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NARCISISMO Y HERIDA NARCISISTA MATERNA: DE “HIS MAJESTY THE


BABY” A “THE MISTERIOUS UNCANNY”

Psic. Victor Guerra1

Es un terreno muy conocido la movilización del aparato psíquico de la


madre, que acoge en su espacio mental la gama de representaciones y
transformaciones afectivas que impone la gestación de un bebe.
Conceptos como los de “Enfermedad materna primaria” y “transparencia
psíquica” dan cuenta de esa forma de funcionamiento que podríamos
llamar de “arcaico” ( o tal vez de “Complejo de lo arcaico”. Guerra,V.
(2010)).

Pero entre sus múltiples componentes la vulnerabilidad narcisista es una


vivencia que se pone en juego cuando una madre (o quien cumple su
función) abre su vida psíquica para acoger, y habilitar el deseo en el bebe.

Retomo aquí la idea de que, His majesty the baby (“las leyes de la
naturaleza y de la sociedad han de cesar ante él y realmente debe ser de
nuevo el centro y el núcleo de la creación” Freud,S.1914)) como fantasía
de completud imaginaria, esconde en sí mismo su propio opuesto: la
vivencia de incompletud, la vulnerabilidad, la inseguridad y los agujeros
propios de la incerteza. Como una moneda que baila en el aire al son del
ritmo de la vida, esas dos imágenes, esas dos caras se irán alternando en
una oscilación a veces inesperada, imprevisible .

Pero esa doble cara del narsicismo materno, es un reflejo también del par
dialéctico que Freud (1919) planteara (genialmente) en el trabajo “Lo
Ominoso” (Lo Siniestro), cuando nos hablaba del “heimlich-unheimlich”,
como un par dialéctico en el cual uno contiene al otro.

Mi experiencia de trabajo en “Consultas Psicoanaliticas madre (padre)-


bebe” me ha llevado a pensar que en la medida que el bebe confirme

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Psicólogo. Psicoanalista. Asociación Psicoanalítica del Uruguay. Email:vguerra@internet.com.uy
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(especularmente) el anhelo narcisista materno, lo torna a éste aún mas


“familiar”, conocido, seguro…Mientras que si el bebe comienza a
presentar dificultades, síntomas que incomodan a los padres y que ellos
no logran descifrar, surge la otra cara de la moneda: la de la opacidad, la
impotencia, la herida narcisita.. y en algunos casos el bebe pasaría de ser
“his majesty the baby”, a “the misterious uncanny”.

¿Pero en qué radicaría es pasaje de tono funesto, aciago, doloroso?. En


muchas cosas, una de ellas sería la herida narcisista que emerge cuando
una madre ya no entiende a su bebe, cuando ya no puede explicar, ni
explicarse porque por ej, él llora sin cesar, o no sonríe, no imita, no
responde como ella desea, no come o no duerme, etc……

Creo que uno de los aspectos que determina la imagen libidinal del “ser
madre” consiste en portar la ilusión (parcial) que nadie como ella conoce
al bebe, que nadie como ella puede “recorrer” la “geografía emocional”
de su hijo. La madre se inaugura como tal en la medida que puede ir
reconociendo (como nadie) ciertas características afectivas y físicas de su
bebe. Su estilo de reacción, sus preferencias sensoriales, sus patrones de
conducta, sus ritmos, sus diferentes formas de llanto, sus cambios en la
forma de reaccionar y de comunicarse, etc. Elementos todos que
conforman esa “geografía emocional”.

Pero si siguiéramos esta metáfora podríamos pensar que en general


cuando alguien va a explorar la geografía de “un nuevo territorio”, muchas
veces se maravilla con el mismo, y al descubrir paisajes nuevos se permite
sentir una “emoción estética” muy anclada en el impacto sensorial de lo
nuevo. Y además coloca marcas, signos que están en relación con su
propia cultura y con la topografía del lugar . Pero esto implica también
una forma de violencia sobre los “lugareños”, violencia inevitable que
siente el bebe a través por ej de lo que P,Alaugnier llamara” violencia de la
interpretación”.

Mas en esa particular forma de experiencia de “descubrimiento


geográfico” que es el ser madre (y padre), se da algo muy especial. A
medida que se descubre “el territorio nuevo”, también el sujeto se
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redescubre a si mismo y se encuentra con que no debe imponer sino co-


construir un nuevo lenguaje , en este caso con el bebe. Entonces esa
“ilusión de saber” sobre la geografía emocional de su “criatura”, implica
también que la madre tenga un placer muy especial: el placer de
inaugurar una nueva lengua con su hijo. Como decía C. Bollas (1976) “la
madre tiene una lengua secreta que luego debe traicionar porque debe
abrir hacia los otros”. Pero al inicio es necesario (para la constitución
subjetiva del bebe y para la reafirmación narcisista materna), que ella
tenga la ilusión de que ese lenguaje privado, secreto, esta también basado
en otro aspecto: el placer de la traducción.

Entendemos a la traducción tal como la plantearía S.Sontag (2003) “En su


origen (al menos en inglés), la traducción versaba sobre la mayor
diferencia de todas: la diferencia entre estar vivo y muerto.

Traducir es, en sentido etimológico, transferir, eliminar, desplazar. ¿Con


que fin?., Con el de ser rescatado, de la muerte o extinción”.

El bebe necesita ser “traducido” para pasar del cuerpo biológico a la


significación erógena, a la “vida psíquica” La madre tiene placer en
traducir el lenguaje del cuerpo del bebe en el lenguaje de palabras del
mundo adulto. De esta manera varía la relación que establece
generalmente un traductor de lenguas con su objeto de estudio. En la
traducción literaria un texto ya está escrito y emerge el otro, el nuevo, el
del pasaje de una lengua a otra (del cual siempre se pierde algo). En este
“placer de traducción” que transmito, se saltea el primer polo: el texto del
bebe (que está por escribirse) y la función de traductora se van
construyendo mutuamente, y es a medida que va “traduciéndose” que se
inaugura una nueva lengua, la lengua secreta que señalara Bollas.

En definitiva, es la traducción que re-crea la nueva lengua y el nuevo texto


que co-escriben la madre y su bebe (“circuito de co-escritura”) (Guerra,V.
2010).

Por ello cuando se instala algún síntoma importante en un bebe algunas


madres ven abolidas su “capacidad de traducción creativa”, sienten que ya
no entienden a su hijo, y “el bebe del placer de la traducción” pasaría a ser
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el “bebe del enigma siniestro” (“the misterious uncanny”). Ella ya no sabe


porque el bebe llora, y se torna inconsolable, y esto queda a veces
instalado en el psiquismo materno como una herida narcisita, que puede
llegar a tener múltiples consecuencias en la interacción fantasmática y real
con su bebe.

Por ello es que en una Consulta Psicoanalítica con padres y bebes,


debemos estar muy atentos a esta dinámica narcisista en juego, y
reconocer que para los padres nosotros también somos cartógrafos de esa
geografía. Debemos ayudarles a reencontrar el mapa perdido, pero
sabiendo una cosa: el tal mapa no existe, se escribe con letras invisibles,
que se van borrando y reescribiendo permanentemente…...

La escritura le corresponde a los padres, la escucha a nosotros……..


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BIBLIOGRAFIA

- Bollas,C. (1976) “La Langage Secret de la Mere et de l’enfant”. N.R.


Psychanalise. Nº 14. Ed. PUF

-Freud,S. (1914) “Introducción del Narcisismo”. T.XIV. Obras Completas.


Ed. Amorrortu.

- Freud,S (1919) “Lo Ominoso”. T. XVII. Obras Completas. Ed. Amorrotu.

- Guerra,V. (2010) “El Complejo de lo Arcaico y la Estética de la


(Inter)Subjetivación”. Inédito.

- Sontag,S. (2003) “Traducida”, en “Cuestión de Enfasis” (2007). Ed.


Alfaguara.

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