t\u ~ tt ... li' ¡· ~· t' t 't' l ' 'l'1l tl C.
ll' tli t•t·
1 1 ltl'll 'll cia tf mica y cultural francesa
1 n pL·ricncias uescritas en el capítulo
• dr•ni L' tie ne n en común diversos carac-
1,, 111 ~piraci ón teórica, más o menos di-
' 1 d ~· l movimie nto de Morris; la actitud
' 11lll •l contra la tradición; la preferencia.
• 1 11111hito tradicional. por los modelos
he \-lll t:s (con la parcial excepción de los
11 1 wn ~) ; un gran interés por la decora-
ti \ 111~ artes aplicadas; algunas preferen-
lllltlllll cs . entre ellas la tendencia a rc-
lt ~no, valores plásticos a valores lineales
ltlllll tlkos.
1 1 11•hul ión contra la tradición - por mo-
dl' inde pendencia artística, como en
1 t ~t~ t', o de rectitud moral , como en Van
\ 11ldt:- constituye el carácter común
1111po rtante. aunque sólo de orde n ne-
I!H t El adjetivo nouveau (al igual que los
" h;rminos modem, Jugend, etc.) tie ne
1 , ucima de todo el significado polémico
1, 11hazo al particular equilibrio entre re-
tlt 11 in estilístico tradicional y técnica cons-
I tl vn . sobre el que hasta ahora se basaba
ullllra artística e uropea.
1 natural. por tanto , que la difusión del
/IIJ/Iveau concierna sólo parcialmente a
1111 ia, que ha sido la principal depositaria
tlllérprete autorizada de dicha tradición.
11 1ll ya se ha dicho, cuando e l art nouveau
111 1rn en Francia no se crea , como en
111' lugares, una división horizontal entre
ltll' progresista y la mayoría conserva-
' 1, sino, por el contrario , una separación
ltl'lll por géneros de producción. y la cri-
sis cultural de la Academia no compromete
demasiado las costumbres corrie ntes ni el
prestigio de los modelos tradicionales .
Aparecen , sin embargo, al mismo tiempo
que el art nouveau, dos experimentos de
vanguardia de otro género completamente
distinto -el de Perret y el de Ga rnier- .
que se apoyan precisamente en la lín ea
maestra de la tradición francesa y proponen
una reelaboración original. T ambién se trata
en este caso de intentos aislados. hechos po-
sibles por las te ndencias progresivas de una
parte de la clase dirigente; pero difieren de
los otros en curso en el resto de Europa por
su diversa carga de hábitos culturales. Es in-
dispensable tener presente esta distinción
para explicar la distribución de las e ne rgías
que concurren en la formación del movi-
miento moderno y, especialmente , la posi-
ción de Le Corbusier respecto a los demás
maestros contemporáneos.
La cultura arquitectónica francesa se basa
en el clasicismo y e n una refinada tradición
técnica, unidos por una recíproca adapta-
ció n, trabada desde hace tanto tiempo que
se presenta casi como una identidad. Pero la
fisonomía de esta tradición corre el riesgo de
dispersarse por obra del eclecticismo, que
suele mezclar y contaminar tanto los estilos
históricos como los materiales y sistemas
constructivos .
Perret y Garnier se alzan contra e l eclec-
ticismo de la época y recurren a dos princi-
pios complementarios de la tradición re-
mota: el clasicismo -entendido, en sentido
casi filosófico , como espíritu de geometría y
 352
de claridad- y la coherencia estructural; a
este segundo reque rimie nto se presta ad-
mirableme nte el hormigón armado , que pre-
cisamente e n este pe ríodo se hace de uso co-
mún y posee tales características de conti-
nuidad estática y adapta bilidad que casi se
convierte, desde este mome nto , en el sis-
tema de construcción preferido.
El cemento artificial es un materia l des-
cubierto a principios de siglo por el inglés
A spdin ; la patente del 21 de octubre de 1824
dice textualmente :
El barro o polvo de las calles e mpedradas con
piedra calcárea o , e n caso de que este material
no se pueda obtene r en suficiente cantidad , la
piedra calcárea calcinada, se mezcla con una de-
terminada cantidad d e a rcilla, amasada con agua,
por medio del trabajo manual o a máquina, hasta
reduci rla a un limo impalpable . La pasta se deja
secar, luego se trocea y se calienta en un horno
de cal, hasta que se haya desarrollado todo el
ácido ca rbónico ; después se redu ce a pol vo el
producto con muelas y morteros y ya está listo
para el uso . 1
Hacia 1845 e mpieza a producirse indus-
trialme nte y se hace n los primeros inte ntos
de asociar e l cemento al hierro, p ara do tarlo
de la resiste ncia a la tracción de que carece .
En 1847, F. Coignet proyecta la primera cu-
bie rta en cemento fraguado en encofrados y
armado con perfiles de hierro para una te-
rraza e n St. D e nis, construida después en
1852 ; en 1848 Lambot proyecta su embar-
cación, y en 1849 Joseph Monier (1832-
1906) construye las primeras jardineras, a r-
madas con tela metá lica. Por ahora las apli-
caciones se reducen a· ob.jetos de pequeñas
dimensiones y só lo la curiosidad de la pos-
teridad , testigo del progreso del hormigón
armado en las últimas décadas del siglo
XIX, ha permitido conocer los nombres de
estos precurso res.
l. M . ¡ :.,~ ' ' ' '' ' , () ti rnl , 11 1 llrr dlll' , 1\ 1\ k rr rll•¡\t'l ,
1: l{ rl'lrH•r , A ll t' l ll' l , 1 ll lt•linl , !llllti• MIIIIII'!,J'''
,¡¡¡, htt•, 1 r '''" l11 111111 l lwtr1 lt tln 1 111 """"'" 1 1l it
f ,jiJIJ.J_ ,J u.- .j.._.._ 1 ~ --· J, ,,.L,I~ L •.._ti. J _...._ J *-
M ovim ie11tos de ~·an~uardia europ eos (1890-19f.ll
Monier se da cuenta muy pronto de qur
el nuevo siste ma de construcción es buen11
para muchos otros usos y, después de ha blll
patentado e n 1855 sus jardine ras , obtie ne~~~~
los años siguie ntes una serie de paten ll''
para otras aplicacio nes del hormigón 111
m a do: tuberías (1868) , p aneles (1869)
puentes (1873) , escale ras (1875), vigu
(1878) , cubiertas (1880). En seguida empir
zan las realizaciones concretas: un depósit11
de agua en Fontainebleau e n 1868, seguidh
inmediatamente de otros de mayo r capan
dad y, en 1875, el primer puente de 16 nu
tros de luz.
En 1879 se ceden las patentes de Monir1
a A lemania y a Austria y en 1887 se con
tituye la Actie n Gesellschaf für Beton und
Monierbau, que construye numerosos ptl\111
tes e n los países alemanes. E ntre 18H~ \
1890 llegan otras contribucion es de A m ~ m .r
(Ward , H yatt y Ransome) ; en 1880 aplll'~~~,
Fran<;o is H enne bique (1842-1 921) , qm: t
tudia los forjados de ceme nto armados ~~~~~
redondos de hierro , construyendo e l pu
mero en 1888 en Lombardtzyde , e n Bé l ~h ,r
Alrededor de 1890 , F. Coignet obtie m· ' ,,
rias patentes p ara la construcción de lll' l H
duetos con tubos ele cemento y rea lii',H 1 11
1891 el prime r forjado de vigas prcfah111 ,,
das en Biarritz. Después de 1892 se in1111
sifica la acti vidad de H ennebique; su 1'111
presa crea 42 agencias en el extranjero , 'r 1 u
la siguie nte década cerca de 7 .000 o bru~-o, 111
tre las que figuran los forj ados de l Cit'll lld
del Petit Pal ais , para la E xposición lJ III VI '•I
sal de París de 1900. E n 1904, A natok 1 11
Baudot (1834-1915) co nstruye la igk :-.íll ti
Saint-Jean de Montmartrc e n ce nH.:Ill! > "'
mado de jando vista, con audacia , l: ll ¡•l 111
te rior la estructura po rtn ntc: De llnud111 1
un antiguo nlumno de I.ahrouste y lk' \ 1t •
lle t le Duc y es e l prim e ro e n ~.: n•p l i'lll • 1
llll l: VO nwt e riul e n 1111:t ohrn re p r~.:st.·n t O II\'
t'OII L'V id l.! lll t: illl l ' IICÍ( lll p n ll: lllÍl'll : C\1 11111 \ l•
lkl lt• Due, pl ll lll l'l l 111 t'~ llll t' lllt f l 'WHII II 11
rll ndt•l,l 111 11 11 o , jllll lt qll i' ••t'l t 111 ~· p l u llh 1'
1 U ll lll lol do• 111 ,, ,..,, _ ,
IQ/1 i ,,,.," clasicismo ji'ancés: Perret y Garnier 353

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l tthllf" o~ dj unto a la patente de Monier de 1881 para una cubierta en hormigón armado.