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Reseña Reconstructiva

Apellidos y nombres (Código)

Bandura, Albert. (1996). Mecanismos de desconexión moral.

Introducción
Albert Bandura nació el 4 de diciembre de 1925 en Canadá. Es un psicólogo que centró sus
estudios en temas de tendencia conductual-cognitiva, además, es profesor de la Universidad
Stanford. Es reconocido por su amplia investigación sobre la teoría del aprendizaje social y
su evolución al sociocognitivismo, como también por haber sido quien postuló la categoría
de eficacia. En el capítulo 9 del texto base, titulado Mecanismos de desconexión moral abarca
las distintas pautas morales que pueden tener las personas para aplicar un freno y guía a la
conducta, así también el cómo busca evadirlas para cometer actos que van en contra de estas
mismas.

Tesis principal
Lo que plantea el autor como punto de partida en el texto, es que las personas pueden adoptar
pautas morales que ayuden a controlar su conducta, sirviendo de guía e incluso frenos ante
determinadas situaciones. Cuando esto ocurre, el autor infiere que se ha desarrollado un
control interno, con el cual las personas regulan sus acciones a través de sanciones que
pueden ser autoinducidas. Por lo que, gracias a esto es que se hacen cosas que satisfacen y
construyen un sentido de autovaloración. Sin embargo, busca resaltar cómo mediante
diferentes mecanismos una persona puede desconectarse moralmente de sus principios,
además de cómo funcionan estos mecanismos de desconexión moral en las operaciones
terroristas.

Argumentos del texto


El autor comienza hablando brevemente sobre la justificación moral, sobre la cual dice que
“Comúnmente, las personas no adoptan una conducta reprensible hasta no haberse justificado
la moralidad de sus acciones ante sí mismas. Lo que es culpable puede hacerse honorable a
través de una reinterpretación cognoscitiva”. En otras palabras, en muchas ocasiones y
especialmente en el ámbito político y militar, ciertas circunstancias pueden hacer que una
persona que toda su vida ha tenido determinada posición moral ante alguna situación que
traiga consigo violencia o actos terroristas, cambie rápida o paulatinamente su postura para
ahora estar a favor de alguna respuesta. Esto es por ejemplo y como expresa el autor, una
persona la cual veía anteriormente el asesinato como un acto inhumano y moralmente
condenable, puede convertirse en un soldado al servicio de la guerra, el cual tiene la
capacidad no sentir ningún tipo de remordimiento y hasta en algunos casos estar orgulloso
por haber tomado una vida humana.
A través de la historia, en los ejércitos se han presentado innumerables casos de combatientes
que, por razones religiosas o simplemente morales, presentan recursos de objeción de
consciencia, con la cual buscan la manera de no luchar las guerras para así evitar asesinar
personas. Sin embargo, han sido muy pocos los que han logrado ganar estas disputas por lo
que a los demás no les ha quedado otra opción que ir al campo de batalla e iniciar una guerra
interna con sus valores morales, la cual determina si ganan sus valores o preserva su vida
enfrentándose a estos mismos. Esto produce finalmente lo que se conoce como justificación
moral, ya que para luchar contra sus propios valores se buscan motivos que permitan
minimizar el daño moral, el más utilizado por los combatientes en las guerras territoriales es
el de luchar por la libertad de una nación que se ve azotada por el mandato de dictadores que
solo buscan el bien propio sin importar el bienestar de su pueblo, e incluso sin importar la
vida de estos -así como los terroristas invocan principios similares para llevar a cabo sus
atrocidades-.

Por otra parte, algo que también influye directamente y de lo que habla el autor es el lenguaje
eufemístico, mediante el cual es posible de cierta manera suavizar los actos que van en contra
del respeto por la vida humana y su libertad. Aunque en este caso se está hablando
específicamente de hechos que tienen que ver con violencia y guerra, no es necesario ir muy
lejos para entender y deducir que muy posiblemente se esté tratando con este tipo de lenguaje
en la vida cotidiana, ya que las personas tratan de disminuir el impacto de sus errores e
insultos con palabras que se asemejan más a un lenguaje sarcástico que uno ofensivo. Por lo
que es posible intuir cómo puede ser manipulado un mensaje con el objetivo de que este
pierda un poco o mucho su gravedad, siendo una herramienta para que las personas puedan
justificar sus actos. Concretamente y basándonos en el autor y la lectura, se pueden identificar
denominaciones eufemísticas usadas frecuentemente por fuentes militares a través de medios
de comunicación. Por ejemplo, los soldados hablan de “deshacerse” de una persona en vez
de asesinarla; los mercenarios de “cumplir un contrato”, dando cierta de virtud de
responsabilidad o los terroristas con “luchadores por la libertad”, lema con el que perpetran
graves atentados. A pesar de esto, no es algo que se haya hecho recientemente, ya que a través
de la historia se han realizado actos terroristas o “militares” en nombre de la libertad, la paz,
o lo más común la religión, donde son famosas las dichosas cruzadas. En definitiva, es
necesario entender correctamente qué es lo que nos están diciendo y no dejarnos llevar por
dulces palabras que solo buscan disfrazar la realidad.

Asimismo, es posible observar en nuestra sociedad y como se indicó anteriormente, que los
medios de comunicación juegan un papel muy importante en cuanto a manipulación de
información se refiere, ya que son una fuente de gran poder de acceso al público, aparte de
la atracción que genera y las posibilidades de usarla como herramienta mediática que son
enormes. Lo que generalmente se da en este tipo de situaciones con los militares e incluso
terroristas, es que mediante el uso de canales informáticos buscan encontrar y ganar
seguidores mediante charlas y discursos persuasivos, en los cuales cada uno de ellos tiene la
plena seguridad de estar haciendo lo correcto en pro de la mejora de vida del pueblo. Sin
embargo, lo que realmente aqueja a las personas nunca es tenido en cuenta y lo único que se
logra con estos medios es el de crear distracciones y reacciones que no tienen ninguna
relación con lo que debería ser moralmente correcto. Igualmente, la información siempre se
verá restringida debido a las presiones sociales para que los actos militares o terroristas no
sean claros, ya que como dice el autor en el escrito, los vencedores siempre serán los buenos
y los vencidos los malos, sin importar que ambos cometan actos inhumanos.

Comentario
Lo que se puede inferir de lo anteriormente expuesto en los argumentos es que el tema de la
moralidad es significativamente complejo, ya que está claramente ligado a la percepción de
cada persona sobre las situaciones que se le presentan día a día. A pesar de ello, no sería
adecuado pensar que los actos terroristas (tanto de militares “legalmente” como de terroristas
como tal) se dan por este simple hecho. Realmente se debe ahondar más en el tema, puesto
que este tipo de posiciones (violentas) se dan mucho más en casos en los cuales hay intereses
políticos o económicos de terceros, por lo que juzgar las atrocidades que se cometen en el
mundo por la moralidad de estas en cuanto a lo inhumano de su esencia no sería
completamente acertado.

Conclusión
Como se pudo observar durante el desarrollo del escrito y su análisis, el tema de la moralidad
trae consigo muchos aspectos que deben ser estudiados para llegar a una conclusión
medianamente acertada de por qué son cometidos un sinfín de actos terroristas hoy en día.
No obstante, estas observaciones podrían ayudar a mejorar las relaciones humanas,
centrándose en la creación de sociedades colaborativas que realmente velen por los derechos
de las personas, además, de que se comprometan a cumplir con sus deberes, pues si no se
logra este objetivo, nuestra sociedad seguirá degradándose cada día más en actos crueles que
nunca terminan y que seguirán siendo un círculo vicioso que atormentará a la humanidad por
mucho tiempo.

Referencia Bibliográfica
Bandura, Albert. (1996). Mecanismos de desconexión moral.

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