You are on page 1of 12

787

U N ASPECTO LEXICOGRÁFICO REFERENTE A LOS AMERICANISMOS

Jun-nosuke Miyoshi
jmiyoshi@cc.kyoto-su.ac.jp
Universidad Kyoto Sangyo
Japón

1. INTRODUCCIÓN

El término lingüístico, ‘léxico general americano’, se usa popularmente, siendo muy conveniente para expresar una noción ideal, y se
entiende conceptualmente bastante bien, pero no se puede delimitar el inventario concreto de las voces y acepciones que ha de abar-
car dicho término. El sistema de este término es prácticamente abierto, lo cual nos hace imposible encontrar algún léxico de tal carác-
ter objetivamente admitido. Por otra parte, existen, sí, varios diccionarios de americanismos, y muchos otros diccionarios del español
actual que contienen cierto número de voces y acepciones definidas como ‘americanismo’ según criterios de seleccionar las entradas,
los cuales son adoptados libremente por cada diccionario. Sin embargo, no existen criterios de esta selección, objetivamente acepta-
dos por la mayoría de los diccionarios.

Por otra parte, ya tenemos elaborado un corpus del léxico general y básico de americanis- mos, por medio de varios diccionarios re-
cién publicados en España.

En esta comunicación deseamos, primero, resumir las observaciones sobre los rasgos lingüísticos de los americanismos, y luego acla-
rar a cuáles de dichos rasgos pertenecen las voces y acepciones de nuestro corpus.

Para entender algunas posturas básicas en cuanto a la formación de los mismos criterios, presentaremos a continuación la opinión
analítica de un eminente hispanista, Humberto López Morales.

2. POSIBLES RASGOS LINGÜÍSTICOS DEL LÉXICO AMERICANO

López Morales nos explica acerca de “Los verdaderos americanismos” en uno de los apartados así titulado de su libro recién publica-
do1. Nos presenta allí dos criterios referentes a la selección de las entradas de americanismos2.

2.1. Dos criterios3

Primero nos presenta “un criterio eminentemente histórico”, según el cual “son america- nismos los términos que han nacido en sue-
lo americano”4. “Se trata de una posición muy estrecha que llevaría a identificar a los americanismos con los indigenismos. Los que
rechazan esta posición lo hacen porque no consideran adecuada la designación de ‘americanismo’ para términos que son moneda co-
mún en todas partes: cancha, canoa, chocolate, hamaca, maíz, etc.”

La segunda posición, contraria a la primera, defiende el criterio de uso. Esta posición “puede manejarse de dos formas diferentes, con
carácter general y con delimitaciones diferenciales”. Según una de las dos formas, se “recoge indiferenciadamente el vocabulario usado
788 XIII CONGRESO INTERNACIONAL DE LA ASOCIACIÓN DE LINGÜÍSTICA Y FILOLOGÍA

en una determinada comunidad, en este caso americana, no importa que se use también en España con idéntico sentido”. Y según la
otra, “se piensa en una diferenciación”, y “entonces entra en juego la contrastividad”.

El establecimiento de la contrastividad con España acarrea muchos problemas. “Parece evidente que no serán americanismos los tér-
minos que vivan tanto en una banda como en la otra del Atlántico con idéntico sentido, pero sí aquellos vocablos que, siendo espa-
ñoles, se usan en América con acepción nueva o diferente a la de su origen. [...] Al grupo de las que han cambiado su significado per-
tenecerían, por ejemplo, ante, comadreja, estancia, hacienda, lagarto, laurel, perezoso, playa, entre otras, que hoy significan cosas di-
ferentes aquí y en América”.

Humberto López Morales dice al final del mismo apartado: “Todas estas discusiones parecen partir de la confusión entre dos planos,
el teórico y el aplicado de la lexicografía. La conceptualización teórica de lo que es un americanismo solo puede fundarse en su ori-
gen; otra cosa diferente son los ‘usos americanos’ de tal o cual palabra”5. De aquí que, efectivamente, los diccionarios del español ge-
neral establezcan sus propios criterios al seleccionar americanismos, y parece que la mayoría sigue unos determinados criterios hí-
bridos de estas dos posturas, explicadas por Humberto López6.

En esta comunicación, de unos quince minutos, deseamos limitar nuestra atención analítica sobre los rasgos lingüísticos de america-
nismos a los que concierne su origen, dejando aparte los rasgos de su contrastividad con el español peninsular, o sea, los rasgos de
uso.

2.2. Los dos conceptos principales del americanismo

Hemos visto varias observaciones sobre los rasgos lingüísticos de americanismos. Las resumiremos en conjunto en los siguientes
apartados, para concretar qué rasgos lexicológicos debemos adoptar para averiguar los rasgos del origen de nuestro léxico básico de
americanismos.

Como ya hemos mencionado, los rasgos lexicológicos del español americano pueden relacionarse con dos conceptos principales del
término ‘americanismo’: concepto del origen, o valor histórico-genético (designación de Joaquín Montes (1995), pág. 153, etc.) y con-
cepto de uso diferencial del español de América y el de España. Al primer concepto le corresponden varios rasgos detallados diacró-
nicamente, y el segundo puede aclararse por medio de estudios sincrónicos. Por lo tanto, estos dos conceptos no son complementa-
rios, de modo que las voces y acepciones americanas de determinados rasgos del primer concepto pueden situarse a la vez en cierto
grado del uso diferencial, si cuentan con su sinónimo. Por supuesto, aparte de estos rasgos, existe un tercer concepto, que es el me-
ro hecho de ser empleado en América, correspondiente al ‘criterio de uso no contrastivo’, según Bohórquez7, etc.

La mayoría de los rasgos concretos del léxico hispanoamericano, observados por los filólogos, pertenecen efectivamente al concepto
histórico-genético: son los rasgos de Lapesa8, así como los de Zamora y Guitart9, de Moreno de Alba (1993)10, de Fontanella11, de
Vaquero12, de Saralegui13 y de Sala et al. Buesa y Enguita concentra sus interpretaciones en los préstamos indígenas y las alteracio-
nes que sufrió el español en América. Moreno de Alba (1992) discute principalmente las diferencias léxicas de uso que se observan
entre las principales ciudades del mundo hispánico.

Teniendo en cuenta todas las observaciones anteriormente referidas, estableceremos ahora varios rasgos, que han de caracterizar a
nuestro léxico básico de americanismos.

2.3. Rasgos correspondientes al concepto histórico-genético

Hemos juzgado los siguientes rasgos como pertenecientes al concepto histórico-genético del término ‘americanismo’. Los presenta-
remos basándonos fundamentalmente en Lapesa:
UN ASPECTO LEXICOGRÁFICO REFERENTE A LOS AMERICANISMOS 789

A. Rasgos de indigenismos: Son los rasgos que surgieron por la influencia de las lenguas autóctonas de América. Lapesa nos
aclara sobre los indigenismos léxicos de América en el párrafo 127 de su Historia14, diciendo: “La contribución más importan-
te y segura de las lenguas indígenas está en el léxico”. Se trata de las voces españolas de origen taíno, caribe, náhuatl, quechua
y guaraní, y sería más conveniente añadir las de origen arahuaco, las de origen chibcha y las de origen araucano.

B. Rasgo de afronegrismos: Es el rasgo al que se refiere Lapesa en el párrafo 128 de su Historia15.

C. Rasgos originados por varias lenguas europeas: Lapesa nos presenta en el párrafo 134 de su Historia varias voces de
italianismos, anglicismos y galicismos16. Y les añadiremos otros dos rasgos de procedencia: de la lengua portuguesa y de la
alemana. Es posible que haya alguna voz de otro origen, por ejemplo, de la lengua latina.

D. Rasgos originados por otras lenguas: Elaboraremos este apartado teniendo en cuenta la existencia de algunas voces ame-
ricanas de origen chino, a la que se refieren Zamora y Guitart17. Pueden existir voces de otro origen, por ejemplo, de la lengua
árabe.

E. Rasgos surgidos en contraste con el español peninsular: Son varios rasgos de los siguientes vocabularios, a los que
se refiere Lapesa en el párrafo 134 de su Historia: llamados arcaísmos, andalucismos, voces de origen canario y occidentalis-
mos18. En este grupo de rasgos incluiremos los marinerismos, según la clasificación de Sala et al.19

F. Rasgos genéticos del español de América: En este apartado agruparemos los rasgos tratados por Lapesa en el párrafo
134 de su Historia. Se trata de dos rasgos: uno consiste en el cambio semántico del español peninsular, debido a las noveda-
des de la vida colonial, y el otro, en la formación de nuevas palabras, es decir, neologismos surgidos en América, cuya base, o
raíz, pertenece al español peninsular.

G. Rasgos jergales: Según Lapesa20, uno de los rasgos importantes que deben distinguirse en el análisis del léxico hispanoa-
mericano, es el de los elementos jergales. Tendremos en cuenta este rasgo en el análisis de nuestro corpus.

3. NUESTRO CORPUS: ‘LÉXICO BÁSICO DE AMERICANISMOS’

Dada la variedad de criterios de selección de americanismos léxicos, y con el objeto de comprobar sus rasgos lingüísticos, nos he-
mos decidido a preparar un corpus de voces y acepciones, objetivamente acogidas como americanismos. Es decir, elaborando una ga-
ma delimitada de voces y acepciones, general y básicamente tomadas por americanismos, veremos cómo se reflejan en tal corpus los
rasgos del vocabulario americano. Nuestro corpus puede llamarse ‘léxico básico de americanismos’, y lo construiremos contando con
varios diccionarios generales recién publicados en España21. Empleamos como fuentes principales CLAVE, Diccionario de uso del es-
pañol actual de Maldonado et al. y Diccionario de americanismos de Brian Steel (1990)22. Para que nuestro léxico básico cobre cier-
ta objetividad, confirmamos lo objetivamente americanas que son las entradas y acepciones así tratadas en aquél y todas las entradas
de éste, consultando otros tres diccionarios, que son Nuevo diccionario esencial de la lengua española de Sánchez Cerezo et al., Dic-
cionario SALAMANCA de la lengua española de Gutiérrez et al., y Diccionario manual ilustrado de la lengua de Alvar Ezquerra et al.
Para el inventario de nuestro corpus, hemos reunido, primero, todas las voces y acepciones del diccionario CLAVE, que van con el ró-
tulo de ‘meridionalismo’ (vocabulario común de la parte sur de España, Islas Canarias e Hispanoamérica), y que son americanismos
en otros dos de los cuatro diccionarios restantes; luego, todas las voces y acepciones de Brian Steel, que son americanismos en otros
dos de los mismos cuatro diccionarios. Resulta que nuestro corpus consta de 976 voces y acepciones, las que presentamos en un ar-
tículo lexicográfico que ha de publicarse muy en breve23, junto con algunas noticias sobre la compatibilidad lexicográfica de los cin-
co diccionarios. Por ejemplo, los americanismos que como tal califican comúnmente estos cinco diccionairos no llegan más de 162.

Ahora hemos determinado los rasgos lingüísticos genético-históricos de este ‘léxico básico de americanismos’ nuestro.
790 XIII CONGRESO INTERNACIONAL DE LA ASOCIACIÓN DE LINGÜÍSTICA Y FILOLOGÍA

4. RASGOS LINGÜÍSTICOS GENÉTICO-HISTÓRICOS DEL ‘LÉXICO BÁSICO DE AMERICANISMOS’

Ya hemos comprobado los rasgos genético-históricos de cada americanismo de nuestro corpus, contando con varias fuentes de da-
tos etimológicos, filológicos, lexicográficos, etc., además de los datos presentados en los cinco diccionarios anteriormente referidos.

Las fuentes principales que hemos consultado son: Corominas (1967); Corominas et al. (1980-91); Kany (1960a); Kany (1960b); Kany
(1969); Cuervo; Rosenblat; Buesa et al.; Sala et al.; Diccionario de Autoridades de la RAE; Moliner; Seco et al.; Martín Alonso; Morí-
nigo (1996); Morínigo (1998); Neves; y Corominas (1944). Debemos mucho a Julio Calvo Pérez en el caso de quechuismos y a Est-
her Hernández en cuanto a nahuatlismos. Las demás fuentes de datos, las citamos en nuestra bibliografía.

Referente a la indicación de rasgos de cada americanismo, tenemos que aclarar de antemano que hay americanismos cuyo rasgo es
de cierta probabilidad, y en este caso añadiremos un signo de interrogación entre paréntesis; también hay muchos que corresponden
a dos o tres rasgos, ya especificados, y en este caso añadiremos entre paréntesis el signo de ‘&’ más otros signos: ‘E arc.’ (rasgo sur-
gido en contraste con el español peninsular: ‘arcaísmo’), ‘E mar.’ (‘marinerismo’), ‘E oc.’ (‘occidentalismo), ‘Fc’ (rasgo genético de ‘cam-
bio semántico’), ‘Ff’ (rasgo genético de ‘formación’), ‘G lunf.’ (rasgo jergal de ‘lunfardo’).

Como rasgos genético-históricos, de carácter diacrónico, tenemos establecidos los siguientes: A. Rasgo de indigenismos; B. Rasgo
de afronegrismos; C. Rasgo originado por varias lenguas europeas; D. Rasgo originado por otras lenguas; E. Rasgos surgidos en con-
traste con el español peninsular (los llamados arcaísmos, andalucismos, canarismos, occidentalismos, así como marinerismos); F.
Rasgos genéticos del español de América (cambio semántico y formación); y G. Rasgo jergal.

Hemos llegado a la conclusión de que los americanismos de nuestro léxico básico pueden agruparse, de la manera siguiente, según
los rasgos genético-históricos ya establecidos en nuestro párrafo 2.3.24

4.1. Voces y acepciones agrupadas según rasgos genético-históricos (931)

A. Voces de rasgos de indigenismos (211):


Como puede verse a continuación, hemos encontrado 211 americanismos que pertenecen en su origen a cierta lengua aborigen de
América, pero 14 de ellos pertenecen probablemente en su origen a una lengua amerindia (?), y no se sabe concretamente a qué len-
gua. Otros 43 de ellos sufrieron cierto cambio semántico (Fc) y otros 59 se formaron conforme a la formación española (Ff). Y sólo
uno de dichos americanismos lleva el signo de ‘E arc.’, siendo también arcaísmo en España (cacahuate). Ahora se entiende que en los
indigenismos de nuestro ‘léxico básico de americanismos’ es el quechua la lengua que aporta al español americano el mayor número
de palabras (102). Nuestros americanismos que llevan rasgos de indigenismos son:

a) Voces de origen quechua (101): achinado, da (& Ff); achura; achurar (& Ff); amancay (& Fc); anticucho (& Fc); apu-
nar (& Ff); asorocharse (& Ff); cachaco; calato, ta (& Ff); callampaA (‘seta’); callampaB (‘chabola’) (& Fc); canchaA (‘terreno’);
canchaB (‘maíz’); carpa (?); chacarero, ra (& Ff); chaco; chacra; charqui; chasca; chasqui; chasquilla (& Ff); chauchaA (‘pata-
ta’) (& Fc); chauchaB (‘judía’) (& Fc); chauchaC (‘moneda’) (& Fc); chilca; chinchulines (& Ff); chingana (& Fc); chinita (&
Ff); chino, naA (‘mestizo’) (& Ff); chino, naB (‘sirviente’) (& Ff); chiripá (& Fc); choclo; chonta; chúcaro, ra (& Fc y Ff); chu-
llo; chuño; chupe; chuspa; cochayuyo; coto; cuy (cuye); enchilada (& Ff); enchilarse (& Ff); guaca (& Fc); guacho, cha (&
Ff); guaguaA (‘bebé’); guampa; guarangada (& Ff y Fc); guarango, ga (& Fc y Ff); guasca; huaca; huacho, cha (& Ff); huaco
(& Ff); huaico; huaino; huaso, sa (& Fc y Ff); huayno; humita; jarana (& Fc); laucha (& Ff); lúcuma; lúcumo (& Ff); mate;
matear (& Ff); morocho, chaA (‘moreno’) (? & Fc); morocho, chaB (‘piel negra’) (? & Fc); morochos (? & Fc); mote; ñapa; ojo-
ta; opa; pachamanca; palta; palto (& Ff); pampero (& Ff); papa; pascana; paya (& Fc); payada (& Ff); payador (& Ff); pilche;
pirca; porongo; poroto; pucho (& Ff y Fc); puna (& Fc); quirquincho; rocote (rocoto); runa; soroche; tambero (& Ff); tamboA
(‘vaquería’); tamboB (‘posada’); totora; vinchaA (‘cinta’); vinchaB (‘diadema’) (& Fc); yapa; yaraví; yuyoA (‘hierbajo’) (& Fc); yu-
yoB (‘hierba medicinal’) (& Fc); zapallo.
UN ASPECTO LEXICOGRÁFICO REFERENTE A LOS AMERICANISMOS 791

b) Voces de origen náhuatl (62): achiote; ahuehuete (& Fc); amate; apapachar (& Ff); atol (atole); cacahuate (& E arc.); camo-
te; chamaco, ca (& Ff); chapulín; chele, la (& Ff); chiche (& Fc); chilpayate, ta (& Ff); comal; coyote (& Fc); cuate, taA (‘mellizo’)
(& Ff); cuate, taB (‘amigo’) (& Ff y Fc); cuico, ca (& Ff y Fc); ejote; elote; encamotarse (& Ff); enchinar (& Ff); equipal; escuin-
cle, cla (& Fc y Ff); galpón (& Ff y Fc); guacalA (‘calabaza’) (& Fc); guacalB (‘jaula’) (& Fc); guacamole; guajolote; huacal; hui-
pil; huisache; jacal; jícara (?); jitomate; mecapal; mecapalero (& Ff); mecate; metate; mezcal; milpa; miltomate; mitote (& Fc);
molcajete; nixtamal; ocote (& Fc); olote (& Fc); papachar (& Ff); papacho (& Fc); papalote (& Fc); pepenar (& Ff); petaca; pinol
(pinole); popote; pulquería (? & Ff); sarape (?); tamal; tecolote; tianguis; tlapalería (& Ff); tlascal; zacateA (‘forraje’) (& Fc); za-
cateB (‘estropajo’) (& Fc).
c) Voces de origen araucano (10): achunchar(se) (& Ff); coipo; diuca; guata; huiro (?); miéchica (& Ff); pilcha (& Fc); polo-
lear (& Ff); pololo, la (& Ff y Fc); ruca.
d) Voces de origen taíno (8): ají; ajiaco (& Ff); cayuco (?); cazabe; macanaA (‘disparate’) (& Fc); macanaB (‘porra’); maguey;
manigua (?).
e) Voces de origen caribe (7): arepa; auyama; catire, ra (& Ff); guayuco; lora (& Ff); totuma; totumo (& Ff).

f) Voces de origen guaraní (6): gurí, gurisa (& Ff); ñandubay; ñandutí (&Ff); quillango (& Ff); urubú; yarará.

g) Voz de origen arahuaco (1): jaiba (?).

h) Voz de origen maya (1): cenote.

i) Voz de origen chibcha (1): chicha.

j) Voces dudosas (14): acholado, da (& Ff); agauchado, da (& Ff); agaucharse (& Ff); aura (de Cuba); bahareque; bajareque;
bongo (voz antillana); cambur; cholo, la; cocuyo (de Santo Domingo); corotos; huarache; jíbaro, ra; zamuro.

B. Voces de rasgos de afronegrismos (2):


Entre nuestros americanismos solamente hemos podido encontrar dos voces que deben de llevar cierto rasgo de africanismo: can-
dombe y guarapo (? & Ff). Ésta lleva también el rasgo de ‘formación’.

C. Voces de rasgos originados por varias lenguas europeas (120):


Según los datos con que contamos, hemos encontrado 120 americanismos cuyo origen es de alguna lengua occidental, excepto la es-
pañola. El grupo de mayor número de voces corresponde al inglés, como es de imaginar (60). Entre ellas, 43 también comprenden
otro rasgo de ‘formación’ (& Ff), y 12, ‘cambio semántico’ (& Fc); enchastrar y linyera, rasgo jergal de lunfardo (G); y garúa, el de ma-
rinerismo (E mar.).

a) Voces de origen inglés (60): automercado (& Ff); baúl (? & Fc); bife; birome (& Ff); blúmer; bluyín; box; cachar (& Ff); ca-
rro; chequera (& Ff); chomba; chompa; clóset; concreto; dentisteríaA (‘clínica’) (? & Ff); dentisteríaB (‘odontología’) (? & Ff); dro-
guería (& Ff); durmiente (& Ff); elevador (& Ff); elevadorista (& Ff); financista (& Ff); fólder; foul; freezer; fuente de soda (& Ff);
gásfiter; gasfitería (& Ff); guachimán; guaguaB (‘autobús’) (?); guinche; kerosén (kerosene); lavaseco (& Ff); living; lonchera (&
Ff); lonchería (& Ff); manzana (& Fc); mitín; motorista (& Ff); nafta; overol; panqué (& Ff); panqueque; pantaletas (?); pantime-
dias (& Ff); parqueadero (& Ff); parquear (& Ff); plomería (& Ff); plomero (& Ff); pluma fuente (& Ff); ponchar (& Ff); pullman;
querosén (querosene); referee; rentar (& Ff); reportar (& Ff); rin; sánduche; sándwich (& Fc); suspensores (? & Ff); zíper.
792 XIII CONGRESO INTERNACIONAL DE LA ASOCIACIÓN DE LINGÜÍSTICA Y FILOLOGÍA

b) Voces de origen francés (26): afiche (& P); bebe, ba (& Ff); bretel; chofer; contralor; contraloría (& Ff); cotelé; decolaje;
decolar; departamentoA (‘piso’) (& Ff y Fc); departamentoB (‘provincia’) (& Ff); fuete; gamín; gripa; malla (& Fc); mimeógrafo (&
Ff); placard; recomendado, da (& Ff); rotisería; soutien; tenida (& Ff); tricota; trusa (& Fc); usina; visa; vitrina.

c) Voces de origen portugués (17): cachimbo; casal; changador (& Ff); coima; conchabar (?); garúa (& ¿E mar.?); íngrimo,
ma (& Fc y Ff); ipecaucana; mucamo, ma (& Ff); pedregullo (& Fc); petiso, saA (‘estatura’) (? & Fc); petiso, saB (‘pequeño’) (? &
Fc); petizo, za (? & Fc); pibe, ba (& Ff); pichincha; quilombo; tacho.

d) Voces de origen italiano (14): altoparlante; bacán, na (& Ff); chaveta (& Fc); enchastrar (& G lunf.); fungir; góndola (& Fc);
grapa; laburar; laburo; linyera (& G lunf.); mezanín (mezanine); rosticería; salame; tratativas.
e) Voces de origen alemán (2): chop (& Ff) y chopería (& Ff).

f) Voz de origen latino (1): acápite (& Ff).

D. Voces de rasgos originados por otras lenguas (4):


Hemos podido encontrar sólo 4 voces probablemente de estos rasgos. Batea lleva otro rasgo: el de ‘cambio semántico’ (Fc), y baquea-
no, na y baquiano, na llevan el rasgo de ‘formación’ (Ff).
a) Voces de origen árabe (3): baqueano, na (?, & Ff), baquiano, na (?, & Ff) y batea (? & Fc).

b) Voz de origen chino (1): chifa (?).

E. Voces de rasgos surgidos en contraste con el español peninsular (74):

Estos rasgos corresponden a los llamados arcaísmos, andalucismos, canarismos, occidentalismos, así como marinerismos. Según los
datos de nuestra bibliografía, hemos recogido 74 americanismos en nuestro ‘léxico básico’, y más de la mitad corresponde a los lla-
mados ‘arcaísmos’ (45). Sobre los demás rasgos que comprenden estos americanismos, merece la pena aclarar el hecho de que to-
dos los marinerismos (13) han sufrido cierto cambio semántico (Fc). Además, 18 de estos americanismos, de rasgos surgidos en con-
traste con el español peninsular, han sufrido algún cambio semántico (Fc); y misiá (misia), arcaísmo, puede ser también occidentalis-
mo (E oc.). LamberA, occidentalismo, puede llevar también el rasgo de arcaísmo (E arc.).

a) Los llamados ‘arcaísmos’ (45): abundoso, sa; acotejar; aguaitar; arrecho, cha (& ¿P?); arriscar; borona; botillería; bravo,
va; canilla; cobija; comedido, da; conventillo; duraznero; embolar; endenantes; escribano, na; fierro; foja; grama; hijuela; licen-
ciado; llamadoA (‘llamamiento’); luego; luego luego; malhaya; misiá (misia) (& E oc.); pollera; prenda; pucha; ramada (& Fc);
recibirse; refacción; regalón, na; retar; ruana (& Fc); saco (& Fc); sardinel; sencillo; sonso, sa; taita; temporario, ria; torreja; ubi-
carse; viaraza; vuelto.
b) Los marinerismos (13): abarrotes (& Fc); arrumar (& Fc); chicote (& Fc); grampa (& Fc); halar (& Fc); lampazo (& Fc); maro-
ma (& Fc); mazamorra (& Fc); piolaA (‘astuto’) (& Fc); piolaB (‘estupendo’) (& Fc); playa (& Fc); rebenque (& Fc); volantín (& Fc).
c) Los occidentalismos (9): arveja; botar; carozo; despacio; ensopar; esculcar; friolento, ta (& P); guardarraya (& Fc); lambe-
rA (‘lamer’) (& E arc.).
d) Los andalucismos (7): alfajor; compadre; engreír (& Fc); falluto, ta; marchante, ta (& P); negro, ra; telera.
UN ASPECTO LEXICOGRÁFICO REFERENTE A LOS AMERICANISMOS 793

F. Voces de rasgos genéticos del español de América (515):


En este apartado trataremos los dos rasgos: cambio semántico y neologismo, o sea, formación de palabras.

a) Voces patrimoniales que han sufrido en América cierto cambio semántico (286):

Las voces agrupadas en este apartado son americanismos que antes se usaban en España como lengua autóctona con alguna
acepción, y luego en América con distinta acepción. El cambio semántico que sufrieron las palabras de otra índole (es decir, las
de origen no español), se aclara en apartados correspondientes: 79 en total (43 de las de A, 12 de las de C, 1 de las de D, 17
de las de E y 5 de las de Ff).

Las voces de este apartado son: abasto; abrochador, ra; acoplado; acotamiento; afanador, ra; afilar; agachado, da; agüita; alber-
ca; alcabala; alcancía; alebrestarse; almacén; ambiente; ameritar; ampolleta; andén; angurriaA (‘codicia’); angurriaB (‘hambre’);
aplanadora; aplazar; apuro; argolla; aro; arrecharse; aviso; baboso, sa; banca; bancada; banqueta; bañadera; barra; batacazo;
bencina; biógrafo; bodega; bolada; bolear; bolero; boletero, ra; boliche; bolillo; bolita; bomba; bombilla; bombillo; botana; bron-
ca; buzo; cacho; cajetilla; cajón; cajuela; calce; calza; calzón; cambalache; camión; campaña; campera; campero; canaleta; can-
dil; cantero; caña; capaz; carabinero; cartera; casilla; cebar; cerquillo; chabacano; chalán; chalupa; charol; charola; charro; chu-
pón; cipote, ta; coger; cojudo, da; colectivo; colleraA (‘camisa’); colleraB (‘jinetes’); comadrear; competencia; concha; confitería;
conmutador; corchete; cordón; corpiño; costanera; cuadra; cuadrar; cuchara; cueroA (‘ramera’); cueroB (‘mujer fea’); cuña; da-
mascoA (‘albaricoque’); damascoB (‘albaricoquero’); danta; delegaciónA (‘comisaría’); delegaciónB (‘ayuntamiento’); desacomodar;
desarmador; desempacar; despelote; devolverse; dije; direccional; dizque; dormilona; egreso; embarrar; embromado, da; em-
bromar; empatar; empate; emplomadura; emplomar; encomienda; entreverarse; esperma; esqueleto; estampilla; estancia; estan-
ciero; esteroA (‘terreno’); esteroB (‘arroyo’); expendio; faena; focoA (‘bombilla’); focoB (‘farola’); focoC (‘automóvil’); fonda; fondo;
fregado, da; fregar; frutilla; fustán; galera; gallego, ga; gallineta; gamonal; garrafa; gomeroA (‘árbol’); gomeroB (‘recolector’); gra-
bador; grifo; gringo, ga; güero, ra; hacendado; hacienda; hato; hostigar; huachafería; huachafo, fa; ingeniero; intendente, ta; in-
terior; jebe; ladino, na; lamberB (‘adular’); lana; lanceta; lanza; lavatorio; lépero, ra; librero; licuado; ligero; lisuraA (‘grosería’); li-
suraB (‘descaro’); llamadoB (‘teléfono’); llanta; lote; malteada; mamadera; mamelucoA (‘niños’); mamelucoB (‘trabajo’); manejar;
manejo; manubrio; masa; materialista; matrero; mecedor; media(s); medidor; mero, ra; mesón; mono, na; montonera; mordida;
mozo; muñeca; noticiero; noticioso; once; orillero, ra; pacho, cha; paco (& Fc); paila; palenque; paleta; papagayo; paradero; pa-
rado, da; parar; parlante; parrilla; pasto; patente; pava; pavada; pena; pendejo, ja; perico; pileta; pinta; pitada; pitar; pitillo; pla-
giar; platillo; prolijo, ja; propiciar; provocar; puro, ra; puteada; radial; rajón, na; rancho; raspa; raya; recado; recámara; reclamo;
regadera; regador; regente; regresar; remera; repostero; residencial; rodeo; rondín; rosca; rosquete; roto, ta; ruma; saber; sala-
do, da; salarA (‘estropear’); salarB (‘gafar’); sancocho; seguro; siempre; subterráneo; tapa; tapado; tarro; tigre; timón; tirador; to-
mado, da; tomar; tortilla; trompetilla; turco, ca; ultimador, ra; ultimar; vacilar; vararse; velador; veladora; vereda; victimario; vi-
driera; voceador; voltearC (‘girar’); yuntas; zambo, ba; zancudo; zócalo.
b) Voces formadas en América (229):

Las voces agrupadas en este apartado son los americanismos que fueron formados en América, a base del español ya emplea-
do en España. Incluimos aquí también tres voces de origen desconocido: chévere, gauchada y jorongo. La formación léxica que
sufrieron palabras de otra índole, se aclara en sus apartados correspondientes: 105 en total (59 de las de A, 1 de las de B, 43
de las de C y 2 de las de D). Entre las voces de este apartado, son 6 las que sufrieron cierto cambio semántico después de ha-
berse formado (descuerar; nocheroA; nocheroB; pipón, na; rejego, ga; e yerbatero) (Fc), y milico lleva el rasgo de haber sido lun-
fardo (G lunf.).

Las voces de este apartado son: abajeño, ña; abalear; ablande; abonero, ra; aeromoza; afuereño, na; agringarse; aguasarse; agua-
tero, ra; ahora último; amarrete, ta; andinismo; antojitos; arribeño, ña; atorrante, ta; balacear; balacera; balear; basural; bencine-
ra; bibliorato; boche; boleadoras; boletería; boleto; boludo, da; bombachaA (‘pantalón’); bombachaB (‘braga’); buseta; cabro; ca-
794 XIII CONGRESO INTERNACIONAL DE LA ASOCIACIÓN DE LINGÜÍSTICA Y FILOLOGÍA

lefón; calesita; canillita; cansador, ra; cargosear; carnear; carretera de cuota; cebiche; cédula de identidad; chanchada; chancho,
cha; changa; chévere (?); chongo; chueco, caA (‘torcido’); checo, caB (‘patizambo’); cierre relámpago; cimarrón, na; conversada;
copetín; corchetera; coso; cuaco; cueca; cuerear; cueriza; curco, ca; curcuncho; curita; desbarrancar; desborde; descartable; des-
cuerar (& Fc); despiole; destapador; desubicarse; discar; egresado, da; egresar; ejidatario, ria; elegantoso, sa; embolador; em-
briague; enchinchar; enchuecar; endrogarse; engorda; engrampadora; engrampar; entretecho; entretención; entrevero; epa (épa-
le); esferógrafo; estaquear; estelaridad; facón; fayuca; fifí; filoso, sa; filudo, da; fono; fotuto; futbolito; gachupín, na; gauchada;
golpiza; grifero, ra; guachada; guachafita; guaso, sa; hambreador, ra; hambruna; hielera; huevada; huevear; huevón, na; interi-
nato; jipa; jorongo (?); jote; joto; lambiscón, na; lapicera; largavista; lavandina; lesera; lustrabotas; lustrador; lustrínA (‘cajón’);
lustrínB (‘limpiabotas’); macanear; machona; maletera; mancorno(s); mancuerna; manito; matambre; mayoreo; mediagua; mese-
ro, ra; meterete; metete; metiche; milico (& G lunf.); milonga; milonguear; motoneta; motoso, saA (‘rizado’); motoso, saB (‘tela’);
naranjillo; nica; nocheroA (‘vigilante’) (& Fc); nocheroB (‘mesilla’) (& Fc); noviar; ñato; ño, ña; oficialismo; padrote; paisanada;
pancho; paragolpes; pasabocas; pelotudo, da; pendejada; pesero; picantería; pichula; piloncillo; pinche; piolín; pipón, na (& Fc);
pisco; pituco, ca; pizarrón; platal; platudo, da; pocho, chaA (‘estadounidense’); pocho, chaB (‘hablar’); ponchada; profesionista;
puestero, ra; pulpería; puntear; rampla; rasca; recamarera; recaudería; recorrida; refaccionarA (‘reparar’); refaccionarB (‘restaurar’);
refucilo; regalonear; rejego, ga (&Fc); relajo; remezón; renguear; repasador; reposera; resbalada; resondrar; reversa; revisación;
riesgoso, sa; rosquetón, na; rostizado, da; rotoso, sa; rulero; ruletear; ruletero; sacón; salivadera; salpicadera; serruchar; sinfo-
nola; soconusco; sopapa; subte; taco; tapabarro; tico, ca; tierral; tigrillo; tiliche; tocuyo; torrentoso, sa; transar; trapear; trom-
pear; tropear; tropero; vacilónA (‘fiesta’); vacilónB (‘juerguista’); vale; yerbal; yerbatero (& Fc); yerbera; zoncera; zorrillo.

G. Voces de rasgos jergales (5):


Hemos encontrado cuatro voces que proceden del lunfardo, aparte de dos italianismos: enchastrar y linyera (arriba en el apartado d de C) y
milico (de entre las del apartado F ‘formación semántica’. Son bulín; cafiche; calote; cocoliche. Además, hay una voz de germanía: liso, sa.

4.2. Posibles voces de cierto rasgo de uso (39)

No hemos podido encontrar rasgos genético-históricos en las siguientes 39 voces y acepciones. Pueden ser adoptados como ameri-
canismos por cierto rasgo de uso, o sea, por la mayor frecuencia de uso en América que en España. Sobre los rasgos de uso en ge-
neral hemos de estudiar en otra ocasión, y por el momento presentamos estos 39 americanismos de nuestro léxico básico, que son:
acá; aló; amarilloso, sa; arco; arquero, ra; azafate; barata; boleta; cantaleta; chigüín; colonia; comida; conscripto; desespero; desgano;
estrellón; falla; fritar (? o Ff); fumada; gancho; gis; heladera; lechosa; lustrar; milanesa; palo; placera; pocillo; rematar; remate; ronda;
siútico, ca; sorpresivo, va; traste; vidrio; viejo, ja; vocero; voltearA; voltearB.

4.3. Dudosos americanismos de nuestro léxico básico (6)

Entre nuestros 976 americanismos, hemos encontrado seis voces, que no pueden ser admitidas como americanismo, debido a la fal-
ta de rasgos objetivamente convincentes de ‘ser americano’. Admitimos nuestro deber de buscar tales rasgos en otras fuentes de da-
tos, pero de todos modos será razonable excluirlos de la lista de nuestro léxico, puesto que nuestros americanismos tienen la carac-
terística de ser básicos. Se trata de aindiado, da; arete; atorón; grisalla; parcasé; triates.

5. CONCLUSIONES

Ya hemos visto qué voces y acepciones pertenecen a los distintos rasgos lingüísticos. Aquí resumimos la distribución cuantitativa se-
gún los rasgos, y la veremos en conjunto.
UN ASPECTO LEXICOGRÁFICO REFERENTE A LOS AMERICANISMOS 795

5.1. Distribución cuantitativa

Las 967 voces y acepciones que constituyen nuestro léxico básico de americanismos, pueden clasificarse cuantitativamente como se
ve a continuación:

A. Voces de rasgos de indigenismos (211):

Las 211 voces y acepciones (aproximadamente 22%) de nuestro léxico básico de americanismos, pertenecen a los rasgos de
indigenismos. La mayor aportación léxica al español, de entre las lenguas autóctonas de América, corresponde al quechua (cer-
ca de 10% del corpus), y podemos presentar la siguiente distribución según lenguas: 101 del quechua; 62 del náhuatl; 10 del
araucano; 8 del taíno; 7 del caribe; 6 del guaraní; 1 del arahuaco; y 1 del chibcha; dejando aparte 14 voces, de las que se pue-
de especificar su etimología americana.

B. Voces de rasgos de afronegrismos (2):

Hemos encontrado sólo dos palabras de origen africano.

C. Voces de rasgos originados por varias lenguas europeas (120):

Las 120 voces (más o menos 12%) de nuestro corpus son de lenguas europeas no españolas. El inglés es la lengua europea
que mayor aportación léxica ofrece al español. La distribución es: 60 del inglés; 26 del francés; 17 del portugués; 14 del italia-
no; 2 del alemán; y 1 del latín.

D. Voces de rasgos originados por otras lenguas (4):

De las demás lenguas proceden 4 voces de nuestro léxico básico: 3 del árabe y 1 del chino.

E. Voces de rasgos surgidos en contraste con el español peninsular (74):

Las 74 voces y acepciones (aproximadamente 8%) de nuestro corpus pertenecen a los rasgos surgidos en contraste con el es-
pañol de España: 45 arcaísmos en España; 13 marinerismos; 9 occidentalismos; y 7 andalucismos. No hemos podido encon-
trar en nuestro léxico básico voces y acepciones originadas en las Islas Canarias.

F. Voces de rasgos genéticos del español de América (515):

Las 515 voces y acepciones (más o menos 53%) de nuestro corpus son las del fondo patrimonial del español: 286 de ellas (ca-
si 56% de este grupo) son de acepción desconocida en España, y las otras 229 (casi 44%) son de formación particular de His-
panoamérica.

Cierto número de americanismos de nuestros grupos anteriormente referidos han sufrido también cambio semántico y forma-
ción. Estos rasgos secundarios los analizaremos en otra ocasión.

G. Voces de rasgos jergales (5):

Francamente nos ha sido bastante costoso averiguar el estado jergal de las voces y acepciones de nuestro corpus. Nos será ne-
cesario averiguarlo más en detalle en otra ocasión, y provisionalmente juzgamos que sólo 5 voces y X acepciones llevan cier-
to rasgo jergal.

5.2. Principales rasgos lingüísticos

Ahora concluimos que en nuestro corpus de americanismos léxicos un poco más de la mitad del inventario muestra rasgos formados
a base del español peninsular; las voces y acepciones de origen americano alcanzan a una quinta parte del inventario; y entre los prés-
tamos de lenguas extranjeras, exceptuando las lenguas autóctonas de América, el inglés ocupa el primer lugar en importancia.
796 XIII CONGRESO INTERNACIONAL DE LA ASOCIACIÓN DE LINGÜÍSTICA Y FILOLOGÍA

NOTAS
1) López Morales, págs. 163-6.

2) Ibid., págs. 163-4.

3) Sobre estos dos criterios, que se tratan en este apartado, véanse principalmente Bohórquez y Montes.

4) Referente a los diversos rasgos de su nacimiento, véanse Lapesa (1981), sobre todo el apartado 134 (Vocabulario) y Lapesa (1991).

5) López Morales, pág. 166.

6) Para clasificar los rasgos de americanismos, cada filólogo puede establecer su método. Puede ser el más simplificado el método que adopta María Vaquero (pág.
49): ella los divide en tres grupos: adaptaciones patrimoniales y creaciones, indigenismos (llamados también ‘indoamericanismos’) y afronegrismos. El rasgo del
tercer grupo puede pesarle a un investigador que presta mucho la atención al español hablado en el área caribeña.

7) Cf. Bohórquez, págs. 103-7.

8) Lapesa, págs. 594-9. Además, podemos ver sus explicaciones sobre indigenismos léxicos en el párrafo 127, etc., y sobre africanismos en el párrafo 128.

9) Zamora y Guitart, págs. 145-164.

10) Moreno de Alba (1993), págs. 199-221.

11) Fontanella, págs. 166-176.

12) Vaquero, págs. 39-55.

13) Saralegui, págs. 51-64.

14) Historia, págs. 556’8.

15) Historia, pág. 562.

16) Historia, págs. 598-9.

17) Zamora y Guitart, pág. 158.

18) Tanto en este grupo E como en el siguiente F, agrupamos así los rasgos referidos en el párrafo 134, págs. 594-9.

19) Cf. su apartado 2.1., titulado “Palabras que pertenecen al español medio americano y a unas variedades del español peninsular”, págs. 252 y siguientes.

20) Lapesa (1991), pág. 14.

21) Respetando la condición de ser básicas las voces y acepciones de nuestro inventario, hemos contado con los diccionarios del español general, de carácter di-
dáctico, cuyo número de entradas alcanza hasta cuarenta mil.

22) Por el mismo motivo que el de la nota 21, consultamos su obra de 1990, y no la otra de 1999.

23) Miyoshi (2002).

24) Si una voz presenta dos o más acepciones americanas, añadimos la letra A, B y C al final de la voz, y un mínimo dato semántico entre paréntesis.

BIBLIOGRAFÍA

ALONSO, Martín (1958), Enciclopedia del idioma, Madrid, Aguilar.

ALVAR EZQUERRA, Manuel (dir.) (1995), Diccionario manual ilustrado de la lengua española, Biblograf, Barcelona.

BOHÓRQUEZ, Jesús Gútemberg (1984), Concepto de ‘americanismo’ en la historia del español: Punto de vista lexicológico y lexicográ-
fico, Bogotá, Instituto Caro y Cuervo.
UN ASPECTO LEXICOGRÁFICO REFERENTE A LOS AMERICANISMOS 797

BUESA OLIVER, Tomás & José María Enguita Utrilla (1992), Léxico del español de América: Su elemento patrimonial e indígena, Ma-
drid, Mapfre.

CALVO PÉREZ, Julio (1995), “Análisis crítico de las entradas de origen quechua y aimara en el DRAE (21a. edición)”, en Español Ac-
tual, 63, págs. 25-41.

CASULLO, Fernando Hugo (1972), Diccionario de voces lunfardas y vulgares, Buenos Aires, Editorial Freeland.

CHIAPPARA, Enrique (1978), Glosario Lunfardo, Montevideo.

COROMINAS, Juan (1944), “Indianoromanica: Occidentalismos americanos”, en Revista de Filología Hispánica, año VI, núm. 1, págs. 139-254.

COROMINAS, Joan (1967), Breve diccionario etimológico de la lengua castellana, Madrid, Gredos.

COROMINAS, Joan y José A. Pascual (1980-91), Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico, 6 volúmenes, Madrid, Gredos.

CORRALES ZUMBADO, Cristóbal, Dolores Corbella Díaz, y Ma. Ángeles Álvarez Martínez (1992), Tesoro lexicográfico del español de Ca-
narias, Madrid, Real Academia Española.

CUERVO, Rufino José (1987), Obras: segunda edición, Tomo II. Apuntaciones sobre el lenguaje bogotano con frecuente referencia al
de los países de Hispanoamérica, Bogotá, Instituto Caro y Cuervo.

FONTANELLA DE WEINBERG, María Beatriz (1992), El español de América, Madrid, Mapfre.

GUTIÉRREZ CUADRADO, J. (dir.) (1996), Diccionario SALAMANCA de la lengua española, Santillana con Universidad de Salamanca, Madrid.

HAENSCH, Günther y Reinhold Werner (1993a), Nuevo diccionario de americanismos. Tomo I, nuevo diccionario de colombianismos,
Santafé de Bogotá, Instituto Caro y Cuervo.

HERNÁNDEZ, Esther (1996), “Las entradas de origen nahua del Diccionario de la Academia”, en Español Actual, 66, págs. 25-37.

KANY, Charles E. (1960a), American-Spanish Semantics, Berkeley y Los Angeles, Univ. of California Press.

KANY, Charles E. (1960b), American-Spanish Euphemisms, Berkeley y Los Angeles, Univ. of California Press.

KANY, Charles E. (1969), Sintaxis hispanoamericana, Madrid, Editorial Gredos (versión española de American-Spanish Syntax, Chicago, 1963).

LAPESA, Rafael (1981), Historia de la lengua española, 9a. edición, Madrid, Gredos (nos referimos principalmente a la 10a. reimpre-
sión de 1999 que incluye una ligerísima corrección).

LAPESA, Rafael (1991), “El estudio del español americano en los últimos decenios: aportaciones y cuestiones pendientes”, en El Es-
pañol de América. Actas del III Congreso Internacional de El Español de América (Valladolid, 3 a 9 de julio de 1989) I, Sala-
manca, Junta de Castilla y León, págs. 7-28.

LARA RAMOS, Luis Fernando (dir.) (1996), Diccionario del español usual en México, México, D. F., El Colegio de México.

LERNER, Isaías (1974), Arcaísmos léxicos del español de América: Premio Augusto Malaret de la Real Academia Española, Madrid, Ínsula.
LOPE BLANCH, Juan M. (1989), Estudios de lingüística hispanoamericana, México, Universidad Nacional Autónoma de México (se tra-
ta del artículo leído en el I Congreso Internacional sobre el Español de América, celebrado en San Juan de Puerto Rico, 4-9 de
octubre de 1982).
LÓPEZ MORALES, Humberto (1998), La Aventura del Español en América, Madrid, Espasa Calpe.
LORENZO, Emilio (1996), Anglicismos hispánicos, Madrid, Gredos.
798 XIII CONGRESO INTERNACIONAL DE LA ASOCIACIÓN DE LINGÜÍSTICA Y FILOLOGÍA

MALDONADO GONZÁLEZ, C. (dir.) (1997), CLAVE, Diccionario de uso del español actual, Ediciones SM, Madrid.

MIYOSHI, J., “Corpus del ‘léxico básico de americanismos’ _ensayo lexicográfico_”, (en prensa).

MOLINER, María (1998), Diccionario de uso del español, segunda edición, Madrid, Gredos.

MONTES, J. Joaquín (1995), Dialectología general e hispanoamericana, tercera edición reelaborada, corregida y aumentada, Santafé de
Bogotá, Instituto Caro y Cuervo (la primera edición fue publicada por el mismo Instituto en 1982, y la segunda en 1987).

MORALES PETTORINO, Félix (1998), Diccionario ejemplificado de chilenismos, Valparaíso, Universidad de Playa Ancha.

MORENO DE ALBA, José G. (l992), Diferencias léxicas entre España y América, Madrid, Mapfre.

MORENO DE ALBA, José G. (1993), El español en América, segunda edición corregida y aumentada, México, Fondo de Cultura Econó-
mica (primera edición en 1988).

MORÍNIGO, Marcos A. (1996), Diccionario del Español de América, Madrid, Anaya-Mario Muchnik.

MORÍNIGO, Marcos A.(1998), Nuevo diccionario de americanismos e indigenismos, versión actualizada por Marcos Alberto Morínigo
Vázquez-Prego, Buenos Aires, Editorial Claridad.

NEVES, Alfredo N. (1973), Diccionario de Americanismos, Buenos Aires, Editorial Sopena Argentina.

REAL ACADEMIA ESPAÑOLA (1726-39), Diccionario de Autoridades, edición facsímil (1969, Madrid, Editorial Gredos).

REAL ACADEMIA ESPAÑOLA (1992), Diccionario de la Lengua Española, vigésima primera edición, Espasa Calpe, Madrid.

ROSENBLAT, ÁNGEL (1969), Buenas y malas palabras en el castellano de Venezuela, I, II, III y IV, Caracas-Madrid, Editorial Mediterráneo.

SALA, MARIUS (coordinador) & Dan Munteanu, Valeria Neagu Tudora y Sandru-Olteanu (1982), El español de América, Tomo I, Léxi-
co, parte primera, Bogotá, Instituto Caro y Cuervo.

SÁNCHEZ CEREZO, S. (dir.) (2000), Nuevo diccionario esencial de la lengua española, Grupo Santillana de Ediciones, Madrid.

SARALEGUI, Carmen (1997), El español americano: teoría y textos, Pamplona, EUNSA (Ediciones Universidad de Navarra).

SECO REYMUNDO, Manuel, Olimpia Andrés Puente y Gabino Ramos González (1999), Diccionario del español actual, Madrid, Grupo
Santillana de Ediciones.

STEEL, B. (1990), Diccionario de americanismos. ABC of Latin American Spanish, SGEL, Madrid.

STEEL, Brian (1999), Breve diccionario ejemplificado de americanismos, Madrid, Arco/Libros.

UGARTE CHAMORRO, Miguel Angel (1997), Vocabulario de peruanismos, Lima, Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

VALENCIA, Alba (1995), “La jerga de los adolescentes santiaguinos”, en El español de América: Actas del IV Congreso Internacional
de ‘El español de América’, Santiago de Chile, Pontificia Universidad Católica de Chile, págs. 1066-1076.

VAQUERO DE RAMÍREZ, María (1996), El español de América II: Morfosintaxis y Léxico, Madrid, Arco/Libros.

ZAMORA MUNNÉ, Juan C. y Jorge M. Guitart (1988), Dialectología hispanoamericana: teoría - descripción - historia, 2a. edición (1a.
edición en 1982), Salamanca, Ediciones Almar.

You might also like