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La incorporación del enfoque socio-ecológicos en

áreas protegidas en el Antropoceno

IGNACIO Palomo, Carlos Montes, BERTA MARTÍN-LÓPEZ, José A. GONZÁLEZ, MARINA GARCÍA-Llorente, PALOMA ALCORLO, Y MARÍA
ROSARIO GARCÍA MORA

Las áreas protegidas son la principal estrategia para la protección de los ecosistemas y la biodiversidad. Sin embargo, los cambios que ocurren durante el Antropoceno siguen amenazando la biodiversidad y,

por lo tanto, los servicios de los ecosistemas asociados que mantienen el bienestar humano. A pesar de los esfuerzos para integrar las áreas protegidas en un paisaje más amplio, la mayoría de estas áreas

están siendo administrados como islas dentro de una matriz de territorio degradado; no existe un marco conceptual claro que los integra en el paisaje circundante. En primer lugar, una revisión de la evolución

de la área protegida concepto. Entonces, reconocemos las principales limitaciones que enfrentan protegidos áreas para la conservación a largo plazo. A continuación, discutimos cómo el enfoque de servicios de

los ecosistemas podría superar algunas de estas limitaciones de las áreas protegidas. Finalmente, se propone un enfoque socio-ecológico de las áreas protegidas para mantener alta la biodiversidad y su flujo

asociado de servicios de los ecosistemas en el contexto de incertidumbre. Palabras clave: áreas protegidas, ecología del paisaje, la biodiversidad, los sistemas complejos, la gestión del uso del suelo

PAG estrategia bien aceptado
rotected para
áreas son las la conservación
más conocidasde la biodiversidad
y ampliamente   en la cara de
la fragmentación de los ecosistemas (Chape 2005). Desde la creación del Parque
Nacional de Yellowstone en 1872, y especial- mente en la segunda mitad del siglo
XX, la extensión de las áreas protegidas ha crecido exponencialmente y se ha
asociado con la gran aceleración del Antropoceno (Steffen et al. 2011). Las áreas
protegidas han demostrado su eficacia en la protección de los hábitats de las
especies dentro de ellos a partir de los cambios de uso del suelo que ocurre fuera
(Andam et al., 2008) y han logrado en silencio una de las mayores áreas de superficie
global dedicada a un objetivo común (después de las áreas utilizadas para la
alimentación producción). Con el objetivo de preservar la biodiversidad global, en
2004, el Programa de Trabajo sobre Áreas Protegidas del Convenio sobre la
Diversidad Biológica (CDB) abogó por que, para el año 2010, al menos 10% de cada
una de las regiones ecológicas del mundo debe ser conservada con eficacia. Hoy en
día, las áreas protegidas cubren
Por lo tanto, la red mundial de áreas protegidas está lejos de alcanzar plenamente
su objetivo principal, es decir, la preservación de la biodiversidad y servicios de los
ecosistemas (Rodrigues et al., 2004). Bajo esta premisa, el CDB ha exigido que el
17% de la superficie terrestre mundial y el 10% de los mares ser designados como
áreas protegidas para el año 2020 (CDB 2010), y escenarios sugieren que las
áreas protegidas podrían aumentar más en los próximos 20 años que se lo hizo en
el anterior 20, alcanzando el 15% -29% de la superficie mundial para el año 2030
(McDonald y Boucher 2011). Aquí, surge una pregunta: ¿Cuánta tierra hay que
apartar para proteger los ecosistemas, la biodiver- sidad y los servicios de los
ecosistemas para el largo plazo? Junto con el aumento de la cobertura de áreas
protegidas, es necesario revisar el modelo actual de las áreas protegidas para
hacer frente a los retos que el cambio global, característica del Antropoceno, les
impone (Lovejoy 2006). Por otra parte, varios autores han indicado que la ciencia
de la conservación también debe abordar el bienestar humano, una demanda que
pro- áreas gidas también podría incorporar (Kareiva y Marvier

12,7% de la superficie mundial y el 1,6% de los océanos del mundo (Bertzky et al. 2012).

No obstante, la biodiversidad sigue disminuyendo (Butchart et al., 2010),
y la capacidad de los ecosistemas para mantener los servicios de
ecosistema y el bienestar humano en el largo plazo está siendo socavada.
La meta de 2010, que tenía por objeto “lograr una reducción significativa de
la tasa de alquiler Cur- de pérdida de biodiversidad,” no se ha cumplido
(CDB 2010), y los modelos predictivos indican que la biodiversidad seguirá
disminuyendo durante el vigésimo primer siglo.
2012). Nuestro objetivo en el presente estudio es analizar las limita- ciones de las
estrategias actuales de áreas protegidas y para explorar cómo la puesta en
funcionamiento de uno de los cambios más importantes en la ciencia de la
conservación en los últimos años, la aparición de los servicios de los ecosistemas
enfoque podría contribuir a soluciones (Armsworth et al. 2007). En primer lugar, se
analiza la evolución histórica del concepto de áreas protegidas. En segundo lugar, se
realiza una revisión de las principales deficiencias de bordes RECONOCE de las
áreas protegidas. En tercer lugar, argumentamos

BioScience 64: 181-191. El autor (s) de 2014. Publicado por Oxford University Press en nombre del Instituto Americano de Ciencias Biológicas. Todos los derechos reservados. Para los permisos, por favor,
e-mail: journals.permissions@oup.com. doi: 10.1093 / Biosci / bit033
publicación de acceso anticipado 22 de de enero de 2014

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Tabla 1. Evolución del concepto de áreas protegidas: De las islas a las redes de paisajes al enfoque socio-ecológico.

Aproximación a las áreas protegidas

enfoque isla (aprox enfoque de red (1990-mediados enfoque de paisaje (mediados de enfoque social-ecológica
atributos 1872-1980s) de la década de 2000) los 2000-actualidad) (HOY?)

Tipo de gestión Estática: busca mantener el status Dinámica: se consideran Dinámica: se consideran Adaptativas: naturales y
quo necesarios algunos cambios necesarios algunos cambios sociales cambios deben ser
naturales naturales incorporados en la gestión

los valores de conservación Los valores intrínsecos de los
considerado ecosistemas, la biodiversidad y los
valores culturales
Los valores intrínsecos de los
ecosistemas, la biodiversidad y los
valores culturales
Los valores intrínsecos de los
ecosistemas, la biodiversidad, los
procesos ecológicos (funciones, la
integridad ecológica), y los valores
culturales
Los valores intrínsecos e instrumentales
de los ecosistemas y la biodiversidad
(servicios de los ecosistemas)

conocimiento involucrado Científicos y técnicos Científicos y técnicos Científicos y técnicos conocimiento ecológico
científica, técnica y locales

Resistencia frente a las La reducción de la variabilidad la capacidad de recuperación moderada Moderado-alta resiliencia alta capacidad de recuperación
perturbaciones

Competencia contra otros usos de la En parte competitiva debido a la baja Competitivo debido a la alta Altamente competitivo debido a la Cooperativa:
tierra demanda de los paisajes demanda de los paisajes alta demanda de los paisajes paisajes
multifuncionales

la participación de la Logrado sin la población local, que La población local está incluido en La población local está incluido Verdaderamente logrado con la
población local es visto como una amenaza; algunos procesos de gestión en los procesos de gestión población local
gestionado por investigadores y participativa participativa
expertos en medio ambiente

la gestión del paisaje Sin gestión integrada del paisaje Sin gestión integrada del paisaje No hay gestión integrada del gestión integrada del paisaje;
paisaje; el paisaje se logró evitar gestión del paisaje en su
el daño a la zona protegida conjunto

que la incorporación del marco de servicios de ecosistema en la gestión de conservación es posible mediante el establecimiento de ciertas áreas aparte de la

áreas protegidas podría superar muchos de los retos a los que se enfrentan transformación del uso del suelo, y estas áreas se crearon después de la observación de la

esas áreas y proponer un enfoque ecológico-social para la gestión de las extensión de los impactos humanos en ecosis- temas naturales (Chape et al. 2005). El

áreas protegidas y los paisajes que los rodean. Finalmente, se discuten las concepto de áreas protegidas como

limita- ciones del enfoque.
La evolución histórica de las estrategias de conservación en las áreas protegidas
para la conservación de la biodiversidad
En esta sección, se revisa la evolución de la área protegida
concepto, centrándose en las relaciones sociales-ecológicas entre las áreas
protegidas y los paisajes circundantes. Aunque el presente estudio describe
cómo las diferentes conceptualizaciones de las áreas protegidas son a menudo
considerados como incompleta, los logros de estas conceptualizaciones han sido
de gran importancia, y todavía tienen un papel esen- cial en el futuro de la
conservación. Aunque proporcionamos duraciones para cada período, estos son
sólo aproximaciones, debido a periodos se superponen en algunas regiones, y
en algunas regiones necesitan más tiempo para evolucionar entre los períodos
que otros. La Tabla 1 resume las características principales de cada uno de los
principales conceptualizaciones de áreas protegidas, que se ilustró gráficamente
en la Figura 1.
islas originado en 1872, con el Parque Nacional de Yellowstone, y todavía se
encuentra en las convenciones actuales de conservación. Por ejemplo, la
definición de una de la CDB área protegida - “un área geográficamente definida
[que] está designada o regulada y administrada para alcanzar objetivos
específicos de conservación” (. CDB 1992, art 2) -No incluye la matriz territorial o
dimensión paisaje de áreas protegidas. La razón de la creación de áreas
protegidas era preservar los grandes valores de la naturaleza de la
transformación humana, y los principales beneficiarios de estas áreas protegidas
eran por lo general los conservacionistas, científicos y turistas de la naturaleza
(Phillips, 2003). En la segunda mitad del siglo XX, las áreas protegidas pasaron
de la conservación de los paisajes de conservación de las especies y sus
hábitats. Las áreas protegidas fueron designados principalmente por biólogos u
organizaciones no gubernamentales ambientales con un amplio conocimiento
sobre la biodiversidad y la ecología, pero menos experiencia con la planificación
del paisaje. Las transformaciones en las áreas alrededor de las áreas protegidas
dejaron claro que las áreas protegidas fueron parcialmente amenazados por su
aislamiento y falta de conectividad con otras áreas protegidas (Janzen 1983). A
finales de 1970, las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
desarrollaron el concepto de una

Las áreas protegidas como islas (ca. 1872-1980s). Las primeras áreas pro-
tegido se establecieron bajo el paradigma que

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Figura 1. La evolución de la área protegida concepto de las islas a las redes para el enfoque de paisaje y el enfoque ecológico-social propuesto para las áreas
protegidas. Abreviatura: Cat. UICN, Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza categoría de áreas protegidas.
reserva de Biosfera, que preconizaba para la gestión de las áreas alrededor de las áreas
protegidas a lo largo de un gradiente decreciente de uso mediante la inclusión de las zonas
de amortiguación (Batisse 1982). A mediados de la década de 1980, científicos de la
conservación introdujeron el concepto de puntos de acceso sity, biodiver- el cual cambió el
enfoque a las áreas ricas en especies (Myers et al., 2000) y que más tarde recibió algunas
críticas a medida que más atención se exigió a proteger los lugares con altas tasas de
conversión de tierras.
corredores ecológicos y la creación de redes de conservación (1990-mediados de
2000). Conservación desplazado en la década de 1990 hacia la protección de las
conexiones entre las áreas protegidas y la creación de redes de conservación.
El concepto y la aplicación de corredores ecológicos surgido para conectar las
áreas tegido pro y fomentar el movimiento de especies entre ellas (Bennett
1990). Este concepto fue incluido en el Plan de Acción de Caracas para el
Cuarto Congreso Mundial de Parques Nacionales en 1992 (Phillips 2003).
Durante este período, la planificación sistemática de la conservación surgió, que
consiste en el uso de protocolos específicos para identificar las áreas prioritarias
y separarlos de los procesos que ellos (Margules y Pressey 2000) amenazan.
A escala mundial, según el enfoque eco-regional, que se centra
en el concepto de representación, el 200
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lugares más importantes para la conservación, incluyendo todos los principales
biomas, fueron mapeados, y la necesidad de una red global de áreas protegidas se
puso de relieve (Olson y Dinerstein 1998). Actualmente, muchas de las políticas de
conservación están siendo enfocados en la creación de redes espaciales. La red de
reservas de Natura 2000, la piedra angular de la política de conservación de la
Unión Europea, sin embargo, ha dejado sin la pérdida de la biodiversidad europea
(Maiorano et al., 2007).
El enfoque de paisaje para las áreas protegidas (mediados de los 2000-actualidad).
Durante el quinto Congreso Mundial de Parques, Sudáfrica, en 2003, se
propuso “Beneficios más allá de las fronteras”, celebrada en Durban un
enfoque de conservación que considera el entorno de las áreas protegidas. La
expansión de conservación más allá de los límites de las áreas protegidas
también fue defendida previamente en la literatura (Holdgate 1994, McNeely
1994). El área alrededor de las áreas protegidas debe ser administrado junto
con el área protegida para que los objetivos de conservación del área protegida
no se verá comprometida (Hansen y DeFries 2007). Por lo tanto, la ecología
del paisaje se ha considerado una “fundación para la conservación sostenible”
(Wiens 2009). La idea de las zonas de amortiguamiento evolucionado para
incluir conceptos tales como la zona de interacción, que es un área que “abarca
hidrológico, ecológico y socioeconómico
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la interacción entre un área protegida y el paisaje circundante”(DeFries et al.
2010, p. 2870). la planificación del paisaje multiobjetivo, lo que permite una
evaluación integrada de los diferentes objetivos de planificación, está siendo
desarrollado como parte de la
paisaje enfoque (Bryan y Crossman 2008). Además, entre mediados de la
década de 2000 y hoy en día, como en años anteriores, se ha puesto énfasis en
la inclusión de la participación de las partes interesadas en los procesos de
toma de decisiones para las áreas protegidas (Phillips, 2003), debido a los
problemas de arriba hacia abajo se acerca a la conservación (Berkes 2004). A
pesar del importante avance de la paisaje enfoque, todavía no se reconoce
plenamente que cada sistema socioeconómico se inserta dentro de un sistema
ecológico. Por otra parte, el objetivo principal de este enfoque es el
mantenimiento de la biodiversidad, y por lo tanto no incorpora plenamente los
intereses de las poblaciones locales.
Las limitaciones del modelo actual
En esta sección, nos dirigimos a las tres limitaciones principales de las áreas
protegidas que hemos identificado para la conservación a largo plazo de la
biodiversidad y los servicios de los ecosistemas asociados: (1) el efecto de los
factores de cambio en las áreas protegidas en el contexto de su aislamiento
territorial , (2) el sesgo de la ubicación de las zonas actuales protegidas hacia
lugares altos y remotos, y (3) la desconexión entre las áreas protegidas y la
sociedad.
Impulsores de cambio y el aislamiento de las zonas protegidas. El Antropoceno es la época
geológica en la que los impactos humanos sobre la Tierra son comparables a los de las
fuerzas geológicas, y algunos autores asocian su comienzo con la revolución industrial
(Crutzen 2002). Durante el Antropoceno, áreas protegidas han sido afectados por los
generadores directos del cambio o presiones (por ejemplo, el cambio del uso del suelo, el
cambio climático, las especies exóticas invasoras, la sobreexplotación), que son, a su vez,
causada por factores indirectos (por ejemplo, sociopolítica, económica , culturales). cambio
de uso de tierra ha sido especialmente intensa desde 1850, después de lo cual el área
superficial de las tierras de cultivo y de pastos aumentó rápidamente, lo que reduce en
gran medida el área de los ecosistemas naturales (Foley et al., 2005). transformaciones de
uso del suelo intensivos (por ejemplo, la expansión de la producción agrícola intensiva, la
urbanización) continúan ocurrir alrededor de muchas áreas protegidas (Jope et al. 2008).
Como se ha filo RECONOCE en la literatura científica, impactos humanos en las tierras de
redondeo cies pueden sangrar en las áreas protegidas (Myers 1972, Laurence et al. 2012).
La conservación a largo plazo de biodiver- sidad no puede lograrse si las áreas protegidas
están rodeados de hábitats degradados que limitan la genética, de nutrientes, y el agua
fluye hacia y desde el exterior (McNeely 1994). Por otra parte, en el largo plazo y, como
resultado del cambio climático, las áreas protegidas no conservar sus ecosistemas
presentes, y algunas especies se moverán más allá de aries teras de las áreas protegidas
(Hannah et al., 2007) -un hecho de que muestra las limitaciones de proteger las fronteras
administrativas rígidas áreas. En la cara del cambio global, tenemos que navegar a través
de los cambios antropogénicos con el fin de evitar que se incline crítica impactos humanos
en la que rodea tierras pueden sangrar en áreas protegidas (Myers 1972, Laurence et al.
2012). La conservación a largo plazo de biodiver- sidad no puede lograrse si las áreas
protegidas están rodeados de hábitats degradados que limitan la genética, de nutrientes, y
el agua fluye hacia y desde el exterior (McNeely 1994). Por otra parte, en el largo plazo y,
como resultado del cambio climático, las áreas protegidas no conservar sus ecosistemas
presentes, y algunas especies se moverán más allá de aries teras de las áreas protegidas
(Hannah et al., 2007) -un hecho de que muestra las limitaciones de proteger las fronteras administrativas rígidas áreas. En la cara del cambio global, tenemos que navegar a través de los cambios antropogé
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puntos que conducirían a estados más hostiles del sistema de la Tierra (Steffen et al.
2011), como la causada por una reducción en el número o tamaño de las áreas con la
capacidad de generar los servicios del sistema eco que mantienen bienestar humano
siendo. Las áreas protegidas han sido una de las soluciones de los conservacionistas para
prevenir el cambio del uso del suelo. Sin embargo, el cambio antropogénico es un proceso
no lineal compleja y com-, mientras que las áreas protegidas son una respuesta lineal a
ese problema (Ewers y Rodrigues 2008). En este sentido, las áreas protegidas se han
ocupado de los efectos (es decir, los generadores directos, como el cambio de uso del
suelo) más de lo que tienen las causas (es decir, conductores indirectos) de
transformación.
El sesgo en la ubicación y el tamaño de las áreas protegidas actuales. Una segunda limitación
de las áreas protegidas es su sesgo hacia lugares en los que apenas se puede evitar que
la tierra de conversión, por ejemplo, áreas elevadas con pendientes más pronunciadas que
se encuentran lejos de los caminos y ciudades (Joppa y Pfaff 2009). Por otra parte, las
áreas protegidas son a menudo designados sobre la base de factores distintos de la
integridad ecológica, tales como barre- ras administrativos. Estos factores a veces no
incluyen una parte de la zona que se necesita para mantener los procesos ecológicos y las
poblaciones de organismos (Western et al. 2009). Debido a que las áreas protegidas no
son el resultado de la planificación del paisaje organizada, hemos menudo áreas que no
son útiles para los planes de desarrollo económico, como las áreas protegidas de montaña
protegida. Además, las áreas protegidas se utilizan ocasionalmente en la política para
ocultar la falta de una estrategia más amplia del paisaje urbano; las decisiones políticas
que gobiernan su declaración no necesariamente compatibles con las necesidades
ecológicas (Pyke 2007). Por otra parte, aunque las grandes áreas protegidas son de gran
importancia para la ervation PRESION de los procesos ecológicos clave, ahora es difícil
crear las grandes áreas protegidas que fueron declaradas en el pasado, debido a una
política de economía impulsada por lo general trata a las áreas protegidas como
restricciones al desarrollo económico. En este contexto, las áreas protegidas degradación,
reducción de personal, y degazettement también amenazan su utilidad conservación a
largo plazo (Mascia y Pailler 2010). De hecho, los recientes análisis del crecimiento de las
áreas protegidas ponen de manifiesto la disminución de la tasa previamente exponencial
de la expansión de las áreas protegidas, especialmente en el hemisferio norte (figura 2).
Por otra parte, aunque las grandes áreas protegidas son de gran importancia para la
ervation PRESION de los procesos ecológicos clave, ahora es difícil crear las grandes
áreas protegidas que fueron declaradas en el pasado, debido a una política de economía
impulsada por lo general trata a las áreas protegidas como restricciones al desarrollo
económico. En este contexto, las áreas protegidas degradación, reducción de personal, y
degazettement también amenazan su utilidad conservación a largo plazo (Mascia y Pailler 2010). De hecho, l
La desconexión entre las áreas protegidas y la sociedad. Una tercera limitación es el
impacto social que experimentan algunas poblaciones locales debido a la creación
de áreas protegidas, que reducen el apoyo social para ellos. Muchas áreas
protegidas fueron promovidas por los científicos de la naturaleza y istas
conservacionistas, que eran gobernadas por ideales desierto y tenían la creencia de
que la biodiversidad tuvo que tener protección contra la amenaza humana. Las
áreas protegidas a menudo se imponen desde las oficinas de ciudad en las
poblaciones rurales, y se prohibieron muchas actividades desa- rrollo. Incluso el
término área protegida crea explícitamente una dualidad de lo que está y no está
permitido. Este proceso de exclusión de la declaración de áreas protegidas estable-
cido una estrategia de conservación de la fortaleza (Brockington 2002) que
separaban a la gente de la naturaleza. Como resultado, miles de personas han sido
desplazadas de sus tierras tradicionales
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y los conflictos sociales (West et al., 2006) e ignora el

importante papel de las comunidades locales e
indígenas en la gestión de los ecosistemas y la
biodiversidad.

Un enfoque ecológico-social para las áreas

protegidas
En esta sección, se describe el con- cepto de áreas
protegidas desde un enfoque ecológico-social con el
fin de abordar la forma en que puede mitigar las
limitaciones del modelo actual de las áreas
protegidas, y reconocemos las limitaciones del
enfoque de la gestión de las áreas protegidas.

Las áreas protegidas integradas en los sistemas

socio-ecológicos y la ciencia social-ecológico. El
concepto de paisajes como sistemas complejos
adaptativos, implica el reconocimiento de que los
componentes y procesos de cal humanos y
biofísicos están fuertemente vinculados a través de
múltiples escalas y, por lo tanto, que deben conside-
rarse acopladas sistemas socio-ecológicos
(Cumming 2011). Para integrar completamente las
áreas protegidas en la plan- espacial Ning del
paisaje, podrían ser diseñados y gestionados por
incor- ing un enfoque de sistema socio-ecológico,
que amplía las maneras en que entendemos las
áreas protegidas, ya que reconoce la complejidad
de la Las interacciones sociales-ecológicas en cada
paisaje. En este sentido, complementando
ecológica con los análisis sociales se pro- porcionar
un mejor método de conservación que incorpora los
procesos sociales que influyen en las decisiones de
conservación (Ban et al. 2013). Para tener éxito en
este desafío, Se necesitan más profundas
interacciones entre las ciencias sociales y naturales.
En el cuadro 1, se resumen un estudio de caso en
las Islas Galápagos en el que el enfoque
ecológico-social se ha incluido en el plan de manejo
del área protegida y la dirección de la conservación
más importantes desafíos que el pelago arqui- se
enfrenta.

Figura 2. (a) El crecimiento mundial (en kilómetros cuadrados) en designado a nivel nacional las áreas
protegidas de 1911 a 2011. (b) La media de área superficial (en kilómetros cuadrados) de áreas
protegidas designadas a nivel nacional de 1911 a 2011. (c) Evolución de la porcentaje de superficie
protegida en el hemisferio norte y sur de 1990 a 2010. Fuente: Adaptado con permiso de UNEP-WCMC El aumento de apoyo social para las áreas

(2010). protegidas. La Evaluación de los Ecosistemas del

Milenio (EM) incorpore la idea de conservación de
bienestar humano
(Dowie 2009). Este proceso no sólo restringe el acceso a los servicios de los ecosistemas siendo (MA 2005). La base subyacente a este concepto de conservación es la necesidad

eral SeV (en su mayoría de aprovisionamiento, como ING recolectores, la caza o la de volver a conectar la naturaleza y la sociedad, teniendo en cuenta los valores intrínsecos

recolección de leña); También puede crear pobreza no sólo, sino también instrumentales

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Cuadro 1. La aplicación de un enfoque socio-ecológico en las áreas protegidas de Galápagos.

A diferencia de otros archipiélagos oceánicos, las Islas Galápagos conservan la mayor parte de su biodiversidad única original y se han convertido en uno de los sitios naturales más reconocidos
en el mundo. Sin embargo, en 2006, una misión conjunta de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza llegó a
la conclusión de que las Galápagos fueron cambiando hacia un modelo de desarrollo económico que era fundamentalmente en desacuerdo con la conservación y la sostenibilidad a largo plazo
intereses. La población local está aumentando a un ritmo alarmante, lo que provocó las importaciones desde el Ecuador continental y el aumento del número de especies exóticas. Un aumento
exponencial de la visita turística, la sobreexplotación de las pesquerías costeras, y una severa degradación de las tierras altas ecosistemas También había señales de que las islas fueron
amenazados.

Tomando estas tendencias negativas en cuenta, se han hecho varios esfuerzos durante la última década para cambiar el enfoque de gestión de mando y control tradicionales (es decir, la conservación

versus desarrollo) que ha predominado durante la mayor parte de la historia reciente de las Galápagos. No hay duda de que este paradigma ha dado algunos buenos resultados en el pasado, pero no

logra resolver los actuales problemas complejos del archipiélago (González et al., 2008). Un nuevo enfoque de gestión utilizando una teoría marco y la resiliencia socio-ecológica se ha puesto en

práctica desde la aprobación de un nuevo plan de manejo del Parque Nacional Galápagos, diseñado para dar una nueva visión de la forma de abordar los problemas más importantes y cómo hacer

frente a los conductores principales de cambio. En la aplicación de este nuevo enfoque de gestión, una transición de las prácticas de gestión tradicionales para un modelo de gestión basado en la

capacidad de recuperación más adaptativa ha comenzado. la planificación participativa y la toma de decisiones se ha convertido en una norma en el archipiélago, sobre todo después de la aprobación

de la Ley Especial de Galápagos en 1998, lo que reduce notablemente el conflicto social y ha logrado grandes progresos institu- cional en la pesca y la gestión del turismo (Heylings y Bravo 2007). La

investigación transdisciplinaria también se ha convertido en una prioridad para las autoridades locales, y ahora tenemos mucho más precisa información sobre los vínculos entre las cuestiones

socioeconómicas y la integridad de los ecosistemas. En este sentido, la lo que redujo notablemente el conflicto social y ha logrado grandes progresos institu- cional en la ordenación pesquera y el

turismo (Heylings y Bravo 2007). La investigación transdisciplinaria también se ha convertido en una prioridad para las autoridades locales, y ahora tenemos mucho más precisa información sobre los

vínculos entre las cuestiones socioeconómicas y la integridad de los ecosistemas. En este sentido, la lo que redujo notablemente el conflicto social y ha logrado grandes progresos institu- cional en la

ordenación pesquera y el turismo (Heylings y Bravo 2007). La investigación transdisciplinaria también se ha convertido en una prioridad para las autoridades locales, y ahora tenemos mucho más

precisa información sobre los vínculos entre las cuestiones socioeconómicas y la integridad de los ecosistemas. En este sentido, la servicios de ecosistema concepto ha sido particularmente útil en la

reducción de la brecha en la naturaleza humana. Sin embargo, a pesar del éxito parcial de este nuevo enfoque, la propuesta paisaje de planificación conceptual, que es la clave para facilitar un camino

de transición hacia un régimen más sostenible, sigue siendo sólo en el papel, como resultado de un fallo para que coincida con meca- nismos de gobierno y los instrumentos de planificación de la

política. La debilidad institucional y la falta de una arquitectura institucional adecuado mentira detrás de las tendencias insostenibles que aún persisten en el archipiélago. La industria del turismo sigue

alimentando la economía, que actúa como el controlador indirecto primario del cambio a través de sus efectos directos sobre los demás conductores, tales como el crecimiento demográfico, el

movimiento de bienes y servicios, y el consumo de recursos. La creciente variedad de especies invasoras y la erosión asociada de la fauna y flora autóctona son también consecuencias indi- recta del

continuo desarrollo de la industria del turismo. flujos de energía, aumento de las oportunidades económicas, y la retroalimentación económico positivo asociado con el modelo actual de turismo tienen el

potencial de acelerar cambios importantes y amenazar la sostenibilidad del archipiélago, lo que pone de relieve la necesidad de seguir trabajando para aplicar el enfoque socio-ecológico.

(Folke et al. 2011). Una de las principales recomendaciones de la EM para las áreas
protegidas es desarrollar, a través de legales, políticas, y otros medios eficaces, más
fuerte apoyo de la sociedad sobre la base de los beneficios y valores de los servicios
de las áreas protegidas proveen (MA 2005). Los ecosistemas de las zonas declaradas
como protegidas proporcionar servicios importantes, tales como la disponibilidad de
agua dulce; cosecha; Purificación del agua; control de la erosión; hábitat de especies;
la regulación del clima; pro- tección de los peligros ambientales, tales como
inundaciones o tormentas; y muchos otros servicios, como el turismo de naturaleza y
espiri- tual y los valores intrínsecos. El enfoque de servicios de los ecosistemas que
nos ayuda a reconocer que los seres humanos dependen y se benefician de las áreas
protegidas y, por lo tanto, revela los benefi- cios sociales que se obtienen de servicios
de los ecosistemas, lo que podría mejorar los esfuerzos actuales de conservación
(Haslett et al., 2010). Por otra parte, los programas de conservación que se basan en
servicios de los ecosistemas podría atraer a un mayor apoyo social que los programas
de conservación de la biodiversidad estrictas hacen, porque son más propensos a
abarcar paisajes de trabajo y las personas que en ellos (Goldman et al., 2008).
La incorporación de servicios de los ecosistemas como una razón para la
creación de nuevas áreas protegidas ya se ha sugerido (Saunders et al.,
2002, Pyke 2007). De hecho, la definición de área protegida ha incluido
recientemente el término
servicios de ecosistema. En 2008, la Unión Internacional para la Conservación de la
Naturaleza (UICN) la definición de la naturaleza de área protegida era “un espacio
geográfico claramente definido, reconocido, dedicado y gestionado, mediante medios
legales o de otro tipo, para lograr la conservación a largo plazo de la naturaleza de
sus servicios ecosistémicos y valores culturales asociados” (Dudley
2008, p. 8). Sin embargo, la inclusión de servicios de los ecosistemas en esta
definición ha sido más un cambio en la escritura de una incorporación real de un
marco de servicios de los ecosistemas. Por otra parte, esta definición no incluye la paisaje
dimensión de las áreas protegidas.
Los procesos de participación y cogestión para reducir el
conflicto social
En contraste con el gobierno-mando y control que caracteriza a las áreas protegidas
como islas, para gobernar los sistemas adaptativos complejos, debemos incorporar las
diversas opiniones de los interesados, sus sistemas de valores diferentes, y diferentes
fuentes de conocimiento (por ejemplo, el conocimiento, experimental o científica , la
experiencia o el conocimiento ecológico local). Para lograr este objetivo, debemos
fomentar la participación de los interesados ​en los procesos de participación reales
para mejorar comu- nicación entre los que toman las decisiones, los administradores de
áreas protegidas y los usuarios de las áreas protegidas. Este proceso de toma de
decisiones, que

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Recuadro 2. Métodos social-ecológicos utilizados en la gestión de áreas protegidas.

Hay varios métodos socio-ecológicos que resultan en información útil para la gestión de áreas protegidas que incluyen no sólo las dimensiones ecológicas y sociales de las áreas protegidas,
sino también los principales vínculos entre los sistemas-que ecológicos y sociales, es decir, la prestación de servicios de los ecosistemas y la las acciones humanas que afectan a la
integridad del ecosistema y la biodiversidad. Muchas de estas técnicas incluyen la participación social, lo que puede fomentar la participación de las partes interesadas en la gestión de las
áreas protegidas, lo que lleva a reducir los conflictos. A continuación, resumimos los más comúnmente utilizados.

Las encuestas y entrevistas

Las encuestas y las entrevistas son métodos que permiten la obtención de información diversa a partir de múltiples partes interesadas aplican ampliamente. En las Islas Salomón, los datos
recogidos a través de estos métodos han servido para combinar los conocimientos científicos e indígenas para la creación de dos áreas marinas protegidas para proteger a los peces loro
bumphead (Aswani y Hamilton 2004).

La evaluación multidimensional de servicios de los ecosistemas

La evaluación multidimensional, un método integrado, consiste en la evaluación de diferentes dominios de valor de servicios de los ecosistemas, como los valores ecológicos, sociales y
monetarias, para abordar mejor la complejidad de esos servicios. Esta evaluación ha proporcionado una imagen completa de los servicios ambientales proporcionados por el Parque
Nacional de Doñana, un área protegida en España. La evaluación muestra que el valor de un servicio dado depende de la dimensión valor considerado (Martín-López et al. 2013).

mapeo de ecosistemas de servicio participativo

Este método permite la cartografía a través de entrevistas o talleres el conocimiento espacial de las partes interesadas en relación con los servicios del ecosistema. El método se ha utilizado en el

Parque Nacional de Hinchinbrook Island, en Australia, para identificar las áreas prioritarias para la conservación y áreas percibido como menos digno para que los administradores pueden aumentar la

conciencia pública sobre estas áreas (Van Riper et al. 2012) y en el Parque Nacional de Doñana para analizar las compensaciones entre los servicios de los ecosistemas entregados por áreas

protegidas y sus alrededores (Palomo et al. 2013b).

Análisis de redes sociales

Un análisis de redes sociales permite la identificación de las interacciones y relaciones entre las partes interesadas en un sistema socio-ecológico. En el Parque Nacional
de Peak District, en el Reino Unido, este método ha servido para informar análisis de los actores y en la selección de actores para la participación en los procesos de
gestión ambiental (Prell et al., 2009).

la planificación de escenarios participativos

la planificación de escenarios participativos permite la descripción de cómo podría ser el futuro sobre la base de supuestos coherentes sobre las relaciones entre los factores de
cambio y los aspectos clave del sistema. El método permite la participación de una gran diversidad de soportes stake-. En Kalimantan, Indonesia, este método se ha utilizado para
explorar las consecuencias de establecer una nueva área protegida y transformar esa zona en una plantación de palma (Sandker et al., 2007).

implica el aprendizaje compartido, las interacciones entre las partes interesadas, la
diversidad institucional y la gobernabilidad de múltiples escalas, se refleja en las
estrategias de cogestión adaptativa. la conservación basada en la comunidad y los
enfoques participativos pueden reducir el conflicto social y pueden aumentar la
eficacia de los programas de conservación (Berkes 2004). Por otra parte, la servicios
de los ecosistemas concepto puede proporcionar un lenguaje común que permite la
inclusión de todos los grupos interesados ​en el proceso de toma de decisiones toria
partici- respecto a la gestión de los paisajes y las áreas protegidas. En el cuadro 2,
se describen algunas de las metodologías utilizadas con mayor frecuencia desde la
perspectiva del sistema socio-ecológicos que pueden contribuir a la gestión de áreas
protegidas.
de las áreas protegidas y durante su gestión (Ludwig
2001). Si el área protegida ofrece el servicio de aprovisionamiento de agua
dulce, la agencia regional de agua podría participar en su gestión; Si se entrega
el turismo, instituciones turísticas (por ejemplo, corporaciones, empresas,
gobierno local y regional) podría también estar directamente involucrados. Esto
reduciría la búsqueda de objetivos contradictorios por parte de diferentes
instituciones e incrementaría la eficiencia de la gestión del paisaje. Con el fin de
hacer esto, una fuerte coordinación entre las instituciones relacionadas con
diferentes sectores (por ejemplo, agricultura, agua, turismo) y las instituciones
de áreas protegidas debe ser fomentada.

La incorporación de los beneficiarios

Instituciones para la gestión de las áreas protegidas
Ostrom (2005) recomienda que todas las diversas ins- tituciones que intervienen
en la gestión de los sistemas adaptativos complejos, como los sistemas
socio-ecológicos, se considera y se dispersa a través de múltiples escalas de
gobierno. Por lo tanto, las instituciones multi- ples deben participar en el
establecimiento
servicios de los ecosistemas beneficiarios son los actores que directa o indirectamente
valor, el uso o disfrute de cualquier servicio de los ecosistemas, incluyendo aquellos
que lo harán en el futuro. La incorporación de los beneficiarios de servicios
ambientales en la planificación de áreas protegidas podría poner de relieve la
desigualdad de escala existentes entre la entrega de servicios de los ecosistemas y

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su uso y podrían promover el uso sostenible de los servicios de TEM ecosis-
(Palomo et al. 2013a). El conocimiento de este desajuste espacial proporciona
información útil para la gestión de áreas protegidas, ya que demuestra que la gestión
mejoraría si su enfoque fuera más allá de los límites biofísicos del área protegida,
incluyendo aquellos lugares donde viven los beneficiarios. Tal conocimiento también
podría ayudar a incorporar el aprendizaje de las ciencias sociales que podrían ser
utilizados para comprender los factores que subyacen a la demanda de servicios de
los ecosistemas y técnicas que podrían utilizarse para fomentar los cambios de
comportamiento que promuevan el uso sostenible de los servicios de los
ecosistemas. Por ejemplo, los ciudadanos que viven en zonas urbanas cercanas a
las áreas protegidas pueden disfrutar de la belleza del paisaje, pero también podrían
influir en la erosión del suelo y la cubierta vegetal por el pisoteo del área.
Adicionalmente, la agricultura en las tierras circundantes podría reducir la calidad de
los recursos hídricos en la zona tegido pro. Para evitar estos problemas, podría ser
adecuada para las áreas protegidas que tienen un programa que se centra en los
beneficiarios de los servicios que el pro-porciona área protegida y en los actores que
tienen un impacto en los servicios de ecosistema entregados por el área protegida .
En este sentido, la servicios de los ecosistemas concepto puede ser utilizado como
un principio para la conservación más allá de los límites de las áreas protegidas,
teniendo en cuenta el flujo de proveedores de servicios ambientales a los
beneficiarios. Por lo tanto, trabajando en la conexión entre los proveedores y los
beneficiarios podría reducir el problema del aislamiento y podría ampliar los límites
de las áreas protegidas para incluir todo el territorio.
disparidad paisaje comprensión a través de servicios de los
ecosistemas
-Uso de la tierra intensidad alrededor de las áreas protegidas está
creciendo, ating cre- paisajes contrastantes entre el interior de la
zona protegida y sus alrededores, con consecuencias negativas
para el interior de la zona protegida. Aprovisionamiento y servicios
culturales (principalmente turismo) normalmente proporcionan
mayores rendimientos económicos que lo hacen los servicios de
regulación. Por lo tanto, las matrices que rodean las áreas
protegidas son a veces manejadas principalmente para proporcionar
servicios con altos valores económicos, mientras que los servicios
de regulación se mantienen sólo dentro de las áreas protegidas
(Martín-López et al. 2011). A largo plazo, esta conservación frente al
enfoque de desarrollo podría conducir a la disminución general de
los servicios de regulación, lo que también podría afectar el
aprovisionamiento y servicios culturales que son mantenidos por
ellos (Palomo et al. 2013b).
Evitar el sesgo de ubicación y los diferentes roles de las áreas
protegidas en paisajes multifuncionales
Para superar el sesgo lugar, la creación de áreas protegidas en la parte media
e inferior de una cuenca o cerca IES CIT debe ser visto como una prioridad.
nuevas áreas protegidas podría
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ocupar áreas que se han dedicado tradicionalmente a otros usos, como la
agricultura no intensiva. Esta priorización nos lleva a la protección de los
paisajes multifuncionales. Una diversidad de usos de la tierra a menudo
aumentar la resiliencia de un sistema socio-ecológico, debido a que más
opciones están dispo- poder en un sistema diverso (Cumming 2011). Algunos
estudios han demostrado que los paisajes multifuncionales pueden proporcionar
varios servicios de los ecosistemas y los mayores beneficios económicos que la
conversión de un solo uso sería si se toman en cuenta los costos ambientales y
servicios de los ecosistemas (Balmford et al., 2002). Además, en las
evaluaciones estéticas paisaje-, los interesados ​prefieren paisajes
multifuncionales sobre las tierras de manejo intensivo, ya que, en cierta medida,
la gente percibe que los pai- sajes multifuncionales son capaces de ofrecer una
amplia gama de servicios de los ecosistemas (García-Llorente et al. 2012). De
hecho, el ERS stakehold- perciben que esas áreas protegidas que están
incrustados en paisajes multifuncionales ofrecen más servicios de los
ecosistemas, que las tierras estrictamente conservados (como la UICN
categorías de áreas protegidas I y II), o tierras de manejo intensivo
(Martín-López et al. 2012 ). En este contexto, en el debate entre preservación de
la tierra ( en el que lograron intensamente tierras y zonas de conservación
estricta coexisten) y ING tierra shar- ( en el que se promueven paisajes
multifuncionales), esquemas de conservación de tierras a compartir pueden
ayudar a superar el sesgo ubicación de las áreas protegidas. áreas
consecuencia, el uso múltiple protegidos (es decir, categorías de la UICN V y VI)
serán comunes en virtud de futuros escenarios de aumento de la población y la
demanda de servicios de los ecosistemas (McDonald y Boucher 2011) humano.
El éxito de las áreas protegidas exige un enfoque dinámico en el que se
considera todo el paisaje (Bengtsson et al. 2003). En un enfoque regional y
social-ecológica, áreas protegidas podrían ser una parte funcional del
sistema, jugando varias funciones, tales como (a) depósitos de la memoria
ecológica, a través de la conservación de la biodiversidad y la diversidad
funcional; (b) Los proveedores de servicios diferentes tem ecosis- si la
designación y gestión de áreas protegidas implica análisis proactivos de la
vocación ecológica y social del territorio; y (c) depósitos de memoria social
(principalmente para las áreas protegidas incluyen en Ries UICN cate- V y
VI), mediante la preservación del conocimiento ecológico local.
Con una estrategia de gestión del paisaje de integración, como el que se
propone en el presente artículo, no necesitaríamos aumentar la cobertura de
áreas protegidas indefinidamente. Para evitar los impactos a la zona protegida,
se considera el modelo de reserva de la biosfera que es el mejor, porque
reconoce que la matriz del área protegida puede ser transformado sólo a lo
largo de un gradiente de usos. Siguiendo un enfoque social-ecológica, una área
protegida puede definirse como un espacio geográfico administrado a través de
medios legales o de otro bajo un marco socio-ecológico que actúa como una
unidad funcional del paisaje para mantener la biodiversidad y los servicios de
los ecosistemas asociados que contribuyen al bienestar humano a largo plazo.
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Limitaciones del enfoque socio-ecológico para el manejo de las
áreas protegidas
Se está desarrollando el marco de servicios de los ecosistemas para proporcionar
mejores resultados para la biodiversidad y el bienestar humano (Diario 1997). Sin
embargo, algunos científicos han filo RECONOCE varias limitaciones de la ciencia
actual servicios de los ecosistemas y su aplicación (Sagoff 2011). Por lo tanto, el
debate sobre si el enfoque de servicios de los ecosistemas proporcionará mejores
resultados para conservación de la biodiversidad sigue abierta (Reyers et al. 2012).
Las áreas protegidas han demostrado ser exitoso en la mayoría de los casos para
proteger los ecosistemas y la biodiversidad, por lo que un cambio en la estrategia
podría argumentar en contra. Sin embargo, la incorporación de servicios de los
ecosistemas en la conservación dis- curso podría fomentar la creación de nuevas
áreas protegidas y podría ayudar a hacer frente a algunos de los desafíos que las
áreas protegidas se enfrentarán en el futuro. gestión de áreas protegidas sin duda
frente a decisiones en las que los escenarios no son ganar-ganar (para la
biodiversidad y para los servicios de los ecosistemas y, por lo tanto, para el bienestar
humano). Situaciones en las que la estricta protección de la biodiversidad podría
disminuir los servicios ambientales beneficiosos para la sociedad deben ser
examinados sobre una base caso por caso. Por lo tanto, no abogamos por la
sustitución de la biodiversidad por los servicios ambientales como el objetivo principal
de las áreas protegidas. Sin embargo, hacemos un llamado a un enfoque
social-ecológica más amplia y más adaptable a las áreas protegidas y los paisajes
circundantes, que incluye tanto el valor intrínseco (es decir, conservación de la
biodiversidad) y el valor instrumental (es decir, los servicios de los ecosistemas) de la
naturaleza. Teniendo en cuenta los dos tipos de valores exige que se tomen tanto la
información social y ecológica en cuenta, junto con variadas fuentes de conocimiento
(por ejemplo, el conocimiento ecológico científica, local); decisiones y mejores
resultados más informadas para sidad versidad, la población local, y por lo tanto se
podría lograr la sociedad.
No obstante, numerosas circunstancias complican la gestión de las áreas
protegidas más allá de sus límites, como las instituciones de conservación rígidos;
el conflicto necesidades, intereses, o el nivel de poder que tienen los diferentes
interesados ​en relación con la planificación del paisaje; los diferentes niveles de
informa- ción, la comunicación y la confianza entre los diferentes agentes sociales;
y la influencia de los impulsores indirectos del cambio, como la economía global o
las tendencias demográficas, sobre las estrategias de conser- vación a escala
regional (Schönewald-Cox et al.
1992, MA 2005). Estos representan verdaderos retos para el ceso Suc de la
biología de conservación y áreas protegidas.
conclusiones
El concepto original de una área protegida ha mentado influencias fuertemente el
desarrollo de los modelos de áreas protegidas posteriores. En este sentido, nuestra
respuesta a la disminución de los servicios de los ecosistemas y la diversidad bio ha
sido el aumento de la oferta de conservación en términos del número y tamaño de
las áreas protegidas, en lugar de gestionar los impulsores de cambio y la demanda
de servicios específicos de los ecosistemas (que en última instancia, pone en peligro
la biodiversidad y servicios de los ecosistemas). Las áreas protegidas son
necesarias a fin de mantener
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Actividades Artículos
biodiversidad y los servicios de los ecosistemas en el largo plazo, pero no son suficientes
actualmente. Por otra parte, las áreas protegidas frente a varias limitaciones, como el
aislamiento, el sesgo de ubicación, y la falta de apoyo de la sociedad. Debido a las grandes
extensiones cu- Ered por las áreas protegidas, que representan una gran oportunidad para
la gestión del paisaje. En un mundo cambiante, necesitamos nuevos enfoques integradores
y holísticos para la conser- vación de la biodiversidad, servicios de los ecosistemas, y las
áreas protegidas. Estos se pueden lograr mediante la incorporación de un enfoque
ecológico-social a las áreas protegidas, (a) porque los servicios del ecosistema pueden
traer las áreas protegidas más acorde con las necesidades de la sociedad, poniendo de
relieve todos los beneficios que obtenemos de esas zonas; (B) porque los servicios de los
ecosistemas proporcionan un lenguaje integrador para la gestión basada en la comunidad
y ofrecen una oportunidad real de participación de los interesados ​en la gestión del área
protegida; (C) porque los servicios de los ecosistemas demuestran las conexiones
espaciales entre las áreas de prestación de servicios y las áreas de servicio, beneficiando
de este modo, la promoción de la planificación del paisaje regional más allá de los límites
del área protegida; y (d) debido a que el enfoque ecológico-social integra los efectos de los
impulsores del cambio en los ecosistemas con las ciencias sociales y ecológicos que
podrían mejorar la gestión de las áreas protegidas y sus paisajes circundantes.
promoviendo así la planificación del paisaje regional más allá de los límites del área
protegida; y (d) debido a que el enfoque ecológico-social integra los efectos de los
impulsores del cambio en los ecosistemas con las ciencias sociales y ecológicos que
podrían mejorar la gestión de las áreas protegidas y sus paisajes circundantes.
promoviendo así la planificación del paisaje regional más allá de los límites del área
protegida; y (d) debido a que el enfoque ecológico-social integra los efectos de los impulsores del cambio en
Expresiones de gratitud
Agradecemos a Gretchen C. Daily por sus útiles comentarios sobre una
primera versión del manuscrito y tres revisores anónimos por sus
sugerencias. Agradecemos también al Ministerio español de Medio
Ambiente (Proyecto no. 018/2009) y el Ministerio de Economía y
Competitividad (proyecto no. CGL2011-30266) por el apoyo financiero que
permit- ted la creación de este artículo y el Ministerio de Educación para una
beca de Formación de Profesorado Universitario.
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Ignacio Palomo ( ignacio.palomo@uam.es ), Carlos Montes, Berta Martín-López, José A.
González, Marina García-Llorente, y Paloma Alcorlo están afiliados con el Laboratorio de
Sistemas socio-ecológicos, en el Departamento de Ecología, por lo la Universidad Autónoma
de Madrid, España. MG-L también está afiliada a la sociología del cambio climático y el grupo
de investigación Desarrollo Sostenible, en el Departamento de Análisis Social, en la
Universidad Carlos III, también en Madrid. María Rosario García Mora es afiliaciones ado con
el Ministerio de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, en Sevilla, España.
03 2014 / Vol. 64 No. 3 BioScience 191