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ETICA Y DERECHOS HUMANOS

Introducción:

Los Derechos humanos han existido desde mucho antes que se proclamaran
oficialmente en diciembre de 1948. Las diferentes sociedades han establecido
en su pensamiento que quebrantar estos derechos tienen consecuencias
severas para quienes atenten contra los mismos. Se instauro entonces la
creencia de que la promoción y vigencia de los derechos humanos se asegura
en el momento en que estos alcanzan un reconocimiento jurídico, esto
significa que los derechos humanos son “respetados” únicamente en la
sociedad actual porque la ley lo demanda. En este contexto se ha olvidado
que los derechos humanos se relacionan prácticamente en su totalidad con la
ética que rige el comportamiento del individuo dentro de su sociedad ¿Cómo
es que están relacionados la ética con los derechos humanos? ¿Se
encuentran, efectivamente, garantizados los derechos humanos al estar
protegidos por la ley? ¿Es posible obtener una verdadera universalización de
los derechos?

Cuerpo:

La ética es la disciplina filosófica que estudia el bien y el mal, sus relaciones


con la moral y el comportamiento de los hombres. La ética está más
contextualizada en un plano grupal, es decir, rige el comportamiento de un
colectivo de personas, a pesar que cada individuo posee una ética personal.
La ética siempre mide las acciones y decisiones de los hombres como buenas
o malas, y es precisamente debido a esta clasificación que se trata de la
búsqueda de un bienestar colectivo. Bajo este marco venimos a definir los
derechos humanos como las facultades inherentes, irrevocables e
inalienables de la persona humana.

Estas facultades son universales, es decir, son (o deberían ser) iguales y


respetadas en todo el mundo. Para garantizar el respeto de los derechos
humanos diversas sociedades alrededor del mundo han realizado un código
penal, una constitución, una serie de artículos que los defiendes en base a
una consecuencia. Esto quiere decir que atentar contra estos derechos
constituye una falta a los códigos establecidos, y, por lo tanto, un castigo.

Las personas que conforman estas sociedades establecen una ética personal
o familiar, pero aun así la principal modificación para la búsqueda del respeto
a estos derechos humanos es evitar las consecuencias que representa violar
el código jurídico.

Si los miembros de la sociedad coincidieran en su ética, en su decisión sobre


la bondad o la maldad de sus actos y decisiones, y en asegurar el bienestar
de su sociedad en general, se generaría un gran cambio en el respeto a los
derechos humanos. Una creencia arraigada en la mente del hombre puede
crear un mayor impacto que el temor a una nefasta consecuencia.
Sin embargo, la positivización de los derechos humanos y con el
enaltecimiento de los mismos será suficiente para el respeto y cumplimiento
de los derechos humanos, a esto debe decirse que se presenta una fuerte
polémica, en el sentido de que no basta que los derechos humanos se
reconozcan como normas jurídicas o códigos morales.

Es así que una cuestión práctica salta a la vista, ya que la solución no va en


que los Estados ratifiquen convenciones, pactos, protocolos, tratados sobre
derechos humanos, para que su población los acepta y entienda la vigencia e
importancia de los mismos en los tiempos actuales. Y es que desde el último
siglo con la introducción de los derechos colectivos (paz, solidaridad,
soberanía autodeterminación, desarrollo y otros), así como los derechos
económicos, sociales y culturales, se introdujeron por otras corrientes de
pensamiento, una de ellos fue el marxismo y que en la actualidad con la
desaparición de este bloque socialista nuevas teorías limitan los derechos a
solo libertades básicas, y con esto llegamos a un punto en el que cada vez
menos aceptamos los derechos humanos y a su vez su relación con la ética.

Es por eso que la fundamentación ética tiene que verse también en función
de los cambios que vive la sociedad humana, las relaciones de poder, las
estructuras de los Estados, los intereses políticos y económicos, en donde
inciden en la reformulación de los contenidos normativos las diferentes
concepciones teóricas sobre los derechos humanos. Los derechos humanos
no solo deben ser normas o leyes mandados por el estado sino las normas
para una correcta relación entre todos los seres de una comunidad. Es así
que con esta opinión los derechos humanos estuvieron, están y estarán
ligados a la ética, porque estos van de la mano si es que queremos que la
sociedad no solo los acepte, sino que los tenga en cuenta en su vida diaria.

Un tema muy importante es la discusión entre universalidad y relatividad de


los derechos humanos. Este debate pasa por varios matices. La idea de la
universalidad reside en establecer unos parámetros de conducta únicos para
todos los Estados como hablamos en los primeros párrafos del ensayo, sin
embargo, se debe reconocer que un código debe tomar en consideración las
diferentes estructuras, poder, estados y culturas, por ello, no puede ser tan
rígido. Por ejemplo, imponer un sólo modelo de Estado o sistema económico.
Pero sí, se pueden tomar normas mínimas y valores que se relacionan con
los individuos, las comunidades y el Estado, además de ciertas libertades
como el derecho al auto gobierno y la participación.

Uno de los argumentos para rechazar esta idea reside en que los derechos
no se ponen en práctica en todas las partes del mundo, o porque existen
diferentes formas de interpretar cada uno de los derechos cuando deberían
preocuparse de que las personas ejecuten o disfruten de esos derechos. En
definitiva, se trata de un problema de poner en práctica los mecanismos de
protección y la ley.

El hecho de que en todos los países no se cumpla con el respeto a los derechos
humanos no es un motivo suficiente para relativizarlos, si eso fuera
estaríamos frente a un mal mayor; por lo tanto, se debería permitir todo: la
tortura, la muerte, entre otros. Es posible que pueda haber divergencias, pero
muchas de estas no son de tipo moral, sino económicas, políticas o de
intereses colectivos. Lo cual, no quiere decir que se pueda llegar a un acuerdo
sobre la idea de los derechos, ejemplo, es el impulso que dio Amnistía
Internacional a fin de uniformar un criterio para evaluar y sancionar a los
Estados que ejecutan desapariciones forzadas.

Las divergencias de opinión sobre los derechos humanos no niegan la


posibilidad de que exista un método racional para llegar a acuerdos sobre lo
que son estos y aun mas no deja al aire la posibilidad que en un trabajo
conjunto con la sociedad del mañana se pueda trabajar desde los primeros
años una manera de hacer menores las diferencias entre los pueblos y a
través de la ética llegar a un mañana en que lo derechos humanos puedan
ser respetados sobre cualquier lugar sobre la faz de la tierra.

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