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NATURALEZA DE LA ADOLESCENCIA

A mitad de la escalera, ni es arriba, ni es abajo. No es la cuna, ni es la plaza pública. Revolotean en mi mente todo tipo de pensamientos exóticos:
En realidad no he llegado todavía ¡La meta está más allá!

A. A. Milne

DEFINICIÓN DE ADOLESCENCIA.

Como una etapa de transición.

Aunque Milne no trata formalmente de la adolescencia en su poema, las líneas citadas antes describen con mucha precisión la angustia que
siente el individuo que se encuentra en la línea divisora entre la seguridad de la niñez y el mundo desconocido del adulto. En cierto sentido, la
adolescencia ha venido a ser una etapa del desarrollo humano con naturaleza propia, distinta de las demás; un periodo de transición entre la
niñez y la adultez. Sin embargo si se le define como la terminación de la niñez por un lado y el principio de la edad adulta por el otro, el concepto
de la adolescencia resulta confuso tanto para el que la estudia como para el adolescente mismo.

Definición cronológica.

El término adolescencia se usa generalmente para referirse a una persona que se encuentra entre los 13 y 19 años de edad, periodo típico entre
la niñez y la adultez. Este periodo empieza con los cambios fisiológicos de la pubertad y termina cuando se llega al pleno estatus sociológico del
adulto.
Esta etapa en la secuencia del desarrollo constituye un punto tan obvio de demarcación. Es en este punto donde se alcanza la madurez sexual,
que incluye la capacidad de reproducción, lo que se conoce como Pubertad; y a la etapa entre el momento en que se alcanza la madurez sexual
y aquella en la que se asumen las responsabilidades y conductas de la edad adulta, se le ha denominado comúnmente periodo de la
Adolescencia.

EL PERIODO DE LA ADOLESCENCIA.

El fenómeno de la adolescencia es complejo y, por esto, los numerosos autores que se han abocado a su estudio lo han definido e interpretado
desde muy distintos puntos de vista teóricos y también han destacado diferentes aspectos.
El impacto de la adolescencia y los efectos del mismo varían de una persona a otra, de una familia a otra y de una generación a otra. A los
adolescentes se les debe ver como son y tener en cuenta que son producto de su época y su cultura, así como de su presente y pasado
psicológicos y su ambiente físico. Es importante estar conscientes de que hay variaciones individuales y que se les debe conocer y entender
para que el trabajo con cada individuo sea adecuado. Sin embargo, existen denominadores comunes y, con las limitaciones del caso, se pueden
aplicar ciertas generalidades.

Puntos de referencia en el estudio de la Adolescencia.

En general son seis los puntos de referencia más importantes desde los cuales se considera el crecimiento y desarrollo del adolescente.

1. La adolescencia es una época en la que el individuo se hace cada vez más conciente de sí mismo. Pone a prueba sus conceptos del yo en
comparación con la realidad. Aprende el rol personal y social que con más probabilidad se ajustará a su concepto de sí mismo y de los demás.
2. La adolescencia es una época de búsqueda de estatus como individuo. La sumisión infantil se emancipa. Por lo general existe una tendencia a
luchar contra aquellas relaciones en las que queda subordinado por su inferioridad en edad, experiencia y habilidades. Surgen los intereses
vocacionales y la lucha por la independencia económica.
3. La adolescencia es una etapa en la que las relaciones de grupo adquieren mayor importancia. Está ansioso de lograr un estatus entre los de su
edad y el reconocimiento de ellos. Surgen los intereses heterosexuales que pueden hacer complejas y conflictivas sus emociones y actividades.
4. La adolescencia es una época de desarrollo físico y crecimiento que sigue un patrón común a la especie, pero también es idiosincrásica del
individuo. Se producen rápidos cambios corporales. Se alcanza la madurez física.
5. La adolescencia es una etapa de expansión y desarrollo intelectual, así como de experiencia académica. Debe ajustarse a un creciente número
de requisitos académicos e intelectuales. Adquiere experiencia y conocimiento en muchas áreas, e interpreta su ambiente a la luz de ellas.
6. La adolescencia tiende a ser una etapa de desarrollo y evaluación de valores. Desarrollo de los ideales propios y aceptación de su persona en
concordancia con dichos ideales. Conflicto entre el idealismo juvenil y la realidad.

Al considerar estos puntos de referencia, o tendencias comunes, se debe recordar que, a pesar de que el crecimiento y desarrollo de todas las
personas siguen un patrón similar; también existen diferencias individuales dentro de él. Por ejemplo, un individuo puede alcanzar más pronto
que otro su máximo crecimiento, puede pesar más o tener una constitución más robusta que otra persona.
La terminación de la adolescencia es igualmente difícil de definir. Muchos autores coinciden con la idea de que la adolescencia finaliza cuando
el individuo alcanza su madurez emocional y social, y cuando han cumplido con la experiencia, capacidad y voluntad requeridas para escoger
entre una amplia gama de actividades y asumir el papel de adulto, según la definición de adulto que se tenga y la cultura donde viva. Así la
comunidad de adultos da por supuesto que dicha persona está lista para aceptar las responsabilidades que implica la membresía en la comunidad
y le otorgan todos los privilegios correspondientes.

Ritos de paso
Algunas sociedades determinan el paso de la niñez a la edad adulta por medio de iniciaciones y de ritos de pubertad, conocidos también como
ritos de paso. Estas iniciaciones dramáticas tienen el efecto de confirmar la discontinuidad en el ciclo general del desarrollo. En algunas culturas
es menor que en otras, pero entre las que existe dicha discontinuidad existe también una gran diversidad con respecto a la precisión con que se
establece el cambio de estatus. Los ritos de paso determinan con bastante precisión el cambio en muchas sociedades, pero los equivalentes
norteamericanos de estos ritos –por ejemplo, las ceremonias profanas como las “graduaciones” y los “debuts” en muchos campos, y ciertas
observancias religiosas como la confirmación y el bar mitzvahs– no son lo suficientemente universales como para proporcionarnos una señal
precisa de cambio de estatus.

Por consiguiente, por muchas razones, el periodo de la adolescencia evade toda definición exacta. En cuanto que es una etapa de transición
entre la niñez y la plena madurez de la edad adulta, se apoya en la definición de estos periodos laterales para su propio esclarecimiento.

Aunque la consideración de las características mencionadas es de suma importancia para evaluar o predecir la conducta de un adolescente,
también se debe recordar que éste es un ser humano. Como tal, se puede confiar que, a parte de sus reacciones y preocupaciones adolescentes
primarias, tendrá un comportamiento característico de la raza: la clase de conducta que puede esperarse de cualquier persona, sin importar cual
sea su edad. Por tanto para entender al adolescente se requiere:

a) El conocimiento de la conducta que se espera de un adolescente como tal, en ciertas condiciones.


b) El suficiente conocimiento de la conducta humana en general, para determinar cuándo actúa la persona tan sólo como adolescente y cuándo lo
hace como cualquier otro individuo.

Las funciones del adolescente como miembro de una comunidad la controlan personas de mayor edad, preocupadas por las exigencias de la
vida adulta. Además existe el mundo propio del adolescente, donde él es el único habitante, y es libre para hacer lo que quiera con sus sueños
y conceptos de sí mismo. De ahí que haya dos mundos para el adolescente: el mundo social y su propio mundo de la imaginación.

Una de las cosas más importantes que puede hacer la sociedad en cuanto a las prácticas educativas y de crianza de los niños, aplicadas a la
adolescencia, es inculcar en estos individuos en desarrollo un sentido de responsabilidad personal, no sólo consigo mismos como personas, sino
también con la nación y la cultura que forman parte; brindándoles oportunidades y ayudándoles a aceptar la responsabilidad adecuada para ellos
mismos y también para las actividades diarias de su comunidad y su familia. Deben crecer en un proceso gradual, de acuerdo con el ritmo con
el que el propio niño avanza hacia la madurez.
La principal función de la adolescencia consiste en construir, integrar y consolidar un concepto de sí mismo que conduzca a una jerarquía de
identidad real y segura. Por lo tanto el proceso de inculcar un sentido de responsabilidad y facilitar su desarrollo debe ir aunado al de proporcionar
un medio adecuado y la ayuda necesaria para que el adolescente pueda construir su identidad. Respetando siempre al adolescente como ser
humano y su derecho a la intimidad como persona.

CARACTERÍSTICAS DE LA ADOLESCENCIA

El hombre se ha interesado por el adolescente desde la antigüedad. Los registros escritos de este interés se remontan hasta los primeros días
de la historia escrita y continúan hasta nuestros días. Sin embargo, hasta la fecha, no se ha producido una teoría global del comportamiento del
adolescente que sea útil tanto para explicar como para predecir, las que existen son parciales o se refieren únicamente a casos especiales de la
adolescencia.
El adolescente significa muchas cosas a la vez, es tanto como un individuo, como un miembro de un grupo de personas de la misma edad.
También es miembro de su cultura en general y un reflejo de la misma. Además forma parte de varios subgrupos o subculturas dentro de una
cultura mayor, o igualmente es producto de su época.

Las siguientes líneas se presentan algunas descripciones modernas típicas de los aspectos característicos del curso y la naturaleza de la
adolescencia.

Volubilidad y exclusividad

Al adolescente se le ha descrito como una persona emocional, sumamente voluble y egocéntrica, que tiene poco contacto con la realidad y es
incapaz de la autocrítica. También se le ha llamado conservador, estereotipado, inestable, perfeccionista y sensible. Fountain (1961) hace la
siguiente lista de cinco cualidades que diferencian a los adolescentes de los adultos:

1. Sentimientos especialmente intensos y volubles;


2. Necesidad de recompensas frecuentes e inmediatas;
3. Comparativamente, poca capacidad para examinar la realidad;
4. Incapacidad para la autocrítica;
5. Inconsciencia o indiferencia hacia las cosas y sucesos que no están relacionados con la propia personalidad.

A menudo se describe a la adolescencia como el periodo de exclusividad durante el cual el individuo hace esfuerzos reales para separarse de
grupos de personas de otras edades. Muzio (1970) señala esta edad de exclusividad como los intentos del adolescente por diferenciarse de los
niños más pequeños, pero en especial de los adultos, cuya responsabilidad le atemoriza.
El adolescente como reformador egocéntrico

Elkind (1967) considera que el egocentrismo del adolescente es un hecho fundamental en la adolescencia, y que representa una falta de
capacidad para diferenciar entre los propios intereses cognoscitivos y los intereses de los demás. Sin embargo, también observa que el
adolescente es idealista y perfeccionista, e indica que su búsqueda de la perfección es igualmente crítica para sí mismo que para otros. Este
concepto tiene una interesante relación con la idea de Hurlock en cuanto que el adolescente es un reformador. Esta autora (1968) observa que
los adolescentes muestran típicamente tendencias bien definidas, no sólo para criticar a los demás, sino también para tratar de reformarse a
ellos mismos.
Los adolescentes constantemente examinan la realidad y tratan de ponerse de acuerdo con el mundo. Sus maneras de hacerlo son muy variables,
pero lo que descubren es interpretado en una forma muy egocéntrica, por lo general con respecto a un criterio de perfección.

Encuentro con la realidad

Un niño sin experiencia que vive en una situación cada vez más de adulto, y en una época en que su opinión, y en una época en que su opinión
de sí mismo es inestable y todavía está en proceso de formación, examina constantemente la realidad sin saber cual será la respuesta o hasta
que grado la realidad confirmará o negará el débil concepto de sí mismo que ha creado hasta ese momento. En estas circunstancias, buscará la
seguridad por medio de la negación, mediante un aparente aislamiento, pero a la vez imitará con prudencia, y sus líneas de retraimiento las
tendrá bien establecidas. A menudo regresará a su antigua y bien conocida frazada de seguridad.

Características generales de la adolescencia

La adolescencia lleva consigo una gran cantidad de cambios en todos los aspectos de la vida del niño. Se produce una gran expansión e
intensificación de la vida emocional cuando el adolescente amplía sus actividades en busca de nuevas experiencias y conocimientos, pero al
mismo tiempo adopta una actitud defensiva contra las posibles consecuencias. Normalmente es un periodo de esperanzas e ideales, de anhelos
que, a menudo, están divorciados de la realidad; existe apasionamiento por asuntos que las personas mayores consideran de poca importancia.
Las emociones tienden a mostrar mayores variaciones. Los periodos de gran entusiasmo e intentos por alcanzar grandes logros son seguidos
por periodos de languidez, depresión, insatisfacción y aun de autoanálisis mórbidos.
La clave de toda esta etapa es la relación del propio adolescente con otros, porque tal relación implica que se tiene un yo capaz de relacionarse.
Durante toda su vida el adolescente ha tenido que dedicarse a elaborar conceptos acerca de sí mismo, pero en la adolescencia al entrar a la
etapa de pensamiento operacional y adquirir la capacidad de manejar hipótesis, este proceso de la elaboración se acentúa cuando intenta
contestar las antiguas preguntas: ¿Quién y qué soy yo?, ¿Hacia dónde voy?. La principal ocupación del adolescente es la de elaborar y confirmar
un concepto estable de su yo. Para lograrlo se requiere poner la realidad a prueba una y otra vez.

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