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La observación, una palabra

para desbaratar y re-significar


Hacia una epistemología de la observación
Observation, a word to be undone and re-meant.
Towards an epistemology of observation.

Rafael Ávila

“La epistemología tiene su encanto


porque en ella está todo por hacer”
Summary
Francisco Osorio (1998) This text tries to open, with a double
purpose, a window for observation: first, the
one of contributing to question an imma-
Resumen ture conception and practice of observation
Este texto pretende abrir, con un doble and, second, to identify and to put under
propósito, una ventana para la observación: examination the assumptions and premises
primero, el de contribuir a cuestionar una that maintain observation tied to the em-
concepción y una práctica ingenuas de la pirical tradition, which has been seriously
observación y, segundo, identificar y so- questioned nowadays by the constructivist
meter a examen los supuestos y premisas epistemology. In this sense, the origin of
que la mantienen anclada a la tradición the practice of observation in daily life is
empirista, hoy seriamente cuestionada por found and the issue of moving them in first
las epistemologías constructivistas. En este place, to the field of natural sciences and
sentido, se ubica el origen de las prácticas de then to the one of socio-cultural sciences, is
observación en el ámbito de la vida cotidiana evidenced. Finally, it considers our necessity
y se pone en evidencia el carácter problemá- to re-educate the way we observe, in order
tico de trasladarlas al ámbito de las ciencias not only to learn how to observe educational
naturales, primero, y luego al de las ciencias situations, but also how to observe ourselves
socioculturales. Finalmente, considera la in a different way.
necesidad de reeducar nuestra mirada, no Key words: Observation, look, observa-
sólo para aprender a observar situaciones tion practices, epistemology of observation.
educativas sino también para aprender a
mirarnos de otro modo.
Palabras clave: Observación, mirada, Los antecedentes
prácticas de observación, epistemología de La caída del Muro de Berlín y de las Torres * Texto de la lección inaugural del
la observación. Gemelas nos lleva a pensar que la construc- Seminario sobre la observación y los
sistemas observadores en investigación
cualitativa, ofrecido a los estudiantes de
• Fecha de recepción del artículo: octubre de 2007 • Fecha de aceptación: marzo de 2008. la Maestría en Educación de la Univer-
sidad Pedagógica Nacional, de Bogotá,
RAFAEL ÁVILA. Doctor en Sociología, magíster en Dirección Universitaria. Licenciado en Filosofía y Sociología. Actualmente Colombia, con algunos ajustes hechos
se desempeña como docente de la Facultad de Educación de la Universidad Pedagógica Nacional, Bogotá. con miras a su publicación.

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ción de un mundo nuevo se abre paso en ilusiones que se agazapan en los manuales, en
medio de temblores, estremecimientos, de- las prácticas y en la misma organización ins-
rrumbes y remociones de escombros. Algu- titucional de la investigación. Mi opción ha
nos ven en estos signos los estertores propios sido la de abrir una ventana para observar la
de un paciente en trance de agonía, otros, observación.1 Las ventanas, no sobra decirlo,
más optimistas, detectan las contracciones se abren para ampliar el campo de observa-
propias de una mujer en trance de parto. Han ción, para mirar a través de, para mirar mejor,
caído muros, torres, edificios, Estados, ideo- y para dejar entrar aires frescos.
logías, cosmovisiones hondamente arraiga- Me acosan las sospechas. En primer lugar,
das, verdades que se consideraban incontro- la sospecha de ignorancia sobre la enorme
vertibles, etc. Y para colmo, “las bases epis- complejidad de las prácticas de observación;
temológicas que sustentaron, durante largo en segundo lugar, la sospecha de indiferencia-
tiempo, nuestros modos de hacer investiga- ción entre las prácticas de observación en la
ción social han tenido importantes e inespe- vida cotidiana y las prácticas de observación
rados vuelcos” (Cathalifaud, 1997).
“encuadradas” en el ámbito de la ciencia; y
La ciencia occidental, esa tabla de salva- en tercer lugar, la sospecha de incoherencia
ción a la cual nos asimos frente al naufragio entre los supuestos ampliamente divulga-
de la doxa, del dogma y de las ideologías, se dos por los manuales de metodología de la
encuentra amenazada por tempestades de investigación y los giros epistémicos de la
todo tipo que han estremecido y agrietado ciencia que han contribuido a redimensionar
su incuestionada hegemonía. Hemos dejado y reposicionar el papel activo del observador
de pensar la ciencia como el resultado de un en la observación y, por ende, en el modo de
proceso de acumulación y nos inclinamos a producir conocimiento.
pensarla como un proceso permanente de
Si la observación se redujera a una co-
reconstrucción y reevaluación de paradigmas
locación pasiva del sujeto frente al objeto
(Kuhn). Se han removido los fundamentos
tradicionales de validación del conocimien- para dejar que la luz trasladara su imagen a
to científico (Popper). Las pretensiones de la retina y de allí al laberinto del cerebro, la
objetividad y de neutralidad (escuela de empresa de observar la observación estaría
Frankfurt), el monismo metodológico y la invalidada de antemano. Se trata de poner
distinción nítida entre ciencia e ideología bajo la lupa una tradición epistémica que
(Feyerabend). ha insistido en que la ciencia se deriva de los
hechos (Chalmers, 1984), en que la obser-
Nos inclinamos a pensar que nuestros
vación es el camino privilegiado de acceso a
objetos de estudio son más construcciones
los hechos, y en que el investigador tiene el
socioculturales que realidades ontológicas
papel de recoger los datos (cuidado con la
(Berger y Luckmann), y nos parece difícil
metáfora de la recolección). ¿Es que acaso la
aceptar que el científico, la teoría, o el mis-
categoría “hechos”, la categoría “datos”, y la
mo objeto de estudio puedan escapar a la
categoría “recolección” son inocentes?
condición de estar ubicados en un campo de
fuerzas (Bourdieu). “La teoría, a su vez, no es ¿No estaremos simplemente ante una
mirada como un conjunto de proposiciones imagen del conocimiento que se ha con-
analíticas e incontaminadas por la praxis, vertido en la imagen del conocimiento? Y
sino como parte de la lucha social por el con- que se ha vuelto dominante ¿No estaremos,
trol de los significados” (Gómez, 2000). simplemente, ante una imagen del sujeto que
se ha convertido en la imagen del sujeto? Y
que se ha vuelto dominante. El asunto es, a
El propósito la vez, complejo y delicado. Están en juego la
En estas condiciones, quienes tenemos la concepción y el papel del sujeto, del conoci-
responsabilidad de formar investigadores en miento, de la investigación, de la educación.
1. Me refiero al seminario anunciado los niveles de maestría y doctorado, debemos No es una empresa de poca monta la que
en la primera nota de este escrito. comenzar, por algún lado, a desmontar las tenemos entre manos.
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Precisamente porque se trata de algo


complejo, el primer propósito de este semi-
nario es el de contribuir a disolver (desapren-
der) una concepción y una práctica ingenuas
de la observación y el segundo someter a
examen los axiomas, premisas y supuestos
epistémicos que la mantienen anclada a las
expectativas de la tradición empirista, hoy
radicalmente cuestionadas por la redefinición
de la ciencia en las epistemologías de inspi-
ración constructivista. No debe extrañar, por
consiguiente, que estos propósitos trasladen
el objeto de estudio de este seminario al
campo estrictamente epistemológico, más
allá de las preocupaciones metodológicas.

¿Por qué las prácticas


de observación?
Un primer argumento. La observación
ha ejercido y sigue ejerciendo un poder de
encantamiento sobre el ser humano que
produce la ilusión de evidencia. Los límites
entre el embeleso y el embeleco son muy
tenues. Basta echar una ojeada a la historia
de las diferentes culturas para constatar una
prominente regularidad: la construcción de
lugares privilegiados para ampliar el campo
de la observación (las pirámides, las torres,
los miradores, los palcos, los balcones, etc.).
Observar o mirar, desde estos lugares, nos
da una sensación mixta de poder y de placer.
La visión panorámica ha ejercido siempre
una especial fascinación sobre nosotros. El
desarrollo de la ciencia está ligado a la cons-
trucción de observatorios: el observatorio
astronómico, el observatorio de ciencia y
tecnología, el observatorio de la ciudad, etc.
La tecnología nos ha dotado de instrumen- variaciones, en el campo experimental y en
tos asombrosos para ampliar el campo de el campo sociocultural, se encuentran dos
la observación. El telescopio, por ejemplo, regularidades:
es una prótesis para observar lo macro, el – Por un lado, se constata que la observa-
microscopio otra prótesis para observar lo
ción es una práctica transversal a todos
micro. La ciencia, finalmente, es una prótesis
los campos del saber (experimentales y
para observarlo todo con cierto rigor.
socioculturales).2 En todos ellos la aper-
Puedo aducir, además, otros argumentos
tura del proceso investigativo comienza
para apuntalar la prioridad que atribuyo a las
prácticas de observación: los que provienen con la observación; como fase previa a la
de mi propia experiencia como investigador experimentación en las ciencias naturales
2. Con excepción de las ciencias
y maestro de investigación. Al comparar y como fase previa a la interpretación en puramente formales, como la lógica y
los modos de hacer ciencia y sus diversas las ciencias socioculturales. Aunque no es la matemática.

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condición suficiente para hacer ciencia, es polisémica.3 Algunas de sus acepciones apa-
condición absolutamente necesaria. recen ligadas a contextos de regulación civil
– Y, por otro lado, se constata que cada o religiosa, otras al contexto de la vigilancia,
campo del saber diseña su propia moda- al contexto de la notificación, al contexto
lidad de observación, con rutas diferentes de la reprensión y en fin, ligadas al contexto
que muestran sus peculiaridades y sus del análisis:
tradiciones específicas, que le dan un – Acepciones ligadas al contexto de la
color y una tonalidad características a sus regulación.
procedimientos, sus técnicas, sus rituales, “Observar los mandamientos, los re-
sus hábitos y sus categorías lingüísticas. glamentos o la ley”. Es la significación
Si la observación es una práctica trans- más adherida a la estructura etimológica
versal, nuestra eventual contribución a su del término. “Ob” significa delante de
resignificación puede convertirse en insumo y “servus” significa esclavo. Es decir:
para muy distintos campos del saber. Si es esclavo que se pone delante de su amo
una práctica pre-requerida para apoyar la para acatar y obedecer sus órdenes. Se
experimentación y la interpretación, una usa también la palabra “observancia”, y
observación cualificada constituye un buen se habla de “estricta observancia” (acatar
comienzo. Y un buen movimiento de aper- al pie de la letra, sin discusión alguna)
tura, como nos lo ha enseñado el ajedrez, nos por contraposición a la observancia con
posiciona ventajosamente para continuar el reparos o reservas.
partido. – Acepciones ligadas al contexto de la
Pero, obviamente, para comenzar bien y vigilancia y la seguridad.
para continuar bien hay que disolver (des- Aquí se encuentran paradójicamente
aprender) esa idea (obstáculo epistemológico) tanto las observaciones de objetos o in-
según la cual la práctica de investigación es dividuos sospechosos de haber cometido
un saber puramente instrumental que opera o estar a punto de cometer un crimen,
mecánicamente, orientado por la rigidez de como las observaciones y los seguimien-
un monismo metodológico, arbitrariamente tos que hace el crimen organizado de sus
estandarizado y supuestamente desocupado posibles víctimas.
de premisas. – Acepciones ligadas al contexto de la
Una práctica inteligente y profesional recriminación.
de la investigación requiere de un sujeto También se encuentran expresiones como
que haya comprendido la relevancia y la “hay que hacerle alguna observación” o
pertinencia de la epistemología y que, por “ya se le hicieron las observaciones del
consiguiente, se haya tomado el trabajo de caso”, las cuales están ligadas al contexto
preguntarse por la naturaleza, la génesis, la del reproche o la reprensión. Hacer una
objetividad y la utilidad del conocimiento. observación en este contexto, significa
En síntesis: requiere de un sujeto que se haya hacer saber que se ha incurrido en una
planteado estas preguntas y le haya dado unas infracción, manifestar desaprobación y
respuestas, así sean provisionales, como una advertir sobre sus consecuencias.
precondición cognitiva para lanzarse a la – Acepciones ligadas al contexto del aná-
empresa de producir conocimiento. lisis.
3. Estoy insistiendo en el medio En el ámbito de nuestras instituciones
académico, en que la producción
de significación es una competencia se habla de “formular observaciones” o
propia del ser humano y que, por La observación en el universo de “recoger observaciones” sobre algún
consiguiente, no son las palabras las lingüístico documento o procedimiento. Observar,
que significan sino los sujetos, los
cuales producen significación a partir Al intentar un seguimiento de la palabra en este caso, puede significar detectar una
de contextos institucionales específicos. “observación”, nos encontramos una multi- imprecisión o llamar la atención sobre
El repertorio de palabras acumulado en
los diccionarios es un registro de los plicidad de acepciones, ligadas a usos diversos algún aspecto que merece reelaboración
usos, de interés arqueológico. en contextos diversos. Se trata de una palabra o modificación.
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– Acepciones propias de la psicología y de


la medicina.
En las cuales se habla de la observación
como método clínico. Una observación,
dice Claude Bernard (Thines y Lempe-
reur 1975), es una constatación exacta
de un hecho, con la ayuda de los medios
apropiados para ella. La observación
conduce a la formulación de hipótesis y la
experimentación a su verificación o falsi-
ficación. En el campo de la investigación
etnográfica, la observación se considera
como la fase previa a la interpretación.

Origen de la observación
Es una verdad incuestionable que la obser-
vación tiene su origen en el mundo de la vida
cotidiana. Sin haber recibido entrenamiento
específico en algún campo profesional o en
algún campo del saber todos nosotros, cada
uno a su manera, hacemos observaciones en
diferentes dominios del mundo de la vida y
con base en ellas construimos conocimiento
y experiencia.
Las ciencias experimentales fueron las
primeras en trasladarla a su ámbito de inves-
tigación, imponiéndole una cierta disciplina.
En realidad lo que estas ciencias han hecho
es tomar en serio la observación como una
base confiable para la formulación de leyes
generales, suponiendo un acceso directo a
algunas propiedades del mundo.
Su apropiación o traslación al campo de
las ciencias socio-culturales (antropología,
sociología, economía, etc.) obedece a una
segunda importación, a un segundo disci-
plinamiento y a un segundo desplazamiento práctica que ha estado ligada a los avatares
de su significación. Importar una práctica del paradigma positivista llegue cargada de
significa sacarla de un contexto (des-contex- supuestos y prejuicios que es necesario des-
tualizar) para ingresarla a otro contexto (re- velar y someter a examen.
contextualizar), no sin antes haberla pasado
por las “aduanas epistemológicas”, con el fin
de descargarla de algunas connotaciones y El privilegio del sentido
recargarla de otras. de la vista
De modo que la presencia de esta práctica La cultura occidental ha privilegiado
en el ámbito de las ciencias socioculturales el sentido de la vista para observar y este
no puede ser bien recibida, sin el beneficio privilegio se ha extendido al dominio de
del inventario que nos aporte la historia de la ciencia; lo que la ciencia no puede ver se
la ciencia. Es apenas comprensible que una inventa la manera de traducirlo al órgano de
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la visión por medio de artefactos. Basta mirar las imágenes que se producen en las retinas
los tableros de un avión, de un automóvil, o sean relativamente iguales, dos observadores
de cualquier otra máquina compleja. Todo lo que vean el mismo objeto en circunstancias
que se oculta a la vista podemos observarlo parecidas no tienen las mismas experiencias
a través de indicadores visuales. Hoy en día, visuales, dos observadores que ven la misma
prácticamente todos los procesos de una escena desde el mismo lugar ven la misma
máquina compleja pueden observarse a través cosa pero interpretan de modo diferente.
de monitores. La medicina es paradigmática Más aún: dos observadores presentes en el
al respecto, se ha inventado una multiplici- mismo escenario no ven las mismas cosas.
dad de ojos mecánicos para penetrar en las El uno fija su atención en unas cosas, el otro
cavidades del cuerpo, a través de todos los en otras. Un estudiante novato en biología
agujeros que tenemos. No sería atrevido decir no ve las mismas estructuras celulares que
que la medicina ha “violado” las entrañas un biólogo experimentado, un estudiante
sacrosantas de nuestro cuerpo para hacerlas de medicina no puede ver en una radiografía
accesibles al ojo. No hay nada que pueda lo mismo que ve un médico experimentado,
detener la curiosidad de un ojo clínico. etc. En consecuencia, la opinión de que
Precisamente porque el ojo es el ins- nuestra experiencia visual está determinada
trumento por excelencia de exploración únicamente por las imágenes formadas en
del mundo,4 la epistemología de la ciencia nuestras retinas, “llevan demasiado lejos la
occidental, pero sobretodo bajo la versión analogía de la cámara fotográfica”, como dice
de las ciencias naturales, está montada sobre Alan (Chalmers, 1984).
el ojo. Se supone que la observación es la vía El que ve no es el ojo sino el sujeto, cultu-
de acceso a las entrañas del mundo. Y que el ralmente situado, culturalmente socializado,
ojo es la “vía real” hacia sus propiedades. El con más o menos experiencia o conocimien-
verbo ver, el verbo mirar y el verbo observar to. Es preciso aprender a mirar por el micros-
se traslapan frecuentemente. copio, es preciso aprender a leer una radio-
La vulgata de esta concepción supone que grafía. Hay que aprender para llegar a ser un
los rayos de luz procedentes de un objeto observador competente en ciencia, hay que
llegan directamente a la retina, la cual actúa aprender para llegar a ser un buen observador
como una especie de espejo o pantalla en la en la vida cotidiana y hay que aprender para
cual se forman la imágenes del mundo. De distinguir entre diferentes tipos de mirada.
esta manera, la observación queda ligada a En suma: el sujeto aprende a hacer diferentes
una concepción especular del conocimiento usos de sus globos oculares, y puede aprender
que ha hecho carrera en nuestro medio. El siempre nuevas formas de mirar. Unas le
sujeto no hace nada, es la luz la que lleva las son estimuladas por la cultura de sus figuras
imágenes. La retina las registra. Estos regis- parentales, otras le son vedadas. Pero todas
tros son un reflejo del mundo en el sujeto. La son resultado de aprendizajes realizados en
luz, y no el sujeto, es la que tiene el papel ac- los procesos de interacción con otros sujetos a
tivo, las imágenes llegan al sujeto “envueltas” veces situados en el mismo contexto cultural
en rayos luminosos. No debe extrañarnos, en y, a veces, situados en contextos culturales
consecuencia, que la batalla que tuvo que diferentes.
librar la ciencia para abrirse camino en un Este conjunto de experiencias es el que
mundo dominado por el fanatismo religioso, permite fundamentar la distinción entre
se haya montado sobre la contraposición luz ver y mirar. “El ver es natural, inmediato,
versus tinieblas. La ilustración portadora de indeterminado, sin intención; el mirar, en
la luz se batía contra la oscuridad. cambio, es cultural, mediato, determinado,
4. Para darse una idea al respecto, intencional. Con el ver se nace, el mirar hay
basta consultar la palabra “ojo” en que aprenderlo. El ver depende del ángulo
cualquier diccionario. Se encontrará La distinción entre ver y mirar de visión de nuestros ojos, el mirar está en
una inmensa cantidad de giros que
hacen uso del término, con las más Todo un conjunto de experiencias, sin em- directa relación con nuestra forma de socia-
variadas significaciones. bargo, nos han llevado a pensar que, aunque lización” (Vásquez 2002:78). Las múltiples
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formas de mirar han sido, en consecuencia,


aprendidas en nuestro proceso de socializa-
ción (la mirada que mata y la que alienta, la
que invita y la que intimida, la estimulante
y la castigadora, la que desea y la mirona del
voyerista, la escudriñadora y la evasiva, la
coqueta y la tímida, etc.).5
También los miembros de las comunida-
des científicas, como ya lo hemos afirmado,
han tenido que aprender a mirar. Han reci-
bido entrenamiento específico para mirar por
el telescopio o por el microscopio, para mirar
una radiografía o para mirar una tomografía
axial computarizada, para mirar un cuerpo o
para mirar un cadáver, para mirar una hoja
o un bosque, etc.

El que observa es un sujeto


Hoy en día nos puede parecer extraño,
pero la explicación del origen del conoci-
miento por la acción transportadora de las
imágenes, desde el objeto hasta la retina por
la luz, generó una epistemología sin sujeto,
una observación sin sujeto, una mirada sin
sujeto.6 En este sentido, la ciencia clásica no
tuvo que recurrir a ningún tipo de argucia
para deportar al sujeto de la práctica cientí-
fica: nació sin sujeto y se habituó a trabajar
sin él; por esta razón, me imagino, fue una
gran sorpresa toparse con el principio de
incertidumbre de Heisenberg.
La ciencia sociocultural, en cambio,
que había nacido al pie de los sujetos, para
intentar su comprensión, se asustó y reculó
cuando se topó con las determinaciones. La
ciencia experimental, entonces, se ve llevada
a reconocer que hay un sujeto implicado en de observarlo y, aunque parezca una verdad
5. El autor se permite recomendar
la producción de su conocimiento específico; de perogrullo, hay que explicitar que no hay todo el capítulo correspondiente a la
y la ciencia sociocultural, por su parte, es conocimiento sin sujeto, que no hay obser- semiótica de la mirada, en la obra de
Fernando Vásquez, citada en la biblio-
llevada a reconocer que no hay sujeto sin vación sin observador, que no hay mirada grafía. Es de allí de donde se ha tomado
historia que le preceda y sin condiciones que sin sujeto mirador. esta inspiradora distinción entre ver y
mirar (ver páginas 77 a 88).
afecten su campo de acción. Más aún, los sujetos que observan lo
6. Esta explicación, sin embargo,
Pero, a diferencia de las posiciones es- hacen desde un punto de vista particular; significó en su momento un verdadero
tructuralistas que terminaron disolviendo desde el género al que pertenece su cuerpo, quiebre epistemológico. Modificó
el imaginario sobre el origen de las
al sujeto, hoy insistimos en que el sujeto desde su ubicación en un campo de fuerzas, ideas, secularizándolo. En el lugar que
puede reaccionar sobre sus condiciones para o desde su ubicación en un campo teórico. A ocupaba la divinidad, como origen del
continuar inventando nuevos mundos. Por este lugar físico o simbólico desde donde el conocimiento y de las imágenes, según
la concepción teológica dominante, la
esta razón, tenemos que insistir en que el sujeto mira la realidad lo llamamos perspecti- física galileana va a colocar la luz como
observador está presente, está implicado, va. Por su medio, el cuerpo del ser humano, el origen del conocimiento. Nuevo in-
dicador de la posición central de la luz
modifica lo que observa por el solo hecho y su ojo por supuesto, se ubican en un lugar en el movimiento de la Ilustración.

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central frente al cual se despliega el horizonte Un torreón en el centro, desde donde se


de la mirada,7 como ámbito, es decir: como vigila. Y, a partir de allí, unos “brazos” de la
espacio comprendido entre ciertos límites edificación donde se ubican los objetos de
que recortan la mirada y la convierten en vigilancia, llámense ellos los soldados, los
mirada parcial. presos o los estudiantes. “Teatro invertido
Puesto que toda observación está mar- en el cual es el centro el que ve todo cuanto
cada por las diferentes perspectivas de los ocurre en el interior, sin ser visto él a su vez”
observadores, y desde allí solo es posible (Borrel, 1975).
tener visiones fragmentadas de la realidad, Esta potente metáfora del “teatro inver-
los sujetos no tienen verdades sino versiones tido” revela la arquitectura interior de la
construidas desde un particular punto de mirada objetivante. El sujeto de esta mirada
vista o perspectiva. Para recorrer diferentes se reserva el centro (etno-centrismo), desde el
territorios debemos construir diferentes tipos cual traza una frontera para poner a distancia,
de mapas. Y para que los mapas representen para distinguirse del otro reservándose el
cada vez mejor el territorio, es preciso reunir pedestal de la superioridad, dando origen, en
muchas versiones “encajándolas” como a las consecuencia, a una relación de poder. No
piezas de un rompecabezas o s contrastándo- es que no quiera conocer, es que se reserva
las para que se corrijan entre sí y nos faciliten el conocimiento propio de la regulación y
una mejor aproximación a los hechos. Aun- del control. Es la episteme de la subordi-
que parezca paradójico, “la objetividad nace nación.
de la confrontación de las subjetividades” De este modo, la mirada objetivante no
(Postic y De Ketele, 1992). solamente está en el origen de un paradig-
ma de conocimiento (el positivismo), sino
La mirada objetivante también en el origen de un paradigma de
Todas estas miradas, aun manteniendo construcción del orden social (el colonialis-
una cierta diversidad, tienen un algo en mo). Dicho de otra manera: la arquitectura
común: todas ellas son objetivantes. Han de la mirada objetivante se despliega en dos
sido entrenadas para mirar objetos. Cuando planos, distintos pero complementarios, por
esta manera de mirar se convierte en habitus, una parte crea las condiciones para producir,
pasa a ser naturalizada; es decir, parece natu- unilateralmente, el conocimiento regulatorio
ral pero no lo es. El proceso de aprendizaje y, por otra, construye una relación de sub-
desaparece y queda el habitus. Los científicos ordinación que asegura su hegemonía en el
actúan y miran el mundo a través de sus ámbito político. Los dos se alimentan mu-
habitus. tuamente y constituyen el rostro bifronte del
Esta manera de mirar, connatural y habi- dios Jano, guardián de puertas, vigilante de
tual en el paradigma positivista, se convierte entradas y salidas, puesto de control político
en obstáculo epistemológico en el paradigma y aduana de la episteme occidental.
comprensivo. Es por esta razón que nos
hemos adelantado a afirmar que es preciso Aprender a mirar sujetos
descargarla de ciertas connotaciones, para Introducir la mirada objetivante en el ám-
7. La perspectiva no es un descu-
brimiento, es uno de los artefactos recargarla de otras, más coherentes con los bito de las ciencias socioculturales sería algo
(mentefactos) más importantes en la propósitos de las ciencias socioculturales. así como introducir un principio de distor-
historia occidental. Por su medio, el
ser humano construye en el lenguaje “El profesor Habermas decía que la mi- sión desde el comienzo. La razón es contun-
simbólico de la geometría un espacio rada objetivante era, por decirlo de alguna dente: en este campo de conocimiento ob-
bidimensional que representa el es-
pacio tridimensional, y convierte las
manera, el núcleo generador y frontal de servamos sujetos y no objetos. Observamos
distancias en objetos matematizables la epistemología de origen positivista. Y el sujetos que, a su vez, son observadores de... y
que prolongan el campo visual, a la vez profesor Foucault se atrevió a comparar la que frecuentemente se observan mutuamen-
que lo controlan. Es como si se hubiera
hecho visible y controlable el espacio mirada objetivante con la arquitectura de te. Es lo que la epistemología constructivista
público, en el ámbito simbólico de la los panópticos en donde todo está armado denomina observación de segundo orden y la
cultura. Sobra sugerir el giro que esta
invención produjo en la historia del para que yo pueda mirar sin ser visto” (Ávila, tradición hermenéutica califica de “segunda
arte y de la arquitectura. 2001). lectura” (Giddens, 1997).
22 × Universidad de San Buenaventura, Cali, Colombia
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Más aún, podemos ser observadores de


nosotros mismos, lo cual significa tener la
posibilidad de ser sujetos y objetos de la
observación, sujetos y objetos del saber. En
este caso, la acción de observar comienza en
el sujeto y termina en el sujeto, por medio
de un proceso de reflexión.
En consecuencia, así como los científicos
experimentales construyeron, imaginativa-
mente, la mirada que ellos necesitaban para
mirar sus objetos de estudio pertinentes,
también nosotros los que trasegamos en
el dominio de las ciencias socioculturales,
debemos cultivar otra manera de mirar para
observar el mundo de la intersubjetividad (il
s´agit de regarder autre chose, autrement). Ello
significa, ni más ni menos, estar dispuestos
a emprender la difícil tarea de re-educar
nuestra mirada. espíritu de aventura y su interés por descu-
brir lo que aún no se conoce y el detective
que insiste en recoger las huellas, y hacerle
Lo que es preciso conservar seguimiento a los rastros e indicios, no ponen
Está claro que la mirada objetivante oculta a nuestra disposición un conjunto de recetas,
un “cargamento irregular” que no podemos pero nos sugieren un conjunto de actitudes
dejar pasar inadvertido en nuestras “aduanas y predisposiciones necesarias para aprender
epistemológicas”. Pero, atención, hay dos a investigar.
cualidades de la observación experimental Primero que todo agotar la exploración de
que es preciso recuperar: los científicos expe- los signos; si los datos son insuficientes, las
rimentales no miran de cualquier manera, lo hipótesis pueden ser prematuras. Y segundo,
hacen con atención y con detención. mucho más importante, atreverse a razonar
Mirar con atención significa concentrar a partir de los signos, formulando conjeturas,
selectivamente la mirada sobre una sensa- detectando incoherencias y coligiendo las
ción (hacer consciente la sensación) y, como conclusiones del caso. Es decir, poniendo a
ocurre en toda selección, hay que dejar mu- funcionar el razonamiento lógico mediante
chas cosas fuera del foco. Es el secreto para la inducción, la deducción y la inferencia.
construir un objeto de estudio. “Veo que a pesar de ser un buen observador
Mirar con detención implica tomarse su no sabéis razonar vuestras observaciones”,
tiempo para observar. La variable tiempo le dice Sherlock Holmes a Watson en “El
es de gran importancia. Una investigación carbunclo azul”.
de calidad se inscribe en una temporalidad
de larga duración. Todo lo contrario de una
“ojeada” que es mirar a la ligera, y algo muy Aprendiendo a observar
distinto a mirar de reojo o con el “rabo del situaciones educativas
ojo”. El mirador, dice Vásquez, degusta, cata, Dada la prioridad que le acordamos a
rumia lo que el mirón traga con premura. la investigación de la cultura escolar, en el
contexto de esta maestría, lo que más nos
interesa es aprender a “observar situaciones
El explorador y el detective educativas”. El actor y la acción siempre están
Los modelos del explorador y del detec- ubicados en una situación, en un contexto. El
tive pueden ser de indudable utilidad para actor llamado maestro siempre está situado
aprender a observar. El explorador, con su en el ámbito de una institución llamada es-
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Rafael Ávila

cuela, un escenario complejo atravesado por negativo de las cosas, de las personas, de las
diferentes culturas y por diversas tensiones instituciones. Y que en lugar de construir es
entre actores con intereses diferentes. destructivo y desalentador. Tenemos hon-
damente internalizada una manera de mirar
¿Como seleccionar entre esta madeja de que se fija selectivamente en las sombras y
interacciones, lo que nos interesa observar? deja fuera de foco las luces.
¿Los procesos de interacción? ¿Las relaciones
que se configuran? ¿Cuáles? ¿Las que enlazan El gran problema es que con esa misma
a maestros y estudiantes? ¿O las que enlazan mirada nos miramos a nosotros mismos, y
a maestros con directivos? ¿Los discursos que devaluamos nuestra auto-estima. Nosotros
circulan? ¿Los diferentes tipos de prácticas? mismos nos encargamos de devaluarnos, por-
¿Las normas que imperan? ¿Los roles que jue- que solamente miramos nuestras sombras.
gan los actores? ¿Las situaciones conflictivas? Otro gallo nos cantaría si aprendiéramos a
Etcétera, etcétera. privilegiar nuestras luces. La metáfora del
vaso medio lleno o medio vacío es muy
Todos estos objetos de estudio pueden mi- aleccionadora al respecto.
rarse desde afuera o desde adentro. Y, según
el caso, habrá que usar una u otra modalidad
de investigación. En cualquiera de los casos,
el proyecto de formación de investigadores Prolongaciones
debe crear las condiciones para construir una más que conclusiones
cierta “familiaridad” con los objetos propios Decía, al comienzo, que había optado
de su campo de saber. Y esto sólo es posible por “abrir una ventana para observar la
en ambientes adecuados y en períodos de observación”, que me animaba el propósito
larga duración. de desmontar ilusiones y verificar sospechas.
Que no estaba dispuesto a cohonestar la re-
ducción de la práctica investigativa a un saber
La mirada crítica puramente instrumental, mecánicamente
orientado por la rigidez de un monismo
La mirada crítica es una herencia preciosa metodológico. Y, sobretodo, que me intere-
de los maestros de la sospecha (Marx, Freud, saba reivindicar dos aspectos: a) la inclusión
Nietzsche, Foucault, Bourdieu, etc) que fue- del sujeto en el proceso de construcción del
ron los primeros en adentrarse en el mundo conocimiento (versus exclusión del sujeto
de las determinaciones y en desvelar las sedi- como garantía de objetividad en el paradigma
mentaciones ideológicas que entorpecen la positivista), y b) la especificidad de la inves-
construcción de una sociedad democrática. tigación en ciencias humanas en contraste
Por eso antepusieron el conocimiento libera- con la investigación en las ciencias naturales
dor al conocimiento regulador e insistieron (versus monismo teórico y metodológico).
en la dinámica de las contradicciones.
La comprensión de los sujetos, de la subje-
La mirada crítica, sin embargo, puede tividad y de la intersubjetividad constitutiva
degenerar en criticadera, cuando nos apre- del tejido societal, nos impone una doble
suramos a juzgar y cuando olvidamos que tarea: a) construir otra manera de mirar, más
aquella no es un fin sino un medio para adecuada a la especificidad de las ciencias
construir propuestas y alternativas. Es preciso humanas, y b) imaginar otra manera de va-
complementar la mirada crítica con la mirada lidar el conocimiento, ya no por la supuesta
propositiva para que el ejercicio de la crítica correspondencia entre los datos y los hechos,
tenga un sentido constructivo. Cuando esta sino más bien por la confrontación entre las
se apresura a juzgar sin fundamentación subjetividades (Postic y De Ketele, 1992).
suficiente, se convierte en pre-juicio y nos El sujeto no dispone de verdades sino de
instala en la criticadera, un mal hábito que versiones construidas desde un particular
nos ha acostumbrado a mirar siempre el lado punto de vista (perspectiva).
24 × Universidad de San Buenaventura, Cali, Colombia
La observación, una palabra para desbaratar y re-significar..., pp. 15-26

Explorando el laberinto de la observación mes parciales, informes finales, resúmenes


he identificado dos fuentes para problema- ejecutivos, etc.).
tizar la concepción y la práctica de la obser-
vación: No son suficientes, en consecuencia, las
herramientas teóricas o metodológicas, para
– La primera, relacionada con la matriz formar un sujeto investigador de sujetos. Hay
epistémica, es decir: con las imágenes que trabajar, en primer lugar, su dimensión
del mundo y, más específicamente, con subjetiva, intervenir activamente su ima-
las imágenes o representaciones del cono- ginario cultural, proceder a una especie de
cimiento que circulan en nuestro medio “profilaxis” para sacar a flote las imágenes que
cultural y en el medio académico. Se hace tiene de sí mismo y de los otros; y someter-
necesario pasar de una epistemología sin las a examen. Todo un trabajo pedagógico,
sujeto a una epistemología con sujeto, para disponerlo a reconocer la condición de
que toma en serio su papel, frente a una sujetos en sus investigados. En suma: todo
concepción especular del conocimiento. un trabajo actitudinal, para complementar
Se hace necesario pasar de una episte- el componente aptitudinal.
mología objetivista a una epistemología El desafío es enorme y, en cualquier caso,
que valora el punto de vista del sujeto y tiene que ver más con el imaginario social
que, en consecuencia, valora la distin- sobre el conocimiento, y con los ambientes
ción entre verdad y versiones. Se hace de formación, que con la mecánica procedi-
necesario pasar de una epistemología que mental o con la utilización de artefactos. Para
enfatiza la construcción del objeto a una trabajar en esa dirección son más necesarias
epistemología que valora la construcción las prolongaciones que las conclusiones.
de la mirada, es decir: el aprendizaje de Dejo, entonces, abierta la ventana, para que
la mirada. el esfuerzo conjunto de maestros y estudian-
– La segunda, relacionada con los proce- tes continúe imaginando las prolonga-
sos de formación de los investigadores. ciones.
La formación de un investigador de
sujetos no puede calcar la formación
de investigadores de objetos. Su mirada Bibliografía
debe ser educada (o reeducada) de una
manera peculiar para aprender a ver las – ARNOLDCATHALIFAUD, Marcelo.
(1997). Introducción a las epistemologías sisté-
especificidades de su campo de estudio.
mico-constructivistas. En: Cinta de Moebio No.
Este aprendizaje no puede ocurrir en 2, Diciembre. Facultad de Ciencias Sociales,
cualquier ambiente. El ambiente “natu- Universidad de Chile.
ral” para cultivar el modo de vida propio
de los investigadores, es el escenario de – AVILA, Rafael. 2001. La cultura, modos de
los Centros de Investigación y, más espe- comprensión e investigación. Bogotá: Editorial
cíficamente, los grupos de investigación Antropos.
con proyectos en curso. – _____. (2002). Las relaciones entre la educación
y la cultura en Pierre Bourdieu. En: Revista Co-
Es allí, en ese muy específico “locus lombiana de Sociología, Universidad Nacional
cultural”, donde el “semillero de investiga- de Colombia, Vol. VII, No. 1, Bogotá.
dores” puede iniciar su socialización en las
convenciones propias de la labor investigativa – BORREL, Joan. (1975). Nacimiento de dos
y en su lenguaje específico (tecnolecto), de hermanos gemelos, el sociólogo y el maestro de
modo que pueda participar activamente en escuela. En: Educación y sociología de Emile
Durkheim. Barcelona: Ediciones Península.
sus prácticas de interlocución y de experi-
mentación, como también en la gramática – CASTROGÓMEZ, Santiago. (2000).
de su producción escritural (diseños, infor- Teoría tradicional y teoría crítica de la cultura.

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Rafael Ávila

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26 × Universidad de San Buenaventura, Cali, Colombia

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