You are on page 1of 9

ARTICULO 4: “Inventos de película”

Más de una vez, habrán llamado y llamarán “una pérdida de tiempo” al cine. Puede ser un gran
medio para controlar masa, para distribuir un mensaje, para revelar la verdad, para cambiar el pensamiento del
mundo únicamente de la mano de una fabulosa combinación de video y sonido. A pesar de considerarse un
arte, muchos sólo le ven valor si la parte contemplada es la que está detrás de la producción.
Después de todo, el desarrollo del ser humano radica en la evolución de su mente y pensamiento, y la forma en
que lo implementa dentro de la sociedad.
Un espectador de cine gastará, observando, sentado y engordando, más de una hora de tiempo de
su vida en una película de la cual recordará no más que el nombre en menos de media hora. Una película que
no cambió nada. En vez de hacer algo productivo que en verdad ayude a la sociedad a mejorar.
Usualmente, se atribuye el crédito de muchas de estas mejoras a asombrosos inventos que han traído grandes
oportunidades al mundo, a través del paso de los siglos. Muchos de ellos, mezclando dos ases del pensamiento
humano: la ciencia y la tecnología.
La ciencia ya se consideraba una herramienta eficaz de pensamiento, teoría, experimentación y
observación que permitió a la humanidad incrementar en una magnitud gigantesca los conocimientos que
poseíamos sobre nuestra propia existencia. La tecnología, un instrumento que permite a la ciencia expresarse,
que ayuda en el crecimiento de la humanidad, que vuelve la vida más fácil, y justa.
Sin muchos de los avances tecnocientíficos que han visto la luz hasta el día de hoy, a pesar de cuanto amen los
viejitos sus días de gloria los humanos no seríamos ni la mitad de lo que somos hoy en día. Seríamos seres
ignorantes, y sentiríamos la impotencia de no poder realizar muchas actividades que serían de gran ayuda en
circunstancias especificas

Hablamos de avance tecnocientíficos tales como coches sin conductor, ingeniería genética,
antibióticos y medios para combatir las epidemias, medios alternativos de energía, entre muchos otros a los
que les agradecemos lo que la raza humana es en la actualidad.

Así, montones más. Además, te sorprendería saber cuántos de estos inventos poseen orígenes totalmente
accidentales, o casos en los que la expectación de cierto suceso ocasiono que el inventor tuviera un golpe de
creatividad, y sus ojos se abrieran ante la inspiración presentada frente a su nariz, ¡eureka!
Y vamos, si la inspiración puede provenir de cualquier lado, ¿Por qué no del cine?
El cine, al final de cuentas, resulta ser una de las formas más libres para expresar las ideas de los
directores, escritores, actores y demás equipo de producción. Ante la amplitud de esas puertas abiertas, no
falta aquél soñador que ha implantado sus ideas en su propio proyecto, proyectos que terminaron siendo
película; una película que alguien vio, un espectador que sólo quería disfrutar una tarde libre; quizá un
estúdiate común, un padre de familia o un científico reconocido que descansaba de su arduo trabajo. Sin
importar quien fuera, nunca esperó la gran oportunidad que se abría ante sus ojos.
Este tipo de milagros físicos, entonces, no esta tan fuera del alcance común como te lo puedes imaginar; si
hablamos de fuentes más concretas, esta inspiración suele venir de películas orientadas al tema
tecnocientífico: las de ciencia-ficción. Las películas de ciencia ficción, además de ser un entretenimiento más
que válido, ha sido un caldo de cultivo para que la tecnología se fijase en ellas y buscara en este tipo de cine la
inspiración para sus avances. Cuando el espectador ve una película futurista, puede estar presenciando
inventos que en los próximos años vean la luz. En algunos casos son detalles que pasan desapercibidos, pero en
otros son aparatos que tienen importancia en la trama de la película.
Empezaron presentándonos inventos que en su momento fueron no más que una fantasía; alguien más lo
acogido, supo valorar su potencial; ¿hoy?, son más tangibles cada día.

¡Tú puedes llegar a ver un filme del cual te inspires para crear algo increíble!, ¿Por qué no mejor te dejamos
más elementos para tu lista de “ver más tarde” que pasaron por la situación ya descrita? A lo mejor y
encuentras la inspiración que no sabias que necesitabas. Desde otra instancia,
aprenderás de que forma la basta mentalidad de la sociedad puede llegar a
torcer un invento, para finalmente, respaldado por la moral y la ética
construidas, sea olvidado o rechazado, que eso
no le pase al tuyo. ¡toma nota y acompáñanos!

Video conferencias:
Son un buen ejemplo de tecnología a la que
actualmente no le damos importancia, pero
cuya estandarización data de muy pocos años y
que, sin embargo, el cine ya adelantó hace
décadas. Plane Duffy (Frank Tashlin - 1944), un
corto de animación de propaganda bélica, y
Robot Monster (Phil Tucker - 1953), son algunas de las primeras obras
donde vimos esta tecnología en la gran pantalla. En los años 60 ya se podía
ver algunas pruebas de rudimentarias videoconferencias, pero no fue
hasta los 80 cuando se convirtieron en algo posible en círculos científicos y
tecnológicos. Ahora se pueden realizar, gracias a nuestros teléfonos, en cualquier lugar. ¡Podrías estar
hablando con un chino en este momento!
No podemos ignorar la enorme ventaja que significó para el mundo el desarrollo de este gran invento. Después
que se mejoró, eliminando así los problemas de incompatibilidad, de baja calidad, y la poca accesibilidad que se
tenía anteriormente a una computadora (o software que contara con este servicio), encontramos una gran
herramienta que la sociedad aceptó muy rápidamente. Multifuncional al punto de facilitar conferencias de
trabajo, sesiones educativas y reencuentros familiares y entre amistades sin necesidad de gastar dinero en
grandes viajes. Ya no es necesario hacer llorar a tú billetera.
Sin embargo, realmente no son un medio de comunicación del que se hable mucho hoy en
día, creando mucha intriga para aquellas generaciones jóvenes que están aquí para saber sobre su existencia,
pero se perdieron la etapa del procesamiento y aceptación social de dicha existencia.
Resulta que, así como con cualquier otro invento que la mente monocroma del humano pueda crear, las
videoconferencias poseen una muy seria desventaja: no puedes controlar quien vea tu contenido del otro lado
de la pantalla.
Muy famosos son aquellos casos en los que muchachas o muchachos ingenuos que mantienen una
videollamada, con su pareja, o “compañías” que fácilmente los contactaron a través de su información por
redes sociales, son fácilmente engañados; los terminan gravando cumpliendo con solicitudes específicas y,
lamentablemente, son grabados sin su consentimiento, sin que lo sepan. Su imagen es divulgada y su
reputación eternamente dañada o, si no, son chantajeados con el fin de mantener a salvo el vergonzoso video.
Claro que no sólo puede suceder con jóvenes, también se pueden comprometer a líderes mundiales o a
importantes cargos políticos o de ciertas empresas, que por algún motivo descuidaron sus palabras y pueden
pagarlo caro. Sus conversaciones son grabadas y, ¡magnifica sea la magia de la edición!, lo que era un cordial
saludo termino convertido en la venta total de la compañía.
Gracias al desarrollo de nuevas ciencias como la inteligencia artificial, es muy posible ahora que incluso la
persona con quien estés hablando a través de la pantalla, resulte no ser siquiera un humano. Conversas con
puros algoritmos.
Por ello y más razones, a pesar de la enorme oportunidad presente, la codicia humana ha provocada cada vez
más desconfianza al hablar por este medio, obligando a que las personas se sientan más seguras reuniéndose
en cara a cara. Pero entonces volvemos al inicio, de nuevo comienzan los grandes gastos de dinero, o los
reencuentros entre personas que se aman y no se han
podido ver en años a falta de este, ¿Qué han hecho?

Las pantallas planas


Especialmente los más jóvenes no recuerdan que, hace
pocas décadas, los televisores ni siquiera tenían color.
Ahora nos centramos en ver cuál es el televisor que más resolución
soporta, pero no hace mucho algunos aún se preocupaban por si su
último televisor cabía entre los muebles del salón. El primer atisbo de
pantalla plana rudimentaria surgió a finales de los años 50, pero en La
vida futura (1936) ya podemos ver una primera pantalla plana a gran
escala. En 2001: Una odisea del espacio (Stanley Kubrick - 1968) vemos incluso una pantalla plana en lo que
podemos considerar una especie de Tablet.
Las pantallas planas, el primer paso para despedirnos de la era analógica, surgieron en compañía de las
mejoras implementadas en las áreas cinematográficas, ya probadas su eficacia frente al publico deseado. La
sociedad, por supuesto, primera la etiqueto como un artefacto innecesario, es decir, casi nadie veía la
televisión, porque casi nadie tenía una.
Conforme la accesibilidad fue mayor y los programas de televisión ganaron popularidad, las mejoras que
representaba una pantalla plana significaron el mundo para los fanáticos de una buena serie, ¿Quién diría que
una de sus ideas antecesoras fue un rectángulo en medio de un desierto?
A pesar de esto, el que las pantallas hayan logrado reducir su tamaño drásticamente, volviéndolas altamente
populares entre consumidores, ha sido detonante de ciertas conductas no morales por parte de las empresas
que desarrollan esta tecnología. Con tal de seguir innovando las empresas se han sometido a medidas
extremas y controversiales, por ejemplo, un ambiente de espionaje; donde se infiltran entre compañías para
copiar las técnicas e invenciones unas de otras para tratar de mejorarlas en base a lo ya desarrollado, antes de
que la compañía competidora pueda incluso revelarlo o patentarlo, llevándose el crédito.
Está claro que no podemos atribuir toda la culpa a estas grandes empresas, pues como se sobre entiende,
nosotros como consumidores insaciables, buscadores de la comodidad, hemos impulsado a que las empresas
se sometan a esa actitud poco moral. Adquiriendo y demandando cada vez productos con una mejor calidad
para ser capaces de disfrutar de una mejor experiencia, incluso sin ocuparlo.
Además, el que hayan existido la pantalla plana, una forma más entretenida de apreciar el contenido de la
pantalla chica, fue el principio también del apego casi obsesivo que tienen hoy en día las generaciones más
jóvenes hacia los electrónicos. A principios de los 2000’s no era raro encontrar a un pequeño sentado a no más
de medio metro de la sorprendente pantalla.

Cíborgs y robots
El cine lleva años mostrándonos robots humanoides y cíborgs, sin embargo,
son un invento relativamente moderno, al menos teniendo en cuenta la
tecnología usada en las películas de ciencia ficción. Los robots ya dirigen
hoteles en Japón, y los exoesqueletos en trabajadores son habituales en
algunas empresas de transporte de mercancías. Las prótesis robóticas son
hoy en día habituales, pero en el cine ya las pudimos ver en producciones

como Metrópolis (1927).

En los años 50, el simple robot de hojalata asume cierto grado de


complejidad, como el robot Gort, que aparece en ‘El día que paralizaron la
Tierra’. En 1968, se estrena ‘2001 Una odisea del espacio’. En ella aparece
HAL, una supercomputadora. Pero desarrollará comportamientos
típicamente humanos que provocan catastróficos resultados.

Otro ejemplo de robots puramente mecánicos, pero con sentimientos


humanizados son los robots llamados ‘dronos’ que aparecen en el film
‘Naves misteriosas’ de 1972. Combinando el concepto de máquina y el de
fisiología se creó en 1973 el robot-cowboy para ‘El Mundo del Oeste’.
Posteriormente llegan los androides. Aparecen en películas como ‘Alien’ de
1978, ‘Android’ y ‘Blade runner’ de 1982, ‘Terminator’ de 1984, ‘El hombre
bicentenario’ de 1999, ‘Yo robot’ de 2004. Y actualmente están de
actualidad los grandes robots, como los que aparecen en ‘Transformers’ de
2007, ‘Real Steel’ de 2011 o ‘Pacific Rim’ de 2013.
Nadie puede negar que la primera vez que supo de la
existencia de los robots se emocionó ante la idea de
máquinas que actuaran como aquellos que realizan todo el
trabajo, y que algunos incluso poseían un aspecto humano,
capaces de confundir a los originales, nosotros.

Los avances en Inteligencia Artificial están empezando a


mostrar algunos atisbos de cómo será un futuro no muy
lejano –coches autónomos o drones, el triunfo de la IA
contra humanos en ajedrez, póker o Go– y sus más que
previsibles consecuencias con respecto al empleo por la
automatización. Los grandes cambios futuros y su profundo
impacto social levantan por igual expectativas de un mundo
distinto y mejor, pero también temores fundados sobre un
dominio de las máquinas en un mundo sin empleo, o
llegando a extremos, controlados por una inteligencia
artificial que creció más haya de las expectativas.

El Parlamento Europeo (PE), tras una propuesta de


borrador (junio 2016) y un informe razonado (febrero 2017)
ha aprobado un informe sobre Robótica en el que se
establece un Código Ético de Conducta.

La propuesta de resolución del PE establece que es


necesario establecer “un marco de guía ético para el diseño,
producción y uso de los robots” que sirva de complemento
a las diferentes recomendaciones puramente legales que se
realizan. Es decir, profundizar en una nueva disciplina, la
“roboética”. La idea de fondo es que los estándares éticos
deberían ir dirigidos a la humanidad –esto es, los
diseñadores, productores y usuarios de los robots– y no
tanto a los robots en sí mismos.

Existen varios principios fundamentales que han sido


recogidos por la resolución que incluyen la protección de la
dignidad humana, la privacidad, la libertad, la igualdad de
acceso o los efectos sociales, entre otros.

Tanto han sido los riesgos previstos, que el mismo


parlamento ha llegado a establecer reglas tales como:

 Proteger a los humanos del daño causado por


robots: la dignidad humana.
 Respetar el rechazo a ser cuidado por un robot.
 Proteger la libertad humana frente a los robots, etc.

Pero no importa que tanto nos esforcemos por establecer


reglas para proteger a la raza humana, quien hace estas
normas son adultos, científicos que conocen todo acerca
del contexto de estos artefactos y el riesgo que conlleva el permitirles existir, pero ellos no son los que
interactuaran con el primer robot que actúe enteramente como un humano. Quiero decir, los niños son el
futuro, ¿no?

Ya planteamos escenarios que pueden representar un gran problema, pero llego el momento de
aceptar que, fuera de las consecuencias que traerá el que cada vez los robots pueden hacer más, esta lo que
esto significa para nosotros. La humanidad, se ha vuelto dependiente de la tecnología. La empleamos cada día,
a cada segundo. Qué maravilla, sí, pero ¿qué será de nosotros dentro de unos años?, previniendo un futuro en
donde todos los avances robóticos imaginables sean posibles, en donde incluso para vestirnos ocupemos la
ayuda de una inteligencia artificial. Las generaciones jóvenes no están siendo preparadas para sobrellevar la
carga que esta invención significa, se van a dejar llevar, y será nuestro fin. No digo que los robots se vayan a
revelar o algo parecido, ya vimos como este miedo se esta regulando poco a poco con limitaciones para sus
inventores, sino que, bueno, ¿Qué sedería si de pronto se fuera la luz en todo el mundo?, se perderían
alimentos, ganado, vidas. ¿Las IA’s son en realidad algo bueno?

El campo militar, por ejemplo, están buscando las maneras de construir robots que se pasen por el arco
del triunfo todas las leyes de la robótica con respecto a los humanos (el primer error), y nos reemplacen como
soldados, sicarios, transporte. Se dejarán de enviar humanos a la guerra, son vidas salvadas; pero no olviden la
perspectiva del enemigo quien enviara también robots, no programados para acabar con otros robots, de nada
sirve realmente, atacaran al verdadero objetivo, nosotros, ¿Quién sale perdiendo entonces?

La repercusión moral que tiene en la sociedad el hecho de que haya máquinas tan parecidas a nosotros puede
llevar a múltiples situaciones, ¿te imaginas que un robot se enamore de ti, y lo más curioso, que ese amor sea
correspondido? ¿qué tal si estas máquinas son tan perfectas, que ya nadie quiera enamorarse de un ser
humano? Evidentemente, son temas muy delicados.

Los robots no son solo ciborgs, o humanoides. También son aquellas máquinas de aspecto extraño que, solo
con programarse, puede construir un automóvil completo. Son todo aquellos que necesite de una
programación necesaria para después cumplir por si mismo la tarea que le fue encomendada. Uno de los
miedos más profundos a la inteligencia artificial deriva, de este hecho, en el campo laboral. Fueron capaces de
crear empleados que no exigen ni paga, ni alimento, ni descansos, perfectos.

La clonación
Aunque aún no se ha hecho con personas -al menos
de forma oficial-, la clonación en mamíferos ya es posible y se
ha realizado en algunas ocasiones. La más conocida de las
clonaciones con mamíferos es, de hecho, la primera de ellas.
Seguro que les suena el nombre de la oveja Dolly. Ahora ya se
han realizado clonaciones por encargo y comerciales, en
donde las mascotas de alguna familia fueron el objetivo de la
clonación. En el cine ya lo podíamos ver en películas de los
años 50 como La invasión de los ladrones de cuerpos (Don
Siegel) o, años después, en Los niños del Brasil (1978), en
donde se describió el proceso que más adelante daría vida a
la oveja clonada “Dolly”, un drama en el que Gregory Peck
interpreta al médico de las SS Josef Mengele, que clona a Adolf Hitler.

Los clones de la pantalla grande suelen encarnar el mal como se manifiesta en “Jurassic Park”, de Steven
Spielberg, donde los dinosaurios clonados persiguen a los humanos

La clonación, un concepto que dentro de las películas parece fascinante…va a ser realidad algún día.
Quizá no pronto, pero lo hará. Las peguntas pasaron de “¿debemos?”, a “¿podemos?” a “¿Cuándo
empezamos?”, en el fondo, el reloj solo sigue avanzando.

Empezaron a violar las leyes de la naturaleza con prácticas llenas de polémica como son la implantación de
sangre de jóvenes en ancianos para alargar su vida, con la implantación de órganos, con la fecundación in vitro.
Jugaron con la vida, la forma en que lo hicieron va desde la aceptación, hasta la repugnancia total. Todo
empezó por la curiosidad, disfrazada con el pretexto del bien común, del futuro de la humanidad, ¿para bien?

La realidad es, dejaremos de apreciar la vida. El ADN es el único código que le otorga identidad a cualquier ser
vivo. Nos identifica, nos hace sentir únicos, nos otorga derechos humanos. Llegaran a multiplicarse como si nos
pasáramos por una fotocopia.

En 1996, escocia, nace Dolly. Dolly, la oveja clonada, fue totalmente oculta del ojo público, empezamos así
hablando del peor error al que nos enfrentaremos al tratar con la clonación: toda la información será ocultada,
sino es que ya lo es. Los seres humanos poseemos el derecho a recibir información, pero los científicos están
artos de tanta critica tras critica por todo su desempeño, por hacer lo que aman y que, para ellos, es correcto.
Entonces lo ocultan, hacen lo que se les de la gana y, si el resultado fue satisfactorio, lo revelan; sino… bueno,
pregúntate primero ¿Por qué no hay tantas noticias acerca de la clonación?

Además, Dolly no nació sana. Solo vivió 6 años, repletos de polémica y fallos en las funciones de los órganos,
pero Dolly era un animal no inteligente, ¿no?

Las practicas con animales no se detuvieron aquí, para alta consternación de la gente. Las compañías enfocadas
en la manipulación genética pronto encontraron el ruco de todo esto, hasta ahora, se han tenido clones de
perros, chimpancés, ratas, caballos y otros demás animales. Fueron capaces de hacer 5 clones de un perro
policial que vivió solo 16 años, pero era el que mejor desempeño tenía en su trabajo. Esto es inhumano, quizá
los animales tengan una esperanza de vida menor a la media humana (o al menos la mayoría de ello), pero eso
no les da permiso a los científicos que hagan lo que se les de la gana con ellos. La federación de carreras
ecuestres incluso ha prohibido la clonación de tamaños de doma, imagínate que de un solo campeón se
reproduzcan 6 monturas, inaceptable. “Es para el futuro de la humanidad”, dicen…

Pero si ya somos capaces de crear réplicas exactas, ¿Qué sigue?: poder modificar la copia. Ratas fosforescentes,
miembros humanos para implantes crecidos en ratas, vacas con leche humana; tu preciada y amada mascota
se puede morir ¡pero no hay de que alarmarse! ¡Aún queda su clon! El alcance de la clonación será imparable.

Cuando se crea un ser humano en una caja de Petri o en un tubo de ensayo, ¿se juega a ser Dios? Un
médico dueño de un laboratorio de fecundación in vitro se ha maravillado ante las posibilidades de la clonación
y, en 2002, decidió dar un paso más. En 2004, hizo un impactante anuncio: “…recientemente, he transferido un
embrión clonado a una madre, estamos esperando resultados…”. Él ve la clonación como una oportunidad de
procrear para aquellos que quieren ser padres que no poseen gametos aptos para la fecundación. Solo 30% de
los procedimientos tendrán éxito, según sus cálculos. El otro 70% terminaran siendo copias defectuosas cuyo
final no será otro que el contenedor de desperdicios. Y esos errores son al nacer, ¿pero a largo plazo? Y, los
clones de humanos, ¿realmente son humanos?, ¿tienen derechos o podríamos tratarlos como no más que
esclavos? Y si los clones fueran híbridos humano-animal (que ya sea ha logrado), ¿son humanos?, ¿podemos
mantener un caballo mitad hombre enjaulado?

Se experimenta la clonación tanto con gente viva, como con tejido muerto. Un dictador militar puede
crear miles de copias exactas de si mismo, creando una brigada de super soldados prescindibles; no tenían
familia, ni vida, son sacrificables. Empezamos a incentivar la eugenesia al ser capaces de modificar a los clones,
creando razas superiores de humanos, personas perfectas, queriendo deshacerse posteriormente de los
originales, las sobras.

Actualmente, es posible la clonación de órganos individuales a partir de células madre del organismo origen,
esto, para contar con material de implantación. Sería la forma correcta de contar con este tipo de materiales.
Sin embargo, hombres millonarios han confesado que, si la clonación llega a ser una realidad, comprarían una
buena cantidad de clones de si mismo, consientes, vivos, para tener reservas de cualquier tipo de órgano que
llegaran a necesitar, con la garantía de que su cuerpo no los rechazaría. El millonario tendrá otra oportunidad
de vida, el clon… bueno, no era de todo humano.

Llegaremos al punto en que será imposible saber si nuestra existencia no tiene ningún otro objetivo que ser
contenedor para órganos de reserva de nuestro original. Los científicos serán capaces de decidir no solo quien
vive o muere, sino quien es creado. Un clon que mantenga nuestras memorias, que pueda llegar a tener
nuestra propia personalidad, ¿significara que, si morimos, en realidad seguimos viviendo? La persona que nos
mirará desde el espejo ¿es nuestro reflejo, o nuestro clon?

Borrar recuerdos de la memoria


Men In Black, además de ser una excelente comedia de ciencia ficción, también ha adelantado gran
cantidad de inventos que ahora estamos viendo en la realidad -y que seguro veremos durante los próximos
años-. Uno de ellos es el conocido como neutralizador que, con un simple flash, es capaz de borrar recuerdos
de la memoria de muchas personas. Un equipo de la Universidad de Toyama, en Japón, ha conseguido realizar
algunos experimentos en la materia bastante satisfactorios.
Consiguieron borrar recuerdos de los cerebros de algunos ratones,
algo que en el futuro podría ser llevado a personas con problemas de
TEPT -trastorno por estrés postraumático-.

Por desgracia, muchos de nosotros a lo largo de la vida


pasamos por momentos duros; experimentamos situaciones
dolorosas que pueden llegar a ser traumáticas, como un accidente,
un atentado o la muerte de un ser querido. El dolor forma parte de la
existencia y, en ocasiones, tiene un valor educativo: nos enseña y nos
prepara para enfrentarnos en el futuro a situaciones similares. El
problema no es recordar un evento doloroso, sino que al hacerlo
suframos de tal manera que eso nos impida seguir con nuestra vida de
forma normal.

“Quizás, en el futuro, podremos tomar una pastilla para recordar mejor y,


otra, para olvidar experiencias dolorosas o traumáticas”, señala Michael
Gazzaniga, uno de los fundadores de la neurociencia cognitiva, quien
visitó Barcelona recientemente para participar en el ciclo En los orígenes de la mente humana, organizado por
el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB).

A partir de pruebas con ratas, donde se les expuso a un pequeño pero doloroso impulso eléctrico, y bajo la
teoría de que los recuerdos provienen de la interacción entre neuronas, se les suministro a los roedores un
inhibidor para la síntesis de proteínas, la próxima vez que se les acercó este aparato de electrochoque, ¡ni
siquiera se inmutaron! ¡Eliminar recuerdos es posible! Si la proteína no se podía formar en el acto de recordar,
entonces el recuerdo original también dejaba de existir.

Sin embargo, ¿Quién tiene el derecho a decidir qué recuerdo se guarda y cuál no? ¿Cómo asegurar que se
puede hacer una selección muy específica de recuerdos químicamente? ¿Afectaría eso al resto del cerebro?
Porque en los experimentos con ratas no se puede comprobar.

Quizás en el futuro podremos escoger qué guardar y qué borrar. ¿Qué tenemos un engaño amoroso? Borrar.
¿Que dejamos atrás un año horrible, lleno de malas noticias? Fuera. Si el pasado se convierte en una lista de
cosas que podemos recordar y que no, ¿se pueden imaginan el poder y el peligro que eso conllevaría? De
momento, este tipo de tratamientos son pura hipótesis y no salen del laboratorio, pero quizás haya que
comenzar a plantear el debate en sociedad.

You might also like