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Rafael Ávila
Revista Científica Guillermo de Ockham. Vol. 6, No. 1. Enero-Junio de 2008 - ISSN: 1794-192X Ø 15
Rafael Ávila
ción de un mundo nuevo se abre paso en ilusiones que se agazapan en los manuales, en
medio de temblores, estremecimientos, de- las prácticas y en la misma organización ins-
rrumbes y remociones de escombros. Algu- titucional de la investigación. Mi opción ha
nos ven en estos signos los estertores propios sido la de abrir una ventana para observar la
de un paciente en trance de agonía, otros, observación.1 Las ventanas, no sobra decirlo,
más optimistas, detectan las contracciones se abren para ampliar el campo de observa-
propias de una mujer en trance de parto. Han ción, para mirar a través de, para mirar mejor,
caído muros, torres, edificios, Estados, ideo- y para dejar entrar aires frescos.
logías, cosmovisiones hondamente arraiga- Me acosan las sospechas. En primer lugar,
das, verdades que se consideraban incontro- la sospecha de ignorancia sobre la enorme
vertibles, etc. Y para colmo, “las bases epis- complejidad de las prácticas de observación;
temológicas que sustentaron, durante largo en segundo lugar, la sospecha de indiferencia-
tiempo, nuestros modos de hacer investiga- ción entre las prácticas de observación en la
ción social han tenido importantes e inespe- vida cotidiana y las prácticas de observación
rados vuelcos” (Cathalifaud, 1997).
“encuadradas” en el ámbito de la ciencia; y
La ciencia occidental, esa tabla de salva- en tercer lugar, la sospecha de incoherencia
ción a la cual nos asimos frente al naufragio entre los supuestos ampliamente divulga-
de la doxa, del dogma y de las ideologías, se dos por los manuales de metodología de la
encuentra amenazada por tempestades de investigación y los giros epistémicos de la
todo tipo que han estremecido y agrietado ciencia que han contribuido a redimensionar
su incuestionada hegemonía. Hemos dejado y reposicionar el papel activo del observador
de pensar la ciencia como el resultado de un en la observación y, por ende, en el modo de
proceso de acumulación y nos inclinamos a producir conocimiento.
pensarla como un proceso permanente de
Si la observación se redujera a una co-
reconstrucción y reevaluación de paradigmas
locación pasiva del sujeto frente al objeto
(Kuhn). Se han removido los fundamentos
tradicionales de validación del conocimien- para dejar que la luz trasladara su imagen a
to científico (Popper). Las pretensiones de la retina y de allí al laberinto del cerebro, la
objetividad y de neutralidad (escuela de empresa de observar la observación estaría
Frankfurt), el monismo metodológico y la invalidada de antemano. Se trata de poner
distinción nítida entre ciencia e ideología bajo la lupa una tradición epistémica que
(Feyerabend). ha insistido en que la ciencia se deriva de los
hechos (Chalmers, 1984), en que la obser-
Nos inclinamos a pensar que nuestros
vación es el camino privilegiado de acceso a
objetos de estudio son más construcciones
los hechos, y en que el investigador tiene el
socioculturales que realidades ontológicas
papel de recoger los datos (cuidado con la
(Berger y Luckmann), y nos parece difícil
metáfora de la recolección). ¿Es que acaso la
aceptar que el científico, la teoría, o el mis-
categoría “hechos”, la categoría “datos”, y la
mo objeto de estudio puedan escapar a la
categoría “recolección” son inocentes?
condición de estar ubicados en un campo de
fuerzas (Bourdieu). “La teoría, a su vez, no es ¿No estaremos simplemente ante una
mirada como un conjunto de proposiciones imagen del conocimiento que se ha con-
analíticas e incontaminadas por la praxis, vertido en la imagen del conocimiento? Y
sino como parte de la lucha social por el con- que se ha vuelto dominante ¿No estaremos,
trol de los significados” (Gómez, 2000). simplemente, ante una imagen del sujeto que
se ha convertido en la imagen del sujeto? Y
que se ha vuelto dominante. El asunto es, a
El propósito la vez, complejo y delicado. Están en juego la
En estas condiciones, quienes tenemos la concepción y el papel del sujeto, del conoci-
responsabilidad de formar investigadores en miento, de la investigación, de la educación.
1. Me refiero al seminario anunciado los niveles de maestría y doctorado, debemos No es una empresa de poca monta la que
en la primera nota de este escrito. comenzar, por algún lado, a desmontar las tenemos entre manos.
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condición suficiente para hacer ciencia, es polisémica.3 Algunas de sus acepciones apa-
condición absolutamente necesaria. recen ligadas a contextos de regulación civil
– Y, por otro lado, se constata que cada o religiosa, otras al contexto de la vigilancia,
campo del saber diseña su propia moda- al contexto de la notificación, al contexto
lidad de observación, con rutas diferentes de la reprensión y en fin, ligadas al contexto
que muestran sus peculiaridades y sus del análisis:
tradiciones específicas, que le dan un – Acepciones ligadas al contexto de la
color y una tonalidad características a sus regulación.
procedimientos, sus técnicas, sus rituales, “Observar los mandamientos, los re-
sus hábitos y sus categorías lingüísticas. glamentos o la ley”. Es la significación
Si la observación es una práctica trans- más adherida a la estructura etimológica
versal, nuestra eventual contribución a su del término. “Ob” significa delante de
resignificación puede convertirse en insumo y “servus” significa esclavo. Es decir:
para muy distintos campos del saber. Si es esclavo que se pone delante de su amo
una práctica pre-requerida para apoyar la para acatar y obedecer sus órdenes. Se
experimentación y la interpretación, una usa también la palabra “observancia”, y
observación cualificada constituye un buen se habla de “estricta observancia” (acatar
comienzo. Y un buen movimiento de aper- al pie de la letra, sin discusión alguna)
tura, como nos lo ha enseñado el ajedrez, nos por contraposición a la observancia con
posiciona ventajosamente para continuar el reparos o reservas.
partido. – Acepciones ligadas al contexto de la
Pero, obviamente, para comenzar bien y vigilancia y la seguridad.
para continuar bien hay que disolver (des- Aquí se encuentran paradójicamente
aprender) esa idea (obstáculo epistemológico) tanto las observaciones de objetos o in-
según la cual la práctica de investigación es dividuos sospechosos de haber cometido
un saber puramente instrumental que opera o estar a punto de cometer un crimen,
mecánicamente, orientado por la rigidez de como las observaciones y los seguimien-
un monismo metodológico, arbitrariamente tos que hace el crimen organizado de sus
estandarizado y supuestamente desocupado posibles víctimas.
de premisas. – Acepciones ligadas al contexto de la
Una práctica inteligente y profesional recriminación.
de la investigación requiere de un sujeto También se encuentran expresiones como
que haya comprendido la relevancia y la “hay que hacerle alguna observación” o
pertinencia de la epistemología y que, por “ya se le hicieron las observaciones del
consiguiente, se haya tomado el trabajo de caso”, las cuales están ligadas al contexto
preguntarse por la naturaleza, la génesis, la del reproche o la reprensión. Hacer una
objetividad y la utilidad del conocimiento. observación en este contexto, significa
En síntesis: requiere de un sujeto que se haya hacer saber que se ha incurrido en una
planteado estas preguntas y le haya dado unas infracción, manifestar desaprobación y
respuestas, así sean provisionales, como una advertir sobre sus consecuencias.
precondición cognitiva para lanzarse a la – Acepciones ligadas al contexto del aná-
empresa de producir conocimiento. lisis.
3. Estoy insistiendo en el medio En el ámbito de nuestras instituciones
académico, en que la producción
de significación es una competencia se habla de “formular observaciones” o
propia del ser humano y que, por La observación en el universo de “recoger observaciones” sobre algún
consiguiente, no son las palabras las lingüístico documento o procedimiento. Observar,
que significan sino los sujetos, los
cuales producen significación a partir Al intentar un seguimiento de la palabra en este caso, puede significar detectar una
de contextos institucionales específicos. “observación”, nos encontramos una multi- imprecisión o llamar la atención sobre
El repertorio de palabras acumulado en
los diccionarios es un registro de los plicidad de acepciones, ligadas a usos diversos algún aspecto que merece reelaboración
usos, de interés arqueológico. en contextos diversos. Se trata de una palabra o modificación.
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Origen de la observación
Es una verdad incuestionable que la obser-
vación tiene su origen en el mundo de la vida
cotidiana. Sin haber recibido entrenamiento
específico en algún campo profesional o en
algún campo del saber todos nosotros, cada
uno a su manera, hacemos observaciones en
diferentes dominios del mundo de la vida y
con base en ellas construimos conocimiento
y experiencia.
Las ciencias experimentales fueron las
primeras en trasladarla a su ámbito de inves-
tigación, imponiéndole una cierta disciplina.
En realidad lo que estas ciencias han hecho
es tomar en serio la observación como una
base confiable para la formulación de leyes
generales, suponiendo un acceso directo a
algunas propiedades del mundo.
Su apropiación o traslación al campo de
las ciencias socio-culturales (antropología,
sociología, economía, etc.) obedece a una
segunda importación, a un segundo disci-
plinamiento y a un segundo desplazamiento práctica que ha estado ligada a los avatares
de su significación. Importar una práctica del paradigma positivista llegue cargada de
significa sacarla de un contexto (des-contex- supuestos y prejuicios que es necesario des-
tualizar) para ingresarla a otro contexto (re- velar y someter a examen.
contextualizar), no sin antes haberla pasado
por las “aduanas epistemológicas”, con el fin
de descargarla de algunas connotaciones y El privilegio del sentido
recargarla de otras. de la vista
De modo que la presencia de esta práctica La cultura occidental ha privilegiado
en el ámbito de las ciencias socioculturales el sentido de la vista para observar y este
no puede ser bien recibida, sin el beneficio privilegio se ha extendido al dominio de
del inventario que nos aporte la historia de la ciencia; lo que la ciencia no puede ver se
la ciencia. Es apenas comprensible que una inventa la manera de traducirlo al órgano de
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la visión por medio de artefactos. Basta mirar las imágenes que se producen en las retinas
los tableros de un avión, de un automóvil, o sean relativamente iguales, dos observadores
de cualquier otra máquina compleja. Todo lo que vean el mismo objeto en circunstancias
que se oculta a la vista podemos observarlo parecidas no tienen las mismas experiencias
a través de indicadores visuales. Hoy en día, visuales, dos observadores que ven la misma
prácticamente todos los procesos de una escena desde el mismo lugar ven la misma
máquina compleja pueden observarse a través cosa pero interpretan de modo diferente.
de monitores. La medicina es paradigmática Más aún: dos observadores presentes en el
al respecto, se ha inventado una multiplici- mismo escenario no ven las mismas cosas.
dad de ojos mecánicos para penetrar en las El uno fija su atención en unas cosas, el otro
cavidades del cuerpo, a través de todos los en otras. Un estudiante novato en biología
agujeros que tenemos. No sería atrevido decir no ve las mismas estructuras celulares que
que la medicina ha “violado” las entrañas un biólogo experimentado, un estudiante
sacrosantas de nuestro cuerpo para hacerlas de medicina no puede ver en una radiografía
accesibles al ojo. No hay nada que pueda lo mismo que ve un médico experimentado,
detener la curiosidad de un ojo clínico. etc. En consecuencia, la opinión de que
Precisamente porque el ojo es el ins- nuestra experiencia visual está determinada
trumento por excelencia de exploración únicamente por las imágenes formadas en
del mundo,4 la epistemología de la ciencia nuestras retinas, “llevan demasiado lejos la
occidental, pero sobretodo bajo la versión analogía de la cámara fotográfica”, como dice
de las ciencias naturales, está montada sobre Alan (Chalmers, 1984).
el ojo. Se supone que la observación es la vía El que ve no es el ojo sino el sujeto, cultu-
de acceso a las entrañas del mundo. Y que el ralmente situado, culturalmente socializado,
ojo es la “vía real” hacia sus propiedades. El con más o menos experiencia o conocimien-
verbo ver, el verbo mirar y el verbo observar to. Es preciso aprender a mirar por el micros-
se traslapan frecuentemente. copio, es preciso aprender a leer una radio-
La vulgata de esta concepción supone que grafía. Hay que aprender para llegar a ser un
los rayos de luz procedentes de un objeto observador competente en ciencia, hay que
llegan directamente a la retina, la cual actúa aprender para llegar a ser un buen observador
como una especie de espejo o pantalla en la en la vida cotidiana y hay que aprender para
cual se forman la imágenes del mundo. De distinguir entre diferentes tipos de mirada.
esta manera, la observación queda ligada a En suma: el sujeto aprende a hacer diferentes
una concepción especular del conocimiento usos de sus globos oculares, y puede aprender
que ha hecho carrera en nuestro medio. El siempre nuevas formas de mirar. Unas le
sujeto no hace nada, es la luz la que lleva las son estimuladas por la cultura de sus figuras
imágenes. La retina las registra. Estos regis- parentales, otras le son vedadas. Pero todas
tros son un reflejo del mundo en el sujeto. La son resultado de aprendizajes realizados en
luz, y no el sujeto, es la que tiene el papel ac- los procesos de interacción con otros sujetos a
tivo, las imágenes llegan al sujeto “envueltas” veces situados en el mismo contexto cultural
en rayos luminosos. No debe extrañarnos, en y, a veces, situados en contextos culturales
consecuencia, que la batalla que tuvo que diferentes.
librar la ciencia para abrirse camino en un Este conjunto de experiencias es el que
mundo dominado por el fanatismo religioso, permite fundamentar la distinción entre
se haya montado sobre la contraposición luz ver y mirar. “El ver es natural, inmediato,
versus tinieblas. La ilustración portadora de indeterminado, sin intención; el mirar, en
la luz se batía contra la oscuridad. cambio, es cultural, mediato, determinado,
4. Para darse una idea al respecto, intencional. Con el ver se nace, el mirar hay
basta consultar la palabra “ojo” en que aprenderlo. El ver depende del ángulo
cualquier diccionario. Se encontrará La distinción entre ver y mirar de visión de nuestros ojos, el mirar está en
una inmensa cantidad de giros que
hacen uso del término, con las más Todo un conjunto de experiencias, sin em- directa relación con nuestra forma de socia-
variadas significaciones. bargo, nos han llevado a pensar que, aunque lización” (Vásquez 2002:78). Las múltiples
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cuela, un escenario complejo atravesado por negativo de las cosas, de las personas, de las
diferentes culturas y por diversas tensiones instituciones. Y que en lugar de construir es
entre actores con intereses diferentes. destructivo y desalentador. Tenemos hon-
damente internalizada una manera de mirar
¿Como seleccionar entre esta madeja de que se fija selectivamente en las sombras y
interacciones, lo que nos interesa observar? deja fuera de foco las luces.
¿Los procesos de interacción? ¿Las relaciones
que se configuran? ¿Cuáles? ¿Las que enlazan El gran problema es que con esa misma
a maestros y estudiantes? ¿O las que enlazan mirada nos miramos a nosotros mismos, y
a maestros con directivos? ¿Los discursos que devaluamos nuestra auto-estima. Nosotros
circulan? ¿Los diferentes tipos de prácticas? mismos nos encargamos de devaluarnos, por-
¿Las normas que imperan? ¿Los roles que jue- que solamente miramos nuestras sombras.
gan los actores? ¿Las situaciones conflictivas? Otro gallo nos cantaría si aprendiéramos a
Etcétera, etcétera. privilegiar nuestras luces. La metáfora del
vaso medio lleno o medio vacío es muy
Todos estos objetos de estudio pueden mi- aleccionadora al respecto.
rarse desde afuera o desde adentro. Y, según
el caso, habrá que usar una u otra modalidad
de investigación. En cualquiera de los casos,
el proyecto de formación de investigadores Prolongaciones
debe crear las condiciones para construir una más que conclusiones
cierta “familiaridad” con los objetos propios Decía, al comienzo, que había optado
de su campo de saber. Y esto sólo es posible por “abrir una ventana para observar la
en ambientes adecuados y en períodos de observación”, que me animaba el propósito
larga duración. de desmontar ilusiones y verificar sospechas.
Que no estaba dispuesto a cohonestar la re-
ducción de la práctica investigativa a un saber
La mirada crítica puramente instrumental, mecánicamente
orientado por la rigidez de un monismo
La mirada crítica es una herencia preciosa metodológico. Y, sobretodo, que me intere-
de los maestros de la sospecha (Marx, Freud, saba reivindicar dos aspectos: a) la inclusión
Nietzsche, Foucault, Bourdieu, etc) que fue- del sujeto en el proceso de construcción del
ron los primeros en adentrarse en el mundo conocimiento (versus exclusión del sujeto
de las determinaciones y en desvelar las sedi- como garantía de objetividad en el paradigma
mentaciones ideológicas que entorpecen la positivista), y b) la especificidad de la inves-
construcción de una sociedad democrática. tigación en ciencias humanas en contraste
Por eso antepusieron el conocimiento libera- con la investigación en las ciencias naturales
dor al conocimiento regulador e insistieron (versus monismo teórico y metodológico).
en la dinámica de las contradicciones.
La comprensión de los sujetos, de la subje-
La mirada crítica, sin embargo, puede tividad y de la intersubjetividad constitutiva
degenerar en criticadera, cuando nos apre- del tejido societal, nos impone una doble
suramos a juzgar y cuando olvidamos que tarea: a) construir otra manera de mirar, más
aquella no es un fin sino un medio para adecuada a la especificidad de las ciencias
construir propuestas y alternativas. Es preciso humanas, y b) imaginar otra manera de va-
complementar la mirada crítica con la mirada lidar el conocimiento, ya no por la supuesta
propositiva para que el ejercicio de la crítica correspondencia entre los datos y los hechos,
tenga un sentido constructivo. Cuando esta sino más bien por la confrontación entre las
se apresura a juzgar sin fundamentación subjetividades (Postic y De Ketele, 1992).
suficiente, se convierte en pre-juicio y nos El sujeto no dispone de verdades sino de
instala en la criticadera, un mal hábito que versiones construidas desde un particular
nos ha acostumbrado a mirar siempre el lado punto de vista (perspectiva).
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La observación, una palabra para desbaratar y re-significar..., pp. 15-26
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En: La reestructuración de las ciencias sociales sidad de Chile, Conferencia del 7 de abril en el
en América Latina. Bogotá: Instituto Pensar, magíster en Antropología y Desarrollo.
Universidad Javeriana.
– POSTIC, M. y DE KETELE, J.M. (1992).
– CHALMERS, Alan. (1984). ¿Qué es esa Observar situaciones educativas. Madrid: Nar-
cosa llamada ciencia? Madrid: Siglo XXI cea Editorial.
Editores.
– THINES, Georges y AGNÈS, Lempereur.
– GIDDENS, Anthony. (1997). Las nuevas 1975). Dictionnaire general des sciences hu-
reglas del método sociológico. Buenos Aires: maines. Paris: Editions Universitaires.
Amorrortu Editores.
– VÁSQUEZ, Fernando. (2002). La cultura
– OSORIO, Francisco. (1998). ¿Qué es episte- como texto, lectura, semiótica y educación.
mología? Facultad de Ciencias sociales, Univer- Bogotá: Universidad Javeriana.