui
reno á ciegas. El exigirá acusaciones precisas, pruebas sólidas v tes-
eíseoulor opprobrii. (Serai. i r . de País.) timonios sinceros. Él osará de todos medios, aun ilícitos, para sal-
( 1 ) T u ra Cliri.lus Filius Dei viví, (¡fallíi. 17.) varle. Seis veces declarará q u e no encuentra en él crimen alguno, y
(2) Chrisli tmjrst.-ite audita, vesteni sibi d i s c í ' d i t : ipsum videlicet, quo e o n l c - al lavarse públicamenie las mallos, doró un testimonio solemne de
gebalnr. velamciiuiro legis abrumpens. (Canoa, si. ¡n Matlh.)
(3; M i l i ; « gentilesnon scindunt timicam C h r i s l i ; sacerdotes vero s c i n d u n l d i -
f i ) Qui omnes lespondenlcs dixerunt. Reus est morti». (Marc.)
gnitalemsacerdotii sui.
q u e s e ha d i g n a d o venir á verle en p e r s o n a . Mas, en tanto q u e los
l a inocencia del Salvador. Y la s i n a g o g a y los príncipes d e los s a -
J u d í o s desconocen al M e s í a s , él se descubre á los Gentiles. J e s u -
cerdotes. en esta cuestión capital, d e la q u e depende l a libertad polí-
cristo, c o n d e n a d o p o r el soberano pontífice d e ios J u d í o s , f u n d a s u
tica la gracia espiritual y la salvación e t e r n a d e la nación e n t e r a
sacerdocio eterno. Condenado c o m o b l a s f e m a d o r d e Dios, llama á
q u e ' a g u a r d a u n Mesías d e s p u e s d e t a n t o s siglos, n o s e cuidan d e
si a todas las n a c i o n e s d e la tierra p a r a q u e le reconozcan, le b e n d i -
e x a m i n a r la c o n d u c t a , la v i d a , la d o c t r i n a y los m i l a g r o s d e J é s u s
g a n y le a d o r e n en espíritu y en v e r d a d . D e e s t e m o d o , ¡o g r a n d e z a ,
de N a z a r e t ¡ no hacen i n d a g a c i ó n a l g u n a p a r a a s e g u r a r s e d e si es ó
o magnificencia d e los misterios del S a l v a d o r I m i e n t r a s q u e figura
no cl Mesías ; sino q u e c o n f u n d e n p r e c i p i t a d a m e n t e las cosas d i v i -
c o m o culpable, o b r a c o m o j u c z ; p r o n u n c i a u n a sentencia d e m u e r t e
n a s con las h u m a n a s , y b u r l á n d o s e d e t o d o dcreclio y d e toda j u s t i -
e t e r n a c o n t r a el a l m a d e aquellos q u e q u i e r e n q u i t a r l e la vida del
c i a , sin motivos y sin p r u e b a s , b a j o la sola aserción d e Caifás, t r a -
c u e r p o ; y d e este modo c u m p l e la terrible misión q u e h a venido a
tan al H i j o de Dios d e b l a s f e m a d o r d e Dios ; ellos le n i e g a n , le con-
ejercer en el m u n d o , en v i r t u d d e la cual vuelve la vista á los ciegos,
d e n a n á m u e r t e , y s e g ú n la p r o f e c í a , corren ciegamente á d e r r a m a r
q u e conocen su estado y piden h u m i l d e m e n t e ser esclarecidos, y
la s a n g r e inoceute y d i v i n a del q u e h a b í a venido p a r a salvarles ( t ) .
c a s t i g a c o n u n a c e g u e d a d terrible á los q u e llenen la p r e s u n c i ó n d e
F i j a d t a m b i é n la a t e n c i ó n cu esta p a l a b r a : « T o d o s : Ornes. c r e e r q u e v e n . D e m o d o q u e estos c a m i n a n inciertos en m e d i o d e
F.1 Evangelista 110 la e s p r e s a sin i n t e n c i ó n . Ella es en efecto u n a es- las tinieblas del espíritu y del c o r a z o n , d e los e r r o r e s y d e los
pecie d e esclamacion sentenciosa, ó como u n g e m i d o d e escándalo v i c i o s , viven y m u e r e n sin a b r i r ios ojos, y p a s a n d e la c e g u e -
v d e dolor, q u e d e n o t a u n a g r a n sorpresa. Ella significa cuan ad- d a d temporal á la ceguedad e t e r n a : ln- judieium ego in h.unc
m i r a b l e es q u e e n t r e l a n í o s p e r s o n a j e s , todos distinguidos por su mundum veni til, qui non vident, videant; et gui vident, ciect
n a c i m i e n t o ó por su s a b e r , p o r su a u t o r i d a d ó p o r su r a n g o 110 se fianl.
encontrase u n o solo q u e tuviese bastante conciencia y bastante valor
S E C U n i PARTE.
p a r a invocar la justicia y p r o t e s t a r contra la falla d e p r u e b a s y c o n t r a
l a s i n t r i g a s manifiestas. N o ; lodos siu escepclon ratifican, y c o n -
Esta sentencia del S a l v a d o r , q u e vemos h o y cumplirse c o n t r a los
firman esta sentencia d e m u e r t e , t a n t o m a s I n j u s t a c n a n t o m a s preci-
J u d í o s en J e r u s a l e n y en el t r i b u n a l d e Caifás, h a c o n t i n u a d o desde
p i t a d a m e n t e f u é p r o n u n c i a d a : Dixermt ornes : Reus estmortis.
entonces y c o n t i n ú a a u n e j u c u t á n d o s c en todos los países del
Sin e m b a r g o , este c o n s e j o , c o m p u e s t o del soberano pontífice, d e m u n d o . A la h o r a m i s m a en q u e nosotros h a b l a m o s , gracias á los
los príncipes d e los s a c e r d o t e s y d e los a n c i a n o s del pueblo, r e p r e - esfuerzos generosos y s u b l i m e s d e los Misioneros católicos, e n v i a -
s e n t a b a toda la nación j u d í a . Y v e d aquí á todo el pueblo j u d í o , p o r d o s p o r la v e r d a d e r a I g l e s i a , y diseminados p o r toda la tierra en
el órgano d e s u s r e p r e s e n t a n t e s , n e f a n d o al Mesías que le estaba n ú m e r o d e tres mil y q u i n i e n t o s , los países idólatras, las regiones
p r o m e t i d o , q u e n a c e d e él, y q u e d e b í a reconocer y a d o r a r . m a s b á r b a r a s y m a s i n h o s p i t a l a r i a s , los pueblos e n t e r o s , sentados
M a s n o se h a c e b u r l a d e Dios i m p u n e m e n t e : Deus non irridelur! p o r m u c h o s siglos á la s o m b r a de la m u e r t e , e n c u e n t r a n la vista
No se desprecian i m p u n e m e n t e s u s luces, s u s g r a c i a s y sus i n s p i r a - del a l m a y abren los ojos á la luz del E v a n g e l i o . Los ciegos ven á
ciones. No se l e v a n t a i m p u n e m e n t e la c a b e z a p a r a i n s u l t a r su p e r - J e s u c r i s t o p o r el ministerio d e s u s n u e v o s apóstoles llenos d e s u
s o n a , su d o c t r i n a y su l e y . Ved sino á ese m i s m o pueblo herido con espíritu y fortalecidos con su g r a c i a ; J e s ú s continúa a u n desde lo
u n castigo t e r r i b l e en el m o m e n t o en q u e s e h a c e culpable d e u n alto del cielo la misión q u e principió á ejercer en la t i e r r a , y p o r
crimen t a n e n o r m e . E n el m o m e n t o e s d e s p o j a d o d e todos s u s p r i - la q u e v i n o á vivir entre n o s o t r o s , la d e esclarecer al m u n d o : VI
vilegios y d e t o d a s s u s glorias. Entonces principia p a r a él la b o r r o - qui non vident, videant. M a s en t a n t o q u e Dios, en su b o n d a d ,
rosa serie d e desgracias q u e le h a n sido a n u n c i a d a s por los p r o f e t a s , h a c e brillar la luz p a r a t a n t o s h o m b r e s , en su cólera, deja s e p u l t a -
por n o h a b e r conocido el t i e m p o de la visita, n i al S a l v a d o r divino d o s á otros m u c h o s desgraciados en las m a s horrorosas tiuieblas.
¡Ved entre otros, á los llamados filósofos d e Alemania, de Francia y

(1) Noû est qui iuvocet jnslitiam.ï el jndieet vere ; pedes eorum fld malinn eur- d e I n g l a t e r r a 1 A fuerza d e estudios, d e raciocinios} d e i n v e s t i g a -
runt ut elïuiidant sanguine»! iunoeentem.
d o n e s , hechos deístas, pauteistas ó ateos, h a n perdido las nociones Gentiles, seria m e n o s g r a v e , y sí ellos conociesen su c e g u e d a d , si
m a s seeillas d e Dios, de la Religión y de la ley n a t u r a l ; h a o o l v i - buscasen la l u z de la v e r d a d e r a fe con u n espíritu humilde y u n
dado las creencias m a s universales v m a s comunes de la h u m a n i d a d , corazon dócil, la gracia que ilumina á tantos Gentiles, los ilumina-
y agitándose en u n círculo funesto d e sistemas vergonzosos, contra- ría á ellos, y acabarían ciertamente por no caer en n i u g u n pecado :
dictorios y a b s u r d o s , despucs de h a b e r profesado todos los errores, Si circi essetis, peccatum non haberetis. Mas ellos conocen el Cris-
h a n acabado por m o r i r e n la d u d a ó en la negación de toda verdad. tianismo , y lo niegan ; la Iglesia, y l a persiguen ; el c e n t r o de la
¡ Ah I ¡ c u á n dignos sou de c o m p a s i ó n ! Su ciencia no es otra cosa que unidad, y s e alejan de él ; la enseñanza católica, y la calumnian ;
l o c u r a ; s u s d o c t r i n a s n o son m a s que horibles eslravagancias. Ellos las antiguas creencias de los pueblos cristianos, y las desechan bajo
se creen ¡lustrados, y a n d a n \ a g a n d o en la o s c u r i d a d ; ellos piensan pretesto de que r e p u g n a n á s u razón, siendo asi q u e solo c o m b a t e n
q u e v e n , y sin embargo estáu ciegos; ellos creen raciocinar, y n o s u orgullo ; ellos se glorian de compreuder el Cristianismo mejor q u e
hacen m a s que d e l i r a r ; y á pesar del soberbio título de racionalistas la Iglesia universal, y de tener ellos solos, que son d e a y e r , u n a s
q u e se d a n á si mismos, han perdido no solamente la fe, sino t a r a - luces m a s vastas que todos los doctores católicos que han aparecido
bien la razón : Qui vident, caci fiunt. en el espacio de diez y ocho siglos. Ved aqui por que son v e r d a d e -
r a m e n t e ciegos; ved aquí por que j a m á s c u r a r á n de la ceguedad, que
Yed t a m b i c n á esos herejes obstinados. I g u a l m e n t e idólatras de
es culpable en ellos, por que es voluntaria. Ellos s e r á n sumergidos
su razón individual, tienen la pretensión de entender la Escritura á
por el contrario en su ceguedad m i s m a como en u n g r a n p e -
su m a n e r a , y no hacen otra cosa q u e levantar constantemente n u e -
cado, y su obcecación permanecerá en ellos como u n terrible cas-
vas sectas s o b r e las ruinas de las a n t i g u a s ; sus cerebros enfermos
tigo : JVMRC vero dicilis : Quia « A f o n a s . Peccatum vestnim
forjan cada dia nuevos símbolos contrarios al símbolo constante de
manet.
l a Iglesia universal, y por medio de s u libre eximen van d e m o -
liendo u n o tras olro todos los d o g m a s católicos, y destruyen en s í E s t a sentencia divina se c u m p l e también a u n q u e de diverso m o d o
m i s m o s y en los d e m á s las p r i m e r a s v e r d a d e s del Cristianismo.; Des- en esos católicos q u e , presuntuosos á la p a r que ignorantes, engreí-
g r a c i a d o s ! Ellos crccn seguir la p u r a luz d e su inteligencia, y no dos con la ciencia de los Colegios, con la moral de las novelas y
hacen o t r a cosa que obedecer á l a arrogancia y á la malicia de s u
con la erudición d e los a l m a n a q u e s , s e imaginan ser m a s ilustrados
corazon. Ellos creen poseer solos el verdadero sentido de los libros
en materia de religión que los eclesiásticos m a s sabios, los h o m b r e s
santos, y no pueden descubrir los d o g m a s luminosos ni las consola-
d o r a s verdades q u e c o n t i e n e n ; y mientras que piensan poder b a s - m a s piadosos y las m u j e r e s i n s t r u i d a s e n la escuela m i s m a de la
tarse á sí mismos y p e n e t r a r mejor q u e los demás las cosas divinas, devoción. Ellos t r a t a n el Evangelio con tanta ligereza como se
se hacen d e d i a e n dia m a s ciegos aun p a r a los m a s sencillos conoci-
t r a t a r í a la mitología ; ellos d e c l a r a n q u e sus d o g m a s son demasiado
m i e n t o s h u m a u o s : Qui vident, cerci fiunt.
oscuros, sus misterios d e m a s i a d o incomprensibles y su moral dema-
i A h ! En c u a n t o á esos espíritus á quienes uua filosofía d e s a r r e -
siado severa ; ellos condenan la abstinencia, reprueban el celibato,
glada ó u n a orgullosa herejía h a hecho salir de los caminos de la hu-
milde fe, p a r a lanzarse en los senderos de todos los errores, c u á n t o desacreditan el estado religioso, s e b u r l a n de las prácticas de m o r -
m a s preferible seria que no estuviesen dotados d e razón, que n o q u e tificación y d e p i e d a d , y ponen en ridículo el p u d o r , el recato, la
abusasen de e l l a : mucho m a s les valiera no h a b e r a p r e n d i d o cosa caridad, la delicadeza de conciencia y la devoclon. ¡ D e s g r a c i a d o s !
a l g u n a , q u e h a b e r adquirido u n a ciencia funesta, m a s útil les seria
Ellos usan este l e n g u a j e porque creen c o m p r e n d e r m u c h o , y nada
ser ciegos de nacimiento, que ver f a l s a m e n t e ; m a s les valiera igno-
comprenden ; ellos s e i m a g i n a n ver, y están ciegos, y su ceguedad
r a r el Cristianismo, que combatirlo, y carecer de toda nociou del
E v a n g e l i o , m a s bien q u e interpretarlo á m e d i d a de sus deseos y de se a u m e n t a cada dia m a s : Qui vident, caci fiunt. Mas estes son
sus pasiones. Ellos serian culpables indudablemente a n t e la ley n a - ciegos inescusables porque cierran v o l u n t a r i a m e n t e los ojos al sol de
tural, mas n o a n t e la revelación positiva. Su pecado, como el d e los
la fe en su mas brillante apogeo ; estos son ciegos m a s culpables
que. los mismos herejes, porque, rechazan u n a luz que les ha a l u m -
b r a d o desde la c u n a . P o r consiguiente su c e g u e d a d , que es a la vez
el pecado y el castigo de su espíritu soberbio v de su corazon c o r -
rompido, será eterna. A W vero dieilis : Quia videmus. Paeea- que ejerce aun en el mundo de u n a manera especial y oculta, ilumi-
tum vestrum mantt. nando á los ciegos y dejando ciegos á los que ven. Porque entonces,
Y ¿ q u é es en efecto la fe de esos católicos en medio de sus p r e t e n - los hombres de presunción y d e orgullo, que pretendían d u r a n t e la
didas luces? E s una fe e n f e r m a , débil, moribunda y cuasi estin- vida ilustrarse con la entorcha de la ciencia profana, quedarán cie-
guida. U n a f e q u e pende de un cabello y q u e duda de su propia gos y sumergidos en las tinieblas estertores, in tenebras exteriores,
mientras q u e los humildes, los hombres sencillos y piadosos, que
existencia, p o r q u e ellos mismos no saben si creen ó n o , si son o no
prefieren permanecer durante esta vida en su dichosa ceguedad, en
son cristianos ¡ finalmente es u n a fe cubierta con las tinieblas de un
medio de la santa oscuridad de la f e , gozarán en el ciclo de una
corazón vicioso, mucho mas espesas que las q u e envuelven un espí- vista bienaventurada, y á la luz de la gloria podrán comtemplar á
ritu estraviado. Dios con amor por toda la eternidad : In judieium ego in huno
¡ Ay 1 Si a l g u n o de nosotros, entrando dentro de si mismo, reco- mundum veni ut, gui non vident videant; et gui vident, eteci
noce q u e este es el estado á que se halla reducida su f e ; si se siente fian!.
humillado y confundido, si tiembla al ver una f e t a n débil y tan fría
en comparación de la dclos verdaderos cristianos, quecs tan sencilla,
pero tan v i v a ; tan firme, pero tan ferviente; tan combatida, pero
tan dichosa, q u e recuerde que Jesucristo nos lia enseñado (pie la
humilde o r a c i ó n es el medio eficaz p a r a reanimar nuestra fe y para
aumentarla ( l ) .
l a religión n o es un negocio d e orgullosa discusión, sino de h u -
milde creencia; Jesucristo no vino al mundo á establecer un colegio
de sofistas, s i n o u n a asamblea d e creyentes. I.a oración es el medio
por donde se i n s t r u y e el hombre en su escuela; cuanto m a s humilde
es, tanto m a s aprende, y los progresos son en ella tanto m a s rápi-
dos cuanto m a s dócil es el discípulo. Obligad pues á vuestra inteli-
gencia á q u e t r i b u t e homenaje á la verdadera f e ; humillad vuestro
orgullo, renunciad á la vanidad de vuestras luces; desconfiad de
vosotros m i s m o s y de toda doctrina q u e no os sea presentada por la
Iglesia, depositaría única y fiel de las verdaderas creencias, maestra
inefable y c o l u m n a sólida de la v e r d a d ; humillaos y orad. Y en
tanto que los imitadores de los judíos soberbios permanezcan en las
tinieblas del orgullo, vosotros seréis milagrosamente esclarecidos,
á ejemplo d e los primeros Gentiles, nuestros padres en la fe, por
esta luz d i v i n a , que al ¡lustrar vuestro espíritu, enardecerá también
vuestro corazou helado, y os comunicará la inteligencia práctica de
los divinos misterios, el apego y el amor á las leyes divinas, y la
fuerza necesaria para cumplirlas. Desde entonces, tranquilos y fe-
lices d u r a n t e la vida, lo seréis mucho m a s despues de la muerte, y
sobre todo en ese dia solemne en que el Hijo de Dios renovará de
una manera pública y brillante el gran juicio que vino á ejercer, y

(1) Orale : A d a n g e nobis ficlern. (liare.)


f o r m a b a n u n a d i v e r s í o n de sus humillaciones y d e sus sufrimientos.
Y o n o creo q u e se e n c u e n t r e en los libros s a n t o s u n a figura m a s
viva y m a s fiel d e las i g n o m i n i a s y d e las a f r e n t a s q u e Jesús sufrió

CONFERENCIA DÉC1MATERCIA. en Clisa d e C a i f a s , vergonzoso s a n t u a r i o d e l d e m o n i o , á quien los J u -


díos ofrecieron u n sacrificio; sacrificio tanto m a s a g r a d a b l e c u a n t o
e r a m a s i m p í o ; p o r q u e ellos insultaron del m o d o m a s b á r b a r o al
l.os Oprobio«. Hijo d e Dios, modelo d e s a n t i d a d y d e i n o c e n c i a .
JPero el m i s m o Jesucristo dijo por su profeta : « N i n g u n o de los

Non confundantur tvftrmequi quf- v e r d a d e r o s fieles se escandalice ni se r u b o r i c e d e las horribles h u -


rnnl te, Deni llrael : i/iwniim propter le millaciones d e s u S a l v a d o r : .Ym confundantur super me qui qute-
íustínui oprobrium, operali ívnfusw rtml te. Domine. » F o r q u e el n u e v o S a n s ó n , desplegando la fuerza
foeiem menni. Zi hit derno* tuie comtdit
me, ti oprobria exprohroMium Ubi ee- de su d i v i n i d a d , h a r á también al m o r i r q u e se desplome l a sinagoga,
elderun/ tvperme. h e c h a el v e r d a d e r o edificio consagrado al culto d e S a t a n á s , y e n v o l -
No sean conífln,ti,tos por causa iu¡a los verá á los J u d í o s e n la destrucción de su ciudad y d e su t e m p l o . Stu
quo lo buscón, Dios do iliaci : pues por lu e m b a r g o , n o es ú n i c a m e n t e la malicia d e los h o m b r e s , sino m a s bien
«usa lio sufrido d oprobio, y lo ignominia
Ini cubierto mi roslro. I'orqoe el celo i!e la voluntad d e Dios; no es ú n i c a m e n t e el odio d e s u s enemigos, sino
lu cósame ha devorado, y las iiiii'rissde los roas bien su a m o r a r d i e n t e a la v e r d a d e r a casa d e Dios, á s u i g l e -
que le ultrajan lian coitlo sobre mi. sia, lo q u e le hace s u f r i r t a n t o s insultos y tan i n h u m a n o s t r a t a m i e n -
ifs. 68.) tos. ¡ A h í Él s e h a e n c a r g a d o v o l u n t a r i a m e n t e d e e s p i a r todos los
pecados de los h o m b r e s , y v e d aquí por q u e lodos los u l t r a j e s que los
hombres h a n h e c h o y hacen t o d a v í a á la m a j e s t a d d e Dios caen
Desgraciado S a n s o u I Cuaudo cayó en p o d e r d e los Filisteos, estos
reunidos sobre su cabeza : Qttia propter te sustinui opi.robrium,
le a r r a s t r a r o n al altar d e Dagon s u Ídolo para ofrecerle u n sacrificio
operuii eonfusio faciera mettm. Zetas domas luí" comedii me; et
d i g n o d e él, insultando en ci templo m i s m o d e esta falsa divinidad
opprobriu exprobrantium tibí ceeiderunt super me.
ai a d o r a d o r m a s fiel del v e r d a d e r o Dios. Con este designio le c o l o -
T a l es, almas cristianas, el p u n t o de vista bajo el q u e d e b e m o s
can en m e d i o d e ellos y le saeau los o j o s d e la m a n e r a m a s b á r b a r a ;
considerar hoy el g r a n d e , el p r o f u n d o y el incomprensible misterio
después, los u n o s le l i a c e n l a s m a s insultantes reconvenciones, los
d e los oprobios de Jesuscristo. Nosotros d e b e m o s ver en él los m e -
otros se b u r l a n de él y le ofenden c o n los m a s impuros s a r c a s m o s ;
dios contrarios á la sabiduría del m u n d o , con q u e la s a b i d u r . a de
estos le d a n bofetadas, aquellos le a b r u m a n con golpes t a n t o m a s
Dios quiso b o r r a r la i g n o m i n i a del h o m b r e , c o n v e r t i r y vencer al
crueles y m a s b a j o s c u a n t o q n e se dirigen contra u n b o m b r e p r i b a d o
m u n d o , á fin d e q u e p o d a m o s concluir con S . Gregorio que. c u a n t o
d e la vista y c a r g a d o d e c a d e n a s ; todos, en u n a p a l a b r a se a p r e s u r a n
m a s c u b i e r t o d e i g n o m i n i a s estuvo por nosotros n u e s t r o S a l v a d o r ,
á m a l t r a t a r l e á p o r f í a , á injuriarle y á prodigarle los m a s s a n g r i e n -
t a n t o m a s d i g n o e s d e n u e s t r a s adoraciones y d e nuestro a m o r .
tos u l t r a j e s q u e p u e d e i m a g i n a r la c r u e l d a d uuida al desprecio q u e
inspira u n enemigo detestado y envilecido ; i , . Estos indignos t r a t a -
PUI IIEUA ¡•»ITTII.
mientos c o n t r a este b o m b r e famoso se p r o l o n g a r o n hasta t a n t o que,
principiando á crecer sus cabellos recobró sus f u e r z a s é hizo desplo-
F.tgran S a n h e d r i n , presidido p o r Caifas, a c a b a b a d e declarar p o r
m a r s e el templo sacrilego, s e p u l t a n d o en sus r u i n a s A todos los q u e
u n a n i m i d a d q u e J e s ú s , a u t o r d e la bendición y d e la vida, era c u l -
pable d e b l a s f e m i a , y merecía la m u e r t e . Al m o m e n t o se hace señal
(1) Praceperunt, ut vocaretur Samson, el ant* eos luderel; ( r e l ) Ut risura á la i n d i g n a soldadesca á quien estaba confiada la custodia del preso
nobis príebeat. Qui adduclus d e careere, ludebat ante, eos; ( i r l ) Ludibrio eral
p a r a q u e le llevasen al patio de esta casa f a t a l , c o n o r d e n d e tenerle
coram ipsis. {Judie. I6¡.
del m u n d o f I . ¡Cosa increíble! ¡ El Dios de la s a b i d u r í a q u e lia i n s -
allí d u r a n t e el r e s t o de la n o c h e , p a r a d i s p o n e r ai dia siguiente d e
p i r a d o y e n v i a d o á los p r o f e t a s es convertido en objeto d e irrisión
su p e r s o n a . E n t r e t a n t o se d i o á lodos plena libertad para hacerle
como u n impostor y u n falso p r o f e t a ! ¡ Y este rostro divino, a n t e el
s u f r i r todos los u l t r a j e s d e q u e es capaz la insolencia c u a n d o va
q u e las olas del m a r se c a l m a n r e s p e t u o s a m e n t e ; este rostro celes-
g u i a d a p o r el o d i o y la c r u e l d a d . Ved a q u í pues q u e estos nuevos
tial, a n t e el q u e el sol, al c o n t e m p l a r l e s o b r e la c r u z , pierde el res-
f i l i s t e o s se a g r u p a n alrededor del n u e v o S a n s ó n s e m e j a n t e s á lobos
plandor d e s u s r a y o s ; este rostro a d o r a b l e q u e f o r m a el e n c a n t o y
h a m b i c n t o s q u e c i r c u l a n alrededor d e u n a débil o v e j a . E n s e g u i d a
las delicias d e los á u g e l e s , y s o b r e el q u e n o p u e d e n j a m á s e c h a r
principia y c o n t i n ú a hasta el dia contra la a d o r a b l e p e r s o n a del Sal-
u u a m i r a d a d e a m o r siu a c o m p a ñ a r l a con u n s e n t i m i e n t o d e v e n e -
v a d o r aquella e s c e n a b á r b a r a cuyos n u m e r o s o s escesos u o s h a n
ración ; este rostro divino, todo resplandeciente con la claridad d e la
descrito los e v a n g e l i s t a s , d e j á n d o n o s a d i v i n a r otros m u c h o s .
luz e t e r u a , del q u e p r o c e d e la gracia, del q u e desciende la d u l z u r a ,
Un solo r a s g o d e semejanza f a l l a e n l r e el n u e v o N a z a r e n o y
en el q u e brilla la h e r m o s u r a y reina la m a j e s t a d ; este roslro s a n t o
aquel q u e f u é s u f i g u r a ; y es q u e á J e s ú s n o le sacaron los ojos
y a u g u s t o , delicia d e los cielos, consuelo d e la t i e r r a , terror d e
como á S a n s ó n . C i e r t a m e n t e los J u d í o s h u b i e r a n llegado hasta este
los i u f i e r n o s , dulce objeto de, las c o m p l a c e n c i a s eternas del
csccso, s u p u e s t o el odio, la malicia y la b a r b a r i e q u e había en e l l o s ;
P a d r e celestial; este rostro... ¡ o cielos, estremecéos d e horror;
m a s u n a m a n o i n v i s i b l e les impidió cometer este ultraje c o n t r a el
tierra, a b r e t u s a b i s m o s ! el rostro del H i j o d e Dios es afeado
v e r d a d e r o t e m p l o d e Dios, coutra l a o b r a del Espíritu Santo, c o n -
por las c r u e l e s bofetadas y l a s salivas i u m u n d a s d e viles seres
t r a el c u e r p o a d o r a b l e de Jesucristo, el cual d e b i a permanecer i n -
h u m a n o s y de los m a s criminales de e n t r e los h i j o s d e los h o m -
tacto. N o o b s t a n t e , los verdugos cubrieron s u s ojos con u n a mise-
bros (2) 1 '
r a b l e venda d e h a r a p o s , por t e m o r d e s e r t u r b a d o s por la m a j e s t a d
M a s , ¡ a y ! ¡ o desgraciados j u d í o s ! L o s desacatos horribles q u e h a -
d i v i n a d e sus m i r a d a s , y p a r a insultarle con m a s libertad y m a s au-
cen s u f r i r al H i j o d e Dios son v e n g a d o s en el m o m e n t o m i s m o en
dacia : El m/ienmt rulare, faeiem ejus. (Maro. De este modo los
q u e son cometidos. ¡ Los u l t r a j e s con q u e a b r u m a n el cuerpo s a g r a d o
u n o s le e m p u j a n , los otros le m a l t r a t a n ; estos hieren su cabeza con
del S a l v a d o r sou el símbolo del horroroso aDatcroa q u e caerá sobre
furiosos golpes, a q u e l l o s imprimen en s u s adorables mejillas c r u e -
s u s a l m a s ! E n j n s t o castigo d e l a s b o f e t a d a s y d e los golpes c o n
les b o f e t a d a s ; o t r o s , ; o tormento a t r o z ! le a r r a n c a n la b a r b a ; otros
q u e a b r u m a n á J e s ú s , c a b e z a a d o r a b l e (le la Iglesia, en el m o m e n t o
en l i n , p o r u n r e f i n a m i e n t o d e desprecio, m a n c h a n su rostro s a g r a -
en q u e le t r a t a n d e p r o f e t a p o r b u r l a , p r i n c i p i a n ellos, dice Oríge-
d o c o n i m p u r a s s a l i v a s (1J. Y" p a r a manifestar q u e m i r a b a n como
nes, á s e r m a l t r a t a d o s por S a t a n á s . E l l o s reciben la terrible b o f e -
u n a i m p o s t u r a la revelación q u e él a c a b a b a d e hacer d e su divini-
t a d a q u e los a r r o j a d e la iglesia, y ios d e s h e r e d a d e v e r d a d e r o s p r o -
d a d , y c o n v e r t i r en irrisión el título y la cualidad d e p r o f e t a q u e los
fetas y de toda clase d e profecías ¡3).
pueblos le d a b a n , d o b l a n la rodilla a n t e él como a u l c u n a falsa d i -
E n t a n t o q u e manifiestan ci m a s p r o f u n d o desprecio h á c i a J e s ú s ,
v i n i d a d , le s a l u d a n c o m o á u n p r o f e t a d e b u r l a s , y le hieren d e s p u é s
y m a n c h a n su rostro con las i n m u n d i c i a s d e sus i m p u r a s bocas, se
y le dicen c o n u n a ironía cruel y u n a i n s u l t a n t e r i s a : o Cristo, a d i -
hacen al m o m e n t o s e m e j a n t e s á C a i n ; es decir el j u g u e t e y la a f r e n t a
vina cuál d e n o s o t r o s es el q u e te h a h e r i d o ; » en tanto q u e otros
del universo, y se ven despreciados de Dios y d e los h o m b r e s . F i -
le cargan d e g o l p e s y d e bofetadas a c o m p a ñ a d a s d e burlas a m a r g a s ,
n a l m e n t e al c u b r i r el rostro de. Jesucristo, dice el venerable B e d a ,
d e s a r c a s m o s m o r d a c e s y de horribles blasfemias ( 2 ) .
s e privan á sí mismos d e la g r a c i a y del conocimiento d e J c s u -
i Qué u l t r a j e ! ; Q u é i n d i g n i d a d ! ¡ O a f r e n t a del Diós S a l v a d o r ! J a -
m á s c r i a t u r a a l g u n a , por vil q u e ella sea, dice sati B u e n a v e n t u r a , ha (1) Niliil vitins in mundo lestimatum est Domino moodi. (De Per/cct. vil. 6 . )
sido t r a t a d a c o n m a s desprecio q u e lo es hoy el Criador y el señor (2) Hórrete, ceclom et Ierra, iiiiiversaque creatura : in qoam faeiem, quas inln-
lerun! injurias. (Eúthym. in Maltil.)
(1) fii viri, qui t e n t e * , illudubaut ei ctedenles. ( f c f . ) Tune espueruntín fa- (3) Colaphis eieeidernn! sancíiim Ecclesix caput : propter quod ipsi colapbi-
cu-m ejos, et colaphis eum cteciji-runt. (ü/allh.) zanturá Satona; receperunt alapam íeternam, et omni prophelia privantur. (Trac!,
(2) El interrogabant eum diccntcsPropbeliza nobis, Cbrisle, quis esl qui te in llalli,.)
percutí!. Et alia mulla blasplicmantes dieebant in eum. (Mullí,. L,„.) V. DE R. III. 10
Cristo ( l i . l o s oprobios del S a l v a d o r n o tienen p o r consiguiente d a d n i solo á la licencia y crueldad d e aquella soldadesca d e s e n f r e -
n u d a q u e p u e d a h a c e r q u e los v e r d a d e r o s cristianos se ruboricen del n a d a . P o r q u e J e s u c r i s t o , observa S . L e ó n , s u f r e este c ú m u l o h o r -

q u e es s u c a b e z a ; porque si él los s u f r e c o m o h o m b r e , los castiga a rible d e t o r m e n t o s , d e i g n o m i n i a s y de insultos, no como víctima


necesaria del f u r o r d e sus e n e m i g o s , sino p o r u n acto libre d e su
m i s m o tiempo c o m o D i o s ; Non s * f « W. 9¡« : <I<'»™«¡
obediencia, por l a l i b r e elección d e su a m o r ( l ¡ . É l m i s m o p e r -
le, Deus Israel.
m i t e e s p o n t á n e a m e n t e , q u e u n p o p u l a c h o furioso y cruel, inci-
Por o t r a p a r t e estos oprobios b a u sido a n u n c i a d o s p o r los p r o l e -
t a d o a b i e r t a m e n t e p o r el odio d e los s a c e r d o t e s , a u n q u e obede-
l a s c o n t o d a la exactitud y toda la precisión q u e se e n c u e n t r a en
ciendo en secreto l a s ordenes del i n f i e r n o , t e n g a hoy la a u d a c i a
los evangelistas. J o b , h a b l a n d o del Mesías, h a b i a esclamado : E l l o s
impía d e t r a t a r l e tan b á r b a r a m e n t e . Asi pues los j u d í o s , al licuarle
m e h a n hecho mil u l t r a j e s ; ellos h a n h e r i d o m i s mejillas con h o r -
d e i g n o m i n i a s , h i c i e r o n sin saberlo, lo q u e él mismo h a b i a d e t e r -
ribles b o f e t a d a s ; t a n c o b a r d e s c o m o feroces, sc h a n saciado, por
m i n a d o , y en t a n t o q u e estos m o n s t r u o s con f o r m a h u m a n a c o m e -
decirlo asi, con mis t o r m e n t o s ; 2 ) . Jesucristo h a b i a d i c h o i g u a l m e n t e
ten c o n t r a el J u s t o el m a s g r a n d e d e los a t e n t a d o s , DO h a c e n o t r a
p o r boca d e D a v i d : Y o h e sido t r a t a d o , n o solo c o m o el u l t i m o d e
cosa q u e servir d e i n s t r u m e n t o s á los designios misericordiosos del
los h o m b r e s , sino c o m o el m a s vil insecto «lela t i e r r a ; d e s p u é s d e
Redentor.
h a b e r sufrido toda clase d e humillaciones, h e venido á s e r el d e s h e -
E n c u a l i d a d d e R e d e n t o r y d e m e d i a d o r es como el Hijo de Dios
cho del vil p o p u l a c h o , y c o m o el oprobio y la abyección m i s m a ( 3 ) .
debia s u f r i r estos oprobios. Ellos le f u e r o n revelados en c u a n t o h o m -
F l Cristo se habia espresado p o r boca d e I s a í a s en estos t é r m i n o s
b r e desde el m o m e n t o m i s m o d e su e n c a r n a c i ó n ; y desde entonces
Yo a b a n d o n é mi c u e r p o á sus golpes y á s u s contusiones, yo otrec,
hizo s i e n i p r e d e ellos el o b j e t o d e s u s m a s a r d i e n t e s deseos y de su
mi rostro á u n dolor a t r o z , d e j a n d o q u e m e a r r a n c a r a n l a b a r b a ( l ) .
mas p i a d o s a espcctacíon ( 2 ) . A h o r a q u e h a llegado el m o m e n t o d e
A d e m á s él mismo habia a n u n c i a d o todos estos m a l o s t r a t a m i e n t o s
sufrirlos, a d m i r a su necesidad v su i m p o r t a n c i a ; considera mas
poco t i e m p o a n t c s d e someterse á ellos; porque h a b i a dicho u s u s a p o s -
bien el mérito q u e t e n d r á n d e l a n t e d e Dios, q u e lo i n j u s t o s ipie son
tóle» • V e d aquí q u e v a m o s á J e r u s a l e n , d o n d e seré llevado a n t e los
d e p a r t e d e los h o m b r e s . P o r consiguiente lejos d e a p a r t a r su rostro,
príncipes d e los sacerdotes, los escribas y los a n c i a n o s del pueblo,
él m i s m o le ofrece á los u l t r a j e s , y sale al e n c u e n t r o d e los insultos;
los cuales m e c o n d e n a r á n a m u e r t e . Mas a n t e s q u e esta sentencia se
él s u f r e las i g n o m i n i a s con la s e r e n i d a d , la paz y la alegría d e u n
ejecute, m e e n t r e g a r á n á los gentiles p a r a q u e s e b u r l e n d e m i , m e
h o m b r e q u e d e s p u e s d e u n a l a r g a espera, goza al fin del objeto d e
e s c u p a n v m e azoten i 5}. ,. ,
s u s deseos y d e su a m o r ; él los g r a b a en el f o n d o d e s u eorazou c o -
Mas s u p u e s t o q u e el S a l v a d o r , q u e sufrió estos oprobios, los hizo
m o u n a l e y , y u n a ley s u p r e m a d e sabiduría y d e caridad infini-
a n u n c i a r t a n t o s siglos á n t e s ; s u p u e s t o q u e él mismo los p r e d i j o
t a (3;. A esto d e b o a ñ a d i r q u e al decir Isaías q u e el Mesías h a b i a
con u n a t i e r n a complacencia, es e v i d e n t e q u e ellos proceden d e u n a
d e s e r s a c i a d o d e oprobios, quiso m a n i f e s t a r n o s q u e este a m a b l e R e -
causa m u v e l e v a d o ; q u e decididos en los consejos d e Dios, h a n
d e n t o r los busco con las m a s vivos a n s i a s , q u e csperimehtó el m a s
sido d i s p u e s t o s p o r s u v o l u n t a d y p r e p a r a d o s p o r su m a n o i n v i s i -
vivo deseo d e e l l o s ; á s e m e j a n z a d e u n a h a m b r e d e v o r a d o r a , al
b l e , y q u e p o r consiguiente 110 p u e d e n ser atribuidos a la e a s u a h -
considerar los beneficios q u e d e ellos n o s hobion d e r e s u l t a r ; y q u e
esta h a m b i e misteriosa d e u n a l i m e n t o t a n e m p o n z o ñ a d o ) ' tan
(1) Yelaverunl « r a , ut k « ¡ p í » r " * » «*» *»>»*&&. ( " a m a r g o , f u é satisfecha. Así p u e s , las ignominias p o r q u e tanto s u s -
Marc.) . . • „„;. piró n u e s t r o R e d e n t o r y q u e sufrió con t a n t a constancia p o r a m o r
(2) Exprobraiilos p m u s e r r a l masillara meara: salían sunl | « m s m e i -

{1
(1) Quidquid Domino illusionis el contumelia;, quidquid vexalionis, el preña;
°(3) Ego amera sunt vermis, el non homo : o p p r o b m m bominira, el abjectío
nou de necessilale toleratum esl, sed de volúntale suseeplum. (Scrm. llt. </e
(A
Pan.)
(4)"&!rpus m e u m dedi perculientíbns, genas meas vellentibus. (Is.) (2) Improperium expectasit cor meum, el miseriam. (Ps. GS.)
(5) El tradeul eum g e n t i l ^ , el iiludelur, el flagellabilur, el conspuelur.
(3) Ecce venio ; et legem luara iu medio cordis mei. (Ps. 3 9 . '
(tne. 18.)
de justicia contra los judíos endurecidos, obra también como padre
nuestro, lejos de ser para nosotros un motivo de escándalo y de amoroso un milagro de inefable misericordia con los hombres d ó c i -
liuraillaeion, deben ser por el contrario el objeto de nuestra admira- les y fieles á su ley. En este estado de humillación y de sufrimien-
ción y de nuestro m a s tierno a m o r : Non confundanlur super m tos. no es Jesús solamente, dice S. Agustín, u n justo q u e sufre, sino
qui qutennl le, Deus Israel. también un médico q u e cura ( l ) i Se le hiere en la cabeza, se le las-
Mas, ¿qué necesidad teníamos de estos sufrimientos ? ¿Qué fruto tima su rostro adorable, y por donde quiera que los judíos osan
liemos sacado de ellos 1 ¿ Quién es el que puede, no digo espresarlo, poner sus manos sacrilegas, Jesús convierte en remedio para n o s -
sino ni aun siquiera comprenderlo? Nosotros lio hubiéramos obtenido otros estas heridas y estos ultrajes. En medio de los tormentos q u e
el perdón de la desobediencia que habíamos llevado basta el d e s - le hacen sufrir sus verdugos, solo piensa en el hombre enfermo (pie
precio de la majestad de Dios, si Jesucristo uo hubiera llevado la reclama su socorro y á quién no puede abandonar. Allí, abofeteado,
obediencia a su P a d r e hasta el punto de. consentir en el a n o n a d a - a b r u m a d o de afrentas y d e insultos, no tiene mas q u e un solo pen-
miento de su gloria: Propler te sastinui opprobrium. Nosotros no samiento, el de ser para nosotros el médico compasivo sin cuya
podríamos elevarnos hasta el trono d e Dios, sí el Hijo d e Dios no asistencia pereceríamos sin remedio (2).
hubiera descendido hasta el último grado de abyección del hombre. E n efecto, añade S. Gerónimo, al permitir que le sean dados
¿Qué hubiera sido de nosotros, infortunados, si él hubiera preferido violentos golpes, expía el crimen de Adán, cabeza del género hu-
á sus oprobios la gloria que es debida ; sino hubiera hecho en obse- mano, y cura en sí mismo toda la desgraciada posteridad de este
quio de nuestra curación el sacrificio de su grandeza; si se h u b i e r a padre culpable (8). El sufre que su rostro divino sea afeado oon as-
ruborizado de nosotros, cuando 1c habíamos dado tanto motivo para querosas salivas; y con esas impurezas estertores q u í t a l a s m a n -
e l l o ; si se hubiera manifestado mas celoso por su dignidad, que chas interiores de nuestra alma, horriblemente desfigurada por el
compasivo por nuestras miserias ? Nuestra suerte, nuestro destino pecado. Él sufre finalmente q u e le cubran el rostro, porque el p e -
hubiera sido la sociedad del ángel apóstata, de cuyo eterno oprobio cado, seguu la profecía, nos oculta la cara de Dios; y por el mérito
'hubiéramos participado. Cómplices de su orgullo, hubiéramos sido de esta humillación obtiene q n e el velo d e nuestro corazon sea des-
envueltos en su mismo castigo. Y si finalmente, el rostro del H o m - garrado, de modo que podamos, por la f e y por el a m o r , contemplar
bre-Dios no hubiera sido afeado y ultrajado en la tierra, toda espe- con gozo su hermosura divina ( i ) . E n una palabra, con el mérito
ranza de contemplar en el ciclo el esplendor de su hermosura divina de estas profundas humillaciones y de estas crueles ignominias
seria perdida para nosotros. borró y destruyó el oprobio eterno que nosotros habíamos mere-
; O grandeza 110 profundidad de los misterios de la sagradaPasion cido.
de nuestro Redentor! Jesucristo, dice Orígenes, objeto de táñemeles Mas supuesto que el Redentor f u é humillado y despreciado para
ignominias d e parte de unos criminales mas viles q u e el cieno, es satisfacer á su Padre por nuestros pecados, no debemos ruborizar-
víctima, no solo de l a m a s atroz injusticia de los hombres, sino nos de él; sino de nosotros mismos. Nosotros debemos cubrirnos de
también de la severa justicia de Dios, listos oprobios, cuyos instru- confusion á vista de las heridas de nuestro corazon, de tal manera
mentos ciegos, cuyos barbaros ministros son los judíos, son exigidos ulceradas, que 110 pueden ser curadas sino con un remedio estraor-
también de una manera invisible por una ley de rigurosa equidad d i n a r i o , con las humillaciones de Jesucristo. Nosotros debemos
y pesados en la balanza de la eterna justicia. Nosotros los hemos
merecido, y ellos son la deuda que Jesucristo debe pagar por nos- ( I ) Vapulaba!, e! curaba!. (Serm. I X . de Verb. Ápoit.)
otros ¡ l ¡ . liste es pues un misterio de inmenso a m o r y de miseri- (2¡ Tcuebalor, colapbis p e r c u t i e b a l o r , irridebator, iosullabalur, el eral m e -
diáis.
cordia infinita; porque al mismo tiempo q u e en este estado de abyec-
( 3 ) Colapbis iu capul percussus esl, u ! capul huinaui generis, qnod es! Adaili,
ción total, ejerce Dios, como juez inexorable, un ministerio terrible
sanare!. (In llalli,.)
( 4 ) U l velaoiiue faeiei sua;, velamen cordiom noslrorum auferre!. Ai! enim
( 1 ) lltee paiiiur, ul nos, qui dignt f u é r a m o s omnes has infamias pali, eruerel, propheta (Is. 50.): Peceala vestra abscondcruiil faeíeoi ejns a vobis. (la Marc.)
ipse pro nobis palíeos esl. ( H o m , 3 5 . in Mallh.)
avergonzarnos de manifestar tan poco reconocimiento al médico oprobios podría n o ser absolutamente indigna de Dios. Mas las
celestial q u e no se desdeñó de b a j a r tanto p a r a curarnos. Nosotros burlas, las bofetadas, las salivas, la venda en los ojos, para hacer
debemos llorar á sus pies et orgullo que nos impulsa á colocarnos la irrisión m a s sensible y mas a m a r g a , todas estas humillaciones
en lugar de Dios, que nos hace despreciar su ley, quebrantar su j u s - ofrecen á primera vista una oposicion tal á su soberana majestad,
ticia , molestar su paciencia, despreciar su b o n d a d , someter sus que es mas fácil creer q u e él nos colmará en la otra vida de honores
divinos consejos á nuestros caprichos, oponer á su v oluntad, siempre divinos, que crccr q u e él se haya sometido e n esta á unos ultrajes
santoy siempre justa, el desorden y la malicia de la nuestra, siempre tan sangrientos. Asi como este misterio de anonadamiento es cierto,
desarreglada y siempre injusta, y digna por lo mismo de una con- asi tambícn sus promesas nos ofrecen la mayor s e g u r i d a d . ; O tierno
fusión eterna y de u n eterno dolor. Debemos finalmente con el J e s ú s ! ; Qué obligaciones tan estrechas no tenemos para con vos 1
auxilio d e la penitencia y d e la oracion aplicarnos el fruto d e la Para garantirnos m a s la certeza de los bienes que nos habéis pro-
expiación solemne que el Hijo de Dios ofreció á su P a d r e por nues- metido, habéis aceptado todos los males de nuestra humanidad, quo
tros escesos, como si él hubiera sido' culpable de los ultrajes que parecían incompatibles con vuestro estado y vuestra naturaleza: vos
nosotros hacemos continuamente á Dios. A h ! ; Si los ángeles adoran nos habéis confirmado plenamente en la fe y en la esperanza de los
esas humillaciones de Jesús, no habiendo tenido necesidad de este bienes que nos preparais en la otra vida, ai someteros contra toda
gran médico; si el infierno mismo las venera, no habiendo podido verosimilitud á u n a s humillaciones que solo convienen á nosotros.
tener alguna en la redención, ¿qué debemos hacer nosotros h a b i é n - La promesa q u e nos habéis hecho d e elegir nuestra alma por esposa,
dosenos aplicado todo su mérito yeonccdido todo su fruto ? A n o s - esas comunicaciones inefables q u e se leen cu la vida de los santos,
otros toca principalmente llorar, doblar la rodilla, y humillar nues- esos favores d e puro amor q u e les habéis concedido, esas visiones
tro espíritu y nuestro corazón en presencia de u n Dios cubierto por con que habéis consolado á tantas almas priv ilegiadas, apareeién-
nosotros de tanta ignominia. doos bajo la figura de un niño ó de un Dios crucificado; esos castos
himeneos, esos besos misteriosos; sí, todas esas maravillas son muy
No limitemos sin embargo nuestras reflexiones á este particular,
creíbles, porque son menos estraordinarias que las ignominias que
sino reconozcamos también con S. Aguslin en* el misterio de los
habéis sufrido de los perfidosjudíos. 1,0 dichosos oprobios de mi Sal-
oprobios de nuestro Salvador el fundamento sólido de nuestras
vador, vosotros sois un nuevo fundamento, una nueva garantía de
esperanzas. Jesucristo dejó el cielo, patria de todos los bienes, p a r a
la b o n d a d , de la t e r n u r a y de la liberalidad con q u e Jesucristo m e
venir á vivir á la tierra, residencia de todos los males, é hizo con
tratará en esta vida, y de la gloria inmortal q u e me reserva en la
uosotros un cambio por el que, tomando nuestras miserias visibles
otra, si le. sirvo con autor! Lo q u e h a hecho j a , es superior á lo que
y presentes, nos comunicó sus bienes invisibles y ausentes (t !. Pues
h a prometido. Si lia hecho lo q n e mas, hará también lo m e n o s ; s u -
bien, las miserias horribles que tomó nos dan precisamente l a s e g u -
puesto q u e se humilló tanto por mí, con mucha mas razón me hará
ridad de que él nos pondrá en posesion de los bienes que nos ha
participante de su gloria.
traído. Porque lo que h a hecho ya, es mucho m a s grande q u e lo que
nos h a prometido. Es mas estraordiuarío y m a s increíble que un Estos oprobios están v e n g a d o s ; ellos son voluntarios y eficaces,
Dios sufra como hombre, que no q u e el hombre participe de los de- y son para nosotros una fuente de consuelo; pero no es esto t o d o ;
rechos y d e los privilegios d e Dios. Es mas estraordinario y m a s ellos sou también gloriosos. El Salvador, dice Orígenes, no rehusó
increíble que u n Dios se h a y a humillado hasta sufrir los horribles estas humillaciones. porque su rostro marchito por las bofetadas,
ultrajes del m a s vil de los hombres, que no que el último de los afeado por las salivas y cubierto de viles andrajos, debía por lo
hombres se haga hijo de Dios, su confidente y su amigo, y que a d - mismo ser á los ojos d e la verdadera fe masglorioso que el de Moisés,
quiera derecho á su gloria y á su inmortalidad. Vna muerte sin rodeado d e u n a luz tan viva q u e la vista del hombre no podia resis-
tirla. {t) Porque la gloria q u e estas ignominias han hecho brillar e n

( i ) A d taliaeomtncrria v e n i t ; attolit nobis de rt-gionc illa boita, el iu regione ( 1 ) S o n avertil faciem suam á oonfusionc stuporum, ul mogis g l o r i f í c e l a
ttOítra pertulit mala. (Pi.)
2'-' I LOS OPROBIOS, LOS OPROBIOS. 225

el rostro adorable de Jesús, es tan grande q u e el resplandor del ros- los oprobios de Jesus. Vosotros los juzgáis incompatibles con la
tro de Moisés desapareció y s e deshizo ante ella, como la luz d e una majestad de Dios é indignos de su grandeza. Mas sin embargo no
pequeña lámpara ante el disco radiante del sol. Cuanto mas d e s - podéis negar q u e esos indignos ultrajes hechos al Redentor nos lian
preciable le hacen parecer á los ojos de los mundanos los oprobios sido útiles á nosotros los que por ellos hemos sido rescatados. Por-
y los tormentos á que se sometió por nuestro amor, tanto mas ama- q u e esta locura aparente de la cruz es la fuente de nuestra sabidu-
ble le hacen, dice Tertuliano, a l corazon délos fieles: Quanto vilior, ría ; estas ignominias son nuestra gloria ; estos tormentos del Hijo
lanío mihi ckarior. Asi humillado y ultrajado se hizo el objeto de de Dios establecen nuestro derecho á ser un dia hijos de Dios y ob-
las adoraciones del universo. Todo cuanto la tierra tiene de m a s jetos de sus complacencias y (le su amor. Y si esto es asi, estos
graude cayó á sus pies, para honrar el misterio d e sus ignominias, oprobios son igualmente dignos de D i o s , supuesto q u e nada es
y por esta marco tan vil y t a n vergonzosa en apariencia, aunque en mas digno (le la grandeza (le Dios que la salvación eterna del
realidad tan magnifica y t a n divina, penetrado y o , o dulce jesús hombre ¡ l ) .
mío, do una verdadera f e y d e u n a humilde piedad, os adoro como E n cuanto ó nosotros, herederos (leí espíritu de los apóstoles y de
á mi Dios, m i Salvador y mi Redentor, como el Salvador y al R e - los evangelistas, miembros de la sociedad de los verdaderos fieles,
dentor del m u n d o ( i ) . é hijos de la verdadera Iglesia que busca á Dios en ia sinceridad de
Esta es la razón p o r q u e , observa S. Juan Crisóstomo, los evan- la fe, no nos ruboricemos de Iss ignominias que nuestro Redentor
gelistas, á pesar de estar poseídos del mas tierno amor por la per- sufrió por la gloria de Dios, por nuestra salvación, y por el castigo
sona de Jesús, y del celo m n s vivo por su h o n o r , refieren eon un que habíamos nosotros merecido ; Voli cohfundanlvr in me qui
cuidado lan minucioso y sin omitir circunstancia a l g u n a , los t o r - qiucrunt te, Deus Israel. Procuremos por el contrario tener conti-
mentos y los oprobios que l a pérfida sinagoga hizo sufrir á sn Di- nuamente á la vista, según el consejo d e S. Juan Crisòstomo, la
vino Maestro. Moisés, que l o s halda visto en espíritu, los prefirió historia de los sufrimientos de nuestro Salvador, hacer de ella el ob-
sin vacilar, como nos lo ha revelado San Pablo, á las riquezas y á jeto de nuestras meditaciones y grabarla en nuestro corazon, porque
la gloria d e Egipto; m a s estos escritores sagrados comprendían mu- esta historia admirable nos demuestra lo mucho que hemos costado
cho mejor q u e Moisés el valor inestimable de esas humillaciones. El á su amor, y por lo mismo es tan apropósito para escitar el nuestro.
espíritu de Dios d e que e s t a b a n animados les había descubierto el A imitación de los dos mayores hombres del mundo religioso, Moisés
profundo misterio y el abismo d e gloria que en él estaban encerra- y S. Pablo, prefiramos estas santas ignominias á los vanos honores
dos. Lejos pues de pensar q u e habían de agradar al Salvador con el de Egipto, es decir, del muudo, y coloquemos cu ellas toda nuestra
relato de todas estas i g n o m i n i a s , lejos de avergonzarse de ellas, cre- gloria de cristianos (2).
yeron por el contrario que n i n g u n a cosa era m a s graude, mas su-
blime ni mas gloriosa p a r a el Hijo de D i o s , para el criador del SEÜOBl Piltre
cíelo y de la tierra, que haber sufrido unas humillaciones t a n gran-
des por amor a loshombres ¡2). ¡O estúpidos J u d í o s ! ¡ Filósofos in- Al someterse el Salvador por amor á nosotros á esta serie de do-
sensatos ! esclama á este propósito Tertuliano; vosotros os escan- lores y de oprobios en casa de Caifás, no solo obró grandes maravi-
dalizáis, y vuestro orgullo tiembla y se irrita al oir la narración de llas p a r a nuestro bien, sino que también nos dió grandes lecciones y
sublimes ejemplos.
vultos ejus, i|ujin fuil vuilui Moysis gloi-ifiealus. (Jiom. 35. tn MaUh.) Él liabia dicho en otro tiempo á sus apóstoles, y al dirigirse á
(!) Taiito inagis ab homiiiil nsboiiorandus, quanto roagispro liomioibm indigna ellos se dirigía también á nosotros : « Aprended de mí q u e soy dulce
snseepít.
(2) Atiende 'fno'l Evangelista cuín summa diligcnlia ea, qure videntur esse ex- (1) Quodeumque Deo indignum mibi expedit, et ideo Deo dignum ; nibil enim
pfctbratissinta, esponit: niliil oecullans, aul verccuudans; sed glorian) existiman, est magis Ileo dignum ipiam salus liominis.
maximam Dominatorem orbis terrarum pro uobis talia su'lineit. (Hom, 86 in (2) lLee aulem legamos continue ; hxc nostrte menti ¡nseramus ; el in bis glo-
»«oí.) liemur. (Uom. 86 in itauh.)
226 tOS OPROBIOS.
¡O santa humildad 1 ¡Virtud propia del Cristianismo, que los Gen-
y humilde d e eorazon ; si vosotros m e Imitais, adquiriréis el reposo
tiles nohabian podido espresar con su lengua, porque no tenian idea
de vuestras almas cu el tiempo y eu la eternidad, (l) » Pues bien
de ella e n el espíritu ni sentimiento d e ella en el eorazon! ¡ O santa
el Hijo de Dios, que sufre sin m u r m u r a r , sin repugnancia y eomo
humildad, cuya primer enseñanza, cuyo primer ejemplo lo dió Jesu-
si lo hubiera merecido, que se le cubra el rostro, que se le afee con
cristo I A . q u é has venido á parar en el dia d e hoy cutre los cristia-
salivas y bofetadas : que consiente ser blasfemado, insultado, me-
n o s ? Y sin embargo nosotros creemos, nosotros adoramos á un Dios
nospreciado y escarnecido, y que guarda sin embargo una aptitud
Salvador que aceptó por nuestro a m o r toda clase de oprobios, i Qué
tan humilde y tan resignada, ¿ q u é otra cosa hace sino reproducir
contradicción es la vuestra, o cristianos desgraciados, esclama
con su ejemplo la admirable doctrina de humildad y de dulzura
S. Efren, y cuán culpables sois en creer las ignominias que nuestro
que nos había enseñado y a con sus palabras? ¿ Qué otro cosa hace
Salvador sufrió por vosotros, al escuchar su trágica historia, y sin
sino establecer la dulzura y la humildad como la única divisa d e los
embargo conservar á vista d e estas humillaciones del Dios d e la ma-
suyos y eomo el camino real d e la salvación eterna ?
jestad, u n espíritu vano y altanero, un eorazon arrogante y sober-
Mas, ;ay 1 ; c u á n pequeño es el número de los cristianos quecono- b i o ^ ) 1 j i h ! concluyes. Ambrosio, la memoria délas ignominiasde
cen y comprenden esta lección I ¡ Y cuánto m a s pequeño es todavía Jesucristo debería estiuguir entre los cristianos lodo conflicto escan-
el número de los que la practican, no solo en el mundo libertino y daloso de preeminencia, toda pretensión de orgullo, todo deseo de
corrompido, sino e n el mundo q u e conserva un resto de religion y engrandecimiento, en una palabra todas las exigencias ridicnlas
de piedad 1 d e la vanidad. Entre los discípulos, cutre los servidores de u n
E n efecto, sino puede decirse que la mayoría de los fieles se e n - Dios profundamente humillado, una sola rivalidad es permitida:
tregue descaradamente y sin medida á los instintos groseros d e los esta consiste en esceder á sus hermanos en humildad (2). Asi
sentidos : si es cierto que el mayor número no es esclavo de los seo.
crueles furores de la concupiscencia : lo es sin embargo que son muy
pocos los que forman un escrúpulo del deseo de los honores, de los (1) Ttomimis tuus. infelix, ¡u opler le spnta e l oppróbria p a ü l u r ; lu vero, super-
arrebatos de la ambición, y d e las ruinosas locuras del lujo y de la b i a limidus, h.'ec audis. (Serm. Je Pan.)
vanidad. Se encuentran muy pocos que se reconvengan á sí mismos ( 2 ) lina d a l u r ómnibus forma sentenlñe : lit non d e p r a i a l i o n e jaelanda sil,

su miserable orgullo; la mayor parte no quieren desengañarse á sí sed d e humililale conleulio. (üb. 1 0 . In tac.)

mismos y confesar sus faltas ; y mucho menos sufrir las reprensio-


nes de otros aun cuando su injusticia sea notoria, sus desórdenes
públicos y sus faltas evidentes ; ellos se creen en el derecho de sa-
crificar la inocencia misma para justificarse.
Pero, i qué hablo yo de escrúpulos? Esos sentimientos, esas exi-
gencias, esos arrebatos son á los ojos de esos hombres una especie
de deberes que es necesario cumplir para conservar la reputación
del nombre, el esplendor de la familia, el honor de la persona, los
miramientos del estado, la dignidad del cargo y el respeto de la au-
toridad y bajo pretesto de estas frases, bajo el velo de estas conve-
niencias, inventadas por el amor propio, acreditadas por la vanidad,
i no se oculta un orgullo inmenso, un inmenso amor propio y un
desprecio absoluto de los demás ?

( I ) Iliscileà me q u i a mili) sum, el h u m i l i i o t i l e : el i n v e n í a i s requiem ani-


malios vesuis. (¡íallh.)
él creia tener, pero q u e no encontró en el momento del com-
bate ( l ) .
Obcecado por su presunción, uo conocía Pedro su flaqueza : mas
CONFERENCIA DÉCIMAOJARIA. Dios permite su caída para convencerle de su fragilidad, y darle así
esla grande lección que muchos siglos ántcs había dado por boca del
1-a . V e g a e i o n lio S a n Pedro. p r o f e t a : o El hombre no tiene en sí mismo mas que el poder de per-
derse ; en Dios solo está su fuerza, su sosten y su apoyo : Perditio
Illa, Israel-, tantummodo in me auxilivm tuum. El hombre pues
Perditio lúa, lirael; laahmmoito In nada puede sin la asistencia de Dios. Esta importante verdad es el
ir.e auxiltmn luum. fundamento de toda la moral cristiana; Jesucristo, dice S. Agustín,
Tu perdición oace «le ti, Israel; solo en h a querido enseñar en la persona de Pedro á todo el género hu-
mi está lo auxilio.
m a n o (2).
¡Osíe, (3.)
Rajo este punto de vista debemos considerar en el dia de hoy este
triste episodio d e la Pasión del S e ñ o r , ántcs de salir de casa de
Caifas. Él nos ayudará á persuadirnos q u e , abandonados á nosotros
P a r a curar al h o m b r e de uua grande presunción y de un orgullo mismos no podemos hacer otra cosa que correr á nuestra perdición:
cscesivo, permite D i o s , dice Sto. Tomás q u e caiga en grandes que nuestro deber es poner nuestra confianza en solo Dios, y uo re-
pecados ( l ) . currir mas que á él, si queremos s a l v a r n o s : Perditio lua, Israel;
Pues bien, tal vez n i n g ú n hombre tuvo m a s necesidad que Pedro tantumniodo "> me aitxilivm tuwn.
de este remedio tan triste y tan humillante para ser curado. Kl amaba
tiernamente á su Divino Maestro; pero le amaba mas bien por sim- PBIIICIU PARTE.
patía natural puramente h u m a n a , observa S. Agustín, que p o r
ci don de esa caridad sobrenatural que forma los m á r t i r e s , y Cuando Jesús cayó en manos de sus enemigos, todos sus apóstoles
ron un apoyo tan frágil creyó que sus fuerzas igualaban sus de- le abandonaron, y Pedro salió huyendo lo mismo q u e los d e m á s :
seos (2). Omnes relicto en, fugerv.nl. Así se cumplieron estas palabras del
Por otra parte, a p e s a r de las advertencias reiteradas de su a u - profeta : o Todos los que estaban intimamente unidos á m í , se a l e -
gusto Maeslro, no cuidó de formarse con la oracion un escudo con- jaron de mí cobardemente. ;;:s » Sin embargo, animado Pedro de u n
tra las tentaciones. P o r el contrario, creyendo poseer en si mismo amor mas ardiente q u e los otros á J e s u c r i s t o , y m a s confiado tam-
fuerzas bastantes p a r a triunfar de todo, llevó la temeridad hasta el bién en si mismo, se volvió pronto alrás y se puso á seguirle de le-
eslremo de arrojarse voluntariamente al peligro, en el que le había jos : Petrus autem sequebuhtr ó longe, porque no podia resolverse,
anunciado el Salvador que perecería de la manera mas lamentable. dice Orígenes, á separarse enteramente d e su Divino Maestro (4).
L e era necesaria esta caída, dice S . Juan Crisóstomo, para que pu- Esta conducta, a ñ a d e S . Ambrosio, escita en nosotros un s e n t i -
diese tocar con la m a n o su propia flaqueza. f i o es esto decir que miento de admiración y de respeto hacia Pedro, pues q u e á pesar
Dios le impulsó al pecado, sino q u e le retiró los auxilios de que su del temor estraordinario que,le inspira el odio de los Judíos, 110
orgullo le había h e c h o i u d i g n o ; le altaudonó á su valor a p a -
reute y á su miseria r e a l , y le dejó á merced d é l a s fuerzas que (1) Sed desertnm dereiiquit. ol suain ipse inlelligal imbeciilitatem. (Hom. SI.
iu Joan.)
(t) l'ro superlúrc remedio perinitlit Déos ruere b'omjocm in aliqua peccala. (2) Ideo e. t'ctrum deseruit, ni in illo lúlum humanum genus possétágnoscere
(22. lüS.... 6.} nihil se sine Dei gralia valere, (ierra. CXX1V ,lc Temp.)
(2) Cbarilatem marhrum Petras non bíbait, cumdomioum nejasil. IDc Ora!. (3) Qui juxla me erani, de longe stelerunt. (l'>- 37.)
'ilib. Arí,.) (4) Seipiilur de longioquo, ñeque lamen reeedens ab eo. (Trac!. 31. in itatth
2 3 0 1 4 NEGACION DE SAN PEDEO. EA NEGACION DE SAN PEDBO. 231
¡bandona enteramente al Salvador. El temor fué producido en este efecto, el Evangelista advierte que la insistencia de Pedro en pene-
apóstol ñor la fragilidad de su naturaleza; su empeño cu seguir los trar en la casa del soberano pontífice fué con el solo objeto de ver
pasos dé Jesucristo es la prueba de su tierno amor (1). Mas, pobre con sus propios ojos el desenlace de aquel drama. Pues bien, Jesu-
Pedro, a ñ a d e e n e s t e lugar S. Agustín; | a h ! | cuan diferente es de lo cristo habia anunciado y a cinco dias ántcs á Pedro y á los demás
que era 1 Tan generoso como había estado e n promesas, tan tímido apóstoles q u e en el discurso de aquella misma semana seria c o n d e -
se muestra, y tantas precauciones toma cuanto se acerca el p e - nado á muerte y crucificado, pero que habia de resucitar al tercero
ligro 1 (2). dia. SI Pedro hubiera conservado 1a fe q u e debia á esta revelación
S. Ambrosio esclama á su vez: \ Ay 1 este apóstol desgraciado ol- del Salvador no hubiera necesitado presentarse como curioso en casa
vida el oráculo divino que amenaza con una muerte cierta á todos de Caifas, para saber cómo iba á terminar esta dolorosa escena, su-
los q u e se alejan de Dios (3). Así cuando los Evangelistas hacen no- puesto que y a sabia q u e acabaría por la muerte, y despues por la
tar que Pedro seguía á Jesús desde lejos, nos hacen presentir q u e Resurrección de Jesucristo. Por consiguiente, la presencia d e Pedro
se halla á punto de serle infiel, pues que seguramente j a m á s hubiera en este tribunal inicuo indica, según el parecer de S. Hilario, que. la
negado á su Maestro si se hubiera mantenido siempre m a s cercano f e divina fué reemplazada en él por una curiosidad puramente h u -
á él (3). m a n a ; que él no creía, ó q u e solo creía d e u n a manera imperfecta
Con un eorazon irresoluto y helado llega Pedro á la casa d e Cai- las palabras de su maestro que habían anunciado su muerte y su
fas, donde la soldadesca habia llevado y a al Salvador. F.1 consigue resurceeion, es decir, su triunfo sobre, la muerte, y finalmente la
penetrar en ella por la mediación de uno de los discípulos de Jesu- caída de su discípulo ( t ¡ .
cristo, amigo del pontífice, sin sospechar siquiera q u e él mismo se Sin embargo, vedle reunido á un grupo de hombres del pueblo
mete en el lazo. Apenas entra en el patio d e esta fatal casa, cuando bajo, de los que cada cual habla todo lo mal que puede de Jesús d e
se mezcla con la turba d e soldados y de criados, se pone á conversar Nazaret, él afecta un aire de indiferencia, con la esperanza de que
con ellos con la mayor familiaridad y f r a n q u e z a , y se acerca al no será reconocido por discípulo suyo. Mas ¡ ay I que esta frialdad
fuego para calentarsecon ellos (5). Pero, ¡ q u é ! ¿ d e b í a u n discípulo, que le impide defender á sn Divino Maestro es un presagio muy
un amigo d e Jesucristo elegir este momento para sentarse cómoda- triste. Es un primer paso hacia la infidelidad. Y en efecto, él niega
mente j u n t o á la hoguera, mientras q u e se intentaba u n proceso de á Jesús basta tres veces. ¡Ahí dice S. Agustín, cuando el médico ce-
muerte contra su Divino Maestro? | D e tal manera, dice S . J u a n lestial predijo esta traición de Pedro, habia tocado y a su corazou y
Crisóstomo, se ha resfriado el zelo t a n ardiente d e P e d r o , que habia reconocido la enfermedad q u e e n él habia. E s en vano que
tiene necesidad de calentarse en el hogar siniestro de la casa de Pedro, acometido entonces por fiebre ardiente, quiera pasar por u n
C a i f a s ! (6). hombre lleno de s a l u d : la atención sobreviene, y Pedro, que hasta
Mas i ay 1 no essolo la caridad la que se h a resfriado en el corazou eutonces no habia consentido declararse enfermo, sucumbe al cho-
del principe de los apóstoles, sino también su fe cu Jesucristo. E n que. de una simple pregunta (2). En efecto, á la claridad de aquel
fuego infernal,, aute el cual este discípulo sentía helarse su espíritu
en tanto que se calentaban sus miembros, la mujer encargada en la
(1) Pelrus in h o c n o l i s esl máxime admiralione r e v e r e n d u s ; Dominum non
deieliquit eliam curo limerel. Melus nalurai e s l ; cura pielalis. ( V b . 1 0 . / "
custodia de la casa le, reconoce y le señala á todo el m u n d o como
( 2 ) Pelrus promissor egregius ctepit a m b u l a r e longinquias. (Serm. I I I . de uno de los discípulos del Nazareno. Con una serenidad i m p e r t u r -
Temp.) bable que se asemejaba á la inocencia, levanta Pedro la voz de modo
(3} Eceequi elongant se a le peribuuL (Pe. 7 2 . )
( 4 ) Bene a louge sequebalur, jam proximus n e g a t o r : ñ e q u e euim negare po- (1) Humana curiositate scire eupiebal quid judicaret de Domino Pontifex.
luisset, si Chrislo proximus adhiesissct. (Lib. 10. In Luc.) (Canon 3 2 . In MdUk.)
£2) Audivil a medico quid i n se agerelur : febriens enim sanura se dixeral.
( 3 ) t r a t aulem enm eis et P e l r u s slaus, el calefaciens se. (Joan.)
Cordis venam ¡lie laogebal. Ventum esl ad lenlalionem, el inleirñgalus,succubuil.
(6) P a p a quo sopore calor ¡lie veiiemeos Pclri contabuerat. (Ilom. 82. In
(la I'i. 110.)
Joan.)
que pueda s e r oido de todos y responde sin turbarse: M u j e r ; yo no rabie S e d a , se cumple á la lelra la predicción del médico celestial;
conozco al h o m b r e de quien me hablas, yo no sé siquiera lo que el enfermo está convencido de presunción; porque Pedro se habia
quieres d e c i r m e (l}. En seguida se relira de alli y se mezcla entre la gloriado d e q u e daria su vida por Jesucristo, y lijos de esto, hace
soldadesca. M a s ¡de qué le sirve! A p é n a s h a pasado una h o r a desde justificar por el resultado lo que habia anunciado Jesucristo: q u e
su primera infidelidad, cuando-niega á Jesús por segunda vez. Otra Pedro le negaría tres veces (l)
criada acaba d e reconocerle igualmente por uno de los discípulos del Mas, i o palabras de sacrilegio.? de h o r r o r ! ¿cómo al pronunciarlas
Nazareno; e l l a lo hace notar á los q u e componen el mismo grupo, 110 sintió Pedro temblar sus labios, helarse su lengua y romperse su
y todos c o n f i r m a n su testimonio; ellos le habían conocido igual- corazon? ¡Ab! Él llamadespreelabteypeligroso ikmiiam hmetum
mente. En e s t e momento se turba P e d r o : « ¿ Qué decís? csclama, dicilis) al que en otro tiempo, según la inspiración de Dios Padre,
¿ q u é decís ? Y o no conozco á esc hombre, ni aun de oídas. » Y para reconoció y confesó por Dijo de Dios. {Mott. 16.) Después d e haber
apoyar sus p a l a b r a s hizo un horrible j u r a m e n t o ; » . jurado y protestado muchas veces que no se separia jamás de él, re-
chaza ahora como una odiosa calumnia el honor de ser su discípulo,
Despucs d e estas dos caídas tan lamentables, ¿ quién no esperaría
y aun se ruboriza de conocerle. ¡ Ah! V i d aquíal primero de los dis-
que Pedro s e h u b i e r a apresurado á alejarse de aquel lugar funesto ?
cípulos de Jesucristo, esclama S. Agustín, aquel á quien el Salvador
¡Ab ! ¿Cómo podia estar segura la fe del discípulo en el lugar en q u e
amo lauto, y distinguió entre Iodos los d e m á s , vedle aquí r e n u n -
el Maestro e r a condenado á muerte como blasfemo ? Mas no; Pedro
ciando públicamente su título de cristiano, vedle haciéndose apóstala
circula desde el pcrlieo hasta el p a t i o , él pasa de la luz. á la oscuri-
y abjurando la doctrina, la fe y la Iglesia de Jesucristo (2). ¡ O pe-
d a d , pero 110 p n e d e resolverse á abandouar esta mansión homicida.
cado monstruoso! ¡ O espantosa c a i d a !
Entre tanto, u n o délos soldados scacercaá éi y l e d i c e : «¿Cómo estás
Suspendamos nuestra admiración y nuestro dolor á vista de una
tú aquí ? Y o t e conozco: tu eres de la comitiva del preso. » Pedro lo
falla tan grande, porque la infidelidad de este gran pecador es una
niega, y p r o t e s t a alzando fuertemente la voz. Mas el soldado replica:
lección saludable para todos los justos, como observa S. A m b r o -
« E s e s c u s a d o q u e lo n i e g u e s ; tu acento galiieo es una prueba de que
sio (3). En efecto, si los cuatro evangelistas refieren unánimemente
tienes una p a l H a comim con el ¡Nazarenóy d e que h a s vivido con él (3).
esta caída con sus mas pequeñas circunstancias, no es, dice Teofi-
\ los g r i t o s q u e dan durante este allercado, acude, entre otros
lacto, para humillar al principe de los apóstoles, sino p a r a d a r á
muchos, u n pariente de aquel Maleo á quien Pedro habia cortado
todos los fieles una instrucción solida é importante, y hacerles com-
la oreja en G e t h s e m a n i , y l e d i c e : « ¿Cómo te atreves á negar que
prender euán culpables son los que buscan en sí mismos la fuerza
eres discípulo d e ese hombre? Pues q u é , ¿no te vi yo con mis propios
q u e solo deben esperar de Dios !4).
ojos que e s t a b a s en su compañía e n el huerto de las Olivas? (4).
Oigamos algunas reflexionesgravesy utílesquelossaniosPadresnos
Pedro no se a c o b a r d a ni se confunde con tantos testimonios. El in-
han dejado acerca de esto. En primer lugar la caída de S. Pedro, dice
siste cada vez m a s en su negación; él disimula la molestia, el dis-
S. Juan Crisóstomo, prueba altamente la naturaleza de la flaqueza hu-
gusto y la c ó l e r a , y uo contento con ser perjuro. lanza contra si y
contra los o t r o s imprecaciones horribles, repitiendp en alta voz:
f t ) Eecc mediei est completa p r a d i t i o ¡egroli convicta pnesnmpUo. Non emm
« Y o no soy discípulo d e ese hombre, yo no tengo nada de común
factura est quod ¡ose dixorai : Animam meam p r o le ponatn -, sed quod Ule priedi-
con él, ni a u n siquiera le conozco (5). » De este modo, dice el vene-
x e r a t : T e r m e negabis. (In Joan.)
( 2 ) ríescio quid dieis : eral hoe uoo solom n e g i r e se discipulum C b r i s t i ; sed
(1) A l ille n e g a v i t eoram ómnibus d i c e n s ; >"on novi illum, ñeque novi quid etiam se esse c l m s t í a n a m , hoe esl fidem, Christi : nemo onim credidit ¡ncognitis.
dícos. (Miirc. Luc.) (Trae!. 113.in Joan.)
(2) El i t e r u m negavit cura j u r a m e n t o d i c e n s : Quia non novi llominem. (Mollh.) ( 3 ) E r r o r P e n i doctrina justorum est. (ti!/. 1 0 . la Luc.)
(3) Vere et t u e x iliis e s ; nam el toqueta lúa mnniieslum te faeit. (llatlh.) i l ) Evangelista: omnes d e P e n o seripserant : nou discipnlum acensantes, sed
( 4 ) Nonne egó'.te v i d i í n h o r t o e o m i lio ? {Joan.) nos e n d i e n t e s : Qoam malura sil non lotom Ileo tribuere, e l in seipso conCdere,
(5) Ceepit onatheiralizare el j u i a r e et d e t e s t a n quia non novi liominem b u n c (In Joan.)
queni dicilis. (Malrlt. liare.)
534 LA NEGACION BE SAN PEDRO. LA NEGACION 0 E SAN PEDRO. 235

mana cuando 110 cuenta con el a u x i l i o d c D i o s ( l ) . Además, a ñ a d e S . Y sin embargo Pedro no puede resistir un ataque tan débil; él
Bernardo, nadie debe admirarse de que los demás caigan, supuesto tiembla, él vacila, él cae. ¡ C a á » f u n e s t o es. esclama S. Máximo, el
que cada uno de nosotros puede á eada momento añadirsu error á los poder de la mujer p a r a arrastrar al hombre á su ruina I En otro
errores de otro. Lo que sucedió á Pedro puede sucedemos á todos, tiempo una m u j e r sedujo al primer hombre recien salido de las ma-
El mal que comete un hombre, puede cometerlo igualmente otro, nos del Criador: y al presente otra mujer hace apostatar al primero
sea cualquiera su carácter y su condición. El hombre no es mas que de los discípulos que Jesucristo habia elegido. O hombres, concluye
un poco de barro, y asi como todos los hombres están formados de el mismo santo, aun cuando seáis fuertes como Sansón, profetas
u n mismo barro y tienen un mismo origen y una misma naturaleza, como David y sábins como Salomón; ¡ ah 1 si no quereis desmentiros
todos están igualmente sujetos á las mismas flaquezas (2). La deplo- á vosotros mismos, no tengáis demasiada familiaridad, no t e n g a i s r e -
rable caída de Pedro, prosigue Teofdacto, se observa diariamente laclones demasiado tiernas con ese sexo seductor; miradle como un
en un gran número d e cristianos. Cada pequeño deseo es como u n a peligro y huid de é l ; porque él es el arma de que se sirve el demo-
criada artificiosa q u e asedia al h o m b r e , le reconviene y le hace nio para abatir la virtud mas robusta, las almas mas fuertes y los
caer (3). En primer lugar, sorprendidos y aterrados á vista d e t a n corazones mas fieles (1).
gran caída, debemos temer continuamente por nosotros mismos, S . Gerónimo hace á este propósito uua cuarta reflexión, y es que
y pedir á Dios con el profeta que nos sostenga y nos salve; porque si el primer pecado de Pedro fué. u n a simple negación , una simple
el justo cae, ¿ q u é será del peccador ( 4 ) ? mentira, Mas al perseverar este apóstol en su negación, pasó de la
E n segundo lugar Pedro no sucumbe, observa Teofilacto, sino mentira al perjurio, del perjurio á las imprecaciones, de las i m p r e -
porque omite la vigilancia y la oración que Jesucristo le habia reco- caciones á losanalemas, y finalmente de los anatemas llegó hasta
mendado especialmente. ¡Temblad pues, o vosotros á quienes el las blasfemias. ¡Qué camino ton horrible recorrió cu el espacio de
enojo, la indolencia ó la frialdad alejan del servicio de Dios! Temblad tres horasI De precipicio en precipicio, de abismo en abismo fué
al ver, p o r e l ejemplo d e esteapóstol, la fuerza y el poder (pie tienen cayendo hasta sumergirse en la sima de la infidelidad : Primo ait:
sohrelasalmastibiaslasasechauzasylastentaeionesdeldemonioís). Natío quid dieis. Secundo cum juramento neqal. Tertio ciepit
En tercer lugar, no es el formidable tribunal d e ios sacerdotes, de detestar i! ; Tal es la historia del eorazon humano, continúa el santo
ios magistrados y d e los escribas, observa S. Juan Crisóstomo, el doctor; tal es vuestra historia, o vosotros los que principiáis la car-
que procede al interrogatorio d e P e d r o ; no es ningún hombre inves- rera del mal! Si vosotros despreciáis las pequeñas f a l t a s , ellas os
tido de autoridad quien le echa en cara ser discípulo de Jesucristo. arrastrarán á una rápida pendiente. Acumulando continuamente
Nadie le amenaza con azotes ni con la muerte. Una simple mujer le pecados sobre pecados, y aumentado eada dia mas su número y su
interroga, y una m u j e r que apénas puede llamarse así, porque es malicia, vosotros os precipitaréis bien pronto en el abismo de la cor-
u n a humilde criada encargada en guardar la puerta d e la casa, en rupción y del endurecimiento (2).
una palabra, una vil esclava (6). E n quinto lugar, Pedro, según observa S. Ambrosio, no niega á
Jesucristo en el monte ni en el templo, sino en el pretorio de Caifás,
donde el Salvador se halla cargado de cadenas, y donde por eonsi-
( 1 ) Inlelügile quam sitintbceilla humana natura, cum Deus deser¡l.(tfom. S2.
la Joan.)
est e o r u m , qui auctoritate sua possit tormidiriem iucutere. Mttlier eum simpilct
( 2 ) Quidquid illi accidit e l tibí accidere polesl; quia h o m o es. H o m o de h u m o ;
l i m u s d e l i m o . (Mtjit. c. 3.J voct ¡olerrogat, e l forte nee prodituta eoufessum; nec lamen mulier, sedpuella
osliaria. vile tnaneipium (In MaUk.)
(3) Quod ( u n e aecidit Petro, n a n c videre licct eveoire m u l l í s . A r g ü í ! homiocm
( 1 ) Diabolus fideles viros per mulleres appugnare consocsit. (I>c Panium.
ancilla parva qua-dam v o l u p l a s ; slalimque ilegal. (In Joan.)
Pelr.)
(4) Salvum m e tac, D o m i n e : quouiam deíeeil sanclns. (Pial. 11.)
(2) Perseverare qnippe in peeealo dat scelerum incrcmentum. Qui mínima sper-
(3) Hórrenme», considerantes q u a n t u m contra remissos valeanl insidias diabob
(In. Cae.) nil, cadit in m a j o r a . (In Mauh.)

(6) S o n illi flagelta, non illi sunt admota tormenta. Qui eum interroga! millos
•>3fi I Á NEGACION D E SAN PEDRO. LA NEGACION D E SAN PEDRO. 237
guíente la verdad se halla condenada y la justicia prisionera ; i ) . F.l huyese muy lejos y se salvase en la montaña (i¡. Esto significa que
venerable Reda o b s e n a igualmente q u e en la sociedad de los impíos no basta huir las relaciones, las sociedades y los lugares donde arde
es donde Pedro no reconoce ni aun por hombre á aquel Jesús que el fuego de la voluptuosidad, sino que es necesario darles u n eterno
habla reconocido públicamente en otro tiempo, en medio de los dis- á Dios. En vano nos lisonjearemos de no caer, sí volvemos á las oca-
cípulos líeles, por el Hijo de Dios vivo. No procuréis, cristianos, i n - siones q u e nos habían vencido ya. ¿ Veis esos soldados de cera que
troduciros en los palacios de los grandes, de donde la justicia y la sirven de entretenimiento á los niños? Armados de p i é s á cabeza,
religión se hallan generalmente desterradas, y donde cuasi siempre aparentan fuerza y vigor, y parecen animados de u n valor marcial.
se ve el hombre obligado á ruborizarse del pudor, á avergonzarse de Pero, que. se les acerque al f u e g o , y veréis que pronto se descom-
la devoclon, á lisonjear el vicio, á aplaudir el crimen y hacer traición pone su marcial continente; poco á poco su falsa armadura se.
á la verdad. Huid d é l a s reuniones p r o f a u a s ; g u a r d a o s de manifes- desprende y c a e ; su mentida fiereza se derrite y desaparece, hasta
t a r ligereza en medio de los enemigos de la religión y de la piedad. q u e reducidos á una masa liquida dejan de tener forma alguna.
Si no, acabaréis por adoptar poco á poco sus ideas, os plegaréis a Tal es, según las palabras del profeta, la condiciou del hombre que
sus sentimientos, hablaréis su lenguaje é imitaréis sus acciones. se esponc á los peligros, cu que h a hecho y a la espcriencía triste
¡Y cuántos son, g r a n Dios, los q u e , vencedores al principio de las de su flaqueza (2;. Sus juramentos, sus protestas d e prudencia y d e
m a s violentas pasiones» mientras permanecían e n el retiro d e s ú s firmeza, verdaderas armas de c e r a , se disipan al primer fuego que
casas, s u c u m b e n desgraciadamente después bajo el arma terrible de la ocasion enciende. Todas las buenas resoluciones se o h iilan; todas
los respetos h u m a n o s , desde el momento en q u e se hallan espuestos las fuerzas se paralizan; todas las ¡deas d e virtud y de deber se os-
al contacto del mundo (2) I curecen. El espíritu se t u r b a , el corazon se ablanda, y entre la se-
Finalmente, S. Agustín observa, que Pedro era u n a columna, ducción que se hace mas fuerte y la voluntad y a debilitada, se duda
q u e era la piedra f u n d a m e n t a l de la Iglesia. A pesar de eslo, a r r o - un momento, y al fin se sucumbe. ¡ Ay 1 dice la Escritura Sagrada,
jándose en medio del peligro y esponjándose á la ocasion de pecar, perece siempre en el peligro el (pie, en v ez de huir prudentemente
vacila al primer soplo de la tentación, y cae d e la manera mas e s - de él, tiene la loca temeridad de, buscarlo. Seria un milagro conlra
pantosa en el abismo de la apostasía (3¡. Y ¿cuál suerte será la vues- las reglas comunes d e la asistencia divina, si protegiera una presun-
tra, hombres del siglo, frágiles c a ñ a s , si os esponeis á los peligros ción como esta. Por fuerte, por virtuoso que se suponga al hombre,
d e un contagio capaz de corromper á los mismos santos ? ¿No os ma- no es cosa estraña verle c a e r , pero seria cosa estraña verle sos-
nifiesta el ejemplo de Pedro el modo con q u e Dios, para castigar tenerse sin pecar en la ocasion peligrosa q u e h u b i e r a buscado él
vuestra t e m e r i d a d , puede privaros d e todas sus I uccs, y quitaros toda mismo (3).
vuestra fuerza ? ;,No os muestra del modo m a s sensible la terrible Puede negarse tí Jesucristo de diversas maneras. E n efecto ¡ cuán-
prontitud y el irresistible poder con que la ocasion acomete al cora- tos cristianos v e m o s , dice S. Lorenzo J u s t i n i a u o , q u e imitan la
zón, lo s u b y u g a , lo abate, lo arrastra, y lo convierte en juguete mi • temeridad de P e d r o , q u e hacen Inútil en ellos la fe d e Jesucristo
serable d e todos los vicios ? ¡ A h ! hermanos mios, el ángel del Señor que han recibido de Dios m i s m o , y que en tanto q u e coufiesan á
mandó en oiro tiempo á T.ot, no solo que saliese apresuradamente de Dios con la boca, valiéndome de las palabras de S a n Pablo, le nie-
Sodoma p a r a n o ser consumido por las llamas q u e iban á devorar gan con sus acciones [4¡! En efecto el primer acto d e la fe cristiana
aquella ciudad, sino también q u e se alejase d e sus alrededores, que
(1) Ne stes in omui circa regione. In montem salvum t e iue. (Ileuei. 19.)
( 2 ) Factum est cor raeuni tanquam cera liqueseens. (Pial. 21.1
(1) Non negal in monte, non neg.it ¡u templo, sed in p n c t o r i o . llii negot, ubi
( 3 ) Qui amat p e r i c u l u m i n ¡lio peiibit. (EccI. 3.)
Cbrislus ligólas e s t , ubi veritos non est. (la Ijie.)
( 4 ) Q u o t , ore quotidie eernimus irrilam faeientes qimm pcreeperuill lidem :
(2) Quanl novia sunt p r a v o r u r a conciba 1 I n t e r infideles P e l r u s h o m i n e m negavit
d u m . j u s t a Apostoluot, confitentes se nosse D e u m , l'aelis autem negant. •De Chrui.
qoeui Ínter discípulos D e u m confessus est, ( / o More.)
Agón. e. s.)
(3} Ecco columna íirmissimaad unius a u r a m tenlalíonis (ola c o u t r e m o i t . (Truel.
113. In Joan.)
g LA NEGACION DE SAN PEDKO. LA NEGACION DB SAN PBDBO. 239
2 3

consiste, como nota Salvieno, en c u m p l i r las leyes d e J e s u c r i s t o ; j a b a de esto en otros t i e m p o s p o r boca d e J o b en estos t é r m i n o s :
t o d o el que viola estas s a n t a s l e y e s , menosprecia y desconoce por el ; Ay I ¡ aquel q u e t a n t o h e a m a d o , aquel q u e h e preferido á todos los
m i s m o hecho al legislador (l). E s t a es la razón p o r q u e T e r t u l i a n o d e m á s , se avergüenza t a m b i é n d e m i , se escandaliza d e m í , y a f i r m a
110 teme m i r a r c o m o u n a v e r d a d e r a a p o s t a s í a los desórdenes en q u e c o n j u r a m e n t o q u e n o m e conoce ¡ l ) ! Mas si P e d r o j u r a q u e n o
c a e n tantos cristianos con desprecio d e las leyes divinas. S e m e j a n t e s conoee á su J e s ú s , J e s ú s p o r s u p a r t e p r u e b a q u e no ha olvidado á
á P e d r o , s u t e m e r i d a d en esponersc á la seducción, su ciega c o n - su P e d r o t a n a m a d o , y á quien a m a t o d a v í a . E n t a m o q u e se h a l l a
fianza en si m i s m o s , los c o n d u c e á negar e s t e r i o r m e u t e los ejemplos espucsto á mil u l t r a j e s , q u e los testigos falsos le c a l u m n i a n , q u e los
v la vida d e Jesuscristo, a u n c u a n d o en el fondo d e s o s c o r a - jueces i n i c u o s le c o n d e n a n , q u e la i n f a m e é insolente soldadesca le
zones conserven u n resto d e fe en su d o c t r i n a . Pero ¡ desgracia- d e s f i g u r a y le d e s h o n r a a b r u m á n d o l e con golpes y con I n d i g n a s b o -
d o s d e ellos! p o r q u e Jesucristo, c o m o les a m e n a z a en su Evangelio f e t a d a s , Jesús, el t i e r n o Jesús se vuelve, dice el Evangelista, m i r a
los n e g a r á d e l a u t e de su P a d r e , á fin d e castigarlos p o r h a b e r l e á Pedro q u e a este tiempo m i s m o a c a b a d e negarle p o r tercera vez,
negado delante d e los h o m b r e s cu su fe ó cu s u s preceptos (2;. y a r r o j a sobre él u n a de esas m i r a d a s q u e j a m á s p u e d e olvidar el
corazón : Conversas Dominas respetít Pelrum (I.uc).
Sin e m b a r g o , en este e s t r e m o á q u e t a l vez h e m o s sido a r r a s t r a d o s
' ¿ Q u é significa pues esta m i r a d a del S a l v a d o r ? ¡Ah I d i e e S a n Agus-
por nuestra i m p r u d e n c i a ) ' nuestra malicia ¿ q u é o t r o medio h a y p a r a
t í n , esta no f u é u n a m i r a d a d e r e c o n v e n c i ó n , sino d e c o m p a s i o n ;
l e v a n t a r n o s , q u e el q u e n o s ofrece la misericordia d e e s e m i s m o
J e s ú s m i r ó á su discípulo, no con ojos terribles p a r a c o n f u n d i r l e ,
Dios á quien hemos desconocido? ¡ A y ! El h o m b r e no liene en sí la
sino con ojos misericordiosos para c o n v e r t i r l e ( 2 ) .
luz del espíritu p a r a conocer la v e r d a d , n i la fuerza del corazón p a r a
practicar la v i r t u d . A b a n d o n a d o á sí mismo n o p u e d e h a c e r o t r a ; O misterio inefable d e misericordia y d e b o n d a d ! El Evangelio

cosa que p e r e c e r . L a f u e r z a la recibe de aquel q u e le dió la e x i s - encierra ciertos r a s g o s q u e m u c h o m e j o r ios siente el corazón, q u e los

t e n c i a ; en Dios solo está su r e m e d i o , su a p o y o y su auxilio : Per- espiiea la l e n g u a . J a m á s la divina m i s e r i c o r d i a , esclama Teofi-

Mili tu«, Israel; tantummodi in me auxilium luum. E s t a triste lacto, se h a p i n t a d o á si m i s m a con colores m a s vivos. J a m á s J e s u -

verdad la e s p e r i m e n t ó Pedro en sil p e r s o n a , y nosotros p o d e m o s cristo ha espresado m e j o r la m a n s e d u m b r e d e su c o r a z o n . J a m á s h a

á ejemplo s u y o e s p e r i m e n t a r l a en nosotros m i s m o s , supuesto m a n i f e s t a d o su b o n d a d d e u n a m a n e r a m a s tierna. Un discípulo tan

q u e el S e ñ o r s e d i g n ó elevar al l a d o del m a s terrible e j e m p l o a m a d o , el privilegiado d e Jesucristo rechaza como u n a injuria la

d e la f r a g i l i d a d h u m a n a u n m o n u m e n t o magnifico d e s u mise- idea d e pertenecerlc, él se justifica h a s t a del pensamiento m i s m o d e

ricordia. esta a c u s a c i ó n , c o m o d e u n a h o r r i b l e a f r e n t a , y lo hace con j u r a -


m e n t o . P e d r o con su apostasía aviva el odio y el desprecio d e los
SEUlVni PAUTE.
enemigos del S a l v a d o r , y a u m e n t a su gozo s a l v a j e . É l o b s e r v a esta
indigna c o n d u c t a en el l u g a r m i s m o d o n d e se e n c u e n t r a Jesús, y
L a triple negación d e S . P e d r o t u v o l u g a r , c o m o observa S. Agus-
J e s ú s la o y e ; él está en la presencia m i s m a d e Jesús, q u e n o tiene
tín, en el tiempo m i s m o en q u e J e s u c r i s t o era víctima d e todos los
m a s q u e volver la c a b e z a p a r a v e r l e . E s t e Dios S a l v a d o r , t a n c o -
insultos y d e t o d a s las i g n o m i n i a s d e que liemos h a b l a d o y a 3i. Es
b a r d e m e n t e n e g a d o por su discípulo, lejos d e t r a t a r l e con desprecio
i g u a l m e n t e cierto q u e esta infidelidad del príncipe d e los apóstoles
echa todavía s o b r e él u n a m i r a d a d e tierno a m o r ( 3 ¡ .
causó á su Divino Maestro m a s humillación y m a s dolor q u e todas
E s t a m i r a d a , dice S. Agustín y E m i s e u o , no es c a s u a l , estéril ni
las afrentas q u e recibía entonces d e s u s enemigos. El m i s m o se que-
i n f r u c t u o s a ; sino q u e á la g r a c i a esteríor a ñ a d e u n a g r a c i a interior
a b u n d a n t e y eficaz. Con esta m i r a d a h u m i l l a J e s ú s á P e d r o , m a s
(1) Cum hccc sit hominis chrisliani lides, Christi mandata servare, absque
dubio Cbristum non credit, qui ejus mándala conculca. (Lit>. 4, P/vii-.i (1) Quem masime diligebam, aversalus est me. (Job. 99.)
(2) Qui aulem negaveritme corani hominibus, negabo el ego eum coram Paire £2) Respcxit Petrum, non ut eonfunderetur,sedut couverteretur. {Trac!, in Joan.)
meo, (Mallk. 10.) £3) Admiran dicet Domiui misericordiam : ijui cum negatus esset, non des-
Inlerpiadictas Domiui contumelias Irina negalio Fetri lacla est. (¡» conscnf, pesil diseipulum, sed respexil, (In Joan.)
Erang.) '
al mismo tiempo le sostiene; él le hace avergonzarse de si mismo, ojos del espíritu, ilustró su inteligencia y ablandó su eorazon ( l ) .
pero al m i s m o tiempo le penetra d e compunción; él le mira á la Era imposible, esclamó S. Gerónimo, que Pedro permaneciese s e -
c a r a , pero a l mismo tiempo le atraviesa secretamente el eorazon; pultado en las tinieblas de su pecado, desde el momento en que f u é
él i n t r o d u c e la turbación e n todos sus afectos, pero también abre p e n d r a d o por la mirada amorosa y omnipotente de aquel que es la
sus Ojos á las lágrimas del dolor. E n tauto que le hace conocer el luz del mundo (2). Por consiguiente, prosigue S. Agustín, este dis-
horror d e su pecado, le asegura su p e r d ó n ; y si le invita al arre- cípulo, que estaba muerto por el eseeso de la presunción, fué vuelto
pentimiento, también le escita a l a m o r . F.11 una palabra, él lo e n - á la vida por la mirada de compasion que Jesús en su iuagotablc
tristece y le consuela; él le hiere y le cura (I ¡. ¡ O mirada de miseri- bondad dejó caer sobre él. El gallo que canta significa, según la in-
cordia y d e a m o r ! sin ella, dice Teofilaclo, jamás hubiera seutido terpretación d e S. G c r ó m i u o , el predicador cristiano que nos ex-
Pedro la desgracia de su caída. Asi pues cu estos p a l a b r a s : • El horta ai arrepentimiento y ó la penitencia. Y así como el canto del
Señor se volvió... y miró á Pedro, » esta encerrada toda la historia gallo no pudo hacer q u e Pedro volviese en sí, sin la mirada de Je-
de la i n f i n i t a misericordia de Dios, y la de la miseria y de la i n g r a - sús. del mismo modo las palabras del predicador no hieren nuestros
titud del h o m b r e . E n ellas se ve al hombre q u e cae por si mismo, y oídos sino como un ruido vano, dice S. P a b l o , y ni los consejos, ni
q u e no s e levanta sino con el auxilio de Dios. E n ellas se descubre el las advertencias de nuestros padres y de nuestros amigos, ni los bue-
esceso d e l a flaqueza h u m a n a y la necesidad de la g r a c i a ; ellas fi- nos ejemplos, ni los castigos de Dios, n i sus beneficios hacen en nos-
nalmente nos presentan en acción el misterio anunciado por el pro- otros impresión alguna, si la acción secreta de la gracia y la mirada
feta, relativo á la fragilidad del hombre y á la necesidad de la gracia de Jesucristo no mudan nuestro eorazon.
de Dios: Perditio lúa, Israel: lantiimmodo in meuu.ritiumtmm. ¡ A h ! Nosotros tenemos indudablemente la libertad funesta de se-
Es cierto q u e el gallo cantó después de la tercera negación de pararnos de Dios y huir lejos de é l ; pero no podemos volver á él s
Pedro, y q u e este apóstol se acordó entonces de la predicción que él mismo no nos l l a m a , si él no da los primeros pasos, sino sale
Jesucristo le habia h e c h o : o Antes que el gallo cante, m e negarás él mismo en busca n u e s t r a ! Nosotros podemos por nosotros mismos
tres veces ( 2 ) . » Pero, según S. Mareos, el gallo cantó también des- precipitarnos en el fondo del abismo, pero no podemos salir de él si
pués de la primera infidelidad de Pedro, y Pedro sin embargo no se Dios no nos tiende una mano compasiva: Perditio tm, Israel;
tantvmmoáo in me auxilitim tarro.
convirtió, sino q u e negó á su Maestro otras dos veces mas. Esto
prueba q u e si el gallo cantó inútilmente la primera vez, en vano hu- Vosotros necesitamos por consiguiente que Jesucristo incline sus
biera c a n t a d o t a m b i é n , según el pensamiento de S. Ambrosio, la ojos hacia nosotros, pues que la mirada de Jesucristo, dice el vene-
segunda y la tercera, y hasta la centésima vez. Este canto jamás hu- rable iíeda, significa su gracia y su misericordia, sin las que ni aun
biera d e s p e r t a d o á Pedro n i le hubiera movido á contrición. Pedro podemos principiar nuestra conversión y nuestra penitencia, y m u -
hubiera p o d i d o multiplicar b a s t a d infinito sus perjurios, y permane- cho menos consumarla (3).
cer s i e m p r e en su obstinación y en su endurecimiento. T.o q u e con- Y para que no podamos dar por escusa de nuestra tardanza y de
virtió al apóstol fué la mirada amorosa de. misericordia, á la que nuestra dilación, que no hemos alcanzado aun esa mirada de mise-
Jesús a c o m p a ñ ó el tercer cauto del gallo. Pedro no hubiera conocido ricordia, á q u e están unidos la conversión y el p e r d ó n , el Santo
ni llorado su pecado si Jesús 110 hubiera vuelto sus ojos haeia él. Concilio de Tiento tiene cuidado d e advertirnos que esta mirada de
Mas a p é u a s Jesús le m i r o , añade S . Máximo, cuando ie abrió los misericordia no se niega j a m á s á quien la busca por medíode la ora-
cion,yque la gracia está siempre,por estemcdio,á disposición detodos.
( 1 ) M i s e r i c o r d i a Domini lalcnter s u b v e n i l ; cor l e t i g i t ; m e m o r i a m revocavil :
(1) Respexit Dominas P c l i o m , et a p e r u i l o e u l o s ejus. ( f f o r a . 9 . de Pccml. Par.)
interiori g r a l i a sna visitavit; i u l e i i o r i s l i o m i u i s visque a d e x t e r i o r e s l a c r y m a s m ó -
(2) Nec enim fieri poteial, ut in negaliouis leuebris perseverare!, quem lux
vil, et p r o d u x i t ailectutu. (August. De Graiia Cliriili.) Cousolatur et s a n a t ; et
m u n d i perspexeral. ( H i e r . , In llalli,.)
s u i v u l t u s iilumioatione ad spejn veoiffi invilal. (Eruissen. in Luc.)
( 3 ) Respicere ejus misereri e s t ; quia n o n solum cum pceuilentia a g i t a r , vorum
(2) E t r e c o r d a t u s est J'etrus verbi Domiui sicut d i x e r a t : quia ter me negábis*
eliam u t agatur, Dei misericordia neeessoria est. (/;; luc.)
(¿tve.)
V. D E R . III. 11
LA NEGACION DE SAN PEDRO. 213
242 LA NEGACION DE SAN PEDRO.

Animo pues, pidamos á Jesucristo que eche sobre nosotros una mirada triste, como para hacerles conocer la miseria q u e los abruma,
mirada de misericordia. Sigámosle con San Agustín : Si apartáis de y que hacen al mismo tiempo llegar hasta ellos la humilde plegaria
mí vuestro rostro adorable, perezco; m a s un solo rayo de los que de. un suspiro ahogado, mucho m a s elocuente que el mal peinado
salen de vuestra faz m e volverá á la vida { i A b r i d mis ojos á vues- discurso. Debemos pnes, á ejemplo de. ellos, permanecer cerca de
tra divina luz, porque yo no puedo elevar h a d a vos una mirada Jesús, contemplarle, con respeto y confianza, con humildad y amor
de reconocimiento y de amor, si vos no inclináis antes sobre mí una á un tiempo mismo, debemos procurar q u e nuestra mirada sea la
mirada de misericordia y de piedad 2 . Digámosle también con la espresion sincera d e nuestra confusiou á vista de nuestra flaqueza,
Iglesia: Si, amable Jesús, dignaos volver los ojos hácia nosotros los del dolor de nuestras caídas y del deseo de ser levantados de ellas;
que sucumbimos ó estamos próximos á sucumbir; haced que vues- que s e a , á pesar de nuestro silencio, como el grito de nuestra alma.
tra tierna mirada nos levante y nos sostenga siempre firmes. [ Ah! Esa mirada, escapada de nuestro corazon, penetrará el d e Jesús, y
Si vos nos miráis, nos salvamos, porque podremos desde entonces lc hará venir á nosotros p a r a convertirnos, volviéndonos mirada
lavar en las lágrimas d e u n a verdadera contrición las culpas que por mirada y amor por amor : Conversas Dominas respexit Pe-
hemos cometido, y recibir en ella la fuerza necesaria para no come- trum. De este m o d o , imitadores de Pedro en su presuntuosa
ter otras nuevas (3). jactancia, si hemos caído como él, como él resucitaremos t a m -
bién a la gracia, y si liemos reconocido que nos hemos perdido
Observemos para concluir, que lo q u e valió á Pedro la amorosa
por nuestra propria e n f e r m e d a d , reconoceremos también q u e á
mirada de Jesucristo, fué qué sin embargo de haberle negado, no le
la misericordia divina es á quien debemos nuestra salvación :
habia abandonado enteramente; él permanecía aun en el patio
Pr.rditio tua, Israel; tanlunuiwdo in ¡ne auxilium iimm. Asi
mismo donde Jesús se e n c o n t r a b a ; él se hallaba todavía cerca (le
sea.
Jesús, y Jesús le m i r ó : Conversas Domimis respcxit Pelma'- Del
mismo modo debemos nosotros acercarnos á Jesús y permanecerá
su lodo, y estaremos seguros de conseguir esa mirada d e ternura
que nos penetre con sus rayos sin llenarnos de espanto, y que nos
convierta sin confundirnos. Nosotros debemos ir donde él se e n -
cuentra, es decir á sus santos templos; y no abandonar esos lugares
sagrados donde él reside como un juez clemente para perdonar
nuestras faltas, y como un médico compasivo para volvernos á la
vida, y finalmente, como un señor generoso y benéfico para colmar-
nos de sus misericordias ¡4).
Si, frecuentemos los templos s a n t o s , y detengámonos ante el so-
grado tabernáculo, frailemos allí á esos mendigos que se sientan al-
gunas veces ú la entrada de los palacios de los grandes, sin decirles
u n a sola palabra; que echan de tiempo en tiempo hácia ellos una

(1) Si drepicis, pereo; ¿i respicis, vivo, [Sfedtl. c. 40).


(2) Lumiuc tuo aperi ocnlos mcos; nonSiim posma videro le, oisi respexetis
iu me. (.Sera, CXX1. di Temp.)
(3) J c s u , tabeóles réspice: el nos videudo corrige. S i respieis, labes c a d u n t ;
Vletuqne culpa solvitnr. (Hymn. Dom. ad Laúd.)
( 4 ) Qui propitialur ómnibus iniquilalibns l u i s ; i|u¡ sano! omnes inlirnutalcs
lúas. Qui ledimil d e inlcrilu vitam t u a m ; qui coronal te iu misericordia e l misera-
tionibus. (/>Í. 102.)
rar á todos los cristianos el remedio s a l u d a b l e de. la penitencia ( i ) .
P o r m e j o r d e c i r , el m i s m o Jesucristo es el q u e n o s h a d e s c u -
bierto este misterio d e su sabiduría y de s u amor. E n efecto
c u a n d o dirigió á P e d r o estas p a l a b r a s : « Y o t e digo q u e m e n e g a r á s
CONFERENCIA DÉCIMAQUINTA. t r e s v e c e s . . . m a s c u a n d o te h a y a s convertido, c o n f i r m a á tus h e r -
m a n o s en la f e , o reveló c l a r a m e n t e q u e la c a i d a del príncipe d e los
apostóles n o podría escandalizar á los fieles tonto como los edificaría
I,a p e n i t e n c i a de San Pedro. su p e n i t e n c i a : Amen tlieo tibí: ler me negabis... el lu aliquanilo
conversas, confirma fralres luos.
Consideremos pues en este d i a , os digo con E u t i m i o , la penitencia
Amen dito í i í i : l í r me«J«iil.... '< d e S . P e d r o , asi como consideramos a y e r su p e c a d o , p u e s q u e las
fu ntiquando wnteríw, eonfirma fea•
lees luo/. caídas d e los s a n t o s se refieren en la E s c r i t u r a S a g r a d a c o n el fin d e
q u e los i m i t e m o s en su a r r e p e n t i m i e n t o sí los h e m o s i m i t a d o en sus
En verjüil le lo Jigo : lo me negares
IresveccE.... y eoandó le havas convertido, estravíos(2).
confirma ' lus lieioiaoosú la fe. Veamos en Pedro a r r e p e n t i d o la d o c t r i n a y el e j e m p l o , la espe-
IMailb. 20. Loe. 22.1 r a n z a y los m e d i o s de ta v e r d a d e r a p e n i t e n c i a , á fin d e que. la
c a í d a d e este g r a n apóstol sea el m o t i v o y la regla de nuestra r e s u r -
rección y d e n u e s t r a vida : VA lu aliguatuio conversas, confirma
La alta d i g n i d a d , la d i g n i d a d s o b r e n a t u r a l y divina q u e la fralres luos.
Iglesia Católica reconoce en el príncipe d e los apóstoles S . P e d r o , PRIIIEIM PARTE.
h a b í a sido y a a n u n c i a d a , figurada y p r o m e t i d a diez y ocho siglos
antes en l a d i g n i d a d no m e n o s e l e v a d a , n o m e n o s sobrenatural y ¿Quién h u b i c r a c r e i d o j a m á s , q u e A a r o n , el h e r m a n o d e Moisés, el
d i v i n a d e A a r o n . P o r q u e asi c o m o Aa ron recibió la noble misión d e p e r s o n a j e mas respetable y m a s esclarecido del pueblo h e b r e o , aquel
esplicar, en l u g a r d e Moisés, la ley d é l o s H e b r e o s ; a s i tam- h o m b r e á quien Dios concedió t a n t o a m o r y t a n t o s h o n o r e s , y á quien
b i é n f u é c o n f i a d a á P e d r o la misión m a s s u b l i m e a u n d e a n u n - a d m i t i ó á s u s m a s íntimas y s e c r e t a s comunicaciones, pudiese u n
c i a r , en l u g a r d e Jesucristo, el Evangelio á los Gentiles. Si d i a , á p e s a r del conocimiento t a n claro q u e t e n i a del v e r d a d e r o
A a r o n t u v o l a insigne, p r e r o g a t i v a d e i n t e r p r e t a r v e r d a d e r a m e n t e Dios, caer en la idolatría m a s v e r g o n z o s a , a d o r a n d o u n becerro
los o r á c u l o s d e Dios, P e d r o o b t u v o i g u a l m e n t e el privilegio m a r a - estúpido en l u g a r d e D i o s ? Y ¿ q u i é n h u b i e r a p e n s a d o j a m á s q u e
villoso d e s e r i n f a l i b l e en la interpretación d e la d o c t r i n a de J e s u - P e d r o , el h e r m a n o d e A n d r é s , el p r i m e r o d e los apóstoles p o r su
cristo. Y asi c o m o Dios constituyó á Aaron p r i m e r s u m o s a c e r d o t e fe, p o r su a u t o r i d a d y p o r s u g r a d o , primas Simón, ;Luc.) este
d e la s i n a g o g a , así Jesucristo declaró á P e d r o p r i m e r s o b e r a n o p o n - discípulo á quien J e s u c r i s t o a d m i t i ó á la comtemplacion d e sus m a s
tilice d e la I g l e s i a Cristiana. g r a n d e s misterios, á quien h o n r ó con su m a s intima confianza y á
quien prodigó los testimonios del m a s t i e r n o a m o r , h a b i a de r u b o -
M a s , | a y ! S i Aaron representó en su persona la d i g n i d a d d e P e d r o ,
rizarse d e t e n e r l e por M a e s t r o , y le h a b i a d e n e g a r c o m o al m a s vil
r e p r e s e n t ó t a m b i é n s u caída y s u f a l t a ; p o r q u e Aarou negó á Dios
y al m a s peligroso d e los h o m b r e s ; y esto, d e s p u e s d e h a b e r l e r e -
al pie del m o n t e S i n a i , m i e n t r a s q u e este m i s m o Dios establecía la
conocido y confesado, p o r u n a revelación inmediata del Dios P a d r e ,
antigua a l i a n z a por la manifestación de su divino p o d e r ; y Pedro
negó i g u a l m e n t e á Jesucristo en l a casa d e C a i f á s , m i e n t r a s q u e este (1) Ad hoc biesilara permíssus est Pelrus, ul in Kcclesiie principe remediom
Salvador misericordioso f u n d a b a l a a l i a n z a n u e v a p o r la revelación pttoilenlKe conderclur. (Serni, LI'111.)
d e su d i v i n i d a d . (2) vidisti peccalum Pelri, víde el pcenilenliam : ob hoc enim culpie el pceni-
tenliai sanctorum serípue sunt. (In MatrU.)
Sin e m b a r g o , ¡ o a d m i r a b l e economía d e los designios d e Dios! Al
permitir la c a í d a escandalosa d e P e d r o , q u i s o , dice S . L e ó n , p r e p a -
24G U PENITENCIA BE SAN PEDEO.

p o r el v e r d a d e r o H i j o del Dios vivo ? A d e m á s , así como la idolatría p u e d a n p r o m e t e r s e resucitar c o m o él p o r m e d i o del a r r e p e n t i m i e n t o ,

d e A a r o n f u é para los Hebreos u u escándalo m u y g r a n d e , así la y publicar al m u n d o esta consolodora v e r d a d : q u e n o h a y p e c a d o

negación d e S . P e d r o f u é t a m b i é n u n escándalo i n m e n s o p a r a los a l g u n o , p o r g r a n d e , p o r h o r r i b l e y p o r monstruoso q u e seo, q u e no

J u d í o s ; porque ellos debieron decir e n t r e s i : » S u p r i m e r discípulo p u e d a s e r b o r r a d o p o r las l á g r i m a s d e la contrición, y p e r d o n a d o :

le a b a n d o n a , le niega y a b j u r a d e é l ; luego lia c o m p r e n d i d o , como Et tu aliguando conversas, confirmai fratres lúas. De m o d o q u e el

nosotros, q u e J e s ú s d e N a z a r e t u o es el verdadero M e s í a s . » E s t a es S e ñ o r , p o r estas consoladoras p a l a b r a s p a r e c e , según el venerable

l a causa p o r q u e el pecado de P e d r o m e r e c e la cal Ideación q u e dio el Bedo, q u e quiso decir al príncipe d e los a p ó s t o l e s : A c u é r d a t e ,

Espíritu S a n t o á l a infidelidad d e A a r o n , á la cual llama un pecado P e d r o , d e a f i r m a r un dia con el e j e m p l o d e t u penitencia á t u s h e r -

muy grande: Induxisli peeeatum máximum, es decir el m a s g r a n - m a n o s m a s frágiles y m a s e n f e r m o s q u e t ú , á fui d e q u e siendo

d e , el m a s detestable y el m a s horrible d e todos ios crímenes, p o r - ellos p e c a d o r e s t a m b i é n , n o desesperen d e s u perdón ( l ) .

q u e e n c i e r r a u u esceso d e escándalo u n i d o á u n esccso de i n g r a - Acordáos a d e m a s de esta bella doctrina d e S. P a b l o : T o d o p o n -


titud. tífice constituido p a r a el b i e n y la dirección d e los h o m b r e s se clije
j u s t a m e n t e d e e n t r e los h o m b r e s , á fin d e q u e siendo él h o m b r e t a m -
A p r e n d a m o s p o r este ejemplo, dice S . Ambrosio, lo q u e es el
b i é n , s u j e t o al e r r o r , frágil y e n f e r m o , pueda compadecerse d e los
h o m b r e . Ni el c a r á c t e r sagrado d e pontífice, d e sacerdote y d e pro-
errores, d e las flaquezas y de las e n f e r m e d a d e s d e los h o m b r e s [2!.
f e t a le p o n e á c u b i e r t o ; n i la profession religioso, n i el santo lazo
E s t a es t a m b i é n la c a u s a p o r q u e , a ñ a d e S . J u a n Crisostomo, l a p o t e s -
le p r o t e j e n ; n i l a s m a s g r a u d e s luces d e la Religión son p o r a él u n a
t a d d e a b s o h er los pecados no se concedió á los á n g e l e s , p o r q u e e r a
s e g u r i d a d ; las m a s f u e r t e s resoluciones n o le a f i r m a n suficientemen-
d e t e m e r q u e siendo impecables esos celestiales espíritus, se mos-
te ; la e d a d m a d u r a no le g a r a n t i z a , t o d a u n a vida d e s a n t i d a d y d e
t r a s e n d e m a s i a d o severos p a r a j u z g a r el pecado (3¡. P o r consiguien-
sacrificios n o p u e d e librarle d e caer en l o s m a s lamentables escesos,
t e , al m i s m o h o m b r e pecador f u é á quien la b o n d a d confirió el
c u a n d o confia en sí m i s m o , y cree p o d e r c o n solas s u s fuerzas c o n -
p o d e r s u b l i m e d e absolver á los h o m b r e s c u l p a b l e s , á fin d e q u e
servarse fiel y vivir virtuoso ¡1).
a c o r d á n d o s e d e s u s propias miserias y d e sus propias f a l t a s , e s t u -
M a s el p e c a d o d e P e d r o , al m i s m o tiempo q u e es p a r a nosotros
viese m a s inclinado á ia b o n d a d y á la misericordia p a r a con s u s
u n m o t i v o d e t e m o r s a l u d a b l e , constituye t a m b i é n nuestra esperanza
h e r m a n o s (4).
y e s una preciosa p r e n d a d e la asistencia divina. E s t e pecado es sin
L a p o t e s t a d d e a b s o l v e r á los pecadores a r r e p e n t i d o s y abrirles
d u d a m o n s t r u o s o , es tal vez el m a y o r d e todos, csceptuando el de
l a s p u e r t a s del cielo f u é concedida á P e d r o en t o d a su plenitud ; y
J u d a s , y sin e m b a r g o Jesús lo perdonó á causa del arrepentimiento
p o r consiguiente todos los sacerdotes la reciben del mismo P e d r o :
sincero del q u e lo cometió. V e d aqui pues condenados y c o n f u n d i d o s
Tibí daba claves regni co lorirai. C u a n d o Dios permitió q u e P e d r o ,
d e a n t e m a n o B o r a t o y s u s sectarios, q u e al negar el d o g m a tan
q u e h a b i a recibido d e él la potestad a b s o l u t a d e absolver, tuviese el
consolador del p e r d ó n d e los pecados cometidos despues del b a u t i s -
m i s m o uecesidad d e u n a g r a n d e absolución, quiso, prosigue S . J u a n
mo, t r a t a r o n en su b á r b a r o rigor d e precipitar á los p o b r e s peca-
Crisòstomo, q u e los s a c e r d o t e s n o solo recibiesen en la persona d e
dores en el a b i s m o de la desesperación. Desde este m o m e n t o , el
d o g m a capital d e la remisión d e las culpas se e n c u e n t r a c l a r a m e n t e
(1) Inlirmiores Iratrei, esemplo tua; pnmilentia, ne de venia lorie desperent,
c o n f i r m a d o por u n magnífico ejemplo, y hecho evidente y sensible
confortare memenlo. (/« Lue.)
en la persona del principe d e los apóstoles, c u y o perdón se espresa
(2) Omcis Ponüfes, ex hominibusassumptñs, pro honiinibits conslituilur ; qui
en la E s c r i t u r a tau claramente como su caída. D e s d e este m o m e n t o condoleré possi! ii , qui iguoraul el errant ; quutiiam ipje circumdalus est infimilate.
P e d r o convertido lleva en s í lo t a n d e r a d e la e s p e r a n z a , á fin d e q u e (Hebr. .-,.)
los c r i s t i a n o s s u s h e r m a n o s , q u e tienen la desgracia d e c a e r como él, (3) Idei ico non Angeli arbilror comminili sawrJoli potcstaletn, ne cum
¡psi minime peccai-cut, iu peccfltoros sinc misericordia vindicaren!. {De Sacer.)
(•i) Homo passibili* ¿upra homines ordinalar ; ui dum ipse in aliis suas recoht
(«) H*e ideo seripla sunl, ni sciamui ueminem se ¡arlare debere. passiones, milem apud eos se prabeal el benignum. (Ibid.)
Luc.)
este apóstol el poder de desalar, sino que aprendiísen también, con dañarán ya ni nos impedirán ser admitidos de nuevo á las comuni-
el ejemplo de Pedro, la facilidad y la prontitud con que deben con- caciones mas íntimas de la bondad divina y participar de las gracias
ceder el perdón solicitado por el arrepentimiento, y que se guarda- m a s puras y m a s perfectas i . . Así pues, ; de cuánto consuelo es
sen d e e s a severidad inflexible, q u e mas bien desespera á los p e c a - p a r a nosotros ver esta doctrina de esperanza y de a m o r cumplida y
dores que destruye los pecados. Al manifestarnos el Salvador al confirmada en la persona de la piedra fundamental d e la Iglesia I
primer pastor que cae e n el m a s monstruoso esceso y que recibe al Et tu aliquando conversas, confirma frates tuos.
momento su perdón por causa d e su arrepentimiento, quiso enseñar Esta admirable conversión no solamente nos presenta en acción
á ios pastores q u e n o deben rechazar á ningún penitente por mas la doctrina de la verdadera penilencia, sino que lambien nos pre-
pecador q u e sea, ni rehusar j a m á s el perdón á las lágrimas del senta su práctica, sus condiciones y sus caracteres, de modo que al
dolor. Él quiso, también que el soberano pontífice, en quien reside la considerarle podemos f u n d a r y arreglar á ella la nuestra.
potestad espiritual, tuviese igualmente autoridad para absolver de En primer lugar, la conversión de S. Pedro f u é u n a conversión
todos los pecados ( l ) . Asi pues la caída de Pedro nuestro primer pronta é instantánea. Apénas el gallo c a n t ó ; apénas Jesucristo cchó
hermano, y su resurrección á la gracia nos alientan y nos consue- sobre sus discípulos una mirada amorosa, cuando Pedro reconoció
lan, demostrándonos la facilidad y la prontitud con que nos p e r d o - su pecado; él no espera, él no difiere, él no deja p a r a otro momento
narán los ministros de Jesucristo : Et tu aliquando conversas, sus lágrimas, sus dolor y su penilencia; sino que, como dice el
confirma fratres tuos. Evangelista, apénas fué tocado por la gracia cuando respondió á
finalmente, 110 solo recibe Pedro el perdón de su culpa; no solo ella: no bien hubo reconocido su falta cuando se deshizo en lágri-
deja Jesucristo de imputarle su infidelidad y le trata como si nunca mas (2). Esta prontitud en aprovecharse d e uua gracia tan grande
hubiera sido culpable, sino q u e también le restituye todos sus p r i - alcanzó á Pedro su perdón, su salvación y su gloria.
vilegios de cabeza de la Iglesia, d e doctor infalible de la verdad y de Efectivamente, 110 se puede pensar sin estremecérselo q u e hubiera
supremo pastor de las almas. Jesucristo le confia en efecto el cuida- sido de Pedro si hubiera comprendido al momento la mirada amo-
do de apacentar las ovejas y los corderos, es decir los obispos y sus rosa del Salvador. Jesucristo 110 le hubiera mirado segunda vez, y
hijos en la fe, con la misma confianza que si Pedro le hubiera per- Pedro hubiera muerto en su pecado. Ved aquí, hermanos mios, el
manecido siempre fiel: Pasee ores mas, posee at/nos meos; él le peligro á q u e os espoliéis cuando diferís d e día en día y de año
vuelve asimismo el antiguo lugar que ocupaba en su predilección y en año vuestra conversión; vosotros os esponeis á que la graciadel
en su amor, dándole la p r i m e r a noticia de su resurrección 2), y Señor 110 os vuelva á llamar y á que vuestro eorazon sea condenado
concediéndole en seguida la gracia d e u n a aparición especial (3). á ese terrible silencio d e la voz divina q u e es el m a s terriblede los
| Ah! En la parábola del Hijo prodigo, recibido á su vuelta por su castigos de Dios. Por otra parte, cuanto mas permaneceis en vuestro
p a d r e con las demostraciones de u n gozo tan vivo, vestido con sus pecado, mas os acostumbráis, dice S. Bernardo, al sueño de la indi-
m a s ricas vestiduras, y condecorado con un anillo precioso, nos ferencia, mas frecuentes son las caídas, mas numerosas las culpas,
habia ya renovado suficientemente el Salvador esta promesa feliz menos vivo el horror que ellas inspiran, menos poderosa la volun-
q u e nos habla hecho por sus p r o f e t a s : Si nosotros nos arrepentimos d a d , menos abundantes los auxilios divinos y menos punzantes los
sincerameute de nuestros pecados, serán horrados, como si j a m á s remordimientos; y entonces la enmienda se h a c e para vosotros mas
los hubiésemos cometido: todos nuestros antiguos méritos resuci- difícil, y os hallais m a s cera d e la desesperación que del perdón (3)
tarán en nosotros, y los vicios que hayamos abandonado no nos
(I) Impidas impii non nocebil ei qoi quacumqoc die conversos íuciil
( 1 ) Pelrus e n i m , orbis terraruni doclor e l magisler, peceavil e l veuiara (Eztch. 33.)
impelrasit : ut ba:c indulgenlñe n o r m a el regola indieantibus pueberelor. (á) Conversos Dominus respexit Pelrum, el egressus loras llevil amare.
(Uc.cU.) (Luc.)
(2) Dieile discipulis ejus, e l Pelro. («are. 16.) (3) Quanto qui in peccalo dinlifis remanebil, lamo diffiéiliüs evadit. (De Pan,
Pele, el Paul.)
(3) S u r r e s i l Dominus vero et a p p a m i l Simoni. (tac.)
Aliora pues q u e Dios n o s hace oir su voz, q u e el tiempo n o s favore- on ; ellas son c o m o el b á l s a m o q u e cicatriza las llagas, c o m o el

c e , q u e la salud nos lo permite y la g r a c i a n o s es f a v o r a b l e , g u a r d é - b a ñ o q u e l a v a las i m p u r e z a s y como la medicina q u e c u r a las enfer-

m ó n o s d e « p o n e r á D l o s u n a orgulloso r e s i s t e n c i a . ; P o r q u e desgracia- m e d a d e s . En efecto, p r o d u c i d a s p o r u n a fe a r d i e n t e , dice l a E s e r i t u r a ,

do, n o s dice el Espíritu Santo por boca del Eclesiastes, desgraciado desde las mejillas del h o m b r e , p o r d o n d e ellas c o r r e n , vuelan c o n

del q u e dilata d e dia en dia su conversión; él se verá sorprendido las a l a s d e la c a r i d a d h a s t a el trono d e Dios q u e las recibe, c u y a j u s -

s ú b i t a m e n t e por la c ó l e r a d i v i n a , y s e r á h e r i d o y a b a t i d o p o r la v e n - ticia ofendida a p l a c a n , y c u y a g r a c i a y p e r d ó n obtienen ( i ¡ . H a y

g a n z a del S e ñ o r ! ¡ i ) m a s a n n ; S . A u g u s t l n a ñ a d e q u e las l á g r i m a s d e la penitencia n o


solo son la medicina q u e c u r a al p e c a d o r , sino q u e f o r m a n t a m b i é n
E n s e g u n d o l u g a r , l a conversión d e San P e d r o f u é u n a c o n v e r -
s u verdadero c o n s u e l o y le p r o p o r c i o n a n u u a v e r d a d e r a felicidad; d e
s i ó n sincera é interior. La m i r a d a del Salvador descubrió en
m o d o q u e todas las delicias, todos los placeres del m u n d o son n a d a
P e d r o todos los pecados q u e habia cometido en uno s o l o : su Incredu-
en comparación d e los p u r o s goces, d e las d u l z u r a s inefables q u e e s p e -
lidad en las predicciones y en las advertencias d e su Divino Maestro;
r i m e n t a e l h o m b r e al llorar s u s propias f a l t a s al pie del Crucificado .2;.
su negligencia e n fortalecerse por m e d i o d e la o r a c i ó n ; su t e m e r i -
M a s , ; ay 1 ¿ d ó n d e se e n c u e n t r a aliora e n t r e l o s cristianos ese espí-
d a d en a r r o j a r s e en medio del p e l i g r o ; s u i n g r a t i t u d en n e g a r al
ritu d e penitencia q u e f u é en o t r o tiempo u u a d e las glorias del Cris-
Dios S a l v a d o r q u e le habia a m a d o t a n t o y preterido á los d e m u s ; la
t i a n i s m o ? Al presente se v e n muchos q u e c o m e t e n la i n i q u i d a d ,
cobardía q u e h a b i a m a n i f e s t a d o , siendo discípulo d e Jesucristo, en
e n t r e g a n d o á ella su c u e r p o y s u a l m a ; se v e n m u c h o s q u e envejecen
h a c c r causa c o m ú n con s u s e n e m i g o s ; la crueldad c o n q u e h a b i a
en el pecado y se glorían d e él c o n u n aire d e t r i u n f o ; m a s ¿ d o n d e
h e r i d o con su negación el corazón d e J e s ú s , en t a n t o q u e Jesús sufría
están, no digo y o , los q u e l l o r a n , sino a u n los q u e siquiera se afligen
los insultos m a s g r a v e s y los u l t r a j e s m a s atroces. Estos p e n s a m i e n -
y se arrepienten ? ¡ A h ! A h o r a m a s q u e n u n c a vemos realizarse la
tos se p r e s e n t a n d e tropel al espíritu d e P e d r o , ellos caen con t o d o
c a l a m i d a d de q u e se q u e j a b a en otro t i e m p o el p r o f e t a : » Que e n t r e
su peso sobre su eorazon, ellos le d e s g a r r a n , ellos le hacen estallar
u n a g r a n m u l t i t u d d e penitente« a p é n a s se e n c u e n t r a u n pecador q u e
con su violencia y le deshacen en l á g r i m a s . Él n a d a dice, observa
esté v e r d a d e r a m e n t e p e n e t r a d o d e contrición y q u e h a g a u u a p e n i -
S . Ambrosio, p o r q u e un g r a n d o l o r es siempre silencioso. P e d r o n o
tencia sincera d e s u s culpas (3). »
h a b l a , pero llora, y sus l á g r i m a s son á u n tiempo mismo su confe-
N o p u e d e dudarse, q u e u n g r a n n ú m e r o d e cristianos, especial-
sión estertor, y el testimonio cierto d e su dolor i n t e r i o r ; y a u n q u e
m e n t e en el t i e m p o pascual al q u e n o s acercamos, v i e n e n al t r i b u n a l
ellas n o reclamen al parecer su p e r d ó n , lo merecen sin e m b a r g o y
d e la penitentia á confesar s u s c u l p a s ; pero n o vienen conducidos
lo a l c a n z a n (2). Dichosas l á g r i m a s , a ñ a d e S . L e ó n , que, naciendo en
p o r motivos espirituales y divinos, sino p o r c a u s a s p u r a m e n t e h u m a -
el fondo d e u n eorazon s i n c e r a m e n t e contrito y afligido adquirie-
n a s ; ellos se confiesan p a r a a d o r m e c e r los r e m o r d i m i e n t o s p u n z a n t e s
ron la eficacia d e u n nuevo b a u t i s m o y b o r r a r o n en el a l m a d e Pedro
d e su conciencia y a c a l l a r s u s gritos i m p o r t u n o s , diciéndose á sí
la m a n c h a d e s u infidelidad [ X ) . Así pues las l á g r i m a s , inútiles gene-
m i s m o s : Ya m e h e confesado. Ellos se confiesan p a r a c o n f o r m a r s e
r a l m e n t e , y q u e a u n q u e d e r r a m a d a s en g r a n d e a b u n d a n c i a n a d a
remedian ; q u e no pueden reparar la p é r d i d a d e u n p a d r e q u e la
con la c o s t u m b r e , y n o para recibir u n s a c r a m e n t o ; ellos se confie-
s a n p a r a librarse, d e l a e x c o m u n i ó n , para salvar l a s a p a r i e n c i a s ,
m u e r t e n o s h a a r r e b a t a d o , ni la d e n n e s t r a f o r t u n a d e q u e hemos
p a r a no p e r d e r la e s t i m a c i ó n d e sus superiores, el f a v o r d e s u s p r o -
sido privados, ni los daños q u e la calumnia n o s ha h e c h o , ejercen
tectores ó el afecto d e s u s p a r i e n t e s ; ellos se confiesan p o u r t e m o r
sin e m b a r g o u n a influencia a d m i r a b l e sobre l a s m i s e r i a s del c o r a -
d e la p e n a , y n o por odio d e s u s p e c a d o s ; y p o r consiguiente su

I) Ne tardes convertí ad Dominum, el ne difleras de d i e i n diom; súbito ouim eorazon n o se m u d a p o r q u e no e s p e r i m e n t a u a r r e p e n t i m i e n t o ni do-


venit ira Ulitis, el iu tempore jindictas dis¡*rdel te. (Eales. 3.)
(2) Ñau invenio quid divertí, invenid quod fleverit. Lacrvnueculpaniloquualnr (1) A masilla enim ascendunt ad codum. (Eccl. 35.)
el veniam non poslulant, sed mereolur. ( / « Lnc.) (2) Dulcióles suut lacrymte pmuilentis quam gaudia liiealrorum.
¡3) r.iices laeryinte, qu;e, ad diluendam culpara negalionis, vlrtutem saeri Í3) Non esl qui agat peenilentiam peccato suo. í/cr. 8.)
habuera baptismatis. (Serm. IX. ib Pn"-)
lor nlguno del mal que h a n cometido'. Oídles sino, y veréis como esforcémonos para escitarla en nosotros mismos por la considera-
refieren los m a s grandes escesos, y todas las culpas de un año entero ción de la bondad de Dios, de nuestra ingratitud y de nuestra mali-
y aun d e muchos años con tanta libertad, con t a n t a indiferencia v cia, y sobre todo pidámosla á Dios, q u e no la niega jamás al mérito
"sangre fria como sí refiriesen obras de virtud cristiana. V á decir delaoracion.
verdad, lo que nos atormenta á nosotros los confesores, lo que nos En tercer lugar, la conversión de S. Pedro f u é una conversión
aflige y nos causa tanto dolor, lo q u e atormenta nuestro espíritu y sincera, activa y eficaz. Apenas es llamado por la gracia, cuando
nos llena de dudas, lo que hace temblar nuestra mano y nuestra sale á toda prisa y huye muy lejos de la casa d e Caitas, de aquella
lengua al pronunciar las palabras d e la absolución sobre estos pcui- casa que se había hecho tan fatal para su v i r t u d ; prueba manifiesta,
tentcs, 110 es tanto los pecados enormes de que se acusan, como la dice S . León, de que Pedro no quiere volver á caer, porque huye la
indiferencia con que se acusan de ellos. Porque nosotros sabemos ocasion en que h a caído ( l ) . Orígenes dicc igualmente á este propó-
q u e u n a absolución, arrancada mas bien por los ruegos importunos sito : " Pedro se apresura á salir, porque quiere realmente obrar el
del penitente, q u e obtenida por sus disposiciones, no es la que borra bien, porque quiere expiar su falta con lágrimas sinceras, y c o m -
el pecado, v que solo el dolor es el que asegura el efecto d e la abso- prende bien que no puede llevar á efecto esta resolución en medio de
lución ; que la verdadera penitencia no consiste en confesar la la sociedad de los impíos, ni en el lugar que ha sido testigo de su
iniquidad propia, sino cu detestarla : PtmitcniUm veram ¡wn fá- caída. (2)
cil, nisi odimn culpte; y q u e según la definición del concilio de Pero qué, ¿ n ó es necesario reparar el escándalo en el lugar mismo
Trcnto, la condicion principal, la m a s necesaria y la mas impor- en que se h a cometido"! ¿Puede expiarse una falta pública con una
tante del sacramento de la penitencia es el arrepentimiento sincero penitencia secreta ? ¿Los testigos de la negación de Pedro no deben
de los pecados cometidos, y que este arrepentimiento h a sido nece- serlo también de su confcsiou'! Sí, ellos lo serán muy p r o n t o , y
sario e n todos tiempos para obtener el p e r d ó n : 1). En vista de esto, Pedro no tardará en reparar abundantemente el escándalo q u e h a
¿cómo podremos ju/.gar q u e los penitentes vienen dispuestos para la causado. Entretanto nos manifiesta con su huida que la verdadera
absolución, cuando vemos que ningún sentimiento de humildad, de penitencia debe ser acliva y eficaz en el sentido de que es necesario
confusion ó de dolor se maniüesta en sus semblanles ó en sus dis- alejar de sí todo aquello que h a sido ocasion ó causa de pecado, y
cursos? Asi pues, estos son penitentes falsosy verdaderos pecadores, que la primera obligación del que h a escandalizado á sus hermanos
y el d o l o r q u e ellos no tienen de sus culpas, lo siente Jesucristo d e es huir de! lugar donde se h a dado el escándalo. Porque, ¡ cuántos
sus confesiones, y llora á vista d e ellas, como en otro tiempo lloro pecadores, bajo pretesto de reperar el daño causado, esponen á los
á vista d e la obstinada Jcrusalen ¡2). peligros d é l a ocasion una' pasión mal apagada, u n a voluntad toda-
vía inconstante, una virtud todav ía tierna, y entonces en vez de r e -
¡ Ah I Procuremos al acercarnos á este augusto sacramento, llevar
p a r a r , 110 hacen otra cosa q u e volver á escandalizar, y en vez de
á él, s e g ú n nos advierte el profeta, las disposiciones interiores de
atraer á la penitencia á sus antiguos cómplices, vuelven ellos mismos
u n corazón quebrantado por la contrición, mas bien que las demos-
al pecado 1
traciones csteriores del cuerpo. Cuando el corazón no se aflige, es
¡ A y ! hermanos mios, la verdadera conversión 110 consiste en las
inútil q u e el cuerpo se humille, que la lengua acuse y q u e la voluu-
palabras, sino en las obras; no es bastante separarse de 1a iniquidad,
tan f o r m e propósitos. Aspiremos á coger el fruto y no las hojas de
es necesario también huir las ocasiones. Es necesario que vosotros
la penitencia. (3) No nos esforcemos en hablar mucho, sino en e n -
abandonéis esos peligrosos amigos, que os alejéis de esas casas, que
tristecernos mucho. Las penitencias elocuentes son muy sospecho-
renunciéis á esas i n t r i g a s , que os abstengáis de esos espectáculos,
sas. V si nosotros conocemos que no tenemos esa contrición sincera,

(1J P r i m u m locum iuler poinilcnliie actns haliet e l íuit omni lempore ad iiope- ( 1 ) Egressiís foras, fogiens cadendi p e n c u l u n i . (Serm. I X . tic Ptiss.)
l r a n d a m veniam necessarias bic eoiilriliunia inotus. (Seis, 14, c. 3 ) ( 2 ) In atrio Caipha: non poteral agere pecoiteoljara, o n d e foras egreditor d e
( 2 ) V i d e m c i v i t a t e m , flevit super illam. (tnc. iO.) concilio i m p i o r u m . [In Matlh.)
(S) Scindite corda vestía, e l non vestimenta r e s l r s . i/rel. 2.)
q u e huyáis d e esos paseos y abandonéis esos lugares públicos de los miento de presunción en sus propias fuerzas, de que Pedro había
q u e jamás habéis salido sin llevar alguna herida, donde pecáis per- hecho tan triste prueba. Pedro, en efecto, no responde con aquel tono
mitiendo á vuestro pensamiento q u e permanezca en el mal, donde de resolución cou que hubiera dicho en otro t i e m p o : « Sí, Señor,
cometéisaceionesdeplorables, y donde, siosmanteneisfirmesaiguna yo estoy cierto de q u e os amo mas que todos los otros; » sino que
vez, no podéis menos de caer ciento. El penitente que no use de responde con un aire sumiso, cou la frente inclinada y con palabras
estas precauciones do claramente á conocer que no odia el pecado, modestas: . Vos sabéis, Señor, que os a m o : Tu seis, Domine, guia
supuesto que hace cuanto está en su mano para conservar la ocasión amo te. Joan.) ¡ A h ! Pedro, lejos de creer q u e aventaja á los demás
y la facilidad de cometerlo. Él da á conocer que no se arrepiente sin- apóstoles en su amor á Jesucristo, no se atreve á afirmar por sí
ceramente, q u e a m a todavía el pecado en el fondo de su corazon ; mismo que le a m a verdaderamente, sino q u e se refiere al testimo-
por consiguiente, que lo único que hay de verdad en su falsa peni- nio del Señor acerca d e la realidad de su amor. Y cuando él oye q u e
tencia es la culpable voluntad que el deja entrever de procurar ali- Jesús le hace la misma pregunta por tercera vez, se llena de tristeza
mentar el pecado en vez de destruirlo. y d e confusion : Contristatus est Petrus. (Ibid.) Él no presume ya
En cuarto lugar, la conversión d e S. l'edro fué una conversión de sí mismo; él 110 cree y a en las disposiciones de su corazon. AI
humilde, y acompañada de un temor santo. Porque, según dice la contrario, él teme por la sinceridad de. sus sentimientos, y por la
Escritura, así como toda caída e n el pecado proviene del orgullo, debilidad de sus fuerzas. Por consiguiente fué como si hubiera dicho
a s í también la conversión sincera comienza por la humildad i). á J e s ú s : Señor, á mí me parece q u e os amo, pero no m e atrevo y a
Recordemos que el Señor, despues de su resurrección, hizo á S. á creer en mi propio testimonio; respecto á este particular, m e r e -
Pedro esta p r e g u n t a : « S i m ó n Pedro, ¿ m e amas tu mas que estos? fiero al vnestro. Yo sé que vos conocéis mejor q n e yo el estado de
Diliges me plus his? o Pero, ¿ n o sabe el Señor si Pedro le a m a ? mi corazon. Rectificad pues mi juicio si seestravía, y concededme
¿por qué pues se lo pregunta ? ; A y I la caída de su discípulo había vos mismo ese amor, si es que m e falta. Yo m e confio á vos absolu-
tenido su origen en la presunción que le liabia hecho creerse superior tamente y me apoyo únicamente en vos. Yo quiero amaros, yo no
á los demás á causa de su amor á Jesucristo y de su valor en querer quiero amar mas que á vos, pero conozco q u e no puedo hacerlo sin
morir por él, supuesto q u e balita dicho : Aun cuando todos los de- vos: Tu seisj Domine, guia amo te.
m á s se escandalicen d e vos y abandonen vuestra causa, yo no me i Oh 1 q u é lenguaje tan patético! Este es ei lenguaje de los verda-
escandalizaré jamás, ni j a m á s os a b a n d o n a r é : Etsi oames senmln- deros penitentes. Y no pueden llamarse tales los que despues de la
lisoti fuerint in te, ego nunguam seandalisabor. Matth. . Así confcsion jamás se dirigen á Dios para implorar su auxilio por m e -
pues, cuando el Señor preguntó á Pedro « si le amaba mas que ios dio de la oración; los q u e no procuran fortificarse con lecturas pia-
otros,» fué como si le hubiera d i c h o : Pedro ¿te crees todavía, como dosas, con la frecuencia d e sacramentos y con los ejercicios de pie-
cu otro tiempo, superior á los demás en tu amor á mi ?¿Teerees t o - dad. Porque lio basta, despues d e haber confesado sus culpas al
davía, como en otro tiempo, mas firme que los demás, m a s constante ministro deJesucristo,huirlasocasionesde p e c a r ; es necesario tam-
y mas fiel en seguirme? ¡ A h í El médico celestial, valiéndome de las bién temer la inconstancia de la voluntad, y la fragilidad del cora-
palabras d e S. Agustín, acaba de tocar la arteria de! corazon d e su zón, y buscar en Dios, por la práctica de la religión, la fuerza n e c e -
discípulo a m a d o ; él h a puesto el dedo sobre la herida apenas cica- saria para permanecer en el bien.
trizada de su orgullo, y hace conocer á todos que esta herida, q u e ¡Cosa sorprendente! el secreto para hacerse fuerte es tener una
parecía mortal en su primer apóstol, está curada de tal modo que humilde desconfianza de si mismo, y poner toda su confianza eu
no queda ninguna memoria d e su antigua e u f e r m e d a d , y que un Dios. Cuando el hombre se convence de que nada puede cou solas
sentimiento de humilde desconfianza ha reemplazado á aquel senli- sus fuerzas, entonces se hace capaz d e todo en Dios y con Dios:
Cuín infirmar, tune poleas sum. Entonces ese h o m b r e , á n t c s t a u
frágil, que había sido en otro tiempo el juguete desgraciado de t o -
(1) Contritionem pnecedit hsmililas; el ante ruinam cxallalnr spirilus.
(ÍVoe, 16.) das las pasiones; esa c a ñ a , otras veces tan frágil y pronta á doblarse
Pedro confesará muy pronto la fe de Jesucristo en presencia de
al nías leve soplo d é l a tentación, haciéndose d e pronto semejante,
Caifás, así como habia negado á su Divino Maestro en presencia de
dice la Escritora, á u n a roca inmoble enmedio del mar, contra la
los criados de este pontífice. En efecto, Pedro es preseutado ante el
que vienen á romperse las irritadas olas, no solo no cae, sino que ni
Sanhedrin, compuesto del mismo Caifás, de los príncipes de los sa-
aun siquiera se conmueve. Desde entonces ninguna tentación es ca-
cerdotes y de los senadores, todos arbitros déla vida y de la muerte,
pa? de hacerle vacilar; niuguna fuerza es bastante poderosa para
rodeados de u n a nube de satélites y de gente a r m a d a ; mas la p r e -
vencerle; él todo lo resiste, él triunfa de lodo ¡i¡.
sencia de estos jueces inicuos y crueles no intimida al valeroso após-
En quinto lugar, la conversión de S. Pedro f u é una conversión tol. Él les echa en cara su perfidia, su obstinación en desconocer al
amorosa y ferviente. Va hemos visto q u e el Señor repitió hasta tres Mesías á quien habían crucificado, y les exhorta á la penitencia. ¡ O
veces esta pregunta á su discípulo : « Pedro, ¿ m e a m a s m a s que prodigio admirable de la g r a c i a ! ¡ Cuáu hermoso es ver d este após-
estos ? Simón, dilirjis me plus tus? > Acerca de esto es necesario tol, cu otro tiempo tan presuntuoso y tan débil, transformado por
notar, dice S. Agustín, que Jesucristo pregunta á Pedro si le aína, una verdadera conversión en uu hombre tan humilde y tan animoso
y no si le teme (2), p a r a indicarnos q u e los pecados no pueden ser al mismo tiempo!
borrados siuo por u n a contrición, hija del amor, que es el único que
forma los verdaderos penitentes; porque el temor de Dios dispone la Su celo no conocerá limites. No contento Pedro con haber confesa-
contrición, pero solo el amor es el que la perfecciona. Y en efecto, do á Jesucristo en Jerusalen, va á anunciarlo también á Roma, y de
Pedro no principió á llorar amargamente su pecado, sino porque Roma se estienden sus palabras por todo el mundo. Su vida entera
principió á amar verdaderamente al Señor (3). Por esta razón, á la no es otra cosa q u e una cadena de aflicciones, de penas, de fatigas y
pregunta quese le h a c e , contesta siempre: « Vos sabéis, Señor, que de persecuciones, que sufre con uu corazon generoso é intrépido, con
os a m o ; » y de este modo, prosigue S . Agustín, lo reconoce Pedro el objeto de propagar el conocimiento y la gloria de Jesucristo. Imi-
Ires veces por su Señor, y repara dignamente su triple negación, tando ó David en su conversión á Dios, como lo habia imitado en
usando para espresar su amor á Jesús del mismo lenguaje con que, su pecado, se consagra á reparar la ofensa que habia hecho á su
vencido por el miedo, habia tenido la desgracia de ofenderle ( J ) . Señor negándole, y cou este objeto redobla su celo y su fortaleza
para enseñar la doctrina y la Religión de Jesucristo á los impíosy á los
Mas esto no ic basta. Pedro, que habia negado al Salvador en el
idólatras, y atraerles de esto modo á su conocimiento y á su amor ( l ) .
palio de una casa, viene á confesarle públicamente en el dia de
Pentecostés en presencia de todo el pueblo, en la plaza principal de Y nosotros también, sí estamos verdaderamente arrepentidos de
Jerusaleo, y no teme decir á la m u l t i t u d ; Jesucristo es hijo de Dios, haber ofendido á este Dios de bondad, de haber negado su ley y d e s -
él es santo, inocente y autor de la vida. Vosotros habéis cometido honrado su fe repetidas veces, debemos amarle en adelante tanto
un gran crimen posponiéndole al homicida Barrabás, y obligando como le hemos ultrajado hasta aquí. Debemos esforzarnos en hacer
á Pílalos á condenar á muerte de cruz á este mismo Jesucristo. No os con nuestros discursos y nuestros ejemplos, que otros pecadores
queda y a n t r a e s p e r a n z a de salvación que recibir el bautismo de este vuelvan á Dios, le reconozcan y le sirvan con amor, y que al recibir
Redentor á quien habéis despreciado j hacer penitencia de vuestro como nosotros la gracia de su perdón, entren á su vez en los caminos
crimen : Pmitentiam agite, et baplizehtr vmisquistjve vestrum. de la salvación eterna. El celo por la salvación de las almas, q u e es
(Act. 2.) el efeclo mas noble de la caridad y de una conversión sincera, es asi-
mismo una de las pruebas menos equívocas y mas ciertas. Por esta
(1) Qni contidii in Domino, sicot mons Sion, non commovebilur iu t d e r o u i a . . .
razón se ha dicho á lodos los pecadores, en la persona d e Pedro, que
(Pal. 184.)
el mejor modo de probar que se hallan sinceramente convertidos es
( 2 ) Ail Petro : * Amos m e . ' » el non disil : . T i m e s m e ? •• (Trac!. 123. In trabajar en la conversión de sus hermanos : 1:1 tu aliqwndo con-
•toan.) versas, confirma fratres tuos.
(3) Flere ccepit amare, quia Dominom s u u m etepil amare. (Serm. y XIde Temp.)
(4) Reddiiur trince negetioni trina wníessio : n e m i n u s amori lingo* servia! ( I ) Doce!,o ioiquos vías lúas, el impii ad te eonvertentnr. (TV. 50.)
quam timori. (Trae!. 153. tn Joan.)
desarrollado á los pies del sacerdote una lista horrorosa de actos
S E f c H B l PAUTE. vergonzosos, de erueles injusticias, d e odios inveterados, de v e n -
ganzas cobardes, de atentados contra el pudor, de irreverencias e n
Parece que después de haber recibido Pedro d e Jesucristo la s e - la Iglesia, de escándalos en las familias, de maldiciones horribles,
guridad de su perdón de tantas m a n e r a s , no debia haberse inquie- de sarcasmos ó de blasfemias contra la religión y la piedad,
tado m a s por su pecado ni aun pensar en él. Sin embargo no suce- echan en olvido todos sus pecados, los considaran como una cuenta
dió asi, porque á todas las grandes cualidades de su penitencia que satisfecha, y no vuelven á pensar en ellos para entristecerse, para
acabamos de e x a m i n a r añadió ia que las ennoblece y las corona á humillarse, p a r a confundirse en presencia de Dios, y pedirle ese
t o d a s ; quiero decir que perseveró constantemente hasta la muerte perdón q u e no saben con certeza si lian obtenido ?
en su arrepentimiento y en su dotar. El perdón d e los pecados es un acto tan sublime de misericordia
Tan pronto como este nuevo David alcanzó de la inmensa bondad y de bondad, q u e el alma q u e lo consigne no debe jamás olvidarse
del Señor la remisión de su pecado, lo grabó en sn memoria, á fin de él. Así como no puede recordarse bien el beneficio inmenso del
de poderlo llorar y expiar sin descanso (1) . Y al decirnos S. Marcos perdón sin acordarse al mismo tiempo d e la gravedad de la ofensa,
q u e Pedro, salido apénas de casa de Caifás, se puso á llorar, quiso así el pecador, á quien Dios ha perdonado v erdaderamente, no se
indicarnos en cierta manera que las lágrimas de Pedro principiaron perdona asimismo ni olvida jamás sus estravios. Cuanto m a s h a
á correr entonces para no enjugarse j a m á s . En efecto, siempre pe- hecho Dios brillar su misericordia y su clemencia para con él, tanto
netrado interiormente de confusión , el corazón siempre lleno de mas severo debe mostrarse el pecador consigo mismo, recordando
tristeza, siempre humilde en sus miradas, sus ojos siempre bañados sus pecados y llorándolos. Así fué como á ejemplo de Pedro, Pablo,
en lágrimas, caminaba siempre seguido de su aflicción, cifrando María Magdelena, Agustín, María Egipciaca, Margarita d e C o r -
todas sns delicias e n llorar su pecado, hasta tal punto q u e l a s lágri- tona. Ignacio, Camilo de I.elis y otros muchos penitentes, a u n q u e
m a s , en fuerza d e correr, habían formado, según Nicéfero, dos s u r - asegurados de su perdón por una revelación celestial, prolongaron
cos á lo largo d e las mejillas de este ilustre penitente. S. Clemente, su penitencia hasta la muerte, y no cesaron de tener siempre á la
qne fué su discípulo y su sucesor en el pontificado, nos refiere que vista sus crímenes ni de llorar sobre ellos, sino cuando dejaron
todas las noches, al cantar el gallo, se levantaba de la tierra, único de vivir,
lecho en que reposaba, para llorar su infidelidad y pedir perdón a ¡Cuán desgraciados sois pues, o pecadores, á quienes el pensa-
Jesucristo, y q u e continuó esta mortificación durante los treinta y miento de qne vuestros pecados han sido perdonados os los hace
cinco últimos a ñ o s de su vida. De este modo la cabezo de la Iglesia olvidar Vosotros deberíais por el contrario temer con razón q u e ,
f u é el vivo modelo de los verdaderos penitentes. por lo mismo que se han borrado de vuestra memoria, no se os h a y a n
Él quiso, aun á la hora de la m u e r t e , dar señales de penitencia. perdonado, y que Dios se acuerdedeellos, por lo mismo que vosotros
Nerón le habia condenado a morir en una c r u z ; m a s el apóstol noosacordais. Enefeeto, es propio del verdadero espíritu de peniten-
mártir, siendo pecador, juzgándose indigno de ser crucificado, de la cia, según la doctrina del profeta, infundir e n elcorazon arrepentido
misma manera q u e el Hijo de Dios, fuente de justicia y d e sanlidad, la indignación y el odio q u e Dios tiene del peccado i . f o r e s t a razón
.reclamó y obtuvo como un favor especial, ser clavado al patíbulo Tertuliano define el verdadero penitente: El hombre en cólera y e n
con la cabeza h a c i a el suelo. De este m o d o , haciendo brillar, aun guerra continua contre si mismo : Panilats est homo irascens sitii.
á la ultima h o r a , la caridad de mártir, no olvidó la humildad de Es decir, que es un hombre que se coloca en lugar de Dios á quien
penitente; su último suspiro fué á la vez u u acto de amor y de h a ofendido, que se castiga tanto mas á si mismo cuanto mas le ha
arrepentimiento, y sn dolor no terminó sino con su vida. ¿Qué d e - perdonado Dios, y c[uc tanto nías se odia y se detesta cuanto roas
beremos pues pensar y decir de esos pecadores que despues de haber conoce lo mucho que Dios le a m a .

( ! ) Fu me transierunl ¡ r a lna*. (P¡. 8 7 . )


(t) Peccatum nicuui ronlra meest strmper. (Ps. 50.)
¿Quédlremos pues, y q u é deberemos pensar de esos pecadores que,
lejos de concebir el m a s pequeño odio, el mas mínimo enojo contra su intercesión, á fin de q u e os alcance una centella de ese espíritu
sí mismos, después de haber reconocido su ingratitud respecto á d e penitencia que dirigió su corazon y que podrá reformar también
Dios, y confesado su audaz rebelión contra é l , solo tienen mira- el vúestro, y para q u e de este modo se cumpla en vuestro favor
mientos y condescendencias con su persona, se complacen, se con- la profecía de Jesucristo, es decir que Pedro convertido sea para
tentan y se halagan á si mismos; esos pecadores que lejos de im- vosotros, que os habéis hecho sus hermanos, el q u e como modelo y
ponerse alguna humillación voluntaria, algún a y u n o , alguna mor- como intercesor os a n i m e , os a y u d e , os afirme en la penitencia
tificación, lejos de combatir ni u n a s o l a vez sus propias inclinaciones sincera, en una plabara el que os convierta y os salve : Et tu ali-
o sus caprichos, lejos d e practicar alguna obra de religión o de ca- quando conversus, confirma fratres tuos. Asi sea.
ridad en expiación de sus culpas, cumplen con disgusto la penitencia
que se les ha impuesto, y que la han recibido con repugnancia y
con queja por juzgarla demasiado severa? ¡ O h ! ¡cristianos s i n -
gulares, que siendo tan dispuestos, tan fáciles y tan activos p a r a
satisfacer sus caprichos, se muestran despues tan remisos y t a n
débiles cuando s e ' t r a t a de dar á Dios la mas pequeña satisfacción
por los ultrajes que le han prodigado I

Debéis pues deducir de lo dicho que no son solos vuestros pecados


los que os pierden, sino la penitencia q u e d e ellos hacéis, peniteucia
vana é ilusoria q u e , en vez de aplacar á Dios, le insulta d e nuevo;
penitencia q u e no hace otra cosa q u e añadir cada año una confesion
mal hecha y u n sacrilegio además á los pecados que cometeis en
este intervalo, y que vuelven siempre los mismos al sagrado tribu-
nal ; penitencia que convierte e n veneno mortal para vosotros y en
un nuevo triunfo para el demonio el remedio admirable y saludable
de la confesion auricular, ese gran beneficio de la misericordia
divina.
; Ay I que no suceda asi este año. Formad al menos desde ahora
el propósito de reconciliaros sinceramente con Dios por medio de
una confesion q u e satisfaga á Dios y á vuestra conciencias. Jesús
está dispuesto á echaros una m i r a d a ; ¡qué d i g o l en el momento
mismo cu que os hablo os mira con ojos compasivos, porque él
viene á ofreceros, por m i boca, el perdón. El está dispuesto á per-
donaros todos los defectos de las confesiones p a s a d a s , con tal q u e
tengáis todas las disposiciones necesarias en la q u e vais á hacer.
Esta pascua será indudablemente la última p a r a muchos. Y ¿quién
sabe si lo será también para vosotros? P o r consiguiente no en vano
os mira, os habla y os llama Dios.
Procurad que vuestra conversión sea pronta, sincera, humilde,
generosa, eficaz y permanente. Tened siempre á la vista el
ejemplo sublime de la conversión de S . Pedro. Implorad también
mimim et adversus Christum ejus. P e r o el mismo profeta h a b í a
a n u n c i a d o igualmente, q u e el S e ñ o r se b u r l a r í a d e esta i m p í a c o n s -
piración d e los h o m b r e s : Qai habitat in ccctis irridebit eos; y q u e
CONFERENCIA DÉCIMASEXTA. el M e s í a s , p o r l o m i s m o q u e todos le c o n d e n a r í a n , se h a r t a el
v e r d a d e r o r e y d e todos y reinaría sobre el s a n t o mont'e de. la
nueva S í o n , s u Iglesia, p a r a p u b l i c a r á todos el g r a n precepto d e
K1 T r i b u n a l d e P í l a l o s y l a r e v e l a c i ó n d e l r e i n o del
Dios, la v e r d a d e r a religión y l a v e r d a d e r a l e y d e D i o s : Ego antera
Me*ia».
constituí sum fíer al) eo super Sion, montan sanctum ejus, prte-
dicans praceptum.
Aitilerunt reger terrr, ti principes con- P u e s b i e n , esta p r o f e c í a principió á complicarse c u a n d o el
tewerunl in unum advenís Vominttia el
ailcermí CHritlUm ejus... Quihatítalin S a n h e d r i n , d e s p u é s d e haber c o n d e n a d o á m u e r t e al M e s í a s , le
cali* irridelil itflí.... Etje ONÍem , m i l i t o - cito a n t e el t r i b u n a l d e Pílalos, g o b e r n a d o r r o m a n o y r e p r e s e n -
luí íutn Bex ab f o i ujier Sivn, monten t a n t e d e C é s a r , p a r a q u e él le c o n d e n a s e á su vez. y le hiciese
íauclum ejuf, prtedicans prteceplutn.
fr |.«s reres Je la tierra se luxnlaron, los crucificar. M a s Dios se b u r l ó d e la perfidia del uno y del o t r o ;
principes se coligaron eonli-a el Señor } contra p o r q u e él s e sirvió d e esta oeasion p a r a h a c e r reconocer la dignidad
su Cristo... 1-1 que IwbiU eo los cíeles se bur- real d e su Mesías y a n u n c i a r al m u n d o p o r él su religión s a n t a .
lará de ellos... Mas yo be sido por él estable-
T a l es el g r a n misterio q u e v a m o s á cspliear, es decir J e s u c r i s t o
cí Jo Re; sobre de Sion, su moole santo, J u i
él publicard su decreto. puesto por los J u d í o s en m a n o s d e Pilatos, y revelando a n t e el m i s m o
;Ps.S.) Pilatos su soberanía y su l e y . Nosotros c o m p r e n d e r e m o s en él c u ó n
i m p o r t a n t e e s observar esta ley p a r a tener la gloria de pertenecer
al reino celestial. P r i n c i p i e m o s .
El m u n d o religioso, c u a n d o vino el q u e debia santificarlo, e s t a b a
dividido en d o s g r a n d e s i'amilias, en d o s g r a n d e s p u e b l o s ; el p u e b l o ••IU1IERA PARTÍ,.
J u d i o y el pueblo G e n t i l . El S a n b e d r l i i , residente en J e r u s a l e n y
presidido p o r el s o b e r a n o p o n t í f i c e , c a b e z a d e la religión del v e r - De todas l a s pasiones h u m a n a s , el odio y la envidia son las q u e
d a d e r o Dios, r e p r e s e n t a b a el pueblo J u d i o . El pueblo Gentil e s t a b a ciegan m a s el espíritu, l a s q u e e j e r c e n s o b r e el corazon el d o m i n i o
r e p r e s e n t a d o p o r el S e n a d o residente e n R o m a , y presidido p o r el m a s v i o l e n t o , é impelen al h o m b r e á hollar s u propia d i g n i d a d y
e m p e r a d o r q u e r e u n í a la s o b e r a n í a religiosa á la s o b e r a n í a política, á desconocer l o q u e se d e b e á sí m i s i n o . V e d esa t u r b a furiosa a l -
y era a s i m i s m o , b a j o el t í t u l o d e s o b r a n o p o n t í f i c e , la c a b e z a d e rededor del p r e t o r i o ; ¿ creéis p o r v e n t u r a q u e se c o m p o n e t a n solo
la idolatría. d e g e n t e s pertenecientes al p u e b l o b a j o ? N o ; en m e d i o d e ella se
M a s c o m o el R e d e n t o r debia s e r i n m o l a d o p o r los d o s p u e b l o s , h a l l a el consejo s u p r e m o d e la n a c i ó n , t a l c o m o se e n c o n t r a b a reu-
era necesario q u e los d o s pueblos concurriesen u n i d o s á s u s a c r i - nido en la casa d e C a i f a s ; se e n c u e n t r a n los p r í n c i p e s d e los s a c e r -
ficio. Ved aquí p o r q u e la sinagoga y el i m p e r i o , Caifas y d o t e s , los s e t e n t a s e n a d o r e s , los fariseos y ios doctores de l a ley
Pilotos, César y i l e r o d e s , los J u d í o s y los Gentiles t o m a r o n p a r t e q u e , como o b s e r v a n los evangelistas, se h a b í a n trasladado en c u e r p o ,
en 1a m u e r t e d e J e s ú s . D a v i d babia a n u n c i a d o este g r a n d e a c o n - con el g r a n sacerdote á su c a b e z a , al palacio d e Pilatos ( 1 ) . T o d o s
tecimiento en t é r m i n o s m u y claros c u a n d o dijo : L o s r e y e s d e la estos h o m b r e s están d o m i n a d o s por u u odio cruel q u e los ciega, los
tierra y los p r í n c i p e s d e l o s sacerdotes se c o l i g a r o n , c o m o u n solo
liombrc, y con u u a h o r r o r o s a unidad d e odio y d e i n j u s t i c i a se (I v El surgens ontuis nlullilndo eoram, (l.ue.) Sommi Saeerdoles cum Seniotibus
l e v a n t a r o n c o n t r a el S e ñ o r y c o n t r a el Mesías su e n v i a d o : AHite- el Scribis el universo concilio. i.Vttrc.) addueunl Jesum ti Caiphs iu rrteler.um.
rvnt reges terree, et principes cmvenenmt in miun adversas Do- (Joan.)
2H4 EL T Í I B O S A L DB PILATOS V LA REVELACION BEL BEINO DEL MESÍAS. 265
subyuga y los trasporta; y por consiguiente, asi como uo se rubo- bles, les habían dejado sin embargo el juzgarles según sus leyes,
rizaron de representar e) papel de esbirros en el huerto de las Olivas, con la reserva espresa de que el presidente romano debia confir-
tampoco se avergüenzan ahora esos personajes tan respetables y m a r la sentencia para que pudiese ser ejecutada. ¿ P o r qué pues
tan graves de convertirse en verdugos y acusadores de Jesús para los sacerdotes y los ancianos, que habían juzgado y a y condcuado
hacerle morir. á muerte como blasfemo á Jesus de Nazaret, uo se contentan con
E n aquella época, dice S. Gerónimo, se habia introducido entre solicitar de Pilatos la confirmación de su sentencia ? £ Por qué lepre-
los Judíos la costumbre de atar fuertemente al acusado contra quien sentan el pretendido criminal cargado de cadenas, le llevan la
se quería provocar una sentencia de m u e r t e , y presentarle en este causa original, v quieren que él mismo proceda á un nuevo jui-
estado al presidente. Por esta razón el Evangelista tiene cuidado de cio y condene á Jesus según las leyes romanas? Los Judíos h i -
referir esta circunstancia. Ellos ligaron á Jesús, le llevaron y le cieron todo esto por diversas razones q u e los Padres y los intér-
entregarou ó Pilatos. (I) Al cargar así de cadenas al Salvador, pretes han tenido cuidado de indicar.
observa Emiseno, quisieron prevenir contra él el espíritu del juez, Esto lo hicieron en primer lugar, dice S. Leon, para salvar su
y darle todas las apariencias de u n hombre que habia merecido mil reputación para con el pueblo, admirador d e Jesucristo. P o r q u e
veces la m u e r t e , y por consiguiente indigno de conmiseración y de mostrándole que no eran ellos los que condenaban á Jesus, sino q u e
perdón (2). era condenado por el tribunal de Pilatos, no como un mal Judio, sino
Ellos no quisieron fiar su preso á una diputación elegida de como un ciudadano sedicioso, podrían hacer creer ai pueblo con fa-
entre ellos, ni al jefe de la cárcel; sino que los sacerdotes y ios cilidad que ellos no habían tomado parle alguna en su sentencia d e
ancianos del pueblo quisieron acompasarle en corporacion, á fin de condenación, mientras que, sino era realmente obra esclusiva de
obligar con este a p a r a t o , dice S. Lcon, al magistrado de Roma. sus manos, era obra d e los dardos acerados de sus lenguas (l).
Su objeto era el de hacerle conocer que, al venir á solicitar unidos Esto f u é en segundo lugar, observa S. J u a n Crisòstomo, porque
la muerte d e aquel hombre, no hacían otro cosa q u e obedecer ellos querían hacer morir á Jesus, m a s bien que como culpable de
al voto d e todo el pueblo de que eran representantes; ellos crímenes contra la religión, como convencido de crímenes políticos,
querían obligar á Pilatos á renunciar á todo examen respecto á como un sedicioso, un rebelde, un perturbador de la tranquilidad
nn acusado á quien el consejo supremo y la voz pública de su pública. Pues bien, Pilatos era el único juez competente p a r a p r o -
propia nación habían ya juzgado digno de m u e r t e ; en una pa- nunciar uua sentencia en esta materia (2).
labra ellos querían imponer al juez con esta multitud de testi- Finalmente lo hicieron así, dice Teofilacto, porque no bastaba al
monios i m p o r t a n t e s , á fin d e que ni aun siquiera pensase cu odio de los Judíos que el Salvador muriese, sino que exijia que s u -
absolverle (3). friese la muerte de los esclavos y de los hombres convencidos de los
Los Romanos, hechos dueños de la Judea, habían quitado, como crímenes mas atroces, q u e era la muerte de cruz, á fin de que el
observa Sto. Tomás, al consejo supremo de la nación el derecho oprobio de su suplicio empañase para siempre la reputación de su
soberano d e condenar á pena de muerte (4). Mas al despojar al persona y destruyese enteramente la creencia eu q u e muchos e s t a -
Sanhedrin de los Judíos del derecho de hacer morir á los c u l p a - ban de q u e era el verdadero Mesías (3;. \ como las leyes judaicas
no admitían el suplicio de la cruz, q u e solo estaba adoptado en la
¡ I ) Yincienlrs Jreiiin ilustran! ad Pilatum. (¡liare.) Halieliant enim hunc
m o i e m , u ! q u e m morli adjudicasseul, ligalum judici Iradeicnt. (la Mattk.) ( I ) Hoc Consilio rem gerebaul, u l a b aclioue sceleris sui siderenlur ¡ i n m u -
(5) Vinctum Jesuin Pílalo tradiint, ul, es hoe, reus morüs e l venia indignos nes, sobsirabcules opera uianuuni, el e s e r c e n t e leía Imguaium. (Serm. VI.
eredatur. ( / » Matlli.)- de Pan.)
(3) ü l inler luí priejndicia, qnem omnes vellenl perire, non auderet Pilalus ( ¥ ¡ Volcbant euut occidi noo tantum ut Iránsgrcssorem legis, sed tanquam
absolvere. (Serm. V I I I , de Pan.) poblicum hostem, qoia regem se fecerat. (líom. SO. in Jean.)
( \ ) P e r Koinanos, qoilius eranl sulijeeti, eral eis poesías oeeidendi inlerdiela. ( 3 ) Pessimoenim genere raortis uccideremuocenlem. hoc est, crucifigere desìde-
(3-p., I.V.a. i). r a n t . (In Juan.)
V. DE R. Ili. 12
2 6 6 EL TRIBUNAL DE PILATOS,
V LA B E V E L A C I O S DEL BE1XO D F I , MESIAS. 267
J a d « , cuando se aplicaban las leyes romanas, quisieron que la causa yendo á solicitar la muerte de su hermano, la muerte del jusfo ( i ) .
del KaZáreno se sometiese al juicio del magistrado romano, q u e era
Entre tanto Pilatos, aunque juez, manifiesta menos orgullo y
el único que podia imponerle esta pena. El Evangelista mismo hace
m a s moderación q n e estos impíos acusadores. Él perdoua á su es-
esta observación importante cuando dice q u e los Judíos rehusaron
crupulosa superstición la ofensa que ellos le hacen mirando como
juzgar al Señor según sus leyes, y le entregaron á Pilatos, para q u e
impuro el sádiuario de la justicia, y presentándose en la puerta del
se cumpliese la predicción del mismo Jesucristo relativa a la muerte
pretorio les dice á los magistrados judíos : Hombres graves, como
de cruz que h a b í a cletrido (1). E n efecto este divino Salvador había
pareceis serlo, vosotros no habéis procedido ciertamente á la p r i -
dicho t e r m i n a n t e m e n t e 4 sus discípulos algunos días a n t e s : \ ed
sión de este hombre con u n aparato tan imponente, ni habéis v e -
aqui que vamos á Jerusalcn, donde yo seré entregado a los Gentiles
nido aqui para solicitar de mí su condenación, sin haberle recono-
para ser crucificado ¡2).
cido culpable y convicto d e grandes crímenes. ¿ Cuálcsson pues esos
! O Judíos t a n insensatos como pérfidos! esclama en este lugar crímenes? Yo no dudo en manera alguna de vuestra integridad,
Teofilaeto. Al e n t r e g a r á Jesús en m a n o s d e Pilatos para que sea pero necesito reconocerlos para las formalidades del proceso : 2j.
crucificado, no teueis otro objeto q u e el de saciar vuestro odio con- | Quéeoiiducta tan admirable! dice S. Cirilo. ¡ Pilatos, ese m a g i s -
tra el Mesías, y sin embargo ciegos como sois, no hacéis otra cosa trado pagano, muestra mas justicia qne los magistrados j u d í o s ,
que servir a su a m o r para con los hombres. Vosotros reunís todos adoradores del verdadero D i o s ! ; Los hombres deí mundo son m u -
vuestros esfuerzos p a r a hacerle morir en la cruz, pero no hacéis mas chas veces mas justos .que los mismos sacerdotes; los musulmanes
que cooperar al cumplimiento de sus designios y de sus prediccio- son m a s equitativos que muchos cristianos! Pilatos, en esta circuns-
nes. v proporcionarle el género de muerte que él mismo h a elegido tancia, verdadero modelo de jueces íntegros, no quiere proceder á
independientemente d e vuestra criminal voluntad (s). Así pues los ciegas, no quiere condenar por simples prevenciones, sino por he-
pensamientos q u e ocupan vuestra imaginación son vanos, el oüio chos positivos. Antes de pronunciar su sentencia quiere conocer el
que os agita es impotente, y Dios, el Mesías contra quien conspiráis proceso; él quiere juzgar, m a s no oprimir, quiere aplicar la ley,
de acuerdo con los Gentiles, se burla de vuestro furor : Astiterml pero no servir á las pasiones de otros, (la Joan.) Asi es que, por
reges Ierra, el. principes convcnmint i» wmm adversas Dom- muy íntegros, por m u y recomendables q u e se quieran suponer los
mm el adpersus Christum eji/s Qui habitat in calis irridebit judíos, desde el momento en que Pilatos los ve llegar en tumulto
eos. para reclamar la condenación á muerte de Jesús, no ve en ellos
El Evangelista advierte asimismo que los magistrados judíos, que una corporacion de magistrados, no los mira m a s que como una
que llevaron A J c s u s hasta el pretorio, le dejaron en la puerto; ellos turba de acusadores, q u e no tienen otro derecho que el de hacer
no pasaron el u m b r a l , alegando que no querían contaminarse e n - examinar sus testimonios, y verlos descutidos con tanta m a s escru-
trando en la c a s a d e un infiel, sino conservarse puros p a r a poder pulosidad cuanto que ellos mismos son los acusadores, tanto m a s
comer las v í c t i m a s q u e se inmolaban por espacio de siete dias d u - sospechosos cuanto es mayor su poder. Su autoridad no le intimida;
rante la pascua ( 4 ) . i O refinamiento da malicia! ¡o detestable hipo- sil numero no le previene; su carácter sagrado no le conmuev e. Al
cresía ! Ellos t e m e n , dice S. Agustín, contraer una impureza legal dirigirles pues la pregunta de q u e he hablado, parece q u e les dice •
entrando e n la c a s a d e un pagano, y no temen hacerse criminales El acusado esta presente, muy bien.; m a s ¿ cuáles son los capítulos
de acusación? ¿ c u á l e s son los crímenes? Yo quiero pruebas y no
( 1 ) u i « r m a J e s t t ¡ m p l e r é l u r q u i t l l v i t : siguiCcans q u a m o r l c « s e l m o n t u r a s . gritos, quiero hechos y no p a l a b r a s : Qaam accusationem afferlis
adversas ¡utminem huno?
1
( 2 ) E c c e n s c e t l d i m u s - T c r o s o b m a m : et I r a d e n t C l i u m h n m i o i s g e u t i b u s a d c r u -

ciligendum. ( M a U h . 20.1 ; i ) T i m e b a n t c o u l a n t i n a r i p r e t o r i o ; e t f r a l r i s s u i s n o g u i u e n o n l i m e b s n t . (TV,i«,


"i Joan.)
( 3 ) J u d t e i de m o r t e t u r p i s s i m a c o g i t a b a n ! : sed a D o m i n o iis non i n t e l l i g e n t . t a i s ,
( 2 ) T x i e i t ergo P i l a r a s ad e o s ' f o r a s , e l i l i v i l : Q u a m a e c o s a t i o u e m afferlis a d t c c -
electa e r a l . (In Joan.)
s u , l i o m i n e m liune ? (Joan,J
( 4 ; D I ttoii c o r i t a m i t i a r e n t u r ; sed t u c o m e d e r e n t l ' a s c a . (Joan.)
V LA BEVELACION DEL BE1NO DEL MESÍAS. 2G9

Crisóstomo, que una pretensión lal era absurda é intolerable ( l ) .


I.os Judíos, observa S. Cirilo, no esperaban tal pregunta. Kilos A pesar de esto, sin dejar adivinar su pensamiento, y finjicudo
se lisonjeaban de que Pilatos, contentándose con ver en su presen- no tener duda alguna acerca de la legalidad de los .indios, responde
cia a lodo el cuerpo d e representantes de la nación, condenaría á á su insolente réplica con una moderación y u n a prudencia admi-
muerte al Salvador sin examen alguno, y se baria el cómplice ciego rable diciéndolcs: a El reo no ha apelado á mi tribunal, llevárosle
de su f u r o r y el ministro d e s « crueldad (1!. pues y juzgadle según vuestra ley. Vosotros, que conocéis sus
Esta pregunta imprevista los desconcierta y los confunde. Ocul- crímenes, podréis aplicarle la pena q u e merezca eu justicia,
tando bajo el manto d e un orgullo afectado su engaño y su sorpresa, sin perjuicio d e mi aprobación para la ejecución de la s e n t e n -
responden : « Si esle hombre no fuese nn malhechor, conocido pu- cia ; Accipite eum vos, el secundum legan vestram judieate
blicamente por tal, no le. hubiéramos traído nosotros en persona á eum. i) (Joan.)
vuestro t r i b u n a l : Si non este! hic malefactor, non tibí tradidis- T.os Judíos q u e querían á toda costa la muerte del Salvador, y
semus cuín. . (Joan.) ¡ O ciclos, estremeceos de h o r r o r ! Aquel cuya que. por los motivos q u e y a he indicado no querian que se dijese
vida h a sido una serie continua de gracias y bendiciones, aquel que que eran ellos los que le habían condenado, responden afectando
todo lo hizo bien (2), y que cifraba sus delicias en sembrar á su una g r a n delicadeza.-» El crimen d e que se Irala lleva consigo la
paso los beneficios, es tratado de malhechor por los m a s criminales pena de muerte en u n a c r u z ; esta pena está escrita en las leyes r o -
de entre los hombres. Y sin embargo él sufre todo esto con una p a - m a n a s ; por consiguiente no es á nosotros á quien corresponde
ciencia inalterable, y guarda el mas profundo silencio. ¡O hombre, aplicarla: 1T$i$ ñon licel inlerfieere quemquam. » 'Joan.'
tan propenso á irritarte por la mas leve injuria; antes de abrir t u Obligados sin embargo, en vista de la firmeza d e Pilatos, á preci-
coraran al odioy abandonarte á la venganza, a h ! ; acuérdale q u e el sar sus acusaciones contra el Salvador, pasan en silencio con una
Hijo de Dios fué tratado d e malhechor para atraer sobre ti el astucia calculada, dice S. Juan Crisóstomo, el pretendido crimen de
perdón de tus malas obras! Y vosotras almas cristianas, almas blasfemia de que en el seno de su asamblea le habían declarado y a
justas, acordaos también de la horrible afrenta q u e vuestro Dios culpable, y por lo mismo digno de muerte. Ellos conocían que Pila-
y vuestro Salvador sufre por vuesttij; amor, y consolaos, r e - t o s , juez idolatra, no daria importancia al crimen d e blasfemia
gocijaos d e sufrir los insultos de los mundanos por el a m o r de conlra la divinidad de Jos Judíos, y por lo mismo formulan lo mejor
Jesús. que pueden tres capítulos de acusación en materia d e política, la
Sin embargo Pilatos, con el buen sentido que distingue á u n ro- tínica que podia llamar la atención y escitar el interés del represen-
m a n o , estuvo m u y lejos de contentarse con una respuesta q u e nada tante del César ¡2;. Ellos le dicen: .Nosotros tenemos pruebas irrecu-
prohaba, por lo mismo que afirmaba demasiado, El dedujo por el sables d e q u e este hombre siembro la discordia entre el pueblo; que
contrario de esla respuesta y del celo estraordinario d e los acusado- prohibe que se paguen al emperador los tributos que le son debidos,
res q u e su acusación carecía de pruebas y de f u n d a m e n t o ; que no y que va publicando p o r todas partes q u e él es el Mesías y el rey
era tonto el celo d e la justicia como el interés de las pasiones lo que d e los .ludios . Hunc iriwnimiis subverteniem gentcm nostram. el
les movia á o b r a r , y que habían ¡do al pretorio, apelando al brazo prohibentem tributa daré Ciesari, el dicenlem se Christum regem
del pretor y 110 á su examen, invocando su espada y no su juicio. esse. »
Él comprendió e n una palabra q u e le querían hacer juez de una Nada habia mas falso q u e estas acusaiones. La vida entera y el
causa presentada bajo u n aspecto falso; que querian hacer de carácter d u l c e y humilde del Salvador eran una refutación solemne
él el verdugo de un inoceule a . Pilatos pues juzgó, dice S. J u a n de ellas. Pero n a d a habia tampoco mas capaz por su gravedad de

( 1 ) Alisurdum arbitralusesl judieiumeos p r e s u m e r e , et sibi exeeutionem p e r -


(I) FrUm I á pílalo n i , judairani crudclitatem imítalas, su a: ¡usanúe deservía!.
mitii. (Hom S2 in loan.)
{la Joan.)
(2) Qtirá sciebant p i l a t u m nullam euram legálium faeientem, ad publicas aecu-
(S) Beucoiynia leeit. ( « » » . 1.)
salinnes rem deduennt. {llora. Htin Joan.)
Í 3 : Expelivn-an! pr.Tsidem niagis executoreni ssviüai ^uam arbitran» e a u s * .
(Srrn. FUI Je Pan.)
270 EL TRIBUNAL DE PILATOS,
V LA REVELACION DEL BEISO DEL MESIAS. 271
escitar el zelo de un hombre de estado, supuesto que se trataba del conversa, q u e con la severidad d e un juez que interroga, y como
crimen de lesa majestad , acusando á -lesus de haber aspirado á la movido de. su propia curiosidad : « ¿ E r e s t u el Rey de los Judíos?
soberanía. Más Pilatos, por una disposición especial de Dios que
Tu es rex Judworum ? (Joan.)
quería hacer desaparecer basta la sombra de estas acusaciones para
Mas, ¿qué pnede laprudencia h u m a n a contra la sabiduría divina ?
110 oscurecer la inocencia d e su Divino Hijo, n o les dio fe a l g u n a . Él
Pilatos pretende con esta sencilla pregunta penetrar mejor los pen-
conoció por el contrario q u e estas imputaciones no presentaban mas
samientos del Señor, y Jesús le hace u n a pregunta que obliga a Pi-
prueba que el carácter y la multitud de los grandes sacerdotes, h e -
latos á manifestar los suyos. Porque ella prueba que ha leido el c o -
chos á la vez acusadores y testigos, despnes de haber querido eri-
razón de Pilatos, y que ha conocido lo que los Judíos habían alegado
girse en j u e c e s ; y en este concepto comprendió al momento de la
en su ausencia contra su persona; « ¿ E s verdaderamente como hom-
manera mas evidente, dice el Evangelio, que en estas acusaciones
bre, ó como amigo como procuráis saber, o Pilatos, si yo soy rey 1 .
habia mas de odio y mala fe d e parte de los aceusadores, que de cul-
¿ ó m e preguntáis m a s bien como juez, porque mi soberanía os h a
pabilidad en el acusado ( l ) . Mas para hacer ver que no permanecía
sido presentada por los Judíos como u n capitulo d e acusación ( l ) ? »
pasivo en 1111 negocio q u e se presentaba con un aspecto tan grave,
dándole á entender de este modo, dice S. Cirilo, q u e n a d a se oculta
dejando á los Judíos agitarse en tumulto fuera del pretorio, entra en
ó Jesucristo (2). El gobernador se queda estupefacto al ver q u e su
la sala donde habia hecho colocar al Salvador, cuando los Judíos
pensamiento es adivinado por Jesucristo, y le confiesa con cierto
le habían puesto en sus m a n o s , y le hace comparecer en su presen-
embarazo que como juez le h a hecho efectivamente esta pregunta,
cia (2). Jesús, cargado como estaba de ligaduras, se presenta en el
porque ella se refiere al crimen de q u e los Judíos le habían acusado.
tribunal de Pilatos en la actitud d e un criminal. El Evangelista pa-
Pilatos pues responde con u n a especie de cólera mezclada de c o m -
reccque se sorprendeal referir esta circunstancia (3 ¡. ¡ Oh 1 ¡ cuan sig-
pasión : « Yo no soy Judio, como sabes y tengo á mucha h o n r a no
nificativas son estas palabras 1 esclama Orígenes. ;.Iesus en pié de-
serlo. Los mismos de tu n a c i ó n , ios jefes d e tu religión son los que
lante de Pilatos! ¡qué humillación I ¡que abatimiento para el H i j o d e
t e han acusado d e ambicionar la sabiduría, y m e han remitido el
Dios, constituido por su P a d r e juez de vivos y muertos, verse p r e -
juicio d e esta causa. Yo deseo saber cómo has podido dar motivo
sentado así en el t r i b u n a l d e ios hombres, y verse obligado á p e r -
p a r a semétjánt e imputación. ¿Eres, ó no eres efectivamente el rey
manecer en pié como un gran criminal esperando su sentencia,
de los J u d í o s ? ¿ Y en qué sentido pretendes ser r e y ? ¡fumquiil ego
pronunciada por un magistrado idólalra (4)!
Juiaus surn ? Gens tua et pontífices tradiderunt te mihi: quídfe-
Pilatos á pesar de todo declara no hacer aprecio de los dos prime- cisti? » (Joan.)
ros capítulos de acusación presentados por los Judíos contra el S a l - Desde el momento en que Pilatos declara que no pregunta como
vador, porque sabia por cspcricncia que ninguna acusación de este hombre llevado d e la curiosidad, sino como magistrado revestido
género habia sido presentada jamás en su tribunal contra J e s u - d e autoridad pública, el Ilijos de Dios no se niega á responder,
cristo. El se limita únicamente al tercer capítulo, es decir, á sus Despondit Jesús ,-y de una manera clara, precisa y que no deja
pretensiones d e ser r e y . Sin embargo, no da á conocer á Jesús que duda acerca del sentido de sus palabras, manifiesta y revela al uni-
esta era la queja principal que los Judíos, fuera del pretorio, lenian verso el g r a n misterio de su soberanía. ¡Cuán hermoso es v e r á n u c s -
contra él, y esto á fin de q u e se esplicase con m a s libertad. Él le tro Divino Maestro transformar todos los lugares}' todas las circuns-
pregunta simplemente, m a s bien con el acento de un amigo que tancias de sus ignominias en otras tantas eseuelasdonde espiiea losorá-
culos de su sabiduría y desde donde gobierna al mundo 1 ¡ Cuán her-
( 1 ) Seiebal (Pílalos) quia per i n v i j i a m Iradidissent c u m summi Sacerdolcs.
moso es oirle hablar como Dios en el tiempo mismo cu que está
(.Vare.)
( 2 ) lüUoivit ¡a p n e l o r i u m p í l a l o s , etvoeavil J e s u m . (Joan.)
cubierto de humillaciones como criminal I Ved aquí en efeelo lo q u e
(3) Jesús auiem slelit a n l c P r e s i d e n , ( t / a l l / i . )
( i ) J a d c x totius e t e a l u n e coiislilulus a P a ü e , vide q u a n t u m se iiumilial, ul ( I ) A temetipso h o c dicis, an a h i tibí dixerunt d e m e ? (Joan.)
acquiescerel«are ante Judieem lerr.-e Judie*. ( T r a c / . 2 5 in 3la/li.) ¡2) H;ec autem dixit subostendens uibil esse occullum. (In Joan.)
d i c e : o Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este
todas las profecías; h a manifestado el verdadero espíritu de la nueva
m u n d o , mis vasallos sin duda pelearían para que yo no fuera e n t r e -
alianza; nos h a dicho q u e el reino de Jesucristo no es político
gado en manos de los Judíos; mas ahora mi reino no es de aquí; 1 >. B
ni t e m p o r a l , sino espiritual y d i v i n o ; que se establece en los
Con eslas palabras quiso decir, según el aliad R u p e r t o : « Si, yo
corazones por la fuerza de la g r a c i a , se estiende por las a r -
soy efectivamente rey, m a s de un reino que en n a d a se parece á los
mas de la paciencia y prospera por el menosprecio de las cosas
imperios de la tierra, cuy a fuerza la constituye la estension del ter-
t e r r e n a s ; que n a d a promete de cuanto la concupiscencia mundana
ritorio y la multitud y b r a v u r a de sus ejércitos. El mió no tiene ne-
persigue sin descanso, sino que invita por medio de las humillacio-
cesidad alguna de estos medios para subsistir. Por esta razón | 0 Pi-
nes, atrae con la cruz y recompensa con el martirio ; que. esle reino
lilos! m e veis ahora en vuestra presencia, solo, sin defensa alguna
no tiene relación con el mundo presente sino para inspirar desprecio
estertor, sin esc aparato fastuoso, sin esa grandeza que. los d e m á s
á éi, y que descendió del cielo sin otro objeto que el de hacer felices
reyes ostentan de ordinario cuando se presentan en público '2;.
eternamente en el cielo á sus subditos : Hegnum meum non esl de
« Sin mi reino fuese de este muudo, mis ministros y mis vasallos hoc mundo '.
serian también de este m u n d o ; ellos volarían á mi defensa; ellos
no m e dejarían á merced del odio de los Judíos, ellos no sufrirían Mas ved aquí otra instrucción no menos provechosa encerrada
q u e yo fuese tratado como veis que lo s o y : Si ex hoc mundo esset en estas mismas p a l a b r a s : « Si el reino de Jesucristo, dice S. Agus-
regnum meum, niinislri mei utique decertnrenl ut non trádérer tín, no es d e esle mundo, no puede componerse de ciudadanos ni
Jvdate. Pero tal es el carácter de mi soberanía que no es compati- de súbditos de este m u n d o ; no puede formarse sino de aquellos que
ble con el oslado á que me veo reducido en esle momento; clia creen en Jesucristo, q u e participan de su espíritu é imitan sus ejem-
puede sufrir mi opresion, mi ignominia y mi m u e r t e sin perder n a d a plos; de aquellos á quienes el mismo Salvador ha dicho en otro lu-
de su estabilidad ni de. su gloria, porque no teniendo su principio gar : Vosotros no sois de este mundo, así como yo tampoco lo s o y ;
ni su razón en la voluntad de los hombres, ninguna necesidad tiene de aquellos en lili q u e se encuentran en medio del mundo, pero (pie
de la fuerza de los hombres para sostenerse : Xtmc autem re'jmim sin embargo no pertenecen al mundo (l). o
tmumnon esl hiñe. I Cuan desgraciados sois por una consecuencia necesaria pero ter-
rible de esta verdad, esclama S. Cipriano, cuán desgraciados sois
IO palabras admirables! ¡omisterio sublime! josabiduríadivina
vosotros los que, llenos del espíritu del mundo, esclavos de las
denuestro Salvador y Maestro! ¡ o doctrina verdaderamente celestial
máximas, de las ideas, de las costumbres, de las preocupaciones y
que solo el Hijo de Dios podía revelar y enseñar á los hombres I
de los caprichos del mundo, preferís el amor del mundo al amor de
Con esta sencilla y corta respuesta hace conocer el Redentor que es
Dios, y no sois cristianos sino para deshonrar el Cristianismo I ¡ Ayl
verdaderamente rey, pero rey llamado por su Padre á reinar, no
yo siento decíroslo, y sin embargo es necesario que os lo diga cla-
sobre tal ó cual reino, no sobre tal ó cual pueblo, sino sobre todas
ramente : vosotros no sois de Dios, ni Dios se digna venir á habitar
las naciones, sobre el monte santo de Sion, sobre la Iglesia univer-
en vosotros; por esta razón vosotros 110 perteueccis bajo ningún as-
sal que debía estenderse á todos los tiempos y á todos los lugares:
pecto al reino d e Jesucristo en la tierra, y si 110 os reformáis podéis
Bgoaulem constilulus sum ob eo supér Sion mnnlem sanctum ejus!
eslar ciertos, desgraciados, d e q u e no tendréis parte alguna en su
Con esta respuesta ha destruido de un solo golpe la falsa ideo que
reino d e los cielos ¡ 2 ' . Mas 110; ¡haced que no sea así. Dios m í o ! Que
los Judíos habian formado del reino del Mesías. En eslas pocas p a -
ninguno de este auditorio sea escluido del reino celestial. Estableced
labras nos ha dado la clave de la Escritura S a g r a d a ; él h a esplicado
en este momento en nuestros corazones el reino de vuestra gracia,
( 1 ) Regnom meum n o n e s t de hoc mundo. Si d e h o e m u n d o essel regnnm meum, ( 1 ) Quid esl regnum e j u s ? Nisi eredentes in e u m , quibus d i q i l : D e h o e m u n d o
ministii mei decerlarent utique ut non t r a d e r e r Juchéis. Nono a o l e m regnum meum non estis, sieul e l ego non suol de hoc mondo. (Traer, in Joan.)
neu est liioc. (Joan.) ( 8 ) Dieil regnum s u o m de h o c m u n d o non esse, quia in bis, qui amorem mundi
(2) Regnum meum n o n e s t d e hoc mondo. I d e a l : n o u d e m a g u i l u d i n e c i v i l a t u m , Dei amoriprieponunt, n o n dignator Divinitas mansionem lacere. (Strm. deJeian.
non d e multitudine et fortiludioo mililuui. (In Joan.) el 7io/.) '
lí.
que forme de nosotros vasallos sumisos y fieles á fin de q u e podamos E n efecto al decir Jesús: « Yo he venido al mundo, »indica cla-
todos entrar en el reino de vuestra gloria : Ai/veniaI regnum tuum. ramente que él era, que él existía antes d e su nacimiento y de su
Es claro que al hablar el Salvador á Pilatos d e un reino propio, venida al m u n d o ; que hijo de Abrahan según la carne, como él lo
de un reino nuevo y esclusivamente suyo, se atribuía el titulo y la habia dicho, fué anterior á este patriarca según la divinidad, y que,
cualidad de rey. Pilatos por consiguiente le replicó : « Es cierto nacido en el mundo como hombre, es anterior, como hijo de Dios,
pues que tú eres rey (l). a Y Jesus responde con modestia : o Vos a l origen del mundo ( l ) .
lo habéis dicho ; yo soy verdaderamente rey : Tu dkis, quia rex En segundo lugar, cuando Jesús dice : << Yo he venido al m u n d o
s»m ego. » E n seguida dando mas fuerza á su voz y á sns palabras para dar testimonio de la verdad no hace mas q u e repetir en otros
continúa diciendo á Pilatos, y á nosotros en la persona del gober- términos lo que habia anunciado ya por boca de David : o Yo he
nador : « Yo he venido al mundo para d a r testimonio de la ver- sido establecido rey por el mismo Dios, para publicar sus d e c r e t o s :
d a d , y todo el que. pertenece á la verdad escucha con docilidad mi Eqo autem constílutus sum Rex ab eo super Sion, montan sanctum
voz, la conoce y la cumplc : Ego in hoc nalus mm, el ad hoc veni ejus, pr/ed¡caris prteceptum. » De modo que mientras que el Evan-
in Mundvm, ut testimonim perhibeam ventati : omnis, quia est gelio cumple la profecía, la profecía espllca el Evangelio. Porque la
ex vcritale, audit vocem man. ¡O nueva y preciosa lección o p a l a - verdad de la que h a venido á dar testimonio, ó que h a venido á re-
bras sublimes: Ellas contienen toda la religión. Ellas solas b a s t a - velar v á ofrecer es nada menos que el precepto de Dios, la ley de
rían para probarnos que Jesucristo es Dios, porque ninguno, en la Dios, la religión de Dios, que él tiene la misión d e enseñar á los
actitud de acusado y de eriminial en que se hallaba Jesucristo de- hombres, y ved aquí porque ha sido constituido rey y legislador SO-
lante de Pilatos, hubiera podido pensar ni espresarse d e este modo. brccl monte santo de la Iglesia. De modo que las primeras funciones
Admiremosaqui en primer lugar, con S. Juan Crisostomo, el modo de su soberanía son ilustrar los espíritus, santificar los corazones y
con que Jesucristo responde á Pilatos, tan diferente del q u e usó con recibir, como soberano de uu imperio puramente espiritual, el ho-
Caifas. A1 principe d e lossaeerdotes que le hace esta pregunta: o ¿Eres menaje m a s noble que el hombre p u e d e tributar, el h o m e n a j e de
t ú el Hijo de Dios ? » responde con un tono severo y amenazador : la fe y del amor. Estas palabras encierran pues en compendio los
« Si, yo soy el hijo de Dios : y añade : •< Y yo seré vuestro juez. » motivos, el fin y los frutos d e la Encarnación, del ministerio p ú -
A Pilatos, q u e le pregunta : ¿ Eres tú rey ? . responde con un tono blico y de la pasión y muerte de Jesucristo.
lleno de dulzura y de compasion : o Si", y o soy rey ; » y a ñ a d e ; Además la verdad en el sentido religioso no es otra cosa que el
• Mas yo soy también vuestro Salvador, a ¡ A y I no debo causarnos conocimiento de Dios y del hombre, de las relaciones q u e deben exis-
admiración. Caifas h a b í a interrogado al Salvador maliciosamente tir entre Dios y el hombre, y de las relaciones que deben unir á los
con el objeto de perderle; Pilatos por el contrario le interroga con hombres entre sí. I.a verdad es la verdadera religión q u e abraza el
amigables intenciones y con el objeto de salvarle. Ved aquí por que dogma, la moral y el culto; la religión que los Judíos 110 conocían
Caifas es amenazado y Pilatos instruido. Además, Caifas es judio y sino en espeetaeion y en estado de figura, y de. la que los Gentiles
Pilatos gentil. Este modo tan diverso de responder nos enseña q u e no tenian idea alguna. Luego si nosotros conocemos al presente á
la justicia de Dios tiene la amenaza suspendida sobre la cabeza de Dios, si conocemos el misterio de las tres divinas personas, si c o -
los Judíos, mientras que su misericordia se promete á los Geutiles. nocemos al hombre y su origen, su condieion-y su fin, sus deberes,
Castigos terribles se anuncian á aquellos, m a s á estos se anuncian su caída y su reparación; el mediador y sus misterios, sus gracias
grandes beneficios, la revelación de las mas importantes verdades y y sus promesas, la ley divina y sus preceptos, sus amenazas y sus
la posesión del reino de Dios ¡2). recompensas; si tenemos la inestimable ventaja de profesar estas
grandes é importantes verdades qne el mundo antiguo habia oscu-
recido con sus fábulas, ó perdido e n t e r a m e n t e ; estas verdades en
(t) Du|t ilaque ei Piialus : Ergo res « lu ? (Joan.)
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( 4 ) Autequam A b r a h a m Eeret, ego sum. (Joan.)
cuya investigación había agotado la sabiduría h u m a n a todos sus es- nía y de su reino, Pilatos oia el sonido de su voz divina, sin penetrar
fuerzos por espacio d e muchos siglos sin poder descubrirlas j a m á s ; el sentido. Es verdad que, sorprendido de la manera nueva con que
si conocemos repito estas verdades, es porque Jesucristo verdadero el Salvador habla de la verdad, la curiosidad le movió á preguntar,
rey de un nuevo reino puramente espiritual, sentado en el monte como preguntó en efecto, qué cosa es la verdad: Dixit Pilatus:
profético d e la Iglesia, como en un trono, nos las h a hecho creer Quid est verilo.s ? Mas esta era una curiosidad puramente escitada
por su enseñanza y nos las ha hecho amar por su gracia, y ved aquí en él por el espíritu filosófico, y no por el celo de la religión. Es una
cómo ha reinado, cómo reina todavía y reinarápara siempre en el es- pregunta hecha por interés de la ciencia profana, y no por la salva-
píritu y en el corazon de los h o m b r e s : Eyo Uutem constituios suni, ción eterna de su a l m a ; es e n él u n deseo pasajero, una veleidad sin
Rex ab eo super Sion, montera sawtum ejus, prtedicans prteeep- consecuencia de saber una cosa ó la que 110 da importancia alguna.
tum, E n efecto, en el momento en que Jesucristo parecía dispuesto á res-
¿ Y con q u é objeto se ha hecho estaimportantc revelación ? El Sal- ponderle y á instruirle, Pilatos se levanta, abandona su tribunal,
vador mismo nos lo ha declarado cuando a ñ a d i ó : o Todo el q u e deja en cierto modo á Jesucristo con la palabra cu la boca, y sin
pertenece á la verdad escucha mi v o z : Omnis, rjui est ex veníale, esperar la respuesta sale para arengar á los J u d í o s : Etcum hoc
audit voeem rneam. » Palabras q u e encierran un sentido profundo; dixisset, iterum exivit od Judíeos, et dieit eis: Eyo nullam inve-
pues parece q u e Jesús debería haber dicho por el contrario: « El nto in eo eaxtsam.
q u e escucha m i voz pertenece á la verdad que posee; » porque su Ved aquí pues, dice u n comentarista, una pintura fiel de esos cris-
voz y sus palabras son la verdad. Mas el Señor ha querido revelar- tianos que tienen de tiempo en tiempo cierta veleidad, cierto deseo
nos aquí un gran misterio. En efecto, ¿quiénes son los qucperteneccn vano de oir la palabra de Dios y de conocer las obligaciones que su
á la v e r d a d ! son las almas humildes, sencillas y modestas que tie - ley les impone; pero q u e en seguida, cuando esta palabra santa,
n e n un deseo sincero de conocer y un corazon inclinado á a m a r , y esta augusta verdad comienza á sonar en sus oídos por medio de la
q u e están dispuestas á practicar la verdad. Pues bien, el Señor nos predicación evangélica, se retiran, huyen y no quieren saber mas,
dicc que esas almas escuchan la voz de Jesucristo y su enseñanza ¡ A h í Esto consiste en que ellos temen su voz importuna, su acción
con docilidad y con fruto. Mas los que pretenden conocerla verdad severa, su justa autoridad q u e o r d e n a ciertos sacrificios, exige ciertas
con un espíritu d e odio para combatirla y ahogarla, como hicieron reformas, condena las injusticias y amenaza con el castigo, mien-
los Judíos; con un espíritu de desprecio para ponerla en ridiculo, tras q u e ellos no quieren que se les altere en lo mas mínimo la ver-
como hizo Heredes, y con un espíritu de indiferencia para c o n d e - gonzosa felicidad que se han creado en el seno del vicio y del d e -
narla ó sacrificarla á la política ó á los respetos humanos, como hizo sórdeu(l'.
Pilatos, esos n a d a tienen de común con la v e r d a d ; ninguna simpa- Mas ¡ a y ! [ cuan desgraciados son! La verdad por la que se intere-
tía secreta tienen con ella: ellos le son enemigos ó estraños, y ved san tan poco y q u e desprecian de ese modo huye de ellos y se oculta
aquí por que se les niega la revelación divina. Ellos no merecen ob- á sus ojos. V supuesto que la verdad es el mismo Jesucristo, Eyo
la voz de Jesucristo, ni comprenderla en el sentido que podría ilus- svm veritas; la verdad, que huye y se eclipsa, es Jesucristo que
trarles, justificarles y salvarles; por el contrario solo la oyen mate- abandona la montaña de Sion, figura mística del alma cristiana
rialmente como u n n u d o vano, como u n sonido privado de sentido, santificada por el bautismo, y que deja d e reinar en ella; d e modo
que los deja en su ceguedad y pronuncia su condenación. q u e 110 anuncia y a en ella por medio de sus inspiraciones y de su
En los circunstancias de q u e se trata, Pilatos es una prueba s e n - gracia la ley sublime de Dios para hacerla amar y cumplir. Desgra-
sible d e la verdad de esta profecía de Jesucristo. El no posee ese es- ciada el alma ciega, obstinada y rebelde, de quien Jesucristo se
píritu humilde, ni esc corazon dócil que dispone al hombre á recibir
la verdad y á practicarla, y que establece un verdadero parentesco, ( t ) Feeil qiiTstionem et non e s p e c i a n ! sotolionem. Sie mullí transitorio fcrvoie
una afinidad secreta entre el hombre y la verdad. Así pues, mientras conversi ad D e u m , vera b o t a desiderore ineipiunl; sed io mentis proposito non
q u e el Salvador le revelaba cosas tan sublimes acerca de su sobera- persistan!. (M*g, Flctor iti Allegar.)
Mos el día l ú g u b r e d e la P a s c u a , a ñ a d e S . L e ó n , q u e h a sido p a r a
aleja, e s c l a m a S . A g u s t í n . P o r q u e , ¿ q u i é n p u e d e c o m p r e n d e r l a I n -
los J u d í o s cubierto c o n las tinieblas d e la m a s oscura n o c h e , ha
felicidad d e u n a l m a v i u d a de Dios, y á quien Dios h a a b a n d o n a d o
brillado para nosotros con el r e s p l a n d o r d e la m a s r a d i a n t e luz (2).
á su propia s o l e d a d ? Va soli. ¡ H o r r o r o s a soledad, h o r r i b l e a b a n -
d o n o , s o m b r í a v i u d e d a d del tiempo, p r e c u r s o r a f u n e s t a d e la v i u d e - N o sin u n a razón oculta, al h a b l a r el E v a n g e l i s t a d a este acto

d a d e t e r n a y d e l a separación terrible p o r t o d a l a e t e r n i d a d I solemne d e la e n t r e g a d e J e s ú s en m a n o s d e Pilatos, da á este el ti-


tulo d e g o b e r n a d o r ó r e p r e s e n t a n t e d e C é s a r : Tradiderunt Pontio
Pitato priesidi. P a r e c e q u e p o r esta d e n o m i n a c i ó n h a q u e r i d o m a -
SECODA PAUTE.
nifestar el historiador s a g r a d o q u e al r e c i b i r Pilatos, como r o m a n o
y como lugarteniente del e m p e r a d o r y del m u n d o p a g a n o , al R e -
; Cuán p r o f u n d a s son las p a l a b r a s c o n q u e e l E v a n g e l i s t a principia
dentor q u e los J u d í o s le e n t r e g a r o n , t o m a posesion d e él en n o m b r e
el relato q u e a c a b o d e « p i l c a r I • L o s J u d í o s , dice, e n t r e g a r o n á J e -
de los r o m a n o s y en n o m b r e d e los J u d í o s . ¡ O precioso r e c u e r d o I ¡ o
s ú s cu m a n o s del g o b e r n a d o r P o n c i o - P i l a t o s : El Irmlideriml eum
misterios consoladores! ¡ o g e n t i l e s ! ¡ o r o m a n o s ! E n v i r t u d d e e s t a
Pontw Pílalo prasidi. ( M a t f h . ) Esto f u é un acto s o l e m n e p o r el
acción de los J u d í o s nosotros los gentiles h e m o s v e n i d o á s e r los
q u e el p u e b l o j u d í o , r e p r e s e n t a d o p o r el g r a n c o n s e j o , r e n u n c i ó en
v e r d a d e r o s h i j o s d e la p r o m e s a , la r a z a d e A b r a b a n , la v e r d a d e r a
n o m b r e d e todos los J n d i o s p r e s e n t e s y f u t u r o s al Mesías p r o m e t i d o
casa de J a c o b . L a Iglesia Católica o c u p a el l u g a r d e la sinagoga. A
á s u s p a d r e s y e s p e r a d o p o r tanto liempo, y se declaró satisfecho d e
ella se t r a s m i t e la ciencia d e las E s c r i t u r a s , á ella se confia el d e p ó -
n o pertenecer y a al S a l v a d o r del m u n d o .
sito d e la verdoderc f é , á ella s e h a t r a s l a d a d o el v e r d a d e r o s a c e r -
D e s v e n t u r a d o s J u d í o s , les g r i t a á este propósito S . L e ó n , ¡ q u e docio, el v e r d a d e r o sacrificio, el v e r d a d a d e r o culto, el conoci-
p é r d i d a tan g r a n d e habéis s u f r i d o 1 ¡ q u é precioso es el tesoro d e q u e miento d e todas las l e y e s de Dios y la dispensación d e t o d a s
os habéis d e s p o j a d o a b a n d o n a n d o así al Mesías, q u e e r a el Anteo t í - las gracias d e la salvación eterna. Roma especialmente t o m a
t u l o d e v u e s t r a existencia y d e v u e s t r a g l o r i a ; e n t r e g a n d o á los es- h o y posesion del R e d e n t o r á quien r e n u n c i a hoy y desprecia J e -
tajeros v u e s t r o compatricio, vuestro h e r m a n o n a c i d o d e vosotros r u s a l e u . R o m a se h a c e s a n t a c o n el c r i m e n d e J e r u s a l e n , ino-
y e n t r e vosotros, e n u n a p a l a b r a vuestro S a l v a d o r ! P e r o vosotros cente con s u i n i q u i d a d , rica c o n s u s despojos, libre con s u condena-
expiaréis sin d u d a a l g u n a este g r a n c r i m e n , y s u p u e s t o q u e h a b é i s ción, gloriosa con su envilecimiento é i n m o r t a l con s u d e s t r u c c i ó n .
e n t r e g a d o ó J e s ú s ó los r o m a n o s p a r a h a c e r l e m o r i r , vosotros cae- R o m a se h a c e la capital del n u e v o reino espiritual, q u e sin s e r del
r é i s t a m b i é n en p o d e r d e los r o m a n o s p a r a ser h u m i l l a d o s , a b a t i d o s m u n d o , h a v e n i d o ei R e d e n t o r á establecer en el m u n d o ; y el Va-
y destruidos p o r ellos ; t ; . ticano se h a c e , en l u g a r d e Sion, el v e r d a d e r o m o n t e s a n t o sobre el
Desde, este d i a c o m i e n z a p a r a v o s o t r o s , i n f o r t u n a d o s , u n a série que el Hijo d e Dios, constituido r e y p o r su P a d r e , coloca s u t r o n o y
d e e s p a n t o s a s d e s g r a c i a s . Y a n o h a b r á p a r a v o s o t r o s luz ni p r o f e - desplega su s o b e r a n í a , su a u t o r i d a d y s u i m p e r i o , a n u n c i a n d o á
c í a s , n i ciencia d e Dios n i conocimiento d e s u s m i s t e r i o s y d e s u s todo el Universo desde lo alto d e esta m o n t a ñ a s a g r a d a lo v e r d a d e r a
leyes. La e s c r i t u r a s e r á p a r a vosotros u n libro s e l l a d o , q u e leeréis religión y la ley d i v i n a : Ei/o auteui constituías sum Rex ab eo su-
sin c o m p r e n d e r , y en el q u e e n c o n t r a r é i s á J e s u c r i s t o en c a d a p á - per Sion, montem siinclum ejus, pmdicans prceceptum.
g i n a , y sin e m b a r g o 110 le veréis. D e s d e este, d i a n o t e n é i s y a t e m p l o Reconozcamos p u e s nosotros q u e somos cristianos y descen-
n i altar ni s a c e r d o t e n i sacrificio n i c i u d a d ui reino. E s t e d i o fatal dientes d e p a d r e s gentiles, reconozcamos con S . P a b l o el a c t o d e
convertirá t o d a s vuestras s o l e m n i d a d e s en u n a m a r g o d u e l o y en inefable. misericO£dia p o r el q u e Dios n o s sacó, sin m é r i t o a l g u n o d e
u n d o l o r eterno (2). n u e s t r a p a r t e , d e la g e n t i l i d a d en la q u e h u b i é r a m o s p e r m a n e c i d o

adcmii, regnum et saecrdotium sustulit, in luetom adernum omitía festa convertit.


(1) Tradiderunt Romanis J e s u m ; sed el ipsi á Deo uadili fueruul in manus Ko- ¡ S e ™ . II de p«¡,.)
manormu, ul adiniplerenlur Scriptura- dicenles : Secundan! opera m a u u u m eorum ( I ) Festiviias, eju.v illis conversaeslinnoetem, nobis coruscal io lucem. (Serm.
tríbué illis. IX Je Pau,).¿.
(2) Hoc mane nobis, ó J u d a i , lemplum e t aliaría diruit, legem et propbelas
,¿80 EL TRIBUNAL DE PILATOS, ETC.

viles esclavos d e todos los errores y d e t o d o s los vicios, p a r a t r a s l a -


d a r n o s al reino d e Dios, y hacernos p a r t i c i p a n t e s del amor d e D i o s :
Qui eripitit nos de potesiate lenebranm, el Iransluht in regmm CONFERENCIA DECIMA SÉTIMA.
fiti¡ dilectionü stae. R e c o n o z c a m o s este i n m e n s o beneficio c o n la
g r a t i t u d m a s sincera y la adhesión m a s afectuosa. Reconozcámoslo
I-i» IH*sONi»cr;M-Ioii «I<? J m l i i h .
conformando n u e s t r o s pensamientos, n u e s t r o s sentimientos y
n u e s t r a vida á las leyes p u r a s , s a n t a s y perfectas d e este r e i n o de
Dios, d e t a l m o d o q u e J e s ú s n o se r u b o r i c e d e tenernos por s u b d i - Hors peccatorum petitwa-
t o s . Reconozcámoslo sostenieudo, c o n la pureza de nuestras c o s t n m - I.a nitlerte Je I«1-1 l*cador«í es horrorosa.
bres, el h o n o r d e pertenecer á u n m o n a r c a tan g r a n d e , m a n i f e s t é - (Ps.35.)
m o n o s llenos d e celo por s u gloria, llenos d e un s a n t o respeto p o r
s u s templos y observadores fieles d e s u s leyes, á fin d e h a c e r n o s
d e s p u e s p a r t i c i p a n t e s d e s u s recompensas e t e r n a s . At¡ sea. l o s dos p r i m e r o s L i b r o s d e los Reyes hacen mención d e dos con-
fesiones célebres q u e tuvieron lugar en u n corto intervalo d e
tiempo : la confesion d e Saul y ia de D a v i d . Kstos d o s h o m b r e s ,
e l e v a d o s a m b o s p o r la voluntad de! Señor d e la oscuridad de la
vida c a m p e s t r e al trono d e I s r a e l , y eaidos los dos en el pecado,
Confesaron i g u a l m e n t e su iniquidad ¡í d o s p r o f e t a s , con la f r e n t e
h u m i l l a d a , la voz l a s t i m e r a y los ojos b a ñ a d o s en lágrimas, y sin
e m b a r g o n o a l c a n z a r o n a m b o s el p e r d ó n .
« Y o he pecado ,pi>ccavi,» dice D a v i d á N a t a n , y a p e n a s p r o -
nuncia esta p a l a b r a c u a n d o el p r o f e t a le responde : « ¡ P u e s b i e n ! yo
os lo d i g o ; en esle m o m e n t o m i s m o os ha p e r d o n a d o Dios vuestro
p e c a d o ¡ t). o « Yo he pecado, peccaui, » dice i g u a l m e n t e Saul al
profeta S a m u e l , y este le responde al m o m e n t o : « El Señor os ha
deshechado, y vos n o reinaréis sobre Israel (2) ».
¿ D e dónde, nace pues q u e esta doble confesion h e c h a e n los m i s -
m o s términos t u v i e s e u n resultado tau d i v e r s o ? D e q u e la c o n f e s i o n
d e David f u é la espression real d e un dolor sincero, m i e n t r a s que la
de Saul, según o b s e r v a S . G r e g o r i o , no f u é otra cosa q u c u n a ficción
sacrilega : su lengua confesó s u pecado, m a s la contrición n o habia
q u e b r a n t a d o su corazon. Ved a q u í por q u e m i e n t r a s q u e David,
d e s p u e s d e h a b e r vivido en l a s obras d e la p e n i t e n c i a , m u r i ó con l a
m u e r t e preciosa d e los j u s t o s , Saul p o r el contrario, después de h a -
b e r a c u m u l a d o c u l p a s sobre c u l p a s d u r a n t e su vida, se dió la m u e r t e
v o l u n t a r i a m e n t e , y entregó su a l m a criminal en m e d i o d e los f u r o r e s

{i; Dominas. queque iramiulil peccaium tüum. (II. Reg.)


(2) Projecit le Domimis, ne sis res supev Israel. ( / . Beg.)
d e la desesperación, y entre los t o r m e n t o s atroces de los r e m o r d i - y d e la gracia d e J e s u s c r i s t o p a r a m o r t i f i c a r su pasión c u a n d o ella
m i e n t o s . E j e m p l o t e r r i b l e d e rata v e r d a d del o r á c u l o d i v i n o : La está todavía n a c i e n t e s e r á d o m i n a d o por ella c u a n d o haya a d q u i r i d o
m u e r t e d e los pecadores es s i e m p r e f u n e s t a y t e r r i b l e : ¡Hors pecca- fuerzas, y s e r á a r r a s t r a d o h a s t a el c s t r e m o de a b a n d o n a r la fe ó la
torum pessima. ley d e Jesucristo.
Esto f u é lo q u e sucedió á J u d a s , l i n pequeño esfuerzo le hubiera
E s t a historia del a n t i g u o T e s t a m e n t o faé la figura profetiea de
b a s t a d o para t r i u n f a r d e su a v a r i c i a c u a n d o ella e s t a b a todavía en
u n a historia s e m e j a n t e o c u r r i d a en el n u e v o . P e d r o y J u d a s , los d o s
sus principios. H u b i e r a sido b a s t a n t e q u e al sentir n a c e r en su eo-
apóstoles d e Jesucristo, los dos príncipes d e la Iglesia, pecadores los
razon el a m o r al i n t e r é s , se hubiera a p r e s u r a d o á repartir e n t r e los
dos, confesaron y lloraron i g u a l m e n t e su infidelidad. M a s Pedro la
apóstoles todo el producto d e las o f r e n d a s e s p o n t á n e a s h e c h a s p o r
lloro c o n l a s l á g r i m a s del d o l o r y J u d a s con las lágrimas d e la d e -
los discípulos d e J e s u c r i s t o . Bastaba con q u e se h u b i e r a d i c h o á sí
sesperación. P o r consiguiente el uno recibió l a m u e r t e d e m a n o s d e
m i s m o : « P o r lo m i s m o q u e m i Divino Maestro m e confia el c u i d a d o
u n t i r a n o q u f hizo d e él u n m á r t i r , y el o t r o s e la dió con su propria
d e su peculio, d e b o d a r u n a c u e n t a m u y e x a c t a d e él. | A h ! ¿ p a r a q u é
m a u o y f u é él m i s m o el a u t o r d e su r e p r o b a c i ó n , y asi como el p r i -
quiero a p r o p i a r m e lo q u e os p e r t e n e c e , o b u e n J e s ú s , c u a n d o p o r
m e r o f u é u n a n u e v a p r u e b a d e l a paz y d e las inefables delicias en
vos a b a n d o n é t o d o c u a n t o poseía'.'» Estas reflexiones h u b i e r a n c o n -
q u e muere, el j u s t o , el o t r o f u é u n ejemplo del estado d e furor en
tenido su pasión c u a n d o todavía e r a débil, y d e este m o d o h u b i e r a
q u e caen g e n e r a l m e n t e los pecadores i m p e n i t e n t e s en su u l t i m a
podido e v i t a r sus a r r e b a t o s posteriores. Mas d á n d o l e libre r i e n d a y
h o r a : Morspeccatorum pessima.
a l i m e n t á n d o l a con los h u r t o s q u e no cesaba d e cometer en el d e p ó -
Y a vimos el ministerio d e la misericordia d e Dios en la c o n v e r -
sito s a g r a d o d e l a s limosnas h e c h a s al S a l v a d o r , la vió fortificarse
sión d e P e d r o ; e x a m i n e m o s en este dia el ministerio d e su justicia
en su interior d e tal m a n e r a , q u e c u a s i n o f u é y a d u e ñ o de r e p r i -
en la desesperación d e J u d o s . Estas d o s lecciones, llenando n u e s t r o s
m i r l a . ¡ Ah I E s t o consiste en q u e en la c a r r e r a del vicio se p r i n -
corazones d e emoclon y de e s p a n t o á un tiempo mismo, n o s e n s e -
cipia por faltas p e q u e ñ a s , y poco á poco se va c a y e n d o en g r a n d e s
ñ a r á n á n o s e p a r a r j a m á s la c o n f i a n z a del t e m o r p o r a no d e j a r n o s
escesos: I minimis incipiunt qui in maximuprorvv.nl.
llevar de la p r e s u n c i ó n , n i el t e m o r d e la confianza para n o caer en
P o r q u e no creáis q u e .Tudas ejecutó de. u n o vez el i n f a m e y h o r -
la d e s e s p e r a c i ó n . Así p u e s , c o n u n t e m o r mezclado d e confianza y
rible p r o y e c t o d e v e n d e r á su Divino M a e s t r o p o r cierta c a n t i d a d .
con u n a c o n f i a n z a m e z c l a d a d e t e m o r , p o d r e m o s o b r a r n u e s t r a sal-
Cuando J e s ú s , dice el evangelista S. J u a n , se d i g n ó r e v e l a r el m i n i s -
v a c i ó n , n o s dedicaremos á b u s c a r á Dios y á reconciliarnos s i n c e r a -
terio d e la E u c a r i s t í a , J u d a s f u é del n u m e r o d e los discípulos que
m e n t e con él d u r a n t e la v i d a , á fin d e evitar la impenitencia final
r e h u s a r o n c r e e r las p a l a b r a s del S a l v a d o r , y l e v a n t a r o n u n c i s m a . Y
q u e p o n e el sello á l a reprobación d e los p e c a d o r e s : Mors peccato-
si, hecho h e r e j e como los otros, 110 a b o n d o n ó al m i s m o tiempo q u e
ellos al S a l v a d o r , sino q u e continuó á su lado, f u é ú n i c a m e n t e p a r a
p o d e r s u t r a e r l e el d i n e r o , p o r q u e él e r a depositarlo d e la b o l s a :
PRIMEHA PAUTE. Fur erut, et lóculos habebat ( J o a n . 12). Él le siguió a c o m p a ñ a n d o
p e r s o n a l m e n t e , pero su corazon e s t a b a y a s e p a r a d o d e é l ; él a ñ a d i ó
B i e n a v e n t u r a d o , dice l a E s c r i t u r a , aquel q u e h a estrellado á al c r i m e n d e la i n c r e d u l i d a d el de la hipocresía, m u c h o m a s c u l p a -
tiempo s u s p e q u e ñ o s h i j o s c o n t r a u n a p e ñ a ¡ i . E s t o s h i j o s del hom- ble en esto y m u c h o m a s p é r f i d o q u e los q u e se s e p a r a r o n a b i e r t a -
b r e s o n , s e g ú n S . A g u s t í n , s u s pasiones, que e s necesario r e p r i m i r m e n t e d e su Divino M a e s t r o ; y v e d a q u í p o r q u e el m i s m o S a l v a d o r
desde su n a c i m i e n t o , y la piedra c o n t r a la q u e deben s e r q u e b r a n - le llama, n o solo e n d e m o n i a d o , sino d e m o n i o vestido d e c a r n e h u -
t a d a s es, s e g ú n observa S . G é r ó m i n o , l a abnegación y la m o r t i f i c a - m a n a : t'nns exvobis tliabolus est ( J o a n . 0). Así p u e s , á n t e s d e en-
ción c r i s t i a n a , supuesto q u e S . Pablo d i c e : L a piedra e r a J e s u c r i s t o : t r e g a r J u d a s la persona d e s u a u g u s t o M a e s t r o , h a b i a n e g a d o y a su
Petra autem erut Chrislus. P o r q u e el q u e n o se sirve d e la doctrina divinidad. E n fuerza d e violar l a ley d e Jesucristo, h a b i a a c a b a d o
p o r p e r d e r la f e ; d e m a l cristiano h a b i a llegado á ser h e r e j e , y se
( 1 ) Beatos qui lenebil e l allidet ad pelraiu párvulos suos. (Ps 135.)
2S4 I.* DESESPERACIÓN DE JUDAS.

h a b í a hecho el p a d r e d e lodos los herejes, p u e s q u e f u é el p r i m e r


discípulo d e Jesucristo q u e apostaté d e su doctrina y d e su Iglesia. T a l f u é el a r d i d q u e empleó c o n J u d a s . C u a n d o este, discípulo
E j e m p l o funesto q u e se r e p r o d u c e d i a r i a m e n t e ; porque m u c h o s d e culpable, supo q u e el g r a n pontifico y los principes d e los sacerdotes,
tos llamados incrédulos d e n u e s t r o s dias n o son a r r a s t r a d o s á negar despues de h a b e r p r o n u n c i a d o u n á n i m c u t e la s e n t e n c i a d e m u e r t e
la verdad d e los d o g m a s de n u e s t r a religión, sino p o r el a m o r de los c o n t r a su Divino M a e s t r o , habian ¡do en corporacion á casa d e P i l a -
vicios que les ciega". Ellos a b j u r a n la fe d e Jesucristo p o r q u e uo t i e - tos p a r a solicitar la confirmación d e s u sentencia, y q u e Pilatos h a -
n e n el valor necesario p a r a practicar su l e y , y su culpable c o s t u m - bía c o n d e n a d o á Jesucristo á m o r i r en u n a c r u z , Videns Judas qui
b r e d e a b a n d o n a r s e al mal los a r a s t r a por sí sola á la v e r g o n z o s a eum tradidit quia dammUus esset;,Matlh.j entonces, d i c e S . J u a n
necesidad d e 110 c r e e r . Estos s o n incrédulos falsos y verdaderos Crisóstomo, sintió cacr la v e n d a fatal q u e el demonio le había puesto
l i b e r t i n o s , q u e se resignarían f á c i l m e n t e á a c e p t a r el y u g o d e eu lo o j o s ; entonces s u espíritu f u é p e n e t r a d o p o r u n r a y o d e esa
la fe si pudieran someterse á u n a v i d a v e r d a d e r a m e n t e c r i s t i a n a . luz s o m b r í a q u e precede á la luz i n f e r n a l q u e h a c e conocer toda la
m o n s t r u o s i d a d del p e c a d o , sin h a c e r d e t e s t a r su malicia f 1). E n -
H a b i e n d o caído J u d a s en u n esceso tal d e perversidad q u e a u n
t o n c e s J u d a s s e a c u e r d a de. su a m a d o M a e s t r o , recuerda la h e r m o -
el mismo Jesucristo se le h a b í a h e c h o o d í o s o y despreciable, despues
s u r a d e su s e m b l a n t e , la t e r n u r a d e su corazón, su paciencia i n a l -
de h a b e r a g o t a d o c o n sus latrocinios el d i n e r o c u y o depósito tenia,
t e r a b l e , el esplendor d e s u s milagros, la s a n t i d a d d e s u vida y la
piensa utilizarse t a m b i é n d e la p e r s o n a misma del Salvador, v e n d i é n -
escelencia de. s u d o c t r i n a ; r e c u e r d a la b o n d a d con q u e le eligió, la
dola a sus enemigos. Él se proponía en esto la d o b l e v e n t a j a d e
f a m i l i a r i d a d c o n q u e le t r a t a b a , la confianza q u e h a h i a p u e s t o cu él,
deshacerse d e su M a e s t r o y d e a c r e c e n t a r los'recursos d e su a v a -
los consejos caritativos, los artificios delicados cou q u e p r o c u r a b a
ricia. Con este horrible p r o y e c t o s e p r e s e n t a al consejo de los J u d í o s ,
h a c e r l e volver en s í ; él r e c u e r d a la ú l t i m a cena y la moderación
y c o n 1111 a t r e v i m i e n t o y u u descaro sin igual les dice : ¿ Q u é q u e r é i s
con q u e el S a l v a d o r e n t r e g a d o , descubrió a l t r a i d o r m i s m o su perfi-
d a r m e , y y o le e n t r e g a r é cu v Uestras m a n o s ( i ; t El t r a t o s e arregló
d i a , o c u l t á n d o l a al m i s m o tiempo á los otros discípulos. El s e
pronto, y "por precio d e esta v e n t a i n f a m e , consintió J u d a s en reci-
acuerda d e G e t h s e m a n i , del milagro q u e le hizo c a c r en tierra, del
bir la miserable s u m a d e t r e i n t a Julios, c o m o si J e s u c r i s t o h u b i e r a
a b r a z o con q u e le recibió, del beso q u e le dio y del título d e a m i g o
sido U11 vil e s c l a v o ; p o r q u e este era precisamente el precio en q u e
c o n q u e le h o n r ó h a s t a el fin. É l r e c u e r d a entonces el abuso detes-
se vendían los esclavos (2],
t a b l e q u e hizo d e t a n t a condescendencia y d e t a n t a b o n d a d , la i n -
Pero e n t r e g a r á Jesucristo á los J u d í o s , era e n t r e g a r l e á la
g r a t i t u d m o n s t r u o s a de su t r a i c i ó n , la h o r r i b l e a u d a c i a con q u e f u é
m u e r t e , p o r q u e los J u d í o s no h a b i a n hecho á J u d a s u n misterio d e
él m i s m o á a p o d e r a r s e d e su persona, y el precio vergonzoso d e
s u s crueles intenciones, ellos le h a b i a n d e c l a r a d o q u e q u e r í a n a p o -
treinta dineros q u e sacó d e su t r a i c i ó n . Su espíritu c o n t e m p l a este
d e r a r s e del ¡Nazareno p a r a h a c e r l e m o r i r . Sin e m b a r g o , J u d a s n o
h o r r i b l e c u a d r o ; el crimen q u e ha cometido se le a p a r e c e en t o d a
c o m p r e n d i ó c l a r a m e n t e toda la e n o r m i d a d d e su c r i m e n , sino des-
s u d e f o r m i d a d y en todo su h o r r o r . L a recompensa d e s u felonía se
p u é s q u e lo c o n s u m ó . E n efecto es u n artificio a n t i g u o del demonio,
le h a c e i n s o p o r t a b l e y odiosa como su perfidia m i s m a . El precio d e
dice E u t i m i o , el d e ocultar á los p e c a d o r e s la malicia d e ciertas
s u . i n i q u i d a d le pesa t a n t o c o m o los remordimientos roedores que
acciones, p a r a q u e no t e n g a n dificultad en cometerlas ;3). M a s otro
d e s g a r r a n su corazon y c o m o la agonía p r o f u n d a que. c u b r e s u s e m -
artificio del t e n t a d o r , a ñ a d e E u t i m i o , es q u e despues d e haber c e -
b l a n t e . Le p a r e c e q u e este d i n e r o le devora como un fuego a t i z a d o
g a d o al h o m b r e acerca d e la malicia del pecado y haberle i m p u l s a d o
en el infierno. Y ved a q u í q u e s e a p r e s u r a á volverlo á depositar eu
á c o m e t e r l o , u n a vez cometido, se lo p r e s e n t a en su horrible d e s n u -
el templo en las m a n o s sacrilegas d e los príncipes d e los sacerdotes y
dez. p a r a a r r a s t r a r l e á la desesperación.
d e los a n c i a n o s q u e s e lo h a b i a n d a d o ; en s e g u i d a , lanzando u n i n -
m e n s o g r i t o d e d o l o r les dice : ¡ A y I y o h e p e c a d o e n t r e g a n d o la
( 1 ) Q u i d v u l t i s milii d a r é , el ego v o b i s e u m t r a d a í » ? ( ¡ l a u b . )
( 2 ) lít c o n s t i t u e n r o t ei t r i b u t a a r g é n t e o s . (Ibid.) s a n g r e i n o c e n t e y j u s t a : Rclulit triginta argénteos principibus
( 3 ) ' M i s esl d i a b o l u s , a n t e p c c e a u i m non p r r i n i t t i t v i d e r e m a l u m n e r e s i p i s c c n t i a
s é q n á l u r , (¡n Matrh.) ( I J P o s i p e r f e c t i t m p c c c a t u m c o g n o v i t p e c c a t u m . (De PrvJii. Jud.)
pronto sabréis cuánto os hubiera importado no haber comprado por
saeerdotum et sénior/bus. dicens : Ptccaci, trndens sanguinem
u n precio tan infame al Mesías, á quien por el contrario hubierais d e -
juslum. bido reconocer y adorar. Vosotros lo sabréis cuando el águila romana
¡ O providencia a d m i r a b l e de Dios! Jesucristo es proclamado v a y a á llevar el espanto á .Terusalen, á destruir vuestra ciudad hasta
tu sangre justa é inocente por Judas, por este mismo discípulo que sus cimientos y á sepultar bajos u s r u i n a s a vosotros, á vuestras f a -
la h a entregado, y esto e n presencia del mismo consejo que. ha p r o - milias y á todo vuestro pueblo : vosotros lo sabréis y vuestros des-
nunciado contra el Salvador una sentencia de muerte. El gran con- cendientes lo sabrán también cuando se vean obligados á vagar fu-
sejo, que oye esta confesión sin contradecirla, confiesa por lo mismo gitivos en el mundo, admitidos en todas partes y en todas partes
que el Redentor es la sangre justa c inocente; y en tanto que el eco aborrecidos.
del templo devuelve, el imponente testimonio de j a d a s q u e proclama
Mas ved aquí, q u e esos hombres que h a n desterrado de su eorazon
la inocencia de Jesús, el pretorio repite á su vez la declaration de
todo su principio de religión, todo sentimiento moral, toda rectitud
Pilatos que pronuncia la justificación d e Cristo. Asi Dios, para forti-
y toda justicia, afectan ahora r eligión y equidad en sus formas y en
ficar nuestra fe arranca d e la boca del discípulo que ha entregado á
sus palabras. Porque habiendo J u d a s arrojado en el templo en pre-
Jesús, de los sacerdotes q u e le acusan, y del juez que le condena, un
sencia de los sacerdotes el precio de su infamia, los criados lo r e c o -
testimonio nada sospechoso, público y solemne d e la inocencia y d e
gieran, y el gran ebnsqo se reunió para deliberar acerca de lo que
la santidad de su divino Ilijo en el momento mismo en que consiente
debia hacerse de aquel dinero.
que sea t r a t a d o como pecador y como Criminal: y de tal modo d i s -
Había en el templo un arca llamada Corbona, donde se deposita-
pone los acontecimientos, que aquellos mismos que han cooperado
ban las ofrendas voluntarias y legales que se hacían al Señor, y q u e
de diversas maneras á su muerte, atestigüen al mismo tiempo la
era por lo mismo, según la espresion del hebreo Josefo, un tesoro
santidad de su vida.
sagrado i t j. De este arco era de donde los sacerdotes hubian sacado
Mas la confesión d e J u d a s es una verdadera acusación contra los los treinta monedas de plata que habían servido p a r a pagar la t r a i -
sacerdotes judíos. Si J u d a s se hizo culpable de un horroroso crimen ción d e J u d a s , y por esta razón f u é por lo que Judas llevó este
entregándoles la s a n g r e inocente, los sacerdotes no cometieron un dinero al templo para q u e fuese devuelto al tesoro sagrado de donde
crimen menos horrible comprándola. Sin embargo, ¡ admirable i n - lo habían sacado, á fin de dar á Dios lo que pertenecía á Dios.
sensibilidad de los corazones endurecidos e n ei crimen ! al oir la ¡ Misterio estupendo! ¡ El dinero destinado á comprar la sangre
confesion escapada á J u d a s , ninguno de los sacerdotes, de los escri- del Hijo de Dios tomado d e las ofrendas mismas hechas á Dios! Este
bas ni de los ancianos del pueblo se conmueve, ninguno vuelve en dinero, ya ofrecido y consagrado á Dios, pertenecía indudablemente
sí, ninguno se a r r e p i e n t e de haber condenado á muerte á Jesús d e a Dios, y este Dios es Jesucristo. Luego con el dinero que pertenecía
.Aazaret cuya inocencia habia proclamado e n alta voz. el traidor dis- al Salvador f u é comprado el mismo Salvador; y en efecto, solo nn
cípulo, y de la que ellos estaban muy convencidos. Ellos responden precio divino era el que podía pagar u n a vida d i v i n a : y él mismo es
á -ludas con una horrible sangre fría, con u n a indiferencia brutal y el precio de su venta, asi como es el sacerdote y la víctima de su
cuasi insultando su arrepentimiento \ su d o l o r : a Si Jesús es ino- sacrificio.
cente, si tu eres culpable en haberle entregado, ¿ q u é nos importa á Sin embargo, los sacerdotes forman un escrúpulo en volver al
nosotros? eso te i n c u m b e á t i : .1/ illi dixermt: Quid ad nos? Tu tesoro de donde lo habían tomado el dinero que J u d a s les habia
rideris.t ¡Mátth.J Así pues el horror que J u d a s manifiesta al c r i - restituido. Ellos lo consideraban como manchado, porque habia ser-
men enorme q u e h a cometido no inspira temor alguno á los q u e se vido para pagar la traición y la muerte de un justo : Non lieet eos
lian utilizado d e él. ¡Qué. obcecación! ¡ q u é odio! ¡ q u é f u r o r ! y miltere in corbonaM : guia prelipm sanguinis est. (Matth.) ¡ O es-
sobre todo ¡ q u é i m p i e d a d y q u é irreligión! Ellos n a d a temen porque crúpulo afectado! dice S. Ambrosio. ¡ O hipocresía diabólica! Si es
nada creen.
Mas ¡ av 1 euán largo y cuán terrlhleserá el castigo de estas palabras (I) Sacer thesran». ¡5 auto» Corbona dicíbatur. (De Se!. Ind. lit. II.)
impías: Qué nos importa ó. nosotros? ¡Desgraciados! ¡ a y ! muy
2 S S i l DESESPERACION DE JUDAS. g u a j e f a m i l i a r . C u a n d o s e s u p o q u e s e h a b i a a d q u i r i d o este c a m p o
n n crimen recibir y volver al tesoro s a g r a d o u n a c a n t i d a d que. h a b í a con el precio d e esta traición, el pueblo, a c o r d á n d o s e d e las p a l a b r a s
sen-ido p a r a naga la m u e r t e d e u n i n o c e n t e , ¿ n o e r a u n c r i m e n m u - d e J u d a s , principió á l l a r m a r l o « el c a m p o d e la s a n g r e : Propter
1 m a s g r a n d e el de h a b e r l a sacado de, m i s m o tesoro y h a b e r l a c m - hoc voeatits est ayer Ule Ilacéldama, hoc est, ager sanguinis, «sque
pleado en u n a t e n t a d o tan g r a n d e y en u n a i n f a m i a tan atroz ( ) ' in hodiernvm diem.» (Matth.) ¡ C u á n t a s personas, al salir d e la
P
M a s Dios se vale de, escrúpulo m i s m o d e los .ludios p n , a h ce - c i u d a d ó ai e n t r a r en ella, se d i ñ a n m ú t u a m e n l e al p a s a r por este
les cumplir, sin q u e ellos lo conozcan, g r a n d e s profecías y m í s t e n o s l u g a r : E s t e es el c a m p o d e la s a n g r e ! E s t e n o m b r e les r e c o r d a r l a
p r o f u n d o s . F u e r a d é l o s m u r o s ile J e r u s a l e n , por n n "pe- á u n tiempo m i s m o la perfidia d e q u e J u d a s se h a b i a h e c h o culpable
dia v en dirección o p u e s t a á la m o n t a n a d e Sion Í2), había u n p al e n t r e g a r la sangre inocente, y la c r u e l d a d q u e h a b i a manifes-
que, o c a m p o d e tierra g r e d o s a , propiedad en otro tiempo de, o n t a d o la s i n a g o g a c o m p r á n d o l a p a r a d e r r a m a r l a en s e g u i d a sobre la
alfarero, q e d e s u n e s d e haber estraido la arcilla, lo h a b í a a b a n d o - c r u z . E n lo sucesivo, c u a n t a s veces se iba á depositar algún c a d á v e r
n a d o c o m o u n a cosa inútil. Pues bien, el consejo d e los sacordo e , en esle c a m p o , la vista d e este lugar f ú n e b r e no podia menos d e
despues d e h a b e r e x a m i n a d o y discutido l a r g a m e n t e a c e r c a d recordar c o n t i n u a m e n t e el precio vergonzoso con q u e h a b i a sido
inversion q u e debia d a r s e a la s u m a restituida p o r .ludas, M M c o m p r a d o esle c e m e n t a r i o .
q u e sirviese p a r a c o m p r a r este p e q u e ñ o c a m p o ; -el d i s U o M g k ¡ G r a n Dios 1 ]cuáu a d m i r a b l e s son vuestros c a m i n o s ! ¡ y c u á n t o os
q u e este t e r r e n o se dedicase en a d e l a n t e p a r a s e p u l t ó l a d e os complacéis en b u r l a r o s d e los designios d e los h o m b r e s y h a e e r l o s
.vestranjeros, es decir d e los gentiles prosélitos q u e muriesen en • I « n - s e r v i r al c u m p l i m i e n t o d e los v u e s t r o s ! Si los sacerdotes hubieran
s a l c n , c u a n d o iban a a d o r a r al v e r d a d e r o Dios, supuesto q u . p » a vuelto eu silencio al tesoro del templo el d i n e r o q u e J u d a s a c a b a b a
ellos n o existia cementerio a l g u n o especial : Com, h o d e devolverles, esta circunstancia tal vez n o h u b i e r a tenido e c o en
emerunt « ülis agnu,, flgali, in 'epultmm ^ el pueblo. Mas al d e c r e t a r la c o m p r a d e este t e r r e n o , y al d e s t i -
n a r l o á u n u s o p ú b l i c o , hicieron á t o d o el p u e b l o testigo d e s u i n j u s -
' ^ D e esto m o d o los J udios estupidos é insensatos cumplieron por si ticia y d e su perfidia los m i s m o s q u e p r e t e n d í a n encubrirse c o n el
m i s m o s , c o m o lo a d v i e r t e el E v a n g e l i s t a , la profecía d e R e a r as m a n t o d e la religión, y c u m p l i r u n a o b r a d e piedad.
q u e h a b l a a n u n c i a d o q u e ios h i j o s d e Israel c o m p r a r í a n el c a m p o d e E s t e p e q u e ñ o c a m p o , c o n v e r t i d o en u n cementerio p a r a s e p u l t u r a
arcilla d e u n a l f a r e r o , por t r e i n t a m o n e d a s d e plata, p r e ñ o d e aquel d e los p o b r e s , es d e s d e e n t o n c e s c o m o u n magnífico d o c u m e n t o ,
q u e seria vendido p o r e l l o s ; y en efecto ellos dieron u n a s u m a c o m o u n a inscripción s u b l i m e colocada á las p u e r t a s d e J e r u s a l e n ,
igual a J u d a s , ellos la emplearon en este uso c u a n d o el t r a i d o r a q u e la señala como la ciudad deícída. T o d o s los q u e p a s a b a n c e r c a
r e s t i t u y ó ;»). V estos mismos J u d í o s s u m i n i s t r a r o n u n a del c a m p o d e la s a n g r e debian p e n s a r en las manos crueles q u e la
v a d m i r a b l e de esta verdad ; á s a b e r q u e Jesucristo es el v e r d a d e i o h a b i a n d e r r a m a d o . D e este m o d o l e v a n t a r o n los J u d í o s con s u s
Mesías y el R e d e n t o r del m u n d o , s u p u e s t o q u e esta g r a n d e protec.a propias m a n o s u n t r o f e o , u n m o n u m e u t o m a s d u r a b l e q u e el b r o n c e
no se cumplió á la l e t t r a sino en él y p o r él. á la inocencia d e Jesucristo y á s u propia p e r f i d i a ; y la voz d e esta
s a n g r e iuocente, d e s p u e s d e h a b e r h e c h o s u b i r s u s gritos h a s t a el
No s o l a m e n t e glorificaron á Jesucristo los J u d í o s al votar la
cielo, principio desde esle m o m e n t o , como lo a t e s t i g u a el Evangelio,
c o m n r a d e este t e r r e n o , sino q u e l e v a n t a r o n t a m b i é n con s u s propias
y h a c o n t i n u a d o despues r e s o n a n d o en la tierra hasta la posteridad
m a n o s n n m o n u m e n t o p e r p e t u o d e su i n f a m i a . P o r q u e estas p a l a b r a s
m a s r e m o t a : Voealvs est ager Ule Hacéldumas, hoc cst, ager san-
d e J u d a s ; « Y o b e entregado la s a n g r e del j u s t o , » p r o n u n c i a d a s guinis, vsgue in Imliernum diem. ¡Matth.)
en el templo en presencia del pueblo, se d i v u l g a r o n m u y p i o r n o Hoy en l a s p a l a b r a s y en los hechos mismos d e este, aconteci-
e n t r e el pueblo m i s m o , se hicieron proverbiales, y p a s a r o n al l e n - m i e n t o , dice S . Hilario, u n misterio p r o f u n d o , u n a profecía c o n s o -

ii) Si recipiendum non i'uil, uec solvendum b i t . (/<•»• 61


•) l a d o r a , en u n a p a l a b r a u n a disposición maravillosa digna d e cscitar
nuestra a d m i r a c i ó n y d e p r o v o c a r las m e d i t a c i o n e s d e n u e s t r a
U f i ^ ^ d i c u m eslper Propilei»* : et
V. DE R. III. 13
argénteos, prelium appiedali, el dederunl eos in agrnm figlili. (Maun.)
p i e d a d ¡ i ) . ' P r o c u r e m o s p u e s , con S . Hilario y Orígenes, c o m p r e n - mistica d e Jesucristo, y somos sepultados con él en el c a m p o miste-

der p e r f e c t a m e n t e este g r a v e a s u n t o . rioso d e l a l g l e s i a ! P o r q u e nuestra peregrinación t e r r e n a n o s c o n d u -

El c a m p o , s e g ú n el m i s m o Jesucristo, significa el m u n d o ;•> .. t i cirá al reposo celestial y eterno I . Reposo v e r d a d e r a m e n t e m a g n í -

c a m p o h a b i a sido p r o p i e d a d d e u n a l f a r e r o , es decir q u e el m u n d o fico, pues q u e el g r a n Artífice Dios reformará entonces la arcilla vil

con todo c u a n t o e n c i e r r a pertenece á Dios cpie lo h a c r i a d o , es u n a d e n u e s t r o c u e r p o ; r e m o j á n d o l a en la s a n g r e d e su Divino H i j o , la

propiedad de Aquel q u e formó del limo d e la tierra los vasos d e h a r á tan gloriosa y tan brillante c o m o el c u e r p o de Jesucristo-, n o s -

nuestro cuerpo 13). M a s este c a m p o h a b i a sido d e s p o j a d o de s u otros s o m o s vasos d e ignominia y d e cólera, y él n o s t r a n s f o r m a r á

arcilla, v se h a b i a h e c h o i n ú t i l p a r a la gloria d e D i o s ; p o r q u e el e u v a s o s d e h o n o r y d e misericordia :2j.

conocimiento d e Dios s e h a b i a h o r r a d o del m u n d o , y la v i r t u d u o M a s ; a v I A q u e l l o s á q u i e n e s la superstición, la h e r e j í a ó el cisma


ejercía v a e n él i m p e r i o a l g u n o , s u p u e s t o q u e el profeta dijo q u e retiene fuera de la cerca s a g r a d a ele la v e r d a d e r a Iglesia, no c o n o -
„ todos'se h a b í a n e s t r a v i a d o y se h a b í a n h e c h o i n ú t i l e s ; y q u e n o cen ni conocerán la v e n t u r a d e vivir y d e morir p a r a resucitar ai
h a b i a ni u u o s o l o q u e o b r a s e el b i e n . . ( / ' ! • 13; Se necesitaba pues m o m e n t o en el c a m p o a d q u i r i d o con la s a n g r e d e Jesucristo. L o
q u e este c a m p o fuese c o m p r a d o y regado con la s a n g r e d e J esu- m i s m o sucede á esos católicos q u e , a u n q u e a d m i t i d o s en este a f o r -
cristo ( i . v (pie f u e s e r o d e a d o con u n a cerca, figura d e la Iglesia t u n a d » recinto, 110 mueren á s u s vicios ni á sus p a s i o n e s . ; A h ! E n
q u e es u n a tierra d i v i n a y celestial q u e J e s u c r i s t o , c o m o dice vez d e reposar y a c a b a r s u vida e n la s e p u l t u r a pacífica q u e la mise-
S . Pablo, a d q u i r i ó c o n s u s a n g r e : EccMm Iki ?««»* ricordia d e Dios les ha p r e p a r a d o en el s e n o d e la iglesia, a c a b a r o n
wnmiK « o (Act. 2 0 ; . L o s e s t r a n j e r o s y los pobres para quienes f u e s u s dias, víctimas de la justicia d i v i n a , en la t u m b a del pecado y d e
c o m p r a d o este c a m p o , p r o s i g u e Orígenes, son los cristianos q u e s e la desesperación, y s u m u e r t e s e r a horrible y espantosa : M o r s p e c -
distinguen por s u s i n c e r a devoción, y q u e , separados del m u n d o , caíorump'issima. Tal f u é la m u e r t e d e J u d a s .
reposan con u n a e n t e r a c o n f i a n z a en los m é r i t o s y en la v i r t u d d e Ei ha restituido el precio de su traición, m a s el h o r r o r d e su p a r -
la s a n g r e d e J e s u c r i s t o , s e g ú n e s t a s p a l a b r a s d e S a n P a b l o : « Mien- ricidio está s i e m p r e a n t e sus ojos. C u a v e r g ü e n z a f u n e s t a le retiene,
t r a s que h a b i t a m o s e n este cuerpo somos peregrinos del Señor y y n o se a t r e v e á p e d i r consejo á los apóstoles de q u i e n e s se habia
desterrados d é l a p a t r i a : Devm amvs in corpore peregrinamw a separado, ni á r e c u r r i r á Alaria, m a d r e del p e r d ó n y del socorro,
D o m ó , ; (II. C o r . 5 ) . P u e s b i e n , en el discurso d e este penosa p e r e - refugio único d e los p e c a d o r e s q u e p e r s e g u i d o s p o r s u conciencia
grinación , los v e r d a d e r o s cristianos, muertos místicamente al criminal h u y e n la cólera d e D i o s ; n o se a t r e v e tampoco á a r r o j a r s e
m u n d o v á la c a r n e , s e h a l l a n c o m o e n t e r r a d o s en el c a m p o d e la á los piés d e J e s ú s é i m p l o r a r su misericordia. J u d a s , d i c e S . A g u s -
Iglesia; p o r q u e , c o m o d i c e S . Pablo, nosotros estamos por el b a u - l i u , restituye el precio i n f a m e q u e h a b i a recibido p o r h a b e r e n t r e -
tismo m u e r t o s eou J e s u c r i s t o al p e c a d o , y e n t e r r a d o s con e l , d e tal gado al S e ñ o r , m a s n o s a b e a p r o v e c h a r s e del precio infinito con q u e
m o d o q u e no c o n s e r v a m o s y a relación a l g u n a con el p e c a d o , asi el Señor le h a b i a rescatado ( 3 ) . ¡Y q u é misterio t a n terrible revela
c o m o Jesucristo m i e n t r a s q u e estuvo en el sepulcro uo t u v o contacto J u d a s en su persona p a r a e s c a r m i e n t o d e los p e c a d o r e s !
alguno con los h o m b r e s . ¡ O P r o v i d e n c i a a m o r o s a de n u e s t r o Senoi, P o r un j u s t o casligo d e Dios, q u e se r e n u e v a d i a r i a m e n t e , n a d a e s
e s d a m a O r í g e n e s , q u e c o n el precio d e su s a n g r e n o s a d q u i r i ó un m a s r a r o q u e v e r u n p e c a d o r , c u y a vida h o y a sido u n a serie c o n t i -
l u g a r d e descanso, ó nosotros p o b r e s viajeros en la t i e r r a l ¡Dicho- n u a d e d e s ó r d e n e s , a h r i r su corazon á la confianza en la d i v i n a
sos, a ñ a d e S . H i l a r i o , dichosos nosotros si participamos d e la m u e r t e misericordia á la h o r a d e la m u e r t e . Nosotros lo sabemos por e s p e -

(1) la lioc igilnr agro commortui el eonsepnlli peregrinationis noslrie icloruani


( ! ) Magnum in boe prephelWwcrnmenluiii; el in (aclis, et in diclis miracuii requicmsorlimur i
flena meditado. ( í n ¡ í a l l h . ) • (2) Qui reformavil coi-pus bumililaiis noslrie, conliguralum corpori elariialis
soa-, (Philip. 3.)
(2) Agrum srcciilunl uuucupari ipsius Dnmini verlos conliuelor. (JW •
(3) Prelium projeeil quo seiidideral Dumiuum ; non aguovil (irclium quu re-
Uctth.) . ,.,,;v
(3) lpse esl qui vasa corporis no.lri l'ocil de limo, tftrig. 35. m « » " ••) demplus esl a Domino..;/« P J . . 6 S 0
(4) islius crgo figuli a g e r Chrisli sanguine emplusesl. \ O r i ¡ . )
jg2 'i DESESPERACION DE JUDAS,
d e G c t s e m a n i n o p r o c u r ó r e h u s a r t e el beso d e paz ( l j ? P e r o J ú d a s
r i c n c i a ; los pecadores mas audaces, los m a s iusolcnle-s, aquellos
eslá sordo á los consejos. P r e s a del d e m o u i o furioso q u e le poséc,
q u e repiten con frecuencia: « Que Dios es b u e n o ; q u e s u s vicios no
tiene h o r r o r como Cain á la luz; p a r a él el aire está c o r r o m p i d o , y la
son m a s q u e fragilidades, c u y o perdón les a s e g u r a la b o n d a d d e
claridad del d i a es f u n e s t a , p o r q u e u n « Í u z m a s odiosa le descubre
D i o s ; q u e si el n o perdona ciertos pecados, d e b e r á resignarse a ver
toda la malicia y (oda la m o u s l r u o s i d a d d e su corazon criminal. La
su pa'ráiso d e s i e r t o ; » si, estos q u e piensan y h a b l a n asi, y q u e o b r a n
c o m p a ñ í a d e los h o m b r e s le a m e d r e n t a ; todo el q u e se e n c u e n t r a á su
s e » u n este m o d o de pensar y de h a b l a r , son p r e c i s a m e n t e los q u e
paso le parece u n testigo q u e le e c h a en c a r a su perfidia, u n j u e z
tiemblan m a s , los q u e m a s se horrorizan y con m a s facilidad se e n -
q u e le c o n d e n a , un verdugo e n c a r g a d o en castigarle. L a s o m b r a d e
tre™ á la desesperación en el m o m e n t o s u p r e m o . P u e s b i e n , su crimen le persigue p o r t o d a s p a r t e s . L a m e m o r i a d e Jesús le
J u d a s es la cabeza, el patriarca, según la expresión d e S . D a m i á n , hiela d e e s p a n t o , la vista d e s u conciencia le a b a t e . El esccso d e su
d e esta raza maldita depecadores q u e p o r h a b e r a l i m e n t a d o d u r a n t e c r i m e n le d e s e s p e r a . Mil f a n t a s m a s l e a t e r r a u , mil r e m o r d i m i e n t o s
la vida u n a confianza temeraria y h a b e r abusado d e esta s a n t a le d e s g a r r a n , mil recuerdos le i m p o r t u n a n , mil f u r i a s le d e s p e d a z a n ,
v i r t u d , a c a b a n p o r desesperar en la ultima h o r a d e la clemencia d e haciéndole la v i d a , dice S . J u a n Crisóstomo, m a s terrible q u e la m a s
D i o s : Judie execranda progenie?* t e r r i b l e m u e r t e ¡2). É ! d a u n paso h á c i a la divina misericordia, y
J u d a s q u e h a b i a hecho lautos u l t r a j e s al S e ñ o r , sin h a b e r l e visto solo e n c u e n t r a la v e n g a n z a d i v i n a . 151 vuelve los ojos h a c i a el cielo,
j a m á s i r r i t a d o contra el, que le habia r o b a d o con t a m a f r e c u e n c i a , y n o v e m a s q u e el infierno q u e se a b r e b a j o sus piés. Él r e c u r r e al
sin h a b e r oido jamás salir de su boca l a m e n o r r e c o n v e n c i ó n , q u e f o n d o d e su c o r a z o n y allí invoca la esperanza, p e r o solo le responde
le h a b i a n e s a d o en su c o r a z o n , sin h a b e r e s p é r i m e n t a d o n i n g ú n la d e s e s p e r a c i ó n ; y solo á la desesperación es á quieu escucha. V
c a s l ú ' o ; J u d a s q u e eu la confianza que le i n s p i r a b a l a b o n d a d del v e d aquí q u e p a r a librarse del suplicio d e u n a vida h o r r i b l e m e n t e
S a l v a d o r , llevó SB audacia hasta el p u n t o d e venderle y a p o d e r a r s e c r i m i n a l , d e u n a vida q u e no espera e n m e n d a r n i tiene el valor d e
él m i s m o de su persona, ahora q u e s u c r i m e n está c o n s u m a d o , soportar, a b a n d o n a el puesto d e culpable, se constituye él mismo
no s a b e , no puede confiar en esta divina b o n d a d de la q u e tiene j u e z d e su proprio c r i m e n , y se hace el ejecutor de su s e n t e n c i a : p o r
t a n g r a n d e s pruebas y d e la q u e h a a b u s a d o d e u n m o d o t a n q u e J u d a s n o podía perecer sino á manos d e J u d a s (3¡. Él t o m a u n a
inicuo. . . , c u e r d a , la a t a á u n á r b o l y s e a h o r c a cou sus propias m a n o s : El
P e d r o , q u e h a faltado mas bien p o r sorpresa y p o r f r a g i l i d a d q u e abiens laqueo sesuspendil. Asi es c o m o coronó c o n u n a m u e r t e des-
p o r sistema v p o r malicia, se c o n f u n d e , m a s n o s e d e s a l í e n l a ; se e s p e r a d a u n a vida c r i m i n a l .
h u m i l l a , m a s 110 se abate; t e m e , m a s no se desespera. El reconoce - Qué espectáculo tan h o r r o r o s o ! S u rostro se p o n e lívido y d i s -
h a b e r pecado, y llora su falta, se aflige d e h a b e r ofendido a su f o r m e , su piel se d e s g a r r a , s u s e n t r a ñ a s i m p u r a s y d e s a p i a d a d a s se
Divino M a e s t r o , solicita su perdón, y p r o f u n d a m e n t e h u m i l l a d o d e salen d e s u c u e r p o , y u n a m a n o invisible l a s esparce a c á y allá
h a b e r l e n e g a d o en medio d e u n g r u p o d e g e n t e , se dispone á c o n f e - sobre la tierra (4). Y e n el m o m e n t o en q u e el R e d e n t o r va a b r i r a !
sarlo en presencia de todo el p u e b l o . E n t a n t o q u e J u d a s , q u e lia b u e n ladrón las p u e r t a s del cielo, el o l m a d e J u d a s f u e r z a l a s p u e r -
p e c a d o á sabiendas, « n perfidia, c o n o b s t i n a c i ó n , y a u n á despecho t a s del infierno, y cae e n las p r o f u n d i d a d e s del abismo eterno, en
d e l a misericordia divina; J u d a s , q u e h a imitado á Cain en su t r a i - el l u g a r d e los atroces t o r m e n t o s q u e lia merecido p o r sus crímenes
ción, le i m i t a también eu su d e s e s p e r a c i ó n ; y lleno del mismo espí- m a s atroces a u n : VI abirel in locum suum. \Acl. I)
ritu p r o n u n c i a tambirn la m i s m a blasfemia : o Mi pecado es d e m a -
s i a d o g r a n d e , para que l a misericordia d e Dios b a s t e á p e r d o n á r - (1) Cor de ojos bonilale diffidis C|U¡ le á corporissui eommooiooe oon repulí!,
qoi pacis osculumnon Begab¡l?(£oe. n i . )
melo ¡ 1). • ¡Desgraciedodiscipulo! le grita S . I.con, ¿ d ó n d e vás ? ¿ en
( 2 ) Mee enim poleral acerbos eonseieuliie slimulos el flagella perferre. (Uam.
q u é piensas? j Por qué desconfias d e la b o n d a d del q u e cu la última
86. in Matth.)
cena 110 le escluyo d é l a comunión de su c u e r p o , y q u e en el h u e r t o
(3) Ipse sui sceleris rcus el judes. (Serm. II Je Pass.)
(i) Crepuil medius, el <1 i llosa sniil omina viscera ejus. I.)

( I ) Majores! iniqailas olea qoam ulveniam mercar. (Genes. 4.)


Venid i o d o s á c o n t e m p l a r , m i e n t r a s que palpita a u n , ese c a d á v e r
suspendido e n t r e la tierra y el cielo, como p a r a indicar, dice u n es- SEERVNI PAUTE.
positor, que es rechazado igualmente por la tierra y por el cielo, y
que .causa h o r r o r igualmente a Dios y á los hombres 1;. C o n t e m - El fin deplorable de J u d a s n o s revela a u n otro terrible misterio
pladle en primer lugar vosotras, almas j u s t a s , meditad la horrible relativo al h o m b r e pecador. T o d o lo que hizo desde el m o m e n t o en
catástrofe de este discípulo de Jesucristo, elevado por él al aposto- q u e volvió en si, presenta todos los caracteres de u n a conversión
lado, admitido en su escuela, alimentado con su c a r n e , testigo de sincera. .No solo s e avergonzó, sino que t a m b i é n se horrorizó de su
sus milagros, colmado d e sus beneficios, y sin e m b a r g o , hecho u n p e c a d o ; él sintió en el fondo de su corazón el dolor m a s a m a r g o :
vaso dé iniquidad, el p a t r i a r c a de los apóstatas, el padre de los d e s - Pimitentia duclus; y manifestó esteriormente,:este arrepentimiento
esperados y el guia de los réprobos d é l a n u e v a alianza, y aprended con los ocios m e n o s equívocos. Él confesó su crimen, y j a m á s h u b o
con su ejemplo, q u e la vocacion n o defiende c o n t r a los peligros; una confesion m a s completa, m a s sincera, ui que f u e s e hecha con
ijne la m a s íntima relación con Jesucristo 110 es siempre u n sosten, m a s dolor que la suya. El no d i j o solamente : yo he pecado, pcc-
ni la santidad del ministerio una g a r a n t í a ; que a u n en la escuela caví; sino que espresó toda la infamia y toda la gravedad de. su p e -
m i s m a de Jcsuscristo, en su compañía y á su m i s m a vista p u e d e el cado en estas pocas p a l a b r a s : Yo he entregado la sangre de! justo:
hombre caer y perecer. T e m b l a d vosotros los q u e creeis estar f i r - Tradens sanguinern jiistum.' No hizo esta confesion en particular,
mes. P o r j u s t o s y santos q u e seáis, temed no caigais al d e j a r de t e - sino en público, en el templo, en presencia del consejo de los S a -
mer las caídas, temed a b a n d o n a r o s á una loca y vana seguridad, si cerdotes y de. los Escribas á quienes hahia vendido el S e ñ o r , y allí
olvidáis el santo temor de Dios (2j. f u é precisamente, donde proclamó la inocencia de Jesucristo y s u
propia infamia : Prineipibus saeerdotum, el senioribus. Hizo m a s
Contempladle también con atención, vosotros pecadores, y con-
a u n ; él devolvió el precio sacrilego d e su perfidia, sin retener p a r t e
siderad como u u a sola pasión, que n o f u é combatida en su principio,
a l g u n a ; él habla recibido treinta monedas de plata, y las restituyó
hizo de un apóstol de Jesucristo u n l a d r ó n , de (un ladrón uu hereje,
t o d a s trcinla, las mismas q u e h a b í a n sido sacadas del tesoro : Re-
de un h e r e j e un a p ó s t a t a , de un apóstata u n t r a i d o r , de u n traidor
hila. tringinta argenleos. El estaba dispuesto á s u f r i r ia p e n a de
u n desesperado, d e u n desesperado u n suicida, de u n suicida u n ré-
los t r a i d o r e s ; él se hizo en cierto modo m á r t i r de Jesucristo al p u -
probo, y finalmente, de a b i s m o en abismo le f u é precipitando en la
blicar la inocencia y la santidad del Salvador a n t e sus m a s crueles
sima de l a condenación e t e r n a . A p r e n d e d aquí el peligro á q u e os
enemigos, y al desplegar en presencia del senado u n v a l o r que P e -
esponeis no reprimiendo vuestras pasiones á tiempo, resistiendo las
d r o no desplegó a n t e los criados y los siervos ilc Caifas.
inspiraciones divinas, dilatando v u e s t r a conversión, endureciéndoos
en el vicio y viviendo con indiferencia en el seno mismo del pecado. Así phes, J u d a s restituyó s u reputación al Maestro á quien e n -
A vista de la m u e r t e trágica y horrorosa de este discípulo d e J e s u - tregó ; él devolvió el dinero q u e había a d q u i r i d o por u n sacrilegio;
cristo, en quien la justicia divina se h a m o s t r a d o de u n a m a n e r a él reparó el e s c á n d a l o ; él confesó su injusticia, y reclamó el castigo.
tan sensible, pensad en la suerte que os p r e p a r a i s y en el deslino q u e V sin e m b a r g o , ¡ ó terrible misterio 1 Después d e t i n t a s diligencias
os a g u a r d a ; leed, y no olvidéis j a m á s esta terrible inscripción que p a r a obtener el perdón, J u d a s n o lo o b t i e n e ; después de tantas d e -
(ajusticia m i s m a d e Dios h a colocado sobre el cadáver de J u d a s : mostraciones de arrepentimiento. J u d a s m u e r e en la impenitencia;
i Desgraciados de los p e c a d o r e s ! Su m u e r t e es h o r r o r o s a : Vors pee- y c u a n d o parece q u e debia esperar l a m u e r t e preciosa de los j u s t o s ,
calorum, pessima. él mismo pone íiu á sus dios, y m u e r e con la muerte terrible de kis
r é p r o b o s : ,Vors peccatorum pessima. ¿ Y por qué V P o r q u e después
de t a n t a s señales de penitencia, dice Eutimio, lio se dirigió á pedir
i ! ) Susjieodil se laqueo, u l oslcnderel se c a l o lerneque nerosum. Jliaban. Calfn. humildemente perdón á Aquel q u e p o d i a concedérselo ( l ) . P o r q u e
la }laul,.¡
(2¡ Q n i . l a U i J e a l ne eadal. Timele Domimim omnes saoeli ejus. (1) Pceoiluil, eoiilessus e s t : veniam aulem ab Ko qui daré poteral, ooii reqoi-
sivil. ( / „ Man!'..)
0 9 6 LA DESESPERACION DE JUDAS. LA DESESPERACION DE JUDAS. 297

á l mismo tiempo q u e d e t e s t a b a su c r i m e n desesperó d e la b o n d a d d e los j u s t o s , m u e r e n , á los ojos d e Dios, c o n l a m u e r t e f u n e s t a d e


del S a l v a d o r , v según la observación d e S . Ambrosio, se luz« c u l - los pecadores ¡1¡I
pable de u n n u e v o p e c a d o c o n t r a el E s p í r i t u S a n t o ( l ) . P o r q u e él C o m p r e n d a m o s bien esto, a m a d o s h e r m a n o s ; la m u e r t e , al i l u s -
detesto su pecado, n o como u n a ofensa h e c h a á D i o s , sino como t r a m o s acerca d e n u e s t r o s deberes, nos pone c u a s i en ia imposibili-
• u n a degradación h o r r i b l e de su p r o p i a p e r s o n a . El s e afligió, n o d a d d e c u m p l i r l o s ; haciéndonos conocer n u e s t r a l o c u r a , n o nos
de h a b e r i n c u r r i d o cu l a i n d i g n a c i o n d e Dios, sino d e h a b e r s e hecho p c r m i t e r e p a r a r l a . La vida es el único tiempo propicio en q u e la divina
u n objeto de i n f a m i a y de h o r r o r á los o j o s d e los h o m b r e s . As, misericordia r e s p o n d e p r o n t a m e n t e al corazon q u e la i m p l o r a .
como él h a b i a p e c a d o p o r a v a r i c i a , solo se a r r e p i n t i ó p o r orgullo. Animo p u e s , h o y q u e la voz d e Dios n o s l l a m a , q u e n u e s t r o
P e c a d o r v p e n i t e n t e . J u d a s f u é s i e m p r e su propio Ídolo. S u p e n i t e n c i a c u c r p o está r o b u s t o y sano y n u e s t r a a l m a t r a n q u i l a , q u e la g r a c i a
ofendió pues á Dios, o b s e r v a S. J , e o n , m a s q u e su pecado m i s m o ; está p r o n t a , q u e los auxilios, los medios y los ejemplos a b u n d a n ;
ella f u é u n n u e v o c r i m e n a ñ a d i d o á s u s d e m á s c r í m e n e s ; y este f u e f o r m e m o s la resolución d e volvernos á Dios p o r medio d e la p e n i -
el m a y o r d e todos ¡2). P o r consiguiente esta penitencia, en vez d e tencia y d e perseverar en su servicio h a s t a el último i n s t a u t e d e
b o r r a r su pecado, n o hizo m a s q u e a g r a v a r l o , y dispuso á e s t e , , . s i g n e n u e s t r a v i d a . P o r q u e e n t o u c e s la m u e r t e s e r á p a r a nosolros como el
criminal á la m u e r t e m a s h o r r i b l e : Morspeccatorm pessma. ángel d e la misericordia q u e a b r e á los j u s t o s las p u e r t a s del cielo,

Ahora bien, este horroroso e j e m p l o se reproduce d i a r i a m e n t e y como el ángel d e l a j u s t i c i a q u e a h o n d a p a r a los pecadores los

e n t r e nosotros. E n e f e c t o , ; c u á n t o s pecadores,; g r a n D i o s ! a p e s a r d e abismos del i n f i e r n o . N u e s t r a m u e r t e s e r á la d e P e d r o , y n o la d e

l a s d e m o s t r a c i o n e s y d e los a c l o s d e penitencia q u e h a c e n a l a u l t i m a J u d a s ; s e r á la m u e r t e preciosa d e los j u s t o s , y n o esa m u e r t e que. es

h o r a , mueren i m p e n i t e n t e s ! Sí, el pecador cristiano q u e n o ha p e r - y s e r á siempre, h o r r o r o s a p a r a los pecadores : Mors peccaUrum

dido todavía la f e ; el pecador q u e n o h a llegado a ese grado d e en- pessimá.

d u r e c i m i e n t o y d e desesperación, en q u e el h o m b r e s e olvida de si
( I ) Oh ! sí ¡ntos videres! Qua: mors tibí bona videtur, pessima est.
m i s m o V se p r e c i p i t a con los ojos a b i e r t o s en el a b i s m o d e la con-
denación e t e r n a , consecuencia t e r r i b l e del l a r g o olvido d e Dios y
d e los u l t r a j e s q u e le h a h e c h o d u r a n t e la v i d a ; ese p e c a d o r , r e -
pito, si tiene t i e m p o , si l a n a t u r a l e z a d e s u e n f e r m e d a d se lo permite,
recibe los ú l t i m o s s a c r a m e n t o s , p r o m e t o e n m e n d a r s e , repite a l g u -
nas o r a c i o n e s , llora y se aflige d e h a b e r p e c a d o , Pecavi; p o r q u e en
ese m o m e n t o t e r r i b l e se t e m e m u c h o , y s e t e m e con r a z p n . P u e s
bien eso es lo q u e debe h a c e r t r e m b l a r p o r la sincerad d e las c o n -
versiones i m p r o v i s a d a s sobre el lecho d e m u e r t e ; p o r q u e el temor
q u e los p e c a d o r e s e s p e r i m e n t a n , s e g ú n dice S . L c o n , es un t e m o r
culpable q u e a t o r m e n t a u n a conciencia criminal y la e n t r e g a a la
desesperación, p e r o no ese t e m o r s a l u d a b l e d e Dios q u e justifica y
salva al almatiel. ¡ A h í esclama á este propósito S . A g u s t í n , ¡ c u a n t o s
cristianos á la h o r a d e la m u e r t e m a n i f i e s t a n al p a r e c e r el a r r e p e n -
t i m i e n t o d e P e d r o , m i e n t r a s q u e su a l m a está enü-egada a la deses-
peración d e J u d a s ! ¡ C u á n t o s , q u e m u e r e n al parecer con l a m u e r t e

( i ; C a » « 1 pamilenlia prodiloris, quia MCca.il ta Spi.itom S a i . »


(Ill Luc.)
(9) Ta m paaversa impii pienilenlia fuit, ut eliam prcintcndo pcccarcl. (Sem
de Poss.)
l a Pasión del S a l v a d o r , e s decir d e la comparecencia d e Jesucristo
a n t e ios t r i b u n a l e s , en los q u e , á n t e s d e s e r inmolado como v i c -
t i m a , fué, 4 p e s a r d e su inocencia, a c u s a d o é i n t e r r o g a d o como el

CONFERENCIA DÉCIMAOCTAVA. h o m b r e m a s culpable, c o m o el r e p r e s e n t a n t e d e n u e s t r a culpabili-


d a d ; p o r q u e asi lo quiso su eterno P a d r e : Deus eum qui peccalum
non noverat, pro nobis peccatum fecit. M a s s u p u e s t o que. h e m o s
F.1 S i l e n c i o . visto y a la injusticia, la d e s v e r g ü e n z a y l a m a l a f é con q u e f u é a c u -
s a d o , y q u e s u m i n i s t r a r o n u n a p r u e b a legal d e q u e él no h a b i a c o -
m e t i d o ni a u n la s o m b r a siquiera del p e c a d o : Qui peccatum non
0 6
Deas cuín ? « ¡ ««> '"' I" " noverat; vcámosle h o y c o n d e n a d o al silencio y á la coufusion d e u n
pccminm f « i l : «I (ífefomitr j « H H » B . ¡ » '»«•
c r i m i n a l : Pro nobis peccatum fecü; y esto con el fin d e q u e noso-
K M por nuestro »mor M i < W
conocido »1 como d U t a «¡Jo « t r o s n o s l i b r á s e m o s d e la horrible confusion q u e n o s esparaba en el
mismo I ¡ Bu de une nootlros (iiíseiuo, S e d » instes peí t r i b u n a l f o r m i d a b l e d e Dios, y q u e pudiésemos comparecer en él re-
ID Justicia de llios.
vestidos d e s u propia j u s t i c i a : Vt nos ejftüamtr justilia Dei in
{11. Corinlb. 3.)
ipso.
E n t r e m o s pues en esta p i a d o s a consideración, y a p r e n d a m o s á
abrir los ojos p a r a no volver á caer en el horrible e s t a d o d e q n e
N o h a v convenio n i unión posible e n t r e la l u z y las tinieblas entre,
fuimos sacados p o r la misericordia d i v i n a .
la inocencia v el crimen, e n t r e la s a n t i d a d y el p e c a d o . Sin e m b a r g o
a Jesucristo o b t e n i d o d e su P a d r e la gracia d e eo ocarse en
PIUJJER.» I'AIITI!.
„ » e s t r o puesto v c a r g a r sobre si todos los pecados del m u n d o , c o n
0
objeto d e expiarlos, estos pecados se hicieron en cierto
I'ilatos, e d u c a d o en la i d o l a t r í a , p r o f a n o p o r su condición y sen-
propios como si el los h u b i e s e cometido persona m e n t e . As, s e e u m
suSBsla p o r s u filosofía, estuvo m u y lejos d e c o m p r e n d e r la d o c t r i n a
olió el g r a n d e c i n c o m p r e h e n s i b l e misterio, predteado p o r S . V M o
p r o f u n d a d e J e s u c r i s t o acerca d e la n a t u r a l e z a divina y p u r a m e n t e
L e n o s m u e s t r a l a inocencia, a u n q u e p u r a d e las m a s p ^ a
espiritual de s u reino : Iteijmim mum non est Se hoc mundo. Sin
c u l p a , sometida s i n e m b a r g o en la persona d e , R e d e n t o r a o d s l a s
e m b a r g o , d o t a d o d e u n a g r a n p e n e t r a c i ó n y d e cierta rectitud d e
p e n a s d e b i d a s al p e c a d o . A q u e l , q u e j a m á s había conocido el pe a d o corazon, c o m p r e n d i ó p e r f e c t a m e n t e p o r las respueslas del S a l v a d o r ,
se hizo á los ojos d e Dios como el p e c a d o personificado, el p e c a d o y m a s a u n p o r su m a j e s t u o s a actitud en medio d e su humillación,
v i v i e n t e : Bum qm » » nmcral pcccalum, pro nobsp^atmfmt q u e J e s ú s n o era u n h o m b r e d e partido d e quien debían temerse
Ved aquí p o r q u e él sufrió t o d o s los castigos q u e h a b í a n merecido sediciones ó m o t i n e s ; q u e 110 era 1111 ambicioso q u e pudiese aspirar
los pecadores, á fin d e q u e , asi como el S a l v a d o r so h a b í a h e c h o en á u n p o d e r s o b e r a n o , q u e rivalizase con el d e C é s a r ; q u e si él era
nosotros y por nosotros p e c a d o r en apariencia por n u e s t r o propio r e y , su s o b e r a n í a era religiosa y no política, y que. por consiguiente
p e c a d o , nosotros n o s hiciésemos t a m b i é n en el y p o r el s a n t o s y no podia h a c e r s o m b r a al r e p r e s e n t a n t e del e m p e r a d o r n i escitar
justos p o r la s a n t i d a d v l a - j u s t i c l a m i s m a d e D i o s : U nos effie,«- s u s celos.
múr ¡Mitin T)ei in ipso.
E n esta íntima convicción, lleva á J e s ú s fuera del pretorio al l u -
U n o d e los castigos reservados á los p e c a d o r e s e r a el d e tener q u e g a r d o n d e se h a b i a n detenido los príncipes d e los sacerdotes, e n t r e
s u f r i r u n dia u n inicio terrible. H a b i é n d o s e colocado el R e d e n t o r en u n a t u r b a i n m e n s a d e p u e b l o : « Y o he e x a m i n a d o cuidadosamente,
la condición a p a r e n t e d e los pecadores, debió s e r i g u a l m e n t e (uz- lesdice, al preso q u e m e h a b e i s p r e s e n t a d o , y d e m i e x á m e n c o n f r o u -
e a d o ; m a s no podiendo t e n e r por j u e z á Dios s u P a d r e p o r q u e tiene t a d o c o n v u e s t r a s imputaciones resulta en mijuicio q u e l a s p r u e b a s d e
la misma a u t o r i d a d y la m i s m a n a t u r a l e z a q u e é l , debió ser j u z g a d o los Crímenes q u e le i m p u t á i s 110 existen ni a u n en a p a r i e n c i a ; q u e p o r
por los h o m b r e s . T a l es el misterio principal d e la s e g u n d a p a r t e d e
ración t a n t e r m i n a n t e y t a n solemne, debia al m o m e n t o h a b e r a r -
consiguiente no h a y motivo a l g u n o d e a c u s a c i ó n , ni mucho. m e n o s
r o j a d o c o n indignación á los J u d í o s d e su presencia, h a b e r l e s i m -
d e condenación : llerum exíbit ad Jad,eos, et dial «s : Ego mi- p u e s t o silencio, y h a b e r l e s a m e n a z a d o castigarles por h a b e r osado
to» ¡miento in eo causani. (Joan). c a l u m n i a r á u n 'inocente en s u t r i b u n a l . P e r o su c a r á c t e r n o corres-
V e d a q u í p u e s d e p a r t e d e u n juez s o b r e el q u e n o p u e d e c a e . la p o n d í a á su talento. Él t u v o l a debilidad d e n o sostener la sentencia
m a s leve sospecha d e parcialidad, por c u a n t o es e s t r a n j e r o , y P» - j u s t a que habla p r o n u n c i a d o , y d e hacerla por el c o n t r a r i o d u d o s a
q u e ha sido elegido p o r los a c u s a d o r e s m i s m o s ; v e d a q u í , m > . o, en su efecto, i n t e r r o g a n d o d e n u e v o al S a l v a d o r : Pílalas autem
u n a justificación en regla q u e n o puede ser m a s c l a r a rursiis Merrogavit. eum. (Marc.) V ¿ q u é p r e t e n d í a c o n esto 1 N a d a
cisa. q u e ha sido p r e c e d i d a d e u n i n t e r r o g a t o r i o y q u e es p r o n u n - m a s q u e hacer h a b l a r á J e s ú s . Con este objeto le d i c e : j Nó oyes los
c i a d a en p r e s e n c i a del pretendido c r i m i n a l , d e los a c u s a d o r e s j de cargos q u e estos h o m b r e s baccn p e s a r sobre tí 1 V a m o s : r e s p o n d e ;
pueblo. V e d aquí pues c u m p l i d a la p r o f e c í a de David q u e d e i a . pronuncia a l g u n a s p a l a b r a s en tu defensa ( l | .
Que los e n e m i g o s d e Jesucristo s e p t i g a r i a n en b u s c a r a c u s a c i o n e s Pilatos, dice D r u t e m a r e , insiste en h a c e r h a b l a r á J e s ú s y le obliga
c o n t r a e l , pero q u e todas sus m a l i g n a s investigaciones n o c o n d u c i - á justificarse, p o r q u e tiene deseos d e salvarle. E s t e m a g i s t r a d o , q u e
r í a n m a s q u e a d e s t r u i r los cargos y á h a c e r brillar s u i n o c e n c i a ( ). ha reconocido y p r o c l a m a d o l a inocencia del a c u s a d o , n o se atreve
P o r c o n s i g u i e n t e esta h u b i e r a sido u n a c a u s a i n c l u i d a d e s d e os á l i b r a r l e , y pretende q u e el acusado se libre á sí m i s m o (2). \ Eu-
p r i m e r o s t r á m i t e s , si el juez hubiera t e n i d o m e n o s d e b i l i d a d , j los t i m i o a ñ a d e q u e Pilatos, en vista d e la p r o f u n d a impresión q u e l a s
a c u s a d o r e s h u b i e r a n sido menos i n j u s t o s y m e n o s crueles r e s p u e s t a s del S a l v a d o r h a b í a n hecho en é l , estaba s e g u r o de q u e ,
E n e l e c t o los J u d i o s e n n a d a p e n s a b a n m e n o s q u e en el bien pu- si Jesús h a b l a b a , d e s t r u i r í a f á c i l m e n t e la c a l u m n i a y c o n f u n d i r í a
blico. i m p u l s a d o s ú n i c a m e n t e p o r u n s e n t i m i e n t o c e g ó d e odio los e a l u m n i a d o i e s :s). P e r o J e s ú s , á p e s a r d e los vivas instancias
p e r s o n a l , no se h a b í a n dirigido á P í l a t e p a r í q u e luciese justicia c u d e Pilatos, p e r m a n e c e en el m a s a b s o l u t o silencio : Et non respon-
l a c a u s a d e Jesucristo, sino para q u e p r o n u n c i a s e c o n t r a el u n a da ei ad ulliim cerbum._,¿
s e n t e n c i a d e m u e r t e . Ved aquí p o r q u e . h u r l a d o s en su b a r b a r » d e - E n este silencio se e n c e r r a b a u n a e n s e ñ a n z a s u b l i m e . E n p r i m e r
signio p o r e s t a declaración d e P í l a l o s , y t r a t a d o s i n d i r e c t a m e n t e d e l u g a r , dice Orígenes, a n u n c i a b a uno cosa m a r a v i l l o s a , g r a n d e y
c a l u m n i a d o r e s , se e n t r e g a r o n a b i e r t a m e n t e á todo su f u r o r , a c u - s u b l i m e d e q u e ' n o h a b l a e j e m p l o e n t r e los h o m b r e s . P o r q u e j a m á s
m u l a r o n c o n t r a el Señor n u e v o s cargos y n u e v a s c a l u m n i a s , y p u - s e vio u n h o m b r e colocado b a j o el peso d e u n a acusación c a p i t a l ,
sieron t a n t a m a v o r energía cu repetirlos, c u a n t o menos capaces con la perspectiva d e u n a m u e r t e ignominiosa y c r u e l , p e r m a n e c e r
e r a n d e p r o b a r l o s : El a c c u s a b a n t eutn Sv.mmisacerdotes m mam. en u n a t r a n q u i l i d a d t a n i m p e r t u r b a b l e , g u a r d a r silencio, y m a n i -
(Marc.) . . festar en su fisonomía u n a s e r e n i d a d t a n g r a n d e , en sus m a n e r a s
¿ Q u e h i z o e n t o n c e s el D i j o d e D i o s ? A todas estas m e n t i r a s i n v e n - u n a d u l z u r a t a n m a r a v i l l o s a , y en su s e m b l a n t e u n a d i g n i d a d tan
t a d a s p o r los m a s inicuos d e los h i j o s d e los h o m b r e s opuso la u m e a p e r f e c t a (4).
j u s t i f i c a c i ó n q u e convenía á s u inocencia, á su g r a n d e z a y a su d i g - A u n q u e Pilatos n o conociese lo q u e liabia d e misterioso, d e s o -
n i d a d , u n a c a l m a m o d e s t a , u n severo y m a j e s t u o s o silencio b r e n a t u r a l y d e divino en u n silencio tan t r a n q u i l o y t a n m a r a v i -
c,m aceusaretur á principiáis sacerMum, el semonlms, nttm lloso, sin e m b a r g o este silencio hizo en él u n a viva impresión : lejos
d e atribuirlo á u n orgulloso d e s d e n 6 u n a fiera t e r q u e d a d , solo des-
responda. (Matth.)
C u a n d o cu las causas crimínales se l e v a n t a u n a sospecha d e c a -
( ! ) Hon . i n d i i - g r a t á adrersum le dieunt testimonia P (Halth.) S o n respondes
l u m n i a , es obligación del m a g i s t r a d o p o n e r f i n i n m e d i a t a m e n t e a
qnidqnam; Vide io quanlis te aeeosant. (Mire.)
los d e b a t e s . T.a tergiversación y la c o n t i n u a c i ó n del interrogatorio (S) Suadeltóí ei Pílalos se defendere, qoia volebal eom liberare. </« .Vare.,
no Sirve m a s q u e p a r a a u m e n t a r la a u d a c i a d e los c a l u m n i a d o r e s . (3) Concitaba! ni responderé:: seiebal enim quod M e possel dilnere calumnias,
E s t a es l a r a z ó n por q u e después d e h a b e r h e c h o P i l a t o s u n a d e c l a - (//i Marc.)
(i) El non respondí! ei ad ullom verbom. (Matth.)
- (I) Scrulaii sunt iuicpiitales, dcfecerünl scruUiules scrulinio. (l's. 03.)
c u b r e en él el indicio manifiesto d e u n a e m i n e n t e j u s t i c i a , y de u n a E n p r i m e r l u g a r , Jesucristo no h a b l a , á fin q u e se cumpliese esta
conciencia s e g u r a d e su inocencia y cierta d e su t r i u n f o , p o r lo m i s m o profecía en la q u e h a b i a a n u n c i a d o él mismo por boca d e David :
n o se da por o f e n d i d o ; al contrario concibe m a s afecto á J e s u c r i s t o , q u e acusado ante los t r i b u n a l e s , objeto d e la calumnia y cubierto
y q u e d a poseído d e u n a a d m i r a c i ó n tal q u e n o p u e d e disimularla : d e u l t r a j e s , p e r m a n e c e r í a c o n s t a n t e m e n t e en silencio como u n
h o m b r e sordo cuyos oídos e s t á n cerrados, y c o m o u n h o m b r e m u d o
lía vi mirurclur Prceses vehemenier. ( M a t t h o ) S . Atanasio a ñ a d e
c u y a lcDgua está e n c a d e n a d a (1).
q u e el silencio del Señor n o solo escitó la a d m i r a c i ó n d e P í l a l o s ,
M a s c o m o Jesucristo calló, n o p o r q u e David lo h a b i a a n u n c i a d o ,
sino q u e le inspiró también la idea d e salvarle. Así pues, ¡ c u á n t o
sino q u e David h a b i a h e c h o esta predicción p o r q u e sabia q u e J e s u -
hizo J e s ú s brillar en esta circunstancia s u poder y su grandeza,
cristo h a b i a de g u a r d a r silencio, y p o r lo m i s m o , no es la proiecia
supuesto q u e so defendió sin r e s p o n d e r , p e r s u a d i ó s i n h a b l a r , y con
la q u e h a d e t e r m i n a d o el hecho, sino que. el hecho ha d a d o l u g a r
su silencio, se hicieron m a s evidentes a u n á los ojos d e Pilatos su
á la profecía, nos q u e d a t o d a v í a por a v e r i g u a r l a razón d e este h e -
propia inocencia y la calumnia d e s u s enemigos (I).'
c h o ; nos falta i n d a g a r / p a r a n u e s t r a instrucción y n u e s t r a e d i f i c a -
M a s , ¡ o i n s e n s i b i l i d a d , o d u r e z a d e los hombres del s a n t u a r i o ,
ción, la causa por q u e J e s ú s n o quiso responder á l a t u r b a d e a c u s a -
c u a n d o olvidados d e la sautidad y d e la dulzura propia d e su e s -
dores presentados c o n t r a él a n t e los t r i b u n a l e s .
t a d o , a b o r r e c e n y persiguen 1 Un h o m b r e del m u n d o , u n idólatra
E n el tribunal del odioso Caifás, d o n d e los sacerdotes y los a n -
queda poseído de respeto y de, admiración al ver el silencio d e J e s u -
cianos del pueblo h a b í a n u s u r p a d o el ministerio d e j u e c e s , J e s u -
cristo, y los Príncipes d e los Sacerdotes e n c u e n t r a n en este silencio
cristo, dice S. G e r ó n i m o , conocía p e r f e c t a m e n t e , porque, era Dios,
mismo, q u e por sí solo b a s t a b a a probarles la divinidad d e J e s u -
q u e aquellos jueces inicuos le obligaban á hablar p a r a coger d e s u s
cristo, un p r o t e s t o p a r a acusarle t o d a v í a con m a s f u r o r . Desespe-
labios u n motivo d e acusación, y n o p a r a o b t e n e r u n a respuesta ca-
rando d e hacerle p a s a r por u n sedicioso, p r e s e n t a n s u d o c t r i n a
paz d e justificarle ( 2 ) . El S a l v a d o r g u a r d a e n t o n c e s silencio, p o r q u e
como s u b v e r s i v a ; ellos d a n gritos c o m o frenéticos : » E s culpable,
h u b i e r a sido en cierto modo p o n e r la v e r d a d en d u d a , quererla
es culpable, c s e l a m a n ; es u n a p e r s o n a peligrosa, u n h o m b r e t u r b u -
p r o b a r á quien se h a b i a declarado a b i e r t a m e n t e su p e r s e g u i d o r . H u -
lento, q u e con su d o c t r i n a s n b l c v a á t o d o el pueblo j u d i o , desde los
biera sido envilecer la justicia, p r e s e n t a r su d e f e n s a a n t e h o m b r e s
confines d e Galilea h a s t a J e s u s a l e n ; su predicación h a s e m b r a d o
decididos á 110 a d m i t i r l a . H u b i e r a sino a n i m a r la a s t u c i a , h a b l a r a
la discordia en las provincias, y la p a z ha cesado d e r e i n a r en ellas:
u n o s h o m b r e s q u e querían e m p o n z o ñ a r c a d a u n a d e s u s palabras.
Al illi invalescebant, dicentes .- Commovet populum docena per
A d e m á s , n o era conveniente, dice S . A g u s t í n , q u e la justicia del
universnm Jmkcam, incipiens á Galilm iisqne hue. (Luc.) Así
H i j o de Dios f u e s e d e f e n d i d a p o r m e d i o d e discursos, como acos-
p u e s , observa Tcofilacto, no p u d i e n d o aquellos h o m b r e s inicuos
t u m b r a h a c e r s e p a r a justificar la iniquidad d e los h o m b r e s . J e s ú s
apoyar s u s c a l u m n i a s en p r u e b a a l g u n a , se esforzaban en a c r e d i -
p u e s sostiene m u c h o mejor s u dignidad g u a r d a n d o silencio, y h a c e
tarlas con f u r i o s o s gritos (2).
brillar m e j o r su inocencia d e s d e ñ a n d o los a t a q u e s d e sus acusado-
V ¿qué hizo e n t o n c e s J e s ú s 1 S i n m a n i f e s t a r la emociou m a s p e -
res (3). M a s en el t r i b u n a l d e Pilatos, el j u e z n o a b r i g a b a u n a s In-
q u e ñ a ni la m e n o r t u r b a c i ó n , les d e j a g r i t a r , y p e r m a n e c e c a d a
tenciones t a n p e r v e r s a s ; los sacerdotes y los senadores q u e , d e s p u c s
vez m a s en su silencio : Jesús uuleni ainplius nihit responda.
de h a b e r s e erigido en jueces en el t r i b u n a l de Caifás, se h a b í a n
Marc.) Es m u y conveniente a v e r i g u a r la causa y conocer los miste-
presentado en el d e Pilatos c o m o acusadores, estaban m u y Icios d e
rios d e un silencio t a n absoluto y t a n a d m i r a b l e , para c o m p r e n d e r
en c u a n t o es posible t o d a s u g r a n d e z a , su majestad y s u i m p o r t a n c i a . (1) E! Cactus sum sicnl bunio 11011 audiens, eluou babeos in ore suo redargulio-
nes. (Ps. 31.) .
( ! ) Magoum id cerle et miríGcumin Salvatore,quriacend»¿Inonrespondeudo,
(2) Scicbal, qnasi Deus, tpúdquid dixisse!, toiquendum ad calumníalo, i/«
lam ellicav eral in persuadendo, ul judex ultro facliones adversas ennr m u t a
Mallh.)
aguosieret. (ife País. Dom.)
(3) Molo sic defendí jusltliam (icuti solé! iniquilas escusari. iecnsalionem ta-^
:2) Cum niltil lávete! eoruin caliimiii», recurrunl ad ciatnornm subsidia,
ccndo despicil; el sic innocens approbatur, (Scrn. C'V Vil. Je Temp.)
(la tac.)
los daños hechos á nuestra reputación. E n efecto, ¡cómo un cristiano
haber renunciado á sus designios. Pilatos por consiguiente se e n g a - herido en su honor puede entregarse á movimientos y arrebatos de
ñaba mucho al creer q u e si Jesucristo hubiera hablado, los pérfidos odio y de venganza, cuando ve á Jesucristo sufrir con tanta man-
Judíos hubieran callado al momento. Por la fuerza se impone al sedumbre y tanto paciencia las acusaciones, las calumnias y las i n -
odio, y no por las palabras. Es a ñ a d i r importancia á la calumuia jurias con q u e tratan de manchar su nombre y su memoria (l) I
hacer siquiera demostración de querer rechazarla, y vcl aquí por Este silencio, en el q u e Jesucristo, aunque revestido por la vo-
que el Señor responde con el silencio á las odiosas imputaciones luntad de su Padre, y p a r a nuestro bien, d e las apariencias del pe-
q u e los sacerdotes acumulaban contra él. cado, oculta sin embargo u n a santidad infinita, exenta aun de la
P o r otra parte, los clamores furiosos, los gritos frenéticos con sombra misma de pecado, no solo es una apología de su propia ino-
que proponían las acusaciones, 110 hacían otra cosa, dice el vene- cencia y una enseñanza para los cristianos, sino también un silen-
rable Beda, que poner mas en evidencia, p o r uua parte la ciega p a - cio expiatorio de las faltas de los hombres. Porque, según dice
sión y la perversidad de los acusadores, y por la otra la inocencia S. Agustín, cuando Jesucristo habló, lo hizo siempre en cualidad de
del acusado ( l ) . pastor que instruia á las a l m a s ; al presente su silencio es el de u n
El Señor no tiene necesidad, añade S. Ambrosio, de tomar la cordero lleno de mansedumbre q u e se inmola por nosotros. R e c o r -
pala palabra su justificación personal, porque sus enemigos, por el demos los pecados y los escesos innumerables q u e los hombres c o -
modo con q u e le acusan, le justifican ellos mismos de sus propias meten con la lengua. ¡ Qué d e imprecaciones y de blasfemias contra
inculpaciones, y le vengan de sus calumnias. Su silencio es su m a s Dios 1 ¡Qué de murmuraciones y de calumnias contra el prójimo !
bella apología; rehusando defenderse, d a Jesús la prueba mas e v i - ¡Qué de impaciencias y de maldiciones contra sí mismos 1 [ Ah 1 con
dente de que la defensa no le es necesaria (2). la lengua es con lo que los hombres pecan m a s frecuentemente. E a s
¡Cuénta dignidad, esclama S. Ambrosio, cuánta grandeza hay en personas mismas consagradas á la religión y á la piedad, que viven
este silencio del Salvador! ¡ Qué espectáculo m a s digno d e nuestra lejos de los vicios, no siempre pueden librarse del pecado d é l a len-
admiración y de nuestra piedad q u e el q u e nos ofrece el Hijo de Dios g u a , y ofenden mas ó menos gravemente en sus discursos á Dios y
en estas circunstancias! Vedlc en presencia de unos hombres vendi- al prójimo. Pues bien, esa multitud espantosa de pecados que se
dos á la iniquidad; él se halla espuesto á la contradicción de los peca- cometen con la lengua es la que expió Jesucristo con el silencio que
dores,á todoslos tiros de la calumnia, á todas las acusaciones que u n a observó en el momento mas solemne de su defensa, y por el mé-
desenfrenada maliciase complace en i n v e n t a r ; él puede, con una sola rito infinito de su expiación se nos h a prometido el perdón de los
palabra, destruir todas esas acusaciones, y sin embargo las oye con el pecados de palabra, cuantas veces tengamos u n dolor sincero de
niavorsilencio, sin disgusto, sin impaciencia y sin rencor. ¡Alt! un ellos.
silencio tan constante, tan tranquilo y tan majestuoso, es u n silencio
Recordemos también q u e Adán y Eva agravaron su crimen a!
vencedor, un silencio elocuente con el que Jesucristo proclama su
querer esclusarse, y al echar la culpa, él á su esposa, y ella á la ser-
inocencia y su divinidad, mejor que con todos los discursos.
piente. E n el naufragio en q u e pereció su inocencia, se privaron
El Señor dejó sin respuesta t o d a s esas calumnias, para darnos, así de la verdadera tabla de salvación, que es la penitencia. Este
diec el venerable lteda, un gran ejemplo de paciencia. P o r q u e del segundo pecado de Adán y Eva debia ser expiado, porque era mas
mismo modo que cuando permaneció síleucioso al recibir los golpes g r a v e aun q u e el primero, supuesto q u e la escusa del pecado es un
en casa de Caitas, nos enseñó á sufrir y á perdonar los ultrajes q u e mal mas grave que el pecado mismo. Pues bien, Jesucristo, dice
ofenden nuestra persona, asi también por el silencio que observa S. Gerónimo, al guardar el silencio de u n culpable anle las falsas
ahora en presencia de la calumnia, nos ensena á sufrir y á perdonar acusaciones que se hacían pesar sobre él, cumple precisamente esta
(1) llic arcusalionis sermo magis et eum, qui accusatur, innoxium, ct eos, qui
accnsani, rloeet esse perversos, ¡/o Luc.) (1) ü l nobís patienüie pr.-eheal exempla, sieul ante verbéralos, sic, modo
(2) Acctuatur Dorainus et tacel; et Ix'oe tacet ijui defeusione no» indiget. (Vb. aeeusalus, silel ae relie?!, (/o Luc,)
10 m £,„-.)
eer su reputación, él, o l v i d a d o d e sí m i s m o , s e o c u p a d e nosotros,
g r a n expiación del pecado v e r d a d e r o , cometido por n u e s t r o s p r i m c -
él tiembla por los castigos q u e n o s e s t á n r e s e r v a d o s , y q u e p e r m a -
rospadres(l). .
n e c e r í a n irrevocables sino los aboliese él m i s m o ; él se h u m i l l a , se
¡ Ay 1 aquel espíritu d e o r g u l l o q u e impulso al p r i m e r h o m b r e a
c o n f u n d e y ora p o r nosotros ( t ) .
escusar su f a l t a s e b a p e r p e t u a d o en sus d e s c e n d i e n t e . Kilos t a m -
¡ O misterio s u b l i m e y preciosoI J e s u c r i s t o es Dios y h o m b r e .
bién r e h u s a n reconocer y confesar sus p r o p i a s fallas, y procuran,
C o m o Dios, q u e dispone de la voluntad d e los h o m b r e s , obliga á
con v a n a s escusas, a t e n u a r s u malicia no solo á los ojos d e los h o m -
Pilatos á p r o c l a m a r s u s a n t i d a d y su i n o c e n c i a : Ego nullam inve-
bres, sino t a m b i é n á los o j o s d e Dios. P u e s b i e n , p a r a e x p i a r este
nio in co causam, y d e este m o d o u n m a g i s t r a d o p a g a n o n o s ase-
n u e v o p e c a d o , q u e es como la coronacion del edificio de n u e s t r a s
g u r a q u e el Mesías n o t e n i a p e c a d o a l g u n o : Qui peccetum non no-
i n i q u i d a d e s (el pecado de la escusa), d e b e r í a m o s nosotros temblar
vil. N o obstante, c o m o h o m b r e q u e r e p r e s e n t a b a en su p e r s o n a
delantc.de Dios. v . al oír s u s j u s t a s reconvenciones, q u e d a r c o n -
todos los pecadores, g u a r d a silencio c o m o si h u b i e r a sido el h o m -
fundidos, b a j a r los ojos y c a l l a r . Mas el H i j o de Dios s e coloco en
b r e d e pecado q u e no t i e n e justificación a l g u n a q u e a l e g a r : Qui
l u g a r n u e s t r o ; el e s p e r i m e n t ó esos mismos sentimientos en el tri-
peccatum non «ovil, pro nolis peccaUtm fecil. Y en v i r t u d del m é -
b u n a l d e los h o m b r e s , p a r a l i b r a r n o s de ellos en el t r i b u n a l d e Dios.
rito infinito d e esta h u m i l l a c i ó n , t a n g r a n d e q u e p a r e c e no p o d e r
Supuesto q u e se U t o n u e s t r a victima, q u e s e encargó d e s a t i s f a c e r
j u s t i f i c a r s e d e los falsas deposiciones a d u c i d a s contra él, nos obtiepe
á la justicia d i v i n a p o r n u e s t r a s escusas temerarias, f u é i n d i s p e n s a -
J e s ú s la gracia d e n o v e r n o s a g o b i a d o s b a j o el peso d e los crimcues
ble q u e p e r m a n e c i e s e silencioso y q u e a p a r e n t a s e 110 tener n a d a q u e
reales q u e p o d r í a n i m p u t á r s e n o s , y d e h a c e r p e s a r sobre si m i s m o
r e s p o n d e r p a r a p r o t e g e r s u inocencia d e l a n t e d e los h o m b r e s , por-
t o d a la responsabilidad. Él b o r r a d e este modo ei p e c a d o q u e n o s -
q u e nosotros 110 p o d e m o s t e n e r n i n g u n a escusa q u e presentar a Dios
otros h e m o s cometido t a n t a s veces, al q u e r e r hacer creer n u e s t r a
para d e f e n d e r n u e s t r o p e c a d o . Como él se e n c a r g ó d e l a contrición
i n o c e n c i a , siendo culpables, y n o s hace j u s t o s p o r l a justicia y la
por la q u e d e b e m o s m a n i f e s t a r el dolor d e n u e s t r a s culpas, debió
s a n t i d a d m i s m a d e Dios.
t a m b i é n a d o p t a r el silencio c o n q u e debemos nosotros reconocer s u
malicia, y s u f r i r la v e r g ü e n z a q u e d e b e presidir á nuestra confesion. M a s ¡ a y ! los pecadores n o t e n d r á n p a r t e a l g u n a en el m é r i t o d e
P o r a b o r r a r el c r i m e n d e q u e n o s hemos hecho culpables m u c h a s esta expiación d e q u e los justos g o z a r á n a b u n d a n t e m e n t e en el día
veces, q u e r i e n d o p a s a r p o r h o m b r e s justos, siendo como s o m o s p e - del juicio. E s t a cizaña s e r á a r r a n c a d a , s e g ú n la predicción d e J e s u -
cadores, d e b i ó r e u n i r en sí m i s m o á la inocencia m a s p u r a l a c o n - c r i s t o , y a t a d a en gavillas p a r a ser q u e m a d a ¡2), es decir q u e los
fusión p r o f u n d a d e u n c u l p a b l e sin escusa. , A h l la inocencia h u b i e r a h i j o s d e l a iniquidad s e r á n s e p a r a d o s p o r los ángeles, y r e u n i d o s
podido sin d u d a d e f e n d e r s e y justificarse p o r s f m i s m a ; pero e n t o n - p o r ellos, según las especies d e s u s pecados, en g r u p o s d e i n c r é d u -
ces nosotros h u b i é r a m o s q u e d a d o sin defensa, acusados y culpables los, d e herejes, d e tiranos, d e sacrilegos, d e a d ú l t e r o s , d e voluptuo-
á u n tiempo mismo. Él h u b i e r a podido h a c e r t r i u n f a r s u c a u s a ; sos, d e ladrones, d e falsarios, d e p e r j u r o s , d e columniodores y d e
m a s entonces h u b i e r a a b a n d o n a d o la n u e s t r a . Él se abstiene pues incestuosos, q u e todos verán c o n igual e s t u p o r su propia confusión
d e h a b l a r a n t e la justicia h u m a n a , p o r q u e nosotros n o t e n e m o s nada y su propio silencio i s ; . E n t o n c e s será pasado y a el tiempo en q u e
q u e replicar a n t e la j u s t i c i a d i v i n a . Él p e r m a n e c e cubierto de. c o n - c a d a u n o escusaba s u s propios p e c a d o s ó los ocultaba al conoci-
fusión y e n el silencio, p o r q u e e t e r n o s debiun ser el silencio y la miento d e los h o m b r e s . E n esc g r a n dia se romperá el velo d e la
confusión q u e nosotros m e r e c í a m o s por esas escusas soberbias q u e i m p o s t u r a , y c a e r á la m á s c a r a d e l a hipocresía. Cada u n o llevará
n o s hacen m a s culpables q u e n u e s t r o s mismos pecados. Y en t a n t o
(1) ( j i m eoosisleret pceealor adversos me, alimului, ni humiliaius sum. (P.i.
que los ministros del Infierno, como n o s lo habla el revelado por su
3S-) lx>r.uli suut adversum me Impía delosa.... delralielianl milii : ego auloul
profeta, le a s e d i a n c o n p a l a b r a s d e odio y d e c a l u m n i o p a r o o s c u r c -
orábam. (Ps IOS.)
(2) Co!l¡6¡le priimim ¡irania el alligale ea in íaseieulos ad comhrmndmii.
{Mal tU. 13.)
{1} Tadlurnilas Chrisli apologam, id est, eieusalioiiem Ada.- absobil.
(3) Coiis(|uisrpieadproximumsuiimslopebil. ( I s . 13.)
Man/,.)
3 0 9
¡JOS BI. SILENCIO. EL SILENCIO. .

e s c r i t a c u s u f r e n t e la h i s t o r i a d e s u p r o p i a v i d a y l a i g n o m i n i a d e t e m b l a r e n t r e l o s r é p r o b o s , a n t e la t e r r i b l e m a j e s t a d d e l supremo
s u p r o p i o cor&zon. C a d a u n o p a r e c e r á e n t o n c e s lo q u e r e a l m e n t e es. J u e z , p o d a m o s p r e s e n t a m o s e n t r e los elegidos, j u s t o s por su j u s t i -
E n t o n c e s n o s e r á y a t i e m p o de o c u l t a r su v i d a ; ni h a b r á resquicio c i a y g l o r i o s o s p o r s u g l o r i a : Vt efftciamur juslilia in ipso.
a l g u n o d o n d e esconderse. E n t o n c e s será necesario s u f r i r en silencio
la vergüenza d e verse señalado, como u n criminal, á las m i r a d a s d e S E t l V M PARTE.
t o d o el u n i v e r s o .

Y si los r e p r o b o s q u e d a r á n e n t o n c e s m u d o s d e c o n f u s i o n e n pre- D a v i d h a b i a a n u n c i a d o q u e el M e s í a s , el j u s t o p o r excelencia,

sencia de los h o m b r e s , ¿ q u é será c u a n d o J e s u c r i s t o , s u p r e m o j u e z d e ordenaría todas sus palabras con u n a sabiduría admirable y u n jui-

v i v o s y m u e r t o s , en o t r o tiempo r o d e a d o d e p e c a d o r e s y d e impíos, cio e s q n i s i t o ( 1 ) . P u e s b i e n , e l S a l v a d o r c u m p l i ó e x a c t a m e n t e esta

y e n t o n c e s s e n t a d o en las n u b e s del c i e l o , s e g u i d o d e l c o r t e j o d e los p r o f e c í a a n t e l o s t r i b u n a l e s . E s d i g n o d e n o t a r q u e él d i o ai m e n o s

"ángeles, r o d e a d o d e g l o r i a y m a j e s t a d , les m u e s t r e u n s e m b l a n t e a l g u n a s respuestas á Pilatos, q u e habia t o m a d o p a r t e en este juicio

terrible, u n a m i r a d a a m e n a z a d o r a , y c o n u n a voz d e trueno les pida c o n t r a su v o l u n t a d , y q u e se n e g ó á c o n t e s t a r á los principes d e los

c u e n t a d e su fe q u e ellos h a n c o m b a t i d o ó d e s h o n r a d o , d e su r e d e n - sacerdotes, j u z g á n d o l o s indignos d e oir su voz p o r causa d e su odio

ción que h a n h e c h o inútil, d e s u ley q u e h a n hollado, d e sus gracias y de su apostasia (2).

q u e h a n menospreciado y de s u s beneficios d e q u e se h a n s e r v i d o M a s e n t a n t o q u e J e s ú s c a s t i g a con s u silencio á los J u d í o s d e s u

p a r a ofenderle con m a s d e s c a r o y con m a s a u d a c i a ? o i Ah j e s c l a m a t i e m p o , a u u n e i a i g u a l m e n t e el t e r r i b l e c a s t i g o d e l o s J u d í o s f u t u r o s .

el s a n t o J o b a t e r r a d o a l s o l o p e n s a m i e n t o d e e s t a s e g u n d a v i s t a t a n En efecto, Jesucristo hablando á Pilatos con t a n t a m a j e s t a d y tanta

f o r m i d a b l e , ¿ q u é r e s p o n d e r é c u a n d o T)ios v e n g a á j u z g a r m e ; c u a n d o d u l z u r a á l a v e z , r e v e l á n d o l e l a n a t u r a l e z a d e s u r e i n o y el objeto

se a c e r q u e p a r a p r e g u n t a r m e s o b r e m i v i d a , q u é p o d r é d e c i r l e e n d e s u m i s i ó n e n el m u n d o , e s J e s u c r i s t o l l e n o d e m i s e r i c o r d i a q u e ,

m i d e f e n s a ( I ] ? o ¡ A y l e n t o n c e s n o q u e d a r á q u e h a c e r á los p e c a - recibido p o r los G e n t i l e s en la p e r s o n a del g o b e r n a d o r r o m a n o y

d o r e s o t r a c o s a m a s q u e i n c l i n a r l a c a b e z a y b a j a r los o j o s . C o n l a h e c h o en cierto m o d o su propiedad, d e b e ser u n día d e u n a m a n e r a

i g n o m i n i a e n l a f r e n t e , l a d e s e s p e r a c i ó n e n el c o r a z o n y el s i l e n c i o e s p e c i a l el m a e s t r o y el S a l v a d o r d e l o s G e n t i l e s . J e s u c r i s t o q u e c a l l a

e n los l a b i o s , se v e r á n r e d u c i d o s á oir y á a c e p t a r la sentencia for- e n p r e s e n c i a d e los J u d í o s , es J e s u c r i s t o s e v e r o y t e r r i b l e q u e n o

midable q u e p r o n u n c i a r á su castigo sin fin, y su eterna reproba- h a r á oir s u s l e c c i o n e s d i v i n a s á ese p u e b l o i n g r a t o , en c a s t i g o d e

c i ó n : 'Quiñis iniquitas oppilabit os suum. h a b e r r e n u n c i a d o p ú b l i c a m e n t e á él y d e h a b e r l e r e p u l s a d o e n t r e -


gándole en m a n o s d e Pilatos.
M a s a h o r a es tiempo, a m a d o s h e r m a n o s , d e evitar n n a desgracia
Y a s i n embarEO principia á c u m p l i r s e , p o r esta a c t i t u d silenciosa
tan grande y de librarnos de una v e n g a n z a tan terrible. Jesucristo,
del S a l v a d o r , el t e r r i b l e c a s t i g o c o n q u e D i o s h a b í a a m e n a z a d o á
l a i n o c e n c i a i n f i n i t a , p o r el m é r i t o d e s u s i l e n c i o y d e l a c o n f u s i o n
esta n a c i ó n p é r f i d a c u a n d o p u s o estas p a l a b r a s en la b o c a d e E z c -
q u e s u f r i ó a l c o m p a r e c e r a n t e el t r i b u n a l d e l o s h o m b r e s c o m o u n
q u i c l : « Y o h a r é reposar m i celo y callar m i f u r o r ; y n o m e irritare
c r i m i n a l , n o s m e r e c i ó s e r l i b r e s d e la c o n f u s i ó n y d e l s i l e n c i o á q u e
m a s c o n t r a t i ;3) o . A m e n a z a t e r r i b l e q u e él h a b i a r e n o v a d o p o r
n o s h a b l a m o s d e v e r c o n d e n a d o s e n el t r i b u n a l d e D i o s : Qui non
medio d e Isaías e n estos términos : a Señor, c u a n d o vos guardéis
novil peaulvin. pro nobis peccatum fetsil. Solo se trata d e aplicar-
silencio respecto á v u e s t r o p u e b l o , le i m p o n d r é i s e n t o n c e s u n cas-
n o s el f r u t o d e e s t a g r a n d e e x p i a c i ó n . P a r a e s t o , e s f o r c é m o n o s e n
tigo m a s s e v e r o . »
v i v i r ai p r e s e n t e u n i d o s á él p o r l a c o n f u s i o n d e l a v e r d a d e r a fe y
Así p u e s c u a n d o el d u l c e S a l v a d o r c o n l a s r e c o n v e n c i o n e s m a s
p o r la observancia e x a c t a d e sus p r e c e p t o s . P r o c u r é m o s participar
d e las i g n o m i n i a s , d e la v e r g ü e n z a y del h u m i l d e silencio del Re-
(1) D i s p o n « sermones suos in judieio. (Ps. 101.)
d e n t o r ; á fin d e q u e e n el ú l t i m o d í a , e n v e z d e r u b o r i z a r n o s y d e ti) Vlleude ipied Pílalo, qni invilus promehat senlenliom, alupia ex parle
respondí!. Piineipibus Sacerdolum r e s p o n d e « noluil • indijnos eos sno sermone

( 1 ) Quid fádnrn cum veniet ad judicandum Deus; et cum quisierit, quid iodicans. (InSlatt!'.) .
(3) Aoferelnr zelus meus ii le, el requieseam nec irascar amplius. , 16.)
ivspondebo l i l i ; {Job. 31.)
d e severidad ni d e rigor. E n t o n c e s es c u a n d o por el contrario se
a m a r g a s , con l a s p a l a b r a s mas f n c r l e s , obligaba a estos mismos s a -
m u e s t r a con vosotros c o m o el Dios d e clemencia, como el Dios lleno
cerdotes i r u b o r i z a r s e d e su hipocresía y d e s u s a c r i l e g i o ; c u a n d o ,
d e t e r n u r a , afligido p o r la perversidad d e v u e s t r o corazon, d e esc
según la e s p r e s i o u d e l Evangelio, e c h a b a s o b r e ellos m i r a d a s infla-
c o r a z o n que os precipita ciegamente en u n a r u i n a cierta. El p r o -
m a d a s d e cólera, cireumpicicns eos eum ira; c u a n d o les a m e n a -
c u r a , al mostrarse severo, d e s t r u i r el aliento d e v u e s t r a s pasiones,
z a b a con su f o r m i d a b l e juicio, en el tiempo m i s m o en q u e les r e v e -
h a c e r r e n a c e r en vosotros ese d i s g u s t o d e u n a vida culpable q u e
laba su d i v i n i d a d , ¡ a h 1 el parecía e n t o n c e s i n d i g n a d o contra ellos, y
m a l a el p e c a d o y salva al p e c a d o r . T a l es l a piadosa c r u e l d a d del
sin e m b a r g o , c o m o lo a t c s l i g u a e l m i s m o Evangelio, estaba a n i m a d o
médico q u e en l a s e n f e r m e d a d e s e s t r e m a s e m p l e a r e m e d i o s a m a r g o s
d e u n a c a r i d a d compasiva para c o n ellos. E l l e n g u a j e q u e u s a b a
y r e c u r r e á medios dolorosos. Tal es t a m b i é n la a m o r o s a colera d e
con ellos e r a el d e s u a m o r d e s c o n s o l a d o ; era la espresion d e su
la t i e r n a m a d r e q u e se complace en a s u s t a r á su a m a d o h i j o para
corazon afligido y d e la p e r f i d i a d e e l l o s ; e r a el artificio empleado
obligarle a volver á su regazo. .Nunca la misericordia d e Dios brilla
p o r su misericordia para detenerles en el c a m i n o de la perdición y
m a s q u e c u a n d o I n t r o d u c e la t u r b a c i ó n en el a l m a q u e 110 v i v e eu
c e r r a r el a b i s m o q u e se"abría debajo d e s u s p l a n t a s p a r a t r a g a r l o s :
1 paz con Dios. El Dios q u e os h u m i l l a y o s aflige es el Dios q u e os
Contristotus snper ctecilaUm coráis eorum. Al presente q u e no les
habla t o d a v í a ; y el Dios q u e os h a b l a , a u n q u e sea con u n tono se-
dice ni u n a sola p a l a b r a , Jesús autém ampUiis nil.il responda ; que
v e r o , es el Dios q u e t o d a v í a os a m a ; su voz a g u a r d a la voz d e vuestro
n o p a r e c e y a i r r i t a d o c o n t r a ellos, pues escucha con t a n t a paciencia
arrepentimiento q u e d e b e hacerla c a l l a r ; s u s r a y o s a g u a r d a u u n a
s u s c a l u m n i a s , s u s insultos y sus b l a s f e m i a s , a h o r a es c u a n d o está
de v u e s t r a s l á g r i m a s q u e d e b e a p a g a r l o s e n t r e sus m a n o s .
m a s i n d i g n a d o ; c u a n d o parece m a s amoroso c o n ellos, es m a s t e r -
rible ; c u a n d o n a d a les responde, les castiga m a s severamente, por- ¡ A h ! c o m p r e n d e d , p e c a d o r e s , e s t a s a d v e r t e n c i a s , y rendios á
q u e los rechaza y los a b a n d o n a á . s u ceguedad y al e n d u r e c i m i e n t o estas invitaciones en las q u e , bajo u n a apariencia d e rigor, se oculta
d e su c o r a z o n . u n a v e r d a d e r a misericordia. Ya h a y m u c h o tiempo q u e esta voz os
i l a m a ; evitad pues el m o m e n t o terrible en q u e , h e c h a i m p o r t u n a a
C o m p r e n d e d p u e s este misterio d e pacífica indignación y d e jus-
vuestros oidos, y c a n s a d a d e d e j a r s e o i r , e n m u d e z c a p a r a vosotros,
ticia silenciosa, vosotros los q u e fatigais la misericordia divina c o n
y t e m e d q u e J e s ú s no os d e j e m a s oir s u voz, c o m o hizo con los
vuestra ciega o b s t i n a c i ó n . Si Dios os aflige con las e n f e r m e d a d e s
Judíos. T e m e d q u e él c a u s e respecto á'vosotros y d e n t r o d e vosotros
q u e a m a r g a n v u e s t r a e x i s t e n c i a , con las desgracias q u e a g o t a n
m i s m o s ese silencio d e vuestra a l m a , en m e d i o del q u e g o z a r é i s sin
vuestros r e c u r s o s , c o n los golpes imprevistos q u e d e s t r u y e n la h u -
t o r m e n t o s y sin r e m o r d i m i e n t o s u n e s t a d o feliz d e f o r t u n a t e m p o -
m a n a protección en q u e os a p o y á i s c o m o en u n a f r á g i l c a í a ; si
r a l , en el q u e t o d o s o n r e i r á á vuestros deseos, en el q u e vuestras
Dios os p r u e b a c o n esas m u d a n z a s imprevistas q u e os hacen p e r d e r
empresas s e r á n c o r o n a d a s c o n uu éxito feliz, y todos v uestros d e -
l a eslimacion d e q u e gozáis ó el c a r g o q u e o c u p á i s ; si él p o n e o b s t á -
steñios se c u m p l i r á n á m e d i d a d e v u e s t r a v o l u n t a d . T e m e d q u e
culos á v uestros designios d e f o r t u n a y d e e n g r a n d e c i m i e n t o , y los
a b a n d o n a n d o Dios las r i e n d a s a vuestros apetitos desordenados os
hace desvanecerse en h u m o ; si él h a c e estériles vuestras operacio-
d e j e correr sin f r e n o p o r los c a m i u o s d e la i n i q u i d a d . E s a facilidad
nes ; si él os aflige, en medio d e v u e s t r o s frenéticos goces, y los c o n -
d e dirigiros según vuestro caprichos se parecerá á l a q u e e ! médico
vierte en l u t o ; s l d e r r a m a la a m a r g u r a e n las peligrosas d u l z u r a s d e
concede al enfermo d e s a h u c i a d o . ¡ A h í e n t o m - e s o s parecerá que.
v u e s t r o s p l a c e r e s ; si emponzoña vuestras diversiones y c u b r e d e
Dios es vuestro a m i g o , e u a u d o solo s e r á vuestro j u e z ; creeréis q u e
espinas el camino de v u e s t r o s d e s ó r d e n e s s e m b r a d o hasta a h o r a d e
os dispensa m a s p r o t e c c i ó n , m i e n t r a s q u e os castigará c o n mas
rosas h o m i c i d a s ; si Dios en fin hace r e s u c i t a r con frecuencia en
s e v e r i d a d . De todos los castigos c o n q u e Dios aflige en este m u n d o
vuestro corazón los remordimientos q u e os d e s t r o z a n , los p e n s a -
á s u c r i a t u r a racional, no h a y n i n g u n o m a s terrible que esc silencio,
m i e n t o s terribles q u e os a t o r m e n t a n d e n o c h e y no os d e j a n des-
esa condescendencia de r e p r o b a c i ó n . La cólera q u e m a s d e b e t e m e r
cansar d e d i a : si os e s p a n t a c o n el peligro d e u n a m u e r t e r e p e n t i n a ,
el h o m b r e de p a r t e d e Dios e s , dice S . A g u s t í n , la q u e Dios le o c u l -
con la severidad d e s u s juicios y el t e m o r d e los e t e r n o s castigos, no
t a . El castigo m a s g r a n d e q u e Dios i m p o n e al h o m b r e es no m a n -
creáis que Dios e s t á irritado e n t o n c e s c o n t r a vosotros, n i le acuséis
darle ninguno; porque, ¡ay'. el abandono de Dios es entonces a e r t o ,
la enmienda cuasi imposible, y la condenación eterna mev.lable .

CONFERENCIA DÉCIMANOVENA.
Oh! si scires, india guanta SU ¡nena! . . .
No nos causéis tanto m a l , o Señor; no nos a b a n d o n e s a nuestras
pasiones v ó nuestros caprichos.
Barratró*.
Armad vuestra mano d e rayos, nosotros lo deseamos; vengad en
nosotros los ultrajes q u e os hemos hecho. Resuene vuestra voz fuer-
temente en el fondo d e nuestro coraron por vuestras inspiraciones, ObtlupeicUe eteli el porti? eorum desnlamini
y fuera de él por todas las pruebas que os digneis hacernos sufrir. tchwenter. Duo mala fecit populut meut : Me
dcrcliqutrunt fontem aquiz tica; el foderunl
Aterradnos, afligidnos, abrumadnos bajo el peso de vuestra m a n o ; sibi cisterna» dissipila».
humilladnos v p r o b a d n o s según os plazca. Esos castigos, por seve-
¡ O ciclos ¡ paímá«, y vosotras, puertas riel ciclo,
ros q u e s e a n , no s e r á n otra cosa que la corrección de un p a d r e desolaos cu gran manera, porque mi pncblo lia
tierno que levanta la voz y castiga á su hijo estrayiado con e objeto «ontciidt* dos grandes tallas : me lia abandonado 4
mi que soy fuente de agua vita, y lia cavado par.-1, si
de hacerle volver de su estravio y salvarle. P e r o libradnos de for-
cisternas impuras.
midable castigo do vuestro silencio, que es la señal terrible y el pre- 'JOrcm. 2.'
cursor funesto de vuestro abandono.
y vos. o Padre eterno, haced que las humillaciones a que quisis-
teis someter por n u e s t r o amor á vuestro Divino Hijo, y la contusion Si debiéramos juzgar el pecado según los principios y las m á x i -
que el esperimentó g u a r d a n d o silencio como un criminal, como un mas de la filosofía del inundo y de las pasiones, seria necesario
pecador, siendo así q u e jamás conoció el pecado, Eum quipeecalmn decir que no es mas que un síutoma de la fragilidad de una natu-
non tmit. pro nobis peccatum fecit, sean el priucipio d e nuestra raleza desgraciadamente enferma; un momento de ilusión y de
enmienda, el medio d e nuestra santification y la prenda de nuestra e r r o r ; un corto sueno de la razón y de la fe, un consentimiento, mas
salvación ; Vt efftciamur justilia Dei in ipso. Así sea. bien escapado á la veleidad del alma naturalmente inconstante,
q u e otorgado voluntariamente; u n olvido en fin mas bien que u n a
ofensa de Dios.
Pero según las ideas justas y verdaderas q u e la Escritura Sagra-
da nos da, el pecado es olra cosa muy diversa. Todo pecado e n -
cierra un desprecio de la ley de Dios: Contcmpsit judieia mea
(Ezech. o ) ; u n desprecio de la justicia y del poder de Dios: Con-
tempserunt limorem Dei (Eccies. 4 3 ) ; y de todo esto concluye
S. Pablo que es un desprecio, una deshonra y un insulto hecho
al mismo Dios : Per prasvaricationein leyis, Deum inhonoras
(Rom. 2).
Este deprecio de Dios, que el hombre manifiesta al cometer el
pecado, es tanto mas injurioso a su infinita Majestad, cuanto q u e
no solo es uu desprecio absoluto, sino u n desprecio de preferencia.
En efecto por el pecado no se desprecia á Dios que es el bien supre-
mo, el bien infinito, por otro bien supremo é infinito también, sino
por un placer de un momento, por un interés de un d í a ; se p r e -
V. DE R. III. lí
i
3 !4 EMBiSÍS.
.1
reconciliación; d e modo q u e de enemigos mortales q u e eran p o r la
flore la satisfacción y el g o c e d e la c r i a t u r a , al c u l t o , á la obediencia
rivalidad d e su posición, se. hicieron desde aquel dia a m i g o s i n s e p a -
y á la gloria del Criador.
rables (i).
" P u e s bien, a u n q u e torio el h o m b r e q u e se hace culpable de. u n
; O p r e l u d i o ! La reconciliación d e estos d o s personajes, el uno
neeado comete este doble u l t r a j e c o n t r a Dios, los J u d í o s s m c m -
j u d i o y el o t r o gentil, o b r a d a p o r medio de. J e s u c r i s t o q u e se e n v i a -
L í t o lo cometieron d e u n a m a n e r a especial y seus.ble, c u a n d o
ron el u n o al otro, es del m a s precioso augurio. Klla a n u n c i a q u e en
c o n la injusticia m a s e n o r m e dieron á B a r r a b á s la preferencia s o b r e
este dia se c u m p l e el g r a n misterio, q u e n o s f u é a n u n c i a d o después
e l M c s i a s , sobre el D i j o d e D i o s : c u a n d o pidieron q u e B a r r a b a s
p o r S . P a b l o , d e la reconciliación de los J u d í o s y d e los Gentiles,
fuese puesto en l i b e r t a d , y J e s ú s clavado en l a c r a s . \ a se h a b í a
p o r la pasión d e Jesucristo nuestro pacificador y n u e s t r o m e d i a d o r ;
q í c j a d o Dios d e este t e r r i b l e esceso p o r boca de su p r o f e t a , c u a n d o
q u e el odio q u e s e p a r a b a á estos d o s pueblos se a p a g ó en su s a n g r e
d i t o . , o cielos 1 estremeceos d e espanto, y v o s o t r a s , p u e r t a s d e la
a d o r a b l e , y q u e en a d e l a n t e no f o r m a r á n m a s q u e u u a sola Iglesia y
mansión e t e r n a , cubrios d e luto : ObstupescitexO>li, et portar eorum
u n solo p u e b l o : Quifacit atraque mam. Ipse enirn eslpux «ostra:
«totomm Mi pueblo ha cometido d o s males en u n o
interficiens inimicitias in carne sua.
s o l o : él ha c o n s u m a d o d o s crímenes en u n solo csceso. W p r i m e r
M a s el e s c á n d a l o es contagioso. El desprecio con q u e llero.ies,
p e c a d o lia sido el d e a b a n d o n a r m e , á m i q u e soy su D i o s ; el s e g u n -
j u d i o , habia t r a t a d o á Jesucristo p r o d u j o u n a fatal impresión en el
do ha sido el d e h a b e r m e despreciado, á m í , f u e n t e m a g o a b e y
espíritu v o l u b l e d e l'ilatos, q u e al fin e r a g e n t i l ; d e b i l i t ó ' m u c h o e n
vivificante, para b e b e r en l a s i m p u r a s c i s t e r n a s : Dúo mala fecl
él la ventajosa idea q u e h a b i a concebido del S a l v a d o r y le hizo dedu-
p ó p a t e rnm • Vercliquenmt m fontem uqua: vivo!, et fodermU
c i r q u e el -Nazareno, lejos d e s e r el h o m b r e estraordinario q u e él s e
sibi cisternas dissipatos. • h a b i a figurado, rio e r a , en ci juicio m i s m o del astuto H e r e d e s , m a s
Meditemos en el d i a d e h o y acerca d e esta preferencia sacrilega q u e u n h o m b r e s i m p l e , u n imbécil q u e lio merecía consideración
u n e los .ludios dieron á B a r r a b á s sobre Jesucristo, y en el c r i m e n a l g u n a ; q u e e r a , en u n a p a l a b r a , u n o d e a q u e l l o s esclavos conside-
de. q u e ellos se hicieron culpables reconoceremos el q u e cometemos rados e n t r e los r o m a n o s c o m o cosas, lanquam res, y q u e p o r esta
• nosotros c u a n d o o f e n d e m o s á D i o s por el pecado, a fin d e q u e , s, n o s r a z ó n , sin el m e n o r e s c r ú p u l o , s e l e s h a c i a a z o t a r p o r p a s a i i e m j i o , y
h o r r o r i z a m o s a vista d e los J u d í o s q u e prefieren B a r r a b a s a J e s u - s e l e s hacia m o r i r p o r c a p r i c h o .
cristo cu quien no creían, e s p e r i m e n t e m o s u n h o r r o r todavía m a y o r P i l a t o s piensa p u e s , q u e n o se seguiría inconveniente a l g u n o de
a l a sola i d e a d e preferir p o r el p e c a d o las c r i a t u r a s y n o s o t r o s m a n d a r a z o t a r á un h o m b r e á quien H e r o d e s , su propio r e y , h a b i a
mismos á Dios á quien a d o r a m o s . r e p u t a d o t a n vil ;'él creia t a m b i é n p o d e r así l i b r a r p o r u n a parte al
acusado d e la m u e r t e , y por o t r a a p a c i g u a r con esta satisfacción ci
PRIMERA PARTE. odio de los J u d í o s q u e temia irritar m a s n e g á n d o s e á t o d o ; p o r q u e
Pilatos era u n ambicioso m u y a m a n t e dei puesto q u e Ocupaba.
L a debilidad n o s espone con frecuencia á cometer injusticias sin P u e s b i e n , c u a n t o m a s a p e g o t i e n e el h o m b r e á los empleos, tanto
utilidad a l g u n a . ¿ D e q u e sirvió en efecto a Pilotos h a b e r remitido a m e n o s dispuesto se h a l l a á valerse d e su a u t o r i d a d para sostener (a
H e r e d e s la causa d e J e s u c r i s t o ? Él cometió á los ojos d e Dios y d e justicia. Esto consiste en q u e el o r g u l l o , siempre audaz cou los tími-
los h o m b r e s la falto d e h a b e r puesto en d u d a la inocencia del Scnor dos. se hace tímido con los a u d a c e s , y se. t r a n s f o r m a en cobardía.
c u a n d o el m i s m o la h a b l a y a reconocido y p r o c l a m a d o , y no p u d o Habiendo pues Pilatos couvocado á los principes de los sacerdotes,
c o n s e g u i r , como lo h a b i a esperado, c o r t a r esta dificultad t a n e m b a - a los senadores y al p u e b l o les dice : . Vosotros m e habéis pre-
r a z o « para el. P o r q u e h a b i e n d o devuelto H e r e d e s á P í l a l o s el a c u -
sado v la causa en el m i s m o e s t a d o , volvió á poner al g o b e r n a d o r en
( I ) E t faeli sutil i Herodes et Pilnlus ijisa die
el conflicto embarazoso d e q u e c r e t a h a b e r s e l i b r a d o . L a única v e n -
iuvieem. (/-ne.)
t a j a q u e sacó de este desgraciado recurso d e su política f u e q u e este (9) Otuvoealis prineipilíUS saeerdotuui el
acto d e deferencia respecto á la a u t o r i d a d d e H e r e d e s p r o d u j o s u
de sus casas; prodigios proféticos q u e fueron el simbolo del misterio
sentado este hombre como un sedicioso que subleva el pueblo; sin profundo que debia cumplirse en la muerle de Jesucristo, verdadero
embargo, y a habéis visto q u e habiéndole juzgado en vuestra pre- cordero sin mancha, cuya sangre, derramada debia dar la libertad a
sencia no he encontrado en él ni aun la sombra de los crímenes de los hombres sustrayéndolos del yugo del demonio, y merecerles la
que le acusáis; m a s porque estando poco versado, como romano, vida eterna. E n t r e tanto, en memoria de este doble prodigio de la
en vuestros usos y en vuestras leyes, habré podido equivocarme, lie protección divina para con los hebreos, era entre ellos una costum-
remitido la causa á Hcrodes, quien mejor que otro alguno podía y b r e antigua que el consejo supremo, en la fiesta de la Pascua, á p e -
debia conocer en ella, porque es judio como el. acusado, porque es tición y por elección del pueblo, concediese la libertad y la vida a un
rey de Galilea, y porque tiene por lo mismo mas interés q u e otro preso "que estuviese condenado á m u e r t e ; y como esta costumbre
alguno en castigar á cualquiera que osa aspirar á la soberauía. formaba parte de la religión, los romanos la habiau dejado á los
Vosotros lo habéis visto t a m b i é n ; Hcrodes ha juzgado como yo, él Judíos aun después de la conquista, con la sola diferencia de que no
tampoco ha encontrado cosa alguna que pueda dar motivo a una pertenecía ya al Sanhedrín pronunciar el indulto del preso, sino al
sentencia capital ( i ¡ ; yo debería pues poner inmediatamente en gobernador romano, como representante y depositario de la auto-
libertad al acusado; sin embargo, para convenceros de que quiero ridad suprema del Cesar ¡ i).
complaceros en alguna cosa voy á m a n d a r que Jesús sea azotado, y Pues bien, mientras que Pilatos arengaba á ios principes de los
despues le pondré en libertad. » sacerdotes á f l n de que se diesen por satisfechos con someter á Jesu-
| O c o n a r d i a ! ¡o injusticia de Pilatos! ¡O paciencia! ¡o mansedum- cristo á la vergonzosa pena de azotes, y que despues le déjasen en
bre d e Jesús S a l v a d o r ! ¿Quién es el q u e hubiera podido contener su libertad, se presenta súbitamente, u n a diputación del pueblo q u e
indignación al oirse condenar á la pena de azotes por el mismo juez venia á pedirle; según la costumbre, la libertad de un reo condenado
que poco antes habia reconocido jurídicameutesu inocencia! á muerte. Esta circunstancia que Pilatos no habia previsto, le
M a s ; a y ! mas injusticias se cometen por los magistrados débiles pareció que debia favorecer sus designios, porque si el pueblo c o n -
que por los q u e son inicuos, pero firmes y resueltos. En el tribunal sentía en q u e el criminal que debia obtener su gracia aquel año
de la debilidad el crimen triunfo cuasi siempre de la virtud, y la ca- fuese Jesús, el juez se veia dispensado, por esta elección, de pro-
lumnia se sobrepone á la inocencia. El protector tímido se hace fácil- nunciar uua sentencia definitiva, y al mismo tiempo de hacer eje-
mente un perseguidor declarado cuando, en vez de consultar la j u s - cutar la de azotes q u e él habia pronunciado con tanta ligereza y
ticia de que debe ser el guarda y el defensor, lo hace depender todo t a m a injusticia. « Estáis satisfechos, dice á los diputados del p u e -
de los subterfugios y de los manejos de la política. P o r esta razón blo, queréis q u e el criminal q u e la costumbre nos obliga á librar
manda el Espíritu Santoal magistrado, que. no tiene el valor suficiente este año por la Pascua sea Jesús, rey de los J u d í o s ; 2) ? » Los dipu-
para afrontar las conspiraciones y despreciar la calumnia y la i m - tados se detuvieron un instante en contestar á esta proposición.
postura, que renuncie su cargo (2). Pílalos en efecto procede de la E n este tiempo tiene Pilatos en sus prisiones, entre otros crimi-
flaqueza á la injusticia al manifestar la intención d e hacer azotar ai nales que merecían la muerte, un célebre malhechor llamado Bar-
Salvador, y desciende despues á una injusticia mas cruel y mas i n - r a b á s ; este era un insigneladron, y paro colmo de su infamia, esta-
:
nriosa al poner al Salvador en paralelo con Barrabás. b a convencido d e asesinato y de sedición ¡3). Habiendo conocido
pues Pilatos que los Judíos dudaban en adoptar el partido q u e les
Recordemos á este propósito que en la época solemne de la Pascua
habia propuesto de poner en libertad á Jesús, imagina proponer
celebraban los Judíos la memoria de dos grandes prodigios, la eman-
cipación de sus pudres libres de la tiranía de Egipto, y la libertad de ( 1 ) P e r d i e r a a u t e n . fesloni solebal d i m i t i e r e ittis n n u m d e vinelis q u e m e u m q n e

sus primogénitos, escapados del degüello del ángel esterminador, pelissent. (Maro.)

por medio d é l a sangre del cordero con que habían teñido las puertas ( i ) Esl o u l e m e o n s u e t u d o voliis. u l u n u m d i m i t í a n v o b i s lil P a s e a . V u l l i s c i g o

d i m i l l a m v o b i s r e g e m J u d i e o i m ü i1 (Joan.)
(I) Sed ñeque Ilerodes: narn remisii vos ad illurn ; el ecce nihil dignum morle (3; Qui eral propter sedilionem el liomieidium missus in carcerera. (tac.)
a c l n m esl e i . (FMC.)
{% Noli qo.vrerc jodex fieri, nisi valeos irrumpere iniqoilales. (Ecc/i. 7.)
31
3 1 8
BARBABAS. BARRABAS. ®

de nuevo á ta elección del pueblo el Nazareno Pn comparación de ia muerfe un inocente haciendo depender sn vida del capricho ciego
Barrabás, á fin de que los Judíos se avergonzasen, dice el cardenal d é l a multitud.
Hugo, de preferir a Jesucristo, á quien pocos días antes babian Esto es lo que sucede en efecto, pues en el tiempo en que. Pilatos
saludado con sus aclamaciones como Mesías y como profeta, un propone y discute da tiempo á los Pontífices y á los senadores para
criminal tan insigne como Barrabás. Pilarás estaba ya Convencido hacer vaíer sobre el espíritu de los Judíos la autoridad tan impo-
de que el único crimen del Nazareno era el de haber escitado c o n - nente del Sanhedrin. Por medio de sus emisarios secretos urdieron
tra sí, por su virtud, el odio de los sacerdotes ( I ) ; y como él creía tantasintrigas, que á favor de promesasy de amenazas persuadieron
que el pueblo era estraño a la vil pasión de que estaban dominados á la multitud á que pidiese el perdón de Barrabas y la muerte de
sus jefes, no dudó un momento, dice Orígenes, que Jesús, en el tri- Jesucristo. Así es que á esta segunda proposición de Barrabás se
bunal del pueblo, seria preferido,! Barrabás (2). eleva del seno de este populacho furioso y feroz un largo é. infernal
En esta creencia interpela segunda vez á la asamblea, y le dice : c l a m o r : « Muerte á éste, gritan, y libertad á Barrabás. » En vano
« Decidme, ¿á quién quereis que se.perdone la vida este año, a Bar- Pilatos hace todos sus esfuerzos para mostrar la injusticia de tal
rabás ya condenado á muerte, ó á Jesús que se llama Cristo (3) '? o elección y probar que, comparando los dos presos, Jesús tiene m a s
¡ O juez! ¡no sé si llamarle, inicuo ó insensato I Pilatoses injusto, derecho al perdón; ellos gritan todavía con mas f u r o r : « ¡ M u e r t e .
porque coloca en una misma linea á un insigne malhechor conven- muerte á este, y perdón á Barrabás ( t ) . »
cido de crímenes que merecían todos ellos la pena de muerte, y á ; Gran Dios I ¡Quéhumillaciou para Jesucristo! ¡ Quéinsnlto y qué
Jesús cuya inocencia ha reconocido y proclamado Pilatos mismo; ultraje I ¡El descendiente de. David puesto en paralelo coiiHn h o m -
porque quiere que este inocente deba la libertad y la vida no á la bre de lo mas bajo del pueblo I ¡ El justo por escelenciu con un mal-
justicia de su c a u s a , sino al favor del pueblo, como un criminal hechor! ¡ El Hijo de Dios con el mas corrompido de todos los h o m -
sentenciado á quien el pueblo perdona el crimen que ha cometido ó bres, y éste le es indianamente preferido! ¡Con cuánto desprecio
indulta de la pena que ha merecido. Pilatos se muestra también in- hacen ios Judíos esta odiosa comparación! Ellos ni aun siquiera se
sensato, dice S. Juan Crisóstomo, porque según la costumbre el dignan nombrarle; como si temiesen manchar sus labios al p r onun
pueblo solo podía pedir gracia, y el príncipe tenia el derecho d e ciar su nombre, este nombre, santo y adorable que forma las deli-
concederla; pero Pilatos, en su imprudencia y su cobardía, altero c cias d e los cielos, la esperanza y la salvación de la ü e r r a , y g r i t a n :
invirtió este Orden, porque él, que representaba al soberano y ejer- (t Muera este : Tolle hunc;» como si quisieran d e c i r : Quita del
cía sus derechos y s u poder, es el que pide la gracia del preso, y t r a s - mundo á u n hombre cuya existencia es un escándalo para el mundo,
veré al pueblo, que se hace mas insolente y mas feroz, el derecho d e v un deshonor para el pueblo. Sí, por malo que sea Barrabás, es
concederla (4;. Por mejor decir, Pilatos se muestra igualmente in- disno de iudulgencia en comparación de este ser. Perdón pues a
sensato é injusto. En efecto, él abdica su autoridad; él hace al pue- Barrabás, v muerte á e s t e : Tolte hum. el dimitie mbn BardQm.
blo arbitro de una causa en la que él solo debe decidir. Él se espone ¡ O diabólico frenes, 1 ¡ O eseeso de injusticia y de crueldad I Porque
a recibir la ley, pudiendo y debiendo darla. Él se somete al juicio no tiene otra significación, dice S. Agustín, este grito brutal, que
de otros eu vez de hacer ejecutar v respetar el suyo, y él entrega a e s t a : ; Muera e¡ tamaturgo que ha resucitado á ios muertos! \ iva
el homicida, para que continúe degollando las víctimas (2). Mas esto
nada tiene de estraño, añade S. Ambrosio: es propio de los h o m -
(1) Scicbat eniro qnod peí ¡nvidiam tradidissenl eiim sacerdotes. {!lair.) bres que han llegado al colmo d e la iniquidad esperimentar en su
(2; Oltcrt auteraci oplionem dimillendi t|nem velleot. latronem. an Jcsum : r o n
interior cierta especie de repugnancia, de aversión y aun de odio
d e b i t a o s Jcsum potius ciigeudum. (Jn Malili.)
¡a) Qucin vullis, d¡mittam vobis ? ItaratibBm ? su Jesum tjui dicitnr Cbrislus? ¡ I ) l A d a m a v i l aulem s t a n d universa turba d i c e « : Tolle I . U I K ; el dimille
noliis B a r a b l « m . ( £ / f c . ) . . „ • « . • ;
(41 Vido nrdinem COurerstim. Petitio pro ceademoalis solel esse plctiis, couces-
1
¡21 O Inri a feenctinornu.! Quid (nit hoc aliud dicere, u t s . : Occidalur ille 1)0.
sto pnneipis. Nuttcaulcm eontraiium gestum est Princeps cuim pelit á plebe; el
suscita! morillos; el dimiltalur latro ut ilerum occidal vivos. ( / « Joan.)
plehs l'eroeior reddilur. (ht Joan.)
3 2 0
«AMABAS. BARBABAS. 3 2
I
h a c i a los h o m b r e s h o n r a d o s y t e n e r u n a especie de s i m p a t í a y de
el demonio d e la c r u e l d a d , r e s p o n d e n con la v iolencia á la voz de la
a m o r h a c i a los c r i m i n a l e s ( i ) .
j u s t i c i a ; ellos oponen gritos al q u e p i d e razones, y con voces d e s -
Sin e m b a r g o Pilatos, q u e n i a u n siquiera lo habia sospechado, n o c o m p a s a d a s y f u r i o s a s dicen : | Sí, que sea crucificado í l ; ! Pilatos
p u e d e resolverse, dicc S . A g u s t í n , á creer q u e el pueblo q u i e r a real- sin e m b a r g o no cede a u n ; él t o m a la p a l a b r a por tercera vez y Ies
m e n t e c o n d e n a r al inocente y a b s o l v e r al culpable, especialmente á d i c e : ¿ P e r o cuál es su crimen ? q u e s e m e d i g a ; ¿ c ó m o p u e d o y o sen-
u n criminal c o m o B a r r a b a s . tenciar á m u e r t e á u n h o m b r e en quien no e n c u e n t r o n i a u n s o m b r a
Él vuelve pues á interpelar p o r t e r c e r a vez á los J u d í o s , y les de c r i m e n capital ? ; A h ! imponed silencio á vuestro encono, y r e n u n -
d i c e : ¡ Y b i e n ! s u p u c S t o q u e queréis q u e B a r r a b á s sea i n d u l t a d o , ciad á u n a exigencia t a n a t r o z ; c o n t e n t a o s con verle a z o t a r , y p e r -
c ú m p l a n s e v u e s t r o s d e s e o s ; pero Jesús n o e s culpable. La libertad m i t i d q u e le p o n g a en libertad ( 2 j . P e r o los clamores sediciosos re-
del uno n o lleva consigo la condenación del otro. Kesponded p u e s : s u e n a n c a d a vez m a s ; el furor d é l o s J u d í o s llega á s u a p o g e o ; con
I. Qué quereis q u e h a g a d e J e s ú s q u e se l l a m a Cristo, de Jesús r e y d e el gesto y con la voz i m p i d e n q u e hable el g o b e r n a d o r , y piden q u e
los J u d í o s ra;? J e s ú s sea crucificado, t a n solo p o r q u e asi lo quieren. De modo q u e
Observemos, á n l e s de p a s a r a d e l a n t e , q u e P i l a t o s n o n o m b r a j a - Pilatos, a r r a s t r a d o por su debilidad, d e s a n i m a d o y vencido, c o n -
m á s á Jesús sin d a r l e el I ítulo d e Cristo, q u e quiere decir Mesías; y siente cu u n acto d e la m a s odiosa i n j u s t i c i a , y satisface los h o r r i -
n o se lo da p o r b u r l a , como u n t í t u l o q u e J e s ú s ha u s u r p a d o , sino bles deseos del p u e b l o p o n i e n d o en libertad á B a r r a b á s , y entre-
s é r i a m e u t e en u n sentido absoluto, y como la espresion d e u n a c u a - g a n d o á J e s ú s p a r a q u e sea crucificado.
lidad q u e le pertenece. Él a ñ a d e a u n á este augusto titulo el A e r e n ; 0 ferocidad de.lasbeslias s a l v a j e s ! ; o o d i o , ¡o f u r o r del i n f i e r n o !
de los Judíos con la m i s m a seriedad y la m i s m a g r a v e d a d , q u e r i e n d o i Cielos, estremecéos d e h o r r o r ! ¡ o v o s o t r a s p u e r t a s de la m a n s i ó n d e
d a r a e n t e n d e r d e este m o d o q u e 1c reconoce p o r v e r d a d e r o r e y , ¡as estrellas, c u b r i o s c o n u n velo d e dolor al oir esos clamores s a -
pero r e y d i f e r e n t e d e ios d e m á s , r e y d e u u r e i n o e x c l u s i v a m e n t e crilegós v c r u e l e s ! ObMpescite eeeli, el paria eorum desoían,ini
s u y o , d e u u reino del q u e J e s ú s h a b i a d i c h o al m i s m o P i l a t o s : Q u e vehemetiler. Ved aqui q u e el p u e b l o d e Dios c o m e t e en u n solo e s -
no pertenece á este m u u d o ; p o r consiguiente q u e la s o b e r a n í a del ccso u n d o b l e c r i m e n , el de h a b e r puesto en libertad á B a r r a b á s ,
S e ñ o r n o le era sospechosa p o r c u a n t o n o era rival d e la d e C é s a r ; prefiriendo á Jesús, y el d e h a b e r entregado á la m u e r t e al m i s m o
< todo esto, p o r q u e era necesario q u e , a u n en el tribunal del m a g i s - a u t o r d e la v i d a , e í C r i s t o : Dúo mala fecit populas meus : fíere-
trado r o m a n o , f u e s e n o t o r i o q u e los J u d í o s habían pedido q u e su liguerunt me fonlem aquie viva; et foderunl sibi cisternas dissi-
rey y Mesías fuese c o n d e n a d o al ú l t i m o suplicio. patas.
E n efecto, t o d a s las diligencias d e P i l a t o s son inútiles desde el P e r o , cosa e s t a r n a y a d m i r a b l e ; dice S . A t a n a s i o , a p é n a s J e s u -
m o m e n t o en q u e p r e t e n d e d e f e n d e r la inocencia c o n s u l t a n d o al odio cristo es condertSdo, c u a n d o B a r r a b a s es puesto e n l i b e r t a d , l'or
y h a l a g a n d o á la e n v i d i a ; p o r q u e c u a n d o p r e g u n t a á los J u d í o s q u é esta r a z ó n , p r o s i g u e el m i s m o D o c t o r , 110 nos d e t e n g a m o s á detes-
s e ha d e h a c e r d e Jesucristo, las voces se a u m e n t a n , y u n g r i t o g e - t a r la crueldad ile los J u d í o s ; sino consideremos m a s bien q u e el
neral se l e v a n t a m a s l'uerle y mas c r u e l : a ¡ Que se le quite dei principio de la condenación del S a l v a d o r f u é el misterio d e la l i b e r -
m u n d o , c l a m a n , q u e sea crucificado 1 llieiint omnes eruciftgatvr.! tad d e todo el género h u m a n o ; 3;. Elevemos p u e s al cielo, b e r m a -
Mas¿ c ó m o ? ¿ p o r q u é ? E I infortunado Pilatosnoeslá tranquilo. ¿ Q u é n o s míos, n u e s t r o s c o r a z o n e s y nuestras m i r a d a s entristecidas p o r
mal ha h e c h o ? q u é culpa ha cometido p a r a m e r e c e r u n castigo tan el a t e n t a d o monstruoso q u e la tierra a c a b a de cometer, y veamos
g r a n d e ? Los J u d í o s sin e m b a r g o , como acometidos y poseídos por como esta horrible i n i q u i d a d sirve á u n m i s m o t i e m p o d e velo y d e

(1) Xon ¡mínenlo homicida? alssolutionem petoot. Qui tlogitabam iooocenlis (11 U lili macis clamaba« : Ciucirigalnr. (MoHí.)
r.vitium. t a l e , leges liabet iniquilaí, ut ederit innocentiam, scelus dilígat. (2) Ule atllem le,lio disit «d illos : Quid enin, mali fecit isle ? Nnliara cansara
(/o ¿wc.) monis invenio m e o . Goiripism ergoillom, e t d i m i t t a m . ( í « c . )
(3) M á s aulem i t e r a * respondona o i t : Quid igitur faeiain de Jesu qui dieitur (3) Sed polios iuluere quod coudemoationis ingressns, Jitaralioms ing.essns
Cbnslus ? (,!lauh.) Quid ergo vultis faeiam regi Jiidieorum ! (.1/ore.) eondenmatorum fuit. (Serm.<l»Pass.)
322 BARBABAS.

c u m p l i m i e n t o ¡i u u misterio p r o f u n d o d e la piedad y d e la m i s e r i - decisiva q u e debe a s e g u r a r la vida á Barrobás y dor la m u e r t e á Je-


cordia d e Dios. sucristo, son la i m a g e n del s a n t o a n h e l o y de la inquietud c o n q u e
L o calificación d e m a l h e c h o r insigne q u e el Evangelio d a á B a r - todas las inteligencias solícitas y ansiosas, a g u a r d a b a n el resultado
r a b á s conviene p e r f e c t a m e n t e al p r i m e r o y al m a s f a m o s o d e los p e - d c e s i a causa solemne, del q u e d e p e n d i a l a r e g e u e r a e i o u y l a s a l v a c i o u
cadores, A d á n , c u l p a b l e c o m o B a r r a b á s d e latrocinio, d e homicidio del universo. E n c u a n t o á Pilatos, q u e a i f i n . p a r a colmo deinjusticia,
y d e sedición. De latrocinio, p o r q u e s u c u m b i ó á la tentación d e r o - cede a n t e las blasfemias d e los J u d í o s , y p o n e en libertad á B a r r a b á s
b a r á Dios su cieucia y su unidad al querer h a c e r s e s e m e j a n t e á y deslina á J e s ú s á la c r u z , es la f i g u r a del Dios P a d r e , q u e en este
él ( I ) ; d e homicidio, p o r q u e i n t r o d u j o u n a d o b l e m u e r t e en su pos- m i s m o m o m e n t o p o n e el c o l m o á s u s misericordias, y cediendo á
teridad, la del a l m a y la del c u e r p o 2 ' ; finalmente de sedición, las súplicas y á las l á g r i m a s d e las almas p u r a s y fieles, no p e r d o n a ,
p o r q u e se sublevó y se hi/o c a b e z a d e rebeldes contra la a u t o r i d a d s e g ú n la espresion d e S . P a b l o , á s u propio H i j o , s a n t o é i n o c e n t e ,
m a s legítima y m a s s a g r a d a , la a u t o r i d a d d e Dios ( 3 ) . sino q u e le e u t r e g a á la m u e r t e , p a r a q u e esta m u e r t e u o s vuelva la
Lo q u e sucedió invisiblemente en ei t r i b u n a l d e l'ilatos n o s d e s - vida. Así pues, la injusticia d e Pilatos y el sacrilegio d e los J u d í o s
c u b r e lo q u e s u c e d e d e u n a m a n e r a invisible en ei tribunal de Dios. n o son o t r a cosa q u e los i n s t r u m e n t o s ciegos q u e s i r v e n al c u m p l i -
Pilatos, q u e p o r la m a s e n o r m e d e l a s injusticias coloco á Jesucristo m i e n t o de los deseos d e los justos, y al i n m e n s o esceso d e la b o n d a d
en la misma c l a s e q u e B a r r a b á s , c o m o si estuviera, m a n c h a d o con divina. Sí, lo repito, ¡llenaos d e e s t o p o r , o cielos! y v o s o t r a s , puer-
los mismos c r í m e n e s , nos indica q u e e n los consejos secretos de Dios, tas de Sion, estremccéos, pero q u e sea d e gozo y d e a l e g r í a ; Ohstu-
Jesucristo, por u n esceso de misericordia, h a b i a sustituido á A d á n , pescite cali et porta eomm desolamini vehementer; p o r q u e , en
y á todos los p e c a d o r e s , y q u e el P a d r e celestial a c u m u l a b a todos t a n t o q u e P í l a l o s y el p u e b l o j u d i o c o m e t e n d o s g r a n d e s eseesos d e
n u e s t r o s p e c a d o s s o b r e la c a b e z a d e su Hijo. A d e m á s , la p a l a b r a injusticia i n a u d i t a , Dios c u m p l e d o s eseesos d e i n e f a b l e é i n c o m p r e n -
B a r r a b á s significa el hijo del padre. Así p u e s , la posicion peligrosa sible m i s e r i c o r d i a ; en t a n t o q u e aquellos desechan á Jesucristo,
y desesperada d e este famoso criminal, q u e no puede s e r i n d u l t a d o f u e n t e precioso d e la v i d a , y r e c l a m a n la libertad d e B a r r a b á s , s í m -
si Jesucristo n o es c o n d e n a d o , espresa l a condicion no menos peli- bolo del pecado y d e la m u e r t e , Dios d e c r e t a , c o n f i r m a y sella la
g r o s a n i menos d e s e s p e r a d a del v e r d a d e r o B a r r a b á s , ó del g é n e r o m u e r t e d e s u H i j o ú n i c o , y la vida e t e r n a d e los h o m b r e s . De modo
h u m a n o hijo del p u d r e , hijo del p r i m e r A d á n , q u e no podia ser a b - q u e no t a n t o es el P r e t o r r o m a n o como este Dios d e infinita bondad
suelto si el s e g u n d o no era v í c t i m a ; si ei H i j o d e Dios n o se ofrece á q u i e n , en la p e r s o n a d e Pilatos y p o r m e d i o d e él, cede y e n t r e g a
la m u e r t e t e m p o r a l d e la c r u z , los n u e v o s Borrabáses, los hijos del su Hijo p a r a la salvación del m u u d o . ; O b o n d a d I ¡ o misericordia I
padre, los hijos del h o m b r e n o p u e d e n s e r i n d u l t a d o s d e la m u e r t e . ¡ o a m o r d e Dios I Sic Dcus dileril atmthm «t fitiumsuum mitje-
e t e r n a ; sí el j u s t o no m u e r e , no h a y salvación p á r a l o s p e c a d o r e s . nitum daret.

Foresta razón los clamores b á r b a r o s de los J u d í o s , q u e p e d í a n


NIXLAillt PARTE.
la libertad d e B a r r a b á s y la m u e r t e d e Jesús, e r a n el eco t e r r e s t r e
d e los gritos d e c o m p a s i o u , de los g e m i d o s d e dolor con q u e en
¿ Qué es lo q u e p u d o i n s p i r a r a los príncipes d e los sacerdotes y a
otro tiempo los p a t r i a r c a s , los p r o f e t a s y todos los hebreos d e la a n -
los jefes d e la nación j u d í a u n odio tan p r o f u n d o y tan i n j u s t o con-
tigua alianza h a c í a n r e t u m b a r el cielo, á fin de obtener q u e el Dios
t r a Jesucristo, q u e sin e m b a r g o d e h a b e r oído al juez p r o c l a m a r su
s a l v a d o r fuese i n m o l a d o p o r la salvación d e los h o m b r e s ; y los f u -
inocencia, quisieron á t o d a costa c o n d e n a r l e á m u e r t e como mi cri-
rores d e i m p a c i e n c i a , la i n q u i e t u d d e espíritu cou q u e los J u d í o s
minal"! S. J u a n n o s h a revelado la causa d e este misterio d e i n i q u i -
a g u a r d a n en t u m u l t o q u e salga d e l a boca d e Pilatos esa p a l a b r a
d a d . Él n o s refiere q u e , pocos d í a s á n t e s de q u e estos h o m b r e s p o -
seídos p o r el demonio se a b a n d o n a s e n á u n esceso tal d e Injusticia y
(1) Erilis sicut ilif, scicritcs booumet malura. (Genes. 2.) de c r u e l d a d , h a b í a n d i c h o , refiriéndose á Jesucristo, en u n a a s a m -
(2) Per unum homioem umne. raoriuntur. ¡ t a )
blea convocada espresamente y r e u n i d a en casa d e Caifas : <r ¿ Qué
( 3 ) In ipio omnes peceavcruiu. ( l l l i l . )
h a c e m o s , p o r q u e este h o m b r e se h a c e c a d a dia m a s célebre, y a u - h a n p a s a d o estáis e s p e r i m e n t a n d o t o d a v í a los efectos d e vuestra
m e n t a su poder con la m u l t i t u d d e s u s m i l a g r o s ; a r r a s t r a los p u e - culpable d e m a n d a ( I ) , P o r h a b e r colocado á B a r r a b á s en el logar
b l o s en pos de sí y principia á d o m i n a r l o s ' i) ? T o m e m o s bien nues- d e J e s ú s , á u n l a d r ó n , á u n homicida en el l u g a r del S a l v a d o r , h a -
t r a s m e d i d a s , p o r q u e si no c o n t e n e m o s este m o v i m i e n t o los R o m a - béis p e r d i d o la salvación y la vida, el d e m o n i o h a c e c o n t i n u a m e n t e
n o s a c a b a r á n p o r q u i t a r n o s el resto d e a u t o r i d a d q u e conservamos en vosotros c o n u n furor c a d a dia n u e v o los m a s horribles e s t r a g o s
a u n sobre el pueblo y acabaremos d e perder toda la jurisdicción y respecto al a l m a y respecto al cuerpo. E s t o quiere decir, h e r m a n o s
t o d o el imperio ( 2 ) . » mios, q u e esos h o m b r e s sensuales, q u e q u i s i e r o n a s e g u r a r los bienes
¡ Digoos s a c e r d o t e s ! ¡ m i n i s t r o s s a g r a d o s p o r el c a r á c t e r , pero pro- temporales á espensas d e los bienes e t e r n o s , p e r d i e r o n á la vez. los
f a n o s p o r los sentimientos, por las m á x i m a s y la c o n d u c t a ! ¡ M u y u n o s y los o t r o s . »
poco les importa q u e Jesús sea ó no el verdadero Mesías prometido ¡ A h ! 1 Ojalá quisiera Dios, dice O r í g e n e s , q u e el p e c a d o d e los J u -
á la nación ; ellos no se i n q u i e t a n por n a d a , ellos no practican d i l i - díos no se r e n o v a s e d i a r i a m e n t e en el seno del C r i s t i a n i s m o ! P e r o
gencia a l g u n a , ni hacen n i n g ú n esfuerzo p a r a cerciorarse I ¡Las cosas ¡ a y I todos esos cristianos d e s v e n t u r a d o s q u e , á e j e m p l o d e l o s J u -
d e la religión y d e la vida eterna les m u e v e n m u y poco! P o r el c o n - . dios, aspiran á l a libertad d e creer lo q u e l e s a g r a d a , y v i v i r c o m o
trario, e n t r e g a d o s al lujo y s u m e r g i d o s en los placeres d e u n a p o s i - c r e e n ; todos esos q u e prefieren el b i e n e s t a r d e l cuerpo á la pureza
ción v e n t a j o s a , t e m e n perderlo t o d o : y arrastrados por el deseo del c o r a z ó n , la licencia d e los pasiones á la severidad d e la l e y , las
desenfrenado d e c o n s e r v a r las comodidades del t i e m p o , niegan á m á x i m a s del m u n d o a las d o c t r i n a s del E v a n g e l i o , los atractivos
Jesucristo, le hacen condenar á m u e r t e , y renuncian á los e s p e r a n - del vicio á la s a n t a a m a r g u r a d e la v i r t u d , las r i q u e z a s á la g r a c i a ,
zas d e la eternidad. Pero m u y insensato f u é su cálculo, dice S. A g u s - las v e n t a j a s del tiempo á los g r a n d e s intereses d e la e t e r n i d a d ; to-
t í n , p o r q u e perdieron á u n tiempo m i s m o el conocimiento d e J e s u - dos esos cometen cu realidad el p e c a d o d e los J u d í o s , prefieren v e r -
cristo, la vida e t e r n a y la felicidad t e m p o r a l (3); d a d e r a m e n t e B a r r a b á s á Jesucristo, la c r i a t u r a a! C r i a d o r , el d e m o -
Y a hemos visto en efecto q u e la p a l a b r a Marrabas significa el hijo n i o al m i s m o Dios (,}- A u n h a y m a s , a ñ a d e S . Agustín el p e c a d o
del padre, el hijo del pecado. « A s í pues los Judios, d i c e S . H i l a r i o , d e los malos cristianos es m a s detestable a u n q u e el d e los Judíos.
al preferir B a r r a b á s ¡i Jesucristo, f i g u r a r o n ellos mismos el terrible P o r q u e la i n d i g n a preferencia q u e los J u d í o s dieron a B a r r a b a s f u e
el resultado de un m o m e n t o d e ciego f u r o r , m i e n t r a s t p i ^ o s m -
misterio d e su infidelidad f u t u r o , d e esa obstinación q u e les lia h e -
t i a n o s , e n t r e g a d o s á s u s p a s i o n e s , se f o r m a n t r a n q u i l a m e n t e u n
c h o s i e m p r e preferir el h i j o del pecado, el antecristo, los falsos s a -
tolo d e los h o n o r e s , de la v o l u p t u o s i d a d y d e l o r o : ellos cons g n r n
bios al v e r d a d e r o Cristo, al v e r d a d e r o M e s í a s , y los ha p r i v a d o d e
á este ¡dolo todos sus p e n s a m i e n t o s , todas s u s a f e c c u m e s t o t a «
t o d a s s u s luces y d e todas s u s \ e r d a d e s (4 ;. Barrabas, añade R á b a n o
c u i d a d o s ; t o d a s sus acciones, su U e m p o y s u * * ¡ 4 c , a g " o s n o y K e n
M a u r o , es la figura del d e m o n i o á quien los J u d í o s h a n preferido á
sino por sus pasiones ni r e s p i r a n sino p a r a s u s ( ^ ¿ M f
Dios. E n la p e r s o n a d e B a r r a b á s r e i n a el d e m o n i o en ellos y sobre
csestlunahorribleapostasía,un homenaje d e v e r d a era,tW t a -
ellos, y por esla razón la paz h u y e c o n t i n u a m e n t e de ellos. Sí, i n f o r - lnitado á u n a vil c r i a t u r a , en p e r j u i c i o dei culto d e a l m a y d e ^ a z o n
tunados , les dice el v e n e r a b l e Beda, v o s o t r o s halléis conseguido lo q u e el cristiano d e b e á su C r i a d o r , a su R e d e n t o r y ,1 su Dios • , •
q u e r e c l a m a b a i s c o n tanto f u r o r , y d e s p u e s d e t a n t o s siglos c o m o ¡ E n q u e e m p r e s a s t a n locas os h a b é i s l a n z a d o , o h i j o s del siglo,

( ! ) Quid facimus, quiu lúe homo malla signa f a c í t : el lotns mnnilus abil post
eum ? (Joan.) ( t ) Uniré. J o d a i s usqne bodie sua pelillo t ™ " > W « « ¡"T'"™""" < f »
(2) Si dimiiümus eum sie, venieul Romaui, el tolle.it regilum »osti uní, et g e n -
' " ^ " o m n e s qui Judiéis - i , o s « 1 in dogmate ve. in vita, Barabbam si.,i
lem, ( « « . )
(3) Temporali» perdure timueruut, el v i t a n ieteru,-.m non cegilavmrat : haesiu
utrumque imiserunl. (Truel. 49. i/. Joan.) 1 S " M f X ' ^ » m » ** < ~ r r
(4.: Barabbas filius pat'is ioterpretalur; iu quo arcanum futura: iniidelitalis le, f K * r « * « * ^ ^ «
o s l e u d i m r : c l n i . l o ontiehristum peecalilWum praferendo. (In llalli,.) Deum ! (Manual c. 19.)
que procuráis buscar los bienes del cuerpo con detrimento de v u e s - grande, al único negocio, al negocio importante, precioso y necesa-
tra alma I ¡Vosotros q u e sacrificáis la religión á la política, la gracia rio de nuestra salvación (l). Prosigamos nuestra peregrinación sobre
al ínteres y los deberes á las pasiones! Es una especulación muy r u i - la tierra, con los ojos y el corazon fijos en el cielo, y ocupémonos de
nosa la de querer conservar las riquezas de Constantino á espensas las cosas temporales de tal manera q u e no comprometamos nuestros
de la fe de Pedro y del celo de P a b l o ; la de querer asegurar una po- intereses eternos : Sic trameamus per bona temporalia, ut nm
sición brillante, honorífica, alagúeña para el amor propio y feliz á amitlamus (eterna. Asi sea.
los ojos del mundo, en vez de trabajar para ser virtuoso y para a d -
quirir lo q u e forma lafelicidad según Dios. Las mas veces se. acaba ( I ) P o r r o uuum osi nweasjUiym. (lue.)

por perder una cosa y otra, porque las ventajas temporales no se


consiguen siempre, y si se consiguen son un manantial funesto de
inquietudes, de angustias, de amarguras, de remordimientos y de
infamia, d e tal modo que valdría mas no poseerlas. No se gozan
sino d u r a n t e el corto espacio de la vida, porque la muerte viene m u y .
pronto á arrebatarlas. Ellas contribuyen á la nobleza personal del
h o m b r e , pero no se trasmiten á sus descendientes. El pecado no
produce Infelicidad, lo que él da no es sólido, ni constante, ni ho-
norífico, y al mismo tiempo causa la pérdida de la inocencia, de la
justicia, del alma y de la eternidad. Por esta razón en vez de esas
inscripciones pomposas, compuestas por la vanidad ó la adulación
en los lugares en que no trabajan mas que la impudencia o la men-
tira, será necesario con mucha m a s razón grabar un illa sobre vues T
tra tumba esta inscripción: Aquí yace un negociante estúpido é i n -
sensato! heredero del espíritu de los Judíos que menospreciando los
bienes eternos pretendió encontrar la felicidad en los bienes t e m -
porales, y perdió los unos y los otros, poi que nunca fué dichoso en
el tiempo, y al presente es, y lo será siempre desgraciado, durante
la eternidad : Tcmporalia perdere timuemnt, et vitam teternam
non coyitaverunl: acsic ulrumque amiscrunt.
; Ah 1 no seamos del número d e esos insensatos, cuya locura no
puede repararse con una eternidad d e tormentos, de lágrimas y de
dolores. Procuremos, ahora q u e todavía es tiempo, asegurar la sal-
vación de nuestra alma. Escuchemos esas palabras que Jesucristo
haec r e s o n a r e n nuestros oídos: ¿De q u é nos servirá haber brillado
un momento en el mundo con unos honores inmerecidos o con una
fortuna mal a d q u i r i d a ? D e q u é nos servirá haber llegado al goce de
todos los honores, de lodas las riquezas y de todos los placeres del
m u n d o , si perdemos nuestra alma ( 1 ) ? Apliquémonos pues al

( I ) Quid prodest houiiui, si luuuduui universum lucrelur, anim.e vero tua!


dclrimralum p a t i a t u r ? (Mallk. 1 6 . )
al drama sangriento q u e se r e p r e s e n t a en el pretorio d e Pilatos, es
decir q u e d e b e m o s considerar con u n a piadosa croocion el m o d o
con q u e este divino cuerpo f u é a z o t a d o por n u e s t r a c a u s a , á fin de
conocer el modo con q u e debemos disponernos p a r a recibirle:
CONFERENCIA VIGÉSIMA. Accipite el mandúcate: hoc est corpas meum quod pro vohs/ran-
getur.
Los AzoK-N. PRIMERA PAUTE.

A u n q u e Pilatos, como y a h e m o s visto, puso en libertad á B a r r a -


Accipitc el mandúcate: í»0c til corpul
meum quodpro eoiíí/j'íHigeliír. b á s v consintio en q u e J e s u c r i s t o f u e s e crucificado; sin e m b a r g o ,
T e m í ! « « * • ! i*lee»m¡ cuerpo gao «rf á n t c s d e poner por escrito esta inicua sentencia, y hacerla e j e c u t a r ,
licEpeiIa^oiIo por l u i r o s . volvió á su primera idea tan i n j u s t a c o m o d e s g r a c i a d a . El hizo a z o -
(I. Cor. M.SC50U el lesto ^riego.J t a r al Salvador, esperando, dice S. A g u s t í n , q u e de este modo a p a -
* ciguaria el corazou d e los J u d i o s , t i g r e s ávidos d e s a n g r e , y q u e c o n
el espectáculo del oprobio y del d o l o r (le esta cruel ejecución con-

; C u á n d o se c u m p l i ó literalmente esta predicción q u e el Salvador seguiría q u e d e j a s e n de pedir la m u e r t e del p r e t e n d i d o criminal i¡.

d e l ' m u n d o hizo eu la n o c h e d e la ultima c e n a ? ¿ C u á n d o se verificó S o f u é pues p a r a c o n f o r m a r s e á la ley r o m a n a q u e m a n d a b a , c o m o

e s t a laceración V e s t e despedazamiento d e s u c u e r p o a d o r a b l e , que observa S . Gerónimo, a z o t a r á los esclavos ántes d e crucificarlos ¡2,,

c o n s a g r a b a entonces y d a b a p o r alimento á s u s discípulos? A ce,pe p o r lo q u e Pilatos dió orden de a z o t a r al S a l v a d o r ; sino p o r u n sen-

et mandúcate,- hoc est Corpus meum quod provobisfrungetur. Ah! timiento d e compasion i n j u s t o y cruel ( 3 ) .

esta predicción se, verificó á la letra en los crueles azotes a q u e el M a s , ¿ é n q u é consiste que los evangelistas no h a y a n escrito m a s

Señor se sometió en c a s a de Pilatos y por s u o r d e n , porque por esta q u e estas pocas palabras respecto á los azotes, el misterio m a s doloroso

s a n g r i e n t a ejecución el cuerpo a d o r a b l e d e J e s ú s , según la cspres.on v m a s h u m i l l a n t e d e la pasión d e J e s u c r i s t o ? ¿ P o r qué h a u o c u l t a d o

del profeta, f u é h e r i d o d e la m a n e r a m a s b á r b a r a y c o m o d e s p e d a - á n u e s t r a f e v á nuestra piedad el conocimiento d e t o d a s las c i r c u n s t a n -

zado por causa d e n u e s t r o s p e c a d o s (i!. cias que debieron a c o m p a ñ a r l o s ? 1" si ellos.lada q u i s i e r o n decir acerca

La flagelación del S e ñ o r , o b r a del odio infernal y d e la b a r b a r i e d e los i n s t r u m e n t o s e m p l e a d o s p a r a d e s g a r r a r las c a r n e s delicadas

a t r o z d e los h o m b r e s , es p u e s u n g r a n d e é i m p o r t a n t e m i s t e r i o ; del Cordero divino, ni del n ú m e r o d e azotes q u e r e c i b i ó , m d e la

p o r q u e el m i s m o J e s ú s asoció su memoria al misterio d e la E u e a - a b u n d a n c i a d e s a n g r e q u e d e r r a m o , n i del f u r o r b r u t a l d e los v e r -

rislia, o b r a s u b l i m e é i n e f a b l e del poder y del a m o r d e Dios. E u d o s o s , ; p a r a q u é oeultai'también las disposiciones a d m i r a b l e s en que.

electo, al p r o n u n c i a r estas p a l a b r a s : « T o m a d y c o m e d : este es debia e n c o n t r a r s e la víctima, m i e u t r a s q u e e r a i n m o l a d a p o r n u e s t r a

mi c u e r p o q u e será d e s p e d a z a d o m u y p r o n t o p o r vosotros: Accipitc salvación d e u n a m a n e r a tan atroz. V ¿ Quereis s a b e r la razón d e este

et mandúcate : hoc est corpvs meum quod pro vobis frangetur, o silencio? P u e s consiste en q u e t o d a s e s t a s cosas se. e n c o n t r a b a n y a ,

; q u é otra c o s a quiso d a r n o s á e n t e n d e r Jesucristo, sino q u e d e b e m o s desde m u c h o s siglos, referidas d e u n a m a n e r a m u y c i r c u n s t a n c i a d a -

a c o r d a r n o s del t r a t o cruel, que, sufrió p o r nosotros, t o d a s las veces en los libros del a n t i g u ó T e s t a m e n t o , q u e contienen, no solo las p r o -

q u e recibamos su s a g r a d o c u e r p o en la mesa eucaristica, y q u e d e -


( ! ) Non p e r d i e n d o „ominno. ' ^ . f f ^ M l
b e m o s recibirle, no solo con la m a y o r pureza porque es un cuerpo n, rio mites'eieot, e. taine,en. velle oecidi quem A, S «Ualnm videron,. ( T r a c , . ,a
divino, sino t a m b i é n c o n el a m o r m a s tierno, porque este cuerpo f u e
c r u e l m e n t e d e s g a r r a d o por n u e s t r o a m o r ? . , ., -, . , ni qui crueiliailur prius ilagellis verberetnr.
(S) Rojiranis legibos sancilum ta, ™ 1 " , „ ,
Penetrados d e estos p e n s a m i e n t o s es como d e b e m o s h o y asistir tlmiatll,.) „ ,,
(3) Tune appreheúdit PiLtu.5 J « ™ - » P ^
( I ) Allrilus <31 propler scelcra noitia. 53.)
u n a c o n f u s i o n e t e r n a . ¡ A y ! sin la c o n f u s i o n , s i n la i g n o m i n i a q u e
fecías seneralcs, sino t a m b i é n la relaeion
c u b r e en e s t e m o m e n t o al Hijo a d o r a b l e d e D i o s , la n u e s t r a no
el,os hechos del n u e v o T e s t a m e n t o . L o s Evangelistas guardan
p o d r í a s e r e x p i a d a ni b o r r a d a ¡ i ) . D e j a d l e p u e s q u e c u m p l a ese
silencio sobre las particularidades d e la flagelación d e Je>u , po
grande misterio d e misericordia para con nosotros; porque si
cnanto ellas h a b i a n sido y a designadas m u y m m n c i o s a m e u e ,0
l o s p r o f e t a s , á q u i e n e s el m i s m o J e s u c r i s t o l l a m a s u s l u s t r a d o r e s él s e d i g u a s u f r i r a s i el o p r o b i o d e l a d e s n u d e z , l o h a c e p o r n o s -

a n t i c i p a d o s , p u e s q u e e l l o s e s c r i b i e r o n *u v i d a a u n a n t e s ^ q u e él otros y p a r a l i b r a m o s d e la terrible i g n o m i n i a q u e h e m o s m e -

a p a r e c i e s e s o b r e l a t i e r r a : Sicvi scriptum «t m Uge,'» Prophf recido.


Sin e m b a r g o , p o r m u c h a v e r g ü e n z a q u e J e s ú s e s p e r i m e n t a s c e n
m , et ira Psatms de me. (Lúe.. . .„ . . .
el e s t a d o d e d e s n u d e z á q u e h a b i a n r e d u c i d o s u c u e r p o , e s p e r i m e n t ó
A s , p u e s , p a r a c o n o c e r c o n t o d o s s u s p o r m e n o r e s el h o i n b l e s
una confusion todavía mayor respecto a su corazon. Jesucristo,
p h c i o á q u e f u é c o n d e n a d o el c u e r p o i n m a c u l a d o del H , j o d e U t o s ,
c o m o lo h a b í a d i c h o D a v i d , h a b l ó e n t o n c e s con s u e t e r n o P a d r e ,
no h a y necesidad de recurrir á revelaciones posteriores q u e , a u n q u e .
c o m o el ú n i c o q u e c o n o c í a t o d a l a p r o f u n d i d a d y t o d o el e s c e s o d e
r e s p e t a ! ) ! s . n o s o n s i n e m b a r g o d e fe ¡ s e r á s u f i c i e n t e r c u n . r los p a -
su oprobio y d e su confusion (2(.;. V cuál es esta confusión í n t i m a ,
s a j e s en q u e los p r o f e t a s r e v e l a r o n t o d a s las c i r c u n s t a n c i a s d e * l e #
e s t a i g n o m i n i a s e c r e t a d e s u c o r a z ó n , q u e le h a c e c u a s i o l v i d a r l a
m i s t e r i o c o n t a n t a i n d i v i d u a l i d a d y c o n t a n t a e v i d e n c i a , q u e e» i m -
de su cuerpo ? A y ! dice S . B u e n a v e n t u r a , es la v e r g ü e n z a d e v e r s e
p o s i b l e a p l i c a r lo q u e d i c e n á o l r o p e r s o n a j e q u e a J e s u c r i s t o .
c a r e a d o con t o d a s las deshonestidades d e los h o m b r e s , y d e llevar
H a b i e n d o s i d o p u e s t o el S a l v a d o r e n p o d e r d e u n a soldadesca
á la p r e s e n c i a de. D i o s t o d a la r e s p o n s a b i l i d a d d e l c a s t i g o q u e e l l a s
insolente, y feo*, s e a p o d e r a r o n d e él a q u e l l a s m a n o s s ^ l ^ t e
m e r e c e n , s i n h a b e r h a b i d o e n él n i a u n l a s o m b r a s i q u i e r a del pe-
a r r a n c a r o n v i o l e n t a m e n t e s u s v e s t i d u r a s y le a m a r r a r o n conocidas
a u n a d é l a s c o l u m n a s del patio del P r e t o r i o . ¡ O h ! ¡ q u e ignominiosa ^ Q u é ' o p r o b i o e n e f e c t o p a r a el Dios de. la p u r e z a , el d e v e r s e a s í
c o n f u s i o n p a r a el D i o s q u e e s t i e n d e s o b r e l a t i e r r a u n v e l o d e n u b e s e s p u e s t o a l a v i s t a d e l c i c l o y d e la t i e r r a , c o m o c u l p a b l e d e t o d o s
q u e c u b r e el c i e l o d e g l o r i a , q u e v i s t e l a s a v e s d e p l u m a s , l o s l l o r e s
los p e n s a m i e n t o s , d e t o d a s l a s c o m p l a c e n c i a s i n t e r i o r « c o n t r a la
d e u n m a t i z p e r f u m a d o y l l e n a d e b l a n c u r a el l i r i o de. l o s c a m p o s , s a n t a v i r t u d , de todos los discursos licenciosos, d e t o d a s las m i r a d a s
ve,-se. e s p u e s t o , e n u n a v e r g o n z o s a d e s n u d e z , e n e s p e c t á c u l o á a s m i - inmodestas, de todas las familiaridades impúdicas,
r a d a s licenciosas, á las b u r l a s sacrilegas d e todo u n p u e b l o ! David, groseros trasportes d e los sentidos d e q u e se m « ^
el p r o f e t a h i s t o r i a d o r , r e f i r i e n d o e s t a c i r c u n s t a n c i a , d i c e q u e un m o s b r u t o s , y d e q u e los h o m b r e s sin e m b a r g o
inmenso rubor e n c e n d i ó e n t o n c e s el r o s t r o d e l S a l v a d o r , y que de diversión y d e t r i u n f o ! i Q u é v e r g ü e n z a n o s e n t i n a J e s u c m U a
e s p a r c i é n d o s e d e s d e el r o s t r o s o b r e t o d o s u c u e r p o v i r g i n a l , llego a grabarse en u espíritu y representarse en su imaginación tan p u r a
t o d o s s u s m i e m b r o s , l o s c u a l e s s e c u b r i e r o n t a m b i é n , lo m i s m o q u e te disoluciones con q u e los cristianos d e l siglo h a b í a n d e d e s h o n -
s u s e m b l a n t e , d e i g n o m i n i a y d e v e r g ü e n z a I I). r a r , , c u e r p o m í s t i c o , e s d e c i r la I g l e s i a , y c o n q u e l o honores
I A y I ¡ d e s c e n d e d , e s p í r i t u s b i e n a v e n t u r a d o s ; v e n i d a c u b r i r con m i s m o s del s a n t u a r i o h a b i a n de p r o f a n a r
vuestras alas respetuosas este cuerpo s a g r a d o , milagro de candor y tándose con un cuerpo inmundo a
d e pureza, v libradle d e las m i r a d a s impúdicas, d e las burlas i n s o - rio d é l a santitad y de la p u r e z a ! K s t o s e s c e s o s - f c q u e s e s e c a d o
lentes d e los hijos del p e c a d o ! Mas n o ; s u s p e n d e d vuestro vuelo, s o n l o s q u e m a s le h u m i l l a n , l o s q u e l e c o n f u n d e n y ^ t n - p r n
a n g e l e s s a n t o s , y q u e v u e s t r a p i e d a d h a c i a él n o o s h a g a olvidar el c o r a z o n ; v s i n e m b a r g o , p a r a e x p i a r l o s ,
q u e . n o s o t r o s , d e s v e n t u r a d o s , n e c e s i t a m o s t a m b i é n de. p i e d a d . Nos-
del sentimiento d e la h o r r i b l e y secreta i g n o m i n i a q u e s u b e , y q u e
o t r o s s o m o s e s o s i n f o r t u n a d o s s o b r e q u i e n e s la j u s t i c i a d i v i n a ha
pronunciado en su cólera el terrible a n a t e m a q u e nos condena a ( O „ a b o vos in opprobrium s e n d e r a n - o, in ignominian, , u * n „ 0 , u a m : f '

vione
i i ) ilelebitur. ( / « • • opprobrrum
Tu seis, Domine. 23.) meum el ..„„(„ssouem
o g mean,.
f e ( » . .6S.)
C 6.N
( i ) Opcruilconfusio faciera mean,. {(•-•• 68.) El confosio laciei jflKe cooperuil ÍS O Í (¡traam solvere!, eurn culpan, nou I,abete!. ( O í P ' r t e c L

me. ( F í . .13.)
332 LOS AZOTES,

ofrece á su P a d r e , á fin de hacerle aceptar s u i n t e n s i d a d , su m é -


soldados y el pueblo, resonar los golpes formidables de los v e r d u -
rito y su virtud : Tu seis. Domine, opprobrimn meum el confusio-
gos 1 Ya han dado principio al castigo m a s atroz que puede h a -
ne»¡ meum.
cerse s u f r i r á u n cuerpo h u m a n o . Los profetas, lo repito, los profetas
F.sta inmensa confusion de Jesucristo á vista de esos pecados
los h a n visto en espíritu con la a y u d a d e las luces celestiales; ellos
sensuales, que sin embargo no eran suyos, es u n a elocuente a d v e r -
nos los h a n descrito con todos sus horrorosos p o r m e n o r e s , y n o s -
t e n c i a de la vergüenza que deben causarnos esos pecados obscenos
t r o s n o necesitamos m a s q u e r e u n i r los rasgos esparcidos que ellos
que hemos cometido. Asi pues, ¡desgraciado de t i , jóven liberlino,
han trazado, para formar el cuadro completo de este misterio de
desgraciada de ti, m u j e r sin v i r t u d , que llevas en tu f r e n t e la m a r -
compasion y de horror.
ca de la deshonestidad, y q u e , lejos de r u b o r i z a r t e de tus éstravios,
haces de ellos u n objeto de t r i u n f o y de vanagloria ( l ) ! L a ver- David nos dice que c u a n d o el Señor f u e llevado j u n t o á la c o -
güenza del pecado es ya u u a disposición p a r a n o volver á cometerlo, l u m n a p a r a ser a m a r r a d o á ella, se colocó por s u propia v o l u n t a d ,
p a r a detestarlo y obtener el p e r d ó n . Mas, al despojaros \bsotros de sin e m b a r g o de la vergüenza indecible q u e le causaba su desnudez,
esta vergüenza, habéis perdido la gracia de poder arrepentiros. en el infame poste, p a r a recibir en él de m a n o de los hombres la
Vosotros estáis en l a pendiente de v u e s t r a ruina, en el borde de uu i n g r a t a recompensa de su a m o r , y el castigo de h a b e r l e s a m a d o [ i ) ,
precipicio, en la víspera del a b a n d o n o de Dios, j T e m b l a d pues, y Isaias a ñ a d e q u e presentó á los azotes su cuerpo i n m a c u l a d o con l a
cubrios de confusion, en vez d e adormeceros cu vuestras d i v e r - m i s m a tranquilidad y el mismo a m o r con q u e habia ofrecido su
siones y en vuestros goces insensatos, porque sois t a n t o m a s d i g n o s r o s t r o adorable á las bofetadas y á los u l t r a j e s . J o b nos h a referido
d e l á s t i m a , y estáis t a n t o mas separados de la salvación eterna, la particularidad de que cuando el Señor f u é a m a r r a d o á la c o l u m n a
c u a n t o menos tembláis y m e n o s os ruborizáis de vuestros pecados I los espectadores comenzarou á rechinar ios dientes, á lanzar contra
¡ A y ! en t a n t o q u e nosotros meditamos s o b r e el m a y o r de todos él m i r a d a s feroces, y se prepararon con u n gozo b r u t a l á recrearse
los oprobios del S a l v a d o r , viene á j u n t a r s e á esta ignominia el m a s en sus tormentos (Job. 16). Despues a ñ a d e que sus v e r d u g o s se a r -
cruel de todos los t o r m e n t o s . ¡ O espectáculo de. compasión y de h o r - rojaron sobre él con el mismo furor que las bestias feroces, sedientas
ror p a r a los ángeles, p a r a los hombres y p a r a el universo e n t e r o ! de saugre, se a r r o j a n s o b r e u n tímido cordero p a r a d e v o r a r l e : y
esclama e n este l y g a r el a b a d R u p e r t o . £1 autor de la libertad es q u e á medida que le azotaban, parecía que crecían como g i g a n t e s ,
h e r i d o como u n esclavo y de la m a n e r a m a s b á r b a r a por los viles t a n t a e r a la fuerza y la energía que desplegaban' al descargar los
esclavos del pceado ¡ 2 j ! P e r o , ¡ o misterio de b o n d a d y de a m o r i n - golpes. [liiiil.)
finito, a ñ a d e S . B u e n a v e n t u r a , porque en este m o m e n t o el Hijo de T.os i n s t r u m e n t o s de q u e se sirvieron d e s d e u n principio p a r a azo-
Dios n o solo toma la f o r m a de un esclavo, forzado á obedecer á la t a r al Salvador f u e r o n v a r a s ; porque con ellas a c o s t u m b r a b a n los
v o l u n t a d de otro, sino de u n esclavo m a l o é indócil, que ha m e r e - m a g i s t r a d o s romanos hacer azotar á los esclavos á n t e s de que se les
cido ser castigarlo con azotes ( 3 ) ! Y despues de haberse s o m e t i d o á corlase la cabeza, y esta es la razón por que los lictores llevaban u n
María y á José, los m a s g r a n d e s de e n t r e los siervos de Dios, a p a - haz d e varas, eu c u y o c e n t r o se e l e v a b a u n a h a c h a . P u e s bien, á
rece c o m o siervo de los mismos J u d í o s , es decir, como esclavo los primeros golpes q u e dieron con ellas al Salvador, nos dice Isaías
de los esclavos del demonio. que lodo su delicado cuerpo apareció surcado con horribles c o n t u -
Eu efecto, ¿ n ó escucháis, en medio de los g r i t o s d e gozo feroz y de siones, y q u e en fuerza de los golpes se puso h i n c h a d o y a c a r d e n a -
crueles aplausos, lanzados por los sacerdotes, los magistrados, los lado ; esto d e m u e s t r a que los golpes descargaban sobre él sin m e -
dida, y que le licrian con el mismo f u r o r en la cabeza que en las es-
1
(I, Frons meietricis facta esllibi, uoluislieruliescere. (Jctem. 3.) paldas, en los brazos q u e en las piernas, en los costados que en el
(2; Grande speetacnlum mundo, angeliset hominibuslutáserwspeeeati Princeps pecho (2). Así es, a ñ a d e el mismo profeta, que á estos golpes no in-
libertatis, sercihbus modis, coociderelur! ( / " Joan.)
Non soluni fnrmam sen i accepil ut subesset; sedeliam malí serví ul vapu- (I) Quoniam ego in üagell.i paralus snm (P<. 31.) El fui llagellalus, etcasli-alio
lare! ! (m Pcrfm.'l'il. c. 6.) iu malulinis. (PI. 72.)
[¡J Tulnus, et livor et plaga lumens. (IJ, 1.)
384
,os «0TES-
t e r r u m p i d o s se- d e s g a r r a la piel, u n a s a n g r e lívida m a n a .le l a s h e - d e P i i a t o s e r a p o n e r á J e s u s e o libertad d e s p u e s d e h a b e r l e a z o t a d o t)
ridas d o n d e se h a b l a agolpado, la e a r n e s e d e s c u b r e hasta l l e g a r A quisieron lener al m e n o s el placer de verle m o r i r en los azotes, y a
,o vivo, d e tal m o d o q u e en el cuerpo s a g r a d o del S a l v a d o r n o s e ve q u e no h a b í a n d e t e n e r la satisfacción d e verle morir en la c r u z ;
y a p a r t e a l g u n a q u e eslé s a n a ; desde los piés h a s t a la cabeza es y con este o b j e t o Corrompieron con d i n e r o á los v e r d u g o s del p r e -
t o r i o , lo mismo q u e g a n a r o n m a s t a d e á los g u a r d i a s del sepulcro,
t o d o él u n a horrible llaga ( t ) .
y obligaron a estas a l m a s venales, a c o s t u m b r a d a s a verter sangre, á
L a p a l a b r a d e q u e se sirve S . H a t e o para d e s i g n a r las v a r a s q u e
a z o t a r d e tal m a n e r a al Señor q u e lo hiciesen espirar en los azotes.
usaron significa v a r a s d e h i e r r o . Asi pues J o b a ñ a d e q u e los v e r d u -
P e r o no necesitamos recurrir á esta c o n j e t u r o p a r a c o m p r e n d e r
g o s se c o n s i d e r a r o n como insultados p o r t a pacicnciainalterable d e su
el iucsplieablc misterio d e u n a c r u e l d a d tan i n a u d i t a , p o r q u e la
victima ¡ q u e n o podiendo perdonarle q u e n o estuviese c a n s a d o de
E s c r i t u r a m i s m a n o s da la csplicacion clara d e él. E n p r i m e r l u g a r ,
s u f r i r c u a n d o ellos e s t a b a n fatigados d e a t o r m e n t a r l e , i n f l a m a d o s
h a b i e n d o d i c h o el S e ñ o r á los J u d í o s en el m o m e n l o en q u e se
con u n nuevo f u r o r , d e s g a r r a r o n s u s espaldas, y el suelo quedo c u -
a p o d e r a r o n d e su p e r s o n a : E s t a es vuestra h o r a , este es el p o d e r
bierto e n t o r n o s u v o d e pedazos d e su piel y d e su c a r n e . 1.a b r u -
del infierne : Um es! hora vuestra, et potestas tenebrarum, es
talidad d e estos m o n s t r u o s n o se satisface con t a l e s e s c e s o s ; ya
evidente q u e la rabia d e los d e m o n i o s s e j u n t ó al odio d e los
no h a v sitio d o n d e h e r i r , y sin e m b a r g o ellos hieren t o d a v t a ; ellos
h o m b r e s p a r a hacer q u e s u s azotes fuesen m a s crueles. E n se-
hacen" n u c v a s llagas s o b r e las llagas q u e h a b i a n h e c h o ; ellos a h o n -
g u n d o l u g a r , los azotes, c o m o se v e en los H e c h o s d e los apóstoles,
d a n sobre las h e r i d a s ya s a n g r i e n t a s otras h e r i d a s mus a n c h a s y
era c u t r e los R o m a n o s u n a especie d e t o r m e n t o q u e s e e m p l e a b a
mas « r o t u n d a s , d e m a n e r a q u e todos los m ú s c u l o s se r o m p e n , to-
p a r a obligar á los c u l p a b l e s á confesar s u s c r í m e n e s . P u e s bien,
das bis V enas se a b r e n , l a s c a r n e s se d e s g a r r a n , y p u e d e n c o n t a r s e
el libro s a g r a d o d e la Sabiduría a n u n c i ó con p a l a b r a s m u y c l a r a s
t o d o s s u s huesos 2'.
q u e los demonios emplearían) un día c o n t r a el fiedendor del m u n d o
; Quién podría c o m p r e n d e r , no d i g o espiiear, los t o r m e n t o s a t r o -
este t o r m e n t o t a n ignominioso c o m o cruel p o r a obligarle á m a n i -
ces q u e esperinientó el Señor en este horrible suplicio á q u e f u e so-
festar el secreto d e su filiación d i v i n a , q u e S a t a n á s a n s i a b a conocer
metido s u ' c u e r p o t a n d e l i c a d o ? ¡ A y l entonces f u é c u a n d o n u e s t r o
d e u n a m a n e r a eieria : Contumelia et tormento interroi/cmvs eum:
a m a b l e S a l v a d o r s e hizo v e r d a d e r a m e n t e e! h o m b r e d e dolor, como
n e a l
" ' B e i . (Sap. 2Í L u e g o asi c o m o Lucifer f u é quien
lo h a b i a a n u n c i a d o Isaías : Virvm dolorum. Es decir q u e esle es el
sugirió á f í l a l o s el pensamiento i n j u s t o d e h a c e r a z o t a r al S e ñ o r ,
h o m b r e herido y afligido en t o d a s las p o r t e s d e su c u e r p o i n m a -
L u c i f e r es t a m b i é n el q u e escita a h o r a á los v e r d u g o s , el q u e los
culado : el h o m b r e s u m e r g i d o en el d o l o r ; el h o m b r e q u e r e ú n e cu
ciega, los llena y los e m b r i a g a d e s u f u r o r , el q u e los inspira su
sí t o d a la a m a r g u r a , todos los tormentos, t o d o e l f u e g o del dolor, y
e n t u s i a s m o b á r b a r o y su loca c r u e l d a d , el q u e a r m a s u brazo,
p o r consiguiente el h o m b r e d e u n d o l o r sin m e d i d o , sin e j e m p l o y
a u m e n t a s u s f u e r z a s , y hace e s t a flagelación la m a s ignominioso y
sin c o m p a r a c i ó n : Virvm dolorum. Non est dolor sicut dolor meas.
la m a s e n i c l q u e se vió j a m á s . L u c i f e r se lisoiigcaba i g u a l m e n t e d e
( T h r c n . t . ' ¡ O a m a d o J e s ú s , c u á n t o os h a costado mi pecado I
a r r a n c a r d e la boca de Jesucristo, p o r m e d i o del oprobio y del d o -
M a s i c ó m o se concibe p o r p a r t e d e los soldados de P i l o t o s t a n t a
lor, el g r a n secreto q u e n o habia podido a r r e b a t a r l e p o r las t e n t a -
ferocidad c o n t r a Jesucristo, siendo asi q u e no estaban animados
ciones d e la s e n s u a l i d a d , d e la avaricia y d e la a m b i c i ó n ; él espe-
c o n t r a él d e la envidia n i d e l o d i o d e ios J u d í o s ? » Es posible q u e
r a b a que h a b i e n d o llegado este d o l o r y esta i g n o m i n i a á u n esceso
la h u m a n i d a d criase tales m o n s t r u o s ? P a r a espiiear este misterio
i n s u f r i b l e á la h u m a n i d a d del S a l v a d o r , J e s ú s se vería o b l i g a d o á l a
de b a r b a r i e , único en los fastos d e la crueldad h u m a n a , p i e n s a n al-
impaciencia ó á la desesperación, lo cual h u b i e r a d e m o s t r a d o qui-
g r i | l intérpretes q u e h a b i e n d o creído los J u d í o s q u e la i n t e n c i ó n
era p u r a m e n t e h o m b r e ; ó bien q u e s e veria o b l i g a d o ,-¡ o b r a r a l g ú n
prodigio visible, lo cual le h u b i e r a d a d o á conocer c o m o H i j o d e
T A i-,ni: [-'.'.i- m-.hu' ¿Lverticepirapitis non a l i n e o sanila». (P>. I . )
(Si a i i e i . w iv, vulnere n q c r v a t a u . ( - M . 16.) Super M o r a n vulneran,
tyf oi-ripiam ergo illum el dimillam. (Uc.)
meormn áilJideruni. ( P j . 6 5 . ) Diriunieraverunt omnia e » a m e a . (Pt. 2 1 . ) .
Dios : Contumelia et tormento interrogemus eum : si vere est Fi~
l u n t a r i a m e n t e se hizo el h o m b r e d e pecado 1 . El m i s m o profeta
l ius Dei.
contempla t a m b i é n d e s d e lejos á este m a n s o y lieruo cordero como
Supuesta esta v e r d a d , l a s c i r c u n s t a n c i a s q u e n o s refieren ios pro-
, es t,viese présenle á s u s ojos, y viéndole en la actitud de. ta gre
fetas d e la flagelación del S e ñ o r , p o r horribles q u e parezcan, n a d a
dolo, > d e i g n o m i n i a tan p r o f u n d a a q u e le habia r e d u c i d o su csce-
tienen d e increíble ni d e e x a j e r a d o . E n efecto, ¿ q u é refinamiento d e
b a r b a r i e no debia esperarse, dice Orígenes, d e aquella turba de CSC ama:
Z S Z r T - ' " Mira"lc' 5'» « o á ese
h o m b r e s v o m i t a d o s p o r el infierno y d e aquellos m o n s t r u o s reves- CS , a n P U r
b riodc 1 ' °' ,,,e P a r e c c y cu-
tidos d e c u e r p o h u m a n o (I )*? a r t o de. llagas como u n leproso; siendo Hijo d e Dios, se mués I
como u n o W e t í d e odio p a r a Dios, h u m i l l a d o y h e r i d o p " "
Pero i q u é p u e d e laastucia d e la serpiente i n f e r n a l c o n t r a los con-
sejos d e la s a b i d u r í a d e Dios ? Jesucristo, bajo el t o r m e n t o d e esta rmsma d e Dios. Y o c o m p r e n d o sin e m b a r g o un misterio d e i , S a

flagelación p r o l o n g a d a q u e le h u b i e r a d a d o sin d u d a la m u e r t e si la ternura q u e se c u m p l e en el. Esa d e f o r m i d a d q u e le desii u • a " e

v i r t u d divina n o h u b i e r a sostenido en él la debilidad d e la n a t u r a - r c s a * * " » * « « » %


leza h u m a n a , 110 hizo milagro a l g u n o p a r a sustraerse á ella, n i dejé
u « , flaqueza, n u e s t r o d o l o r y n u e s t r a d e f o r m i d a d . Esos golpeé
escapar la m a s p e q u e ñ a señal d e impaciencia. S e g ú n la espresion

Kzrjr**uupstros vidos v c
q u e le hieren esos azotes q u e le d e s g a r r a n , esas h e r i d a s q u e e X
de Isaías, él g u a r d o en este misterio d e t a n t a ignominia y d e tanto
dolor para él el silencio y la t r a n q u i l i d a d del m a s m a n s o cordero,
M a s , ¡ o c a m b i o doloroso para é l , y tan feliz para n o s o t r o s '
- " « - 3 SK. as con-
c u a n d o sé halla b a j o la tijera del p a s t o r q u e le despoja d e un vellón
inútil. [ís.'5'¿] De esta m a n e r a , dice S . L e ó n , b u r l ó la orgullosa
pretensión q u e tenia Lucifer d e a r r e b a t a r á Dios, por estos medios apt I ,• ; n;°S- 0 0
fué precisamente para
indignos, el secreto d e su s a b i d u r í a ; d e m o d o q u e , según S . P a b l o , í n l! d 1 r s
A m o n i o s , l a S o c i d a d d e los J u d í o s v í a
los principes d e las tinieblas 110 conocieron este misterio sino des- t ™ o / G
r i e S P 8 r a 10
" l l e c s , ^ ' u e r p o divino f u é d c s -
pues de h a b e r s e c u m p l i d o . ( / . Cor. i ) Él c o m b a t i ó ai d e m o n i o con
n a a , ™ 7 ' f ™ ' S C g " a d c e l a r a d o n d e l » h ™ S¿«r,
s u s propias a r m a s ; él hizo s e r v i r la malicia de su enemigo á su
a m o r , porque Lucifer cooperó c o n su i n j u s t i c i a á h a c e r sufrir al
ZlIrW"7 f aC
T: « ' corin,s meuJ,

H i j o de Dios u n suplicio, q u e se c o n v i r t i ó p a r a los h i j o s d e los h o m - í d é l o s hom-


b r e s en un motivo d e e s p e r a n z a y d e s a l v a c i ó n . b r e s q U e en el esceso de. su b a r b a r i e f u e r o n los i n s t r u m e n t o s c i ó o s
E n efecto, los mismos p r o f e t a s q u e al r e f e r i r n o s l a s c i r c u n s t a n - P r c r t m ' • 1 S U f , ; Pe''° ^ t e r n u r a por
S
cias d e esta h o r r i b l e traged ia n o s h a n revelado al mismo tiempo ci a s i ? h o 'd!', " ""SOe" " CSCW
° d e SU m s e ,
' ' c ó r d i a ¡ El
raiS 0a PSa20taíI el a m m
a r a n misterio q u e e n c e r r a b a , n o s e n s e ñ a n q u e la flagelación del n l ie e „1 7 f ' ° ' «' h o m b r e c n l -
s l 1(,
Salvador f u é t a n útil p a r a n o s o t r o s , c u a n t o cruel é ignominiosa "| " • (Strm. U4 de Temp. Medil. c. ;)
para él. Isaías, d e s c o r r i e n d o el velo q u e o c u l t a b a este misterio, n o s tn,LflL'.!fiadC S ' C i p r i a n 0 ' ; h l cra sido d e
" " nosotros, desven-
muestra b a j o las m a n o s visibles d e los s o l d a d o s , m a n o s sacrilegas t u r a d o s h u m a n o s , sin estos t o r m é n , o s del Hijo d e D i o s ^ u c , as
y b á r b a r a s , oirá m a n o invisible, m a n o s a g r a d a y c o m p a s i v a , la

$! ° daam6 "e ,0d"lashtlidas «*«J£


F CBradas sic0
m a n o misma d e Dios, q u e h i e r e y d e s g a r r a el cuerpo d e su propio •mt: r r " precioso b a l s a m o d e la
"'JÓ, objeto de t o d a s s u s complacencias, p o r q u e le. v e c a r g a d o d e
cuerpo
todas las maldiciones con q u e l o s c r i m c n c s del m u n d o le e n v u e l v e n
como u n v e s t i d o ; y él le h a c e ser el h o m b r e d e dolores, p o r q u e vo-
L a carne d e J e s u c r i s t o e s p u r a y sin m a n e l , , ; ella está sometida

(1) Ergo toliors íila mvstcrmm erat militisé alicuius malittnx? 'TV.?,--. 3.1. n
K
Manir.) (I) Virtim dolounn; p r e p á r e t e Pi ot Pt ,.ü
o , uniei
r percudí ea,„. ,7., 53 1
rr e d p
« m- S) - .
V
v. DE n T i l " " ' ' ' " " - " -
15
338 IOS AZOTES.
I.OS »ZOTES. 33u
a b s o l u t a m e n t e al e s p í r i t u ; ella está llena d e las gracias del Espíritu
S a n t o d e quien es o b r a ; ella es s a n t a y santificante, y por su unión Ved aquí pues c u m p l i d a esta consoladora profecía d e David : Que
í n t i m a y sustancial con el Verbo d e D i o s e s i g u a l m e n t e d i v i n a . Ver- el Mesías nos f o r m a r í a u n escudo d e su c u e r p o , v q u e f u n d a r í a la
d a d e r o y a u g u s t o s a n t u a r i o d e la Divinidad en la tierra, merecía esperanza d e n u e s t r o socorro en los alas d e su p r o t e L t o m Ps o,
a d o r a c i o n e s y h o m e n a j e s , y no azotes y castigos. ( P s . 131, et 9 0 . ) 1 A y : ¡ Q u i é n m e c o n c e d e r á o c n l t a r m e á l a s o m b r a de las c a r n e s des
M a s n u e s t r a c a r n e p o r el contrario es u n a c a r n e de p e c a d o ; ella es g a r r a as d e mi Salvador ! A „ i estaré s e g u r o c o n t r a los a " .
i m p u r a , d e s o r d e n a d a y rebelde al e s p í r i t u ; como q u e está c o r r o m - 2 „ c u l p a s h a n m e r e c i d o ; p r o t e g i d o por esta s o m b r a s a l u -
p i d a , es el origen d e toda c o r r u p c i ó n : asi es q u e d e ella n a c e n todas d ó l e n „ d e s e s p e r a r é y a d e mi reconciliación n i d e mi perdón, v
l a s o b r a s q u e S a n P a b l o l l a m a o b r a s c a m a l e s y q u e por el c u i d a d o
d e s o r d e n a d o q u e se pone en evitarle toda molestia, en proporcio- T s t p
° Prd0S0! ;0 *>««"»<> '"i R e d e n t o r ,
n a r l e todos los placeres, en a d o r n a r l a , y en n u t r i r l a cu la v o l u p t u o - s e , d a d e r ? e „ t e , „ m o l a d o p o r n u e s t r a salvación ! Hoc est
corpus mema quoti pro vobis fram/clnr.
s i d a d , en la molicie y en el l u j o , es p o r lo q u e los h o m b r e s u l t r a j a n
á Dios con s u s vicios y s o s esccsos sin n ú m e r o ; por esta r a z ó n , dice
c i o f ' s h n i ' J T P S ' e r Ì 0 S " e JCSUCrÌ5t° h a " S i d 0 > 0 0 «pia-
el profeta, todos los castigos, y t o d a s las desgracias d e b e n ser el tri- eton, s no t a m l n e u u „ r e m e d i o . P o r q u e m i e n t r a s q u e el S e ñ o r , dice
b u t o d e la c a r n e del h o m b r e pecador : Mulla Jlayella peccalorís.
carne t d T * * '"S *líls d e nuestra
CÜrar, S
(Ps. SI.) S í f ^ ' ° " « » l o n o s la virtud y la s a n t i -
Y i q u e hizo el Redentor p a r a e s p i a r los i n n u m e r a b l e s desórdenes d a d d e K s u y a . u W 3. Pasq, De este m o d o p a r t i c i p a m o s , p o r el
m s e n o d e los a z o t e s , de la pureza d e la carne i n m a c u l a d a del R e -
d e q u e n u e s t r a c a r n e se h a b i a h e c h o culpable, y p a r a ofrecer á Dios
d 01, p o r c u a n t o él sufrió en e s t a dolorosa ejecución las penas
la satisfacción d e b i d a ? É l descendió v o l u n t a r i a m e n t e á la condición
datad« a ,,ucs(ra i u | p u r e M ; y W ( M can)i!
en q u e d e b í a m o s estar colocados n o s o t r o s ; el consintió s e r azotado
daza la c o m o s, h u b i e r a sido u n a carne d e p e c a d o , es p o r lo q u e
p o r los ministros de S a t a n á s , p o r q u e n o s o t r o s d e b í a m o s serlo eter-
oso,ros h e m o s o b t e n i d o la g r a d o d e p o d e r d o m a r ¡a n u l a , re-
n a m e n t e por los d e m o n i o s ; él quiso q u e s u c a r n e inocente y p u r a
p r i m i r s u s inclinaciones sensuales, y convertirla en un» c a r n e v i r -
p a g á s e l a d e u d a d e nuesl ra c a r n e m a n c h a d a con los c r í m e n e s ; y ved
a q u í p o r q u e n o debemos a d m i r a r n o s , dice S . A g u s t í n , d e q u e l a s g i n a l , s a n t a y d i v i n a . Asi p u e s , el espíritu d e p u r e z a , d e virginidad

heridas del S e ñ o r f u e s e n i n n u m e r a b l e s , porque los azotes q u e m e - M e c a n d o r , q u e c o , , g r a n a d m i r a c i ó n d é l o s voluptuosos gentiles


m e l0d 1S S e M S
recía la c a r n e del h o m b r e pecador c r a u t a m b i é n i n n u m e r a b l e s ¡ l ) . co Z Z T " ' >' « " " » l e i . » « t a n p r o n t o
Después d e u n a tan g r a n d e expiación, uo necesitamos m a s q u e
q C l C a ISS aci0nes c a t ó t e e
aplicarnos su m é r i t o p o r m e d i o de u n a s i n c e r o penitencia. Con esto ! l'i i ' " ' "' " " " " " " ' ' f r u t o v la
g r a c i a d e los azotes d e J e s u c r i s t o .
solo, con p e q u e ñ a s expiaciones v o l u n t a r i a s , d a r e m o s á la justicia
divina la satisfacción q u e le es debida p o r todos n u e s t r o s pecados suc'rbít i t ' ° S ' ' ^ " m e I ¡ misterio i m p o r t a n t e y d i v i n o : J c -
s e n s u a l e s . V a n o estamos s u j e t o s á la flagelación de S a t a n á s ; hoy
. d u r o ! , o d e este misterio, no solo l e g á n d o n o s la c o l u m n a ácp,e f u é
m a s , y es q u e , como dice S . G e r ó n i m o , e s t a m o s y a l i b r e s d e la n e -
cesidad f u n e s t a en q u e n u e s t r o s desarreglos n o s h a b l a n puesto, d e a m a i r a d o para ser a z o t a d o , q u e so conserva todavía en la Iglesia d e

s u f r i r en esta v i d a los azoles t e m p o r a l e s , así c o m o n o s hemos librado sino J l " " B O m a - a d 0 n d c f " é l r a s l a d M á desde Jerusalen.
S m o m u e h o , n a s a u n , ¡ n s t i t u y c n d o c l i n e f a b l e s a c r a n i e n t o d e la E n e a -
t a m b i é n d e los t o r m e n t o s i n f e r n a l e s q u e n o s a g u a r d a b a n en la otra
n s t f a . En efecto, c u a n d o en el dia d e la institución d e , „ c a u g u s t o
vida p o r toda l a eternidad ( s ) .
s a c r a m e n t o pronuncio estas p a l a b r a s : « T o m a d y comed : este es mi
(1) Si multa ilagella pcMatori», mulla oportuilesse Ifegdla Itedemptoris. (Serm. cuerpo q u e s e r a despedazado p o r vosotros. E s t o q u e vo h a g o ahora
0X0. f j j Tmp.)
¡2) Hocautcm facían est, ut illo flagello n » á lerberibus liberrmur. (/« on» U '' ? T
osol os e m i m o r i a : A c e i i k 1 1 ™»<><™«>~; * - W Üf
ilaitL) Z Z S frm e Ur f
Wmoro.lt,.nem,, ''"°""'nos indicó c l a r*a m' e n t-e '"*
0 fnrile
q u e la E u c a r i S l í a , - , n o n u -
¿ V qué hicieron los amigos de Job cuando reconocieron su mérito
mentó magnífico y precioso d é l a Pasión y muerte del Redentor, es
y su virtud? Ellos fueron á someterse á él como sus siervosy sus
uu recuerdo especial y perpetuo de los crueles azotes que sufrió por
discípulos, ofreciéndole cada uTio un zarcillo de oro y una oveja ( t ) .
nosotros. En este supuesto, cuando este augusto sacramento está
Con el zarcillo quisieron significar, dice San Gregorio, que presta-
espuesto públicamente á nuestro amor y á nuestra adoracion, cuando
rían siempre u n oido dócil á las instrucciones de J o b , y con la
le ofrecemos á Dios en el sacrificio de la misa y le recibimos en la
ofrenda de la oveja quisieron dar á entender que no sacrificarían en
sagrada eomunion, debemos pensar continuamente que Jesucristo
adelante sino por sus manos, y q u e se asociarían á sus sacrificios.
nos dice : Acordáos de q u e eso que adorais, eso que ofrecéis, eso
Ved aquí lo q u e debemos hacer también nosotros que, ilustrados
que coméis es mi cuerpo, el mismo que fué tan cruelmente desgar-
por las lucesMe la revelación divina, hemos aprendido que Jesu-
rado y despedazado por vosotros. Acerquémonos pues con frecuen-
cristo, cubierto de llagas y hecho, por sus azotes, el hombre de do-
cia á este inefable misterio; adorémosle con un respeto humilde;
lores, es el Hijo amado de Dios y el Salvador de los hombres, y q u e
recibámosle con un piadoso reconocimiento y con un afecto tierno,
solo por su mediación podemos esperar nuestra reconciliación y
como el recuerdo siempre vivo de los azcles de nuestro Salvador, y
nuestra salvación eterna. Nosotros debemos ofrecerle una oveja, es
adorémosle igualmente, como la prenda de la protección divina que
decir nuestra carne purificada y libre de toda mancha, á fin de q u e
nos defiende, de la esperanza que nos reanima, de la satisfacción
la asocie al sacrificio que ha hecho de la s u y a , según nos aconseja
q u e nos reconcilia, de la gracia que nos purifica, de la virtud que
S. Pablo d i c i é n d o u o s : Yo os conjuro, h e r m a n o s míos, que ofrez-
nos conforta y de la perseverancia q u e nos c o r o n a ; Scapulis sais
cáis vuestros cuerpos á Dios como una hostia viviente, sania y agra-
obumbrabit tibí, et sub pennis ejtts sperabis.
dable á sus o j o s : Obsecro vos ut exhibeatis corpora ves/ra hosliam
viventem sanclum, Deo plácentela. (Rom. 12.) Y efectivamente,
s E n v n i I'AISTI;..
• nosotros no podemos asociarnos S a c r i f i c i o del verdadero Job, que
es Jesucristo, sino reproduciendo en nuestro cuerpo alguna parte de
Leemos en el libro de Job q u e cuando Dios, para probar la virtud la pureza inmaculada y de la santidad del suyo.
y acrecentar el mérito de este santo hombre, permitió que Satanás Para obtener esta preciosa v entaja, añade San Pablo, debemos
le hiriéra desde la planta de los piés hasta lo alto de la cabeza con llevar siempre en nuestro cuerpo la santa mortificación cristiana,
una horrible llaga (Job. 2), su propia m u j e r se volvió cruel con él. pues que este es el medio de imitar y d e manifestar reproducida en
y sus mismos amigos se avergonzaron y huyeron de él como de un nosotros la vida penitente y pura d e Jesucristo; Semper mortifica-
hombre rechazado y castigado por Dios á causa de sus iniquidades. tionem Jesu ¡n eorpore nostro circumferentes, ut et vita Jesu ma-
Esta es, dice S. Gregorio, u n a bella ¿ g u r a de Jesucristo, pues que, nifestelar incorporibus nostris. ( i l . Cor. 4.) Mas por una conse-
cruelmente, azotado y cubierto de una sola llaga de los piés á la c a - cuencia necesaria debemos, en segundo lugar, ofrecer al verdadero
beza, fué despreciado por la Sinagoga su antigua esposa, y abando- Job, además de la oveja, el adorno de nuestros oidos, es decir que
nado por los mismos apóstoles, sus íntimos amigos, como inspirando debemos mostrarnos dóciles oyentes y ejecutores fieles de las e l o -
horror al ciclo y á la tierra, á Dios y á los hombres. cuentes instrucciones que salen de ese cuerpo dilacerado, de esa san-
Mas no tardó Dios mucho en revelar á los amigos de Job la s a n t i - g r e , y de esas heridas; porque ellas nos testifican eu su lenguaje
dad incomparable de este patriarca, y en hacerles conocer q u e no m u d o , dice S. Agustín, q u e el Dios Podre, que no libró á su único
podían ser reconciliados con Dios sino por el mérito de las oraciones hijo y consustancial de un tratamiento tan bárbaro, tampoco d i s -
d e este mismo hombre á quien habían mauífestado tanto despre- pensará á sus hijos adoptivos de la ley de la disciplina, y q u e si el
cio. No es esto decir que la oraciony el sacrificio de Job tuviesen Hijo de Dios, aunque libre de pecado, no lo está de dolores, ninguno
por si mismos el poder de reconciliar al hombre con Dios, sino que de nosotros podrá llegar á ser hijo de Dios sin sufrir los azotes de su
la oración y el sacrificio de Job figuraban la oración y el sacrificio
d e Jesucristo, q u e comunicaban toda su fuerza y toda su virtud á (I) Uedmml ei unusipiisqne ovni, miará;« inaurem imam. ( M . 42 )
lasoraelones y á los sacrificios antiguos.
cólera, en razón ó q u e estamos cargados de pecados ; Ps. 3 1 . ) Estas
h e r i d a s n o s echan en cara nuestra delicadeza y el cuidado p r o f a n o
q u e tenemos d e nuestro cuerpo ¡ e l l a í n o s repiten esta severa y útil
advertencia q n e nos hace el Evangelio : El q u e es idólatra d e su pro-
pia c a r n e , el q u e la regala, la lisonjea y la acaricia en esta vida, la CONFERENCIA VIGÉSIMA PRIMERA.
odia r e a l m e n t e , s u p u e s t o que la p r e p a r a para u n a p r o f u n d a i g n o -
minia y paro eternos dolores en la vida f u t u r a : Quiainátmimam I.a C o r o n a c i o u di' euplnait.
s u a m perde! etim ( J o a n . 1 2 ) ; y por el contrario el q n e mortifica, el
q u e castiga s u propia carne en este m u n d o , 1a a m o v e r d a d e r a m e n t e ,
p o r q u e la e n c o n t r a r é en la otra vida rodeada d e u n a gloria e t e r n a v Egr/dimini. filia Sion, el Didele regem
Salíiaiunevl indiademnte.qmeoroHrnií illum
d e las m a s p u r a s delicias : Qni odit emimim suam in. hoc mundo,
muir y /ua, i n die det¡)ontolwnit iltiui, el in
in vilam icternam cuslodil eam. (Ihid.) die larlilirp eordis ejvf.
( litios de Sin», y mirad al rey Salomen
¡ Ay I n o nos e n g a ñ a m o s , h e r m a n o s m i o s ; no se e n t r a en el cielo
eoo la dia Jema con <|ne le coronó sn madre en
sino se lleva la divisa preciosa, la vestidura divina q u e n o s hace p a - el Jil Je :ii Jespowrio, y en el dia Je la alegría Je
r e c e m o s al H i j o d e Dios azotado por el h o m b r e . Esta semejanza
f o r m a la señal d e los p r e d e s t i n a d o s ; esta s e m e j a n z a es el sello d e (CMC 3,1
los escogidos. L a s a l m a s q u e salen d e cuerpos bien c u i d a d o s , ali-
m e n t a d o s con esmero, vestidos con l u j o , d e esos cuerpos intactos
Q u e Salomon, ó el rey pacifico, f u é u n a figura simbólica del v e r e -
q u e no h a n s e n t i d o j a m á s el a z o t e de la m o r t i f i c a c i ó n ; esas a l m a s no
d a d e r o principe d e la poz, Jesucristo, es u n a v e r d a d q u e n o a d m i t e
s e r á n a d m i t i d a s en el palacio d e los ciclos q u e los sontos, y los ele-
d u d a , p o r q u e el mismo Jesucristo n o s lo ha revelado d i c i e n d o : Él
gidos d e todas edades y condiciones h a n c o n q u i s t a d o con el sacrificio
es m a s q u e S a l o m o n . [Mattk. 12.) Su s a g r a d a esposa de los c a n t a r e s ,
d e sus cuerpos : Qu»s prarscivit, et prardestinavit, conformes vult
q u e invito o las h i j a s d e Sion á q u e c o n t e m p l e n á Salomon á q u i e n
Herí imaginis mu sai ( B o m . 8). N o manifestemos pues t a n t a r e -
s u m a d r e Betsabée ciñó la frente con u n a rica d i a d e m a , y llenó d e
pugnancia á la mortificación del cuerpo, p o r q u e ella es la m a e s t r a
• honores, no es o t r a q u e la Iglesia, v e r d a d e r a esposa del H i j o d e Dios
d e la h u m i l d a d , la m e d i a d o r a d e la oración, la g u a r d a d o r a del p u d o r ,
hecho h o m b r e , que convida á las a l m a s c r i s t i a n a s y fieles á c o n s i d e -
lo p r u e b a d e la contrición, lo disposición al a r r e p e n l i i n i e n t o v a l p e r -
rar á l e s u e r i s t o s u R e y y S e ñ o r , c o r o n a d o d e e s p i n a s y c o l m a d o d e
d o n , la librea de Jesucristo, la cifra misteriosa d e los elegidos y la
i g n o m i n i a s y d e oprobios p o r la S i n a g o g a , su cruel madrastra:
escola d e la salvación e t e r n a . A p r e s u r é m o n o s á llevar i m p r e s a s en
Egredimim, filia Sion, el videleregem Salomonem ihdiademate,
nuestro c u e r p o , como dice el m i s m o S . P a b l o , por la práctica de la
quo coronavit illum mater sua.
penitencia, a l g u n a s señales d e las llagas d e n u e s t r o S e ñ o r J e s u c r i s t o :
Mas, ¿ p o r q u é llama la s a g r a d a esposa dia d e bodas y d e alegría
l.go a s t e a sligmata Domini Jesu in corpore meo porto j C a l a t . c!,
para su d i v i n o esposo, e s t e d i a q u e f u é el de su m u e r t e , el d e su
p o r q u e si s u f r i m o s c o n é l , t r i u n f a r e m o s y r e i n a r e m o s u n dia eter-
ignominia y el d e s u dolor V P o r q u e por m e d i o d e estas h u m i l l a c i o -
n a m e n t e con é l : Si compalimiir, et comgrummus el conqlorifica-
y 1 nes, d e estos insultos y de estas p e n a s ha e x p i a d o g r a n d e s c r í m e n e s ;
t ' i m u r . Asi sea.
p o r q u e ha purificado n u e s t r a s a l m o s , c e l e b r a n d o con ellos s u s d e s -
posorios en el tiempo, p a r a perfeccionarlos en la e t e r n i d a d . Ved
a q u í por q u e este d i a , m a r c a d o con t a n t a s i g n o m i n i a s y t a u t o s
t o r m e n t o s p o r a su p e r s o n a , es un dio d e gozo y d e delicias p a r a su
corazon : In die desponsationis illius, el in die, Iretitim cordisejns.
Es decir q u e el misterio d e la coronocion de espinas ha sido, n o solo
u n misterio d e gloria p a r a Jesucristo, como veremos en el dia d e
m a ñ a n a , sino q u e lia sido t a m b i é n p a r a nosotros, c o m o lo v a m o s
á ver hoy un misterio d e expiación, d e bendición, d e g r a c i a y d e d u r a s y a g u d a s ; con estos espinos asi tejidos c o m p o n e n u n a horrible
salvación. é ignominiosa d i a d e m a , no á m a n e r a d e c o r o n a , siuo en forma d e
¡ A n i m o pues, ó cristianos h i j o s d e la v e r d a d e r a Sion, hijos d e la c a s c o ; y se la p o n e n cu la cabeza. Concluidos estos p r e p a r a t i v o s , s e
Iglesia I salgamos d e nosotros m i s m o s , a b a n d o n e m o s esos p e n s a - a r m a n d e palos con los q u e le c l a v a n esta corona con u n a violencia
mientos y esas alecciones p r o f a n a s , p a r a elevarnos á la a l t u r a d e l a tal, q u e m u y p r o n t o las espinas atraviesan l a p i e l , hieren el c r á n e o
fo. En esta p u r a región d e las cosas d i v i n a s c o n sideremos el a u g u s t o y p e n e t r a n hasta el c e r e b r o . A l g u n a s <le ellas, d e u n a longitud e s t r a -
misterio d e n u e s t r o S a l v a d o r coronado d e espinas: ¿gredimini. o r d i n a r i a , d e s g a r r a u los tejidos delicados d e su cabeza, se a b r e n
filile Sion, et videte re'jem Salomonem in diademate, quo corona- paso al través d e la f r e n t e , ó salen p o r las narices y el p a l a d a r , p o r
vil illuni water sua, y a b r u m a d o por n u e s t r a s a l v a c i ó n , con los los ojos y los oidos, por l a s sienes y las mejillas. L a ' s a n g r e corre p o r
insullos d e la infiel S i n a g o g a , á fin d e q u e p e n e t r a d o s de u n sincero todas p a r t e s , los cabellos y la b a r b a se i n u n d a n , lodo su rostro se
reconocimiento y e n t r e g á n d o n o s e n t e r a m e n t e ¡í él, q u e tanto ha c u b r e d e ella, d e m o d o que, s e g ú n la profecía, J e s ú s se pone desco-
s u f r i d o p o r nosotros, este dia sea v e r d a d e r a m e n t e el d e n u e s t r o s nocido y ni a u n c o n s e r v a la figura h u m a n a ; i .
esposorios espirituales cuu é i , asi como el d e la alegría y el triunfo L a caheza, y el cerebro en p a r t i c u l a r , son las parles m a s delicadas
d e su corazón sobre nosotros : In die desponsalioiiis ¡Uius, et in del c u e r p o h u m a n o ; son el centro de las sensaciones m a s delica-
die latitile cordis ejus. d a s . ¿Quién podría p o r consiguiente, no digo espresar, p e r o ni a u n
i m a g i n a r el dolor atroz q u e esta e o r o n a d o n b á r b a r a hizo s u f r i r á
aquella adorable cabezo, herida asi a u n tiempo con u u a m u l t i t u d
l'Iti lIEItA P A R V E .
d e e n o r m e s espinas ?
A d e m a s , la cabeza es la p a r t e del cuerpo q u e m a s relación tiene
El mal ejemplo d e los q u e m a n d a n e s contagioso, p o r q u e desde c o n el corazon ; ella es el centro d e los m ú s c u l o s , d e los nervios, d e
luego es imitado p o r ios q u e obedecco. Los soldados del pretorio se las venas y d e l a s a r t e r i a s q u e se ramifican en lodos ios m i e m b r o s
p e r s u a d i e r o n q u e Pilatos, su p r e s i d e n t e , no habia d a d o tantas veces d e modo q u e l a m a s leve p u n z a d a que se h a g a en ella causa a t u r d i -
á Jesucristo el titulo de rey de los Judíos, sino por burla, y 110 f u é . mientos, d e s m a y o s y apoplegías. El dolor d e esta coronación debió
necesario m a s , dice S . J u a n Crisòstomo, p a r a q u e , 110 c o n t e n t o s con ' • pues estenderse d é l a cabeza d e J e s ú s á t o d o su c u e r p o , y sentirse ai
haberle a z o t a d o y con haberle cubierto d e heridas y d e s a n g r e , i n - m i s m o tiempo en toda su organización interior. ¡ O escena d e horror!
sultasen l a m b i e n esta soberanía q u e crciau q u i m é r i c a , vistiéndole con Después d e h a b e r s i d o el S a l v a d o r d e s g a r r a d o e s t e r i o r m e n t e p o r los
lodas las insignias y t r i b u t á n d o l e todos los h o m e n a j e s de u n r e y d e azotes con la m a s b á r b a r a c r u e l d a d , es a t o r m e n t a d o a u n h a s t a en
b u r l a s (I I. Ellos le d e s p o j a n p o r s e c u n d a vez d e s u s vestiduras, le la m e d u l a d e los huesos. ¡ A h í a q u í se verifica d e la m a n e r a mas
hacen sentar sobre una piedra, figurando u u t r o n o , y principian á sensible y m a s perfecta la profecía q u e d i c e : Que el S a l v a d o r debia
r e m e d a r en t o r n o de él las oficiosidades a d u l a d o r a s d e los corlesanos h a c e r s e el h o m b r e d e d o l o r p o r q u e se h a b i a hecho el h o m b r e d e
q u e se d i s p u t a n el h o n o r de a c e r c a r s e y de s e r v i r á su s o b e r a n o : Con- nuestra e n f e r m e d a d y d e n u e s t r o p e c a d o : 1 irum do/ormn et seien-
gregavrunt ad eum mimrsam cohortem. (Matth.) ; Ay ! j a m á s fue tem infirmitatem (Ts. 53). M a s j h a y ! no solo es el h o m b r e del dolor
la c r u e l d a d m a s f e c u n d a en ingeniosos artificios p a r a saciar su ciego m a s intenso, siuo q u e t a m b i é n es el h o m b r e d e la i g n o m i u i a m a s
f u r o r , q u e en l a pasión d e nuestro Señor Jesucristo. Ellos f o r m a n a t r o z y d e la confusión m a s p r o f u n d a .
u n a Ircnza d e varias r a m a s d e cierto j u n c o m a r i n o q u e c r e c e e n E n efecto, para u n r e y cuya dignidad real se quería p o n e r en r i -
a b u n d a n c i a en las costas del m a r l l o j o , y c u y a s espinas son largas, dículo, u n a c o r o n a d e espinas e x i g í a un m a n t o ignominioso y un
cetro ridiculo. Asi p u e s , ellos le p o n e n en las espaldas p o r u u m a n t o
real u n h a r a p o asqueroso d e vieja p ú r p u r a , c o m o p r u e b a d e su es-
(I) Quia Pílalos dixit eum llegem Jijdieorurii, schema eicontnmeliieannoniint.
(//àio. SS » ' l f | í | í . }
U) Vidiiuas eum, et non eral aspectus. (/s. 53.)
traila miseria ; y por cetro le ponen en sus m a n o s f u e r t e m e n t e a t a d a s
u n a innoble c a ñ a , á fin d e i n d i c a r , d i c c S . B u e n a v e n t u r a , la vanidad m e n t o s ciegos d e su,astucia cruel, sino p a r a c o n s e r v a r á Jesucristo
de sn titulo d e r e y y la f r a g i l i d a d d e su p o d e r , y t a m b i é n p a r a a fin d e q u e sufriese este nuevo t o r m e n t o , m u c h o m a s ignominioso y
echarle, en c a r a á u n t i e m p o mismo sn ambición y su impotencia l). cruel. E n efecto, él se lisonjeaba d e q u e este exceso de ianominia y
F i n a l m e n t e , p a r a q u e los h o m e n a j e s y los respetos que se a c o s t u m - d e dolor le obligaría á m a n i f e s t a r el g r a n secreto q u e él q u e r í a
b r a n t r i b u t a r á los reyes fueseu c o n f o r m e s respecto á Jesucristo, á descubrir, a saber, si e r a ó n o e l verdadero H i j o de Dios, secreto
la corona q u e a d o r n a b a su f r e n t e , y al cetro q u e tenia en sus m a n o s q n e el silencio y la resignación del S a l v a d o r habían conservado d u -
y al m a n t o q u e le c a b r i a , los soldados s e a g r u p a n a su a l r e d e d o r , r a n t e los azotes sin permitir q u e el príncipe d e las tinieblas lo p e n e -
e bilicando p r i m e r o la rodilla a n t e é l , a p a r e n t a n a d o r a r l e c o m o u n a t r a s e : Contumelia et tormento interrrogemus eum : si veré est
falsa d i v i n i d a d , b u r l á n d o s e d e este modo d e él p o r haber q u e r i d o fin- Filius Dei iSap. a . ; .
girse el v e r d a d e r o Dios f i ) ; después, en medio d e risas i n m o d e r a d a s
Mas este s e g u n d o artificio, á pesar d e s e r t a n b á r b a r o , no le fué
y d e gestos i n s u l t a n t e s , le hacen r e v e r e n d a s ridiculas y le s a l u d a n m a s útil q u e el p r i m e r o p a r a d e s c u b r i r el g r a n misterio q u e la sabi-
i r ó n i c a m e n t e , diciéndolc : Dios te salve, r e y de los J u d í o s : Ét'genu- d u r í a d e Dios q u e r í a ocultarle. Jesucristo en medio d e tan horribles
fíeXO ante ana dic.bant: Ave rcx Judaorum Matth.l. Durante t o r m e n t o s n o hizo prodigio a l g u n o d e los q u e podia h a b e r hecho un
esta e s c e n a , u n o s a r r o j a b a n á su r o s t r o i m p u r a s salivas, otros d e s - h o m b r e Dios, n i díó señal a l g u n a d e impaciencia, d e las q u e nr.
cargaban en s u s mejillas enormes b o f e t a d a s ; estos le a r r a n c a b a n simple m o r t a l no hubiera podido abstenerse. Según l a e l o c u e n t e
la b a r b a y ios cabellos, aquellos le h e r í a n con los p u ñ o s ó con los espresion d e T e r t u l i a n o , él s e m a n t e n í a pacífico y t r a n q u i l o c o m o si
piés, y Otros en fin le a r r a n c a b a n la c a ñ a de las m a n o s y se servían tuviese u n a g r a n complacencia en los t o r m e n t o s q u e s u f r í a : Sagi-
d e ella p a r a clavarle m a s las espinas, y renovar asi lodos s u s d o l o - natus votuplales pacientiie; p o r q u e la c o r o n a y los a t r i b u t o s q u e
res, d e s g a r r a n d o m a s s u s heridas '3!. ; 0 escena de compasión y d e le c n b n a n d e t a n t a ignominia c u m p l í a n los g r a n d e s misterios d e su
h o r r o r , al mismo tiempo I ¡oínoeeiieia c r u e l m e n t e a t o r m e n t a d a I ¡o misericordia p a r a c o n nosotros, y aquel d i a , t a n f u n e s t o p a r a él era
dignidad, o m a j e s t a d del Hijo del v e r d a d e r o r e y del universo, es- el d,a ,1c sus desposorios espirituales c o n n u e s t r a n a t u r a l e z a , el dia
q u e colmaba d e delicias s u corazon : mete regem Salomonem in
carnecida y despreciada I j A y ! ¿ d e q u é guarida h a n salido esas bes-
. ¿¡adémate, gao coromvit illum matee sm, in die desponsationis
tias feroces ? ¿ E n q u é escuela han podido a p r e n d e r u n a s i n v e n c i o n e s
,11,US, et ,n die lamia coráis ejus.
tan b á r b a r a s ?

¡No n o s s o r p r e n d a m o s sin e m b a r g o , n o s dice S . J u a n Crisòstomo, ¡Oh I si el d e m o n i o h u b i e r a sospechado, e s c l a m a S . Atanasio, cuan


d e esos a c t o s d e ferocidad inaudita. Lucifer, q u e h a b í a inspirado á u h l e s d e b í a n ser al g é n e r o h u m a n o y cuan látales al infierno los tor-
esos seres criminales, d e quienes habia t o m a d o posesión, la c r u e l d a d m e n t o s y los oprobios q u e hacia s u f r i r td S e ñ o r , no hubiera inspirado
con q u e azotaron al S e ñ o r , les inspiró i g u a l m e n t e esos n u e v o s a r - s e g u r a m e n t e á s u s satélites t a n t a i n h u m a n i d a d n i t a n t o f u r o r -
tificios ile r e f i n a d a b a r b a r i e p a r a a t o r m e n t a r l e v escarnecerle, y ese P r o c u r e m o s p r o f u n d i z a r h o y para n u e s t r a edificación v nuestra
s e n t i m i e n t o d e horrible complacencia q u e e s p e r i m e n t a r o n en s u s utilidad esos mislerios d e gracia y d e salvación q u e el ¿ ñ o r obró
ignominias y en su dolores, y q u e m a n i f e s t a r o n d a n z a n d o a l r e d e d o r
T ^ f C°" r ^ T ' f 3 y SUS -v < ' , , e d d e ' » ™ i » « o e m -
d e él como frenéticos M). Así pues el d e m o n i o n o hizo cesar la 11a- prendió c u a n d o se o b r a b a n para su r u i n a . Y para comprender el
gelacion del S e ñ o r ni d e t u v o los brazos de los s o l d a d o s , ¡ o s t r u - misterio de las espinas es necesario, dice el A n t i o q u e u o , r e m o n -
i i ) Illuilcbaiu ei tauquam voleuli regnare, el non vaiolili, {siedi:, e. i¡6.) tarnos a la maldición t e r r i b l e q u e Dios f u l m i n ó c o n t r a A d á n , c u a n d o
3 ) Adorali.-,ni, illudrutes quasi scipsum Di-nm false dixissel. (Dep in -Stare.) e d i j o : 1.a tierra s e » m a l d i t a p o r ti, y no p r o d u c i r á m a s q u e
'3; fi' pcrcnliebanl capul ejus annidine, et oonspuebant eum ; {.ìlare.) et di- a b r o j o s y e s p i n a s . Esta maldición pues con q u e f u é h e r i d a e n t o n c e s
lani ei alapas; (Joan, el illliserant ei. (Malli,.) la tierra m a t e r i a l y visible no fué otra cosa q u e el velo v la figura

! i ) niabolus eral, qúi universos ¡¡ios lune occupata, il quasi ad clioraam


concitai,ai, volnpiotem c.v conlumeliis capicules. (Htm. 88. in Siali/,.) íulu? ° ; a b 0 l U S ° i , Í l 0 S M " C t e Í I ' "' ¡
6 » « n s e a omnia noxia sibi
inlura. (Sem. de Poss.Dm,.)
de una maldición todavía mas terrible c o n q u e fué herida lambien que la diadema de ignominia, que nos esperaba en los infiernos, se
la tierra invisible y espiritual del corazon humano. Los abrojos y eonvirtio para nosotros e n u n a diadema d e gloria q u e tenemos ya
las espinas, d e q u e la tierra comenzó á ser tristemente fecunda desde derecho á recibir en el reino de los cielos (1).
aquel momento, no fueron otra cosa que el símbolo de la fecundidad Jacob tuvo presente sin duda este misterio cuando bendijo á su
todavía mas funesta del corazon del hombre que, estéril desde en- hijó José, y Moisés lo vió también cuaudo repitió la misma b e n d i -
tonces en v irtud y en justicia, no produjo mas q u e vicios y pasiones, ción en estos términos : La bendición de Aquel que apareció en la
n a d a mas que obras inútiles ó injustas, capaces de herir el alma con zarza vendrá sobre la cabeza de José, y sobre la cabeza del Naza-
las espinas aceradas del remordimiento, y buenas solo parar ser reno, el primero entre sus hermanos, o [Deut. 33.) En efecto, el
arrojadas al fuego ( i ) . evangelista S. Mateo no nos permite dudar que José fué en esta
Pues bien, Jesucristo, aun cuando estaba vestido de nuestra carne circunstancia la figura de Jesucristo, porque dice que los profetas
V de nuestro pecado, aunque se' bahía sustituido ti nosotros, no habian anunciado que el Salvador se llamaría ¡Nazareno : llietum
podía cargar con la realidad de esta maldición, porque era esencial- esl per prvphetas, qwmiam .\azareus vocabiti/r (Matth. 2¡. V
mente santo, justo y bendito, autor de toda justicia, de toda s a n - notad que. Moisés añadió á la bendición d e Jacob estas palabras :
tidad y d e toda bendición. Por consiguiente solo lomó de ella el « La bendición de Aquel que apareció en la zarza, ó en medio de
signo esterior y visible; solo tomó la figura, es decir las espiuas ma- las espinas : llenedictio ¡Uius qui appantil in rxtbo. •• Por consi-
teriales que traspasaron su cabeza y estendieron el dolor y el s u f r i - guiente, la bendición de José nacia de la zarza, ó de otra m a n e r a ,
miento por todo su cuerpo. procedía del mérito de las espinas colocadas en la cabeza del N a z a -
Así pues, la corona dolorosa, prosigue el venerable Bcda, con que reno. Mas como Jesucristo no ticue necesidad do ser bendecido,
el Señor permilió que ciñesen su cabeza, significaba nuestros peca- porque lo es eternamente, porque es el origen tle toda bendición, se
dos, cuya responsabilidad y cuya pena habia lomado sobre s í , y que, signe de aquí que d e su cabeza descendió la bendición sobre nos-
semejantes á agudas espinas, son la única producción q u e germina tros q u e somos s u s h e r m a n o s ; y así se cumplió igualmente esta otra
en el terreno ingrato de nuestro corazon Í2). profecía de J a c o b : Todas las naciones de la tierra serán benditas en
Mas todos los misterios de nuestro Salvador fueron eficaces para esta cabeza divina, indignamente atravesada por todas p a r t e s ; El
nosotros. La cabeza de Jesucristo sigüilica, según San Pablo, su benedieentur in eo omnes tribus terree.
divinidad. Por consiguiente, al consentir Jesús, dice Teolilaclo, en ¡O bondad del Padre celestial, de haber elegido la cabeza augusta
ser atravesado de espinas, y al aceptar su oprobio y su dolor, las de su Hijo muy amado para colocar en ella el signo de nuestra mal-
destruyó y aniquiló en cuanto Dios, y por lo mismo nos mereció dición y de nuestra esterilidad, y convertirlo despues en un origen
entonces que la triste fecundidad de males se convirtiese para nos- fecundo de bendiciones para nosotros! ¡ O a m o r inmenso de J e s u -
otros en una fecundidad dichosa de bienes. cristo, que consintió ser traspasado cruelmente por nuestras espinas
¡ Bendita sea esta preciosa corona I esclama en estélugar Orígenes. tí fin de bácer descender sobre nosotros esa unción celestial de gra-
En ella y por ella ha borrado Jesucristo la antigua maldición. V asi, cia y de salvación q u e ha obrado y obra continuamente en nuestras
añade un autor protestante, que seguramente no es sospechoso de almas tantos y tan señalados prodigios 1 En efecto, esta unción di-
misticismo, nuestra maldición q u e habia comenzado por las espinas vina nos hace fecundos p a r a el bien y cura la esterilidad del suelo
concluyó también por las espinas (3). Esto hizo decir á S. Gerónimo de nuestro espíritu y d e nuestro corazon ; ella conviene su jugo
emponzoñado y amargo en una sávia preciosa que hace germinar en
(1) Protoplasto in peccatum prolapso diserat Dominus : Maledieta torra nuestra alma las plantas saludables de los santos pensamientos, las
ni opere loo; spinas et tribuios gcmiinavit tibí. Quod est apette dicere ;
flores olorosas de los castos afectos y los frutos esquisitos de las
Conseienlia toa poorlíoors libi, el acóleos procreare non dcsinet. [Ir. liare.)
(2) Per spiueain eorooom susceplio peoralorom nostrorom designatur : quíe, buenas obras. Ella hace que nuestro espíritu tan vano pueda esperi-
sieut spinas, térra nostri eoidis germinal. {Calen, in loan.)
(3) Malcdiclio in spini; ctrpit, et inspiois de-iil. (6'rotáis in Ulal/h.) (I) Spinea corona eapitis ejus diadema l-egui adepli sunius. {/o liare.)
m e n t a r la v e n t u r a d e h u m i l l a r s e delante d e Dios, d e p e n s a r en Dios, a l t e r a r su p u r e z a interior. Es decir q u e en c u a l i d a d de h o m b r e
d e m e d i t a r e n la magnificencia y en la b o n d a d de D i o s ; ella hace pudo recibir en sn h u m a n i d a d las m a n c h a s d e s a n g r e impresas p o r
q u e nuestro eorazon tan d u r o sea sensible á las insinuaciones d e la nuestros p e c a d o s ; porque en cualidad d e Dios n o habia podido reci-
g r a c i a , que. se embellezca c o n santos t r a s p o r t e s del a m o r d e Dios, birlas en s u vestidura d e g l o r i a . Así p u e s , el g i r ó n de p ú r p u r a , con
y q n e se d i l a t e en obras d e c a r i d a d p a r a con el p r ó j i m o . F i n a l m e n t e q u e se deja c u b r i r de u n modo tan a f r e n t o s o p a r a su d i v i n a p e r -
ella cuasi n o s hace m u d a r d e n a t u r a l e z a , p u e s q u e , p o r m e d i o d e s o n a , es el símbolo d e la v e r g ü e n z a y del r u b o r q u e debia estenderse
esta unción celestial, la oliva silvestre se u n e en nosotros á la oliva sobre la f í e n l e d e ios h o m b r e s p o r los pecados q u e hal.ian cometido
fructífera ; el s a r m i e n t o estéril á la vid f e c u n d a , y por u n prodigio y q u e c o m e t a r i a n a u n c o n su lujo d e s e n f r e n a d o y su vanidad e s c a n -
a d m i r a b l e , p o d e m o s coger f r u t o s deliciosos d e la -higuera maldita, dalosa. Alas al vestirse d e u n deshonor q u e en realidad n o podia
rosas f r a g a n t e s d e la z a r z a esterll, y el racimo m a s d o r a d o del p a - llegar a el, lo e s p i ó , lo b o r r ó , y nos a s e g u r ó la g r a c i a de p o d e r li-
raíso de la p a r r a silvestre. Asi se c u m p l e la v e n t u r o s a profeeía q u e b r a r n o s d e é l , él n o s merecí,, i g u a l m e n t e la g r a c i a d e p o d e r r e n u n -
n o s promete q u e , c u a n d o el S e ñ o r se d i g n e h a c e r descender d e su o a r - a l l u j o y á las v a n a s p o m p a s , y d e a m a r la sencillez v la m o -
cabeza la unción d i v i n a d o s u s bendiciones sobre nosotros, la tierra destia en n u e s t r o s v e s t i d o s ; él n o s mereció el deseo sincero d e
d e nuestra a l m a producirá los m a s csquisllos y a b u n d a n t e s fru- a d o r n a r n u e s t r o c u e r p o con las j o y a s preciosas d e su abatimiento
tos ( f ) . V d e s u p u d o r en la t i e r r a , p a r a p o d e r l o vestir u n dia eu el cielo
M a s el Señor en su misericordia hizo c u m p l i r otro misterio n o con el brillante esplendor de su c u e r p o glorioso ( i ) .
menos consolador, c u a n d o p e r m i t i ó que. los s o l d a d o s movidos p o r M a s ¿ q u é diremos d e la ridicula c a ñ a q u e J e s ú s c o n s i n t i o t e n e r en
su ferocidad a u m e n t a s e n su ignominia colocando en su espaldas u n s u s m a n o s ? ¡ A h 1 ella representa nuestra fragilidad y nuestra in-
a n d r a j o d e p ú r p u r a , d e s p u e s d e haberle despojado de s u s v e s t i d u - constancia, a s í como las espinas r e p r e s e n t a n nuestra esterilidad,
r a s . Isaías había visto y a en espíritu al Mesías cubierto con este p o r q u e el S a l v a d o r quiso e x p i a r por nosotros todos estos vicios.
m a n t o d e oprobio, y h a b i a esclamado dirigiéndose á é l : a S e ñ o r , N i n g u n o o t r o símbolo m a s q u e la c a ñ a , p l a n t a h u e c a , f r á g i l , m o -
;. por q u é os veo con ese vestido rojo 1 ¿ p o r q u é v u e s t r o s vestidos s e m b l e y leve, podia espresar m e j o r , dice O r í g e n e s , n u e s t r a g r a n d e z a
parecen á los d e los v i ñ a d o r e s q u e pisan la u v a y esprimen el vino i m a g i n a r i a en esle m u n d o , g r a n d e z a fugitiva c o m o la sombra,
e n el l a g a r ? » Y el S e ñ o r le r e s p o n d i ó : o 1.a s a n g r e d e los h o m b r e s n u e s t r a vanidad ridicula, n u e s t r a fuerza p r e s t a d a , n u e s t r a ciencia
h a caido sobre m í , y mis vestidos h a n q u e d a d o m a n c h a d o s y e m - rica de p a l a b r a s y p o b r e d e e r u d i c i ó n , y a d e m á s q u i m é r i c a , o r -
p a p a d o s en ella ( l s . 62 !. » P a r a c o m p r e n d e r el s e n l i d o d e esta res- gullosa y Sin solidez. ¡ A y I sobre esta c a ñ a d e la g r a n d e z a del siglo
puesta, es necesario r e c o r d a r q u e m i e n t r a s q u e el V e r b o eterno y d é l a ciencia p u r a m e n t e h u m a n a , f r u t o del delirio m a s bien q u e
e s t u v o en los ciclos y en el seno d e su p a d r e no tuvo otra vestidura d e la razón d e los filósofos, es sobre la q u e se a p o v a n los h o m b r e s ,
q u e el esplendor divino d e su gloria ( P s . 1 0 3 ; ; y q u e esta vestidura y esta c a ñ a , i m p o t e n t e p a r a sostenerlos, r o m p i é n d o s e e n t r e sus
divina, siempre blanca y s i e m p r e p u r a , n o podia recibir mancha mimos, los hiere y los dejo c a e r en el f a n g o d e todos los vicios v en
a l g u n a . P o r esta razón q u e r i e n d o al Señor d a r á s u s discípulos en el a b i s m o de lodos los e r r o r e s . P o i q u e en efeelo la falsa s a b i d u r í a
el T a h o r u n a i m a g e n d e l a gloria q u e le rodea en c u a l i d a d d e H i j o unida ;, la p r e s u n c i ó n , á la vana confianza en si mismo, v al orgullo
d e Dios, se hizo ver d e ellos, con el rostro r e s p l a n d e c i e n t e como el q u e era en la q u e se a p o y a b a n n u e s t r o s p a d r e s gentiles a , . í e s d é
sol, y las v e s t i d u r a s d e u n a b l a n c u r a d e s l u m b r a d o r a como la h a c e r s e c r i s t i a n o s , „ o hacia otra cosa que condensar nuestras
nieve ÍMatth. 17). Mas c u a n d o al h a c e r s e h o m b r e se vistió en la tinieblas en vez de d i s i p a r l a s , y a u m e n t a r n u e s t r o s vicios en vez d e
tierra d e n u e s t r a carne m o r t a l y e n f e r m a , este vestido corporal y curarlos ¡2).
t e r r e n o p u d o recibir m a n c h a s esteriores q u e le. hiciesen parecer
i n m u n d o á los ojos d e los h o m b r e s , mientras q n e n i n g u n a cosa p e d i a (I) Reformaba coi-ptis humiliiaüs Hostia «ÍÉguralum «ornoH clarilalís
i Pttihp, 3.)
(2; Calamus ¡11- mvslerium fuil ! c ep! r i vaai etíragilis, 5„p,rq„em keilmbek,-
(I) Donrioire dabil lieoigoiiatem, el ierra noítra dabi!froclinn mam. 'P>. s¡.) ' amerpiam erederemus. [Traci. 35 « Malih.)
Sin embargo, no solo toma Jesucristo la caña en sus divinas objetos de complacencia, monumeutos de estabilidad y de fuerza
manos, sino que consiente también que se sirvan de ella para clarar espiritual mientras estamos en sus manos, cuando llegamos a caer
las espinas mas profundamente en su cabeza, y que se convierta de ellas, volvemos al momento á nuestro antiguo estado, á nuestra
p a r a él en un nuevo instrumento de dolor. De este modo nos mani- temeridad primitiva, nos volvemos cañas, impotentes para hacer
fiesta que. desde el momento c-n q u e Adán pretendió hacerse seme- bien alguno respecto á nosotros, y capaces únicamente de hacernos
j a n t e á Dios, el orgullo de sus hijos habia crecido tanto que tenian respecto á Dios un objeto de ofensa, de deshonor y de insulto.
la pretensión de atormentar la cabeza misma de Dios, negando Asi p u e s , ; o amable Jesús 1 mi suerte esta en vuestras m a n o s ; mi
sus palabras y disputando su autoridad; mas al t o m a r el Señor e n perseverenéia y miisalvación están en vuestro poder (i's. 30 . | A h í
sus manos este símbolo de nuestra fragilidad, lo afirmó de tal m a - estrechad fuertemente en vuestras manos divinas la caña de mi f r a -
nera que. aquel que cree y confia en él no es ya, dice S. Ambrosio, gilidad ; no la dejéis caer. ¡ Dichosas las almas fieles q u e vos guar-
una caña agitada por los vientos de las malas doctrinas y de las dáis! ellas 110 son presa del infierno, y cuando mueren á los ojos
pasiones vergonzosas; él adquiere la convicción de la fe y la fuerza del mundo, van á descansar en paz en el seno de Dios.
de la gracia que recibe de los sufrimientos de Jesucristo (I). Oríge- Finalmente la soldadesca insolente añade á lodos estos ultrajes
nes añade que al recibir Jesucristo de nuestras manos la caña, la sus adoraciones burlescas y sus homenajes ridículos; ella le escarnece
trocó con el madero de su cruz, y que al vestirse de nuestra flaqueza, como á un dios de burlas y como a un rey de teatro. Pues bien, al
nos comunicó su fuerza á fin de que pudiésemos triunfar de nos- someterse, el Salvador á los insultos dirigidos contra su persona, su
tros mismos. E n vez del apoyo frágil de nuestra propia fuerza que soberanía y su divinidad, expió las innumerables impiedades, el
n o podría librarnos de perecer, puso en nuestras manos el cetro de culto abominable y las impuras supersticiones con que los pueblos
su reino celestial, la vara maravillosa de su poder divino, que es la del gentilismo ultrajaron al verdadero Dios, doblando la rodilla
única que puede sostenernos en los caminos de la justicia cristiana y ante las obras de sus manos y aute las pasiones de su corazon, y
ponemos en posesion del reino de Dios. prostituyendo á los vicios y á las criaturas la adoracion suprema
que únicamente se debe al Criador. Él expío los excesos de la hipo-
Por consiguiente nuestro Salvador toma en sus manos esla caña
cresía y del culto material y aparente con q u e los Judíos, alterando
d e ignominia para hacer fuertes é invencibles á los q u e esta planta
el espíritu de la verdadera Religión, insultaban al verdadero Dios
figura. Nosotros, lo mismo q u e la caña, somos flexibles, frágiles,
en vez de honrarle. Él expió finalmente los sacrilegios, la religión
leves é inconstantes. Nosotros tenemos un corazon vano, vacío de
afectada y la piedad fingida de que un gran número de cristianos
méritos y de sentimientos virtuosos; pero si Jesús nos toma en sus
habia de hacerse culpable hasta el fin del m u n d o ; y en tanto que,
manos y nos llena de su gracia; si nos comunica la fuerza de su
con el mérito de sus oprobios satisfacía por todos los ultrajes he-
santo Espirito y nos da un corazon generoso y ardiente, entonces
chos á la majestad de Dios, alcanzaba á los hombres la gracia del
nos liaremos fuertes, constantes, intrépidos, capaces de superar
verdadero culto, dei culto interior, del culto del espíritu y del cora-
lodos los obstáculos, de vencer todas las dificultades y de poder
zon. Con este culto sincero y eficaz debian los verdaderos cristianos
decir con S. Pablo : ct Yo lo puedo todo en Jesucristo y por J e s u -
adorar un dia en espíritu y en verdad un solo Dios en tres personas,
cristo que me fortifica: Omniapoáúm in corroboran/e )«e Chrislo.»
uu liombre-Dios, Salvador del m u n d o , y gloriarse de pertenecer á
(Philip. 4 . j u x l a G i i c c . iect.
él como sus criaturas, sus súbditos y sus discípulos.
Y sí por el contrario caemos de sus manos, al momento nos vol-
¡ O misterio d é l a coronación de J e s ú s ! misterio tan doloroso y tan
vemos cañas, y no podemos hacer otra cosa que ofenderle; esta es
•humillante para él, como consolador y glorioso para nosotros! ¡ O
toda nuestra habilidad, toda nuestra ciencia. Cetros d e gloria,
sabiduría infinita d e Dios, que lia convertido los may ores escesos de
crueldad de los hombres en medios eficaces para su santificación y
I A:nudo comprebenditur iu mami ejus, ut humana ¿tagüitas non sicnt su salvación! ¡ O poder de Dios sobre los corazones de los hombres,
arundo movealur á vento, sed operibus Cbristi corroboráis Grmctur. (/« pues que los h a obligado á reconocer en Jesucristo coronado d e
espinas el verdadero Salomon, el verdadero rey ceñido con una mientos lascivos, de complacencias criminales, de afecciones volup-
auréola de gloria! Venid pues, hijas de la verdadera Sion, venid á tuosas, de sentimientos de odio, de deseos de venganza, de cálculos
triburtarlc los homenajes de vuestra fe, d e vuestra reconocimiento de ambición, de Ideas de vanidad, de proyectos de injusticia, de
y de vuestro amor, venid y adorad este misterio tan delicioso p a r a fraude y de opresión ?
su Coraron, que le hizo descender hasta nosotros p a r a elevarnos y Ved aquí también otros espinas que ie preparan los cristianos. El
unirnosespiritualmenteá si : ligredimini, filia Sion, el videte re- mismo Jesucristo dijo en la parábola del sembrador, q u e la palabra
gem Salomonm in diailemate, qvo coronavit illum mata: sita, in de Dios que cae entre las espinas es la q u e cac en el espíritu y en el
die desponsationis tilias, in die laliliK eordis cjus. corazon de los hombres entregados á los cuidados d e las riquezas,
de los honores y de los placeres de la vida, y q u e en ellos queda aho-
SBCUSIM I'ABTE gada ; esos corazones son tierras estériles q u e 110 producen fruto al-
guno para la vida e t e r n a ; y la prueba de esta verdad se encuentra
El Señor se habla quejado y a p o r boca de su profeta en estos eu los pecadores y en los hombres mundanos, si es que m e están es-
términos: « ¿ E s posible que el hombre llegue hasta el punto de c l a - cuchando algunos. En efecto, la palabra d e Dios que anuncio en
var á su Dios ? Y sin embargo, o Judíos, yo q u e soy vuestro Dios este momento los deja fríos é indiferentes, porque las espinas de los
he sido clavado por vuestras m a n o s : Siaffigel Jiomo Dcum, qttiu pensamientos viciosos y de los cuidados profanos han tomado en
vosconfigilisme. » El pueblo 110 comprendió entonces esta r e c o n - ellos tal incremento, que lian formado en su corazon una selva hor-
vención. ; V de que manera, Señor, oshemos clavado*? ¡n guocon- roroso de malezas que ahoga todos los piadosos sentimientos de la
figimuste?» [Malaeh. S.) Profecía bastante clara q u e fué cumplida gracia, todas las semillas preciosas de la salvación eterna. ¡ Tierras
literalmente en el pretorio d e Pílalos, donde unos hombres impíos ingratas I ;Alninsdesvenlurodas, dice S. Pablo, que, después de h a -
y crueles introdujeron, como acabamos de ver, una corona de espi- ber sido regados obundantemente con la lluvia de las bendiciones
nas en la cabeza adorable del Hijo de Dios. Ingrata Judea, viña de celestiales, v uelven á caer eu la antigua maldición de que las espi-
maldición que, eu vez del racimo escogido q u e el divino labrador nas del Sallador las h a b í a n librado (1) I
tenia derecho á esperar de ella, solo le h a dado una cosecha de P o r otro parte, nuestro Redentor, sobre c u y a cabezo han colocado
espinas (1) I nuestros pensamientos licenciosos una corona de espinas, está t a m -
Pero j ay I Jesucristo es tratadohov de la misma manera por una bién cubierto con un vil andrajo de púrpura ensangrentada. V en
gran multitud de cristianos; de modo q u e pudiera quejarse también efecto, ¿ en qué h a venido á parar nuestra estola preciosa lavada cu
de que nosotros le herimos y le traspasamos. ¿Y qué otra cosa sino la sangre del Cordero y resplandeciente como una púrpura real, la
espinas agudas presentan á este Dios Salvador los incrédulos presun- estola de los méritos y de la gracia de Jesucristo y de las virtudes
tuosos que en el seno mismo del Cristianismo, elevándose y perdién- teologales con que fuimos revestidos en nuestro bautismo ? Qtticum-
dose en las nubes de sistemas vergonzosos, sacrifican la fe cristiaua '/uemWpati fstis, Cltristuin. induistis. ¡ A h ! ¡apénas ira quedado
á los delirios de una filosofía absurda y estravagante?¿No son t a m - un girón desgarrado por ios vicios, ensangrentado por los odios, las
bién espluas lo que le ofrecen los herejes orgullosos que vagando injusticias y ios escándalos con que liemos causado la muerte de
de secta en secta, de estravio en estravio, prefieren sus opiniones á tantas almas inocentes! ¿ Qué ha sido d e nuestro cuerpo, santificado
los dogmas, sus errores á la verdad, su razón individual a la razón por Jesucristo y en el que Jesucristo se digna ser representado, que
general, y los abortos monstruosos de s u s cerebros enfermos a la f é recibió de él las vestiduras de la simplicidad, de la modestia, del
oonstantey uniforme de la verdadera Iglesia? ¿No son finalmente es- • pudor, de la edificación y de esa mortificación de Jesucristo, que
pinas lo que le prepara esa multitud de malos católicos, cuyo espí- deben edificar al prójimo ? Él manifiesta apenas alguna señal este-
ritu y cuyo corazón nadan eu un f l u j o y reflujo continuo de pensa-
11 > I erra rape vceieelcra super te l a t a * ¡uilirpii, proferens aulem i,linas,
(1) li\¡e-"ln\il ul lacere! uvas, feeil auiem labres:as' [ts. 5.) reproba c.t. el malcliclio pnnima. (liebr. 6.)
r i o r d e Cristianismo, débil recuerdo d e su a n t i g u o f e r v o r ; por lo
fanan las leyes d e Jesucristo, sino q u e l e niegan todo c u l t o . Y ¿ q u i é n
d e m á s , él está cubierto d e l u j o , d e molicie, d e p ú r p u r a s a f e m i n a d a s
es el q u e , en el i n t e r i o r de su casa y e n t r e su familia, dobla la ro-
c u y o principio es la indecencia, cuyo o b j e t o es l a v a n i d a d , c u y a r e -
dilla para t r i b u t a r al Dios a u t o r de nuestro s e r , á r b i t r o d e n u e s t r a
gla son las m o d a s , y q u e solo son u n escándalo á los o j o s d e los h o m -
v i d a , s e ñ o r , j u e z y rey d e n u e s t r a s a l m a s , la adoracion q u e le es d e -
bres y un m a n t o d e d e s h o n o r á los o j o s d e D i o s ; m a u l o ignominioso,
bida p o r d e r e c h o n a t u r a l ? Aun en los mismos templos, á los q u e
d e s t i n a d o á ser t r a n s f o r m a d o u n dia en vestidura d e maldición q u e
g e n e r a l m e n t e se va o b l i g a d o p o r la c o s t u m b r e , por el bien p a r e c e r ,
n o s r o d e a r á de llamos devoradoras y n o s c u b r i r á e t e r n a m e n t e d e
p o r la curiosidad ó por los respetos h u m a n o s , h a y muchos q u e
d e f o r m i d a d y de. vergüenza (I .
solo le t r i b u í a n a l a b a n z a s m e r c e n a r i a s , a l a b a n z a s v a n a s en los q u e
E n tercer l u g a r , se observan las l e y e s d e los s o b e r a n o s , se t e m e n
el corazon no t o m a p a r t e a l g u n a , a l a b a n z a s q u e n o están a n i m a d a s
s u s castigos y se a g r a d e c e n s u s r e c o m p e n s a s . Diré m a s : ¿con c u á n t a
por n i n g ú n s e n t i m i e n t o de religión ni de. p i e d a d . O t r o s m u c h o s ,
e x a c t i t u d no se observan las c o s t u m b r e s , l a s conveniencias, los de
c u a n d o n u e s t r o Dios y Señor está s o l e m n e m e n t e cspueslo en la Sa-
beres, en u n a p a l a b r a les leyes del m u n d o , ó lo q u e es lo mismo, del
g r a d a Eucaristía para recibir el h o m e n a j e d e su pueblo, ó c u a n d o s e
demonio q u e es el p a d r e de este siglo d e c o r r u p c i ó n ? Y siu e m b a r g o
i n m o l a p o r la gloria d e Dios y por la salvación d e ellos en el tre-
estas leyes son g e n e r a l m e n t e m a s r i g u r o s a s q u e l a s del E v a n g e l i o .
m e n d o saerlllcio del a l i a r , p e r m a n e c e n en pié en su p r e s e n c i a , c o u
Y ¿ c u á n t o s gastos n o hacen los h o m b r e s , á c u á n t o s peligros no se
el espíritu d i s t r a í d o y el corazou disipado, sin h a c e r l e n i n g ú n saludo,
esponen y á c u á n t o s sacrificios no t i e n e n q u e r e s i g n a r s e p a r a m e r e -
sin dirigirle n i n g u n a súplica, b u s c a n d o con s u s m i r a d a s v a g a s los
cer la aprobación del m u n d o y librarse d e s u c e n s u r a ? Y bien, ¿ 110
ídolos p r o f a u o s , inclinándose a p e n a s á ta elevación del a u g u s t o s a -
es esto reconocer en el d e m o n i o y en las p o t e s t a d e s d e la t i e r r a u n a
c r a m e n t o , é insultándole á su p r o p i a vista en el tiempo y en el lu-
a u t o r i d a d positivo y real, u n cetro d e oro ó de hierro.' M a s en c u a n t o
gar m i s m o q u e está d e s t i n a d o á a d o r a r l e .
al r e y del cielo, ¡ a y ! se violan s u s l e y e s y s u s p r e c e p t o s ; los cristia-
Y b í e n , ¿ n o e s e s t o t r i b u t a r á D i o s n n culto m o m e n t á n e o , u n cullo
n o s se hacen sordos á su v o z ; desprecian s u s i n v i t a c i o n e s : no se
d e simple.ceremonia y d e p u r a a p a r i e n c i a ; u n culto hipócrita, irri-
mueven p o r sus e j e m p l o s ; son insensibles á s u s g r a c i a s : no d a n va-
sorio, é i g u o m i n i o s o ; un culto d e adoracion lingida y d e v e r d a d e r o
lor alguno á s u s r e c o m p e n s a s : p r o f a n a n s u s t e m p l o s ; menospre-
u l t r a j e ? ¿ N ó es esto, c o m o decía g i m i e n d o u n P a d r e d e la Iglesia, mi-
cian s u s s a c r a m e n t o s ; se rien d e sus juicios y d e sus venganzas. Solo
r a r los misterios d e Jesucristo c o m o u n a representación, honrarle
Jesucristo es t r a t a d o c o m o u u r e y d e quien no h a y bien a l g u n o q u e
como á un r e y d e b u r l a s , y adorarle c o m o á un dios d e t e a t r o ? fíeum
esperar, n i m a l a l g u n o q u e t e m e r ; como u n rey cuyas p r o m e s a s son
seeam fucilis. N o es esto r e n o v a r en su t e m p l o los Insultos y las
fabulosas y c u y a s a m e n a z a s son q u i m é r i c a s , y q u e por lo m i s m o es
burlas q u e sufrió en el Pretorio, insultos y b u r l a s tanto m a s h u m i -
t a n i m p o t e n t e para castigar al q u e le u l t r a j a c o m o p a r a r e c o m p e n -
llantes p a r a é l , t a n t o m a s sensibles p a r a su corazón, c u a n t o q u e los
s a r al q n e l e h o n r a . Y ¿ n o es esto n o reconocer e n él m a s q u e u n po-
J u d í o s al menos n o h a b í a n puesto en ridículo s u d i g n i d a d real sino
d e r v a n o y q u i m é r i c o ? N o es esto p o n e r l e en la m a n o , en vez d e c e -
p o r q u e no creían en é l , m i e n t r a s q u e los cristianos católicos i n s u l t a n
t r o , u n a c a ñ a ridicula y d e s h o n r o s a ?
y desprecian á Jesucristo en el tiempo m i s m o en q u e se glorían d e
F i n a l m e n t e , el h o m e n a j e q u e los m a l o s cristianos t r i b u t a n á J e -
reconocerle p o r su rey y d e creer en él c o m o en su Dios ?
sucristo es s e m e j a n t e á l a s insignias d o l o r o s a s y h u m i l l a n t e s con q u e
N o d i g á i s q u e v u e s t r a s espinas y v u e s t r o s ' u l t r a j c s n o pueden y a
le visten. ¡ A y ! si s e c s c e p t ú a u n p e q u e ñ o n ú m e r o d e a l m a s piadosas
o f e n d e r al cuerpo s a g r a d o d e Jesucristo, p o r q u e reina feliz v lleno
y fieles q u e , no contenías con c u m p l i r e x a c t a m e n t e las l e y e s d e l
d e gloria en los c í e l o s : In quo canfigimus te? P o r q u e si Jesucristo
E v a n g e l i o , ofrecen cada dia y a u n m u c h a s veces al dia el t r i b u t o d e
110 p u e d e y a s u f r i r en su persona, no es menos i n s u l t a d o á los ojos
s u s adoraciones, d e su culto y d e s u s oraciones al Dios del Evangelio,
de los incrédulos y d e los infieles, como dice S a l v l é n o , p o r los u l t r a -
la Inmensa m a y o r í a d é l o s cristianos d e n u e s t r o s d í a s n o solo pro-
j e s públicos q u e recibe d e los c r i s t i a n o s ; n o es menos despreciado,
según ellos, en su n o m b r e , en su religión y en su ley. Si él no s u f r e
(1} Indnpi nmledictionem sien! vestimeiiinm. (/';. ios.)
y a en su c u e r p o real, sufre en su cuerpo místico, es decir en su Igle-
sia, q u e queda envilecida y d e s h o n r a d a á los ojos d e los herejes por
la conducta escandalosa de m n c h o s católicos. Y asi c o m o el Señor
a m o á su Iglesia m a s q u e á su c a r n e , s u p u e s t o q u e e n t r e g ó su c a r n e
á los golpes y á los oprobios por la salvación d e su Iglesia, Dilexit CONFERENCIA VIGÉSIMA SEGUNDA.
Ecelesiam, et Iradidií semetipsum pro ea ( E p h e s . ó¡; asi l a s h c r i d a s ,
y las i g n o m i n i a s q u e s u f r e en su c u e r p o místico le c a u s a n m a s dolor
q u e l a s q u e recibió en s u c u e r p o r e a l ; así es q u e h a b i e n d o s u f r i d o • - , s '•"•¡filia* do la d i g n i d a d r e ñ í d e J e s u e r l m o .
estas con u n a paciencia inalterable, t o m a r á un dia d e aquellas u u a
venganza terrible.
Ilex pucificus maprífieatui atsuper mnei
Cesemos p u e s , a m a d o s h e r m a n o s , d e t r a t a r c o m o á u n dios d e reqei ierra: eujiu vulíum desideral uni-
versa Ierra.
m a d e r a , como a 1111 r e y d e b u r l a s , al Dios d e m a j e s t a d y d e gloria,
al rey inmortal d e los siglos. No seamos tan t e m e r a r i o s n i t a n insen- El rey ratifico excedió ú lodos los reyes del
mundo cu opulencia y en sibidorlá ; y toda la
satos que p r o v o q u e m o s c o n t r a nosotros la indignación y lo justicia lierrn desea ier MI rostro.
d e un soberano c u y o p o d e r n o se limita á la vida ni al tiempo, sino lia Veso. Noliv. et III. Ref. 10.:
q u e se estiende m a s allá d e la m u e r t e y p o r toda la e t e r n i d a d .
Despojémonos d e n u e s t r o s m a l o s hábitos d e sacrilegio y d e insulto
á la majestad d e Dios. I n á m o u o s á las v e r d a d e r a s h i j a s d e Sion, á El reino d e Jesucristo 110 es político, sino religioso; n o es terreno
las almas religiosas y f i e l e s : Egredimini, filiar Sion. Y en el Dios sino c e l e s t i a l ; n o es h u m a n o sino d i v i n o ; no es t e m p o r a l , sino
que a d o r a m o s e n la Eucaristía, contemplemos con frecuencia al Dios e t e r n o . El r e i n o d e Jesucristo es s u F e , su I g l e s i a , su Religión. E n -
coronado d e espinas por los J u d í o s y lleno d e oprobios p o r nuestro gañarse, como los J u d í o s , acerca del carácter y la naturaleza de s u
a m o r : t í nidele regem Salomonein in diademate, guo coronavil reino, es l o mismo q u e e u g a ñ a r s e acerca d e la verdadera Religión,
illwm mater sua. Meditémosle en este e s t a d o con u n a fe viva, ado- acerca d e la v e r d a d e r a I g l e s i a ; es p e r d e r l a v e r d a d e r a F e ; es perder
rémosle con u n a piedad sincera, h o n r é m o s l e c o n u n a h u m i l d a d p r o - el v e r d a d e r o c a m i n o d e la salvación e t e r n a .
f u n d a , alabémosle con u n a devocion afectuosa y amémosle con el P u e s bien, como era de la m a y o r i m p o r t a n c i a para nosotros q u e
a m o r m a s f e r v i e n t e . C o n v i r t á m o n o s s i n c e r a m e n t e á é l , á fin d e q u e , el S a l v a d o r del m u n d o n o s diese u u a idea clara y precisa d e su reino
uniéndonos á el p o r su g r a c i a , el dia de. n u e s t r a conversión sea ver- en la t i e r r a , lo hizo n o s o l o c o u s u s p a l a b r a s sino t a m b i é n c o n s u s
d a d e r a m e n t e el d i a d e las d c l i c i a s d e . s u corazon, supuesto q u e será obras. P o r q u e no c o n t e n t o con h a b e r declarado s o l e m n e m e n t e q u e
t a m b i é n el d e n u e s t r o s desposorios espirituales con él y el de nuestra su reino e s p i r i t u a l , establecido en el m u n d o , se diferencia d e los
salvación e t e r n a : In die desponsalionis illius, in die lo-litur eordis otros reinos en s u s principios, en s u s medios, en su fin y eu s u s r e -
ejvs. Asi sea. c o m p e n s a s , Segnum meiim non e.U de hoe mundo, consistió t a m b i é n
en t e n e r , c o m o lo vimos a y e r , espidas por c o r o n a , u n a n d r a j o d e
p ú r p u r a por m a n t o real, u n a vil caira p o r cetro y las b u r l a s por h o -
m e n a j e ; de este m o d o n o s hizo conocer de. u n a m a n e r a sensible, nos
hizo ver con n u e s t r o s propios ojos el v e r d a d e r o carácter d e su d i g n i -
d a d r e a l . Él desplegó en u n a p a l a b r a toda la magnificencia d e su
reino, t a n t o m a s pacífico, d u l c e , h u m i l d e , p o b r e y miserable en
a p a r i e n c i a , c u a n t o en realidad e s c e d e al d e los r e y e s d e la t i e r r a ;
y c u a n d o fué a t o r m e n t a d o y escarnecido p o r los J u d í o s de la m a -
n e r a m a s ignominiosa y m a s c r u e l , se mostró u n m o n a r c a brillante
y magnífico, o b j e t o d e los deseos y d e las esperanzas del universo :
sia, q u e queda envilecida y d e s h o n r a d a á los ojos d e los herejes por
la conducta escandalosa de m u c h o s católicos. Y asi c o m o el Señor
a m o á su Iglesia m a s q u e á su c a r n e , s u p u e s t o q u e e n t r e g ó su c a r n e
á los golpes y á los oprobios por la salvación d e su Iglesia, Dilexit CONFERENCIA VIGÉSIMA SEGUNDA.
Ecelesiam, ei Iradidií semelipsum pro ea ( E p h e s . ó¡; así l a s h c r i d a s ,
y las i g n o m i n i a s q u e s u f r e en su c u e r p o místico le c a u s a n m a s dolor
q u e l a s q u e recibió en s u c u e r p o r e a l ; así es q u e h a b i e n d o s u f r i d o • - , s '•"•¡filia* d o l a d i g n i d a d r e a l «le J e s u e r l m o .
estas con u n a paciencia inalterable, t o m a r á un dia d e aquellas u u a
venganza terrible.
Bex paeificus mognifcalus -.(super mnu
Cesemos p u e s , a m a d o s h e r m a n o s , d e t r a t a r c o m o á u n dios d e reges Ierra: cujas vullam desideral uni-
versa Ierra.
m a d e r a , como a u n r e y d e b u r l a s , al Dios d e m a j e s t a d y d e gloria,
al rey inmortal d e los siglos. No seamos tan t e m e r a r i o s n i t a n insen- El rey ratifico ciccdw a lodos los reres del
manilo c-o opulencia i en solóilurio -. r 'oda la
satos que p r o v o q u e m o s c o n t r a nosotros la indignación y la justicia •ierra desea ler MI rostro.
d e un soberano c u y o p o d e r n o se limita á la vida ni al tiempo, sino (la Veso. Nolis, et IIL fies. 10.:
q u e se estieude m a s allá d e la m u e r t e y p o r toda la e t e r n i d a d .
Despojémonos d e n u e s t r o s m a l o s hábitos d e sacrilegio y d e insulto
á la majestad d e Dios. I n á m o u o s á las v e r d a d e r a s h i j a s d e Sion, á El reino d e Jesucristo 110 es político, sino religioso; n o es terreno
las almas religiosas y f i e l e s : Egreáimmi, filia Sion. Y en el Dios sino c e l e s t i a l ; n o es h u m a n o sino d i v i n o ; no es t e m p o r a l , sino
que a d o r a m o s e n la Eucaristía, contemplemos con frecuencia al Dios eterno. El r e i n o d e Jesucristo es s u F e , su I g l e s i a , su Religión. E n -
coronado d e espinas por l o s J u d i o s y lleno d e oprobios p o r nuestro gañarse, como los J u d í o s , acerca del carácter y la naturaleza de s u
a m o r : El »¡dele regem Salomonem in diademate, gao coronavil reino, es l o mismo q u e e u g a ü a r s e acerca d e la verdadera Religión,
illuin mater sua. Meditémosle en este e s t a d o con u n a fe viva, ado- acerca d e la v e r d a d e r a I g l e s i a ; es p e r d e r l a v e r d a d e r a F e ; es perder
rémosle con u n a piedad sincera, h o n r é m o s l e c o n u n a h u m i l d a d p r o - el v e r d a d e r o c a m i n o d e la salvación e t e r n a .
f u n d a , alabémosle COD u n a devociou afectuosa y amémosle con el P u e s bien, como era de la m a y o r i m p o r t a n c i a para nosotros q u e
a m o r m a s f e r v i e n t e . C o n v i r t á m o n o s s i n c e r a m e n t e á é l , á íin d e q u e , el S a l v a d o r del m u n d o n o s diese u u a idea clara y precisa d e su reino
u n i é n d o n o s á el p o r su g r a c i a , el dia d e n u e s t r a conversión sea ver- en la t i e r r a , lo hizo n o s o l o c o n s u s p a l a b r a s sino t a m b i é n c o n s u s
d a d e r a m e n t e el d i a d e las d e l i c i a s d e . s u corazon, supuesto q u e será obras. P o r q u e no c o n t e n t o con h a b e r declarado s o l e m n e m e n t e q u e
t a m b i é n el d e n u e s t r o s desposorios espirituales con él y el de nuestra su reiuo e s p i r i t u a l , establecido en el m u n d o , se diferencia d e los
salvación e t e r n a : In din ilesponsalionis illius, in die lalitür eardis otros reinos en s u s p r i n c i p i o s , en s u s medios, en su Iin y cu s u s r e -
yus. Asi- sea. c o m p e n s a s , Segnum meuut non est de hoe mundo, consistió t a m b i é n
en t e n e r , c o m o lo vimos a y e r , espidas por c o r o n a , u n a n d r a j o d e
p u r p u r a por m a n t o real, u n a vil c a ñ a p o r cetro y las b u r l a s p o r h o -
m e n a j e ; de este m o d o n o s hizo conocer de. u n a m a n e r a sensible, nos
hizo ver con n u e s t r o s propios ojos el v e r d a d e r o carácter d e su d i g n i -
d a d r e a l . Él desplegó en u n a p a l a b r a toda la magnificencia d e su
r e i n o , t a n t o m a s pacífico, d u l c e , h u m i l d e , p o b r e y miserable en
a p a r i e n c i a , c u a n t o en realidad e s c e d e al d e los r e y e s d e la t i e r r a ;
y c u a n d o fué a t o r m e n t a d o y escarnecido p o r los J u d í o s de la m a -
n e r a m a s ignominiosa y m a s c r u e l , se mostró u n m o n a r c a brillante
V magnífico, o b j e t o d e los deseos y d e las esperanzas del universo :
te pacificas magnificatus esl super omms reges Ierra; cajas *»h q u e cometieron c o n t r a el H o m h r c - D i o s en estas circunstancias lle-
g a r o n a su c o l m o ; q u e él sufrió l a s i g n o m i n i a s m a s atroces q u e pue-
tum desideral universa térra.
den i m a g i n a r s e , q u e bebió h a s t a la última gota del terrible cáliz del
B a j o esto p u n t o d e vista ouevo é i m p o r t a n t e d e b e m o s considerar
u l t r a j e y del d e s p r e c i o , mil veces m a s a m a r g o q u e él cáliz del
h o v el i n e f a b l e misterio de la coronación d e espinas de n u e s t r o S a l -
dolor ¡ i , . E n t o n e e s s e cumplió á la letra el o r á c u l o del R e y P r o f e t a -
v a d o r , misterio de magnificencia y d e g l o r i a p a r a é l , misterio de.
Que el Mesías seria cubierto d e o p r o b i o s ; q u e seria t r a t a d o como la
e x p i a c i ó n v d e salvación p a r a nosotros-.
a f r e n t a de la h u m a n i d a d , c o m o e l deshecho del m u n d o , q u e le a b r u -
' Nosotros v e r e m o s en él c o m o en tanto q u e los s a t é h t e s d e la i n -
m a r í a n con u l t r a j e s y con insutos tales c o m o j a m á s se hicieron á
justicia v d e la tiranía i n s u l t a n , p r o f a n a n y ponen en ridiculo la
n i n g ú n h o m b r e , n i a u n á n i n g ú n g u s a n o d e la tierra (*l
la toldad real d e Jesucristo, no h a c e n o t r a cosa q u e establecerla,
M a s no n o s d e t e n g a m o s en las a p a r i e n c i a s ; no miremos con ios
c o n s i g n a r l a v d á r n o s l a á conocer en toda s u g r a n d e z a y su m a g n i f i -
o j o s carnales d e los J u d í o s l a s atroces i g n o m i n i a s del S a i v a d o r del
cencia : W pacificas magnificatvs est svper ornes reges íernc.
m u n d o : considerémoslas con los ojos del espíritu, y lejos d e escan-
F s t a consideración t e n d r á por o b j e t o decidirnos a t n h u t a r el ho-
dalizarnos, sentiremos crecer y fortificarse nuestra f e á vista d e este
m e n a j e d e n u e s t r a fidelidad y d e n u e s t r o a m o r al piadoso m o n a r c a
espectáculo. 1-in efecto o b s e r v e m o s en primer l u g a r , dice S . I:eon
q u e a r r e b a t a todos los c o r a z o n e s : Cujas vvttum demlcrat anmrsa
q u e ni la crueldad d e los h o m b r e s , ni el f u r o r d e los d e m o n i o s h u -
Ierra.
bieran podido c o m e t e r esos a t e n t a d o s c o n t r a la a u g u s t a p e r s o n a de
jPRIM1.KI IMUTi:
H y o d e Dios, si él no lo h u b i e r a p e r m i t i d o ; y q u e si Jesucristo sufrió
ton horroroso.cúmulo d e i g n o m i n i a s y d e dolores fué porque expre-
Si la horrible a a l o m e r a c i o n d e t o r m e n t o s y de u l t r a j e s q u e J e s ú s
s a m e n t e lo quiso así (*). Observemos t a m b i é n , a ñ a d e S. G e r ó n i m o
s u f r i ó en su coronación d e espinas h u b i e r a recaído sobre el m a s ini-
q u e del mismo m o d o q u e Caitas, a u n q u e pontífice i m p í o , profetizó
cuo v el m a s vil d e los h o m b r e s , no p o d r í a sin e m b a r g o leerse el
la m u e r t e d e J e s ú s sin s a b e r lo q u e decia, así t a m b i é n los soldados
relato de. q u e ellos h a c e n los Evangelistas sin estremecerse d e h o r -
del pretorio le llenan a h o r a d e oprobios y dolores sin s a b e r lo q u e
r o r y sin m o v e r s c á c o m p a s i o n . ¿ Q u e será pues si se reflexiona q u e el
h a c e n , y m i e n t r a s q u e ellos creen s a c i a r su sacrilego f u r o r , e j e c u t a n
que fué t r a t a d o d e esemodo t a n b á r b a r o e r a el inocente yadorableHijo
Ciegamente los designios a d m i r a b l e s d e Dios, y nos p r e p a r a n á n o s -
d e Dios '! E s s e g u r a m e n t e u n g r a n espectáculo el de ver al l i i j o u e
otros los cristianos el c u m p l i m i e n t o d e los m a s consoladores m i s -
D i o s objeto d e las complacencias eternas d e su Padre celestial, d e
terios {41; p o r q u e esas horribles invenciones de crueldad sirven con-
l a s adoraciones d e los ángeles y d e las esperanzas del universo, sen-
tra la v o l u n t a d d e los q u e la p r a c t i c a n , para d a r n o s u n a v e r d a d e r a
t a d o ahora sobre u n a innoble p i e d r a , todo cubierto d e h e r n i a s >
•dea d e la naturaleza del r e i n o d e Jesucristo, c u y a gloria eclipsa á la
vertiendo s a n g r e . | C o n t e m p l a d l e ! Su f r e n t e está c e ñ i d a con u n a
d e todos los d e m á s reinos. Esos actos ejecutados p a r a p o n e r en ridí-
horrorosa g u i r n a l d a d e e s p i n a s a g u d a s que- t r a s p a s a n p o r t o d a s
c u l o su dignidad real son por el c o n t r a r i o los signos m a s espresivos,
p a r t e s su c a b e z a ; u n a n d r a j o insultante, d e vieja p u r p u r a c u b i e
las p r u e b a s m a s c i e r t a s , los a t r i b u t o s m a s fieles d e e l l a ; d e m o d o
a p e n a s sus e s p a l d a s : u u a caña ignominiosa, simbolo d e la flaqueza,
d e s h o n r a sus m a n o s : s e h a l l a r o d e a d o d e u n a t u r b a d e s o l d a d o s y
d e a r q u e r o s que. con t o d o el f u r o r q u e les i n s p i r a su ferocidad i n - l i i ! L Q r ^ í ! -" Cr S l " ' " " a m ™ n , u r a e l i a m summum conlome-
liaiun, omimim laslrgium pe,« nerum. (/„
fernal, le d a n los m a s terribles g o l p e s ; c l a v a n c a d a vez m a s l a s esm-
i U m Ve
™'i ^ u011
horno: opprolu-ium hong^um el abjeclio plcbis
nas en su c a b e z a , hieren s u s m e j i l l a s a d o r a b l e s con crueles b o f e t a -
das, m a n c h a n su r o s t r o con salivas, y se a c e r c a n d e s p u é s u n o s t r a s W Q t ^ t t l D M i » iliusionis o, contumelia«, quidrpid , « a d o u i s o, pon™
otros a ofrecerle d e rodillas el t r i b u t o d e sus adoraciones burlescas,; mlull io,-,mp,o,nm,,„,„,„ es. de votuniale susceplum. (*,-,„. m j ,
despues, con mil i m p u r o s s a r c a s m o s , se mofan d e el s a l u d á n d o l e (4) Qnomodo Carphas dixil: Opon«, neseiens qoid dicerel • s i c „ „ „ ,
como rey. ¡ O envilecimiento, ¡ o d e g r a d a c i o n d e l a m a j e s t a d d e D i o s .
¡ A h í es d e m a s i a d o cierto, dice el A n t i o q u e n o , q u e l a s iniquidades
V- DE R. fll. |6
LSS I5SIGSUS ni: LA DIGXIUAD SFEÚ. DE JESUCBISTO. 363
3 6 2 n s « " »'G»,D*D M A l DE
™ ! a v
i n f o r m e , y ellos la p r e s e n t a n c o m o c o r o n a d e u n a h e r m o s u r a d i v i n a
m a s r i d i c u l i z a d a v m e n o s p r e c i a d a e s e s t a d i g n i d a d d>-
( p i e f o r m a la j o y a m a s p r e c i o s a d e ! r e i n o del q u e l a l l e v a ( i , - e s f , e s
T t * « • ** v ^ d a d e r , fe en toda su
u n a corona q u e parece u n emblema de demencia y un instrumento
- todo su espendor = * *
d e d o l o r . y e l l o s la l l a m a n l a c o r o n a d e la s a b i d u r í a d e D i o s v del

S T « « , ! " . a s n n rey q u e » , p r o m e t e á s u s v e r d a d e r o gozo d e su corazon 21; e s t a e s finalmente u n a c o r o n a vil


o t r a s r e c o m p e n s a s d c su t é l i c i d a d y d e s u Humillante y d e s p r e c i a b l e , y ellos la l l a m a n del oro m a s brillante'
s u b d t t o s d u r a n t e e- a s u f r i m i e n t o , y o r n e e s . El e s a d o r n a d a d e p e r l a s , y q u e l l e v a l a s s e ñ a l e s d e la s a n t i d a d , d e l a
^ ^ S S e s u ^ e s e n e l a n i e . i . v o r d e s u a m i s - t u e r z a , d e l p o d e r , d e la g r a n d e z a y d e l a g l o r i a d e D i o s ( 3 )
« y . pero no « m ^ m t o B 0 S y están prontos a sufrir
t u s e g u n d o l u g a r , J e s u c r i s t o v i n o á f u n d a r s u r e i n o , n o p o r la
t a d s i n o a los q u e enun r t o d o s los mffiti-
fuerza d e las a r m a s , sino p o r los atrae,¡vos d e su g r a c i a : n o espar-
W d o S
por su a m o r c s p e d a l i d a d d e las a l m a s afligidas por
c i e n d o el t e r r o r , s i n o t r a y e n d o la p a z ; n o h a l a g á n d o l o s sentidos
f ^ ^ ' S S lo e s d e a q u e l l o s q u e c a m i n a n p o r l a ^ a r r e b a t a n d o l o s c o r a z o n e s ; ,10 e m p l e a n d o la v i o l e n c i a , s i n o p r e s -
l a m b u l c.o . U sg a s c e n c u e n t r a „,.„ c o s a q u e
c r i b i e n d o el a m o r . J e s u c r i s t o v i n o á s o m e t e r l o s s a b i o s p o r la l o c u r a ,
s e n d a estrecha d e ,8S tógl,mas, los a b r o j o s
los r o b u s t o s p o r la e n f e r m e d a d , los f u e r t e s p o r la flaqueza, todo
los vestigios d e su s a n g r e , la es. consiguiente, c i t a n i o el m u n d o t i e n e d e m a s g r a n d e , d e m a s m a j e s t u o s o v de
( l c l a mortificación y a s u u a c o r o n ^ e in-
m a s p o d e r o s o , p o r lo q u e h a y e n él d e m a s f r á g i l , d e m a s vil', d e
sieudo necesariocoloca, < c be a ^ ^ „„,
m a s despreciable y de m a s n u l o á los ojos del m u n d o ; e n u n a p a l a -
dicase á primera J X , , . . p o d í a A g i n a r s e que b r a , el v i n o a v e n c e r i s u s e n e m i g o s , m u r i e n d o p o r e l l o s (•)'<. P u e s
d i f e r e n t e d e la d e o t r o — J ^ ^ q u e . una dia-
b i e n , , q u e o t r a c o s a m e j o r q u e u n a c a ñ a , el m a s v a n o , el m a s flexible
fllKt . m a s c o , — le h u b i e r a asemejado ¿ M u rey > e. m a s iragil d e todos s u s vegetales, podia tígurar la debilidad
d e m a d e esp.nas í L n a coiona oe re},
a p a r e n t e d e s u p o d e r , la n u l i d a d v i s i b l e d e s u i m p e r i o , el carácter
e s p e c i a l d e s u r e i n o , e n el q u e el r e y s e b a s l a á s í m i s m o , v q u e s e
e s l i e n d o v t r i u n f a d e t o d o p o r los m e d i o s m i s m o s q u e d e b i e r a n al
parecer destruirlo?

s ^ a s s a s « Los Judíos, de espíritu grosero y de corazon c a r n a l , instruidos


p o r l o s p r o f e t a s d e q u e el M e s í a s d e b i a s e r r e y , y „,, rey grande

creyeron q u e este r e y , p r o m e t i d o j a u t o s siglos a n t e s , debía, como


los otros s o b e r a n o s d e la t i e r r a , i m p o n e r t r i b u t o s , a m o n t o n a r ri-
a m c
a f e f H , 16 s i r v a n y " * , e ,1. , ; , ! v 1, quezas levantar ejércitos, alcanzar victorias, destruir ciudades,

" TwSSSSSLS^. c m u , u , s t a r imperios, s u b y u g a r naciones, h a c e r t e m b l a r la tierra y

VSttZS&ispSSSZ
« t e n d e r s u p o d e r p o l í t i c o p o r t o d o el m u n d o . V como habiau no-
tado q u e J e s u c r i s t o n o h a c i a n a d a d e e s t o , s i n o q u e p o r el c o n t r a r i o
e vetan h u m i l d e , p o b r e , m a n s o , pacifico, m o r t i f i c a d o v p e n i t e n t e ;
l e j o s d e r e c o n o c e r l e p o r M e s í a s y S a l v a d o r , le n e g a r o n y le c r o c i i i -

( ! ) Accipiel regnun, decocis, et diadema speeiei. (So/,. 5.)


® ^ " r o n a sapientiie, el exúllaüonis eoiomi.it ilion,. D „ „ .

A Corona ornea snper mitran, ejos, a p , c i S a signo sanclitalis, el'gloria liono-


1 e
' "pos sirtntis. (Ettli. 45.)
r o ñ a f o r m a d a de piedras preciosas ( 1 ) , esta es J i . Inlinno mondi eligi. !),us, ni confunda, forlia, et eonlempübilia m „ n d i , et
ea quai non sonl, ni ea qu® suut destruereL (J. Cor. J.f
! ?
()) „osnisti, ^ * * * » « « * • — ' "2°')
carón como a u n vil esclavo. Es decir, q u e aquellos insensatos le,Ies- y esto los hace formidables. M a s c u a n d o se le c u b r e d e un girón de

preciaron por la m i s m a razón q u e t e n i a n p a r a reconocerle y h a - p ú r p u r a desechada c o m o inútil p o r los reyes d e la tierra, enrojecida

cerle el objeto de sus adoraciones. P e r d o n a d , S e ñ o r ; si hubierais s o l a m e n t e con la s a n g r e d e s u s h e r i d a s , este a n d r a j o t a n d e s p r e -

venido al m u n d o c o m o los J u d í o s c a m a l e s os a g u a r d a b a n y os ciable y t a n vil nos a n u n c i a c l a r a m e n t e q u e Jesucristo es el verdadero

a g u a r d a n t o d a ™ , rodeado d e p o m p a , d e esplendor, d e r i q u e z a y d e y el único r e y , u n g i d o y c o n s a g r a d o con su propia s a n g r e , y que

t o d o el prestigio del poder real, nosotros, cediendo á la f u e r z a m a - d e r r a m a n d o su s a n g r e preciosa y d e j a n d o d e s g a r r a r s u carne ino-

terial, os h u b i é r a m o s temido c o m o á n u e s t r o c o n q u i s t a d o r , p e r o n o c e n t e , es c o m o debia f u n d a r y estender su r e i n o . E s t e h a r a p o nos

OS h u b i é r a m o s a m a d o c o m o á n u e s t r o S a l v a d o r . Vos h u b i e r a i s s a - a n u n c i a u n r e y único, q u e debia i r seguido d e u u a m u l t i t u d in-

c a d o d e nosotros contribuciones d e dinero, p e r o no h u b i e r a i s o b t e - m e n s a d e m á r t i r e s generosos, los cuales t r i u n f a r í a n con él, 110 d a n d o

n i d o el h o m e n a j e d e n u e s t r o corazón. Nosotros os h u b i é r a m o s obe- lo m u e r t e á s u s s e m e j a n t e s , sino sacrificando su propia v i d a ; y ved

decido como a u n r e y , p e r o n o os h u b i é r a m o s a d o r a d o c o m o a u n a q u í p o r q u e este es el v e r d a d e r o m a n t o real, el único q u e conviene

Dios Por el c o n t r a r i o , al veros d e s n u d o y a b o l i d o , sin t u e r z a ni de- á s u dignidad s o b e r a n a , el q u e le h o n r a y le distingue entre todos

f e n s a , sin o t r a s a r m a s n i o t r o c e t r o q u e u n a c a ñ a i g n o m i n i o s a , los reyes, sin e m b a r g o de d e g r a d a r l e al p a r e c e r ; el único q u e le co-

símbolo d e la c r u z ; al ver q u e c o n v e r t í s , c u a n d o os a g r a d o esa loca sobre lodos los m o n a r c a s , m a n i f e s t á n d o n o s c l a r a m e n t e la o s -

c a ñ o en cetro d e h i e r r o , y los c e t r o s d e hierro d e los reyes d e la tensión de su p o d e r , la magnificencia y la t e r n u r a d e su c a r i d a d :

tierra en frágiles c a ñ a s , q u e r e d u c í s á polvo los tronos m a s p o d e r o - Rez pacificas magnifican* esl Super omites reges Ierra.

sos como si f u e r a n vasos de b a r r o , y q u e d e r r o t á i s a los m o n a r c a s N o t a d t a m b i é n q u e cu el m o m e n t o m i s m o en q u e él se a d o r n a


m a s f o r m i d a b l e s que. osan insultar la h u m i l d a d , la flaqueza-, la m a n - c o n esla vestidura d e i g n o m i n i a , figura el m i s t e r i o d e sil reino. E n
s e d u m b r e V la paciencia d e vuestra Iglesia ; 1}; e n t o n c e s concebímos efecto, el Evangelista observa q u e los s o l d a d o s , á n t e s d e cubrirle
la m a s alte idea, la a d m i r a c i ó n m a s g r a n d e y el respeto m a s p r o - con este e s t r a ñ o vestido, le despojaron d e s u s propias vestiduras.
f u n d o acerca d e v u e s t r a p e r s o n a y d e vuestro p o d e r . P o r q u e as, L a s v c s t i d u r a s q u e tenia J e s u c r i s t o , dice S a n G e r o n i m o , e r a n el e m -
como el n u m e r o d e los soldados y l a fuerza de los escudos d e b r o n c e b l e m a d e la nación j u d í a en c u y o seno h a b i a n a c i d o ; m a s la p ú r -
q u e v o m i t a n la m u e r t e , son u n a p r u e b a de la d e b i l i d a d d e los reyes p u r a que los soldados r o m a n o s echaron s o b r e s u s espaldas f u é el
d e la t i e r r a , s u p u e s t o q u e necesitan todos esos m e d i o s p a r a contener símbolo d e la Iglesia d e los Gentiles, recogida, c o m o el m ú r i c e d e
á s u s s u b d i t o s y t r i u n f a r d e sus enemigos, del m i s m o m o d o la c a n o , d o n d e t o m a su color d e p ú r p u r a , en m e d i o d e los m o r e s y d e los es-
con q u e vos m u d á i s la faz del universo, nos prueba q u e c u a n t o m e - collos. Así pues Jesucristo q u e permite se le despoje d e s u s v e s t i d u -
n o s necesitáis del b r a z o d e o t r o , t a n t o m a s p o d e r o s o sois p o r v o s r a s tejidas p o r m a n o s d e s u s p a d r e s los J u d í o s , y q u e s e deja c u -
m i s m o , y c u a n t o m e n o s tenéis del p o d e r d e los otros reyes, tanto b r i r con la p ú r p u r a p o r manos d e los Gentiles, representa el S a l v a -
m a s superior sois á e l l o s ; finalmente q u e ellos son h o m b r e s , y vos d o r q u e se despoja en este m i s m o i n s t a n t e d e lo s i n a g o g a y se v iste
sois Dios : Hez jMlfcvs Magnifieatm esl super omnes reges Ierra,. d e l a Iglesia, d e s e c h a n d o á los J u d í o s y a d o p t a n d o á los Gentiles,
i O g r a n d e y delicioso misterio I ¡quién h u b i e r a creído j a m á s q u e este
E n tercer l u n a r , la p ú r p u r a f u é siempre y en t o d a s p a r t e s el d i s -
n u e v o m o l i v o d e vergüenza p a r a él fuese u n secreto d e su m i s e r i -
t i n t a o d e los reyes. P o r consiguiente si h u b i e r a n puesto sobre las
cordia p a r a con n o s o t r o s ! Sí, c o n t i n u a S. G e r ó n i m o , asi c o m o con
e s p a l d a s d e Jesucristo u n a p ú r p u r a n u e v a , b r i l l a n t e p o r la viveza d e
l a c a ñ a q u e tiene en su m a n o f i r m a la condenación d e los J u d í o s ,
su color, v espléndida p o r la r i q u e z a de s u s a d o r n o s , e s t a p u r p u r a ,
asi también.al d e s p o j a r s e d e s ú s v e s t i d u r a s e j e c u t a esta sentencia,
dice S . G e r ó n i m o , á p e s a r d e q u e le h u b i e r a h o n r a d o y d i s t i n g u u l o
pues q u e r e p u d i a á los J u d í o s y a d o p t a en su l u g a r á los Gentiles,
en a p a r i e n c i a , le h u b i e r a sin e m b a r g o p r e s e n t a d o al m u n d o como
cuyos obras d e s a n g r e e s t a b a n figuradas d e u u a m a n e r a t a n perfecta
u n r e v s e m e j a n t e á los d e m á s reyes, cuya p ú r p u r a está enrojecida
en la p ú r p u r a con q u e él se c u b r e ( I ) .
m u c h a s veces con u n a s a n g r e d e r r a m a d a con injusticia y con f u r o r ,

(t) la clámide coccioea ojicra grntium crueula siislenlall (In Mattli.)


(I) Reges eos iuvirga terrea, el thqnaOl vas lignli ocut'riugcs eos. (Ps. ».)
R a a b , esta m u j e r idólatra q u e vió la luz en m e d i o d e los Gentiles, pesado esta gloria i n t a c t a ! ¡ p e r o m a s dichosa a u n si por infidelidad
t u v o ladíclia, diee Orígenes, d e s e r la ú n i c a q u e se libro d é l a ruina la conservas t a m b i é n en lo f u t u r o !
d e su patria por h a b e r d a d o asilo en la c i u d a d de Jericó á dos e n - F i n a l m e n t e , el reino d e Jesucristo se distingue p o r el menosprecio
viados d e Israel e n c a r g a d o s d e esplorar la tierra p r o m e t i d a , y eila d e ios bienes del m u u d o ; su imperio es el d e la h u m i l d a d , d e la d u l -
debió su salvación á u n a tira d e p ú r p u r a que. a t a d a a su v e n t a n a , zura, de la paciencia y del p e r d ó n en presencia d e los i n s u l t o s , d e
indicaba su h a b i t a c i ó n , y d e este m o d o la hizo respetar por el p u e - las Injusticias, d e las blasfemias ,V d e las persecuciones del m u n d o .
blo vencedor. P u e s b i e u , R a a b , en esias c i r c u n s t a n c i a s f u é u n a fi- Y ¿ p o r qué o t r o m e d i o podia nuestro B e y y Señor h a c e r n o s c o m -
g u r a profélica del misterio d e q n e t r a t a m o s . E n efecto B a a b repré- prender nicjor'el espíritu d e esla legislación s u b l i m e q u e recibiendo
b o f e t a d a s y salivas por t r i b u t o s ; adoraciones burlescas, imprecacio-
senlo entonces Id Iglesia d e los G e n t i l e s ; ella figuró la Iglesia d e
nes, s a r c a s m o s y blasfemias p o r h o m e n a j e , y sufriendo todas e s t a s
R o m a cristiana, q u e se salvó d e la destrucción d e R o m a p a g a n a
p r u e b a s con u n a m a n s e d u m b r e Inalterable y u n a paciencia d i v i n a ?
por haber a c o g i d o á S . Pedro y S . l ' a b l o , y h a b e r s e p u e s t o b a j o la
protección de estos d o s ilustres e n v i a d o s , esploradorcs fieles d e la P o r consiguiente, solo con verle a s í d e g r a d a d o y despreciado s a -
verdadera tierra p r o m e t i d a q u e es el cielo, c n a r b o l a n d o la b a n d e r a bernos al m o m e n t o quien es, y lo q u e h a venido á hacer y e n s e ñ a r
roja, es decir 1a fe e n la pasión y m u e r t e d e Jesucristo, y colocando en el m u n d o ; n o s o t r o s conocemos q u e e s s o b e r a n o d e u n reino q u e
su esperanza en el mérito y en el f r u t o d e ' s u s i g n o m i n i a s y d e s u s no pe rtenece á este m u n d o ; nosotros conocemos al m o m e n t o las
p e n a s (l)i condiciones con q u e p o d e m o s s e r a d m i t i d o s e n este r e i n o misterioso
y d i v i n o , las leyes q u e es nccesario.observar en él, l a s obligaciones
Mas al e n c a r g a r s e J e s ú s de osla Iglesia d e los Gentiles, la adopío
que es necesario cumplir, las virtudes q u e es necesario p r a c t i c a r ,
para s i e m p r e , p o r q u e él b a b i a p r o m e t i d o al m u n d o p o r boca d e
y las r e c o m p e n s a s q u e d e b e n esperarse. F.l espectáculo d e J e s u -
David q u e c o n s e r v a r í a p e r p é t u a m c u t c en su memoria y m a s a u n en
cristo, reducido á este miserable e s t a d o d e humillación y d e d o l o r ,
su corazon la a n t i g u a R a a b d e los Gentiles, hecha erislinna, la a n -
n o s predica su E v a n g e l i o , y este e j e m p l o nos i n s t r u y e tan eficaz-
tigua B a b i l o n i a c o r r o m p i d a , h e c h a s a n t a , y q u e la h a r í a la s e ñ o r a
m e n t e c o m o sus p a l a b r a s .
d e todos los q u e quisieran conocer su n o m b r e ( 2 ¡ ; d e m o d o q u e to-
d o s aquellos q u e eran e s t r a ñ o s al reino d e Dios, a u n q u e f u e s e n m a s Ved a q u í pues la d i g n i d a d real d e Jesucristo a n u n c i a d a y p r o b a d a
b á r b a r o s q u e los Tirios, y m a s c a r g a d o s d e c r í m e n e s q u e los E t í o - d e u n a m a n e r a a u t é n t i c a p o r los m e d i o s mismos con q u e p r e t e n d i e -
ron ponerla en ridículo. Ved a q u í á s u s e n e m i g o s , dice S- A m b r o -
pes, se e n c o n t r a r í a n u n d i a r e u n i d o s y salvos en el seno d e la c i u -
sio, que se e n c a r g a n de d a r n o s u n a v e r d a d e r a idea d e la naturaleza
d a d célebre, q u e s e s a l v a r í a p o r la pasión del Señor ( s ¡ . ¡ O R o m a !
d e su reino, y q u e , en el tiempo mismo en q u e no creen en él, le con-
¡ o c i u d a d a f o r t u n a d a ! ¡cuán dichosa eres en h a b e r s a b i d o c o n s e r v a r
fiesan por m e d i o de. las ignominias con q u e le a b r u m a n , le. h o n r a n
hasta h o y esos privilegios d e misericordia, v en h a b e r vestido a J e -
c u a n d o le desprecian, y e n el m o m e n t o m i s m o en q u e le h u m i l l a n ,
sucristo, c o n los millares d e c i u d a d a n o s q u e has ofrecido al m a r t i -
c o n t r i b u y e n á e x a l t a r l e , revistiéndole con las insignias q u e o b l i g a -
rio por la f e , d e u n a p ú r p u r a preciosa, digna d e veneración y d e
rán un dia a los pueblos á obedecerle c o m o rey, á coronarle c o m o
a m o r , y m u y d i f e r e n t e d e la p ú r p u r a irrisoria con (pie el insulto y vencedor, á r e s p e t a r l e como S e ñ o r , y a adorarle como verdadero
el odio le c u b r i e r o n en s u p a s i ó n ! E n efecto, los Iriunfos d e los Dios(i;.
santos m á r t i r e s s o n , dice S . G e r ó n i m o , c o m o u n a p ú r p u r a e s p l é n -
dida d e q u e s e viste, Jesucristo, y como u n trofeo d e q u e se gloria ¡Acontecimiento n u e v o y e s t r a o n t i n a r i o ! Si todos los sabios y
\ln H a U h . ) . i O d i c h o s a R o m a , q u e h a s conservado respecto á lo todos los filósofos del m u n d o , reunidos en congreso d e s p u e s d e h a -
ber conocido el espíritu de la religión d e Jesucristo, hubiesen t r a t a d o
(I' Illa auleiu ecctinea elanijs mviterium erat qnod scrijildfflesl iu Josué, quod d e d e t e r m i n a r l a s insignias con q u e convendría a n u n c i a r su s o b e r a -
Íid salntem liahuil illa Raal». Knro so'cipieus Dominus roceiuéam clamydem tn so
sangninom nínudi suSrepil. Truc!. 3o. iu Múuh.)
(I) El si corde non eredont. Christo lamen sous non definí honor; saiutatur ut
(2; Meioor ero Raub el Babylonis seieotiuni me.
res, roronatur ul vittor, adoraturulDeus. (//¡ l.i/c.)
(3) Eeee atienigena.-, et Tirus, et populus .Etiopum 1,1 luerunt illie. [Ps. Sti.)
308 U S I S S I G 3 I A S L>Ü LA D I G N I D A D IFFIAL ILE JESL'CIIISTO.
LAS INSIGNIAS B E LA D I G N I D A D BEAL DE JF.SICBISTO. 369
nía, no hubieran podido seguramente encontrar otras m a s perfectas
su luz y penetradasdei fuego sagrado de su amor que os hace cono-
ni m a s espresivas que las que ic confirieron sus mismos verdugos.
cer la hermosura de su corazon, vosotros no debeis dejar de c o n -
Porque las invenciones d e su ciego furor tieneu el sello de una
templará Jesucristo coronado de espinas, ultrajado porlasbofetadas,
Providencia superior y secreta que preside á sus cousejos crueles
deshonrado por las salivas, y todo vertiendo s a n g r e ; y en las fac-
para hacerlos servir á sus misericordiosos designios. Ellas nos de-
ciones alteradas de su rostro adorable, en esos contornos delicados
muestran que en todo cuanto ellos hacen, obedecen ciegamente á
tan cruelmente deteriorados, en el estado miserable de sil persona,
uua inspiración divina, que no comprenden, y q u e concurren sin
que sirve de protesto al orgullo para despreciarla, y á la incredulidad
saberlo, dice S. Agustín, á hacernos ver en Jesucristo un rey que
para ponerla en ridículo; debeis vosotras descubrir una belleza di-
reina por su propia flaqueza, q u e se hace ador ar en s u s oprobios
vina que os encante y os ínflame de amor por el (l). Por que este
mismos, y cuyo imperio, que no es d e este mundo, triunfará desde
mislerio de ignominia y de dolor en el q u e él sacrifica su dignidad
luego del orgullo del mundo, no por la fuerza de las armas, sino
sujetándola á lo que hay mas indigno de la majestad de l)ios, es el
por la paciencia y la humildad de los sufrimientos (Traet. 116, in
mas propio para manifestamos el a m o r de Jesucristo para con nos-
Joan.).
otros, su deseo de cautivar nuestra confianza, y el precio con que
¿ Y qué importa á la verdadera fe que este rostro divino se m u e s - compra nuestras desventuradas almas.
t r e acardenalado por los bofetadas, manchado con las salivas, dis- No dejemos pues de apreciar el beneficio de este gran misterio
iigurado por las heridos, y todo cubierto de sangre? Esta es preci- en la admiración de un espíritu ilustrado por la fe, y de pesarlo en
samente lo causo por que este rostro sagrado es el objeto d e los la balanza de un corazon agradecido; y nosotros nos convenceremos
deseos y del a m o r de toda la tierra. La deformidad de aquel á de que por lo mismo que Jesucristo parecía tan despreciable á l o s '
quien los profetas hablan llamado el m a s hermoso de los hijos de ojos carnales, á los ojos d e io fe tiene una belleza divina, digna de
los hombres, y q u e al presente ni aun siquiera tiene la figura hu- todo nuestro a m o r : Cvjits vnllum desidmil universa Ierra!
m a n a , manifiesta, observa S. Agustín, cuan horrible ero nuestra
fealdad ánles de que la gracia, descendiendo de sus labios, viniese
á hermosearnos. ¡Ah! la Iglesia d e los Gentiles, laCsposa euyaalianza SEGUNDA PAUTE.
habia él venido á buscar, era tau disforme que no inspiraba á Dios
m a s que repugnancia y horror. ¿Qué hizo pues esle diviuo amante ?
AI darnos á conocer Jesucristo q u e es verdaderamente rey, ha
Él consintió en ser desfigurado de tal manera que pudiese merecer
querido indicarnos también la clase de subditos que deben ser los
una esposa tan horrible, para aplicarle despurs el mérito y la gra- cristianos, y por lo que ha sufrido por nosotros, nos h a mostrado
cia de su hermosura divina ; 7/1. Ps. 103 . lo que nosotros debemos hacer por él.
Mas en tanto que la esposa, ó la gentilidad, rica de atractivos es- Su corona es de agudos espinas; y en vista de esto, ¡ quémonstruo-
tertores y de gracias corporales, tiene interiormente una fealdad s i d a d , q u é vergüenza, dice S. Bernardo, que los miembros de uno
repugnante, la deformidad del esposo celestial es por el contrario
cobcza q u e s u f r e , q u e los subditos d e un rey coronodo de espinas
solo ésterior y a p a r e n t e , y sirve de velo á lo hermosura interior de
sean flojos, afeminados y voluptuosos (2) I Es necesario pues que
su alma, de lo que ella es u n a prueba, por que es el efecto de una
depongamos á los piés de nuestro amado monarca la corona de rosas
ternura indecible, d e n n a dulzura divina y de una caridad infinita.
Ved aquí por q u e , añade. S. Áugustin, cu el estado deplorable en profanas, tejida por los pensamientos lascivos, por los deseos am -
que los verdugos habían puesto á Jesucristo, les pareció desprecia- biciosos, con la que los partidarios del mundo, los subditos de S a -
ble, odioso y disforme, porque ellos no tenían ojos p a r a ver, ni c o - l í ) Illud ipsum, quod deridem supeibi, inspicile qtiam pulcnim sil. We S.
razon para sentir los encantos inestimables de su belleza divina. Firgiwttit. 5J.)
(7n. Ps. 127.) Pero vosotras, almas verdaramente cristianas, vos- (2) Pudeat, sub spinoso capilc, uiembrum esse dcücaium. (Serm. in F&i. ómu,
otras, esposas fieles del Cordero sin m a n c h a , vosotras ilustradas con Sanct.)
t a n á s están tan d i s p u e s t o s á a d o r n a r s e en los d í a s fugitivos d e esta á los ojos d e Dios, y q u e es un a d o r n o t a n t o mas precioso, c u a n t o
vida m o r t a l ; es necesario q u e nosotros dejemos d e decir con esos m a s r a r a es b o y esla virtud y m a s d e p r e c i a d a d e los hombres.
insensatos d e quienes huilla l a S a h i d u r í a : ¡Coronémonos c o n l a s r o s a s E n tercer l u g a r , en las m a n o s d e J e s ú s p o n e n á m a n e r a d e cetro
d e los p l a c e r e s ; a p r e s u r é m o n o s á e n t r e g a r n o s h o y á los goces s e n - u n a frágil c a ñ a , e m b l e m a d e la locura y d e la flaqueza, y sin e m -
suales ; p o r q u e la m u e r t e v e n d r á á herirnos m a ñ a n a ;'l). A r r o j e m o s b a r g o él ñ o l a r e c h a z a , él 110 la a r r o j a lejos d e sí, siuo q u e la es-
lejos de nosotros l ^ c o r o n a d e corrupción y d e orgullo q u e Dios h a t r e c h a e n t r e sus m a n o s c o m o u n cetro d e gloría. Así pues, nosotros
m a l d e c i d o por boca d e i s a i a s , c u y a s llores m u y p r o n t o m a r c h i l a s q u e s o m o s s u s s u b d i t o s , 110 debemos r u b o r i z a r n o s d e presentarnos
ocultan venenosos insectos, y c u y a gloria e f f m e r a r se convertirá u n a n t e el m u n d o a r m a d o s c o n l a c a ñ a d e la locura a p a r e n t e d e Dios.
dia en u n a i g n o m i n i a eterna ( 2 ) . A p r e s u r é m o n o s por el c o n t r a r i o , dice No debemos a v e r g o n z a r n o s , sino por el contrarío gloriarnos, á
Teofilacto, á colorar en n u e s t r a c a b e z a la g u i r n a l d a dolorosa d e e j e m p l o d e S . P a b l o , d e ser m i r a d o s por a m o r d e Jesucristo como
nuestro R e y y S a l v a d o r , p r o c u r a n d o c o r o n a r n o s d e las espinas d e locos, como h o m b r e s débiles. ( / . Cor. 4 . j El destino del j u s t o en la
u n a vida a u s t e r a , mortificada y p u r a ",). t i e r r a es ser ridiculizado p o r el m u n d o á e a u s a d e s u s i m p l i c i d a d . f i )
P u e s bien nosotros, subditos d e u n r e y , q u e lleva en sus m a n o s
C i ñ a m o s n u e s t r a f r e n t e , santificada por el b a u t i s m o y a d o r n a d a
el e m b l e m a d e l a debilidad, d e b e m o s cuidarnos poco d e tales b u r -
p o r la c o n f i r m a c i ó n , con las espinas d e santos p e n s a m i e n t o s , m e d i -
las y d e tales c e n s u r a s . Que el m u n d o nos desprecie todo ¿ u a n t o
t a n d o f r e c u e n t e m e n t e sobre los h o r r o r e s d e la m u e r t e del p e c a d o r ,
q u i e r a , p o r causa d e n u e s t r a f e , y por nuestras obras de p i e d a d ; q u e
la severidad d e los divinos juicios, el rigor de las v e n g a n z a s d e Dios,
diga q u e el defecto d e luces y la falta d e f u e r z a y de valor nos tiene
l a e t e r n i d a d d é l a s p e n a s y l a s p e n a s d e la c t e r n i d a d . S i , estos p e n s a -
bajo el imperio d e las p r e o c u p a c i o n e s ; q u e se ría de la delicadeza
m i e n t o s son dolorosos y a m a r g o s ; estos p e n s a m i e n t o s son espinas,
de n u e s t r a c o n c i e n c i a , d e la a u s t e r i d a d de nueslras c o s t u m b r e s , d e
pero espinas que c u r a n el espíritu mortificando la c a r n e ; espinas q u e
la modestia d e nuestras m i r a d a s , y d e la g r a v e d a d d e n u e s t r o s d i s -
nosproporcionan la paz del c o r a z o n , c o n d u c i é n d o n o s á l a s a n t a l r i s l e z a '
cursos ¡ q u e n o s c o n f u n d a e n t r e la turba d e necios, y nos llame, si
d e penitencia ; espinas, que al m i s m o t i e m p o q u e r e p r i m e n l a s pasio-
q u i e r e , p e r s o n a s toscas, insensibles, escrupulosas é h i p ó c r i t a s ; q u e
nes, h3cen g e r m i n a r en nosotros los lirios d e la s a n t a p u r e z a y los
n o s r e c o n v e n g a p o r n u e s t r o espíritu d e retiro y nuestro aislamiento
frutos tle todas l a s v i r t u d e s q u e son la sanclificacion d e Dios. Supcr
del siglo p r o f a n o ; q u e n o s t r a t e c o m o insensatos p o r q u e h a c e m o s
ipsW antem efflorevit sanelificatio mea \P*. I3-1-).
a la h u m i l d a d y á la mortificación d e la cruz el sacrificio d e la h e r -
E n secundo l u g a r , Jesucristo está d e s n u d o : todo su vestido c o n -
m o s u r a , d e la j u v e n t u d , d é la f o r t u n a , d e todas l a s delicias s e n s u a -
siste en u n a n d r a j o d e p ú r p u r a q u e c u b r e a p é u a s s u s espaldas. P o r
les y de todas las c o m o d i d a d e s d e la v i d a ; q u e n o s desprecie eu fin,
consiguiente es m u y poco decoroso que. los s ú b d i t o s d e u n r e y tan
como frágiles c a ñ a s : en c u a n t o á nosotros, 110 debemos a v e r g o n z a r -
pobre p r o c u r e n con tanto a r d o r b r i l l a r p o r el lujo y la p o m p a de
nos d e n u e s t r a s v í r l u d e s d e l a n t e d e los h o m b r e s q u e no s a b e n a v e r -
s u s vestidos, q u e p u e d e n m u y bien distinguirnos á los ojos del
g o n z a m o s d e s u s d e s ó r d e n e s ; d e b e m o s hacernos superiores á estas
m u n d o , p e r o q u e n o s hacen m a s p e q u e ñ o s y despreciables á los ojos
injustas censuras, y repetir con S . Pablo: o ¿Que me i m -
d e los á n g e l e s , é indignos d e figurar en la comitiva y en la corte de
p o r t a el m u n d o y s u s j u i c i o s ? Dios v e mi corazón. D i o s es el t,ue
d e Jesucristo. P r o c u r e m o s s i e m p r e en n u e s t r o s vestidos la p r o -
d e b e decidir sobre mi e t e r n o destino, yo 110 temo m a s q u e sus j u i -
piedad y la d e c e n c i a ; pero j a m á s el l u j o , el brillo ni la indecencia.
cios. » ( / . Cor. 4 . ) A vista d e esta s a n t a fortaleza, ¿ q u i é n 110 reco-
P r o c u r e m o s vestir nuestro c u e r p o c o n la sencillez y l a m o d e s t i a
noce eu ella la v e r d a d e r a fuerza d e e s p í r i t u , la elevación y la n o -
cristiana, y con la p ú r p u r a del s a n t o p u d o r q u e n o s hace a g r a d a b l e s
bleza d e s e n t i m i e n t o s , la g r a n d e z a d e u n a l m a l i b r e , v esa i n d e -
[!) Coronemos nos rosís antequam TOréseant. (Sap. 1.) p e n d e n c i a d e corazón q u e la verdadera religión inspira ? Ubi
(3) Va; enrome supeibte eiiciis Ephraim, el llori decidenü glori* esollatioms spiritas Domini, ibi libertas. (II. Cor. 3 . ) P o r esto es p o r lo q u e
ejos. (/). 2S.)
(3) Snmamus et coronan! spineam: id esl, festinemos coronar! vita arr.'a (I) Deiidelur justi amplíalas, (lot.ii.)
r-bstimentiis et purilate. (/fl Jlarc.)
vosotros, cristianos sinceros, á q u i e n e s m i r a el m u n d o c o m o c a ñ a s
pues n u e s t r a s Obras en a r m o n í a con n u e s t r a fe. N o n o s - c o n t e n t e -
frágiles y d e s p r e c i a b l e s , sois v e r d a d e r a m e n t e f u e r t e s c o l u m n a s , y
mos con a d o r a r a Jesucristo c o m o Dios, con s a l u d a r l e como r e v con
vuestra simplicidad, q u e nace d e Dios y q u e el m o n d o t r a t a d e l o -
n u e s t r a s p a l a b r a s ; sino, p o r el c o n t r a r i o , r e p r e s e n t e m o s en nu'cstra
c u r a , es la o b r a m a e s t r a d e s a b i d u r í a e n t r e los h o m b r e s : Quod
conducta s u s humillaciones y s u s dolores, y Jesucristo n o s recibirá
sltUlume$Í Dei, sajncnlivs est hominitms( I . C o r . l . ) ; en tanto en el día d e n u e s t r a m u e r t e , en su reino, d o n d e nos h a r á p a r t i c i p á r d é
q u e los partidarios del m u n d o , q u e a p a r e n t a n Ser espíritus f u e r t e s y s u s consuelos y d e su g l o r í a . , Oh I e n t o n c e s nosotros e s c l a m a r e m o s
almas generosas, son en realidad hombres sin e n e r g í a , espíritus con verdad : El r e y pacífico lia desplegado en mi f a v o r la m a g n i -
cobardes y d e g r a d a d o s , a l m a s b a j a s , p o r q u e sacrifican c u a n t o el ficencia d e r e m u n e r a c i o n e s , q u e no p u e d e n desplegar los r e v e s d e
h o m b r e t i e n e d e m a s n o b l e y d e m a s i n d e p e n d i e n t e , el espíritu y la tierra, y y o p o d r é c o n t e m p l a r con u n a felicidad e t e r n a e l ' r o s t r o
e! corazon, en los q u e solo Dios p u e d e m a n d a r . S i , ellos sacrifican d i v . n o q u e escita los deseos y forma los delicias del u n i v e r s o : lle.r
la f e , la r e l i g i ó n , la p i e d a d , el d e b e r , el reposo d e la conciencia, pacijicus magni/icatm es! supe,- o,mes reges teme : eujus vultum
D i o s , el a l m a y la e t e r n i d a d al deseo d e a g r a d a r al m u n d o , ó al t e - (les,derot universa térra. Así sea.
m o r d e o f e n d e r á ciertos j ó v e n e s libertinos, ó á ciertas m u j e r e s sin
p u d o r , c u y a a m i s t a d es u n a d e s h o n r a y c u y a s alabanzas son u n
verda'dero vituperio. S í , ellos sacrifican s u s m a s caros intereses
y sus obligaciones m a s i m p o r t a n t e s á los caprichos del m u n d o ,
á l a s b a j a s exigencias d e los respetos h u m a n o s , l ' o r consiguiente,
m i e n t r a s q u e p a r e c e n firmes c o l u m n a s y á r b o l e s m a j e s t u o s o s , n o
s o n en r e a l i d a d o t r a cosa q u e frágiles c a ñ a s , d i g n a s de lástima y de
desprecio, p o r q u e la s a b i d u r í a de este m u n d o es u n a l o c u r a á los
ojos d e Dios ( l ) .

Finalmente, Jesucristo es i n s u l t a d o c o n h o m e n a j e s fingidos y


a d o r a c i o n e s b u r l e s c a s ; su s o b e r a n í a e s vilipendiada y su divinidad
ridiculizada ; y él s u f r e estos u l t r a j e s con lina c a l m a inalterable,
con u n a paciencia invencible. Asi pues n o s o t r o s , subditos d e u n
r e y c u b i e r t o d e t a n t o s oprobios y sin e m b a r g o t a n p a c í f i c o , s u j e t o
á t a n t o s t o r m e n t o s y sin e m b a r g o t a n r e s i g u a d o , d e b e m o s r e p r i m i r
en n u e s t r o i n t e r i o r la sed d e v o r a d o r a d e h o n o r e s , d e distinciones, de
alabanzas y d e t í t u l o s . ¡Vosotros d e b e m o s ahogar en n u e s t r o s c o r a -
zones el deseo ambicioso y d e s e n f r e n a d o de elevarnos s i n m é r i t o s ,
d e d o m i n a r á n u e s t r o s inferiores y d e e c l i p s a r á n u e s t r o s i g u a l e s .
N o s o t r o s d e b e m o s r e n u n c i a r a ese espíritu d e a l t a n e r í a q u e h a c e q u e
no p o d a m o s sufrir ni p e r d o n a r , no solo l a s o f e n s a s , sino n i a u n los
d a ñ o s i n v o l u n t a r i o s q u e n o s hacen n u e s t r o s h e r m a n o s .
Ved a q u í , a m a d o s h e r m a n o s , las condiciones con q u e p o d e m o s
s e r reconocidos por v e r d a d o r e s subditos d e u n r e y pobre y afligido ;
ved aquí los t r i b u t o s q u e él exige-de nosotros, los h o m e n a j e s q u e
él a g r a d e c e , y á los q u e d a r á s u s r e c o m p e n s a s e t e r n a s . P o n g a m o s

(I) Sapienti» hujus munii rarnii slnllilia eslapud Dram (!. Cor. 3 )
la s a n g r e reconocida por inocente y p u r a : Copiad,mi in animam
Justi, et sanguinem imocentem cmdemnabunl.
Ya liemos visto como se cumplió este horrible misterio d e i n i q u i -
CONFERENCIA VIGÉSIMA T E R C E R A . d a d en el tribunal de Caifás y en el d e H e r o d c s ; d i r i j á m o n o s h o y al
tribunal d e Pilatos. E n él v e r e m o s como la s a n g r e del D i j o d e Dios
es condenada c o b a r d e m e n t e á s e r d e r r a m a d a , y la vida de Jesucristo
L a S e n t e n c i a «le m u e r t e d e Jesucristo. a s e r sacrificada. Llenos d e h o r r o r al ver la e n o r m e injusticia con
q u e los J u d í o s q u i t a n la vida á J e s ú s por m e d i o d e s u s calumnias,
n o s g u a r d a r e m o s bien d e d e s g a r r a r la reputación d e n u e s t r o s p r ó -
Capta'"«! i" animara Juti.lt tanguito»
j i m o s con nuestras murmuraciones.
inmcenlm cvademnabunt.
U - malvadas se colearon contra la sida del
lisio, < condenaron la sm(reinoceolc. PRIMER.» PARTE.
(Ps. 03.1
E s necesario c o n v e n i r , d i e e S . A g u s t í n , q u e P i l a t o s se valió d e
lodos los medios posibles p a r a l i b r a r al S a l v a d o r de las manos y del
luror d e los J u d í o s , á escepcion del m e d i o ú n i c o q u e podía p r o d u c i r
I a verdad e n c u e n t r a o r d i n a r i a r a c u t c t r e s clases d e enemigos en efecto, es decir la firme resolución d e p r e f e r i r la v e r d a d á la política,
las personas q u e llenen la misión d e d e f e n d e r l a : los u n o s la p e r - y la justicia á los respetos h u m a n o s .
siguen con f u r o r , los otros la t r a t a n con desprecio, y los otros cu E n efecto, d e s p u e s de. h a b e r a g o t a d o i n ú t i l m e n t e todos los r e c u r -
fin la sacrifican á su debilidad. L o s p r i m e r o s se m u e v e n p o r el i n - sos, hace el ú l t i m o esfuerzo. T o m a á J e s ú s d e la m a n o , y le c o n d u c e
terés, los s e g u n d o s por el orgullo, y los ú l t i m o s por la política. Y al balcón desde d o n d e a c o s t u m b r a b a h a b l a r al pueblo : Ved a q u í ,
a u n q u e las c a u s a s sean diferentes, el efeelo es sin e m b a r g o i g u a l - dice a los Judíos q u e estaban en t u m u l t o , ved a q u í yo os le presentó
m e n t e f u n e s t o ; es d e c i r q u e la verdad e n c u e n t r a m a s perseguidores por última vez, p a r a q u e os acabéis d e c o n v e n c e r d e q u e y o no e n -
q u e m á r t i r e s en los h o m b r e s q u e debieran d e f e n d e r l a , y q u e ella os c u e n t r o en él c r i m e n a l g u n o : Eceivil ergo iterum Pilatm foros, et
i n m o l a d a con f r e c u e n c i a p o r las m a n o s d e los mismos q u e d e b i e r a n dtcil eis Ecce atldueo vobis eum foras, ut cognoseatis guia millam
hacerla reinar. mvenio in eo causam. | V en este m i s m o tiempo apareció en lo alto
Ved pues este triste d e s t i n o d e la verdad en la a u g u s t a persona del palacio el R e d e n t o r I... Él tiene en s u c a b e z a su horrible d i a -
d e Jesucristo, q u e ha d i c h o d e si m i s m o que n o solo es el m a e s t r o d e m a d e e s p i n a s ; el girón d e p ú r p u r a con q u e le habían vestido p o r
y el o r á c u l o tle l a v e r d a d , sino q u e t a m b i é n es el tipo visible d e ella, irrisión c u n r e s u s e s p a l d a s ; él tiene eu s u s m a n o s u n a vil c a ñ a ; s u
o mas bien q u e es la verdad subsistente y personificada : Ego fí» rostro está todo a c a r d e n a l a d o y m a n c h a d o con las i m p u r a s salivas,
veriltts. Su c a u s a se presentó eu tres t r i b u n a l e s d i f e r e n t e s : en el de y d e todo su c u e r p o , d e s g a r r a d o p o r los azotes v acriv¡lindo de h e -
Caifas, en el d e H e r o d c s y en el de l'ilatos. E n todos ellos f u e p r o - ridas, c o r r e la s a n g r e en a b u n d a n c i a : ExiVit ergo Jesús, portan*
c l a m a d a legal v p ú b l i c a m e n t e la s a n t i d a d y la inocencia d e su v i d a . •oro,aun spineam,el purpureum vestimentum. ¿Qué corazones no se
Y sin e m b a r g o el Hijo d e Dios, la v e r d a d p o r esencia, es perseguido hubieran enternecido, q u é bestias feroces n o se h u b i e r a n a m a n s a d o
en el S a n b e d r i n con u n a crueldad i n a u d i t a , es orgullosamcnte r i d i - a vista d e este espectáculo ? E n efecto, la esperanza d e a b l a n d a r
culizado en la Corte, y e o b a r d e m e u t e sacrificado en el Pretorio. aquellos d u r o s corazones f u é la q u e hizo á Pílalos, c o m o dice
Estos tribunales i n f a m e s conspiran todos t r e s reunidos a c u m p l i r S . L e ó n , p r e s e n t a r á J e s u c r i s t o ; él n o d u d a b a q u e c o n m o v i d o s con
esta profecía d e D a v i d : Q u e h o m b r e s diversos, c o n un m i s m o objeto, u n espectáculo tan lastimoso a p l a c a r í a n su f u r o r y r e n u n c i a r í a n al
a u n q u e por diferentes c a u s a s , s e coligarían c o n t r a la v i d a del Justo deseo cruel d e ver m o r i r al q u e c o n t e m p l a b a n afligido con tantos
por cscelencia ó del Mesías, y q u e c o n d e n a r í a n ó h a r í a n d e r r a m a r males y a b i s m a d o en u n d o l o r t a n p r o f u n d o . P o r esta razón, al
LA SENTENCIA DE MUERTE DE JESUCRISTO. 377

Acciptln eum vos, et crucifigíte: ego cnim non invenía ¡meo cau-
manifestarle al pueblo, esclamó con uua gran voz : Ved aquí el
san. Él debe morir, replican con insolencia los Judíos, porque él se
hombre : Ecec horno; queriendo decir con estos palabras : Ved aqui
lio supuesto el Hijo de Dios, y según nuestra ley un crimeu como
el hombre cuya muerte solicitáis con una obstinación tan ciega y
este merece 1a m u e r t e : ¡Vos legem habanas, el scciindum legtm
tan bárbara. ¿No estáis todavía satisfechos? Ved el estado lastimoso
debe!"morí, i/uia ftlium Dei sefec.it. Sí, hombres ciegos, injustos y
á q u e le habéis reducido : Écce homo.
crueles, vosotros decis la verdad : ségun vuestra ley, Jesús debe
En el dia de m a ñ a n a espigaremos, con el auxilio de Dios, el mis-
morir. Vuestra ley es la ley de Moisés, vnestra ley son las profecías
terio de estos profundas palabras, el cual esté enlazado con otros
y los salmos donde la muerte del Mesías en la cruz se encuentra
misterios. Por ahora observemos, p a r a no interrumpir nuestro
anunciada claramente. Esla ley la hizo, el mismo Jesucristo de
discurso, que en virtud "de las órdenes de Pilotos fué. el Salvador
acuerdo con su P a d r e . Él morirá p u e s ; es m a s , él debe absoluta-
azotado y reducido á aquel estado tan miserable y tan doloroso. ¿V
mente m o r i r : Debet. morí, porque, es imposible que lo q u e él mismo
110 era una locura d e su parte esperar que, cuando el juez, se habia
hizo escribir en la ley, y lo que hizo anunciar por los profetas, no
mostrado tan cruel, pudiesen los acusadores moverse á compasión ?
se cumpla. Él morirá, él debe, morir, Debet morí; m á s en virtud
¡Qué demencia la de suponer q u e podría desarmar la injusticia de
de sus decretos, emanados de su libre.voluntail, y no "en conse-
los Judíos al presentarles el ejemplo de su propia crueldad, y de
cuencia de v uestro odio. Él morirá, y él debe morir, no porque
creer que contendría su ciego f u r o r , después de haber condescendido
se dicc el Hijo de Dios, sino porque siendo verdaderamente
hasta aquel punió! ¡ Qué locura la de creer, dice S. León, que el
Hijo de Dios, se hizo al mismo tiempo hijo del hombre para salvar
odio rebelde de los Judíos se cstínguiria, cuando por el contrario se
á los hombres. Así pues mientras q u e vosotros blasfemáis, h o m b r e
habia enardecido con el ejemplo de barbarie que Pílalos les habia
impíos, habíais como profetas. Vosotros anuncíate este gran mis-
dado cubriendo d e heridos ol Salvador del m u n d o ; y que unos ene-
terio : Jesucristo, porque es Dios y Salvador de. los hombres, debe,
migos tan feroces dejarían de pedir la muerte de aquel á quien
morir en la cruz, como há sido anunciado, para dar la vida á los
habían hecho sufrir tantos tormentos {1}! El pueblo, que no estaba
mismos que preparan su muerte : Nos legem habemus, et secundum
poseído por las pasiones de sus jefes, pareció conmoverse á vista
legem debet morí, mia filium Dei se fecit.
d é l a paciencia inalterable que Jesús mostraba bajo el peso de. tantas
ignominias y.de tautos dolores; mas los pontífices, los magistrados Al oft esta nueva aeusaciou contra el Salvador : <r Él se ha s u -
y los fariseos, verdaderos perros rabiosos y ávidos de sangre, como puesto el Hijo de Dios, »(quién lo creyera I Pilatos, añade el mismo
los llama S. Juan Crlsóstomo, se hicieron á vista de este espectáculo Evangelista, se llenó de un temor respetuoso: Cuín ergo audisset
mas insolentes y mas bárbaros. Pílalas hune sermonan, magis timuit. E n efecto el silencio de
Jesucristo, la sabiduría profunda de sus respuestas, el milagro evi-
Al ver que el pueblo d u d a , se dan prisa, dice el Evangelista, á
dente de su mansedumbre y de su paciencia, su aire de. grandeza y
quitarle el tiempo para reflexionar, y á ahogar en él los movimien-
d e majestad, y aquel esplendor divino q u e brillaba siempre en sil
tos de una compasion naciente; ellos se adelantan, y ciibren su voz
semblante, sugirieron á Pilatos la idea de q u e lo que echaban en
gritando ontes que todos con nuevo f u r o r : Lejos d e nosotros esc
cara los Judíos al Salvador como un crimen, era realmente una
criminal; quítalo d e nuestra v i s t a ; crucifícale,crucifícale: Gum
verdad; que aquel personaje tan estraordinario era verdadera-
erijo vidissenl eum Pontífices, et minislri, chimahanl dicentes:
mente el Ilijo d e Dios, y (pie por consiguiente el mismo se liarla
Crucífige, crucifige eum. No, responde Pilatos que no conocía
culpable de una impiedad enorme al pronunciar una sentencia de
bastante el odio de los Judíos, ni su propia debilidad, no, yo no me
m u e r t e contra un hombre q u e tenia por padre á Dios. Esta es la
resolveré jamás á crucificar á un hombre á quien reconozco i n o -
causa, dice el venerable Reda, por que tiembla Pilotos; esta es la
cente; tomadle vosotros, si tenéis valor p a r a d l o , y erucificadlc:
causa por q u e se llena d e espanto (i). ¡"O grandeza, o gloria del Re-
( I ) Jiori limitó quia legem a u d i v i t ; sed magis limuit no Filium Dei oceideret.
( I ) Perlinas Juda-orum mnlilia cresccliat iu q u e m obliueliant j u s illusiouis. (Jn Joan.)
esigobant el moni, (Scrm. Je Past.)
dentor! esclama San Atanaslo; en la actitud misma de un criminal,
de una curiosidad vana y estéril. Pues bien, Pilatos se encontraba
hace temblar á su j u e z ; y .mientras que los Judíos exigen que Jesu- desgraciadamente en esta última disposición. Además el Señor le
cristo sea condenado ,en virtud de su ley, Pilatos teme, al pronun- habia hablado ya muchas veces, pero sin utilidad alguna. Por con-
ciar esta inicua sentencia contra Jesús, pronunciar la-suya propia, siguiente, haciéndole oir de nuevo su voz no le hubiera hecho mas
y esta sola idea le llena de horror ! . eeloso ni mas fuerte para sostener la justicia, ni menos débil, ni
Rasgo admirable del espíritu y del corazón d e Pílalos, añade menos cobarde para sacrificar la inocencia á los respetos humanos.
S. Cirilo, que es una figura de la docilidad con que los Gentiles re- V supuesto que la gracia, después de haber llamado largo tiempo en
cibirán la fe, cuando mas tarde oigan la voz de los apóstoles que vano, acaba por g u a r d a r silencio, Jesús por los motivos dichos no
les anuncie a Jesucristo. Eu el tribunal de Caitas, cuando Jesús se dió respuesta alguna a la pregunta de P i l a t o s : Mus autem respon-
dio á conocer por Hijo de Dios, el gran sacerdote osó tratarle de n o n non dedil (Joan.).
blasfemo y sacrilego, y declararle digno de m u e r t e ; mas cuando I.a especie de temor respetuoso q u e Pilatos habia concebido r e s -
Pilatos oye de boca de los .ludios que Jesucristo se habia dado á pecto á Jesucristo, era uno de esos movimientos pasajeros de terror
conocer por Hijo de Dios, se siente movido d e inclinación y respeto q u e de tiempo en tiempo se apoderan de los pecadores, los sacan del
hacia él. Mientras que Caifas no ve en el Hijo d e Dios mas que un sueño en que sus pcea'dos los tienen sumergidos, }" les hacen abrir
hombre, culpable de blasfemia, Pílalos divisa eu este h o m b r e , los ojos al peligro d é l a condenación eterna que les espera: pero
tratado de blasfemo, al Hijo de Dios capaz de inspirarle veneración bien pronto, abrumados b a j o el peso de la costumbre, vuelven á
y temor 2 . caer en su funesto letargo, y se encuentran de nuevo colocados bajo
el imperio tic sus errores y de sus pasiones. De este modo Pilatos,
Así pues, poseído Pilatos de esta agitación interior vuelve á e n -
después de haber tributado un homenaje momentáneo á la divinidad
t r a r en el pretorio con Jesús, y con un aire respetuoso y afable le
del Salvador, vuelve á sus preocupaciones y no le considera mas
pregunta : Díme por favor claramente : ; d e dónde eres ? fíizit ttd
que como un hombre, y como no hay cosa m a s irritable q u e el o r -
Jesum : linde es tu? ¡Joan.) ¡O dichosa mudanza verificada en el
gullo, Pílalos'Se ofende del silencio q u e Jesucristo guarda para cas-
espíritu de Pilatos 1 dice Eutimio. Él no pregunta ya al Salvador, tigarle ; él deja de hablarle con el respeto que ántes, y con un tono
como la primera v e z : ¿ De. q u é t e acusan ? ¡. Cuáles son los crímenes allaneróle dice : ¿ Quién eres t ú para no querer responderme? ¿ i g -
q u e has comelido ? sino q u e se limita á preguntarle : ; De dónde noras quién soy yo ? ;No sabes q u e tn vida y tu muerte están en mi
eres ? Con estas p a l a b r a s quería decirle: ¿ Perteneces á la tierra, ó mano ? MU,i non logmris? Aescisipiiapotestatem taha emeifigere
desciendes del cielo ? ¿ Eres solamente hombre, ó eres acaso Dios ? le, el potestatem babeo dimitiere te! (Joan. I
(InJoon.)
ü revelación teológica, clara y precisa d e la div inidad de J e s u - i Ojnezinsensato! le dice S. Ambrosio; por esas palabras descu-
cristo, no procede de la carne y de la sangre, ni de los cálculos ó bres Iu injusticia y pronuncias tú mismo t u condenación ( l ! . Si
conjeturas del hombre, sino de la gracia d e Dios l'adre, á quien es cierto, como te jactas de el.'o, que tienes el poder de absolver y
únicamente pertenece revelar su Hijo n los h o m b r e s : Caroet san- de condenar, ¿ p o r q u é no has librado, por qué. has hecho a z o t a r a !
Smisnmrecelaml Ubi, se,l Paler me«s,qm i» calis esl ¡Matth. 16). acusado cuya inocencia has reconocido y proclamado, y que sabes
lisie Padre celestial ñ o l a concede mas que á los pequeños y á los muy bien que no tiene otro crimen que el odio ajeno y su propia
hunüldes que quieren aprovecharse de ella para la salvación eterna, virtud ?
y la niega á la ciencia orgullosa que quiere hacer de ella el objeto Mas I a v ! los q u e mas se vanaglorian d e su autoridad son los que
conocen menos el uso legitimo que dehen hacer de ella, el Dios de
t1: Tiniuit Pilatus reum soum ; el ipsemet suarn iu Cliristum quasi iu se lalam
quien la reciben, y la cuenta rigurosa q u e s e les exijira uu dia. I.os
senlentiam esliorniit. (Seim. de Pass,)
que mas se ensoberbecen de su poder sou los que abusan de él mas
(2) I'nl.vl crintea amplificaban!, asscrcules Chrístum peccase in Deum: Pilatus
aulrmy maguiludine rei ail t'ormidiueul imputsu», pula! Deum es*e Cliristum, licet
híinm viclftilu!.(/fl Joan.) i.1 Tua, Pílate, voce constrigeris; tua seuteulia damnaris. (la Ps. 118.
f á c i l m e n t e . Tal era el g o b e r n a d o r Pilatos, y el p o m p o s o elogio q u e y q u e si su c r i m e n , triste f r u t o d e la timidez y de la debilidad, era
él h a c e d e su poder en presencia d e J e s u c r i s t o es el preludio del uso menos g r a v e q u e el d e J u d a s y d e los J u d í o s , q u e h a b i a sido s u g e -
i n j u s t o q u e iba á h a c e r m u y p r o n t o d e él. r i d o por la avaricia, el odio y la envidia, n o p o r eso e r a m e n o s p o -
L a Sabiduría i n e a r n a d a n o creyó sin e m b a r g o q u e debia d e j a r s i t ú o , y q u e él d e b i a , como aquellos, s e r castigado p o r las vengan-
p a s a r esta réplica sin r e v e l a r lo q u e t e n i a d e insolente : ¿ Q u é d e c i s , z a s celestiales ( 1 ) .
P i l a t o s ? le contesta J e s ú s . ¡ P o r q u é t a n t o orgullo en h a c e r vuestra Pilatos sintió t o d a la fuerza d e esta r e c o n v e n c i ó n , y c o m p r e n d i ó
a u t o r i d a d superior á la m í a ? S a b e d q u e no t e n d r í a i s p o d e r a l g u n o q u e esta a m e n a z a hecha con la d u l z u r a d e u n a m i g o y la m a j e s t a d
sobre m í , sino se os h u b i e r a concedido d e lo alto : Von haberes po- de u n s o b e r a n o , e r a inspirada p o r la e q u i d a d y oslaba llena d e s a -
testatem adeersum me ullam, nisi tibí dalumesscl desuper (Joan). b i d u r í a . D e s d e entonces, exinde, ó como la esplica S. A g u s t í n , p a r a
; O bellas y m a j e s t u o s a s p a l a b r a s d e nuestro S a l v a d o r 1 e s c l a m a en no esponerse á c o m e t e r el pecado e n o r m e d e h a c e r m o r i r á u n ino-
este l u g a r S . Cirilo. E n la condicion d e esclavo, habla como sobe- cente, llevado á s u . t r i b u n a l p o r un odio i n j u s t o , t r a t ó Pílalos d e
r a n o . A la autoridad d e Pilatos o p o n e la s u y a p r o p i a , y r e p r i m e b u s c a r o l r o ihedio para p o n e r al S a l v a d o r en l i b e r d a d : Et exinde
el orgullo insensato del h o m b r e q u e se e n v a n e c e d e l a n t e d e Dios d e quinchal Pilalus dimitiere eum. (Joau.)
la autoridad q u e h a recibido p r e s t a d a d e este-mismo Dios i i ]. M a s la i n f a m e malicia d e los J u d í o s conoció bien p r o n t o las n u e -
A d e m á s , las p a l a b r a s d e P i l a t o s p a r e c í a n i n d i c a r q u e J e s ú s iba vas disposiciones del p r e s i d e n t e en f a v o r de. la c.ompasion y la j u s -
á m o r i r por la voluntad ó el c a p r i c h o del r e p r e s e n t a n t e del César, ticia, y volvieron á c o m e n z a r el t u m u l t o y los gritos, diciendo :
lo cual destruía la libertad del sacrificio del S a l v a d o r . P u e s bien, Sabed, Pilatos, q u e si d a i s libertad á este h o m b r e , será p a r a n o s -
en esta oeasiou no quiso J e s u c r i s t o d e j a r d e manifestar la i m p o r - otros u n a p r u e b a d e q u e 110 sois a m i g o n i r e p r e s e n t a n t e del Cesar,
t a n t e v e r d a d d e q u e : él s e ofrecía á la m u e r t e p o r su v o l u n t a d , sin sino su enemigo y su r i v a l « p o r q u e todo el q u e se h a c e r e y , como
ser obligado á ello p o r n i n g u n a f u e r a estertor. L'or consiguiente, este, se declara c o n t r a el C é s a r ; y todo el q u e proteje á 1111 rebelde,
el sentido d e s u respuesta, s e g ú n T c o f i l a c t o , era este : ¿De q u é os v a - se m u e s t r a t a m b i é n rebelde al C é s a r : Jiutm autem clamaban! di-
nagloriáis ? Vos nada podríais sobre m i si mi P a d r e no m e h u b i e r a centes : Si hirae dimittis, non es amicus Contris: omnis enim,
sometido á vuestro j u i c i o , y y o mismo no hubiese a c e p t a d o este qui se reijem fácil, contradicit Ciesari. (lbid.)
juicio d e mi propia v o l u n t a d . V o s c r e e i s s e r e l a r b i t r o , y no sois m a s Así pues los s a c e r d o t e s y los m a g i s t r a d o s j u d í o s principiaron por
q u e un i n s t r u m e n t o cicgo elegido por mi P a d r e p a r a el c u m p l i - c o n d e n a r a ! S a l v a d o r en su S a n h e d r í r i c o m o c u l p a b l e d e b l a s f e m i a ;
miento d e los designios q u e h a f o r m a d o sobre m í 2,. ellos le a c u s a r o n en s e g u i d a d e rebelión en el Iribunal d e P i l a t o s ;
Sin e m b a r g o , observa E u t í m i o , á lin d e q u e P i l a t o s n o se hiciese despues, r e n u n c i a n d o á acusarle d e alta traición, ic i n c u l p a r o n d e
ilusión h a s t a el p u n t o d e uo creerse c u l p a b l e d e injusticia p o r h a b e r n u e v o como b l a s f e m o y como u s u r p a d o r sacrilego d e l a divinidad ;
sometido á Jesucristo á los azotes, y p o r querer c o n d e n a r l e á m u e r t e y a h o r a , d e j a n d o á u n l a d o el c r i m e n c o n t r a la religión, r e n u e v a n
(In Joan.), el S a l v a d o r a ñ a d e : S a b e d sin e m b a r g o , o P i l a t o s , q u e contra él la acusación d e crimen d e eslado. P o r la v a r i a c i ó n d e e s -
el pecado del q u e m e ha e n t r e g a d o á vos es m u c h o m a s e n o r m e tos testimonios, q u e s e d e s t r u y e n al m i s m o tiempo q u e s e s u c e d e n ,
q u e el vuestro : Prapterea qui me tradidit Ubi mojas peecatum mauifleslan ellos q u e s u s a c u s a c i o n e s n o t i e n e n f u n d a m e n t o a l g u u o ,
habet. (Joan.) V en estas pocas p a l a b r a s , dice S. A g u s t í n , d e s c u b r e y q u e eo esta causa 110 h a y n a d a evidente y cierto m a s q u e la d e -
Jesús á Pilatos el horrible a t e n t a d o q u e cometió J u d a s al e n t r e g a r l e bilidad del j u e z y el f u r o r i n f e r n a l d e los a c u s a d o r e s .
á los J u d í o s , y los Judíos al e n t r e g a r l e á los (¡entiles ; p e r o es n e - P o r o t r a parte, ¡ o celo hipócrita y a f e c t a d o 1 ¡o apariencia d e fi-
cesario conocer al m i s m o tiempo q u e Pilatos tampoco es inocente, delidad en u n o s h o m b r e s q u e violan la justicia I E n t a n t o q u e estos
acosadores i n j u s t o s s e m u e s t r a n tan celosos d e los derechos del Cé-
(1) Quoniam Pilalus poleslalem jactaba!, oppooit Chrislus poteslatehi su3iu,
ejinofic faslum adversus Del gloriam tnmentem deprimit. (/« Juan.)
(2) Dalum desuper dicir, id est : »¡si meipsum praberem el Pater concederet, ;i) Di.vil: Majus peccalum liábel, ul pililus eliam se haberc ¡nlelligerel, illi
non haberes puleslaleru in me. (la Joan.) mvidendo, islc timeudo. (Jract. 116. in Joan.)
sar, desprecian altamente la ley de Dios ; estos criminales preten- sías, el rey que les habia sido prometido de la raza de Abrahan, de
dían intimidar á Pilatos por consideraciones de política, porque le la casa de David, y entregarse para siempre en manos d e u u rey
habían encontrado indiferente respecto a los intereses de la reli- gentil, de. un rey estrangero, enemigo de su ley y de su nación ; era
gión ; ellos le amenazan con la desgracia del César, porque conocen desechar el reino y los benclicios del Mediador, del Redentor y del
que no teme la desgracia de Dios cuando se manifiesta dispuesto á Autor de la salvación eterna ; era finalmente abandonar el punto
absolver á uu blasfemo. Pero lejos d e intimidarse Pilatos por estas capital de su fe y abjurar la verdadera religión.
amenazas y de mirar al Salvador como culpable por haberse llamado Pues bien, una impiedad tan grande sufrirá su justo castigo;
rey de los Judíos, desde su tribunal, proclama él mismo solemne- Dios concederá á los Judíos lo que han pedido; ellos teudrán el so-
mente la soberanía de Jesús, diciendo al pueblo : o Continuad, si berano q u e han elegido. Por haber preferido su dominación á la de
os parece, en vuestros clamores; no por eso es menos cierto que el Jesucirsto; por haber preferido el reinado del hombre al de Dios,
que vosotros acusaís d e haber supuesto su soberanía es vuestro rey ellos tendrán, en lugar del Rey-Mesías que debia salvarles, el rey
legitimo: Sed« pro tribumlí, el dixit Judiéis: Ucee rex t e s - tirano, el César que han Invocado; ellos tendrán á Vcspesiauo,
to'. J o a n ) Palabras profundas y misteriosas, á las que me reservo q u e vendrá á degollarlos, a dispersarlos y á destruirlos.
dar en el dia de m a ñ a n a una esplicocion mas\'stensa. • Mas eu tanto q u e Pilatos, sentado en su tribunal, continúa dis-
A esta declaración inesperada de Pilatos, los Judíos 110 fueron cutiendo con los .ludios, su esposa le envia á decir con uno de sus
domésticos : Guárdale e n tomar parte en la condenación de este
y a dueños de contener su furor; ellos se creyeron mas que burlados,
j u s t o ; porque no puedes imaginar los sueños espantosos y las visio-
ellos se consideraron iusultados; y lanzando todos á la vez un grito
nes terribles que me hall llenado hoy de horror por su eausa :
inmenso de ferocidad, exclamaron: ; Haced desaparecer al momento m
" m ' "justo illí, multa ettim passa sum hodie per t>isum
ese monstruo! ¡matadle! ¡cruciíicadle I lili aulem clamabanI: Tulle,
propler eum. (Matth.) ; 0 prodigio de la g r a d a y de la revelación
tulle, crueifige eum. (Joan.) V sin embargo, Pilatos replica: Jesús divina ! esclama Rábano Mauro ; la m u j e r de u n pagano, idólatra
es vuestro r e y ; ¿ y m e exigis que crucifique d vuestro rey ? Dixit también, conoce y cree por el solo aviso de u n sueño lo q u e los J u -
eis Pilatus: fíegem veslrvm cruci/igumi' lbid.) Mas furiosos, díos en el pleno ejercicio de Sus facultades intelectuales no quieren
m a s e n v e n e n a d o s q u e nunca responden los Judíos: ¿Qué rey es esc? creer ni comprender, ( / a Malth.) Y eu tanto que los Judíos, como
i de q u é rey nos habíais ? nosotros no reconocemos m a s rey que el observa San J u a n Crisòstomo, lanzan furiosos gritos, y vomitan
César, él solo es nuestro legitimo soberano: Hesponderunt pontí- horribles blasfemias contra el Hijo de Dios á quien acusan de malhe-
fices. non habemvs regem nisi Ccesarem. chor, una mujer pagana les da públicamente el mas solemne m e n -
¡O ceguedad! [oblasfemia! El Mésias prometido á los Judíos debía tís, confesando, desde el tribunal del gobernador, que Jesus es ino-
tener, según las profecías, el titulo de rey de los Judíos. Aun cuando cente y justo. [Homil. in Parase.} O m u j e r afortunada, digna de
su soberanía debía ser de una naturaleza diferente de la de los otros haberse hecho cristiana poco despucs, y de haber adquirido la s a n -
monarcas, sin embargo los Judíos le esperaban y 1c esperan todavía tidad ; porque tal vez es ella aquella Claudia Prócula, discípulo de
S. Pablo, de quien este apóstol hace mención en su epístola á T i -
como rey. Menos culpables hubieran sido sin duda si hubiesen res-
moteo, y q u e tuvo también la dicha, como es creíble, según el testi-
pondido á Pilalos: « El que vos nos presentáis como nuestro rey y
monio de Tertuliano y de S. Aguslin, de convertir á Pilatos, su es-
como el Mesías, no tiene los caracteres ni los títulos iegitimos q u e
poso, a la fe de Jesucristo.
puedan hacérnosle reconocer por t a l ; por esta razón no queremos
oir hablar de él, y hasta tanto que nuestro rey y uueslro Mesías
apareczaeutre nosotros no obedeceremos m a s q u e al Cesar. » Pero ; Bajo qué aspecto tan consolador s e n o s presenta este misterio I
decir en un sentido general y absoluto: Nosotros 110 queremos r e - El nos anuncia, dice S . Agustín, que los tiempos se han mudado,
conocer m a s soberano q u e el César, era escluir, no solo cualquier que la luz comienza á brillar en mediode la noche, y que la gracia se
otro rey contemporáneo, sino también cualquier otro monarca f u - muestra mas a b u n d a n t e que el pecado. En la época de la creación,
t u r o ; era repudiar d e una manera esplieíta aun al mismo Key-Me- la mujer indujo al bom b re á la desobediencia, á la blasfemia y ó la
384 LA S E N T E N C I A DE MUERTE DE JESBCEISTO. LA SENTENCIA DE MUERTE DE J E S U C R I S T O . 3 8 J

m u e r t e ; m a s en el d í a de la Redención la m u j e r v o l v i ó al h o m b r e á
a los s o l d a d o s p a r a q u e sea crucificado : El tradidit eis Jesum
la v e r d a d , á ia.salvacioii y á la vida, [v2l.de Temp.) J-a esposa d e ut erucifigeretur. ( M a t t h . ) , O d e b i l i d a d ! ¡ o injusticia! Asi d b a
Piiatos, a ñ a d e S a n H i l a r i o , es y a el tipo viviente y profetieo d e la cumplirse esta profecía : L a vida de, j u s t o s e r á 'sacrificada c u
Iglesia de los Gentiles q u e , hecha cristiana, i r á bien p r o n t o á c o n -
Sa
vertir al Cristianismo los pueblos incrédulos, en m e d i o d e los cuales c Z i r / r " "gre ifl0CentC se
™ '"justamente condenada ^

se eleva. ( / » Matth.)
El testimonio d e P r ó c u l a hace, desde a h o r a u n a impresión p r o - A p e s a r d e esto, p a r a hacer m a s a u t é n t i c o y m a s solemne el
f u n d a en el espíritu d e P i l o t o s ; p o r q u e su esposa ha confesado p u - c u m p l i m i e n t o literal de esta profecía, al e n t r e g a r P i J o 7 j « u
b l i c a m e n t e q u e Jesucristo es el j u s t o , y Pilatos repitirá bien p r o n t o p a r a ser c o n d u c i d o á la m u e r t e , p,-ática u n a S o n * 2 S
estas p a l a b r a s p r o c l a m a n d o á Jesucristo el j u s t o p o r esceleneia, a b s o l u t a m e n t e nueva en los anales de la j u s t i c i a ; haciendo q u e le
como veremos después. Asi p u e s , u n h o m b r e y u n a m u j e r , n a c i d o s llevasen agua al balcón d o n d e se h a l l a b a , s e l a a las m a n t en
los dos en el seno del gentilismo, h a b l a n d o en esta ocasion en n o m - presencia del p u e b l o , y esclama con u n a v o z s o n o r a : S a b e d o J „ !
b r e d e todos los h o m b r e s y d e todas las m u j e r e s del pueblo gentil, di s, q u e y o m e m e declaro inocente d e la s a n g r e d e es e l f o -
son, dice S . G o r ó u i m o . los p r i m e r o s p r o f e t a s y los p r i m e r o s e v a n - esto os pertenece á vosotros, y vosotros responderéis M i ®
gelistas q u e a n u n c i a n la s a n t i d a d y la justicia del Salvador, fe
m a l d a d queco,,,eteis: l a ^ a n u s c Z m ^
Matth.) , ,
E n efecto, los J u d i o s h a b l a n empleado i n ú t i l m e n t e las c a l u m n i a s , Mat u Z l l T 7 • S a " ' j m 0 ÍUSlih"'"> •• »»
las acusaciones, los clamores y las a m e n a z a s . p a r a a r r a n c a r á P i l a - udt 1 ^ ' d'CC " " P 3 d r c á P i l a t o s , los
tos la condenación d e J e s ú s ; a h o r a r e c u r r e n a u n a coumocion p o - J u d i o r e s p o n d e r á n u n día a n t e la justicia d e Dios por h a b e r p r o v o -
c a d o la m u e r t e d e J e s u c r i s t o p o r un s e n t i m i e n t o d e i n u o f Z -
p u l a r ; y esos h o m b r e s q u e , a f e c t a n d o u n celo hipócrita por el o r -
d e n público, h a b í a n a c u s a d o y q u e r í a n h a c e r m o r i r al S a l v a d o r 1 bereo f ' P Í I a , ° S ' * * * « « * £
h a b e r cooperado, con u n a d e b i l i d a d inescusable, á u n atenLdo
como sedicioso, organizan ellos m i s m o s u n a sedición p r o n t a á e s -
t a l l a r , si Pilatos 110 cede á s u s exigencias. F á c i l h u b i e r a sido p r e - del c m c n q u e has cometido al consentir q u e se sacrifique una
v e n i r y reprimir esta sedición en su principio, c u a u d o todavía n o s e p e r s o n a cuya inocencia h a b í a s p r o c l a m a d o t ú m i s m o .
h a b i a seducido al pueblo, ni e n c e n d i d o su o d i o ; pero al presente n o i D e s v e n t u r a d o P i l a t o s I a ñ a d e S . L e ó n ; en t a n t o que p r o c u r a t t i -
era y a t a n fácil a p a g a r u n incendio que la debilidad culpable del
juez' h a b i a dejado p r o g r e s a r . Pilatos en su timidez, n o e n c u e n t r a r á n ^ r V " ^ « ^ L d ; ^
n a d a q u e o p o n e r - á este último a r g u m e n t o , á este peligro d e u n a
es é Z Z L Z " T " prUe"a P°r si m i s m a «"razón
insurrección general, i n m i n e u t e y c i e r t a : Videns autem Pilalus una « a de"?"8 iOSeS ÍÍD
' '"'0faUadüS' «Ue « P ™ » ™ *
qiMqÍlíÍÍfyÓficerel,sed magiílumtfltwfieref. ( M a t t h . ) Conociendo de que f m í o T É ^ " " J'"Sl<>' * ™
e deelara ¡noccnte
por otra p a r t e el c a r á c t e r d e los J u d i o s , n a t u r a l m e n t e i n c l i n a d o s fnlc f ( ' ) • f ^ t e es el e r r o r d e
á las revueltas, y s a b i e n d o que. obedecían con d i s g u s t o á los dos los q u e se a b a n d o n a n al pecado, c o n c l a v e S . R u e L v e n t u r a
R o m a n o s , y que entonces se hallaban dispuestos á s a c u d i r v i o l e n t a - c u a n d o creen q u e Dios d e b e j u z g a r s u s faltas L o s z ^ elS
cuaDd
Z ° sp q u e u n a acción vergonzosa p o r q u e n ^
m e n t e el y u g o , retrocede, a n t e la inmensa responsabilidad q u e p e s a -
g r a v e a s u s ojos, t a m p o c o lo es á los d e Dios, y q u e e los n o son
ría sobre él si esponia al César á perder u n reino p o r 110 consentir
en sacrificar á un hombre, y se c o n d e s a vencido : Pilalus autem
iioleiis populo satisfacen dimisil Mis llarabbam, et tradidit Jesum ¿ C ó m o e s posible n o a d m i r a r , al l a d o d e la insistencia i n f e r n a l
flagelas cwsum, utcmeifigeretur. ÍMarC.) Pilalus adjudicavit fieri
pciillones corum. ( L u c . j ; suscribe la s e n t e n c i a d e m u e r t e d e aquel
c u y a inocencia h a b i a reconocido v p r o c l a m a d o , y e n t r e g a á J e s ú s
v
- DE R . III. ) 7
LA SENTENCIA DE MUERTE DE JESUCRISTO. 3S7
con q u e los J u d í o s , escitados p o r el d e m o n i o , p r o c u r a n h a c e r p a s a r
Captaban! in anima«, Justi, el scingainem innocentem condm-
á Jesucristo por c u l p a b l e , la constancia celestial q u e Dios i n s p i r a nabvnt.
sin d u d a ;í Pilatos en h a c e r p r o c l a m a r su iuoeeneia ? Diez veces ha
J O misterioso c o n t r a s t e ! dice Orígenes. M i e n t r a s q u e Pilatos pro-
declarado q u e no e n c u e n t r a en él c r i m e n a l g u u o , q u e n i a u n p u e d e
esta con todas s u s fuerzas q u e él esta inocontc d e la s a n g r e d e
echarle en c a r a la m a s leve f a l t a ; m a s este testimonio verbal n o le
J e s u c r i s t o q u e se v a á d e r r a m a r , los J u d í o s redoblan s u s esfuerzos
satisface, sino q u e quiere d a r otro m a s sensible, el m a s poderoso, y
p a r a h a c e r s e culpables d e ella, y a , r a e - s o b r e s í toda la i n i q u i d a d
el m a s s o l e m n e d e t o d o s , l a v á n d o s e las m a n o s á presencia d e todo
toda,«venganza. Enefeelo.nohabiaacabadoPilalosdepronunciar
el pueblo r e u n i d o ; pues p o r esta c e r e m o n i a s i n g u l a r , q u e n i n g ú n
e as p a l a b r a s justificativas : „ Yo estoy i n o c e n t e d e la s a n g r e d e
j u e z h a b i a p r a c t i c a d o j a m á s , y q u e d e b i a , por s u m i s m a n o v e d a d ,
e s t e j u s o ; vosotros sois los q u e responderéis d e e l l a , « c u a n d o el
p r o d u c i r l a m a s p r o f u n d a i m p r e s i ó n en el espíritu d e todos los
pueblo todo e n t e r o , d a n d o u n g r i t o u n á n i m e , esclan, : CaK, s
espectadores, testificó Pilatos d e l a m a n e r a m a s viva y m a s s o l e m n e
la injusticia d e los J u d í o s , su p r o p i a debilidad y l a inocencia d e l
Salvador. Él h i n i e s t a inocencia p a l p a b l e en cierta m a n e r a ; el la

hizo ver a u n á aquellos m i s m o s q u e no h a b í a n p o d i d o oír s u s p a l a - i Petición c r i m i n a l ! ¡imprecación i m p í a y h o r r i b l e ! pues m t e estos


b r a s V dejó á iodos los pueblos y á lodos los siglos u n a m e m o r i a P= p o d i a n e n t e n d e r s e a s í : Nosotros r e s p o n d e r é , n o s
e t e r n a de e l l a ; este es u n m o n u m e n t o m a s d u r a b l e q u e el b r o n c e ñ á m e n l e d e esa s a n g r e q u e vos l l a m á i s la s a n g r e del j u s t o . Nosotros
v n i n g u n a cosa es capaz d e d e s t r u i r l o . E n efecto, eslas p a l a b r a s :
Yo {abo mis manos, p a s a n d o d e s d e este m o m e n t o a t o d a s las r r ' r rqne dei,° ~* « ^ L m a ¿g
naciones v á t o d a s las l e n g u a s , c u a n t a s veces se r e p i t e n . ie-
toda e n t e r a sobre n u e s t r a cabeza y l a s ,1c n u e s t r o s h i j o s . Si es u n
c u c r d a n necesariamente esta acción d e Pilatos y l a inocencia del
e n m e n d e r r a m a r es,a s a n g r e , nosotros q u e r e m o s q u e este e, m "
Salvador. . , nOSOtros 10
a t a m o s , y lo a c e p t a m o s c o om o n u ^Oo
no Otro, c a r g a m co„ (üda s u respomab¡|¡dad
1 Q u é espectáculo t a n bello p a r a l a fe el d e v e r á Jesús deelaiacio
con tal q u e s e a d e r r a m a d a , e s t a m o s dispuestos á q u e el c a s t i - T p i
inocente, con u n a s o l e m n i d a d t a n e s t r a o r d i n a r i a y t a n i m p o n e n t e ,
sobre nosotros, sobre n u e s t r a s f a m i l i a s y sobre toda n u e s S o S -
p o r boca del m i s m o j u e z q u e l e c o n d e n a á m u e r t e y en el a c t o m i s m o
d e c o n d e n a r l e I E s t e acontecimiento, único y maravilloso, n o s p r u e b a idad . Sangns ejus super nos et super Jilios nostros.
A v:
q u e la persona, q u e es objeto d e é l , e s en sí m i s m a u n s e r maravilloso .end^T ' - '"'precación infernal
v único. T o d a s eslas declaraciones, t o d a s estas p r u e b a s t a n m u . » «slécl o 1 t m
^ 18 t ¡ e m
''fStc « *
pilcadas v t a n públicas d e la s a n t i d a d del Mesías eran necesarias cruel iló íi T Pai te
' ' IUe pCdÍS d e csta
« el p l a c e r
para r e f u t a r las c a l u m n i a s f u t u r a s d e los h e r e j e s y d e los i n c r é d u l o s , r h ; eSta P rte S
d vil 1 T ' ° ° Esta sang e
p a r a q u i t a r á la m u e r t e d e J e s ú s el e s c á n d a l o , p a r a a l e j a r y h a c e r t r o s p e s e r a p a r a p e r d c r s
T° ' ™ ° « -
imposible la sospecha de que. su castigo f u é merecido y p r o b a r q u e V U e S t m
b iot c , e t ; Z l ' ° T »«"re vuestros
su m u e r t e f u é u n sacrificio p u r o y v o l u n t a r i o , i O s a b i d u r í a , o p o d e r v e . ™ 2 1 2 Z 1 0 5 S
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" v , , e l t o s
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d e m i Dios, c u a n visible os m o s t r á i s eu todas las c o s a s ! Vos solo, L o vH °n' E
" a Ímprirairá e n 5 u frentel
» del
g r a n Dios, podíais inspirar al j u e z ese n u e v o valor d e e t e r n i z a r el n i d o s v fnoti- ",hm,a',de m
° " 0 "UC' Sin
P « * * , dfeemi-
P , i e m
S v d r T °; Cata, serán aborrecidos
m i s m o la m e m o r i a d e su i n j u s t i c i a y d e la inocencia d e vites ro
rCS A Í S t a
H i j o , vos solo podíais p r e p a r a r el e n c a d e n a m i e n t o d e t o d a s estas lihcedev,,l ' J " e V U e S t r 0 S á « - " « e n . e s , cóm-
ÍrapÍ dad
h fien n i 1 ' . «<•*» '»S pueblos
c i r c u n s t a n c i a s , esta complicación de hechos estraordinanos y d e a tien-a se l l e n a r a n de h o r r o r y d e desprecio p a r a con e l l o s ;
contradictorios, p e r o q u e se a r m o n i z a n t a m b i é n en la m u e r t e del
Redentor, q u e le j u s t i f i c a n s i n l i b r a r l e , q u e r i n d e n h o m e n a j e c « ~ l T P a r a " ° Ve,'l0S' P°r<1UC k " " " e s c ' i , a «• « "»irá
con c a r a c t e r e s d e s a n g r e esta p a l a b r a i n d e l e b l e ; Deieida.
á su s a n t i d a d sin i m p e d i r su sacrificio, y q u e c u m p l e n la profecía : o r nuestra p a r t e , a m a d o s h e r m a n o s , c o n v i r t a m o s el i n s u f l o en
388 L * SENTENCIA DE M U E R T E D E JESUCRISTO.

h o m e n a j e , la imprecación en súplica, y d i g a m o s á n u e s t r o S a l v a d o r , i A y I ¿ q u é dolor h a y m a s a g u d o n i m a s p u n z a n t e q u e el q u e espe-


con los sentimientos d e u n a h u m i l d e piedad y d e u n a viva con- r i m e n t a el h o m b r e al verse d e s g a r r a r p o r u n a lengua p é r f i d a ? No
fianza : S e ñ o r , haced q u e vuestra s a n g r e preciosa d e s c i e n d a sohre b a s t a , o m u r m u r a d o r e s , decir q u e sois ladrones i n h u m a n o s , s u -
n o s o t r o s v s o b r e n u e s t r o s h i j o s . D e r r a m a d l a en nuestro e s p i r i t a puesto q u e a r r e b a t a i s á vuestro h e r m a n o el patrimonio m a s rico,
p a r a ilustrarlo, e n n u e s t r o corazon p a r a convertirlo, en n u e s t r a el tesoro m a s precioso, lo q u e h a y d e m a s apreciable en el m u n d o ,
c a r n e p a r a p u r i f i c a r l a , en n u e s t r a s f a m i l i a s p a r a s a n t i f i c a r l a s y en es decir, la reputación, q u e los h o m b r e s estiman m a s q u e tolas las
n u e s t r a s casas p a r a p r o t e j e r l a s . H a c e d q u e esta s a n g r e divina n o s riquezas. Es necesario llamaros también h o m i c i d a s v asesinos, s u -
libre d e los castigos t e m p o r a l e s y eternos q u e hemos m e r e c i d o por puesto q u e quitáis á vuestro prójimo la vida civil,' i n f i n i t a m e n t e
n u e s t r a s culpas, como en o t r o t i e m p o la s a n g r e del cordero, con q u e p r e f e r i b l e a la vida c o r p o r a l ; asi es q u e S. Pablo decía : Yo q u i e r o
f u e r o n m a r c a d a s las casas d e los Israelitas in Egipto, las salvó de la m a s bien m o r i r , q u e s e r d i f a m a d o (i
cólera del i n g « l e s t c r m l n a d o r : Sanguis tuus tvper nos et super l a s reuniones m a s escogidas, c o m p u e s t a s d e los m a s notable
filios nostros. Haced q u e sea n u e s t r a santificación, nuestra defensa d e la sociedad, desde el m o m e n t o en q u e se d e s g a r r a sin piedad y
v n u e s t r o consuelo en l a t i e r r a , á fin d e q u e p o d a m o s r e p e t . r o s u n día sin m i r a m i e n t o la r e p u t a c i ó n del p r ó j i m o , son verdaderos t r i b u -
en los ciclos este, h i m n o d e reconocimiento : Os d a m o s gracias, o n a l e s s e m e j a n t e s al d e Pilatos. P o r q u e las m u j e r e s , sea ealquiera s u
Dios d e infinita b o n d a d , por h a b e r o s d i g n a d o r e d i m i r n o s con vues- r a n g o V distinción, y los h o m b r e s , p o r m u y b u e n o s q u e sean s u s
t r a s a n g r e , d á n d o n o s d e esc m o d o u n d e r e c h o s a g r a d o a vuestro m o d a l e s , o e u l l a n sin e m b a r g o , bajo la m á s c a r a d e la c u l t u r a v d e
la g r a c i a , un corazon vacio d e c a r i d a d y lleno d e odio secreto,
reino celestial : Redemisli nos, Domine, in sanguine too, eí feeistt
i o d o s a c u s a n .como falsos testigos, y c o m o j u e c e s inicuos c o n d e n a n
nos Deo nostro regnum.
a m u e r t e civil; todos se a p r e s u r a n á i n f a m a r á s u s h e r m a n o s j u s t o s
e inocentes, g e n e r a l m e n t e con los crímenes d e q u e ellos mismos son
SECUSM PARTE. culpables.

Y a h e m o s visto q u e la sentencia d e m u e r t e , p r o n u n c i a d a c o n t r a ¿ Y e s acaso r a r o este pecado d e la m u r m u r a c i ó n ? ¿ N ó s e h a h c c h o


Jesucristo, lejos d e h a b e r sido u n acto d e j u s t i c i a , fué. u n a i n i q u i d a d p o r el contrario, valiéndome d e u n a espresion d e los libros s a n t o s ,

atroz. H e m o s visto q u e el t r i b u n a l d e Pilatos, por la debilidad del an c o m ú n como el p a n ? E n efecto, si es cierto q u e , sea cualquiera
la esquís,'ta v a r i e d a d de m a n j a r e s q u e c u b r e n h o y d i a n u e s t r a s
j u e z v por la malicia, el odio, las m e n t i r a s , las c a l u m n i a s y el poder
mesas, j a m á s falta en ellas el p a n , no lo es menos q u e , sean cual-
d e los a c u s a d o r e s , f u é u n a v e r d a d e r a conspiración d e c r i m i n a l e s c o n
quiera ios a s u n t o s diversos q u e a l i m e n t e n la conversación en nues-
el solo o b j e t o de q u i t a r la vida al j u s t o , y d e d í f r a m a r u n a s a n g r e
t r a s reuniones, y a u n c u a n d o s e p a s e revista á todos ellos, religión,
puraéinocente.
política, filosofía, l i t e r a t u r a , bellas a r t e s , y sobre todo modas,
P e r o . a v I estos t r i b u n a l e s pérfidos, en los q u e s e d e c r e t a la r u i n a
t e a t i o s e i n t r i g a s c r i m i n a l e s , la m u r m u r a c i ó n j a m á s f a l t a en ellas.
d e la inocencia, i n u n d a n h o y m a s q u e n u n c a el m u n d o cristiano En
E la es e a l i m e n t o d e todos los c í r c u l o s , la conversación obli-
efecto, a d e m á s d e la vida n a t u r a l q u e consiste en la u m o n del a l m a
g a d a d e todas las sociedades, el d e s a h o g o necesario d e todas las
con el cuerpo, v q u e el homicida quita á s u s s e m e j a n t e s , cada u n o
p e r s o n a s a u n las m a s s a b i a s , d e m o d o q u e la conversación en el
d e nosotros tiene t a m b i é n u n a vida moral y civil q u e consiste en la
m a d e h o y es insípida sino va m e z c l a d a con el p a n d e la m u r -
posesión del b u e n n o m b r e ; y las a r m a s con q u e n o s quita esta v,da
m u r a c i ó n : Qui devorant plebe,n meam sicut eseam pañis. E
son la m u r m u r a c i ó n y l a c a l u m n i a . P o r esta razón d i c e l a E s c r i t u r a
u n o , p o r u n a ciega envidia, a t r i b u y e á la inocencia los defectos mas
d e los c a l u m n i a d o r e s v d é l o s m u r m u r a d o r e s : Que sus d i e n t e s son
horribles, como hicieron los fariseos con el S a l v a d o r ; el otro, i m i -
m a s m o r t í f e r o s q u e flechas, y s u s l e n g u a s m a s a g u d a s q u e espa-
d a s i P s . i si ellas n o hieren el pecho, a t r a v i e s a n el a l m a , y sino
d e r r a m a n la s a n g r e del cuerpo, hacen en el corazon h e r i d a s m c u -
(/.(cJ!°a.7 mil i
' D,asis mori
'>'" im S 1 - « ™ meam , u i i evacué!.
táñelo la c o n d u c t a de Jezabel para c o n Nabo», p o n e en d u d a la reli- su tesoro q n c al q u e le h a a r r e b a t a d o su h o n o r . Y v e d a q u í p o r q u e
gión d e las personas m a s cristianas, á fin d e u s u r p a r s u s c a r g o s ; no h a y salvación para el c a l u m n i a d o r ni el m u r m u r a d o r si 110 se
esle, m o v i d o por u n ambicioso d e s d e n , se e s f u e r z a en h a c e r sospe- desmienten á si mismos. Y bien, ¿ quien es el q u e c u m p l e esta obliga-
chosa la fidelidad d e los s u b d i t o s m a s leales, c o m o hizo en otro ción lan n a t u r a l , tan necesaria y t a n rigorosa? Se m u r m u r a y s e
tiempo Aman con M a r d o q u e o ; a q u e l , i r r i t a d o d e h a b e r e n c o n t r a d o calumnia á todas h o r a s y en todos los l u g a r e s : p e r o , q u i é n e s soii los
en la v i r t u d u n a resistencia i n e s p e r a d a , se venga b a j a m e n t e presen- q u e se r e t r a c t a n d e s u s c a l u m n i a s y s u s m u r m u r a c i o n e s 1 j Ay I son
t a n d o c o m o infieles á s u s deberes las m a d r e s de familia m a s respe- i n n u m e r a b l e s l a s a l m a s q u e se pierden p o r este p e c a d o , p o r q u e este
tables, i m i t a n d o asi la c o n d u c t a d e los viejos c o n S u s a n a . Y si pecado, tan fácil d e cometer y t a n difícil d e r e p a r a r , es el q u e Dios
eso que se llama calumnia es m e n o s frecuente, ;,no es c o m ú n y o r d i - p e r d o n a m e n o s ; p o r q u e la Escritura proclama q u e los c a l u m n i a d o -
n a r i o ese p r u r i t o d e d e s c u b r i r u n defecto secreto del p r ó j i m o , lo r e s son los e n e m i g o s d e Dios (1). P e n s a d t a m b i é n , h e r m a n o s mios,
cual se llama m u r m u r a r por revelación 1 ¿ S o sucede con f r e c u e n c i a q u e n i n g u n a cosa n o s c a n s a u n a aflicción n i u n dolor m a s sensible
q u e s e c o m e n t a u n defecto real del p r ó j i m o , q u e s e a u m e n t a q u e c u a n d o la m u r m u r a c i ó n d e s c u b r e n u e s l r o s defectos o c u l t o s ó l o s
y se e x a g e r a h a s t a el p u n t o d e d a r á u n a p a j a las d i m e n s i o n e s e x a g e r a , ó c u a n d o la c a l u m n i a n o s a t r i b u y e los q u e n o t e n e m o s , (i unr-
ile u n a viga, q u e se llama m u r m u r a r por exageración ? ¿ S'o e s c o - d é m o n o s pues d e h a c e r á los d e m á s u n u l t r a j e q u e nosotros m i s m o s
rara! s u p o n e r intenciones m i d a s á las acciones m a s s a n t a s o m a s sufriríamos tan d i f í c i l m e n t e , la c a r i d a d mas a g r a d a b l e á Dios y m a s
i n d i f e r e n t e s ; hacer p a s a r p o r ficción la piedad de esta j o v e n ; p o r útil á nuestro prójimo consiste, no en r e p a r a r los daños materiales
hipocresía la religión d e aquel h o m b r e ; las o b r a s d e esla p e r s o n a hechos a n u e s t r o h e r m a n o , sino en d e f e n d e r su reputación. P r a c -
caritativa p o r v a n i d a d ; a t r i b u i r el celo d e u n eclesiástico á a m b i - t i q u e m o s con los d e m á s esta caridad s u b l i m e q u e quisiéramos ver
ción ; la vida r e t i r a d a d e u n religioso á o r g u l l o ; los actos d e un s u - practicar c o n nosotros mismos. Ocultemos las faltas del prójimo c o n
b a l t e r n o á a d u l a c i ó n ; l a s invitaciones cordiales á m i r a s i n t e r e s a d a s ; la p r u d e n c i a del secreto, escusémoslas c o u el celo d e la c a r i d a d , y
l a s visitas d e política ó d e d e b e r á intrigas criminales, y las c o n v e r - Dios o b s e r v a r á c o n nosotros la m i s m a c o n d u c t a ; él o c u l t a r á , él olvi-
saciones afables á artificios d e s e d u c c i ó n , lo cual se llama m u r m u r a r d a r á , él nos p e r d o n a r á n u e s t r a s faltas en su t i e r n a misericordia,
por interpretación? ¿ S'o vemos q u e m u c h a s veces se c o n f i r m a p o r el supuesto q u e Jesucristo h a h e c h o en su E v a n g e l i o el j u r a m e n t o s o -
silencio, se alienta c o n la s o n r i s a , y se a p r u e b a con l a s m i r a d a s la l e m n e d e q u e Dios n o s t r a t a r á d e la m a n e r a q u e nosotros h a y a m o s
m u r m u r a c i ó n d e otros, lo cual s e llama m u r m u r a r p o r connivencia ? t r a t a d o á ios d e m á s : Eadern mensura, gua mensifueritis,"reme-
F i l i a l m e n t e , ¿ 110 es el vicio o r d i n a r i o d e m u c h o s cristianos el d e m a - íietur el cobis. (Matth.)
n i f e s t a r estimación, reconocimiento y a u n a m i s t a d a la persona q u e
se quiere d e s a c r e d i t a r , recordar a l g u n a d e sus v i r t u d e s p a r a h a c e r (!) Detractores Den odibíles. (Kom. i . )
creer s u s vicios, y principiar p o r el elogio á fin d e h a c e r recibir
m e j o r la c e n s u r a , lo c u a l se llama m u r m u r a r p o r traición ?

¡ O h I e n t r e los c r i s t i a n o s d e n u e s t r o s d í a s , ¡ c u á n t o s F a r i s e o s
c r u e l e s , c u á n t o s P i l a t o s injustos s e c o m p l a c e n en h e r i r c r u e l m e n t e
la r e p u t a c i ó n y en c a u s a r d e u n a m a n c r a i r r e p a r a b l e la m u e r t e civil
del p r ó j i m o !
P e r o s a b e d , vosotros los q u e os d e j a i s d e s g r a c i a d a m e n t e a r r a s t r a r
p o r la m u r m u r a c i ó n , q u e la equidad os obliga á restituir la h o n r a
al p r ó j i m o , del m i s m o m o d o q u e os i m p o n e la obligación d e volver
u n o s b i e n e s q u e no os p e r t e n e c e n ; y q u e este d e b e r es t a n t o m a s
rigoroso c u a n t o que la r e p u t a c i ó n e s s u p e r i o r á los bienes tempora-
les. El h o m b r e p e r d o n a m a s f á c i l m e n t e al q u e le h a d e s p o j a d o d e
P u e s b i e n , Dios, p a r a h o n r a r la m u e r t e d e Jesucristo, renovó el
prodigio q u e h a b i a o b r a d o para i l u s t r a r su n a c i m i e n t o . Del m i s m o
m o d o q u e B a l a a m , q u e pertenecía á la f a m i l i a d e los Gentiles, q u e
CONFERENCIA VIGÉSIMA CUARTA. profesaba la religión Idólatra y e j e r e i a la profesion d e adivino y
d e impostor, f u é forzado p o r Dios á p r o c l a m a r , c o n t r a su propia
v o l u n t a d , á Jesucristo H o m b r e y Key en su n a c i m i e n t o ; así t a m -
Jícsucrimlo p r o c l a m a d o p o r P i l a t o s B e y y M e s í a s .
bién Pilatos, solido i g u a l m e n t e del p u e b l o g e n t i l , n a c i d o en la reli-
gión p a g a n a , y ejerciendo u n a profesion m i l i t a r y p o l í t i c a , f u é
-Vlint aliad potfum loqui, nisi quod juíserit o b l i g a d o p o r el m i s m o Dios ó p r o c l a m a r á Jesucristo H o m b r e y R e y
llominui, el quod postteril in ore meo? Ad d e los J u d í o s a n t e s d e enviarle á la m u e r t e . E n efecto él "habla
benedieendum adduelui eum, et benedietionetn
p r o n u n c i a d o estas p a l a b r a s : « Ved aquí el h o m b r e : Eeee Homo; a
prohibere non raleo.
¿Puedo yodeeic otra cosa que lo que el Sellar La y al presente escribe él m i s m o este título : » E s t e es Jesús d e Aaz'a-
maullado, ! lo que él luí puesto en mi loca ? Dios r e t , r e y d e los J u d í o s : Hic est Jesús Nazarenus, rex Judceorum..
me lia traillo pera bendecir, ; yo no puedo esloc- D e m o d o q u e P i l a t o s h u b i e r a podido r e s p o n d e r á los b á r b a r o s
bar la bendición.
|Nom. Jó.) J u d í o s q u e e s p e r a b a n u n a s e n t e n c i a d e i n f a m i a c o u t r a Jesucristo, y
no u n h i m n o d e g l o r i a : q u e Dios h a b i a dirigido s u lengua y c o n d u -
cido su m a n o , q u e h a b i a puesto en s u boca e s t a s p a l a b r a s , y las
Balac, aquel r e y ¡mpío d e los Mohabitas, h a b i a e m p l e a d o e n h a b i a h e c h o salir d e su p l u m a , y q u e él n o h a b i a p o d i d o h a c e r o t r a
v a n o las a m e n a z a s m a s terribles, las promesas m a s lisonjeras y l a s cosa q u e glorificar al S e ñ o r en el t i e m p o m i s m o en q u e los J u d í o s
m a s b r i l l a n t e s o f e r t a s p a r a obligar á B a l a a m á maldecir al pueblo q u e r í a n q u e le d e s h o n r a s e : Nonaliud possum loqui nisi quod jus-
d e Israel. El p r o f e t a , en vez d e imprecaciones y a n a t e m a s , p r o n u n - serít Dominus, et quod posuerit in ore meo. ¡ Q u é g r a u d e y magní-
ció sobre el p u e b l o elegido p a l a b r a s d e paz y le a n u n c i ó s u p r o s p e - fico espectáculo p a r a n u e s t r a fe el d e ver á n u e s t r o S a l v a d o r c o n d e -
r i d a d f u t u r a d i c i e n d o : Q u e u n a estrella m a r a v i l l o s a se elevaría u n n a d o á m u e r t e p o r el j u e z q u e le p r o c l a m a al m i s m o tiempo d e la
d í a sobre este p u e b l o , y q u e ella seria el signo del n a c i m i e n t o y d e m a n e r a m a s clara, m a s a u t é n t i c a y m a s solemne Hombre-Dios, v e r -
la d i g n i d a d real del Mesías : Orietur stclla ex Jacob, el Homo d a d e r o Mesías y S a l v a d o r del m u n d o !
(Septante) de Israel. F.t clangor regís in ¡lio. R e c o n v i n i é n d o l e e n - Consideremos p u e s este p r i m e r evangelio, esta p r i m e r a p r e d i c a -
t o n c e s el rey f u r i o s o por h a b e r cumplido su misión d e u n a m a n e r a ción h e c h a p o r u n gentil, d e las c u a l i d a d e s , del ministerio, d e l a
c o n t r a r i a á l a s ó r d e n e s q u e le habla d a d o , e s decir, p o r haber b e n d e - grandeza y d e la gloria d e Jesucristo, r e u n i e n d o y esplicando u n i -
cido á so enemigo c o m ú n , y h e c h o votos p o r s u v e n t u r a y su gloria, d a s estas d o s g r a n d e s y misteriosas declaraciones d e P i l a t o s : « Ved
en vez d e l l a m a r s o b r e él la maldición del ciclo, le responde B a l a a m : aquí el h o m b r e ; ved aquí el R e y d e los J u d í o s ; » y a p r e n d a m o s p o r
e P r í n c i p e , es en v a n o q u e h a g a i s estallar v u e s t r o f u r o r contra m í . el ejemplo d e u n p a g a n o á r e c o n o c e r en Jesucristo no solo c o n los
Y o n o puedo decir m a s q u e lo q u e el Dios d e los Hebreos m e h a p a l a b r a s , sino t a m b i é n c o n los o b r a s , n u e s t r o v e r d a d e r o Dios, nues-
o r d e n a d o , y lo q u e él m i s m o h a p u e s t o en m i boca : ¡ V i m aliad tro R e y y n u e s t r o S a l v a d o r .
possum loqui, 71131 quod jusserít Dominas, el quod posuerit in
ore meo? E s e Dios m e lia conducido a q u í p a r a q u e b e n d i g a á s u PIUUKIt t PAUTE.
p u e b l o ; y u n i m p u l s o secreto é irresistible ha a r r e b a t a d o mi espí-
r i t u , lia c a m b i a d o m i corazon y ha forzado mi lengua d e tal m a n e r a P i l a t o s , al p r e s e n t a r á Jesucristo á los J u d i o s , en el e s t a d o d e p l o -
q u e n o h e p o d i d o a r t i c u l a r m a s q u e p a l a b r a s d e bendición y de rable á q u e le h a b i a r e d u c i d o u n a ferocidad b r u t a l , con u n a c o r o n a
prosperidad : Ad benedieendum adduclus sum, et benediclionem d e s g a r r a d o r a en la cabeza, u u a c a ñ a en la m a n o y u n a n d r a j o de
prohibere non valeo. p ú r p u r a en los h o m b r o s , desfigurado p o r la s a l i v a s , cubierto de

M.
h e r i d a s y d e s a n g r e , n o t u v o o t r o o b j e t o q u e el d e m o v e r e l p u e b l o
l i a s e c o n D i o s , y p o r e s t a r a z ó n le d e c í a D i o s p o r b o c a d e D a v i d •
á c o m p a s i o n . C u a n d o d e s p u é s a l z a n d o la v o z , d i j o á l o s J u d í o s : V e d
O S o llores, Sion, p o r q u e tu sosten y tu S a l v a d o r t a r d a en v e n i r
a q u í el h o m b r e , Ecce homo, quiso decirles, según S. Gerónimo :
P o r q u e n a c e r á c i e r l a m a n t e en t i y d e ti ese h o m b r e t a n s u s p i r a d o •
Y c d a q u í el e s t a d o e n q u e s e e n c u e n t r a el h o m b r e á q u i e n q u e r é i s h a -
y s e r a el A l t í s i m o , el H o m b , - e - D i o s el q u e t e a s e n t a r á s o b r e l o s f u n -
c e r m o r i r . ¡ A h ! si el t i t u l o d e r e y q u e é l s e h a a r r o g a d o e s c i t a v u e s -
d a m e n t o s d e la confianza y del a m o r ; i ) . »
t r a envidia y vuestra indignación, q u e al m e n o s la abyección p r o -
P u e s b i e n , este h o m b r e t a n d e s e a d o y p r o m e t i d o t a n t o s siglos a n -
f u n d a á q u e s e ve reducido, pues q u e n a d a tiene y a d e h u m a n o , e s -
t e s , h a b í a v e n i d o a l fin; e s t e e r a J e s u c r i s t o , q u e s e l l a m ó á sí m i s m o
c i t e v u e s t r a p i e d a d y a t r a i g a s o b r e él v u e s t r o p e r d ó n . V a n o p u e d e
el lujo del hombre, s u a m i g o y su h e r m a u o , y q u e s e h i z o v e r d a d e -
ser objeto d e vuestro odio, supuesto q u e su ignominia y s u dolor
ramente hombre p a r a s a l v a r al g é n e r o h u m a n o . Y aunque este
han llegado á su colmo (I).
h o m b r e t a n lleno d e t e r n u r a , d e compasion y d e a m o r se h a y a o c u -
M a s e s t a e s p r e s i o n : Ved aquí el hombre, e s t á f u e r a d e t o d a s las
p a d o de. l a s a l v a c i ó n d e l h o m b r e d e s d e s u n a c i m i e n t o , s e ' m u e s t r a
reglas o r d i n a r i a s del l e u g u a j e h u m a n o . El titulo d e h o m b r e q u e Pi-
m a s p r i n c i p a l m e n t e el h o m b r e s a l v a d o r d e l h o m b r e e n m e d i o d e l o s
l a tos d a á J e s u c r i s t o e n su s e n t i d o u n i v e r s a l y a b s o l u t o e s e v i d e n t e -
dolores d e los azoles, d e l a c o r o n a c i ó n d e espinas y d e las d e m á s
m e n t e misterioso, y supoue q u e se h a hablado y a d e este h o m b r e . Y
i g n o m i n i a s d e s u p a s i ó n . C u a n d o P i l a t o s le p r e s e n t a e n e s t e e s t a d o
b i e n , ¿ c u á n d o y d o n d e s e lia a n u n c i a d o j a m á s q u e d e b i a v e n i r al
•> l o s J u d í o s y á l o s G e n t i l e s q u e a s i s t e n á t a n triste espectáculo,
m u n d o este h o m b r e eslraordinario que Pilatos declara hoy haber
cuando le presenta así al m u n d o entero, cuando finalmente escla-
v e n i d o y a ? Ecce homo.
m a : V e d a q u í el h o m b r e , Ecce Homo, e s , n o s o l o el representante
P a r a c o m p r e n d c r l a s i g n i f i c a c i ó n d e e s t a s s u b l i m e s p a l a b r a s , rey-
d e l C e s a r , s i n o t a m b i é n el v i c e g e r e n t e d e D i o s . N o s o l o u n hombre
c o r d e m o s q u e d e s d e el i n s t a n t e q u e e l h o m b r e d e s o b e d e c i ó á D i o s ,
m o v i d o a c o m p a s i o n , s i n o u n p r o f e t a i n s p i r a d o p o r el E s p í r i t u S a n t o ,
el t e m o r y el m i e d o d e D i o s s e a p o d e r ó d e l o s c o r a z o n e s d e t o d o s . .
q u e e n n o m b r e d e Dios y p o r s u o r d e n dice á la h u m a n i d a d pa-
L o s a n t i g u o s , al s o l o n o m b r e d e D i o s , t e m b l a b a n c o m o t i e m b l a el
ciente : Hombres, enjugad vuestras l á g r i m a s ; cesad d e elevar pre-
v a s a l l o al o i r el n o m b r e d e l s o b e r a n o c o n t r a q u i e n s e h a r e b e l a d o ,
c e s a S e n o r p a r a o b t e n e r d e é l el h o m b r e d e q u i e n l e ñ é i s n e c e s i d a d .
ó c o m o el c u l p a b l e al n o m b r e d e l j u e z q u e d e b e c o n d e n a r l e . L a a l e -
l
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i e t 0 d e tantos deseos, ha venido v a ; vedlc, vo os le
g r í a estaba e n t o n c e s d e s t e r r a d a d e las fiestas religiosas. La religión
p r e s e n t o : Ecce homo. V e d a q u í el v e r d a d e r o h o m b r e q u e ' t i e n e l a
e r a el c u l t o d e l t e m o r , p u e s p o r m e d i o d e c e r e m o n i a s l ú g u b r e s y d e
n a t u r a l e z a h u m a n a s i n t e n e r s u s m a n c h a s , q u e l i c n e la c a r n e s i n l a
r i t o s b á r b a r o s s e a p r e s u r a b a el g é n e r o h u m a n o á a p l a c a r á l a d i v i -
c o n c u p i s c e n c i a , y la m i s e r i a s i n el p e c a d o : Ecce homo. Ved a q u í
nidad encolerizada. Los Hebreos, m a s familiarizados con Dios, n o
p o r c o n s i g u i e n t e el h o m b r e q u e e s la i m á g e n p e r f e c t a d e D i o s , e l
esperimeutaban u n terror t a n g r a n d e , pero sus corazoues se abriau
m a s f á c i l m e n t e al t e m o r y al m i e d o q u e á l a c o u f i a n z a y a l a m o r . nnrde'r T ' i f , " m ° d e ' ° ' C ' U ° m I , r e ^ « o , el ú n i c o q u e
p u e d e r e h b i h t a r al g e n e r o h u m a n o , p o r q u e e s v e r d a d e r o D i o s , s i n
I.a desgraciada h u m a n i d a d conocía q u e tenía necesidad de q u e el
e m b a r g o d e s e r v e r d a d e r a m e n t e l o q u e a p a r e c e : el v e r d a d e r o h o m -
mismo Dios descendiese á salvarla; pero necesitaba u n Dios bueno,
CTn,em ladle
dulce, humilde, pobre y misericordioso, u n Dios semejante al h o m - _ P s y en ese r o s t r o d i g n o d e
c o m p a s i o n , en e s a s m i r a d a s a m o r o s a s , e n esa a c t i t u d h u m i l d e ! d u l c e
bre, hijo y h e r m a n o del hombre, y que fuese verdadero h o m b r e á
y p a c e n t é e u m e d i o del océano d e oprobios y d e dolores, e n q u e l á
f i n d e q u e p u d i e s e c a l m a r su t e m o r , i n s p i r a r l a c o n f i a n z a y e s c i l a r
reOTD CeréiS h
el a m o r . V e d a q u í p o r q u e l a h u m a n i d a d , r e p r e s e n t a d a e n la S i o n Salvad l''i°i T ' ° °mbrc > «
S a f e d o r d e l h o m b r e : Eccehomo. , A h ! si l a j u s t i c i a d e D i o s , q
l l o r o s a , s u s p i r a b a c o n t i n u a m e n t e p o r la v e n i d a d e l S a l v a d o r , y en
sus seutidas preces no cesaba d e llamar al H o m b r e q u e la rcconcl- m
m a tj e s t aSd T D i o s oa sC lea sSp ,aenetCa S, Cs i0 Dl a™gCr Sa tnr d0 eS zCaS , dr ea ™D si o- s 0 o s 5 a mMe d r e nl at a
de D

(1) Ecce homo ; qnasi dicat: Si res« invidetis, jai» parcite,qnianlijeelum v i d e ú : : H


£ g ; ® " * * °™? El
— «i» E l ¡pie fnndaví, eam
fervcl ignominia, fn-'escal inúdia. (Ja ilatlh.)
y os hace t e m b l a r ; a h o r a q u e este Dios se p r e s e n t a á vosotros en l a m i r a d a sobre él, vosotros m a l o s c r i s t i a n o s , y al verle con los ojos
actitud a m a n t e y misericordiosa del h o m b r e , y q u e en este Dios q u e del espirito en ese a b i s m o d e d o l o r y d e a m o r considerad q u e Dios
os rescata no veis m a s q u e el h o m b r e q u e os a m a , Ecce homo, des- s u P a d r e os r e p i t e p o r boca del g o b e r n a d o r r o m a n o : Ved aquí el
t e r r a d el t e m o r d e vuestros corazones p a r a d a r l u g a r en ellos á la h o m b r e , Eccé homo; es decir : Ved a q u í el h o m b r e , ved aquí vues-
confianza y el a m o r ; a d o r a d l e c o m o Dios, y si Dios es d e m a s i a d o t r o m o d e l o ; ved aquí vuestro m a e s t r o , cuya e n s e ñ a n z a n o s e g u í s ;
g r a n d e en sí m i s m o , a m a d l e en este h o m b r e en quien está e n c e r r a d o , v e d aquí vuestro s e ñ o r p o r c u y a g i o r í a no os i n t e r e s á i s ; v e d a q u í vues-
y q u e sin d e j a r d e ser v e r d a d e r o Dios, es al mismo tiempo v e r d a d e r o t r o r e y c u y a s leyes n o observáis; ved a q u í vuestro redentor c u y a g r a -
h o m b r e , a m i g o y h e r m a n o del h o m b r e : F.cce homo. cia despreciáis; ved a q u í v u e s t r o j u e z c u y o s castigos n o t e m e i s ; ved
O a d m i r a b l e providencia d e Diosl Del m i s m o modo q u e el S e ñ o r aquí vuestro Dios c u y a a u t o r i d a d holláis, cuyo cuito p r o f a n a i s y c u y a
se h a b i a valido del odioso Caifas p a r a hacer profetizar al m u n d o d e religión a b j u r á i s p ú b l i c a m e n t e m u c h a s veces c o n vuestra vida cri-
l a eficacia d e la m u e r t e d e Jesucristo, así t a m b i é n s e s i r v e a h o r a del m i n a l . P a r a vosotros n i n g ú n a m i g o es vendido, n i n g ú n b i e n h e c h o r
i n j u s t o Pilatos p a r a m a n i f e s t a r n o s la t e r n u r a d e s u a m o r . Caifas n o s es olvidado, n i n g ú n p a d r e es desobedecido, n i n g ú n esposo es d e s h o n -
m u e s t r a eu Jesucristo el h o m b r e q u e debia m o r i r p a r a conquistar- r a d o t a n t o c o m o él. P a r a vosotros a p é n a s es él u n h o m b r e ; m a s ¡ a y !
l a vida d e todo el género h u m a n o : Prophetavit: expedíl ut mus i desgraciados d e vosotros 1 ¡ s a b e d q u e este h o m b r e es Dios! ¡ A y 1
moríalur homo pro populo, et non tota gens percal; Pilatos n o s m u d a d d e v i d a , si no queréis e s p e r i m e n t a r u n dia la justicia y la s e -
h a c e ver el h o m b r e q u e n o s ofrece su corazon y n o s r e c l a m a el n u e s - v e r i d a d de Dios, p o r h a b e r a b u s a d o d e la m i s e r i c o r d i a del h o m b r e
t r o : Ecce homo, i Qué d u l z u r a y q u é e n c a n t o n o se e n c u e n t r a en esta q u e se presenta h o y á vosotros d u l c e y compasivo : Ecce homo.
p a l a b r a , Ecce homo, q u e n o s presenta el h o m b r e en n u e s t r o Dios y E n t r e t a n t o Pilatos, n u e v o B a l a a m , recibió de Dios la misión d e
en n u e s t r o S a l v a d o r l ¡ O h ! ¡ c ó m o a r r e b a t a nuestro corazon 1 ¡ c ó m o p r o c l a m a r , no solo la d u l z u r a , la b o n d a d y el a m o r q u e caracterizan
lo a n i m a , lo alienta y lo e l e v a á l a a m i s t a d y e! a m o r d e Dios I a Jesucristo, sino t a m b i é n s u d i g n i d a d y s u g r a n d e z a ; misión q u e
¿ Cómo es posible leer ú oir e s t a s p a l a b r a s d e P i l a t o s : Ved aquí el c u m p l i ó á p e s a r s u y o y sin c o m p r e n d e r l a , con la fidelidad d e u n
h o m b r e , Ecce homo, sin r e c o r d a r estas otras p a l a b r a s d e Balaam : profeta, con el celo d e u n apóstol y d e u n e v a n g e l i s t a . D e s d e el
El h o m b r e n a c e r á d e Israel, Orietur homo de Israel:} ¡Cómo es posi- principio h a s t a el fin del proceso, j a m á s dejo Pilatos d e d a r á J e s ú s
ble n o ver q u e P i l a t o s , a u n q u e i n j u s t o , a n u n c i ó como v e n i d o y a el el título d e Cristo, es d e c i r d e u n g i d o , y d e R e y d e los J u d í o s . S u
mismo h o m b r e que Balaam, profeta impío, habia anunciado que l e n g u a j a m á s s e d e t u v o al d a r l e esta calificación; su j u i c i o en este
d e b i a v e n i r ? Y s u p u e s t o q u e estos d o s p e r s o n a j e s h a b l a r o n del p a r t i c u l a r j a m á s fué incierto. E n v a n o los J u d í o s le a m e n a z a n c o n
m i s m o misterio, el u n o c o m o f u t u r o , y el otro c o m o c u m p l i d o y a , n o la desgracia del César, si p o n e en libertad á Jesucristo, q u e h a b i a
es posible d e j a r d e reconocer en los d o s la inspiración del m i s m o dicho en presencia del r e p r e s e n t a n t e del e m p e r a d o r : « Sí, y o soy
E s p í r i t u , n i d e j a r d e ver q u e p u e d e decirse d e P i l a t o s l o m i s m o q u e r e y , Tu dicis quia rex sum ego; » esta a m e n a z a q u e debia ai p a r e -
d e B a l a a m , q u e el m i s m o Dios movió su lengua p a r a b e n d e c i r á J e - cer a t e r r a r á u n d e s g r a c i a d o g o b e r n a d o r q u e carecía d e valor y d e
sucristo y p r o c l a m a r su g l o r i a : ¡\on aliud possum. loqui nisi quod firmeza; esta a m e n a z a , q u e debia al p a r e c e r i m p e d i r l e q u e diese el
jusserít dominas, et quod posuerit in ore meo. ¡ G r a c i a s os s e a n d a - t í t u l o d e r e y al p r e t e n d i d o c r i m i n a l , y reconociese en él u n a d i g n i -
das, o S e ñ o r , p o r h a b e r puesto en los labios d e Pilatos u u a s p a l a - d a d tan e m i n e n t e ; esta a m e n a z a , repito, lejos d e obligar á Pilatos á
b r a s tan bellas y t a n f e c u n d a s , y h a b e r l a s h e c h o salir d e ellos t a n retirar sus espresiones y á m u d a r de lenguaje, le inspira u n n u e v o
p u r a s ! ¡ Gracias os s e a n d a d a s por h a b e r elegido n n Gentil, u n R o - valor. N o solo no considera y a el titulo d e r e y d e los J u d í o s c o m o
m a n o pora e n s a l z a r á vuestro divino Hijo, y por h a b e r l e o b l i g a d o á u n a u s u r p a c i ó n d e p a r t e d e J e s u c r i s t o , sido q u e él m i s m o s e lo da
h a b l a r d e tal m a n e r a q u e conquistase p a r a este h o m b r e d i v i n o nues- c o m o su propio n o m b r e , como u n a cualidad q u e le p e r t e n e c e ; y 110
t r o s e s p í r i t u s , n u e s t r o s corazones, n u e s t r a s a l a b a n z a s , nuestras contento con h a b e r l e l l a m a d o m u c h a s veces rey de los Judíos, de
bendiciones y n u e s t r o a m o r I u n a m a n e r a accidental y c o m o d e p a s o , le c o n f i r m a este titulo y se
M a s a n t e s ' d e q u e J e s ú s v u e l v a á e n t r a r e n el p r e t o r i o , e c h a d u n a lo confiere de u n a m a n e r a a u t é n t i c a , jurídica y solemne.
£1 evangelista S. J u a n dice q u e d e s p u e s d e los gritos a m e n a z a d o - Pilatos n o podia i g n o r a r q u e los J u d í o s a g u a r d a b a n u n Mesías
r e s d e los J u d í o s , los q u e debieron al p a r e c e r h a b e r i n t i m i d a d o á q u e debía ser s u r e y , y las respuestas d e Jesucristo, su m a n s e d u m -
Pilatos, este p o r el contrario e n t r a en el p r e t o r i o , t o m a á J e s ú s d e b r e , su paciencia y s u m a j e s t u o s o c o n t i n e n t e no le permitieren d u -
la m a n o , le conduce de nuevo al balcón d e palacio q u é d o m i n a b a la d a r , d i c e O r í g e n e s , q u e él era p r e c i s a m e n t e el Rey-Mcsías q u e aquel
p l a z a d o n d e estaban reunidos todos los J u d í o s : Cum audisset líos pueblo e s p e r a b a ( 1 ) . E n este, sentido misterioso dió á Jesucristo c o n '
sermones udduxit foros Jesum; en s e g u i d a hace t r a s l a d a r la silla t a m a frecuencia el título d e r e y d e los J u d í o s , y reconoció en él la
dignidad d e rey, pero de u n r e y d i f e r e n t e d e H e r e d e s , c u v a sobe-
d e piedra en la q u e a c o s t u m b r a b a p r o n u n c i a r las sentencias, y q u e
r a n í a e r a m a s bien religiosa q u e política, y q u e n o podia" inspirar
se llamaba en griego Lithostrotos y en hebreo Gobbuta; se sienta
c e l o s a él m a l César.
en ella como u n magistrado q u e va á p r o n u n c i a r u n a sentencia i m -
p o r t a n t e : l-l sedit pro tribumdi. E r a cerca d e la h o r a s e s t a , es decir
V e d aquí p o r q u e , c o m o dice el E v a n g e l i s t a : Pílalos se sentó
c e r c a del mediodía, en el día de v i e r n e s ; él p r e s e n t a á Jesucristo al
en s u t r i b u n a l : Sedit pro tribumli. Asi p u e s , al decir Pilatos a
pueblo reunido en masa en aquel l u g a r , y con u n a voz m a j e s t u o s a y
los J u d í o s : Ved aquí v u e s t r o r e y , n o h a b l ó c o m o h o m b r e p r i v a d o ,
sonora p r o n u n c i a estas p a l a b r a s : P u e b l o J u d i o , ved a q u í vuestro
sino como j u e z ; no emitió u n a opinion, sino q u e f o r m u l ó u n a s e n -
r e y : El dicit Juda'is: Ecce rex cesler.
t e n c i a ; 110 dijo u n a lisonja, sino q u e p r o n u n c i o en íiltima instancia,
T o d a s eslas cireunsiaucias tan interesantes, las p e r s o n a s , el l u - c o m o j u e z s u p r e m o , u n a sentencia v e r d a d e r a , j u s t a é inapelable. Y
g a r , el dia y a u n la h o r a en q u e Pilatos hizo esta declaración s o l e m n e , ¿ q u e fué lo q u e motivó esta s e n t e n c i a ? Jesucristo b a b i a d e c l a r a d o
referidas con t a n t a exactitud por el Evangelista, indican q u e este m u c h a s veces q u e él e r a el v e r d a d e r o Mesías ó el v e r d a d e r o rey d e
l u g a r d e la pasión es el mas i n t e r e s a n t e d e todos y q u e e n c i e r r a u n los Judíos. L o s J u d í o s n o q u e r í a n reconocerle c o m o t a l ; lejos dc'cso,
g r a n d e y p r o f u n d o misterio. P a r a c o m p r e n d e r este misterio es n e - le acusaron d e h a b e r u s u r p a d o esta c u a l i d a d e m i n e n t e : fímc in-
cesario o b s e r v a r q u e el titulo d e r e y d e los J u d í o s , sin o t r a adición, ven,,, ¡us dwentcmse Christum et regem esse. Se necesitaba p u e s
e r a p a r a el pueblo sinónimo d e Mesías. Que todos los p a s a j e s d e la u n j u e z imparcial, u n j u e z e s t r a ñ o á la religión, al p u e b l o , a las
E s c r i t u r a y todos los profetas h a b í a n designado al Mesías con el preocupaciones y á l a s pasiones d e los J u d i o s , p a r a q u e decidiese
n o m b r e d e r e y d e los Judíos, y que a u n en el dia d e h o y le esperan s o l e m n e m e n t e esta i m p o r t a n t e cuestión. P u e s b i e n , Pilatos es u n
los J u d í o s b a j o este título. No es esto decir q u e el Mesías d e b í a rei- j u e z r o m a n o y g e n t i l , él es p o r consiguiente i m p a r c i a i , elegido por
n a r s o l a m e n t e en la nación j u d a i c a , s u p u e s t o q u e , s e g ú n las mismas los m i s m o s a c u s a d o r e s , y p o r lo l a u t o n o puede s e r sospechoso. Él
p r o f e c í a s , s u reino debía estenderse á todas las naciones h a s t a los observa en esle g r a n proceso t o d a s las formalidades d e u n v e r d a -
c o n f i n e s del m u n d o : Ikibo tibí gentes hrereditatem tuam; sino que, dero juicio : Sedit pro tribumli. Él o y e á Jesucristo, q u e a f i r m a
s e g ú n la esplicaeion que ha d a d o S . P a b l o , no debia tener d o s t r o n - q u e e s e ! r e y d e los J u d í o s , y ó los J u d i o s q u e lo n i e g a n absoluta-
cos. d o s raices d e verdaderos c r e y e n t e s , sino u n a sola, es decir, l a m e n t e . El pesa las p a l a b r a s c o n q u e Jesucristo le h a d a d o idea d e
r a í z j u d i a q u e b a b i a conservado el conocimiento d e Dios y la fe e n su remo, y las e n c u e n t r a llenas d e s e n t i d o v d e r a z ó n ; él e x a m i n a y
el f u t u r o Mesías. P o r q u e los Gentiles n o d e b í a n h a c e r s e cristianos c o m p u l s a e s c r u p u l o s a m e n t e los cargos de la acusación p r e s e n t a d a
sino e n t r a n d o en la casa d e J a c o b , ó h a b l a n d o sin figuras, en la po IOS J u d í o s , y los e n c u e n t r a desnudos d e p r u e b a s . Él v e brillar
Iglesia n a c i d a en el seuo de los J u d í o s , y los mismos Gentiles debiau odas las v i r t u d e s en el s e m b l a n t e del S a l v a d o r y m a n i f e s t a r s e todas
f o r m a r c o n los Judíos u n a sola familia, u n a sola p o s t e r i d a d , u n solo tas pasiones en la c o n d u e l a d e los J u d í o s . Él piensa q u e d o n d e rei-
p u e b l o heredero d e la fe y d e los p r o m e s a s d e A b r a h a n , en u n a pa- n a n las pasiones se e n c u e n t r a la injusticia v el e r r o r , y q u e la ver-
l a b r a u n a sola Religión. P o r consiguiente, r e y d e lós J u d í o s signifi- d a d y la justicia se hallan siempre al lado d e la v i r t u d . En s e g u i d a ,
caba t a m b i é n rey de los Gentiles, r e y d e los v e r d a d e r o s c r e y e n t e s , después d e haber oído á las p a r t e s en s u s d e b a t e s contradictorios, v
Rey-Mesías y Salvador del m u n d o ; y el título d e rey d e los J u d i o s d e h a b e r s o m e t i d o el a s u n t o á u n m a d u r o e x a m e n , decide en f a v o r
se le d a b a , dice San Agustín, p a r a d e s i g n a r el o r i g e n , la c a d e n a n o
i n t e r r u m p i d a , la uuidad de la v e r d a d e r a religión. (I) Pilatus Jesum Cliristum esse eonClebítur. (/» Uauk.j
d e J e s ú s , y d e c l a r a e n f o r m a d e s e n t e n c i a : Q u e J e s ú s e s el v e r d a d e r o j u r í d i c a , el t i t u l o d e r e y d e l o s J u d i o s t o n i n s u f r i b l e p a r a e s t e p u e b l o ;
r e y d e l o s J u d i o s , 0 el M e s í a s q u e s e les h a b l a p r o m e t i d o y q u e y s u v a l o r e n m a n i f e s t a r á despecho d e t o d a s lasa m e n a z a s y d e todos
e l l o s e s p e r a b a n : Sedit pro tribunali, el dieit Judteis: Ecce rex s u s clamores, q u e reconocía c o m o u n a d i g n i d a d real d e J e s u c r i s t o
, vesler. a q u e l l a d e q u e l o s J u d í o s le h a b í a n f o r m a d o u n c r i m e n ; v su c o n -
P o r o t r a p a r t e , n a d a e s t a n m a g n í f i c o , t a n a u g u s t o n i t a n glorioso v i c c i ó n d e q u e : Jesucristo era verdaderamente el rey religioso de
p a r a Jesucristo c o m o esta declaración d e Pilatos. El dia en q u e se los Judios, convicción tan íntima, a u n q u e confusa, que ninguna
h a c e , es el m a s s o l e m n e d e l a ñ o , e s el d e l a P a s c u a , e s el d i a e n q u e c o n s i d e r a c i ó n h u m a n a p u d o d e s t r u i r ni d e b i l i t a r ; t o d a s e s t a s cosas
. e s t a b a n r e u n i d o s e n J e r u s a l e n los J u d í o s q u e h a b í a n a c u d i d o d e t o - s o n u n a s p r u e b a s m u y c l a r a s , d i c e S . A g u s t í n , d e q u e la e t e r n a v e r -
d o s los p r o v i n c i a s p a r a c e l e b r a r allí e s t a s o l e m n i d a d . E r a c e r c a d e l d a d d e Dios h a b i a g r a b a d o p r o f u n d a m e n t e estas i d e a s en su espíritu
m e d i o d í a , h o r a e n q u e t o d o s p o d í a n a s i s t i r . F.I l u g a r e n q u e s e v e r i - y en s u c o r a z o n , y q u e ella f u é q u i e n h i z o h a b l a r s u l e n g u a ( l j ; d e
fica e s t e a c o n t e c i m i e n t o m e m o r a b l e e s la p l a z a p ú b l i c a , e n la q u e d o n d e s e s i g u e q u e , a s í c o m o c u o t r o t i e m p o , ai p r o f e t i z a r R a l a a m
se habia reunido una i n m e n s a m u l t i t u d ; el tribunal donde se p r o - q u e u n r e y e s t r a o r d i n a r l o y f a m o s o n a c e r í a u n d i a e n I s r a e l , 110 d i j o
n u n c i ó e s t a g r a n s e n t e n c i a s e m a n i f i e s t a p o r el E v a n g e l i s t a e n g r i e g o m a s q u e lo q u e q u i s o Dios hacerle d e c i r , a s í t a m b i é n Pilotos, al d e -
y en hebreo, para hacernos comprender este misterio importante : clarar a h o r a q u e este r e y h a venido y a , no hace m a s q u e servir d e
Q u e el J u d í o y el G r i e g o , ó e n o t r o s t é r m i n o s l o s J u d í o s y l o s G e n - i n s t r u m e n t o ó los d e s i g n i o s q u e D i o s h a b i a f o r m a d o d e g l o r i f i c a r
tiles fueron i g u a l m e n t e partes interesadas e n e s t a s e n t e n c i a , y q u e á J e s u c r i s t o , h a c i e n d o p u b l i c a r p o r d o s G e n t i l e s , y e n el i n t e r v a l o
d e s d e e s t e i n s t a n t e el G c u t i l r e c o n o c e y c o n f i e s a p o r p r i m e r a v e z a l d e d o s m i l a ñ o s , la g r a n d e z a , los b e n d i c i o n e s y la g l o r i a d e su
M e s í a s q u e el J u d í o h a n e g a d o . Hijo.
| 0 a d m i r a b l e p r o v i d e n c i a d e D i o s e n l i a b e r e l e g l d o , p a r a r e v e l a r la A l a s e s t o n o es b a s t a n t e e n l o s c o n s e j o s d e D i o s ; e s l a g r a n d e d e -
d i g n i d a d d e l S a l v a d o r , el m i s m o j u e z q u e le c o n d e n a á m u e r t e ! A s i claración, esta magnífica sentencia, esta verdad importante, salida
p u e s , e n l o s d e s i g n i o s d e D i o s , l a b a r b á r i e d e l o s s o l d a d o s e n el p r e - d e la boca del s u p r e m o j u e z , d e b i a ser c o n s i g n a d a p o r escrito, y co-
t o r i o n o h i z o o t r a c o s a q u e p r e p a r a r el e a m i u o á e s t a s e n t e n c i a d e l o c a d a s o b r e el t r o n o del n u e v o rey e n c a r a c t e r e s inteligibles á to-
P i l a t o s , L o s r e y e s y l o s p o n t í f i c e s s e r e v i s t e n o r d i n a r i a m e n t e d e las d o s l o s p u e b l o s d e l a t i e r r a , á fin d e q u e l o s q u e n o h a b i a n p o d i d o

i n s i g n i a s d e s u d i g n i d a d a n t e s d e ser p r o c l a m a d o s y reconocidos; oírla, pudiesen al m e n o s leerla y comunicarla á los d e m á s , d e m o d o

v e d a q u í p o r q u e la m a n o d e D i o s s e s i r v i ó d e l a f e r o c i d a d b r u t a l d e q u e nadie pudiese alegar ignorancia con respecto á ella. Esto es jus-


t a m e n t e lo q u e h a c e Pilatos.
los soldados p o r a p r e p a r a r á Jesucristo la corona dolorosa, el cetro
de c a ñ a y l a p ú r p u r a i n s u l t a n t e q u e son u n o s atributos ridículos a P e r o ¡ a y ! y a se dispone á escribir la sentencia d e condenación,
los o j o s d e los h o m b r e s , p e r o q u e s o n al m i s m o t i e m p o las i n s i g n i a s q u e s e g ú n el u s o d e a q u e l l o s t i e m p o s d e b i a c o l o c a r s e s o b r e l a c r u z .
r e a l e s m a s c o n v e n i e n t e s y m a s a d e c u a d a s á un r e y d e los J u d í o s , S i n d u d a él v a á i n v e n t a r y á a t r i b u i r á J e s u c r i s t o a l g ú n c r i m e n s u -
R e d e n t o r d e los h o m b r e s ; p o r e s t a r a z ó n se v a l e t a m b i é n a h o r a d e P i - p u e s t o , q u e p o r la p u b l i c i d a d q u e v a á r e c i b i r s o b r e la c r u z , v a á
l a t o s p a r a h a c e r l e d a r la i n v e s t i d u r a d e e s t a d i g n i d a d r e a l d e l a m a - cubrir de d e s h o n o r al crucificado. Pilotos no p u e d e o b r a r de o t r a
n e r a m a s s o l e m n e , m a s legal y m a s auténtica, y p a r a h a c e r l e procla- m a n e r a p o r el i n t e r é s d e s u r e p u t a c i ó n , p a r a l i b r a r s e d e l o p r o b i o d e
m a r a la f a z del m u n d o v e r d a d e r o Mesías y S a l v a d o r del m u n d o . u n a sentencia inicua, y para q u e n o p u e d a decirse que ha condenado
D e e s t e m o d o s e c u m p l e u n a a d m i r a b l e figura p r o f é t i c a . V e d a q u í al á pena capital á un h o m b r e que no era culpable... Pero no temáis,
v e r d a d e r o J o á s , c u b i e r t o y a c o n los señóles d e la s o b e r a n í a , y á un nos dice S. Lorenzo Justiniano, Pilatos no trazará ese testimonio n
n u e v o J o a d q u e le s a l u d a r e y , á pesar del f u r o r y d e las i n t r i g a s a m b i - e s c r i b i r á e s a i n s c r i p c i ó n d e s t i n a d a á s e r c o l o c a d a s o b r e la c r u z , s i n o
c i o s o s d e la v e r d a d e r a A t h a i i a , l a s i n a g o g a d é l o s J u d i o s . Pilatos no b a j o la inspiración del Espíritu S a n t o (2). Él n o d i r á m a s n i m e n o s
c o m p r e n d e l o q u e d i c e n i lo q u e h a c e ; p e r o t o d o lo q u e d i c e y lo q u e
(1) Avclli ex e j u i cordenon poluil Jrsum esse regem J u d * o r u m : tanquam lioc
h a c e es u n g r a n m i s t e r i o . Y s u c o n s t a n c i a e n d a r á J e s u c r i s t o , lo m i s m o lili i|isa veritasfialmt. (Tracl. i 1 9 . i n J o a n . )
en p ú b l i c o q u e e n s e c r e t o . l o m i s m o e n estilo f a m i l i a r q u e b a j o l a f o r m a (2) Spirilu Sánelo afilante, hunc litnlnra Pilalus soripat. (De Chriit. Jgon.)
q u e los q u e Dios q u i e r a ; él u o dirá cosa a l g u n a q u e n o sea v e r d a - Jesucristo s o b r e los J u d í o s como u n d e r e c h o legítimo y no c o m o
dera v gloriosa para el sentenciado. u n a t e n t a d o ; q u e p o r c o n s i g u i e n t e de esla inscripción resultaba q u e
E n efecto, Pilatos no h a c e o t r a cosa q u e c o n f i r m a r p o r escrito en J e s ú s non e r a c u l p a b l e d e c r i m e n a l g u n o , p u e s q u e n i n g u n o d e -
signaba, y q u e por lo m i s m o este escrito d e m o s t r a b a la i n f a m i a del
esta inscripción las m a g n i f i c a s declaraciones q u e hahia hecho h a s t a
pueblo q u e h a b i a p e d i d o su m u e r t e , y la d e Pílalos q u e la habia
entonces del c a r á c t e r y d e la dignidad d e Jesucristo.
snnclonado.
Él h a b í a d e c l a r a d o en v o z alta q u e Jesucristo era el v e r d a d e r o
h o m b r e , el h o m b r e perfecto, el h o m b r e m o d e l o d e todos los h o m b r e s , Ved a q u í p o r q u e los pontífices hacen á P í l a l o s las m a y o r e s instan-
v por consiguiente n o solo v e r d a d e r o h o m b r e , Siuo t a m b i é n v e r d a - cias ; ellos le c o n j u r a n , y a u u se a t r e v e n á a m e n a z a r l e , p a r a q u e r e -
d e r o Dios, p o r q u e solo Dios podía ser el S a l v a d o r del h o m b r e . P u e s f o r m e esta i n s c r i p c i ó n , escribiendo e u s u l u g a r q u e Jesucristo pre-
b i e n , esla doble declaración f u é p r e c i s a m e n t e la q u e f o r m u l ó en la tendió i n j u s t a m e n t e s e r el r e y d e los J u d í o s , pero q u e en. realidad
inscripción d e la c r u z , q u e , según los Evangelistas, f u é redactada e u 110 lo e r a : üieebunt ergo Piloto Pontífices judeeorum: Noli scri-
estos t é r m i n o s : « E s t e es J e s ú s N a z a r e n o . E s t e es el r e y d e los J u - bere Rex Judaorum: sed guia ipse dixit: Rex sum Judeeorum.
díos : Hic es! Jesús Nazarenas ( M a t t h . ) . ¡fíe est rex Judteo- 1 Pontífices insensatos 1 Ies dicc San A g u s t í n , ¿ creéis q u e Jesucristo
rvm ( t . u c . ) . » M a s al decir Nazareno, e s t o es originario d e N a z a r e t p e r d e r á la c u a l i d a d d e v e r d a d e r o r e y d e los Judíos, q u e él m i s m o
según la c a r n e , n o h i z o m a s q u e r e p e t i r q u e e r a v e r d a d e r o h o m b r e : ha d e c l a r a d o pertcnecerle, p o r q u e vosolros logréis q u i t a r l e el título?
Ecce-HomO; y al escribir Jesús, rey de los Judíos, formuló por s e - J Sucederá acaso q u e lo q u e la V e r d a d en p e g o n a h a firmado c o m o
g u n d a vez esla sentencia q u e h a b í a y a p r o n u n c i a d o : P u e b l o j u d i o , cierto, d e j a r á d e s e r l o p o r q u e vosotros n o q u e r r a i s q u e lo sea [Aug.)7
ved aquí vuestro r e y : Eeee rex vester. Esla ¡dea es la m i s m a q u e al parecer tiene Pílalos, y ved aquí p o r
q u e r e s p o n d e d e c i d i d a m e n t e á las instancias, al f u r o r y á las a m e -
A visto del título d e rey de tos Judíos, titulo a u g u s t o y s a g r a d o
n a z a s d e los J u d í o s : Vosotros exigís demasiado, A p e s a r d e v u e s -
q u e c o n s t i t u í a la soberanía d e J e s u c r i s t o , y q u e , á eseepcion del
tros c l a m o r e s , el ü t u l o p e r m a n e c e r á tal c o m o lo h e t r a z a d o ; n e se
Mesías, no p o d í a , s i n c o m e t e r un g r a n c r i m e n , aplicarse á n i n g ú n
h a r á eu el la m a s p e q u e ñ a a l t e r a c i ó n . L o q u e y o h e d i c h o está d i c h o ,
h o m b r e , a u n c u a n d o fuese r e y ó e m p e r a d o r ; á vista d e este título
y lo q u e h e escrito e s t á e s c r i t o : Responda Pílalas: Quodscripsi,
misterioso, repito, colocado en lo alto d e la cruz d e aquel á quien
seripsi (Joan.).
h a b i a n querido h a c e r m o r i r c o m o u n malhechor, los príncipes d e los
sacerdotes se escandalizaron y se llenaron d e confusión y de h o r r o r . 1 0 p o d e r incontestable d e la acción d i v i n a 1 esclama en este lugar
E s t e e r a en efecto u n magnifico testimonio tributado á la inocencia S . J u a n Crisóstomo. ¡ Cómo m u d a , s u b y u g a y a r r e b a t a a u n los cora-
y á la dignidad d e J e s u c r i s t o p o r el m i s m o j u e z a q u i e n ellos h a b i a n zones infieles I D i o s ha d i c h o t e r m i n a n t e m e n t e en el libro d e los
confiado esta célebre c a u s a ; p o r q u é esta inscripción a t e s t i g u a b a S a l m o s : C u a n d o l a inscripción- d e la cruz esté colocada n o seas t a n
claramente q u e J e s ú s e r a el M e s í a s : Hic esl Jesús, rex Judieorum; temerario q u e q u i e r a s h a c e r l e n i n g u n a variación. Así p u e s , c u a n d o
ella acusaba á los J u d í o s y los p r e s e n t a b a , á los o j o s d e t o d a la n a - Pilatos se obstina en c o n s e r v a r esle t i t u l o .tal c o m o l o escribió desde
ción y del m u n d o e n t e r o , capaces d e h a b e r solicitado la m u e r t e d e u n p r i n c i p i o , e s p o r q u e e n su c o r a z o n r e s u e n a s e c r e t a m e n t e c o m o u n a
su rey y su Mesías q u e les estaba p r o m e t i d o . Va preveían ellos mis- especie de r u i d o s o r d o esta voz profética, esla prohibición d e Dios, á
mos q u e el recuerdo d e tal c r i m e n los c u b r i r í a d e u n oprobio eterno. la q u e él obedece c i e g a m e n t e , p a r a c u m p l i r c s t a a d m i r a b i e p r o f e c i a .
Al m o m e n t o el S a n h e d r i n se p r e s e n t a en c u e r p o á Pilatos, y con u n E n e f e c t o , el r e p r e s e n t a n t e d e César, en u n a posiciou h u m a n a -
acento d e rabia y u n t o n o de a m e n a z a le hace o b s e r v a r q u e según m e n t e i n d e p e n d i e n t e , n a d a t e n i a q u e t e m e r ni esperar d e un s e n -
costumbre debia escribirse sobre el p a t í b u l o d e los sentenciados los tenciado q u e e s t a b a á p u n t o d e s e r c o n d u c i d o al p a t í b u l o . N o p u e d e
crímenes q u e los h a b i a n llevado al suplicio; q u e la inscripción q u e pues alegarse q u e él quiso c o n s e r v a r lo q u e h a b i a escrito p a r a a g r a -
él había puesto sobre la c i u z d a b a á e n t e n d e r q u e J e s ú s e r a v e r d a - d a r á J e s ú s . La i n s c r i p c i ó n , lal como él la h a b i a concebido, i r r i t a b a
deramente r e y d e los J u d í o s , d e b i e n d o espresar p o r el c o n t r a r i o q u e p r o f u n d a m e n t e el orgullo d e los J u d í o s ; a d e m á s atestiguaba la i n -
él habia u s u r p a d o este t í t u l o ; q u e ella i n d i c a b a la soberanía de justicia del m i s m o Pilatos, le d e s h o n r a b a y le espouia a l peligro d e
d e s e r a c u s a d o a n t e el César d e h a b e r l e o t o r g a d o , p o r su propia au-
se i n t i m i d ó por las e n s e ñ a n z a s d e u n m o n a r c a i m p í o , ni quiso d e
t o r i d a d , el t i t u l o d e r e y d e los J u d í o s á u n h o m b r e tan odioso á la
m o d o a l g u n o retirar la bendición q u e h a b i a d a d o á I s r a e l , f u é u n a
nación j u d í a , q u e u i a u n siquiera q u e r i a oirle n o m b r a r . T a m p o c o
figura fiel de P i l a t o s , el q u e á su vez, t e m i e n d o poco i n c u r r i r en el
p n c d c d e c i r s e q u e Pilatos se obstinase en s o s t e n e r su p r i m e r a redac-
odio de los J u d í o s y en la indignación del C é s a r , n o m u d a n a d a d e
ción por i n t e r é s personal O p o r p o l í t i c a , siendo así q u e la política y
lo q u e Dios le ha m a n d a d o decir, n i r e t r a c t a en m a n e r a a l g u n a la
el interés p e r s o n a l le i m p o n í a n la ley y la obligación d e satisfacer
bendición s o l e m n e q u e Dios 1c h a obligado á p o n e r p o r escrito en
las r e c l a m a c i o n e s d e los J u d í o s . P i l a t o s es e s c m i s m o juez t a n débil
f a v o r de J e s ú s : ;Von üliúdpossvm loqui nisi quodjusseril Domi-
q u e habia c e d i d o á las exigencias del p u e b l o en t o d o c u a n t o h a b í a n
nils, ct quod posveril iti ore meo?
p e d i d o con r e s p e c t o á Jesucristo, h a s t a el p u n t o d e ponerse en con-
Observemos t a m b i é n , con r e s p e c t o á esta s e n t e n c i a misteriosa,
tradicción consigo m i s m o , y c u b r i r s e d e oprobio al c o n d e n a r , c o n t r a
q u e , teniendo los R o m a n o s la c o s t u m b r e d e escribir en latín las
su conciencia y contra s u s d e c l a r a c i o n e s , á u n a c u s a d o cuya i n o -
sentencias q u e se fijaban sobre el p a t í b u l o d e los c r i m i n a l e s , la sen-
cencia h a b i a r e c o n o c i d o y p r o c l a m a d o ya m u c h a s veces. No p u e d e
tencia d e Jesucristo se escribió en latin, en h e b r e o y en g r i e g o , es
p o r consiguiente decirse q u e P i l a t o s rehusase modificar l o q u e h a b i a
decir en las tres IcDguas m a s conocidas e n t o n c e s en el m u n d o : Erat
e s c r i t o , por firmeza d e c a r á c t e r , p o r obstinación en s u propio juicio
scriptum hebraice, grtece et latine (Joan.). Y e s t o sucedió por u n a
n i p o r r e s p e t o á su p a l a b r a . ¿ Y c ó m o p u e d e esplicarse este hecho t a n
disposición p a r t i c u l a r d e Dios, dice S . A g u s t i n , á fin d e q u e fuese
e s t r a o r d l n a r i o ? ¿ C ó m o P i l a t o s , sin interés a l g u n o , y a u n á riesgo de
n o t o r i o d e s d e aquel m o m e n t o q u e t o d a s las n a c i o n e s debían s u j e -
indisponerse c o n los J u d í o s y d e i n c u r r i r en la desgracia del César,
tarse u n día á J e s u c r i s t o (1). Los c r í m e n e s d e los d o s ladrones e s t a -
d e s p u é s d e h a b e r consentido en la c r u c i f i c a r o n d e Jesús, se obstinó
b a n espresados sobre sus c r u c e s en u n a sola l e n g u a ; mas la cruz en
en n o q u e r e r m u d a r cosa a l g u n a á la inscripción d e la cruz"? ¿ Como
q u e estaba s u s p e n d i d o el S a l v a d o r s e d i s t i n g u í a d e las o t r a s dos p o r
s e concibe q u e , d e s p u é s d e h a b e r m a n i f e s t a d o t a n t a ligereza y t a n t a
u n a inscripción en tres l e n g u a s , la cual, lejos d e m e n c i o n a r u n delito
i n c o n s t a n c i a al p r o n u n c i a r la s e n t e n c i a d e m u e r t e , diese r e p e n t i n a -
ó u n a cualidad u s u r p a d a , i n d i c a b a por el c o n t r a r i o u n a d i g n i -
m e n t e el e j e m p l o d e u n a firmeza t a n i n c o n t r a s t a b l e en u n a cosa q u e
d a d personal é i n a m i s i b l e , u n título d e h o n o r q u e le pertenecía
podría p a r e c e r l e i n d i f e r e n t e ; y q u e , d e s p u e s de haber cometido l a
v e r d a d e r a m e n t e ; p o r q u e en ella se decía en u n sentido positivo
m a s n o t o r i a injusticia por n o d i s g u s t a r á los J u d í o s , p r e f i r i e s e es-
y a b s o l u t o : E s t e es J e s ú s d e N a z a r e t . E s t e es el r e y d e los J u d í o s .
ponerse á su i u d í g u a c i o n y á s u f u r o r m a s bien q u e v a r i a r u n a simple
El E v a n g e l i s t a S . J u a n , c o n u n a alta s a b i d u r í a , da á esta i n s c r i p -
inscripción? Él ni a u n siquiera los e s c u c h a ; es m a s , él los a r r o j a
ción el n o m b r e de TÍTULO : Scripsit avtem el titutvm Pilatus; por-
v e r g o n z o s a m e n t e d e su p r e s e n c i a . ¡ A h í P i l a t o s , dice S a n A g u s t i n ,
q u e en efecto ella contiene el titulo v e r d a d e r o y característico d e
a b a n d o n a d o á sí m i s m o , 110 h u b i e r a j a m á s h a b l a d o n i escrito así, ó
Jesucristo, su c u a l i d a d , su misión y su m i n i s t e r i o . S a n Mateo, c o n
en t o d o c a s o s e h u b i e r a r e t r a c t a d o al m o m e n t o , c o m o lo h a b i a h e c h o
n o menos s a b i d u r í a , la llama CAUSA : ímposueranl super capul ejus
o t r a s m u c h a s v e c e s . La m a n o d e Dios pues se manifiesta aquí palpa-
causam ipsius scriptam; c o m o si quisiera decirnos, valiéndome d e
b l e m e n t e . U n a f u e r z a s u p e r i o r g u í a el p e n s a m i e n t o d e Pilatos en
las p a l a b r a s d e Orígenes, q u e el S e ñ o r espiraba en la c r u z , ú n i c a -
estas g r a v e s c i r c u n s t a n c i a s ; s u iuspiracion p r o c e d e d e lo a l t o . Según
m e n t e p o r q u e era el r e y d e los J u d í o s , ó en otros t é r m i n o s , el Mesías
las p r o f e c í a s , el Mesías debia s e r a n u n c i a d o p ú b l i c a m e n t e como rey
p r o m e t i d o , el S a l v a d o r del m u n d o . ¡ O gloria d e n u e s t r o R e d e n t o r !
d é l o s J u d í o s ; y esta es la razón p o r q u e P i l a t o s h a escrito lo q u e ha
¿ Q u i é n p u e d e d e j a r de a d o r a r aquí al s o b e r a n o p o d e r d e a q u e l q u e
escrito, p o r q u e Dios ha d i c h o lo q u e él h a d i c h o , y el j u e z r o m a n o
preside en los consejos d e los h o m b r e ? , se ríe d e sus e s f u e r z o s y los
no p u e d e r e f o r m a r la inscripción q u e h a t r a z a d o , p o r q u e Dios no
h a c e servir al c u m p l i m i e n t o d e s u s i m p e n e t r a b l e s d e s i g n i o s ? ; Cómo
p u e d e r e t r a c t a r s e d e lo q u e h a d i c h o (1). Asi p u e s , B a l a a n , q u e no
es posible d e j a r d e ver aquí el c u i d a d o c o n q u e el P a d r e celestial c n -

(I) Ideo Pilatus quod scripsit soripsit, quia Deus quod dixit divit. (/" (I) Ct illis tribus linguis Chrislo subjugauda uoiversitas genlium monstraretur.
(Jira. y. Scrm, 18.)
f s . 57.)
l a z a l a s a c u s a c i o n e s p r e s e n t a d a s c o n t r a s u H i j o c o n su j u s t i f i c a c i ó n ; O g r a n d e y sublime misterio I C u a n d o Jesús nació eu la gruta
s o l e m n e , y el m o d o c o n q u e h a c e b r i l l a r l o s t í t u l o s d e s u g r a n d e z a d e B e l c n , los santos r e y e s m a g o s se p r e s e n t a r o n d i c i e n d o : N o s o t r o s
en m e d i o d e s u s i g n o m i n i a s y d e sus o p r o b i o s ? s a b e m o s q u e el v e r d a d e r o r e y d e l o s J u d í o s h a n a c i d o . D e c i d n o s d o n -
Los Judíos procuraron hacer pasar á Jesucristo p o r un insigne d e s e h a l l a ; p o r q u e q u e r e m o s r e c o n o c e r l e y a d o r a r l e : Ubi est qvi

malhechor. Dios n o permitió q u e se escribiese sobre la cruz d e su natos est rex Judaorum? Vemmus adorare eum. (Matth. j . j V

H i j o , c o m o l o p r e s c r i b í a la c o s t u m b r e , n i n g u n o d e l o s c r í m e n e s d e a h o r a q u e J e s u c r i s t o m u e r e e n el C a l v a r i o , P i l a t o s a t e s t i g u a tam-
b i é n q u a J e s ú s e s el v e r d a d e r o r e y d e l o s J u d í o s : Ilie est rex Ju-
q u e le h a b i a n a c u s a d o ; p o r el c o n t r a r i o h i z o r e c o n o c e r y c o n s i g n a r
dteortm,Luego s i , c o m o y a h e m o s d i c h o , ¡ley de los Judíos significa
su santidad y su inocencia, aun sobre el infame patíbulo. L o s Judíos
Mesías, es claro que Jesucristo fué reconocido y proclamado c o m o
le h a b i a n p r e s e n t a d o c o m o u n r e y u s u r p a d o r , y D i o s le h a c e p r o -
M e s í a s y S a l v a d o r del m u n d o e n su n a c i m i e n t o y en su muerte,
c l a m a r p o r el m i s m o P i l a t o s el v e r d a d e r o r e y d e l o s J u d í o s : Hic est
c u a n d o e r a t o d a v í a u n n i ñ o e n i i e l e n , y c u a n d o f u é c r u c i f i c a d o e n el
rex. Jucheorum. L o s J u d í o s h a b i a n a c u s a d o á J e s u c r i s t o e u el t r i b u -
Gólgota.
n a l d e l P r e t o r d e h a b e r s e t i t u l a d o el M e s í a s , y D i o s o b l i g a ¡i P í l a l o s
á a c u s a r á l o s J u d í o s e n el t r i b u n a l d e t o d o s los s i g l o s y d e l m u n d o P o r o l r a p a r t e , los m a g o s d e l G e n t i l i s m o , c u a n d o l l e g a r o n i Je-
e n t e r o d e h a b e r n e g a d o y c r u c i f i c a d o al M e s í a s . L o s J u d í o s al p r e f e - r u s a l e n , p r e g u n t a r o n á l o s J u d í o s d o n d e e s l a b a el M e s í a s , v p o r e s l a
r i r B a r r a b á s á J e s u c r i s t o , y al e x i g i r q u e el S a l v a d o r f u e s e c r u c i f i c a d o m i s m a p r e g u n t a les r e v e l a r o n q u e h a b i a n a c i d o v a : Natis est rex
e n t r e d o s c r i m i n a l e s , c r e y e r o n d e s h o n r a r s u n o m b r e ; y D i o s le r o - Juda'orum ; y al p r e s e n t e P i l a t o s , s a l i d o c o m o e l l o s d e e n t r e l o s
d e a d e u n a a u r e o l a d e g l o r i a d i s p o o i e n d o q u e el m i s m o g o b e r n a d o r G e n t i l e s , h a c e á los J u d í o s e n J e r u s a l e n esta m i s m a revelación p r o -
r o m a n o , q u e le h a b i a c o n d e n a d o c o m o c u l p a b l e , fijase e n l o a l t o d e c l a m a n d o y e s c r i b i e n d o q u e J e s u c r i s t o e s el M e s í a s . P o r c o n s i g u i e n -
l a c r u z l a i n s c r i p c i ó n s o l e m n e q u e c o n s a g r a s u t í t u l o d e S a l v a d o r . El t e , los Gentiles son e n e s t a s c i r c u n s t a n c i a s los m a e s t r o s d e los J u -
P a d r e Eterno no podia hacer n i n g u n a cosa mejor para exaltar á J e - d í o s ; ellos l e s a n u n c i a n el n a c i m i e n t o y la m u e r t e d e l M e s í a s e n l a
sucristo y hacerle reconocer por su Hijo. persona de Jesucristo, y por consiguiente t a n t o los Judíos como
V e d a q u í p o r q u e l o s P a d r e s y los I n t é r p r e t e s a d m i r a n t a n t o l a Jerusalen son iuescusables d e n o haberle querido reconocer.
g r a n d e z a y l o s m i s t e r i o s d e e s t a i n s c r i p c i ó n . O r í g e n e s la l l a m a l a Llcnáos de admiración al considerar las c i r c u n s t a n c i a s en que
c o r o n a d e g l o r i a y d e m a g n i f i c e n c i a q u e , s e g ú n la p r o f e c í a d e D a v i d , t u v o l u g a r este a n u n c i o . L o s m a g o s r e v e l a r o n á ios J u d í o s q u e J e -
h a c o l o c a d o D i o s c o n s u s p r o p r i a s m a n o s e n la c a b e z a d e s u d i v i u o s u c r i s t o , q u e a c a b a b a d e n a c e r , e r a el M e s í a s , c u a n d o l o s Judíos
H i j o . S. J u a n C r i s ó s t o m o a ñ a d e q u e P i l a t o s recibió d e Dios la m i - i n t r i g a b a n c o n H e r o d e s p a r a d e g o l l a r al m i s m o M e s í a s e n su c u n a ;
s i ó n d e fijar e s t e t e s t i m o n i o d e l a s o b e r a n í a y d e l s a c e r d o c i o d e J e - y P i l a t o s les h a c e la m i s m a r e v e l a c i ó n e n el m o m e n t o e n q u e e l l o s
sucristo s o b r e la c r u z en q u e e s t a b a s u s p e n d i d o , c o m o s o b r e los t r o - obligan á este g o b e r n a d o r , p o r m e d i o del t e m o r , a q u e h a g a m o r i r
f e o s d e l o s v e n c e d o r e s s e a c o s t u m b r a b a á g r a b a r el n o m b r e d e s u s al M e s í a s e n la c r u z . ! Cosa a d m i r a b l e 1 M i e n t r a s q u e los J u d í o s se
victorias ( l ) . F i n a l m e n t e Remigio dice q u e por u n a disposición a d - esfuerzan en persuadir á Pilatos que Jesús es u n falso profeta, Pila-
m i r a b l e d e Dios l'uéeoloeado un título t a n magnifico sobre la c a b e z a tos c o n f u n d e a los J u d í o s a n u n c i a n d ó s e l e c o n . o c l v e r d a d e r o Mesías.
a u g u s t a d e J e s u c r i s t o , á fin d e q u e l o s J u d í o s r e c o n o c i e s e n al l e e r l o L o s J u d í o s p r o c u r a n e v i t a r q u e l o s G e n t i l e s r e c o n o z c a n ai Mesías,
q u e á pesar de sus clamores frenéticos y sus protestas, hechas tantas y los G e n t i l e s son los p r i m e r o s e n p r e d i c a r el M e s í a s á l o s J u d í o s .
v e c e s en p ú b l i c o c o n t r a su s o b e r a n í a , n o p u d i e r o n i m p e d i r , ni a u n L o s e s t r a n j e r o s le c o u f i c s a n c o m o R e d e n t o r , e n t a n t o q u e s u p u e -
h a c i é n d o l e m o r i r , q u e f u e s e su r e y l e g i t i m o , s u p u e s t o q u e la c r u z , b l o le n i e g a y i e d e s p r e c i a .
lejos de h a b e r l e h e c h o p e r d e r s u imperio, lo a s e n t ó s o b r e b a s e s m a s A d e m á s , Pilatos es r o m a n o y r e p r e s e n t a n t e del e m p e r a d o r , y en
sólidas ;2). c u a l i d a d d e t a l s e h a c e e n c i e r t o m o d o c a t e q u i s t a d e los J u d í o s y l e s

( I j Sicol in tropheo lillerte pcnuclur vicloriam ostendentes; ila Pilalus lilúlu'm per hoe J a d » agnoscerent quoniam nec occídcndo faeere potueruul ut eum rtgrm
cruel Cltrisli inscripsit. (Ja Joan.) »>" h a b e r e o t : per m o n i s ei.im patibulum oon amisit imporium.scd corrobora"*.
, - ) Divinitus procuralum fuit, ut talis titulussuper capul ojos p o n r r d u r : u i (la Calen.)
da esta e n s e ñ a n z a tan c l a r a y tan precisa ; en esta m i s m a c u a l i d a d n a , m a s evidente es q u e en estas graves circunstancias es el i n s t r u -
a n u n c i a desde entonces q u e los predicadores c r i s t i a n o s , r e p r e s e n t a n - m e n t o de los p r o f o n d o s misterios de Dios. P i l a t o s no es c i e r t a m e n t e
t e s del S o b e r a n o P o n t í f i c e d e B o m a , q u e es el sucesor d e los e m p c . m a s malo q u e J u d a s ; pues b i e n , dice i n g e n i o s a m e n t e S. A u s t i n
r a d o r c s r o m a n o s , r e c o r r e r í a n un día el m u n d o y h a r í a n esta m i s m a as, como en la p e r s o n a del p é r f i d o discípulo e n v i ó Dios ai d e m o n i o
revelación á los J u d í o s dispersos p o r t o d a la t i e r r a ; q u e 110 cesarían p a r a p r e d i c a r el E v a n g e l i o , asi t a m b i é n se sirvió d e Pilatos como
t a m p o c o d e m a n i f e s t a r á Jesucristo á ese p u e b l o ciego y o b s t i n a d o , d e o t r o B a l a a m , a u n c u a n d o era i d ó l a t r a , t í m i d o , ambicioso é i n -
c o m o lo h a n h e c h o p o r espacio d e diez y ocho s i g l o s , y de hacerle j u s t o , p a r a hacer d e él el p r i m e r p r o f e t a , el p r i m e r e v a n g e l i s t a , el
conocer q u e este J e s u s , o b j e t o d e sus blasfemias y d e s u s burlas, es p n m e r apóstol, el p r i m e r p r e d i c a d o r , el primer confesor v el
sin e m b a r g o su r e y y el Mesías q u e le h a de salvar : Jlic est Sex p r i m e r testigo q u e a n u n c i a s e al universo la g r a n v e r d a d d e q u e
C r u c ado
Judteorum. Ecce fíex vester. Y c u a n d o llegue el t i e m p o en q u e la m f ' « » « i . S e ñ o r , M e s í a s , S a l v a d o r del m u n d o ,
v e n d a fatal q u e o c u l t a la luz á los d e s v e n t u r a d o s J u d í o s caiga d e p , l a t o s n a d a c o m p r e n d e d e c u a n t o dice y hace ; m a s n o p o r eso es
sus ojos, los r e p r e s e n t a n t e s del S o b e r a n o P o n t í f i c e , v e r d a d e r o César m e n o s c e r t o q u e s u s p a l a b r a s y sus o b r a s son sublimes, mara-
r o m a n o , les e x p l i c a r á n l a s g r a n d e z a s y la gloria del titulo d e la g l o s a s y llenas d e verdad ; p o r q u e Dios es el q u e m u e v e la lengua
cruz y les e x h o r t a r á n á d o b l a r d ó c i l m e n t e la rodilla p a r a a d o r a r l e . de este nuevo B a l a a m , c o m o u n a m a d r e hace p r o n u n c i a r á su tierno
F i n a l m e n t e P i l a t o s es el vicegerente del César, c u y o cetro se e s - hijo p a l a b r a s cuyo sentido le es desconocido ; Dios es el q u e guia su
t e n d í a á t o d a s l a s p a r t e s del m u n d o conocido entonces. Luego m a n o c o m o u n m a e s t r o g u i a el brazo d e s , , discípulo y Io hace es-
c u a n d o este j u e z i m p e r i a l p r o c l a m a en alta voz desde su b a l c ó n , y c b u lo q u e , 0 l l i l v ( a ignora ; y con u n a asistencia tal, bajo esla
p o r escrito desde l a c i m a del C a l v a r i o , q u e J e s u s es el v e r d a d e r o n<l P U C d e f m
? " ' P i l 8 , ü s ' " ¡ P u e d e hacer o t r a cosa
Mesías, representa en si t o d a s las naciones s o m e t i d a s al imperio
T rCn'S'° : VWÍ
"U"d 1 >SSU>
" " «Mwodjusserit
r o m a n o , las cuales p u b l i c a n t a m b i é n p o r su b o c a q u e reconocen el Uommus, et. /juod posuerit in ore meo.
Mesías en la p e r s o n a d e J e s u c r i s t o . Así pues la declaración de Pila-
tos n o es o t r a cosa q u e e l reconocimiento público y solemne que ? ' ! C , ' m 7 S ' C " " U s r 3 n d c -v e u á " raa íllca
°" « 'a Beli,
g: on 1 Cuan a d m i r a b l e y c u á u divina es la sabiduría del E v a n - e l i o •
toda la gentilidad h a c e d e Jesucristo en el g r a n dia de la P a s c u a ,
S r a nUCS SeÜ
c o m o verdadero M e s í a s , v e r d a d e r o H o m b r e y Salvador d e los h o m - — I T » "f " "'° ° ' ' J c s u c r i s t 0 ' y <"*» de
m,eS C
b r e s . P o r esta d e c l a r a c i ó n profetiza P i l a t o s q u e desde .Icrusalen tremor ' "'° ""°'dC nUeS
"'a f delidad
' y d e mies
-
p a s a r á á R o m a esta g r a n d e revelación, y q u e desde el Calvario s e
SEGIAO» PAUTE.
e s t e n d e r á p o r todo el m u n d o ; él profetiza la f e , la adoracion y el
h o m e n a j e q u e los e m p e r a d o r e s , sucesores de los Césares, los r e y e s L a c o n s t a n c i a d e Pilatos en p r o c l a m a r en alta voz y por escrito
y t o d a s l a s n a c i o n e s del m u n d o t r i b u t a r á n ó J e s u c r i s t o ; él a n u n - . esas rey e los J u d í o s y Mesías, y esto c o n t r a todos los c Z
cia el p r ó x i m o c u m p l i m i e n t o d e esta profecía de David : T o d o s los manos d e „ „ e r e s , del h o n o r y d e l a política, f u é seguran e
r e y e s d e la tierra le a d o r a r á n , y las naciones se s u j e t a r á n á el. m a d m u - a b e prodigio d e la inspiración divina ; per timben
(Ps. 7 1 . ) fue u, prodigio terrible d e la inspiración de, A m o n i o la Ü
Esta es la causa p o r q u e ejerce h o y Pilatos, sin s a b e r l o , el m i n i s - obs n ion d e los J u d í o s en despreciar a este m i s m o J e s u s , s u e y
terio m a s n o b l e , el m a s s a n t o y el m a s a u g u s t o , el ministerio d e y S Mesías, y en negarle á vis,a d e u n G e n t i , , d e un e s t o n i *
q u e estuvieron e n c a r g a d o s en otro tiempo los p a t r i a r c a s y los p r o - q u e e revela y e a n u n c i a tan s o l e m n e m e n t e . ¡ M a s a v I ¡ d e s g r a e
08
fetas, es decir , q u e figura e n sí m i s m o y a n n n c i a el t r i u n f o , la sobe- lán ' horrible es la v e n g a n z a q u e este r e y , este Mesías
r a n í a , la gloria y la g r a n d e z a d e J e s u c r i s t o . Es v e r d a d q u e él no tan odiado y tan despreciado p o r . ellos va a d e s c a r g a r s o b „
conoce la alta d i g n i d a d , ni la n o b l e misión d e q u e Dios le h a c a b e z a s ! A p é n a s c o n s u m a r o n su deicidio en tiempo d e Tberl
revestido ; m a s n o p o r eso deja d e cumplirla con fidelidad. Y ¿ q u é liando c o m e n z a r o n , b a j o el imperio d e Caligola s u succsor á"£
importa la intención c o n q u e h a b l a ú o b r a ? C u a n t o m e n o s r e f l e x i o - o p r i m i d o s d e u n a m a n e r a e s p a n t o s a . Ellos p r o c u r a r o n despees s a -

18
elidir este y u g o d e h i e r r o ; m a s S e r ó n los castigó por su rebelión,
h a b e r n e g a d o su misión é insultado su soberanía, fué prevista i n -
llevando la desolación por t o d a la j u d c a . f i n a l m e n t e Ycspnsiano
d u d a b l e m e n t e por el p r o f e t a c u a n d o t r a s p o r t a d o d e h o r r o r cscla-
p u s o sitio á J e r u s a l e n , y ellos s u f r i e r o n entonces unos t r a t a m i e n t o s
m ó ; ¿ Quién p o d r á d e j a r d e t e m e r vuestro p o d e r y vuestra j u s t i c i a ,
tan b á r b a r o s y u n o s males t a n e s c e s i v o s , q u e uo se p u e d e h e r s i n
o r e y d e t o d a s las n a c i o n e s (I i ?
estremecerse la relación q u e d e ellos h a c e el historiador h e b r e o J o -
¡ A y l el c r i m e n d é l o s J u d os se renueva d i a r i a m e n t e e n t r e los
sefo, testigo d e estos sucesos,
cristianos. E n efecto, Jesucristo tiene dos especies d e imperio en
Y p a r a n o d e j a r d u d a a l g u n a acerca de la causa q u e accarreó este m u n d o ; el u n o , c o m o Dios c r i a d o r , sobre todos los h o m b r e s
sobre ellos t a n t a s d i s g r a e i a s , el mismo historiador n o s dice q u e en g e n e r a l ; el otro, c o m o Dios r e d e n t o r , sobre los c r i s t i a n o s en
f u e r o n t r a t a d o s d e la m i s m a m a n e r a q u e ellos h a b i a n t r a t a d o a s u particular. El uno es el imperio d e su n a t u r a l z e a , el o t r o es el i m p e -
Mesías, á su r e y y á su Señor J e s u c r i s t o . Ellos h a b í a n q u e r i d o s o - rio d e su g r a c i a ; él e j e r c e el primero sobre t o d a s l a s personas, y
m e t e r al S a l v a d o r á u n a flagelación b á r b a r a , y h a c e r caer á pedazos el s e g u n d o lo ejerce m a s espccialeraente sobre los corazones de s u s
su c a r n e v i r g i n a l , y ellos t a m b i é n , al m o m e n t o q u e salían d e la fieles, q u e reciben su d o c t r i n a , e s c u c h a n s u s preceptos, o b s e r v a n
c i u d a d y e a i a u en p o d e r d e los R o m a n o s , e r a n c r u e l m e n t e a z o t a d o s s u ley y e s p e r a n s u s r e c o m p e n s a s . El i m p e r i o d e la n a t u r a l e z a es
y d e s g a r r a d o s d e la m a n e r a m a s a t r o z . A los t o r m e n t o s inauditos, esencial a Jesucristo ; es necesario, absoluto, eterno, inamisible é
q u e ellos h a b i a n h e c h o s u f r i r á J e s u c r i s t o , habian a ñ a d i d o todas i n d e p e n d i e n t e d e la v o l u n d a d d e los h o m b r e s ; m n s e l imperio d e su
las i g n o m i n i a s y todos los i n s u l t o s ; y ellos á su vez, obligados á s u f r i r g r a c i a cu los corazones es a d q u i r i d o , a c c i d e n t a l , e x e n t o d e toda
los t o r m e n t o s i n v e n t a d o s p o r el odio d e los vencedores, tuvieron violencia m o r a l ó m a t e r i a l , y dependiente d e n n e s l r a v o l u n d a d , y
q u e d e v o r a r cu silencio todo g é n e r o d o a f r e n t a s , d e b u r l a s y d e p o r esta razón p o d e m o s disputárselo y a u n a r r e b a t á r s e l o , sino eii
oprobios. F i n a l m e n t e , cou sus c l a m o r e s tumultuosos y con s u s a m e - c u a n t o al d e r e c h o , por lo menos en c u a n t o al hecho. T o d o s n u e s -
nazas d e sedición h a b i a n obligado a Pílalos á crucificar á Jesús, y tros esfuerzos y toda n u e s t r a mala voluntad no p u e d e n hacer q u e
ellos perecieron i g u a l m e n t e en el suplicio d e la c r u z , á p e s a r d e la Dios criador y s e ñ o r del universo d e j e d e ser esencialmente n u e s t r o
c o s t u m b r e q u e los R o m a n o s h a b i a n o b s e r v a d o h a s t a e n t o n c e s d e r e y y n u e s t r o S e ñ o r . P e r o podemos i m p e d i r q u e reine en nuestro^
corlar la cabeza á s u s prisioneros d e g u e r r a , o d e a t r a v e s a r l o s con corazones por su g r a c i a , c o m o R e y - R e d e n t o r , s u p u e s t o q u e nos ha
su lanza. A d e m á s las cruces en q u e se les s u s p e n d í a f u e r o n coloca- d e j a d o l a libertad de p e r m a n e c e r b a j o s u obediencia ó sacudir su
d a s en f r e n t e d e los m u r o s d e la c i u d a d , d e la m i s m a m a n e r a q u e y u g o . De m a n e r a q u e á p e s a r de las obligaciones q u e n o s u n e n á él
ellos h a b i a u colocado la cruz d e Jesucristo. Cada d i a , d u r a n t e esta y d e bis v e n t a j a s q u e r e p o r t a m o s d e ser s u s fieles subditos, pode-
g u e r r a d e esterminio, m a s d e q u i n i e n t o s d e a q u e l l o s i n f o r t u n a d o s m o s , como los J u d í o s , r e c h a z a r su s o b e r a n í a : Nolumus hmc re-
eran e n t r e g a d o s á este h o r r o r o s o suplicio, y n o se e n c o n t r a b a n y a finare super nos X u c . J , n o queriendo reconocer m a s r e v q u e e ¡
m a d e r o s b a s t a n t e s p a r a crucificar los c u e r p o s ni terreno suficiente Cesar, es decir n u e s t r o s apetitos s e n s u a l e s , nuestra concupiscencia
para colocar las cruces 1;. ¡ O espectáculo t e r r i b l e ! ¡ o escena d e h o r - n u e s t r a s pasiones y el d e m o n i o que las h a l a g a y las enard c e : fe
r o r ! F i g u r a o s ¡a ciudad d e Jerusalen r o d e a d a d e millares d e cruces, /tabernas regem nisi Casaran.
de las q u e p e n d í a n o í r o s l a u t o s cuerpos h u m a n o s , los u n o s e s p i -
r a n d o en m e d i o d e las m a s espantosas contorsiones, los oíros y a C o m p r e n d e d bien esto, cristianos estraños al espíritu del Cristianis-
m u e r t o s , cu u u a a c t i t u d h o r r i b l e , y la m a y o r p a r t e e s p a r c i e n d o mo y desertores d e s u s principios y d e s u s l e y e s ! Cuan o 1
en los a i r e s u n pestífero olor. ; A h ! i n d u d a b l e m e n t e era Dios el c r u - u n a d o e l r i n a d i f e r e n t e de la q u e j e s u c r í s t o h a revelado v d e la q u e sola
cificado, cuy a m u e r t e es v e n g a d a cou t a n t a s victimas. Esta v e n - a Iglesia es l a f i e l depositaría y el i n t é r p r e t e infafible; cuan v rfí
g a n z a terrible, q u e el r e y Mesías debia t o m a r d e los Judíos p o r £ ¡ t r , h i ' q
°e "a Prümülga,lí ;
' ^"»Ponéis n i
culo a los q u e la o b s e r v a n , y los traíais d e espíritus débiles, s u p 1

(I) El proplev nuiltilutlinem jam spatíuni crucibus deeral, el corporíbus . . c o s o s y p r e o c u p a d o s ; c u a n d o miráis con i n d i f e r e n c i a l o / c a s ^
cruces.
( 0 Quis nou limebil te, o Re» jentium? ( j r r . i 0 f )
q u e él tiene suspendidos sobre vuestra cabeza y las recompensas
d e la m u e r t e , s e p a r á n d o s e vuestra a l m a criminal d e vuestro cuerpo,
q u e h a c e brillar a n t e vuestros o j o s ; c u a n d o monosprcciais el s a n t o
eocrá en monos d e ese Rey inmenso, infinito, o m n i p o t e n t e y e t e r n o ,
temor d e Dios, el e s p í r i t u d e a b n e g a c i ó n y d e sacrificio, la delica-
r o d e a d o d e gloria y d e m a j e s t a d , q u e e j e r c e r á sobre vosotros u n a
deza d e conciencia, la piedad y la devocion d e los verdaderos c r e -
justicia tanto m a s severa y m a s t e r r i b l e c u a n t o m a y o r es la b o n d a d ,
y e n t e s ; c u a n d o t o m á i s por r e g l a d e vuestra c o n d u c t a los p r i n c i -
la paciencia y la m i s e r i c o r d i a q u e m u e s t r a h o y con vosotros. Así
pios, las ideas y las m á x i m a s del m u n d o , las satisfacciones d e la a m -
como el César, c u y o imperio prefirieron los J u d í o s al d e Jesucristo,
bición, del interés y d e la voluptuosidad, e n t o n c e s rechazais c o m o
reconociéndole p o r su único r e y , f u é d e s p u e s su d e s t r u c t o r y su es-
los Judíos, d e u n a m a n e r a positiva, física y real el r e i n a d o d e J e s u -
t e r m i n a d o r ; así esos genios del Infierno, c u y a s inspiraciones p r e -
cristo sobre vosotros. E n t o u c e s d e c i a r a i s v e r d a d e r a m e n t e q u e no
ferís á los m o v i m i e n t o s d e la g r a c i a , d á n d o l e s en vuestro corazon el
quereis reconocerle por R e y , por M e s í a s ni por R e d e n t o r , p o r q u e
l u g a r d e Jesucristo, s e r á n t a m b i é n vuestros v e r d u g o s despues d e la
r e c h a z a i s las c o n d i c i o n e s esenciales d e su s o b e r a n i a , de su misión y
m u e r t e , así como son v u e s t r o s t i r a n o s d u r a n t e la v i d a . L a justicia
d e su redención, las étnicas condiciones con q u e quiere y p u e d e sal-
e t e r n a os e n t r e g a r á en su p o d e r p a r a q u e seáis t a m b i é n e t e r n a -
v a r o s : Aolumus hmic regnare svper ñus; entonces preferís i n d u -
m e n t e insultados, a t o r m e n t a d o s y crucificados por ellos, d é l a m i s m a
d a b l e m e n t e el r e i n a d o p r o f a n o del César, el r e i n a d o del demonio,
m a n e r a q u e vosotros u l t r a j á i s , a t o r m e n t á i s y crucificáis a h o r a á J e -
d e l a s pasiones y del pecado, al r e i n a d o d e la g r a c i a de J e s u c r i s t o :
s u c r i s t o . ¡Ay ! ; o R e y i n m o r t a l del cielo y de la tierra 1 ¿ Q u i é n s e r á el
Xu" habemus regem nisí Casaran.
h o m b r e ton temerario, tan sacrilego y t a n insensato q u e use todavía
Pero no e s e s t o t o d o . E n medio d e esa vida p u r a m e n t e carnal, d e i n s i d i a r vuestra m a j e s t a d , n e g a r vuestra d o c t r i n a , hollar v u e s t r a s
esos goces t e r r e n o s y p r o f a n o s , a l i m e n t a r é i s s i e m p r e en vuestro i n - leyes, p r o f a n a r vuestra Religión, reírse d e v u e s t r o poder, despre-
terior el deseo i n f e r n a l d e q u e otros se a r r o j e n como vosotros en las c i a r vuestros juicios y m o f a r s e d e v u e s t r a v e n g a n z a ? Quisnon l¡-
c a d e n a s del p e c a d o , y a b a n d o n e n al S a l v a d o r c o m o vosotros le h a - mebit te, ó llcz gentium ?
béis a b a n d o n a d o ; v o s o t r o s q u e r r é i s h a c e r d e s a p a r e c e r del m u n d o
i Ay, h e r m a n o s mios I n o seamos nosotros del n ú m e r o d e esos des-
la fe de Jesucristo c o m o d e m a s i a d o misteriosa; su ley como d e m a -
v e n t u r a d o s ; f o r m e m o s desde este (lia la resolución d e s e r v i r fiel-
siado s e v e r a , su p r e d i c a c i ó n como d e m a s i a d o i m p o r t u n a y s u espí-
m e n t e á nuestro R e y y S e ñ o r . IS"o n o s contentemos con creer en él,
ritu d e c a r i d a d , d e p u r e z a , d e h u m i l d a d y d e paciencia como d e -
t r a t e m o s d e obedecerle. N o n o s limitemos á adorarle, p r o c u r e m o s
m a s i a d o m o l e s t o ; v o s o t r o s desearéis p o r lo m e n o s q u e Jesucristo
al m i s m o tiempo a m a r l e . D e s t r u y a m o s en nosotros el r e i n a d o d e la
con su culto y su religión se c o n t e n t e con p e r m a n e c e r encerrado en
culpa : Pcccatum non regnet ira vestro mortali corpore. Obremos
sus templos, con r e i n a r solamente s o b r e el pueblo, sobre el s e x o devo-
d e m a n e r a q u e J e s u c r i s t o reine solo en n u e s t r o espíritu p o r su f e ,
to y sobre los e s p í r i t u s sencillos é imbéciles, sin q u e p u e d a ejercer
en nuestro corazon por s u gracia, en n u e s t r a c o n d u c t a p o r s u s ejem-
acciou ni influencia a l g u n a sobre los individuos, sobre las familias
plos, en nuestras p e r s o n a s , en n u e s t r a s casas y en n u e s t r a s f a m i -
ni sobre la s o c i e d a d ; d e este m o d o desearéis q u e él seo d e s c o n o c i -
lias por su protección ; á fin de q u e r e i n a n d o en nosotros y con
d o , i g n o r a d o , y c u b i e r t o d e ignominia y de dolor. V b i e n , al a b r i g a r
nosotros en el tiempo, p o d a m o s u n día r e i n a r en él. y con él en la
en el fondo d e v u e s t r o s corazones estos deseos diabólicos y sacrile-
e t e r n i d a d . Así sea.
gos, a u u e u a u d o 110 s i e m p r e tengáis la h o r r i b l e sinceridad d e m a -
nifestarlos en v u e s t r o s discursos, ¿ no os n e e a i s f o r m a l m e n t e á r e -
conocer el r e i n a d o d e J e s u c r i s t o , y c o n f u n d í s con u n a i n f e r n a l a r -
monía los gritos d e v u e s t r o corazon c o n los clamores de los J u d í o s ,
p a r a o b t e n e r que el H i j o d e Dios sea d e s p r e c i a d o , y q u e el Mesías
sea crucificado d e n u e v o p o r a s i e m p r e ?

P e r o , ; d e s g r a c i a d o s d e v o s o t r o s ! Asi c o m o h a b é i s renovado el
crimen d e los J u d í o s , sufriréis t a m b i é n su castigo. En el m o m e n t o
Dios le e n v i ó finalmente, en la persona de Jesucristo, su H i j o Unico
h e c h o h o m b r e . Mas los pérfidos J u d í o s n o p e r d o n a r o n tampoco á
este d i v i n o H i j o ; después d e h a b e r s e a p o d e r a d o d e él y h a b e r l e
CONFERENCIA VIGÉSIMA QUINTA. condenado á m u e r t e , c o m o ya h e m o s > i s l o , le s a c a r o n fuera d e las
p u e r t a s d e J e r u s a l e n p a r a c r u c i f i c a r l e : Eduxerunt eum extra eivi-
tatem ut emcifigerenl; asi cumplieron á la letra lo q u e el Señor
L a M a l i l l a i t c ¿ r e t í s e l e «lernigaUMU. h a b i a a n u n c i a d o en su p a r á b o l a p r o f é t i c a , c u a n d o d i j o : Que la
m u e r t e del h e r e d e r o , del hijo, d e b i a -verificarse f u e r a d e la v i ñ a : El
apprehensum eum ejeeerunl extra vineam, et occidenmt. Sin
El apprchenlum eum tjeccri/ni taira vi-
e m b a r g o , c o m o el R e d e n t o r h a b i a a n u n c i a d o c l a r a m e n t e la c i r -
neam, el occideruM.
c u n s t a n c i a d e q u e el l e a l r o d e su m u e r t e seria f u e r a d e J e r u s a l e n ,
T apoJerSn Jose Je el, le echaron fuera Jo ]n vina
I le mataron. y c o m o por otra p a r t e el r e l a t o d e los Evangelistas n o s euseña q u e
Maith 21.) esta profecía se cumplió l i t e r a l m e u t e , es imposible q u e ella n o
encierre u n g r a n misterio. P u e s b i e u , este misterio d e J e s ú s s a c a d o
d e J e r u s a l e n p a r a ser crucificado es p r e c i s a m e n t e el q u e v a m o s á
El d u e ñ o d e u n a viña g r a n d e y fértil, d i j o Jesucristo á los J u d í o s esplicar en el dia d e b o y . Nosotros e n c o n t r a r e m o s este a s u n t o d i g n o
t r e s d i a s élites d e m o r i r , la iiabia a r r e n d a d o á varios colonos, d e s - d e fijar n u e s t r a a t e n c i ó n , y d e a u m e n t a r al mismo t i e m p o n u e s t r a
pués d e h a b e r l a provisto d e t o d o lo necesario. Mas al tiempo s e ñ a - fe y nuestra p i e d a d .
lado envió á s u s siervos p a r a q u e c o b r a s e n la renta c o n v e n i d a ; y
a q u e l l o s c r i m i n a l e s , en vez d e p a g a r al dueño d e la v i ñ a lo q u e le
PRIIIKRt P.1RTE.
d e b i a n , hicieron s u f r i r á s u s siervos los m a s b á r b a r o s t r a t a m i e n t o s ;
á u n o s los a r r o j a r o n á p e d r a d a s , á oíros los apalearon, y á otros los
E n t r e los R o m a n o s h a b i a la c o s t u m b r e d e q u e los soldados c o n -
m a t a r o n . H a b i e n d o « ! d u e ñ o m a u d a d o después otros siervos, q u e n o
d u j e s e n al suplicio y diesen m u e r t e á aquellos, á quienes los magis-
tuvieron m e j o r s u e r t e q u e los p r i m e r o s , resolvió finalmente enviar
t r a d o s habian c o n d e n a d o á m u e r t e capital. P o r esta razón los
su p r o p i o h i j o á aquellos colonos i n g r a t o s , diciendo e n t r e s í : Y o
s o l d a d o s del pretorio f u e r o n los q u e se a p o d e r a r o n d e J e s ú s y se le
espero q u e ellos r e s p e t a r á n siquiera á mi h i j o : Verebanlvr fdium
llevaron, t a n luego c o m o Pilatos p r o n u n c i ó la inicua sentencia q u e
m c u m . P e r o , ¡ vana i l u s i ó n ! C u a n d o ios viñadores le d i v i s a r o n desde
c o n d e n a b a al S e ñ o r á m o r i r cu la c r u z : Smceperunt a.vlem Jesum;
lejos, d i j e r o n e n t r e s í : Allí viene su l u j o , allí viene su h e r e d e r o .
( J o a n . ) pero Jesucristo hizo servir esta c o s t u m b r e p a r a p r e s e n t a r
¡ P u e s bien ! m a t e m o s t a m b i é n al hijo, m a t e m o s al h e r e d e r o . Y a p o -
un g r a n misterio. El sacrificio del Calvario debia reconciliar y
d e r á n d o s e d e él, le e c h a r o n f u e r a d e la v i ñ a , y le m a t a r o n : Et ap-
s a l v a r i n d i s t i n t a m e n t e á los J u d í o s y á los Gentiles, y d e estos d o s
prehensum eum ejeeenint extra vineam, el occidental.
pueblos se debia f o r m a r u n solo pueblo y u n a sola I g l e s i a ; p o r
Jesucristo indicó en e s t a p a r á b o l a el crimen q u e los Judíos consiguiente quiso q u e los d o s concurriesen u n i d o s á su c u m p l i -
estaban entonces p r ó x i m o s á c o m e t e r . L a viña e r a la v e r d a d e r a m i e n t o ; y c o m o los J u d í o s habian y a c o n t r i b u i d o a él pidiendo la
s i n a g o g a , la v e r d a d e r a Iglesia q u e el Dios P a d r e h a h i a c o n f i a d o á crucifixión del R e d e n t o r , a h o r a los G e n t i l e s , en p e r s o n a d e los
l a nación j u d í a . Mas aquel pueblo infiel, en vez d e t r i b u t a r al Señor s o l d a d o s , -concurren á él p o r su p a r t e poniendo en ejecución la
supremo los f r u t o s d o f e , d e virtud y d e piedad q u e este t e n i a d e r e - sentencia d e m u e r t e .
c h o á esperar d e é l , se atrevió á m a l t r a t a r á s u s fieles s e r v i d o r e s ¡ Ellos q u i t a r o n pues d e los h o m b r o s d e Jesús el m a u t o irrisorio
p o r q u e en efecto él habia p e r s e g u i d o , a p e d r e a d o y d a d o m u e r t e á cou q u e estaba c u b i e r t o , y le pusieron s u s propias v e s t i d u r a s , las
cuasi todos los p r o f e t a s e n v i a d o s por Dios p a r a ' a n u n c i a r l e s u s cuales, según la c o s t u m b r e , debian ser propiedad d e los v e r d u g o s
oráculos y l l a m a r l e s á la religión y al c u m p l i m i e n t o d e s u s deberes. despues d e la crucifixión : Exuerunt eum clamtjde, el induerunt
[ v
' SALIDA DE JESUS DE JKRUSALRN.
LA SALIDA DE JESUS DE « B Í S A L E S ; 111
. eum ves!!mentís suis. ÍMatth.) Dios hizo servir también á este llevarla como un consuelo, sino también á los mismos monarcas el
misterio el vergonzoso cálculo del interés. Las vestiduras de Jesu- de colocarla sobre sus frentes como un adorno règio ( I j .
cristo, como veremos m a s adelante, eran la figura de su Iglesia. Asi pues los santos Padres no se cansan de admirar este acto d e
Til debia pues llevarlas hasta el Calvario, ponerlas al pié. de la nuestro Salvador cargado con la cruz. Jesucristo, que lleva el ins-
cruz y teñirlas con su s a n g r e , porque la Iglesia debia hallarse trumento de su suplicio, dice S. Agustín, sostiene él mismo el can-
presente en el Gcilgota y ser allí regada con la sangre de su divino delabro sobre que debe ser elevado su rfugusto cuerpo, semejante
Esposo. á u n a brillante antorcha, q u e no debia permanecer oculta debajo
Entre tanto, presentan á Jesucristo la cruz, que según la costum- del celemín, sino ser colocada en la altura para alumbrar á todo el
bre de los Romanos debia llevar el mismo sentenciado que había universo (2). Jesucristo, q u e lleva su cruz, añade S. Ambrosio, es
de ser clavado en ella, como nos dice S. Gerónimo ( i ) . Mas el Re- como un guerrero triunfante cargado con los trofeos de su victo-
dentor, p a r a enseñarnos el anhelo, el gozo, ó al menos la sumisión ria Jesucristo que lleva su cruz es á un tiempo mismo un s o -
con que debemos recibir nuestra c r u z , no espera, dice Sto. Tomás bólo de flaqueza, de dolor y de oprobio, y un signo de fuerza, de
de Vilbmueva, á que los soldados vengan á imponerle la suya. gozo y de triunfo ; Jesucristo, dice Tertuliano, en cualidad de nuevo
Apénas vió el instrumento de su muerte y de nuestra salvación, rey de lnssiglos nuevos, debia llevar insignias nuevas de gloria, de
objeio de sus mas vivos deseos desde el instante mismo de su con- poder y de soberanía, es decir la cruz; él debia, según David, rei-
cepción, corrió á su e n c u e n t r o ; y cou la calma en el semblante, y nar por el madero al morir en el madero ¡4). Finalmente Jesu-
la alegría en el corazon, la puso él mismo sobre sus hombros sajados cristo que lleva la cruz, dieen de común acuerdo los Padres y los
por los azotes, semejante á un guerrero que arma sus manos con la intérpretes, es el Redentor que cumple á la letra este oráculo de
espada del combate :2). Esta circunstancia se manifiesta clara- I s a í a s : El Mesías delie llevar su imperio sobre sus hombros (á);
mente por el Evangelista q u e d i c e , que Jesús se cargó él mismo la p o r q u e , como observa Teofilaeto, la cruz es el verdadero imperio
c r u z : Et bajutans sibi crucem (Joan.), y por S . Pablo, qne afirma de Jcsucrislo, supuesto que S . Pablo dice que el Padre eterno, por
que el Salvador vió en el instrumento de su suplicio un objeto de el mérito de la obediencia y d e la humildad de la cruz, ensalzó á su
alegría, y que se unió á él con ansia y con a m o r : Qui, proposito sibi ainado Hijo hasta el punto de darle, aun en cuanto hombre, ei
gandío, sustimiit erucem. f ü e b r . t i . ) cetro del universo Un I.uc). ¡Oh I ¡ cuáu bellas y cuán profundas son
Ved aquí pues al I l i j o adorable de Dios cargado con el infame estas palabras de Isaías : Jesus lleva con la cruz y en la cruz su s o -
patíbulo reservado únicamente á los mas criminales de cutre los beranía sobre sus hombros I Esto significa que este nuevo rey tiene
h o m b r e s ; ved aquí a l Señor del mundo llevando la enseña del mas en sí mismo el principio y la fuente del poder y de la fuerza ; q u e
vil esclavo.; O espectáculo sorprendente I esclama S. Agustín, mien- p a r a estender su imperio no necesita ile ninguu ausilio eslraño; que
tras que la impiedad n o encuentra en él mas que un objeto de p o r c i contrario él dividirá sus despojos con los demás, y q u e se
irrisión, la verdadera fe admira u n misterio sublime. S í , prosigue basta á si mismo para hacer sus conquistas.
el santo Doctor, q u e los impíos en su orgullo sacrilego se rían Ved aquí pues al v erdadero Moisés que toma en sus monos el ma-
cuanto quieran de un rey q u e no lleva mas emblema de su soberanía i l ) videi pietas regem bajulantem liguum ad se ipsum figendum, quod lisuras
que el instrumento Ignominioso de su suplicio; en cuanto a nos- eral eliarn in froDtibus regum. (Traer. 117. ¡a Joan.)
otros, que estamos iniciados por la fe en los secretos de Dios, vemos
claramente en él el rey d e la gloria que, llevando la cruz en la que (2) El lucerna; arsura.', qua; sub medio ponenda n o n eral, candelabrnm
Iba á ser enclavado, la santificó, la ennobleció, v no solo inspiró á ferebal.
sus humildes discípulos el valor necesario para gloriarse en ella y ( a ) Cliristas, crucera liajulans, j a m Irophamm snum vietorallulil. (In Lue.)
( Í ) Re* novns novorum steeuloruin, novam gloriam et polcslalem .,uam humero
( I ) ln cruce ligendus p r i u , i p M m p 0 1 | a l . (/ „ iV„„/, , e.vtnlit. seilicel c r u c e m , n i , secundum Davidis prophetiam, inde regnarci.
(Come. Judie.)
( - ) * o n c m m e x p e e t a « i t „ t s i l , ¡ i milililBij i m p o n e r e l u r t sed v i g a s a l u t i s s i m o ,
•r r us alhlet*betas a r r i p n i l . (Cone. 3 . de S. Mort.) ( 5 ) Cnjus prineipalum super humerum e j u s . ( I r . 9 . )
d e r o prodigioso d e s u c r u z , y va á q u e b r a n t a r el orgullo y á d e s -
y seguido d e u n a m u l t i t u d de enemigos q u e c o m p o n e n su escolla
t r u i r las f u e r z a s del verdadero F a r a ó n , q u e es el d e m o n i o , y á a b r i r
f ú n e b r e ; pero t a m b i é n va seguido y a c o m p a ñ a d o invisiblemente
d e s p u é s á los Israelitas, que. son los Heles, u n c a m i n o s e g u r o y fácil,
d e legiones d e á n g e l e s q u e f o r m a n en t o r n o s u y o u n a escolta q u e le
a l través del m a r borrascoso d e este m u n d o , p a r a llegar á la v e r d a -
ofrece sus adoraciones, y precedido d e su e t e r n o P a d r e , q u e en u n a
d e r a t i e r r a p r o m e t i d a , á la patria d e los cielos.
m a n o lleva la e s p a d a d e la obediencia q u e h a d e a t r a v e s a r l e , y en la
Ved a q u í al v e r d a d e r o Sansón q u e a p o d e r a d o de u n a r m a vil,
o l r a el fuego d e la c a r i d a d q u e ha de c o n s u m i r l e ; 1 ;.
símbolo d e 1a l o c u r a , va á d e s t r u i r con ella mil Filisteos, e s decir el
¡Jerusalen, é Dios ! ¡ J e s ú s sale d e t u s m u r o s p a r a n o volver á e n t r a r
p o d e r d e los r e y e s d e la t i e r r a , y á f u n d a r sobre las r u í u a s d e sus
e n ellos ; J e s u s te deja p a r a no volver á verte m a s ! ¡ O c i u d a d in-
cetros, de s u s c o r o n a s y d e s u s t r o n o s derrocados, el cdillcio d e su
f o r t u n a d a ! m u y p r o n t o s a b r á s quien es el q u e conduces á la m u e r t e ;
Iglesia.
p o r q u e ¡ d e s g r a c i a d a la c i u d a d , d e s g r a c i a d o el pueblo, d e s g r a c i a d a
Ved aquí al v e r d a d e r o David q u e desciende .1 la a r e n a p a r a pelear el a | m a infiel, i n g r a t a y p e c a d o r a , d e quien el Señor s e aleja (21 !
c o n el v e r d a d e r o Goliat, ó h a b l a n d o sin figuras, para c o m b a t i r el ¡ D e s v e n t u r a d a J e r u s a l e n , q u e r e c h a z a s la persona de J e s u c r i s t o , y
orgnllo, el l i b e r t i n a j e y la v o l u p t u o s i d a d , n o y a c o n la e s p a d o , sino vosotros, pecadores q u e rcehazais su gracia, sus inspiraciones, s u s
eon el m a d e r o de la cruz., de. esta cruz vilipendiada y m e n o s p r e - p a l a b r a s , su misericordia y s u a m o r , vosotros seréis rechazados t a m -
c i a d a del m u n d o , c o n la q u e t r i u n f a r á d e la resistencia y d e la f u e r z a bién por Jesucristo ; en el i n s t a n t e m i s m o en q u e no queréis oír
d e todo el m u n d o . ¡O Dios, v e r d a d e r a m e n t e g r a n d e en la flaqueza y h a b l a r m a s d e J e s u s , J e s u s t a m p o c o quiere oir h a b l a r de vosotros ;
glorioso en la i g n o m i n i a , supuesto que s e b a s t a d sí m i s m o p a r a m u - en la h o r a cu q u e a b a n d o n a i s á J e s u s despreciando su ley, su culto,
d a r los espíritus y r e i n a r sobre los c o r a z o n e s ! SU f e , su lglc'sia y su religión, sois a b a n d o n a d o s vosotros a ¡a j u s t i -
Sin e m b a r g o , l a profecía q u e a n u n c i a b a q u e los pérfidos colonos cia d e Dios ! Así pues, solo h a y desgracia, miseria, desconsuelo,
s a c a r í a n d e la viña ai h e r e d e r o p a r a m a t a r l e . El ejccerunl extra l á g r i m a s y d o l o r p a r a la c r i a t u r a inteligente q u e s e aleja del S e ñ o r ,
ñneam, et accidental, se cumplió. E u efecto, el S a l v a d o r c a r g a d o p o r q u e el Señor se s e p a r a i g u a l m e n t e d e ella : Va- anima pecca-
con el pesado m a d e r o de la c r u z , precedido d e los lictores, q u e al trici, á qua recessi! Veus !
son d e la l ú g u b r e t r o m p e t a a n u n c i a n el paso del Sentenciado, r o -
M a s los J u d í o s , a r r e n d a t a r i o s i n g r a t o s y pérfidos, 110 ven o t r a
deado d e d o s filas d e soldados, seguido d e u n a i n m e n s a t u r b a del
cosa en su infernal obcecación por la utilidad f u u e s t a q u e e s p e r a n
p u e b l o , escoltado ó m a s bien a r r a s t r a d o por los verdugos, en m e d i o
r e p o r t a r d e la m u e r t e del h e r e d e r o ; ellos n o piensan e u el t e r r i b l e
d e las h u r l a s d e los m a l o s y la c o m p a s i o n d e ios buenos, y a t r a v e -
castigo q u e les e s p e r a , y ved a q u í por q u e , a u i m a d o s d e u n gozo
s a n d o las calles m a s principales de J e r u s a l e m , sale d e la ciudad y
feroz, le e c h a n f u e r a de la viña para i n m o l a r l e : Ut ejecerunt cum
c a m i n a h á c i a e l Calvario : Etbajulans sibicrucera, exivilin cum,
extra tmetm ; ellos le s a c a n de la ciudad p a r a crucificarle : Etluxe-
qui dkilur Calcaríai locum ( J o a n . . S u s f u e r z a s se a g o t a n , s u s c a r -
ru/tt cum extra cìvitutem, >,t crucifirjerenl.
n e s c a e n á pedazos, t o d o su cuerpo se debilita y se q u e b r a n t a p o r
Es necesario pues c o n s i d e r a r , dice S . A g u s t í n , q u e la historia d e
l a s h e r i d a s ; el c a m i n o q u e c o n d u c e al Calvario es e s c a r p a d o y
la Pasión es u n c u a d r o a d m i r a b l e d e los b á r b a r o s t r a t a m i e n t o s q u e
d i f í c i l ; el m a d e r o d e la cruz es d e u n peso e n o r m e , y sin e m b a r g o
el h o m b r e visible s u f r e en la p e r s o n a d e Jesucristo, y d e los m i s t e -
J e s ú s no p i d e q u e le alivien en su p e s a d a c a r g a , p o r q u e no ignora
ríos sublimes q u e el Dios oculto c u m p l e c o n u n a i n d e p e n d e n c i a
q u e el v e r d a d e r o A b r a h a m es el q u e h a c a r g a d o sobre los h o m b r o s
absoluta. Los J u d í o s , p a r a c u b r i r d e ignominia al S e ñ o r , i m a g i n a r o n
del nuevo Isaac el m a d e r o d e s t i n a d o á s u sacrificio, y q u e su cierno
crucificarle f u e r a d e la c i u d a d , y él m i s m o f u é q u i e n provoco e s t a
P a d r e e s el q u e l e b a i m p u e s t o la cruz por m a n o d e ios J u d í o s . Ved
circunstancia p a r a representar en ella u n g r a n m i s t e r i o . Ved a q u í
aquí pues al Isaac d e la nueva ley, en quien t o d a s las n a c i o n e s d e b e n
por q u e Jesucristo lo habia a n u n c i a d o y a , y ios Evangelistas lo r e -
s e r b e n d i t a s ; ved a q u í al I l í j o único d e Dios, al S a l v a d o r del m n n d o
t i ) Porlalwl iu manilios igneni 01 gladium. fCenes, 22.)
q u e se dirige iiácla el Calvarlo, a c o m p a ñ a d o visiblemente de d o s
(2) Vie animK peccatici à qua recessil Deus. (Aiig.)
m a l h e c h o r e s , q u e h a n puesto á su lado p a r a d e s h o n r a r su p e r s o n a ,
LA SALIDA DE JES11S DE JEBUSAl.EX. J2[
p r o d u j e r o n diciendo : Le s a c a r o n d e la c i u d a d : ¡Mxermt m i
extra av,talan. San Pablo d e s c o m o un e s t r e n o del velo q u e ocul- en el n u e v o ? E n efecto, Jesucristo era u n a victima s a n i a , p u r a ,

taba esle m i s t e r i o , y nos lo presento á n u e s t r a a d m i r a c i ó n v i n o c e n t e y s e p a r a d o de los p e c a d o r e s ; s i n e m b a r g o , Dios q u e es el

a nuestra p i e d a d , diciendo : Recordemos q u e l a s a n t i g u a s vic- s o b e r a n o pontífice, ú n i c o v e r d a d e r o , Confesó y p u s o sobre él t o d a s

t i m a s eran inmoladas y c o n s u m i d a s p o r las llamas f u e r a del las i n i q u i d a d e s del m u n d o : Posuil in eo iniquitates omnlum nos-

c a m p o hebreo, y por esta razón Jesucristo, á fin d e santificar a trúm ( I s , .53, «S», v la hizo por nosotros el objeto d e la maldición y

su pueblo con su propia s a n g r e , quiso morir fuera d e los p u e r t a s d e del pecado d e todo los h o m b r e s : Deus eum quipeeeatum non no-

J e r u s a l e n : Animalmn eorpora eremantur extra castra, ¡'rapte, rit, pro m,bis peeeatum fecit. Pactas pro nobis maleáictvm. El

quod el Jesús, ut san/(/¡carel per suum sanguinem popuhtm. extra p u e b l o repitió I g u a l m e n t e sobre él estas imprecaciones v estos a n a -

portampqssusest ( H c b r . 13). E s necesario pues, s e g ú n S . Pablo, t e m a s ; los J u d í o s y los (¡entiles, despnes de haberle blasfemado in-

n o ver en Jesucristo, s a c a d o d e la c i u d a d para s e r crucificado, otra s u l t a d o y escarnecido, pidieron su m u e r t e con grandes g r i t o s ; v

cosa q u e el R e d e n t o r del m u n d o q u e c u m p l í a enlonecs l a s a n t i g u a s t e m i e n d o q u e m a n c h a s e la ciudad con su presencia, le llevaron,

p r o f e c i a s y ias a n t i c u a s figuras. Mientras q u e él se m o s t r a b a bajo la c o m o ó las a n t i g u a s víctimas, f u e r a d e los m u r o s p a r a i n m o l a r l e allí.

f o r m a d e un criminal c o n d u c i d o al suplicio p o r s u s propios delitos, P u e s bien, s u p u e s t o q u e los a n t i g u o s víctimas, inocentes en sí m i s -

era en realidad la a u g u s t a victima c u y a figura e r a n las a n t i g u a s , v m a s , eran sacrificadas así por los pecados del p u e b l o ; Jesucristo, al

q u e iba á inmolarse para e x p i a r l o s c r í m e n e s d e o t r o s . Y notad bien o f r e c e r s e como u n a víctima n e s da á conocer d e u n a m a n e r a sensible

la perfección con q u e se realiza la figura en aquel q u e es o b j e t o de q u e , a u u q u e por u n sacrificio m a s n o b l e y m a s eficaz, va á morir

ella. inocente, pero c a r g a d o con todos los p e c a d o s d e los h o m b r e s \ con


t o d o s los a n a t e m a s q u e ellos h a n m e r e c i d o . A d e m á s , c o m o la s a n g r e
E n el d í a de la expiación s o l e m n e , u n a v ez en el a ñ o , el soberano
d e las b e c e r r a s , tenida p o r i m p u r a a n t e s d e s u i n m o l a c i ó n , era
pontífice, e s t e n d i e n d o las m a n o s s ó b r e l a víctima, confesaba p ú b l i -
d e s p u e s u n a s a n g r e q u e santificaba todas las cosos, esto p a r t i c u l a -
c a m e n t e las iniquidades d e Israel, las despositabo en el inocente
r i d a d , dice S . Pablo, n o s d a á e n t e n d e r c l a r a m e n t e q u e la s a n g r e de
a n i m a l , e invocaba sobre él t o d a s las maldiciones v todos los a n o -
Jesucristo, q u e va á s e r d e r r a m a d a en el Calvario con t a n t a i g n o -
temos q u e d e b í a n caer sobre la nación p o r c a u s a ' d e sus pecados,
m i n i a y t a n t o oprobio, será u n a sangre m u c h o m a s santificante,
l o d o el pueblo repetía las m i s m a s imprecaciones; d e s p u é s d e este
s u p u e s t o q u e lavará á su pueblo y sauctilicará á su i glesia, verda-
p r e l u d i o , la víctima e r a llevada f u e r a del recinto, como un objeto
d e r o T a b e r n á c u l o d e Dios en la t i e r r a , q u e J e s u c r i s t o , ¿01- la efusión
maldito e i m p u r o c u y a presencia h u b i e r a podido m a n c h a r el c a m p o
d e s u s a n g r e d i v i n a , destruirá el p e c a d o p ú b l i c o y general del
h e b r e o ; en s e g u i d a era degollada p ú b l i c a m e n t e . , O c e r e m o n i a v e r -
m u n d o , y q u e al consentir h a c e r s e maldición por el p e c a d o a t r a j o
d a d e r a m e n t e misteriosa 1 E „ d o s copos se recogía la s a n g r e d e esta
sobre sí m i s m o é hizo cesar todos los a n a t e m a s p r o n u n c i a d o s contra
victima y el S o b e r a n o pontífice los llevaba ai S a n t o d e los s a n t o s ,
los h o m b r e s : Quorum enirn animatium inferlur sanguispro per.
d o n d e el solo tenia d e r e c h o á e n t r a r . Con esta s a n g r e , t e n i d a ol
cato in Sonda per pontifican, horum eorpora eremantur extra
principio p o r i m p u r o , purificaba en seguida á todo el p u e b l o , el
castra.
a l t a r d e los holocaustos y el s a n t u a r i o m i s m o . Así p u e s , Israel c r e í a
rec bir l a expiación y el p e r d ó n d e s ú s pecados, del oprobio, d e la Tal es el g r a n d e y consolador misterio q u e se e n c i e r r a en estas
maldición publica y d e la m u e r t e d e un o n i m o l ; y la s a n g r e d e u n a p a l a b r a s tan sencillos del E v a n g e l i o : Ellos le c o n d u j e r o n f u e r a d e
ca
f,ada < T al
" e s d e l a s imprecaciones y a n a t e m a s d e la ciudad. Y o b s e r v a d q u e d o n d e S. M a t e o se vale d e la p a l a b r a
todo el pueblo, se hacia la p r e n d a d e la reconciliación del p u e b l o eilvxerunt, le sacaron, l o cual parece q u e i n d i c a violencia y nece-

",os> y el m o t i v o d e su c o n f i a n z a en él s i d a d , S . J u a n dice por el contrario q u e J e s ú s s a l i d por si mismo

. 'Orh^za,o m a g n i f i c e n c i a , o a r m o n í a d é l o s libros s a n t o s ! fuera de la c i u d a d , eximí, espresion q u e indica u n a voluntad libre


e i n d e p e n d i e n t e d e p a r t e d e J e s ú s . P u e s bien, estas d o s espresiones
ñera m í , ? " ' ' e i ' r " c m a r e " e l ™>¡!™o t e s t a m e n t o d e u n a m a -
son i g u a l m e n t e c i e r t a s ; porque a u n q u e es v e r d a d q u e los Judíos le
m a s clara y preciso el sacrificio q u e su I i i j o h a b í a d e c o n s u m a r
c o n d u j e r o n f u e r a d e los m u r o s de J e r u s a l e n p a r a h a c e r l e m o r i r
LA SALIDA DE JESL'S DE JEBUSALEN. 423
sobre el Gólgota, cduxerunt eum; t a m b i é n lo es q u e 110 f u e llevado d o r h a c u m p l i d o , sino q u e n o s d a á conocer t a m b i é n u n a obligación
sino p o r q u e asi lo habla dispuesto y lo h a b i a q u e r i d o él m i s m o , imperiosa q u e Jesucristo n o s ha i m p u e s t o y q u e nosotros d e b e m o s
exivit. E s verdad q u e f u é conducido á la m u e r t e c o m o u n a v i c t i m a , , c u m p l i r ; p o r q u e c o n c l u y e d i c i e n d o : U n á m o n o s p u e s á Jesucristo,
c u y a vida d e p e n d e d e la violencia ó del capricho d e o t r o , eduxe- salgamos c o n él d e J e r u s a l e n p a r a Ir á un c a m p o abierto, y siga-
runt; pero t a m b i é n lo es (pie él m i s m o se ofreció á la m u e r t e como mos s u s pisadas c a r g a d o s con la gloriosa i g n o m i n i a d e l a ' c r u z :
d u e ñ o d e s u propia v i d a , según su v o l u n t a d y c o n u n a i n d e p e n - Exeamus erg» ad eum, extra cusirá; improperium ejus portantes
dencia a b s o l u t a , exivit. E s v e r d a d q u e apareció á los ojos de los (Hebr. 13).
h o m b r e s c o m o u n criminal q u e iba á s u f r i r su castigo fuera del r e -
J e r u s a l e n , esa c i u d a d infiel y deicida d e d o n d e sale el S e ñ o r , es
cinto d e su residencia, p o r t e m o r d e q u e p r o f a n a s e la c i u d a d c o n su
la figura del m u n d o q u e desprecia y niega á Jesucristo, de este
v i d a , ó con s u m u e r t e , eduxerunt; pero n o es menos cierto q u e á
m u n d o d e q u i e n Jesucristo declaró h a b e r s e s e p a r a d o , c u a n d o d i j o .
los ojos de Dios su P a d r e , Jesucristo en c u a l i d a d d e Pontífice c a t ó -
Y o no soy d e este m u n d o : Ego non surn de hoe mundo {.loan.), y
lico y universal d e este P a d r e celestial, c o m o le llama T e r t u l i a n o
c u a n d o lo escluyó d e su o r a c i o n , al decir á su eterno P a d r e : Y o
( C o n t r . Mare, 4), f u é á o f r e c e r , o f r e c i é n d o s e á si mismo, u n s a c r i f i -
«o os ruego p o r el m u n d o : Son pro mundo royo (lbid.,1.
cio u n i v e r s a l . 110 solo en s u principio, sino t a m b i é n en s u s efectos,
P o r consiguiente, aquellos q u e h a c e n causa c o m ú n c o n el m u n d o ,
- \exivit.
q u e p r o f e s a n el espíritu y las m á x i m a s del m u n d o , q u e n o piensan i
Asi pues, los J u d i o s pérfidos y o b c e c a d o s , c o n d u c i e n d o a l - S a l -
ni t r a b a j a n sino p a r a a s e g u r a r s e u u a posicion brillante en el m u n d o ,
vádor fuera d e J e r u s a l e n , n o hacen m a s q u e servir á s u s misteriosos
no siguen á Jesucristo al Calvario p o r el c a m i n o d e ios s u f r i m i e n -
designios y c u m p l i r su v o l u n t a d ; p o r q u e él decretó q u e moriría al
tos y de las humillaciones, sino q u e p e r m a n e c e n en J e r u s a l e n d e
descubierto, p a r a indicar d e u n a m a n e r a visible q u e no se ofrecía
d o n d e J e s u c r i s t o c r e y ó q u e debía salir, p e r m a n e c e n en este m u n d o
por uu solo p u e b l o , sino p o r t o d o s los pueblos, q u e todos t e n d r í a n
q u e Jesucristo ha a n a t e m a t i z a d o .
d e r e c h o á su sacrificio, y q u e losefectos de su m u e r t e no se limitarían
F i j e m o s pues los o j o s d e n u e s t r o espíritu cu este misterio hecho
al recinto d e u n a sola c i u d a d , d e u n a provincia ó d e u n reino, sino
sensible p a r a nosotros por la salida d e J e s ú s d e J e r u s a l e n . E n los
q u e se e s t e n d e r i a u á t o d o el u n i v e r s o : Vropler quod Jes«', «t turne-
J u d í o s endurecidos q u e p e r m a n e c e n en su recinto y d e j a n ir solo á
tífiearet popttlum, extra portam passus est. ; Ah 1 dice S . León,
J e s ú s , y en l a s m u j e r e s piadosas q u e le a c o m p a ñ a n cu el C ó l g o t a ,
¡cuan a d m i r a b l e es este misterio d e J e s ú s m u r i e n d o fuera d e los m u -
r e c o n o z c a m o s la g r a n d e separación d e los elegidos d e con los répro-
ros d e su c i u d a d ! Se necesitaba p a r a este sacrificio u n a Iglesia dis-
b o s : d i s t i n g a m o s los q u e a m a n á Jesucristo d e los q u e le d e s p r e -
tinta del templo de S a l o m o n , c u y o ministerio, t o d o figurado, estaba
c i a n ; los q u e desean p e r m a n e c e r á su lado d e los q u e h u y e n d e
c o n s u m a d o y a en la p e r s o n a d e J e s u c r i s t o . Se necesitaba u n lugar
c.'; los q u e suspiran por su p a t r i a d é l o s q u e a m a n su d e s t i e r r o ;
distinto d e J e r u s a l e n , c u y a deslrucciou p r ó x i m a debia ser el castigo
en u n a p a l a b r a , los q u e sigueu el c a m i n o del cielo d e los q u e v a n
d e su deicidio. U n recinto particular n o convenía á u n a boslia u n i -
p o r el c a m i n o del infierno. A p r e s u r é m o n o s á salir d e esta h o r r o r o s a
versal o f r e c i d a por todos los t i e m p o s , por lodos los l u g a r e s y por
J e r u s a l e n , ó mas bien d e esla Babilonia d o u d e J e s u c r i s t o es d c s c o -
todas las c r i a t u r a s . L a cruz debia ser espucsta en u n sitio público,
noeido y o l v i d a d o ; d o n d e la ley d i v i n a , ci p u d o r , l a devocion v la
á vista d e todos, p a r a q u e fuese el a l t a r , no d e un solo templo, sino
piedad son c a l u m n i a d a s y r i d i c u l i z a d a s ; en o t r o s t é r m i n o s , separé-
d e lodo el m u n d o (1).
m o n o s d e la s o c i e d a d , d c U r a t o y d e la vida d e los ambiciosos, d e
Sin e m b a r g o , al r e v e l a r S . P a b l o la circunstancia del l u g a r donde los sensuales, d e los q u e n o tienen m a s ídolo q u e el i n t e r é s . G u a r -
va á m o r i r J e s ú s , n o solo manifiesta u n g r a n misterio q u e el S a l v a - d é m o n o s d e sustituir el Evangelio del i n u n d o al Evangelio d e J e -
sucristo. G u a r d é m o n o s d e t o m a r p o r regla l o q u e se p i e n s a , lo q u e
(I) Non i„ templo, cujusjam finita eral levemiüa, nec iotrasept» civitalis olí
mentum sui seeleris diruenda:, sed forii, «extra casU-a cruciCius e s t : ut nova se d i c e y lo q u e s e practica en el m u n d o .
novo
imponeretur oltari, et erus Cliristi non templi esset ara sed mundi. P e r o p o d r á decirse lal vez : « T o d o s o b r a n asi en la a c t u a l i d a d ,
(Serm. IX de Pass.)
todas las p e r s o n a s d e m u n d o tienen esta c r e e n c i a ; este es el uso, la
c o s t u m b r e y la m o d a del día. » ¡ Vanos protestos I Esto no p r u e b a Mas la pérdida d e la J e r u s a l e n t e r r e n a fué p a r a los J u d í o s la figtt-'
m a s q u e u n a cosa, y es q u e la c o r r u p c i ó n está b o y estendida g e n e - ra d e la pérdida m u c h o m a s deplorable q u e esperimentaron d e la
r a l m e n t e en el m u n d o , q u e la licencia p r e d o m i n a en él, y q u e el celestial J e r u s a l e n . El reino d e Dios, c o m p u e s t o d e la verdadera
escándalo es c o m ú n . Estas r a z o n e s no tienen fuerza a l g u n a delante Religión y de la verdadera I g l e s i a , a r r e b a t a d o á los J u d í o s , f u é e n -
d e D i o s ; todo esto n o nos dispensa d e la ley de Dios, n o n o s absuelve t r e g a d o á los Gentiles, y se hizo p a t r i m o n i o n u e s t r o . En efecto, los
en su t r i b u n a l ni p o d r á s u s t r a e r n o s á s u s castigos, pues al maldecir Gentiles d e Occidente, hechos cristianos, h a n dodo á este reino d e
al m u n d o nos prohibió vivir según el espíritu, las leyes y las costum- Dios en la t i e r r a , es decir, á la Iglesia, un n u m e r o infinito de m á r t i -
b r e s del m u n d o . P r o c u r e m o s pues no c o n f o r m a r n u e s t r a conducta á res generosos q u e la h a n r e g a d o con su s a n g r e , d e d o c t o r e s sublimes
la del m a v o r n ú m e r o si no q u e r e m o s perecer con el m a y o r n ú m e r o ; q u e la h a n d e f e n d i d o con su talento, y d e santos d e t o d a s condicio-
t r a t e m o s d e imitar al pequeño n ú m e r o sí d e s e a m o s s a l v a r n o s . nes y de t o d a s e d a d e s , d e t o d a s l a s l e n g u a s y d e todas las n a c i o n e s ,
Alistémonos e n t r e los c r i s t i a n o s h u m i l d e s , piadosos y fieles; cami- q u e la h a n embellecido con la maravillosa v a r i e d a d d e las m a s h e -
n e m o s con ellos p o r la s e n d a d e la penitencia b a j o el e s t a n d a r t e d e roicas v i r t u d e s .
la cruz en c o m p a ñ í a d e J e s u c r i s t o ; gloriémonos d e s u f r i r l a igno-
D i o s , i n f i n i t a m e n t e misericordioso, es t a m b i é n i n f i n i t a m e n t e j u s t o .
m i n i a y el menosprecio del m u n d o p o r J e s u c r i s t o y con Jesucristo, El crimen de los J u d í o s , al r e n o v a r s e e n t r e los Gentiles, p o d r á
sí q u e r e m o s tener p a r t e en su r e i n o : Exeamvs crgo ad eum extra a t r a e r sobre ellos la m i s m a v e n g a n z a . ¿Y en c u á n t o s países q u e f o r -
castra; iiiiproperium cjus portantes. m a b a n p a r t e del gentilismo en otro liempo, y q u e d e s p u e s f u e r o n
c o n v e r t i d o s al Cristianismo, n o se ha realizado y a esle misterio f o r -
SEI.HIll PARTE. m i d a b l e d e la justicia d i v i n a ? Ellos h a n t e n i d o la incomprensible
temeridad d e r e c h a z a r á Jesucristo en la p e r s o n a del soberano P o n -
Después d e h a b e r r e f e r i d o el S a l v a d o r á los Judíos la p a r á b o l a ' d e tífice, s u Vicario en la t i e r r a ; ellos le h a n c a l u m n i a d o , le h a n p e r -
los v i ñ a d o r e s h o m i c i d a s , a ñ a d i ó : ¿ Q u é h a r á ahora el d u e ñ o d e la seguido, le h a n llenado d e a m a r g u r a y de e s c a r n i o d e m i l m a n e r a s
v i ñ a p a r a vengar este a s e s í n a l o ? Él v e n d r á c i e r t a m e n t e para hacer d i f e r e n t e s ; ellos h a n p r o c u r a d o a l e j a r l e d e K o m a , y h a n deseado
perecer á esos m a l v a d o s , \ a r r e n d a r á su viña á otros colonos m a s ver d e s t r u i d o para s i e m p r e su r e i n a d o . Ved aquí por q u e esos países
honrados, mas agradecidos y mas fieles: Malos mate perdel •• ct infieles á la g r a c i a , ingratos al beneficio de la revelación c r i s t i a n a ,
vincam suam tocavit aliis agricolis, i/vi reddant eifructum lempo- h a n p e r d i d o la v e r d a d e r a fe, el v e r d a d e r o cristianismo, la v e r d a -
ribas SKIS. ¡ M a t t h . 2 1 . ) dera Iglesia, y se h a l l a n hoy e n c o r v a d o s b a j o el y u g o d e la h e r e j í a
Esta t e r r i b l e p r o f e c í a se cumplió á la l e t r a . J e r u s a l e n f q é presa ó del c i s m a .

d e las llamas y d e s t r u i d a e n t e r a m e n t e ; s u s h a b i t a n t e s f u e r o n dego-


E s t e m i s m o castigo deben t e m e r t a m b i é n esas n a c i o n e s católicas
llados, y los restos, d i s p e r s a d o s y d e s t e r r a d o s d e toda la c o m a r c a .
en las q u e a p é n a s q u e d a del Catolicismo m a s q u e el n o m b r e , d o n d e
P o r h a b e r osado echar á J e s ú s f u e r a d e lo a n t i g u a J e r u s a l e n , s u -
todas las f u e r z a s del e s p í r i t u , todos los recursos de la política y el
frieron los J u d í o s u n castigo n u e v o . N o solo s e les p r o h i b i ó h a b i t a r
d e s b o r d a m i e n t o d e costumbres m a s a u d a z y m a s d e s e n f r e n a d o "que
e n la nueva c i u d a d r e c o n s t r u i d a por el E m p e r a d o r A d r i a n o , sino
existió j a m á s , s e r e ú n e n p a r a hacer á lo Iglesia Católica, con u n a
q u e , c o m o refiere S . G e r ó n i m o , no se les p e r m i t i ó q u e entrasen en
perseverancia i n f e r n a l , la g u e r r a m a s i n s e n s a t a , m a s sacrilega y
la c i u d a d , p a r o llorar s o b r e las r u i n a s d e s u a n t i g u a patrio, si no se
m a s i m p í a . ¡ Desgraciados p a í s e s ! El r e i n o de Dios, a r r e b a t a d o tí su
s o m e t í a n á p a g a r u n t r i b u t o e x o r b i t a n t e . De m o d o q u e este pueblo
i n g r a t i t u d y á su i n f i d e l i d a d , podrá s e r t r a s l a d a d o á esas naciones
i n f o r t u n a d o , q u e h a b í a c o m p r a d o en o t r o tiempo la s a n g r e inocente
dispersas en el g r a n d e Océano, q u e son e s t r a ñ a s á é l , y q u e solo
d e J e s ú s , t u v o d e s p u é s q u e c o m p r a r s u s propios l á g r i m a s , pues q u e
esperan el m o m e n t o en q u e les sea r e v e l a d o , p a r a establecerlo en
n i a u n siquiera t u v o la f a c u l t a d d e l l o r a r g r a t u i t a m e n t e ¡ t ) .
ellas y hacerle fructificar : Avferetur ii vobis regnum fíei, el
(t) t i <ju¡ i.lim emeronl sanguinem Christi; eroant et lacrymas suas;et ne dabilur genti facienti fructus ejvs.
tlclus tpiidem e-í.s gratuitas sil. ( / „ / . Soption.) Y a u n c u a n d o la v e r d a d e r a f e , la fe católica n o deba a b a n d o n a r
á estas n a c i o n e s , en favor d e las a l m a s q u e p e r m a n e c e n fieles á ella,
y c u y o n ú m e r o e s m u y pequeño cu comparación d e los q u e la
rechazan y la d e s p r e c i a n , p u e d e suceder d e s g r a c i a d a m e n t e , y sucede
en efecto con f r e c u e n c i a , q u e los individuos la p i e r d a n . ¡ A \ 1 p o r
desgracia se e n c u e n t r a en los paisescatólicos u n g r a u n ú m e r o d e esas CONFERENCIA VIGÉSIMA SEXTA.
a l m a s d e p r a v a d a s á quienes Dios, p a r a c a s t i g a r l a s d e sus vicios, ha
a b a n d o n a d o á todos los errores, y p o r consiguiente se h a n precipi-
El V i a j e al C a l l a r l o .
t a d o en el a b i s m o d e la i n c r e d u l i d a d .
¡ A y 1 c o n s e r v e m o s , a m a d o s h e r m a n o s , .el precioso tesoro q u e
poseemos, la v e r d a d e r a fe q u e t e n e m o s la dicha d e p r o f e s a r ; d e f e n -
Si t/uie mil pos! me ventee, abHcget temelip.
dámosla d e n t r o de nosolros mismos c o n t r a la influencia d e las d o c - ¿uni. el lollal cruceta suam, el tcqwtlur me.
t r i n a s e r r ó n e a s , y m a s a u n c o n t r a la influencia d e las m a l a s c o s t u m - Si alguno qoiere venir eo pos de mí. reoúociese
bres q u e p u d i e r a n hacérnosla p e r d e r , á fin d e q u e , c o n s e r v a n d o ó si mismo, lome so ero», y sígame.
en n o s o t r o s en t o d a su i n t e g r i d a d el r e i n o d e Dios, e s c precioso d e - (Mallli. M.|
pósito d e s u fe y d e su g r a c i a , p o d a m o s s e r admitidos u n dia en el
r e i n o d e s u gloria. Asi sea.

C u a n d o el S a l v a d o r del m u n d o p r o n u n c i ó estas p r o f u n d a s y m i s -
teriosas p a l a b r a s , q u e n i n g u n a lengua h u m a n a h a b í a p r o n u n c i a d o
j a m á s , q u e el oido del h o m b r e no h a b í a j a m á s e s c u c h a d o , y q u e
el espíritu h u m a n o j a m á s había c o n c e b i d o , n i n g u n o d e c u a n t o s las
oyeron c o m p r e n d i ó la i m p o r t a n t e lección q u e ellas e n c i e r r a n ; p o r
el c o n t r a r i o les pareció q u e el S e ñ o r había usado d e u n l e n g u a j e
q u e carecía d e significación.
L a cruz era e n aquella época el suplicio i n f e r n a n t e d e los esclavos
y d e los c r i m i n a l e s , y j a m á s se babin propuesto á l o s j u s l o s d é l a
ley a n t i g u a como u n a condicion esencial d e la v e r d a d e r a v i r t u d .
-Ninguno pues podia a d m i t i r la e s t r u ñ a d o c t r i n a d e q u e p a r a s e r
discípulo d e J e s u c r i s t o era necesario renunciarse á sí m i s m o , c a r g a r
con el i n s t r u m e n t o d e su propio suplicio y seguir s u s pisadas, ó en
oíros t é r m i n o s , q u e , supuesto q u e el Mesías e n v i a d o por Dios debia
llevar su cruz y s e r e n c l a v a d o en ella, sus discípulos d e b í a n t a m b i é n
llevar sus c r u c e s en pos d e él, y s e r en ellas crucificados p o r él y
con é l : Si quis vu'U posl me venire, nbneget semelipsum, el lollal
eniccm suam, el sequatur me.
Sin e m b a r g o S . Pablo d i c e ; Está decretado cu los consejos e t e r -
n o s d e Dios q u e n i n g u n o p o d r á e n t r a r en el cielo si no representa
en sí m i s m o la vida y los ejemplos d e su d i v i n o Hijo, si no se hace la
i m a g e n perfecta d e Jesucristo : Quos prmeivil el •priedestmavit
•conformesfieri imaginis Filii uní. ( I t o m . s , 2 9 . ) L a d o c t r i n a q u e
nos enseña á i m i t a r y á seguir á Jesucristo es p o r consiguiente la
á estas n a c i o n e s , en favor d e las a l m a s q u e p e r m a n e c e n fieles á ella,
y c u y o n ú m e r o e s m u y pequeño cu comparación d e los q u e la
rechazan y la d e s p r e c i a n , p u e d e suceder d e s g r a c i a d a m e n t e , y sucede
en efecto con f r e c u e n c i a , q u e los individuos la p i e r d a n . ¡ A \ ! p o r
desgracia se e n c u e n t r a en los paisescatólicos un g r a u n ú m e r o d e esas CONFERENCIA VIGÉSIMA SEXTA.
a l m a s d e p r a v a d a s á quienes Dios, p a r a c a s t i g a r l a s d e sus vicios, ha
a b a n d o n a d o á todos los errores, y p o r consiguiente se h a n precipi-
El V i a j e al C a l v a r l o .
t a d o en el a b i s m o d e la i n c r e d u l i d a d .
¡ A y I c o n s e r v e m o s , a m a d o s h e r m a n o s , .el precioso tesoro q u e
poseemos, la v e r d a d e r a fe q u e t e n e m o s la dicha de. p r o f e s a r ; d e f e n -
Si quii TUII post me ventee, abHeget temelip-
dámosla d e n t r o de nosotros mismos c o n t r a la influencia d e las d o c - ium, ct tollal erueem suam, el tet/unlur me.
t r i n a s e r r ó n e a s , y m a s a u n c o n t r a la influencia d e las m a l a s c o s t u m - Si alguno quiere venir en pos de mí. renuncíese
bres q u e p u d i e r a n hacérnosla p e r d e r , á fin d e q u e , c o n s e r v a n d o á si mismo, lome su crin, y sígame.
en n o s o t r o s en t o d a su i n t e g r i d a d el r e i n o d e Dios, e s c precioso d e - (Mallli. lí.)
pósito d e s u fe y d e su g r a c i a , p o d a m o s s e r admitidos u n dia en el
r e i n o d e s u gloria. Asi sea.

C u a n d o el S a l v a d o r del m u n d o p r o n u n c i ó estas p r o f u n d a s y m i s -
teriosas p a l a b r a s , q u e n i n g u n a lengua h u m a n a h a b l a p r o n u n c i a d o
j a m á s , q u e el oído del h o m b r e no h a b i a j a m á s e s c u c h a d o , y q u e
el espíritu h u m a n o j a m á s había c o n c e b i d o , n i n g u n o d e c u a n t o s las
oyeron c o m p r e n d i ó la i m p o r t a n t e lección q u e ellas e n c i e r r a n ; p o r
el c o n t r a r i o les pareció q u e el S e ñ o r habia usado d e u n l e n g u a j e
q u e carecía d e significación.
L a cruz era en aquella época el suplicio i n f a m a n t e d e los esclavos
y d e los c r i m i n a l e s , y j a m á s se babin propuesto á los j u s t o s d é l a
ley a n t i g u a como u n a condicion esencial d e la v e r d a d e r a v i r t u d .
-Ninguno pues podia a d m i t i r la e s t r u ñ a d o c t r i n a d e q u e p a r a s e r
discípulo d e J e s u c r i s t o era necesario renunciarse á sí m i s m o , c a r g a r
con el i n s t r u m e n t o d e su propio suplicio y seguir s u s pisadas, ó en
otros t é r m i n o s , q u e , s u p u e s t o q u e el Mesías e n v i a d o por Dios d e b í a
llevar su cruz y s e r e n c l a v a d o en ella, sus discípulos d e b í a n t a m b i é n
llevar sus c r u c e s en pos d e él, y s e r en ellos crucificados p o r él y
con é l : Si quis vu'U posl me vertire, abneget semelipsum, et tollal
crncem suam, et seqmtur me.
Sin e m b a r g o S . Pablo d i c e ; Está decretado cu los consejos e t e r -
n o s d e Dios q u e n i n g u n o p o d r á e n t r a r en el cielo si no representa
en sí m i s m o la vida y los ejemplos d e su d i v i n o Hijo, si no se hace la
i m a g e n perfecta de. Jesucristo : Quos prmeivil el priedestinavit
•conformesfieri imaginis Fitii sni. ( l i o m . s , 2 9 . ) L a d o c t r i n a q u e
nos enseña á i m i t a r y á seguir á Jesucristo es p o r consiguiente la
doctrina d e las d o c t r i n a s , la ciencia de las ciencias, la filosofía tal m a n e r a q u e no puedo ni a u n m i r a r al cielo. S u n ú m e r o es m a y o r
de las filosofías, la doctrina, la ciencia y la filosofía d e la salvación q u e el de los cabellos d e m l cabeza, y mi corazon a b a t i d o y desolado
eterna. ha eaido en u n desfallecimiento. N o es pues la c a r g a m a t e r i a l d e la
¿ Y q u é lia h e c h o n u e s t r o divino M a e s t r o E l n o se ha c o n t e n - e r u z . dice el apóstol S . P e d r o , lo q u e a b r u m a el c u e r p o d e J e s u -
t a d o con esplicarnos en su E v a n g e l i o esta i m p o r t a n t e d o c t r i n a ; cristo, sino el peso misterioso d e las i n i q u i d a d e s del m u n d o q u e
él h a q u e r i d o p o n é r n o s l a a n t e los ojos, como en acción, en su a c u m u l a d a s sobre la cruz la h a c e n t a n p e s a d a y a b a l e n su c o r a z o n .
v i a j e al Calvario, llevando él m i s m o su c r u z sobre sus hom- (I Peí. 2.¡ P o r q u e así como está escrito d e Isaac, figura admirable
b r o s , y e n s e ñ á n d o n o s d e esc m o d o como d e b e m o s llevar nosotros la d e Jesucristo, q u e A b r a b a n c a r g ó sobre sus h o m b r o s la leña sobre
nuestra. q u e debía s e r inmolado (Genes. 2 2 ) ; asi t a m b i é n se lia d i c h o d e

A c o m p a ñ e m o s p u e s en e s t e d i a á nuestro "Redentor q u e lleva esta Jesucristo, por boca d e Isaías, q u e su eterno P a d r e p u s o en s u s

dolorosa y h u m i l l a n t e c a r g a ; a c o m p a ñ é m o s l e á fin de. a p r o v e c h a r - h o m b r o s , j u n t a m e n t e c o n la c r u z , la c a r g a t o d a v í a m a s p e s a d a d e

n o s d e los misterios q u e él n o s revela en esta c i r c u n s t a n c i a , de los las i n i q u i d a d e s d e los h o m b r e s , ( i s . 53.; Y á este p r o p ó s i t o , dice

ejemplos y de las lecciones q u e n o s d a , y c o m p r e n d e r al mismo S . A m b r o s i o , q u e J e s u c r i s t o llevó la cruz s o b r e s u s h o m b r o s p a r a

t i e m p o la necesidad, la importancia y las v e n t a j a s d e la r e n u n c i a llevar con ella todos nuestros pecados. (I)c Henediet. Palriarch.)

voluntaria, y la gloria q u e a d q u i r i m o s al seguir s u s pisadas por el E s t o s u p u e s t o , I desgraciados d e n o s o t r o s , si J e s ú s h u b i e r a llevado

c a m i n o del Calvario, c o n l a cruz, sobre n u e s t r o s h o m b r o s : Si quis su cruz con l a n í a facilidad y l a n t a firmeza q u e h u b i e r a l l e n a d o d e

vult post me venire, ubneeja semélijfaum., el lollat criicem suam, el a d m i r a c i ó n á sus e n e m i g o s en el Calvario, c o m o los h a b i a llenado

seqwitur me. de terror en G e t h s e m a n i ! Esto, q u e en el estúpido orgullo d e n u e s -


t r o s p e n s a m i e n t o s h u b i é r a m o s m i r a d o c o m o lo m a s c o n v e n i e n t e á
fililíA;itt PAUTE. la d i g n i d a d del Hijo d e Dios, 110 h u b i e r a e s t a d o c o n f o r m e á su c u a -
lidad d e R e d e n t o r d e los h o m b r e s ; p o r q u e la c r u z , llevada asi c o n
mi aire d e t r i u n f o , h u b i e r a sido la cruz d e s u inocencia, y n o la
Increíble parece q u e d e s p u é s d e h a b e r deseado el Redentor t a n
del p e c a d o ; hubiera sido gloriosa p a r a él, p e r o inútil é ineficaz
a r d i e n t e m e n t e la c r u z , y h a b e r l a a c e p t a d o con un gozo tan g r a n d e ,
p a r a uosotros; ella n o n o s h u b i e r a r e p r e s e n t a d o ; nosotros n o h u -
s e m o s t r a s e en seguida tan débil p a r a llevarla, q u e a p é u a s salió
b i é r a m o s tenido p a r t e alguna en ella, h u b i é r a m o s sido e s i r a ñ o s á
d e J e r u s a l e n c a y ó en u n desfallecimiento tal, q u e f u é necesario
ella. Mas llevándola J e s ú s en m e d i o d e las i g n o m i n i a s y d e los i n -
b u s c a r u n o q u e la llevase p o r él, p o r t e m o r d e verle s u c u m b i r bajo
sultos, con los esfuerzos y la dificultad ([uc d e b e cspcrinieutar u n
su peso. E s t e n u a d a la h u m a n i d a d s a n t a de Jesucristo p o r la pérdida
h o m b r e , con los s e n t i m i e n t o s y las disposiciones d e u n c r i m i n a l ,
d e t a n t a s a n g r e , y a b a t i d a p o r el dolor d e t a n t a s heridas, a p e n a s
t e m b l a n d o bajo su peso y c a y e n d o c o n el rostro c o n t r a la t i e r r a ,
tenia la fuerza n e c e s a r i a p a r a s o s t e n e r s e ; m a s así como, después d e
llevándola como h u b i é r a m o s podido llevarla nosotros q u e somos
l a a g o n í a y el s u d o r d e s a n g r e , se mostró intrépido y formidable á
pecadores, si la justicia d e Dios n o s hubiera c a r g a d o con ella, nos
los J u d í o s q u e f u e r o n á p o d e r a r s e d e su p e r s o n a , ¿ no podía y debía
hace ver c l a r a m e n t e q u e él se lia colocado en n u e s t r o l u g a r , q u e ha
m o s t r a r s e también f u e r t e y vigoroso b a j o el peso d e la c r u z , y c o n -
c a r g a d o con n u e s t r a cruz y la lia aceptado en n u e s t r o n o m b r e , y
f u n d i r a s í á los s o l d a d o s que. le c o n d u c í a n al suplicio ? ¡ Ali I no n o s
q u e así como s e lia vestido de n u e s t r a flaqueza con el p c c a d o q u e
s o r p r e n d a m o s de esta flaqueza. Ella n o p r o v i e n e del a g o t a m i e n t o de
es la causa d e ella, así lambicn n o s c o m u n i c a su fuerza con la
s u s fuerzas, sino de la vehemencia de su c a r i d a d ; ella n o es u n a
d i v i n i d a d q u e es su o r i g e n . E s t e a b a t i m i e n t o del S e ñ o r , dice
e n f e r m e d a d , sino u n p r o d i g i o ; ella lio es u n e s c á n d a l o , sino u n m i s -
S. Ambrosio, es p o r consiguiente el principio d e nuestra e s -
terio.
p e r a n z a y d e n u e s t r o consuelo. S u flaqueza fortifica la n u e s l r a ;
E f e c t i v a m e n t e , e n el s a l m o treinta y n u e v e q u e , s e g ú n S a n Pablo, ella eleva los corazones a b a t i d o s v sostiene á l o s m á r t i r e s . Un
n o s e aplica m a s q u e á Jesucristo, el S a l v a d o r h a b l a d e s í mismo cu Lúe.)
eslos términos : Mis i n i q u i d a d e s m e h a n a b r u m a d o con s u peso d e
Ved aquí por q u e los m á r t i r e s y los apóstoles, P e d r o y A n d r é s ,
E n p r i m e r l u g a r , según Orígenes, n o f u é p o r casualidad por lo
p u d i e r o n s a l l a r d e gozo á vista d e su c r u z , y a b r a z a r l a cou firmeza.
q u e Simón se e n c o n t r ó d e paso en el m o m e n t o en q u e Jesucristo
Ellos la llevaban p o r la g l o r i a de Jesucristo, y asi es c o m o debieron
caia desfallecido b a j o el peso d e s u cruz y d e s u s dolores. La c a s u a -
h a c e r l o . Mus Jesucristo c a r g ó c o u ella en n u e s t r o n o m b r e , por
lidad es u n a p a l a b r a vacía d e sentido. Ño es tampoco la injusticia
nuestra expiación y n u e s t r a s a l v a c i ó n ; y por esta causa su flaqueza
ni la violencia d e los J u d í o s la q u e obliga á S i m ó n a participar de la
n o s hace ver en él u n Dios R e d e n t o r , m u c h o m a s q u e si se h u b i e r a
i g n o m i n i a y d e la c a r g a del S a l v a d o r ; es el m i s m o Dios q u e , p o r
m o s t r a d o f u e r t e y poderoso. E s i n d u d a b l e m e n t e u n milagro q u e
u n a disposición a m o r o s a de su p r o v i d e n c i a , ha dispuesto todas
los m á r t i r e s , h o m b r e s débiles y e n f e r m o s , h a y a n m a n i f e s t a d o a l e -
estas c i r c u n s t a n c i a s . (Trac. 3 5 . in Mull/i.)
gría en m e d i o d e los t o r m e n t o s ; p e r o m a y o r milagro es todav ia q u e
E u efecto no es u u J u d i o el q u e se v e obligado p o r s u s c o m p a -
el i l i j o d e Dios, siendo f u e r t e p o r sí m i s m o , se h a y a h c e h o débil y se
t r i o t a s á prestar este auxilio al S a l v a d o r , p o r q u e el J u d i o , dice
h a y a d e j a d o a b a t i r b a j o el peso d e la c r u z . Este es el m a s g r a n d e
S. Hilario, no solo no era d i g n o d e llevar la cruz del R e d e n t o r q u e
d e todos los misterios q u e no p u e d e e s p í t e n s e sino por el m a s g r a n d e
h a b i a despreciado, sino q u e ni a u n m e r e c í a t o c a r l a . [ I n Matth.)
d e todos los a m o r e s . ¡ O f l a q u e z a prodigiosa 1 jO desfallecimiento m i -
E s l e h o m b r e a f o r t u n a d o , elegido por Dios p a r a u n a misión t a n
lagroso de. Dios S a l v a d o r I El f l i j o d e D i o s , revestido d e la e n f e r m e -
h o n r o s a , es u n G e n t i l ; él s e l l a m a S i m ó n , p a l a b r a q u e significa
d a d d e mi c a r n e y c a y e n d o a tierra en mi presencia m e e n s e ñ a ,
obediencia; él es d e C y r e n e , q u e quiere decir herencia; él viene d e
dice S . A g u s l i u , á p o s t r a r m e á s u piés, 3 sacrificarle mi miserable
u n a g r a n j a , es decir d e ia c a m p i ñ a , ó bien d e u u b o s q u e q u e los
orgullo, á h u m i l l a r m e , á h a c e r m e e n f e r m o a n t e esta Divinidad q u e
a n l i g u o s llamaban pagus, lo cual hizo d e s i g n a r á los Gentiles con la
se iiizo v o l u n t a r i a m e n t e e n f e r m a , y obligar a s í á este Dios, poderoso
d e n o m i n a c i ó n d e paganos, porque eslos pueblos celebraban en los
eu su a b a t i m i e n t o , á q u e m e a l a r g u e u n a m a n o compasiva p a r a
bosques s u s c e r e m o n i a s supersticiosas. Así p u e s este S i m ó n , p r o s i -
l e v a n t a r m e . [Confess. 7. 18.)
g u e S . Hilario, es la figura de los p u e b l o s d e la gentilidad q u e d e -
Hay a s i m i s m o u n a razón m u y poderosa para q u e Jesucristo c o n - j a n d o el p a g a n i s m o , ó a b a n d o n a n d o sus supersticiones idolatras,
sienta cu q u e otro le a y u d e ¡i llevar su c r u z . Viéndole los J u d í o s debían u n d i a , p o r su obediencia á las d o c t r i n a s del Evangelio,
c a e r á tierra sin c o n o c i m i e n t o , t e m i e r o n , dice Dionisio él C a r t u j o , t e n e r p a r l e en los frutos d e la pasión y d e la c r u z d e Jesucristo, v
que muriese d u r a n t e el t r á n s i t o , y q u e se privasen ellos del placer h a c e r s e herederos d e su g l o r i a . [Ibid.) E n la persona d e S i m ó n
b á r b a r o d e verle espirar en la cruz. Asi p u e s , no es p o r aliviar s u s Cyrineo, prosigue S . G e r ó n i m o , todos los pueblos gentiles, d e s d e
t r a b a j o s por lo q u e se d a n p r i s a á socorrerle, sino para p r o l o n g a r este m o m e n t o t o m a n m í s t i c a m e n t e posesion d e la c r u z , y el e s t r a n -
s u suplicio; no p a r a darle ia v i d a , sino p a r a reservarle á la m u e r t e j e r o o b e d i e n t e , p r i n c i p i a d e s d e entonces á l l e v a r la i g n o m i n i a d e
m a s cruel [i j . Con este o b j e t o detienen á u n h o m b r e d e C y r e n e , su S a l v a d o r . F i n a l m e n t e S. León hace á esle prepósito la reflexión
llamado S i m ó n , q u e volvía del c a m p o y p a s a b a casualmente por siguiente : Al q u e r e r nuestro S a l v a d o r ( t i . dice, q u e f u e s e un Gentil
aquel sitio; ellos quieren h a c e r l e c a r g a r con la cruz del S a l v a d o r ; el p r i m e r o q u e tocase la cruz c o n q u e e s t a b a c a r g a d o , y le a y u d a s e
poio como S i m ó n rehusase aceptar e s t a c a r g a , le obligan á llevarla á l l e v a r l a , sin conceder este favor á n i n g ú n J u d i o , i n d i c ó ' c l a r a -
p o r fuerza. (.Maílh., Mure., Lite.) m e n t e q u e los J u d í o s estaban y a desechados, y q u e los Gentiles,
; ü a m a d o s h e r m a n o s , t o d o está o r d e n a d o a d m i r a b l e m e n t e en la considerados c o m o pueblos, serian los p r i m e r o s en creer en é l , en
pasión del S e ñ o r ! Dios s e sirve d e este m i s m o acto d e compasion confesar y en a d o r a r su c r u z , y en gloriarse de esta c r u z q u e debía
b á r b a r a d e los J u d í o s p a r a figurar g r a n d e s misterios d e m i s e r i c o r - s e r p a r a los J u d í o s u n objeto d e h o r r o r y d e confusíon. (Seria. X
dia y d e Salvación p a r a con nosotros, y d a r n o s graves é i m p o r t a n - de Pass.)
tes lecciones. M a s ¡ a y ! ; estos s e n t i m i e n t o s no a n i m a m á todos los cristianos!

( I ) Ccndelissimi id t'eceruul: non pro levamine Jesu, sedquialimcbanl, nc forte ( i ) Mvsiiee crncem snseipiunt nationes; et peregrinus obediens portal ignomi-
Mib onerc dcliciens moreretur iu v i a . ( / n Luc.) niam Salvalorij. (InMarc.)
432 EL. V I A J E AL CALVARIO.

¡Cosa sorprendente i dlceS. Cirilo; el Hijo de Dios no se avergonzó d e


mero al mérito, á la gloria y á la virtud de la cruz. Enlonccs, p e -
cargar eon la cruz q u e habíamos merecido, y nosotros, desventura-
netrado del m a s vivo reconocimiento, tribuid á Dios sinceras g r a -
dos ingratos, nos ruborizamos de llevar la cruz que Jesucristo s a n -
cias por lo q u e le habia parecido ser u n castigo inmerecido, una
tificó ; nosotros rehusamos sufrir las molestias m a s leves, insepa-
humillación injusta, pero que solo habia sido un efectode amorosa
rables d e la vida cristiana; nosotros nos avergonzamos de s u -
predilección de la bondad divina. Y b i e u , ¿puede encontrarse un h e -
frir cosa alguna por el a m o r de Jesucristo ( I ) . ¡ Desgraciados de
cho mas claro, m a s elocuente ni mas eficaz que, este, para hacernos
aquellos, esclama S. Pablo, q u e , por no desagradar al mundo,
comprender la injusticia de la impaciencia y de la murmuración
no se atreven á parecer cristianos, y se conducen como enemigos
con q u e nosotros sufrimos nuestras tribulaciones y nuestras cruces'?
declarados de la cruz de Jesucristo! I.a gloria mundana que ellos
Ellas nos parecen efectos de una ciega casualidad, cuando son dis-
buscau se convertirá u u dia para ellos en tina coufusion eterna.
posiciones admirables de la Providencia. Ellas nos parecen el resol-
[Philip. 3.)
lado de la voluntad perversa de los hombres, no siendo otra cosa
Después de haber conocido el misterio oculto en la elección que que señales de la protección divina. ¡Ah! indudablemente los hom-
Jesús hizo de Simón, para que llevase su cruz, procuremos c o m - bres q u e nos despojan, que nos calumnian, nos humillan y nos
prender las importantes lecciones que ella encierra. oprimen, son verdaderos Judíos q u e nos obligan á cargar con la cruz
Ciertamente, después d e María que tuvo la inmensa gloria d e de Jesucristo, que nos proporcionan el honor de Simón Cvrinco •
concebir al Verbo Eterno en su seno v i r g i n a l ; despues de José que pero Dios es el q u e hace de ellos sus instrumentos ciegos para puri-
tuvo la dicha de estrechar con frecuencia en sus brazos el cuerpo ficar nuestras almas, mortificar nuestros vicios, estinguir el lue«o
sagrado de Jesús, no h u b o en el mundo u n hombre mas honrado n i de nuestras pasiones, acrecentar nuestro mérito y perfeccionar 11 ttes-
m a s dichoso que Simón Cyreneo, q u e llevó la cruz q u e el Salvador tra virtud. .Vosotros no comprendemos ahora éste misterio o al
había va santificado al lomarla con sus divinas manos y colocarla menos la idea confusa q u e de él tenemos no escita sino muy débil
en sus h o m b r o s ; esta cruz q u e era como el altar sobre que debia mente nuestra fe, y por esla razón no es tan difícil resignarnos i
ser inmolada la victima y consumarse el gran sacrificio de los siglos. s u l n r nuestras humillaciones y nuestros dolores; mas si estos me'
Pero Simón, al pasar por el lugar en q u e cayó el Señor, no pensaba dios tan sensibles á nuestra delicadeza y á nuestra enfermedad
ni aun remotamente en el honor q u e le aguardaba. Al principio 110 contribuyen á salvarnos, si al salir de la vida consigue nuestra
solo no lo comprendió, sino q u e miró como una ignominia intole- alma resucitar gloriosa para vivir con Dios y en Dios, entonces al
rable, para un hombre bien nacido, la de llevar en medio del dia y ver que las cruces, que nos parecían t a n pesadas y tan injustas,
entre un inmenso pueblo el patíbulo d e un sentenciado, y ser cousi- tuero,, los medios de que Dios se valió p a r a desprendernos de n o s -
derado como ayuda de verdugo. Él procuró evadirse de esla otros mismos y del mundo, que fueron los motivos de nuestra per-
triste comision de tal modo q u e fué necesario emplear la violencia severancia y los títulos de nuestra predestinación y de nuestra
para decidirle, á cargar con la c r u z : Hunc ángariaverunl; y cierta- salvacioji, ; oh 1 entonces reconoceremos el dedo amoroso de Dios e n
mente, lio sin murmurar y protestar contra esta injusta violencia, todo cuanto hayamos sufrido por la injusticia y la malicia de los
se sometida tina afrenta tan humillante. hombres; entonces convertiremos nuestras impaciencias actuales
Mas cuando despues d e la resurrección del S e ñ o r , hecho Simón en trasportes de reconocimiento y nuestras tristezas en arrebatos d e
cristiano con sus dos hijos, Alejandro y Rufo, conoció claramente a j u b d o , y en vez de m u r m u r a r de Dios dirigiremos á él nuestras
este Jesús cuya cruz habia él llevado, ¡ o h ! entonces, y solo entonces alabanzas eternas y nuestras acciones de gracias por su misericor-
comprendió la alia dignidad á que Dios le habia elevado llamándole dia infinita. Reformemos pues nuestros pensamientos y nuestros
á llevar el instrumento del suplicio de su Hijo, y asociándole el pri- sentimientos acerca de las tribulaciones que nos vemos obligados á
sufrir. Doblemos la cerviz bajo su peso con una piadosa resignación
(1) Dominus Jesús debitan) pro noliis liajulans crucera non erubescit: nos autora
Aceptémoslas con el mismo anhelo con q u e un enfermo acerca a sus
calamitas! non audemus labores ve! parvos pro pietale suscipcre; sed si forle pro
Cristo ijoidipiam noliis aceiderit. erubescinms. (Jn Joan.) labios la y . a m a r g a q u e le ha de dar la vida. Sufrámoslas con

«• vti R, 111. ^
la humilde paciencia q u e se d e b e m o s t r a r en los acontecimientos q u e q u e y o v oy delante d e vosotros c o m o vuestro S e ñ o r , vuestro Modelo
Dios dispone p a r a n u e s t r o b i e n , y principiemos á j u z g a r l a s , ahora y vuestro S a l v a d o r , a l e n t á n d o o s con mi ejemplo y c o n mi auxilio
q u e estamos en la t i e r r a , del m i s m o modo q u e las j u z g a r e m o s cu el ¿ Que respondéis p u e s , y q u é resolución tomáis ? Consentís, o r e h u -
sáis f o r m a r p a r t e d e mi c o m i t i v a : Si quis vult post me venir- ub-
cielo.
neget semelipsum. et totlut crucem suam. el sequalur me. • o
£1 misterio q u e espllcamos n o s e n s e ñ a , q u e las cruces a q u e e s t a -
a m a b l e J e s ú s ! ¿ a d o n d e i r e m o s nosotros sino c a m i n a m o s en p o s ' d e
m o s sujetos en el discurso d e nuestra vida, n o solo n o s están p r e p a -
v o s / Domine. ad guem ibimus? (Joan. « . ¡ ¿ N o s o í s vos nuestro
r a d a s por la m a n o d e D i o s , sino q u e son necesarias é inevitable?, y
Dios , n u e s t r o Maestro y n u e s t r o R e d e n t o r ? ¿ D o n d e e n c o n t r a r , UKK
q u e por consiguiente d e b e n u n i r s e á la mortificación v o l u n t a r i a , -y tejos de vos las p a l a b r a s , l a s d o c t r i n a s y las gracias d e la vida c i e r -
n o s o t r o s d e b e m o s llevarlas en c o m p a ñ í a d e J e s ú s ; es decir q u e el n a ? Verba vito- «tenue la,bes. (Ihid.) Sí, nosotros q u e r e m o s cami-
S e ñ o r n o s d a en este misterio el c o m e n t a r i o sensible d e esta s e n - n a r p o r vuestras pisadas, p e r m a n e c e r u n i d o s á vos v vivir con v o s :
tencia e m a n a d a d e su b o c a y q u e es cu c i e r t a m a n e r a el c o m p e n d i o Sequar te quocumque ieris.
d e su Evangelio : « Si a l g u n o q u i e r e venir en pos d e m i , renuncíese
á si mismo, t o m e su cruz y s í g a m e ; Si yttis culi post me venirc, Mas si el Dios d e la fuerza se. e n c u e n t r a p r o f u n d a m e n t e h u m i l l a d o
ubneget semelipsum. el tolkit eruccm suam el sequalur me.» En p o r a p a r e c e r t a n débil á los ojos d e los h o m b r e s , el Dios d e la d o r i a
efecto J e s ú s n o s h a m a n i f e s t a d o c u a t r o v e r d a d e s en e s t a s breves y n o lo esta m e n o s p o r a p a r e c e r cubierto d e i n f a m i a , v c a r d a d o con el
p r o f u n d a s p a l a b r a s . 1.a p r i m e r a , q u e d e b e m o s seguirle v o l u n t a r i a - peso d e la c r u z . Ki mismo Evangelista deja ver esta s e g u n d a h u m i -
m e n t e ; Si quis vult post me reñiré. La s e g u n d a , q u e su discípulo llación del S a l v a d o r , al decir q u e eran conducidos con Jesús oíros dos
debe renunciarse a s í m i s m o : ubneget semelipsum. L a tercera, que c r , m u í a l e s c o n d e n a d o s á m u e r t e . ( L u e . ) P o r q u e , ¿ q u é significa esla
d e b e c a r g a r con su propia c r u z : el ioM crucem mam. La c u a r t a espresio» ot,dedos mainel,ores, sino q u e Jesucristo paso e n t o n c e s
en fin. q u e d e b e seguir s i e m p r e s u s pisadas y n o a b a u d o n a r l e j a - p o r un m a l h e c h o r en la opinion pública, según la profecía : Él f u é
m á s : el stpiatar me. Ved aquí c u a t r o v e r d a d e s q u e el nos p r e d i c a c o m p r e n d i d o en el n ú m e r o d e los c r i m i n a l e s ; ( f e . 53.1 q u e el pue-
con su ejemplo al resignarse á llevar la dolorosa y humillante blo n o hizo distinción a l g u n a e n t r e Jesucristo y los d o s malhechores
carga d e la c r u z . q u e e r a n conducidos c o n él al m i s m o suplicio, v q u e todos tres e r a n
C u a n d o él se m u e s t r a á n u e s t r o s o j o s a b r u m a d o b a j o el peso d e m i r a d o s c o m o culpables d e los m i s m o s c r i m i n e s , s u p u e s t o q u e se
s u c r u z , subiendo con ella la escarpada p e n d i e n t e del Gólgota al les d a b a el m i s m o c a s t i g o ? ¡Oh I ¡ q u é v e r g ü e n z a debió s u f r i r el Hijo
t r a v é s d e i n n u m e r a b l e s u l t r a j e s , parece q u e nos dirige e s t a s p a l a - d e Dios, la j u s t i c i a y la s a n t i d a d m i s m a , al verse as, c o n f u n d i d o
b r a s : a H o m b r e s , m i r a d m e con a t e n c i ó n ; y o soy el h o m b r e de la
y Ser t e D Í d o ( a l
humillación y del d o l o r ; yo c a m i n o p o r la s e n d a d e los s u f r i m i e n - Ta m e T ' T ™ > P«r crimi-
na u e ellos E n efecto, supuesto q u e l a sentencia d e condenación
tos, y o n o doy á los q u e m e siguen o t r a cosa q u e tribulaciones y
q u e l l e v a b a n d e l a n t e d e é l , escrita en g r a n d e s caractéres, v q u e es-
cruces. | Y bien 5 ¿quién d e vosotros ticuc el valor d e s e g u i r m e ?
t a b a d e s t i n a d a á s e r colocada sobre la c r u z , n o e s p r e s a b a delito al-
P e n s a d l o b i e n ; yo q u i e r o en pos d e mí a m i g o s y no esclavos, discípu- g u n o p a r t i c u l a r , d e j a b a libre c a m p o á todas te conjetu a L
los voluntarios y n o c a u t i v o s a r r a s t r a d o s p o r la f u e r z a ; yo q u i e r o
en u n a p a l a b r a q u e vuestra cruz sea libre. El estado en q u e m e
. f " , ' a " ' a s p " ' u t ' u a m a " c h a . aparecía culpable d e t o d M los
veis os h a r á conocer q u e n o seréis los primeros en a n d a r el camino C r i m i n e s . , Q u i é n podría p o r consiguiente referir los epítetos i n j u r i o -
en q u e y o m e e n c u e n t r o ; q u e y o soy el q u e os io p r e p a r o , y q u e
vosotros 110 h a r é i s m a s q u e seguir m i s p i s a d a s ; q u e y o m i s m o p r i n - K m * b ' " ' l a S 'V ' a S W U S f r m Í a S * "I™ * a e o m p a -
cipio á hacer l o q u e q u i e r o q u e hagáis v o s o t r o s ; q u e vosotros no n a d o E s t a t e r r i b l e i g n o m i n i a se r e n o v a b a p a r a el Redentor del
m u n d o a c a d a paso q u e daba a l través d e las olas de los nuevos es-
seréis l o s p r i m e r o s cu morir por m í , s u p u e s t o q u e no h a r é i s m a s q u e
pecladores, y sin e m b a r g o él las sufría con u n a m a n s e d u m b r e ¡ n a l .
r e c o m p e n s a r m e del a m o r q u e m e lleva á la m u e r t e p o r v o s o t r o s ; y
lerantc y u n a paciencia invencible.
Asi p u e s , p o r el e j e m p l o d e J e s u c r i s t o se DOS m a n i f i e s t e la s e g ú n -
cruz d e Jesucristo, supuesto q u e el h o m b r e d e b e , en cualidad
da condición esencial q u e d e b e m o s tener p a r a seguirle, la a b n e g a - d e m i e m b r o , c u m p l i r en s u c a r n e , como decia S . Pablo, lo que
ción de nosotros m i s m o s : Si quis vult post me amire, abne/jet q u e d a que s u f r i r á su c a b e z a ; (Coloss. I . 1 y para d a r n o s esla
semelipsum; porque J e s u c r i s t o q u e al llevar su cruz s u f r e t a n t o s i m p o r t a n t e lección d e u n a m a n e r a sensible, f u e por lo q u e Jesucristo
dolores en s u h u m a n i d a d , e s p e r i m e n t a t a n t a e f u s i ó n en s u p e r s o n a quiso m a n i f e s t a r q u e necesitaba el a u x i l i o del h o m b r e para llevar
v e n su n o m b r e , r e n u n c i a visiblemente á t o d a s l a s consideraciones, su c r u z , p o r eslo la cedió á Simón, p e r m i t i e n d o q u e u n v e r d a d e r o
á todos los consuelos, á t o d o s los h o n o r e s q u e le son debidos, á lodos desfallecimiento viniese á c o r r o b o r a r esla p r o l u u d a e n s e ñ a n z a .
los bienes esteriores, y á su vida m i s m a . É l , q u e p u e d e r e n u n c i a r
La c r u z es p o r consiguiente la condicion m a s universal y m a s i n -
interiormente á sus pasiones h u m a n a s q u e e r a n s a n t a s , o r d e n a d a s
dispensable d e la vida h u m a n a , y v e d a q u í p o r q u e ella es p l a n t a d e
v j u s t a s , r e n u n c i a p o r el c o n t r a r i o á los objetos esteriores, p o r los
todos los climas y d e todos los países. L a cruz se e n c u e n t r a en los
q u e los h o m b r e s suspiran c o u t a n t a injusticia y con t a n t a a r d o r , t i
palacios d e los g r a n d e s y en las c h o z a s d e los p o b r e s . N o h a y poder
se r e n u n c i a á si m i s m o d e u n a m a n e r a t a n t o m a s perfecta c u a n t o
a l g u n o en la t i e r r a , 1,0 h a y d i g n i d a d , g r a d o n i condicion q u e esté
m a s n o b l e y m a s s a n t a es su a b n e g a c i ó n . Él nos d e m u e s t r a con s u
eseeptuada d e ella, ni p u e d a evadirse d e ella. D o n d e menos se crée
e j e m p l o la necesidad absoluta q u e t e n e m o s d e h a c e r p o r n u e s t r o
q u e elia e s t á , alli se e n c u e n t r a m a s pesada y m a s s e n s i b l e . L a s c r u -
propio bien ló q u e él hizo t a n solo p o r n u e s t r o a m o r , t i nos d a
ces d e los p o b r e s son d e m a d e r a ; m a s toscas y m a s p e s a d a s en a p a -
la i m p o r t a n t e lección d e q u e nosotros d e b e m o s r e n u n c i a r a nuestro
riencia, pero en realidad son m a s ligeras. Las cruces d e los ricos y d e
propio juicio, á n u e s t r a v o l u n d a d , á n u e s t r o s deseos, a n u e s t r a s
los g r a n d e s del m u n d o son d e o r o ; brillantes en a p a r i e n c i a , p e r o
afecciones y a n u e s t r a s i n c l i n a c i o n e s , c u a n d o estos s c n . i m t e n u ,
t a n t o m a s p e s a d a s , c u a n l o el oro es m a s pesado q u e todos los
están en oposicion c o n la p a l a b r a d e Dios y con la ley d e Dios. 1.1
m e t a l e s . L a s c a l u m n i a s y las persecuciones son c r u c e s ; las miserias
n o s obliga, si es .pie t e m e m o s ofender á Dios y deseamos agradarle,
y las e n f e r m e d a d e s son cruces i g u a l m e n t e ; las humillaciones y los
á r e f r e n a r la licencia d e n u e s t r o s sentidos, á m o r t i f i c a r n u e s t r o s
infortunios, ias pérdidas imprevistas de las personas q u e amamos,
ojos n u e s t r o s oídos, n u e s t r o p a l a d a r , n u e s t r a lengua y lodo n u e s t r o
d e los b i e n e s y del h o n o r , las traiciones d e los h o m b r e s y las t e n t a -
c u e r p o , p a r a no v e r , p a r a no o i r , p a r a n o decir, p a r a n o g u s t a r m
ciones de los demonios, las exigencias d e 1a sociedad, los deberes
hacer c o s a a l g u n a q u e no sea s a n t a é inocente, j Al. I a el hW>J»e
del estado, los cuidados d e la p a t e r n i d a d y los sacrificios, exigidos
p r o f a n o , si el h o m b r e infiel, el h o m b r e c a r n a l es aquel q u e usa d e
por la condicion d e c a d a u n o , son o t r a s t a n t a s eruces.
condescendencias consigo m i s m o y se f o r m a u n ídolo d e s u propia
M a s asi como Jesucristo s u f r i ó el peso e n o r m e d e todas estas eru-
persona, el h o m b r e c r i s t i a n o , el hombre espiritual, el h o m b r e q u e ces, c a d a h o m b r e , cada crisliano deberá llevar i g u a l m e n t e la s u y a .
aspira al h o n o r d e s e r u n discípulo fiel de Jesucristo es aquel q u e se Jesucristo, d e j a n d o la cruz ¡i S i m ó n , representa á Jesucristo d i s t r i -
c o n t r a r í a á sí m i s m o , q u e e s t a en guerra consigo mismo, q u e s e b u y e n d o á lodos los h o m b r e s la cruz á q u e se s u j e t ó él mismo y que
mortifica, V q u e p o r consiguiente s e r e n u n c i a Á si m i s m o s i e m p r e cada uno d e nosotros p u e d e m i r a r c o m o s u y a : Crucem suam. Suya,
y en todas' las c o s a s : Si qnis vult pos! me ceñiré, flbneget semel.p- p o r q u e cada cual tiene u n a cruz q u e lleva p o r c a s t i g o , q u e s e i m -
sum, et tollat cruceni smim, et sequaiur me. pone p o r a b n e g a c i ó n , ó q u e l o m a d e s u s s e m e j a n t e s p o r c o n , p a s i ó n ;
Sin e m b a r g o J e s ú s , a n t e s d e ceder la cruz á S i m ó n , l a h a b í a lle- s u y a , p o r q u e todo cristiano la recibe ó tic s u s p a d r e s , ó d e sus a m i -
v a d o él m i s m o . P u e s b i e n , e s t a c i r c u n s t a n c i a n o s dice q u e si b u h o g o s , o de s u s superiores, ó de sus s u b a l t e r n o s , ó d e s u s rivales, ó d e
u n a cruz p a r a el C r i a d o r , n o f a l t a r á otra p a r a la c r i a t u r a : si h u b o s u s ¡guales, ó d e s u estado, ó d e su r a n g o , ó d e su probidad, ó d e sus
u n a c r u z p a r a el S a n i o d e los santos, coi, m u c h a mas razón h a - p a s i o n e s ; s u y a , p o r q u e se dirige ai bien espiritual d e cada h o m b r e
brá otra p a r a los p e c a d o r e s ; si Jesucristo, s u p u e s t o q u e se e n c a r g o en p a r t i c u l a r , y p o r q u e este es el o b j e t o q u e Dios s e ha propuesto
l i b r e m e n t e d e n u e s t r a r e d e n c i ó n , debió c a r g a r c o n la c r u z , Oporlmt desde la e t e r n i d a d ; s u y a , p o r q u e Dios elige p a r a c a d a i n d i v i d u o la
Chrislumpati-, ( L u c . ) c o n m u c h a m a s razón d e b e m o s n o s o t r o s lle- cruz m a s a d e c u a d a á s u s fuerzas, á sus necesidades espirituales, al
v a r l a para o b t e n e r los f r u t o s d e esta r e d e n c i ó n . El h o m b r e p a r a estado d e s u a l m a , al g r a d o d e s u s v i r t u d e s ó d e sus vicios, al n ú -
salvarse nccesita asociarse a los s u f r i m i e n t o s , á l a s ignominias y a la
mero d e sus méritos ó (le sus pecados, y á la energía de sos buenos vivir y morir sobre la cruz; esto es ser u n verdadero discípulo de
deseos ó de sus pasiones, supuesto q u e las cruces son, no solo una Jesucristo: Si r/uis vull pos! me venire, abneget seimtipsum el tol-
fuente de méritos, sino también un castigo, un auxilio y u n remedio. lo! cruceta suam, ct sequalur me.
Tal es la cruz que Dios reserva á cada cristiano coma s u y a : Cru- Mas esto no basta; Jesucristo, después de haber dejado á Simón
cen suam. Es necesario pues que eada u n o de nosotros la acepte la cruz q u e él habia sostenido en sus hombros por uu largo trecho,
como presentada por sus manos divinas, y que la t o m e él mismo se adelanta á é l , y dispone su marcha de tal manera q u e Simón le
como una coso que le pertenece: Tollat crucemsuam, á ejemplo slgitcy va inmediatamente despucs de él, sin adelantarse ni quedarse
d e Jesucristo q u e aceptó y llevó la suya como ofrecido por su Podre: atrás, sin ir mas despacio ni mas de prisa, sin separarse un solo paso
El hrtjvlans siU crucemM Cyrineo, rehusando al principio a car- á la derecha ni á la izquierda; él le guia de lal modo que signe no solo
gar con la cruz del Salvador q u e se le imponía, y obligado despucs el mismo c a m i n o , sino la misma senda, y va pisando las mismos
á sufrirla, á pesar de su oposicion y su repugnancia, no es otra cosa huellas ensangrentadas de su Redentor. Así se nos manifiesta la
que el cristiano q u e hace los esfuerzos posibles para ev adirse de la cuarta y última condleiou necesaria para tener la dicha de ser del
cruz que Dios le envía directa ó indirectamente. ; Vanos esfuerzos I número de los discípulos q u e signen á Jesucristo; condicíon que
supuesto que nuestra repugnancia, nuestros quejas y nuestras m u r - consiste eu seguir siempre fielmente sus pisadas, e n g u a r d a r su doc-
muraciones ante, la cruz q u e nos está preparada, ó b a j o el peso de trina con un cuidado escrupuloso, en cumplir fielmente su ley y en
la ipic se nos ha impuesto, no pueden alejarla d e nosotros m librar- imitar exactamente sus ejemplos : Elsequapttr me; sin esta condi-
nos de ella, y solo sirven paro hacérnosla mas pesada. Por consi- ción todas las demás serian vanas é ineficaces.
guiente, cuando Jesucristo, que hubiera podido evadirse de cargar V en efecto, muchos cristianos hay en el mundo q u e se glorían de
con la cruz, la toma sin manifestar la menor impaciencia ni profe- seguir á Jesucristo: Si quis vull posl me venire. Muchos hav que
rir una solo palabra, abrazándose á ella con toda la calma de la r e - sacrifican su paz, su reposo, sus bienes, su reputación, su salud y su
signación v todo el anhelo de la alegría: Etbajukm sibi crucera-, v i d a , y aun hasta su a l m a , y por consiguiente se renuncian á si
cuando con su ejemplo y con sn anxiiio consigue decidir á Simón a m i s m o s : Abneget semelipsum. Muchos hay que por su propia v o -
llevar, con las santas disposiciones q u e tiene él mismo, una cruz l u n t a d abranzan con gozo, y se imponen ellos mismos las cruces m a s
contra la que se sublevó en v a n o ; ¡ oh 1 entonces Jesucristo nos da pesadas, sometiéndose á toda clase de privaciones, de sufrimientos
una profunda enseñanza. Entonces nos dice que debemos llevar con y de ultrajes: Et tollal cruccm suam. Mas como esto no es en ellos
los mismos sentimientos q u e él la cruz que se nos impone á pesar m a s que u n vano aparato d e palabras que desmienten sus acciones,
n u e s t r o ; q u e obligados á aceptarla por necesidad , debemos a p r o - pues que esos cristianos no tienen de Cristianos m a s q u e el n o m b r e ;
piárnosla por virtud ; q u e es necesario convertir e n sacrificio como esta abnegación de sus mas caros intereses y aun de si mismos
voluntarlo lo q u e muchas veces es un castigo merecido por no tiene en ellos otro objeto q u e agradar ol mundo y satisfacer sus
nuestras culpas; que no solo debemos doblar pacientemente la pasiones; como ellos mismos forman las cruces que llevan, y se las
cerviz bajo su peso, sino tomarla nosotros mismos con valor, imponen por vanos respetos, por apariencias ridiculas, por locas
abrazarla con alegría, estrecharla con gozo contra nuestro seno, esperanzas, por obtener una dignidad e n el mundo, adquirir gloria,
como u n a cosa que nos es propia, como una cosa que hemos crearse una fortuna y disfrutar con ella los mas vergonzosos placeres,
deseado y querido nosotros mismos, como u u remedio de nues- en una palabra por satisfacer el orgullo, la ambición y los sentidos,
tras enfermedades, ó como la condición indispensable de nues- puede decirse con toda verdad que esas cruces son las del vicio y 110
tra salvación; y esto no por una sola vez, ni por nn solo dia, sino los de la virtud, que esas son las cruces del mundo y no las del E v a n -
como el mismo Salvador lo dice por S. Lucas, por todas las veces, gelio, cruces que se llevan por inspiración del demonio, y no por
por todos los dios, por toda la v i d a : Tollat cruccm suam quottdic;, obediencia ni por amor d e Jesucristo. Asi pues, los que llevan esas
esto es j u n t a r la abnegación voluntaria de sí mismo á la resignación clases de cruces no siguen á Jesucristo, 110 imitan su ejemplo ni
y á la paciencia cristiana en los sufrimientos involuntarios; esto es andan por sus caminos. P o r consiguiente su cualidad d e cristianos
lío los r e p o r t a utilidad a l g u n a ; su abnegación n o los m e j o r a ; sus
p u e s , n o s dice desde lo alto d e la m o n t a ñ a Jesucristo c a r g a d o con
cruces no los enriquecen, p o r q u e son cruces estériles, infructuosas
su c r u z , observad bien q u e en toda esta m u l t i t u d a f o r t u n a d a n o h a y
y culpables, en vez d e s e r f e c u n d a s , provechosas y santas; son cruces
n i n g u n o q u e no lleve en su f r e n t e el sello d e la verdadera fe, y en s u
d e dolor y no d e consuelo, d e perdición y no d e sal vacion; son cruces
corazon la abnegación d e sí m i s m o , y q u e n o v a y a c a r g a d o con el
q u e 110 se llevan en p o s d e Jesucristo, sino en pos del d e m o n i o ; que
peso d e su c r u z . Sabed al m i s m o l i c m p o q u e estas son las condicio-
110 n o s conducen al paraíso, sino al i n f i e r n o .
nes n e c e s a r i a s , inevitables y c o m u n e s á todos los q u e q u i e r a n c a -
¡ A l i ! la cruz q u e n o s sal va es la del Redentor, t e ñ i d a con su s a n - m i n a r en p o s d e m í : Si quis vull post me venire, abneget semel-
g r e , la q u e él recibid y a b r a z ó , y la q u e se lleva en p o s d e él y con ipsum, el lollal eraeem suma, el sequalur me.
é l : Ut sequalur vic.
Así p u e s , el S a l v a d o r llevando su c r u z , n o s esplica c l a r a m e n t e SEUr.VIll PARTE.
el e n i g m a , n o s hace p a l p a b l e la lección, y n o s m u e s t r a eficazmente
la necesidad q u e tenemos d e t o m a r u u e s t r a cruz y seguir á J e s u c r i s t o . N o se contentó el S a l v a d o r en su misterioso viaje al Calvario con
E s t o es lo q u e h a n a p r e n d i d o y h a n practicado todos los s a n t o s , p r e d i c a m o s con su e j e m p l o , sino q u e quiso instruirnos t a m b i é n con
todos los v e r d a d e r o s cristianos, todos los predestinarlos y lodos los sus p a l a b r a s ; p o r q u e a d e m á s d e los g u a r d i a s q u e le rodeaban iba
elegidos. Ved a q u í por que al c o n t e m p l a r con los ojos de la f e a Jesu- a c o m p a ñ a d o d e u n a l u r b a i n m e n s a y seguido d e u n g r u p o d e m u j e -
c r i s t o c a m i n a n d o ¿ o l o r o s a m e n t e b a j o el peso de su cruz, hacia la es- res compasivas q u e , p r o f u n d a m e n t e afligidas y vertiendo a b u n d a n -
c a r p a d a cima del G ó l g o t a , le vemos seguido d e u n a inmensa lurba tes l á g r i m a s á visla d e s u s i g n o m i n i a s y d e s u s p e n a s , a l e s l i g u a b a n
d e h o m b r e s q u e llevan d e t r á s d e él su propia c r u z , y s e d i r í g é n p o r el con su llanto y s u s g e m i d o s la inocencia d e J e s ú s y la injusticia d e
m i s m o c a m i n o . ¡ O h ! ¡ c u á n bella es esla perspectiva! Fijad en ella, s u s j u e c e s : SeqiUbalur aulem illum mulla lurba populi el mv.lie-
a m a d o s h e r m a n o s , v u e s t r a s m i r a d a s . Ved sobre la cima del m o n t e a rum, quo' plangebanl el lamenlabanlur eum. (I.ue.¡ El Señor se
Jesucristo q u e , c o m o c a b e z a y m o d e l o d e t o d o s los elegidos, d e todos v u e l v e , y desde la c u m b r e del m o n t e dirige u n a m i r a d a m a j e s t u o s a
los predestinados y d e todos los v e r d a d e r o s cristianos, h a a b i e r t o la sobre esta m u l t i t u d q u e se estendia á s u s piés en la p e n d i e n t e del
s e n d a y m a r c a d o el c a m i n o ; ved c o m o le siguen i n m e d i a t a m e n t e Gólgota; y c o n aquel poder d i v i n o , con q u e en G e l s e m a n í h a b i a dejado
María y J o s é , los p r i m e r o s en p r a c t i c a r el Evangelio en toda su seve- inmóviles á los J u d í o s al dirigirles s u s reconvenciones, d e j a a h o r a
ridad y en toda su p e r f e c c i ó n , a u n a n t e s d e q u e f u e s e publicado. helados d e l e r r o r á los j u e c e s , á los soldados y á los verdugos hacién-
M i r a d a u n , y v e d los a p ó s t o l e s , los m á r t i r e s , los confesores y las doles oír s u s a m e n a z a s . T r a n q u i l o y sereno, con u n aire d e S e ñ o r
vírgenes. C o n f u n d i d o s entre ellos c a m i n a n todos los j u s t o s d e los d o s q u e m a n d a , con un lono d e m a e s t r o q u e i n s t r u y e y de legislador q u e
T e s t a m e n t o s , d e t o d a s las l e n g u a s , d e todos los pueblos, d e todas i m p o n e s u s leyes al u n i v e r s o , s e dirige m a s p a r t i c u l a r m e n t e á las
e d a d e s , sexos y condiciones. ¡ O h ! ¡ c u á n s a n t o , cuan noble, a u g u s t o m u j e r e s q u e veía tan afligidas y las d i c e : Hijas d e J e r n s a l e n , n o
é i m p o n e n t e es este c o r t e j o ! Su gozo es sincero, su paz p r o f u n d a , su lloréis sobre m í , y o n o camino a la m u e r t e sino p o r mi v o l u n t a d .
paso m a j e s t u o s o y su vida p e r f e c t a . j , a fe lo a n i m a , la confianza lo Llorad m a s bien sobre vosotros m i s m a s , h i j a s i n f o r t u n a d a s , v e r t e d
sostiene, la c a r i d a d lo i n l l a m a , el p u d o r lo embellece y la penitencia l á g r i m a s a m n r g a s s o b r e vuestros hijos; p o r q u e no está lejos el dia
f o r m a su m a s brillante a d o r n o . En él ios consuelos están u n i d o s a en q u e estallará s o b r e J e r u s a l e n la terrible c a t á s t r o f e q u e la c u b r i r á
los sacrificios, y las e s p e r a n z a s á las v i r t u d e s . ¡Oh! ¡ quién rne diera, d e luto. ¡Dichosas entonces las m u j e r e s estériles q u e n o h a n laclado
quién nos concediera á todos f o r m a r p a r t e d e ese precioso c o r t e j o ! h i j o s ! ¡ y d e s g r a c i a d a s las m a d r e s c u y a fecundidad solo h a b r á s e r -
A p r e s u r é m o n o s á i n t r o d u c i r n o s eu s u s lilas y á c a m i n a r con é l , por- v i d o para proveer d e v í c t i m a s . i la justicia d i v i n a ! (Lúe.) ¡Ay I los
q u e no h a y d o s c a m i n o s q u e p u e d a n conducirnos al ciclo, sino males de la vida p r e s e n t e n o s e r á n m a s q u e u n a débil i m á g e n de los
uno solo q u e es el del Calvario, p o r el q u e i r e m o s a c o m p a ñ a d o s d e q u e m i s enemigos los pecadores deben s u f r i r en la vida f u t u r a . ¡ Q u é
los b u e n o s y en p o s d e J e s u c r i s t o . N o s o t r o s n o d e b e m o s r e h u s a r h o r r o r no se a p o d e r a r á d e ellos c u a n d o se presenten en el f o r m i d a -
e n t r a r en este c a m i n o si q u e r e m o s l l e g a r ai t é r m i n o d e é l . Observad b l e tribunal d e este m i s m o Mesías q u e t a n t o deseo tienen ahora d e

19.
ver suspendido cu la cruz I Ellos pedirán entonces como u n favor nunciando á los atractivos y ó los placeres del mundo, van á sepul-
que las montañas caigan sobre ellos para aplastarlos, y que los c o - tar en los claustros los encantos de la juventud, de la graciay de la
llados se bajen para cubrirlos. ( Z w . 23. Porque si el Hijo de Dios, belleza, ó que permanecen en el mundo, pero que. Ic desprecian, y
árbol verde d e gracia y d e virtud, es probado boy por la justicia di- viven separadas de él como si no perteneciesen á él. Jesucristo con-
vina con t a n t a d n r e z a , q u é trato deben esperar las r a m a s secase servo todavía, en todas las condiciones, en todos las clases y en
inútiles, es decir los pecadores enemigos de Dios? [lúe.) todo les lugares, un gran número de almos fieles y fervorosas q u e
¡ O Dios lleno de misericordia 1 ¡ o palabras inflamadas de amor 1 observan una vida distribuida cristianamente entre las obligacio-
bajo el peso d e l a c r u z , marcando el camino del Calvario consus caldas nes d e su estado y las prácticas de religión, cuya primera atención es
y sangre, en medio de las burlas de los sacerdotes, de los insultos la salvación de su alma, cuyas ocupaciones preferentes son las l e c -
del populacho y de los golpes q u e le d a b a la soldadesca, cu tanto turas piadosas y la frecuencia d e sacramentos, cuyo tesoro es la gra-
q u e su cuerpo estaba entregado á todos los dolores y su persona es- cia, y cuyas delicias son la caridad, la orucion y la devoción: H a y
puesta á todas las ignominias, Jesús sin embargo no olvida ni a b a n - todav ía un gran número de almas justas que 110 reportan otra recom-
dona al pueblo dricida. El Judio le ultraja, y él le instruye por com- pensa de su justicia que el olvido, la persecución y el menosprecio.
pasión , el Judío le desprecia, y él le llama. F.I Judío le conduce a Y bien, esos cristianos sinceros, q u e siguen verdaderamente á Jesu-
la muerte, y Jesús le invita á la penitencia, á la reconciliación, al cristo, y que llenos de su espíritu llevan también su cruz y se dirigen
perdón y á la v i d a : Filial Jerusulern, super nos ipsas flete. Por esta místicamente por el camino del Calvario p a r a ser'alli continuamente
razón le pone ante los ojos la severidad de los juicios de Dios, el hor- crucificados con él, según la espresion de S. Pablo, escitan con fre-
ror d e s ú s venganzas, las adversidades del tiempo v las penas de la cuencia, en su vida humilde y penitente, la compasion de los m u n -
eternidad : Si inviridi hoe faciumt, in árido quid fiel? danos, como .Tesus eseitó la de los Judíos. ¡Hijas desgraciadas, dicen,
desventurados jóvenes! ¡ encerrarse asi en la ílor de su juventud e n
Estas palabras, dice S. León, fueron e n la persona de los Judíos
una especie de tumba, sin otra sociedad que la tristeza, el silencio
presentes á tan triste, espectáculo dirigidas igualmente a los cris-
5" la mortifieation I ¡Pobres seres, dignos de compasion q u e se privan
tianos futuros, que olvidados de si mismos, se mostrarían un día es-
de los goces mas inocentes, q u e no disfrutan ninguno d e los placeres
candalizados, confundidos y afligidos por los bárbaros tratamientos,
del mundo I ¡ siempre poseídos de temor, siempre en lucha consigo
las ignominias y los ultrajes que el Hijo de Dios sufrió en su pasión.
mismo, siempre llorando! ¿Cómo pueden condenarse á una vida tal
Por consiguiente al decir á estos cristianos, volved sobre vosotros
que 110 es m a s q u e u n a muerte continuada 1 Ptangebantet lamcnta-
mismos la compasion q u e manifestáis por m í , quiso decirles: En
ban/vreunt.
vez de- entristeceros y d e ruborizaros d e las ignominias y de los do-
lores que yo he sufrido voluntariamente como Redentor, por la sal- Pero estas almas santas, á imitación de Jesucristo, su Salvador y
vación del m u n d o , cstremecéos al pensamiento terrible de que yo su modelo, responden á su vez á los m u n d a n o s : O hijos dc'la impía
mismo vendré u n día, con todo el esplendor de la majestad de mi Jerusalcn, hijos del siglo corrompido, no lloréis ni os aflijais por
Eterno Padre, á juzgar al mundo como juez inexorable. En vez de nuestra s u e r t e : Filia) Jerusalem, nolite flere super nos, mucho mas
gemir por las penas del Salvador de los creyentes, llorad por la lo- molesto nos seria gozar de las delicias de vuestro mundo, que á vos-
e u r a y la impiedad de los temerarios que perecen (I). otros privaros d e ellas; en pos de Jesucristo, enlre las espinas de
la mortificación, en las lágrimas de la penitencia y en la austeridad
Sin embargo, en medio de la corrupción general de costumbres,
del retiro, en la aflicción, en las tribulaciones y el menosprecio go-
de la tibieza en la fe y del olvido del Evangelio en que h a caido la
zamos d e la calma y de la paz del eorazon; nosotros somos felices en
mayor parte de los Cristianos, Jesucristo conserva todavía uua p o r -
poseer la gracia y tener la esperanza de la salvación; por consi-
cion escogida de castas vírgenes y de jóvenes de alma pura que, re-
guiente ninguna necesidad tenemos de vuestra compasión ni de
( 1 ) ¡Volité flere p r o munili redemplione morienlera, cjuem i u majeslate l'alris sui
vuestras lágrimas hipócritas. Pero vosotros, con el pecado cu el alma,
vidfliilis judicanlem. Lugendum nobis plañe esl, non de Salvatorc credenliuin, sed
en desgracia con vuestro Dios, en peligro continuo de morir con la
d e impídate el temcrilatc pereuntium {Serm. X . de País.)
m u e r t e (le los p e c a d o r e s , en presencia del infierno, abierto s i e m p r e será del s a r m i e n t o á quien la vid n o c o m u n i c a ya su s á v i a ? Qué
b a j o v u e s t r o s pies, vosotros sin f e , sin e s p e r a n z a y sin a m o r , decid- s e r á del árbol á r i d o d e maldición, scco y a por el fiiego d e las pasio-
n o s , ¿teneis acaso, en m e d i o d e vuestras i n t r i g a s , d e v u e s t r o s p l a c e - nes, y preparado p a r a a l i m e n t a r ci fuego del i n f i e r n o ? Si l a s a n t i -
r e s y d e vuestras diversiones, u n solo dia sin p e n a s , 1111a n o c h e siu d a d misma n o se p e r d o n a , ¿ s e g u a r d a r á n consideraciones con la ini-
cavilaciones, un m o m e n t o sin disgustos, s i n a m a r g u r a s interiores, q u i d a d ? Si Dios castiga tan severamente en Jesucristo unos
siu t e m o r e s y siu r e m o r d i m i e n t o s ? ¡Ahí vosotros os creeis libres, la pecados q u e 110 son s u y o s , ¿ c e r r a r á los ojos sobre, n u e s t r o s propios
alegría estó p i n t a d a en v u e s t r o semblante, p e r o sois esclavos m i s e - p e c a d o s ? S i in viridi hoe faeiunt, in árido quid fiet?
rables y vuestro corazón estó lleno d e tristeza y d e a m a r g u r a . Nos- Sin e m b a r g o . Dios 110 nos repite estas terribles p a l a b r a s con
otros somos d i g n o s d e envidia, y vosotros d i g n o s de ser l l o r a d o s : el objeto d e i n t r o d u c i r el e s p a n t o e n nuestros corazones, sino con
Nolite fiare super nos, sal super vos ipsns flete. ¥ si quereis llorar el fin de convertirnos. E s t a s no son a m e n a z a s d e v e n g a n z a , sino
sobre los d e m á s , llorad s o b r e v u e s t r o s h i j o s , r e a l m e n t e desgraciados invitaciones d e t e r n u r a . Al ponernos á la vista el terrible, c u a d r o
p o r t e n e r u n o s p a d r e s tan poco religiosos y t a n c o r r o m p i d o s . G e m i d de s u s t r e m e n d o s juicios, nos excita á q u e los evitemos; v en l a
s o b r e vuestros hijos á los tpie no d e j a r é i s o t r a h e r e n c i a q u e u n a p e r s o n a d e las bijas culpables d e J e r u s a l e n , llama á las almas peca-
f o r t u n a m a l a d q u i r i d a , vuestros vicios, y u n n o m b r e cubierto d e d o r a s , l u í a s d e su Iglesa, á l l o r a r sobre s u s c u l p a s p a r a o b t e n e r el
i n f a m i a : ,Stiper filios •vatros-. ¡ 1) ¡jos i n f o r t u n a d o s 1 Dios os los h a b i a p e r d ó n . R e s p o n d a m o s á estas invitaciones a m o r o s a s de la divina
d a d o p a r a el cielo, y vosotros los e d u c á i s p a r a el i n f i e r n o ; por c o n - misericordia. V o l v a m o s á colocarnos en p o s d e Jesucristo p o r el
siguiente, herederos d e v u e s t r a s m á x i m a s c o r r o m p i d a s y del escán- a r r e p e n t i m i e n t o y por el firme propósito d e o b s e r v a r u n a vida cris-
d a l o d e vuestra v i d a , p a r t i c i p a r á n u n dia d e v u e s t r o castigo. Llorad t i a n a , á fin d e q u e , despues d e h a b e r sido sus c o m p a ñ e r o s en la
p u e s sobre ellos y s o b r e vosotros al mismo tiempo, ó m a s b i e n , c o - tierra p o r la gracia, seamos u n dia en el cielo, c o m o nos lo ha pro-
m e n z a d desde a h o r a , vosotros con ellos y ellos con vosotros, ese metido, c o m p a ñ c r o s d e su g l o r i a : Vbi ego sum, ibiet ministermeus
llanto eterno á q u e seréis c o n d e n a d o s : Super vos ipsos flete el su- erit. [Joan,] Así sea.
per /dios üstros.

Qué p a l a b r a s tan terribles hizo oir el Señor c u a n d o a ñ a d i ó : Si el


á r b o l v e r d e es t r a t a d o d e este m o d o , ¿ q u é s e r á del á r b o l seco? Si in
viridi hoe faeiuntin árido quid fiel? ¡ 0 v o s o t r o s los q u e , p a r a e n -
t r e g a r o s al desorden c o n m a s libertad y m e n o s r e m o r d i m i e n t o s , te-
néis p o r n a d a el p e c a d o , ó le consideráis c o m o u n a cosa i n d i f e r e n t e ,
pesad bien eslas p a l a b r a s con q u e J e s n c r i t o n o s ha revelado el u l -
t r a j e q u e el p e c a d o h a c e á Dios, y los g r a n d e s castigos q u e están
reservados á los p e c a d o r e s 1 p o r q u e ved a q u í el s e n t i d o d e esta a m e -
n a z a : Si solo el vestido del p e c a d o con q u e Jesucristo se c u b r i ó
p o r n u e s t r o a m o r le e s p u s o á t a n t a s i g n o m i n i a s y á t a n t a s penas
a n t e la justicia d e Dios, ¿ c ó m o es posible q u e esla m i s m a justicia n o
se m u e s t r e i n e x o r a b l e c o n los h i j o s d e los h o m b r e s q u e p o r su m a -
licia son culpables d e m i g r a n n ú m e r o de p e c a d o s ? Si aquel cuerpo
inmaculado, santuario de la pureza, f u é despedazado con tanta i n -
h u m a n i d a d , ¿ q u e s e r a del n u e s l r o en el q u e no h a y parte a l g u n a q u e
n o sea i m p u r a ? Si el á r b o l verde, si la oliva escogida de la q u e p r o -
cede toda la u n c i ó n de la g r a c i a , si la v e r d a d e r a vid q u e lleva sazo-
n a d o s f r u t o s es así m a l t r a t a d a , ¿ q u é s e r á del olivo silvestre, q u é
m i s m o q u e el Calvarlo; y es cierto, dice S . G e r ó n i m o , a p o y á n d o s e
en una tradición a n t i g u a de los J u d í o s , q u e el sacrificio d e Isaac se
verificó presisamente en el m i s m o l u g a r e n q u e fué crucificado J e s u -

CONFERENCIA VIGÉSIMA SÉPTIMA. cristo ( t ) .


A b r a h a u conoció desde luego d e u n a m a n e r a profética este g r a n d e
é inefable misterio del Dios P a d r e , que. debia i n m o l a r u n día á su
uitrncillsion.
Hijo único en el m i s m o l u g a r eu q u e este s a n t o patriarca ofreció el
s u y o . V v e d aquí p o r q u e en el éxtasis q u e le causó esta m a r a v i l l a ,
/.«mi »»los «i»! » » " < • "" < , t M m ' " . y en su piadoso reconocimiento, dió á este l u g a r el n o m b r e d e M -
auxilian* mil-i. duxilium meum i Domino, fui ria, p a l a b r a q u e significa el Señor ve. Y d e s p u é s se principió á u s a r
feeit caíum el Ierran.
esta e s p r e s i o n : Dios verá sobre este m o n t e : In Monte Dominusvi-*
Yo «leí mis ojos liacia Iss m n U t * i» J " n J t 0 , 0 debit. \ c o m o la vista de. Dios es la manifestación d e su m i s e r i -
vendrá el so.ilio W espero. Ble ausilio tendrá de
JJios que libo el cielo r la tierra. c o r d i a , esta espression, Dios verá sobre el monte, f u é u n a profecía
(Pso. 4201 luminosa d e lo q u e h a b í a d e suceder un d í a sobre este m o n t e , d e
d o n d e la misericordia divina d e b i a descender al m u n d o . A esta infi-
n i t a misericordia, q u e d e s d e el Calvario debia d e r r a m a r s e sobre t o -
V e r d a d e r a m e n t e e s u n espectáculo m u y t i e r n o el del joven I s a a c d o s los h o m b r e s , se referia David c u a n d o , eu n o m b r e d e toda la h u -
que. en el n , o m e n t o en q u e sabe q u e es la victima w o ^ p r m a n i d a d d e g r a d a d a y c u b i e r t a d e aflicción, e s c l a m a b a : « El S e ñ o r
Dios, se e n t r e g a c o n u n a resignación a b s o l u t a » todo c u a n t o su p a d r e q u e crió el cielo y la tierra es el único q u e p u e d e socorrerme. P o r
quiere, hacer d e e l . Con la lena q u e h a llevado sobre s u s prop s eso t e n g o y o siempre la vista fija en el m o n t e de. d o n d e m e v e n d r á
h o m b r o s le a y u d a á levantar la hoguera sobre q u e d e b e s e r c o n s u - un dia un auxilio tan p o d e r o s o : Uvavi oculos meos in montes,
m i d o : él mismo se corona d e flores; él s e coloca e s p o n t á n e a m e n t e v.nde veniet aivrilium mil,i. Auxilñm meum ti Domino, qui feeit
sobre el a l t a r , p r e s e n t a s u s m a n o s á las c u e r d a s d e s t i n a d a s a a t a r l e ; ecelum el terram. H a b i e n d o llegado ya á la tercera y última p a r t e
él a b r a z a el i n s t r u m e n t o d e su suplicio y t i e n d e su cuello al h i e r r o d e la pasión de nuestro S a l v a d o r , principiaremos en el dia de h o y á
c e n t e l l a n t e q u e debe herirle; y d e s p u é s , resignado y tranquilóse considerar los g r a n d e s misterios d e misericordia q u e él o b r ó en el
dispone á recibir la m u c r l e d e manos del m i s m o d e quien recibió la Calvario. Como n o s p r o p o n e m o s cspliear en o t r o lugar el m i s t e r i o
de la CITO, nos limitaremos h o y á meditar s o b r e las"circunstancias
1 históricas d e la crucifixión del R e d e n t o r . E n ella veremos t a n t a s se-
' T Y cómo es posible d e j a r d e reconocer en el sacrificio heroico del
ñales d e e s p e r a n z a , y t a n t a s p r u e b a s de c o n f i a n z a c o m o nos h a n
hijo único de. A b r a h a u la figura a n u n c i a d a t a n t o s siglos a n t e s y la
venido del Calvario, á fin ,1c q u e nosotros t a m b i é n t e n g a m o s s i e m -
p i n t u r a m a s viva d e l a s circunstancias q u e a c o m p a ñ a r o n absacriti-
p r e tijas en esle m o n t e las m i r a d a s d e n u e s t r o c o r a z ó n , y o b t e n g a -
cio d e Jesucristo, H i j o único d e Dios? Él también llevó sobre sus
mos los anxilios-que no p u e d e n venirnos sino d e Dios por la m e d i a -
h o m b r o s la l e ñ a d e su holocausto, la c r u z ; el m i s m o se coloco en
ción ,1c J e s ú s c r u c i f i c a d o : Levavi oeulos rneosin. montes, unde
ella como I s a a c ; él ofreció t a m b i é n sus manos y s u s pies, no p a r a
ventel auxtlium mil,i. Auzilium meum á Domino, qui feeit ca-
ser a t a d o s c o n c u e r d a s , sino p a r a ser a t r a v e s a d o s con clavos, él en
lumet terram.
fin, sobre este altar de dolor, espera o b e d i e n t e y resignado hasta la
muerte, Faelus obediens-usque ad mortem, q u e s u eterno Padre, PRIMERA PARTE.
a r r e b a t a d o por el fuego d e su c a r i d a d por la salvación del m u n d o ,
v e n g a á h e r i r l e por m a n o d e los J u d í o s : Sielkus ditexit mundum, Es cosa d i g n a d e notarse q u e , m i e n t r a s q u e m u c h a s p a r t i e u l a r i -
•id Filiumsuum migenitmndaret. Y p a r a q u e no f a l t e n i n g ú n rasgo (!) Ab amiquis Jud*« cerlissime cognoviquod Ibi immolalns si, 1, M C nbi
d e s e m e j a n z a e n t r e los hechos y la figura, el m o n t e M ó n a es el posteaUnstns erucifivn, est. ^pud. S. J,,g. Sem. XXI. de Ten,p.)
tantc, llegada hasta mí, m e enseña que el primer hombre, salido de
dades de la pasión de nuestro Señor, referidas por uno ó dos E v a n -
las manos de. Dios, f u é sepultado en el Calvario, en el mismo lugar
gelistas se pasan en silencio por los otros, todos cuatro h a y a n notado
en que el Salvador fué crucificado á fin de hacer patente, como dice
con una atención especial la circunstancia de que Jesucristo fué cru-
S . Pablo, q u e asi como todos los hombresestaban muertos en Adán,
cificado , en el lugar del Calvario ó de la Calavera. » Pero no os
todos debían renacer en Jesucristo ¡1) .o
admiréis de esto; la grandeza, la importancia y los efectos de la
I.o mismo afirman otros padres, como S. Cipriano, S. Atanasio,
crucifixión del Salvador están ligados e n gran p a r t e a la circuns-
S. Basilio, S. Gregorio de Nacianzo, S. Ireneo, S. Epifanio, S. Juan
tancia del lugar de su muerte. Porque en este mismo monte fue e n
Crisóstomo, S . Ambrosio, S. Agustín, S. Cirilo, Teofilacto. Beda y ,
el que i b e l , Hoé, Melquisedec, A b r a b a n , Josué, David, Salomón y
cu una palabra, todos los doctores y todos los intérpretes. Pues
todos los pontífices descendientes de Aaron ofrecieron á Dios sacri-
bieD, una creencia t a n común y tan universal, q u e se encuentra á
ficios, cada uno de los cuales representaba una de las particular,da-
u n tiempo mismo en la Palestina, en la Tracía, en la Grecia, en el
des del sacrificio de Jesucristo. Asi pues, al repetirnos los Evange-
Egipto y en la misma Italia, no puede proceder de una opiuion for-
listas que Jesucristo f u é crucificado en el Calvario, quisieron darnos
mulada por un solo Padre y adoptada ciegamente por los demás
á entender que todoslos antiguos sacrificios tan frecuentes, t a n ma-
b a j o su p a l a b r a ; ella es el resultado evidente de una tradíciou c o -
gníficos y tan solemnes, y que h a b l a n sido ofrecidos sobre es e
mún y universal.
mismo monte por hombres de una santidad t a n inminente, eran la
En efecto los Padres, á ejemplo de Orígenes, no afirman este he-
finura del grande v augusto sacrificio de Jesucristo; que de este sa-
cbo como una opinión propia, sino como una creencia tradicional
crificio lomaban aquellos su eficacia; que por esta inmolación eran
mas antigua q u e el Cristianismo, que conservaban los mas sábios
aquellas hostias agradables a Dios; q u e viniendo Jesucristo a inmo- de entre los Hebreos. S. Epifanio en particular llama esta tradición
larse sobre este monte misterioso, colocó su sacrificio en lugar ue un monumento escrito (2j. F i n a l m e n t e , debemos observar que los
todos los otros, aboliéndoios todos p a r a siempre; que el realizo todas sanios Padres no solo han hablado de ella sin la menor desconfian-
las figuras, llenó todas las profecías y cumplió toda la ley. U n a - za, sino q u e la h a n referido como una cosa conforme á la teología
mente, que la misericordia grande, y los auxilios poderosos que j a de la fe, digna d e la providencia de Dios y d e l misterio de la muerte
humanidad esperaba del monte Calvario con uua esperanza tímida, del Redentor,
ios tienen va seguros todos los hombres que manifiesten deseos de
Oigamos á algunos de ellos. E n v e r d a d , hermanos mios, dice
alcanzarlos, echando háeia ese monte una mirada d e f e : Levrn
S. Agustín, no sin razón se cree que el médico celestial fué elevado
oculos meos in montes, untle venid auxilium mihi.
en la cruz en el mismo lugar en que yacía el hombre enfermo. Era
; Sabéis V osotros d e quien es esa calavera, esacabeza augustade la m u y diguo de la misericordia divina inclinarse hácia el hombre por
que tomó su nombre el monte Calvario? Es la cabeza, es la cala- quien el orgullo humano había caído; es m u y j u s t o c r e e r que la s a n -
vera de Adán; pues q u e , según el testimonio de un interprete (Ap. gre preciosa de Jesucristo, al salir de su cuerpo, se dignase tocar el
A i-ap.), Noé ai entrar cu el arca depositó en ella los huesos y la polvo del antiguo pecador, y le rescatase ( 3 ) . S. Ambrosio observa
calavera de Adán p a r a salvarlos del diluvio, y cuando el diluvio
cesó, dió sepultura en el Calvario á los restos del primer padre del (1) Vei.it tradilio u i q u e ad me, quod Corpus Ad;e ibi sepnllom est ubi eruc.iC.viis
género humano, del primer barro organizado por las manos de Dios. esl C b n s t n s ? ut, sicul in Adam omnes m o . i u u t o r , sic el iu Cllrislo omnes viviü-
(In. Matth. 21.) . c e n t u r . (>n Man/,.)

Tertuliano se espresa en eslos términos s « Aquí, en el Calvario, ¡S) L i b r a r a n , monumeniis didicimus Dominuo, r.osliom desuní Cluislum in
Golgotba esse crurifixuui, nimirutr. in en potissimun, loeo in nuo ¿ d t e eorpus
donde sabemos que f u é sepultado el primer hombre, padece J e s u - jaceret. -
cristo, v la tierra es regada con sn sangre preciosa á fin de que el
(3! El s e r é , fratres, non incongrne orcdilnr, quod flg ereclos sil meJicai ubi
polvo del viejo A d á n , mezclado con la sangre d e Jesucristo, pueda
jacebal agroliu. El digouin eral ul ubi occiderat humana s u p u t ó ibi se
ser purificado con la virtud del agua divina que mana del cuerpo inclinare, divina misericordia, c: s a n ; , , i , i l l e pretiusns elian, corporatiler p'ul.erem
del Señor.» Orígenes añade á este propósito: . U n a tradición cons-
convenía que Jesucristo, principio de nuestra vida, fuese cruci- d i e r o n en u n m i s m o l u g a r ; vosotros n o s h a b é i s h e c h o conocer q u e
ficado e u el m i s m o l u g a r e n q u e , e n la p e r s o n a d e A d á n , s e e n c o n - Jesucristo murió por aquel primer padre, por aquel primer h o m b r e ,
t r a b a el p r i n c i p i o d e n u e s t r a m u e r t e ( l ) . c u y o hijo se d i g n ó l l a m a r s e e n e l E v a n g e l i o , d e s i g n á n d o s e s i e m p r e á sí
, O h ' i c u a n b e l l o v c u á n r i c o d e b o n d a d es e s t e m i s t e r i o 1 A d á n , e n m i s m o c o n el n o m b r e d e H i j o d e l h o m b r e , e s d e c i r d e A d á n , Filias
castigo de su desobediencia, se habla y a reducido ú cenizas, según la hominis, id esl, Ada. : V. L a p . ; D e e s t e m o d o n o s h a b é i s d a d o á
a m e n a z a d e D i o s . A l l í el c u e r p o del p r i m e r p e c a d o r , q u e f u é é ho- conocer q u e en la misericordia i u m e n s a , u s a d a con n u e s t r o p r i m e r
m i c i d a d e s u r a z a , a l l í la c a b e z a c u l p a b l e q u e f u é el o r i g e n d e l pe- padre, fuimos comprendidos nosotros q u e somos sus desventurados
cado v el p r i n c i p i o d e l r e i n a d o d e l a m u e r t e , e s p e r a b a d e s p u é s d e h i j o s . ¡ O m o n t e q u e r i d o d e l C a l v a r i o ] ¡o p r e c i o s o recuerdo I A este
c u a r e n t a s i g l o s , q u e l a c a b e z a i n o c e n t e , el S a l v a d o r , e l p r i n c i p i o d e pensamiento desaparece nuestra timidez, nuestra confianza renace,
l a r e s u r r e c c i ó n v d e l a v i d a , le h i c i e s e e s p e r i m e n t a r l o s e f e c t o s d e s u nuestro coraron palpita de esperanzo, y nosotros a g u a r d a m o s de
p o d e r v d e s u c a r i d a d . P u e s b i e n , el S e ñ o r v i e n e á e n c o n t r a r e s a e s t e m o n t e s a n t o c o n u n a c o n f i a n z a filial el a u x i l i o d e D i o s t o d o p o -
c e n i z a e n el l u g a r e n q u e s e h a d i s u e l t o ; él p l a n t a a l l . el á r b o l de d e r o s o , q u e e s e l ú n i c o q u e p u e d e s a l v a r n o s : Levavi oeulos tueos
s u c r u z . ; é l d e j a c a e r s o b r e ella l a s g o t a s d e s u s a n g r e , y d e l m i s m o in montes, undeveniel auxilium tnilti.
m o d o q u e l a g a l l i n a , c o m o él m i s m o l o h a b i a d i c h o , h a c e s a h r c o n M a s e n t a n t o que, n o s o t r o s n o s d e t e n e m o s en estas c o n s i d e r a c i o -
su c a l o r v su a m o r los pollos vivos d e los h u e v o s q u e p a r e e , a n sus- n e s , l o s J u d í o s p r e s e n t a n al S a l v a d o r l a b e b i d a d e l o s c o n d e n a d o s á '
tancias i n a n i m a d a s y m u e r t a s , así J e s u c r i s t o , con su s a n g r e y s u m u e r t e , s e g ú n e s t a b a a n u n c i a d o e n la E s c r i t u r a en estas p a l a b r a s :
c a r i d a d , r e a n i m a e s t a c e n i z a y l a c u b r e c o n l a s a l a s d e s u ci z D a d l i c o r e s y v i n o á los q u e están e n l a a m a r g u r o d e e o r a z o n . [ P r o v .
Quemad,,toduttt gallina congregat pulíoslos « t o t e ; (MaUh^ 3 1 . ) ¡ M a s a y l ¡ o invención del i n f i e r n o ! esta b e b i d a n o está c o m -
él l a s f e c u n d a , h a c e n a c e r d e e s t a s p i e d r a s h i j o s d e A b r a h a n y los p u e s t a d e v i n o y m i r r a c o m o la q u e s e a c o s t u m b r a b a d a r á l o s s e n t e n -
t o m a b a j o s u p r o t e c c i ó n . D e s p u é s , e n l u g a r d e las p a l a b r a s d e c o - c i a d o s á m u e r t e , á fin d e h a c e r l e s c a e r e n u n a e s p e c i e d e l e t a r g o ,
l e r a : P o l v o e r e s v e n p o l v o t e h a s d e c o n v e r t i r ( G e n e s . ) , le h a c e o í r , q u i t a r l e s la r e f l e x i ó n y d e b i l i t a r e n ellos el s e n t i m i e n t o d e dolor.
s e g ú n S . P a b l o , "estas p a l a b r a s de m i s e r i c o r d i a : L e v a n t ó t e , tu q u e Para Jesucristo se compuso de vino corrompido y de hiél: Dederunt
d u e r m e s el s u e ñ o d e l a m n e r t e ; sal d e l a t u m b a , a h o r a q u e la l u z d e eirinum btberecum felle mixtum; ( M a t t h . ) y aquellos criminales
t u S a l v a d o r t e l l a m a c o n t o d a t u r a z a a la r e s u r r e c c i ó n y a la v i d a convertieron así e n u n n u e v o m o t i v o d e t o r m e n t o esta especie d e

¡ O r a s a o i n e f a b l e d e l a b o n d a d d i v i n a I E l a u t o r d e l p e c a d o es el alivio, y dieron u n a prueba d e su i m p í a c r u e l d a d e n el t i e m p o

p r i m e r o q u e p a r t i c i p a d e la s a n g r e d e l a u t o r d e l a j u s t i c i a . El a u t o r d e mismo en q u e querían aparecer animados d e sentimientos d e h u -

la m u e r t e v e m o r i r sobres." a l a n t o r d e l a v i d a ; y la m a l i c i a d e l p r i m e r manidad. [InJoan.)

A d á n e s p e r i m e n t a los m é r i t o s del s e g u n d o . Gracias o s s e a n d a d a s , o S i n e m b a r g o , el S a l v a d o r n o p e r m i t e s i n u n m i s t e r i o p r o f u n d o e s t e

santos Evangelistas, por habernos trasmitido lacircunstanciaimpor- artificio d i a b ó l i c o d e b a r b a r i e . A d á n q u e e s t a b a allí p r e s e n t e h a b i a

t a n t e d e q u e Jesucristo f u é crucificado y m u r í ó s o b r c e l c u e r p o de A d á n , pecado por intemperancia y p o r gula, y esta pasión le h i z o e c h a r

así n o s h a b é i s descubierto las relaciones secretas y misteriosas q u e u n a m i r a d a a t r e v i d a y e s t e n d e r s u m a n o r e b e l d e h a c i a el á r b o l d e

u n i e r o n l a m u e r t e , la s e p u l t u r a y l a r e s u r r e c c i ó n del p r i m e r Adán la m u e r t e . V n o s o t r o s t a m b i é n , hijos d e aquel p r i m e r p e c a d o r , ce-

con la m u e r t e , la s e p u l t u r a y la resurrección del s e g u n d o , su- d i e n d o á e s t a m i s m a p a s i ó n , a b u s a m o s d e los a l i m e n t o s q u e D i o s

puesto q u e nos habéis dicho q u e todos estos acontecimientos suce- n o s p r e s e n t a , v n o s e n t r e g a m o s con frecuencia á los p l a c e r e s d e l a
g u l a y á l o s e s c e s o s d e la i n t e m p e r a n c i a . A s í p u e s , c u a n d o Jesu-

anúqui recatón, dum dignalur Blillondoeonlinsere, redimís* credamr. (Serm. cristo gusfócslahorriblebchida, c u a n d o e n i p o n z o ñ ó c o n ellasu lengua

I.XXI. Temo.) . ,. y su p a l a d a r , ú n i c o s e n t i d o e s c e p t u a d o b a s t a e n t o n c e s , e x p i ó , d i c e
( I ) Cougiuebat ul ilii tila, noslra imiia lorarentnr, ubi lueraul morus « a r d í a . S . G e r ó n i m o , l a i n t e m p e r a u e i a d e A d á n y l a d e t o d o s los h o m b r e s ( i ) .

tpñ dermis, el exarge i, moríais, el illumiaavit ie Clrrisluí.


( 0 Per hoeacelum succus lelalis pomi abslergilur. (In Mattli.)
(Ephes.S.)
P o r e s l a r a z ó n S . A g u s t í n d c c l a al S a l v a d o r : P o r q u e y o lie obe- a r r a n c a n con un horrible f u r o r sus vestiduras p e g a d a s y a á las h e -
d e c i d o á la g u l a , vos S e ñ o r , h a b é i s sentido los h o r r o r e s del h a m - r i d a s , causándole así dolores i n m e n s o s .
bre ; y p o r q n e y o h e gustado l a dulzura del f r u t o prohibido, vos Detengámonos aquí un instante, dice S. Ambrosio, á considerar
h a b é i s g u s t a d o la a m a r g u r a d e l a h i é l . E s t a e s l a c o n t r a p o s i c i ó n de c o m o s e p r e p a r a el S a l v a d o r p a r a l o m a r p o s e s í o n d e s u c r u z ; él s e
mi impiedad y de vuestro a m o r (i). d e j a despojar del todo, y en este estado de d e s n u d e z sube al trono
El Evangelista a ñ a d o sin e m b a r g o q u e a p é n a s paladeó J e s ú s esta d e s u d o l o r . > 1 A s í e s c o m o d e b e p r e s e n t a r s e a l c o m b a t e , a ñ a d e el
b e b i d a e m p o n z o ñ a d a , r e h u s ó b e b e r í a : Cum (juslasset, mlv.itlibe- s a n t o D o c t o r , el c r i s t i a n o q u e q u i e r a t r i u n f a r c o n J e s u c r i s t o ; á
re. Matth.JY ¿cómo puede comprenderse que rehusase nuestra ejemplo del S a l v a d o r , d e b e d e s p o j a r s e d e t o d a s las g r a n d e z a s del
a m a r g u r a el q u e j a m á s r e h u s ó n i n g u n o d e n u e s t r o s d o l o r e s n i d e s i g l o (In Lue.) ; p o r q u e A d á n , q u e p r o c u r ó los v e s t i d o s t e r r e n o s ,
nuestros oprobios? N o , dice A . L á p i d e , él n o r e h u s ó l a amargura quedó vencido, mientras que Jesucristo, despojándose de sus vesti-
de que estaba lleno este nuevo cáliz, él rechaza la malí d u r a s al p i é d e l a c r u z , a l c a n z ó l a v i c t o r i a [In lue.}.
c í a c o n q u e s e l o h a n p r e p a r a d o ( 2 ) . Y s i e n el e s c e s o d e u n a p a c i e n - S . A t a n a s i o d e s c u b r e o t r o misterio en la d e s n u d e z del S a l v a d o r al
cia demasiado grande hubiera bebido en silencio este brebaje p i é de. la c r u z . E s t o s v e s t i d o s , d i c e , s i g n i f i c a b a n n u e s t r a s m i s e r i a s
c r u e l , hubiera hecho creer á los Judíos que la sabiduría mear- y nuestros pecados ; así p u e s c u a n d o Jesucristo se despoja d e s u s
n a d a n o h a l d a c o n o c i d o el f r a u d e i n f e r n a l q u e h a b i a c o n v e r t i d o e n vestiduras, nos hace conocer que deja en su m u e r t e todas nuestras
m o r t a l p o n z o ñ a u n licor q u e d e b í a ser c o n f o r t a t i v o ; h u b i e r a d e j a d o e n f e r m e d a d e s , y t o d o s los c r i m e n e s d e q u e se h a b i a c a r g a d o por nos-
i g n o r a r e s t a n u e v a m u e s t r a d e l a b a r b a r i e d e s u s e n e m i g o s : les h u - o t r o s , y los c a m b i a p o r l a s v e s t i d u r a s de. v i d a y d e inmortalidad
b i e r a p r o p o r c i o n a d o el g o z o f e r o z d e h a b e r h e c h o m o r i r c o n el v e q u e líos h a a d q u i r i d o con s u d e s n u d e z y c o n su m u e r t e ;2). Este
n e n o al q u e d e b i a m o r i r p o r sil c a r i d a d ; h u b i e r a t r a g a d o f i n a l m e n t e m i s t e r i o d e t i e r n a p i e d a d e r a el q u e S . P a b l o r e c o r d a b a c o n t a n t o
u n v e n e n o , c u y o efecto h u b i e r a sido destrozar s u s s a g r a d a s entra a m o r á les p r i m e r o s c r i s t i a n o s c u a u d o les d e c í a : V o s o t r o s sabéis
ñ u s q u e debian permanecer intactas. P o r otra parte, al r e h u s a r esta c u a l f u é el c s c e s o d e c a r i d a d d e n u e s t r o S e ñ o r J e s u c r i s t o q u e , s i e n d o
b e b i d a , en apareueia c o n f o r t a t i v a y deliciosa, y en realidad empon- rico d e u n a r i q u e z a i n f i n i t a , s e hizo p o b r e p o r v u e s t r o a m o r h a s t a
z o ñ a d a ; a l m a n i f e s t a r q u e h a b l a d e s c u b i e r t o el f r a u d e c o n q u e h a - el e s t r e m o d e n o t e n e r n i u n a n d r a j o c o n q u e c u b r i r s e , A fin d e q u e
b l a n querido e n g a ñ a r l e y h a c e r circular la m u e r t e p o r s u s venas v o s o t r o s o s h i c i e s e i s r i c o s d e m é r i t o s c o n su p o b r e z a {II. Cor. s.).
p a r a escarnecerle despues, e s p i ó la loca credulidad q u e h i z o á A d á n Admirad entre tanto c o m o Jesucristo no necesita de q u e le h a g a n
c e d e r á la t e n t a c i ó n d e la serpiente, y devorar c o m o u n remedio violencia; obligado tan solo p o r su obediencia á su E t e r n o P a d r e , y
s a l u d a b l e el f r u t o f a t a l q u e el d e m o n i o h a b i a c o n v e r t i d o e n m o r t a l p o r s u a m o r á l o s h o m b r e s , s e i n d i n a h á c i a la t i e r r a , y é l m i s m o s e
v e n e n o ; él n o s m a n i f e s t ó q u e m o r í a s o b r e a q u e l m o n t e p a r a d e s - coloca, con las e s p a l d a s t o d a s d e s g a r r a d a s y s a n g r i e n t a s , s o b r e el
c u b r i r y b u r l a r la a s t u c i a d e l a s e r p i e n t e , y a s e g u r a r n o s los auxilios m a d e r o t o s c o d e l a c r u z , él e s t i e n d e s u s b r a z o s y s u s m a n o s y p r e -
necesarios p a r a e l u d i r los h o r r i b l e s artificios d e S a t a n á s , y a l c a n z a r senta sus piés p a r a q u e sean atravesados por d u r o s clavos. | 0 espec-
s o b r e él g l o r i o s o s t r i u n f o s . t á c u l o h o r r i b l e ! E l v e r d u g o l i j a e n m e d i o d e l a p a l m a d e la mano

M i n i s t r o s á v i d o s d e s a n g r e , d á o s p r i s a á c o l o c a r s o b r e s u a l t a r al u n c l a v o e n o r m e , s o b r e el c u a l h a c e r e t u m b a r u n p e s a d o m a r t i l l o ,

C o r d e r o sin m a n c h a . Él está m a s i m p a c i e n t e p o r ser i n m o l a d o q u e y 110 c e s a d e d a r f u e r t e s g o l p e s h a s t a q u e a t r a v i e s a d e p a r t e á p a r t e

vosotros por sacrificarle. E n efecto, v e d , a m a d o s hermanos, con l a m a n o y el m a d e r o . Q u i é n p o d r á i m a g i n a r las c o n v u l s i o n e s v los

c u á n t a a n s i a , con c u a n t a m a n s e d u m b r e y con c u á n t a tranquilidad dolores que debió esperimentar aquella h u m a n i d a d delicada en este

s e o f r e c e á l o s v e r d u g o s q u e , m a s c r u e l e s q u e l a s b e s t i a s f e r o c e s , le d e s t r o z o d e las c a r n e s , e n e s t a r o t u r a v i o l e n t a de los n e r v i o s , d e los

(4) Eso gulx partii. m inedia afficeris. Í 5 0 pomi dulcediucm, t u fellis g « ' » (1) Referí considerare Dominum, qualis crucera ascendil. S u d u m video.
amariludineui. Ecce mea impietas et tua pietaí. ¡1 l e J í / . e . T . ) (In r.nc.)
(5) Aversalur maliliam Jiuteorum , qni vinum fetle corruperant. í'«
(S) I.'mnia nostra iuduit, ul rnrsns exueret, el pro istis nos vestirei vita et
iiallh.) •ni monal,tate. ( S e r a , de Pass.)
454 LA CBUCIMXIOK.

músculos, dulas venas y de las arterias q u e se unen en esta parte del Mas al satisfacer el Señor por el pecado del padre, h a satisfecho
cuerpo? La otra mano es sometida al mismo suplicio; mas no pu- también por los pecados de los hijos. Por el mérito d e los dolores
diendo esteuderse hasta llegar al hai reno que habían hecho en el que sintió cuando taladraron con los clavos sus sagrados p i é s , n o s
otro brazo d e la cruz, á causa de la contracción de losmuseulos alcanzó á todos anticipadamente el perdón de la audacia con q u e
producida por el destrozo de la primera, los verdugos tiran de ella hemos abandonado tantas veces los caminos de los divinos p r e c e p -
violentamente con cuerdas. El mismo tormento le hacen sufrir en sus tos, para caminar por los senderos de lo iniquidad; nos h a p r e p a -
sagrados pies; de modo que al dolor que sufre por la crucifiaciou se rado el título con q u e , después d e nuestros largos cstravíos, somos
j u n t a d q u e le causa la dislocación de los huesos; y como dice llamados por la voz de la gracia á volver al Señor á quien hemos
S. Dionisio el Cartujo, esta violenta tensión de todos s u s miembros abandonado cobardamente. Jesucristo es aquí para nosotros el pas-
hizo aparecer al través de su piel las protuberancias y las j u n t u r a s tor amoroso q u e , no contento con haber recorrido una vez la i n -
de sus huesos descoyuntados (1}. Asi se. cumplió literalmente la pro- mensa distancia que separaba al hombre de Dios, y haber llegado
fecía de D a v i d : « Ellos taladraron mis monos y mis piés, y conta- hasta los coniiues d e la creación para encontrar la centésima oveja,
ron todos mis huesos. » { P s . 21.) E n seguida vuelven la cruz para ó la humanidad entera cstraviuda, viene ahora en busca de nuestra
remachar los clavos; pisan y estrujan su sagrado cuerpo, y del ra- pobre alma para cargarla sobre sus espaldas y volverla al redil de la
cimo escogido d e las viñas de Chipre mana por todas partes el licor salvación eterna, atravesando con este objelo los montes y los valles,
misterioso d e su sangre divina. (Canl. i. h. 68.; las rocas y los precipicios, es decir pasando sobre las" alturas de
¡ O destrozo horrible de estas manos inocentes que, después de n u e s t r o orgullo, y los profundidades de nuestra corrupción, las r o -
haber criado el sol y la luz, han curado las enfermedades y r e s u - cas de nuestro endurecimiento y las espinas de nuestra ingratitud.
citado los muertos I ; O tormento atroz, ejecutado en estos sagrados E s muy cierto, o dulce Jesús mió, que yo miserable pecador, he
piés que, después d e haber hollado los esferas, se han dirigido m u - caminado sin o t r a guio q u e la necia vanidad de mis pensamientos y
chas veces en busca d e los pecadores 1 Mas esto no debe s o r p r e n - las ilusiones de mi corazon por los senderos de los eslravíos afecta-
dernos ; el profeta Zacarías habia dicho : En aquel dia habrá un dos, y d é l o s errores voluntarios. [Job. 31.) ¡ A h í por el mérito de
largo gemido en Jerusalen, y se le p r e g u n t a r á : ¿Qué llagas son esas, las llagas de vuestros sagrados piés afirmad los mios de. tal modo
Señor, cu medio d e vuestras m a n o s ? y él responderá: Estas llagas que, siu temor d e c a e r , principie á seguir vuestros caminos (Ps. 16;.-
las he recibido e n mi mismo casa, de mano de aquellos que debían cn adelante no quiero caminar sino por la seuda de vuestros d i v i -
a m a r m e . {Zaeh. i 2. 13.; Asi pues, cristlonos, observa el abad nos preceptos. ¡ A h ! haced q u e u n a vez entrado en este camino no le
Buperto sobre estas palabras proféticas, si vosotros pregunlais con abandone j a m á s . ¡Ps. l i s . )
Zacarías p o r q u é el Señor tiene las manos y los piés tau cruelmente Por el mérito de los dolores, que esperimentó Jesucristo en sus
taladrados, yo os responderé que estas heridas son y s e r á n siempre manos atravesadas, satisfizo igualmente por nosotros, y nos alcanzó
testimonios y pruebas sensibles é indestructibles de la bondad y del anticipadamente la gracia d e q u e nuestras manos, manchados f r e -
precepto del Padre Eterno, y de la obediencia y del amor de su cuentemente con la sangre de los pobres, fuesen lavadas con su
divino H i j o , q u e tanto se han interesado en nuestra redención. sangre. El cumplió igualmente este vaticinio de Isaías: Yo os h e
(InZach.) escrito en mis m a n o s : Ecee in mmibus Ineis deseripsi le; ¡fs. 4 9 . '
En efecto, dice S. Agustín, Adán y Eva pecaron estendiendo sus porque en efecto, por el mérito de sus manos traspasadas h a e s -
mimos rebeldes al árbol prohibido, y para expiar este crimen esten- crito, no en el papel, sino en la carnc misma de sus divinas manos;
dio Jesucristo sus manos inocentes paro que fueseu clavadas en el no con la pluma, sino con los clavos; no con tinta, sino con sangre,
árbol de la cruz. [Append. de Diveri, Sei'm. 4.) los títulos d e nuestra confianza, de nuestro perdón y del auxilio
celestial que nos viene d o la m o n t a ñ a : ln motiles, vade ceñid uu-
xiltum mihi. ¡ O Salvador m i ó ! os diré yo también con vuestro
( 1 ) OI. « M a n á moiibrorum nhusioueru apparcbanl ossium juntlurai.
{InPs.il)
duras á vista de él, y hacen de ellas cuatro partes, una para cada
siervo Agnstinos, dignaos tener siemprelos ojos fijos en vuestras lla-
soldado [Joan.]. Mas cuando tratan d e p a r t i r la túnica de Jesús, ó
gas; diguáos leer continuamente en ellas lo q u e vos mismo habéis
el vestido interior q u e tocaba a su carne divina, viéndola sin c o r -
escrito, el derecho que y o tengo á vuestra misericordia y á vuestra
ladura y de u n a sola pieza [Ibid.,, n o quieren corlarla, la j u e g a n
b o n d a d , y en virtud de esla escritura auténtica, de este contrato
p u r a q u e decida la suerte quién h a de ser su poseedor, cumpliendo
de amor, salvad mi a l m a ( i ) .
asi a la letra, sin saberlo, esla profecía clara de David (Ps •>) - Filos
¡ Mas ay 1 sobre esas mismas m a n o s e s t á escrita también nuestra
div,dieron entre si mis vestiduras, y sobre mi túnica echaron
suerte de otro modo m u y diferente. Mientras vivimos, esas manos
suertes. (Joan.)
traspasadas serán p a r a nosotros las de un Salvador compasivo;
después de nuestra m u e r t e , serán las de un juez severo que usara Sin embargo, este aclo de sórdida avaricia y de audacia brutal d e
de ellos para d a r á c a d a uno s e g ú n sus obras, según hayamos usado p a r t e de los soldados merece fijar nuestra atención, porque él en-
ó nos hayamos aprovechado en la v i d a , del mérito de sus llagas. cierra, dice Justiniani, u n misterio lleno de consuelo para n o s -
Un el juicio particular, juicio terrible q u e todos hemos de sufrir, si otros I . 1 al terminar el evangelista S. J u a n el reíalo de la división
su m a n o derecha salva, s u izquierda c o n d e n a ; si s u diestra a b r e el d e las vestiduras sagradas de Jesús con estas palabras : o V ved
cielo, su siniestra dilata los abismos del infierno; si ia u n a bendice aquí lo que hicieron los verdugos, aunque eran soldados : Et Milites
y corona al justo, la o t r a maldice y reprueba al pecador.; O Señor! » J o a n . ; nos ha indicado claramente que la
no hagáis uso para con nosotros de vuestra m a n o izquierda, instru- conducta de estos verdugos fué singular; que fué efecto de un dc«¡»-
m e n t o de vuestras venganzas, sinoservios de vuestra m a n o derecha, S
T n 0 t ' a 'l"e s i n i l ™ " saberlo, y q u e en esta circuns-
ministro de vuestras misericordias; ocultad esa m a n o de justicia que tancia representaron u n g r a n misterio.
nos causa tanto terror, y q u e ignora la caridad de q u e quiere u s a r 1-as vestiduras s a g r a d a s de J e s ú s fueron la figura de su Iglesia -
la otra cou n o s o t r o s : Nesciat sinistra tua quid faeit dextera lúa poique asi como el cuerpo está envuelto y encerrado en los veslidos'
(Matth.). Acordaos Señor d e que hemos salido de vuestras m a - as, también el cuerpo de Jesucristo con su espíritu se encuentra e n -
nos (Job. tO); no abandonéis l a o b r a de vuestro poder y de vuestro cerrado en su Iglesia, y así como los vestidos caen á tierra si no los
amor (Ps. 137). Vos n o s habéis protegido hasta a h o r a á la sombra sostiene el mismo que los lleva, así la Iglesia, dice S. Agustín sc

del escudo de v u e s t r a t e r n u r a , y vuestra diestra misericordiosa nos sostiene por Jesucristo -Jml. 1 . 8 m Jo»n¡. L a Iglesia es u n a ; ¡lia
h a salvado de los castigos q u e hablamos merecido de vuestra j u s - es a mismo tiempo universal y se « t i e n d e a los cuarto puntos Car-
ticia [Ps. 17). ; A h í oid n u e s t r a súplicas y manifestad el poder de amales del mutido; por consiguiente las vestiduras, d e q u e los sol-
v u e s t r a diestra para s a l v a r n o s ; estcndedla desde a h o r a sobre lodos s lncierou Cllstro
partes, representaron, dice S. Agustín la
nosotros para a r r a n c a r n o s d e nuestros vicios, á fin d e que podamos universa ida,i de la Iglesia, y la túnica sin cortadura figuró la unidad
elevarnos u n dia h a s t a vos, ser estrechados contra vuestro cora- producida por los lazos de una m i s m a caridad.(/Wrf.) ¡Cuán cnean-
zon Job. i-i), y tributaros gracias al vernos salvos por vuestra adora es la descripción que nos h a c e S . J u a n d e esla preciosa túnica
diestra (Ps. 02). admÍrablC M s t a s
V ei l ' ™"os «rgen
E r a costumbre entre los R o m a n o s , como lo hemos dicho en otro , I U n o s lllce
1 » e 110 « « a b a formada de diferentes p á r t e s e l e
lugar, q u e los veslidos del ajusticiado se repartiesen entre los que tal modo q u e s e p a r á n d o l a s quedase cada una de ellas entera
h a b í a n sido encargados d e quitarle la vida. V ved a q u í que aquellos nos dice que era sin costura y de u n solo tejido, de un soló
ministros de crueldad, acercándose t r a n q u i l a m e n t e al pié de la cruz, hilo , q u e entretejido bajo cierta combinación por u u a mis-
después de h a b e r crucificado al Salvador, se apoderan de sus vesti- ma m a n o desde a r r i b a basta abajo, figuraba el cuerpo con lodas
^ w o r c o n e s , y q u e por consiguiente toda ella era u n a obra
sencilla, igual y u n i f o r m e ; q u e nada habia en ella eslraño ó
( 1 ) Vulnera manuum t u a r u m . D o m i n e , preeor u t aspieias. Eccc in manibus trns
deseiípsisti me. LegeScripturam t u a m , et salva me. ( S o l i l o q . c . 2.)
m
(>> ' ' ' l e S l 5acram enliseslgrasiduni.(0í Ctirisi. agón. 27.)
20
u catamos. 4 ¡ g
LK C B U C 1 F K I 0 S .
disposición secreta d e los juicios d e Dios. [Tract. l t*inJ<m)Z
accesorio : Eral lama inconsMHs, desupcr contesta per lotm.
eso dice la E s c r i t u r a q u e la s u e r t e del h o m b r e es a r r o j a d a en la u r n a
l l ^ e n fiel T a d m i r a b l e d é l a Iglesia I U n a sola m a n o d i v m a la
p o r la m a n o del h o m b r e , p e r o q u e la m a n o d e Dios es la q u e p r e -
f o r m l on u n solo designio y con u n solo espíritu. Desde s u u n g e n
p a r a a c a d a u n o la s u y a . \Proc.)
halel U no se e n c u e n t r a en ella división a l g u n a , sino u n a s e n e
sut i V c o n t i n u a de pastores, q u e se r e m o n t a , e o m o u n s o l o t - Ved a q u í p o r q u e todos los P a d r e s y los Doctores, q u e h a n reco-
i T r v h a s t a J e s u c r i s t o y t e r m i n a en el ú l t i m o cristiano, s . e m p r e l a nocido u n á n i m e m e n t e el m i s t e r i o d e la unidad d e la Iglesia en la
b a s t a a b a j o , todo se u n e en ella y se sostiene turnea inconsútil d e Jesucristo, no d e j a n de clamar c o n t r a el crim
N o v a c i o n e s no se toleran en e l l a ; en todos y p a r a todos h > de los h e r e j e s y d e los cismáticos q u e , c o n s u s divisiones y s u s e r -
t u s m a e la m i s m a moral y el m i s m o culto. N o puede r o m p e r s e rores desgarran d e u n a m a n e r a deplorable el seno d e la Iglesia q u e
u n S o l u o i ñ p o n e r en peligro toda la o b r a . Los herejes y los cis- c s l a t u m c a d i v i n a d e l K e d e n t o r . ¡ O h ! ¡cuan viólenlas son l a s r e e o n !
1 * l e la nie»an v l a a b a n d o n a n , no h a c e n otra cosa q u e s e - venciones q u e les h a c e n ! ¡ O h ! ¡ c u á n terribles son los casi igos con
w u a r e e ' d e ^ Í u ° tóad y r e n u n c i a r á e l l a ; pero no p u e d e n q e les a m e n a z a n ! Salid d e vuestro s u e ñ o , o vosotros creíalos
?a i 1 es siempre una, siempre la m i s m a . T a n t a s naciones con o d e s v e n t u r a d o s q u e estáis f u e r a d e la iglesia, abrid los ojos al p e l í -
t ¿ p a r a d o d e ella n o h a n d e j a d o en ella señal a l g u n a d e £ = o en q u e os halláis, é imitad a los soldados del Calvario. D e j a d d c
S r S r m a d i v i n a j s u s p r o ^ r c i o n e s son ahora o m i n a r o s e „ q u e r e r c o r t a r con v uestras h e r e j í a s y vuestros cismas
siempre v su unidad p e r m a n e c e s i e m p r e m t a c t a . Lo ,ep o s a turnea m c o n s u t d del S a l v a d o r : Non scindamus can. Rcnun-
C
tesdisidentesse privan del príncipiode vida que reside en ella; ^ t », r r '"SeUSÍ"°S " U e h a C d S p a , a
d e s g a r r a r la Iglesia,
p u e d e n destruir s u u n i d a d , n i compro,,,eler su d u r a c i ó n . Era,
div idiros á vosotros, r e d u c i r o s á la triste condicion d e los J u d í o s v
túnica ¡nconmUUs,desveercontco:taperlolum.
s d u i r o s c o m o á ellos d e todos los beneficios d e la religión d e J e s u -
O b s e r v a d t a m b i é n q u e los soldados q u e se r e p a r t e n as vestiduras las
uu e n t r ' ? escisiones q u e <« han dividido hasta
de^S o r s o n i t o n t o s , e s d e c i r Gentiles. Los J u d í o s n o e n t r t m d
Z í " T ? T T "ere"lCS; d c m a s i a
"as M n
y a a l m a s que
Í J B S e l l o s ; n o conociendo el valor de estas vestiduras m
e n t v e S , , SU PerdÍti0
"5 divis
'""«' cisma!
del que las llevaba las a b a n d o n a r o n a los e s t r a d o s q u £ como ¿
sf,z ^ r ^ ' ' °a S C
"" l a
" m P o r
* c0,|
trario,
representantes del Gentilismo, tomaron posesión d e c ías. V e d hUmÍ,d
^ r a z o n e,; r r ' "d d e CS|
" V i t u y ' a docilidad d é
X e t w e s í a d e J e s u c r i s t o figurada en s u s vestiduras se b ce á SU 5eno ara
Z T v ' P Í W con nosotros, para cu-
d e s d e este m o m c u t o el rico despojo, el p a t r i m o n i o d e os Gen,des
briros y a d o r n a r o s c o n su t ú n i c a preciosa, la ú n i c a q u e p u e d e h a c e -
d e los R o m a n o s . Los J u d í o s son eseluidos de ella,
d e ella, p o r q u e h a b i e n d o n e g a d o á s u P a d r e h a n p e r d i d o todo el
Y nosotros los catolicos, g u a r d é m o n o s t a m b i é n de d e s b a r r a r e s t e

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de la tierra hacen cuatros partes d e las vcsUduras del S n o una W ¡L ó I T I05' T 81 p a r c
" >' "*»• pastor V
l a s ove a s , o bien s e p a r a n d o la fe. d e las o b r a s , y los d o - m a s ,1c l o !
n a r a c a d a u n o ; y esla división significa que los Gentiles d e los cuatro
á n g u l o s del m u n d o d e b e n t e n e r p a r t e en la I g l e s i a . Sin ein a . g
X s n o dividen la t ú n i c a , sino q u e d e j a n a la s u e r t e q u e cid cos m b L V« T " e e " a P O r 61 " e nuestras
J e n d e ellos d e b e p e r t e n e c e r ; esto significa, dice S . A g u s „ „ c o s t u m b r e s MnscncUmus eam. T r a b a j e m o s d e concierto n a r a
apropiárnosla como el p a t r i m o n i o particular d e cada u n o d e
tes n a c i o n e s no pertenecerán a la Iglesia sino por u n a g r a c a q u e a
SaDl d nilesl
los ojos de los h o m b r e s , parece u n efecto d e la - e r t e p o ^ v abr'ie ^ | ' '"' r a s obras y el ejemplo d e nuestra vida
> a b r a c é m o s l a eon todo el valor d e nuestra protesten, v todo e l
r e a l m e n t e Dios es quien la p r e p a r a y 1a dispensa e n el b e u
a r d o r d e n u e s t r o celo : Sal sortiamur de illu cujus sil. '
cicio d e su s o b e r a n í a ; porque no es llamado el h o m b r e á la f e en
v i r t u d d e s ú s cualidades y d e sus m é r i t o s personales , sino P o ,
h o m b r e y reproducir en si mismo sus diversos eslados, debió tomar
también la desnudez y la vergüenza de Adán despues del pecado.
SE«LJM>A PAUTE.
Mas como la inocencia y la gracia eran inseparables de él, que es
la santidad por esencia, y como 110 podia tomar la desnudez interior
ApénasAilan y Eva consumaron su pecado con su desobediencia,
del olma, ni la vergüenza del espíritu de Adau despojado de la
cuando se avergonzaron y s e ruborizaron d e verse d e s n u d o s ; y
gracia, tomó la desnudez estertor y la vergüenza que Adán esperi-
habiendo entretejido varias hojas de higuera, se hicieron u n o s
menlo cuando se apercibió de su desnudez corporal. ¡O espectáculo
cintos con l o s cuales se cubrieron. [Cenes. 3) ¡Inútil artificio! las
digno de compasión! A escepeion de un velo q u e la piedad de su
hojas del árbol fatal que les h a b l a quitado la vida, no podían cu-
Madre le dió por respeto al p u d o r , el Hijo de Dios, q u e tiene la luz
brir su desnudez. A pesar d e este tegido frágil que les embarazaba
por vestido, q u e cubre al ciclo de nubes, á las aves de plumas y á la
sin cubrirles, que les punzaba sin defenderles, no cesaban de rubo-
superficie de la tierra de plantas y de llores, quiso ser crucificado
rizarse de sí mismos á sus propios ojos y á los ojos de Dios. Asi es
desnudo y elevado así en la cumbre del Calvario, espucsto á las
q u e , como dice la Escritura, corren á ocultarse en la espesura del
m i r a d a s insolentes de todo un pueblo. Y por el mérito de esta des-
bosque, debajo de un árbol, p r o c u r a n d o formarse un asilo con su
nudez humillante para s u a u g u s t a persona, de este sonrojo sensible
ramaje. (Ibid.) Pues b i e n , á este mismo árbol va a buscarles el
á su corazón, nos alcanzó á todos, dice S. P a b l o , la gracia de ves-
S e ñ o r ; y a l l i e s d o n d e , después de echarles en c a r a su pecado y
t i r n o s d e él mismo y de a d o r n a m o s oomo con una vestidura pre-
pronunciar su sentencia, les revela el p r o f u n d o misterio del Sal-
ciosa, con la gracia santificante q u e hemos recibido en el baulisino :
vador que debía un ilia rescatarles. Compadecido de su desnudez y
Quieumgve baptisati eslis, Ciríslmt indvislis. (Galat. j.J
de s u sonrojo hace inmolar dos corderos, f o r m a con s u s pieles dos
túnicos ó vestidos fuertes y durables, y lleno de amor se los pone ¡Ayl ¿en qué ha venido á parar para muchos cristianos esta vesti-
con sus propias manos. Ibid.) d u r a preciosa de la gracia, esta rica herencia q u e nos ha d e j a d o al
¡ P e r o q u é ! ¿no estaba Adán desnudo ánles de pecar ? ¿Por qué no pie d é l a cruz nuestro tierno p a d r e ? ¡ Desgraciados pecadores! al
se avergonzó de verse en aquel estado sino después de su c u l p a ' ! ; Ah! abandonaros á los vicios, la habéis jugado á la suerte, la habéis
porque la desnudez d e su cuerpo era la « g u r a d e la horrible d e s - desgarrado, la habéis perdido. ¡Cuán insensatos sois al envaneceros
nudez de su a l m a ; p o r q u e por el pecado habia perdido la vestidura de los vestidos lujosos con que cubrís vuestro c u e r p o ! Ei pobre que
blanca iie l a inocencia, de l a gracia y de la justicia original; porque despreciáis porque está cubierto de harapos repugnantes, lahUmlldc
el desorden y los movimientos de l a concupiscencia rebelde que persona de quien os mofáis porque lleva el hábito religioso del
principió entonces á cSperimcntar en su c a r n e fueron el indicio y ti claustro, ó el veslido de la sencillez y del p u d o r ; todos esos, si están
electo del desorden y turbación d e las pasiones q u e comenzó á en gracia de Dios, se hallan vestidos ricamente y adornados con
sentir en su corazon. Ao f u é pues u n a r r e b a t o de estupidez ó de verdaderas joyas que cautivan la atención de los ángeles y atraen
delirio, dice Orígenes, sino un instinto misterioso y profético, lo que las miradas y el amor de Dios. Pero vosotros con todo el lujo de
hizo correr á Adán para buscar en el árbol un asilo, u n a defensa vuestros vestidos «pie ostentan la riqueza y la d e s h o n e s t a d , os
contra las miradas y c o n t r a la cólera de Dios. In Genes.) El pre- verdaderamente desnudos y sin un girón que os cubra, en-
sentía y a que el h o m b r e pecador no encontraría refugio ni vestido vueltos en las tinieblas y en el oprobio; vosotros sois un objeto d e
sino en el sagrado árbol d e la cruz. [Ibid. Por esta misma razón, horror para los ángeles, é insufribles á los ojos de D i o s : Dicis guia
al vestir Dios con la piel del cordero á A d á n escondido en el árbol, dwes sum; el neseis guia nudus es el miseraWis. (Apoc.) / O almas
revela desde este m o m e n t o un p r o f u n d o misterio, y nos enseña que deshonestas y perversas! en vez de b a j a r los ojos de confusión, en
los hombres pecadores se vestirán 1111 día al pié del árbol de. la cruz vez de ruborizaros de esa horrible desnudez, deesa profunda miseria
c o n las vestiduras del Cordero divino, y con la gracia de Jesucristo. que os hace objeto de desprecio pura el Dios que os ha criado, h a -
céis de ella un objeto de gloria y un motivo de vanidad. Cuanto
Ved, hermanos mios, c o m o esta admirable profecía s e cumple en mas pecadores sois, y por consiguiente mas probes y mas desnudos.
el Calvario. Debiendo ei Redentor satisfacer por los pecados del
tatito m a s eleváis v u e s t r a soberbia f r e n t e , o s t e n t a n d o en ella la a u -
dacia V la insolencia. ¡DesgraciadosI ¿cuál será v u e s t r a confosion
c u a n d o e n el m o m e n t o d e l a m u e r t e v u e s t r a a l m a , t a n d e s n u d a d e
CONFERENCIA VIGÉSIMA OCTAVA.
g r a c i a v d e v i r t u d , c o m p a r e z c a a n t e el t r i b u n a l d e J e s u c r i s t o . ¡In-
sensatos I vosotros tenéis t a n t o c u i d a d o , y hacéis t a n t o s g a s t o s p a r a
c u b r i r esa c a r n e d e s n a t u r a l i z a d a p o r los vicios, r e c e p t á c u l o d e u n a El Perdón.
multitud inmensa de pecados, edificio i n n o b l e d é p o l v o , v a s o de
corrupción y de p o d r e d u m b r e ; vosotros procuráis de tantas ma-
Si huís peceaetril, adeoealum habemu* «pud
neras y á tanta costa s o s t e n e r en v u e s t r a s esposas los a d o r n o s d e l'alrm Jesum Chriilum juslum. El ipse esi pro
moda, adornar vuestras casas, vuestros criados y aun vuestros c a r - piliolio pro ppeeatis noslrit: »ion pro noilris
'rutera laHlum, sed etiam pro lotiut «tundí.
r u a j e s y vuestros caballos, cosas t o d a s d e q u e seréis d e s p o j a d o s a la
h o r a d e la m u e r t e , y e n t r e t a n t o sois indiferentes, y ni a u n s i q u i e r a Si alguno pecare, sefli '|ue leñemos |*>r abusado
pera con el Padre á Jesucristo, ipie es justo. Y íl
pensáis en a d o r n a r á vuestra pobre a l m a , ser espiritual e inmortal. minino es la victima de propiciación por nuestros pe-
¡Ahí entrad d e n t r o de vosotros mismos y llenaos de confusión coitos v no soto por los nuestros, sino también por los
B u s c a d c o n e m p e ñ o la v e s t i d u r a p r e c i o s a d e l a g r a d a q u e habéis de lodo el Hulado.
I . Joan. 2.)
perdido; trabajad para vestiros de Jesucristo : M ^ i m Oow.««»
Jesum Chrislvm. E o m . -3.) Pero recordad que soioa
p u e d e e n c o n t r a r s e e s t a v e s t i d u r a . S o l o a l l í es d o n d e ! t e I g l e s i a u n -
A la m o n t a ñ a , á 1a m o n t a ñ a ! a h o r a e s el t i e m p o , h o y e s el d i a d e
v e r s a l s e v i s t e c o n los a d o r n o s d e su s a n t i f i c a c i ó n y d e s u g l o r i a ,
l o s g r a n d e s m i s t e r i o s d e l D i o s d e J a c o b : Ascendamos tul montem
c o m o s o l o al p i é d e l á r b o l s e c u b r i ó A d á n c o n s u s v e s t i d o s . A l l í e s
Dei Jacob. E l v e r b o d e D i o s h e c h o h o m b r e , la S a b i d u r í a i n c r e a d a ,
d o n d e debeis recurrir, y d o n d e d e b e m o s buscar todos la gracia que l a v e r d a d e r a l u z q u e a l u m b r a á t o d o el h o m b r e q u e v i e n e á este
h a d e vestir v a d o r n a r nuestras almas. m u n d o , e n el m o m e n t o m i s m o e n q u e p a r e c e p r ó x i m a á e s t i n g u i r . - e ,
A r r o j é m o n o s p u e s á los p i e s d e J e s ú s c r u c i f i c a d o d e q u i e n p r o - b r i l l a c o n u n r e s p l a n d o r e s t r a o r d i n a r i o d e s d e el m a d e r o d e d o l o r y
c e d e n t o d o s l o s m é r i t o s ; fijemos e n él n u e s t r a s m i r a d a s y m a s a u n d e oprobio en q u e está e n c l a v a d o , d e s d e lo alto d e la cruz, á la m a -

n u e s t r o c o r a z o n . A c e r q u é m o n o s al s a c r a m e n t o d e e x p i a c i ó n , q u e n e r a de u n a a n t o r c h a q u e se h a sacado d e d e b a j o del celemín y se

r e c i b e d e la c r u z t o d o s u p o d e r ; d e s p o j é m o n o s d e l h o m b r e v i e j o , h a c o l o c a d o s o b r e el c a n d e l a b r o . E l D i o s d e m a j e s t a d y d e g í o r i a
publica su Religión de a m o r . El g r a n m o n a r c a del universo p r o -
á fin d e q u e p u e d a J e s u c r i s t o v e s t i r n o s d e l h o m b r e n u e v o , b o r r a r
m u l g a su c ó d i g o d e p e r f e c t a j u s t i c i a . E l H i j o d e D i o s h a b l a p o r
nuestros pecados v adornarnos con su gracia. Cubiertos entonces,
ú l t i m a vez á l o s h i j o s d e los h o m b r e s . E l e n v i a d o d e l o s c i e l o s m a n i -
c o m o J a c o b , c o n los d e s p o j o s d e l cordero divino, a d o r n a d o s con los
fiesta á la tierra, s u s o r á c u l o s e t e r n o s . E l m a s t i e r n o d e los pa-
v e s t i d o s d e l p r i m o g é n i t o , i m i t a n d o s u c a r n e y r e p r e s e n t a n d o su p e r -
d r e s declara su ú l t i m a v o l u n t a d y d i c t a su t e s t a m e n t o en favor
s o n a , p o d r e m o s p r e s e n t a r n o s c o n c o n f i a n z a al v e r d a d e r o I s a a c , p a r a
d e s u s h i j o s i u g r a t o s : Testaba!ur in cruce Dominas. (Arabios,
o b t e n e r l a b e n d i c i ó n e s p e c i a l d e J e s u c r i s t o , q u e n o s a b r i r á la p u e r t a
in L ú e . )
del ciclo y n o s p o n d r á en posesión del reino e t e r n o . D e s p u e s , diri-
giendo al Calvario nuestras miradas de,reconocimiento, podremosdar ¡ O testamento precioso, c u y a p r i m e r a disposición es u n a súplica
gracias eternamente á nuestro Criador y Redentor por habernos en- llena de u n a t e r n u r a y d e u n a eficacia infinita p a r a nosotros! p u e s
v i d o d e s d e e s t e s a n t o m o n t e el a u x i l i o p o d e r o s o d e n u e s t r a s a l v a c i ó n al i m p l o r a r d e s u P a d r e l a reconciliación, el p e r d ó n y el o l v i d o ,
e t e r n a : Ummoeutos meosin montes, vnde veniet au-rilimi mku a s e g u r ó á t o d o s los p e c a d o r e s el p e r d ó n , el o l v i d o y i a reconci-
Auxilium metim d Domino qui. fceit calma et lerram. Asi sea. liación.

E s t e misterio d e i n f i n i t a m i s e r i c o r d i a f u é el q u e S. J u a n anunció
t a ñ l o m a s eleváis v u e s t r a soberbia f r e n t e , o s t e n t a n d o en ella la a u -
dacia v la insolencia. ¡Desgraciados! ¿cuál será v u e s t r a confusión
c u a n d o en el m o m e n t o d e la muerte vuestra a l m a , tan d e s n u d a d e
CONFERENCIA VIGÉSIMA OCTAVA.
gracia v d e v i r t u d , comparezca a n t e el tribunal d e J e s u c r i s t o . ¡ I n -
sensatos ! vosotros tenéis t a n t o c u i d a d o , y hacéis t a n t o s gastos p a r a
c u b r i r esa c a r n e d e s n a t u r a l i z a d a por los vicios, receptáculo d e u n a El Perdón.
m u l t i t u d i n m e n s a d e pecados, edificio i n n o b l e de polvo, vaso de
c o r r u p c i ó n y d e p o d r e d u m b r e ; vosotros procuráis d e t a n t a s m a -
Si quis pectactrir, adoocalum Aojemos "P"d
n e r a s y á t a n t a costa sostener en vuestras esposas los a d o r n o s d e l'atrm Jc/um Chrislum juttum. El ipteiit pm
m o d a , a d o r n a r vuestras casas, vuestros criados y a u n vuestros c a r - pilialio pro pcrcati* postrís: non pro ROIlril
'/«lera ta/itum, sed ttiam pro lotiut muitdi.
r u a j e s y vuestros caballos, cosas todas d e q u e seréis despojados a la
h o r a d e la m u e r t e , y e n t r e t a n t o sois indiferentes, y ni a u n siquiera Sí dísono pecare, sepa «loe leñemos por abosado
para eoo el Padre á Jesucristo, tpie es justo. Y íl
pensáis en a d o r n a r á vuestra pobre a l m a , s e r espiritual e i n m o r t a l , mismo es la victima de propiciación per nuestros pe-
i A h ! e n t r a d d e n t r o d e vosotros mismos y llenaos d e confusión codos v oosolo pecios nuestros, sillo también por tos
Buscad con e m p e ñ o la v e s t i d u r a preciosa de la g r a c i a q u e habéis de lodo el mundo.
I . Joan. 2.)
p e r d i d o ; t r a b a j a d p a r a vestiros d e Jesucristo : M ^ i m ^w.««»
Jesum Chrístum. E o m . - 3 . ) Pero recordad q u e soloal pie d a ruz
p u e d e e n c o n t r a r s e esta v e s t i d u r a . Solo allí es donde!la Iglesia u n -
A la m o n t a ñ a , á la m o n t a ñ a ! ahora es el tiempo, h o y es el dia d e
versal se viste con los a d o r n o s d e su santificación y d e su g l o r í a ,
los g r a n d e s misterios del Dios d e J a c o b : Ascendamus ad montem
c o m o solo al pié del árbol se c u b r i ó A d á n c o n sus vestidos. Allí es
Dei Jacob. E l verbo d e Dios hecho h o m b r e , la S a b i d u r í a i n c r e a d a ,
d o n d e debeis r e c u r r i r , y d o n d e debemos b u s c a r todos la g r a c i a que l a v e r d a d e r a luz q u e a l u m b r a á t o d o el h o m b r e q u e viene á este
h a d e vestir v a d o r n a r n u e s t r a s almas. m u n d o , en el m o m e n t o m i s m o en q u e parece p r ó x i m a á estinguir.-e,
A r r o j é m o n o s pues á los pies de J e s ú s crucificado d e quien p r o - brilla c o n u n r e s p l a n d o r estraordinario desde el m a d e r o d e d o l o r y
ceden todos los m é r i t o s ; fijemos en él n u e s t r a s m i r a d a s y m a s aun d e oprobio en q u e está enclavado, desde lo alto d e la cruz, á la m a -
n u e s t r o c o r a z o n . Acerquémonos al s a c r a m e n t o d e e x p i a c i ó n , que n e r a de u n a a n t o r c h a q u e se h a sacado d e d e b a j o del celemín y se
recibe d e la cruz todo su p o d e r ; despojémonos del h o m b r e viejo, h a colocado sobre el c a n d e l a b r o . El Dios d e m a j e s t a d y d e gíoria
publica su Religión de a m o r . El g r a n m o n a r c a del universo p r o -
á fin d e q u e pueda Jesucristo vestirnos del h o m b r e n u e v o , b o r r a r
m u l g a su código d e perfecta justicia. El H i j o d e Dios h a b l a p o r
n u e s t r o s pecados v a d o r n a r n o s con su g r a c i a . Cubiertos entonces,
última vez á los h i j o s d e los h o m b r e s . El e n v i a d o d e los cielos m a n i -
como J a c o b , c o n los despojos del cordero divino, a d o r n a d o s con los
fiesta á la tierra sus oráculos e t e r n o s . El m a s tierno d e los p a -
vestidos del primogénito, i m i l a n d o s u c a r n e y r e p r e s e n t a n d o su per-
d r e s declara su última voluntad y d l c l a su t e s t a m e n t o en favor
s o n a , p o d r e m o s p r e s e n t a r n o s c o n confianza al v e r d a d e r o Isaac, para
d e s u s hijos iugratos : Testaba!ur in cruce Dominas. (Arabros.
o b t e n e r la bendición especial d e Jesucristo, q u e nos a b r i r á la puerta
in L ú e . )
del ciclo y n o s p o n d r á en posesión del reino eterno. Despues, diri-
giendo al Calvario n u e s t r a s m i r a d a s d e reconocimiento, podremosdar ¡ O t e s t a m e n t o precioso, c u y a p r i m e r a disposición es u n a súplica
gracias e t e r n a m e n t e á n u e s t r o Criador y Redentor p o r h a b e r n o s e n - llena de u n a t e r n u r a y d e u n a eficacia infinita p a r a n o s o t r o s ! p u e s
vido desde este santo m o n t e el auxilio p o d e r o s o d e nuestra salvación al i m p l o r a r d e s u P a d r e la reconciliación, el p e r d ó n y el olvido,
e t e r n a : Isatamoculos meosin montes, unde venict auxilim mku aseguró á todos los p e c a d o r e s el p e r d ó n , el olvido y ia reconci-
Auxiliam metim tí Domino qui fceít toban et lerram. Asi sea. liación.

E s t e misterio d e i n f i n i t a m i s e r i c o r d i a f u é el q u e S. J u a n a n u n c i ó
en estos t é r m i n o s : Si a l g n n o d e vosotros tiene ia desgraeia d e caer lan perfecto y t a n delicado p e n d i e n t e d e tres clavos, cubierto de
en el pecado n o desespere d e su p e r d ó n ; p o r q u e n o s o t r o s t e n e m o s h e r i d a s y m a n a n d o s a n g r e , todos d e j a n en paz á los d o s malhecho-
en J e s u c r i s t o , m u e r t o por nosotros, u n a b o g a d o para con el P a d r e res crucificados á sus d o s lados, y principian á v o m i t a r contra J e s u -
E t e r n o , u n protector s i e m p r e poderoso por su just icia,siemprecompa- cristo solo los insultos mas a m a r g o s las provocaciones m a s sacrilegas
sivo por s u b o n d a d . Él no solo es n u e s t r o m e d i a d o r , sino t a m b i é n la y las blasfemias m a s atroces. Asi pues, á los dolores causados por los
victima, de propiciación, víctima p o r n u e s t r o s pecados y p o r los d e clavos q u e d e s g a r r a n su c u e r p o añaden estos v e r d u g o s , dice
todo el m u n d o : S i quis peccucerit advocatum habemvs apud Po- S. L e ó n , los d a r d o s de las p a l a b r a s ofensivas q u e l a n z a n contra él
trera Jesvm Christumjustmi. El ipse est propilialio pro peeealls con s u s l e n g u a s llenas del v e n e n o del á s p i d , d e s g a r r a n d o su gloria
noslris: non pro noslris uulem tanlum, sed etianipro lotius mundi. y su nombre.
T o d o el pueblo estaba allí y le llenaba d e i n j u r i a s : Et slabat orn-
Consideremos p u e s en el dia d e h o y esta disposición a m o r o s a de
áis populas expeclans et deridebant eum. (Lúe. ; Los príncipes de
J esus, este l e g a d o d e infinito valor q u e n o s h a d e j a d o n u e s t r o P a d r e
los s a c e r d o t e s , los doctores de la ley y los a n c i a n o s de. Israel
en el m o m e n t o en q u e se o f r e c í a a l a m u e r t e por nosotros. P e n e t r a -
olvidando s u dignidad y el respeto q u e se deben á si m i s m o s , c o n -
d o s d e reconocimiento p o r u n beneficio t a n g r a n d e , y d e confusion
f u n d i d o s con el populacho, n o se a v e r g ü e n z a n de t o m a r p a r t e en
á vista d e n u e s t r a i n g r a t i t u d , d e t e s t a r e m o s n u e s t r a s culpas al pie
el i n s u l t o , y a g r u p a d o s en t o r n o d e la c r u z de m a n e r a q u e pudie-
d e la cruz, con l a contrición d e la M a g d a l e n a y la h u m i l d a d del
sen s e r entendidos d e J e s ú s , se decían m u t u a m e n t e : . ¡ On I ¡ q u é
b u e n l a d r ó n , y con estas disposiciones p o d r e m o s recibir hoy el p e r -
poderoso es el S a l v a d o r q u e n o s habia venido I Él h a s a l v a d o á otros,
d o n q u e Jesucristo n o s ha p r o m e t i d o y a l c a n z a d o , a s i c o m o p o d r e m o s
y no p u e d e salvarse á sí m i s m o : Similiter et principes sacerdotum
e s p c r i m c n l a r l a m b i e n q u e él es realmente nuestro a b o g a d o solicito
¡lludentes eum srribis.et senioribus dicebonl: Aliossáleos fecit,
p a r a con el P a d r e , y la v e r d a d e r a víctima d e propiciación por nues-
scipum non potes! salvum Jacere. (Matth.] Ved aquí el q u e p r e t e n -
tros pecados : Advocatum habemusapud Potran Jesum Chrislum
día ser tenido por el Mesías, por el elegido d e Dios. V e d aquí el q u e se
justum. El ipse est propitiatio pro peccatis noslris.
dio á sí mismo el titulo d e rey de Israel. Cliristus rex Israel; Dci
electas. ( M a r e . , L u e . ) ¡ A h l s i él es v e r d a d e r o m e n t c e l R e v - M c s h s q u c
PRIMERA PARTE.
n o s ha sido p r o m e t i d o , ¿ p o r q u é no o b r a un m i l a g r o ? ¿ p o r q u é u o s c
h b r a por su propia v i r t u d , p o r qué. no desciende a h o r a de la cruz á
l ' n reo, p o r m u y criminal q u e sea, es, s e g ú n las l e y e s r o m a n a s ,
nuestra v ista, y entonces tal vez c r e e r e m o s en él ? Si rex Israel est,
u n s e r respetable y s a g r a d o en el m o m e n t o en que sufre s u c a s t i g o :
descendatnmcdecruce, eteredemusei. ( M a t t h . , M a r c . ) M i r a , pueblo
lies sacra reas. Él tiene d e r e c h o á la c o m p a s i ó n m i s m a d e los jueces
j u d i o , al q u e t u v o la a u d a c i a d e s u p o n e r s e el H i j o d e Dios. Si él
q u e h a n p r o n u n c i a d o c o n t r a él la sentencia d e c o n d e n a c i ó n , y aun
r e p r e s e n t á i s v e r d a d , p o r q u é Dios su P a d r e n o s é a p r e s u r a á l i b r a r
á la d e los v e r d u g o s q u e le d a n la m u e r t e ; á n i n g u n o es permitido
d e n u e s t r a s m a n o s á s u Hijo m u y a m a d o en quien tiene todas s u s
complacerse en s u s t o r m e n t o s , u l t r a j a r su p e r s o n a , n i insultar su
complacencias ? Confuía m Deo: libere! „une, si vull, eum : dixit
dolor.
enirn : Quia fdiv.s JJeisvm. » (Matth.;
M a s ¡ a y l [ p u e b l o d e s n a t u r a l i z a d o y c r u e l ! esas consideracione
N o es esto todo. Una f u e r z a secreta é invisible parecía escítar á
q u e la n a t u r a l e z a m a n d a , q u e l a s leyes s a n c i o n a n y q u e lian sido
todos los q u e e s t a b a n p r e s e n t e s á q u e publicasen la maldición y el
o b s e r v a d a s s i e m p r e c o n los m a s culpables d e e n t r e los h i j o s de
u l t r a j e . Los m i s m o s soldados r o m a n o s , a u n q u e e s t r a ñ o s al s e n t i -
los h o m b r e s , s e olvidan e n t e r a m e n t e c u a n d o se t r a t a del Hijo de
m i e n t o de odio i n f e r n a l de q u e estaban a n i m a d o s los J u d í o s contra
Dios.
el Salvador, le i n s u l t a b a n t a m b i é n d l c i é n d o l e : » ¿ P o d e m o s creer q u e
A p é n a s se c n a r b o l a la c r u z , a p é n a s el c r u c i f i c a d o e s espuesto á la
eres el rey d e los J u d í o s ? ¡ P u e s b i e n ! si eres r e a l m e n t e el R e y y Me-
vista del p u e b l o i n m e n s o q u e h a b i a a c u d i d o á esta s a n g r i e n t a ejecu-
sías, s á l v a t e á tí mismo y m u é s t r a n o s tu p o d e r : l/lvdebant auiém
c i ó n , c u a n d o todos los e s p e c t a d o r e s p a l p i t a n d o d e g o z o , y s i n mter-
ei et milites accedentes, et acelum offerentes ei, el dicentes: Si tu
neeerse ni a b l a n d a r s e id espectáculo doloroso q u e p r e s e n t a u n cuerpo
il.
E L P E I > 0 S
466 " -
detenerla. E s c u c h a d s u s p a l a b r a s ; y vosotras naciones i n h u m a -
esrex Magrura, sainan tefac. . ¡í.uc.1 H a s t a los t r a n s e ú n t e s
n a s , a c a b a d d e conocer el corazon tierno y generoso d e aquel
que no h a b l a n t o m a d o p a r t e a l g u n a en su condenación al ver la
á quien atormentáis t a n c r u e l m e n t e y cuya m u e r t e provocáis.
c r u z elevada en el Calvarlo, mezclan sus blasfemias a las I n j u r i a s d e
a l ' á d r e mió, c s c l a m a , P a d r e m i ó , á n t e s q u e m u e r a os pido u n a
los q u e , colocados alrededor d e l a c r u z , se recrean en las p e n a s y en
sola gracia, y es q u e perdonéis á los J u d í o s y á los Gentiles, á los
los oprobios d e J e s ú s crucificado. Ellos mueven la c a b e » en,señal
acusadores y h los j u e c e s , á los príncipes y al pueblo, á los m i n i s t r o s
d e desprecio v le dicen en t o n o de ironía i n s u l t a n t e : « Miserable,
y á los verdugos, á los s a c e r d o t e s y á los legos todos los t o r m e n t o s ,
t ú q u e quieres destruir el t e m p l o de l)ios y reedificarlo en tres '
todos los oprobios q u e m e h a c e n s u f r i r en este d i a : Paler, dimitte
t ú u n e te j a c t a b a s d e poder o b r a r un prodigio t a n g r a n d e , ¿ p o r q u e
Mis-, (Lúe.) la d e f e n s a , la escusa es igual p a r a t o d o s ; ellos m e h a n
n b e ^ u milagro m u c h o m a s p e q u e ñ o d e s a l v a r t e á ü m i s m o ?
conocido, P a d r e m i ó , y m a s ciegos q u e culpables no s a b e n l o q u e
S t o r e s el ^ o d e Dios, p r u é b a l o b a j a n d o de. l a c r u z : P i n t e s
hacen : Xon enim sciunt quid fuciunt! (Ibid.)
eu„, «.ornte, eapita etiieentes: Va**»
| 0 súplica afectuosa 1 David, habiéndola oído en espíritu, la llamó
L f l r n no, el i» triduo W,d r e a ^ s a t e a ternet-
la súplica d e la d u l z u r a y d e la s u a v i d a d ¡i). E n efecto no p u e d e n
iosum • " fiHus Dei es, descende decniee. » (Matth.)
i m a g i n a r s e u n a s p a l a b r a s m a s dulces y m a s s u a v e s q u e e s t a s : o P a -
T u n a p a l a b r a , t o d a piedad p a r e c e estinguida en aquel a m r d t . -
d r e mió, p e r d o n a d l o s , p o r q u e no s a b e n lo q u e h a c e n . » ¡Ali! El c o r -
tud e o z ; J u d í o s y R o m a n o s , p r i n c i p e s y p u e b l o , espectadores y
d e r o divino no i n t e r r u m p e el silencio q u e convenia á su c u a l i d a d de
« J u g o s se m u e s t r a n d o m i n a d o s por u n f u r o r i n c o m p r ^ bta
m i s m o s gritos de odio y d e desprecio c o n t r a J e s ú s salen de t o d a s las v i c t i m a , sino p a r a pedir, g r a c i a , en c u a l i d a d d e s a c e r d o t e , p o r los
estos sentimientos están en todos los c o r a z o n e s ; y mluistros crueles d e su sacrificio q u e solo p r o c u r a b a n eclipsar s u
eleván'doseóle todos los p u n t o s desde d o n d e podia verse la c m z n n grandeza.
concierto unánime d e maldiciones, d e reconvenciones, d e s a r c a s m o s , ¡Cuan o p o r t u n a y c u á n s u b l i m e es esta s ú p l i c a ! dice S . B e r n a r d o .
T b h emi s V d e insultos, h a c i a r e s o n a r el aire con u n a a r m o n í a Los J u d í o s le provocan á q u e b a j e d e la cruz para darles u n a p r u e b a
d e blasfemias y ( n , 8 f u „ e s t a montana. ; O d e q u e es el Hijo d e Dios, y J e s ú s , o r a n d o p o r los q u e le h a n c r u c i -
ficadoy le insultan t a n i n d i g n a m e n t e , p r u e b a su cualidad d e v e r d a -
c r u e l d a d 1 "o b a r b a r t e f ¡ o h u m a n i d a d u l t r a j a d a , ;„ m a j e s t a d de Dios
d e r o Hijo d e Dios de u n a m a n e r a m a s b r i l l a n t e q u e si h u b i e r a a c -
S i d a ! Desde el principio del m u n d o , j a m á s los h o m b r e h a -
cedido á su p r o v o c a c i o n ; p o r q u e solo el H i j o d e Dios es el q u e ha
b i a n nevado á tal e s c e s l el e n d u r e c i m i e n t o , el orgullo, la c r u e l d a d ,
podido hacer esta súplica f c c u n d a en bendiciones p o r los mismos
q u e blasfeman d e é l ; sola u n a í n l l n í t a misericordia es la que ha podido
o s c u r e c e , la tierra tiembla,^
solicitar el perdón en favor d e u n a malicia ¡nfinila(2;. ¡ 0 b u e n J e s ú s !
eclipsa y se niega á a l u m b r a r u n c r i m e n t a n atroz. L a « a t ú r a l e
¡ o tierno y a m a b l e J e s ú s , prosigue S. Bernardo, c u á n t a confianza y
e n t e r a ño puede s u f r i r el h o r r o r o s o a t e n t a d o e m e n d o contra su
c u á n t o gozo no d e b e eseilar en n u e s t r o s corazones esta súplica t a n
divino n i t o r ; todas las c r i a t u r a s gimen : Omnis crealura tngemts-
dulceI E l l a n o s d e s c u b r e , l o s t o r r e n t e s de suavidad celestial y de
cit. ( R o m . 8.) ;Que desgracia! el Altísimo se p r e p a r a : á la v e n g a r « »
unción divina q u e vos d e r r a m a r é i s en el corazon d e las a l m a s fieles
el crucificado eleva al cielo sus ojos tristes, y hace s u b i r haste I
q u e os b u s c a n , q u e os sirven y os a m a n , supuesto q u e d e r r a m á i s
t r o n o de su P a d r e su voz a g o n i z a n t e . G e n e r a c i ó n b r u t a l y a h a s de-
con t a n t a a b u n d a n c i a el oleo d e vuestra misericordia sobre ios q u e
j a d o de existir; ¡ i n f o r t u n a d a I m i r a la colera celestia q u e t u b a
os crucifican. (Serm. fer. IV. kehd. Pmnil.)
p r o v o c a d o , p r ó x i m a á e s t a l l a r . Mira, el espantoso, casi,go e q u e
h a s sido amenazada tañías veces, v i e n e a s o r p r e n d e r t e . ¿ Q m e n (1) Audieranl verba mea quoniam suavia sual. (Pj. 140. Juif. Tcxt,
Htbraic.)
d e f e n d e r á ahora d e la ira d e Dios? ¿Cómo p o d r a s l i b r a r t e d e ella t.~
(2) Yerliiim benodictionis super íuiiuicus suos, quad i swulo «I
; A V j q n é es lo q u e d i g o ? De la boca d e J e s ú s m o r i b u n d o no pue-
audilum, efludit.O vcrlnim somini Pañis Veri» eoavenieos: (Tratl. di ptu
d e n salir m a s palabras q u e d e misericordia y d e a m o r . ¡ O bondad Bom.il.)
¡o amor I El Redentor n o h a b l a p a r a acelerar la v e n g a n z a , s i n o para
468 EL PERDON. EL PERDÓN. 469
Pero lo q u e d e b e m o v e r n o s m a s en esta súplica, es ver como por v u e s t r o hijo y su S a l v a d o r . Esta es la causa p o r q u e u l t r a j a n al
c u m p l e el R e d e n t o r p a r a c o n su P a d r e el oficio d e a b o g a d o lleno d e q u e debieran a d o r a r , y aborrecen al q u e dehieran a m a r . P e r d o n a d -
amor p o r aquellos m i s m o s q u e destrozan de. u n a m a n e r a tan h o r - les su malicia p o r causa d e su i g n o r a n c i a ; tened piedad de ellos
r i b l e el cuerpo d e su i n o c e n t e H i j o . Es digno d e notarse t a m b i é n q u e porque, son frágiles, p o r q u e están seducidos y obcecados p o r las p a -
si él se manifestó a d m i r a b l e g u a r d a n d o sileneioenando s e t r a t a b a de siones q u e no les p e r m i t e n e n t e n d e r lo q u e dicen ni ver lo q u e h a c e n :
sn propia d e f e n s a , se m u e s t r a a u n m a s a d m i r a b l e a h o r a h a b l a n d o Non enim seivnl quid faciunt.
en defensa d e s u s v e r d u g o s . No le basta q u e su s a n g r e q u e riega la Observad finalmente q u e él 110 s e limitó á hacer u n a sola vez esta
m o n t a ñ a subo h a s t a el cielo para implorar la salvación y la paz en patética y a m o r o s a s ú p l i c a , sino q u e , s e g ú n la espresion del E v a n -
f a v o r d e los mismos q u e i a d e r r a m a n ; sino q u e á la voz de. la sangre gelista, la repitió m u c h a s v e c e s : Dieebat. Y p o r q u e esto gracia la
u n e el g r i t o del c o r a z o n ; él s u p l i c a , el insiste en q u e aquellos m i s - desea con vehemencia, lo solicita p r i m e r o , despucs la vuelve á pedir
m o s q u e le d a n la m u e r t e sean los primeros q u e participen del f r u t o y la sigue pidiendo todo el tiempo q u e p e r m a n e c e sobre la cruz, y
d e e l l o : Dimitle Mis. c a d a vez c o n m a s instancia, con m a s fuerza y con m a s a m o r : Di-

P e r o observemos p o r o t r a parte la s a b i d u r í a d e esta súplica. eebat : Pater, dimitle ¡llis.

Cuando le oigamos q u e j a r s e d e su a b a n d o n o se limitará á l l a m a r a Ningún defensor, dice S . A g u s t í n , se ha m o s t r a d o j a m á s en s u s


su P a d r e : D i o s : Devs meas; m a s a h o r a q u e t r a t a d e a s e g u r a r el discursos t a n solícito ni tan ingenioso pora s a l v a r á su cliente d e la
perdón ó s u s enemigos d a á Dios el u o m b r e de P a d r e : Valer., á fin m u e r t e temporal, c o m o Jesucristo se h a m o s t r a d o en eslá súplica
d e a b l a n d a r con este d u l c e n o m b r e el corazon d e D i o s ; porque esto de. infinito misericordia p a r o l i b r a r á s u s v e r d u g o s d e la m u e r t e
era d e c i r l e : « Vos sois m i P a d r e , y y o soy vuestro verdadero H i j o ; e t e r n a , ln / . Epist. Joan.)i.n estos pocas p a l a b r a s r e u n i ó la d i g -
v o s sois el P a d r e m a s a m o r o s o , y y o soy el H i j o m a s s u m i s o y m a s n i d a d del suplicante : el Hijo d e D i o s ; el a m o r d e aquel á quien s e
r e s p e t u o s o ; u n p a d r e n o p u e d e negar cosa alguna á u n hijo q u e le suplicaba : Dios su p o d r e , el m é r i t o d e la s ú p l i c a : ella sale d e s u s
d a u n a s p r u e b a s tan g r a n d e s d e su obediencia. Si pues vos queréis labios en el t i e m p o m i s m o en q u e toda su s a n g r e h a salido d e sus
y debeis concederme c u a n t o os p i d a , coneededme u n a sola g r a c i a , v e n a s ; y la escusa d e aquellos á q u i e n e s defiende : la ignorancia, la
la d e p e r d o n a r á estos h o m b r e s , como y o los perdono. Y o soy el q u e estupidez y la locura. E n c u a n t o al c r i m e n , no lo designa sino d e
os hace esta súplica p o r e l l o s ; ó mas bien ellos son los q u e la h a c e n u n a m a n e r a c o n f u s a , m a s el p e r d ó n lo pide en t é r m i n o s m u y claros.
en mi y c o n m i g o , c o m o s i fuesen vuestros hijos, c o m o y o lo s o y , y El manifiesta el pecado b a j o el úuico a s p e c t o q u e p u e d e hacerlo cs-
c o m o si v o s fueseis s u p a d r e : Paler. N o mircis q u e ellos m e d a n la c u s a b l e , p u e s lo presenta como un efecto d e la ceguedad del espíritu
m u e r t e , sino c o n s i d e r a d q u e yo m u e r o v o l u n t a r i a m e n t e por ellos. m a s bien q u e de la malicia del corazon : Aon enim seiunl quid fu- .
No miréis lo q u e ellos h a c e n contra mi, sino v e d lo q u e yo s u f r o por ehmt; cu t a n t o q u e implora el p e r d ó n p o r el m o t i v o m a s copaz de
su a m o r . Es cierto q u e ellos n o merecen ese perdón p o r q u e son obtenerlo, p o r q u e Dios es su P a d r e : Paler, dimitle itlis. Así pues
vuestros e n e m i g o s ; m a s el q u e lo solicita p o r ellos lo merece Jesús presenta á su P a d r e con la sabiduría de u n a m o r infinito los
p o r q u e es vuestro H i j o . Y o tengo d e r e c h o á él p o r la s a n g r e q u e a r g u m e n t o s m a s propios p a r a m o v e r l e , y las razones m a s f u e r t e s
d e r r a m o , por la i g n o m i n i a q u e s u f r o , y p o r la m u e r t e á q u e me p a r a o b t e n e r lo q u e p i d e . El p r o n u n c i a el i n f o r m e m a s elocuente, la
ofrezco. [Ah I e o n c e d e d l e s ese perdón, y o os lo suplico, y haced co- defensa m a s completa y el discurso m a s c o n v i n c e n t e y m a s eficaz, y
nocer el valor infinito d e m i sangre á los q u e la vierten, el precio de d e este modo p r u e b a q u e es el m a s t i e r n o , el m a s compasivo, el m a s
mi agonía á los q u e m e l a hacen m a s t e r r i b l e , y la eficacia d e mi ingenioso y el m a s elocuente d e los defensores pora con Dios. 110 me-
m u e r t e á los q u e m e la d a n : Paler, dimitte ¡llis. o nos p o r la s a n t i d a d d e s u p e r s o n a q u e p o r los t r a n s p o r t e s d e su
c a r i d a d : Advoeatum habernos apud Palrcm Jesvm Christum
¡Notad t a m b i é n , c r i s t i a n o s , el c u i d a d o c o n q u e p r o c u r a escusur la
iustum.
e n o r m i d a d d e u n c r i m e n q u e 110 a d m i t e escusa a l g u u a : « Ellos no
saben lo q u e b u c e n , » d i c e . Ved aquí l o q u e quiso decir con estos ¿Cómo pudo decir J e s ú s q u e los J u d í o s no sabían lo q u e h a c i a n ,

p a l a b r a s : o Ellos 110 m e h a n conocido, o P a d r e mió, por lo q u e s o y , c u a n d o la injusticia d e su p e r f i d i a , d e s u odio y d e su envidia, ia


mala fe de sus acasacionesysu obstinación cruel en pedir su muerte dirige á Jesús en la cruz son palabras de insulto : o Si eres Hijo de
M i a u sido tan palpables y tan evidentes, que el - s m e Pdatos se Dios, baja de la c r u z ; » y las primeras que Jesús hace oir desde la
convenció de ellas ? Sdebat guia per imtdmm tradid.ssent eurn cruz son palabras de compasion por el pueblo: o Perdonadlos,
(Slattb ). ¿Hubo jamás nna malicia mas voluntaria, mas consumada, porque no saben lo que haccn.» El pueblo le llcnade insullos, y J e -
Í o m L o mas inescusable? Todo esto es muy cierto; pero no sús se siente movido ó piedad por él. El pueblo le entrega á los tor-
to es menos que los Judíos, como se lo dijo despues el apóstol S. Pe- mentos mas horrorosos, y Jesús Ic defiende. El pueblo procura ace-
drcTprcfirierou Barrabás á Jesucristo,y pidieron la muerte del autor lerar su muerte, y Jesús le asegura la vida. El pueblo en fin no
d la vida, porque no le conocieron : B »««e * i o cesa de renovar sus ultrajes, y Jesús renueva sus oraciones.
per ignoráis ( A « . ) . Ks cierto también, observa Sto Así pues, dice S. Bernardo, Jesucristo nuestro protector y nues-
Tomás <111. q. 47, a. »1, que esta ignorancia fue afectada y que no tro maestro nos manifiesta con su oracion que quiere ser el primero
S a e í c r i m c , ; . Es indudable asimismo, como tobaba p r e n s o en obedecer la ley del perdón que habia promulgado para nosotros,
el profeta, que esta ignorancia fuéel resoltado de su propia maheia, en ejecutar lo que él mismo habia mandado, y en hacer mucho mas
opuesto que habian hecho todo lo posible para cegarse relat, s a - aun, supuesto que pide no solo por los que le han perseguido, calum-
j ú , e al conocímicnlo de, sacramenlo augustodel Hijo de Dtos he- niado y maldecido, sino también por los que le han crucificado (i).
cho hombre ;i). Es igualmente cierto que los Judíos no compren- Ved aquí por que, añade S. Agustín, aunque el Salvador pudo con
dieron la enormidad del atentado que cometieron, y que por consi- el mismo éxito hacer esta súplica al Padre Elernoen silencio y c'n el
guientes,, ignorancia, aunque culpable y digna de castigo n o p o i secreto de su corazon, quiso mas bien pronunciarla en alta voz de
eso dejó de ser una ignorancia real y positiva, (fraet. de l'ass. manera que pudiese ser oida de todos, á fin de que no se privasen
Bom. S.) Ved aquí por que el Redentor pudo decir con toda verdad. los cristianos de una enseñanza tan preciosa y de uu ejemplo tan
magnífico ( i ) .
« Ellos no saben lo que hacen. »
A esta enseñanza y á este ejemplo aludía el apóstol S. Pablo
Detengámonos un tostante á considerar esta escena un ca en a
cuando decia: Sed buenos y misericordiosos, perdonáos mutua-
historia del mundo. Zacarías, próximo á ser sacrificado entre el a l -
mente vuestras ofensas reciprocas á ejemplo del Hijo de Dios, que
y templo, habia esclamado : Vea el Señor el tormento que me
os perdonó todos los males que le habíais hecho. (Ephess. 4.;
hacen sufrir, juzgúelo en su justicia y vengúeme (2). Pero JtóucrtírtO,
Y ¿ q u é deberíamos pensar cn efeclo de nuestra ceguedad y de
observa S. Agustín, ruega en vez de amenazar; cu vez de " » o c a
nuestra insensibilidad, si esta grande lección no nos instruyese, si
I D o s " L , suplica al Dios padre, y lejos de llamar a la justicia
I J a d ó s a l . Cubierto por s u s e n e ^ o s d e d o l o ^ W ; este ejemplo sublime no ablandase nuestro corazon? Jesucristo no
confundió los pecadores con tos pecados; él distinguió nuestras cul-
bios, implora para ellos la misericordia divina. El ve que estos m
pas de nuestras personas; él quiso destruir aquellas y salvar estas.
gratos desprecian su sangre como impura, é insiste en que el fin
¡Av! ¡qué sería de nosotros si él no hubiera hecho esta distinción! Al
de ella les sea aplicado; él los oye insultar su p a a e n a y q ^ e
amarnos asi Jesucristo, nos ha enseñado como debemos amarnos
hacerles esperimcutar los efcelosde su candad mlinita. El no piensa
mutuamente; nos ha enseñado que en las ofensas que se nos haccn
c n que recibe la muerte de sus manos; solo se acuerda de que la su-
dchemos hacer una dislincion entre la injusticia de nuestros enemi-
fre por ellos. Trael. s i . in Joan.) ¡O contraste admirable escama
gos y la condicion de su naturaleza, distinguir lo que hacen de- lo
S 1 con entre la barbarie de los hombres y la misericordia de Dios.
que son, detestarsu pecado sin detestar sus personas, como el buen
Ellos respiran furor contra Jesús, y Jesús es todo amor para e los.
medico que odia la enfermedad y la combate, sin dejar por eso de
El pueblo no pone limites á su insolencia ni á su odio, y Jesús ta
poco los pone á su caridad. Las primeras palabras que el pueoio ( I ) Ferit bonos Doctor quod j o s s e r a t : orat non solom p r o persec|oeiilibus el
calummantibus, sed eliaui p r o oceidenlibus se. (De Pass. Dam. 8 . )
(!) Htec cogí laven,"!; erraverunt : escecavil enim illos malitia eorom, el
(S) Pro le emisit bañe vocem, ul andiretor. Non, poloil proillis orare in siten-
nescieiout sacramenta Dei. (Sap. 4.) l i o ; s e j í i i n c non haberes esemplnm. (Trael. 3 1 ¡a Joan.)
(2) videal Deus, et requirat. (//. Parí, i i. )
m o s t r a r s e eompasivo c o n el e n f e r m o y asistirle En efecto las p a - b i e n , así es, dice Jesucristo, como o b r a r á mi P a d r e celestial con
siones del q u e nos o f e n d e i n j u s t a m e n t e son v e r d a d e r a s e n f e r m e d a - vosotros; lejos d e p e r d o n a r o s vuestras c u l p a s , os castigará s e v e r a -
des de s u espíritu, V n u e s t r a s oraciones y n u e s t r a c a r i d a d tienen mas m e n t e si no perdonáis d e corazon á v u e s t r o s h e r m a n o s : Sic el Pa-
fuerza p a r a c u r a r l a s q u e n u e s t r a v e n g a n z a . tee meusealestis faeietvobis, si nonremiseritis umsquisquefratri
S B e r n a r d o nos e x h o r t a i g u a l m e n t e a que. escuscmos, a e j e m p l o suo de cordibus veslris. (Matth.)
d e Jesucristo, la intención del q u e nos o f e n d e , sino p o d e m o s escusar ¡Dichosos vosotros, cristianos sinceros, discípulos fieles d e J e s u -
su acción • él nos escita ti q u e a t r i b u y a m o s la injusticia, q u e n o s l a s - cristo, vosotros q u e , dóciles á sus lecciones y á s u s ejemplos, no
tima á ignorancia, á inadvertencia, o á cualquiera o t r a c i r c u n s t a n - conserváis resentimiento a l g u n o por las i n j u r i a s q u e h a b e i s recibido,
cia c a s u a l , m a s bien q u e á malicia. Serm. 40 m « M a s ¡av . es- sino q u e respondéis á las imprecaciones con las súplicas, á las o f e n -
tos ingeniosos artificios de. la caridad son raros e n t r e los Cristiano sas con los beneficios, y al odio con el a m o r ! En t a n t o q u e vosotros
de n u é s t r o s d i a s ; el ofendido procura a b u l t a r á sus p r o p i o s ojos y a perdonáis las injusticias con q u e os persiguen, Jesús implora y o b -
los de. otros l a i n j u r i a q u e ha recibido, p a r a justificar, c o n su e x a g e - tiene para vosotros el p e r d ó n d e los pecados q u e habéis cometido :
r a c i ó n , su odio y su resentimiento y la prisa q u e se da a s a t i s - Dimitte i/lis. Mientras q u e vosotros oráis por v u e s t r o s enemigos,
Jesús pide p o r vosotros. Mientras q u e vosotros d e r r a m á i s v u e s t r o s
Pero d e s v e n t u r a d o s cristianos! ¿desearíais q u e Dios os t r a t a s e beneficios sobre los que os h a n ofendido, Jesús d e r r a m a su s a n g r e
como traíais á vuestros hermanos, y q u e á la m a s leve falta q u e co- sobre vosotros. E n tanto q u e vosotros os constituís d e f e n s o r e s d e
metáis hiciese estallar su colera y v i b r a s e s u s rayos p a r a castigaros vuestros h e r m a n o s ante vosotros mismos, J e s ú s desempeña en vuestro
en v u e s t r a f o r t u n a , en vuestro h o n o r , en vuestra familia, en vues- favor el oficio d e abogado a n t e D i o s : Advoeatum habernos apud
tra p e r s o n a v en vuestra vida? S e g u r a m e n t e q u e no. ¡ C u a n i n j u s t a Patrem Jesairt Chrislumjvslum. Él escusa v u e s t r a s f a l t a s : A c s -
es p u e s vuestra pretensión ! dice la E s c r i t u r a . Vosotros, h o m b r e s eiunt quid faeiunt, y os viste d e s u s méritos, él os lava con s u s a u -
de l u d o , vosotros u l t r a j á i s á Dios por el pecado, y q u e r é i s q u e Dios gre, y os m u e s t r a su p r o t e c c i ó n ; vosotros os hacéis sus amigos y sus
os p e r d o n e , m i e n t r a s q u e e n vuestro resentimiento y en vuestro i m - h e r m a n o s , s u p u e s l o q u e participáis d e ese espíritu d e c a r i d a d con
p l a c a b l e orgullo, n o q u e r e i s perdonar á u n h o m b r e s e m e j a n t e á v o s - q u e él f u é consumido en la cruz, y por esta causa os est recha con -
otros. Vosotros .10 sois m a s q u e un poco de polvo, u n g u s a n o d e la t r a su c o r a z o n , os oculta en s u s llagas, os c o m u n i c a su filiación di-
t i e r r a , v no quercis escusar al polvo, y pretendéis q u e el g r a n mo- vina y os bace e n t r a r con él en posesion d e su herencia celestial.
n a r c a d e ios cielos haga descender el perdón sobre vosotros. [Eeeh. M a s , p o d r á n decir a l g u n o s : el Señor no imploró el perdón m a s
•>s i ¡ V a n a ilusión! Dios no permite q u e nosotros t e n g a m o s dos p e - q u e p a r a los J u d í o s y los Gentiles, a u t o r e s i n j u s t o s y crueles d e su
s o s ' d o s reglas v dos medidas. No es posible q u e Dios reserve su mi- m u e r t e . N o filé, así; él lo solicitó i g u a l m e n t e p a r a nosotros, p a r a to-
sericordia para nosotros, y su justicia p a r a los demás,- p o r q u e J e s u - dos los pecadores; p o r q u e sobre su t r o n o de dolor defendió nuestra
eristo ha dicho q u e Dios u s a r á con nosotros la misma medida que causa c o m o defensor poderoso, p o r q u e e s j u s t o , y su propiciación
h a v a m o s usado con los demás ¡Cuc. o ; : es decir, q u e la deuda i n - eficaz é infinita, comprendió no solo n u e s t r o s pecados, sino los d e
m e n s a que hemos contraído con Dios no n o s s e r á p e r d o n a d a , si por todo el m u n d o : Advoeatum habernos apud Patrem Jesum Chris-
n u e s t r a parte, no echamos el velo del olvido sobre las ofensas que se tum. El ipse est propiliotio pro peecatis mstris : non pronostris
aulem tantrnn, sed etiam pro folias m.undi.
nos h a n hecho. . E n efecto, observad q u e en su oraeion no s e espresó en términos
•\cordaos del siervo inicuo del Evangelio á quien su s e ñ o r h a b í a
limitados. Él no d i j o : • Perdonad á los J u d í o s ó á los Gentiles, ú
p e r d o n a d o la deuda enorme de diez mil lalentos, y que no quena
Caifás o á P i l a t o s . » Él habló en t é r m i n o s generales d i c i e n d o : « P e r -
p e r d o n a r a uno de sus compañeros la d e algunos julios. El señor
donadlos : Dimitle ittis. Es decir q u e oró p o r todos aquellos q u e
j u s t a m e n t e irritado r e t i r o la palabra de perdón q u e le habla d a d o ,
de cualquier m a n e r a cooperaron á su m u e r t e y fueron causa de ella.
hizo resucitar contra este siervo cruel su a n t i g u o crédito, le hizo
P u e s b i e n , es indudable q u e n a d i e p u e d e decir d e la s a n g r e p r e -
e n c e r r a r en u n a prisión oscura y le e n t r e g ó á los v e r d u g o s . P u e s
ciosa de Jesucristo lo que decía Daniel d e la de S u s a n a : « Yo no lie cosas, como son en sí, moriría mil veces de espanto y de horror, a n -
sido cómplice del crimen que hace d e r r a m a r s u sangre, o [Dan. 13.) tes que cometer un solo pecado. Puede por consiguiente decirse de
E s muy cierto que habiendo muerlo Jesucristo por las iniquidades todos los pecadores qne son ciegos, estúpidos é insensatos, y q u e no
de todos, supuesto q u e su Padre le habia cargado con la obligación saben lo q u e hacen; [Tract.de Pass. Dom. cap. 8.) y Jesucristo
de pagar todas nuestras deudas, [Js. 53-) todos los hombres contri- pudo decir, como dijo en efecto, de todos los pecadores: Ellos no sa-
buyeron mas ó menos con sus pecados a su crucifixión y a su muerte. ben lo q u e h a c c n ; y pudo comprenderlos á todos, como los c o m -
Así pues, cuando S. Pablo nos dice que todos los que, despues d e prendió efectivamente, en su amorosa oracion.
haber sido regenerados por el bautismo, vuelven á caer cn el pecado, De aqui se sigue q u e la cruz, desde la que el Hijo de Dios hecho
n o hacen otra cosa q u e crucificar de nuevo al Hijo de Dios, (Heb. 6.) hombre y suspendido entre la tierra y el cielo pronunció esta o r a -
nos d a á entender claramente q u e todos los pecadores l e han c r u - cion sublime, no es yo el instrumento desuplício d e un sentenciado,
cificado y a otra vez. Por consiguiente todos los hijos de A d á n , pa- sino mas bien la roca elevada, el terreno neutral del embajador, del
sados, presentes y f u t u r o s , han contribuido á derramar esta sangre, redentor, del abogado universal que firma el tratado de la reconcilia-
supuesto q u e fué d e r r a m a d a por los pecados y la santificación de ción del m o n d o . (De Pass.)
todos. La muerte del Redentor no fué solo un crimen producido S. Pablo h a descorrido el velo que nos ocultaba este misterio; él
por la Injusticia de Pilatos y el odio de los .ludios; sino que lué nos ha presentado igualmente el cuadro mas magnifico, el mas
también un misterio exigido por la miseria y los estravíos de todos grandioso y el mas tierno al mismo tiempo de! orden del amor d i -
los hombres. vino para con los hombres. En efecto un hábil defensor no se con-
Eslo supuesto, supuesto q u e el perdón fué implorado en favor de tenía con hablar; él añade á sus palabras la elocuencia del gesto, de
todos, es claro que Jesucristo lo pidió, lo mismo por el pecado ori- los ojos y de la acción; él se vale de todos los incidentes, y saca
ginal q u e por los pecados actuales; lo mismo por las culpas v e - partidode todo para hacer valer las razones de su cliente. Si no pue-
niales q u e por los pecados mortales; lo mismo por los pecados fu- de convencer á sus Jueces, procura conmoverlos. Si no puede o b -
turos que por los pasados; en una palabra, él lo pidió por todos los tener por la justicia el triunfo de la causa que defiende, se esfuerza
pecados que cometiesen los hombres desde el principio del mundo cn obtenerlo por la piedad. Con este fin busca escusas á su crimen,
basta el fin de los siglos; p o r q u e cuando Jesús dijo ó su Padre: P a - atenúa la malicia, exagera la flaqueza, alega en su favor la ignoran-
d r e mió, perdonadlos, f u é como si hubiera d i c h o : Padre mió. per- cia, y finalmente robustece sus argumentos con el acento de la com-
donad á los Judíos, á los Gentiles, á los estranjeros, á los bárbaros, pasión, de las súplicas y de las lágrimas. Esto mismo fué lo q u e
perdonadlos á todos sin distinción alguna ¡1 ¡. Jesucristo hizo cn la cruz. Él defendió nuestra causa con las razones
.Notad también con S. J u a n , que el pecado q u e comete ei hombre m a s terminantes, deducidas de nuestra locura y de nuestra igno-
es siempre el resultado de la ceguedad, o de la ignorancia de las rancia, y despues se valió también de las súplicas mas fervientes,
cosas de Dios. (I .Joan. 3.) Todo el hombre q u e peca con proposito m a s enérgicas, mas meritorias y mas eficaces, como el mas santo
deliberado es realmente culpable, porque opone el desorden, el vi- de todos los hijos dirigiéndose al mas tierno y m a s amoroso de todos
cloy la Injusticia de su voluntad individual, á la justicia, á la s a n - los padres. Él presentó nuestra defensa, no solo con sus palabras,
tidad y á la voluntad, ó á la ley de Dios. Pero no es menos cierto, sino también volviendo al cielo su rostro divino, estendiendo sus ma-
dice S. Bernardo, que e n el momento en q u e el hombre peca no co- nos hacia Dios su padre, y lanzando de lo íntimo de su corazon
noce á ü i o s ; no conoce la grandeza del ultraje que le hace, los bienes grandes gritos acompañados de abundantes lágrimas y d e senti-
celestiales q u e pierde, los males que se atrae, ni los horrorosos cas- mientos tan humildes, tan piadosos y tan respetuosos, que su ora-
tigos que se prepara. P o r q u e si él conociera claramente todas estas cion subió hasta el trono de Dios como el olor del m a s suave i n -
cienso : Qui-in dichas carnissme preces, iVpplicationesquead éum,
'jai poísit iltum sahum faceré á marte eum clamare calido et la-
( t ) D i m i t M i l l » , id esl, dimilteGriecis, Judaás, p n r g r i m s , terfaris, omnibui
cryrnis, exauditus estprosuarevereniiá.
onmino. (Hom. in Vartli.)
S . P a b l o a ñ a d e q u e l a s a n g r e d e Jesucristo, m a s elocuente que
nos, con tal q u e l a s l á g r i m a s d e n u e s t r a penitencia se mezclen á l a s
la de Abel q u e pedia venganza c o n t r a Cain, h a b l a b a p i d i e n d o g r a d a
q u e d e r r a m ó Jesucristo, y nuestra oracion se c o n f u n d a con la
p a r a n o s o t r o s : El sarminis aspersionemmeto* bquenlem qaam
suy'a ( l J .
Abel. ¡Hebr. 12.) ¡O tierno v afectuoso misterio 1 F.l Apóstol ha que-
; V desgraciados d e nosotros, si Jesucristo n o s h u b i e r a olvidado en
rido h a c e r n o s conocer p o r e s t a s p a l a b r a s q u e n u e s t r o compasivo
esta h o r a misteriosa, si no nos h u b i e r a c o m p r e n d i d o en su inefable
abogado, p a r a hacer t r i u n f a r eficazmente eu presencia d e su P a d r e
súplica I P o r q u e lo q u e dice S . Agustín con respecto al pecado o r i -
el grito de s u caridad, le dirigió su súplica con los labios, pero le
ginal es i g u a l m e n t e cierto d e todos los p e c a d o s a c t u a l e s : es decir,
h a b l a b a t a m b i é n con las espinas que t a l a d r a b a n su cabeza, c o n s u
q u e la o f e n s a q u e el h o m b r e h a c e á Dios c u a n d o peca es d e t a l
lengua m o j a d a en la hiél, con sus m a n o s y sus pies traspasados por
n a t u r a l e z a , q u e a u n c u a n d o d e b a s e r r e p a r a d a por el h o m b r e q u e l a
los clavos, con las a n g u s t i a s d e sn m u e r t e y con l a s ignominias y el
h a comelido, no p u e d e serlo cn realidad sino p o r Dios, Porque
m a r t i r i o d e s u cruz.. E n t a n t o q u e su boca pronunciaba las palabras
e n c e r r a n d o en sí l o d o pecado u n a malicia infinita con relación á la
d e p e r d ó n , Oimitte illis, de s u s llagas, c o m o d e otras t a n t a s bocas,
infinita m a j e s t a d d e Dios á quien o f e n d e , como hemos d i c h o eu oli o
salia esla p a l a b r a d e a m o r : Perilon. A las l á g r i m a s que corrían d e
l u g a r , solo u n a p e r s o n a d e u n a d i g n i d a d y d e un m é r i t o infinito es
s u s ojos se j u n t a b a el g e m i d o d e la s a n g r e q u e m a n a b a de todo su
la q u e puede e x p i a r l o d i g n a m e n t e . V supuesto q u e solo cn Dios se
c u e r p o , v este nuevo Abel llamaba así en su a y u d a la voz d e su san-
e n c u e n t r a esfti dignidad y este m é r i t o infinito, se sigue de a q u í q u e
g r e i n o c e n t e y divina para h a c e r t r i u n f a r la causa de nuestra abso-
la divinidad no p u e d e e n c o n t r a r m a s q u e en sí m i s m a u n a satisfac-
lución y d e n u e s t r o p e r d ó n , para obligar á la severa justicia de Dios,
ción p r o p o r c i o n a d a á los u l t r a j e s q u e recibe.; y p o r lo m i s m o solo
d e quien solo p o d í a m o s esperar u n a v e n g a n z a terrible, a usar con
UI1 Dios es el q u e puede a p l a c a r la cólera d e Dios, h a c e r s e víctima
n o s o t r o s de m i s e r i c o r d i a .
d e propiciación y a b o g a d o p o r el h o m b r e , y a l c a n z a r l e la r e c o n c i -
E n este m i s m o c u a d r o misterioso n o s presenta S. Pablo el cielo liación y el p e r d ó n . V e d a q u í por q u e a u n c u a n d o nos b a s t a nuestro
a b i e r t o , y al D i o s p a d r e q u e , fijando la vista en esta sublime espia- libertad y nuestra malicia p a r a a l e j a r n o s d e Dios p o r el p e c a d o , no
c i o n , presta oídos á e s t a defensa inspirada por el amor, a esla s u - p o d e m o s sin e m b a r g o volver á Dios p o r nosotros mismos, n i r e c o n -
plica tan t i e r n a , y la acopla en favor del profundo respeto con que ciliarnos con él p o r m e d i o d e la p e n i t e n c i a ; p a r a esto necesitamos
se l e lia d i r i g i d o : Exauditus esl pro sua reverenlia. ¡Hebr. 5.) Es d e un mediador d i v i n o , d e u n a b o g a d o d i v i n o , d e Jesucristo q u e ,
decir q u e m o v i d o el P a d r e celestial por este espectáculo grandioso, siendo i e r d a d e r o Dios y v e r d a d e r o h o m b r e , es p o r lo m i s m o u n
y a f e c t a d o p o r e s t a s p a l a b r a s tan dulces y tan generosas, por e s t a s m e d i a d o r y u n a b o g a d o , t a n s u b l i m e por s u m a j e s t a d y l a n d i g n o
preciosas l á g r i m a s , y enternecido al ver la sangre d e su divino H i j o , d e ser oído p o r s u justicia, c u a n t o compasivo c o n nosotros por
aplaca su cólera, d e j a c a e r d e sus manos el rayo, desarma su b r a z o , su c a r i d a d : Aibioeatum habemus apud Patrem Jesum Chrislum
y principia d e s d e e n t o n c e s á mirar con ojos compasivos al m u n d o jiislum.
q u e le era odioso, y l o reconcilia en J e s u c r i s t o : Deuseral ¡n Chrisio,
Si pues Jesucristo n o h u b i e r a satisfecho n i h u b i e r a i m p l o r a d o el
mundum reconeitians sibi. ¡11. Cor. 5.) E n seguida, con una p l u m a
perdón m a s q u e por el pecado original, ¿cómo h u b i é r a m o s p o d i d o
m o j a d a eu la s a n g r e m i s m a d e su a m a d o Hijo, horra el fatal de-
uosolros satisfacer y a l c a n z a r el p e r d ó n p o r n u e s t r o s pecados
cretó eu q u e oslaba e s c r i t a la coudenacion d e todos los p e c a d o r e s :
actuales'? Y como c a d a uno d e n u e s t r o s pecados necesita de u n a
üelens qve.d adversas nos e r a l ebirographum tlecreli, quod eral
mediación y d e u n a satisfacción i n f i n i t a , seria necesario, decia S.
eontrarium nobis, el ipsum tulit de medio, affigens illud eruei,
P a b l o , q u e Jesucristo principiase á s u f r i r á c a d a m o m e n t o poi-
(Coloss. 2.) y lo clavó á la cruz de Jesucristo, como el recibo d e
c a d a u n o d e los pecados a c t u a l e s del h o m b r e , á fin d e expiarlo.
u n a d e u d a q u e h a sido satisfecha, y q u e por lo mismo se devuelve
(Hebr. 9.) ¿Y era posible q u e ci H i j o de Dios se vistiese d e nuestra
al d e u d o r .
c a r n e , padeciese y m u r i e s e por cada h o m b r e e s e l u s i v a m e n t e y p o r
Ved aquí p o r q u e e s t a b l e c e desde este momeulo que nuestros
p e c a d o s n o s s e r á n p e r d o n a d o s sin q u e j a m á s vuelvan á i m p u t a r s e - (1) Xim repitióos illis ileiieta ípsorum. (II. Cor. 5.)
c a d a u n o d e los pecados eu p a r t i c u l a r ? No, sin d u d a a l g u n a . P o r estinguió t a m b i é n en su origen la enemistad q u e habia e n t r e Dios y
consiguiente el pecador h u b i e r a sido p r i v a d o del único m e d i a d o r , del el h o m b r e , y q u e hubiera p e r m a n e c i d o e t e r n a m e n t e : Ipse enim
ú n i c o a b o g a d o c a p a z d e presentar su dct'cusa, y d e h a c e r u n a súplica est pax nostra, qni fecil atraque uman, el médium parietem
eficaz por" c u a n t o esta u n i d a a l mérito d e u n a satisfacción i n f i n i t a . maceria solvens immicitias in carne sua. j l b i d . ) D e este modo
F.l h o m b r e pecador hubiera vuelto á caer en su primitiva miseria, todos los obstáculos fueron q u i t a d o s , todos los c a m i n o s a l l a n a d o s ,
en su imposibilidad n a t u r a l d e satisfacer y d e obtener el p e r d ó n t o d a s las d e u d a s satisfechas, todos los d e r e c h o s restablecidos; el
p o r sus propios p e c a d o s ; y en el m o m e n t o en q u e h u b i e r a p e r - h o m b r e , a n t e s culpable, p u e d e en a d e l a n t e p e n e t r a r , c u a n t a s veces
d i d o la inocencia b a u s t i m a l , esta p é r d i d a h u b i e r a sido i r r e p a r a b l e , q u i e r a , hasta el t r o n o d e Dios p o r la p e n i t e n c i a , p r e s e n t a r s e á él c o n
y p o r consiguiente la o b r a d e la redención d e solo el pecado c o n f i a n z a , volver á sus brazos, a m a r l e d e nuevo c o m o á su p a d r e ,
original hubiera sido inútil é i n f r u c t u o s a p a r a l a i n m e n s a m a y o r í a y s e r m i r a d o d e él como hijo : Per ipsum /tabernas accessum ad
d e los h o m b r e s , q u e tienen la d e s v e n t u r a de no conservar la g r a c i a del Patrem. (Ibid.)
bautismo. S . Pablo n o s h a revelado q u e la mediación poderosa q u e Jesucristo
Mas el R e d e n t o r r e u n i ó todos los pecados cu s u p e r s o n a ; el dio a ejerció en el Calvario en n u e s t r o favor se p e r p e t ú a y se p e r p e t u a r á
Dios a n t i c i p a d a m e n t e u n a satisfacción infinita por todos los p e c a d o s s i e m p r e en el cielo, Jesucristo, d i c e , esta s i e m p r e vivo en el cielo
p a r a interceder por nosotros : Sempcr vivens ad interpellandum
q u e se h a b í a n c o m e t i d o y se h a b l a n d e c o m e t e r d e s d e el principio
pro nobis. (Helír. 7.) ¡O preciosa revelación! ¡ O p a l a b r a s d e consuelo!
h a s t a el fin del m u n d o ; p o r el mérito de esta satisfaeciou i n f i n i t a ,
P o r ellas s a b e m o s con certeza q u e el Hijo d e Dios, s e n t a d o á la
alcanzó el p e r d ó n á todos y para t o d o s , y con esta sola oblacion,
derecha d e s u Eterno P a d r e , m o s t r á n d o l e c o n t i n u a m e n t e las heridas
prosigue S . P a b l o , c o n s u m ó en u n solo m o m e n t o p o r u n solo acto
q u e recibió p o r nosotros, n o cesa de a p l i c a m o s su mérito y d e a s e g u -
la reconciliación y la satisfacción d e todos los pecadores. Habiendo
r a m o s su f r u t o , y q u e en la plenitud d e su gloria l e r e p i t e c o n s t a n t e -
e n t r a d o u n a vez eu n u e s t r o n o m b r e en el s a n t u a r i o del a m o r d e
m e n t e la súplica s u b l i m e q u e le dirigió desde la cruz c u a n d o se
Dios, d e j ó p a r a s i e m p r e a b i e r t a s las p u e r t a s á todos los h o m b r e s , h a l l a b a e n el colmo d e las i g n o m i n i a s y d e los s u f r i m i e n t o s : P a d r e
y c o n s u m ó u n a redención universal y e t e r n a : Una enim oblatioiie, m i ó , p e r d o n a d l o s , p o r q u e no s a b e n lo q u e h a c e n . Nosotros s a b e m o s
imsummavit in sempiternum sanetificatos. ( H e b r . 10.) IntroivU q n e esta oracion del H i j o r e s u e n a , c o m o un e c o s i e m p r e poderoso, en
semel ia Sancta, alterna redemptione invenía. J b i d . 9.) los oidos y m a s a u n eu el corazon del P a d r e ; q u e uosotros, i n g r a t o s
¡O misterio d e t e r n u r a y d e m i s e r i c o r d i a ! c o n t i n ú a el m i s m o á s n s beneficios é insensibles á su a m o r , n o s olvidamos con frecuencia
s a n t o . De este m o d o cesó p a r a el h o m b r e q u e se a l e j a d e D i o s por el d e nuestro amoroso d e f e n s o r q u e n o n o s olvida j a m á s , s u p u e s t o
p e c a d o aquella eondicion q u e le h a c i a imposible su v u e l t a á la gracia. q u e su ocupacion m a s a g r a d a b l e , s u s m a y o r e s delicias y su v i d a
e n t e r a , en el seno del a m o r infinito, es c o n t i n u a r con s u sacrificio,
El a b i s m o , q u e s e p a r a b a al h o m b r e d e Dios c o n u n a d i s t a n c i a infi-
la s u b l i m e misión d e alcanzarnos el p e r d ó n d e Dios : Semper
n i t a , f u é a l l a n a d o ; p o r la mediación d e u n a súplica t a n a f e c t u o s a ,
viváis ed interpcllandinn pro nobis, y q u e él es a h o r a en el cielo
h e c h a eu u n m o m e n t o d e d o l o r y d e oprobio indecible, y a c o m p a ñ a d a
lo q u e f u é s i e m p r e en la tierra, n u e s t r o m e d i a d o r y n u e s t r o a b o g a d o
d e ia efusión d e t a n t a s a n g r e . Dios s e a p r o x i m ó al h o m b r e , y el
para hacernos propicio á su P a d r e , c u a n d o n u e s t r o s p e c a d o s e n c i e n -
h o m b r e se a p r o x i m ó á D i o s , d e tal m o d o q u e es s u f i c i e n t e q u e el
d e n su c ó l e r a : Advoeatum habernos apud Patrem Jesum Christum
pecador s e d e t e n g a en los c a m i n o s del d e s o r d e n y v u e l v a a t r á s por
iustum.
los mismos p a s o s , p a r a q u e e n c u e n t r e á Dios y se reconcilie c o n él.
El vos qui eralis longe, facti estis prope m sanguina
¡Eplies. 2.) E n efecto J e s u c r i s t o , s o l i c i t a n d o el p e r d ó n p a r a los ¡ O d u l c e J e s ú s ! ¡o t i e r n o y a m a b l e J e s ú s ! n o s o t r o s os damos
p e c a d o r e s , no solo es n u e s t r o m e d i a d o r , sino t a m b i é n nuestra gracias con toda la e f u s i ó n , con todos los t r a s p o r t e s d e n u e s t r o
p a z , s u p u e s t o q u e con la súplica a m o r o s a d e s u corazon y con l a s corazon, por h a b e r n o s tenido presentes á todos s o b r e la cruz á los
heridas d e su c a r n e d i v i n a d e s t r u y ó el m u r o d e separación que ojos d e vuestra b o n d a d y misericordia. Os d a m o s gracias p o r h a b e r -
el p e c a d o h a b i a p u e s t o e n t r e el h o m b r e y D i o s ; s u p u e s t o que n o s c o m p r e n d i d o á todos en vuestra o r a c i o n , y p o r h a b e r h e c h o
valer eu ella y por ella nuestras escusas, p o r h a b e r p r e s e n t a d o n u e s -
t r a defensa, d e f e n d i d o n u e s t r a c a u s a , d e s a r m a d o la cólera divina, y "lill'Vni PARTE.
habernos alcanzado á todos el p e r d ó n . Con esta súplica habéis h e c h o
q u e la gracia csceda al c r i m e n ; lo que habéis satisfecho por nosotros N o p u e d e d u d a r s e , dice Sto. T o m á s , q u e el P a d r e E t e r n o oyó
á la Justicia infinita es m a s d e lo q u e le d e b í a m o s : lo q u e habéis todas las suplicas q u e le dirigió Jesucristo, '3 p.q. 41 ) supuesto
pedido p o r nosotros es m u c h o m a s d e lo que n e c e s i t á b a m o s ; lo q u e q u e el S a l v a d o r d i j o á s u P a d r e : Y o sé, P a d r e m i ó , q u e vos m e
nuestro P a d r e celestial podía negar j u s t a m e n t e ¡i nuestra i n d i g n i d a d , escucháis s i e m p r e : E,jo autem sc/nOum quia semper m audis
á nuestra i n g r a t i t u d v á n u e s t r a malicia, no p u e d e n e g a r o s a vos (Joan. I I . ) Es i n d u d a b l e p o r consiguiente q u e la súplica m»
q u e sois s u H i j o , q u e lo h a b é i s pedido p a r a nosotros, q u e continuáis Jesús crucificado hizo á su P a d r e p a r a a t r a e r el perdón sobre sus
siu descanso pidiéndolo en n o s o l r o s y con nosotros, cou la u m e a v e r d u g o s f u é o i d a , a u n c o n respecto al tiempo, al m o d o y á las
condiciou d e q u e nos m i a m o s á v o s : / » quo clamamos : Abba dolorosos c i r c u n t a n c i a s en q u e t u v o l u g a r . P o r q u e por la eficacia
Pater. Con esta sola condicion, la justicia diviua á la que hemos o m n i p o t e n t e d e esta oracion s u b l i m e el p e r d ó n f u é c o n c e d i d o al
satisfecho a b u n d a n t e m e n t e , 110 p o d r á p r e t e n d e r n i exigir cosa b u e n l a d r ó n , al c e n t u r i ó n , á los soldados q u e habían crucificado á
alguna d e nosotros, y está obligada á volvernos su confianza y J e s ú s , a l a m u l t i t u d q u e volvió del Calvario h i r i é n d o s e el pecho
su a m o r . en señal d e d o l o r , y á aquellos millares d e J u d í o s q u e se cól

Esta es la razón por q u e , s u b y u g a d o s y c o n f u n d i d o s por las


señales d e v u e s t r a t i e r n a c a r i d a d , s e n t i m o s u n esecsivo dolor d e
h a b e r p e c a d o , y j u r a m o s al pié d e la cruz n o volver a p e c a r e n V ¿por q u é tan solo aquella pocas personas f u e r o n las q u e se con-
adelante. M a s si 'leñemos a l g u n a vez l a desgracia de correr p o r la virtieron y a l c a n z a r o n el perdón ? Seria p o r q u e J e s ú s i,o o r ó m a s
p e n d i e n t e resvaladiza del mal, p o r g r a n d e q u e sea n u e s t r a malicia, q u e p o r ellas ? No. f.a p a l a b r a g e n é r i c a « t e , á todos ellos, s i á l i c a
por m o n s t r u o s a q u e sea nuestra i n g r a t i t u d , ; a h í j a m á s a ñ a d i r e m o s c l a r a m e n t e , c o m o , o h e m o s o b s e r v a d o y a , q u e el Señor c o m p r e n !
á la i n j u r i a , que. os h a b r e m o s h e c h o hollando v u e s t r a s a n t a l e y , la W P ' - ^ ^ o s los q u e directa ó i n d i r e c t a m e n t e h a b l a n " !
i n j u r i a , todavía m a s s e n s i b l e á v u e s t r o c o r a z o n , d e d e s e s p e r a r del amnW(tlSU fli B , M r t e
' 1 " e e s t a s ú p l i c a liiécomo una
perdón q u e habéis solicitado y obtenido para nosotros. I.a m u l t i t u o S l l S T ' T j UnÍVe,Sal
' "" «*""»' «Be ^cstendia á
d e n u e s t r o s pecados podrá h u m i l l a r n o s , c o n f u n d i r n o s y q u e b r a n t a r - t o d o el m u n d o , del q u e n i n g u n o f u é escluido n i e s e e p t u a d o y Cdel
q u e el m i s m o J u d a s > < | i c c s I e o n i h ü b . e r a d M n J 'JJ
n o s d e dolor, p e r o n o p o d r á d e s e s p e r a r n o s n i a b a t i r n o s . Nosotros
r e c o r d a r e m o s siempre, la súplica t a n t i e r n a y tan eficaz q u e dirigí»
teis por nosotros á vuestro P a d r e ; y m i e n t r a s q u e ella nos h a b l e de
c^V^P* P C n i , e
" C i a ' ™ '<* deJcsu-
C sto, y si la desesperación 110 le h u b i e r a a r r a s t r a d o al suicidio ( l l .
v u e s t r o a m o r p a r a g u a r d a r n o s c o n t r a el pecado, y n o s repita n u e s l i a m» "n8 5
"P''Ca " e C h a P
°r lodos
» « « • que a un , c-
i n g r a t i t u d , n o s d a r á t a m b i é n la esperanza d e alcanzar vuestro p e r - ""•! d i c e S ' J u n n &isístom0
> Porque Jesucristo al
a todos ios
i w a d r e s
d ó n , p o r q u e ella n o s dirá q u e tenemos s i e m p r e eu vos, p a r a c o n el ° ' sin° i " e
P a d r e celestial, u n a b o g a d o , á c u y a justicia y á c u y a c a r i d a d n a d a boiT su c " W " 0 n P a ' " a , 0 " ° S 105 ' , e a i í e n t r a 'íuisie en
1 a
puede negarse, a q u i é n todo se h a concedido, y q u e es por c o n s i - t t : « " ' ™ * " v a y u n a r r e c i e n t o sincero.
guiente la propiciación infalible, la fianza p e r p é t u a , y la p r e n d a o L 2 ' 7 ' C ° m i " a m a - t o r P o r t e d e los Judíos, ciegos
s e g u r a del p e r d ó n , no solo d e todos n u e s t r o pecados, sino también voluntarios, insensibles y e n d u r e c i d o s c o n t r a el prodigio d e t a n t a s
de los d e todo el m u n d o : Si quispeccavcrit, advocad M m m Virtudes y contra la virtud d e los n u m e r o s o s prodigios q u e s i
opud Pairan Jesum Chrislum justan,. El ipse esl propü,alio pro r o n la m u e r t e del Salvador, opusieron u n a r c . ' s t c n d a i S Itu"

peceatis noslris : non pro noslris avtem tantum, sed etiam pio

Í -
(I) Q110J remolium nec le, Juila, Uansim i -A ™ ,•
folias mundi.
fe ""
V. DE R. m . sj
gracia v se obstinaron en su atentado con tina terquedad d i a b ó - apóstol S. Pedro la palabra de Dios á los Judíos despues de P e n t e -
lica, no participaron por lo mismo del gran beneficio <@ perdón costes, puso como condicion indispensable para obtener el perdón
de Jesucristo no solo la fe y el bautismo, sino también un arrepen-
' A C(1 aquí pues la importante lección q u e nos ofrece este misterio; timiento sincero, un verdadero dolor del pecado: Pasnitentiam
á saber, que aunque el perdón fué solicitado para todos sin e s c e p - agite, et baptisetur umsguisque veslrum in nomine Jes 11 Chrisli
cion alguna, sin embargo no participan de él sino aquellos que se in remissíimem peccatorum veslrum: et aeeipietis donam Spirllus
aplican su fruto por nna sincera penitencia. Sancti. (Act. 2.) Esto quiere decir q u e Jesucristo satisfizo por t o -
Los N'icolaitas en el primer siglo del Cristianismo, y después dos , que pidió y obtuvo el perdón por todos, pero con la condicion
ellos Lutero y sus sectarios en el siglo diez y seis, blasfemaron c>uan- de q u e , por medio de uua sincera penitencia, nos apliquemos nos-
do dijeron que « habiendo Jesucristo satisfecho á la justicia de Dios otros mismos en tiempo oportuno el valor infinito de esta satisfac-
p o r todos, v Obtenido el perdón para todos, el f « ^ ción y de esta súplica, cuyo precioso depósito nos conserva la
fe de Jesucristo, sea cualquiera el número y la enormidad de su pe- Iglesia.
cados, no puede ser condenado ¡ . con este principio abolieron como ¡No nos hagamos ilusión : la mediación de Jesucristo, su interce-
inútil todo acto d e penitencia. . sión y su perdón, lejos de dispensarnos del arrepentimiento de
¡Doctrina horrible! porque si ella llegase a prevalecer a b r l n a a nuestros pecados, nos imponen p o r el contrarío una obligación r i -
puerta á todos los vicios, legitimaria á todoslos ! gorosa de participar del sacramento d e la penitencia, en el que se
odas las virtudes, convertiría el misterio d e la ^ d c n c o y del F nos aplica el mérito infinito de la oracion de Jesucristo. Con esta
don en un foco de pecados, en vez. de ser el remedio d e « o . , sola condicion podremos disfrutar de las ventajas que nos lia pro-
de Jesucristo, del Dios d e santidad, el fautor y el córnpheo d . * M » porcionado esta oracion sublime. Con esta condicion podremos pedir
los crímenes, v convertiría e n t i n a masa de criminales, odiosos ai a la justicia divina, sin temor de ser repulsados, v con la confianza
^ ^ r a , a, pueblo cristiano c l e g i d o p o r D ^ ^ ^ de ser oídos, que salde nuestras cuentas y que borre nuestras d e u -
consagre, á su servicio y abunde en buenas obras : l ' ^ " ¡ J ^ •' D'mltU nobis
"ostra. Con esta condicion en fin pode-
populumacceptabilem, secta,orem bonorum » P ^ f ^ '- J 1 mos gloriarnos santamente de tener e n Jesucristo nuestro Redentor
m i abogado tan justo como poderoso, que nos hará propicio a su
trina tan impía como a b s u r d a ; doctrina igoa.mem ^ J J £
Eterno Padre, a pesar de los pecados q u e hemos cometido, y que nos
la f e cristiana y por la sana razón, f ^ ^ ^ J ^ o q u e
a canzara el perdón, la gracia y la salvación eterna, supuesto que
verdadera filosofia, y q u e no solo perdería a hombre, smc> q
haria imposible toda sociedad, destruyéndola p o r sus f u n d a , , ? ' a ° " P a r 8 el mundo eterno : Si quis pecca-
lent advocatum habernos apud Patrem Jernn Chrútvm jvltum.
" • ¡ a y . e s t a doctrina diabólica, nacida en
tara, sed ctram pro totias mundi. Así sea.
h a peñe rado hasta el seno de las naciones catol cas ^ com»
creencia a lo menos c o m o práctica. , Cuántos catolices no vemos
h o T q u e , eslraños á todo ejercicio de virtud cristiana y s ú m e n t e
en Joslos vicios, alimentan la temeraria ilusión d e ^
ran su salvación por medio de algún acto ^
tardía q u e e s p e r a n p o d e r hacer en su
entre sus manos el perdón de sus pecados de que no e anepentira
jamas, ni durante su v i d a ni á la h o r a de la muerte
,Oe ,gaño funesto! ¡o maldita seguridad! ¡ q u e m u l t . u d a n n u ^
rosa d e almas precipitadas
adormeciéndolas en su d u r a n t e la v i d a . A n u n u
en s u s desordenes
m u y c l a r o s q u e el M e s í a s d e b í a d e s u f r i r l a m u e r t e e n m e d i o d e d o s
c r i m í n a l e s , a ñ a d i e n d o : Q u e s u s a n g r e d e m a r r a d a le d a r i a u n a n u -
m e r o s a p o s t e r i d a d , y q u e la i n f a m i a d e s e r c r u c i f i c a d o e n t r e d o s

CONFERENCIA VIGÉSIMA NOVENA.


m a l h e c h o r e s c o n t r i b u i r í a a h a c e r c o n o c e r m e j o r l a v i r t u d d e su g r a -
c i a y la ' « ¡ t e n s i ó n d e s n i m p e r i o : Videbit semen longtevum; el vo-
luntas Dominl in mttnu ejus dirigehtr,- el forlium dividet spolia,

íms «res Cruces. pro eoqitcd Iradidit in morlem animam mam, el eum scerelatis
repúlalas esl.
l üietií semen íófigireuii ; eí voluntas Domini ¡ A d m i r a b l e c o n d u c t a de la s a b i d u r í a d e Dios! L o s J u d í o s crucifi-
in menu ejuidiríttlw; etforth^Hdividtitpolia
caron al Salvador con este aparato i n f a m a n t e , p e r s u a d i d o s , dice
pro co quoi Irndidil in merlem onimom
T e o f i l a e t o , d e q u e v i é n d o l e el p u e b l o a s o c i a d o á d o s c r i m i n a l e s le
el ennl seelerolí» " I ' « ' » ' " " ' •
Él tendrá una <lc«índeocia inmortal y la voluntad j u z g a r í a t a n t o ó m a s c r i m i n a l q u e ellos, y q u e la identidad del s u -
J,J Se,Oír se complicó por s«smanos-, .'1 M M N suplício haría creer q u e todos lies estaban manchados con unos
los despojos de los tuerta, [or noe se entieso a l a m i s m o s c r í m e n e s ( i ; . V sin e m b a r g o e s t á c i r c u n s t a n c i a , q u e a ñ a d i ó
muer te tufi confundido «otóos criminales.
(ls.53.) t a n t a i g n o m i n i a á l a m u e r t e d e l R e d e n t o r , la h i z o a l m i s m o t i e m p o
m a s g l o r i o s a ; y l o s J u d í o s e n vez d e e m p a ñ a r s u I n o c e n c i a n o h i -
cieron otra cosa q u e m a n i f e s t a r la certeza d e su misión y h a c e r m a s
v i s i b l e s u d i g n i d a d . T a l es el a s u n t o q u e d e b e m o s m e d i t a r e n el d i a
E n t r e las c i r c u n s t a n c i a s q u e a c o m p a ñ a r o n la m u e r t e del R e d e n t o r
d e h o y ; q u i e r o d e c i r 1a g r a n d e z a , el p o d e r y el i m p e r i o d e Jesu-
s e h a e e n o t a r el o d i o b r u t a l d é l o s J u d í o s , q u e n o o m i U e r o n m e d i o a l -
c r i s t o , p r o b a d o s y h e c h o s s e n s i b l e s e n el m i s t e r i o d e l a s tres cruces,
g u n o p a r a q u e e s t a m u e r t e f u e s e , n o solo la m a s c r u e l , s m o t a n b . c n
precisamente p o r la circunstancia d e h a b e r sido crucificado entre
l a m a s i n f a m e d e t o d a s , á fin d e q u e el o p r o b i o q u e l e h a b í a d e r e -
d o s l a d r o n e s : El voluntas llomini in manu ejus dirigelur; el for-
sultar d e ella c a m b i a s e las disposiciones d e ios q u e h a b í a n ad-
tium dividet spoliu, por eo guod tradidit in mortem animam.
m i r a d o s u v i d a , y d e e s t o m o d o el n o m b r e y la m e m o r i a d e J e s u s
suam, et eum seeleratis repútalas est. Entremos pues sin mas
de Nazaret luesen olvidados para siempre.
p r e á m b u l o s en la consideración d e e s t e misterio, t a n glorioso para
Ved aquí por que, no contentos con haber a r r a n e a d o , con sus
Jesucristo, como precioso y edificante p a r a nosotros, misterio cuyo
gritos V s u s a m e n a z a s , á l a debilidad de Pilatos la inicua sentencia
estudio reclama toda nuestra atención.
q u e c o n d e n a b a á J e s u s á l a c r u z , g é n e r o d e m u e r t e q u e r e u m a e n el
m a s alto g r a d o u n a p r o f u n d a ignominia y un dolor i n m e n s o , quisie-
ron q u e dos insignes malhechores fuesen conducidosal sopitelo con PUIUEKA PAUTE.
él í lue. . V q u e e n el C a l v a r i o e s t o s d o s f a m o s o s c r i m i n a l e s f u e s e n
c o l o c a d o s u n o á l a d e r e c h a y o t r o á la i z q u i e r d a , y J e s u s e n m e d i o D o s cosas e r a n necesarias para q u e la m u e r t e de Jesucristo fuese
de ellos, c o m o el m a s criminal de t o d o s . {Mud.lt. Joutm. 1. útil y n o s a l c a n z a s e l a s a l v a c i ó n : l a p r i m e r a q u e muriese sin pe-
c a d o , p o r q u e si h u b i e r a sido c o n d e n a d o por a l g u n a culpa p e r s o n a l ,
lionau. ¡
M a s , ' ¡o c e g u e d a d d e l o s J o d i a s I d i c e S . J u a n C r i s o s t o m o . Ellos a u n la m a s leve, su m u e r t e hubiera sido u n castigo merecido, y no

creen saciar c o n este ultraje su odio contra Jesucristo, y n o h a c e n u n s a c r i f i c i o ; él 110 h u b i e r a p o d i d o e n t o n c e s s a t i s f a c e r p o r l o s h o m -

o t r a c o s a q u e c o n t r i b u i r á la e j e c u c i ó n d e l o s g r a n d e s d e s i g n i o s d e b r e s , p o r q u e h u b i e r a tenido n e c e s i d a d d e satisfacer por sí m i s m o .

Dios. E l l o s c r e e n c u b r i r d e i n f a m i a al Salvador; y, sin s a b e r l o , c u m - L a s e g u n d a condicion para q u e su m u e r t e fuese saludable, e r a q u e la

plen u n a g r a n d e profecía ( t ) . Isaías había anunciado cu t é r m i n o s


(1) Ci Ilumines pravam oponioiiem contra eum concipercnt, q u o d e l ipsolalro
(11 Inviti, ciani i n hoc, J u d r i proplietiam implen!. Qo.e enim illi ad Ì6nomi- el malclicus esset. (In More.)
niam foeiebant, bis veiitas implcbatur. (¡Ioni. 8 ¡ . ¡n Joan.)
486 LAS TftES Cltl'liES.
LAS TUBS CHUCES. ISJ
sufriese como uno de nosotros, es decir como criminal y como p e c a -
este augusto carácter de su persona, nos d a a conocer igualmente
dor, porque nosotros somos pecadores y criminales. En efecto, sino
la eficacia prodigiosa de. su gracia.
hubiera tenido semejanza alguua estertor eouios pecadores, hubiera
En efecto, uno de los criminales que estaban crucificados con
sido absolutamente estraño á ellos, v se hubiera encontrado incapaz
Jesús, él q u e estaba colocado a su izquierda, comenzó á blasfemar
de representar su estado, sus crímenes y su condenación. Se necesi-
de él, desde el instante mismo en que la cruz del Salvador fué ele-
taba pues que esta victima s a n t a , inocente y pura, fuese inmolada
vada al lado d e la suya, y le d e c i a : ¿Cómo hemos de creer que tú
como si hubiese sido culpable d e todas las iniquidades del mundo ;
eres el Mesías? ¿ S i lo fueras en realidad, no te salvarías á ti mismo
que el sacrificio voluntario del Mesías pasase á los ojos de los hom-
y á nosotros? Mas supuesto que no nos salvas, ni t e salvas á ti
bres por un castigo merecido, q u e apareciese criminal sin serlo, y
mismo, 110 es cierto q u e tú eres el Mesías: Unas uulcut de his, (jai
que sufriese al parecer con justicia una m u e r t e , que solo sufria por
¡iciuMunt, latronitms, Masjemabaleni«, diems: Si tu es Cliristus,
un esceso de su caridad infinita.
sulvmfae lemetipsum, etmis (Lúe.;. Por el contrario el otro m a l -
P u e s bien, el Hyo de Dios, la sabiduría infinila, tiene, muy pre- hechor, llamado Dímas, como nos lo enseña la tradición, y que se
sente esto cuando consiente ser confundido en su muerte con dos hallaba colocado á la derecha del S a l v a d o r , indignado de oír al
criminales. Porque fué bastante á los ojos de la ciega multitud para compañero de su suplicio insultar asi al Señor moribundo, reprende
mirarle como culpable, verle asociado á los dos insignes malhecho- á este miserable diciéudole : » Cómo, cstaudo condenado al mismo
res, cuyos crímenes eran públicos y n o t o r i o s , v e r q u e su cruz estaba suplicio que él, no temes provocar la ira de Dios, uniéndote á ese
colocada entre las cruces de ellos, y q u e espiró sin que Dios hiciese pueblo impío para insultar al crucificado? Itespondens au/ern altee
ningún milagro p a r a librarle. inerepuliat eum, dieens: ¡Seque !u times Deum, quod in eadem
I Qué misterio tan p r o f u n d o s e encierra e n estas tres cruces I Por dammUione es. ílbid.J Nosotros- q u e somos culpables padecemos
lo mismo que la cruz de J e s u c r i s t o está colocada entre las cruces de con justicia; nuestro suplicio es el castigo de nuestras malas o b r a s ;
los dos ladrones, q u e el Santo p o r esceleneia está confundido con los pero no puede decirse lo mismo de este. Enclavado en la cruz como
criminales y muere como u n o de ellos, estamos ciertos de q u e nosotros, no lo está por la misma c a u s a ; él s u f r e esta pena sin h a -
muere por los pecadores. H a c e d desaparecer las cruces de los crimi- ber cometido ningún crimen, asi como la sufre sin impacientarse :
nales que figuran á los dos l a d o s de la cruz del Salvador, y al mo- F-t nos quidem juste, nam digna factis recipimus: hie vero nihil
mento este g r a n misterio se desvanece ó se oscurece. Si esta circuns- malí gessit. (Ibid.) o E n seguida volviéndose á Jesús, eob la frente
tancia, anunciada con t a n t a claridad y ligada t a n evidentemente humillada, los ojos bajos, la voz suplicante y el corazon contrito, Ic
con el motivo de su muerte, h u b i e r a faltado, el mérito de sus sufri- d i c e : i/ Señor, acordaos de rni cuando lleguéis á vuestro r e i n o :
mientos hubiera permanecido en cierta manera dudoso; pero esta Etdiceliut ad Iesum : Domine, memento mei, eum veneris in re-
misma circunstancia, j u n t a c o n la de su inocencia, probada d e una gnum tuum.
manera jurídica y reconocida publicamente, asegura á Jesucristo ¡ 0 palabras admirables! ¡o súplica afectuosa! Desde luego, al r e -
uno de sus principales c a r a c t e r e s . Lejos de hacerle semejante á los convenir Dímas al mal ladrón por su falta de temor de Dios, iXeque
criminales en cuya compañía m u e r e , le hace conocer por el Reden- tu times Deum, prueba claramente q u e él ha abierto y a su corazón
tor que lia venido á justificarlos con el precio de su v i d a ; ella prueba á esle santo temor, principio de la verdadera sabiduría y de la sal-
que c u él se cumplen los designios misericordiosos del Padre común vación eterna, q u e forma los penitentes y coroua los justos. Él no
por la salvación de los h o m b r e s , y le proclama verdadero Mesías y se contenta con tener este temor divino, sino que procura inspirarlo
Salvador del mundo : Et voluntas Domini m manu ejus éirigetur; también á su compañero', y con esta intención le reprende y le
et forlium divideI spolia, pro eo quod tradidit in mortem animani instruye. El desea q u e el q u e en oiro tiempo f u é cómplice de sus
suam, et cum seeleratis repútalas es!. crímenes, y que sufre al presente la misma p e n a , pueda asociarse
Mas al mismo tiempo q u e el misterio de las tres cruces muestra también á su penitencia; y aun cuando él no sea todavía mas que
claramente cu Jesucristo a! Salvador de los h o m b r e s , y patentiza penitente, ejerce el ministerio de apóstol y de misionero. T a n cierto
e s q u e el c e l o p o r l a c o n v e r s i ó n d e l o s d e m á s e s u n a s e ñ a l p o s i t i v o
p r o c l a m a su s a n t i d a d ; y finalmente c u a n d o le d i r i g e e s t a t i e r n a s ú -
d e la s i n c e r i d a d d e n u e s t r a p r o p i a c o n v e r s i ó n .
plica : « S e ñ o r , a c o r d á o s d e m í c u a n d o Uegueis á vuestro reino, 8
P e r o o b s e r v a d c u á n p e r f e c t a e s la d e l b u e n l a d r ó n . E n e f e c t o , p u b l i c a su s o b e r a n í a y l e r e c o n o c e S e ñ o r o m n i p o t e n t e d e u n r e i n o
c u a n d o p r o n u n c i a estas p a l a b r a s : « Nosotros padecemos j u s t a m e n t e , c e l e s t i a l , e s p i r i t u a l y d i v i n o , q u e p r i n c i p i a e n la m u e r t e y d u r a p o r
Vos guiilem juste, o f o r m u l a un acto d e verdadera contrición. t o d a la eternidad.
C u a n d o d e s p u é s a ñ a d e : « ¡Nosotros r e c i b i m o s la p e n a d e b i d a á
I Q u e fe t a n a r d i e n t e se d e s c u b r e e n esta confesion del v e n t u r o s o
n u e s t r o s c r í m e n e s : Digno, jaclis recipimus, » hoce u n a confesion
Dímns ! E o s sontos P a d r e s n o se cansan d e a d m i r a r l a ni d e elo-
p ú b l i c a , h u m i l d e y lleno d e d o l o r , d e t o d a su v i d a c r i m i n a l . Al
g i a r l a . S . J u a n C r i s ó s t o m o d i c e q u e el b u e n l a d r ó n f u é u n a d e e s a s
d e c i r el m a l l a d r ó n á J e s u c r i s t o : « Si e r e s v e r d a d e r a m e n t e el M e -
a l m a s e s c o g i d a s d e q u i e n e s el S e ñ o r h a b í a d i c h o : B i e n a v e n t u r a d o
s í a s , s á l v a t e á ti m i s m o y á n o s o t r o s : Si tu es Cliiislus, salvunt fac
aquel q u e n o se escandalice d e mis ignominias y d e mis dolores;
temetipsum, el nos,» deja conocer claramente q u e pide u n milagro
Batíasquinon fueritscandaUzatusinme. (Mailli. t i ) . E n efecto,
q u e l e l i b r e d e l a c r u z , y n o la g r a c i a q u e b o r r e s u s p e c a d o s ; q u e
él v e á J e s u c r i s t o c l a v a d o e n l a c r u z , y le s u p l i c a , c o m o s i le c o n -
n o s o n s u s c r í m e n e s los q u e él d e t e s t a ; s i n o el c a s t i g o q u e s u f r e ;
t e m p l a r a s e n t a d o s o b r e s u t r o n o c u l o s c í e l o s ; él l e v e c o n d e n a d o
q u e n o t i e n e d o l o r a l g u n o d e h a b e r o f e n d i d o á la b o n d a d d e D i o s ,
al s u p l i c i o m a s i n f a m e , y le i n v o c a c o m o a l r e y v s o b e r a n o del
s i n o q u e se i r r i t a c o n t r a la justicia de los h o m b r e s q u e le c a s t i g a :
universo; él le ve en medio de las h u m i l l a c i o n e s y d e los tor-
e n u n o p a l a b r a , q u e todos sus pensamientos e s t á n c o n c e n t r a d o s en
m e n t o s , y le a d o r a c o m o s i l e d e s l u m h r a s e n l o s r a y o s e s p l e n d e n t e s
l a v i d a d e l t i e m p o , y q u e n o s e i n q u i e t a p o r la v i d a d é l a e t e r n i d a d .
de s u gloria.
E l b u e n l a d r ó n , p o r el c o n t r a r i o , m a n i f i e s t a , n o m e n o s p o r la e s p r e -
¿ P u e d e v e r s e u n a cosa m a s grande, q u e este p a s a j e del E v a n g e -
sion d e s u rostro, que por la sabiduría d e sus p a l a b r a s , q u e , i m a g e n
lio ? e s c l a m a S . B e r n a r d o . E l b u e n l a d r ó n i m p l o r a el a u x i l i o d e u n
fiel y v e r d a d e r o m o d e l o d e l o s p e n i t e n t e s , a c e p t a s u c a s t i g o con
c r u c i f i c a d o q u e a l p a r e c e r n e c e s i t a él m i s m o d e s o c o r r o , y t i e n e u n a
u n a h u m i l d e paciencia y una piadosa resignación, y desea q u e sus
firme c o n f i a n z a d e q u e l o a l c a n z a r á ; y al m i s m o t i e m p o s e s i e n t e
p a d e c i m i e n t o s s i r v a n p a r a e x p i a r s u s c r í m e n e s ; él h a c e v e r q u e
a n i m a d o d e l m a y o r a m o r y d e la m a y o r t e r n u r a r e s p e c t o | Jesu-
r e c o n o c e e n el s u p l i c i o d e l a c r u z , á la q u e l o s h o m b r e s le l i a n c o n -
c r i s t o , s u p u e s t o q u e n o t i e n e o t r o d e s e o q u e el d e u n i r s e í él ( l ) .
d e n a d o , u n castigo de l a justicia d e D i o s , d e m a s i a d o leve en c o m -
D í m a s , o b s e r v a S . I . e o n , 110 h a b i a v i s t o l o s m i l a g r o s q u e el R e -
p a r a c i ó n d e l q u e c r e e y c o n f i e s a h a b e r m e r e c i d o ; él p r u e b a final-
d e n t o r h a b i a o b r a d o d u r a n t e s u v i d a , y m u c h o m e n o s p u d o ver los
m e n t e q u e n o s e ocupa d e su cuerpo, q u e solo suspira p o r su a l m a ;
que obró después de su m u e r t e ; y s i n e m b a r g o él r e c o n o c e á s u
q u e n o desea vivir, sino a s e g u r a r su salvación e t e r n a , y q u e n o e s -
S e ñ o r e n u n h o m b r e q u e e s s u c o m p a ñ e r o e n el s u p l i c i o , y él in-
pera e s t a g r a c i a de s u s propios méritos, sino d e la b o n d a d de
voca á su S a l v a d o r en la p e r s o n a d e u n criminal q u e m u e r e c o m o
J e s u c r i s t o ; e s t a es l a c a u s a p o r q u e se v u e l v e h á c i a él y s e u n e á é l
él. Sen«./I de Pass.¡
c o n l o s l a z o s d e u n a fe v i v a , d e u n a h u m i l d e c o n f i a n z a , d e u n d o l o r
f i n a l m e n t e , S. A g u s t í n dice á este propósito : « l o s apóstelos
s i n c e r o y d e u n a c a r i d a d a d m i r a b l e . S i n e m b a r g o , el b u e n ladrón,
vacilan e n la fe d e J e s u c r i s t o , sin e m b a r g o d e q u e h a b í a n visto á
a u n q u e o c u p a d o t o t a l m e n t e d e s u a l m a , m a n i f i e s t a el m a y o r c e l o
l o s m u e r t o s s a l i r á su v o z d e l a t u m b a . E l b u e n l a d r ó n le v e p e n -
p o r la g l o r i a d e J e s u c r i s t o . D e e s t e c e l o n o s d a u n a p r u e b a cuando
d i e n t e d e u n p a t í b u l o a f r e n t o s o , y s i n e m b a r g o c r e e e n él ( 2 ! . l . o
p r o n u n c i a c o n t r a su c o m p a ñ e r o , q u e b l a s f e m a b a d e l S a l v a d o r , e s t a
q u e d a m a s d o l o r a u n á e s t a c o n f e s i o n es q u e D í m a s e s el ú n i c o q u e
reconvención severa : « T ú tampoco temes a Dios, » porque con
la h a c e . ¡Cosa s o r p r e n d e n t e e n v e r d a d ! M i e n t r a s q u e los s a c e r d o t e s ,
e s t a s p a l a b r a s r e c o n o c e q u e J e s u c r i s t o es a g r a d a b l e á D i o s , d e m o d o
q u e el q u e l e i n s u l t a a t r a e s o b r e sí las v e n g a n z a s d e l c i e l o ; él c o n - ( I ) fiducialiter sperat auxilium ab eo, qui auxilio vidibatur iodigerc. .Quis
fiesa al m i s m o l i e m p o q u e J e s u c r i s t o e s D i o s , q u e c a s t i g a r á muy autem pelit hocqnod non sperat? Ama! i c r o e u m eni oonjungi desirat. {Trocí,
tic Poss.)
p r o n t o las blasfemias del ladrón impenitente c o n suplicios eternos.
{2} Titubavenmt qui videraul morillos sliscitaiucm; credidil qui videl iu cruce
Cuando después añade que Jesucristo no tiene culpa alguna,
pciidentem.

SI.
los ancianos y el pueblo le condenan unánimemente como c u l p a -
alma de un penitente, de colocar una corona en la cabeza de un
ble, Dímas le proclama santo é inocente; mientras q u e todos 1c
mártir, y de adquirir un fiel que cree en él, u n apóstol qne anuncia
maltratan como á un esclavo, el le reconoce por su Señor; cuando
su fe y un adorador q u e le tributa sus homenajes. De modo q u e
todos le insultan como al m a s inicuo d e lodos los hombres, él le pide
esta circunstancia os manifiesta claramente q u e la voluntad omni-
gracia como á su Dios. Todos blasfeman de é l , él solo publica sus
potente de Dios está en Jesucristo y con Jesucristo, y q u e él mismo
alabanzas; todos le acusan, él solo l e defiende; todos le desprecian,
es D i o s : El voluntas Domini in manus cjvs dirigetur.
él solo le adora (l). i>
Pero Señor, el criminal arrepentido, que acaba de presentaros una
Recordemos sin embargo, dice S. León, q u e esta conversión tan petición tan humilde, espera vuestra respuesta; hablad, S e ñ o r ; ¿le
p r o n t a , esta penitencia tan sincera, esta t e t a n viva, este celo tan oiréis, ó seréis insensible á su súplica? ¿ L e acogeréis, ó le desecha-
generoso, tan puro y tan ardiente f u é en el buen ladrón obra d e réis? ¿Sera salvo por vos y con vos, ó maldito lejos de vos? Haccdle
Jesucristo, y que la súplica de D í m a s 1c habia sido inspirado por el saber. Señor, vuestra decisión; de esta respuesta en el tiempo d e -
Salvador mismo, que le dio en seguida la respuesta, y le aseguró q u e pende sudcstiiioen la eternidad. Pero ¿qué digo ?¿cómo puedo dudar
su fe seria recompensada. Serm. ¡Y de Pasa.) ni temer? Cuando un p e c a d o r , por horrible que sea la lista de sus
¡ O milagro estupendo del poder d e l Redeudor! ¡o f u e r a inefable crímenes, se dirige á Dios con el espirito humillado, el corazon con-
de Su gracia! ¡o luz preciosa de su f e : Ved aquí un hombre, prosigue trito, y la confuslon en el semblante, y hace una confesion sincera
S. León, q u e entregado al crimen h a s t a el día en que fue puesto en de sus culpas, es imposible q u e sea desechado y que el tiento y
la cruz, se mudó d e repente y se h i z o , no solo u n penitente ilustre, misericordioso Jesús no le o i g a : Cor eonfrilum el humiliatym
sino también el primer profeta, el p r i mer evangelista, el primer m á r - Deas non despides. (Ps. 50.) ¡O Jesús bueno y misericordioso! En
tir y el primer confesor d e J e s u c r i s t o ; porque sin temor y sin res- este momento se hallaba en el colmo del dolor y en medio de su
peto humano desde su cruz p u b l i c a delante de todo el pueblo la a g o n í a ; sin embargo apénas el buen ladrón hace llegar á los oidos
inocencia, la santidad, el poder, el imperio y la divinidad del S a l - y m a s aun al corazon del llijo d e Dios su humilde y confiada s ú -
vador (.Senil. II de Pass.). plica, cuando Jesús volviendo hacia él so rostro adorable", y echan-
N o puede en efecto imaginarse u n espectáculo mas admirable ni do sobre él una mirada d e compasion, le dice con u n tono d e dul-
mas edificante para nuestra l'c q u e e s t e cuadro en el q u e vemos á zura y de bondad divina : « No t e m a s , y o te p r o m e t o , yo te j u r o
nuestro Salvador desplegando en m e d i o de los injurias, de las a f r e n - que hoy, si, hoy mismo serás conmigo en el P a r a í s o : Et dkcit Mi
t a s , de los tormentos a c u m u l a d o s sobre el hombre, ese poder de Jesús : Amen divo tibí: ffodie. meeum eris in paradiso. (Luc.) »
Dios que penetra el espíritu y ic ¡ l a m i n a , que toca el corazón y lo ; O promesa consoladora! esclama en este lugar S . Amadeo ¡Oh!
m u d a , que manda las volundades r e b e l d e s y l a s subyuga,que habla i cómo la misericordia divina se apresura á salir al encuentro al p e -
con la voz interior de la gracia á l a s almas m a s insensibles que las cador arrepentido que vuelve hacia D i o s ! No bien h a acabado el
rocas y las convierte en fieles hijos d e A b r a h a n ; y que cubierto de buen ladrón de suplicar á Jesús, cuando Jesús le oye, le recibe y
oprobios manifiesta lo que es, y d á n d o s e á conocer se hace adorar. corona sus deseos, i Ve bono luir.) « ¡ O h ! ; cuán bueno es Jesús, cs-
i Y vosotros, o Judíos, cuan ¡ a s e n t a t o s y estúpidos habéis sido en c i a m a S . B e r n a r d o , e n á n amable e s ! Él ha querido probarnos con
colocar su cruz en medio d é l a s de d o s malhechores I Vosotros habéis la respuesta q u e dió al nuevo convertido, que siempre está tan
querido deshonrarle de ese modo, pero lo único que habéis conse- pronto para oír, tan p r o n t o para prometer, y tan pronto para c o n -
guido es haceros ejecutores de los designios d e su sabiduría, s u - ceder. » ¿ Q u i é n podrá pues desesperar, añade el mismo santo, de
puesto que le habéis proporcionado l a ocasion d e ejercer su miseri- u n Salvador que escucha con tanta bondad las peticiones que se le
cordia sobre un desgraciado, d e h a c e r descender el perdón sobre el hacen, q u e se muestra t a n pronto p a r a acogerlas y tan generoso
paro coneedarlas ? (Tracl. de Pass. Vom.)
' 1 i Domine memento mei. Realus latro adatante, docebat, talia d i á e r e o j , qui- Observad igualmente , dice S. Ambrosio, q u e Dímas solo pidió
tas alium ¡ncrepab.it. (S. J . Chrymt.) á Jesús q u e se dignase acordarse de é l : Memento mei. Creyéndose
LAS TRES CRUCES. 493
e n su h u m i l d a d i n d i g n o d e t o d o , n o s e a t r e v e á p e d i r n i n g u n a c o s a
l o s ú n i c o s q u e le a r r e b a t a n , [Matth. u.) el b u e n l a d r ó n n o s ha
m a s , y J e s ú s l e c o n c e d c m u c h o m a s d e l o q u e le p i d e . E s t o c o n s i s t e e n
e n s e n a d o c o n su e j e m p l o , q u e l a f e , l a h u m i l d a d , e l a r r c p e n l i m i e n t o
<|ue el t i e r n o J e s ú s c o n c e d e s i e m p r e m a s d e l o q u e se le p i d e . E l b u e n
el c e l o y l a c a r i d a d s o n o t r o s t a m o s a c t o s d e la v i o l e n c i a q u e e ¡
l a d r ó n s e c r e e e n el c o l m o d e l a v e n t u r a s i p u e d e o b t e n e r l o q u e d e s e o ,
necesario usar pora h a c e r esto conquista.
u n s o l o r e c u e r d o d e J e s ú s e n su r e i n o , y el a m a b l e S a l v a d o r le c o n -
P r o f u n d i z a n d o S . L e ó n el s e n t i d o d e e s t a p o l o b r a memorable,
c e d e al m o m e n t o l a p o s e s i ó n d e e s t e r e i n o , y le p r o m e t e h a c e r l e r e -
d e e s t a m a g n i f i c a p r o m e s a d e i S e ñ o r : « H o y s e r á s c o n m i g o e n el
s u c i t a r c o n él e n el P a r a í s o . p o r q u e l a s o c i e d a d d e J e s u c r i s t o e s la
t a r a í s o , » d i c e : observad q u e esle n u e v o m o d o d e hablar v de
v i d a , y d o n d e e s t á J e s u c r i s t o , alli e s t á t a m b i é n l o b i e n a v e n t u r a n z a
p r o m e t e r es superior á las condiciones d e la h u m a n i d a d ; q u e e í q u e
y el r e i n o ( í j . N o t a d p o r o l r a p a r t e , a b a d e S . J u a n Crisóstomo, la
habla y promele así, da á conocer demasiado q u e no es u n simple
c e l e r i d a d d e l a o p e r a c i ó n d i v i n a : el b u e n l a d r ó n p a s a e n u n m o -
m o r t a l , y q u e e s t a g r a n p r o m e s a n o d e s c i e n d e d e la c r u z d e u n s e n -
m e u t o d e l suplicio al P a r a í s o , y c a m b i a en un m o m e n t o la c r u z
t e n c i a d o , s i n o d e l t r o n o d e l m i s m o D i o s . ¡Sen,,. II pass ) E s
p o r el c i e l o ¡ 2 ) . c l a r o p o r consiguiente q u e esta palabra, c o m o todas las q u e p r o n u n -

¡ Q u é p a l a b r a t a n b e l l a y t a n c o n s o l a d o r a : C o n m i g o , SIeeum .'Por c i o el S e ñ o r e n la c r u z , t i e n e u n a s i g n i f i c a c i ó n m a s e s t e n s a q u e p a -

e l l a h a q u e r i d o d e c i r el S e ñ o r a l m a l h e c h o r c o n v e r t i d o : Cuando r e c e , y q u e d i r i g i d a e n t o n c e s á u n s o l o h o m b r e , lo e s t a m b i é n (i
t o d o s los p e c a d o r e s q u e se e u c u e n l r a n con las m i s m a s disposiciones
s e c o n s u m e h o y el s a c r i f i c i o q u e y o h a g o , y al q u e t ú t e h a s a s o c i a d o
q u e el b u e n l a d r ó n , y q u e s e h a l l a n a n i m a d o s d e l o s m i s m o s s e n -
p o r t u f e y p o r t u a r r e p e n t i m i e n t o , t ú s e r á s el p r i m e r o q u e p a r t i c i p e
timientos.
d e s u s f r u t o s . T u s e r á s como mi c o m p a ñ e r o d e a r m a s , m i e s c u d e r o y
m i h e r a l d o , q u e d e s p u c s d e h a b e r c o m b a t i d o á m i lado d e b e r á s t r i u n -
E f e c t i v a m e n t e , el P a r a í s o t e r r e n a l , d i c c n l o s s a n t o s P a r i r o s y l o s
f a r y r e i n a r c o n m i g o . » Tcofilacto dice e n este lugar, que á la m a n e r a interpretes, fué la figura del P a r a í s o eeleslial. El q u e r u b í n que
d e u n r e y , q u e a l v o l v e r v i c t o r i o s o d e la g u e r r a , h a c e l l e v a r e n p o s D i o s c o l o c ó á la e n t r a d a d e l E d é n , c o m o d i c e l a s a g r a d a Escritura
d e sí los m a s r i c o s despojos del e n e m i g o para a d o r n a r con ellos s u y q u e a r m o c o n u n a e s p a d a f u l m i n a n t e p a r a p r o h i b i r la e n t r a d a á
m a r c h a t r i u n f a l ; así J e s u c r i s t o , al salir d e esta vida v e n c e d o r d e l t o d o s , d e s p u é s q u e A d o n y E v a f u e r o n a r r o j a d o s d e é l , f u é el s í m -
p e c a d o , l l e v a c o n s i g o al P a r a í s o e l a l m a d e l b u e n l a d r ó n c o m o u n b o l o s e n s i b l e d e l f u n e s t o d e c r e t o d a d o p o r l a j u s t i c i a d e Dios que
m o n u m e n t o i n s i g n e d e la s a l v a c i ó n e t e r n a c o n c e d i d a á l o s p e c a d o - desde a q u e l i n s t a n t e d e s t e r r a b a p a r a s i e m p r e del cielo á A d á n v
res a r r e p e n t i d o s , d e l p o d e r d e la g r a c i a , d e l e s e e s o d e s u m i s e r i - E v a y a t o d a su d e s c e n d e n c i a . L a p r u e b o d e e s t a v e r d a d , o b s e r v a
c o r d i a y d e l c u m p l i m i e n t o d e s u r e d e n c i ó n , a l i n d e r e g o c i j a r c o n esto, í>. j u a u C r i s ó s t o m o , e s q u e n o s e e n c u e u t r a e n el a n t i g u o T e s t a m e n t o
v i s l a á l a s a l m a s d e los p a t r i a r c a s , y d e h o n r a r su propio t r i u n f o . n i n g ú n p a s a j e e n q u e el P a r a í s o d e l c i e l o f u e s e p r o m e t i d o á h o m -

(la luc.) S . J u a n C r i s ó s t o m o , d i r i g i é n d o s e al b u e n l a d r ó n le h a b l a b r e a l g u n o d e s p u e s d e l d e s t i e r r o d e A d á n d e l p a r a i s o d e l a t i e r r a íf •

en estos términos : o ; O hombre afortunado! o hombre diestro! ni A s , p u e s , a l p r o m e t e r el S e ñ o r d e s d e su c r u z r e c i b i r h o y a l buen


a d r o n e n el P a r a í s o , h a a n u n c i a d o s o l e m n e m e n t e q u e el c i e l o ,
a u n p e n d i e n t e de la cruz has olvidado tu antigua profesión de l a -
i m b o l z a d o e n el E d é n , s e h o c e d e s d e e s t e m o m e n t o a c c e s i b l e a l o s
d r ó n , p u e s q u e e n p o c o s i n s t a n t e s h a s c o n s e g u i d o a r r e b a t a r el r e i n o
h i j o s d e A d á n ; q u e l a c r u z a b r i ó s u s p u e r t a s y p r e p a r ó el c a m i n o
e t e r n o f a ) . » E s d e c i r q u e h a b i e n d o p r o c l a m a d o e l S e ñ o r q u e el r e i n o
y q u e , s e g ú n la e s p r e s i o n d e l A p ó s t o l , el f a t a l d e c r e t o q u e d e s t e r -
d e l o s c i e l o s es la conquista d e los f u e r t e s , y q u e los violentos s o n
raba para Siempre al g é n e r o h u m a n o d e l r e i n o d e los c i e l o s , s e
a b r o g o d e f i n i t i v o , , , e u t e p a r a t o d o s a q u e l l o s q u e , c o n u n a fe v i v a , „ , ,
(1; Ulterior eit gratia quam prwalio. Semper eniro Dominus plus tribuit quam a r r e p e n t i r ^ n i o sincero y u n a m o r ferviente, se uniesen v se i n c o r -
rogalur. Ule ro»ali»t, ul memoressel; de Domino aulem sequilur : Hodie meeum porasen a Jesucristo. Rom. s.)
eiis io Paradiso" vita e n enim esse cum Christo : el ubi Christus, ibi regoum.
[In luc.)
( S . Allende celerilalem : i cruce io calos, a condemnalionc in paradisum.
( f ' i Luc.)
cié?™«5')" "" ír|lare
' T í a &
° n ' * » * « * > • i'ostquam ejeelo, eslAdam. (/;,
<»' Noque in cruce ailUsra.- oUilus, p r i d a l o s es! regoum! (tac. di.)

-
Así pues, prosigue S. J u a n Crisóstomo, el demonio desterró del La doctrina de Jesucristo, anunciada por todas partes, es cono-
Paraíso en la persona de Adán a l verdadero ladrou que habia pro- cida por todas partes con mas ó menos claridad. Este Dios Salvador
curado robar la ciencia y la u n i d a d de Dios, y Jesucristo vuelve al no es ignorado en ningún rincón de la tierra j pero ¡ay 1 ¡de qué m a -
Paraíso, en la persona del ladrón convertido, á Adán y á t o d a su neras tan diferentes es conocido I Los unos creen en Jesucristo, le
posteridad. ¡ S e r a , de Parase.) reconocen, le adoran, le obedecen, recurren á él como al origen de
¡Oh I ¡cuán tierno y consolador es este misterio! 1-as palabras que la gracia, la reciben de sus manos, se aprovechan de ella y se sal-
el Redentor pronunció desde su trono de dolor fueron su último van. Los otros rehusan creer en él 0 creen m a l , le resisten,
testamento, ese testamento d e a m o r , del q u e dice S . Fulgencio que le rechazan, le desobedecen, permanecen en su pecado v se pierden
el Señor lo escribió con el m a d e r o de su cruz y lo firmó con sn s a n - para siempre.
gre. Por la primera cláusula d e este testamento precioso habia a u - A ios Ojos del m u n d o , todos los hombres están clasificados por-
gurado el ¡lerdón ai arrepentimiento ; por esta segunda promete uña multitud de diferencias fundadas en el nacimiento, en la edad,
ahora y ofrece el reino mismo d e su gloria al q u e lo busque y lo en el sexo, en la condicion, en el p a í s , en el i d i o m a , en la
pida ; él nos llama á todos á t o m a r parte en su herencia, como si profesión, en .el empleo y en la dignidad. Mas á los ojos de
fuésemos verdaderos hijos de D i o s : Si filii el hmredes; de modo Dios no existe otra diferencia entre los hombres que 1a de bueu
que ahora que el Paraíso está abierto á u n malhechor, no puede grano „ cizaña, la de ovejas débiles ó cabritos, la de justos ó
cerrarse al mayor pecador si se h a l l a verdaderamente arrepentido. pecadores. Cada uno de nosotros pertenece necesariamente á
Las tres cruces del Gólgota n o s anuncian otro misterio 110 menos una de estas dos g r a n d e s categorías, porque no hay ningún e s -
tado neutral.
profundo, que nadie comprendió cuando fueron elevadas, filias nos
patentizan, d i c e S . A g u s t í n , el m i s t e r i o de las tres condiciones de En este mismo anditorio, compuesto de cristianos de. los dos
todos los hombres en general, y de el mismo Jesucristo: Tres cru- sexos, los unos son ricos y los otros son pobres; los unos instruidos
ces , tres causa. Sote la cruz d e Jesucristo es s a n t a ; las otras dos y ios otros ignorantes; estos son romanos y aquellos estranjeros;
son dos títulos de criminales. A q u í se presente á nuestros ojos esta estos cubiertos de h a r a p o s y aquellos con un lujo dcslumdrador;
importante verdad; á s a b e r : Q u e solo Jesucristo es s a n t o , puro é estos condecorados con títulos pomposos, y aquellos desconocidos v
inocente por si m i s m o ; q u é el s o l o posee la virtud y la gracia, y sepultados en una absoluta oscuridad. Pues bien, todas estas dis-
que los hombres, comparados c o n é l , son todos culpables, todos tinciones no tienen valor alguno delante de Dios, todas estes dis-
manchados ó por el pecado d e o r i g e n , ó por los pecados actuales, y tinciones accidentales desaparecen á su vista. A los ojos de Dios, no
por consiguiente todos dignos d e castigo {I). hay aquí mas que Abel inocente ó Cain homicida, Jacob lleno de
Los dos criminales que asisten y toman p a r t e e n el mismo miste- candor ó Esaí, cubierto con una máscara, David humilde ó Saúl or-
rio forman de él un juicio m u y diferente, y deducen consecuencias gulloso, Sahoth piadoso ó Acab sacrilego, Abigail honesta ÓBet-
opuestas. El primero reconoce e u Jesucristo un Dios que puede sal- sabée adultera, María compasiva ó Jezabel sanguinaria, palomas ó
var á los d e m á s ; el segundo 110 v e en él mas que un hombre, impo- gavilanes, ovejas ó lobos, justos ó pecadores, candidatos del ciclo
tente para salvarse á si m i s m o . El uno recurre á esta fuente de " novicios del infierno. Y si el velo q u e c u b r e el misterio de la con-
g r a c i a ; en ella 1a recibe, y d i s p o n e su alma á la salvación eterna. El ciencia humana llegara á descorrerse, ¡ay! ¡cuan pocos de mis oyen-
otro la desprecia, 1a pierde y s e hace él mismo el antor de su tes se verían á la derecha d e la cruz de Jesucristo pora confesar su
condenación. Este d i s e n t i m i e n t o de los dos ladrones con respecto divinidad á ejemplo del buen ladrón, para arrepentirse como él
á Jesucristo, dice S. A m b r o s i o , espresa de una manera clara la implorar su p e r d ó n , solicitar su gracia, participar de su a m o r y es-
divergencia de las opiniones h u m a n a s relativamente á la verdadera perar sus recompensas I P o r el contrario, se verte el mayor numero
religión (2). á la izquierda de Jesucristo, negarle como el ladrón impenitente,
blasfemar de él, insultarle, cansar su paciencia y hallarse próxi-
(1; I» f]UO omoes peccaverunt. ( / t u m . 5.)
(2) Quorum dUseuliodiversitatem pariier cratentiiim sisniücat. (In t.uc.) mos a recibir el ultimo castigo I ¡Ah! esforcémonos, hermanos mios,
m i s m o s d e J e s u c r i s t o , ¿ q u é s e r á d e a q u e l l o s q u e , s u m e r g i d o s e n la
p a r a s e p a r a m o s d e la c o m p a ñ í a del m a l l a d r ó n y d e t e s t a r su c r i m e n ,
c o r r u p c i ó n y en los e s c á n d a l o s del siglo, f r e c u e n t a n los l u g a r e s p ú -
á fin d e e v i t a r s u c o n d e n a c i ó n .
blicos m a s q u e los l u g a r e s d e r e t i r o , ios t e a t r o s m a s q u e las iglesias,
¡ C u a n d i f e r e n t e e s el f i n d e l o s d o s c r i m í n a l e s c r u c i f i c a d o s c o n
y l o s t e s t i n e s m a s q u e l o s s a c r a m e n t o s ? Si p u e d e el h o m b r e p e r e c e r
J e s u c r i s t o ! E n t a n t o q u e el a r r e p e n t i m i e n t o a b r e el P a r a í s o al b u e n
j u n t o á l a c r u z , ¿ q u é s e r á d e los q u e , n o s o l o v i v e n l e p a d o s d e ella
l a d r ó n , l a c e g u e d a d v o l u n t a r i a , l a o b s t i n a c i ó n , el e n d u r e c i m i e n t o s m o q u e pertenecen a esa ciase d e cristianos d e q u e habla S . P a b l o ,
y l a i m p e n i t c u c í a d i l a t a l o s a b i s m o s del i n f i e r n o p a r a r e c i b i r al la- q u e por s u molicie y su libertinaje, m a n i f i e s t a n e n sí m i s m o s u n a
d r o ! b l a s f e m o , s o r d o á l a s e x h o r t a c i o n e s d e su c o m p a ñ e r o , i n s e n s i - enemistad p r o f u n d a , una horrible oposiciou á la c r u z ? himicos
ble al e j e m p l o d e su conversión, e n d u r e c i d o contra las flechas a m o - crucis Chrisli. (Philip. 3 . )
r o s a s y las s u a v e s p a l a b r a s d e J e s u c r i s t o , d e s p r e c i a d o r d e l a g r a c i a
q u e el S a l v a d o r le o f r e c e y d e q u e el b u e n l a d r ó n s e a p r o v e c h a á s u S i n e m b a r g o , si el fin t a n d i f e r e n t e d e l o s d o s l a d r o n e s f u é e f e c t o

m i s m a v i s t a ; él v i v i ó i m p e n i t e n t e , y m u e r e c o n la b l a s f e m i a e n d e la d i v e r s i d a d d e sus m é r i t o s , t a m b i é n io f u é d e l juicio d e J e s u -

los labios. c r i s t o , y p o r c o n s i g u i e n t e el m i s t e r i o de. l a s t r e s c r u c e s s i r v i ó t a m -


bién para manifestar solemnemente otro carácter, otra dignidad
¡ G r a n Dios, c u a n terribles son v u e s t r o s juicios.! Ved aqui dos
propia del Redentor.
h o m b r e s c r u c i f i c a d o s en compañía d e Jesucristo; los dos igual-
El M e s í a s , s e g ú n los p r o f e t a s , d e b i a s e r r e y y j u e z al m i s m o
m e n t e c r i m i n a l e s , los d o s p e c a d o r e s , los d o s testigos de la p a c i e n -
l e m p o , y e s t a b a l l a m a d o á j u z g a r l a s n a c i o n e s y los p u e b l o s s e g ú n
cia y d e la m a n s e d u m b r e del R e d e n t o r ; los dos asociados a su s a -
la e q u i d a d m a s r i g o r o s a y c o n u u a j u s t i c i a s e v e r a é inapelable,
crificio, c o m p r e n d i d o s en s u o r a c i ó n , r o c i a d o s con s u s a n g r e ; y sin
s u p u e s t o q u e s u p a d r e l e e s t a b l e c i ó j u e z d e l o s viv o s y d e l o s m u e r -
e m b a r g o el u n o s e c o n v i e r t e y s e s a l v a , y el o t r o s e e n d u r e c e y se
t o s , d e l o s j u s t o s y d e l o s p e c a d o r e s . (Acl.> P u e s b i e n , a s í c o m o l o s
p i e r d e . ¡ V e n q u é t i e m p o , y e n q u é l u g a r s e c o n d e n a el d e s v e n t u -
J u d í o s , a ! c o r o n a r l e d e e s p i n a s , al c u b r i r l e c o n u n g i r ó n d e p d r p u r a
r a d o ! E n el d í a m i s m o e n q u e l a g r a c i a c o r r e á t o r r e n t e s s o b r e la
y al p o n e r l e u n a c a ñ a e n l a m a n o , l e h a b l a n v c s l i d o c o n l a s v e r d a -
t i e r r a ; e n el d i a d e l a m a s g r a n d e m i s e r i c o r d i a , d e la m a s e s c e s i v a
deras insignias de su soberanía, de la m i s m a m a n e r a , al crucificarle
b o n d a d d e D i o s p a r a c o n los b o m b e e s ; á u n p a s o d e d i s t a n c i a d e
e n t r e d o s c r i m i n a l e s , le s u m i n i s t r a r o n materia para su juicio, f.a
l a c r u z d e J e s u c r i s t o , e n t o r n o d e ia c u a l t o d o r e s p i r a p e r d ó n y
i n s c r i p c i ó n d e l a c r u z a n u n c i a q u e e s r e y ; el p u e s t o d e h o n o r q u e
a m o r ; s í , él s e p i e r d e j u n t o a l á r b o l de. la v i d a , d o n d e n o n e c e s i t a
o c u p a e n m e d i o d e l o s o t r o s d o s p r u e b a q u e es j u e z . E s t a c r u z a s í
m a s q u e e s t e n d e r i a m a n o p a r a c o g e r e l f r u t o , c u a n d o l a s l l e g a s del
c o l o c a d a , n o es y a u n p a t í b u l o , d i c e S . A g u s t í n , s i n o u n tribunal
Salvador son otros tantos asilos abiertos p a r a recibirle, y cuando
e l e v a d o , d e s d e el q u e s o n d e a c l R e d e u t o r l o s c o r a z o n e s d e l o s h o m -
el n o m b r e - D i o s m u e r e p o r s a l v a r l e . ¡ A y ! ;quién no t e m b l a r á ! Si
b r e s e n el t i e m p o m i s m o e n q u e s u f r e p o r e l l o s ( I ) .
el e j e m p l o d e l b u e n l a d r ó n s e n o s o f r e c e p a r a q u e n i n g u n o s e a b a n -
d o u e á la d e s e s p e r a c i ó n , el d e l m a l l a d r ó n s e n o s d a p a r a q u e n i n - ¡ C u a n b e l l o es e n e f e c l o , a ñ a d e T c o f i l a c t o , c o n t e m p l a r e n t r e d o s

g u n o s e d e j e c c g a r p o r l a p r e s u n c i ó n . S i el p r i m e r o n o s m u e s t r a q u e c r i m i n a l e s al S a l v a d o r q u e , c o m o u n a b a l a n z a d e l a d i v i n a j u s t i c i a

el m a y o r p e c a d o r p u e d e c o n v e r t i r s e e n u n i n s t a n t e , el s e g u n d o n o s s u s p e n d i d a e n la c r u z , p e s a l a fe y l a I n f i d e l i d a d ! ; C u a n h e r m o s o e s

h a c e ver q u e p o d e m o s p e r e c e r a u n c o n las c o n d i c i o n e s m a s felices >er a Jesucristo, reducido al estado de i g n o m i n i a de un criminal,

para salvarnos. e j e r c e r s u s j u i c i o s e o m o D i o s , r e c i b i r a l b u e n l a d r ó n q u e le c o n f i e s a ,
y d e s e c h a r a l m a l l a d r a n q u e b l a s f e m a d e é l ; e l e g i r al u n o , y r e -
¡ E j e m p l o t e r r i b l e q u e 110 p o d r á m e d i t a r s e d e m a s i a d o ! Si p o d e m o s
p r o b a r al o t r o ; a b s o l v e r al u n o , y c o n d e n a r a l o t r o ; a b r i r a l p r i -
p e r e c e r c u a n d o o i m o s la voz de J e s u c r i s t o , c u a n d o este tierno S a l -
m e r o las p u e r t a s del cielo, y repulsar al o t r o h a s t a el f o n d o d e l
vador nos pone, por decirlo a s i , s u g r a c i a e n l a s m a n o s sin q u e
i n f i e r n o ! ( In Ivc.) ¡ C u í n h e r m o s o es ver á Jesucristo, agonizando
n e c e s i t e m o s i r á b u s c a r l a , ¿ q u é será si e s t a v o z d i v i n a llega á e n m u -
d e c e r , si esta g r a c i a por t a n t o tiempo d e s p r e c i a d a s e r e t i r a y se
11 Crux Chrisli in medio non fuít snpptirium sed tribunal, ( / a Joan.)
o c u l t a ? Si p u e d e el h o m b r e p e r e c e r e n el C a l v a r l o m i s m o , e n el
s e n t n a r i o d e la d i v i n a m i s e r i c o r d i a , y p o r d e c i r l o a s i , e n los b r a z o s
sobre una cruz, m a n i f e s t a r s e el d u e ñ o d e la vida y d e la m u e r t e , el d e la misma m a n e r a , los justos á la derecha y los pecadores á la
dispensador absoluto d e la justicia y d e la misericordia, el a r b i t r o izquierda (I).
d e la autoridad s u p r e m a sobre las a l m a s , d e l a e t e r n i d a d feliz ó ¡Ay 1 ¡dónde seremos colocados nosotros en ese dia terrible! ¡Qué
desgraciad*, recibir cu s u r e i n o ó escluir d e él a quien q u i e r e , y lugar ocuparemos eu esa g r a n d e división del g é n e r o h u m a n o ! /Ños
cumplir en aquel m o m e n t o este g r a n o r á c u l o salido en otro tiempo e n c o n t r a r e m o s á i a derecha, p a r t i c i p a n d o d e la alegría d e los justos,
d e su b o c a : « Y o dispongo del reino para vosotros : Eyo dispono ó e s t a r e m o s á la izquierda, cubiertos d e confusion, y llenos' de, la
vobisregnum. »(Lúe.) desesperación de los p e c a d o r e s ? ¡Ay, S e ñ o r ! i l u s t r a d n u e s t r o espí-
¿ i q u é o t r a m a n o m a s q u e la d e Dios p u e d e d i s p o n e r l a c r u c i f i x i ó n ritu ; m o v e d , convertid y c a m b i a d ahora nuestro c o r a z o n . I n s p i -
d e su (lijo de tal modo q u e el i n s t r u m e n t o d e su suplicio fuese el r a d n o s d e s d e este m o m e n t o el deseo d e s e p a r a r n o s d e ios pecadores,
t r o n o de su a u t o r i d a d ? ¿ Qué otra m a n o m a s que la d e Dios p u d o d e vivir lejos d e ellos, y d e o b s e r v a r u n a c o n d u c t a d i f e r e n t e d e la
convertir en objeto d e h o n o r y de gloria el designio cruel q u e h a - s u y a . S e p a r a d n o s d e s d e este m o m e n t o d e esos c a b r i t o s m a n c h a d o s
bían formado los Judíos d e colmarle d e ignominia y d e oprobio? con todos los vicios. Coneedcdnos u n p e q u e ñ o l u g a r e n t r e las almas
¡ A h ! ellos se lisonjeaban de q u e , crucificado J e s ú s e n t r e d o s l a d r o - p u r a s , piadosas y fieles, e n t r e las ovejas dóciles. Que d e s d e este dia
nes, harían recaer sobre él la i n f a m i a d e s u s c o m p a ñ e r o s d e suplicio • v u e s l r a m a n o misericordiosa n o s h a g a p a s a r d e la izquierda á la
y sin embargo Dios establece u n a distancia infinita e n t r e s u causa derecha, y n o s conserve allí p o r toda n u e s t r a v i d a , á fin d e q u e la
y la de los malhechores q u e mueren con él. J.os J u d í o s c r e y e r o n q u e m u e r t e nos e n c u e n t r e en el m i s m o l u g a r , y q u e en el g r a n dia eu
esta esposicion i n f a m a n t e le b a r i a r e p u t a r p o r un m a l h e c h o r , mas q u e precipitaréis á los m a l d i t o s lejos d e v o s en los fuegos eternos,
culpable a u n q u e los o t r o s ; y n o hicieron otra cosa q n e elevarle nosotros tengamos la d i c h a d e s e r comprendidos y recibidos e n t r e
infinitamente sobre los d o s criminales, y constituirle s o b r e ellos los elegidos en el gozo eterno : Inter oves tocUm prcesla, el ab hedis
c o m o su Señor y su j u e z , q u e teniendo en sus m a n o s el decreto s u - me sequeslra, slatuens in parte dextra.
p r e m o de Dios, divide los despojos de los f u e r t e s , destina al u n o á la
vida, y entrega al otro á la r e p r o b a c i ó n , y manifiesta d e ese m o d o MdliJiBA PAUTE.
s u divinidad, por la circunstancia misma d e q u e ellos s e sirvieron
p a r a hacerle m i r a r c o m o si fuera a u n menos q u e h o m b r e : El vo- A d e m á s d e la vida natural, q u e consiste en la unión del a l m a c o n
lunfas Domini m mam ejus dirii/etur; el fortiwu divide! spolia, el cuerpo, el hombre, v e r d a d e r a m e n t e cristiano posee t a m b i é n l a
pro eo ijuod tradidit in moría» animam sttam, et cum sceleratis vida espiritual, q u e consiste en la unión del a l m a con Dios. P u e s
réputatus est. b i e n , así como h a y cu el m u n d o malhechores q u e q u i t a n á los h o m -
b r e s la vida n a t u r a l , así t a m b i e u los h a y , y en m a y o r n ú m e r o , q u e
fin tanto que Jesucristo c u m p l e así u n a profecía, h a c e él m i s m o
a r r e b a t a n á los b u e n o s cristianos la vida espiritual. E n este a u d i -
o t r a , como o b s e r v a S . L e ó n . El misterio que c u m p l e con respecto a
torio m i s m o , b a j o los vestidos m a s elegantes, b a j o los modales m a s
d o s hombres solos es la f i g u r a profética del misterio q u e c u m p l i r á
distinguidos, ¿ quién s a b e ¡ a y ! c u á n t o s c r i m i n a l e s d e esla última
u n dia con todos los d e m á s . Lo que él hace en la c r u z , a n u n c i a lo
especie se ocultan, q u e h a u a r r e b a t a d o á los sencillos s u f e , á los
q u e hará en el juicio f i n a l ; él élige dos criminales, el u n o a r r e p e n -
inocentes su v i r t u d , á los justos su devoción, y q u e por c o n s i -
t i d o y el otro impenitente, los cuales representan á todos los peca-
guiente, si 110 h a n a t e n t a d o á la vida c o r p o r a l d e s u s h e r m a n o s , no
d o r e s , á to.los los h o m b r e s , supuesto q u e todos s e r á n entonces
h a n d e j a d o d e s e r los asesinos d e sus a l m a s con s u s discursos, c o n
divididos en dos clases, la u n a que c o m p r e n d e r á á todos los q u e
s u c o n d u c t a , con su enseñanza y con s u s e s c á n d a l o s ?
h a y a n sido justificados por su gracia, y la otra compuesta d e t o d o s
E n este supuesto, ¿ q u i é n no couocc q u e estos criminales son m u -
los que h a y a n m u e r t o eu pecado. Además, él hace colocar á estos
cho m a s culpables, m a s i n f a m e s y m a s odiosos á Jesucristo q n e los
d o s malhechores, el u n o á su derecha y el olro á su i z q u i e r d a , para
significar q n e en el juicio universal serán colocados los h o m b r e s (I) Ct ipsa palibulispcric monstramor illa qiiiein juilicio ipaius ornoiom liomi-
mira esl ladeada discre[io. [Scrm. ir Je Pan.)
dos ladrones que fueron crucificados con él ? ¿O desventurados h o -
cia y el perdón, y d e ese modo la gracia que convirtió al buen l a -
micidas de las a l m a s ? ; Ay! qué responsabilidad tan terrible pesará
drón os convertirá también á vosotros.
sobre vosotros ante lo justicia de Dios I Sin embargo, no desmayéis;
c j ejemplo del buen ladrón se os h a dado para evitar en vosotros El buen ladrón se convirtió, según algunos doctores, no solo
la desesperación, con la que tal vez pensáis poner el colmo á vues- porque fué cubierto con la sombra de Jesucristo, sino también sal-
tros crímenes. picado con su sangre, que saltando de sus heridas cuando sus m a -
nos y sus piés fueron atravesados violentamente con los clavos, fué
Horrorizados de vuestros eseáudalos y de vuestros homicidios
á caer sobre D í m a s ; de modo que rociado con la sangre divina del
espirituales, decis tal vez interiormente : « Mi suerte está decidida,
Redentor, recibió como un bautismo d e penitencia. Acercaos pues
yo no puedo salvarme. En efecto, ¿cómo es posible que yo repare los vosotros al sacramento de la penitencia y de la reconciliación,
muchos escándalos que he dado 1 Cómo puedo devolver á Jesucristo en el q u e el mérito d e la sangre q u e roció al buen ladrón en el
lautas almas como le he quilado? » Pero no, no hagais á Dios ese Golgoto salta verdaderamente sobre los almas, y la vuestra,
nuevo ultraje, y despues de haber insultado su justicia, no insultéis lavada en este segundo bautismo, será purificada de todas las
también, como J u d a s y Cuin, su misericordia. La gracia, el perdón impurezas q u e la empañan y d e todas las cnlpas que la desfi-
y la salvación os esperan todavía. Basta con que forméis inmedia- guran.
tamente la firme resolución de i m i t a r al buen ladrón en su peniten-
cia, como le habéis imitado en sus estravíos. A los males estremos, Finalmente el buen ladrón debió su conversión, dice S. Bernardo,
remedios estremos. Vuestros pecados son enormes; pues bien , a la intercesión de la Santísima V i r g e n , q u e de pié junto á la
cruz, a la derecha d e su Santísimo Uijo, pidió á Jesús por este
vuestra penitencia y vuestros sacrificios deben ser m u y grandes.
criminal colocado ton cerco de ella. Recurrid pues vosotros á la
Animo p u e s ; alejaos de las asambleas profanas, de los amigos s e -
mediación poderosa, á la amorosa protección de esta tierna Madre
ductores, de los compañeros pervertidos. Divorciaos del m u n d o ;
c e l o s pecadores arrepentidos, y ella os preparará el camino, ella
renunciad á los atractivos d e ios sentidos para ocuparos de la s a l -
os alcanzará la fuerza necesaria para caminar, y os conducirá pol-
vación eterna de vuestra alma, y convertid de ese modo en una vida la mano hasta el corazon de Jesucristo, y renovará en vosotros
edificante y ejemplar una conducta q u e ha sido hasta hoy una piedra el prodigio de su eficaz intercesión en favor de Dímas; lo único
de escándalo para vuestros h e r m a n o s . q u e se necesita es que ella eucucntre en vosotros la misma sin-
Si las fuerzas os faltau, si v u e s t r o valor floquea, si los respetos ceridad de c o r a z o n , la misma humildad de e s p í r i t u , el mismo
humanos os dominan, si el m u n d o os tiraniza y os retiene todav ía, deseo, la misma confianza, y el mismo anhelo por salvar vuestra
ved aquí tres medios q u e os harán triunfar. Se asegura, d i e e n n alma.
santo Doctor, que el buen ladrón se convirtió por la sombra de la
Aceptad finalmente la cruz, á ejemplo del buen ladrón ; es decir
cruz de Jesucristo; el sol bizo caer sobre el patíbulo de Dímas, c o -
aceplad las humillaciones, los t r a b a j o s y las penas que Dios se digne
locado un pocos m a s bajo á la derecho, la sombra de la cruz del
m a n d a r o s como justo castigo temporal de vuestros pecados. Sed
Salvador, y esta sombra divina, reposando sobre el buen ladrón y
humildes, resignados y penitentes. Anunciad á Jesucristo, con v ues-
cubriéndole como con un velo de misericordia, iluminó y curó su
tros discursos y con vuestra c o n d u c í a n l o s compañeros de vuestros
alma, como despues la sombra de S . Pedro curó los cuerpos enfer-
Vicios, a los víctimas d e vuestros escándalos; cnseñodles el sanio
mos. (5. VÍcenlo ierre,-.) Ved aquí p u e s loque debeis hacer también
temor de Dios, y dedicaos con un santo zelo á hacerles volver al
vosotros, pecadores infortunados; vosotrosdebeisrcfugiarosálasom-
comino del Cielo, así como en los ciegos arrebatos de un zelo diabó-
b r a d e Jesucristo, es decir, f r e c u e n t a r las Iglesias donde este divino
lico les hicisteisestraviorse en los caminos del infierno. Finalmente
Redentor continúa en eL augusto sacramento del altar, el sacrificio
no ceséis de pedir con humildad, confianza y fervor q u e el Redentor
del Calvario; allí debeis pedirle q u e os cubra con la misericordia
se acuerde d e vosotros en el reino de su gloria, y asegure vuestra
inefable que desde esc trouo de a m o r derrama sobre todos los que se
salvación : DoMine, Memento mei. Perseverando en estos piodo«os
aproximan á é l ; debeis humillaros, y gemir é implorar la elemeu-
sentimientos, en estas práctícasde verdadera Religión,de Verdadera
LAS TIIES
502 CHOCES,
p e n i t e n c i a y de s i n c e r a p i e d a d , tendréis t a m b i é n á la h o r a d e la
m u e r t e el consuelo d e e n c o n t r a r en Jesucristo, a u n q u e j u e z , u n S a l -
v a d o r lleno d e a m o r q u e os dirá : N o t e m á i s ; h o y os recibiré en mi
Carasio : Ilodie mceum eris in pamliso. Asi sea. CONFERENCIA TRIGÉSIMA.

E l A b a n d o n o , ra S e d y l a Consumación.

Cum MkxtíHt suoí i/aí erantin mundv


ta finím dilexil eot.
Habiendo amado lesas j t.i, suios qae eíla-
bau ea el ornado, los amó tiasls el lio.
(loan. I I . )

Cuando el llijo d e Dios, y e n d o p o r la última vez á J e r u s a l e n ,


a n u n c i o a sus apóstoles la m u e r t e q u e esperaba en esta ciudad déj-
e n l a . no designó d e u n a m a n e r a clara quieu h a b l a d e ser el que
le diese m u e r t e , sino q u e se limitó á d e c i r : El Hijo del h o m b r e será
e n t r e g a d o , p a r a ser c r u c i ü c a d o : El filias homMs tmdetur al
mmjigaiur. (Matlh. 26.) ¿V por q u é o b r ó asi el R e d e n t o r ? P o r q u e
n i e r a u n a persona s o l a , ni u n solo motivo lo q u e debia conducirle á
la c r u z .

E n efecto, visiblemente, y en el t r i b u n a l d e los h o m b r e s , Jesús f u é


entregado a la m u e r t e por J u d a s , el discípulo q u e le hizo traición
(Mth, 21; j ; el lo f u é i g u a l m e n t e p o r el odio d e los fariseos 1/frírf. •
él lo fue p o r el f u r o r de toda la nación y do los sacerdotes s u s
jefes [Joan.) • él lo f u é f i n a l m e n t e p o r la debilidad, por la i n j u s l a
y c o b a r d e política d e P i l a t o s . f / t ó á . 19.) Pero invisiblemente v a n t e
el tribunal d e Dios f u é e n t r e g a d o por el g r i t o d e todos los pecados
del m u n d o {Rom. 4 ) , y por la justicia i n e x o r a b l e del P a d r e celestial,
q u e no perdono n i a u n s u p r o p i o H i j o desde q u e le vid cubierto con
el m a n t o d e pecador Mid. 8 ) ; y p r i n c i p a l m e n t e , ¡o tierno v deli-
cioso m i s t e r i o ! él f u é c o m o impulsado y a r r a s t r a d o á la m u e r t e p o r
su a m o r , por su c a r i d a d i n f i n i t a , q u e le. obligó á inmolarse p o r nos-
otros. ¡ E p / i e s . 5 . )

Y precisamente p a r a h a c e r ver q u e su b o n d a d p a r a c o n nosotros


f u e el principal móvil d e su sacrificio, y q u e f u é inmolado p o r l a ,
m a n o s d e la c a r i d a d , en la víspera d e s u m u e r t e , dice el evangelista
S. J u a n , hizo brillar d e u n a m a n e r a m a s viva, m a s tierna y m a s
generosa el a m o r q u e nos h a b l a m a n i f e s t a d o d u r a n t e su v i d a : Cum Recordemos en primer l u g a r q u e estas p a l a b r a s son las p r i m e r a s
dilexissel suos qui erant in mundo, in finem dilexit eos. Ya hemos del s a l m o veinte y u n o . P u e s b i e n , según S . G e r ó n i m o , al decirnos
visto eu efecto q u e estendido sobre la c r u z , como en u n lecho d e el Evangelista q u e el S e ñ o r pronunció en alta voz esle primer v e r -
ignominia y d e dolor, cubierto d e oprobios, s a c i a d o d e a m a r g u r a s y s í c u l o , quiso hacernos conocer q u e recitó el s a l m o entero d e s d ó l a
a b r u m a d o d e tristeza, olvidado d e si m i s m o , n o piensa m a s q u e en
nosotros. E n las tres p r i m e r a s p a l a b r a s q u e p r o u u u c i ó d e s d e la cruz Davidenestesalmoprofetizóydeseribióconlacx-actituddcunevan.
alcanzó el perdón p a r a los pecadores, a b r i ó el P a r a í s o á los justos, y
legó á los fieles p o r m a d r e á su propia M a d r e . E s t e a m o r iba creciendo del Mes,as. El a n u n c i o q u e el S a l v a d o r tendría las m a n o s y l o s „ i ¿
c a d a vez m a s á m e d i d a q u e se a c e r c a b a l a h o r a del último sacrificio, a t r a v e s a d o s , y q u e sus vestidos s e r i a n r e p a r t i d o s e n t r e s u s v e r d u g o s
y en las p a l a b r a s que p r o n u n c i ó d e s p u e s , e n las q u e s e q u e j a b a de
su a b a n d o n o , deelaró q u e sentia u n a sed a b r a s a d o r a , y anunció la p a l a b . „s los cargos q u e los principes de los sacerdotes habían d e h a .
c o n s u m a c i ó n del g r a n misterio, d e j á n d o n o s p r e n d a s todavía m a s
S
preciosas, y p r u e b a s t o d a v í a m a s tiernas y m a s p a t é t i c a s d e su c a - K L f T " CÜ,"!a"faeU e' S™01' la
P r o l o c a c i o u sacrí-
£ a h e c h a „ Dios p a r a q u e le librase d e la cruz, como u n a p r u e b a
ridad : Cum dilexissel suos qui erant in mundo, in finem dilexit
d q u e e r a s u Dijo. vio en espíritu y consignó la p a r t i c u l a r i d a d
eos. Esto es lo q u e d e b e m o s c o n s i d e r a r eu el dia de hoy en la espli-
d e q u e o d o s los q u e viesen la cruz d e s d e lejos le i n s u l t a r í a n , v m o -
caeion de estas inefables p a l a b r a s , á fin d e q u e f ó r m e n o s d e u n a vez
verían la cabeza en señal d e desprecio. T o d a s e s t a s c i r c u n s t a n c i a s
la firme resolución d e d a r n o s e n t e r a m e n t e á aquel q u e se dio t o d o se cumplieron a la letra m i e n t r a s q u e J e s ú s estaba en el a l t a r d e su
a nosotros y q u e s e sacrificó p o r nosotros : In finem dilexit eos. s a c r i f i c o . P o r consiguiente, al recitar el S a l v a d o r esle s a l m o , q u e lo
d e m e r a o
™ l l l s J u d í o s y los sacerdotes q u e asistían á este es-
l'KIUEltt I'AHTL: pectáculo, y en el q u e s a b í a n q u e e s t a b a n a n u n c i a d o s los s u f r i m i e n -
tos y las g l o r i a s del M e s í a s , les obligó á r e c o r d a r á pesar s u * o u n a
profecía t a n i m p o r t a n t e , ofreciéndoles así u n n u e v o medio d e c o n -
Despues d e h a b e r dirigido la p a l a b r a J e s ú s á su M a d r e , elevando
versiou y d e salvación.
al cielo su r o s t r o s a g r a d o , sus o j o s b a ñ a d o s en l á g r i m a s , y m a s a u n
s u corazon, h a b l a á su P a d r e , y c o n u n a voz f u e r t e y sonora le d i c e : i V q u é c o s a m a s á propósito en efecto p a r a cubrirlos d e confusion
a Dios mió, Dios m i ó , ¿ p o r q u é j n c h a s d e s a m p a r a d o ? Deus meus, p a r a c o n v e n c e r l o s , p a r a a b l a n d a r l o s y moverlos á penitencia ' É ¡
Deus meus, v.l quid dereliquisli me? Y ; q u é ! ¿ el H i j o E t e r n o de Dios, lanza en p r i m e r lugar u n a f u e r t e 'esclamacion; despues recita el
consustancial á él, se h a l l a a b a n d o n a d o p o r su m i s m o P a d r e en este s a l m o en q u e está a n u n c i a d a la historia de lo q u e s u c e d e en el Cal-
t e r r i b l e m o m e n t o ? No, dice S. T.eon; g u a r d é m o n o s d e e n g a ñ a r n o s en v a n o en a q u e l m o m e n t o , y g u a r d a n d o en s e g u i d a u n silencio p r o -
f u n d o les d a tiempo y ocasión p a r a r . l l e x í o n a r sobre el m i s m o
la intelligencia d e estas p a l a b r a s . A u n q u e en Jesucristo h a y dos n a -
s a l m o , p a r a c o n f r o n t a r l a profecía con los hechos, y observar la
turalezas; n o h a y sin e m b a r g o m a s q u e u n a persona, la persona di-
exactitud; c o n q u e este g r a n o r á c u l o se c u m p l e entonces á su vista
vina del V e r b o , y esta no a b a n d o n ó n i p u d o a b a n d o n a r la n a t u r a -
. p o r su ministerio. De esle m o d o , con un artificio d e a m o r divino
leza h u m a n a á la q u e e s t a b a íntima y s u s t a n c i a l m e n t e u n i d a . Pues
tes llama a q u e reconozcan en el Crucificado, á quien i n s u l t a n , el Me-
b i e n , a s í c o m o el P a d r e está en el V e r b o y el V e r b o en el P a d r e ,
sías a n u n c i a d o t a n t o s siglos á u t e s , él los i n s t r u y e sin a m e n a z a r l o s
(Joan.) así como la n a t u r a l e z a h u m a n a d e Jesucristo n o s e separo
los convence sin reconvenirlos, y les hace conocer l a e n o r m i d a d d é
j a m á s d e la persona del V e r b o , a s í tampoco la p e r s o n a del Verbo su c r i m e n sin c a s t i g a r l o s . ; O n u c v o rasgo d e misericordia, d e b o n d a d
f u é a b a n d o n a d a j a m á s por la del P a d r e , p o r q u e el V erbo no p o - y d e a m o r ! El R e d e n t o r no cesa hasla el último i n s t a n t e d e a p i a -
dia s e p a r a r s e del P a d r e . (Serm. 10 de Pass.) ¿ C u á l es pues ese d a r s e de los J u d í o s sus m a t a d o r e s , d e escitarlos al a r r e p e n t i m i e n t o v
a b a n d o n o de q u e se q u e j a el S a l v a d o r moribundo, y cuál es }
ofrecerles el p e r d ó n .
ese misterio en el q u e J e s ú s n o s p r e p a r a la última p r u e b a d e su
amor'? Al llamar J e s ú s á los J u d í o s á la v e r d a d e r a fe con esta e s t r a t a -
V. DE R. III. ^
g e m a de a m o r , confirma á los cristianasen esta m i s m a creencia. E n
porque se cargo con nuestros pecados y contrajo la obligación dé
efecto, al recitar esle salmo en n n a s circunstancias t a n solemnes,
expiarlos, y porque eu fin representa al viejo A d á n , al viejo hombre
n o s manifiesta claramente que este salmo se. refiere a c ; que es u n a
a quien debe d e s t r u i r : Felushomo,wstc-rcrutífixusest. I.a h u m a -
profecía d e los padecimientos que sufría entonces en la cruz , y de.
nidad entera, dice R á b a n o Mauro, habia sido a b a n d o n a d a por Dios
los misterios que cumplía en ella, y por consiguiente b o r r a el e s -
a causa d e su p e c a d o ; m a s el Hijo de Dios se constituyó nuestro
cándalo de sus dolores y de sus i g n o m i n i a s ; el c o m e r t e l a s cons-
abogado y en esta q u e j a n o hizo otra cosa que deplorar la' desgracia
tancias m a s h u m i l l a n t e s p a r a su persona y m a s c o n t r a n a s a su dig-
de aquellos c u y a culpa se encargó de e x p i a r , probando de
nidad eu o t r o s t a n i o s testimonios que atestiguan la v e r d a d de su
m o d o cuanta razón tienen en llora,- los q u e p e c a n , supuesto que el
título d e Mesías y de. Redentor, y la de la religión cuyos f u n d a m e n -
tos echaba e n t o n c e s ; y c o o e s t e deseo de instruirnos y confirmarnos E S P ?
C CÜd0 U¡nS,ma falta pudo de ar d * g e m i r . i
e n la fe nos d a h a s t a el fin pruebas cada vez mayores de su a r d i e n t e raíl J esta « M e S . Agustín, el grito desgar-
caridad : Cúm ««tasto» 9>» e r a n l i n
" ml
"'° m J
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" rador „ „ e lanzó el Salvador n o es t a n t o una queja d i r i g i d a T s U
ü n a instrucd
lexiteos. S ¡ ¡ E — °" * < ' n ' P ° r t a n t e dirigida a
E l Redentor agonizando, dice. S . L e ó n , nos h a revelado en estas
p a l a b r a s u n sublime y patético misterio. E s m u y cierto que. i n t e - t a n r i T v ' d r a ! r a i , I C 1 J e S U C I ' i S , ° * Cl V e r d a d e r 0 tii dcDios
>° . <»nsus-
r i o r m e n t e v con relación á la naturaleza d i v i n a , que h a c e que el taneial j c o e t e . ™ con él, p u r o , inocente, siu la s o m b r a siquiera de
pecado, colmado de todas las riquezas de la santidad y de & - r a e i a
P a d r e v el S e r b o sean u n a misma cosa, el P a d r e n o dejo ni pudo
y por consiguiente objeto único de las complacencias eternas d ¿
d e j a r á"su divino Hijo; m a s csteriormente j respecto a la n a t u r a l e z a t u » , el lujo mas perfecto del m a s perfecto d c todos los padres Si,,
se b a aop o r s i n
h u m a n a q u e el Verbo habia tomado de nosotros, p a r e c í a , o b s e r v a
S . B e r n a r d o , q u e el P a d r e Eterno 1c habia dejado supuesto q u e le
puso en poder de sus enemigos, le entrego al furor d e los h o m b r e s y
déSiír
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,f ' d e l
' « ' de
° i»
' a s e m e j a n z a sola de p e c a d o r :
n K X t t i i P a d r e ton
d e los demonios, a todos los oprobios, a todos ios ultrajes, a todos á u hi , t f r " ' T V ' ' " " perdona
a su hijo muy a m a d o : Proprio filio suo non pepercit. Parece oue
los t o r m e n t o s y a todcs los horrores del s u p l i c o de la cruz. Esta
i n d i f c r e u c i a a p a r c n t e . e s t a negligencia cu impedir con su o m n i p o t e n -
ÜOnSíderacion
cia v vengar con su j u s t i c í a l o s bárbaros tormentos que hacían su Ir, r dona Pe™ f «a .vle a b a n -
á s u Hijo adorable, fue u n verdadero abandono estertor y visible, toZ¡V'T,eS * ,ratan
"'m,t0 q u e el hi
- ¡ ° s c » obligado á su-
y á este a b o u d o n o aludía el Salvador. ( T r a c t . de Pass.) -
t h T : ^ ^ r i g o r , ¿ e o n c u á n t o loseremos nos-
Sin e m b a r g o , s e g ú n S . L e o n , al decir Jesucristo á s u P a d r e : «¿Por
q u é m e lias a b a n d o n a d o ? . No t r a t a de quejarse, sino de invitarnos d só d e t • ***** <|Ue toem
" toda ,a
" ' " l í e l a , todo el
teórden v o l u n t a r i o ? t o d a la corrupción del p e c a d o ? l A y i ¡euán
á reflexionar sobre el motivo de este abandono en los m a n o s d e los
v e r d u g o s feroces y crueles; con esas p a l a b r a s quiere d e c i r n o s :
menos u n a "i"',0'mÍ°' ¿P
°r '|ué a b a n d o n a d o ? „ es
c C o n s i d e r a d atentamente la razón por que me veo a b a n d o n a d o asi
" '0S d0,0 eS
' qUe SUl re
" "dverten-
de m i P a d r e . Esto consiste en q u e llevo la librea d e v u e s t r o s p e c a -
dos, v e n q u e soy vuestro verdadero Salvador. Este a b a n d o n o no pecados * ** "°S ^
es efecto d e m i miseria, sino de mi ternura, y lo s u f r o , n o porque
j S f e C ° m 0 i° r C m ° S n < " a d ° e " ° " ' 0 l o g a r ' l o s Padecimientos
estoy p r i v a d o del auxilio divino, sino porque m e he ofrecido espon-
d Redentor n o solo f u e r o n i n s t r u c t i v o s , sino también expiatorios
t á n e a m e n t e á morir siu auxilios por vuestro a m o r . (Senil. A i / / , de
p r a t e h o m b r e s . Alcolocarse en nuestro lugar, y al sufrir los males
que d s u f r i r n o s o t r o s , nos libró d e ellos sometiéndose
P and n
E n ' e f e c t o , el Padre d e j a csteriormente á su Hijo en este triste D ^ L fl ° °- ^ nosotros si cl Hijo de
b u b K r a
a b a n d o n o , p o r q u e Jesucristo fué clavado en la cruz en lugar nuestro. » ^ " « d o en ser a b a n d o n a d o asi por s u P á d r e !
508 EL ABANDONO,

Comprcndedlo b i e n , cristianos, vosotros los q u e os abandónate á a b a n d o n a d o e s t e r i o r m e n t e , nos libró del a b a n d o n o interior y p e r -


los vicios y á las pasiones, y q u e a c u m u i a i s fallas sobre faltas e o n p é t u o á q u e el esceso de nuestra malicia n o s h u b i e r a j u s t a m e n t e
t a n t a t r a n q u i l i d a d y tanto d e s c a r o , v o s o t r o s sois u n o b j e t o d e h o r - condenado.
r o r p a r a Dios. El pecado d e q u e n o solo estáis vestidos, sino p e n e - Jesucristo, p u e s , f u é a b a n d o n a d o para e v i t a r q u e nosotros lo fué-
t r a d o s hasta los huesos, os h a c e odiosos a los o j o s d e Dios, llesdc el s e m o s , s u p u e s t o lo h a b í a m o s merecido m u c h a s veces. Esta es la r a -
m o m e n t o en q u e os ve t a n g r a n d e s pecadores, n o reconoce en v o s - zou p o r que, m i e n t r a s estamos en el m u n d o , no a p a r t a Dios su vista
otros su o b r a ; solo ve en vosotros u n o s vasos de cólera, d i g n o s d e d e nosotros i n e x o r a b l e m e n t e para c a s t i g a m o s por nuestra insensi-
s e r a r r o j a d o s al f u e g o . E n t a n t o q u e permanecéis en ese estado no bilidad. Aun cuando al c o m e t e r el p e c a d o a b a n d o n e m o s realmente
á Dios, este Dios tan b u e n o , en consideración al a b a n d o n o d e su
acepta vuestras a l a b a n z a s ni v u e s t r o s sacrificios; vosotros no tenéis
H i j o , 110 n o s a b o n d o n a j a m á s d e f i n i t i v a m e n t e p o r m u c h a s q u e s e a n
d e r e c h o a l g u n o á su misericordia, á s u protección ni a su amor;
n u e s t r a s reincidencias. El camino para volver no so cierra j a m á s ;
vosotros n o tenéis derecho m a s q u e á su indignación y á sus v e n -
la t a b l a d e la penitencia está s i e m p r e d e n u e s t r a p a r t e ; la gracia d e
g a n z a s ; él no p u e d e i n c l i n a r los ojos h a c i a vosotros sino para cas-
la couversión no se n o s niega j a m á s ; el seno d e Dios está s i e m p r e
tigaros ¡ P s a l . } Mirad al H i j o d e Dios e n t r e g a d o al f u r o r de las p a -
a b i e r t o p a r a recibirnos, y su m a n o s i e m p r e elevada p a r a absol-
siones h u m a n a s , solo, d e s n u d o , sin q u e nadie se e n c a r g u e de su d e -
v e r n o s . Sin e m b a r g o d e haber llegado a u n a indigencia absoluta
fensa, n i le consuele en s u s p e n a s ; a b a n d o n a d o d e la Berra, parece d e todas las gracias p o r el abuso voluntario q u e h e m o s h e c h o de
q u e lo está t a m b i é n del c i c l o ; d e s p r e c i a d o d e los h o m b r e s , parece e l l a s , l e ñ e m o s t o d a v í a á n u e s t r a disposición la g r a c i a d e la o r a -
q u e está a b a n d o n a d o d e D i o s d e t a l m a n e r a q u e no p u e d e d e t e n e r cion, como la e s c a l a ú n i c a por c u y o medio p o d e m o s salir del
l a q u e j a en s u s labios. ;Pucs bien I J e s u c r i s t o es en este estado la ima- a b i s m o p r o f u n d o en q u e n o s hemos p r e c i p i t a d o , c o m o el ú n i c o cable
á q u e p o d e m o s todavía asirnos p a r a salir del n a u f r a g i o q u e n o s
gen viviente del pecador o b s t i n a d o q u e incurre en el a b a n d o n o d e
sumerge.
Dios y en la privación d e t o d o c o n s u e l o p o r p a r l e de los h o m b r e s .
Considerad q u e en rigor d e justicia el pecador debería p e r m a n e -
E n t r e t a n t o , a p r e s u r é m o n o s íi a p r o v e c h a r n o s d e ella, porque si
cer s i e m p r e b a j o el peso d e este a b a n d o n o , especialmente sí d e s p u e s
c o n t i n u a m o s omitiendo la oracion q u e Jesucristo, p o r el a b a n d o n o
de h a b e r o b t e n i d o la reconciliación q u e el Redentor le h a b i a m e r e -
q u e s u f r i ó , n o s h a a s e g u r a d o c o m o n u e s t r o último remedio c o n t r a
cido p o r s u o r a c i o n h a vuelto á c a e r en el pecado, y sobre todo si de
el alejamiento d e Dios, n o s h a r e m o s i n d i f e r e n t e s á ella, la d e s d e ñ a -
d e e s t a m i s m a facilidad d e o b i e n e r el p e r d ó n ha hecho u n m o t i v o d e
r e m o s , y a c a b a r e m o s p o r n o r e c u r r i r ó ella ni a u n á la h o r a d e la
n u e v o s d e s ó r d e n e s y d e p e n i t e n c i a , c o r r e s p o n d i e n d o asi á un esceso
m u e r t e . P o r q u e n a d a h a y m a s fácil n i m a s c o m ú n , decia S. A g u s -
d e b o n d a d con u n esceso d e i n g r a t i t u d . Sí, esos pecadores ingratos
t í n , que ver á los q u e viven en u n l a r g o olvido d e Dios morir o l v i -
d e b e r í a n p e r m a n e c e r p a r a s i e m p r e e n el estado q u e h a n elegido; de-
dados d e si mismos, y d i f e r i r el t i e m p o d e la penitencia y del a r r e -
deberian ser a b a n d o n a d o s p a r a s i e m p r e á sus propias pasiones y á las
p e n t i m i e n t o h a s t a q u e y a n o tienen t i e m p o p a r a a r r e p e n t i r s e , d e
venganzas de D i o s ; y sin e m b a r g o 110 e s asi. A pesar d e su voluntad
m o d o q u e m u e r e n a b a n d o n a d o s d e Dios sin q u e Dios les h a y a
c r i m i n a l , á p e s a r de u n o s escesos t a n g r a v e s y tan n u m e r o s o s , no les
dejado.
p r i v a Dios d e sus auxilios. Y ¿ p o r q u é V P o r q u e el Salvador, dice
El S a l v a d o r no s e c o n t e n t ó con obtener d e Dios q u e n o nos a b a n -
S B e r n a r d o , al m a n i f e s t a r á su P a d r e los dolores de s u s h e r i d a s , la
d o n e ; él quiso t a m b i é n p r e p a r a r n o s los m e d i o s p a r a q u e 110 n o s
i g n o m i n i a d e su persona y el h o r r o r ile su muerte, pidió p o r noso-
olvidemos d e Dios-ni d e nosotros m i s m o s . E s t o f u é lo q u e hizo
tros, y al q u e j a r s e de su a b a n d o n o i n t e r c e d i ó para que Dios su Padre
c u a n d o pronunció esta c o n s o l a d o r a p a l a b r a : « T e n g o s e d : Sitio. »
n o le a b a n d o n a s e en n o s o t r o s q u e s o m o s sus miembros, supuesto
P a l a b r a q u e t r a t o d e csplicaros.
q u e j a m á s p n e d e ser a b a n d o n a d o personalmente c o m o cabeza.
{nacl.áePass.) Y así c o m o s n o r a c i o n f u é oida á causa del pro- Despues d e h a b e r n o s J e s ú s a s e g u r a d o el perdón, d e s p u e s de h a -

f u n d o respeto y d e la c a r i d a d i n f i n i t a con que Jesús la a c o m p a ñ ó , b e r n o s p r o m e t i d o el cielo, d e h a b e r n o s d e j a d o p o r m a d r e á s u p r o -

asi t a m b i é n al consentir p o r u n e s e e s o d e su misericordia en ser p i a M a d r e , y d e h a b e r n o s alcanzado la g r a c i a q u e n o s salva del

mk
a b a n d o n o d e D i o s , parecía q u e n a d a le q u e d a b a q u e decir n i h a c e r i n o c e n t e s u f r i r t o d a clase d e t o r m e n t o s . Nosotros sabemos por esta
p o r nosotros a n t e s d e c o n s u m a r su sacrificio. E n efecto, S . J u a n p a l a b r a salida d e boca del R e d e n t o r : « T e n g o sed, Sitio, i> q u e él
observa q u e d e s p u é s de h a b e r dicho el Señor las cuatro p r i m e r a s sintió en su interior un fuego d e v o r a d o r , n n a sed a b r a s a d o r a , esci-
p a l a b r a s , vio q u e t o d a s las profecías r e l a t i v a s á su vida y á su t a d a p o r s u s largos y atroces padecimientos, por el viaje al Calvario
m u e r t e se h a b í a n cumplido : Sciens Jesús gltitt omnia consummata y por la efusión d e t a n t a sangre, d e m a n e r a q u e , según el profeta,
« m í . P e r o q u e d a b a todavía u n a circunstancia a n u n c i a d a p o r D a - s u lengua q u e d ó pegada al paladar, á r i d a y seca c o m o u n vaso d e
vid ; ó s a b e r , q u e h a b i a n d e dar al Mesías vinagre p a r a aplacar sn b a r r o puesto al f u e g o . (Ps. 21.) Nosotros sabemos por consiguiente
s e d . (Ps. o s . ) P u e s b i e n , esta predicción n o se h a b i a c u m p l i d o q u e las únicas p a r t e s d e su cuerpo q u e se h a b i a n librado d e las
todavía. h e r i d a s , e s p e r i m e n t a r o n t a m b i é n su t o r m e n t o ; q u e el h o m b r e d e
Es v e r d a d q u e , c o m o ya hemos visto, {conferencia 2", al llegar p e c a d o es en todos sus ó r g a n o s el h o m b r e del d o l o r ; q u e el holo-
el R e d e n t o r al C a l v a r i o , le p r e p a r a r o n los J u d í o s , como u n confor- c a u s t o es completo, y la oblacion es p e r f e c t a .
tativo, u n vino c o r r o m p i d o y e m p o n z o ñ a d o . Mas esta bebida, q u e H a b i a n p r e p a r a d o al pié d e la cruz según el u s o , ó m a s bien p o r
le habia-sido o f r e c i d a e s p o n t á n e a m e n t e por los Judíos, n o c u m p l í a u n a disposición d i v i n a , u n -vaso lleno d e vinagre : T a s ergo erat
la profecía c u y a s p a l a b r a s dicen c l a r a m e n t e q u e el Mesías esperi- positum acetoplcnum. {Joan.) Al oír á Jesús q u e j a r s e d e la sed q u e
m e n t a r i a la s e d ; q u e manifestaría esta necesidad, y q u e en conse-" p a d e c e , u u o d e los v e r d u g o s toma u n a e s p o n j a , la s u m e r g e en el
cuencla d e esta manifestación le d a r í a n á beber vinagre. P o r c o n - v a s o , y c u a n d o se llena d e v i n a g r e l a coloca en el e s t r e m o d e
siguiente, p a r a c u m p l i r esta profecía en sus m a s pequeñas circuns- u n a c a ñ a y la a p r o x i m a ó la boca del S a l v a d o r : £l continuo
tancias, c o n t i n ú a S . J u a n , Jesús m o r i b u n d o lanzó desde la cruz currens unus ex eis acceptam spongiam imptevit aceto, et im-
este g r i t o : « T e n g o s e d : » Vt adimpteretnr Scriptura, dixit: posuit arundini, et dobat ei libere. ¡Matth.; J e s ú s aspiró c o n
Sido. s u s labios secos ei licor a m a r g o q u e 1c p r e s e n t a r o n , y a s í se cumplió
E s t a reflexión d e l santo Evangelista es a d m i r a b l e . Ella n o s m a - l a profecía.
nifiesta q u e J e s ú s crucificado, olvidado del p r e s e n t e , solo s e o c u p a Ved a q u í p u e s , esciama S . A g n s t i n , como el Dios de b o n d a d , q u e
d e la p r o f e c í a h e c h a en e! pasado y d e los misterios q u e tienen p o r n o s d á la f r e s c u r a del a g u a y la d u l z u r a de la miel, n o recibe d e
objeto la salvación d e todos Ios-hombres, y con u n a g r a n serenidad m a n o d e los h o m b r e s m a s a l i m e n t o q u e hiél n i m a s b e b i d a q u e v i n a -
d e espíritu hace c o m p a r e c e r a n t e sí á todos los siglos, recorre la g r e . (Cal/ten. i» Psat.)
E s c r i t u r a , lee en ella todo c n a n t o tiene relación con sn sacrificio, y J e s ú s , a ñ a d e S . A m b r o s i o , no bebe este v i n a g r e solamente p o r a
p r o c u r a c u m p l i r t o d o c u a n t o en ella está figurado y anunciado. c u m p l i r u n a profecía y p a r a h u m e d e c e r su l e n g u a á r i d a , sino t a m -
E s t a reflexión n o s revela q u e en medio d e los gritos p r o l o n g a d o s d e bién para c o n s u m a r u n misterio d e su corazon a m a n t e . N o p u d i e n d o
s u s e n e m i g o s , en m e d i o de los dolores y d e los oprobios q u e le a b r u - t o m a r realmente la acritud d e n u e s t r a s impaciencias, d e n u e s t r o s
m a n , simpre. p r e s e n t e á s í mismo, todo lo ve, todo lo o r d e n a y t o d o r e s e n t i m i e n t o s y de. n u e s t r o s rencores, la t o m a en el símbolo del
lo d i s p o n e á fin d e c o n s u m a r el g r a n sacrificio que ofrecido u n a sola v i n a g r e , y h a c i é n d o l a p a s a r por su boca y p o r s u s e n t r a ñ a s d i v i n a s ,
vez c o n s e r v a sin e m b a r g o toda su eficacia p a r a santificar y salvar la c o r r i j o y la modifica, a s o c i á n d o n o s al mérito infinito de su unción
al m u n d o . Ella n o s asegura que t a n t o s t o r m e n t o s y t a n t a s i g n o m i - celestial y d e su d u l z u r a . • O d u l c e S a l v a d o r ! ; O inefable c o m u n i ó n 1
n i a s n o t u r b a n s u espíritu, no oprimen su c o r a r o n , sino q u e lo ¡ f) c a m b i o precioso e n t r e el R e d e n t o r y los h o m b r e s á quieues h a
d e j a n libre p a r a p e n s a r en nosotros y pora a m a r n o s ; y q u e a d e m á s r e d i m i d o 1 El t o m a d e n o s o t r o s la a m a r g u r a de. n u e s t r o s vicios, y
d e ser n u e s t r o D i o s , es también nuestro tierno p a d r e y nuestro siendo él la v e r d a d e r a v i d , la ha convertido en el vino delicioso d e
Salvador. su preciosa s a n g r e (1). S . Hilario dice i g u a l m e n t e q u e al g u s t a r el
S e ñ o r n u e s t r a a m a r g u r a , corrigió todo lo q u e en nosotros estaba
N o h a y t o r m e n t o alguno que los pecadores no m e r e z c a n ; por
consiguiente d e s d e q u e el Hijo d e Dios, c a r g a n d o c o n la maldición (1) Bihil Cbrislus amaiitudinem niearo, ut mihi refuuderel suavilatem gratiie
d e t o d o s los p e c a d o s , se hizo como el pecado mismo, debía su carne su®) Ps. 9S.)
viciado, y lo convirtió en un néctar de inmortalidad de vida ( l ) . Jesucristo, continuaron llenándolo de amargura con su obstinación,
Pero no es esto todo. Al darnos á conocer Jesucristo q u e tenia sus insultos y sus blasfemias.
sed, quiso manifestamos también sus piadosos deseos. La sed que ¿Quién creerá sin embargo que este crimen de los J udíos se repro-
atormentaba su cuerpo era indudablemente una sed positiva y a r - duce diariamente eutre los cristianos? Jesucristo sentado en el trono
diente ; pero era al mismo tiempo, dice S. Cipriano, el símbolo de la de su gloria, rodeado del esplendor de los santos, y en el gozo de
sed, todavía mas verdadera y m a s ardiente que devoraba su u n a felicidad infinita, nosolocomo Dios sino también como hombre,
corazon, es decir la de su amor infinito, la del deseo que le abrasa no está y a sujeto á las privaciones ni á los dolores; pero si en su
por la salvación de los hombres. F.sta sed es la misma d e que se humanidad no puede ya sufrir la sed, sin embargo su corazón ilivino
quejó Jesús a la Samaritana cuando le dijo : Mujer, yo tengo s e d ; está todavía devorado por la sed ardiente de nuestra salvación,
quieres darme de beber? (Joiin. 4.) Jesús, según observa el mismo como si faltase alguna cosa á su felicidad, observa S. Bernardo,
Padre, no buscaba entonces el a g u a de la Samaritana, sino su le, mientras no la divida con nosotros; como si uo fuera va Dios,
porque este Salvador lleno de a m o r tiene sed de la fe de todos como si no se encontrase en compañ.a de los hombres redimidos con
aquellos porquicnes ha vertido su sangre. Así pues cuandoel Salvador Su sangre.
dice á los J u d í o s : « T e n g o sed, » no es agua lo que pide, siuo la Hé aquí por que te dice á ti, desventurado h e r e j e : Tengo sed, es
creencia en él; y eslas p a l a b r a s misteriosas pueden entenderse, decir, yo deseo y m a n d o que profeses una fe humilde, sencilla, per-
según S. Agustín, d e este modo : Yo tengo un deseo ardiente de fecta, clora, precisa, firme y acompañada con las obras; una fe
q u e esle. pueblo que m e niega y se pierde crea cu mí y se salve, cuyo fundamento sea la revelación, su intérprete la Iglesia y su tér-
[In Joan.) mino la santidad; una fe en fin como ¡a q u e se encuentra solo en la
Iglesia Católica. ¿Y de cuan las maneras inefables no te manifiesta este
¡Quécontrastesublimey abyecto, tierno y horrible al mismo tiempo ardiente deseo de que abandones el sendero del error y que entres en
entre el odio y el amor, la ferocidad y la compasion, la barbariey la el camino d e la verdad ? Tengo sed, te dice por esas luces que hace
bondad 1 Los Judíos dicen á J e s ú s con una cruel ironía : « Des- brillar en tu espíritu, y que en ciertos momentos t e hacen ver la
ciende de la c r u z : Descende de cruce,» y le provocan de ese modo verdad católica en toda su pureza y en toda su claridad. Tengosed,
á que interrumpa su sacrificio. Mas el Salvador respoude a su pro- te repite por esos deseos frecuentes q u e escita en tu corazon de
vocación sacrilega con una sola palabra oTcugo sed : Sitio,» volver cuanto ántes á la verdadero Iglesia y pertenecer á la gran
manifestando de este modo un deseo a r g e n t e de consumar su s a c r i - familia do Jesucristo. Trnjo sed, t e dice finalmente por los ejem-
ficio p o r lasalvacionde ellos mismos. Cuanto m a s indignos se mues- plos de tantos correligionarios tuyos como se convierten todos los
tran los Judios con sus gritos insultantes de ser redimidos por él, dias en t u patria, y en un propia familia, y q u e el amoroso Jesús
tanto mas persevera Jesucristo repitiendo estas palabras de amor : pone ante tus ojos á fin de darte el valor suficiente para romper la
Tengo sed, en la sincera y piadosa resolución de salvarlos; como b a r r e r a de los respetos humanos. Además, el disgusto que tus
d i c c S . Pablo : La caridad divina y la gracia del Redentor se aumen- mismas opiniones t e inspiran y las dudas que atormentan t u
taron entonces en proporción del crimen de los Judíos, de su obsti- inteligencia son otros tantas voces amorosas con las que él te
nación y de su perfidia, [liom.) habla, te llama y te bace conocer su deseo ardiente, su i n m e n -
Los Judíos en su presunción y su orgullo no comprendieron el so deseo de que vengas á buscar tu salvación al seno del Cato-
misterio de amor encerrado en esta sed del Redentor, mientras licismo.
q u e la Samaritana por su desconfianza en si misma y por su h u m i l - Y t ú , desventurado desertor de la Iglesia, ¿de q u e manera r e s -
dad lohabia adivinado al m o m e n t o . Así es q u e en vez d e refrigerar pondes, despues de tantos años, á lo voz de su corazon? ¿ Qué le
como ella, con la bebida deliciosa de su fe, c! corazon sediento de ofreces pora que apogue la sed de su a m o r ? ¿Cuál es tu fe ? lis un
símbolo redactado por algún titano estúpido en el interés de su
( I ) Polavit, ad se io eommuuionom inimortalilaliseaqiiíe innobis craiu vidala, política, es la confesion improvisada por algunos heresiarcas sin
traosfiindens. ( / o M a l l h . )
p u d o r , p a r a acariciar las pasiones, es el conjunto i n f o r m e de opi- a l g u n a limosna hecha por v a n i d a d , tal vez u n a misa oida c a d a
niones a r b i t r a r i a s , vacilantes é i n c i e r t a s , f r u t o s m o n s t r u o s o s d e semana p o r c o s t u m b r e , u n a confesion a n u a l hecha sin dolor, u n a
a l g ú n cerebro e n f e r m o , ó d e tus r a z o n a m i e n t o s y d e tu capricho. comunión pascual recibida p o r respetos h u m a n o s , el perdón d e las
P u e s b i e n , esta creencia no e s o t r a cosa q u e u n v i n a g r e , supuesto ofensas concedido por i n t e r é s , la continencia del cuerpo a c o m p a -
q u e este licor no es roas q u e un v i n o c o r r o m p i d o , y q u e tus ñ a d a del desarreglo criminal d e la imaginación y d e la corrupción
e r r o r e s n o son otra cosa q u e v e r d a d e s alteradas. Así es q u e T e r t u - del corazon. P u e s bien, esto no es o t r a cosa q u e falsas virtudes y
liano llama á los h e r e j e s t a b e r n e r o s ínfleles q u e mezclan el vino v e r d a d e r o vicios; esto no es m a s q u e un poco d e bien a p a r e n t e c o n
d e las v e r d a d e s cristianas c o n el a g u a cenagosa del error, c o m p o - m u c h o mal positivo y r e a l ; esto n o es m a s q u e u n a mezcla d e v i r t u -
n i e n d o asi el vinagre d e s u s creencias y d e sus símbolos erróneos, des y c o s t u m b r e s cristianas con las preocupaciones del siglo y las
l o s q u e a t r i b u y e n á Jesucristo, dice Orígenes, sentencias q u e no obras del m u n d o ; en u n a p a l a b r a , n o es m a s q u e el n o m b r e d e
p r o n u n c i ó , y le s u p o n e n d o c t r i n a s i n v e n t a d a s por otros, colocan católico ocultando u n a vida c o r r o m p i d a ; o b r a r a s í c o n Jesucristo es
' u n a e s p o n j a e m p a p a d a en vinagre en la c a ñ a d e la Escritura y la d a r l e á beber, no solo v i n a g r e , dice Orígenes, sino vino m e z c l a d o
aplican á los labios del Redentor i i ) . Tic a q u í , i n f o r t u n a d o cris- con hiél; y con este horrible licor, q u e al mismo tiempo q u e provoca
tiano, q u e te obstinas c o n t r a la fe d e la Iglesia, h e a q u í el licor el enojo d e Jesucristo os pierde d vosotros m i s m o s , es con el q u e os
a m a r g o q u e á e j e m p l o d e los J u d í o s presentas al R e d e n t o r p a r a lisonjeáis aplacar la sed q u e él tiene d e vuestra salvación eterna, y
que a p l a q u e su sed, y te atreves á solicitar d e ese m o d o su p r e f e - con q u e ereeis s e r cristianos y salvaros.
rencia y su amor.
¡ A h 1 no seamos ton i n g r a t o s á su a m o r , n i tan ciegos acerca d e
Tengo sed, te dice t a m b i é n á ti, mal católico, el Dios S a l v a d o r ; n u e s t r o peligro. Cesemos d e r e n o v a r así el crimen d e los J u d i o s ,
e s d e c i r : Y o deseo ardientemente q u e pongas t u vida en a r m o n í a si no q u e r e m o s s e r e n v u e l t o s en el mismo castigo. Ofrezcamos a l
con tu creencia, y q u e t o d o c u a n t o h a c e s s e a s a n t o y ¡usto, asi c o m o S e ñ o r el vino escogido q u e regocija á Dios y á los h o m b r e s , (Judie.)
t o d o l o q u e crees es verdadero. Y o deseo que después d e haber r o t o es decir, u n a f e p u r a y u n a vida c r i s t i a n a , á fin d e q u e en el dia d e
las c a d e n a s del pecado, d e r r a m a n d o lágrimas sobre tu vida c r i m i n a l , n u e s t r o juicio p a r t i c u l a r m e r e z c a m o s oír d e la boca d e Jesucristo
v e n g a s á implorar á mis pies el perdón q u e d e b e reconciliarte y estas p a l a b r a s de a m o r : o V e n i d , benditos d e mi P a d r e ; venid,
s a l v a r t e . O almas q u e r i d a s , criadas á mi i m a g e n , fortalecidos con almas queridas : Venite, benedicti Patrie mei. Yo t u v e sed d e
m i s llagas, purificadas con mi sangre, y vivificadas p o r mi m u e r t e ; v u e s t r a santificación y d e vuestra s a l v a c i ó n , y vosotros os a p r e s u -
almas queridas, regeneradas en mi bautismo, e d u e a d a s en mi rasteis á a p l a c a r l a o b s e r v a n d o m i s leyes, l l o r a u d o vuestras culpas, y
escuela, hijas d e mi iglesia, c o l m a d a s d e mis g r a c i a s , h e r e d e r a s d e a p r o v e c h á n d o o s d e mi s a n g r e y d e mi r e d e n c i ó n . Vosotros q u e m e
mi g l o r i a , objetos d e mi misericordia y de mi a m o r , ¿ p o r q u é os o b s - ofrecisteis t a n t a s veces el precioso licor d é l a s l á g r i m a s d e v u e s t r a
t i n a s e n perecer ? Sitio: Y o tengo sed de vuestra salvación. ; O h I ¡ si penitencia y el v i n o d e v u e s t r a caridad : Sitivi el ded/stis miki
supieseis c u á n t o siente mi corazon perderos 1 » Tales son las a d v e r - bibere, venid á recibir, en el reino q u e os está p r e p a r a d o desde
t e n c i a s q u e Jesús n o s hace incesantemente p o r los luces del espíritu, l a eternidad» l a r e c o m p e n s a d e la c a r i d a d q u e usasteis conmigo,
l a s i n s p i r a c i o n e s del corazon, los remordimientos d e la concieucia, p r o c u r a n d o la salvación á vosotros m i s m o s : Venite, benedicti
los t e m o r e s , l o s d i s g u s t o s y las a m a r g u r a s q u e d e r r a m a s o b r e n n e s t r a Patris rnei, percipite regmm, guod rnbis paratum est ab ori-
c u l p a b l e felicidad. gine mvndi.
P e r o vosotros, pecadores, ¿ q u é le ofreeeis p o m q u e a p a g u e s u sed SFJilXni PAUTE.
a r d i e n t e d e misericordia y d e caridad ? Alguna oracion pronunciada
d i s t r a í d a m e n t e , algún acto d e religión practicado p o r hipocresía, Al b e b e r J e s ú s el v i n a g r e q u e los J u d í o s , p o r u n refinamiento d e
c r u e l d a d , le ofrecieron p a r a a p l a c a r su sed, cumplió la última profe-
( t ) Qui alienat Maleadas applicaut Christo, quasi cas dicta ti. hi spoagiam cía. Asi p u e s , c u a n d o d e s p u e s d e r e c o r r e r en su t r a n q u i l a i m a g i -
impltlatu a f £t 0 ¡mpnnml ,alamo Scriptura:, et offerunt ori ejus. (tíom. 35
nación los c u a r e n t a siglos q u e s e p a r a b a n el dia en q u e A d á n m u r i ó
¡a Kallh.)
516 EL ARANDO.NO,
IA S E D Y LA C O N S U M A C I O N . 5(7
espiritualmcnte sobre el árbol prohibido del en q u e muere él mismo
cia refrenada, la idolatría abalida, la ley antigua abrogada, el velo
sobre el árbol de la cruz, conoce q u e nada faltaba ya á.la grande
de la Escritura desgarrado, el Evangelio descubierto, Dios conocido,
obra que habia venido á hacer en el mundo, da á su corazon amante,
el hombre salvo, la Iglesia f u n d a d a , el verdadero sacerdocio esta-
dice el Evangelista, un testimonio solemne capaz de consolar el
blecido, la nueva alianza sellada, y la ley del antiguo temor, propia
nuestro, diciendo en alta voz : « T o d o está consumado : Cum ergo
solamente para formar esclavos, ha sido sustituida por la ley de
aceepisset Jesús aeelvm, dixit: Consjimmutum esl.» (Joan.) Es
adopcion de los hijos de Dios. Finalmente la plenitud de los tiempos
de notar, dice S. Lorenzo Justiniano, que el Salvador no habla d e
h a llegado, el gran consejo de sabiduría, de podery de misericordia,
la consumación de ninguna cosa particular, sino que dice en un
meditado ante todos los siglos y destinado á mudar la faz del mundo
sentido general y absoluto; «Todo está consumado, » para indicar
se ha cumplido en el tiempo para d u r a r por toda la eternidad: Con-
que todo se cumplió en él y por él. [fíe Christ. Agón.) S. Agustin
summatum est.
habia observado también con relación á estas profundas palahras que
e l Salvador declaro en ellas que nada le quedaba que hacer ántes de ¡TODO ESTÁ CONSUMADO! Sentencia grave que previene m i c h o s
morir. (Tracl. 119 in Joan.) | O palabras inefables, cuántos miste- errores. Porque esto quiere decir q u e no quedan y a mas misterios
rios recuerdan 1 ¡ o oráculo profundo, cuántas verdades encierra 1 ¡ o q u e descubrir, mas verdades que revelar, m a s leyes q u e imponer,
grave sentencia, cuántos errores previene I ¡ o declaración preciosa m a s auxilios q u e preparar, ni m a s bienes que prometer, y que 1
cuántos consuelos p r e p a r a ! ¡oleeclou sublime, cuántas virtudes la razón 110 tiene y a nada que investigar, ni la filosofía cosa
recomienda! alguna que inventar para el culto d e Dios, para la salvación del
hombrey para la perfección de la sociedad. ¡ Todo está c o n s u m a d o !
(TODO ESTÁ CONSUMADO! Consummatumesl; palabra que r e -
Esdecir, y a no es tiempo de raciocinar sino de c r e e r ; no es tiempo
cuerda misterios muy profundos, pues q u e , según el comentario, que
y a de discutir sino de obrar. Ninguna otra doctrina, ninguna
de ella habia hecho David, el Hijo de Dios quiso decir á su Eterno
otra ley, ninguna otra religión es y a posible. La humanidad
P a d r e ; Padre mió, vos me habéis dado una misiou muy grave y muy
no encontrará jamás una cosa m a s perfecta que la religión del
difícil. Vos habéis querido q u e yo naciese en un pesebre, pobre,
Calvario, la doctrina de Jesucristo y el código del Evangelio. El
ignorado y humillado; que yo sufriesepor espacio de treinta y tres
años una vida laboriosa, molesta, oscura y llena de dolores; que yo
verdadero progreso consiste en el pcrfectodesarrollo, en la aplicación
sincera y en la práctica fiel de esta religión, de esta ley y de
ni
terminase una larga carrera d e tormentos cou UDÜ muerte igDomi-
esta doctrina. F u e r a del Cristianismo no se encuentra otra cosa
niosa y cruel. Tal h a sido vuestra voluntad; yo la he cumplido en
que ignorancia de Dios, degradación del hombre y ruina de la
todo con la m a s minuciosa exactitud. ( P s . 118.) El cáliz de vuestra
sociedad. ¡ T o d o e s t á consumado! Es decir ; Los inventores de
cólera se h a derramado sobre roí hasta la ú Itima g o t a ; y a nada tengo
nuevas religiones no son m a s que impostores que reciben sus inspi-
que h a c e r ; mi obediencia se acaba con mi vida; mi carrera de d o -
raciones del infierno, y no del ciclo; q u e halagando al hombre, le cor-
lores h a llegado á su término; la medida de mis sufrimientos y de
rompen y le p i e r d e n ; y que afectando honrar á Dios, le insultan, le
mil ignominias está c o l m a d a ; mi ministerio está cumplido; mi mi-
blasfeman y le ocultan al conocimiento de los hombres : Consum-
sión está terminada.
malum est.
I Tono ESTÁ CONSUMADO ! Oráculo profundo que encierra grandes
verdades. Porque esto era decir en una palabra : Lo que está es- ¡ TODO EST I CONSUMADO ! Declaración- preciosa que promete gran-
crito con relación al Mesías en el libro d e los eternos decretos, lo que des consuelos. Porque el Salvador quiso deciros cntoiices: O hijos
fué figurado en los patriarcas, anunciado por los profetas, repre- de los hombres, vosotros nada teneis y a qué temer; vuestras deudas
sentado en los sacrificios, prometido por Dios y esperado por el están satisfechas, vuestro rescate está p a g a d o ; se ha satisfecho por
universo, todo está ya consumado. La esperanza de la tiera está va s a - vosotros á la justicia de Dios; la sentencia de condeuacion está anu-
Lr
tisfecha, los votos del cielo han sido oidos, el universo está rescatado, lada, la reconciliación está estipulada, el perdón está prometido, la
el demonio vencido, la sabiduría humana confundida, la concupiscen- participación de la gracia está asegurada, la bendición divina pedida
p a r a vosotros se h a obtenido, vuestra resurrección está decretada.
e) cielo está abierto, el c a m i n o d e la salvación eterna está p r e - M o r i r como cristiano y s a l v a r s e es morir con u n a f e viva, u n a espe-
p a r a d o ; t o d o está provisto; todo está dispuesto : Consumma- r a n z a firme, u n a caridad p u r a , u n dolor sincero y un odio p r o f u n d o
y sobrenatural d e los p e c a d o s ; es d e t e s t a r y aborrecer todos los
tum est.
vicios, a m a r y p r a c t i c a r todas las v i r t u d e s , b o r r a r todos los e s c á n -
i TODO ESTÁ CONSUMADO I Esta p a l a b r a en fin es u n a lección s u -
dalos, e n m e n d a r t o d a s las confesiones sacrilegas, r e p a r a r todas las
blime q u e recomienda grandes virtudes. P o r q u e el Señor n o s h a
i n j u s t i c i a s , r o m p e r todos los lazos, no pensar m a s q u e en el cielo,
a n u n c i a d o claramente p o r esta esclamacion : Q u e él n o esperó e l
despreciar la t i e r r a , desprenderse d e los h o m b r e s y no aspirar m a s
i n s t a n t e d e s u muerte para o b r a r n u e s t r a salvación, sino q u e dedicó
q u e á Dios. ¡Y es fácil h a c e r t o d a s estas cosas c u a n d o el espíritu t u r -
á ello todos los dias de su preciosa e x i s t e n c i a ; q u e en el Calvario n o
b a d o conserva a p é n a s la conciencia d e sí m i s m o ; c u a n d o las fuerzas
h a h e c h o o t r a cosa q u e dar la ú l t i m a m a n o á la o b r a q u e liabia c o -
n o s a b a n d o o a n ; c u a n d o toda pesa, molesto y a b a t e ? ¿ Es fácil f o r -
m e n z a d o d e s d e la c u n a , e n la g r u t a d e B e l e n ; q u e toda su vida n o
m a r en pocos i n s t a n t e s u n p e n i t e n t e fervoroso y sincero de u n h o m -
f u é otra c o s a que u n a o f r e n d a c o n t i n u a d a d e sí m i s m o , por la q u e
b r e para quien la virtud ha sido c s t r a ñ a , el vicio f a m i l i a r y la
alcanzó p a r a siempre la conversión de los pecadores y la santifica-
penitencia d e s c o n o c i d a ? ¿ Es fácil formar u n c r i s t i a n o d e un h o m b r e
ción d e los elegidos, y q u e , á ejemplo suyo, n o d e b e m o s esperar
p r o f a n o , en el m o m e n t o en q u e , a n o n a d a d o y p r ó x i m o á su d e s t r u c -
n o s o t r o s la h o r a d e la m u e r t e para aplicarnos el f r u t o d e su o b l a -
c i ó n , no es m a s q u e la s o m b r a fugitiva d e un h o m b r e , u n a figura
c i ó n . E n efecto, supuesto q n c Jesús no vivió ni m u r i ó siuo p a r a
q u e causa h o r r o r ? L o ú n i c o q u e p o d r á hacerse e n t o n c e s s e r a paliar
s a l v a r n o s , nosotros no h e m o s venido al m u n d o , ni vivimos en
n u e s t r o s vicios, y 110 d e s t r u i r l o s ; disgustarnos d e nuestros pecados,
el m u n d o s i n o para salvarnos á nosotros m i s m o s , d e m o d o q u e no
y no arrepentimos de ellos; ponernos una máscara engañosa de pe-
solo en n u e s t r a última h o r a , sino d u r a n t e el c u r s o de nuestra vida
n i t e n c i a , q u e d e j a r á subsistir n u e s t r o s d e s ó r d e n e s en el fondo del
d e b e m o s pertenecer á D i o s : Sitie enim vivimus, Domino vivimus:
corazón en t o d a su integridad, y m o r i r en el pecado.
site moritiuir, Domino morimur. Sive ergo vivimus, sive mori-
mur, Doministtmiis. ( R o m . 14.1 i Ay I a p r e s u r é m o n o s desde a h o r a á h a c e r lo q u e q u i s i é r a m o s h a b e r
Mas ¡ a v ! I pensamiento f u n e s t o , vergonzosa eontradieion I ¿ De q u é hecho á l a b o r a d e la m u e r t e : El dui: Nme capí. (Psal.) Si hasta
n o s s e r v i r á , hermanos míos, q u e Jesucristo se sacrificase p o r n u e s t r a a h o r a hemos sido d e m a s i a d o pródigos d e n u e s t r o s años, basta va :
s a l v a c i ó n , si nosotros somos t a n libios, t a n indiferentes y tan indo- Peceasti? quiesce. ¡Ecclei. 21). D e t e n g á m o n o s en el c a m i n o "del
l e n t e s p a r a ocuparnos d e ella ? L o que Jesucristo solo podia hacer d e s o r d e n ; y a es a l g o t a r d e , pero p o r lo m i s m o d e b e m o s hacerlo
p o r n o s o t r o s está y a concluido, pero lo q u e depende d e nosotros no c u a n t o á n t e s . F o r m e m o s la resolución d e utilizar p a r a n u e s t r a sal-
se h a p r i n c i p i a d " a u n . Nosotros hemos invertido n u e s l r o s m e j o r e s vación estos s a n t o s d i a s d e p e n i t e n c i a , de gracia y de perdón.
a ñ o s en p r o p o r c i o n a r n o s u n a posición brillante en el m u n d o ; nos- Principiemos p o r u n a c o n v e r s i ó n pronta v s i n c e r a , d e tal modo q u e
o t r o s h e m o s abusado d e nuestra salud y d e n u e s t r a vida p a r a p e r - en n u e s t r a ultima hora no f a l t e mas q u e c o n s u m a r y c o m p l e t a r u n a
d e r n o s ; n o s o t r o s no hemos hecho nada a u n p o r n u e s t r a salvación. o b r a comenzada m u c h o tiempo ántes. H a g a m o s p o r nosotros mismos
N o s o t r o s n o hemos pensado j a m á s en ella d e un m o d o serio ; lejos lo q u e Jesucristo hizo por nosotros, a fin d e poder, llenos de la con-
d e o c u p a r n o s de este g r a n negocio, hemos diferido d e a ñ o en a ñ o fianza de los j u s t o s , repetir con él en a q u e l t e r r i b l e m o m e n t o : La
n u e s t r a c o n v e r s i ó n , hemos vivido y vivimos todavía c o m o si n u e s t r a Obra de mi salvación está c o n s u m a d a : Consmmaüm est. Asi sea.
e x i s t e n c i a n o debiera a c a b a r , como si el tiempo estuviera en n u e s t r a
m a n o , c o m o si la e t e r n i d a d no debiera comenzar j a m á s ; y d e este
m o d o d e j a m o s la obra tan difícil de la salvación e t e r n a p a r a el
ú l t i m o i n s t a n t e , cu q u e solo deberíamos t e r m i n a r l a y d e c i r : Todo
eslá consumado.

iO D i o s m i o ! ¿es cosa t a n fácil arreglar unas c u e n t a s generalmente


o w y c o m p l i c a d a s en el m o m e n t o en que es necesario satisfacerlas?
villosa, en mérito d e s a n t i d a d , en f u e n t e d e g o z o , en t r o n o d e gloria
y en remedio d e resurrección y d e vida 1 P r o s t e r n a d o s d e l a n t e de ti,
le a d o r a m o s con h u m i l d a d , le a l a b a m o s con e n t u s i a s m o , y te i n v o -
CONFERENCIA TRIGÉSIMA PRIMERA. camos con confianza como el f u n d a m e n t o de n u e s t r a f e , el sosten d e
n u e s t r a esperanza y el motivo pederoso d e n u e s t r o a m o r p a r a con
I,a n ú c e l o rtc Jesucristo. D i o s : O rrux, ave, spes vnica! T e pedimos, en este s o n t o tiempo
en q u e todo nos r e c u e r d a la c a r i d a d q u e obligó á J e s ú s á s u f r i r y á
Pretiosa i» conipcctu Dmim morí lanrto morir por nosotros, q u e n o s apliques el f r u t o de l a s a n g r e p r e c i o s a ,
rom riuí. c o n q u e fuiste r o c i a d a , á iiu d e b o r r a r los c u l p a s d e los p e c a d o r e s y
U moerle do lol plejid» es preeioso delante dol
a u m e n t a r en los j u s t o s la g r a c i a y la virtud : Hocpassionh tempere.
Señor.
il'sllm. l i o ) Haz q u e , p o r el m é r i t o infinito d e la m u e r t e preciosa q u e el K c d e n -
tor dcl m u n d o s u f r i ó en t u s brazos, la m u e r t e d e los hombres á
q u i e n e s vino á r e d i m i r sea i g u a l m e n t e preciosa á s u s o j o s : Pretiosa
No solo l a vida d e los e l e g i d o s es a d m i r a b l e en presencia d e Dios, in conspectu Domim mors sanclorum ejvs.
sino q u e su m u e r t e es i g u a l m e n t e dulce y preciosa á s u s ojos.
Sim e m b a r g o los s a n t o s , d i c e S . L e ó n , h a n recibido á su m u e r t e PRIMERA PARTE.
la recompensa y la c o r o n a d e sus o b r a s , p e r o no h a n p o d i d o m e r e -
L o q u e causó u n o d e los m a y o r e s escándalos d e la m u e r t e del
cerla ó los d e m á s . Su fin h a sido para s u s s e m e j a n t e s u n ejemplo de
S a l v a d o r f u é q u e t u v o l u g a r en m e d i o d e las b u r l a s y d e los i n s u l -
paciencia, p o r el valor c o n q u e lo h a n s u f r i d o ; pero n o h a n p o d i d o
tos, d e las maldiciones y d e las b l a s f e m i a s d e todo u n p u e b l o , y q u e ,
h a c e r s e p a r a otros u n a f u e n t e d e m c r i l o s y d e virtudes. L o s santos
lejos d e h a b e r sido m i r a d a c o m o u n sacrificio v o l u n t a r i o , apareció
h a n d e j a d o la vida c o m o s i m p l e s particulares, y el fruto d e su últi-
c o m o el suplicio i g n o m i n i o s o d e un c r i m i n a l . I ' e r o , ¿ c ó m o p u d o ser
m o c o m b a t e h a recaído p r i n c i p a l m e n t e sobre ellos m i s m o s . V si á
c o n s u m a d o con u n a s c i r c u n s t a n c i a s t a n i n f a m a n t e s el g r a n holo-
p e s a r d e esto la muerte d e l o s santos es preciosa á los ojos del Se-
causto d e los siglos, ofrecido á Dios p o r su m i s m o H i j o para s u
ñ o r , ¿ q u é s c p l d e J e s u c r i s t o , q u e solo e n t r e todos los h i j o s d e los
gloria y p a r a la s a l v a c i ó n del g é n e r o h u m a n o ; el a c t o m a s s u b l i m e
hombres lia d a d o su vida p o r los d e m á s y no p o r si m i s m o ; q u e se
de adoracion, el h o m e n a j e m a s perfecto d e religión q u e ha recibido
ha inmolado en c u a l i d a d d e Señor y d e S a l v a d o r ; q u e ha represen-
Dios j a m á s ; la o f r e n d a m a s m a g n í f i c a , m a s s u b l i m e y m a s s a n t a
t a d o e n s í todos l o s h o m b r e s , los ha ofrecido todos á su E t e r n o P a d r e ,
q u e la tierra h a h e c h o j a m á s al c i e l o ; la g r a n d e o b r a , la o b r a d i -
los ha asociado todos á su sacrificio c o m o u n a sola h o s t i a , l e s ha
vino p o r eseelencia, el esceso d e la divina misericordia y d e la cari-
c o m u n i c a d o todo el mérito d e s a crucifixión, d e su m u e r l e y d e s u
d a d i n f i n i t a ? ¿ C ó m o Jesucristo, p r o v o c a d o por la a u d a c i a infernal
R e s u r r e c c i ó n , y ha s a n t i f i c a d o d e ese m o d o la vida d é l o s v e r d a d e r o s
de los J u d í o s á descender d e la cruz p a r a p r o b a r su d i v i n i d a d , pudo
cristianos, y h e c h o su m u e r t e preciosa?
s u f r i r este iusullo sacrilego sin m a n i f e s t a r a l g u n a señal d e su g r a n -
Hoy p u e s , q u e v a m o s á celebrar d e n u e v o la m e m o r i a s i e m p r e
deza, d e su m a j e s t a d y su p o d e r ? . . .
t i é r n a y dolorosa d e la m u e r t e del Dios S a l v a d o r , n o s e p a r e m o s
¡Pero i n s e n s a t o ! ¿ q u é es lo q u e estoy d i c i e n d o ? Si la cruz hubiera
estas ¡deas p a r a h o n r a r l a c o n los sentimientos q u e ella exije d e
e s t a d o rodeada d e u n pueblo fiel, religioso y r e c o n o c i d o ; si todos
nuestra fe y d e nuestra p i e d a d ; y veremos c o m o , p o r l a s c i r c u n -
hubieran asistido al g r a n sacrificio d e l v e r d a d e r o Melqulsedec con
s t a n c i a s q u e la a c o m p a ñ a r o n y p o r los efectos q u e p r o d u j o , h a sido
las señales d e u n p r o f u n d o r e c o g i m i e n t o ; si el sacrificio d e J e s u -
á u n tiempo m i s m o p r e c i o s o para él y p a r a nosotros, pues q u e h a
cristo h u b i e r a e s l a d o a c o m p a ñ a d o d e p r e c e s públicas, de h u m i l d e s
comunicado un inmenso valor á nuestra muerte.
y sinceras acciones d e g r a c i a s , de l á g r i m a s d e a r r e p e n t i m i e n t o y de
¡ O cruz s a n t a , s í m b o l o d e flaqueza, de crimen, d e dolor, d e o p r o -
a m o r , d e testimonios d e religiosa c o m p a s i ó n , ¡ c u á n i n f o r t u n a d o s se-
b r i o y de m u e r t e , p e r o q u e el Salvador ha convertido en v a r a m a r a -
r i a m o s e n t o n c e s ! este sacrificio no se h u b i e r a ofrecido p o r nosotros.
,i 1 «

¡Vosotros éramos injnstos, nosotros éramos pecadores, y por consi- hubiera sido también dejarse vencer por la impaciencia, desmentir
guiente dignos d e n n a e o n f u s i o n pública, universal y e t e r n a ; n o s - su mansedumbre, y mortrarse mas sensible á los ultrajes q u e celoso
otros habíamos merecido ser burlados, insultados y escarneci- por su deber.
dos p o r todas las criaturas y á presencia de todo el mundo. Si Jesucristo hubiera descendido de la cruz, si no hubiera muerto
Mas como el sacrificio consumado en el Calvario era el n u e s - sobre este madero sagrado, después de haber hecho anunciar á los
t r o , como era ofrecido en nuestro nombre, en nuestro lugar profetas q u e el Mesías debia espirar en una cruz, esto hubiera sido
y en nuestro provecho, era necesario q u e la víctima sufriese n u e s - q u i t a r á la Escritora su verdad, impidiendo su cumplimiento; dar
tra eonfusion v nneslro desprecio, lina muerte que era sufrida por lili mentís á los profetas, ponerse en contradicción consigo mismo,
los pecadores debia reunir un oprobio escesivo á u n inmenso dolor. y manifestar q u e no era Dios ni Hijo de Dios.
A las heridas hechas por los clavos debían j u u t a r s e las causadas por Si Jesucristo hubiera descendido de la cruz, esto hubiera sido
los dardos, m a s acerados a u n , de las lenguas, A el dolor de las con-

m
para él lo mismo q u e abandonar el altar, al q u e había subido vo-
tusiones debían juutarse las reconvenciones mas acerbas, la ironía luntariamente, interrumpir el sacrificio que liabia comenzado con
m a s a m a r g a , los insultos mas atroces y los ultrajes mas indignos. tanto amor, anular el precioso testamento que había hecho, y que

Si E r a necesario qne la víctima apareciese bajo la forma de. un c r i m i -


n a l , q u e se viese rodeada de los anatemas y de los desprecios del
no podía ser eficaz sino por la muerte del t e s t a d o r ; despojarse d e
su carácter de pontífice de los bienes futuros, y renunciar á su alta
universo. No eia suficiente q u e el hijo de Dios ofreciese en sacrificio dignidad d e Redentor.
su cuerpo desgarrado por los tormentos, era necesario también q u e
I.n mesías semejante, no solo no seria Dios, sino que seria me-
sacrifícase la dignidad de su persona y el honor de su n o m b r e .
nos que hombre; seria un falso mesías, impotente para salvar á los
I'ues bien, esto es lo que sucede e n el Gólgota. Por consiguiente, otros, supuesto q u e podría degradarse á si mismo. Si Jesucristo se
las profundas ignominias que rodean la cruz, lejos de escandalizar- rendia á una provocación tanto mas indigna de aceptar por él,
nos, nos ediücau, nos mueven y nos excitan á contrición. Porque cuanto mas insolente era de parte de los q u e la h a c í a n ; si Jesucristo

ii nosotros comprendemos claramentejpie este sacrificio nos pertenece,


q u e es ofrecido por nosotros; que Jesucristo, q n e sufre y muere
descendía de la cruz, no seria p o r lo mismo el Mesías verdadero ni
el verdadero Salvador, y ningún hombre razonable podría ni d e b e -
como nosotros deberíamos sufrir y morir, s u f r e y muere para expiar ría ereer en el.
nuestros pecados, y por consiguiente es verdaderamente nuestro Al ver al Salvador que permanece en la cruz á pesar de las pro-
Salvador. T)e aquí resulta q u e el oprobio mismo que sufre es una vocaciones (pie le dirigen para hacerle b a j a r de ella; al ver que todos
p r u e b a del ministerio que ejerce. Y de este modo la muerte del Santo los ultrajes con que los Judíos le deshonran, todas las blasfemias
de los santos, por lo mismo que es u n escándalo para los profanos, con que le envilecen, y todas los escitaciones que le hacen no le
es edificante para los fieles y preciosa á los ojos de D i o s : Preliosa separan un momento del ministerio sublime q u e ejerce; al ver que

f I in conspectu Do,«mi mors smclorum ejus.


¡ Cuan ciegos pues v euán insensatos son los Judíos que blasfeman
en vez de irritarse por tantos insultos, y de confundirles con el
milagro q u e piden, les confunde con un milagro todavía m a y o r , el
diciendo : « El ha salvado á otros, y no puede salvarse á sí mismo I de una paciencia invencible, el de una dulzura inalterable y una
Si él confia en Dios, como en su propio Padre. ¿ p o r qué Dios no se candad infinita; al considerar que se compadece de los mismos
apresura á librarle? Si él es Hijo de Dios y el Mesías, que descienda que insultan su paciencia cuyo misterio Ignoran, y qne pide para
de la cruz, y creeremos en él. o (ilaílh.) ellos el perdón, y se lo asegura, si quieren aprovecharse de su ejem-
M a s si Jesucristo hubiera descendido de la cruz en vista de su plo, ¡ ah I por. estas señales reconocemos en Jesucristo crucificado la
intimación insolente, esto hubiera sido arreglar su poder á unos c a - hostia viviente, anunciada por tantos siglos, que se ofrece por todos
!>J prichos impertinentes, mostrarse débil, ceder á los insultos de sus
enemigos, y hacer una vana ostentación de su omnipotencia, ó es-
los hombres; reconocemos en él el Cordero divino, deseado por
tanto tiempo, q u e se inmola por todos; el verdadero sacerdote que
pensas de la redención de los hombres, que tenia la misión de obrar; sacrifica por todos, el verdadero pontífice de los bienes futuros que,
bajo el velo d e su c a r n e c u b i e r t a d e llagas y d e i g n o m i n i a s , entra
-Nosotros, h i j o s d e A d á n , herederos d e su culpa como d e su n a -
en el s a n t u a r i o e t e r n o y a b r e s u s p u e r t a s . Nosotros reconocemos en
turaleza y d e su cas ligo, llevamos en n o s o t r o s mismos el principio
él el v e r d a d e r o m e d i a d o r q u e se presenta en n u e s t r o n o m b r e a n t e el
de. n u e s t r a disolución, y nos c o l o c a m o s b a j o el imperio d e la
t r o n o de. Dios para a p l a c a r su c ó l e r a ; el v e r d a d e r o t e s t a d o r q u e
m u e r t e en el m o m e n t o m i s m o en q u e e n t r a m o s en la vida. ( / . Cor.
escribe con su s a n g r e y c o n f i r m a con s u m u e r t e el g r a n T e s t a m e n t o
i.) E n Jesucríolo p o r el c o n t r a r í o , e s t a n d o la h u m a n i d a d unida
d é l o s siglos, en el q u e la h e r e n c i a y l a i n v e s t i d u r a del reino eterno
s u s t a n c i a l m e n t e á la p e r s o n a del V e r b o , al H i j o d e Dios, q u e es la
se a s e g u r a n á los h i j o s d e la p r o m e s a ; reconocemos en u n a p a l a b r a
vida m i s m a , esta h u m a n i d a d t e n i a el g é r m e n d e la vida en la per-
al verdadero Mesías, al v e r d a d e r o H i j o d e Dios, al S a l v a d o r del
s o n a del Verbo eu la q u e s u b s i s t e ; era pues inaccesible á la m u e r t e ,
m u n d o . Y por c o n s i g u i e n t e , esta m u e r t e , r o d e a d a e s t e r i o r m e n l e d e
y no podia m o r i r . Del m i s m o m o d o q u e nosotros no p o d e m o s e v i t a r
t a n los oprobios y t a n t o s e s c á n d a l o s , p e r o a c o m p a ñ a d a interior-
la m u e r t e , Jesucristo no podía i n c u r r i r en ella. Así c o m o seria n e -
m e n t e d e t a n t o s prodigios y d e tauto a m o r , es á n u e s t r o s ojos un
cesario u n milagro p a r a q u e nosotros f u é s e m o s esceptuados d e
objeto d e a d o r a c i o n , de a l a b a n z a , d e r e c o n o c i m i e n t o y de p i e d a d ,
m o r i r , s e necesitaba u n o todavía m a y o r p a r a q u e Jesucristo m u -
así como es u n objeto d e c o m p l a c e n c i a infinita á los ojos d e D i o s :
riese, y así como n o s o t r o s no p o d e m o s a h u y e n t a r la m u e r t e c o n
1'relima in conspeclu Domini mors sancionan ejus. P o r e s t a razón,
n u e s t r o s gritos, asi t a m b i é n se necesitó q u e J e s ú s a r r o j a s e u n a f u e r t e
S e ñ o r , s u s t i t u y e n d o la a l a b a n z a á la b l a s f e m i a , y el h o m e n a j e al
e s c l a m a c i o n , un g r i t o d e a u t o r i d a d , p a r a hacerla a p r o x i m a r s e á é l .
insulto, os d e c i m o s : Si, d i v i n o J e s ú s , p o r q u e vemos q u e no d e s c e n -
P o r consiguiente, este g r i t o s e g u i d o d e la m u e r t e , a n u n c i a n d o
déis d e la c r u z , y q u e , d e s p r e c i a n d o l a s provocaciones i m p í a s d e
q u e ella n o h a b l a v e n i d o , p o r decirlo así, sino p o r q u e h a b i a sido
vuestros enemigos, insistís e u m o r i r en ella por n u e s t r o a m o r , es p o r
l l a m a d a , p r u e b a , dice S . G e r ó n i m o , q u e J e s ú s espira r e m a n d o sobre
l o q u e o s reconocemos p o r el v e r d a d e r o r e y d e l o s J u d í o s , el v e r d a d e r o
la m u e r t e y p o r u n a c t o s u p r e m o d e su p o d e r : Qui morti domina-
M e s í a s , el v e r d a d e r o H i j o d e D i o s , n u e s t r o S e ñ o r y n u e s t r o R e d e n t o r .
tur et prmeipit¡ poleslative expiral. (InMare.)
P e r o a u n e s t e r i o r m e n t e , J e s ú s , a u n q u e humillado, d e g r a d a d o y 1 Cuán majestuoso es, p u e s , este g r i t o q u e m a n d a á la m u e r t e , y a
envilecido p o r la c r u c i f i x i ó n como u n criminal, manifiesta por la quien la m u e r t e se a p r e s u r a á o b e d e c e r 1 ¡ A h 1 ¿ quién e s el q u e d u e r -
v i r t u d d e su espíritu la s a n t i d a d , el p o d e r y la gloria d e Dios. m e c u a n d o q u i e r e , d i c e S . A g u s t í n , como Jesucristo m u r i ó c u a n d o
; / . I ' e l r . 3.) E n efecto, r e c o n c e n t r a n d o todas sus f u e r z a s , lanza de quiso ? ¿Quién se d e s p o j a d e s u s vestidos t a n l i b r e m e n t e como Jesús
n u e v o u n a f u e r t e e s c l a m a c i o n : Jesús avian ilerum clamans voce se despojó d e su c a r n e ? ¿ Q u i é n se a u s e n t a d e u n lugar con t a n t a i n -
magna. ( M a t l h . j ¡ O m u e r t e del H i j o d e Dios, bien d i f e r e n t e por dependencia c o m o J e s ú s se a u s e n t ó d e la vida ? ¡ C u á n t a esperanza y
cierto d e 1a d e los h o m b r e s I E n nosotros los mortales, la voz se c u á n t o t e m o r al m i s m o tiempo d e b e i n s p i r a r el p o d e r d e J e s ú s como
pierde a n t e s (pie el espíritu n o s a b a n d o n e , t a m u e r t e hiela n u e s t r a juez, c u a n d o manifiesta t a n t a m a j e s t a d á la h o r a d e la m u e r t e ¡ l ) !
lengua a n t e s d e s e p a r a r el a l m a del c u e r p o . C u a n d o nosotros m o r i - Ved a q m p o r q u e este g r i t o b o r r a t o d o lo q u e p o d i a d e s h o n r a r la
m o s , dice S . G e r ó n i m o , n u e s t r a voz se p o n e r o n c a , se d e b i l i t a , y va libertad d e su sacrificio, p o r q u e él lo convierte en u n a oblacion vo-
disminuyendo p o r grados h a s t a que se estingue totalmente ántes l u n t a r i a , y devuelve al s a c e r d o t e y á la victima la m a j e s t a d d e que
q u e e x h a l e m o s el ú l t i m o s u s p i r o . Así m u e r e n los h i j o s d e A d á n . el odio y la malicia d e los h o m b r e s h a b i a n q u e r i d o despojarles;
Pero Jesucristo espira l a n z a n d o u n f u e r t e g r i t o , q u e a u u n e i a q u e se p o r q u e él c o n f u n d e d e u n a m a n e r a nueva las r e c o n v e n c i o n e s d e
halla lleno d e fuerza y d e v i d a a u n en el completo desfallecimiento flaqueza y d e i m p o l e n e i a q u e le d i r i g e n , y á las q u e su inalterable
d e su c a r n e ; él respira con u n a voz s o n o r a , m a j e s t u o s a y s u b l i m e . paciencia y su c a r i d a d i n v e n c i b l e servian d e p r e l e s l o y d e v e l o ;
(In Slarc.) Así pues el q u e d a su vida por los hombres n o s revela p o r q u e convierte en fin la m u e r t e d e J e s ú s eu u n sacrificio el m a s
con este g r i t o q u e él no m u e r e como los d e m á s h o m b r e s ; q u e no es
u n simple m o r t a l ; q u e si él m u e r e , n o es p o r u e c e s i d a d , sino p o r su (1) Quis it¡( dorraít quondo voluit, sicut Jesús, (piando voluit monuus esl? Qois
ita vcslero deponil quando voluerit, sirul se carne e\uit quando voluit ? Quis ¡ta
propia elección; n o p o r la v o l u n t a d d e los h o m b r e s , sino por su
c.um voluerit abit, sicut iste euni voluerit oliiil? Quanla speranda etlimenda potes-
propia v o l u n t a d . tas judieanlis, 5¡ apparuit tanta morientis? ¡Trocí. 1 4 4 ú . Joan.)
saoto, el mas puro, el m a s perfecto, el m a s agradable á Dios, el razón, después de haber llamado la primera vez á su Padre : « ¡ Dios
mas eficaz para la salvación del hombre, y tan precioso á los ojos m i o ! Deus incus I » Llama ahora á Dios : a ¡ P a d r e mio ¡ P o t e r !
del hombre como e n presencia de D i o s : Prctiosa in conspeclu Uo- E n la primera invocación apareció turbado ; ahora se manifiesto
mrni mors sanctorum ejus, tranquilo. Entonces dejó entrever el m i e d o ; ahora manifiesta la
Y ¿ qué significa esta poderosa esclamacion : o Padre mío, e n confianza, la seguridad y el amor. La turbación con q u e acompañó
vuestras manos encomiendo mi alma : Paler, in manus ivas com- su primer grito indicaba el temor de que fuésemos abandonados ; la
mendo spiritum rneum? (Lúe.) ¡ O t i e r u a s y afectuosas palabras! calma conque acompaña el segundo revela la alegría por habernos
Observemos q u e las pronuncia con los ojos elevados al cielo. Él las librado; y por consiguiente, así como el primer grito fué el de una
dirige á Dios que está en el cielo; y al llamar P a d r e á este Dios súplica humilde y ardiente, ei segundo es el del reconocimiento y el
hasta el último instante, declara, dice Beda, revela y manifiesta amor. Mas supuesto q u e , p o r la virtud de su oraeion, el seno def
que es el verdadero l l i j o d e Dios. Al encomendarle despuessu alma, Padre se abrió para nosotros y sus brazos se estendieron hácia nos-
manifesta una plena confianza en él y un poder igual al suyo : otros, así también en la espresion de su reconocimiento se apresuró
Palrem invocando, ftlium Dei se esse declarat. Spiritum vero a depositar en ios brazos y eu el seno de su Padre á todos los q u e
commendando non defechan su<e virtutis, sed confidentiam ejus- había salvado del abandono de Dios ; esto es lo q u e hace cuando
dem cuín Paire potestatis insimat. ¡In Luc.) Él quiso decirle: dice : « Padre mio, en tus manos encomiendo m i alma : Paler, in
P a d r e mió, yo os h e confiado nú causa, y ahora os confio mi alma. mamis lúas commendo spiritum rneum.
Yo deposito la una y la o t r a en vuestro seno, yo las pongo bajo la V asi como la espada y la vaina, separadas momentáneamente,
custodia de vuestro a m o r . Y* como mi causa protegida por vuestro permanecen unidas cu la misma persona q n e lleva la vaina en la
amor será victoriosa, m i alma abrigada en vuestro seno me será cintura y tiene la espada en la mano, asi también el alma y el cuerpo
devuelta, y asi como m i u o m h r e triunfará, asi también mi vida se de Jesucristo, separados momentaneamente por la muerte, debían
hará i m m o r t a l : Pater, in manus tuas commendo »piritum mean. permanecer unidos en la persona misma del Yerbo. Y supuesto q u e
Esta palabra dice m a s a u n ; porque tal es la fecundidad y la v i r - la persona del Verbo permanece siempre en el seno del Padre, Uni-
tud de la Palabra d i v i n a , q u e puede tener y tiene á uu mismo génitas qui est in situi Patrie, (Joan.) se sigue, que el alma sania
tiempo muchos sentidos, q u e están muy lejos d e escluirse mutua- del Salvador debia encontrarse en el mismo seno con el Verbo á el
mente, todos los cuales los tuvo Jesús m u y presentes, y todos ellos que está sustanelalincnte u n i d a ; Jesucristo, pues, no necesitaba po-
son Igualmente ciertos. ner por sí mismo su alma e n manos de su Padre, de las que no
En efecto, el Evangelista se espresa de este modo : o Jesús lan- podia separarse. Asi pues, a l encomendar su alma, dice S. Atanasio,
zando de nuevo u n f u e r t e gritó : Jesús autem ilervm clamans. « quiso encomendar á todos los hombres que debían ser vivificados
Mattb.¡Pues bien,esjBUy conveniente notar estas palabras,</ei?í«i:i¡, en el. Porque todos ios cristianos, como enseña S. P a b l o , son una
que S. Mateo hace p r e c e d e r al grito de Jesús, tanto mas cuanto que misma cosa e n Jesucristo y forman n o solo su cuerpo, sino t a m -
por estas palabras nos d a claramente á entender, que entre estos bién su espíritu : Commendai universos moríales in se vioificándos:
dos gritos, los únicos q u e Jesús dió en la c r u z , el uno cuando se nam sumus membra ejus secundum illud apostoli : Omnes unum
quejó del abandono d e su Padre, y el otro cuando le encomendó su suma* it, ChristoJesu. (De Orat. Chrisli.)
alma, hay u n a relación i n t i m a , y tienen el mismo objetoy el mismo P a r a comprender mejor este misterio, observemos, hermanos
f i n . Ya hemos visto q u e , a u n q u e Jesús pronunció las primeras p a l a - mios, q u e el hombre pecador se hace carnal y terreno, no solo en su
bras porsi mismo, se r e f e r i a u también á nosotros ;por consiguiente, él cuerpo, siuo también en su espíritu, porque el espíritu se degrada,
debió dar también este segundo grito por si y por nosotros á u n se envilece, y cuasi se h a c e materia en consecuencia d e los desórde-
tiempo mismo. Esdecir, q u e así como en la primera esclamacion pi- nes del cuerpo. Por el contrario el hombre verdaderamente cristia-
dió encarecidamente á su Padre que no nos abandonase, así en la no, unido á Jesucristo p o r una fe pura y por la gracia santificante,
segunda Ic dió gracias p o r haber sido oido por nosotros. Por esta se hace en cierto modo incorporal, espiritual, augélico y celestial
a u n e n su cuerpo m i s m o ; en él todos los s e n t i m i e n t o s se elevan, se
tisfaccion q u e e s p e r i m e u t a b a n al t r i b u t a r á Dios un culto verdadero
ennoblecen y s e espiritualizan por Jas iuteuciones, los sentimientos
110 ofrecia compensación a l g u n a á s u fe n i á su c a r i d a d . P o r c o n s i -
y las v i r t u d e s del espíritu. P o r esta razón dice S . P a b l o : « V o s -
guiente, a u n q u e los justos d e entonces tuviesen la misma fe q u e nos-
otros b a b e i s s i d o j u s t i l i c a d o s e n n o m b r e d e nuestro Señor Jesucristo,
oíros tenemos, y creyesen al morir q u e debían resucitar un d i a , sin
y p o r el espíritu d e N u e s t r o Dios. El h o m b r e q u e p e r m a n e c e u n i d o al
e m b a r g o su m u e r t e era en cierto modo l ú g u b r e , triste y f u n e s t a . Ella
S e ñ o r es u n m i s m o espíritu con Dios y en Dios (I ).
se p r e s e n t a b a á s u imaginación como la e n t r a d a eu u n a triste sole-
) D e s v e n t u r a d o s pecadores, degradados p o r los vicios! vosotroses- d a d , c o m o el principio d e u n largo v i a j e q u e debía separarlas d e la
tais s e p a r a d o s d e Jesucristo v escluidos d e su o r a c i o n , p o r q u e sois sociedad de los h o m b r e s , sin proporcionarles la d e Dios. Ellas n o
c o m o m i e m b r o s cortados por el pecado, y no f o r m á i s p a r t e d e s u p o d í a n p e n s a r en la m u e r t e sino t e m b l a n d o , v este t e m o r , esta idea
e s p í r i t u . P e r o v o s o t r a s , aimas fervorosas, a m a n t e s líeles de J e s u s , del estado triste q u e les esperaba á l a m u e r t e , d e r r a m a n d o u n a
v o s o t r a s formáis su e s p í r i t u , lo m i s m o q u e s t i c u e r p o mistico, su a m a r g u r a c o n t i n u a sobre su v i d a , las t e n i a , dicc S . P a b l o , en la
a l m a y s u vida q u e es toda a m o r , porque vive a m á n d o o s , y os a m a melancólica y s o m b r í a espectacion d e u ñ a d u r a e s c l a v i t u d : Timore
v i v i e n d o eu vosotras. Jesucristo pues os h a e n c o m e n d a d o á su P a - , morl/s, per lolam vitam, ébnoxii erant servituli. (llebr.)
d r e ; él os ha depositado en el seno de Dios por s u oracion, p o r q u e
Cuando J e s ú s al m o r i r csclamó : « P a d r e mío, en vuestras m a n o s
e s c o m o si h u b i e r a dicho : « P a d r e mio, las a l m a s d e los j u s t o s m e
e n c o m i e n d o mi a l m a , » e s t o es. . E n vuestras m a n o s e n c o m i e n d o las
p e r t e n e c e n ; y o soy su c a b e z a , ellos son mis m i e m b r o s , yo soy s u
a m a s d e mis fieles q u e m u e r e n , » n o s enseñó c l a r a m e n t e , dice Teo-
p a d r e , ellos son m i s hijos, mi descendencia, m i f a m i l i a . Su e s t a d o
fllaclo, q u e h a b í a concluido el tiempo en q u e no se podía s u b i r d e
d e p e n d e del mio. Asi p u e s al recibir mi a l m a , recibid también l a s
l a tierra al ciclo, ni volar h á c i a Dios al dejar á los h o m b r e s , y q u e
s u y a s . Asi como y o n o puedo estar s e p a r a d o d e v o s , n o p e r m i t á i s
desde aquel i n s t a n t e las a l m a s de los justos, purificadas d u r a n t e la
q u e ellos estén s e p a r a d o s d e m i . Ellos son c o m o mi espíritu y m i
Vida p o r la p e n i t e n c i a y los sacrificios del a m o r , seguirán c u a n d o
v i d a , p o r q u e asi c o m o ellos viven en m í , yo vivo en ellos por a m o r .
saigan del c u e r p o el m i s m o c a m i n o , y llegarán al m i s m o lérmino
Yo o s los e n c o m i e n d o como cosa m i a ; haced por s u s a l m a s lo q u e
q u e el a l m a s a n t a de Jesucristo, es decir, á los brazos y al seno d e
hacéis por la m i a . Recibidlas c o n el m i s m o cariño, a b r a z a d l a s con el
D i o s : Per lime verba voluil declarare, qrnl srmelorum animw ¡„
m i s m o amor : In mana lúas commendo spiritual meum. »
S m m t : m m r s
Jo™T " ? '" H » » delinebantur. (In
M a s si al ofrecernos Jesus, v encomendarnos á su P a d r e con estas
a f e c t u o s a s p a l a b r a s , nos ha d a d o u n a n u e v a p r u e b a d e s u t e r n u r a ,
n o s h a revelado lambien u n a verdad d e m u c h o consuelo. A n t e s q u e
u n f n " f ; , t d e ; ' m i s m 0 Í n l é r P r ^ ™ ° el cazador acecha
el R e d e n t o r m u r i e s e , á n t e s q u e la s a n g r e d e esta a u g u s t a victima
u n a fiera al salir d e s u cueva p a r a m a t a r l a , así el d e m o n i o acecha
f u e s e d e r r a m a d a sobre la tierra p a r a aplacar al cielo, y n o s abriese n u e s t r a a l m a al salir del cuerpo p a r a a p o d e r a r s e d e ella. Z o T e s -
la p u e r t a , c e r r a d a i n e x o r a b l e m e n t e á la r a z a d e A d á n , las a l m a s m a s p u e s q u e Jesucristo depositó en las paternales m a n o s de D i o s n u e -
t u s t a s y m a s s a n t a s , al s e p a r a r s e d e s u s c u e r p o s , d e s c e n d í a n al t a a m a en c o m p a ñ í a d e la s u y a , hemos a d q u i r i d o el inmenso p r i -
l i m b o , al h o r r o r d e u n a p r o f u n d a n o c h e . Allí la luz e s t a b a t a u solo vilegio d e poder dirigirnos libremenle. h a s . a e i s e n o d e D i o s l . f i " -
en c s p e c t i v a y en esperanza ; l a vision d e Dios, el r e p o s o en el seno g ,1 n e s g o , s u p u e s t o q u e el d e m o n i o no tiene d e r e c h o n i p o d e r a l -
d e D i o s , los consuelos d e la p a t r i a e t e r n a s e diferian h a s t a u n t é r - g u n o s o b r e l a s a l m a s q u e per,cuecen y a á Dios, y q u e h a n sido
m i n o ignorado. L a m u e r t e era p a r a aquellas a l m a s u n a especie d e e n c o m e n d a d a s a Dios p o r el Hijo mismo d e Dios; EzquoFitüs¡x°
e s c o m u n i o n que, s e p a r á n d o l a s d é l a tierra, las separaba i g u a l m e n t e "Oto» eommendavil spirUum suum, ibertLn Z Z i
del ciclo, y q u e , p r i v a n d o l a s d e las solemnidades d e Israel y d e la s a -

E f e c t i v a m e n t e , en esta revelación s e f u n d í n,.¡., n -„„i


Justificad estis in nomine Domini Jesu Ciirisli, el in spiritu Dei nostri. Qui
perauzadcloscristianosqucmueren^
adhiere! Domino, unus spirilus est. ( / . Cor. 6.)
y creen ^firmemente tpie a l c n c 0 l n e n d a r Jesucristo s u a t m a en m a n o s

2.1
d e su P a d r e , Ies mereció q u e p u d i e s e n á la h o r a d e la m u e r t e e n c o - último fin; q u e él nos lia criado y m a n d a d o ll este m u n d o á fin d e
m e n d a r l e la s u y a ; y l a persuasión q u e tienen d e p a s a r d i r e c t a m e n t e , q u e sirviéndole d u r a n t e la vida, como á n u e s t r o único Señor, p o d a ••
si se h a l l a n e n t e r a m e n t e p u r i f i c a d o s , desde n u e s t r a prisión d e cieno m o s poseerle en la otra c o m o ó n u e s t r o ú n i c o remunerad!»-1 q u e
ú la visión d e Dios, y gozar d e la sociedad d e Jesucristo, es la q u e les supuesto q u e el espíritu q u e n o s a n i m a , el soplo divino q u e conserva
h a c c desear la m u e r t e con t a n t o a r d o r , y repetir con S . Pablo : nuestra v i d a , ha solido de Dios, d e b e volver ó Dios : f Deo e.m-i, ad •
o Yo t e n g o u n a r d i e n t e deseo d e v e r m e d e s p r e n d i d o d e los lazos ¡kurn vadam;que a s í c o m o él confiócste espíritu á nuestro arbitrio,
. del c u e r p o , y estar con J e s u c r i s t o : Cupiodissolviet essccvm Chris- y lo puso, p o r d e c i r l o a s f . en n u e s t r a s m a n o s , nosotros d e b e m o s u n día .
to. [Philip. 1. 23.) volverlo a p o n e r en las s u y a s ; q u e s u p u e s t o q u e s u s m a n o s lo for-
Sin e m b a r g o , por estas p a l a b r a s t a n a f e c t u o s a s , n o solo nos r e - m a r o n [Job.), s u s m a n o s d e b e n t a m b i é n r e c i b i r l o ; en u n a p a l a b r a
veló el S a l v a d o r a l m o r i r lo q u e d e b e m o s c r e e r y e s p e r a r , sino q u e q u e n o s o t r o s d e b e m o s , d u r a n t e la v i d a y despues d e ella, s e r d e Dios
t a m b i é n n o s enseñó, dice S . B e r n a r d o , c ó m o d e b e m o s e r e e r y c ó m o i p a r a Dios, y r e p e t i r con el corazón y con la boca : P a d r e mió, en
d e b e m o s o r a r . D e l mismo modo q u e u n a m a d r e t i e r n a e n s e ñ a á s u tus m a n o s e n c o m i e n d o mi o l m a : Pater. in mtmm lúas commtndo
p e q u e ñ o l u j o la m a n e r a c o n q u e d e b e h a b l a r á su p a d r e , asi nuestro spiritum rneum.
S a l v a d o r , s i e m p r e lleno de, t e r n u r a p o r a con nosotros, n o s lia ense- i Ay I ¿ t e n d r e m o s nosotros la d i c h a d e p r o n u n c i a r e s t a s p a l a b r a s
ñ a d o en esta oraciou el l e n g u a j e d e c o n f i a n z a y de a m o r c o n q u e con ei v e r d a d e r o s e n t i m i e n t o d e u n a f e v i v a , d e u n a esperanza
d e b e m o s invocar c-u l a h o r a d e la m u e r t e á n u e s t r o P a d r e celestial, n r m e y d e u n a c a r i d a d a i | f n t e ? ¿ C o n f i a r e m o s e n t o n c e s el depósito
y p o n e r n u e s t r a a l m a en s u s m a n o s ; el n o s h a c o m u n i c a d o al m i s - d e nuestra a l m a á l a s m a n o s d e Dios q u e la lio c r i a d o , ó á las m a -
m o tiempo el valor necesario p a r a r e p e t i r en s u n o m b r e estas m i s - nos del enemigo q u e la ha s e d u c i d o ? ¿ S e r á n u e s t r o ú l t i m o suspiro
m a s p a l a b r a s , con la m i s m a f u e r z a d e su espíritu y con la m i s m a u n acto d e c o n f i a n z a y d e a m o r , como el d e Jesucristo, q u e p o n d r á
confianza, {fíe Pass.) S e g ú n este e j e m p l o d e Jesucristo, o b s e r v a el sebo n u e s t r a s a l v a c i ó n , ó s e r á u n g r i t o d e desesperación v d e
S . G e r ó n i m o , lia a d o p t a d o l a I g l e s i a el u s o d e p o n e r esta misma v e r g ü e n z a interior q u e c o n s u m a r á n u c s l r a r e p r o b a c i ó n ? ¿Al salir
súplica en la boca d e s u s h i j o s m o r i b u n d o s , y los s a n t o s h a n a p r e n - nuestra a l m a del c u e r p o , e n c o n t r a r á u n p a d r e amoroso q u e lo r e c i b a ,
d i d o á r e p e t i r l a en el m o m e n t o s u p r e m o e n q u e s u s almas aban- o u n juez severo q u e la c o n d e n e ? Nosotros lo i g n o r a m o s . » « S t Ü m o
d o n a n s u s c u e r p o s . ( / « Ps. 30.! Y en efecto, reflexionándolo b i e n , fríen, suum.; O lerribile o s c u r i d a d ! | o e s p a n t o s a ¡ n c e r t l d u m b r o !
p o n e r su a l m a ai morir en l a s m a n o s de Dios, y repetir el tierno ¡ ei-o lio; nosotros p o d e m o s t e n e r a l g ú n c o n o c i m i e n t o d e c s t e m i s -
l e n g u a j e del R e d e n t o r , es s u s t i t u i r s e á el, es p o n e r en el toda s u e n o ; porque, como dice Orígenes, solo los j u s t o s q u e , por la p r a c -
confianza, es u n i r s e á su saeriiicio, a p l i c a r s e s u s m é r i t o s , hacer u n a tica u e las b u e n a s Obras y la i m i t a c i ó n fiel d e J e s u c r i s t o se h a n p r e -
dulce violencia al corazon d e D i o s , y obligarle ú recibir n u e s t r a p a r a d o u n refugio en el seno d e Dios, son los q u e p u e d e n n o n e r s u
a l m o eu s u s e u o , c o m o en u n asilo d e p a z , d e s e g u r i d a d y d e s a l v a - a l m a con confianza en sus m a n o s . Ellos son los únicos « u e al m o r i r
c i ó n . Al salir esta p a l a b r a d e la b o c a y del corazon del H i j o d e Dios, p u e d e n e n c o m e n d a r l e su espíritu c o n la firme c o n f i a n z a ele s e r oidas.
adquirió u n a fuerzo infinita. Ella e y e a p a z d e hacer descender a b u n - [Calen, in Lúe.)
d a n t e m e n t e el espíritu d e g r a c i a s o b r e el cristiano q u e la repite con
Ved a q u í , p o r q u e los q u e n o lian h e c h o esta preparación du-
la misma c o n f i a n z a y el mismo a m o r con q u e f u é p r o n u n c i a d a la
rante la vida n o p u e d e n esperar r a z o n a b l e m e n t e q u e t e n d r á n estos
p r i m e r a v e z , y c o n u n corazon l l e n o d e fe y d e e s p e r a n z a ; ella se
sentimientos á ia b o r o d e la m u e r t e . E u aquel m o m e n t o s u p r e m o
hacc u n escudo i m p e n e t r a b l e c o n t r a los asaltos del t e n t a d o r , y u n
nuestra a l m a no s e r á d e D i o s , si Dios n o ia h a poseido d u r a n t e la
remedio eficaz c o n t r a los t e m o r e s q u e a t o r m e n t a n en el último m o -
Vida. Dios n o s e r á n u e s t r o Dios e n lo f u t u r o , si n o lo es al p r e s e n t e .
m e n t o a u u á las almas d e los j u s t o s .
Dios n o s e r á n u e s t r o Dios en la e t e r n i d a d , si esperamos el último
p á l m e n t e , la e n c o m e n d o c i o n d e s u a l m a q u e el Salvador bace i n s t a n t e p a r a e n t r e g a r n o s á el." U n á m o n o s pues ó él en este mufldo,
a l espirar e n c i e r r a a u n o t r a a d v e r t e n c i a m u y útil. E l l a n o s re- sometamos á él n u e s t r o espíritu ó fin d e p o d e r , c u a n d o venga la
c u e r d a q u e si Dios es n u e s t r o p r i m e r principio, es t a m b i é n n u e s t r o m u e r t e á s o r p r e n d e r n o s , d e p o s i t a r l o en s u s m a n o s , y repetir c o n
dad que ejercía con justicia sobre los pecadores, cuyo representante
Jesucristo : Padre mio, en tus mauos encomiendo mi espíritu : Pa-
y cuyo Salvador es Jesucristo.
ter, in manus titas commendo spiritili» meum.
Nosotros no leñemos como Jesús el privilegio de morir libre-
¡ Cuán instructiva, cuán consoladora, cuan magnífica y poderosa
mente. Niel liempo, ni el lugar, ni el género de muerte dependen
es esta última palabra del Dios Salvador 1 El Señor al pronunciarla
de nuestra voluntad. La justicia de Dios nos la envía cuando le
cumplió u n misterio, reveló una verdad, uos preparó una lección,
place y como le place, nosolros no hacemos mas que sufrirla, sin
nos aseguró un auxilio, nos dió una instrucción importante, y d e
poder suspender su golpe, ni retardarlo u n solo instante. Nuestra
este modo por su muerte preciosa nos dejó los medios necesarios,
muerte, en el decreto de Dios que la estableció, no es otra cosa que
p a r a hacer la nuestra Igualmente preciosa á sus ojos : Pretiosa in
un castigo impuesto á nuestra desobediencia. Mas supuesto que
conspectu Domini mors sanctorum ejus.
nuestro Redentor, al inclinar la cabeza ante la muerte, se sujetó á ella
Todos los evangelistas advierten que, despues d e haber p r n u n -
p o r obediencia y la aceptó libremente, varió por este mismo hecho
ciado Jesus estas palabras de ternura, inclinó dulcemente su cabeza
la eondicion de la muerte, respecto á aquellos que se aplican el fruto
adorable sobre su pecho : Inclinato capite. ¡Joan.; Pues bien, estos
de la suya. Esta es la causa porque se ve aun á los mas tímidos y
historiadores divinos revelan esta circunstancia, como las demás
m a s débiles de entre los verdaderos fieles, á pesar de la repugnan-
q u e acompañaron esta muerte singular y única, p a r a hacernos com-
cia que tienen á la muerte, inclinar su cabeza, como una señal de
prender mejor, dice S. Juan Crisostomo, su misterio, su prodigio
su humilde resignación, y entregar Voluntariamente á Dios la vida
y su magnificencia. En efecto, los hombres exhalan primero su
que de el han recibido. Así pues el verdadero cristiano cuando muere
espíritu, y despues su cabeza no solamente se inclina, sino que cae
y se abandona ; Jesucristo por el contrario, inclina voluntariamente n o e s u n c r i m i u a l que sufre una p c n a á q u e h a s i d o c o n d e n a d o , s i n o un
l a cabeza, y despues espira, manifestando en esto q u e es dueño d e sacerdote que ofrece á Dios un sacrificio voluntario y la ofrenda me-
todas las cosas. ritoria de su propia vida en unión á la de Jesucristo. Es un n a v e -
I O precioso movimiento de nuestro Salvador! Todo su cuerpo, su- gante que se refugia en el p u e r t o ; es un desterrado que vuelve
a su p a t r i a ; es un peregrino que vuelve á tomar el camino de su
j e t o por los clavos, está inmóvil sobre el altar en q u e es inmolado;
casa; es una esposa que sale al encucnlro á su esposo; es un hijo
sola su cabeza está libre ; este es el único miembro que puede mover,
q u e se duerme tranquilo en el seno de su madre. Por consiguiente,
y ci la inclina con u n humilde respeto sobre su pecho, á fin de h a -
Jesucristo, con este movimiento misterioso, h a borrado el oprobio
cemos conocer mas y mas que él da su vida voluntariamente, q u e
d e nuestra m u e r t e ; h a disminuido su d o l o r ; y de la pena mas ter-
acepta gozoso la muerte de manos de su Padre, que se somete á ella rible y mas repugnante á la naturaleza humana h a hecho una rica
con una resignación amorosa, una tranquilidad profunda y una recompensa, y por decirlo así una pascua, ó>en otros términos, un
obediencia entera y perfecta : Faclus obeiliens usque ad mortem. transito deseado, un venturoso viaje, un dulce sueño, y una R e d e n -
Sin embargo, al inclinar Jesus la cabeza, uo solo acepta la muerte, ción preciosa: Pretiosa in conspectu Domini mors sancionan
sino q u e la invoca. No contento con haberla llamado por medio de e/us.
u n gran grito, viéndola lenta y tímida, la anima con el semblante,
porque la muerte jamás se hubiera atrevido á aproximarse á él, dice El Redentor ha dado de este modo álos hombres la última prueba
S a n Atanasio, si él no la hubiera invitado. [Scrm. de Pass.) Él in- de su tierno amor. La justicia de Dios uo tiene v a nada que exigir
ni su misericordia mas q u e hacer. El P a d r e Eterno no tiene v a n a d a
clina pues la cabeza, y de este modo permite á la muerte ejercer
que m a n d a r , ni su Hijo divino cosa alguna que cumplir. Ya no resta
sobre él el imperio funesto, que el pecado le habia dado sobre todos
mas sino que el gran sacrificio, comenzado desde la elernidad en
ios hombres. El le cede y le abandona con gozo su preciosa vida.
las entrañas d e la bondad infinita del Padre celestial, y continuado
[Is. 53.) A d e m á s , por este último movimiento permite también al
en el seno virginal de su Madre en la tierra, se cumpla con la
demonio que prevalezca sobre su vida p a r a quitársela, como ic había muerte del Hijo de Dios y del hombre, para reconciliar eternamente
permitido prevalecer sobre su carne sagrada para desgarrarla : le al hombre con Dios.
permite, en una palabra, que ejerza injustamente sobre él la autori^
Sin embargo, las tinieblas milagrosas, q u e habían comenzado nuestro Salvador es el complemento q u e pone el sello á nuestra li-
desde el instante en q u e el Redentor había sido clavado en la cruz, bertad y á nuestra vida.
se hacen mas espesas. Los ángeles do paz, (Zach.) q u é asisten á Si Jesucristo, después de haber agotado todas las enfermedades
este augusto sacrificio con el recogimiento divino de una adoración y todas las miserias de nuestra vida, hubiera desdeñado sufrir el
profunda, se cubren el rostro d e dolor y prorurapeu en amargo terror, la agonía y los dolores de nuestra muerte, 110 hubiéramos
l l a n t o ; el altar 0 la cruz, sobre q u e debe ser ofrecido este holocausto, podido tener en él una entera confianza. ¡N'o hubiéramos podido
tiembla; la víctima que debe ser degollada, 0 la vida del Dios hecho mirarle como un pontifico verdaderamente compasivo á nuestros
hombre, está p r o n t a y s u m i s a ; el sacerdote encargado J e inmolarla, males, supuesto que liabia rehusado experimentar el mayor de todos.
ó la justicia de Dios se a d e l a n t a ; la espada dcstiuada á sacrificarla, Al verle impasible é inmortal, é infinitamente superior á nuestra
ó el pecado, está y a levantada; yo veo brillar el fuego sagrado ó el condicion, no nos atreveríamos á acercarnos á él. A pesar de su i n -
amor q u e debe consumirla. El golpe se h a dado ¡ O amado J e s ú s mensa bondad, nos inspirarla mas temor q u e confianza, mas res-
de mi corazón I su frente se c u b r e de palidez, sus ojos se apagan, él peto que amor. Pero al verle sujeto á la condicion mas penosa y mas
vierte la última lágrima, inclina la cabeza, arroja un prolongado humillante de nuestra n a t u r a l e z a : al verle probamos hasta ese
suspiro de caridad, y muere : lit inclínalo capUe Iradidit spiri- punto su perfecta semejanza, y su tierna conmiseración por nos-
l u m . ¡Joan.; otros, nos atrevemos á presentarnos á él, á postrarnos á s u s pies sin
| 0 muerte bárbara é i n h u m a n a I ¿ p o r q u é quitasasí d é l a tierra á temor, á arrojarnos cu sus brazos eon una entera seguridad, á h a -
Jesucristo que había descendido del cielo, y que era el sosten, las de- blarle con la confianza mas íntima y la m a s estrecha familiaridad
licias, el ornato y la gloria de ella? ¡ O muerte b á r b a r a é inhumana I como á nuestro igual, á nuestro verdadero amigo, á nuestro padre
¿por q u é nos arrebatas, á nosotros desventurados hijos délos hom- y á nuestro Salvador. (Is.j Y por consiguiente, la muerte de Jesu-
bres, nuestro padre, nuestro h e r m a n o , nuestro amigo, el compañero cristo es también el fundamento y el motivo de nuestra esperanza
fiel de nuestro destierro, y finaimentenueslroSalvador? ¡O muerte I... y de nuestro amor.
Pero ) a y ! ¿de qué nos l a m é n t a n o s ? La muerte de nuestro Salvador Finalmente, si u n capitán no se a r r o j a el primero al combate, no
ha sido ton útil para nosotros como cruel é ignominiosa para el! Lo comunicará á sus soldados el valor necesario para acometer al ene-
que en ella hemos ganado es m u c h o mas de lo que hemos perdido. migo. Si un padre no entra primero en la m a r , no decidirá á su pe-
Habiéndose vestido Jesucristo e n apariencia d é l a carne pecado, queño hijo á meter sus tímidos pies en el agua. Si u n pastor 110 v a
In similitudinem carnispeccaü, representaba todos los pecadores. delautc d e su ovejo todavía j o v e n , 6 no la lleva en sus brazos, no
Desde el momento en que m u e r e , todos los pecadores eslan como podrá conseguir q u e ella entre sola en la espesura del bosque. Del
muertos en él y con c i ; por esta razón la antigua sentencia de la mismo modo, si Jesucristo no nos hubiera precedido como cabeza,
divina justicia, q o c los condenaba á todos, queda síu efecto, así c o - como modelo y como guia en el sendero de la muerte, temeríamos,
mo por la muerte del criminal queda anulada la sentencia p r o - eu ese terrible instante, caer en un abismo sin fondo y quedar se-
nunciada por la justicia h u m a n a . Regenerados nosotros en el b a u - pultados en él p a r a siempre. .Nos veríamos poseídos de uu horror
tismo de Jesucristo, si nos unimos íntimamente á él por los lazos d e indecible p o r el temor d e encontrarnos rodeados de fieras crueles,
una f e viva y de una sincera caridad, nos hacemos nuevas criatu- en el tránsito tenebroso del tiempo á la e t e r n i d a d . Así p u e s , Jesu-
ras, nuevos hombres : Sed nova malura (II. Cor. 3). La antigua crísto que muere p o r nosotros y con nosotros es el eapitan que nos
colera inflamada contra el hombre prevaricador y rebelde h a q u e - i n s p i r a d valor necesario para recibir con intrepidez al enemigo ter-
dado sin objeto. La sentencia de muerte eterna pronunciada en otro rible de la especie h u m a n o , lo m u e r t e ; es el nuevo Joñas que nos
tiempo contra nosotros no nos comprende y a ; v a n a d a nos conde- escila con sil ejemplo á a r r o j a r n o s intrépidos al mar interminable de
na } por el contrario, todo conspira á salvarnos: Nihil nunc dam- los años sin fin, seguros de que hemos de salir de él vivos y con
naltonis esl iis gui sunt inCfrütáJm ¡Rom. S.) Asi la muerte de u n a vida i n m o r t a l ; es el buen pastor que t o m a en sus brazos núes-
tra alma tímida, la escuda con su t e r n u r a , y con su poderosa voz
a h u y e n t a a! lobo i n f e r n a l q u e q u i e r e a p o d e r a r s e d e ella, la h a c e
a t r a v e s a r sin peligro y sin temor la horrible soledad de la m u e i t c ,
S E G L WU Í IMItTE.
infestada d e s e r p i c n t e s i n s i d i o s a s y d e bestias feroces devoradas p o r
el h a m b r e , y la c o n d u c e , c o m o á u n a oveja a f o r t u n a d a , á las dulces
Dios h a b í a a n u n c i a d o p o r su p r o f e t a q u e á la m u e r t e del Mesías
p r a d e r a s y á los celestiales pastos de la e t e r n a b i e n a v e n t u r a n z a .
o b r a r í a prodigios i n a u d i t o s y e s t u p e n d o s , y q u e t r a s t o r n a r í a el cielo
H e c h o s fpertes p o r este s u b l i m e ejemplo, no p o r eso debemos d e -
y la t i e r r a . (Aijijec. 2 . )
j a r d e ser h u m i l d e s . Al a h u y e n t a r d e nuestra a l m a l a s a n g u s t i a s del
Esta profecía se c u m p l i ó l i t e r a l m e n t e . A p e n a s el R e d e n t o r espiró
terror debemos p r o c u r a r no abandonarnos á una seguridad presun-
en la c r u z , c u a n d o el velo del templo, c o m o dicen los evangelistas,
t u o s a . Así c o m o n u e s t r a miseria 110 debe disminuir n u e s t r a c o n -
se dividió en d o s partes, desde arriba b a s t a a b a j o , por u n a m a n o i n -
fianza, del m i s m o m o d o el esceso d e la confianza no d e b e ahogar
v i s i b l c y c o n u n r u i d o i n m e n s o . [ M a t l h . Lue. Las espesas tinieblas,
e n t e r a m e n t e en n o s o t r o s el t e m o r saludable nacido del conocimiento
q u e t r e s h o r a s a n t e s se h a b í a n esparcido sobre la t i e r r a , se disipan,
d e nuestra i n d i g n i d a d y d e nuestra flaqueza. E s t e santo terror debe
y el sol sale m a s brillante d e su eclipse s a n g r i e n t o . La tierra se con-
servirnos d e g u i a , c o m o n o s lo aconseja el Apóstol, p a r a t r a b a j a r
m u e v e , las rocas s e d e s p e d a z a n , las t u m b a s se abren y los m u e r t o s
en n u e s t r a s a l v a c i ó n , ( P h i l i p . 2.] á fin de q u e p o d a m o s coger d e
r e s u c i t a n : Et tenebrie fuelle s a n i in universum lerram usque ad
estos s a n t o s t e m o r e s d e la v i d a , como d e u n árbol precioso, el d e -
kóram nonam. ( L u e . ; Et Ierra metà est, et petra Seissrc sunt, et
licioso f r u t o d e la v e r d a d e r a confianza y d e la v e n t u r o s a t r a n q u i l i -
monumenta aperta sunt : et multa eorpora sanelorum, qui dor-
d a d d e la m u e r t e (Eecli. í.j
mierant, surrcxerunl. (Matth.)
N o n o s h a g a m o s i l u s i ó n , h e r m a n o s mios, el valor y la indiferencia
N o t a d bien la espression. 0 V ved a q u í » q u e ci historiador s a -
q u e los pecadores e n d u r e c i d o s , los impíos y losincrédulos manifiestan
g r a d o h a c e s u c e d e r i n m e d l a m e n t é á esta : « Espiró : » Erpiravit,
a l g u n a s veces en el m o m e n t o d e la m u e r t e , u o es o t r a cosa q u e el
tí ecce. Ella t i e n e p o r o b j e t o i n d i c a r q u e todos esos prodigios s u c e -
t e r r o r d e la d e s e s p e r a c i ó n , 1111 odio frío d e si m i s m o s , ocullo bajo la
dieron p r e c i s a m e n t e en el i n s t a n t e m i s m o en q u e el S a l v a d o r e x h a l o
m á s c a r a d e u n a c a l m a a f e c t a d a . Al verles se diria q u e su semblante
su a l m a s a n t a ; q u o tuvieron relación con su m u e r t e ; q u e f u e r o n el
está sereno, pero el e s p a n t o está en su corazon; ellos se parecen á
efecto, la c o n s e c u e n c i a y la p r u e b a d e ella; y q u e n o f u e r o n f e n ó -
esos m a r e s cuyo f o n d o e s t á t a n t o m a s a g i t a d o p o r corrientes o p u e s -
menos de la naturaleza, sino milagros d e la omnipotencia
t a s , c u a n t o m a s t r a n q u i l a está su superficie. (Is. 5 7 . ) | A y ! m a s les
de Dios, o b r a d o s p o r la g l o r i a del ilustre d i f u n t o ; en una
valiera lemblar e n esa h o r a s u p r e m a , q u e m a n i f e s t a r u n a calma tan
p a l a b r a , p a r a h a c e r reconocer y a d o r a r en Jesus d e N a z a r e t , m u e r t o
espantosa y t a n f u n e s t a . El verdadero valor, l a v e r d a d e r a confianza
en u n i n f a m e p a t í b u l o c o m o el m a s criminal d e los h o m b r e s , al ver-
del cristiano en el m o m e n t o d e su m u e r t e es el f r u t o d e la inocencia
d a d e r o y a u g u s t o H i j o d e Dios, al S e ñ o r y al à r b i t r o del universo,
ó de la penitencia d e s u v i d a . L a paz v e r d a d e r a n a c e entonces de la
al M e s í a s y al S a l v a d o r del m u n d o .
h u m i l d e fe eu l a v e r d a d e r a religión, y n o d e las opiniones flotantes
i Y c ó m o d u d a r en efecto, dice S . G e r ó n i m o , ÍJUG u n o s prodi D íos
d e la filosofía h u m a n a . L a m u e r t e del pecador, del enemigo de Dios,
lan g r a n d e s , l a n n u e v o s y t a n v a r i a d o s , y efectuados todos á u n
del b l a s f e m a d o r , del a p ó s t a l a de la fe y d e l a ley d e Dios, sean c u a -
m i s m o tiempo, n o fuesen u n a c t o s o l e m n e p o r el q u e los cieíos, la
lesquiera las a p a r i e n c i a s , es siempre f u n e s t a : .Vvrspecculorumpes-
tierra y todos los seres c r e a d o s r e c o n o c í a n en Jesucristo á su S e ñ o r y
simu. Sola la m u e r t e d e los justos, de los fieles, d e los s a n t o s , *s
s u Dios? ; H i e r o m . ) A d e m á s , s e g ú n S a n M á x i m o , todo este desorden
v e r d a d e r a m e n t e d u l c e y feliz, porque recibe el v e r d a d e r o valor y
d e l a n a t u r a l e z a sensible q u e , c o n m o v i d a y t r a s t o r n a d a h a s t a en
los v e r d a d e r o s consuelos del misterio d e la m u e r t e d e Jesucristo, y
s u s f u n d a m e n t o s parecía q u e r e r volver á ¡a n a d a , f u e c o m o u n a
a u n q u e a l g u n a s veces p a r e c e dolorosa y h u m i l l a n t e al juicio de los
esplosiou u n á n i m e del d o l o r q u e e s p e r l m e u t a r o n todas las criaturas,
h o m b r e s , es s i e m p r e p r e c i o s a á los o j o s d e Dios : Pretiosa in eons
al ver espirar á su Criador en u n i n f a m e p a t í b u l o . (Sem. de Pass.)
peclu Domini mors sancíorum ejus. Y ¿ q u é cosa m a s j u s t a y m a s c o n v e n i e n t e , añade S . L e o n , q u e los
elementos manifestasen q u e q u e r í a n m o r i r t a m b i é n en c o m p a ñ í a del

23."
artífice divino que los habia formado, y q u e el universo entero diese
gue S. Gerónimo, todos los misterios de la antigua ley, ocultos hasta
por esta resolución general, uu testimonio público de que Jesucristo
aquel dio, se llenaron de claridad y pasoron á los Gentiles. (In ¡Hatth.)
era el autor y el criador del mundo? (De País.)
El velo del templo ocultaba al pueblo el segundo tabernáculo, y
¡ Ob I i cómo resplandecen en estos prodigios la sabiduría, la m a -
todos los sacrificios que se ofrecían en él. Pues bien, desgarrando
jestad, la grandeza y el poder d e Dios I A la manera q u e un g r a n
Dios este velo á la hora en que. Jesucristo exhala su ultimo suspiro,
rey í.esprecjg los ultrajes que j e hacen uuos viles esclavos, o que,
es decir ú lo hora cu que se le ofrecía con el incienso el#acrificio del
no queriendo bajarse á responderles, deja al último de sus ministros
cordero, indicó d e una manera palpable q u e por la inmolación del
el cuidado de responder por é l ; así Jesucristo no creyó propio
verdadero Cordero de Dios, por la consumación de su sacrificio, ha-
de su dignidad responder, mientras vivió, á los Judíos que le i n s u l -
bia cesado el uso del tabernáculo; que la importancia y la majestad
taban y le blasfemaban e n la cruz; mas apenas entregó su espirita,
del templo habían caído, que todas las ceremonias de la ley estaban
cuando les respondió de u n a manera digna de Dios, por el trastorno
abrogadas, el sacerdocio de Aaron estaba destruido y los sacrificios
de toda la naturaleza. De modo que, como dice S. León, los prodi-
figurativos se habían hecho vanos y sin efecto.
gios q u e acompañaron la muerte del Redentor no fueron otra cosa
q u e la respuesta de hecho que el cielo y la tierra se encargaron de El velo del templo ocultaba el Santo de los santos, lugar v e n e r a -
d a r en su nombre á las estúpidas y cobardes imprecaciones de los ble, augusto y tremendo, en el que, á escepcion del gran sacerdote
Judíos; respuesta magnífica, sorprendente, capaz de imponerles s i - á quien estaba permitido entrar una vez al año, nadie podio pene-
lencio, d e confundirles y humillarles, porque ejla les prueba que J e - trar bajo pena de muerte; y esto para significar, como dice S. Pablo,
sucristo era realmente el Hijo de Dios; p o r q u e ella los convence d e que el cielo, cuya figura era el Santo de ios sautos, se habia hecho
uu horrible dcicidio, y los entrega á la execración universal. ¡Sen«. X inaccesible á los hombres por causa del pecado. (Hebr.) Así pues,
de Puss.) cuando Dies destruyó el velo que prohibía acercarse al Santo de los
santos, cuando dejó la entrada libre á todos, en el momento en que
Sin embargo, así como Jesucristo ejerció uu doble misterio eou
Jesús espiraba, nos hizo patente, dice Teofilaeto, la grande y con-
respecto á los dos malhechores crucificados con él, el de absolver y
soladora v erdad de que la muerte del Redentor destruyó la enemis-
sal var, y el de condenar y casligar; así también los prodigios q u e se-
tad de Dios y el pecado que nos habia cerrado el cielo para siempt-e;
ñalaron su muerte tuvieron uu doble fin y un doble o b j e t o : á saber,
y q u e desde aquel momento las puertas del eterno santuario de
el manifestarla Indignación del cielo contra los Judíos, y el de anun-
Dios se abrieron á los hijos de los hombres. [In Lve.) De modo que,
ciar la clemencia divina para con los Gentiles; ellos"fueron á u n
según la reflexión de S. Pablo, habiendo Jesucristo rasgado el velo
tiempomismo reconvenciones terribles)- dulces promesasde consuelo
que nos ocultaba el rostro de Dios, cuya figura era el q u e ocultaba
y dealegría, q u e les hicieron entrever los efectos saludables que esta
el rostro de Moisés, podemos ser admitidos en adelante en el P a -
muerte preciosa debía producir en el mundo.
raíso para contemplar allí al 'descubierto la majestad y la gloria
En efecto, el velo del templo ocultaba á los ojos de todos el arca del Eterno. (II. Cor. 3.)
que encerraba las tablas de 1a lev- y el maná prodigioso. Pues bien,
Los d e m á s prodigios, aun en su misma realidad, no son menos
descubre ahora á todos lo" que, bajo las penas mas severas, habia
misteriosos y proféticos. El eclipse del sol y los espesas tinieblas
prohibido ver aun á los mismos sacerdoles; él mismo desgarra este
q u e se estendierou sobre la tierra significaron la ceguedad profunda
velo y lo hoce caer á pedazos en el momento en q u e Jesús espira, y
en que. habian caido todos lus pueblos del mundo relativamente á
de este modo nos da á conocer, dice S. Agustín, q u e por el mérito
Dios, verdadero sol que ilumina las almas, y respecto al Mediador
de esta muerte todos las sombras q u e oeultabon las Escrituras
prometido á los hombres. Ellas indicaron también, en el concepto
santos estaban desechas, y que todo lo que en el antiguo Testa-
d e S. Cirilo, las tinieblas penales con que serian castigados los J u -
mento era misterioso é incomprensible se encontraba y a manifiesto c
díos por haber crucificado al Dios Salvador. (Calen, in lúe.) V en
inteligible á todos por virtud del misterio de la cruz. (Serm . CCC. de
cuanto á la luz que principió á brillar de nuevo, en cuanto al sol
Sanct.) En efecto, en el momento en q u e este velo se rompió, prosi-
que desde su disco de oro arrojo sobre Jesús ya muerto uuos royos
mas vivos ann que antes, representaba lie una manera sensible que
esperimentarán todos los hombres por los méritos infinitos de la
la luz espiritual del conocimiento del verdadero Dios volvería á
muerte de! Redentor.
aparecer en el m u n d o ; que la cruz, despues de haber estado e n -
í y no hemos visto en efecto, esclama S. Gerónimo, lodos esos
vuelta por algún tiempo en la oscuridad de la ignominia, brillarla
prodigios del orden corporal renovarse de una manera m a s sorpren-
en las naciones con un esplendor nuevo, y que el verdadero sol de
dente aun en el seno de muchas naciones idólatras convertidas á la
justicia, Jesucristo, sería reconocido, creído, amado y bendecido en
verdadera f e , que reconociendo y sirviendo á su criador, d e tumbas
todo el mundo.
q u e eran llenas de huesos y de podredumbre se lian hecho vasos de
Los sacudimientos terribles q u e conmovieron entonces el globo elección y de vida? [In Matth.)
anunciaban la destrucción de J e r u s a l e n , la ciudad deiclda, en la
Yo diré m a s : esos prodigios de gracia, figurados por los que
que, según laprofecía del mismo Jesuscristo, no debia quedar piedra
brillaron en elorden de la naturaleza y rodearon la muerte del M e -
sobre piedra; y al mismo tiempo hicieron presentir la sorpresa, la
sías de gloria y de magnificencia, resplandecieron á los ojos de todos
agitación y el trastorno de toda la t i e r r a , cuando se le anunciase el
en el Calvario mismo, en torno de la cruz cu q u e estaba pendiente
.misterio de Jesús crucificado; iasublevacion de los principes y de los
aun el sagrado cuerpo del Salvador.
pueblos, para detener el curso de la predicación evangélica; los
Eu el Gólgota se hallaba un Centurión con una compañía de sol-
horrores de las persecuciones, la l u c h a d e los mártires, la caida de
dados á sus órdenes. Encargado de hacer ejecutar 1a sentencia de
la idolatría, y el establecimiento de la Iglesia, q u e debia conmover
muerte pronunciada contra Jesucristo, y obligado á cuidar de todo
los tronos, agitar todas las naciones y m u d a r la faz del universo,
y á o b s c r v a r l ^ o d o , se habia colocado en frente d e la cruz, con los
según estas palabras del profeta rey : « El Señor reina, tiemblen
ojos fijos en el Crucificado. (Matth. Marc.) Testigo por consiguiente
los pueblos; él está sentado sobre los querubines, muévase la
de la paciencia con que Jesussufre, de la generosidadeonque perdona,
tierra. » ( P s . 98.)
de la mansedumbre con q u e escucha, d e la dulzura de sus respues-
Respecto á las piedras que se hacen pedazos, en tanto que echan «tas, del religioso fervor d e su oracion, d e la autoridad de su p r e -
en cara á los Judíos su terquedad en permanecer ellos solos insen- cepto, del tono sobrenatural de su voz, de la fuerza, d e la confianza
sibles á la muerte del Redentor, llorada p o r toda la naturaleza i n a - y de la calma de su muerte, encomendando su alma á Dios como á
nimada, son también, según Sto. T o m á s , una profecía admirable, su P a d r e ; el Centurión queda poseído de admiración. Por consi-
y significan que la misma fuerza de Dios, que h a despedazado las guiente, dispuesto así á la luz y a la gracia divina, cuando al último
rocas de la tierra, rompería con la m i s m a facilidad los corazones suspiro del Señor siente la tierra temblar bajo sus pies, y ve el tras-
empedernidos de los hombres y los ablandaría con la acción de su torno de todo la naturaleza, 110 d u d a y a que el q u e habia muerto,
g r a c i a ; 3. p. q. i ¡ . a. i. y q u e así se cumpliría el oráculo p r o - como el mas criminal de todos los hombres, era verdaderamente el
nunciado por el mismo Salvador, d e q u e Dios manifestaría su poder Hijo de Dios, santo é inocente.
haciendo salir del seno de las piedras, es deeir de los pueblos del Y como la fe que salva es aquella q u e , teniendo priucipio en e l
Gentilismo, hijos de Abrahan, h e r e d e r o s de su fe y participantes de corazou, se manifiesta esteriormente por la confesion y por las obras,
sus recompensas: Potensest Deusde lapidibus istis suscitare filias el bravo militar, en el arrebato de u n santo terror, d e u n a f e viva,
AbraAte. (Matth.) de una ardiente caridad y de una contrición sincera, prorumpe
Finalmente, Jesuscristohabia declarado q u e tenia, lo mismo q u e primero en llanto, y después comienza á gritar en voz alta : « Yo
su Padre, el poder d e vivificar y d e r e s u c i t a r los hombres, no solo reconozco y confieso q u e este hombre crucificado era verdadera-
interiormente y en cuanto al alma, sino también esteriormente y en mente justo. Y'o reconozco y confieso que este q u e no parecía m a s
cuanlo al cuerpo : Sieut enirn Paler suscilal morluos, el vivifical: que un simple moital era verdaderamente el Hijo de Dios. » A d e -
sic el filias quos vult, vivifical; ( J o a n , :>.) pues bien, las tumbas m á s , á ejemplo del capílan, los soldados, testigos como él de
que se abren y los muertos que resucitan, cuando Jesús muere, son este espectáculo, y poseídos del mismo terror y aun masrfodavia
la prediction, la esperanza y el signo de la doble resurrección que iluminados por la misma luzy dóciles á la misma gracia, p r o r u i n -
dicron corno él en gemidos, mostraron el mismo arrepentimiento, eidad con su compasion, sus ultrajes con sus alabanzas, sus d e s -
é hicieron la misma confesión, (hlallh. Marc. Liie.) precios con su confesion, en mía palabra, todas sus iniquidades
; O confcsion 1 ¡ o prodigio 1 El esforzado Centurión habia oido los con un arrepentímiento siucero.
insultos y las blafemlas con que el pueblo y los sacerdotes mismos ¿ í quién h a podido iluminar unos espíritus ton ciegos, mover á
cchaliau en cara á Jesucristo haber usurpado éi titulo de Hijo de contrición unos espíritus tan duros, amansar esos monstruos de
Dios: D'nait enitn qu/a filius Dei Su/n. Asi pues, al esclamar : crueldad y d e barbarie, y hacer en un momento de esos verdugos
' Verdaderamente este hombre era j u s t o . . . . Ciertamente este hom- de Jesucristo los primeros creyentes de sus misterios, los primeros
b r a e l Hijo de Dios, * e s c o m o si hubiera dicho á los sacerdotes apologistas de su inocencia y los primeros apóstoles de su divinidad ?
y al pueblo : Es en vano, hombres perversos, que os obstinéis en ¡ A h í este cambio tan instantáneo y tan solemne no h a podido efec-
mirarle como un criminal; á pesar vuestro yo le reconozco santo tuarse sino por la mano deDios: Urec tantalio dexterai Excelsi. ¡O
é inocente. Es en vauo que le despreciéis como al último de los poder del Crucificado I - o tierno Jesus I ¡ cuáu bella es esta victoria en
h o m b r e s ; yo le proclamo verdadero Dios como el mismo Dios de la que vuestra gracia convierte á tan grandes criminales y en la que
. quien es H i j o ; vosotros le negáis, y yo le confieso; vosotros le acusa- vuestro amor perdona un crimen lan atroz!
sais, y yo le defiendo; vosotros blasfemáis d e el, y yo le a l a b o ; vo- Observad sin embargo, que el Centurion v los soldados cron idó -
sotros ic insultáis, y yo le adoro : Veré filius Dei crat isle. latras. ¡ Qué espectáculo tan prodigioso! dice S. L e o n ; mientras que
Mas esto era acusar públicamente á los sacerdotes deicidas; esto los sacerdotes judíos, adoradores del verdadero Dios y tan versados
era t r a t a r de injusto al gobernador, vituperar el a p i ^ p que él habia en lo ciencia divino, se obstinan eo negar la divinidad del Mesías
prestado á la ejecución de una sentencia inicua, provocar contra sí que les estab™prometido, que ellos esperaban, y que habió venido
el odio d e una facción poderosa, espouerée á perder su grado, 4 por ellos especialmente, mientras que vomitan la blasfemia y el í u -
incurrir en la prisión y en la muerte, y todo eslo por dar testimo- sulto contra el B ijo d e Dios, su Sal v a d o r ; los soldados romanos, naci-
nio á un muerto que no p u e d e ya apreciar su generosidad ni r e - * • d o s en el seno del Gentilismo, imbuidos en los errores de su educa-
compensar su valor. ¡ A b ! el Centurión n a d a t e m e ; éi está dispuesto clon, llenos d e vicios, culpables de muchos csccsos, sin conocimiento
á sacrificarlo todo y aun á salir al encuentro á los tormentos por la del verdadero Dios ni de sus misterios, d e s ú s Escrituras ni d e s ú s
confesión, y el a m o r de. Jesucristo. Él no se ruboriza de los oprobios promesas, se convierten en u n instante y glorifican al verdadero
del Crucificado, él no se escandaliza de ver q u e h a muerto, porque Dios,comprendiendo y confesando el misterio de su Unigénito Hijo.
le cree todavía v i v o ; porque a u n q u e le ve todavía clavado en el i n - Así pues, dice el venerable Beda, ved ahí las primicias y los pre-
fame patíbulo, le cree reinando en los cielos, y porque b a j o los cursores de la humildad, de lo docilidad y de la prontitud d e los
despojos Inanimados del hombre Icreconoce por el verdadero Hijo Gentiles cu escuchar la predicación evangélica y en someterse o!
de D i o s : Veré filius Dei eral isle. yugo déla fe. Ved ohi una admirable profecía q u e anuncia que la
q u é diré de los soldados? ¿ n o ciñeron la frente del Salvador, verdadera creencia pasará muy pronto de la sinagoga á la Iglesia,
despues de haberle a/otado e n el pretorio, con una doloroso corona- de Jernsolcn á Roma, y que Boma, á despecho del silencio y del
de espinas; no pusieron en sus manos una caña por cetro, y echaron furor de Jcrusalen, confesará á Jesucristo'Hijo de Dios. (!n Lúe.)
sobre sus hombros un a n d r a j o d e púrpura á manera de "un manto O Romr, t ú lomoste desde entonces posesion de esta fe, porque
real ? ¿ No le afearon con salivas; no le hirieron con azotes y lo un gobernador romano fué el primero que proclamó á Jesucristo
escarnecieron sacrilegamente como un rey d e burlas ? Ellos mismos como el Mesías y el Salvador; u n Centurion y unos soldados ro-
son también los que en el Calvario le han emponzoñado con hiél, manos fueron los primeros que le reconocieron, le confesaran y le
le han maltratado y crucificado, y los que, despuesde haber jugado ofrecieron sus adoraciones. ¡ Dichosa tú si, como fuiste, la primera en
SUS vestidos, por una burla atroz, han insultado también su p a - reconocerle, en persona de tus representantes, t e muestras siempre
cieucia y su dolor. Y vcdlcs ahora t r a s t o r n a d o s en otros hombres, la mos fiel en servirle, la mas fervorosa eu amarle y la mos celosa en
reparando sus blasfemias contra Jesuseen sus bendiciones, su fero- hocerle conocer, a m a r y servir en todo el mundo I

*
Observad q u e R o m a principió desde el C a l v a r i o á ejercer esta
tribuido c o n n u e s t r o s cstravíos los m a s deplorables á l a d o l o r o s a
bella m i s i ó n , a n u n c i a n d o á Jesucristo al m i s m o p u e b l o deicida, y
pasión y á la m u e r t e cruel d e n u e s t r o S a l v a d o r ; h u m i l l a d o s , c o n -
obligándole á a d o r a r á s u R e d e n t o r . P o r q u e S . L u c a s refiere q u e
f u n d i d o s y afligidos por h a b e r r e s p o n d i d o á s u t e r n u r a con el olvido
todo los J u d í o s q u e h a b í a n asistido al e s p e c t á c u l o d e la c r u c i f i x i ó n
d e su b o n d a d , el abuso d e s u gracia, la violación d e s u ley, la p r o -
m o f á n d o s e d e Jesucristo, atraídos d e s p u e s p o r el ejemplo del Cen-
f a n a c i ó n d e s i A i s l c r i o s , el escándalo d e s u s fieles y el menosprecio
turión y d e los soldados r o m a n o s , a b r i e r o n s u s a l m a s ai a r r e p e n t i -
d e s u Religión ; h u m i l l a d o s , c o n f u n d i d o s y afligidos p o r no h a b e r
m i e n t o , confesaron p o r H i j o d e Dios y S a l v a d o r al m i s m o J e s ú s d e
reconocido s u s beneficios sino c o n n u e s t r o s u l t r a j e s , y su a m o r con
quien h a b í a n blasfemado basta entonces, y volvieron del Calvario
n u e s t r o o d i o , d e b e m o s Salir d e este s a n t o templo, y volver á nues-
con la cabeza b a j a , los o j o s i n u n d a d o s en l á g r i m a s y d á n d o s e golpes
t r a s casas d á n d o n o s golpes d e pecho, ó al m e n o s escitaudo en n u e s -
d e pecho en señal d e dolor y de p e n i t e n c i a : Et ornnis turba eorum,
t r o s corazones u n dolor sincero d e h a b e r sido tan ciegos, t a n i n s e n -
ijui simal aderanl ad espectaeulum islud et videbanl quer fiebant,
satos y t a n i n g r a t o s á vista d e t a n t o a m o r ; Percutientes pectora
percutientes pectora sua revertebantur. (Luc. XXIII.)
sua revertebantur. Esnecesario también que procuremos, á ejemplo
| 0 prodigio I el Gólgola, cuyos ecos h a b i a n r e p e t i d o hasta entonces d e los penitentes del Calvario, morir á n o s o t r o s , volver s i n c e r a m e n t e
las risas sacrilegas d e insulto y los gritos d e b l a s f e m i a c o n t r a J e s u - á Dios, y principiar á vivir c o m o v e r d a d e r o s cristianos, c o m o
cristo, r e s u e n a a h o r a y r e p i t e á l o lejos los a c e n t o s d e s u s a l a b a n z a s verdaderos creyentes y c o m o v e r d a d e r o s discípulos d e Jesucristo
y los g e m i d o s d e p e n i t e n c i a , y el lugar e n v i l e c i d o p o r el suplicio d e q u e se dignó d a r s e todo á todos y m o r i r p o r t o d o s ; á fin d e
los criminales se t r a n s f o r m a en u n t e m p l o d e D i o s , en u n s a n t u a r i o q u e , p r e p a r á r o n o s p a r a n u e s t r o t r á n s i t o c o n u n a vida c o n f o r m e á
d e l a oracion 1 la d e los santos; p o d a m o s a l c a n z a r d e l a misericordia d i v i n a la g r a -
¡ O confusion I ; o penitencia I ¡ c u á n t a h u m i l d a d , c u á n t o r e c o g i - c i a d e morir c o n la m u e r t e d e los j u s t o s ; esta es la s u e r t e mas feliz
miento, c u á n t o f e r v o r en estos n u e v o s p e n i t e n t e s ! Ellos n o a b r u m a n q u e p u e d e tocar al h o m b r e , así como t a m b i é n el espectáculo m a s
con s u s reconvenciones á los sacerdotes q u e los h a n s e d u c i d o , ellos- a g r a d a b l e á los ojos d e D i o s : Pretiosa in conspectu Domini mors
no a c u s a n al i n j u s t o g o b e r n a d o r q u e h a c e d i d o con [ a n t a ligereza á sancionan ejus. Asi sea.
s u s e x i g e n c i a s ; p o r el c o n t r a r i o , ellos r c c o n o c c u y d e t e s t a n como u n
c r i m e n personal el e n o r m e a t e n t a d o q u e h a n cometido c o n t r a el
S a l v a d o r , p i d i e n d o con horribles a m e n a z a s s u crucifixión y s u
m u e r t e . Ellos h a c e n r e c a e r l a culpa sobre s í m i s m o s , y piden publi-
c a m e n t e p e r d ó n de ella á ü i o s y á los h o m b r e s -.Percutientespec-
tora sua. M a s esle perdón no lo esperan s i n o del m i s m o Jesús á
q u i e n h a n crucificado, del m i s m o Hijo d e Dios d e q u i e n h a n b l a s f e -
m a d o ; confesando d e esc m o d o q u e s u m i s e r i c o r d i a es i n f i n i t a ,
s u p u e s t o q u e p u e d e s a l v a r c o n s u s a n g r e á los m i s m o s q u e la h a n
d e r r a m a d o , y vivificar cou s u m u e r t e á los m i s m o s q u e se la h a n
dado.
¡ A y 1 a m a d o s h e r m a n o s , los J u d í o s n o f u e r o n los únicos culpables
d e la m u e r t e d e J e s u c r i s t o . T o d o s n o s o t r o s c o o p e r a m o s á ella con
n u e s t r o s pecados, s u p u e s t o q u e el R e d e n t o r la s u f r i ó p a r a e x p i a r los
crímenes d e todos : Allrilus est propter scelera noslra.iIs.¡ Debe-
mos p u e s r e c o r d a r l a con los m i s m o s sentimientos q u e m a n i f e s t a r o n
esos b u e n o s soldados y esos b u e n o s J u d í o s q u e l a p r e s e n c i a r o n . P o r
consiguiente, h u m i l l a d o s , c o n f u n d i d o s y afligidos por h a b e r c o n -
n a d a de Dios con una especie de indiferencia, Jpse dixil et facía
sml (Psal.), la redención fué un trabajo penoso y largo, una verda-
dera fatiga p a r a el divino artífice que la llevó á efecto, Laboravi
CONFERENCIA TRIGÉSIMA SEGUNDA. suslinens (Is. ü la laboribus á juveniute mea (Ps. 87.)
EfectivaineiiH, mas trabajo costó á Jesucristo disipar las tinieblas
1.a S e p u l t a r a ele oPc&iifrisfQ. de la idolatría que criar la luz; mas trabajó para destruir los vicios
que para producir los brutos; m a s se afanó para reparar en el hom-
Cumque eonsummassenl omnia flutp de (o bre la imagen de Dios desfigurada por el pecado que p a r a formarla-
í f r i p i a iraní, deponentes eum de /«¿no. po, la primera vez. Asi pues, dice S. Agustín, al revelarnos la Escritura
suerunl eum in monumento.
que Dios, en cuanto Dios, descansó al séptimo dia después de aca-
V ikspnes ' | iii' cumplieron luild, las (osas ijoo cs-
b a d a la obra de la creación, quiso anunciar de antemano q u e el
talan eserila do el. la «Titilaron tic la cru,, v !e pu
sieron cu el « p a l e r o . Hombre-Diosdeseansariacn la tumbaal séptimo dia, despues de haber
¡Acl.XIll.l consumado la obra mucho mas sublime é importante de la R e d e n -
ción del género humano : Diera quo Chrislus erat in sepulchro
quietaras hoc modo promuntiavil. dicens; et requievit die séptimo
Parece estraño é Inconcebible ¡i primera vista q u e Dios, se"un la ab universo opere quod patrarat. (De Gens. ad llt.)
narración del Génesis, después de haber t e r m i n a d o ^ n seis dias la
Ved aquí p o r q u e la historia del reposo del Dios Criador se iee el
creación del mundo, descansase al sétimo, como el que está fatigado
de una obra grande y trabajosa. E n efecto, como el poder infinito que, sábado sauto b a j o el titulo de profecía, porque ella es en efecto una
según las palabras de Jesucristo en el Evangelio, crea á cada ins- profecía del reposo del Dios Redentor; y porque este misterio debía
tante miliares de almas, reproduce á cada momento una infinidad cumplirse en sábado, fué por lo q u e los Judíos celebraron siempre
d e seres nuevos, y les conserva la existencia, obra sin cesar después el sábado como un dia de grande solemnidad: Eral cnim magnas
de tantos siglos, sin fatigarse j a m á s , Paterusque modo operalur, dies illc íabbali. (Joan. 31.) Si, el misterio de la sepultura de J e s u -
el ego opera- ¡Joan, s); ¿cómo, repito, esta potencia infinita se habia cristo es tan importante, como el de su muerte y el d e s u Resurrec-
de cansar con solos seis dias de trabajo d e tal manera q u e tuviese ción, porque es la prueba de la una y de la otra, y porque las u n e á
necesidad de reposo ? las dos para f o r m a r de ellas un grande y profundo misterio. Asi es
que en el símbolo de los apóstoles se hace mención espresa d e e l l a :
La oscuridad d e este pasaje proviene de que se atribuye solo á
Fue crucificado, muerto y sepultado;}- S. Pablo, en sus famosos
Dios, como Dios, lo q u e es propio del llombre-Dios, de q u e se quiere
discursos á los Judíos, en los que refería la historia de la Redención,
entender de lo pasado lo q u e es una profecía brillante de lo futuro,
llamaba particularmente su atención sobre este misterio, dicién-
y de q u e se aplica á la figura lo que solo se verifica literalmente
dolcs: « Despues que ios discípulos hicieron todo lo q u e estaba e s -
en el q u e es la realidad. El mismo Dios q u e crió el m u n d o fué el
crito do él, le bajaron de la cruz, y le.pusieron en el sepulcro : Cum
q u e lo reparó. La misma sabiduría eterna, que en otro tiempo formó
consuiiamssenl omnia quie de eo scripta eran)., deponentes eum de
al hombre en el sexto dia, le rescató precisamente en el sexto día,
ligno, posuerant eum in monumento. Meditemos pues en el dia de
muriendo por él: Sexta (lie qua hominemfeceral, pro eodem paseas
hoy sobre los misteriosos secretos encerrados en estas sencillos p a -
es! ¡A X a p . j ; con la diferencia sin embargo de que mientras que la
labras, apenas consideradas por los cristianos; encontremos en ellas
creación del mundo f u é como un pasatiempo, como un juego del
motivos para instruirnos cada vez mas, y para abrasarnos en el
poder divino, Ludcns in orbe terrarum (Prov. VIH), la redención
amor de Dios q u e murió per nosotros.
f u é un verdadero trabajo, fué la obra d e Dios por escelencia, Do-
mine opus luum in medio agnorum (Habac. III); mientras que la Suspended por un instante, o José y Nicodemus, la obra de vuestra
creación f u é el efeelo de uno precepto general, de una palabra ema- piedad, l i n momento todavía ántes de b a j a r de la cruz el cuerpo
sagrado de Jesucristo, á Su de que nos prosternemos delante de ese
a l i a r a u g u s t o en t a n l o q u e la víctima e s t a t o d a v í a en el, y t r i b u t a -
poco p r o f a n a r su c a r n e i n m a c u l a d a , c o n f u n d i é n d o l a c o n las carnes
m o s á la victima y al a l t a r n u e s t r o h o m e n a j e y n u e s t r a s adoracio-
i m p u r a s y c o r r o m p i d a s d e los pecadores, porque ha dicho t a m b i é n
n e s . Sí, c r u z a d o r a b l e , en t a n l o q u e p e n d e todav ía d e vos el precio
q u e n o permitirá q u e el Santo p o r escelencia vea la corrupción.
d e la Redención y la e s p e r a n z a del m u n d o , p r o s t e r n a d o s d e l a n t e d e
[Ps. 15.) L a m i s m a v i r t u d divina q u e h a b i ó b u r l a d o la p r i m e r a i n -
vos, os a d o r a m o s , y os suplicamos r e n d i d a m e n t e "que dejéis c a e r
tención d e los J u d í o s b u r l a r á t a m b i é n esta.
s o b r e n u e s t r a s p o b r e s almas u n a sola gota d e esa s a n g r e d i v i n a c o n
N o debéis escandalizaros t a m p o c o d e la c o n d u c t a d e los a p ó s t o -
q u e fuisteis r e g a d a , p a r a q u e b o r r e en n o s o t r o s las m a n c h a s del
les. Dios permitió esta m o n s t r u o s i d a d d e parte d e los h o m b r e s p a r a
p e c a d o , n o s a l c a n c e la g r a c i a y el p e r d ó n , acreciente n u e s t r o s m é -
hacerla servir, como sirve en efecto d e u n a m a n e r a a d m i r a b l e , a u n
r i t o s y n o s a s e g u r e los recompensas e t e r n a s : O crux, ave, *pes
p r o f u n d o designio. Si los apóstoles, observa S . A m b r o s i o , hubiesen
uniea! /locpassmis tempere; piis udaueje ijraliam, reisque dele
c u i d a d o del c u e r p o i n a n i m a d o del Salvador, n a d i e h u b i e r a impedido
crimina.
á la malicia d e los J u d í o s decir q u e los apóstoles no le h a b í a n sepul-
I'RIHKKA PARTE.
t a d o , sino q u e le h a b í a n ocultado, s u p u e s t o q u e , á p e s a r de q u e f u é
r e a l m e n t e sepultodo, se atrevieron á a f i r m a r q u e los apóstoles le
f . a flor d e Xazareth h a b l a inclinado y a s o b r e su tallo su c a b e z a
habían r o b a d o . E r a necesario pues q u e este entierro, al q u e e s t a b a
l á n g u i d a . El a u t o r d e la vida h a b í a s u f r i d o v o l u n t a r i a m e n t e la
u n i d a la verdad d e lo Resurrección del S e ñ o r , se ejecutase d e u n a
m u e r t e m a s cruel. Jesucristo h a b í a c o n s u m a d o y a el g r a n d e é i n -
m a n e r a p ú b l i c a y s o l e m n e , y p o r h o m b r e s d e distinción, p e r t e n e -
c o m p r e n s i b l e misterio d e s u c a r i d a d y de nuestra s a l v a c i ó n ; y d e
cientes ai m i s m o S a n h e d r í n , y sobre los q u é n o p u d i e s e r e c a e r la
s u corazon a m o r o s o , a t r a v e s a d o d e p a r t e á p o r t e p o r u u a lanza
m e n o r sospecha d e traición ó d e superchería : Vi domestico Judcei
c r u e l , del s e n o del n u e v o A d á n , q u e d o r m í a u n s u e ñ o d e m u e r l e ,
revinceretur testimonio. Nam si apostolisepelissent, dicerentutique
h a b í a nacido y a , p u r i f i c a d a cu su s a n g r e , c u b i e r t a del rocío d e su
non sepultum, quem sepultum, raplum esse dixerunt. (In L u c . )
g r a c i a y rica con s u s méritos, l a nueva E v a , b r i l l a n t e y glorioso, la
P u e s b i e n , tales f u e r o n los p e r s o n a j e s á quienes Dios inspiró el p e n -
Iglesia. [Epites. s.]Y sin e m b o r g o , ¡ o indiferencia, o cobardía d e los
s a m i e n t o y el valor d e d a r s e p u l t u r a al c u e r p o d e su divino H i j o .
d i s c í p u l o s ! N i n g u n o d e ellos se presenta p a r a t r i b u t a r l o s últimos
El u n o d e ellos f u e J o s é , originario d e A r i t m a t e a , y q u e h a b i t a b a
d e b e r e s a i c u e r p o adorable de s u D i v i n o M a e s t r o ; del mismo m o d o
en .Terusalcn, d i s t i n g u i d o por la nobleza de la s a n g r e y p o r sus ri-
q u e le h a b i a u a b a n d o n a d o c u a n d o estaba vivo al f u r o r d e los s o l -
quezas, y c o n d e c o r a d o con las m a s altas d i g n i d a d e s , p u e s q u e era
d a d o s en el h u e r t o d e G e l s e m a n i , asi t a m b i é n despues d e su m u e r t e
u n o d e los ^setenta m a g i s t r a d o s q u e componían el consejo s u p r e m o
l e a b a n d o n a n en el Calvario al f u r o r d e los J u d í o s q u e y a se dispo-
Autos ancianos del pueblo. E s t e J o s é era t a m b i é n u n o de. los diez
n e n á i n s u l t a r estos divinos despojos, s e p u l t á n d o l o s s i n c o n s i d e r a -
s e n a d o r e s q u e , bajo el g o b i e r n o d e los R o m a n o s , ejercían la m a s
ción a l g u n a al pié del Gólgota en la fosa c o m ú n d e los ajusticiados.
i l i m i t a d a a u t o r i d a d [Luc. XXUI, 40); él era t a m b i é n discípulo d e
Pero n o temáis, h e r m a n o s m i o s ; este cuerpo t a n p u r o q u e veis Jesucristo, pero en secreto, p o r q u e temió á l o s J u d í o s . [Joan.XIX,
s u s p e n d i d o en l a cruz todo a c a r d e n a l a d o y s a n g r i e n t o , a u n q u e se- 38..! S i n e m b a r g o , este temor no e r a c o b a r d í a ; J o s é era h i j o d e la
p a r a d o del a l m a s a n i a q u e l e a n i m a b a , e s t á todavía, lo m i s m o q u e p r u d e n c i a evangélica q u e o c u l t a la v e r d a d p a r a hacerla t r i u n f a r en
s u a l m o , uuido á la persona del Verbo. El P a d r e E t e r n o vela sóbre- t i e m p o o p o r t u n o , y n o d é l a política m u n d a n a q u e la niega y la opri-
los preciosos despojos d e s u Hijo. Eos áugeies, que. 1c f o r m a n m e . E n efecto, 110 solo 110 se h a b l a asociado á los designios del S a n -
u n cortejo invisible con s u s i n n u m e r a b l e s legiones, le delienden al h c d r i n , s i n o q u e había p r o t e s t a d o c o n t r a la i n j u s t a condenación del
m i s m o llempo que le a d o r a n . A h o r a , q u e e í sacrificio se h a c u m - S a l v a d o r . (Luc. 2 3 . ) Esta e s l a razón p o r q u e el Evangelio hace d e él
p l i d o y q u e el t i e m p o d e l a s humillaciones ha pasado, n o será p e r m i - u n elogio igual al del s a n t o viejo S i m e ó n , l l a m á n d o l e h o m h r e s e n -
t i d o á n a d i e u l t r a j a r l e . L a rabia d e los J u d í o s n o p u e d e conseguir cillo y j u s t o q u e esperaba con u n a fe viva el reino d e Dios y la R e -
r o m p e r l e las piernas [Joan. X I X , 33), p o r q u e Dios h a b í a d i c h o q u e dención del m u n d o . [Ibid.) Él reunía pues la fe m a s p u r a á lo piedad
n o se rompería u n hueso á su c o r d e r o [lbid. 36); ella n o p o d r á t a m - m a s s i n c e r a , y la p r u d e n c i a al valor, s u p u e s t o q u e el valor sin la
prudencia se convierte en a u d a c i a , y la prudencia sin el v a l o r es c o -
r i c o ; p o r q u e , ¿ cómo 110 h a d e s e r rico el h o m b r e q u e posee á J e s u -
. b a r d í a . Asi pues, m i e n t r a s q u e la presunción d e los apóstoles d e g e -
cristo ? Mérito dices hic dicitar, ubi corpas accepit Christi. (In i.uc.)
n e r ó en t e m o r en el m o m e n t o d e l p e l i g r o , la p r u d e n t e reserva d e
El generoso Nicodemus se asocia al i n t r é p i d o J o s é « 1 este piadoso
J o s é y la humilde desconfianza c o n q u e se p r e p a r a d p o r m e d i o d e
d e b e r ; él l l e v a q j i a composicion esquisita d e m i r r a y d e aloe, como
la oracion ¡i c o n f e s a r á J e s u c r i s t o , c u a n d o llegase el tiempo o p o r -
u n a s cien l i b r a s , para e m b a l s a m a r , s e g ú n c o s t u m b r e , el cuerpo del
t u n o , se convirtieron en v a l o r . T a l es el h o m b r e q u e la Providencia
S e ñ o r . (Joan. X I X . 39.) C u a l q u i e r o t r o q u e J o s é se h u b i e r a o f e n -
h a elegido en sus sabios c o n s e j o s , dice el venerable R e d a , p a r a la
dido d e esta g e n e r o s i d a d , y h u b i e r a d i c h o : « G u a r d a tus p e r f u m e s .
alta misión con q u e los m i s m o s á n g e l c s se h u b i e r a n creído h o n r a d o s ,
N i c o d e m u s ; ¿ n o soy y o b a s t a n t e rico p a r a r d a r a u n m a s d e lo q u e
de d a r s e p u l t u r a al c u e r p o del I l i j o d e D i o s ; es decir, u n h o m b r e
sea necesario ? Y o doy e s p o n t á n e a m e n t e el sepulcro, yo puedo t a m -
q u e reunía en si la g r a n d e z a d e la autoridad y la g r a n d e z a d e las
bién d a r la m i r r a . A mí solo es ú q u i e n se h a d a d o el cuerpo, y a
v i r t u d e s , á fin d e q u e su a u t o r i d a d le permitiese ejercer e n t r e
m í solo es á quien p e r t e n e c e proveer d e todo lo necesario, » Pero n o ,
los h o m b r e s el noble m i n i s t e r i o q u e su virtud le h a b í a mere-
u n a m i s m a g r a c i a ha elegido e s t a s d q s a l m a s g e n e r o s o s , u n a m i s m a
cido d e parle d e D i o s : T/dem autem csse deceba!, qui corpus Da-
caridad y u n a m i s m a Religión l a s u n e n . El p i a d o s o J o s é v e con un
mini sepeliré!, qui per nobilitatem patentice síccnlaris facúltate;,.
s a n t o gozo á su colega en el S a n h e d r i n asociarse á él p o r a t r i b u t a r
posset obtinere ministrandi. etpcr jusliliam meritorum tali minis-
los últimos h o n o r e s á la sepultura d e J e s u c r i s t o . V e n , h e r m a n o
terio diijnaretur. (In Slarc.)
m i ó , le dice, v e n á p a r t i c i p a r d e la gloria q u e D i o s m e concede. E s t a
José cree q u e h a llegado el m o m e n t o en que es necesario q u e el gloria es tan g r a n d e q u e a u n dividido m e q u e d a toda e n t e r a . T u
discípulo d e Jesucristo s e d e c l a r e y n o se ruborice, d e su M a e s t r o : él c o m p a ñ í a 110 d i s m i n u y e en n a d u m i m é r i t o , sino q u e l o d u p l i c a .
se p r e s e n t a pues á P i l a t o s c o n u n a i r e intrépido y u n c o r a r a n r e - C u a n d o se t r a t a d e h o n r a r A Jesucristo, todos los q u e le a m a n d e b e n
suelto : Intruivit audactcrad Pilatum Mare. y sin t e m e r la concurrir a ello, o T a n c i e r t o es, h e r m a n o s mios, q u e n o h a y r i v a -
política del g o b e r n a d o r , m a s i n h u m a n a a u n que su c r u e l d a d ; le lidades escandalosos ni d e b a t e s m e z q u i n o s y ridículos en los obras
d i c e : S a b e q u e y o soy t a m b i é n d i s c í p u l o d e Jesucristo y m e h o n r o d e religión, c u a n d o el celo es p u r o , cuondo la c a r i d a d del Espíritu
d e serlo, En esta v i r t u d vengo ú p e r d i r t e s u c u e r p o ; él m e p e r t e n e c e S a n t o es el principio d e ellas, y l a gloria d e Jesucristo es su objeto.
y y o le exijo : Petiit uttollerct corpus Jesu, eo quod csse! discipu-
Nicodemus es aquel p e r s o n a j e distinguido q u e en o t r o tiempo
lusJcsu. X u e . 2 3 , J o a n . 58.) P i l a t o s , s o r p r e n d i d o y c o n f u s o al oir
había ido d e n o c h e en b u s c a d e J e s ú s , (Joan. X I X . 39.) y le h a b l a
e s t a libertad del l e n g u a j e , n o le o b j e t a q u e el cuerpo d e u n ajusti-
confesado por H i j o de D i o s y KedcHtór del m u n d o con estos a d m i -
ciado p e r t e n e c e á la justicia p ú b l i c a , y q u e u n simple particular no
rables p a l a b r a s : a M a e s t r o , n o s o t r o s s a b e m o s q u e vos sois un doc-
p u e d e tener d e r e c h o á r e c l a m a r l e . Solo se c o n t e n t a con m a n d a r lla-
t o r b a j a d o del cielo, y q u e h a b é i s venido d e Dios, p o r q u e n o p o d r í a i s
m a r al C e n t u r i ó n , e n c a r g a d o en a s i s t i r á la s a n g r i e n t a ejecución del
hacer los p r o d i g i o s q u e o b r á i s si Dios n o e s t u v i e r a en v o s y con
Calvario, é i n f o r m a r s e d e él si J e s ú s estaba e f e c t i v a m e n t e m u e r t o ;
vos. o (Joan. I I I . 2 . ) Y J e s u c r i s t o le habia recibido con b o n d a d , le
p e r m i t i é n d o l o Dios asi, p a r a q u e l a certeza d e esta m u e r t e , q n e n o s
h a b i a i n s t r u i d o c o n el a m o r en el g r a n m i s t e r i o d e s u c r u z ; \lbid.)
lia d a d o la v i d a , quedase m a s c o n s i g n a d a con respecto á nosotros.
y d e este m o d o le habia i n i c i a d o en la gracia y en el h o n o r q u e
Después d e h a b e r oido Pilatos d e l a misma boca d e este testigo fiel,
debia t e n e r m a s t a r d e d e d e p o s i t a r l e en el sepulcro.
q u e Jesús había espirado r e a l m e n t e l a n z a n d o u n g r a n g r i t o , m a n d ó
M a s , a s i c o m o iXicodemus d i v i d í a con J o s é á los o j o s de Dios la
q u e el cuerpo de J e s ú s se e u t r e g a s c á J o s é , á quien en cierto m o d o
g l o r i a d e s e r d i s c í p u l o d e J e s u c r i s t o , a s í t a m b i é n a n t e los h o m b r e s
hizo u n regalo d e él : Piletas jussit redii corpas; donar i! corpas
tenia como él la i n s i g u e distinción d e ser m i e m b r o del g r a n consejo
Joseph (Matt. S S ; M a r c . 4 5 j . ¡ R e g a l o magnifico! ; precioso tesoro!
príncipe y ' a n c i a u o del p u e b l o . ¡ O providencia d e Dios 1; cuan a d m i -
¡ O h ! ¡ quién podria espresar el g o z o s a n t o d e J o s é al verse depositario
r a b l e os m o s t r a s t e i s en los h o n o r e s d e q u e quisisteis r o d e a r l o s d e s -
y a r b i t r o d e l c u e r p o d e s u S e ñ o r ! Con m u c h a razón dice el Evange-
p o j o s mortales d e v u e s t r o t í j j o ! ¡ cómo supisteis v e n g a r su m e m o r i a
lista, c o m o o b s e r v a S . A m b r o s i o , q u e este h o m b r e a f o r t u n a d o ero
y s u n o m b r e , y c o n f u n d i r el odio ciego y la g r o s e r a calumnia d e s u s
enemigosi I-os Fariseos en su insolente orgullo hablan dicho ha- puras para tocar el cuerpo inmaculado de Jesucristo, el tabernáculo
blando del S a l v a d o r : a ¿ Quién es este h o m b r e q u e se supone el de la divinidad 1
Mesías ? ¿ Acaso h a creído en él alguno de los príncipes de los sacer- Ese cuerpo puro, flexible y odorífero, porque no es obra del
dotes ó de los senadores ? Él no encuentra partidarios sino entre las hombre, sino la obra maestra de la virtud del Espíritu Santo ese
m u j e r e s , el bajo pueblo y los ignorantes que no conocen la ley, cuerpo exhala en torno suyo u n perfume divino, y está como ro-
personas todas que, por lo mismo, están como malditas de Dios. » deado de u n a atmósfera celestial. Nicodemus, dice San Buen-
(Joan. Vil. 48.; Pero ved aquí que Dios da un mentís solemne á aventura, quila los clavos y José recibe este cuerpo sagrado en sus
estas palabras insultantes. Ved aquí que dos de los miembros mas brazos, y dichoso con tan preciosa carga ic estrecha contra su
ilustres, mas opulentos y mas influyentes, y sobre todo los únicos corazon.
hombres de probidad, los únicos piadosos del Sanhedrin se declaran María asiste á este acto de piedad y de religión con el corazón
abiertamente discípulos de Jesucristo despues de su m u e r t e , y tri- atravesado por la espada del dolor, pero con la frente serena, el sem-
b u t a n á su inocencia y á su divinidad un testimonio público y n ante tranquilo y majestuoso, y la actitud sublime como convenía
solemne. A vista de un pueblo inmenso suben á la cruz, que no era a la Madre de tal Hijo. Depié aliado de la cruz, dicen los intérpretes
todavía el adorno de la diadema de los emperadores, sino solamente fundados en la autoridad de algunas crónicas antiguas; recibe pri-
un i n f a m e patíbulo. Ellos no se avergüenzan de ejercer las funciones meramente. en su seno los clavos q u e atravesaron cruelmente las
propias de. los verdugos bajando con sus propias manos al Crucifi- manos y los pies de aquella Humanidad tan amada de su corazón •
cado. Ellos no temen incurrir en la impureza legal, siendo así q u e exlrahehanlw, insinu suo svscepit. ,'Apud Meiaph.t
la ley declaraba manchado é inmundo á cualquiera q u e hubiese lo- bita recibe igualmente en sus brazos aquel cuerpo adorable, y le
cado un cadáver, y le separaba como u n escomulgado de la sociedad coloca en c I m i s m o s e „ 0 q u e h a b ¡ a |a(.(ado
d e los hombres : Qulcumque morlicina leligerit, pollnelur; et
toda absorta en lan sublimes mislerios y como en el éxtasis del dolor,
crit mmnndus. (Levit. XI.) ¡ Ah 1 esto consiste en que ellos saben
es recha contra su seno la prenda tan amada d e s ú s castas entrañas,
q u e e l contacto del eucrpo de Jesucristo no produce impurezas, sino
y la ofrece, al Padre eterno por la salvación de todos los hombres •
q u e las borra, no mancha la carne del hombre, sino que purifica c
, f f e circumfusa, membta iüiús amplem esl. (Barón )
su a l m a . Esto consiste en que ellos son verdaderos discípulos é Juan el discípulo amado, se precipita sobre los divinos despo¡os. v
imitadores fieles de Moisés porque hollando los respetos humanos, re d i n a p o i . s e g u n d a v e j s „ c a b e z a v l r g ¡ n a l e a , , ho rado
y desdeñando la envidia de sus colegas y la mofa de la m u l t i t u d , se
santuario del a m o r infinito, sobre el q u e había tenido la dicha dé
asocian de corazón, como Moisés lo hizo en otro tiempo en espí-
reposar la víspera de la Pasión, y de donde habla recibido tantos sc-
ritu, á les oprobios de Jesús, y los prefieren á todas las riquezas y
á todos los honores del universo. \lUbr. XI.', Estos son los p r i - Z f T l ;,U Ce'rf"lpS delidas
= Joamesptoramcemisnpcrfrc-
meros discípulos que se glorian de la cruz, que adoran la cruz, q u e (Euseb.) Magdclana toma en sus manos, riega con lágri-
bCSOs a
publican las grandezas de la cruz, y que, previniendo los arrebatos Z I T ' ! u c l l o s P'és divinos inmóviles, d e los
de la generosa caridad de S. Pablo, parece que dicen desde lo alto qu e h a b i a recibido en otro tiempo tanta contrición, tanta gracia
de la cruz : Nosotros ciframos toda nuestra gloria en esta cruz de
nuestro Señor Jesucristo, que nos h a redimido y salvado, y de la S l n S r W En una palabra, todas las
q u e descienden, p a r a propagarse en el mundo, la gracia, la s a l v a - personas sanias y de-,otas presentes á esta triste ceremonia, ias san-
ción, la resurrección y la vida. [Galal. 17. as mujeres, el Ceniqrton y sus soldados convertidos, se apresuran
la „ 1 V " ! ® ™U rC51 Ct
' "°sa t e m n i ' a carne divina, de
Ved a esos hombres magnánimos, verdaderos pontífices, p r i m i - 118 PPrf me y U a virlu incfallle
consuelo yv')la
consuelo " " en
paz « d"a s las almas.
" " ' 1 « ¡«Tunden el
cias y modelos del sacerdocio cristiano. ¡ Con qué sentimientos d e
ternura y de respetuoso temor en su corazon, con cuánta modestia,
t C r i S <le l e S t t ít a , m m s dc
con cuánto recogimiento y con cuánta devociou acercan sus manos fectÍT snhs' r ° f °' ? per-
fetta.^subMstcn y se renuevan continuamente. Asi pues, lo mfsm
21
b o y que en otro tiempo en ei C a l v a r i o , todos los cristianos sin dis-
d e corporales; c o s t u m b r e m u y a n t i g u a d e la Iglesia q u e el pontífice
tinción d e e d a d , d e condicion n i d e s e s o , d e b e n t o m a r p a r t e en la
S a n Silvestre convirtió en ley : Hiñe Ecclesim mos obtimdl, vi sa-
sepultura mística d e J e s u c r i s t o , es decir en c l s a c r a m e n t o eucarístico,
erffiitfum attarisnon in sérico, ñeque in panno; sed in lino celc-
l ' o d o s d e b e n ir ó b u s c a r ai S e ñ o r á s u a l t a r , como al pié d e s u c r u z ,
brelur; sicul corpus Domini esl in sindone inunda sepultas;
dispuestos á r e n u n c i a r á t o d o p a r o serle Heles; dispuestos á recibirle
juxta illud quod a II. Sijlvestro leqimus esse statulum (ln
como si a c a b a r a d e b a j a r d e la c r u z , á c o n t e m p l a r s u s llagas y á
Maro.)
besarlas con u n a m o r m e z c l a d o d e reconocimiento y d e respeto,
Mas, si estos piadosos discípulos son u n o s maestros d e la Iglesia
dichosos d e reemplazar á las s a n t a s p e r s o n a s del Cal vario, y d e po-
lo son t a m b i é n todos los verdaderos fieles. E n otro tiempo J o s é , el
d e r cumplir d e u n a m a n e r a i n t e r i o r y espiritual los deberes d e p i e -
esposo i n m a c u l a d o d e M a r í a , s u m i n i s t r ó b l a n c a s telas d e lino en
d a d religiosa q u e ejercieron e s t e r i o r m e n t e aquellas p e r s o n a s con el
l a s q u e esla divina M a d r e envolvió á Jesús en su n a c i m i e n t o : Et
c n e r p o adorable del S a l v a d o r . P o r q u e la Eucaristía, según la i n -
pannis involvit; (Luc. 2.) y los s a n t o s reyes Magos llevaron la
tención d e Jesucristo q u e e s s u a u t o r , n o e s o t r a cosa q u e el c o m -
m i r r a misteriosa p a r a h o n r a r l e . (Matth. II.) A h o r a q u e Jesucristo
p e n d i o y la m e m o r i a p e r p e t u a d e los misterios d e su m u e r t e : Tl'ic
a c a b a d e m o r i r , o t r o J o s é p r o p o r c i o n a el lienzo s a g r a d o d e s t i n a d o á
farde in meam commemorationem.
envolverle. Joseph autem mercalus sindonem, (Marc. X V . 46.) y
¡José I ¡Nicodemus I ¡ h o m b r e s a f o r t u n a d o s , elegidos p o r Dios para K i c o d e m u s , y las Marías, c o m o o t r o s reyes m a g o s , l l e v a n la m i r r a
c u m p l i r t a n piadosos m i s t e r i o s ! E l l o s son los q u e , despues d e h o b e r p a r a e m b a l s a m a r l e . [Joan. 39.) H a y s i n e m b a r g o l a diferencia d e q u e
e m b a l s a d o y envuelto en lienzos m u y blancos el cuerpo del H i j o d e el lino y la m i r r a d e q u e se sirvieron en s u n a c i m i e n t o fueron el c m -
Dios, le elevan en alto y le o f r e c e n al P a d r e eterno p o r sus pecados b.'cmade la condicion d e s u c u e r p o real, m i e n t r a s que. los lienzos y la
personajes y por los d e t o d o el m u n d o ; ellos son los p r i m e r o s en m i r r a d e q n e usaron p a r o s e p u l t a r l e s o n u u a e n s e ñ a n z a p o r a la con-
c o n t i n u a r este sacrificio e t e r n o q u e d u r a r a en nuestros altares h a s t a ducta d e su cuerpo místico, es decir d e los fieles. L a b l a n c u r a d e los
el Gn d e los siglos, p a r a p e r p e t u a r s e después en el cielo en los a b l s - lienzos y el olor d e la m i r r a q u e r o d e a n s u c u n a significan q u e J e -
m o s del a m o r infinito. E l l o s no c o n s a g r a n aquel cuerpo divino d e sucristo viene J l m u n d o p a r a o b s e r v a r u n a v i d a p u r o , p e r o llena d e
u n a m a n e r a euearlstica, p o r q u e le t i e n e m visible y r e a l m e n t e en a m a r g u r a s , u u a vida inocente p e r o m o r t i f i c a d a ; q u e , á escepcion d e
s u s m a u o s ; p e r o le ofrecen á Dios V le p r e s e n t a n desde la c u m b r e la s o m b r a misma d e pecado, se verá s u j e t o á las e n f e r m e d a d e s , al
del GOlgota á la a d o r a c i ó n d e los h o m b r e s . ¡ A h ! en el mismo l u g a r dolor, á la i g n o m i n i a , á l a p a s i ó n , á la m u e r t e y á todas las p e í a s
en q u e J e s n s y su S a n t í s i m a M a d r e ofrecieron el sacrificio s a n g r i e n t o , del p e c a d o ; ellos r e p r e s e n t a n en u n a p a l a b r a á Jesucristo s a n t o é
se. ofrece p o r los discípulos el m i s m o sacrificio d e u n a m a n e r a In - i n m a c u l a d o , p o r q u e es v e r d a d e r o Dios, p e r o pasible y m o r t a l , p o r -
c r u e n t a . J o s é y Nicodemus son e n cierto modo los primeros s a c e r - q u e es v e r d a d e r o h o m b r e . Al contrario, p o r l a b l a n c u r a del lienzo
d o t e s d e la I g l e s i a ; y c u a s i m e a t r e v o á dccir q u e en el C a l v a r i o en que Jesucristo q u i e r e ser envuelto d e s p u e s d e s u m u e r t e , y p o r la
f u é d o n d e se celebraron p o r p r i m e r a vez los santos misterios p o r los m i r r a y el aloe, e n s e ñ a al a l m a Bel. q u e l a s disposiciones, con q u e
h o m b r e s , supuesto q u e el sacrificio del cenáculo f u é celebrado p o r debe recibirle e n la t u m b a m í s t i c a d e s u e o r a z o n , deben s e r la
el m i s m o J e s u c r i s t o . L a Iglesia a p r e n d i ó en efecto d e estos s a n t o s pureza del a l m a , l a a m a r g u r a d e l a penitencia y la mortificación del
h o m b r e s , o b s e r v a el v e n e r a b l e B e d a , el modo d e t r a t a r , d e s e p u l t a r cuerpo. Así p u e s , lo q u e h a c e q u e el celestial esposo d e ios C a n t a r e s
m í s t i c a m e n t e y d e recibir el c u e r p o d e J e s u c r i s t o . P a r a c o n s e r v a r la alabe á s u esposa, figura del a l m a fiel, es q u e ella sale á s u e n -
m e m o r i a del acto d e J o s é y d e ¡Sieodemus q a e e m b a l s a m a r o n este cuentro, p o r u n a p o r t e , p e r f e c t a m e n t e a d o r n a d a y c o n u n a belleza
cuerpo sagrado, le envolvieron e n lienzos s u m a m e n t e b l a n c o s , y le p u r a y sin m a n c h a , Tota pule/ira es, et macula non est in te, y p o r
depositaron, n o en u n a t a ú d , sino en u n sepulcro abierto e n la r o c a , Otra, p e r f u m a d a con l a m i r r a q u e v i e r t e d e s u s m a n o s : Mamis Une
l a Iglesia u s a también p o r a l t a r u n a , p i e d r a de u n a sola pieza, sobre distiUavcrunt ¡mjrrham. (Cant.)
l a q u e d e r r a m a ciertos p e r f u m e s y deposita el augusto S a c r a m e n t o
e n u n o s lienzos blancos q u e del c v e r y i del Señor l o m a n en el n o m b r e S. M a r c o s o b s e r v a q u e J o s é c o m p r ó u n lienzo n i e v o p a r a s e p u l -
t a r el cuerpo del S e ñ o r , ¡ l i a r e . 4 0 . ; Con e s t o quiso d a r n o s á e n -

js,.-
tender u o solo q u e este lienzo no h a b i a servido p a r a o t r o uso, sino la resurrección d e n u e s t r o S a l v a d o r b o r r a losoprobios d e su m u e r t e ,
t a m b i é n q u e es necesario p r e p a r a r á Jesucristo p a r a recibirle u n a v n o s h a c e conocer q u e esta m u e r t e f u é d e un valor y d e u u a eficacia
m o r a d a p u r a . El lienzo nuevo, q u e n o se h a m a n c h a d o p o r n i n g ú n infinita p a r a redimirnos, s u p u e s t o q u e n o s p r u e b a q u e el q u e la s u -
coulacto, es cu cierto m o d o el e m b l e m a d e la virginidad. Asi p u e s , frió era v e r d a d e r a m e n t e Dios : Decígmtur T)ei Filias er, resurree-
dice Ilcda, e n v o l v e r á J e s ú s en un lienzo b l a n c o , no es o t r a cosa time morluorum. ( I b í d . j y ella es p o r consiguiente la piedra f u n d a -
q u e recibirle con u n corazon p u r o y sincero : lile in sidone inunda m e n t a l d e la verdad d e s u religión. P e r o el misterio d e la s e p u l t u r a
imolcit Jesiim, qui pura eum mente suseepeM Si el Salvador es el q u e n n e y hace evidentes los d o s d o g m a s t a n i m p o r t a n t e s d e
quiso s e r depositado en u n sepulcro nuevo, a ñ a d e Teofilacto, f u é la m u e r t e y la resurrección d e Jesucristo. Esta es la razón p o r q u e
p a r a i n d i c a r n o s la vida n u e v a q u e d e b e m o s e m p r e n d e r d e s p u é s d e este misterio eslá espreso en el símbolo e n t r e la resurrección y la
h a b e r l e recibido en nuestro corazon, y d e q u é m o d o es necesario m u e r t e ; p o r esta razón insistía t a n t o S . P a b l o s o b r e este p u n i ó ; y
q u e n o s r e n o v e m o s en él d e s p u é s d e h a b e r recibido este g r a n f a - p o r esta m i s m a razón l o csplican los evangelistas con las m a s pe-
vor : Ñeeum scpulchrum, fuluram novitatem maniféslat; el que- queñas circunstancias.
mado per sepulturom Domini inmvandi sumas in Uto. S . G r e g o - El misterio d e la s e p u l t u r a de n u e s t r o S a l v a d o r es t a m b i é n la m a -
rio d e N a z i a u z o dice á este propósito : « L a c o n d u c t a del virtuoso nifestación y l a p r u e b a d e otros t a n t o s misterios n o m e n o s i m p o r -
s e n a d o r J o s é d e b e ser n u e s t r a regla y n u e s t r a ley : Quod ab honesto t a n t e s . E n p r i m e r l u g a r , este sepulcro no es propiedad s u y a n i de
senalorc geslum. esl nobissit lanquam lex. » E s decir q u e d e b e m o s s u f a m i l i a ; es u u a c o n c e s i o n q u e se le h a h e c h o p o r la piedad d e otro.
usar de las m i s m a s precauciones q u e él c u a n d o recibimos en l a E u - ¡Cosa s o r p r e n d e n t e , dice Teofilacto, el H i j o d e Dios hecho h o m b r e
caristía el c u e r p o d e J e s u c r i s t o ; q u e d e b e m o s g u a r d a r n o s d e envol-. n o t u v o cuna en su n a c i m i e n t o , n o t u v o casa propia d u r a n t e s u
verle en los pliegues d e u n a conciencia i n m u n d a y darle p o r sepul- vida m o r t a l , y a h o r a d e s p u é s d e su m u e r t e tampoco tiene u n l u g a r
c r o un corazon c o r r o m p i d o , lleno d e h u e s o s d e m u e r t o s y d e o b r a s propio d o n d e s e p u l t a r s e 1 Qui non hübuit domum in vita, ñeque
d e p e c a d o : Ul ídem quoque nos pmslemus, eum illudcorporis mgrluus habuit sepulturam. P e r o el a m o r i n c o m p a r a b l e q u e obligó
m a n u s suseipimus: nee in sórdido conscienlke lino involvamus nee al H i j o d e Dios, s e g ú n la espresiou d e S . P a b l o , á h a c e r s e pobre,
in eordis momento reponamus, pleno omni immundUiu, et ossibus a u n q u e era rico, y á n a c e r , á vivir y á m o r i r en la m a y o r miseria
inorluorum. p a r a n u e s t r a i n s t r u c c i ó n , n u e s t r o e j e m p l o y n u e s t r o consuelo : Qui
eum dives essel, faclus esl pro nobis ei/enus, f u é t a m b i é n , según
E l m i s t e r i o del sepulcro ofrece, o t r a s lecciones t o d a v í a m a s i m -
sienten los sanios P a d r e s , u n a p r u e b a d e sil grandeza y d e su divini-
p o r t a n t e s . O b s e r v e m o s en p r i m e r l u g a r , q u e si Jesucristo no h u -
d a d . E n primer l u g a r , dice O r í g e n e s , la s á b a n a q u e envuelve el
biese m u e r t o , n o podia resucitar, y q u e sino hubiese r e s u c i t a d o , su
cuerpo del Señor es b l a n c a , la s e p u l t u r a q u e le rccíbc es n u e v a , la
m u e r t e d e n a d a n o s h u b i e r a servido. ] A h ! e s c l a m a S . P a b l o , si el
p i e d r a q u e le c u b r e es g r a n d e , p o r q u e es c i e r t a m e n t e Dios aquel en
d r a m a d e u n a pasión t a n ignominiosa y t a n cruel no h u b i e r a t e n i d o ^
c u y o a l r e d e d o r t o d o respira c a n d o r , n o v e d a d y g r a u d e z a : Hunda
la r e s u r r e c c i ó n p o r desenlace, Jesucristo n o h u b i e r a sido m a s q u e
sindon, novum sepulehrum, magnum saxum; guia oninia quee sunl
un h o m b r e j u s t o , m á r t i r d e su celo por la ley d e Dios y d e s u a m o r
eirea eorpus lesa, et nova, et manda sunt et magna valdc. P o r esta
p o r el p r ó j i m o , p e r o n o h u b i e r a sido el H i j o d e Dios y R e d e n t o r
razón a ñ a d e S . Agustín q u e J e s ú s f u é depositado en u n sepulcro
del h o m b r e . N u e s t r a s d e u d a s p a r a con Dios no e s t a r í a n s a t i s f e c h a s ;
p e r t e n e c i e n t e á o t r o , p o r q u e m u r i ó p o r la salvación d e o t r o s : Ideo
n u e s t r o s p e c a d o s subsistirían a u n , y c o n ellos n u e s t r a esclavitud y
in aliena sepultura ponitur, guia pro aliena salule mortebamr.
n u e s t r a c o n d e n a c i ó n . P o r consiguiente, la predicación y l a fe e v a n -
A los d e m á s h o m b r e s , m o r í a l e s p o r su n a t u r a l e z a , pertenece, p o r
gélica s e r i a n i m p o t e n t e s . El Cristianismo e n t e r o seria u n a b s u r d o , y
decirlo a s i , la m u e r t e , y el l u g a r d e la s e p u l t u r a es en cierto modo su
los cristianos, c o n d e n a d o s , p a r a c u m p l i r la ley d e Jesucristo, á toda
p r o p i e d a d . Jesucristo, p a r a quien la m u e r t e no e r a u n a condición
clase de p r i v a c i o n e s en el tiempo sin e s p e r a r n a d a d e él en la eter-
necesaria, 110 tiene necesidad d e sepulcro p r o p i o . L a p r u e b a p u e s d e
n i d a d , serian los m a s desgraciados de todos los h o m b r e s : Si autem
q u e la m u e r t e le e r a e s t r a ñ a , es q u e f u é s e p u l t a d o eu u n a t u m b a
Chrislusnonresurrexil.... ómnibus homimbus. ( I . C o r . X V . ; Sola

jfÉt,' 1 1 té :
ajena : l'I quid UH propria sepultura, qui propiam morteli, non locada en el monte, inaccesible á los reptiles, impenetrable á ios
habebat? ¿Tenia acuso necesidad d e sepulcro ci que tiene los cíelos hombres, que no tenia ni podia tener comunicación alguna interior,
por morada ? ¿ Tenia necesidad d e sepulcro el q u e solo habia de per- y solo estaba abierta por la parle del mediodía, More. 54.; á fin
manecer cu él por espacio d e tres dias, no como uu cadáver, sino de q u e ninguno pudiese decir que moviendo la tierra, o practicando
como un hombre recostado para descansar? Ut quid tumulai in ¡dguna comunicación por bajo del sepulcro, hubiesen podido llevarse
terris qui sedem habebat in ccelis? Ut quid illi sepulcltrum, qui el cuerpo por alguna salida secreta. Finalmente, ellos nos enseñan
tridui tantum spatio non lam in sepulchro jucuit : quam in ledo que la abertura única fué cerrada con una piedra de un grueso e s -
quievit? Asi pues, si Jesus no t u v o casa ni sepultura propia cu el traordiuario, asegurada después con cal y con b e t ú n , y que por
mundo, esto prueba q u e su reino n o es de este mundo, q u e él t a m - consiguiente no podia ser levantada sino por muchos brazos y no
poco es de este mundo, y si n a d a poseyó en propiedad, consistió en sin grandes esfuerzos, sin hacer mucho ruido, y sin mucho t r a b a j o ;
q u e es el dueño de todas las cosas. (Matth. 60.) de modo que era imposible que el cuerpo fuese robado
l o s grandes de la tierra, según el pensamiento de S. Ambrosio, secretamente, en silencio y eo u n instante.
se construyen magníficos mausoleos, para tener u n lugar donde d i - Ademas, los mismos enemigos de Jesucristo, que no contentos
solverse con honor. Pero el vencedor de la muerte no tenia necesidad con haberle hecho morir quisieron también insultar su memoria V
de un lugar especial para reducirse e n el á polvo, como los demás su nombre, contribuyeron con su odio ciego y su furor infernal u
hombres : Victor mortis proprium tumulum non habebat. El fué confirmar la verdad de su triunfo. P o r q u e los fariseos, despues de
cncenado en la tumba p a r a q u e la verdad de su muerte quedase haberse, asegurado de q u e el cucrpo de Jesucristo estaba encerrado
consignada, pero no p a r a sufrir allí la corrupción ; él fué puesto allí en el sepulcro, y haber comprobado su identidad, le encerraron de
como en depósito para salir al m o m e n t o , mas no para permanecer nuevo, y volvieron asegurar con cal y con betún la enorme piedra
allí como en la región elerna de la m u e r t e . q u e lo cerraba; despues, con licencia que habían obtenido de P i l a -
Ellos refieren en efecto q u e el sepulcro, en que el Señor f u é depo- tos, hicieron construir una especie de barrera alrededor del sepulcro:
sitado, solo estaba á algunos pasos d e distancia del lugar e n q u e Mitnierunf sepulcltrum ; (Matth. 66.) y lo rodearon d e guardias
f u é crucificado, y que se hallaba en u n huerto situado en el Calvario prelorianos armados, de centinelas militares que se relevaban por
mismo. [Joan. 41.) Este sepulcro p u e s estaba en un lugar abierto, turnos, para prohibir que nadie se acercase. Finalmente, para ev i -
y no fué necesario andar m u c h o p a r a llegar á él ; 110 h u b o pues tar toda infidelidad por parte de los mismos centinelas, pusieron,
tiempo ni facilidad para cambiar el cuerpo y ocultarle, y taulo m a s todo alrededor de la losa q u c l o c u b r i a , los sellos de la sinagoga, de
cuanto que el entierro fué público, lo mismo que la opevacion de em- c o y a integridad hicieron responsables á los soldados : Signantes
balsamarle, y la muerte. I.os santos evangelistas observan que los ¡upidem evm custodibus. (Ihid.) ¡ O Judios insensatos, q u é halléis
mismos espectadores que le h a b í a n visto espirar en la cruz, e m b a l - hecho I les g r l t a S . J u a n C r i s ó s l o m o ; ¡en tanto que procuráis i m p e -
samar y envolver en la sábana, le vieron también colocar en el se- dir la resurrección, hacéis m a s fuertes las pruebas de ella! Quanto
pulcro, [Mat/h. -17.) y que se aproximaron para observar con sus magis reservatur, tanto magis virtus resurrectionis ostenditur. ¡ O
propios ojos el cuerpo q u e se a c a b a b a de depositar en él. (Lue. 55.) sabiduría de Dios, cómo t e complaces en burlarte de la malicia de
Los historiadores sagrados a ñ a d e n q u e el sepulcro era nuevo, Mo- los hombres, y en hacerla servir al cumplimiento de tus misericor-
numentimi novum, y notan a d e m á s con un cuidado especial que diosos designios! Los Judíos reúnen allí centinelas y guardias por
ninguno otro cadáver habla sido depositado en él, Lue. 5 3 . ) para odio á Jesús, pero l)ios, valiéndose de ellos, los envía para honrar la
que 110 pudiera decirse, observa S. J u a n Crisòstomo, cuando r e s u - t u m b a de su Hijo, y en tanto q u e los Judíos agotan todos sus e s -
citase el Señor, que era algún otro j u s t o , ó algún otro profeta. ( A fuerzos p a r a impedir que el cuerpo de Jesús sea robado, solo t r a b a -
Joan.) Ellos nos dicen igualmente q u e el sepulcro 110 era u n sub- jan para hacer creer m u y pronto que ha resucitado.
terráneo, o una obra formada con piedras que se pudieran quitar y
En vista d e estos hechos, seria tan absurdo sostener q u e los dis-
volver á poner, sino una cseavaciou practicada en la roca viva, CO-
cípulos de Jesucristo robaron el cuerpo durante la noche, como d e -
cir q u e los cristianos inventaron las profecías. Eu efecto, del mismo
lis vo/unt earere dwitiis. Mas sin embargo de renunciar el Salva-
modo q u e el depositó de estas profecías está en manos de los Judíos,
dor á la vanidad, no por eso renuncia á la p u r e z a ; porque él quiso
así también el cuerpo del Salvador permaneció en su poder después
ser depositado en un sepulcro sencillo, pero nuevo, así como en olro
d e su m u e r t e . Sus fortificaciones le rodean, sus centinelas le g u a r -
tiempo quiso nacer de una madre pobre, pero virgen. Ninguno mas
d a n , y s u s sellos hacen autentica su identidad. Por consiguiente, de
que Jesús fué concebido en las castas entrañas de Moría, ni ánte.s ni
sus m a n o s y no de las nuestros saldrá el Señor vencedor de la m u e r t e .
despues de é l : Sieut i n Varia' virginis útero nenio ante illum,
Ellos mismos, dice S. J u a n Crisóstomo, establecen sin conocerlo la
nemopost illum conceptas esl; ila in-lioc monumento nenio ante
verdad del g r a n misterio q u e manifestará al que ellos se han a t r e -
illum; nemo post illum sepultas esl. (Aug.) Así pues, a ñ a d e S . León,
vido á i n f a m a r con el nombre de seductor, Seductor Ule, (Mattli.
el sepulcro q u e recibió el cuerpo del Salvador permaneció s i e m -
63.) colocado, como sobre un glorioso pedestal, sobre la cabeza de
pre. virgen, ramo el seno que le concibió: Dominica ergo el virgo
s u s enemigos. Esos satélites d e la sinagoga son por consiguiente las
vulva, et virgo est sepultura. El Evangelista, continúa el mismo
centinelas avanzadas de la Iglesia; colocados alrededor del sepulcro
P a d r e , d a á José el título de ilustre decurión, pero le llama al
p o r la incredulidad de los Judíos, contribuyen á afirmar nuestra fe :
mismo tiempo el justo, así como llama á María la Virgen, i Cuan
Invili veritalis demonstrationem adjuntad; quantum ¡n Mis esl
admirable es pues este misterio! Cuando n a c e el Señor es en-
•mañum opponunt, til diligentia eorum fidei noslrce proftcerel.
gendrado en el seno de u n virgen; cuando mucre es confiado al
. t o e , cít.)
sepulcro de un justo : Cum nascitur, ulero virginis gignitur;
Observemos también que el sepulcro de Jesucristo, prestado solo eum moritur, sepulchro justi eommendalur. i O cuerpo v e r d a d e r a -
p o r algunas horas, es propiedad d e José, que es el q u e lo da. ¡ O a d - mente santo, a d o r a b l e y bienaventurado por haber tenido la virgi-
mirable coincidencia d e funciones d e nombres! dice en este lugar nidad p o r madre y la justicia por guarda! líertlum plañe corpus:
Cornelio A. L a p i d e ; Jesucristo entró en el mundo á la sombra de lo quotl virginiías peperil, juslitia euslodibit! F.n el seno de María,
castidad de José, esposo de María, y ahora sale del m u n d o á la no conoció el desorden de la concupiscencia h u m a n a ; en el sepulcro
sombra de la piedad deotro José : j\etanduijleslChristum inlroisse de José 110 sufrió la corrupción d é l a muerte. En todos tiempos y en
in mundum par Joseph sponsúm Virginis, ae rursus per Joseph todos lugares, este cuerpo sagrado, aunque pobre, humilde y v í c -
erisse de mundo. El sepulcro nuevo, dice S. L e ó n , es la imagen de tima del dolor y de la aflicción, se v e siempre rodeado de pureza y
la virginidad de María : Aomm sepulc/trum Haría; rirginitalem adornado d e s a n t i d a d : Jllu& viripollutione non langilur;hicmorlis
demonstra!.. El primer José había tomado á María por esposa, y corruptione non tceditur. Ubique beato corpori defertur sanctilas,
p o r el milagro de su castidad la dejó intacta al Verbo Eterno p a r a atqne virginiías! Así pues, Jesucristo se muestra siempre y en t o -
q u e pudiese ser concebido en su seno virginal ; del mismo modo, el das partes verdadero h o m b r e y verdadero Dios. Verdadero hombre,
segundo José habia construido uua tumba p a r a sí, pero, arrebatado pasando por los estados mas abyectos de lo h u m a n i d a d ; verdadero
p o r su piedad, la cede pura e intacta á Jesucristo A fin de q u e Dios, no mostrándose celoso sino porta santidad y la pureza, la único
pueda en ella resucitar. Depositarios afortunados del mismo tesoro, compañía digna de su persona, el único don q u e conviene á su ma-
el uno viste á Jesús en su nacimiento, y el otro le reviste despues de jestad : Domum tmrn decet sanctitudo.
su m u e r t e ; el uno f u é testigo de su milagrosa concepción y de la Ved aquí porque, así como en su nacimiento despreció los p a l a -
virginidad d e la Madre, y el otro lo es de la resurrección y d e la d i - cios d e los reyes, así en su muerte rehusó los mausoleos de los Au-
vinidad del Hijo. gustos. Mas, así como á pesor de nacer en u n a pobre cabaña quiso
El sepulcro es sencillo y sin fausto; eu él 110 se ven mármoles n i que esta humilde gruía estuviese adornada con la virginidad de M a -
metales, ni adornos, y Jesús condena así, dice S. Gerónimo, el loco rio, con la fe de José, con la inocencia de los pastores y con la h u -
orgullo y la ambición insensata de los grandes que no quieren sepa- mildad de los Magos, del mismo modo, al morir, quiso ser deposi-
rarse de sus riquezas ni aun despues de su m u e r t e : Ee simptici tado en un sepulcro sencillo, abierto en la r o c a ; él no permitió sin
sepultura Vomini ambilio dieitum eondemnalur, qui neo ¿n lumu- embargo que ninguna mano profana, que ninguna mirada malévola.
que ningún corazón inmundo se aproximase á él; por el contrario Epifanio decia igualmente á los fieles: a Acordaos de q u e fuisteis
qniso tener por cortejo todas las virtudes, es decir, la constancia de conducidos al baño sagrado del bautismo, como Jesucristo fué
María su Madre, la virginidad d e J u a n su discípulo, las lágrimas llevado» la sepultura: Ducebaminiad sanclum baptismi lavacrum,
de penitencia d e Magdalena, la p i e d a d de. los Marías, el valor de Ni- sieut Christus ad sepulturam.» El bautismo es pues, según la
codemus, la justicia de José y la f e del Centurión. Las mismas flores Escritura y los Padres, una obligación solemne que contraemos en
del pequeño huerto donde estaba el sepulcro, abriéndose en el mo- presencia del cielo y de la tierra, d e morir y de sepultamos mística-
mento en que se presentó en aquel lugar el cuerpo de Jesús, c in- mente con Jesucristo, p a r a participar del mérito de su muerte y d e
clinándose sobre sus tallos p a r a rendirle homenaje, fueron el em- su sepultura real, y recibir el carácter, los privilegios y las gracias
blema de las flores mucho mas agradables á sus ojos de todas las de estos dos grandes misterios figurados por el bautismo.
virtudes, que le acompañaron y 1c anunciaron como el Dios de la
E n efecto, Jesucristo muerto, es Jesucristo separado esteriormentc
santidad infinita. Solo a un Hombre-Dios correspondía morir, como
de toda sociedad h u m a n a , de toda ocupacion, de todo interés ter-
murió Jesús, sin debilidad. Solo á un Hombre-Dios correspondía
reno. De la misma manera el cristiano, al liaeer en el bautismo el
ser sepultado, como lo fué Jesús, rodeado de pureza y de s a n t i d a d :
juramento de renunciar á todas las sugestiones de Satanás, á todos
Oomum luumdeeet sanlitudo. \ O santidad I ¡ o pureza! ¡ o encanto
los encantos de los sentidos, y á lodos las pompas profanas, muere
de los misterios cristianos! ¡ O s a n t i d a d , o pureza, o divinos encantos
en cierta manera al m u n d o , á la carne y al demonio; muere místi-
d e la religión cristiana I
camente con Jesucristo : Baptizan suma in mortem ipsius. P e r o ,
mientras q u e Jesús muerto estaba todavía pendiente de la cruz, la
Slitl.VBi IMBTli. vista de su cuerpo adorable, a u n q u e inanimado, le hacia en cierto
modo considerar como vivo. A o sucedía asi, cuando colocado e u
¡N'ueslro Salvador, verdadero h o m b r e y verdadero Dios al mismo el sepulcro fué cubierto con u n a piedra, y quedó allí como sepa-
tiempo, no separó jamás, en estos misterios tan sublimes y tan rado absolutamente del m u n d o . Pues bien, esto mismo lo vemos
tiernos, la causa de Dios d e la c a u s a del hombre, ni ios intereses nosotros diariamente; mientras que el cadáver del hombre, q u e
de Dios de los intereses del h o m b r e . V e d aquí porque en el misterio acaba la muerte de segar, está todavía sobre la tierra, inspira
de su sepultura no solo tuvo p r e s e n t e el triunfo de su religión y la interés y llama sobre si nuestros pensamientos y nuestras afecciones.
gloria de su divinidad, sino t a m b i é n nuestra instrucción y nuestro La sepultura es quien, ocultándole á n u e s t r a vista, nos hace olvi-
consuelo. dar m u y pronto su memoria, acaba la separación y consuma el
E n primer lugar, el apóstol S . P a b l o descubrió en la sepultura de triste misterio de la muerte. Así pues, no basta q u e el cristiano, p a r a
Jesucristo u n a enseñanza p r o f u n d a sobre el espíritu d é l a moral, y ser fiel á las promesas del bautismo, haya renunciado á todo y h a y a
la santidad del Evangelio : « Sabed, decia á los primeros cristianos, muerto con Jesucristo; es necesario también que por su amor á la
que nosotros hemos recibido el bautismo para espresar en nosotros, soledad, al retiro y al recogimiento, y por una entera separación
con todas sus circunstancias, la m u e r t e de Jesucristo, de modo que del mundo, se entierro, por decirlo así, con Jesucristo : Consepulli
estar bautizado es estar sepultado con é l : Nescilis quia qui bapti- ei in boptisn/o. P o r consiguiente, la primera obligación del cristiano,
satismus, in mortem ipsius baptizan muitó.... consepulli tí m continúa S. Pablo, es la d e morir al m u n d o y á sí mismo. P e r o esto
baptismo.»¡Coloss. II.; S . Cirilo a l u d í a á esta doctrina del Apóstol no basto, es necesario también que sepultado e n el secreto de su fe,
cuando decia á los neófitos, bautizados según el antiguo rito de la eu la oscuridad de sus virtudes, y como un hombre á quien cubre
triple inmersión : a Tres veces h a b é i s sido sumergidos en el a g u a , y la piedra del sepulcro, n o se ocupe d e la estimación ni del desprecio
tres veces habéis salido de ella, y p o r esta ceremonia sagrada habéis del mundo, y observe u n a vida oculta en Dios con Jesucristo :
espresado en vosotros mismos el misterio de Jesucristo que perma- ¡Uorlui cnim eslis, et vita vestra ubscondita cum Christo in üeo.
neció tres dias en el sepulcro : Mersi ler in aqua, rursus emersistis; (Coloss. III.)
ñique per hiec sgmbola triduamm sigmficalis sepulturam.» S. M a s el cuerpo de Jesucristo, encerrado en la t u m b a , permanece
siempre con la persona del Verbo por la uniou hipostática; p e r m a - una de las condiciones masTiumillantcs para el hombre, la de verse
nece con los ángeles q u e le a d o r a n ; y aunque oculto á los ojos de obligado á entregar su cuerpo á la tierra antes de volverle á tomar
los hombres, está siempre con Dios. Del misino modo, nosotros, en glorioso en el cielo; hubiera cuasi hecho d u d a r de su perfecto amor,
la sepultura mística á q u e descendamos por nuestro divorcio abso- de su perfecta semejanza con el hombre, supuesto que rehusaba
luto con los intereses del mundo y de las pasiones, debemos conser- someterse á esta condicion universal de la humanidad. Pero, s u -
var u n a comunicación dulce con Dios por el ejercicio continuo de la puesto que consintió en permaccr en la tumba, lo mismo que había
oracion, supuesto q u e la gracia santificante nos u n e á Dios, y que querido reposar en la cuna, como el resto de los hombres; supuesto
vivimos e u Dios cuando estamos muertos para el mundo : Quasi q u e quiso tener la sepultura semejante á la nuestra, lo mismo q u e
morientes el cece vivimus. Separados eu espíritu de la tierra, habia tenido el nacimiento y la m u e r t e ; al verle pasar así por todos
debemos dirigir nuestras miradas al cielo y conversar allí: Hostia los estados, por todas las condiciones y todas las miserias del
oíítem conversatio in ctelis esl, esperando con una fe viva y una hombre, por estos iuefables rasgos, esclama S. Pablo, quedamos
firme confianza el dia en que nuestro amoroso Salvador nos h a r á convencidos de su misericordia y de su tierno amor al hombre, y le
participantes de los privilegios y de la gloria de su resurrección; por- miramos como el verdadero hermano del hombre, semejante e n
q u e es indispensable que muramos y que seamos sepultados con el, lodo al h o m b r e : Per omnia voluil ffatribuísimilari, utmisericors
si queremos resucitar con é l : Xostra aulem conversado.... corporis fieret. (Hebr. 11. n.)
claritatis siae. (Philip. III. 20, 21.)
P o r otra parte, al tomar el Hijo d e Dios nuestras miserias nos
i Felices aquellos que mueren de este modo, y son místicamente hizo participantes d e sus riquezas; al esperimentar todas las condi-
sepultados en espíritu para el mundo, éntcs de serlo corporalmcntc I ciones aun las m a s pobres, las m a s abyectas y las mas dolorosas de
¡ Dichosos los que se desprenden desde ahora, por espíritu d e fe y de la humanidad, las elevó en cierta manera, las santificó, las divinizó
virtud, de todo lo que es terreno, á n t e s q u e la muerte los sorprenda y las convirtió e n gérmenes de consuelo y d e gloria. Hel mismo
y los obligue á este sacrificio p o r una triste é inevitable necesidad 1 modo que, cuando nació pobre, cuando se humilló, cuando sufrió y
F.feetrvamentc, dice el apóstol San Pedro, el hombre decorazon, el murió, nos hizo amables y preciosas la pobreza, las humillaciones,
hombre oculto, el hombre encerrado en la misteriosa tumba d e su los sufrimientos y la m u e r t e , asi también, al querer ser sepultado
conciencia, euaudo ella es pura, inocente é incorruptible, está pací- como nosotros, quitó al sepulcro el horror natural q u e inspiraba.
fico y t r a n q u i l o ; y en el tiempo mismo en que parece Iriste, h u m i - Ved aquí porque las almas verdaderamente cristianas no tiemblan
llado y pobre á los ojos d e los hombres, es felizy colmado d e gloria ni se espantan, como las almas ¡religiosas y profanas, á la idea de
y de riquezas á los ojos d e Dios: Qvi abseondihts est coráis homo que un poco d e tierra va á cubrir muy pronto su cadáver. La sole-
"i corruptibililale quieli el modesli sp/rilus, qui est in eonspectu dad, la oscuridad y la insensibilidad de la tumba no las aterra. J e -
Vei locuptes; ;/. J'etr. 3.) porque el misterio de. la sepultura de sucristo pasó por este camino, y mudó su condicion; ellos le miran
Jesucristo no solo es para nosotros u n a magnífica lección, sino tam- como el pedestal desde donde deben remontarse al cielo. | Con
bién u n motivo de valor y fortaleza. cuánto gozo hablan de ella, con cuánta indiferencia la esperan,
indudablemente f u é para el Hijo de Dios una g r a n d e humillación cou cuánto valor la l l a m a n , y con cuánta alegría descienden
q u e su cuerpo sagrado, unido á la persona del Verbo, envuelto en á ella! No diríais q u e son hombres que mneren por necesidad,
una sábana, perfumado con aromas, y cubierto el rostro con un sino hombres q u e van á reposar para olvidar sus trabajos : I l
sudario fúnebre, á ejemplo de los cadáveres comunes, p e r m a - requiescant á laboribus sais. Esc es, dice S. Pablo, el reposo
neciese encerrado é inmóvil e n la tumba, y q u e el que es la resurrec- ó el sábado de los santos, del verdadero pueblo de Dios, el r e -
ción y la vida reposase en la región de las tinieblas. Mas esta poso porque suspiran para descansar de las fatigas que les h a
humillación era necesaria p a r a fortificarnos, y en este supuesto Jesús costado la conquista de la salvación e t e r n a ; ese reposo, cuyo
no se negó á sufrirla. Si al momento q u e espiró hubiera resucitado símbolo f u é en otro tiempo el de Dios despues de la creación
sin pasar por el sepulcro, hubiera dado á entender que desdeñaba
del m u n d o , y el del Hombre-Dios después de la creación de los y el trono majestuoso desde donde el Dios hecho h o m b r e dictara
hombres. [Hebr.D, 9,10.) muy pronto leyes al universo: Vexilla regís prodeunt. Regnavit ú
Mas, asi como el placer y las dulzuras del reposo son la recom- ligno Deas.
pensa d e la fatiga, asi también por la vida de crucifixión, que los Permite pues en este dia e n que celebramos la memoria de los
verdaderos fieles se i m p o n e n , es por lo que se les ve apetecer el re- grandes misterios que el Redentor cumplió agonizando y muriendo
poso d e la t u m b a . La muerte no es un sueño d e paz en Jesucristo en tus brazos, permite q u e nos postremos á tus pies, permite q u e
sino para el que ha sido crucificado con Jesucristo : In pace in adoremos en ti el lugar sagrado en q u e el Hijo de Dios colocó s u s
idipsum dormiam et requiescam. piés, es decir, su humanidad : Adoravimus in loco ubi steterunt
P a r a hacernos palpable esta importante verdad, y convencer- pedes ejus. Sí, cruz santa, asociados e n la unidad de la f e á todos
nos de que la calma y las dulzuras de la tumba del sepulcro son los verdaderos cristianos esparcidos por la superficie de la tierra,
el fruto de los sufrimientos de la cruz, quiso el Salvador ser te adoramos d e nuevo profundamente como á n u e s t r a única espe-
sepultado en el mismo lugar en q n e fué crucificado, y ordenó ranza; t e suplicamos que apliques á todos el fruto de la saugre
q u e su sepulcro se colocase al pié. del trono d e sus dolores : In divina con q u e fuiste regada. ¡Ah! alcanza en este dia el perdón p a r a
loco ubi crucift&us est, erat monumentum. Y así como se acostum- los pecadores, el fervor para los tibios, y para los justos el acrecen-
bra grabar sobre los mausoleos de los g r a n d e s los atributos de su tamiento de la gracia y de la santidad • O crux, ave, spes
dignidad y de su grandeza, asi también Jesucristo quiso que única, hoc passíonis tempore, piis adauge gratiam, reisque dele
sobre su sepulcro se enarbolase la cruz en que espiró, porque este crimina.
trofeo sangriento forma sus blasones, él es la insignia de su Y vos, Trinidadadorable, f u e n t e a u g u s t a d c s a l v a c i o n , que obras-
dignidad de Redentor, y el principio de su gloria y d e su exaltación teis en ese dia unos misterios tan portentosos por medio de la cruz,
en cnanto h o m b r e : Mortem autem erueis: propia- quod el Deas recibid hoy las acciones d e gracias, las bendiciones y las alabanzas
cxallavil itlum. d e todas las inteligencias creadas. Mas, en tanto que n ú e s Iros h o -
¡ O cruz 1 ¡ o misterio 1 ¡ cuán hermoso es verla, dotando sobre la menajes se elevan háeia vos. haced descender sobre nosotros la
cima del Calvario semejante á un estandarte glorioso, anunciar abundancia de vuestra gracia; bendecidnos con esa mism a cruz con
q u e el q u e y a c e á sus piés ha triunfado y a , h a conquistado toda la que nos habéis rescatado : á fin d e q u e , despues de alcanzar por ella
tierra y h a tomado posesión de ella, supuesto q u e lia lijado en nuestro triunfo en la tierra, alcancemos también por ella la recom-
ella la bandera que deberá enarbolarse pronto en todo el universo pensa eterna e n los ciclos : Te fons salutis Trmilas, coUaudet
i O cruz santa, árbol precioso I a u n q u e viuda del crucificado, eres o/nnis spiritus; quibus crucis victorium largiris, adde pnemium.
sin embargo todavía el altar en q u e la víctima divina se ofreció Amen.
voluntariamente en sacrificio p o r la salvación del género h u -
m a n o : Sola digna tu fuisti /erre mundi victiníam. T ú eres
todavía la balanza infalible en que el peso de un solo cuerpo
divino no solo contrabalanceó, siuo q u e hizo muy leve el peso
enorme de los pecados del m n n d o : Slatero. facía cor por is. FIN.
T ú eres todavía la grande arca en que f u é depositado el precio
infinito de nuestro común rescate : Beata cujus brachiis pretium
pependil smculi. T ú eres aun el arma despreciable en apariencia,
pero terrible y poderosa en realidad, con la que el príncipe de las
tinieblas vencido se vio arrebatar la presa : TuUilque priedam
tartarí. Tú eres todavía el trofeo de la victoria del Rey dé los reyes,
TABLA
1IE LJS MATERIAS CONTENIDAS ES EL TOMO TERCERO.

PflÓlOOO DEL ¿LIOR.


C O N F E R E N C I A I . Jesús se dirige al H u e r t o d e las Olivas.
— I I . Las pasiones.
— I I I La Oraeion en el H u e r t o con relación a Jesucristo,
t- I V . La vigilancia y la oración.
— V. La Oración e n el H u e l lo con relación al liotulu e.
— VI. La Agonia.
— VII. El s u d o r d e S a n g r e .
— V I U . J u d a s en el H u e r t o .
— I X . La Prisión d e J e s ú s .

XIV.

Mesías.
X V I I . La Desesperación d e Judas.
X V I I I . El Silencio.
X I X . Barrabás.
313
X X . Los AzuteS.
328
X X I . La Coiouacion d e espinas.
343
X X I I . Las Insíguias d e l a dignidad real de Jesucristo..
350
X X I I í . La Sentencia d e m u e r t e d e Jesucristo.
371
X X i v . Jesucristo p r o c l a m a d o por Pilatos Rey y Mesías
i. 395
X X V . La Salida d e J e s ú s de Jerusalen.
414 „
XX.VI. F.1 Viaje al Calvario. •127
X X V H . La Crucifixión. 440
X X V I I I . El l ' e r t l o » . 463
X X I X . Las tréS Cruces. 4S4
503

Jf
X X X . El A b a n d o n o , la Sed y la Consumación.
X X X I . La M u e r t e d e Jesucristo. 520
X X X I I . La S e p u l t u r a d e Jesucrsito. 546

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